Luis Claro Solar - Academia de Derecho Civil y Romano (ADECIR)

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Luis Claro Solar
(Fuente: Revista del Abogado 5, 1995, p. 44)
Don Luis Claro Solar nació en Santiago en 1857, el mismo año que entró en vigencia nuestro
Código Civil y falleció en esta ciudad el 19 de julio de 1945, tras 88 años de una vida intensa,
plena de realizaciones, merced a una laboriosidad incesante.
Hizo sus primeros estudios en el Instituto Nacional, al cual ingresó en 1870, bajo el rectorado
de don Diego Barros Arana. Luego, en 1876 pasó a estudiar Derecho en la Universidad de
Chile, recibiendo su título de abogado en 1880.
Desde sus primeros años Claro Solar descolló como uno de los más aventajados entre sus
condiscípulos, tanto por talento como por su perseverante dedicación al estudio, lo que le
permitió adquirir vastos conocimientos. Sus brillantes condiciones intelectuales y su
laboriosidad pronto le labraron una expectable situación en el foro y le abrieron las puertas de
la Administración Pública, en la que desempeñó puestos de importancia.
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Muy joven, sirvió el cargo de Subsecretario del Ministerio del Interior -llamado antes Oficial
Mayor- durante todo el gobierno del Presidente Balmaceda, el que resignó cuando el
mandatario, apartándose de la Constitución, prorrogó la vigencia de la ley de presupuesto en
enero de 1891.
Alejado de las funciones de gobierno, retirado de la vida política contingente, se volcó de lleno
al ejercicio libre de la abogacía ya la docencia universitaria. En ambas actividades tuvo un
desempeño sobresaliente y exitoso, no exento de sacrificios.
En estrados judiciales defendió e interpretó la ley con versación y sagacidad notable en pleitos
y alegatos memorables. Al mismo tiempo enseñó Derecho Civil, desempeñando la cátedra en
la Universidad de Bello con sapiencia. Durante quince años, desde 1897 a 1912, a través de
clases magistrales, difundió el saber a generaciones de futuros abogados.
Dando testimonio ejemplar de que la vida no ha sido dada para comodidades e innecesarios
descansos, sino que para el trabajo tesonero y fecundo, dedicó largos años de su existencia al
estudio del Derecho. Con pasión lo estudió desde sus orígenes; en profundidad analizó la
legislación chilena y la comparada, sus concordancias y características, y las doctrinas y obras
de los más destacados tratadistas, revisando con acuciosidad la jurisprudencia. Fruto de este
esfuerzo fue su monumental obra "Explicaciones de Derecho Civil Chileno y Comparado",
ciertamente el más importante tratado jurídico chileno, verdadero clásico en la especialidad,
compuesto por quince volúmenes, que pudieron ser más, ya que en su redacción final 10
sorprendió la muerte. Hombre de ideas liberales y preocupado de la cosa pública, en 1912
volvió a la vida política al ser elegido senador por Aconcagua. Integró el Senado por dos
períodos, hasta 1924, y lo presidió ininterrumpidamente desde 1920 hasta el término de sus
funciones legislativas. Reelecto por un tercer período, no continuó en el cargo al ser disuelto el
Congreso en septiembre de 1924 por la Junta Militar encabezada por el General don Luis
Altamirano.
La labor parlamentaria de Claro Solar fue amplia y brillante, plasmándose en numerosas leyes o
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iniciativas legales del más variado orden, como consta en los Boletines de Sesiones de la Alta
Corporación. En el Senado su palabra era escuchada con respeto. Con elocuencia y una férrea
lógica exponía sus ideas, las que defendía inclaudicablemente.
En 1918, dentro del sistema parlamentario imperante, al cambiar la composición política del
Congreso por una mayoría adversa a la coalición de partidos que había llevado a la presidencia
a don Juan Luis Sanfuentes, fue llamado al Ministerio de Hacienda. Fue una designación
acertada, pues se necesitaba un político experto, versado en finanzas, para afrontar la delicada
situación económica del país, perturbada por los efectos de la guerra europea que acababa de
terminar. En especial era urgente hacer frente al impacto sufrido por Chile a raíz de la crisis de
la industria salitrera, al dejar de ser el nitrato nacional un monopolio chileno por el descubrimiento del sintético. Era insoslayable, entonces, reemplazar la fuente de recursos para el
gasto público y adoptar inmediatas y eficaces medidas para estabilizar la moneda y nadie era
más adecuado para tales fines que el ministro elegido, que a una clara inteligencia unía el
conocimiento de los asuntos vinculados al salitre ya que había sido abogado de las más
importantes empresas del ramo.
Con las dificultades propias de un parlamentarismo sin fuero ni control, Claro Solar emprendió
con bríos su tarea ministerial. Especialmente se ocupó de estructurar un régimen tributario
justo y operante, y se empeñó en poner orden, disciplina y corrección en las finanzas públicas.
Para ordenar la política monetaria ideó y redactó un proyecto de ley para la creación de un
Banco Central ("Banco Privilegiado", lo llamó) el que tenía las características fundamentales del
que posteriormente establecería en 1925 la Misión Kemmerer.
Continuando con una tradición familiar y demostrando una vez más su noble afán de servicio a
la comunidad, Claro Solar, sin perjuicio de sus numerosas actividades, prestó señalados
servicios al Cuerpo de Bomberos, alcanzando en la institución el grado máximo de
Superintendente.
La enseñanza gratuita y obligatoria fue otra de sus aspiraciones, para así lograr una vida más
plena y digna para los más necesitados.
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Al conmemorarse el 50 aniversario de su muerte es conveniente recordar a este sabio y
respetable hombre de Derecho, que fuera un eminente servidor del país y un ejemplar
ciudadano.
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