San Salvador, a las doce horas del día ocho de diciembre de m

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8-F-92
SALA DE LO CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San
Salvador, a las doce horas del día ocho de diciembre de mil novecientos noventa y dos.
Examinada la demanda y escrito de cumplimiento de prevención, presentados por el doctor
Ernesto Alfonso Buitrago, apoderado general judicial del señor Julio Aristides Ferrufino
Sánchez, esta Sala hace las siguientes consideraciones:
Este Tribunal ha sostenido que el objeto de la acción de amparo radica en la pretensión del
titular consistente en que se le imparta la protección jurisdiccional contra cualquier acto de
autoridad que sea inconstitucional, y que específicamente lesione sus derechos individuales.
Para que se realice el objeto de la acción de amparo, y se dirima la cuestión fundamental
planteada, es imprescindible que el asunto planteado por el quejoso sea propio del marco
constitucional; pues de lo contrario, se estaría frente a la imposibilidad jurídica que el
órgano jurisdiccional encargado del control constitucional estudie y decida el caso alegado.
El actor fundamenta su petición en que el Juez Segundo de lo Civil de esta ciudad y
Cámara Primera de lo Civil de la Primera Sección del Centro, rechazaron el recurso de
apelación de la sentencia definitiva en el juicio Ordinario Declarativo para el pago de
cánones adeudados, cuya denegativa fue fundada en que el contrato de arrendamiento
suscrito entre la señora Leticia Chicas Rivera y su mandante, se pactó la renuncia al
derecho de apelar. Y por otra parte alega que en el contrato mencionado se renunció al
derecho de apelar de toda providencia judicial no de la sentencia definitiva, por lo que
dicha denegativa es violatoria del art. 11 de la Constitución que consagra el derecho de
audiencia.
Con respecto al pacto que se estableció en el contrato mencionado, cabe señalar que nuestro
Código Civil en su artículo 12 establece que se puede renunciar a los derechos conferidos
por las leyes, con tal que sólo miren al interés individual del renunciante, y que no está
prohibida su renuncia; y a su vez, el numeral segundo del art. 986 del Código de
Procedimientos Civiles establece: " La ley niega la apelación cuando entre las partes hubo
pacto de no apelar." Y en el caso que nos ocupa, el quejoso, en el contrato de
arrendamiento ya relacionado, renunció al derecho de apelar, por lo que es manifiesto que
existe una inconformidad con la resolución judicial dictada por las autoridades
demandadas.
Por otra parte, se ha considerado doctrinariamente que "providencia" es una decisión
judicial cuyo contenido varía en el criterio de diversos autores; así por ejemplo unos opinan
que providencia es " cualquier resolución judicial exceptuada la sentencia".
Contrariamente, otros autores son de la opinión que providencia es toda decisión judicial ya
sea mera interlocutoria, sentencia interlocutoria y definitiva", y es precisamente este criterio
el que sigue nuestro ordenamiento jurídico al establecer en la Sección Primera del Capítulo
Quinto del Código de Procedimientos Civiles lo relativo a las Providencias Judiciales en
cuyo concepto quedan incluidos los autos de sustanciación, sentencias interlocutorias y
sentencias definitivas.
Es del caso concluir, que los argumentos expuestos por el impetrarte, evidencian que el
asunto planteado constituye un asunto de mera legalidad; sin embargo, cuando las
providencias que se alegan como violatorias de los derechos constitucionales, se supone
han sido dictadas en cumplimiento a una disposición contraria a la Constitución, es otro
medio empleado para impugnarlas, esto es el amparo contra ley.
Por las razones antes apuntadas, y con base en el Art. 13 de la Ley de Procedimientos
Constitucionales, esta Sala resuelve: Declarase improcedente la demanda presentada por el
doctor Ernesto Alfonso Buitrago, como apoderado general judicial del señor Julio Arístides
Ferrufino Sánchez.
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