La expedición de copia en

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—
La
—
expedición de copia
la escritura
en
de mandato
Bn
que
el
la
contrato
copia
se
de mandato es indiferente
haya expedido para el man
o
para el mandatario.
Lo fundamental es la existencia del man
dato instrumentado en escritura pública, y su
dante
inscripción, desde que -la representación otor
gada no emana de la copia, sino de la mani
festación de voluntad, de lo que hace plena
fe la escritura pública.
CONSULTA
Se consulta si la
primera copia
de
una
escritura
pública del mandato,
ex
pedida para el mandante e inscripta en el Registro de Poderes, habilita al
mandatario para ejercer las facultades que le fueron conferidas.
En el
caso
consultado existe
un
negocio jurídico
un
mandato instrumentado
que
configura
en
una
un
realidad, tangible, innegable, esto es :
poder de representación que emana de
escritura
pública,
y de cuya escritura
forma su trasunto o primera copia, que hace
hecho de haberse otorgado y tiene fuerza o eficacia
tiende "erga omnes" (art. 1575, Cód. Civil).
pidió
en
se
ex
plena fe, en cuanto al
probatoria que se ex
cumplió con el requisito de publicidad que impone el artícu
28 de marzo de 1900, lo- que hace que el negocio- jurídico
de
ley
realizado sea conocido por todos aquellos que no intervinieron en su for
mación
Además
se
lo 3' de la
.
manera que la realidad nos muestra, que existe una manifestación
de voluntad que da nacimiento a una relación jurídica que configura un po
der de representación perfectamente instrumentado, y que, a la consecusión
del fin querido se cumplieron con los requisitos de forma determinados por
De
la
ley,
por tanto el
negocio jurídico realizado
está al amparo de la tutela de
-
598
-
ordenamiento legal, de lo que se infiere que el investido no puede
las facultades de representación que
ser obstaculizado cuando quiera ejercer
actos
que realice están tutelados por la
le fueron conferidas,
que los
nuestro
puesto
ley.
expedido la primera copia para el otorgante y no
de representación, en este
a quien se inviste de las facultades
la
persona
para
la representación
caso concreto, carece de trascendencia práctica, puesto que
la
de
ni
menos
suscripción o refren
otorgada no emana del trasunto o copia,
en la es
consubstanciada
está
voluntad
de
sino de la ^manifestación
que
El hecho de haberse
data,
critura matriz.
puede decirse que el trasunto o copia sólo sirve para fa
jurídico, y hacer posible el conocimiento del negocio realiza
do mediante la inscripción en el' Registro. Es indiferente, pues, que la co
pia ya se expida para el mandante o mandatario, puesto que cualquiera de
las dos hacen plena .fe y tiene eficacia probatoria respecto de la representación
exhibir cualquie
y de la publicidad del acto, de aquí que, el mandatario podrá
ra de ellas conducente al. ejercicio de las facultades encomendadas, y por
lo tanto, los actos que realice en manera alguna podrán ser objetados desde
el punto- de vista legal
Por otra parte cabe observar la frecuencia con que el poder de represen
tación se instrumenta en una carta que el mandante dirige a un tercero, y
una vez inscripta, la entrega al mandatario para que éste en interés de aquél
ejerza su representación en determinados actos. Si ese instrumento priva
do se acepta sin observación como prueba del poder de representación, con
más razón debe aceptarse la copia de la escritura pública que contiene un
mandato, aunque en la suscripción o refrendata, se exprese que se expide
para el mandante. La refrendata, en el caso en consulta, no da ni c^uita
valor legal al negocio jurídico que instruye la primera copia de la escritura.
En lo que concierne a la razón que. tuvo el escribano autorizante, para
expedir copia para el mandante y no para el mandatario-, como comunmente
se hace, es indudable que obró siguiendo las directivas de una
opinión que
tiene serios fundamentos de orden legal.
El contrato es un negocio jurídico de índole bilateral, porque siempre
En este caso,
cilitar el tráfico
.
forma mediante la manifestación de la voluntad concorde de dos partes,
esa mutua concordia
surge entre las partes una determinada relación
jurídica. Ahora bien, el mandato es un contrato por el cual una de las
se
y de
partes confiere
Cód.
a
otra que lo
acepta el poder de representarla.
(Art. 2051,
Civil)
Generalmente no hay concomitancia entre el mandato conferido y su
aceptación, debido a que los escribanos prescinden de hacer comparecer en
la respectiva escritura a la persona que se inviste de facultades de represen
tación. Y mientras no exista aceptación, expresa o tácita, del mandatario,
la perfección del contrato queda en
suspenso, y por lo tanto el presuntoi man-
—
datario
no
tación. De
adquiere la calidad
aquí que, vista la
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—
de parte contractual, mientras penda su acep
prohibitiva contenida en el art. 72 del
norma
decreto-ley de 31 de diciembre de 1878, que establece que el escribano sólo
pude expedir una copia de la escritura que autorice a cada uno de los cotítratantes (considerados como partes), se opta por expedir, siguiendo siem
pre esa opinión, la copia para el mandante.
El mandante inscribe la copia en el Registro y la entrega al mandata
rio para que pueda representarlo en los negocios cuya ejecución le encomien
da, y de consiguiente, recién entonces, se produce la perfección del contra
to mediante la aceptación del mandato que va implícita al ejercer las facul
tades que le fueron conferidas.
El ejercicio de ese mandato tiene, de acuerdo con lo expuesto, la tute
la jurídica, puesto que se han cumplido con todas las normas legales que
disciplinan
el contrato de mandato.
con lo expuesto, la conclusión sería la siguiente : la
escritura de mandato expedida para el mandante e inscripta
el Registro respectivo, siempre que el mandato esté vigente, habilita al
En concordancia
copia
en
de
una
mandatario para obrar en
ejecutar todos los actos y
Montevideo,
del niandante y en consecuencia
el mismo encomendados.
representación
contratos
en
31 de agosto de 1944
Alfredo
Paolillo.
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