CIRCULAR Nº. 58/2007 ASUNTO. ESTATUTO TRABAJADOR AUTONOMO FECHA DEL 01/08/2007 Estimado Asociado: El B.O.E. de fecha 12 de julio de 2.007, publicó la ley 20/2007, de 11 de julio, del Estatuto del Trabajador Autónomo, que entrará en vigor a los tres meses de su publicación. Se trata del primer ejemplo de regulación sistemática y unitaria del trabajo autónomo en la Unión Europea (constituyéndonos por tanto en pioneros en la materia), y con ella se trata de regular el trabajo autónomo, sin interferir en otros ámbitos de nuestro sector productivo, como el sector agrario, que cuenta con su propia regulación y sus propios cauces de representación. Tampoco los Colegios Profesionales verán afectadas sus competencias y atribuciones (al menos este es el propósito de la Ley). Dicha disposición responde, de una parte a la necesidad de sistematizar las referencias al trabajador autónomo dispersas a lo largo de todo el ordenamiento jurídico, y de otra al cumplimiento por el Gobierno de los mandatos recibidos del Legislativo, particularmente el contenido en la Disposición Adicional Sexagésima Novena de la Ley 30/2005, de 29 de diciembre, de presupuestos Generales del Estado. Con ella se viene a definir el trabajo autónomo, se contempla los derechos y obligaciones del trabajador autónomo, su nivel de protección social, las relaciones laborales y la política de fomento del empleo autónomo, así como la figura del trabajador autónomo económicamente dependiente. La Ley consta de 29 artículos, encuadrados en cinco títulos, más diecinueve disposiciones adicionales, tres transitorias, una derogatoria y tres finales. El titulo I delimita el ámbito subjetivo de aplicación de la Ley, estableciendo la definición genérica del trabajador autónomo y los colectivos específicos incluidos y excluidos. Entre los expresamente incluidos se encuentran quienes ejerzan las funciones de dirección y gerencia que conlleva el desempeño del cargo de consejero o administrador, o presten otros servicios para una sociedad mercantil capitalista, a titulo lucrativo y de forma habitual, personal y directa, cuando posean el control efectivo, directo o indirecto de aquella, en los términos previstos en la disposición adicional 27ª del TR de la LGSS. El titulo II regula el régimen profesional del trabajador autónomo, estableciendo en su capitulo I las fuentes de dicho régimen, dejando clara la naturaleza civil o mercantil de las relaciones jurídicas entre el autónomo y la persona o entidad con la que contrate, en su capitulo II el régimen profesional común para todos los trabajadores autónomos, estableciendo un catalogo de derechos y deberes, así como las normas en materia de prevención de riesgos laborales, protección de menores y garantías económicas, y en su capitulo III reconoce, define y regula la figura del trabajador autónomo económicamente dependiente (aquellos que realizan una actividad económica o profesional a titulo lucrativo y de forma habitual, personal, directa y predominantemente para una persona física o jurídica, denominad cliente, del que dependen económicamente por percibir de él, al menos, el 75% de sus ingresos por rendimiento de trabajo y de actividades económicas profesionales), constituyendo esta regulación la novedad mas destacable de la Ley, sin restar importancia el mandato dirigido al Gobierno para establecer un nuevo instrumento de protección como es la presentación por cese de actividad, así como el desarrollo de las previsiones orientadas a equiparar progresivamente la protección social de los trabajadores autónomos con la dispensada por el Régimen General de la S.S. En las disposiciones relativas al régimen jurídico de los trabajadores autónomos económicamente dependientes se concentran algunas de las novedades más significativas de la Ley que comentamos, siendo de destacar en este somero análisis la inclusión de los acuerdos de interés profesional entre las fuentes reguladoras de las relaciones jurídicas (art. 3.2 y 13), las características del contrato para la realización de la actividad del trabajador autónomo económicamente dependiente (escrito e inscrito en oficina pública) y la competencia del orden jurisdiccional social para conocer de las pretensiones derivadas de los contratos celebrados entre un trabajador autónomo económicamente dependiente y su cliente (art. 17). Se establece el plazo de un año para el desarrollo reglamentario de la Ley en lo relativo al contrato de trabajo de los trabajadores autónomos económicamente dependientes. El titulo III regula los derechos colectivos del trabajador autónomo, creando, el consejo del Trabajador Autónomo y estableciendo sus funciones y competencias básicas, su composición, y su fuente de financiación, dejando el desarrollo de su composición y régimen de funcionamiento para un posterior desarrollo reglamentario. El titulo IV se dedica a la protección social del trabajador autónomo, estableciendo el derecho a la S.S., la afiliación y cotización obligatoria, así como la acción protectora. El titulo V se refiere a la política de fomento del trabajo autónomo, a la formación profesional y asesoramiento técnico y al apoyo financiero a las iniciativas económicas. Por lo que se refiere a las disposiciones adicionales, tiene especial interés la referida a la cobertura de la I.T. y de las contingencias profesionales en el R.E.T.A. (disposición 3ª) en ella se establece que el Gobierno determinará aquellas actividades profesionales desarrolladas por trabajadores autónomos que presentan un mayor riesgo de siniestralidad, en las que será obligatoria la cobertura de las contingencias de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.. Asimismo, es destacable la disposición adicional cuarta, en la que se prevé la futura regulación de un sistema especifico de protección por cese de actividad, siempre que estén garantizados el principio contributivo, el principio de solidaridad y el de sostenibilidad financiera. Aquellas empresas que deseen disponer del texto completo de esta Ley, pueden solicitarlo a la secretaria de la Asociación. Atentamente, Fernando Calpe Secretario General