bueno y esquemático

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INDICE.
1. APROXIMACIÓN SISTEMÁTICA AL RÉGIMEN DE
PENSIONES……………P(1)
-PENSION DE JUBILACION: APROXIMACIÓN SISTEMÁTICA………P(2)
-Normativa aplicable. P (2)
-Modalidad Contributiva P (2)
-Modalidad no contributiva. P(5)
2. CONCEPTO DE INVALIDEZ PERMANENTE……………………………P(10)
3. CONTENIDO DE LA INVALIDEZ PERMANENTE……………………....P(11)
4. BENEFICIARIOS DE LA INVAIDEZ PERMANENTE……………………P(11).
5. EXTINCIÓN DE LA INVALIDEZ PERMANENTE………………………..P(12)
6. HECHO CAUSANTE………………………………………………………..P(12)
7. BASE REGULADORA……………………………………………………...P(13)
8. ABONO……………………………………………………………………....P(14)
9. EQUIPOS DE VALORACION DE INCAPACIDADES……………………P(14)
10. GRADOS……………………………………………………………………..P(16)
11. DOCUMENTOS QUE DEBEN ACOMPAÑARSE A LA SOLCITUD DE
INVALIDEZ PERMANENTE………………………………………….……P(17)
12. LESIONES PERMANENTE NO INVALIDANTES………………………..P(17)
a. Normas de aplicación
b. Concepto
c. Beneficiarios
d. Contenido.
APROXIMACIÓN SISTEMÁTICA AL RÉGIMEN DE PENSIONES
Resumen
En cumplimiento de lo establecido en los artículos 41 y 50 de la Constitución de
1978, la Ley General de Seguridad Social establece, en beneficio de los
ciudadanos de la tercera edad, una pensión de jubilación contributiva para todos
aquellos que hayan cotizado al menos durante quince años, además de una pensión
no contributiva, para quienes no obtengan ingresos superiores a 531.370 ptas. al
año. Igualmente existe una prestación contributiva por incapacidad permanente –
sin período mínimo de cotización, en general, salvo para el caso de enfermedad
común, en que se piden quince años- que puede seguir siendo disfrutada aunque
se cumpla la edad de jubilación. En cambio, la modalidad no contributiva de
invalidez no se concede a los mayores de 65 años.
A. PENSION DE JUBILACION: UNA APROXIMACION SISTEMÁTICA
1 .Normativa aplicable.
2. Modalidad contributiva.
3. Modalidad no contributiva.
4. Prestaciones y servicios sociales.
2
A. PENSION DE JUBILACION: UNA APROXIMACION SISTEMÁTICA.
1. NORMATIVA APLICABLE.
La Ley General de Seguridad Social (Real Decreto Legislativo 1/1994) dedica los
artículo 160 a 166 a la prestación de jubilación en su modalidad contributiva, en
tanto que los artículos 167 a 170 se refieren a la modalidad no contributiva.
Respecto de la modalidad contributiva, además de alguna otra referencia legal –
como las Leyes 24/1997 y 47/1998-, es necesario tener en cuenta un número
significativo de normas a nivel reglamentario. Así, pueden mencionarse los Reales
Decretos 2366/1984, 1194/1985, 1799/1985, 1559/1986, 2621/1986,
1647/1997 y 144/1999. Igualmente la Orden Ministerial de 18 de enero de 1967
y la Resolución de 28 de abril de 1999. En relación a la modalidad no contributiva
-además de la Ley 49/1998 -deben ser tenidos en cuenta los Reales Decretos
357/1991, 1734/1994, 118/1998 y 5/1999.
2. MODALIDAD CONTRIBUTIVA.
Acerca de la prestación de jubilación en su modalidad contributiva conviene
hacer referencia al menos a dos principales aspectos: los beneficiarios y la
cuantía.
2.1. Beneficiarios.
Para ser beneficiario de la pensión de jubilación contributiva es necesario
cumplir todos los requisitos siguientes:
a) Finalizar la actividad laboral. Existe, no obstante, posibilidad legal, aún no
puesta en práctica, de que el trabajador permanezca en activo –con suspensión
proporcional del percibo de la pensión- estando el Gobierno facultado para
3
otorgar en dicho caso deducciones en las cotizaciones sociales (Ley 24/1997,
disposición adicional 26).
b) Estar afiliado y en alta –o situación asimilada-, aunque en la actualidad sólo se
exige este requisito para acceder a la jubilación anticipada.
c) Reunir un período mínimo de cotización de quince años, de los cuales dos han
de estar comprendidos entre los quince años anteriores a la solicitud de la
pensión.
d) Haber cumplido 65 años, lo que se establece como edad mínima, siendo
voluntario jubilarse cuando se llega a dicha edad, pero no obligatorio, ya que no
existe una edad máxima, salvo casos excepcionales (Disposición adicional décima
del Estatuto de los Trabajadores y Sentencias del Tribunal Constitucional núm.
22/1981 y 58/1985). Existe igualmente posibilidad de acceder a la jubilación con
anterioridad a la edad mencionada, en los casos siguientes:
A los 64 años pueden jubilarse los trabajadores, con los mismos beneficios

que tendrían si hubieran cumplido los 65 años, en base al convenio
colectivo o pacto suscrito por empresas que se obliguen a cubrir ese
puesto de trabajo con un trabajador desempleado (Real Decreto
1194/1985).
A partir de los 60 años pueden acceder a la jubilación parcial, percibiendo

la mitad del salario y la mitad de la pensión, quienes cumplan todos los
requisitos para la jubilación contributiva.

También a partir de los 60 años pueden acceder a la llamada "jubilación
anticipada" los trabajadores por cuenta ajena que tuvieran la condición de
mutualista el 1 de enero de 1967. En estos casos se produce una reducción
4
en la cuantía del 8% por cada año de anticipación –salvo que se hubieran
cotizado 40 años o más, en cuyo caso la reducción es sólo del 7% cada año-.

Puede, finalmente, el Gobierno, rebajar la edad mínima de jubilación para
actividades particularmente peligrosas, penosas o insalubres. Así sucede
en relación a ciertas categorías de los sectores de la minería, ferroviario,
personal de vuelo, trabajadores del mar, profesionales taurinos, cantantes,
bailarines o trapecistas, quienes acceden a la pensión sin ninguna reducción
económica.
2.2. Cuantía.
La cuantía de la pensión se determina de acuerdo con los tres pasos siguientes:
a) Base reguladora: para ello se calcula la media de las bases de cotización
correspondientes a los últimos quince años, actualizándose dichas bases, con
excepción de las de los últimos 24 meses, en los términos del artículo 162 de la
Ley General de Seguridad Social. No obstante el período completo de quince años
no será del todo aplicable hasta el 1 de enero de año 2002 (correspondiendo
mientras tanto, once años en 1999, doce en el año 2000 y trece en el año 2001,
según disposición transitoria quinta de la Ley General de Seguridad Social).
b) Cálculo de años cotizados: el número de años cotizados no debería, en
principio, revestir ninguna dificultad. Sin embargo, debido a la insuficiencia de
datos en la Seguridad Social acerca de las cotizaciones anteriores a 1960, existe
una escala (llamada "escala regala-años") para hallar el tiempo cotizado que
corresponde, presumiblemente, con anterioridad al 1 de enero de 1960.
c) Porcentaje: en función del número de años cotizados se aplica un determinado
porcentaje sobre la base reguladora para determinar la cuantía de la pensión.
5
Así, por ejemplo, con quince años cotizados se aplica el 50%; con 25 años, el 80%;
hasta llegar al 100%, que corresponde a 35 años cotizados o más.
3. MODALIDAD NO CONTRIBUTIVA.
El artículo 167 de la Ley General de Seguridad Social establece los requisitos
necesarios para ser beneficiario de la pensión de jubilación en su modalidad no
contributiva:
a) Haber cumplido 65 años.
b) Carecer de ingresos suficientes, es decir, que los ingresos del beneficiario no
superen el importe anual de la prestación. En caso de superarse el límite, la
pensión debe reducirse en igual cuantía.
c) Residir legalmente en territorio español y haberlo hecho durante diez años
entre la edad de dieciséis años y la edad de devengo de la pensión, dos de los
cuales deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud.
La cuantía de la prestación no contributiva por jubilación es determinada, para
cada ejercicio económico, en la Ley de Presupuestos Generales del Estado, siendo
de 532.370 ptas. anuales para 1999.
A diferencia de las antiguas ayudas asistenciales de ancianidad, la pensión de
jubilación no contributiva constituye una auténtica pensión el sistema de
Seguridad Social ó, como bien señala la Exposición de Motivos de la LPN, se
presenta como un derecho subjetivo perfecto. Pese a su carácter subsidiario, en
tanto sólo actúan cuando las pensiones contributivas no puedan hacerlo, esto
supone destacar cualquier actuación discrecional por parte de la Administración
en su concesión y su autonomía de las disponibilidades financieras del sistema que
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sólo afectará a ésta en los mismos términos que lo haga al resto de las pensiones.
Sin embargo, las estadísticas muestran un descenso en el número de pensiones no
contributivas de jubilación pues frente al 73.9% que representaron durante
1992, en 1995, el porcentaje descendió al 54.8%, resultando significativo que,
aproximadamente, el 50% de las solicitudes fueron denegadas, habitualmente por
sobrepasar el límite de recursos económicos en la unidad familiar de referencia.
a) REQUISITOS DE ACCESO.
- Edad de residencia en territorio español.
Beneficiarios de esta pensión serán todos los españoles mayores de 65 años (sin
posibilidad de anticipar la edad) y residentes en territorio nacional que carezcan
de rentas o ingresos en cuantía superior a los límites establecidos legalmente
(art. 167 LGSS). De este modo, la condición de trabajador de la modalidad
contributiva se sustituye por la de ciudadano español, el período de cotización
por el de residencia y las rentas de sustitución se convierten, ahora, en rentas
compensatorias ante la carencia de un ingreso mínimo de subsistencia. Por lo
demás, este ámbito subjetivo tan amplio alcanza no sólo a quienes, en su caso,
pertenecen al RGSS sino también a quienes están o han estado dados de alta en
alguno de los regímenes especiales del mismo modo que a quienes, por extensión,
se consideran equiparados a los españoles en materia de Seguridad Social (art. 7
LGSS) o a los miembros de la Unión Europea (Reglamento 1408/1971).
La exigencia de una residencia legal en territorio español no persigue sino la
garantía de arraigo, vinculación y , por tanto, de contribución fiscal directa o
indirecta al país que abandona esta pensión. No cabe, en esta línea y a diferencia
de la modalidad contributiva, la inicialmente pretendida exportabilidad de estas
7
pensiones (art.10 bis Reglamento 1408/1971, introducido por el Reglamento
1247/1992). Por el contrario, la pensión de jubilación contributiva sirve de
modelo para que el período de residencia contemple un período genérico, por
cuanto el beneficiario ha de haber residido durante 10 años entre la edad de 16
años y la edad del devengo de la pensión, y un período específico, en tanto 2 años
han de ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud de la pensión.
En todo caso y con carácter reglamentario, nuestra legislación señala claramente
que la residencia legal se acredita si el interesado tiene domicilio en territorio
español y ha adquirido la condición de residente a través de la certificación
correspondiente en el padrón municipal. No constituyen, a estos efectos,
interrupciones susceptibles de ser tenidas en cuenta las ausencias inferiores a
90 días por año natural o las superiores motivadas por enfermedad justificada
(art. 10 RPNC).
-
Carencia de recursos suficientes para subsistir.
El beneficiario ha de demostrar una auténtica situación de penuria económica
para hacerse merecedor de esta protección asistencial. Para ello ha de justificar
que carece de rentas o ingresos en cuantía anual superior a la fijada para esta
pensión, también con carácter anual en la LP (511.140 pts, íntegras anuales en
1997, ex art. 34). Obsérvese a este respecto la distinta valoración efectuada
sobre los recursos materiales del beneficiario que ha de carecer de rentas,
aunque se presuma que tenga ingresos que le garanticen la subsistencia, bien que
los mismos sean considerados insuficientes, fijándose el límite entre la
suficiencia y la insuficiencia en la cuantía anual indicada.
Alcanzan la consideración de rentas o ingresos cualesquiera bienes y derechos,
ya provengan del trabajo ( retribuciones dinerarias o en especie or actividades
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por cuenta propia o ajena, equiparándose a éstas las de naturaleza prestacional
con algunas excepciones- prestación por hijo a cargo, subsidio de movilidad y
premios o recompensas para minusválidos-) o del capital ( ingresos derivados de
elementos patrimoniales tanto de derechos como de bienes muebles o inmuebles,
computándose los mismos rendimientos y con la misma valoración que en el IRPF,
a excepción de la vivienda habitual cuyo rendimiento queda excluido).
El cálculo se efectúa sobre la unidad económica que coincide íntegramente con la
unidad familiar, in stricto sensu, esto es, exceptuando las uniones de hecho. La
norma sólo admite la existencia de unidad económica en todos aquellos casos de
convivencia del beneficiario con otras personas unidass por matrimonio o lazos de
parentesco de consanguinidad hasta el segundo grado, lo que significa padres,
abuelos, hijos, nietos y hermanos, con la acertada precisión reglamentaria del
parentesco por adopción. Esta condición hace depender al individuo de la familia
en la que se inserta, impidiendo que se valore una particular situación de
necesidad individual, aún dentro de la familia y concibiendo, de este modo, a ésta
como núcleo de referencia ineludible. Las posibilidades reales y objetivas de
compartir los recursos de la familia debieran haber quedado al margen de la
concesión del derecho, aunque podrían haber sido tenidas en cuenta, como sucede
al modular las responsabilidades familiares en otro tipo de prestaciones
asistenciales, en al determinación de la cuantía de la pensión.
Con todo, la norma señala que el cálculo ha de hacerse de forma distinta,
atendiendo a las siguientes situaciones. Si el solicitante vive solo o integrado en
unidades que no responden a los rasgos apuntados ( uniones de hecho o grados de
consanguinidad superiores), el límite de recursos coincidirá con la cuantía anual
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fijada para la pensión no contributiva. Si, por el contrario, se halla integrado en
una unidad familiar, es necesario diferenciar:
1) Cuando los miembros no son ascendentes o descendientes en primer grado,
el requisito de la insuficiencia de recursos se entenderá cumplido si la
suma de rentas o ingresos de todos los integrantes es inferior al límite de
acumulación de recursos. Este límite será equivalente a la cuantía de la
pensión, en cómputo anual, más el resultado de multiplicar el 70% de dicha
cifra por el número de convivientes menos uno.
2) Cuando los componentes son ascendentes o descendentes en primer grado,
el límite será equivalente a 2.5 veces de la cuantía anterior.
En cualquier caso, todo cálculo ha de hacerse en relación al año natural, esto
es, de enero a diciembre, bien que no sólo con las rentas de que disponga el
beneficiario sino incluyendo aquéllas de las que se prevé que puede disponer
en ese año natural.
b) CUANTÍA DE LA PENSIÓN.
Para 1997, al cuantía de la pensión ha sido fijada en 511.140 pts. Íntegras
anuales, de conformidad con el art. 34 LP/97. Se abandonarán dos pagas
extraordinarias por el mismo importe en los meses de junio y septiembre no
revalorizables ( art 37.4 LP/95). No obstante, la remisión que el art. 168
LGSS efectúa al art. 145 de la misma obliga a considerar las siguientes reglas:
1) Si en una misma unidad económica concurre más de un beneficiario cn
derecho a pensión no contributiva, al importe asignado (511.140 pts,
anuales) se le sumará el 70% de esa misma cuantía, tantas veces como
número de beneficiarios menos uno, existan en la unidad económica. La
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cuantía de la pensión para cada uno de los beneficiarios será igual al
cociente que resulte de dividir la suma anterior por el número de
beneficiarios con derecho a pensión. Cantidades todas ellas que serán
reducidas en un importe igual al de las rentas o ingresos anules que, en su
caso, disponga cada beneficiario.
2) Si no se convive con personas no beneficiarias y la suma de los ingresos o
rentas anuales de la unidad económica más la pensión o pensiones no
contributivas superara el límite de acumulación de recursos, la pensión o
pensiones se reducirán, con el fin de no sobrepasar el citado límite,
disminuyendo, en igual cuantía, cada una de las pensiones.
En el supuesto de que las personas que accedan a esta modalidad estén afectadas
por una minusvalía o enfermedad crónica en un grado igual o superior al 75% y
que, como consecuencia de pérdidas anatómicas o funcionales, necesiten el
concurso de otra persona para realizar los actos más esenciales de la vida, tales
como vestirse, desplazarse, comer o análogos, está previsto un complemento
equivalente al 50% del importe de la pensión.
2. CONCEPTO DE INVALIDEZ PERMANENTE.
Es la situación del trabajador que, después de haber estado sometido al
tratamiento prescrito, presenta reducciones anatómicas o funcionales graves,
susceptibles de determinación objetiva y previsiblemente definitivas, que
disminuyan o anulen su capacidad laboral.
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3. CONTENIDO DE LA INVALIDEZ PERMANENTE
a. Incapacidad Permanente Parcial para la profesión habitual: indemnización a
tanto alzado.
o Cuantía: 24 mensualidades de la base reguladora.
b. Incapacidad Permanente Total para la profesión habitual: pensión mensual
o Indemnización a tanto alzado.
o Cuantía: 55 % de la base reguladora.
Excepcionalmente puede ser sustituida por una indemnización a
tanto alzado para los menores de 60 años.
c. Incapacidad Permanente Total "Cualificada": pensión mensual.
o Cuantía: 55 % de la base reguladora, incrementada en un 20% mas
para los mayores de 55 años que por falta de preparación general o
especializada o por las circunstancias socio laborales del lugar de
residencia, no trabajen. Este porcentaje se suspenderá durante el
período en que el trabajador obtenga empleo.
d. Incapacidad Permanente Absoluta: pensión mensual.
o Cuantía: 100% de la base reguladora.
e. Gran Invalidez: pensión mensual.
o Cuantía: 100% de la base reguladora, incrementada en un 50% más,
con destino a remunerar a la persona que atienda al gran inválido.
Dicho incremento podrá sustituirse por el alojamiento y cuidado del
inválido en régimen de internado en una institución asistencial
adecuada, a cargo de la Seguridad Social.
4. BENEFICIARIOS DE LA INVALIDEZ PERMANENTE
1. De la indemnización a tanto alzado en caso de incapacidad permanente
parcial:
o Los trabajadores afiliados y en alta o en situación asimilada a la de
alta, que hayan sido declarados en situación de incapacidad
permanente parcial para su profesión habitual y reúnan un período
mínimo de cotización de 1.800 días en los 10 años inmediatamente
anteriores a la fecha en que se haya extinguido la incapacidad
laboral transitoria.
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2. De la pensión mensual en caso de incapacidad permanente total, absoluta y
gran invalidez:
a. Trabajadores afiliados en alta o en situación asimilada a la de alta
que cubran el siguiente período de cotización, si la incapacidad
deriva de enfermedad común:
b. Menores de 26 años: la mitad del tiempo transcurrido entre la fecha
en que el trabajador cumplió los dieciséis años y aquélla en que se
cause la pensión.
c. Mayores de 26 años: un cuarto del tiempo transcurrido entre la
fecha en que el trabajador cumplió los veinte años y aquélla en que
se cause la pensión con un mínimo, en todo caso, de cinco años. En
estos supuestos, al menos, la quinta parte del período de cotización
exigido deberá estar comprendida dentro de los diez años
inmediatamente anteriores a la fecha en que se cause la pensión.
d. A estos efectos, no se tendrán en cuenta las fracciones de edad
inferiores a seis meses y las superiores a dicho período se
consideran equivalentes a medio año.
Los períodos resultantes serán objeto de redondeo, despreciándose, en su
caso, las fracciones de mes. Cuando la incapacidad deriva de accidente, sea
o no laboral, o de una enfermedad profesional, no se exige ningún período
mínimo de cotización.
3. Trabajadores que no estén en alta o en situación asimilada a la de alta:
o 15 años de cotización de los que tres deberán estar comprendidos
en los últimos diez años. En este supuesto sólo se reconoce la
pensión de invalidez en los grados de permanente absoluta y gran
invalidez.
5. EXTINCIÓN DE LA INVALIDEZ PERMANENTE.

Por revisión con resultado de curación.
 Por fallecimiento del beneficiario.
6. HECHO CAUSANTE
Trabajadores en alta o en situación asimilada a la de alta, la fecha del
dictamen de la Unidad Médica de Valoración de Incapacidades, (U.M.V.I.).
 Trabajadores que no estén en alta: el día de prestación de la solicitud.

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7. BASE REGULADORA
a. Prestaciones de Incapacidad Permanente Parcial: la misma que sirvió para
determinar la prestación de Incapacidad Laboral Transitoria.
b. Pensiones de Incapacidad Permanente Total, Absoluta y Gran Invalidez:
o Cuando la incapacidad deriva de una enfermedad común, o cuando
deriva de un accidente no laboral estando el trabajador en situación
de no alta, la base reguladora será la que resulta de dividir entre
112 la suma de las bases por las que se haya cotizado durante los 96
meses inmediatamente anteriores a aquél en que se cause la pensión.
No obstante, para aquellos trabajadores a los que, por razón de
edad, (menores de 52 años en la fecha del hecho causante), se exija
un período mínimo de cotización inferior a 96 meses, la base
reguladora se calcula de forma análoga a lo señalado en el párrafo
anterior pero computando sólo las cotizaciones de un número igual
de meses al del período mínimo exigido dividido por dicho número de
meses multiplicado por el factor 1,1666, a efectos de pagas
extraordinarias.
o Cuando la incapacidad deriva de un accidente no laboral, estando el
trabajador en alta o en situación asimilada a la de alta, la base
reguladora será el cociente de dividir entre veintiocho la suma de
las bases de cotización del trabajador durante un período
ininterrumpido de veinticuatro meses naturales. Dicho período será
elegido por el interesado dentro de los siete años inmediatamente
anteriores, a la fecha en que se cause el derecho a la pensión.
o Cuando la incapacidad deriva de un accidente de trabajo o de una
enfermedad profesional, la base reguladora será el cociente que
resulta de dividir entre 12 la suma del sueldo real que perciba el
trabajador en la fecha en que causó la pensión, referido a un año,
más pagas extraordinarias y demás devengos no periódicos o de
periodicidad superior a la mensual.
Actualización de las bases en aplicación de la Ley 26/1985.

Las bases de cotización de los 24 meses inmediatamente anteriores a
aquél en que se cause la pensión, se toman por su valor nominal.
 Las restantes bases de cotización se actualizarán de acuerdo con la
evolución del Índice de Precios al Consumo desde los meses a que aquéllas
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correspondan hasta el mes 25, a partir del cual se inicia el período de las
bases de cotización tomadas en su valor nominal.
Integración de lagunas en aplicación de la Ley 26/1985.

Si en el período que haya de tomarse para el cálculo de la base reguladora
aparecieran meses durante los cuales no existiera obligación de cotizar,
las lagunas se cotización se integrarán, a los exclusivos efectos de dicho
cálculo, con la base mínima de cotización, vigente en cada momento en el
Régimen General, para los trabajadores mayores de 18 años.
8. ABONO
Las pensiones se abonan mensualmente con dos pagas extraordinarias, salvo en
los casos de accidente de trabajo y enfermedad profesional, en que dichas pagas
están prorrateadas dentro de las mensualidades ordinarias.
NOTA: Las pensiones de invalidez tienen garantizadas unas cuantías mensuales
mínimas en los grados siguientes:
Invalidez Permanente Total con 65 años cumplidos.
 Invalidez Permanente Absoluta.
 Gran Invalidez.
Parcial con 65 años cumplidos, causada al amparo del antiguo Reglamento
de Accidentes de Trabajo, aprobado por Decreto de 22-6-56.


9. EQUIPOS DE VALORACIÓN DE INCAPACIDADES
Ha entrado en funcionamiento el nuevo procedimiento de gestión de las
prestaciones de invalidez permanente de la seguridad social. Las competencias
que, en esta materia, estaban atribuidas a diversos organismos, se han unificado
en el Instituto Nacional de la Seguridad Social. La evaluación de las
incapacidades, y su calificación a efectos de las correspondientes prestaciones,
son llevadas a cabo, en este nuevo procedimiento, por los equipos de evaluación
de incapacidades (E.V.I.), constituido en las diferentes Direcciones Provinciales
del I.N.S.S.
a. Iniciación del procedimiento.
El procedimiento puede iniciarse cuando un trabajador, después de haber
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estado sometido a tratamiento médico (generalmente supone una situación
de incapacidad temporal), presente lesiones graves, previsible mente
definitivas, que disminuyan o anulen su capacidad laboral.
El procedimiento se iniciará:
o A petición del interesado
o De oficio: por iniciativa del I.N.S.S., como consecuencia de la
inspección de trabajo y seguridad social o del servicio de salud
competente.
o A petición de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades
profesionales de la Seguridad Social, de las Mutualidades de
Seguridad Social o de las Empresas Colaboradoras, en los asuntos
que les afecten directamente.
b. Actuación de los E.V.I.
Una vez que el servicio de salud correspondiente haya puesto a disposición
del I.N.S.S. el historial clínico del interesado, los E.V.I.:
o Examinarán su capacidad
o Formularán y elevarán al director del I.N.S.S. un dictamen
propuesta (acompañado de un informe médico, un informe de
antecedentes profesionales y los informes de alta y cotización ).
El dictamen propuesta deberá:
Indicar el grado de invalidez permanente.
o Determinar el plazo a partir del que se pueda instar la revisión de la
invalidez permanente.
o Determinar la procedencia o no la revisión por previsible mejoría en
un plazo igual o inferior a dos años ( requisito imprescindible para
posibilitar la reserva del puesto de trabajo durante dos años desde
la fecha de la resolución por la que se declara la invalidez
permanente, prevista por la normativa laboral).
o Determinar el carácter común o profesional de la causa que
determinó la invalidez permanente ( si le es solicitado).
o
10. GRADOS
c. Incapacidad Permanente Parcial: aquélla que, sin alcanzar el grado de total,
ocasiona al trabajador una disminución no inferior al 33% en el
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rendimiento normal para su profesión habitual, sin impedirle la realización
de las tareas fundamentales de la misma.
d. Incapacidad Permanente Total : la que inhabilita al trabajador para la
realización de todas o de las fundamentales tareas de su profesión
habitual, aunque pueda dedicarse a otra distinta.
e. Incapacidad Permanente Total "Cualificada": se define igual que la
Incapacidad Permanente Total pero por razones de edad, falta de
preparación, circunstancias socio-laborales u otras similares, se presume
la dificultad de obtener un empleo distinto al habitual.
f. Incapacidad Permanente Absoluta: la que inhabilita por completo al
trabajador para toda profesión u oficio.
g. Gran Invalidez: la situación del trabajador afectado de Incapacidad
Permanente Absoluta a consecuencia de pérdidas anatómicas o funcionales,
necesita la asistencia de otra persona para realizar los actos más
esenciales de la vida, tales como vestirse, desplazarse, comer y análogos.
11. REVISIÓN
El grado de invalidez reconocido puede revisarse por las siguiente causas:
Agravación.
 Mejoría.
Error de diagnóstico.


a. Iniciación.
o De Oficio: por las Entidades Gestoras o por comunicación de la
Inspección de Trabajo.
o A instancia de parte: por el trabajador, la Mutua Patronal o el
empresario responsable de la prestación.
b. Plazo.
o De oficio: en cualquier momento, en tanto que el beneficiario no
haya cumplido la edad mínima establecida para la pensión de
jubilación.
o A instancia de parte: la primera revisión, a partir de los dos años de
haber sido declarada la invalidez. Las posteriores, anualmente.
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o
o
No procede revisión a partir de los 65 años y una vez transcurrido
el plazo que señala la resolución.
No será necesario el transcurso de este plazo: si el pensionista está
ejerciendo algún trabajo.
o Si la resolución se funda en un error de diagnóstico.
c. Efectos.
o Confirmación del grado de invalidez.
o Modificación del grado de invalidez y, en consecuencia, de la
prestación.
o Extinción de la invalidez y , en consecuencia, de la pensión.
12. DOCUMENTOS QUE DEBEN ACOMPAÑARSE A LA SOLICITUD DE
INVALIDEZ PERMANENTE
a. Documento Nacional de Identidad.
b. Documentación relativa a la cotización:
o Si el sujeto obligado al ingreso de las cotizaciones es la empresa:
certificado relativo a cotización, cumplimentado por la/s última/s
empresa/s.
o Si es el interesado el obligado al ingreso de las cotizaciones:
justificantes de pago de los últimos meses.
o Si el interesado está en desempleo: certificado expedido por el
INEM.
o Si está casado/a , Libro de familia y , D.N.I. de todos los familiares.
13. LESIONES PERMANENTE NO INVALIDANTES.
NORMAS DE APLICACIÓN

Orden de 5 de abril de 1974, por la que se aprueba el baremo de lesiones,
mutilaciones y deformaciones de carácter definitivo y no invalidante por
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accidentes de trabajo y enfermedades profesionales y las indemnizaciones
correspondientes, modificada por Orden de 11 de mayo de 1988.
 Decreto 2065/1974, de 30 de mayo, por el que se aprobó la Ley General
de la Seguridad Social, (arts. 140 a 142).
CONCEPTO
Toda lesión, mutilación o deformidad:

Causada por accidente de trabajo o enfermedad profesional.
 De carácter definitivo.
 Que no constituya invalidez permanente.
 Que altere o disminuya la integridad física del trabajador.
 Que esté catalogada en el baremo establecido al efecto.
BENEFICIARIOS
Trabajadores en alta o situación asimilada a la de alta, que hayan sufrido la
lesión, mutilación o deformación con motivo de un accidente de trabajo o
enfermedad profesional.
CONTENIDO
La prestación consiste en una indemnización.
Se concede por una sola vez.
 Su cuantía está fijada por baremo.
 Es compatible con el trabajo en la misma empresa.
Es incompatible con las prestaciones de invalidez permanente, salvo que las
lesiones, mutilaciones o deformidades, sean totalmente independientes de
las tomadas en consideración para declarar la invalidez y su grado.
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