Reducción de las emisiones que causan el cambio climático

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Reducción de las emisiones que causan el cambio climático
En el contexto del cambio climático, la mitigación es una intervención humana para reducir
las fuentes o sanear los sumideros de gases de efecto invernadero.
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
Notirrápidas
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Si no se adoptan otras medidas, se prevé que para 2030 las emisiones de los seis
principales gases de efecto invernadero aumenten entre 25 y 90% en comparación con
2000.
Con la aplicación de políticas correctas, se podrá ralentizar el aumento de la cantidad de
gases de efecto invernadero en la atmósfera y, a la larga, lograr su estabilización.
Si las emisiones mundiales de CO2 llegaran a su máximo en 2015 y para 2050
disminuyeran a entre 50 y 85% respecto de los niveles alcanzados en 2000, los aumentos
de la temperatura media mundial podrían limitarse a 2-2,4°C por encima de los niveles
preindustriales.
• Si los gobiernos no adoptan otras medidas, las emisiones de los seis principales gases de
efecto invernadero: dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, hexafloruro de azufre, PFC
y HFC — Entre 1970 y 2004, las emisiones de estos gases aumentaron en 70%.
• Mediante la adopción de políticas más enérgicas sobre el cambio climático, los gobiernos
podrían ralentizar y cambiar el rumbo de esas tendencias en las emisiones y, a la larga,
estabilizar el nivel de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Por ejemplo, la
estabilización de los niveles de gases de efecto invernadero en ppm — la meta más
ambiciosa que se evaluó, requeriría un máximo de emisiones de CO2 a nivel mundial para
2015 y su disminución al 50 u 85% respecto de los niveles de 2000 para 2050. Esto podría
limitar los aumentos de la temperatura media mundial a 2-2,4°C por encima de los niveles
preindustriales.
• La estabilización de los niveles de gases de efecto invernadero en 535-590 ppm
requeriría una emisión máxima de emisiones de CO2 entre 2010 y 2030 en todo el planeta
y su retorno a entre -30% y +5% de los niveles de 2000 para 2050. Esto podría limitar el
aumento de la temperatura a entre 2,8-3,2°C. Si las emisiones llegaran a su nivel máximo
mucho después, cabe esperar un mayor calentamiento. A modo de comparación, el nivel
actual (2005) de los gases de efecto invernadero es de unas 379 ppm.
Los esfuerzos de mitigación en los próximos dos a tres decenios determinarán en gran
medida el aumento a largo plazo de la temperatura media mundial y los correspondientes
efectos del cambio climático que se pueden evitar. Las políticas sobre cambio climático
debidamente concebidas pueden ser parte integrante del desarrollo sostenible y las
conclusiones del IPCCconfirman que las rutas hacia el desarrollo sostenible pueden reducir
las emisiones de gases de efecto invernadero y la vulnerabilidad al cambio climático.
La reducción de las emisiones demanda el apoyo de todos los sectores de la economía
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No hay solución única al cambio climático — No hay solución única viable desde los
puntos de vista económico y tecnológico que, de por sí, baste para reducir las emisiones
de gases de efecto invernadero de los diferentes sectores. Por otra parte, es obvio que la
acción coordinada a nivel internacional es una condición indispensable para aprovechar el
efecto total de las tecnologías no contaminantes y el rendimiento energético.
Energía — Se espera que se realicen inversiones por valor de unos 20 mil billones de
dólares en el perfeccionamiento de la infraestructura energética mundial desde ahora hasta
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2030 para atender la creciente demanda, que aumentará en cerca del 60% para entonces,
según el Organismo Internacional de Energía. El costo adicional de alterar esas
inversiones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero se calcula que
fluctúe entre insignificante y un aumento del 5 al 10%, pero la manera en que se atiendan
esas necesidades energéticas determinará si el cambio climático seguirá siendo
manejable. Los esfuerzos de mitigación en los próximos dos a tres decenios determinarán
en gran medida el aumento a largo plazo de la temperatura media del planeta y los
correspondientes efectos del cambio climático que se pueden evitar.
o Es fundamental la instalación generalizada de tecnologías que no perjudiquen al
clima. El sector privado tiene que adoptar rápidamente las tecnologías no
contaminantes que ya existen e instalarlas en todas partes, incluso mediante la
cooperación tecnológica entre países industrializados y países en desarrollo. La
búsqueda de solución al cambio climático obligará, no obstante, a un
perfeccionamiento constante mediante la innovación y el desarrollo de nuevas
tecnologías.
o Las tecnologías menos contaminantes y el rendimiento energético pueden lograr
que paralelamente se busquen soluciones positivas, se facilite el crecimiento
económico y se siga luchando contra el cambio climático. Mientras sigan
predominando los combustibles fósiles en la combinación de fuentes energéticas,
hacen falta un mayor rendimiento energético, combustibles fósiles menos
contaminantes y tecnologías de captura y almacenamiento del carbono para que
se puedan seguir utilizando sin poner en peligro los objetivos del cambio climático.
o La energía renovable puede ser de ayuda. Según el PNUMA y FNE, las
inversiones en energía sostenible han aumentado en los dos últimos años, y los
niveles de inversión máximo se registran en energía eólica, solar y
biocombustibles. Esto pone de manifiesto la madurez tecnológica, los incentivos
establecidos en las políticas y el apetito de los inversionistas. Este último aspecto
indica que la tecnología actual está lista para pasar a un nivel superior y que la
energía renovable puede convertirse en un elemento importante de la combinación
de energías sin tener que esperar a que se siga desarrollando la tecnología.
o Para hacer frente al problema de la mitigación en todos sus aspectos en todo el
mundo, hay que promover ese incremento y apoyar la difusión ulterior de esas
tecnologías, incluso mediante un aumento de la cooperación entre los países
industrializados y los países en desarrollo. Para que esto ocurra, los gobiernos
tienen que seguir concretando y apoyando la creación de condiciones claras,
previsibles y favorables al mercado para los inversionistas privados.
o Los gobiernos tienen que promover distintas opciones energéticas — Estas
podrían ser la promoción del uso preferente de gas natural y no de combustibles
fósiles que desprenden más carbono, así como tecnologías desarrolladas a base
de energías renovables, como grandes hidroeléctricas, combustión de biomasa y
geotérmica. Otras fuentes renovables son los equipos de climatización que utilizan
energía solar, la energía undimotriz, la nanotecnología y las pilas solares, aunque
todavía requieran más desarrollo tecnológico o comercial. Otra opción adicional
podría ser la tecnología de captura y almacenamiento del carbono, que supone la
captura del dióxido de carbono antes de que se emita a la atmósfera, su transporte
a lugar seguro y su aislamiento de la atmósfera, por ejemplo, almacenándolo en
una formación geológica.
Edificios — Aproximadamente 30% de las emisiones básicas proyectadas en los sectores
residencial y comercial, el porcentaje más alto entre todos los sectores estudiados por el
IPCC — se podría reducir para 2030 con un beneficio económico neto. El consumo de
energía y la energía incorporada en los edificios podría reducirse mediante una mayor
utilización de las tecnologías actuales, como el diseño solar pasivo, la iluminación y los
aparatos electrodomésticos de mayor aprovechamiento energético, sistemas de ventilación
y enfriamiento de mayor rendimiento, calentadores de agua que utilizan energía solar,
aislamientos, materiales de construcción de alta reflectividad y ventanas selladas múltiples.
Las políticas oficiales sobre normas para los aparatos eléctricos y códigos de energía para
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los edificios podrían además proporcionar incentivos e información para la aplicación de
medidas comerciales en este sector.
Transporte — Las tecnologías que podrían ayudar a reducir las emisiones van desde
motores diesel de turbocompresión por inyección directa y acumuladores perfeccionados
para los vehículos de carretera hasta sistemas de frenado regenerativo y propulsión de
más alto rendimiento para los ferrocarriles o fuselajes con alas combinadas y sistemas de
propulsión por turboventilador sin conductos para los aviones. Los biocombustibles podrían
también sustituir una proporción considerable del petróleo que utiliza actualmente el
transporte. El establecimiento de sistemas de transporte público y la promoción del
transporte no motorizado puede también reducir las emisiones. Las estrategias de control
para reducir la congestión del tráfico y la contaminación del aire pueden también ser
eficaces para reducir los viajes de los vehículos particulares.
Industria — El mayor potencial de reducción de las emisiones industriales se encuentra en
las industrias del acero, el cemento y pasta y papel que consumen mucha energía, y en el
control de gases distintos del CO2 como son HFC-23 derivado de la producción de HCFC22, los PFC derivados de la fundición del aluminio y la fabricación de semiconductores, el
hexafloruro de azufre que emana del uso de conmutadores eléctricos y de la
transformación del magnesio, y el metano y el óxido nitroso que dimanan de las industrias
química y alimenticia.
Agricultura — La retención de carbono en el suelo representa un 89% del potencial de
mitigación en este sector. Otras opciones son un mejor tratamiento de las tierras de cultivo
y pastoreo (por ejemplo, mejores prácticas agronómicas, uso de nutrientes, labranza y
tratamiento de los residuos), la rehabilitación de los suelos orgánicos que han sido
drenados para la producción de cosechas y la recuperación de tierras degradadas. Es
posible lograr reducciones menores, aunque importantes, con una mejor ordenación de los
recursos hídricos y de los arrozales; préstamos reservados, cambios en el uso de la tierra
(por ejemplo, conversión de las tierras de cultivo en tierras de pastoreo) y la
agrosilvicultura; así como una mejora en la ganadería y el aprovechamiento del estiércol.
Bosques — Si se pone freno a los altos niveles de deforestación actuales y se siembran
nuevos bosques se podría reducir considerablemente las emisiones de gases de efecto
invernadero a bajo costo. Cerca del 65% del potencial total de mitigación de los bosques
se encuentra en los trópicos y el 50% se puede lograr simplemente evitando la
deforestación. A más largo plazo, la mejor manera de mantener o aumentar la capacidad
de los bosques para retener carbono es mediante la ordenación sostenible de los bosques,
que también trae consigo muchos beneficios para la sociedad y el medio ambiente. Un
procedimiento de ordenación forestal puede asegurar un rendimiento anual sostenido de
madera, fibra o energía que sea compatible con la adaptación al cambio climático, el
mantenimiento de la diversidad biológica y la promoción del desarrollo sostenible.
Desechos — Los desechos derivados del consumo constituyen casi el 5% del total de
emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial. La tecnología puede reducir
directamente las emisiones recuperando los gases que emiten los vertederos, pero
también mediante una mejora de las prácticas de vertimiento y el tratamiento técnico de las
aguas de desechos. En primer lugar, la transformación en abono de los desechos
orgánicos de manera controlada, las prácticas de incineración con la tecnología más
avanzada y la ampliación de los servicios de saneamiento pueden ayudar también a evitar
la generación de esos gases. Se calcula que se pueda reducir entre 20 y 30% de las
emisiones previstas a partir de desechos para 2030 a un costo negativo y entre 30 y 50% a
bajo costo.
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