Reflexión de un alumno a su profesor

Anuncio
PONENCIA:
La responsabilidad de educar.
Educación y Filosofía.
Julián Martín Berrío Gómez.
Universidad de los Andes.
LA RESPONSABILIDAD DE EDUCAR.
La relación teoría-práctica en educación. Reflexión del alumno al profesor.
En esta ponencia se va a analizar la ideología, que en sentido negativo, ofrece una
imagen distorsionada de la realidad, que falsifica las condiciones en las que se
desarrolla la vida de los seres humanos y que se convierte finalmente en una forma
de enajenación. Así, primero expondré el concepto de ideología negativa, para luego
relacionarlo con la educación. En segundo lugar, analizaré cómo en educación se
puede evitar la ideología negativa a través de la inclusión de prácticas pedagógicas
que fomenten la autonomía.
Marx reconoce y afirma la estrecha relación que existe entre la ocultación de los
problemas, las contradicciones de la sociedad y la alineación que imposibilita al ser
humano reconocerse y realizarse. La ideología como se llama a esa ocultación
constituye entonces, una figura producida por la sociedad para asegurar su propia
estabilidad. Cuando el hombre asume ideológicamente al mundo, la ideología se
convierte en el motor de sus acciones, esto quiere decir, en la razón que justifica la
forma en como el individuo se relaciona con los otros hombres, la forma en como el
individuo se somete a sus tareas y convive con la naturaleza y las circunstancias
que lo rodean.
La ideología en su sentido negativo:
Donde algún pensamiento fuerte se reafirma en la experiencia y encuentra
eternidad, permaneciendo para siempre en el inconsciente humano, se hace
peligrosamente natural y necesario al hombre convencido, la defensa ciega y
absoluta del fenómeno que en su actuar constituye la más alta significación de su
vida: la ideología. El hombre entregado absolutamente a la causa que defiende, crea
en esa causa rasgos de cómo él idealiza lo que no es. En la idea permanecen
entonces, todas las cosas que se niega el hombre de si mismo para realizarlas fuera
de sí. En la creación de una fortaleza racional que lo haga sentirse seguro, que no
le permita tener dudas y lo ponga en la vía para corregir su imperfección 1 , el
hombre genera pensamientos encarnados que se convierten en ideologías
perversas pero poderosas, en tanto se desprenden de él y se inmunizan sin nunca
recibir del hombre creador una critica racional.
La ideología que ha perdido su sentido positivo, en vez de servir para que el
individuo se identifique y realice en su sociedad, sirve para someterlo a los intereses
de particulares de una clase social dominante, que mediante su poder político y
económico puede imponer sus objetivos 2 . Para Marx la ideología de una sociedad
depende de las relaciones económicas propias de cada formación social. El grupo
1 Imperfección, que es en el fondo una manera en como el hombre se juzga a si mismo, porque el ha imaginado y
vuelto fin e ideal en su vida la perfección.
2
Episteme de la Filosofía. Vicens Vives. Pg. 297. Barcelona. España
social hegemónico intenta imponer su ideología y eliminar la de los otros grupos
sociales, usando todos los medios posibles 3 .
En el sentido negativo de la ideología, se empieza por sustraer del hombre toda
capacidad crítica, para que él empiece a valorar la diferencia como un hecho falso
por su diferencia misma. La ideología en este sentido, ve a la libertad como la
posibilidad de un ser humano o una clase social, para eliminar arbitrariamente,
usando todos los medios, lo que el otro piensa cuando esto no coincide con la forma
de entender el mundo del primero. La libertad se elimina como la forma de crear e
innovar respuestas que nos hagan estar seguros de que a nuestra ideología le
conviene tener enemigos que estimulen nuestro compromiso con el conocimiento.
La diferencia aquí, no es vista como lo que enriquece el pensamiento propio.
La ideología que se alimenta de la inconciencia del hombre que la crea, del hombre
enajenado por su condición, se convierte en una forma de vida y una simple
refutación o demostración de error, no es suficiente para “superarla”. La
interpretación y la transformación de las condiciones que producen esa ideología y la
hacen necesaria, son los medios para explotar del hombre un pensamiento
comprometido, que lejos de verlo irracional, debe encontrarlo presto a utilizar todas
sus capacidades para ponerlo en cuestión con un conocimiento innovador que
dignifique su condición de individuo naturalmente intelectual, que reivindique su
capacidad racional y le devuelva a su vida, para que utilice en el desarrollo de todo
su ser, la racionalidad crítica que en el “abismo de la acción 4 ” el hombre alejado de
su conciencia ha perdido.
Es así como también hay ideologías en el sentido negativo, cuando ellas son el
producto de una creación irracional del hombre, cuado ellas son producto de la
invención del hombre que busca liberarse de la angustia que genera la necesidad de
ponerse en cuestión con la razón y la vida misma. Las ideologías que son creadas
para que las personas se liberen de la responsabilidad de ponerle un fin a sus
acciones, son en el fondo una vía de escape en la que se pueden esconder todos
los temores y se puede imaginar una felicidad absoluta.
Felicidad, que no implica del hombre explotar todas sus capacidades, que no lo
compromete con un trabajo creador e innovador que lo ubique a la altura de las
conquistas de la humanidad, que es finalmente en su sentido enajenado lo que Marx
le critica al hombre.
Ideología y Educación:
Todo lo que el hombre en sus ideas produce ajeno a sí y en contra de sí, se
manifiesta como una forma de enajenación que empieza a convertirse en un
problema real, desde el momento en que el hombre se intenta educar. Como lo
expresa Marx en su texto “Once tesis sobre Feuerbach”, el problema de si el
pensamiento humano se le puede atribuir a una verdad objetiva, no es un problema
teórico, sino práctico de demostración. Es decir, que es en la realidad, en la vida
3
Medios como la educación, la política y la comunicación.
Abismo de la acción: Consiste en una entrega total a la causa que defendemos y concibe toda duda y toda
critica como un error o una agresión. Zuleta, Estanislao. Elogio de la dificultad y otros ensayos. Hombre nuevo
editores. Medellín 2005. 9 Edición. p. 14.
4
diaria, donde el hombre debe demostrar la terrenalidad y el poderío de su
pensamiento.
La idea de invertir la frase del evangelio de San Juan 5 : “la verdad os hará libres”, a
la “libertad será la que nos hará verdaderos”, implica la noción, muy importante, de
aprender a pensar y enseñar a pensar a través de la discusión, porque en la
discusión no podemos imponer simplemente, no podemos someter la verdad a una
autoridad incuestionable, nos toca aprender a demostrar y demostrar es decisivo
para que nuestras ideas cobren importancia.
Sin embargo, hay que tener cuidado con lo anterior, un sofista sabe demostrar muy
bien y sus argumentos aun cuando sean sofismas, pueden cobrar una validez y una
coherencia inigualables. Pero es que el problema aquí no está tanto en la habilidad,
como en la verdad o falsedad, como en la posibilidad de autocrítica y comparación.
Si nos dejamos envolver sólo por un problema de habilidad terminaríamos
resignándonos a lo que propone Cálices, uno de los más hábiles sofistas mientras
discute con Sócrates en el Gorgias:
Tú pretendes defender la verdad, pero en el fondo tú como todo el mundo, lo único
que quieres es el poder y el placer, Pretendes que no es así, sostienes que
persigues la verdad porque eso hace que la gente quede desarmada ante ti y te
siga, con lo cual consigues precisamente mucho poder, que es lo que buscas; yo
busco el placer y el poder y no lo niego. 6
Ante apreciaciones como ésta, demostrar es importante en tanto que la libertad, no
en el sentido negativo de la ideología, enriquece todas las capacidades para
defender ideas no respaldadas por nadie, demostrando cuan independiente,
autónomo y recursivo puede ser el hombre para convencer, transmitir y defender su
pensamiento.
En este sentido, la teoría materialista que afirma que los hombres son producto de
las circunstancias y de la educación, y de que por tanto, son producto de
circunstancias distintas y de una educación distinta, olvida que las circunstancias
son realmente transformadas por el hombre. Esta teoría olvida para efectos de la
educación, que el propio educador necesita ser educado. Que el profesor en el
desarrollo de su función no se ha inmunizado –mirando por encima al resto, a sus
estudiantes- con una verdad invariable que no admite dudas, nuevas
interpretaciones e incluso cambios.
La posibilidad de modificar las circunstancias que rodean la actividad humana sólo
puede darse a través de una práctica racional-emocional, estimulada desde el
mismo individuo objetivantemente. Cualquier tipo de formación colectiva, rompe con
esta idea cuando atenta contra la libertad de pensamiento, cuando elimina el debate
y no enseña la importancia de argumentar; cuando deja que sus estudiantes caigan
en una no reciprocidad lógica 7 con la que se vende la conciencia y se puede
5
Zuleta, Estanislao. La participación democrática y su relación con la educación. Editorial universidad
pedagógica y tecnológica de Colombia. Pg. 26.
6
Platón. Gorgias o de la retórica.
7
No reciprocidad lógica: Es el uso de un método explicativo diferente cuando se trata de dar cuenta de mis
fracasos y errores y los del otro cuando compito o peleo contra él. En el caso del otro aplicamos el esencialismo:
lo que ha hecho, lo que el ha pasado es una manifestación de su ser más profundo; en nuestro caso aplicamos el
defender cualquier cosa, cuando le niegan al educando la posibilidad de
reconocerse así mismo prohibiéndole pensar efectivamente el proceso dialéctico de
la vida cotidiana. Las educaciones colectivas que niegan la posibilidad de diálogo y
consenso, justificándose en una tradicional transmisión de contenidos, reprimen el
papel activo del estudiante en un proceso que ni en la educación ni en la vida se
agota: aprender.
Sin embargo, se debe aclarar que la confianza es un valor que adoptamos en
nuestras relaciones de aprendizaje, la confianza cómo valor indiscutido no está
desde su origen sujeta a critica. El dogmatismo que se critica, es aquel que intenta
ser tan comprehensivo que cree y quiere, liberar a las personas de la angustia que
genera la vida en todas sus situaciones, particularmente de la angustia que genera
a cada persona la responsabilidad de decidir, cuando no hay opción de evitar el
compromiso, cuando cada persona es la responsable de sus actos y debe enfrentar
sus consecuencias. Ahora esa confianza que se ha valorado positivamente, es
también conciente de la enorme utilidad que tiene dudar para aprender. No debe
interpretarse que, para extraer lo más valioso de nuestros principios dogmáticos hay
que dudar porque si y porque no, una de las más importantes condiciones que debe
plantarse, para valorar positivamente la duda, como aquí se quiere, es que ella
venga acompañada por la ingenuidad que ve preguntar y cuestionar como la mejor
forma de hacerse al conocimiento.
Hacerse al conocimiento implica tanto aprendizaje como creación. En el caso de los
filósofos éstos se han dedicado a interpretar el mundo de diversos modos. Los
filósofos a los Marx en este sentido crítica, han olvidado que al mundo hay que
trasformarlo. En la ideología, los seres humanos y sus relaciones de educación
aparecen invertidos. En el proceso educativo primario, se enseña los supuestos, las
ideas, como lo que determina la vida, la vida se elimina y junto con ella su propia
revolución que es la que determina las ideas. Las ideas que desde la educación se
ven como verdaderas transformadoras, sirven para que la clase dominante someta
más a la dominada. La clase que ejerce el poder material dominante sobre la
sociedad usa medios como la educación para imponerse. Aquí la ideología es el
mecanismo con el que cuenta la clase social dominante para perpetuar, asegurar y
proteger su dominio (conocimiento e interés 8 ).
Desde el punto de vista educativo la ideología es también vista por Marx como un
momento negativo que impide la realización de todas las disposiciones racionales de
los seres humanos. La critica de la ideología en el proceso educativo, que debe
implicar también superación, se establece cuando se da la transformación de las
condiciones reales de vida y la transformación de las condiciones reales de la
sociedad.
Con respecto a los individuos que hacen parte de la clase dominante, éstos piensan
en la dominación como el momento presente. En tanto que dominan como clase y
circunstancialismo, de manera que aun los mismos fenómenos se explican por las circunstancias adversas, por
alguna desgracias coyuntura. Considerando que el discurso del otro no es más que el de su neurosis, de sus
intereses egoístas; el nuestro una simple constatación de los hechos y una deducción lógica de sus consecuencias.
Preferimos que nuestras causas se juzguen por los propósitos y la adversaria por los resultados. Zuleta.
Estanislao, Elogio de la Dificultad, Asociación colombiana de análisis existencial ACDAE.
8
Habermas Jurgen. Teoría de la acción comunicativa: complementos y estudios previos. Traducción de Manuel
Jiménez Redondo. Versión inglesa: Aspects of the rationality of action. Th. F. Gerracts (ed.) To-day, Ottawa,
1979. Pg 185-205
en cuanto determinan todo el ámbito de una época histórica, se entiende de suyo
que lo hagan en toda su extensión, incluso usando como medio la educación para
generar seguridad de su dominio. Es así como para Marx quienes regulen y
distribuyan las ideas de su tiempo son dominantes de su época.
La responsabilidad del educador en el desarrollo de la autonomía en clase:
La necesidad de que el hombre se vea a si mismo como ser objetivante de su
alrededor y no como objeto de su creación, implica de suyo que el hombre asuma su
vida conforme ponga un signo de interrogación sobre el valor de lo fácil. Es decir,
para este caso, conforme el hombre se cuestione sobre la ideología, su sentido
negativo y el lugar que él debe ubicar en el mundo.
Tal propuesta parece pretensiosa en la práctica. Sin embargo, la autonomía como
valor que requiere de participación activa y de confianza, contribuye a estimular el
debate, el diálogo y el consenso. La autonomía se evidencia cuando desde el inicio
de una mesa redonda en el salón se admite la posibilidad de reformular los
presupuestos comunes. Es decir, el profesor no anula nunca la posibilidad de
manifestar diferentes visiones sobre un mismo punto.
Hay una lucha ideológica cuando los hombres adquieren conciencia del conflicto y
combaten por resolverlo, cuando la diferencia se valora como enriquecedora del
pensamiento propio y cuando se despliegan las disposiciones racionales del
hombre, para cuestionar la economía, el Estado, la enajenación, la clase dominante
y las metodologías de educación.
Por lo anterior una labor que el profesor no puede relegar en clase consiste en
incentivar la investigación por temas de interés que contribuyan al desarrollo de
habilidades de argumentación, de defensa de posición. La investigación no es una
tarea que se tenga que llevar para la casa siempre, el diálogo y la discusión que se
abren en el salón, estimulan racional-emocionalmente al individuo y lo invitan a
ponerse en cuestión con el conocimiento, el entusiasmo, la critica y el respeto.
La mistificación de la ideología en su forma enajenada, no permite al hombre valorar
su capacidad reflexiva. Para que en las relaciones humanas pueda existir un
verdadero intercambio, un dialogo, tiene que haber sujetos con roles distintos, y en
la enajenación del hombre por sus ideas, él se iguala a una comunidad que asume
como verdadero un supuesto que no admite críticas, no cambia y asume
negativamente la diferencia.
Entonces, el enemigo que se debe combatir incansablemente no es aquel que
representa una lucha por mejorar. El enemigo del que hay que ser un férreo
contendor es el hombre que alienado por si mismo y su idealización, pierde toda
capacidad crítica, es el hombre que es objeto de lo que él mismo ha creado y es
infeliz porque siempre está buscando en su imperfección la forma para no sentirse
insuficiente. Al hombre que en su inconciencia es enemigo del hombre hay que
desidealizarlo enfrentándolo con la historia, pues aquello que él ha creado, de lo que
enajenado después de un tiempo ya no conoce su origen; se acaba, cuando a la
ideas antecede la razón, la autocrítica con la que el hombre puede realizarse a si
mismo y puede evaluar su papel en la sociedad.
Descargar