Morbi-mortalidad por Cáncer en menores de 20 años en tres

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Morbi-mortalidad por Cáncer en menores de 20 años en tres provincias argentinas.
2000 - 2008
Autores:
Pujol, Céline J. A. CIECS-CONICET. e-mail: [email protected]
Bertone, Carola L. CIECS-CONICET. e-mail: [email protected]
Bertolino, M. Florencia. CEA-UNC. e-mail: mf.bertolino@ hotmail.com
Rudisi, Alejandra I. CEA-UNC. e-mail: [email protected]
Álvarez, María F. S. UNVM. e-mail: [email protected]
Resumen
Según datos de la DEIS (2009), el cáncer es la segunda causa de muerte entre los 5 y 24
años de edad. La mejoría de la mortalidad infantil por la disminución de las enfermedades
infecciosas, de la desnutrición y los significativos avances en la atención del recién nacido
explican el aumento de la importancia que está adquiriendo el cáncer en el niño, a pesar de
su baja ocurrencia (Vargas L, 2000).
Se ha sugerido que los carcinógenos ambientales causan hasta el 80% de los cánceres,
conforme a estudios étnicos y de migraciones (Morris, 1985, citado por Raña, 2003); al
mismo tiempo se conoce que los niños presentan una mayor susceptibilidad celular y tisular.
Según Pérez García y col. (2003), en los países desarrollados la mortalidad por neoplasias
malignas en niños ha disminuido. En los países latinoamericanos las tasas son más altas y
la mortalidad no muestra una tendencia a la disminución, pero se observa una tendencia a la
estabilidad.
La cuantificación de la mortalidad ha sido de manera tradicional la medida más usada para
conocer el impacto de las neoplasias malignas en una población. Sin embargo, como
muchos tipos de cáncer pueden ser curados o tener una mayor sobrevida si se diagnostican
y tratan a tiempo, la tasa de mortalidad tiene interés relativo (Raña, 2003). Con el análisis
conjunto de la morbilidad y de la mortalidad, se podrá evaluar la evolución del impacto del
cáncer en niños.
El cáncer pediátrico es un problema importante de salud pública de un país, por el número
elevado de años de vida perdidos prematuramente. El estudio de la evolución de su impacto
es esencial para la planificación sanitaria.
El objetivo del presente estudio es evaluar la morbi-mortalidad, en el periodo 2000 - 2008,
por cáncer en menores de 20 años de edad de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y
Santa Fe, cuya cobertura estimada por el Registro Hospitalario Oncopediátrico Argentino
(ROHA) es mayor del 90% de los casos esperados.
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Se eligió este grupo de edad, ya que, si bien el estudio de las neoplasias en niños
comprende los casos de cáncer que se presentan en el grupo de menores de 15 años, la
edad debería extenderse hasta los 20 años (Gutiérrez y col. (1999) cita a Ries y col. (1993)).
Se realizará una descripción del cambio en la mortalidad por grupo de causas en menores
de 20 años de edad por sexo, y para evaluar su impacto en la esperanza de vida al nacer,
se utilizará el índice de años de esperanza de vida perdidos (AEVP).
Se calcularán tasas específicas de mortalidad por tipo de tumor, grupo de edad y sexo, y se
confrontarán con tasas de incidencia por tipo de tumor estimadas por el ROHA.
Para este estudio, se utilizará la información de estadísticas vitales provistas por la Dirección
de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), y datos del ROHA.
Introducción
La transición demográfica ha sido descripta como un proceso de larga duración, que
transcurre entre dos situaciones o regímenes extremos: uno inicial de bajo crecimiento
demográfico con altas tasa de mortalidad y fecundidad, y otro, final, de bajo crecimiento pero
con niveles también bajos en ambas tasas (Chesnais, 1986 citado en CELADE, 1986).
“Muy relacionada con la transición demográfica, en el campo de la salud se asistió a lo que
se ha denominado transición epidemiológica, la cual se expresa fundamentalmente en el
cambio del perfil de la morbilidad y la mortalidad según causas y de la distribución de las
defunciones según la edad. Este proceso consiste en la disminución porcentual de las
muertes
por
enfermedades transmisibles
(infecciosas,
parasitarias
y
del
aparato
respiratorio) y las del periodo perinatal, las que dan paso a una predominancia
relativa de las defunciones por enfermedades crónicas y degenerativas (del aparato
circulatorio y tumores malignos)...” (Chackiel J., 2004).
Estos logros en la disminución de las enfermedades infecciosas, de la desnutrición y los
significativos avances en la atención del recién nacido, explican el aumento de la
importancia que está adquiriendo el cáncer en el niño, a pesar de su baja ocurrencia
(Vargas L, 2000: 17).
El cáncer, en Argentina, es la segunda causa de muerte entre los 5 y 24 años de edad,
luego las causas externas (DEIS, 2009).
En lo que concierne a la morbilidad por cáncer en Argentina, existen pocos datos
disponibles por el momento, pero con iniciativas muy interesantes para el futuro. Gracias a
que, desde hace 10 años, existe el Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino (ROHA)1,
contamos con datos sobre morbilidad del cáncer en menores de 15 años. Este registro que
cuenta con el apoyo de la fundación Kaleidos, se ha propuesto conocer la incidencia del
1
El Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino cuenta con el auspicio del Ministerio de Salud y Ambiente,
expediente Nº 2002-14950/03-8
3
cáncer infantil en Argentina mediante de la recavación sistemática de datos de los pacientes
con detalles clínicos y anatomopatológicos de los tumores, gracias a una red de
comunicación interhospitalaria, que posibilita la obtención de datos epidemiológicos
actualizados. Actualmente ROHA cuenta con 91 fuentes informantes, 12 registros de
Tumores Poblacionales y dos grupos de médicos cooperativos quienes son responsables de
la notificación de los casos y del seguimiento activo.
Según sus datos, la mortalidad por tumores malignos en menores de 15 años, pasó de 4,4
por 100.000 en el 2000-2002 a 3,6 en el 2008. Particularmente, para el caso de las
leucemias, el cáncer más frecuente en el niño, las tasas pasaron de 1,6 en el 2000-2002 a
1,5 en el 2008. Al mismo tiempo, la tasa cruda de incidencia en argentinos menores de 15
años de edad en el 2008, fue de 124 por millón, y varió en las diferentes provincias entre
100 y 147 (con una cobertura estimada del registro del 90%) (ROHA, 2010).
Para la planificación sanitaria, es esencial el estudio de la evolución de la morbimortalidad
por cáncer y el estudio de sus causas.
En la actualidad, se reconoce un origen multifactorial al cáncer reconociendo el rol causal
del medio ambiente. Sabemos que el hombre y su medio ambiente están relacionados de
manera estrecha (Montoya Q., 2009). Ya Hipócrates, en el siglo V a.c., en su tratado de los
aires, las aguas y los lugares, discute las causas ambientales de las enfermedades.
Posteriormente, en 1854, John Snow lo demostraba con su estudio sobre el cólera en
Londres, el cual le permitió concluir que los casos estaban relacionados con lugares
específicos de provisión de agua (Montoya Q., 2009).
En el año 2004 la OMS, bajo el modelo de Lalonde, define los factores condicionantes de la
salud en la población, que se ubican en cuatro grandes dimensiones de la realidad,
denominadas "campos de la salud": la biología humana, el ambiente, los estilos de vida y la
organización de los sistemas de salud. En un informe del año 2006, la OMS afirma que el
24% de la carga de morbilidad mundial y el 23% de todos los fallecimientos pueden
atribuirse a factores ambientales. En el nivel global, la OMS estima, en el año 2011, que el
19% (12-29%) de todos los cánceres son atribuibles a exposición ambiental.
Hay que aclarar que, los niños sufren un porcentaje desproporcionado de la carga de
morbilidad ambiental. En el mismo informe, la OMS estima que, en los niños de 0 a 14 años,
el porcentaje de muertes que podían atribuirse al medio ambiente es de hasta un 36%.
En todo el mundo, el número de años de vida sana perdidos por habitante debido a factores
de riesgo ambientales era aproximadamente cinco veces mayor entre los niños de 0 a 5
años que en la población en general.
La aparición de las enfermedades oncológicas, está condicionada por los períodos
evolutivos vulnerables del desarrollo. Las diferentes ventanas de exposición o períodos
4
críticos del desarrollo corresponden a: periodo preconcepcional (células germinales),
transplacentaria (feto) y posnatal (recién nacido y resto del periodo pediátrico) (Oshlan,
2000). Ferris Tortajadas y col. (2004) comentan al respecto que, los niños son
especialmente vulnerables a los agentes cancerígenos por las siguientes razones: a
menudo, están expuestos a mayores concentraciones tisulares por sus características
energético-metabólicas inherentes a su rápido crecimiento y desarrollo celular, respirando
más aire, ingiriendo más alimentos y bebiendo más líquidos por kilogramo de peso que los
adultos. Además destacan que, la inmadurez fisiológica dificulta la neutralización,
destoxificación y eliminación de la mayoría de carcinógenos químicos y físicos, aumentando
de forma considerable los tiempos de exposición y actuación. La mayor exposición también
está aumentada por las limitaciones y necesidades dietéticas que incrementan su contacto
con químicos ambientales. Al mismo tiempo, hacen notar que los patrones de conducta a
ras del suelo y las actividades mano-boca también favorecen su mayor exposición y
penetración. Sin embargo, las acciones de los agentes cancerígenos en cualquiera de estos
momentos evolutivos pueden desarrollar un cáncer, no sólo en la edad pediátrica, sino en la
edad adulta (Oshlan, 2000).
Características de las provincias estudiadas:
Buenos Aires
Córdoba
Santa Fe
Superficie en Km22
307.571
165.321
133.007
Población3
15.185.336
3.368.609
3.264.095
Densidad de población por km2
49,37180683
20,37617121 24,54077605
Tasa de Natalidad (por 1000 habitantes)3
18,4
17,4
16,5
Tasa de mortalidad general( por 1000 habitantes)3 8,2
7,8
8,5
TMI( por 1000 nacidos vivos)3
12,5
10,7
11,1
4,0
7,2
7,1
Porcentaje de hogares con NBI4
13,0
11,1
11,9
Tasa de analfabetismo >10 años4
1,6
2,1
2,5
Porcentaje de hab. sin cobertura médica4
48,8
45,8
42,0
T mortalidad materna( por 10000 nacidos vivos)
3
Objetivo General
El objetivo del presente estudio es evaluar la morbi-mortalidad por cáncer en menores de 20
años de edad de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, entre el periodo
2000-2008.
2
INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos). Ano 2009.
Estadísticas vitales, información básica, ano 2009. Ministerio de la salud de la Nación. Secretaria de políticas,
regulación e institutos. Dirección de estadísticas e información de salud.
4 INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos), información Censo 2001.
3
5
Se estudió la morbilidad y mortalidad conjuntas para tener una estimación de la importancia
relativa del cáncer, en este grupo de edad.
Objetivos específicos
1. Evaluar el cambio de la mortalidad por neoplasia en este periodo, por medio del índice
Años de Esperanza de Vida Perdidos (AEVP) para todas las edades y particularmente
para los menores de 20 años de edad.
2. Calcular tasas específicas de mortalidad en menores de 20 años de edad, por grandes
grupos de causa de muerte y sexo, para el total país.
3. Comparar las tasas específicas de mortalidad por tipo de tumor de las provincias
estudiadas en menores de 20 años de edad.
4. Calcular las tasas de incidencia por tipo de tumor para el total país, y para cada
provincia estudiada, por total de neoplasias en menores de 20 años de edad.
5. Calcular la tasa de letalidad por tumores malignos en el periodo 2000-2008.
Metodología
Se utilizó información de estadísticas vitales provistas por la Dirección de Estadísticas e
Información de Salud (DEIS). Se tomaron defunciones por causa, grupo de edad, sexo y
provincias seleccionadas agrupadas en dos trienios, 2000-2002 y 2007-2009 para suavizar
las defunciones de los años 2001 y 2008. Se utilizaron defunciones de menores de 20 años
para todos los cálculos sobre mortalidad.
Se calcularon tasas específicas de mortalidad por grandes grupos de causas por sexo y
provincia, y luego, particularmente por tipo de neoplasias, en menores de 20 años para
ambos sexos. Se construyeron las tasas a partir de las poblaciones estimadas al 30 de junio
de los años centrales de los trienios estudiados, tomadas de los Anuarios de estadísticas
vitales.
Para evaluar el cambio de la mortalidad por cada causa en general y en particular por
cáncer entre este periodo, y su impacto en la esperanza de vida al nacer, se utilizó el índice
de años de esperanza de vida perdidos (AEVP). Éste permite hacer una evaluación
cuantitativa de la importancia de las causas de muerte, mostrando cuántos años de vida en
promedio pierde una población total por la muerte de las personas a determinadas edades.
“Con base en las tasas específicas de mortalidad por edades, se calcula la vida promedio
que la población vive (esperanza de vida) y se determina cuántos años de vida se pierden
considerando la hipótesis sobre cuántos años debería vivir” (Arriaga, 1996 citado por
Bertone y col. 2011). A su vez, permite medir el cambio anual de la mortalidad, de la misma
población y de poblaciones diferentes.
6
El método de cálculo basado en las tablas de vida permite ajustar por la estructura de
edades de la población. “Cuando el análisis se hace por causas de muerte, esta
metodología ofrece, al menos, una ventaja importante, como es el hecho de medir con el
mismo índice el nivel y cambio en la mortalidad en forma tal que refleje cercanamente el
cambio en el nivel general de mortalidad” (Arriaga, 1996 citado por Bertone y col. 2011).
Posteriormente se evaluó la morbilidad tomando datos de la publicación del Registro
Hospitalario Oncopediátrico Argentino (ROHA), resultados 2000-2008. Este registro incluye
a pacientes menores de 15 años con nuevo diagnóstico de cáncer desde el año 2000. Entre
los años 2000 y 2008, 11.445 niños fueron reportados en el ROHA. Esto significa una
incidencia anual cercana a 124 casos por 1.000.000 de niños en este grupo de edad. Del
total de niños, 8.509 (74%) fueron registrados por hospitales públicos, 1.835 (16%) por
centros privados y 1.101 (10%) por otras fuentes (registros poblacionales, servicios de
patología, certificados de defunción, etc.).
Se presentan las tasas de incidencia por tipo de tumor para el total del país del periodo
2000-2008, y luego se calcularon las tasas de incidencia crudas del total de neoplasias para
cada provincia estudiada dividida en 3 trienios (2000-2002, 2003-2005 y 2006-2008)
tomando siempre las poblaciones de los anuarios de la DEIS para los años centrales.
Cabe destacar que el ROHA solo registra datos de menores de 15 años de edad y que los
datos de mortalidad están incluyendo además los de 15 a 19 años de edad, ya que, al
estudiar mortalidad de niños con cáncer y considerando la sobrevida, la edad debería
extenderse hasta los 20 años (Fajardo-Gutiérrez y col. (1999) cita a Ries y col. (1993)).
Mortalidad por neoplasias
Al evaluar la evolución de la mortalidad de las provincias seleccionadas entre el 2001 y el
20085, considerando todas las edades, se observa que los AEVP han disminuido, y que las
neoplasias han perdido importancia respecto de las demás causas de muerte entre estos
dos años.
5
Tomando el promedio de defunciones de los trienios 2000-2002 y 2007-2009.
7
Gráfico N°1
Total de Años de Esperanza de Vida Perdidos por Neoplasias, según provincia.
2001 – 2008.
Hombres
Mujeres
Fuente: elaboración propia a partir de datos de la DEIS (2000-2009)
Pero, si evaluamos qué sucede en los menores de 20 años de edad, los AEVP en Buenos
Aires aumentaron en ambos sexos. Si bien en Córdoba han disminuido en importancia,
existen diferencias en cuanto al sexo. Las neoplasias en los cordobeses han disminuido su
importancia más que en las cordobesas. En Santa Fe disminuyeron los AEVP en mujeres y
aumentaron en varones.
Gráfico N°2
Años de Esperanza de Vida Perdidos de menores de 20 años* de edad por Neoplasias,
según provincia. 2001 – 2008.
Hombres
*Se omitieron los menores de 1 año.
Fuente: elaboración propia a partir de datos de la DEIS (2000-2009)
Mujeres
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Respecto a las diferencias por sexo, particularmente, la razón de masculinidad de los casos
del total de cánceres en las provincias entre el 2000 y el 2008 fue: en Buenos Aires 1,3; en
Córdoba 1,2; y en Santa Fe 1,2; con variaciones según el tipo de tumor (ROHA, 2010).
Hay que recordar que el índice AEVP refleja la importancia que tiene cada causa de muerte,
y al mismo tiempo, le da más valor a la muerte mientras menor es la edad del difunto.
Entonces, en los menores de 20 años, las neoplasias no tienen tanta importancia por la
cantidad de defunciones que generan en los adultos, sino, por los años que no logran vivir
los niños fallecidos como consecuencia de ellas.
Gráfico N°3
Tasas específicas de mortalidad por grandes grupos de causas en menores
de 20 años de edad, según sexo. Argentina. 2001 - 2008.
40
35
30
25
20
15
10
5
0
2001
2008
2001
Hombres
2008
Mujeres
Ciertas Enf. infecciosas y parasitarias
Neoplasias
Enf. del Sist. circulatorio
Enf. del Sist. respiratorio
Ciertas afecciones del periodo perinatal
Malformaciones cong.
*por 100.000 habitantes
Fuente: elaboración propia a partir de datos de la DEIS (2000-2009)
Continuando con el análisis de la mortalidad, se propone ahora evaluar la evolución de las
tasas de algunos grupos de causas de muerte en menores de 20 años de edad entre los dos
años propuestos diferenciados por sexo. Se aprecia una disminución general de todas las
causas, pero hay que destacar un pequeño aumento en la tasa de neoplasias de los
hombres y de la tasa de mortalidad por enfermedades del aparato respiratorio en las
mujeres.
9
Gráfico N°4
Tasas específicas* de mortalidad por tipo de tumores en menores
de 20 años de edad, según provincia. Ambos sexos. Argentina. 2001 – 2008.
*por 100.000 habitantes
Fuente: elaboración propia a partir de datos de la DEIS (2000-2009)
La tasa específica por tumores malignos en los menores de 20 años de edad del país
aumentó, pasando de 4,14 a 4,34 por 100.000 habitantes.
En 2001, Buenos Aires muestra la tasa más baja, Santa Fe ofrece la más alta.
En 2008, Córdoba pasó a tener la tasa más baja, Santa Fe se mantiene con la más alta.
En cuanto a la evolución de las tasas, se puede apreciar que subió para Buenos Aires y
Santa Fe, bajó para Córdoba.
Un comportamiento similar se nota al respecto de la tasa específica de mortalidad por
leucemia en menores de 20 años.
Hay que aclarar el sesgo que pueden inducir las migraciones asistenciales. Pueden afectar
el registro de mortalidad, subestimando o sobreestimando, según sea la provincia de origen
o destino de esa migración, respectivamente, porque algunas personas que residen
habitualmente en otras provincias declaran domicilio en la localidad en donde acceden al
servicio de salud, principalmente en la ciudad autónoma de Buenos Aires.
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Gráfico N°5
Defunciones por tumores malignos según provincia de ocurrencia.
Ambos sexos. Argentina. 2006-2008
Fuente: elaboración propia a partir de datos de la DEIS (2000-2009)
Para las provincias de Córdoba y Santa Fe, hay una fuerte concordancia entre provincia de
ocurrencia y de residencia. El subregistro de casos por migración asistencial se puede
estimar muy pequeño. Menos del 60% de los que se mueren en Buenos Aires residen en
esta misma provincia, siendo la probabilidad de sobre registro alta.
Se analizó el porcentaje de algunos tipos de tumores al respecto de los tumores totales,
para cada provincia estudiada.
11
Distribución porcentual de los tipos de tumores malignos en menores
de 20 años de edad. Ambos sexos. Argentina. 2001-2008
Fuente: elaboración propia a partir de datos de la DEIS (2000-2009)
El peso relativo de la mortalidad por leucemia, tumor más frecuente en los menores de 20
años, al respecto de la mortalidad por tumores total, aumentó discretamente para Buenos
Aires, de manera marcada en Santa Fe, y bajó en Córdoba, participando en el descenso de
la tasa especifica de mortalidad por tumor y de los AEVP.
Morbilidad por neoplasias
Para comenzar a hablar de la morbilidad del cáncer en niños menores de 15 años,
exponemos en la tabla Nº1 el promedio anual de casos de tumores malignos, los casos
esperados y la cobertura estimada del ROHA de las provincias estudiadas y del total del
país.
Cabe destacar que los casos esperados surgieron de estimaciones basadas en datos de
algunos Registros de Tumores de América y Europa (International Incidence of Childhood
Cancer, vol. II, IARC Scientific Publications Nº 144, 1998, Automated Childhood Cancer
Information System and EUROCARE) (ROHA, 2010). A su vez, el porcentaje de cobertura
declarado por ellos se calcula a partir de la relación de la población observada y la estimada.
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Tabla N°1
Promedio anual, casos esperados, porcentaje de cobertura del ROHA en menores de
15 años de edad, según provincia. Ambos sexos. Argentina. 2000 – 2008.
Migración
Asistencial a la
Promedio
Casos
Anual
Esperados
CABA
País
Cobertura
estimada del
ROHA
N/A
1272
1412
90%
64%
465
504
92%
Córdoba
7%
101
111
90%
Santa Fe
20%
99
108
92%
Buenos
Aires
CABA: ciudad autónoma de Buenos Aires
Fuente: Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino. Resultados 2000-2008
Si vemos el siguiente gráfico (N°7) el número de casos a lo largo de los 8 años a partir del
2000, año en que se comenzó a registrar los casos nuevos de cáncer en el ROHA, se
mantiene bastante estable en Argentina, lo que habla de que la cobertura del Roha no ha
variado a lo largo de los años.
13
Gráfico N°7
Número de casos registrados por el ROHA, según tipo de tumor en menores
de 15 años de edad. Ambos sexos. Argentina. 2000 – 2008.
Fuente: elaboración propia a partir de datos del Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino. Resultados
2000-2008.
El número de casos no es útil para evaluar si el cáncer pediátrico está aumentando o
disminuyendo, porque existen variaciones en la población en donde se producen los
mismos. De manera que es necesario recurrir a las tasas.
Por el momento, existen datos de nuevos casos de tumores malignos en menores de 15
años por año con los cuales se pueden construir las tasas de incidencia. Esta mide el riesgo
o probabilidad de enfermar en una población durante un periodo de tiempo.
Se debe mencionar que para que ellas sean comparables entre dos regiones geográficas
diferentes, deben ser estandarizadas.
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En la siguiente tabla se exponen algunas de las tasas de incidencia del cáncer en menores
de 15 años de edad estandarizadas:
Tabla N°2
Tasas de incidencia de tumores malignos de menores de 15 años de edad,
según provincia. Ambos sexos. Argentina. 2000 - 2008.
Todos los tumores malignos
Leucemias
PA
TC
TE
IC
PA
TC
TE
IC
País
1272
124,4
128,5
121,3-135,6
471
45,7
47,5
43,1-51,8
Buenos Aires
465
127,2
131,2
119,1-143,2
167
45,4
47,4
45,0-49,8
Córdoba
101
124,8
129,4
103,8-155,0
31
38,2
39,5
34,8-44,1
Santa Fe
99
126,8
132,6
106,2-159,0
39
48,7
51,9
46,4-57,4
PA: promedio anual
TC: tasa cruda por 1.000.000 habitantes
TE: tasa estandarizada por 1.000.000 habitantes
IC: intervalo de confianza al 95%
Fuente: Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino. Resultados 2000-2008
La tasas de incidencia estandariza6 de las provincias en evaluación son todas superiores a
la del país, siendo la de Buenos Aires la más alta y la de Córdoba la más baja; de las tres
provincias estudiadas. Si consideramos las tasas estandarizadas de incidencia de
leucemias, vemos que son más bajas para Córdoba en comparación al total país.
Como para la mortalidad, las migraciones asistenciales pueden afectar el registro del ROHA,
subestimando o sobreestimando según sea la provincia de origen o destino de esa
migración, respectivamente, porque algunas personas que residen habitualmente en otras
provincias declaran domicilio en la localidad en donde acceden al servicio de salud,
principalmente en la ciudad autónoma de Buenos Aires. Solo el 7% de los niños cordobeses
migra a la Ciudad autónoma de Buenos Aires, para su asistencia, mientras que el 64% de
los niños de la provincia de Buenos Aires lo hace. No se puede hablar, entonces, de
subregistro de los casos cordobeses por migración asistencial.
Cuando se analizan los tipos de tumores para el total país, las leucemias, como para la
mortalidad, son las de mayor importancia en este grupo de edad, con una tasa cruda de
incidencia de 45,7. Los que le siguen en importancia son los tumores del sistema nervioso
central y los linfomas.
6
Fueron estandarizadas con el método directo y para ello se utilizó la población estándar mundial. Para el
cálculo de los intervalos de confianza se utilizó el método exacto basado en la distribución binomial, debido a los
números pequeños (ROHA, 2010).
15
Gráfico N°8
Tasa cruda de incidencia de cáncer en menores de 15 años de edad,
según tipo de tumor. Ambos sexos. Argentina. 2000 – 2008.
*por 1.000.000 habitantes
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino.
Resultados 2000-2008.
Como un acercamiento a la evolución de la morbilidad del cáncer, se plantean en el
siguiente gráfico las tasas crudas de incidencia de las provincias estudiadas.
En Argentina se observa un discreto aumento de la incidencia, pero existen diferencias entre
las provincias, siendo Córdoba la que experimentó el aumento de incidencia más
importante.
16
Gráfico N°9
Evolución por trienios de las Tasas de incidencia Cruda de tumores malignos,
según provincia. Ambos sexos. 2000 – 2008.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino. Resultados
2000-2008.
17
En cuanto a la letalidad de los tumores, Buenos Aires tiene la más baja de las provincias
estudiadas, seguida por Córdoba y Santa Fe.
Letalidad por tumores malignos en menores de 15 años de edad por provincia.
Ambos sexos. 2000-2008
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino. Resultados
2000-2008 y de datos de la DEIS (2009).
18
Conclusión
Al respecto de la mortalidad, estudiamos los AEVP. Hubo aumento, entre el trienio 20002002 y 2007-2009, la importancia de la mortalidad por tumores en la población menor de 20
años para ambos sexos en Buenos Aires, y para hombres en Santa Fe. Aumentaron los
AEVP por tumores para mujeres en Santa Fe y para ambos sexos en Córdoba.
En cuanto a la tasa específica de mortalidad en menores de 20 años por tumores, para el
total país, aumentó para ambos sexos y para varones, fue estable para mujeres. Para las
provincias de Buenos Aires y Santa Fe, aumentó para ambos sexos y para Córdoba bajó.
Para Buenos Aires, existe la probabilidad de sobreregistro por migración asistencial (menos
del 60% de los que se mueren en Buenos Aires residen en esta misma provincia); y la
probabilidad de subregistro por migración asistencial es casi nula para Córdoba y Santa Fe.
Entonces, nos podemos cuestionar al respecto del aumento de la mortalidad por tumor en
menores de 20 años en este periodo y de la variabilidad según provincia.
El peso relativo de la mortalidad por leucemia, tumor más frecuente en los menores de 20
años, al respecto de la mortalidad por tumores total aumentó discretamente para Buenos
Aires, de manera marcada en Santa Fe, y bajó en Córdoba, participando a la bajada de la
tasa especifica de mortalidad por tumor y a la bajada de los AEVP.
Al respecto de la morbilidad, la tasa de incidencia para el periodo 2000-2008 para las tres
provincias estudiadas, es mayor a la del total país, siendo la de Córdoba la más baja de las
tres. En cuanto a la evolución de esta tasa de incidencia, hay incremento para el total país e
importante es para la provincia de Córdoba.
Las leucemias son los tumores más frecuentes en este rango de edad.
La tasa de incidencia de leucemia para Córdoba es mucho más baja que para las otras
provincias estudiadas y el total país. La letalidad de los tumores es menor en Buenos Aires,
seguida por Córdoba, y Santa Fe.
Teniendo en cuenta la estandarización, el porcentaje de cobertura del ROHA y las
limitaciones del registro producidas por la migración asistencial de las provincias estudiadas,
se plantean algunos interrogantes sobre la tendencia al aumento de la morbimortalidad por
tumores en menores de 15 años.
Se podría evocar el aumento de registro de los casos de cáncer en menores de 20 años, y
el modelo de transición epidemiológica que supone que los niños dejan de morirse de otras
causas, y asi aumentaría la mortalidad por cáncer.
Una de las hipótesis podría ser la de la contaminación ambiental por el hombre.
Argentina en general, y las provincias estudiadas en particular, experimentaron, en estas
últimas décadas, un aumento sin precedentes de la superficie sembrada por semillas
transgénicas, y particularmente por soja resistente al herbicida a base de glifosato. Con él,
fue adoptado masivamente el paquete tecnológico incluyendo siembra directa y uso masivo
19
de productos químicos. Este nuevo modelo productivo esta fuertemente cuestionado, en
cuanto a sus posibles efectos sobre la salud, por científicos y comunidades locales
expuestas.
Al respecto de las diferencias entre provincias: ¿a qué condicionantes de la saludenfermedad están expuestos los niños bonaerenses y santafesinos por los cuales están más
afectados por los tumores malignos, y particularmente leucemias, que los cordobeses?; ¿por
qué la morbilidad por tumor en menores de 20 años aumentó entre 2000 y 2008 más para
Córdoba que para las otras provincias?
Debate – Discusión
El territorio de la República Argentina es el segundo más grande de América del Sur, luego
de Brasil y el octavo en extensión de la Tierra. Se caracteriza por ser un territorio extenso,
con una gran variedad de regiones, pero existen diferencias en las densidades
poblacionales, en las realidades socioeconómicas entre las distintas regiones, y un sistema
de salud muchas veces fragmentado.
La Argentina es uno de los pocos países de latinoamérica donde los niños con cáncer tienen
derecho a recibir atención gratuita, desde el diagnóstico hasta los cuidados paliativos;
(cualquiera sea la complejidad), sin embargo, se observan brechas entre los centros de
atención en cuanto a capacidades instaladas y formación de recursos humanos, lo que
genera desigualdad en el cuidado de la vida de estos niños.
El panorama actual de la morbi-mortalidad por cáncer en menores de 15 años es un reto, no
una tragedia, y es en estos tiempos en donde hay mucho que aprender y mucho que hacer,
en el cuidado de la vida a los chicos que padecen cáncer, para que puedan tener una vida lo
más digna posible.
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