La Irrevisabilidad de las Resoluciones del Jne en el Sistema Legal

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LA IRREVISABILIDAD DE LAS RESOLUCIONES DEL JNE EN EL SISTEMA
LEGAL PERUANO 1
Alejandro Rospigliosi Vega 2
I.
INTRODUCCIÓN HISTÓRICA
Hobbes en el siglo XVII planteó la necesidad de tener una sociedad organizada y
establecer ciertas reglas de juego fundamentales a fin de reducir la incertidumbre de la
conducta humana. A comienzos del siglo XX, en Europa se realizaron una serie de
transformaciones sociales y políticas, expresadas en la Constitución de Weimar de
1919, que replanteó el esquema clásico de la división del poder propio del Estado del
siglo XIX, por la cooperación y control entre los poderes, creando la necesidad del
check and balance. 3
Pues bien, la Constitución Política del Perú de 1979 4 estableció la autonomía del
Jurado Nacional de Elecciones y la apelación definitiva o irrevisabilidad de las
resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones. Asimismo, puso a su cargo los
procesos electorales, dándole competencia en las materias relativas al ejercicio del
derecho del sufragio, la validez o nulidad de las elecciones, la proclamación de los
elegidos, la expedición de credenciales, los procedimientos electorales y las demás
señaladas en la ley. Es decir estableció una cláusula abierta, no restringida.
La Constitución de 1993 establece en su articulo 181º que el Pleno del Jurado
Nacional de Elecciones aprecia los hechos con criterio de conciencia. Resuelve con
arreglo a ley y a los principios generales de derecho. En materias electorales, de
referéndum o de otro tipo de consultas populares, sus resoluciones son dictadas en
instancia final, definitiva, y no son revisables. Contra ellas no procede recurso alguno.
La intención de los Constituyentes del 1979 y 1993 fue la de garantizar la autonomía
del Jurado Nacional de Elecciones y brindar seguridad jurídica al país mediante la
irrevisabilidad de sus resoluciones, expedidas con criterio de conciencia y conforme al
Derecho Electoral.
1
El presente artículo señala la exposición de motivos del Proyecto de Ley Nº 13661 elaborado por los profesores
universitarios y asesores del Jurado Nacional de Elecciones: Alejandro José Rospigliosi Vega y Virgilio Hurtado Cruz.
El mismo que por sus fundamentos y la acumulación de otras iniciativas legislativas, sustentadas magistralmente por el
jurista y Presidente de la Comisión de Constitución y Reglamento del Congreso de la República Antero Flores Aráoz,
fue aprobado, convirtiéndose en la Ley N° 28642, primera modificación al Código Procesal Constitucional.
2
Abogado por la Universidad Católica de Santa María de Arequipa. Maestría en Derecho Civil y Comercial por la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Capacitación en la University of Cologne (Alemania) y University of St.
Gallen (Suiza) Se ha desempeñado como Asesor Legal del Vicepresidente del Congreso de la República. Profesor de
la Facultad de Derecho de la Universidad San Ignacio de Loyola y de la Escuela de Postgrado de diferentes
universidades del país.
3
Stern, Klaus. Verfassungsgerichtsbarkeit im sozialen Rechsstaat. Buchdruckerei un Verlag Niedersachsen,
Hannover,1980.
4
Desde hace más de 75 años nuestra Tradición Constitucional y el Sistema Legal peruano le ha dado autonomía al
JNE para administrar justicia electoral.
La institución jurídica de la irrevisabilidad, también la tienen en el Derecho Comparado:
El Tribunal Supremo de Elecciones de Costa Rica, el Tribunal Supremo Electoral de
Ecuador y la Corte Electoral de Uruguay.
II.
ANALISIS
Con fecha 8 de setiembre del 2005, el Jurado Nacional de Elecciones en uso de su
iniciativa legislativa, presentó ante el Congreso de la República el Proyecto de Ley Nº
13661 5 que proponía la modificación del numeral 8º del artículo 5º del la Ley Nº 28237
Código Procesal Constitucional 6 , porque colisionaba con los artículos 142º y 181º de
la Constitución Política del Perú, al permitir la revisión judicial de las resoluciones del
Jurado Nacional de Elecciones. Asimismo, precisaba conforme a la Constitución, qué
debe entenderse por materia electoral.
La norma en mención, estaba generando la interposición – por parte de autoridades
vacadas en su cargos – de diferentes acciones de amparo ante magistrados de
primera instancia del Poder Judicial. Los mismos, que al revisar las resoluciones del
Jurado Nacional de Elecciones y dejarlas sin efecto, disponían - mediante medidas
cautelares- la reincorporación de las autoridades vacadas en sus cargos 7 . Esto es
inaudito en nuestro Sistema Legal, y por ende generaba zozobra e incertidumbre
jurídica en la ciudadanía, que observaba con gran sorpresa, que en su misma
provincia, por ejemplo, existía duplicidad del cargo: Un alcalde vacado por el JNE,
pero repuesto por un juez y a otro alcalde acreditado por el JNE, que asume -conforme
a ley- sus funciones.
Esta problemática venía incrementándose, y podría haber puesto en riesgo los
procesos electorales 8 de: a) Elecciones Presidenciales. Incluye los procesos para
elegir al Presidente y Vicepresidentes de la República. b) Elecciones Parlamentarias.
Comprende la elección de los Congresistas de la República y Representantes al
Parlamento Andino. c) Elecciones Regionales y Municipales, etc.
Como dice el jurista Enrique Chirinos Soto: Pongámonos en la hipótesis, de que
la proclamación del candidato ganador de las elecciones presidenciales fuera
susceptible de una acción de amparo y de la consiguiente medida cautelar que
dispone la inmediata suspensión del acto impugnado. Sería el caos. Asimismo,
aunque con menor gravedad, tratándose de la elección de un Congresista,
Presidente Regional o Alcalde. Los procesos electorales no terminarían nunca,
porque a partir de las resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones, se
iniciarían los interminables procesos judiciales. Cuando el Presidente electo
hubiere logrado terminar con todos los amparos presentados en su contra,
probablemente estarían por realizarse ya las siguientes elecciones.
5
Dicho proyecto fue debatido también, en una mesa de trabajo presidida por el Dr. Carlos Ferrero Costa y organizada
por la Comisión de Constitución y Reglamento del Congreso de la República, en la que participamos, con diferentes
Congresistas, representantes del Tribunal Constitucional y autores del CPC, como el Dr. Samuel Abad Yupanqui.
6
7
8
Ley Nº 28237 artículo 5º.- No proceden los procesos constitucionales cuando:
8) Se cuestionen las resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones en materia electoral, salvo cuando no sean de
naturaleza jurisdiccional o cuando siendo jurisdiccionales violen la tutela procesal efectiva.
Tampoco procede contra las resoluciones de la Oficina Nacional de Procesos Electorales y del Registro Nacional de
Identificación y Estado Civil si pueden ser revisadas por el Jurado Nacional de Elecciones.
Expediente Nº 2005-2541-1-1701-J-CI-4 del Cuarto Juzgado Civil de Chiclayo.
Expediente Nº 2005-00245 del Juzgado Especializado en lo Civil de San Martín-Tarapoto.
Ley Nº 26859 Orgánica de Elecciones.
Es por ello que el proceso de amparo electoral, no es compatible con nuestro Sistema
Legal, a diferencia de otros países, porque las etapas del proceso electoral son
preclusorias. El tiempo de duración de una acción de amparo, no encaja con los
plazos de los procesos electorales.
El promedio histórico de ingreso de expedientes mensuales al Tribunal Constitucional
entre 1996-2005 fue de 269 causas, pero entre enero y septiembre del 2005, el
número de causas ingresadas ha aumentado a 884 expedientes mensuales
aproximadamente.
El propio señor presidente del TC ha solicitado a la Comisión de Presupuesto del
Congreso de la República una ampliación presupuestal de S/. 2 945,425 para afrontar
su carga procesal. ¿A pesar de ello, desean aumentar su carga procesal con los
amparos en materia electoral y resolverlos oportunamente durante un proceso
electoral?
Tenemos, por ejemplo que el Tribunal Constitucional, en el caso paradigmático
“Espino Espino 9 ”, demoró en expedir sentencia 9 meses y 15 días.
Con esta carga procesal, es imposible que el Tribunal Constitucional resuelva las
acciones de amparo electoral dentro de los plazos de los procesos electorales.
1000
900
800
700
600
500
400
300
200
100
0
884
425
258
205
130
104
114
120
318
132
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
En la doctrina electoral 10 tenemos diversos modelos de administración de justicia
electoral, a través de:
9
Expediente N° 2366 – 2003 – AA/TC. Admisorio notificado el 21 de julio del 2003; y Resolución del Tribunal el 06 de
abril del 2004. Es importante resaltar que en este caso, la negligencia no sólo estuvo en los miembros del Jurado
Electoral Especial –distintos a los del pleno del JNE- sino más bien, en los artículos 17º y 18º de la Ley Nº 26864 de
Elecciones Municipales, que de manera discriminatoria e injusta establece que: En materia de tachas, los candidatos
a alcaldes y regidores de los Concejos Municipales Provinciales y Distritales del área metropolitana de Lima si tienen
derecho a la doble instancia ante el pleno del JNE. Sin embargo, los candidatos a alcaldes y regidores de los
Concejos Municipales Distritales de otros departamentos del país, No.
Situación, que ha pasado inadvertida por el Tribunal Constitucional, pero que actualmente el JNE ha planteado su
modificación mediante un proyecto de ley.
1.
2.
III.
Órganos independientes y autónomos de los clásicos poderes
públicos (Ejecutivo, Legislativo o Judicial),
Órganos tradicionales, como el Poder Judicial, tal como ocurre en
Estados Unidos, Brasil, Argentina y México.
CONSTITUCIONALIDAD DE LA PROPUESTA
El numeral 8) del artículo 5º de la Ley Nº 28237, establecía que: “No proceden los
procesos constitucionales cuando se cuestionen las resoluciones del Jurado Nacional
de Elecciones en materia electoral, salvo cuando no sean de naturaleza
jurisdiccional o cuando siendo jurisdiccionales violen la tutela procesal
efectiva.” Esta redacción dejaba una puerta abierta, para que se revisen las
resoluciones del máximo organismo electoral, ya que la violación de la tutela procesal
efectiva, también mencionada, en el artículo 4º de Código Procesal Constitucional,
implica un concepto bastante amplio 11 y hasta subjetivo (como obtención de una
resolución fundada en Derecho), según el punto de vista de cada juez, abogado u
operador del derecho. Por lo tanto, cualquier alcalde, presidente regional, candidato,
etc., que no esté de acuerdo con los resuelto por el Jurado Nacional de Elecciones,
presentará una acción de amparo ante un juez y argumentando que se le ha violado
su tutela procesal efectiva, dejará sin efecto lo dispuesto por el JNE, conforme a ley.
Sin embargo, el Congreso de la República, mediante la Ley N° 28642, puso fin a
cualquier mala interpretación, al modificar el artículo 5, numeral 8), de la Ley Nº 28237,
Código Procesal Constitucional, con el siguiente texto:
“Artículo 5.- No proceden los procesos constitucionales cuando:
(…)
8) Se cuestionen las resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones en
materias electorales, de referéndum o de otro tipo de consultas populares, bajo
responsabilidad.
Resoluciones en contrario, de cualquier autoridad, no surten efecto legal alguno.
La materia electoral comprende los temas previstos en las leyes electorales y
aquellos que conoce el Jurado Nacional de Elecciones en instancia definitiva.”
Debemos precisar, que si bien es cierto el Tribunal Constitucional en el expediente N°
2730-2006-PA/TC declaró fundada la demanda de un proceso constitucional de
amparo, “Caso Castillo Chirinos”. Señaló en la misma sentencia, que no ingresaba a
pronunciarse sobre la constitucionalidad de la Ley N° 28642, porque a esta causa sólo
le es aplicable el artículo 5° numeral 8° del Código Procesal Constitucional antes de su
modificación, debido a que al momento de interponerse la demanda, aún se
encontraba vigente.
El Jurado Nacional de Elecciones es un organismo autónomo 12 que cuenta con
personería jurídica de derecho público encargado de administrar justicia en materia
electoral; de fiscalizar la legalidad del ejercicio del sufragio, de la realización de los
10
11
12
OROZCO HENRÍQUEZ, Jesús. “EL CONTENCIOSO ELECTORAL/LA CALIFICACIÓN ELECTORAL”. En:
"Tratado de Derecho Electoral Comparado de América Latina". Dieter Nohlen, Sonia Picado, Daniel Zovatto
(compiladores). Fondo de Cultura Económica. Primera edición. México D. F., 1998. Pág. 730.
El Código Procesal Constitucional señala en su artículo 4º lo siguiente: (...) Se entiende por tutela procesal efectiva
aquella situación jurídica de una persona en la que se respetan, de modo enunciativo, sus derechos de libre acceso
al órgano jurisdiccional, a probar, de defensa, al contradictorio e igualdad sustancial en el proceso, a no ser desviado
de la jurisdicción predeterminada ni sometido a procedimientos distintos de los previstos por la ley, a la obtención de
una resolución fundada en derecho, a acceder a los medios impugnatorios regulados, a la imposibilidad de revivir
procesos fenecidos, a la actuación adecuada y temporalmente oportuna de las resoluciones judiciales y a la
observancia del principio de legalidad procesal penal.
Ley Nº 26486 Orgánica del Jurado Nacional de Elecciones.
procesos electorales, del referéndum y de otras consultas populares y de la
elaboración de los padrones electorales; de mantener y custodiar el registro de
organizaciones políticas; y demás atribuciones a que se refieren la Constitución y las
leyes. El fin supremo del Jurado Nacional de Elecciones es velar por el respeto y
cumplimiento de la voluntad popular manifestada en los procesos electorales. Ejerce
sus funciones a través de sus órganos jerárquicos constituidos con arreglo a ley. No
existe ni puede instituirse jurisdicción electoral alguna independiente a la del Jurado
Nacional de Elecciones 13 .
El inciso 4) del artículo 178° de la Constitución establece como atribución del Jurado
Nacional de Elecciones la administración de justicia en materia electoral, en tanto que
el artículo 181° señala sus facultades jurisdiccionales. Ello concuerda con lo
dispuesto en el artículo 23º de la Ley Nº 27972 Orgánica de Municipalidades y el
artículo 30º de la Ley Nº 27867 Orgánica de Gobiernos Regionales, en virtud de
los cuáles las resoluciones de este Tribunal Electoral en materia de vacancia de
autoridades municipales y regionales son emitidas en instancia definitiva,
inapelables e irrevisables.
El artículo 181º de la Carta Política, precisa que en materias electorales, de
referéndum o de otro tipo de consultas populares, las resoluciones del Pleno del
Jurado Nacional de Elecciones son dictadas en instancia final, definitiva, y no son
revisables. Esto tiene que entenderse con suma agudeza, porque una interpretación
literal de este precepto, bien puede hacer entender que la función de administración de
justicia electoral carece del principio de pluralidad de instancias previsto en el inciso 6)
del artículo 139° de la Constitución, en virtud del cual la administración de justicia se
organiza jerárquicamente con el fin de que como regla general, todo proceso sea
conocido por dos jueces de distinta jerarquía 14 .
Lo que se infiere de este precepto constitucional es que el Pleno constituye instancia
final y definitiva, implicando ello, que el Jurado Nacional de Elecciones debe configurar
dentro de su organización interna los órganos que constituirán la instancia primaria,
como mínimo, pudiendo inclusive optar también por una intermedia. En este sentido, el
segundo párrafo del artículo 2º de la Ley Orgánica del Jurado Nacional de Elecciones
precisa que esta institución ejerce sus funciones a través de sus órganos jerárquicos
constituidos (con arreglo a su propia ley orgánica) y que no existe ni puede instituirse
jurisdicción electoral alguna independiente al Jurado. En los temas relativos a la
materia electoral, en períodos electorales o vale decir, en pleno proceso electoral, los
Jurados Electorales Especiales, órganos temporales constituidos para el efecto, son la
primera instancia de la administración electoral. En los temas de vacancia municipal,
previstos en el inciso 1) del artículo 22° y artículo 23 de la Ley No. 27972, Orgánica de
Municipalidades, el Concejo Municipal se constituye en primera instancia, en tanto que
el Pleno del Jurado Nacional de Elecciones, en segunda instancia, confirma, revoca o
declara nula la decisión del órgano edil sobre ese tema. Del mismo modo, en el
proceso de inscripción de organizaciones políticas, la Oficina de Registro de
Organizaciones Políticas, adscrita a la estructura orgánica del Jurado Nacional de
Elecciones, pero con autonomía administrativa, se constituye en primera instancia en
el proceso de inscripción de dichas organizaciones, siendo el Pleno del Jurado la
instancia definitiva 15 . Lo mismo ocurre con las resoluciones de la Oficina Nacional de
13
14
15
Son también funciones del JNE las establecidas en el artículo 5º de la Ley No. 26486, Orgánica del Jurado Nacional
de Elecciones, las que le otorga la Ley No. 28094, Ley de Partidos Políticos y las demás que le atribuyen las leyes
electorales.
HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. "MANUAL DE CONSULTA RÁPIDA DEL PROCESO CIVIL". Gaceta Jurídica.
Primera edición. Lima, 2001. Pág 70.
El artículo 19° del "Reglamento del Registro de Organizaciones Políticas, aprobado por Resolución No. 015 - 2004
- JNE preceptúa lo siguiente: "El Pleno del Jurado Nacional de Elecciones, en sesión pública, sustancia y resuelve
Procesos Electorales y del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil, cuyas
decisiones en materia electoral, de referéndum u otro tipo de consultas populares, son
revisables por el Jurado Nacional de Elecciones, también en instancia definitiva,
conforme se aprecia del texto del artículo 34° de la Ley Orgánica de Elecciones,
modificado por el artículo 3° de la Ley No. 27369 16 , cuya redacción se ajusta al espíritu
de la Constitución.
Por otro lado, el artículo constitucional antes referido, agrega que las resoluciones del
Pleno no son revisables, lo que quiere decir, que lo resuelto en materia electoral por
este colegiado no puede ser sometido a dictamen u opinión de otro órgano
administrativo o jurisdiccional a efectos de que la revoque en su integridad o en alguno
de sus extremos, la modifique o la confirme. A este respecto, el artículo 142° de la
Constitución ha establecido que "no son revisables en sede judicial las resoluciones
del Jurado Nacional de Elecciones en materia electoral (...)". Sin embargo, tal precepto
tiene un claro límite en los casos de conflicto de competencia entre el Jurado y los
demás organismos electorales, los cuales son resueltos por el Tribunal Constitucional,
conforme a lo dispuesto por el numeral 3) del artículo 202° de la Constitución, el
numeral 3) del artículo 109° de la Ley No. 28237, Código Procesal Constitucional 17 y el
artículo 6° de la Ley Orgánica del Jurado Nacional de Elecciones 18 .
Cuando la norma añade que “contra estas resoluciones no procede recurso alguno”,
indica que lo resuelto por el Jurado Nacional de Elecciones, en materia electoral, tiene
el mérito de cosa juzgada, institución que es el principal efecto y eficacia de la
actuación jurisdiccional graficada en la sentencia o declaración de certeza 19 .
Asimismo, cuando la norma precisa que contra aquella decisión no cabe recurso
alguno, no hace más que fortalecer la seguridad jurídica que deben tener las
resoluciones del Jurado para garantizar la legalidad y legitimidad democrática del país.
Para ilustrar al respecto, es importante citar el voto singular del Dr. Juan
Francisco Vergara Gotelli magistrado del Tribunal Constitucional recaído en el
expediente N° 2730-2006-PA/TC “Caso Castillo Chirinos”:
(…)
3. Es menester precisar que el tema que nos convoca trata de una decisión del Jurado
Nacional de Elecciones de carácter jurisdiccional y no administrativo, para lo que la
Constitución Política del Estado –Art. 142º y 181º- y la Ley N.º 28642 le han
reconocido competencia exclusiva y excluyente convirtiendo a este organismo
16
17
18
19
la apelación dentro de los cinco días después de concedida, con citación de las partes. Contra lo resuelto por el
Pleno del Jurado Nacional de Elecciones no procede recurso alguno.
El artículo 34° de la Ley No. 26859, Orgánica de Elecciones, modificado por el artículo 3° de la Ley No. 27369
establece: "El Jurado Nacional de Elecciones resuelve, en instancia definitiva, los recursos que se interpongan
contra las resoluciones expedidas por la Oficina Nacional de Procesos Electorales y el Registro Nacional de
Identificación y Estado Civil, en cuanto tales se refieran a asuntos electorales, de referéndum u otro tipo de
consultas populares. Resuelve también las apelaciones o los recursos de nulidad que se interpongan contra las
resoluciones de los Jurados Electorales Especiales."
El numeral 3) del artículo 109° de la Ley No. 28237, Código Procesal Constitucional precisa que: "el Tribunal
Constitucional conoce de los conflictos que se susciten sobre las competencias o atribuciones asignadas
directamente por la Constitución o las leyes orgánicas que delimiten los ámbitos propios de los poderes del
Estado, los órganos constitucionales, los gobiernos regionales o municipales y que opongan: 3) A los poderes del
Estado entre sí o con cualquiera de los demás órganos constitucionales, o de éstos entre sí."
El artículo 6º de la Ley No. 26486, Orgánica del Jurado Nacional de Elecciones establece que “las contiendas que
se promuevan respecto de la competencia del Jurado Nacional de Elecciones y la Oficina Nacional de Procesos
Electorales o el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil serán resueltas por el Tribunal Constitucional,
conforme a la ley pertinente.
QUIROGA LEÓN, Aníbal. “LAS GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA”. En:
“La Constitución Diez Años Después”. Instituto Constitución y Sociedad y Fundación Friedrich Naumann. Lima, 1989.
Pág. 323.
constitucional autónomo en tribunal jurisdiccional especializado para la solución de los
conflictos suscitados en concernencia a la temática electoral de su incumbencia.
Por lo expuesto cabe precisar también que si bien es cierto el Tribunal Constitucional
ha tenido decisiones anteriores como por ejemplo la de la sentencia en el Expediente
de Amparo N° 5854-2005, en las que declaró que ningún Poder Publico que se aparte
del contenido normativo de los derechos fundamentales se encuentra exento del
Control Constitucional, no menos verdad es que hoy las circunstancias han variado
con las precisiones o aclaraciones de la citada ley que, al modificar el numeral ocho
del artículo quinto del Código Procesal Constitucional (Ley N.º 28237), no deja dudas
sobre el carácter exclusivo y excluyente de la competencia asignada por la
Constitución Política al Jurado Nacional emplazado y la necesidad de reconocer la
vigencia plena de la norma legal señalada que, como se explica, no hace sino ratificar
lo ya determinado en la Carta Política en materia electoral, consolidándose así un
Estado de Derecho configurado por pesos y contrapesos de las manifestaciones
autónomas de estamentos internos del Poder único del estado que así hacen factible
su gobernabilidad .
4. No está demás recordar que en el Diario de los Debates del Congreso
Nacional, en relación al proyecto de modificación del citado dispositivo incluido
en el Código Procesal Constitucional, se consigna el sentido de la aclaración
(modificación) en la que, en buena cuenta, se dice no otra cosa que la
Constitución Política del Estado quiso y quiere que el Jurado Nacional de
Elecciones actúe como Tribunal Jurisdiccional en temas electorales a
exclusividad, pues “desde hace muchísimos años, y en varias constituciones, el
Jurado Nacional de Elecciones ha sido final, y el artículo constitucional dice
que sus resoluciones son finales, son definitivas, no pueden interponerse
contra ellas ningún recurso y que adicionalmente quedan firmes. Final,
definitivo, irrevisables y no cabe contra ellas ningún recurso… de manera que
la mision de quienes han redactado la Constitución hubiese sido que todo esto
es revisable y que la ultima instancia no era el Jurado Nacional de Elecciones,
lo hubiese puesto de un modo distinto y seguramente acá alguien hubiera
creido que era la ultima instancia… lo que dice la Constitución es que no puede
haber otra instancia para revisar los fallos del Jurado Nacional de Elecciones.
Ningún otro órgano puede verificar el fondo del asunto resuelto en una
resolución dictada por el Jurado Nacional de Elecciones… lamentablemente
nosotros cuando aprobamos el Código Procesal Constitucional, ahí cometimos
un error y tenemos que rectificarnos. Y esta ley es para rectificar el Codigo
Procesal Constitucional y acatar lo que dice la Constitución… lo que esta claro
es que el Jurado Nacional de Elecciones en determinadas circunstancias emite
sus fallos y esos deben ser inapelables…”. Aparece asimismo en dicho Diario
que el proyecto modificatorio fue aprobado en primera votación por amplia
mayoría.
5. Siendo todo esto así, considero de aplicación inmediata la modificación legal
en análisis que ha venido a consolidar un status nacido en las definiciones de
la Constitución Politica del Estado en sus aludidos artículos 142º y 181º. Quiere
esto decir de la imposibilidad del Tribunal Constitucional de revisar lo actuado
en la sede Jurisdiccional Especial exclusiva del Jurado Nacional de Elecciones,
sin negar, empero, el derecho del justiciable que trae el denominado recurso
del agravio constitucional para exigir, si fuere el caso, en sede Judicial por el
daño insalvable que pueda haberse producido, una justa compensación en
procesos civil y/o penal, por responsabilidad personal de los jueces electorales
directamente causantes de la agresión y del daño producidos, a los que puede
acceder según lo previsto en el inciso 2 del artículo 5º del Código Procesal
Constitucional, concordante en el artículo139º, inciso séptimo, de la Carta
Fundamental aplicables a todos los que, en el reparto del Poder, ejercen la alta
función de discernir justicia.
IV.
IMPORTANCIA DE LA DEMOCRACIA ELECTORAL Y EL DEBER DE
BRINDARLE SEGURIDAD JURIDICA 20
La Democracia Electoral, es un proceso social e histórico, caracterizada por el
ascenso al poder del ciudadano, y por la búsqueda de un control independiente,
autónomo e imparcial de los organismos electorales y de los procedimientos en la
Jornada Electoral. Esta no termina cuando alguna autoridad elegida asume un cargo,
sino que es permanente en el tiempo como la vigencia de los valores democráticos.
El Derecho al sufragio es el derecho por el cual el ciudadano es reconocido en la
comunidad a la que pertenece, puede participar en las decisiones de la vida pública,
manifestar su opinión en materia política, pertenecer individual, libre y pacíficamente a
las asociaciones políticas o partidos políticos y puede intervenir conjuntamente en las
contiendas electorales, para elegir gobernantes y representantes populares. El
ciudadano que detenta el derecho al sufragio tiene derecho a opinar mediante la
iniciativa popular y el referéndum, para decidir quién lo gobierna, cómo lo gobierna,
hacia dónde lo gobiernan, cómo se deben orientar las líneas políticas de la nación, de
las Entidades del Estado, así como cuáles son las normas y los programas que se
deben aprobar, para conducir dirigir y encausar la convivencia, para ejercitar y
defender la Soberanía Popular. 21 Por lo tanto, el Estado de Derecho es el que respeta
las leyes y las instituciones, así como las competencias de los diferentes niveles del
poder público y de las funciones que les corresponden, por ello es responsabilidad del
Estado, a través del máximo Organismo Electoral brindar seguridad jurídica a la
Democracia Electoral.
Finalmente, cuando algunos operadores del derecho, sustentan la revisabilidad de las
resoluciones del JNE, amparándose en decisiones de la Comisión y de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, lo hacen de manera inexacta y sezgada, lo
que se desvirtúa con las buenas relaciones que mantiene actualmente el Estado
peruano con dichas instituciones por el cumplimiento de la Convención Americana de
Derechos Humanos en los aspectos relacionados a la Administración de Justicia
Electoral. 22
Asimismo, debemos precisar que en otros Sistemas Legales, a diferencia del nuestro,
su legislación si permite que el Poder Judicial o el Tribunal Constitucional Administre
Justicia Electoral, recordemos el caso Bush Vs. Algor, en el que la Corte Suprema
definió al ganador de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de
Norteamérica.
20
Sanchez Torres, Carlos Ariel. Democracia, Sociedad Civil y Justicia Electoral en Sociedad Civil, Justicia
Constitucional y Administrativa. Jorge Eduardo Londoño Compilador. Homenaje a Manuel Gaona Cruz. Fundación
Universitaria de Boyacá. Instituto de Derecho Comparado IDC. Centro de Investigaciones para el Desarrollo-CIPADE.
Ediciones Uniboyacá. Colombia. 2000
21
Ibid idem
22
El Estado peruano ha ratificado la Convención Americana de Derechos Humanos 12 de julio de 1978 y, mediante
instrumento de aceptación de fecha 21 de enero de 1981, ha reconocido como obligatoria de pleno derecho la
competencia contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
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