• 44-49 El peligro de defenderse 14/6/06 17:25 Página 44 El peligro de defenderse a sí mismo 44 MEDICAL ECONOMICS | Edición Española | 23 de junio de 2006 www.medecoes.com • 44-49 El peligro de defenderse 14/6/06 17:25 Página 45 EN PORTADA Michael Charles, cirujano ortopédico en San Agustín, Florida (Estados Unidos), decidió actuar, sin ser abogado, como su propio letrado defensor en una demanda por malpraxis. La experiencia resultó ser, a la postre, demasiado arriesgada. En Estados Unidos no existe ninguna ley que diga que los médicos, aunque no sean abogados, no pueden defenderse a sí mismos en un procedimiento penal. Esto queda al criterio del juez o del tribunal. En el caso que se describe, un juez de Florida permitió que Charles ejerciera su propia defensa en el juicio. En España, las cosas son bien diferentes. En los procedimientos penales la ley no permite que el acusado, sea médico o no lo sea, se defienda a sí mismo en juicio. Tiene que estar representado por un abogado, elegido por él o asignado de oficio. Sin embargo, en los procedimientos civiles o administrativos y ante las comisiones deontológicas y Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC), el profesional de la Medicina sí puede ejercer como su propio abogado sin serlo. En cualquier caso, sea el facultativo demandado abogado o no, los expertos consultados por MEDICAL ECONOMICS recomiendan que nunca se defienda a sí mismo, sino que, por el contrario, se ponga en manos de un profesional de la Abogacía. Y es que entre los propios letrados impera el principio de que los abogados no deben ejercer su propia defensa. P ueden pensar que un pleito por malpra- nó, pidió una radiografía, y diagnosticó una artritis xis es algo frívolo, por lo que no vale la degenerativa. Cuando un tratamiento más conservapena contratar un abogado de defensa dor resultó ineficaz, recomendó una cirugía artroscaro. Pero llevar a cabo este pensamiento cópica, que se llevó a cabo en enero de 1998. no es buena idea. Michael Charles lo desSin embargo, la artritis resultó estar más avanzada cubrió recientemente por una difícil vía. Piensa que de lo que se había pensado en un primer momento, y la su experiencia ilustra lo absurdo del sistema legal, y intervención no alivió los síntomas de Beaver. Charles quizá sea así. Pero también demuestra que hay que recomendó colocar una prótesis de la rodilla completa, contratar un buen abogado en que realizó en junio de 1998. lugar de tratar de defenderse a A pesar de esta operación, uno mismo. Beaver mantenía que contiCharles, cirujano ortopédico nuaba experimentando doen San Augustine, Florida, vio lor y movilidad limitada en por primera vez a Phyllis Beaver la rodilla. en junio de 1997, cuando acudió En noviembre del 2000, a su consulta por dolor en la roBeaver consultó con otro ordilla derecha. Charles la examitopeda, que la examinó y dePor Berkeley Rice La decisión de este médico de actuar como su propio abogado defensor resultó ser demasiado arriesgada. www.medecoes.com MEDICAL ECONOMICS | Edición Española | 23 de junio de 2006 45 • 44-49 El peligro de defenderse 14/6/06 17:25 Página 46 tectó varios problemas en contra del despacho, pero la prótesis de rodilla. En Charles siguió convencido Encuesta vía Internet marzo de 2001, realizó una de que no era necesaria ninrevisión y reparación de la guna defensa, y no contra¿Cree necesaria la creación de un baremo artroplastia en la rodilla detó ningún abogado. de daños sanitario? recha; aparentemente reSin nadie que defendiesolvió el problema. ra la corporación, el juez Participe a través de nuestra web En marzo de 2002, Beapresentó una demanda ver demandó a Charles y por defecto contra ella en www.medecoes.com su despacho, una corporadiciembre de 2003. Charción profesional, por hales aun así no se alarmó, ber sido negligente al reporque el juez le aseguró comendar una prótesis de la rodilla entera en lugar que no se dictaría ninguna sentencia monetaria conde un procedimiento menos agresivo. Alegaba que co- tra la corporación si él no resultaba personalmente mo resultado de esta negligencia había sufrido inne- culpable en su propio caso. cesariamente durante dos años. Su demanda buscaEl médico sale “libre” ba compensación por dolor y sufrimiento, ansiedad, pero no su equipo pérdida de ingresos y gastos médicos. En febrero de 2004, unas dos semanas antes de la fecha No estar cubierto por un seguro prevista para el juicio contra Charles, el abogado de Beasignifica no tener abogado defensor ver retiró la demanda contra él, porque sabían que no esAunque Charles tenía un seguro de malpraxis cuando taba asegurado, y porque ya habían ganado el juicio por realizó las intervenciones sobre Beaver, la dejó poco an- defecto contra la corporación. Como resultado, el abotes de que esta pusiera la demanda contra él. “Tenía 65 gado de Beaver nunca tuvo que presentar testimonio de años entonces,” recuerda Charles, “y experto (del cirujano que hizo la resólo trabajaba a tiempo parcial. Reparación y de un experto de otro esnovar mi seguro me hubiera costatado) para apoyar su demanda de nedo mucho más de lo que había gagligencia, y Charles nunca tuvo la nado en cirugías ese año. Así que la oportunidad de llevar sus propios exdejé.” (En Florida, los médicos no espertos. El juez cerró el caso contra él. tán obligados a tener seguro de malCharles pensó que sus problemas praxis si cumplen ciertos criterios fise habían acabado entonces, pero nancieros y profesionales, como no no fue así. Desgraciadamente para pasar más de mil horas al año en él, la parte de daños del caso termicontacto directo con los pacientes). nó ante otro juez. Éste permitió que Sin seguro, Charles se enfrentó al Charles observara pero no que haproblema de tener que contratar un blara, ya que no era el abogado de la abogado defensor, que sentía que no corporación. Escandalizado por lo se podía permitir. Convencido de que que él llamó una “burla de la justiel caso en su contra era débil, decicia,” Charles abandonó la sala. dió representarse a sí mismo. Estudió varios libros de Sin nadie que contestara la demanda por perjuicios Derecho y consultó a un miembro de su familia licen- de Beaver, el juez le concedió 75.000 euros, sobre todo ciado en Derecho que le ayudó a preparar su caso. Tam- por gastos médicos. En esos momentos, Charles ya habién obtuvo declaraciones de varios colegas, testifican- bía cerrado la consulta y disuelto la corporación que do que él había cumplido los estándares de cuidado bá- ya no tenía ningún activo. Habiendo abando-nado su sicos. Sin embargo no tuvo la oportunidad de usarlas propia consulta, ahora sólo hace trabajos de suplencia en el juzgado, ni de poner a prueba su pericia legal. para grupos que le proveen de seguro por malpraxis. Aunque el juez permitió que Charles fuera su propia Al preguntarle recientemente si contrataría un abodefensa en el juicio, le explicó que según la ley de Flori- gado defensor si lo tuviera que volver a hacer, Charles da, Charles no podía defender su propia corporación. sigue insistiendo en que no lo haría. “Creo que hice muy (En Florida y en la mayoría de estados de EE.UU, las cor- bien como abogado,” dice orgulloso. “El caso entero en poraciones deben ser representadas en juicio por un ningún momento me costó nada, y no me sacaron ni un abogado independiente). El juez le advirtió varias veces céntimo, con lo que realmente fue una victoria vacía pade la posibilidad de una condena por defecto fallado en ra ellos.” E scandalizado por lo que él llamó “burla de la justicia”, Charles abandonó la sala 46 MEDICAL ECONOMICS | Edición Española | 23 de junio de 2006 www.medecoes.com • 44-49 El peligro de defenderse 14/6/06 17:25 Página 47 EN PORTADA El abogado de San Augustine Robert McLeod, quién representó a Beaver, no está de acuerdo. Reconoce que no ha cobrado nada de los 75.000 euros todavía, pero tiene intención de hacerlo. “Si podemos demostrar que Charles disolvió la corporación para evitar pagar la condena,” dice, “bajo la ley de Florida podemos ir a por sus bienes personales.” ¿Fue realmente una locura tan grande que Charles pretendiera ser su propio abogado defensor en este caso? “Por supuesto que lo fue,” dice McLeod”. ¡Es médico por Dios, no abogado! Sería igual de insensato si yo intentara operar mi propia rodilla. Soy abogado e incluso yo ni siquiera contemplaría la idea de representarme a mí mismo en un juicio.” “Le hubiera podido costar unos 25. 000 euros por un abogado que le representara en su propio juicio. Y aunque hubiera querido encargarse de eso él mismo, podía haber contratado uno por menos de 5. 000 euros para defender la corporación. De hecho, cualquier médico que quiera hacer de su consulta una sociedad anónima debe tener un buen abogado defensor que le represente.” I Los peligros de representarse a sí mismo N o hay ninguna ley que dictamine que los médicos no se puedan defender a sí mismos contra las demandas de malpraxis, como hizo el ortopeda Michael Charles y tal como se describe en el artículo más arriba. Pero tanto abogados defensores como demandantes están en general de acuerdo en que es una idea arriesgada. De hecho, habitualmente se refieren a aquéllos que lo intentan como “tener a un necio por cliente.” Legalmente, cualquiera se puede representar en un juicio. Pero los jueces normalmente no se lo aconsejan a los acusados en casos de malpraxis porque pocos médicos tienen posibilidades de proveerse de una defensa adecuada ante un abogado demandante experimentado. “Me hubiera encantado tener a todos los médicos a quienes he demandado defendiéndose a sí mismos en el juzgado,” dice Donna Lee Mantel abogado defensora en Bridgewater, Nueva Jersey que anteriormente representaba demandantes en casos de malpraxis. “Si lo hubieran hecho mi media de éxitos/fracasos hubiera sido mucho mejor. Los médicos no deberían creer que leyéndose algunos textos legales y presentando un análisis clínico erudito será suficiente para convencer a un jurado.” James Lewis Griffith Sr., especializado en casos de malpraxis en Philadelphia, advierte a los presuntos médico-abogados: “No es el deber del juez protegerle, o enseñarle las reglas de la evidencia. Y si el juez o el jurado se ven irritados por sus errores de procedimiento, podría acabar perdiendo a pesar de la evidencia.” Entre las muchas razones por las que los médicos no deben intentar defenderse a sí mismos en un juzgado destacan: ® Seguramente estés poco familiarizado con las reglas de la evidencia. Como resultado, puede acabar permitiéndole al abogado demandante que introduzca evidencia perjudicial para tí o que siga una línea de interrogación a la que debió objetar. ® Puede cometer errores de procedimiento perjudiciales, y el juez puede sentirse reacio a ayudar o corregirle, por miedo a ser acusado de parcialismo después. ® Sin la guía de un abogado experimentado, no sabrá cuestionar a los testigos de manera eficaz, ni presentar su propio testimonio de manera convincente. ® El juez y el jurado se pueden enojar si el juicio se ve continuamente interrumpido porque el juez tiene que corregirle o denegar sus objeciones injustificadas. ® El juez le instruirá al jurado que ignore el hecho de que se está representando a sí mismo. Pero el jurado aún así se preguntará por qué no tiene abogado. ¿Es porque no puede permitírselo, porque es culpable, o porque es arrogante o exI céntrico? www.medecoes.com MEDICAL ECONOMICS | Edición Española | 23 de junio de 2006 47