EFECTOS DERIVADOS DE LA APORTACIÓN DE LOS RESTOS DE PODA EN LAS PROPIEDADES DEL SUELO Y ESTADO NUTRICIONAL DEL ARBOLADO EN UNA PARCELA DE CÍTRICOS. Aguilar, JA2, Albiach, MR1, Soriano, MD2, Estela, M1, Tarazona, F1, Pomares, F1 1 IVIA. Centro para el Desarrollo de la Agricultura Sostenible, Ctra. Moncada-Náquera km 4,5, Moncada (Valencia); e-mail: [email protected], tel. 963424097, fax 963424001. 2 Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural. Universidad Politécnica de Valencia. RESUMEN Se ha realizado un estudio experimental durante 9 años (2002-2011) en una parcela de cítricos mandarinos Clemenules, dotada con riego por goteo, localizada en la finca experimental del IVIA, en Moncada (Valencia), con la finalidad de evaluar los efectos generados por la aportacíon de los restos de poda en las propiedades químicas y biológicas del suelo, y en el estado nutricional del arbolado. De los resultados obtenidos se ha constatado que la aportación al suelo de los restos de poda de cítricos después de su trituración con una trituradora mecánica, como acolchado o cubierta, ha generado una mejora en algunas características del suelo, siendo destacables los aumentos registrados en el contenido de materia orgánica, actividad biológica (carbono de la biomasa microbiana), fósforo, potasio y magnesio asimilables, y potasio soluble. En cambio, no se ha encontrado ninguna modificación significativa en los niveles de nutrientes en las hojas de los cítricos. Por otra parte, se han obtenido unas diferencias bastantes considerables entre los valores de los parámetros edáficos según el punto de muestreo (en el bulbo húmedo de los goteros versus las calles de la parcela), registrándose diferencias significativas en las propiedades: pH, materia orgánica, nitrógeno orgánico, relación C/N, fósforo y potasio asimilables, calcio, potasio y sodio solubles, micronutrientes (hierro, cobre, manganeso y cinc) asimilables y aniones solubles. INTRODUCCIÓN La poda de los cítricos es una técnica de cultivo que se realiza anualmente o bienalmente y genera una gran cantidad de biomasa vegetal en las zonas citrícolas. La práctica tradicional que se seguía con estos residuos era retirarlos de los huertos y, posteriormente, utilizarlos bien para la alimentación del ganado o como fuente energética. Pero, en las últimas décadas, el desarrollo de la ganadería intensiva y la aparición de los combustibles de energías no renovables, propiciaron la práctica generalizada de la quema de los restos de poda, bien en el interior de las parcelas o en sus proximidades como forma usual de eliminación. Ahora bien, la quema de esta biomasa vegetal constituye, además de una pérdida de recursos (carbono, nitrógeno, fósforo y azufre principalmente), una fuente considerable de emisión de CO2 (gas de efecto invernadero), así como un factor de riesgo de incendios forestales, entre otros. Por ello, en los últimos años se ha difundido, con relativa rapidez la técnica de la trituración de los restos de poda de cítricos mediante equipos mecánicos adecuados (Ortí, 2002; García y Boné, 2010), y su aprovechamiento in situ mediante incorporación al suelo o como cubierta protectora del mismo. La aportación de los restos de poda al suelo en cualquiera de las referidas modalidades representa una fuente ingente de materia orgánica con los subsiguientes beneficios en las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, determinantes de la fertilidad y calidad del suelo (Kumar y Goh, 2000; Ferrer et al., 2006). Asimismo, el uso como cubierta de los residuos de poda de cítricos es eficaz para reducir las pérdidas de agua por evaporación y disminuir las oscilaciones térmicas del suelo (Lorca et al., 2004). Por otra parte, el aprovechamiento de los restos de poda de los cultivos está considerado como una técnica básica en la producción ecológica ya que incide directamente en un objetivo relevante como es la minimización de las salidas o pérdidas de nutrientes y energía del agrosistema. De ahí que esta técnica de cultivo, debido a los numerosos e importantes efectos positivos, tanto agronómicos como ambientales que genera, debe estar incluida en los códigos de buenas prácticas agrícolas en los sistemas de agricultura sostenible, con la particularidad de que es una técnica de obligado cumplimiento tanto en las fincas ecológicas como en aquellas que pretendan acogerse a las subvenciones asignadas a los métodos de producción agraria compatibles con la protección del medio ambiente. El objetivo de este estudio fue evaluar los efectos a largo plazo de la aportación una cubierta de restos de poda triturados en las propiedades químicas y biológicas de suelo, así como en el estado nutricional del arbolado. MATERIAL Y MÉTODOS El ensayo se inició en septiembre de 2002 en una parcela de árboles adultos de la finca experimental del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, localizada en el término municipal de Moncada (Valencia). La referida parcela se cultivó con mandarinos de la variedad Clemenules, con un marco de plantación de 5,5 x 4,5 m, y el suelo se mantuvo sin laboreo. El riego se realizó mediante un sistema localizado (por goteo). La poda se realizó anualmente después de la recolección de la cosecha, normalmente en el periodo de marzo-abril. La aportación de los restos de poda se realizó durante el periodo de 2002-2010. Una vez realizada la poda manualmente, los restos se dejaron secar en las calles de la parcela, y posteriormente se trituraron mediante una trituradora mecánica. La cantidad de biomasa aplicada fue de 2508 kg de materia seca/ha/año. El diseño del ensayo constó de dos tratamientos: T1, aportación de restos de poda; y T2, testigo. Se utilizaron subparcelas de 10 árboles y 4 repeticiones de cada tratamiento. Asimismo se establecieron filas de árboles guarda entre las filas de árboles de tratamiento. El muestreo del suelo se efectuó con barrena cilíndrica 8 cm de diámetro entre el 01/04/2011 y el 05/04/2011. Y las muestras se tomaron en dos zonas diferenciadas: bulbos húmedos y centro de la calles. En cada una de las localizaciones de las respectivas parcelas elementales se obtuvieron muestras de suelo compuestas de 20 submuestras, a las profundidades de 0-15 y 16-30 cm de profundidad, respectivamente. Adicionalmente en octubre de 2010, se realizó un muestreo foliar en cada una de las parcelas elementales del ensayo, a base de 50 hojas/parcela, situadas en brotes de primavera sin frutos, seleccionando la 3ª o 4ª hoja a partir del ápice. Una vez recolectadas las hojas, se sometieron a un lavado con un detergente no iónico. Se secaron en estufa a 65ºC durante dos días. Y a continuación se trituraron y conservaron en botes de plástico para el posterior análisis nutricional. La metodología empleada para el análisis físico-químico y químico del suelo fue la descrita en los Métodos Oficiales de Análisis del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA, 1994). La actividad biológica del suelo fue medida siguiendo los métodos de Vance et al. (1987) para el carbono de la biomasa microbiana, el de Tabatabai y Bremner (1969), modificado por Eivazi y Tabatabi (1977) para la actividad fosfatasa alcalina, y el de Casida et al. (1964) para la actividad deshidrogenasa. Los resultados obtenidos se evaluaron mediante análisis de varianza (ANOVA) multifactorial de los datos obtenidos en los análisis considerando los tratamientos y las zonas como fuentes de variación, mediante la aplicación informática Statgraphics plus 5.0. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Materia orgánica, nitrógeno orgánico y fósforo asimilable Según los datos que se muestran en el Cuadro 1, puede observarse que la aportación de los restos de poda triturados no produjo cambios estadísticamente significativos en ninguno de los parámetros indicados, pero sí se registraron unos pequeños aumentos en las muestras procedentes del tratamiento aportación de restos de poda frente al testigo. Por otro lado, cabe señalar que la evolución de los contenidos de los anteriores parámetros edáficos en función de la profundidad, sigue la tendencia usual de decrecimiento a lo largo del perfil, lo cual puede ser atribuido a la dificultad de acumulación de la materia orgánica en esas profundidades, dado que el suelo se mantuvo mediante no-laboreo. Por otra parte, la influencia de la zona de muestreo sí que produjo diferencias significativas en estas propiedades edáficas, observándose unos contenidos más altos en los bulbos húmedos que en el centro de las calles. Estos aumentos de materia orgánica generados en el bulbo de humedad pueden ser causados por los compuestos orgánicos liberados en la rizosfera por las raices de las plantas (Bowen y Rovira, 1999). Cationes asimilables en el suelo Como se puede observar en el Cuadro 2, los cationes de calcio, magnesio, potasio y sodio asimilables registraron en algunos casos (potasio y magnesio del horizonte superficial) diferencias significativas entre los dos tratamientos comparados (aportación de los restos de poda versus el testigo). Pudiendo observarse una tendencia general de unos contenidos más altos de los cationes asimilables en las muestras correspondientes al tratamiento de aportación de restos de poda. Esto sucedió tanto en el horizonte superficial (015 cm) como en el inferior (16-30 cm). Por otra parte, respecto al efecto de la zona de muestreo sobre el contenido de los cationes asimilables, resulta destacable el aumento del potasio registrado en el centro de las calles respecto al resultante en los bulbos húmedos en el horizonte superficial, así como el mayor contenido de calcio en el centro de las calles respecto a los bulbos húmedos en el horizonte inferior. Cationes solubles en el suelo Al igual que ocurrió con los cationes asimilables, los cationes solubles también registraron diferencias significativas derivadas de la aportación de los restos de poda (Cuadro 3). Pudiendo constatar que las muestras del tratamiento aportación de restos de poda dieron unos valores más altos de potasio, calcio y magnesio que las muestras del testigo, en los dos horizontes muestreados. Y respecto al efecto de la zona de muestreo, se obtuvieron diferencias significativas en el horizonte superficial tanto para el potasio como para el calcio y sodio (Cuadro 3). Pudiendo observar que todos los cationes estudiados (potasio, calcio, magnesio y sodio) presentaron unos valores mayores en el horizonte inferior (16-30 cm) que en el horizonte superficial (0-15 cm), lo que puede ser debido al lavado o lixiviación de estos cationes hacia las capas inferiores por la acción del riego y/o la lluvia. Microelementos asimilables en el suelo En el Cuadro 4 se indican los contenidos de los microelementos (hierro, cobre, manganeso y cinc) asimilables en función de la aportación o no de los restos de poda, y en función de la zona de muestreo. Cabe señalar que la aportación de los restos de poda únicamente afectó de forma significativa al contenido de manganeso en el horizonte superficial. En cambio, la zona de muestreo afectó en mucha mayor medida al nivel de los microelementos asimilables, obteniéndose diferencias significativas en las muestras de los dos horizontes muestreados: en el horizonte superficial (0-15 cm), los contenidos de cobre, hierro y cinc fueron significativamente más altos en las muestras procedentes del centro de las calles, y en el horizonte inferior (16-30 cm), el hierro, manganeso y cinc también registraron aumentos significativos en el centro de las calles respecto a los bulbos húmedos. Aniones solubles en el suelo Los contenidos de los aniones bicarbonatos, cloruros y sulfatos obtenidos en el extracto de saturación se muestran en el Cuadro 5. Cabe destacar que la aportación de los restos de poda no afectó de forma significativa a los niveles de estos parámetros edáficos en ninguno de los dos horizontes muestreados. En cambio, se pudo constatar que los contenidos de bicarbonatos en las muestras tomadas en el centro de las calles fueron significativamente más altos que los encontrados en las muestras obtenidas en los bulbos húmedos, tanto en el horizonte superficial como en el horizonte profundo. Poniéndose de manifiesto unos contenidos de estos iones salinos mucho más altos (particularmente de cloruros y sulfatos) en el horizonte profundo, lo que cabe atribuir a la lixiviación de los mismos provocada por el agua de drenaje generada a partir del riego y/o lluvia. Conductividad eléctrica, pH del suelo y pH del extracto de saturación Los resultados de estos tres parámetros, en función de la aportación de los restos de poda y de la zona de muestreo, se muestran en el Cuadro 6. Puede observarse que la aportación de los restos de poda únicamente afectó de forma significativa a la conductividad eléctrica de las muestras del horizonte inferior (16-30 cm), obteniéndose el valor más alto en el suelo de las subparcelas protegidas con la cubierta de restos de poda . También es reseñable que al igual que se constató con los iones solubles, los valores más altos de conductividad eléctrica se obtuvieron en el horizonte inferior (16-30 cm), lo que es una clara evidencia del movimiento de las sales en profundidad por la acción del agua de drenaje. En cuanto al efecto de la zona de muestreo en los valores de estos parámetros, cabe indicar que en la conductividad eléctrica no tuvo ninguna repercusión significativa en las muestras de ambas profundidades; en cambio, sí que se produjo una diferencia significativa en el pH del suelo en las muestras de la capa superficial (0-15 cm), registrándose un valor de pH más bajo en los bulbos húmedos que en el centro de las calles. Biomasa microbiana, deshidrogenasa y fosfatasa alcalina La aportación de los restos de poda provocó diferencias estadísticamente significativas en el contenido de carbono de la biomasa microbiana (Cuadro 7). Cabe indicar que la cubierta de restos de poda generó un contenido de carbono microbiano un 30% superior al encontrado en las muestras del testigo. Resultados similares de un marcado aumento en el contenido de biomasa microbiana del suelo generado por la aplicación de enmiendas orgánicas han sido publicados por otros autores (Ritz et al., 1997; Powlson, 2000; Bhattacharyya et al., 2001). Este aumento de biomasa microbiana puede ser debido a un aumento del nivel de carbono soluble en el suelo al adicionar los restos de poda (Bhattacharyya et al., 2001), el cual actúa como una fuente de energía fundamental para los microorganismos (Pascual et al., 1996). En cambio, la actividad de la enzima deshidrogenasa en el horizonte 0-15 cm del suelo no resultó afectada de forma significativa ni por la cubierta de los restos de poda ni por la zona de muestreo, y unos resultados similares se obtuvieron con la fosfatasa alcalina. Contenido de nutrientes en el arbolado Los contenidos de los macronutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, sodio, magnesio y azufre) en las hojas de los mandarinos Clemenules en el último año del estudio se indican en Cuadro 8. Se puede observar que el contenido de nitrógeno en las parcelas tratadas con los restos de poda resultó ligeramente más alto que el del testigo, pero la diferencia no resultó estadísticamente significativa. La evaluación de estos contenidos de nitrógeno foliar según los valores estándar para los cítricos (Legaz et al., 1995), indica que los contenidos se encuentran en un nivel bajo para el cultivo de los cítricos (Clementinos), que se estima del 2,21 al 2,40 % sobre materia seca. En cuanto a los restantes macronutrientes tampoco se encontraron diferencias significativas entre los dos tratamientos comparados. Y los contenidos resultantes se mantuvieron en unos niveles normales para los cítricos. Respecto al contenido de micronutrientes (boro, hierro, cobre, manganeso y cinc), cuyos resultados se muestran en el Cuadro 9, se puede observar que los árboles sometidos a la aportación de restos de poda registraron unos valores algo mayores que en los árboles del micronutrientes se alcanzaron testigo, pero en ninguno de los diferencias significativas. Asimismo, cabe indicar que los contenidos de manganeso y cinc resultaron inferiores al rango de valores considerados satisfactorios para el cultivo de los cítricos (Legaz et al., 1995). CONCLUSIONES El efecto de la aportación superficial de los restos de poda triturados sobre las propiedades, químicas y biológicas del suelo ha resultado variable, siendo destacables los aumentos registrados en el contenido de materia orgánica, actividad biológica (carbono de la biomasa microbiana), fósforo, potasio y magnesio asimilables, y potasio soluble. Por otra parte, se ha constatado una influencia tremenda de la zona muestreada del suelo (bulbo húmedo versus centro de las calles) en los valores de los parámetros edáficos, registrándose diferencias significativas en las propiedades: pH, materia orgánica, nitrógeno orgánico, relación C/N, fósforo y potasio asimilables, calcio, potasio y sodio solubles, micronutrientes (hierro, cobre, manganeso y cinc) asimilables y aniones solubles. AGRADECIMIENTOS Al Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) por la financiación del proyecto SUM2006-00028-00-00. Los autores agradecen encarecidamente a Edwin G. Guarín su valiosa colaboración en las determinaciones de la actividad biológica del suelo. REFERENCIAS - Bhattacharyya P, Pal R, Chakraborty A, Chakrabarti K. 2001. Microbial biomass and activity in a laterite soil amended with municipal solid waste compost. Journal of Agronomy and Crop Science 187, 207-211. - Bowen GD, Rovira AD. 1999. The rhizosphere and its management to improve plant growth. Advances in Agronomy, 66, 195-249. - Casida LE, Klein DA, Santoro T. 1964. Soil dehydrogenase activity. Soil Science 98, 371376. - Eivazi F, Tabatabai MA. 1977. Phosphatases in soils. Soil Biology and Biochemistry 9, 167172. - Ferrer E, Pomares F, Canet R, Albiach MªR, Tarazona F. 2006. Estudio sobre la incorporación de los restos de poda de cítricos en diferentes municipios de la provincia de Valencia. Levante Agrícola 1er Trimestre 2006, 1-5. - García FJ, Boné A. 2010. Equipos para el triturado de los restos de poda y de cultivo. Vida Rural (1/Diciembre/2010), 60-64. - Kumar K, Goh KM. 2000. Crop residues and management practices: effects on soil quality, soil nitrogen dyamics, crop quality and nitrogen recovery. Advances in Agronomy, Vol. 68, 1319. - Legaz F, Serna MD, Ferrer P, Cebolla V, Primo-Millo E. 1995. Análisis de hojas, suelo y aguas para el diagnostico nutricional de plantaciones de cítricos. Procedimiento de toma de muestras. Generalitat Valenciana- Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación. - Llorca R, Lidón A, Ortí JM, Bautista I. 2004. Influencia de una cubierta de residuos de poda sobre un suelo cultivado de cítricos. Actas del XXII Congreso Nacional de Riegos. Consejería de Agricultura y Desarrollo Económico, Gobierno de la Rioja. ISBN: 84-8125231-X. - MAPA. 1994. Métodos Oficiales de Análisis. Tomo III (Plantas, productos orgánicos fertilizantes, suelos, aguas, productos fitosanitarios, fertilizantes inorgánicos). Madrid. - MAPA. 2001. Real Decreto 4/2001, de 12 de enero, por el que se establece un régimen de ayudas a la utilización de métodos de producción agraria compatibles con el medio ambiente. - Navarro G. 2000. Química Agrícola. El suelo y los elementos químicos esenciales para la vida vegetal. Ed. Mundi-Prensa. Madrid. España. - Powlson DS, Penny R, Hirsch P, Brookes PC. 2001. The role of soil microorganisms in soil organic matter conservation in the tropics. Nutrient Cycling in Agroecosystems 61, 41–51. - Ritz K, Wheatley RE, Griffiths BS. 1997. Effects of animal manure application and crop plants upon size and activity of soil microbial biomass under organically grown spring barley. Biology and Fertility of Soils 24, 372–377. - Tabatabai MA, Bremner JM. 1969. Use of p-nitrophenyl phosphate for assay of soil phosphatase activity. Soil Biology and Biochemistry 1, 301-307. - Vance ED, Brookes PC, Jenkinson DS. 1987. An extraction method for measuring soil microbial biomass C. Soil Biology and Biochemistry 19, 703-707. Cuadro 1. Contenido de materia orgánica, nitrógeno orgánico, relación carbono/nitrógeno y fósforo asimilable en función del tratamiento y zona de muestreo M orgánica (%) N orgánico (%) Relación C/N Restos de poda Testigo Significación (0-15 cm) 1,53 1,31 N. S. (0-15 cm) 0,09 0,08 N.S. (0-15 cm) 9,60 8,95 N.S. P asimilable (mg/Kg) (0-15 cm) 69,37 59,75 N.S. Restos de poda Testigo Significación (15-30 cm) 0,91 0,78 N. S. (15-30 cm) 0,06 0,05 N.S. (15-30 cm) 9,23 8,83 N.S. (15-30 cm) 34,12 29,87 N.S. M orgánica (%) N orgánico (%) Relación C/N Centro calles Bulbo húmedo Significación (0-15 cm) 1,27a 1,57b P<0,05 (0-15 cm) 0,08a 0,09b P<0,05 (0-15 cm) 8,83a 9,73b P<0,05 P asimilable (mg/Kg) (0-15 cm) 41,50a 87,62b P<0,05 Centro calles Bulbo húmedo Significación (15-30 cm) 0,77 0,91 N. S. (15-30 cm) 0,05a 0,06b P<0,05 (15-30 cm) 8,92 9,14 N.S. (15-30 cm) 20,25a 43,75b P<0,05 Tratamiento Zona de muestreo Los valores seguidos de letras diferentes indican diferencias estadísticamente significativas según el test LSD. Significación estadística (p<0,05) Cuadro 2. Contenido de potasio, calcio, magnesio y sodio asimilables en mg/kg de suelo seco en función del tratamiento y la zona de muestreo Restos de poda Testigo Significación K asimilable (mg/Kg) (0-15 cm) 381a 322b P<0,05 Ca asimilable (mg/Kg) (0-15 cm) 3863 3822 N.S. Mg asimilable (mg/Kg) (0-15 cm) 206 189 P<0,05 Na asimilable (mg/Kg) (0-15 cm) 30,75 33,81 N.S. Restos de poda Testigo Significación (15-30 cm) 303 282 N.S. (15-30 cm) 3876 3589 N.S. (15-30 cm) 351 334 N.S. (15-30 cm) 109,25a 75,90b P<0,05 Centro calles Bulbo húmedo Significación K asimilable (mg/Kg) (0-15 cm) 407a 296b P<0,05 Ca asimilable (mg/Kg) (0-15 cm) 3790 3894 N.S. Mg asimilable (mg/Kg) (0-15 cm) 202 194 N.S. Na asimilable (mg/Kg) (0-15 cm) 28,98 35,65 N.S. Centro calles Bulbo húmedo Significación (15-30 cm) 296 289 N.S. (15-30 cm) 3527a 3938b P< 0,05 (15-30 cm) 360 325 N.S. (15-30 cm) 88,78 96,14 N.S. Tratamiento Zona de muestreo Los valores seguidos de letras diferentes presentan diferencias estadísticamente significativas según el test LSD. Significación estadística (p<0,05) Cuadro 3. Contenido de potasio, calcio, magnesio y sodio en el extracto de saturación en mg/kg de suelo, en función del tratamiento y la zona de muestreo. Restos de poda Testigo Significación (0-15 cm) 16,15a 10,80b P<0,05 Ca soluble (mg/Kg) (0-15 cm) 59,6 52,8 N.S. Restos de poda Testigo Significación (15-30 cm) 13,42 10,72 N.S. (15-30 cm) 116,8 83,0 N.S. (15-30 cm) 33,74 22,97 N.S. (15-30 cm) 108.14 75.693 N.S. Mg soluble (mg/Kg) (0-15 cm) 6,25 7,56 N.S. Na soluble (mg/Kg) (0-15 cm) 11.13a 19.09b P<0,05 (15-30 cm) 31,33 25,38 N.S. (15-30 cm) 88.46 95.38 N.S. Tratamiento K soluble (mg/Kg) Centro calles Bulbo húmedo Significación (0-15 cm) 17,55a 9,40b P<0,05 Ca soluble (mg/Kg) (0-15 cm) 50,0a 62,3b P<0,05 Centro calles Bulbo húmedo Significación (15-30 cm) 12,95 11,15 N.S. (15-30 cm) 105,2 94,6 N.S. Zona de muestreo K soluble (mg/Kg) Mg soluble (mg/kg) (0-15 cm) 7,45 6,36 N.S. Na soluble (mg/Kg) (0-15 cm) 13.82 16.39 N.S. Los valores seguidos de letras diferentes presentas diferencias estadísticamente significativas entre sí según el test LSD. Significación estadística (p<0,05) Cuadro 4, Contenido de microelementos asimilables en mg/kg de suelo seco en función del tratamiento y la zona de muestreo Tratamiento Cu Fe Mn Zn (0-15 cm) (0-15 cm) (0-15 cm) (0-15 cm) Restos de poda 2,07 4,11 18,3a 2,99 Testigo 2,32 3,76 15,7b 3,04 Significación N.S. N.S. P<0,05 N.S. (15-30 cm) (15-30 cm) (15-30 cm) (15-30 cm) Restos de poda 2,42 4,89 19,3 4,17 Testigo 2,59 4,14 19,0 3,1 Significación N.S. N.S N. S. N.S. Cu Fe Mn Zn (0-15 cm) Zona de muestreo (0-15 cm) (0-15 cm) (0-15 cm) Centro calles 2,46a 4,27a 16,6 4,01a Bulbo húmedo 1,93b 3,60b 17,5 2,02b P<0,05 P<0,05 N.S. P<0,05 (15-30 cm) (15-30 cm) (15-30 cm) (15-30 cm) 4,57a Significación Centro calles 2,63 5,21a 20,7a Bulbo húmedo 2,39 3,81b 17,6b 2,7b Significación N.S. P<0,05 P<0,05 P<0,05 Los valores seguidos de letras diferentes presentas diferencias estadísticamente significativas entre sí según el test LSD. Significación estadística (p<0,05) Cuadro 5. Contenido de ión bicarbonato, cloruros y sulfatos en el extracto de saturación en meq/l en función del tratamiento y la zona de estudio. Tratamiento - — Restos de poda Testigo Significación HCO3¯ Soluble (meq/l) (0-15 cm) 2,32 2,2 N.S. Cl soluble (meq/L) (0-15 cm) 0,52 0,58 N.S. SO4 soluble (meq /l) (0-15 cm) 0,36 0,49 N.S. Restos de poda Testigo Significación (15-30 cm) 2,63 2,81 N.S. (15-30 cm) 4,44 2,50 N.S. (15-30 cm) 4,44 2,50 N.S. Centro calles Bulbo húmedo Significación HCO3¯ Soluble (meq/l) (0-15 cm) 2,67a 1,85b P<0,05 Cl soluble (meq/L) (0-15 cm) 0,45 0,66 N.S. SO4 soluble (meq /l) (0-15 cm) 0,37 0,48 N.S. Centro calles Bulbo húmedo Significación (15-30 cm) 3,18a 2,26b P<0,05 (15-30 cm) 3,92 3,02 N.S. (15-30 cm) 3,92 3,02 N.S. Zona de muestreo - — Los valores seguidos de letras diferentes presentan diferencias estadísticamente significativas entre sí según el test LSD. Significación estadística (p<0,05) Cuadro 6. Valores de la conductividad eléctrica del extracto de saturación en dS/m, pH del suelo y pH del extracto de saturación, en función del tratamiento y la zona de muestreo Tratamiento Restos de poda Testigo Significación CE es (dS/m) (0-15 cm) 0,37 0,34 N.S. pH suelo (0-15 cm) 8,24 8,27 N.S. pH es (0-15 cm) 7,97 7,88 N.S. Restos de poda Testigo Significación (15-30 cm) 1,22a 0,81b P<0,05 (15-30 cm) 8,32 8,37 N.S. (15-30 cm) 8,13 8,05 N.S. Centro calles Bulbo húmedo Significación CE es (dS/m) (0-15 cm) 0,33 0,38 N.S. PH suelo (0-15 cm) 8,30 8,25 P<0,05 PH es (0-15 cm) 7,96 7,89 N.S. Centro calles Bulbo húmedo Significación (15-30 cm) 1,04 0,99 N.S. (15-30 cm) 8,35 8,33 N.S. (15-30 cm) 8,06 8,12 N.S. Zona de muestreo Los valores que son seguidos de letras diferentes presentan diferencias estadísticamente significativas entre sí según el test LSD. Significación estadística (p<0,05) Cuadro 7. Contenido de carbono microbiano en μgC/g de suelo seco, deshidrogenasa en μg TPF/g y fosfatasa alcalina en μmol pNP/g en el horizonte superficial, en función del tratamiento y la zona de muestreo Tratamiento Restos de poda Testigo Significación Zona de muestreo Centro calle Bulbo húmedo Significación C biomasa microbiana (0-15 cm) 189a 132b P<0,05 Deshidrogenasa (0-15 cm) 4,72 4,29 N.S. Fosfatasa alcalina (0-15 cm) 0.551 0.396 N.S. C biomasa microbiana (0-15 cm) 151 170 N.S. Deshidrogenasa (0-15 cm) 4,77 4,25 N.S. Fosfatasa alcalina (0-15 cm) 0.415 0.532 N.S. Los valores seguidos de letras diferentes presentan diferencias estadísticamente significativas según el test LSD. Significación estadística (p-valor) al 95% Cuadro 8. Contenido de macroelementos en hojas de mandarino Clemenules expesado en % sobre materia seca en función del tratamiento Tratamiento Restos de poda Testigo Significación Nitrógeno Fósforo Potasio Calcio Magnesio Sodio Azufre 2,34 2,30 N.S. 0.12 0,12 N.S. 0,83 0,81 N.S. 4,10 4,20 N.S. 0,43 0,45 N.S. 0,029 0,035 N.S. 0,25 0,26 N.S. Los valores seguidos de letras diferentes presentan diferencias estadísticamente significativas según el test LSD. Significación estadística (p<0,05) Cuadro 9. Contenido de microelementos en las hojas de mandarinos Clemenules expresado en ppm sobre materia seca en función del tratamiento Tratamiento Restos de poda Testigo Significación Boro Cobre Hierro Manganeso Cinc 33,9 31,4 N.S. 6,52 5,58 N.S. 71,7 69,9 N.S. 9,02 8,07 N.S. 10,0 9,82 N.S. Los valores seguidos de letras diferentes presentan diferencias estadísticamente significativas según el test LSD. Significación estadística (p<0,05)