CAPÍTULO 5 CIRUGÍA DE LA PTOSIS 5.1. CORRECCIÓN DE LA PTOSIS PALPEBRAL MEDIANTE SUSPENSIÓN AL MÚSCULO FRONTAL — INDICACIONES — MOMENTO DE LA CIRUGÍA — TÉCNICA QUIRÚRGICA — POSTOPERATORIO — VARIACIONES DE LA TÉCNICA — MATERIALES — OTRAS TÉCNICAS DE SUSPENSIÓN FRONTAL — COMPLICACIONES — RESULTADOS — CONTROVERSIAS — RESUMEN — BIBLIOGRAFÍA 5.2. PTOSIS APONEURÓTICA Capítulo 5.1 CORRECCIÓN DE LA PTOSIS PALPEBRAL MEDIANTE SUSPENSIÓN AL MÚSCULO FRONTAL Blanca García Saldoval La suspensión al músculo frontal es una técnica quirúrgica en la cual se ancla la porción distal del párpado superior al músculo frontal mediante unas tiras, de manera que se consigue elevar el párpado al subir las cejas. INDICACIONES La indicación más frecuente de esta técnica es la ptosis congénita simple con función del elevador pobre, pero puede utilizarse para cualquier ptosis con mala función del elevador. 1. Ptosis Congénita Simple con función del elevador «pobre». En general, se considera una función del elevador pobre cuando esta es igual o menor de 4 mm, sin embargo, según que autor varía entre 2 y 6 mm (1,2). 2. Ptosis Congénita Simple cuando no es posible medir la función del elevador pero existe riesgo de ambliopía o un tortícolis exagerado. 3. Otras Ptosis: — Ptosis de Marcus Gunn: en casos en los que la sincinesia trigémino-mandibular es grave. — S. de Blefarofimosis: después de operar el epicanto y el telecanto. — Ptosis miogénicas: cuando el músculo frontal y orbicular son funcionantes. La suspensión frontal es útil en las ptosis secundarias a miopatias progresivas por ser una técnica reversible. Con el tiempo, puede producirse un lagoftalmos al afectarse también el orbicular, lo que puede hacer necesario revertir la técnica. — Parálisis del III par: en los casos en los que esté indicada la cirugía de ptosis y la función del elevador sea menor de 4 mm. — Otras. • Si la indicación es funcional (afecta el eje visual o provoca tortícolis marcado) se opera cuando se diagnostica. • Si la indicación es estética, generalmente se operan a los 4-5 años de edad o incluso más tarde dependiendo del complejo psicológico que pueda ocasionar al niño, el cual suele producirse, sobre todo cuando empieza la edad escolar. TÉCNICA QUIRÚRGICA Se han descrito muchas técnicas y variantes de las mismas pero todas ellas con el mismo fundamento: aprovechar la acción del músculo frontal para elevar el párpado en ptosis. De manera natural, los pacientes con ptosis, elevan las cejas para conseguir abrir un poco más la hendidura palpebral, ya que existe anatómicamente, una unión entre el frontal y el orbicular de manera que el frontal contribuye a la elevación del párpado. La cirugía de suspensión frontal consiste en fijar al tarso unas tiras de unos 3 mm, que pueden ser de diversos materiales y luego llevarlas hasta la frente para anclarlas a ella y de esta manera reforzar la acción del frontal sobre la elevación palpebral. Con ella se pretenden alcanzar los siguientes objetivos: • Una altura adecuada de los párpados. • Simetría entre ambos ojos. • Contorno palpebral bonito. • Estabilidad en el tiempo. • Ausencia de complicaciones. 1. Tipos de anclaje MOMENTO DE LA CIRUGÍA El momento en el cual se debe realizar la cirugía suspensión frontal, va a depender de la indicación quirúrgica de la misma: Existen varios maneras de realizar una suspensión al frontal, las más utilizadas por su eficacia son: — Técnica de Crawford (2). — Pentágono de Fox. 84 Fig. 1. 5. Cirugía de la ptosis subir más o menos la porción nasal o temporal del párpado según convenga. En algunos casos, se realiza una suspensión frontal con la probabilidad de que tenga carácter temporal porque las circunstancias del paciente cambien y obliguen a deshacer la técnica, p.e. en ptosis de miopatias progresivas en las que pasados unos años se afecta también el orbicular y el paciente no es capaz de cerrar el párpado, o cuando la suspensión se realiza en niños muy pequeños en los que no es posible medir la función del elevador y al crecer se observa que podrían beneficiarse de otra técnica. En estos casos es mejor realizar una técnica de Fox ya que supone menos material en el párpado y por lo tanto mas fácil extracción. 2. Anestesia Fig. 2. De los diversos tipos de anclaje descritos en la literatura, el que proporciona un contorno palpebral más adecuado desde el punto de vista estético, es el descrito por Crawford. Consta de dos triángulos isósceles en cada párpado, lo que supone tres puntos de anclaje en el tarso en lugar de dos como en la técnica de Fox, y por tanto mayor posibilidad de repartir tracciones y proporcionar mayor suavidad al contorno. Por otra parte, el hecho de contar con dos triángulos independientes en el mismo párpado, permite — General. — Local: en adultos y jóvenes. Se infiltra la región pretarsal y la zona de la ceja con lidocaina 1% con adrenalina 1/200.000 y se suplementa con bloqueo del Ne. Frontal. Para el bloqueo este último puede utilizarse una mezcla de Lidocaína al 2% con Bupivacaina al 0,5% 3. Instrumental • • • • Caja de párpados Aguja de Wright (fig. 1) o similar (Reverdin, ...). Material de anclaje (ver más adelante). Fasciotomo (fig. 2). 4. Descripción de la técnica Técnica de Crawford Fig. 3. a) Se realizan 3 incisiones en la piel del párpado superior de unos 3 mm, a 2-3 mm del borde palpebral. Una en el centro y las otras dos en la unión del tercio medio con el lateral y nasal respectivamente. El surco palpebral se formará justo por encima de ellas. Cuanto más arriba se realicen en un intento de colocar el surco en mejor posición, menos efecto tiene la suspensión al frontal (fig. 3). b) Se realizan otras tres incisiones en la frente. Dos justo encima de la ceja, una ligeramente más lateral que la lateral del borde palpebral y otra algo 5. Cirugía de la ptosis 85 Fig. 4. más medial que la medial del borde del párpado. La tercera más arriba, formando un triangulo isósceles con las dos últimas. c) Se utilizan dos tiras de fascia lata, u otro material, para cada párpado. Se introduce la aguja de Wright o similar por la incisión lateral del párpado, haciéndola salir por la incisión central y tras enhebrar la tira de fascia, se hace retroceder la aguja para dejar pasada la tira de una a otra incisión (se puede iniciar el túnel por donde irá la tira en el borde palpebral, mediante disección roma a ciegas separando la cara anterior del tarso, del orbicular, con tijeras de Wescott). Se repite la operación entrando por la incisión central, con cuidado de no lesionar la tira ya introducida en ella, y sacándola por el orificio medial, para enhebrar la fascia de igual manera. d) Desde la incisiones por encima de la ceja se pasa hacia abajo la aguja de Wright progresando entre el orbicular y el septum sin atravesar éste. Se procede de igual manera que en el punto anterior hasta sacar los extremos de las tiras por estas incisiones (fig. 4). e) Se anudan un extremo con otro ajustando la altura adecuada del párpado, y se refuerza el nudo suturándolo con una sutura reabsorbible de 6-0. f) Desde la incisión superior en la frente se vuelve a pasar la aguja por debajo del músculo frontal sin pellizcar el periostio, y dirigiéndola hacia un lado y luego al otro, se hace salir el extremo de una de las tiras de fascia de cada lado, por allí. Se anudan de nuevo estos extremos correspondientes a cada uno Fig. 5. de los dos triángulos, y se entierra el nudo en el plano subcutáneo al cual se puede anclar con un punto de sutura reabsorbible de 6-0 (fig. 5). g) La piel de las incisiones de la frente se cierran con sutura no reabsorbible de 6-0, aunque en niños, se puede hacer con material reabsorbible para no tener que retirarla. Las incisiones del borde palpebral se dejan sin suturar (fig. 6). Fig. 6. 86 Fig. 7. 5. Cirugía de la ptosis Fig. 10. Fig. 8. Fig. 11. Técnica del pentágono de Fox Fig. 9. h) Se coloca una sutura de tracción del párpado inferior (punto de Frost), pegada a la frente con esparadrapo, de manera que el ojo permanezca cerrado. p.e. Prolene 4-0. que se quita a las 24-48 h. Conviene operar ambos ojos al mismo tiempo cada paso, para conseguir mejor simetría (fig. 7). a) En caso de realizarse con anestesia local, antes de inyectar la anestesia se marcan las incisiones con un rotulador a 2-3 mm de borde palpebral, la primera en la unión del tercio medio con el tercio lateral del párpado y la segunda en la unión del tercio medio de ese borde con el tercio nasal. La tercera y cuarta, se sitúan justo por encima de la ceja, ligeramente por fuera de las dos anteriores (la temporal, más temporal y la nasal, más nasal). La quinta marca forma un triangulo isósceles con estas dos últimas, situándose en la frente (figs. 8, 9 y 10). 5. Cirugía de la ptosis Fig. 12. b) Con la hoja de bisturí del n.º 11 o con un cuchillete, se practican las incisiones de 2-3 mm en el los lugares señalados. En el párpado se abre piel y orbicular y conviene disecar, con las tijeras de Wescott, un plano entre orbicular y tarso, que permita iniciar fácilmente la entrada de la aguja de Wright. c) Se introduce la aguja de Wright entre tarso y orbicular dirigiéndola hacia la otra incisión palpebral, hasta hacerla salir por ella. Durante esta maniobra, el globo ocular se protege con una placa o conformador. Puede utilizarse un aguja de Reverdin, u otro instrumental (fig. 11). d) Se engarza la tira del material utilizado en el agujero de la aguja la cual se retira retrógradamente arrastrando la tira cuyos extremos sobresalen ahora por sendas incisiones palpebrales. Conviene evitar que se retuerzan las tiras cualquiera que sea el material utilizado (figs. 12, 13 y 14). e) De nuevo se introduce la aguja de Wright pero esta vez por la incisión del borde de la ceja y dirigiéndola entre el orbicular y el septum se saca por la incisión del párpado de ese lado con cuidado de no lesionar la tira, la cual se engarza de nuevo para traccionando, sacarla por la ceja. Se realiza la misma maniobra en el lado nasal (figs. 15, 16, 17 y 18). f) Desde la incisión frontal se introduce la aguja de Wright por debajo del músculo frontal con cuidado de no sobrepasar el periostio y se saca por una de las incisiones sobre la ceja, repitiendo la misma maniobra que antes y pasando también (opcional) una sutura en el ángulo que hará la tira. Después de repetir los pasos con el otro extremo de la tira formará ésta un pentágono con ambos extremos saliendo por la incisión frontal. Conviene pasar una sutura cualquiera por el codo que hará la tira en la incisión palpebral, de manera que en caso de no estar bien 87 Fig. 13. Fig. 14. Fig. 15. 88 Fig. 16. 5. Cirugía de la ptosis Fig. 18. posicionada la tira, poder sacarla fácilmente y repetir la operación (figs. 19, 20 y 21). g) Se anuda un extremo con otro procurando traccionar de ambos lados adecuadamente para dejar un contorno palpebral lo más bonito y simétrico posible. Se fija el nudo con sutura reabsorbible y se entierra en el plano subcutáneo al cual se puede fijar también (figs. 22, 23, 24 y 25). h) La piel de las incisiones de la frente se cierran con sutura no reabsorbible de 6-0, aunque en niños, Fig. 17. Fig. 19. 5. Cirugía de la ptosis 89 Fig. 22. Fig. 20. Fig. 21. Fig. 23. se puede hacer con material reabsorbible para no tener que retirarla. Las incisiones del borde palpebral se dejan sin suturar. Debe dejarse un punto de Frost y oclusión compresiva hasta el día siguiente (fig. 26). Altura palpebral intraoperatoria Se debe dejar de traccionar de las tiras cuando el borde palpebral alcanza el limbo o comienza a separarse del globo. En caso de realizarse con anestesia 90 5. Cirugía de la ptosis Fig. 26. tícolis. Así mismo cuando existe un fenómeno de Bell pobre, o una parálisis del 3.er par con limitación de la supraducción, el riesgo de la exposición corneal por el lagoftalmos, obliga a posiciones del párpado más conservadoras, mas bajas (figs. 27 y 28). POSTOPERATORIO Fig. 24. Es necesario la utilización de pomadas lubricantes y sustitutos lagrimales en el postoperatorio inmediato debido al lagoftalmos inicial. Los niños toleran muy bien este lagoftalmos a medio y largo plazo. Cuando no existe un buen fenómeno de Bell, la pomada por la noche puede ser necesaria para siempre. VARIACIONES DE LA TÉCNICA Sobre la descripción de las técnicas originales de Crawford y de Fox muchos han descrito modificaciones, Morax (3), Mauriello (4). Anclaje tarsal Fig. 25. local se puede comprobar la altura del párpado haciendo sentar al paciente. Sin embargo, altura adecuada para cada paciente puede ser diferente. En algunos tipos de ptosis como en las ptosis miogénicas progresivas, en las cuales con el tiempo puede afectarse el orbicular y no poder cerrar el ojo, es conveniente dejar el párpado más bajo, lo justo para dejar libre el eje visual sin tor- Una variación de esta técnica consiste en fijar la tira de fascia u otro material, al tarso con suturas reabsorbibles o no (4). Es decir, exponer el tarso a través de una incisión en el surco palpebral y suturar, visualizando, la tira al tarso. Aprovechando este abordaje, aquellos pacientes con exceso de piel, esta puede ser resecada (4). Este abordaje permite colocar el surco palpebral más arriba y resecar piel redundante, sin embargo en algunos estudios refieren un mayor porcentaje de lagoftalmos y de surcos bajos (el material de anclaje 5. Cirugía de la ptosis 91 Fig. 27. Fig. 28. no se desplaza como puede ocurrir en alguna medida, al hacerlo de la otra forma), aunque también menos hipocorrecciones (4). porcentaje de recurrencias así como de infecciones o de granulomas. Sin embargo, en niños menores de 3 años no se puede obtener por desarrollo insuficiente del tracto iliotibial y posibilidad de cicatrización patológica. MATERIALES Se han empleado numerosos materiales para realizar esta técnica: • Fascia lata autóloga. • Fascia lata de donante. • Fascia de músculo temporal. • PTFE. • Silicona. • Prolene. • Nylon. • Mersilene. Fascia lata autóloga El uso para ptosis palpebral fue descrito por primera vez por Payr 1909 y luego por Wright 1922. Es el material óptimo para la suspensión frontal. Es con el que mejores resultados se obtienen, menor Obtención de Fascia Lata Generalmente se realiza bajo anestesia general aunque también puede hacerse con local. Conviene marcar la zona de la incisión antes de pintar la zona con Betadine para no peder los detalles anatómicos. La incisión, de unos 3-4 cm, se realiza en la línea que une la espina iliaca antero superior con la cabeza del peroné y aproximadamente a unos 8 cm de la articulación de la rodilla en el adulto y algo menos en el niño (fig. 29). Se abre la piel y la grasa y mediante disección roma, se alcanza la fascia, que se diferencia muy bien por el color blanco nacarado que tiene. También con disección roma en sentido cefálico, se separa la fascia de la grasa. 92 5. Cirugía de la ptosis Fig. 29. Fig. 30. Fig. 31. Se realizan dos incisiones en el sentido de las fibras de la fascia, es decir longitudinales y separadas entre si por un 1 cm, que se prolongan hacia arriba un poco, con las tijeras parcialmente abiertas, siguiendo la dirección de las fibras. Luego se separa la fascia del músculo de debajo disecando a través de estas dos incisiones, las cuales se unen en la parte inferior con un corte transversal con bisturí o tijeras, creando una lengüeta que se enhebra en el extremo del fasciotomo y se sujeta con una pinza o clamp (figs. 30 y 31). Al tiempo que se tracciona del clamp hacia abajo, se ve empujando el fasciotomo hacia arriba, siguiendo la dirección de las fibras. Cuando se encuentra resistencia, que suele ser a los 15 cm, se corta la tira de fascia con el mecanismo del fasciotomo (fig. 32). La tira de fascia se coloca en una gasa con suero fisiológico hasta que vaya a ser colocada. Se sutura la herida por planos: No se sutura la fascia. El plano de grasa con una sutura reabsorbible de 3-0 y la piel con una no reabsorbible de 4-0. Estos últimos puntos, se quitan a los 10 días. Se puede dejar un vendaje 48 h. No es necesario el reposo absoluto, pero tampoco conviene someter la piel de la pierna a tracciones excesivas durante 1-2 semanas. Fig. 32. 5. Cirugía de la ptosis La tira de fascia se coloca en una superficie plana y se divide en la tiras que se desee, iniciando el corte con las tijeras y siguiendo solo con tracción, separando unas fibras de otras. Normalmente se divide en tiras de 2 mm. Inconvenientes de la fascia autóloga La obtención de fascia lata autóloga, supone preparar un segundo campo quirúrgico en una zona donde el oftalmólogo no está acostumbrado a trabajar, prolongar la intervención unos 20-30´, así como plantearse la anestesia general aunque pueda hacerse con local. Las complicaciones posibles, aunque poco frecuentes, derivadas de la técnica son hematoma, hernia muscular o cicatriz antiestética. Sin embargo es una técnica fácil que requiere poco entrenamiento y la incisión es de solo 2-3 cm cuando se utiliza el fasciotomo. Las complicaciones son raras y en la mayoría de los casos se trata de niños por lo que el procedimiento en cualquier caso sería realizado bajo anestesia general. 93 del mismo. Influye el tiempo de seguimiento de los estudios, los criterios para definir la recurrencia y la uniformidad de los cirujanos que participan, pero en general, el porcentaje de recurrencias con este material puede considerarse en torno al 28% (8), es decir ni muy poco como indican algunos estudios con poco tiempo de evolución, ni tanto como en el trabajo de Wilson (50%) (6). Parece que la propia edad de los pacientes influye ya que se reoperan mas niños operados a menor edad (8). Según un estudio de Beyer y Albert, en el que biopsiaron fascia de donante 16 años después de ser colocada en humanos, esta se encontraba intacta (9,10). Esto va en contra de la teoría de que con el tiempo esta fascia se reabsorbía. En el postoperatorio inmediato, se ha descrito una inflamación en la zona de la ceja, que se resuelve con antibiótico tópico (12) y que pudiera estar más relacionada con el material de sutura utilizada debajo del frontal que con la propia fascia (10). Fascia de músculo temporal Fascia lata de donante Existen dos tipos de fascia lata heteróloga, es decir de donante: la radiada y la congelada-deshidratada. Según un estudio de Hinton la fascia radiada es mejor por su fuerza tensil y uniformidad (5). La preparación se realiza con radiación de Co 60 y Liofilización. Como en todo tejido de donante, existe la posibilidad de transmisión de enfermedades que deben ser excluidas siguiendo los criterios establecidos para donación de tejidos donante (HIV, Hepatitis B y C,...) sin embargo en la actualidad no es posible descartar la transmisión de priones por lo que algunos pacientes rechazan su empleo a pesar de estar legalmente autorizado. Es muy útil en niños por debajo de 3-4 años, en los que no se puede obtener fascia autóloga, como procedimiento temporal. Con este material es con el que menos recurrencias se producen. La fascia lata de banco tiene un mayor porcentaje de reabsorción y por tanto se producen más recurrencias de la ptosis que con la fascia autóloga. Existen discrepancias en la literatura respecto al porcentaje de recurrencias con este material (10%50%) (6,12,7) y respecto a la evolución histológica La ventaja de utilizar este tipo de fascia es que el campo quirúrgico para su obtención es el mismo que para su colocación y que puede realizarse con anestesia local. Sin embargo tiene una estructura más fina y frágil que la fascia lata y la longitud de las tiras que se pueden obtener es corta (6-7 cm) lo que obliga en ocasiones a unir dos de ellas (11). PTFE (Poly-tetra-fluoroethylene) Es un material derivado del teflón. Es inerte, biocompatible y de fácil integración. Se ha descrito baja recurrencia de ptosis (11,12). Las infecciones y granulomas son referidos en porcentaje variable (1-45%) (13), así como la extrusión del mismo. Existe un PTFE de poros grandes que tiene una elevada porosidad y que como demuestran mediante microscopía electrónica los autores que realizaron un estudio histológico de la biocompatibilidad del mismo, induce a una muy buena integración en los tejidos por colonización, que se manifiesta en el significativo crecimiento fibrovascular alcanzado a los dos meses de la cirugía (10). 94 5. Cirugía de la ptosis Otros materiales RESULTADOS Otros materiales presentan las siguientes características: — Silicona: puede producirse migración y extrusión. La ventaja es su elasticidad. — Prolene: Se producen recurrencias precoces y frecuentes (14) así como granulomas pero es de fácil extracción porque produce menos fibrosis. — Nylon: recurrencias (28- 69%) (15), granulomas (2-12%) y fácil extracción. — Mersinele: recurrencias frecuentes, difícil extracción. Existen varios criterios para expresar los resultados obtenidos con la suspensión frontal. Uno de ellos es el propuesto por O´Reilly y cols (12) que define como: Bueno: menos de 2 mm de ptosis residual sin alteración de eje visual. Moderado: 2-3 mm de ptosis residual sin alteración del eje visual. Pobre: 3 mm o más de ptosis residual o vuelta a la posición palpebral prequirúrgica. Se han expresado en cada tipo de material los resultados obtenidos. Los resultados de la técnica de suspensión frontal en general son buenos (90%) (16), pudiendo corregirse en el postoperatorio inmediato cuando el resultado no ha sido satisfactorio. Generalmente con el tiempo se produce una cierta recurrencia de la ptosis que es variable según el tipo de material, siendo la fascia lata autóloga la que arroja un menor porcentaje y después la fascia de banco. Con otros materiales sintéticos, la recurrencias son mas frecuentes. Resumen de materiales La fascia lata autóloga es el material de elección para el tratamiento de la ptosis congénita grave con mala función del elevador. Sin embargo la fascia de donante supone una buena alternativa para niños menores de 3 años al producir menos problemas de extrusión, infección o granulomas que otros materiales sintéticos. CONTROVERSIAS OTRAS TÉCNICAS DE SUSPENSIÓN FRONTAL — Colgajo de músculo temporal. — Colgajo de músculo elevador. — Colgajo de músculo orbicular. COMPLICACIONES — Hipocorrección: generalmente se puede tirar de las tiras y anudar de nuevo. — Hipercorrección: En estadios precoces se puede forzar tirando hacia abajo del párpado, pero puede ser necesario cortar las tiras. Si se cortan pasados 9 m, baja poco. — Lagoftalmos: ocurre siempre en fase iniciales y para evitar consecuencias se coloca un punto de tracción, y lubricantes pero puede ser necesario realizar una blefarorrafia temporal y si persiste en el tiempo y no es tolerado (mal Bell, ojo seco etc..) a veces es necesario revertir la técnica. — Infección: se trata con antibiótico locales y sistémicos. — Granuloma: antibióticos y anfiinflamatorios, a veces resección del granuloma. — Recurrencia de la ptosis: reintervención. El resultado optimo de la técnica de suspensión frontal se obtiene cuando ambos párpados son dependientes del músculo frontal, es decir cuando la ptosis es bilateral o cuando siendo unilateral, se debilita antes el músculo elevador del ojo sano, para después realizar el procedimiento bilateralmente. De esta manera la elevación siempre será de ambas cejas, y la mirada hacia abajo simétrica. Cuando la ptosis es unilateral y la suspensión se realiza solo en el ojo afecto, puede que no servir de nada salvo que el niño o adulto aprendan a subir solo una ceja y lo hagan continuamente. Sin embargo la decisión de intervenir un párpado sano es difícil de aceptar por padres y cirujanos. Existe controversia sobre que actitud quirúrgica adoptar ante una Ptosis unilateral con F.E. <4 mm. Opciones: — Suspensión frontal: • Unilateral. • Bilateral sin debilitamiento del elevador sano. • Bilateral con debilitamiento del elevador sano. — Resección del elevador máxima. — Resección de elevador supramáxima. 5. Cirugía de la ptosis La suspensión frontal es una técnica útil en niños muy pequeños en los que es difícil medir adecuadamente la función del elevador o cuando hay que resecar mucho músculo elevador ya que la imagen del ojo en estos casos es muy estática. RESUMEN — La principal indicación de la suspensión frontal es la ptosis congénita simple bilateral, con función del elevador inferior o igual a 4 mm. — El material de elección en mayores de 3 años, es la fascia lata autóloga. — En menores de 3 años la fascia de banco, actualmente autorizada, es una buena opción. — Si no hay fascia disponible o es rechazada por posibilidad de transmisión de infecciones (priones), cualquiera de los otros materiales puede ser utilizado con carácter temporal hasta que sea posible obtener fascia autóloga. — En las ptosis miogénicas en las que puede ser necesario revertir la técnica, está indicado utilizar materiales sintéticos. 95 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. Mulvihill A, O´Keefe M. Clasification, assessment, and management of chilhood ptosis. Ophthal. Clin of North America 2001; 14: 447-455. Crawford JS. Repair of ptosis uing frontalis muscle and fascia lata: A 20-year review. Ophthalmic Surg Laser 1997; 8: 31-40. Morax S, Benia L. La suspension de la paupiere au muscle frontal dans la chirurgie du ptosis. Technique et indications. J Fr Ophthalmol, 1986; 9: 461-470. 14. 15. 16. Mauriello JA, Abdelsalam A Efecctiveness of homologous cadaveric fascia lata and role of suture fixation to tarsus in frontalis suspension. Ophthalmic Plast Reconstr Surg 1998; 14: 99-104. Hinton R, Jinnah RH, Jonson C et al. A biomechanical analysis of solvent-dehydrated and freeze-dried human fascia lata allografts. Am J Sport Med. 1992; 20: 607-612. Wilson ME, Jonhson RW. Congenital ptosis: Long term result of treatment using fascia lata for frontalis suspension. Ophthalmology 1991; 9: 1234-1237. Wasserman BN, Sprunger DT, Helveston EM. Comparision of materials used in Frontalis Suspension. Arch Ophthalmol 2001; 119: 687-691. Esmeli B, Chung H, Pashby RC. Long term results of frontalis suspension Using Irrradiated, Banked Fascia Lata. Ophthalmic Plast Reconstr Surg 1998; 14: 159-163. Beyer CK, Albert DM. The use and fae of fascia lata and sclera in ophthalmic plastic and reconstructive surgery. Ophthalmology 1981; 88: 869-886. Crawford JS. Repair of ptosis using frontalis muscle and fascia laa: 20 year review. Ophthalmic Surg 1977; 8(4): 32-40. Ruban JM, Mallen M, Tabone E, Donne C. Un nouveau biomatériau dans la chirugie du ptosis avec suspensión au muscle frontal: le PTFE à larges pores. J Fr. Ophthalmol 1995; 18,3: 207-219 O´Reilly J, Lanigan B, Bowell R, O´Keefe M. Congenital ptosis: Long term results using stored fascia lata. Acta Ophthalmol Scand 1998; 76: 346-348. Stenkogler FJ, Kuchar A, Huber E Arocker-Mettinger E. Gore-Tex soft tissue patch frontalis suspension technique in congenital ptosis and blepharophimosis-ptosis syndrome. Plast Reconstr Surg 1993; 92: 1057-1060. Manners RM, Tyers AG, Morris RJ. The use of Prolene as a temporary suspensory material for brown suspension in young children. Eye 1994; 8: 346-348. Wagner RS, Mauriello JA, Nelson LB, Calhoun JH, Flanagan JC Harley RD. Treatment of congenital ptosis with frontalis suspension: a comparision of suspensory materials. Ophthalmology 1984; 91: 245-248. Crawford JS. Frontalis sling operation. J Pediatr Ophthalmol Strabismus 1982; 19: 253-255.