capítulo 5 cirugía de la ptosis

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CAPÍTULO 5
CIRUGÍA DE LA PTOSIS
5.1. CORRECCIÓN DE LA PTOSIS PALPEBRAL MEDIANTE SUSPENSIÓN
AL MÚSCULO FRONTAL
— INDICACIONES
— MOMENTO DE LA CIRUGÍA
— TÉCNICA QUIRÚRGICA
— POSTOPERATORIO
— VARIACIONES DE LA TÉCNICA
— MATERIALES
— OTRAS TÉCNICAS DE SUSPENSIÓN FRONTAL
— COMPLICACIONES
— RESULTADOS
— CONTROVERSIAS
— RESUMEN
— BIBLIOGRAFÍA
5.2. PTOSIS APONEURÓTICA
Capítulo 5.1
CORRECCIÓN DE LA PTOSIS PALPEBRAL MEDIANTE
SUSPENSIÓN AL MÚSCULO FRONTAL
Blanca García Saldoval
La suspensión al músculo frontal es una técnica
quirúrgica en la cual se ancla la porción distal del
párpado superior al músculo frontal mediante unas
tiras, de manera que se consigue elevar el párpado al
subir las cejas.
INDICACIONES
La indicación más frecuente de esta técnica es la
ptosis congénita simple con función del elevador
pobre, pero puede utilizarse para cualquier ptosis
con mala función del elevador.
1. Ptosis Congénita Simple con función del elevador «pobre».
En general, se considera una función del elevador
pobre cuando esta es igual o menor de 4 mm, sin
embargo, según que autor varía entre 2 y 6 mm (1,2).
2. Ptosis Congénita Simple cuando no es posible
medir la función del elevador pero existe riesgo de
ambliopía o un tortícolis exagerado.
3. Otras Ptosis:
— Ptosis de Marcus Gunn: en casos en los que la
sincinesia trigémino-mandibular es grave.
— S. de Blefarofimosis: después de operar el epicanto y el telecanto.
— Ptosis miogénicas: cuando el músculo frontal y
orbicular son funcionantes. La suspensión frontal es
útil en las ptosis secundarias a miopatias progresivas
por ser una técnica reversible. Con el tiempo, puede
producirse un lagoftalmos al afectarse también el orbicular, lo que puede hacer necesario revertir la técnica.
— Parálisis del III par: en los casos en los que
esté indicada la cirugía de ptosis y la función del elevador sea menor de 4 mm.
— Otras.
• Si la indicación es funcional (afecta el eje
visual o provoca tortícolis marcado) se opera cuando
se diagnostica.
• Si la indicación es estética, generalmente se
operan a los 4-5 años de edad o incluso más tarde
dependiendo del complejo psicológico que pueda
ocasionar al niño, el cual suele producirse, sobre
todo cuando empieza la edad escolar.
TÉCNICA QUIRÚRGICA
Se han descrito muchas técnicas y variantes de las
mismas pero todas ellas con el mismo fundamento:
aprovechar la acción del músculo frontal para elevar
el párpado en ptosis. De manera natural, los pacientes con ptosis, elevan las cejas para conseguir abrir
un poco más la hendidura palpebral, ya que existe
anatómicamente, una unión entre el frontal y el orbicular de manera que el frontal contribuye a la elevación del párpado.
La cirugía de suspensión frontal consiste en fijar
al tarso unas tiras de unos 3 mm, que pueden ser de
diversos materiales y luego llevarlas hasta la frente
para anclarlas a ella y de esta manera reforzar la
acción del frontal sobre la elevación palpebral.
Con ella se pretenden alcanzar los siguientes
objetivos:
• Una altura adecuada de los párpados.
• Simetría entre ambos ojos.
• Contorno palpebral bonito.
• Estabilidad en el tiempo.
• Ausencia de complicaciones.
1. Tipos de anclaje
MOMENTO DE LA CIRUGÍA
El momento en el cual se debe realizar la cirugía
suspensión frontal, va a depender de la indicación
quirúrgica de la misma:
Existen varios maneras de realizar una suspensión
al frontal, las más utilizadas por su eficacia son:
— Técnica de Crawford (2).
— Pentágono de Fox.
84
Fig. 1.
5. Cirugía de la ptosis
subir más o menos la porción nasal o temporal del
párpado según convenga.
En algunos casos, se realiza una suspensión
frontal con la probabilidad de que tenga carácter
temporal porque las circunstancias del paciente
cambien y obliguen a deshacer la técnica, p.e. en
ptosis de miopatias progresivas en las que pasados
unos años se afecta también el orbicular y el
paciente no es capaz de cerrar el párpado, o cuando la suspensión se realiza en niños muy pequeños
en los que no es posible medir la función del elevador y al crecer se observa que podrían beneficiarse de otra técnica.
En estos casos es mejor realizar una técnica de
Fox ya que supone menos material en el párpado y
por lo tanto mas fácil extracción.
2. Anestesia
Fig. 2.
De los diversos tipos de anclaje descritos en la
literatura, el que proporciona un contorno palpebral
más adecuado desde el punto de vista estético, es el
descrito por Crawford. Consta de dos triángulos isósceles en cada párpado, lo que supone tres puntos de
anclaje en el tarso en lugar de dos como en la técnica de Fox, y por tanto mayor posibilidad de repartir
tracciones y proporcionar mayor suavidad al contorno. Por otra parte, el hecho de contar con dos triángulos independientes en el mismo párpado, permite
— General.
— Local: en adultos y jóvenes. Se infiltra la
región pretarsal y la zona de la ceja con lidocaina
1% con adrenalina 1/200.000 y se suplementa con
bloqueo del Ne. Frontal. Para el bloqueo este último
puede utilizarse una mezcla de Lidocaína al 2% con
Bupivacaina al 0,5%
3. Instrumental
•
•
•
•
Caja de párpados
Aguja de Wright (fig. 1) o similar (Reverdin, ...).
Material de anclaje (ver más adelante).
Fasciotomo (fig. 2).
4. Descripción de la técnica
Técnica de Crawford
Fig. 3.
a) Se realizan 3 incisiones en la piel del párpado
superior de unos 3 mm, a 2-3 mm del borde palpebral. Una en el centro y las otras dos en la unión del
tercio medio con el lateral y nasal respectivamente.
El surco palpebral se formará justo por encima de
ellas. Cuanto más arriba se realicen en un intento de
colocar el surco en mejor posición, menos efecto
tiene la suspensión al frontal (fig. 3).
b) Se realizan otras tres incisiones en la frente.
Dos justo encima de la ceja, una ligeramente más
lateral que la lateral del borde palpebral y otra algo
5. Cirugía de la ptosis
85
Fig. 4.
más medial que la medial del borde del párpado. La
tercera más arriba, formando un triangulo isósceles
con las dos últimas.
c) Se utilizan dos tiras de fascia lata, u otro
material, para cada párpado. Se introduce la aguja
de Wright o similar por la incisión lateral del párpado, haciéndola salir por la incisión central y tras
enhebrar la tira de fascia, se hace retroceder la aguja
para dejar pasada la tira de una a otra incisión (se
puede iniciar el túnel por donde irá la tira en el
borde palpebral, mediante disección roma a ciegas
separando la cara anterior del tarso, del orbicular,
con tijeras de Wescott). Se repite la operación
entrando por la incisión central, con cuidado de no
lesionar la tira ya introducida en ella, y sacándola
por el orificio medial, para enhebrar la fascia de
igual manera.
d) Desde la incisiones por encima de la ceja se
pasa hacia abajo la aguja de Wright progresando
entre el orbicular y el septum sin atravesar éste. Se
procede de igual manera que en el punto anterior
hasta sacar los extremos de las tiras por estas incisiones (fig. 4).
e) Se anudan un extremo con otro ajustando la
altura adecuada del párpado, y se refuerza el nudo
suturándolo con una sutura reabsorbible de 6-0.
f) Desde la incisión superior en la frente se vuelve a pasar la aguja por debajo del músculo frontal sin
pellizcar el periostio, y dirigiéndola hacia un lado y
luego al otro, se hace salir el extremo de una de las
tiras de fascia de cada lado, por allí. Se anudan de
nuevo estos extremos correspondientes a cada uno
Fig. 5.
de los dos triángulos, y se entierra el nudo en el
plano subcutáneo al cual se puede anclar con un
punto de sutura reabsorbible de 6-0 (fig. 5).
g) La piel de las incisiones de la frente se cierran
con sutura no reabsorbible de 6-0, aunque en niños,
se puede hacer con material reabsorbible para no
tener que retirarla. Las incisiones del borde palpebral
se dejan sin suturar (fig. 6).
Fig. 6.
86
Fig. 7.
5. Cirugía de la ptosis
Fig. 10.
Fig. 8.
Fig. 11.
Técnica del pentágono de Fox
Fig. 9.
h) Se coloca una sutura de tracción del párpado
inferior (punto de Frost), pegada a la frente con esparadrapo, de manera que el ojo permanezca cerrado.
p.e. Prolene 4-0. que se quita a las 24-48 h.
Conviene operar ambos ojos al mismo tiempo
cada paso, para conseguir mejor simetría (fig. 7).
a) En caso de realizarse con anestesia local,
antes de inyectar la anestesia se marcan las incisiones con un rotulador a 2-3 mm de borde palpebral,
la primera en la unión del tercio medio con el tercio
lateral del párpado y la segunda en la unión del tercio medio de ese borde con el tercio nasal. La tercera y cuarta, se sitúan justo por encima de la ceja,
ligeramente por fuera de las dos anteriores (la temporal, más temporal y la nasal, más nasal). La quinta
marca forma un triangulo isósceles con estas dos últimas, situándose en la frente (figs. 8, 9 y 10).
5. Cirugía de la ptosis
Fig. 12.
b) Con la hoja de bisturí del n.º 11 o con un
cuchillete, se practican las incisiones de 2-3 mm en
el los lugares señalados. En el párpado se abre piel
y orbicular y conviene disecar, con las tijeras de
Wescott, un plano entre orbicular y tarso, que permita iniciar fácilmente la entrada de la aguja de
Wright.
c) Se introduce la aguja de Wright entre tarso y
orbicular dirigiéndola hacia la otra incisión palpebral, hasta hacerla salir por ella. Durante esta maniobra, el globo ocular se protege con una placa o conformador. Puede utilizarse un aguja de Reverdin, u
otro instrumental (fig. 11).
d) Se engarza la tira del material utilizado en el
agujero de la aguja la cual se retira retrógradamente
arrastrando la tira cuyos extremos sobresalen ahora
por sendas incisiones palpebrales. Conviene evitar
que se retuerzan las tiras cualquiera que sea el material utilizado (figs. 12, 13 y 14).
e) De nuevo se introduce la aguja de Wright pero
esta vez por la incisión del borde de la ceja y dirigiéndola entre el orbicular y el septum se saca por la
incisión del párpado de ese lado con cuidado de no
lesionar la tira, la cual se engarza de nuevo para traccionando, sacarla por la ceja. Se realiza la misma
maniobra en el lado nasal (figs. 15, 16, 17 y 18).
f) Desde la incisión frontal se introduce la aguja
de Wright por debajo del músculo frontal con cuidado de no sobrepasar el periostio y se saca por una de
las incisiones sobre la ceja, repitiendo la misma
maniobra que antes y pasando también (opcional)
una sutura en el ángulo que hará la tira. Después de
repetir los pasos con el otro extremo de la tira formará ésta un pentágono con ambos extremos saliendo por la incisión frontal. Conviene pasar una sutura
cualquiera por el codo que hará la tira en la incisión
palpebral, de manera que en caso de no estar bien
87
Fig. 13.
Fig. 14.
Fig. 15.
88
Fig. 16.
5. Cirugía de la ptosis
Fig. 18.
posicionada la tira, poder sacarla fácilmente y repetir la operación (figs. 19, 20 y 21).
g) Se anuda un extremo con otro procurando
traccionar de ambos lados adecuadamente para
dejar un contorno palpebral lo más bonito y simétrico posible. Se fija el nudo con sutura reabsorbible y
se entierra en el plano subcutáneo al cual se puede
fijar también (figs. 22, 23, 24 y 25).
h) La piel de las incisiones de la frente se cierran
con sutura no reabsorbible de 6-0, aunque en niños,
Fig. 17.
Fig. 19.
5. Cirugía de la ptosis
89
Fig. 22.
Fig. 20.
Fig. 21.
Fig. 23.
se puede hacer con material reabsorbible para no
tener que retirarla. Las incisiones del borde palpebral
se dejan sin suturar.
Debe dejarse un punto de Frost y oclusión compresiva hasta el día siguiente (fig. 26).
Altura palpebral intraoperatoria
Se debe dejar de traccionar de las tiras cuando el
borde palpebral alcanza el limbo o comienza a separarse del globo. En caso de realizarse con anestesia
90
5. Cirugía de la ptosis
Fig. 26.
tícolis. Así mismo cuando existe un fenómeno de
Bell pobre, o una parálisis del 3.er par con limitación
de la supraducción, el riesgo de la exposición corneal por el lagoftalmos, obliga a posiciones del párpado más conservadoras, mas bajas (figs. 27 y 28).
POSTOPERATORIO
Fig. 24.
Es necesario la utilización de pomadas lubricantes y sustitutos lagrimales en el postoperatorio inmediato debido al lagoftalmos inicial. Los niños toleran
muy bien este lagoftalmos a medio y largo plazo.
Cuando no existe un buen fenómeno de Bell, la
pomada por la noche puede ser necesaria para
siempre.
VARIACIONES DE LA TÉCNICA
Sobre la descripción de las técnicas originales de
Crawford y de Fox muchos han descrito modificaciones, Morax (3), Mauriello (4).
Anclaje tarsal
Fig. 25.
local se puede comprobar la altura del párpado
haciendo sentar al paciente.
Sin embargo, altura adecuada para cada paciente
puede ser diferente. En algunos tipos de ptosis como
en las ptosis miogénicas progresivas, en las cuales
con el tiempo puede afectarse el orbicular y no
poder cerrar el ojo, es conveniente dejar el párpado
más bajo, lo justo para dejar libre el eje visual sin tor-
Una variación de esta técnica consiste en fijar la
tira de fascia u otro material, al tarso con suturas
reabsorbibles o no (4). Es decir, exponer el tarso a través de una incisión en el surco palpebral y suturar,
visualizando, la tira al tarso. Aprovechando este
abordaje, aquellos pacientes con exceso de piel, esta
puede ser resecada (4).
Este abordaje permite colocar el surco palpebral
más arriba y resecar piel redundante, sin embargo en
algunos estudios refieren un mayor porcentaje de
lagoftalmos y de surcos bajos (el material de anclaje
5. Cirugía de la ptosis
91
Fig. 27.
Fig. 28.
no se desplaza como puede ocurrir en alguna medida, al hacerlo de la otra forma), aunque también
menos hipocorrecciones (4).
porcentaje de recurrencias así como de infecciones o
de granulomas.
Sin embargo, en niños menores de 3 años no se
puede obtener por desarrollo insuficiente del tracto iliotibial y posibilidad de cicatrización patológica.
MATERIALES
Se han empleado numerosos materiales para realizar esta técnica:
• Fascia lata autóloga.
• Fascia lata de donante.
• Fascia de músculo temporal.
• PTFE.
• Silicona.
• Prolene.
• Nylon.
• Mersilene.
Fascia lata autóloga
El uso para ptosis palpebral fue descrito por primera vez por Payr 1909 y luego por Wright 1922.
Es el material óptimo para la suspensión frontal.
Es con el que mejores resultados se obtienen, menor
Obtención de Fascia Lata
Generalmente se realiza bajo anestesia general
aunque también puede hacerse con local.
Conviene marcar la zona de la incisión antes de
pintar la zona con Betadine para no peder los detalles anatómicos. La incisión, de unos 3-4 cm, se realiza en la línea que une la espina iliaca antero superior con la cabeza del peroné y aproximadamente a
unos 8 cm de la articulación de la rodilla en el adulto y algo menos en el niño (fig. 29).
Se abre la piel y la grasa y mediante disección
roma, se alcanza la fascia, que se diferencia muy
bien por el color blanco nacarado que tiene. También con disección roma en sentido cefálico, se
separa la fascia de la grasa.
92
5. Cirugía de la ptosis
Fig. 29.
Fig. 30.
Fig. 31.
Se realizan dos incisiones en el sentido de las
fibras de la fascia, es decir longitudinales y separadas
entre si por un 1 cm, que se prolongan hacia arriba
un poco, con las tijeras parcialmente abiertas,
siguiendo la dirección de las fibras. Luego se separa
la fascia del músculo de debajo disecando a través
de estas dos incisiones, las cuales se unen en la parte
inferior con un corte transversal con bisturí o tijeras,
creando una lengüeta que se enhebra en el extremo
del fasciotomo y se sujeta con una pinza o clamp
(figs. 30 y 31). Al tiempo que se tracciona del clamp
hacia abajo, se ve empujando el fasciotomo hacia
arriba, siguiendo la dirección de las fibras. Cuando
se encuentra resistencia, que suele ser a los 15 cm,
se corta la tira de fascia con el mecanismo del fasciotomo (fig. 32).
La tira de fascia se coloca en una gasa con suero
fisiológico hasta que vaya a ser colocada.
Se sutura la herida por planos: No se sutura la
fascia. El plano de grasa con una sutura reabsorbible
de 3-0 y la piel con una no reabsorbible de 4-0.
Estos últimos puntos, se quitan a los 10 días. Se
puede dejar un vendaje 48 h. No es necesario el
reposo absoluto, pero tampoco conviene someter la
piel de la pierna a tracciones excesivas durante 1-2
semanas.
Fig. 32.
5. Cirugía de la ptosis
La tira de fascia se coloca en una superficie plana
y se divide en la tiras que se desee, iniciando el corte
con las tijeras y siguiendo solo con tracción, separando unas fibras de otras. Normalmente se divide en
tiras de 2 mm.
Inconvenientes de la fascia autóloga
La obtención de fascia lata autóloga, supone
preparar un segundo campo quirúrgico en una
zona donde el oftalmólogo no está acostumbrado a
trabajar, prolongar la intervención unos 20-30´, así
como plantearse la anestesia general aunque
pueda hacerse con local. Las complicaciones posibles, aunque poco frecuentes, derivadas de la técnica son hematoma, hernia muscular o cicatriz
antiestética.
Sin embargo es una técnica fácil que requiere
poco entrenamiento y la incisión es de solo 2-3 cm
cuando se utiliza el fasciotomo. Las complicaciones
son raras y en la mayoría de los casos se trata de
niños por lo que el procedimiento en cualquier caso
sería realizado bajo anestesia general.
93
del mismo. Influye el tiempo de seguimiento de los
estudios, los criterios para definir la recurrencia y la
uniformidad de los cirujanos que participan, pero en
general, el porcentaje de recurrencias con este material puede considerarse en torno al 28% (8), es decir
ni muy poco como indican algunos estudios con
poco tiempo de evolución, ni tanto como en el trabajo de Wilson (50%) (6).
Parece que la propia edad de los pacientes influye ya que se reoperan mas niños operados a menor
edad (8).
Según un estudio de Beyer y Albert, en el que
biopsiaron fascia de donante 16 años después de ser
colocada en humanos, esta se encontraba intacta
(9,10). Esto va en contra de la teoría de que con el
tiempo esta fascia se reabsorbía.
En el postoperatorio inmediato, se ha descrito
una inflamación en la zona de la ceja, que se
resuelve con antibiótico tópico (12) y que pudiera
estar más relacionada con el material de sutura
utilizada debajo del frontal que con la propia fascia (10).
Fascia de músculo temporal
Fascia lata de donante
Existen dos tipos de fascia lata heteróloga, es
decir de donante: la radiada y la congelada-deshidratada. Según un estudio de Hinton la fascia radiada es mejor por su fuerza tensil y uniformidad (5).
La preparación se realiza con radiación de Co 60
y Liofilización.
Como en todo tejido de donante, existe la posibilidad de transmisión de enfermedades que deben ser
excluidas siguiendo los criterios establecidos para
donación de tejidos donante (HIV, Hepatitis B y C,...)
sin embargo en la actualidad no es posible descartar
la transmisión de priones por lo que algunos pacientes rechazan su empleo a pesar de estar legalmente
autorizado.
Es muy útil en niños por debajo de 3-4 años, en
los que no se puede obtener fascia autóloga, como
procedimiento temporal. Con este material es con el
que menos recurrencias se producen.
La fascia lata de banco tiene un mayor porcentaje de reabsorción y por tanto se producen más recurrencias de la ptosis que con la fascia autóloga.
Existen discrepancias en la literatura respecto al
porcentaje de recurrencias con este material (10%50%) (6,12,7) y respecto a la evolución histológica
La ventaja de utilizar este tipo de fascia es que el
campo quirúrgico para su obtención es el mismo que
para su colocación y que puede realizarse con anestesia local.
Sin embargo tiene una estructura más fina y frágil
que la fascia lata y la longitud de las tiras que se pueden obtener es corta (6-7 cm) lo que obliga en ocasiones a unir dos de ellas (11).
PTFE (Poly-tetra-fluoroethylene)
Es un material derivado del teflón. Es inerte, biocompatible y de fácil integración. Se ha descrito baja
recurrencia de ptosis (11,12).
Las infecciones y granulomas son referidos en
porcentaje variable (1-45%) (13), así como la extrusión del mismo.
Existe un PTFE de poros grandes que tiene una
elevada porosidad y que como demuestran mediante microscopía electrónica los autores que realizaron
un estudio histológico de la biocompatibilidad del
mismo, induce a una muy buena integración en los
tejidos por colonización, que se manifiesta en el significativo crecimiento fibrovascular alcanzado a los
dos meses de la cirugía (10).
94
5. Cirugía de la ptosis
Otros materiales
RESULTADOS
Otros materiales presentan las siguientes características:
— Silicona: puede producirse migración y extrusión. La ventaja es su elasticidad.
— Prolene: Se producen recurrencias precoces y
frecuentes (14) así como granulomas pero es de fácil
extracción porque produce menos fibrosis.
— Nylon: recurrencias (28- 69%) (15), granulomas (2-12%) y fácil extracción.
— Mersinele: recurrencias frecuentes, difícil
extracción.
Existen varios criterios para expresar los resultados
obtenidos con la suspensión frontal. Uno de ellos es el
propuesto por O´Reilly y cols (12) que define como:
Bueno: menos de 2 mm de ptosis residual sin
alteración de eje visual.
Moderado: 2-3 mm de ptosis residual sin alteración del eje visual.
Pobre: 3 mm o más de ptosis residual o vuelta a
la posición palpebral prequirúrgica.
Se han expresado en cada tipo de material los
resultados obtenidos.
Los resultados de la técnica de suspensión frontal
en general son buenos (90%) (16), pudiendo corregirse en el postoperatorio inmediato cuando el resultado no ha sido satisfactorio. Generalmente con el
tiempo se produce una cierta recurrencia de la ptosis que es variable según el tipo de material, siendo
la fascia lata autóloga la que arroja un menor porcentaje y después la fascia de banco.
Con otros materiales sintéticos, la recurrencias
son mas frecuentes.
Resumen de materiales
La fascia lata autóloga es el material de elección
para el tratamiento de la ptosis congénita grave con
mala función del elevador. Sin embargo la fascia de
donante supone una buena alternativa para niños
menores de 3 años al producir menos problemas de
extrusión, infección o granulomas que otros materiales sintéticos.
CONTROVERSIAS
OTRAS TÉCNICAS DE SUSPENSIÓN FRONTAL
— Colgajo de músculo temporal.
— Colgajo de músculo elevador.
— Colgajo de músculo orbicular.
COMPLICACIONES
— Hipocorrección: generalmente se puede tirar
de las tiras y anudar de nuevo.
— Hipercorrección: En estadios precoces se
puede forzar tirando hacia abajo del párpado, pero
puede ser necesario cortar las tiras. Si se cortan pasados 9 m, baja poco.
— Lagoftalmos: ocurre siempre en fase iniciales
y para evitar consecuencias se coloca un punto de
tracción, y lubricantes pero puede ser necesario realizar una blefarorrafia temporal y si persiste en el
tiempo y no es tolerado (mal Bell, ojo seco etc..) a
veces es necesario revertir la técnica.
— Infección: se trata con antibiótico locales y
sistémicos.
— Granuloma: antibióticos y anfiinflamatorios, a
veces resección del granuloma.
— Recurrencia de la ptosis: reintervención.
El resultado optimo de la técnica de suspensión
frontal se obtiene cuando ambos párpados son
dependientes del músculo frontal, es decir cuando la
ptosis es bilateral o cuando siendo unilateral, se
debilita antes el músculo elevador del ojo sano, para
después realizar el procedimiento bilateralmente. De
esta manera la elevación siempre será de ambas
cejas, y la mirada hacia abajo simétrica.
Cuando la ptosis es unilateral y la suspensión se
realiza solo en el ojo afecto, puede que no servir de
nada salvo que el niño o adulto aprendan a subir
solo una ceja y lo hagan continuamente.
Sin embargo la decisión de intervenir un párpado
sano es difícil de aceptar por padres y cirujanos.
Existe controversia sobre que actitud quirúrgica
adoptar ante una Ptosis unilateral con F.E. <4 mm.
Opciones:
— Suspensión frontal:
• Unilateral.
• Bilateral sin debilitamiento del elevador
sano.
• Bilateral con debilitamiento del elevador
sano.
— Resección del elevador máxima.
— Resección de elevador supramáxima.
5. Cirugía de la ptosis
La suspensión frontal es una técnica útil en niños
muy pequeños en los que es difícil medir adecuadamente la función del elevador o cuando hay que
resecar mucho músculo elevador ya que la imagen
del ojo en estos casos es muy estática.
RESUMEN
— La principal indicación de la suspensión frontal es la ptosis congénita simple bilateral, con función del elevador inferior o igual a 4 mm.
— El material de elección en mayores de 3 años,
es la fascia lata autóloga.
— En menores de 3 años la fascia de banco,
actualmente autorizada, es una buena opción.
— Si no hay fascia disponible o es rechazada por
posibilidad de transmisión de infecciones (priones),
cualquiera de los otros materiales puede ser utilizado con carácter temporal hasta que sea posible obtener fascia autóloga.
— En las ptosis miogénicas en las que puede ser
necesario revertir la técnica, está indicado utilizar
materiales sintéticos.
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4.
5.
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