consideraciones en torno a la incapacidad permanente

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Consideraciones en torno a la declaración de invalidez
Con las siguientes notas, tan solo pretendo dar unas pinceladas orientatívas para el profano sobre el tema que nos ocupa, al
tiempo que premeditadamente no entro en consideraciones doctrinales ni jurisprudenciales sobre el mismo. Solo busco un
objetivo; acercar a todas aquellas personas afectadas de algún tipo de incapacidad, junto con aquellas que consideren que estas
líneas puedan tener un mínimo interés para ellos, y que se ven abocadas a seguir un procedimiento de invalidez, unos mínimos
conceptos jurídicos que posiblemente tengan que escuchar en muchas ocasiones, desde el momento en que deban iniciar este
tipo de trámites, bien por decisión propia o llevados por los acontecimientos.
Tipos de Invalidez y Derechos que Devengan
En primer lugar y llevado más por la necesidad y urgencia de poner a disposición de todo el mundo estos pequeños conceptos,
antes que por puro conformismo, debemos acotar nuestro campo de actuación y limitarlo a las declaraciones de invalidez
contributivas por enfermedad común, no sin antes adquirir el compromiso de actualizar y ampliar en el menor tiempo posible
estas notas, respecto a enfermedades profesionales y prestaciones no contributivas.
Quizá y antes de analizar la invalidez, debamos prestar atención a una situación que la suele preceder en prácticamente la
totalidad de los casos, como es la incapacidad laboral transitoria o lo que normalmente conocemos como baja laboral.
Esta viene regulada en la Ley General de la Seguridad Social y debemos decir que no existe un concepto definitorio de la misma,
sin embargo esta gira sobre dos conceptos claros: la temporalidad de esta situación y la incapacidad para desempeñar las tareas
laborales habituales.
Para tener derecho a una prestación por este concepto el único requisito que hace falta, junto por supuesto al hecho de estar
dado de alta en la Seguridad Social o en situación asimilada al alta, es el haber cotizado 180 días dentro de los cinco años
inmediatamente anteriores al hecho causante.
El derecho a percibir dicha prestación se extingue según el Art. 131 bis de la L.G.S.S., por alta medica, con o sin declaración de
invalidez permanente y especialmente debemos hacer mención a la extinción del tiempo establecido para dicha situación. Este
tiempo máximo es de 12 meses, prorrogable por otros 6 cuando se presuma que durante este tiempo, puede el trabajador ser
dado de alta medica por curación (Art. 128.1.a. L.G.S.S). Por reforma con entrada en vigor el 1 de enero de 2008, se establece
que pasado este plazo de 12 meses , los encargados de reconocer estas prórrogas expresas son los equipos de valoración de
incapacidades (EVIS) los cuales también podrán acordar el inicio de un expediente de incapacidad permanente o bien emitir el
alta médico correspondiente.
Como novedad en las facultades de los distintos EVIS encontramos la posibilidad de emitir con posterioridad a estos primeros 12
meses el alta médico correspondiente. En este caso, si el trabajador no esta conforme con dicha resolución, puede recurrir ante
la inspección médica o bien reclamar judicialmente. El trabajador debe instar la reclamación en el plazo de 4 días naturales ante
la inspección médica del Servicio Público de Salud. Si esta discrepa de la resolución del INSS, dispone de 7 días naturales para
solicitar la reconsideración especificando sus motivos y fundamentos. La Entidad Gestora tiene otros 7 días naturales para
pronunciarse sobre la discrepancia, notificando su resolución al interesado y a la propia inspección médica, pudiendo en ese
momento reconsiderar el alta o reafirmarse en su decisión, entendiéndose hasta ese momento prorrogada la IT.
Terminados los plazos correspondientes a esta situación o con anterioridad, si así lo considerase necesario bien el trabajador, el
medico que le esta tratando o la mutua laboral, y siempre en el caso de que no se produzca el alta medica por curación, se
procederá a valorar el grado de invalidez lo que lleva a encuadrar al trabajador en uno de los diversos grados de invalidez que
pasamos a continuación a analizar. No se nos puede olvidar que estos equipos de valoración pueden determinar la capacidad
para trabajar del enfermo, lo que nos obligaría a iniciar una serie de reclamaciones administrativas y judiciales, que
analizaremos en otro momento.
Para analizar la invalidez, debemos comenzar por el concepto que de esta da nuestra vigente Ley General de Seguridad Social en
su Art. 134 el cual nos dice "... situación del trabajador, después de haber estado sometido al tratamiento prescrito y de haber
sido dado de alta médicamente, presenta reducciones anatómicas graves, susceptibles de determinación objetiva y
previsiblemente definitivas, que diminuyan o anulen su capacidad laboral. No obstará a tal calificación la posibilidad de
recuperación .... si dicha posibilidad se estima médicamente como incierta o a largo plazo". Por supuesto y tal y como recoge la
propia ley no será necesaria el alta medica en los casos en que concurran secuelas que se consideren definitivas
Para tener derecho a las prestaciones por este concepto es necesario estar dado de alta en el Régimen de la Seguridad Social o
encontrarse en situación asimilada al alta. Igualmente se requieren unos requisitos de cotización mínima, distintos de acuerdo
con la edad del causante:
- Si el sujeto tiene menos de 31 años de edad, la tercera parte del tiempo transcurrido entre la fecha en que cumplió
los dieciséis años y la del hecho causante de la pensión
- Si el causante tiene cumplidos 31 años, un cuarto del tiempo transcurrido entre la fecha en que se haya cumplido 26
años y el día en que se hubiera producido el hecho causante, con un mínimo, en todo caso de 5 años. En este caso al
menos la quinta parte deberá estar comprendida dentro de los diez años anteriores al hecho causante. En los
supuestos en que de acceda a la pensión de incapacidad permanente desde una situación de alta o asimilada al alta,
sin obligación de cotizar, el periodo de los diez años, dentro de los cuales debe estar comprendido, al menos, la
quinta parte del periodo de cotización exigible, se computará hacia atras, desde la fecha en que cesó la obligación de
cotizar.
- Si hablamos de invalidez parcial para la profesión habitual, el periodo mínimo exigido será de 1800 días de
cotización en los diez años inmediatamente anteriores a la fecha en que e haya extinguido la incapacidad laboral
transitoria, de la que se derive la invalidez permanente
Dicho esto y para no hacer de estos apuntes un tratado inacabable sobre incapacidades, creo que llega el momento de describir
de una forma esquemática, los tipos de invalidez que recoge nuestro ordenamiento, junto con las prestaciones a las que dan
derecho cada una de ellas.
- Incapacidad permanente parcial para la profesión habitual: Es aquella que no impide realizar las tareas
fundamentales de una profesión, por lo que no llega a total, pero si ocasiona una disminución superior al 33% para
realizar tareas normales de la profesión. La prestación que se percibe de acuerdo con el Art. 139.1 L.G.S.S consiste
en la entrega de una sola vez de una cantidad equivalente a 24 mensualidades de la base reguladora.
- Incapacidad permanente total para la profesión habitual: Inhabilita al trabajador por completo para realizar
las tareas fundamentales de su profesión, con independencia de que pueda dedicarse a otra distinta. La L.G.S.S
establece para los casos en que el beneficiario de la pensión es menor de 60 años, que esta pueda sustituirse de
forma excepcional por una indemnización a tanto alzado. Esta pensión se corresponde con el 55% de la base
reguladora calculada de acuerdo con el procedimiento seguidamente descrito.
- Incapacidad permanente total cualificada: Es una incapacidad como lo anterior, pero en la que concurren
circunstancias, bien sociales, laborales de edad etc..., que hacen pensar en la dificultad de encontrar un nuevo trabajo
en cualquier otra actividad. Esta da derecho a un incremento del 20% de la base reguladora de la pensión por
incapacidad permanente total. Ni que decir tiene que si se encuentra un nuevo trabajo este incremento se pierde, al
dejar de concurrir las causas que dan lugar a este
- Incapacidad permanente absoluta para todo trabajo: Inhabilita al trabajador para toda profesión u oficio. Esta
da lugar a una pensión vitalicia igual al 100% de la base reguladora, de acuerdo con el procedimiento de calculo
previsto.
- Gran Invalidez: La gran invalidez más que un grado de esta, es el resultado de sumarle una serie de factores
extralaborales, como el hecho de que el afectado haya perdido parte de su autonomía vital y debe valerse de otra
persona para poder realizar los actos más esenciales de la vida: aseo, desplazamiento etc... En este caso la pensión
vitalicia correspondiente a la incapacidad permanente absoluta se incrementa en un 50% destinado a retribuir a la
persona que atiende al invalido.
- Calculo de la base reguladora: El primer paso será calcular la base reguladora para lo cual se tendrán en cuenta
las cotizaciones realizadas durante los últimos 96 meses. Las bases de los últimos 24 meses se calculará a su valor
nominal y a las restantes se actualizarán de acuerdo con la evolución del IPC. Al importe de esta base reguladora se
le aplicará la tabla siguiente en función de los años de cotización, considerando a estos efectos como cotizados los
años que resten para la jubilación. A este último resultado obtenido se le aplica el grado en función del grado de
incapacidad reconocido
AÑOS DE COTIZACION
15 AÑOS
16 AÑOS
17 AÑOS
18 AÑOS
19 AÑOS
20 AÑOS
21 AÑOS
22 AÑOS
23 AÑOS
24 AÑOS
25 AÑOS
26 AÑOS
27 AÑOS
28 AÑOS
29 AÑOS
30 AÑOS
31 AÑOS
32 AÑOS
33 AÑOS
34 AÑOS
35 AÑOS
PORCENTAJE APLICABLE
50%
53%
56%
59%
62%
65%
68%
71%
74%
77%
80%
82%
84%
86%
88%
90%
92%
94%
96%
98%
100%
Esta forma de calculo solo afecta a las pensiones por incapacidad permanente por enfermedad común, no afectando a
indemnizaciones a tanto alzado por incapacidad permanente parcial, ni a los complementos por gran invalidez.
Tampoco a las prestaciones que se deriven de enfermedad profesional ni accidentes de trabajo. Igualmente solo
afecta a los hechos que procedan de incapacidades temporales posteriores al 1 de enero de 2008
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