VOCALES Y CONSONANTES Todas las lenguas del mundo

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VOCALES Y CONSONANTES
Todas las lenguas del mundo cuentan con dos tipos de sonidos: los vocálicos y los
consonánticos. El conjunto de vocales conforman lo que hemos dado en llamar
vocalismo (del lat. vōcālis: vocal), y el de consonantes, el consonantismo (del lat.
consŏnans: consonante).
Las vocales y las consonantes se distinguen por su funcionamiento, por su
articulación, y menos por su acústica. La diferencia fundamental entre unas y otras
radica en el papel que desempeñan en la conformación de la sílaba. Por ejemplo, en la
palabra prenda cuatro consonantes y dos vocales, las cuales forman dos sílabas:
pren-da. La vocal es la cima de la sílaba, es una sonante; la consonante, por su
parte, acompaña a la vocal; es consonante.
La diferencia articulatoria entre vocales y consonantes consiste en la diferente tensión
del aparato de la pronunciación, así como en la presencia o ausencia de foco de
formación.
Durante la pronunciación de las vocales el canal de la pronunciación está abierto y la
tensión está distribuida por todo el aparato, el chorro de aire no encuentra obstáculos,
y al tono se le unen tonos resonantes y ruidos débiles.
Durante la pronunciación de las consonantes la tensión está focalizada en el sitio en
que se forma el obstáculo; el chorro de aire trata de superar el obstáculo en el foco de
formación de la consonante, haciéndolo estallar o pasando por una ranura. Son estos
ruidos los que caracterizan a las consonantes.
La existencia en las lenguas de vocales y consonantes, diferentes por su articulación,
hace necesaria una clasificación separada de estos sonidos.
Clasificación de las vocales
Todas las vocales son sonoras (la voz predomina por sobre el ruido) y fricativas. Por
ello, su clasificación se hará a partir de los siguientes criterios: serie, elevación de la
lengua, trabajo de los labios, así como nasalización, tensión y longitud.
La serie es la parte de la lengua que se eleva durante la formación de una vocal dada;
existen tres series y, consecuentemente, tres tipos de sonidos: delanteros, medios y
traseros. En español, por ejemplo, la [i] y la [e] son delanteras, mientras que la [a] es
media, y la [o] y la [u] son traseras.
La elevación es el grado de elevación de la lengua durante la formación de una vocal;
generalmente, se distinguen tres elevaciones: alta, media y baja. Las vocales con
elevación superior se denominan estrechas o cerradas; la de elevación media,
medianas, y las de elevación baja, anchas o abiertas.
Según la posición de los labios, las vocales se dividen en labializadas y no
labializadas.
La clasificación de las vocales españolas, determinadas por estos tres primeros
parámetros, puede verse en la siguiente tabla:
Serie ¼
Elevación ¾
Alta
Media
Baja
Posición de los
labios
Delantera
Media
i
e
No labializadas
Trasera
u
o
a
No labializada
Labializadas
Las vocales labializadas son generalmente traseras, por lo que la existencia de este
tipo de vocales, pero delanteras, constituye una particularidad de una lengua
determinada, como el francés, donde el sonido –ø–, en la frase Il pleut [il-pløt], es
realmente el sonido –e–, ya que durante su pronunciación los órganos del habla se
colocan como si fuesen a articular la [e], pero los labios se redondean.
En el español no existen vocales nasales, pero sí en francés y en polaco. Su
articulación se produce al elevarse el velo del paladar y descender el dorso de la
lengua, de tal manera que el chorro de aire pasa simultáneamente, y en igual medida,
a las cavidades bucal y nasal.
En relación con el criterio de longitud, podemos decir que los sonidos vocálicos largos
y cortos existen en muchas lenguas, donde conforman un sistema de oposiciones
pares. En finés, por ejemplo, la palabra vapa significa “varilla”, mientras que vapaa
quiere decir “libre”.
Clasificación de las consonantes
Los sonidos consonánticos, como ya dijimos anteriormente, se diferencian de los
vocálicos por la correlación entre voz y sonido. Las consonantes constan
fundamentalmente de ruido, aunque en su pronunciación puede participar también la
voz, o sea, un tono de determinada altura. Esta diferencia física de las consonantes
respecto de las vocales se debe a diferencias de carácter fisiológico entre ambos
grupos de sonidos:
•
mientras que en las consonantes el chorro de aire que pugna por salir debe
superar uno u otro obstáculo (puede decirse que no tienen paso libre), los sonidos
vocálicos disponen de una libertad relativa para el paso del aire proveniente de la
laringe;
•
durante la articulación de las consonantes el aparato fonatorio no está
parejamente tenso; la tensión se produce solamente en algunos de sus puntos,
precisamente en aquellos donde se forma la obstrucción para el paso del aire,
mientras que, al formarse las vocales, dicho aparato tiene el mismo grado de tensión,
y
•
el chorro de aire que se produce durante la articulación de las consonantes es
fuerte, mientras que en las vocales es débil.
Ahora bien, ¿bajo qué criterios se clasifican las consonantes en la Lingüística actual?
Actualmente se utilizan los siguientes:
•
el punto de articulación del sonido, determinado por el órgano activo (labios o
lengua) que participa en la formación del obstáculo;
•
el modo de articulación del sonido, o sea, el trabajo que realiza el órgano
activo que forma el obstáculo;
•
la correlación entre voz y ruido en la consonante, lo que depende del grado
de participación de las cuerdas vocales en su articulación.
Según el punto de articulación, las consonantes se dividen en labiales, delanteras,
medias, velares, uvulares, faringales y laringales.
¾ Las consonantes labiales
En su articulación el obstáculo lo forman el labio inferior al acercarse al superior [b, p,
m] o a los dientes superiores [v, f]. Estos sonidos se denominan, respectivamente,
bilabiales y labio-dentales.
¾ Las consonantes delanteras
Durante su articulación la lengua forma un obstáculo para el chorro de aire, al
acercarse su parte delantera o su ápice a los dientes, los dientes y alvéolos, o a los
alvéolos. La parte delantera de la lengua, especialmente su ápice, es sumamente
móvil, por lo que puede asumir diversas posiciones, cambiar su forma, así como el
área de los sectores que entran en contacto con los dientes y los alvéolos. Esta
propiedad hace posible la subdivisión de las delanteras en dentales ([t], [d] en
español); apicales ([t], [d] en inglés); interdentales ([z] en español y [θ] en inglés);
alveolares ([s], [n] ,[r], [rr]) y cacuminales ([p] en ruso).
¾ Las consonantes medias
Durante su articulación la parte media del dorso de la lengua se eleva hacia el paladar
duro, formando allí el obstáculo; por ello son llamadas a veces palatales o linguopalatales. Ejemplos de estos sonidos pueden servir la [y], la [ñ], la [ll] en español y la
[й] en ruso.
¾ Las consonantes velares
En su articulación la parte trasera del dorso de la lengua se acerca al velo del paladar,
por lo que son llamadas velares. A estos sonidos pertenecen la [k], la [g] y la [j].
¾ Las consonantes uvulares
Durante su articulación el velo del paladar y la úvula se acerca a la parte trasera del
dorso de la lengua. Ejemplos de estos sonidos no existen en español, pero en alemán
tenemos el sonido llamado ach-Laut (en las palabras ach, Buch, etc.).
¾ Las consonantes faringales
Durante su articulación el obstáculo aparece en la glotis o faringe cuando esta se
estrecha debido al retroceso de la base de la lengua y la reducción de los músculos de
las paredes faríngeas. Estos sonidos no son tan raros como parecen; pueden
encontrarse, por ejemplo, en el árabe y en el alemán (Held – héroe, haben – tener,
etc.).
¾ Las consonantes laringales
Son muy parecidos a los faringales. Se forman en la laringe con las cuerdas vocales y
constituyen un ruido que surge al pasar el aire a través de una ranura vocal. Estos
sonidos no suelen distinguirse de los faringales y frecuentemente se estudian juntos
bajo la denominación común de laringales.
Pero la clasificación de las consonantes por su punto de articulación generalmente va
acompañada de su clasificación por el modo de articulación, basada en el la posición
que ocupan los órganos activos del habla al crear la obstrucción al paso del chorro de
aire.
Según el modo de articulación, los sonidos consonánticos se dividen en oclusivos,
fricativos, africados y sonantes (estos últimos se dividen, a su vez, en nasales,
laterales y vibrantes)..
™ Las consonantes oclusivas
Estas aparecen cuando los órganos del habla se unen, cerrándole el paso al chorro de
aire. La articulación de estos sonidos se compone de tres momentos que transcurren
con suma rapidez: la oclusión (la implosión), el sostenido y la explosión. Ejemplos
de estos sonidos son [d], [t], [b], [p], [k] y [g]. Al momento de la explosión el chorro de
aire rebasa el punto donde se formó el obstáculo.
™ Las consonantes fricativas
Durante su articulación los órganos del habla no se cierran, sino que solamente se
acercan dejando una estrecha ranura, por donde pasa el chorro de aire produciendo
una fricción; como consecuencia se deja sentir un ruido (acompañado o no de voz)
que percibimos como consonántico. Ejemplos: [j], [v], [f].
™ Las consonantes africadas
Su articulación consta de una oclusión que no resulta en explosión, sino en una ranura
muchas veces imperceptible tanto para el hablante como para el oyente. En otras
palabras, la articulación de estos sonidos combina los elementos iniciales de la
articulación de los oclusivos con los de los fricativos. De hecho, son sonidos complejos
por su estructura articulatoria. Ejemplos de estos sonidos son la [ch] en español y la [ц]
en ruso.
™ Las sonantes
Durante su articulación algunos órganos del habla forman una oclusión, mientras que
otros dejan abierto un paso para el aire. Parte del aire que atraviesa la cavidad bucal
rompe el obstáculo, y la otra se mueve libremente por este paso. Si el paso se abre en
la cavidad nasal, tenemos las consonantes [m] y [n], llamadas por ello nasales; si este
se abre por los costados de la lengua, obtenemos la consonante [l], denominada
lateral; por último, si el paso se alterna con la oclusión, se forma el sonido [r], que es
vibrante.
Estas consonantes se denominan sonantes porque “suenan” más que las restantes, y
por la correlación entre voz y ruido se acercan a las vocales como una especie de
“transición” entre unas y otras.
Finalmente, de acuerdo con el criterio de correlación entre voz y ruido, o sea, de
participación de las cuerdas vocales en su formación, todas las consonantes se
dividen en sonoras y sordas.
Resumamos lo antes dicho en una tabla a fin de que quede clara en forma gráfica esta
clasificación.
Clasificación de las consonantes por su punto de articulación, modo de
articulación y correlación entre voz y ruido
Punto de
Bilabiale Labioden Interdent Dentales Alveolar Palatale Velares
articulación
s
tales
ales
es
s
¼
Modo de
articulación ¾
Correlación¼ So Sor Son Sor So Sor So Sor So Sor So Sor So
n. d.
.
d.
n. d.
n. d.
n. d.
n. d.
n. Sor
d.
Oclusivas
b
p
d
t
g
k
Fricativas
v
f
z
s
y
j
Africadas
ch
Nasales
m
n
ñ
Laterales
l
ll
Vibrantes
r
rr
Debemos hacer la salvedad que esta clasificación no es, ni mucho menos, la única
existente, pero trata de ofrecer un ejemplo, en rasgos generales, de las
particularidades fónicas de las consonantes, existentes en el español y otras lenguas
del mundo, según los criterios de punto y modo de articulación de los sonidos, así
como de correlación entre voz y ruido.
Referencia
MENDOZA, F., Guía estratégica de la asignatura “Introducción a la Lingüística I”,
Primera reimpresión, México, Ediciones Acatlán, 2006, 81-86 pp., ISBN: 970-32-29808.
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