Monografía Formación en Neurosicoeducación Alumna: Rosario Nieto Montesinos www.asociacioneducar.com Mail: [email protected] Facebook: www.facebook.com/NeurocienciasAsociacionEducar Atención y memoria: dos grandes funciones cognitivas Introducción Como docentes tenemos que tomar seriamente en cuenta que la sobrecarga de estímulos, el desarrollo de multitareas, el continuo bombardeo de llamadas telefónicas, los correos electrónicos, el uso de las redes sociales y en fin todo lo que abarca esta cultura completamente irruptiva, convierte la focalización de un objetivo, en una tarea bastante complicada. Nos encontramos en un escenario en donde concentrarse es obra de titanes. Lo importante es señalar que tanto la memoria, como la atención se pueden entrenar, materia que todo educador debe conocer y poder direccionar el bello pero arduo camino de la enseñanza aprendizaje. Aprendamos sobre dos importantísimas funciones cognitivas, como son, la memoria y la atención. ¿Cómo funciona nuestro cerebro? Una buena pregunta, que muchas personas ni siquiera imaginan. Durante todos los días de nuestra vida nuestro cerebro utiliza una gama de capacidades sofisticadas, las cuales se denominan funciones cognitivas. La memoria, la atención, el lenguaje, el razonamiento y capacidades visoespaciales. Sin estas funciones cognitivas no podríamos efectuar actividades tan cotidianas como elaborar un horario, conducir, tocar un instrumento, recordar un nombre o un número de teléfono, o leer. Como pueden ver estamos hablando entonces del santo grial de la base del pensamiento, de la acción y de la comunicación. COGNITIVAS FUNCIONES MEMORIA ATENCIÓN LENGUAJE RAZONAMIENTO CAPACIDADES VISOESPACIALES La Memoria La memoria es la función cognitiva más utilizada en la mayoría de nuestras actividades. Sin ella no podríamos recordar absolutamente nada. Pongámonos a pensar, en base a ella podemos recordar una variedad de información, como un número de teléfono, lo que hicimos ayer, algo tan difícil cómo dónde hemos dejado las llaves, el nombre de una persona a la que no vemos hace años, el nombre o letra de una canción, lo que estudiamos para el examen, los pasos de una coreografía de baile, en fin la lista es interminable. También participa en otras actividades cognitivas, como la lectura, el razonamiento, calcular mentalmente. Es decir no deja de estar activa y presente en todo momento de nuestras vidas, en forma voluntaria o no. Gracias a ella podemos tener un bagaje de recuerdos personales, conocimientos, en fin forma una parte importante del aprendizaje. La memoria constituye el pasado de cada uno o, más bien, el conocimiento de sí mismo, y permite que cada individuo posea una identidad. Somos nuestra memoria. La memoria o el recuerdo sobre un tema se producen cuando un grupo de neuronas forman una red que se repite con frecuencia o con suficiente carga emocional, acto que favorece su unión. Recordamos más aquello que nos impactó o que nos causó placer. No poseemos una sola memoria, aunque ciertamente tendemos a considerar la memoria como un todo y decimos que tenemos, UNA buena o mala memoria o utilizando frases del tipo: “tengo UNA memoria terrible, no me acuerdo de nada”. En efecto, acordarse lo que uno ha desayunado temprano en la mañana, es muy distinto de recordar por ejemplo cuál es el río más extenso del mundo. Además las investigaciones demuestran que intervienen distintas regiones del cerebro de acuerdo al tipo de conocimientos que recordemos. Tipos de memoria según la duración del recuerdo: La memoria sensorial : Capta toda nueva información durante solo algunos centenares de milésimas de segundo. La memoria a corto plazo, llamada también memoria de trabajo : Toma el relevo a la anterior, conservando la información durante más o menos un minuto. Su capacidad es igualmente limitada en cantidad, y permite registrar alrededor de siete elementos. Permite, por ejemplo, retener un número de teléfono dado de viva voz, durante el tiempo de marcarlo o de escribirlo. Interviene también en la lectura, permitiendo retener la frase que acabamos de leer, de modo que la siguiente resulte coherente. La memoria a largo plazo Interviene cuando se desea retener por más tiempo una información. Esta memoria tiene una capacidad y una duración de conservación de la información ilimitada. Existen también otras memorias a largo plazo según el tipo de recuerdo La memoria episódica Permite recordar lo que hemos hecho el día anterior, la visita a un amigo o una fiesta a la que asistimos.. Es decir, con ella se recuerdan acontecimientos que constituyen recuerdos personales, autobiográficos, en los que el contexto de memorización es muy relevante. La memoria semántica Agrupa los conocimientos relativos a las reglas gramaticales, sentidos de las palabras, hechos culturales, nombres de ciudades o de objetos, etc., que constituyen conocimientos generales, sin relación con el contexto de memorización. No recordamos el momento preciso en que aprendimos esas informaciones. La memoria procedimental Se refiere a los conocimientos difíciles de comunicar de manera explícita. Son todas nuestras habilidades, como tocar un instrumento, ir en patineta, conducir, abrocharnos la ropa. Son actos que realizamos de manera automática, pero que necesitan la implicación de conocimientos almacenados en la memoria Tips para memorizar mejor Centrar la atención en la tarea que estemos desempeñando ya sea una simple, como guardar las llaves de la casa o una más compleja como estudiar una lección. Cuando se trate de tareas rutinarias es bueno asociarlo a algún acontecimiento para poderlo relacionar, como un programa de televisión. Es bueno organizar las informaciones por categorias. Reflexionar sobre el contenido a memorizar. Es muy importante el aspecto emocional, es más fácil recordar aquello que nos interesa a algo que no nos atrae. Está comprobado que cuantos más registros emocinales tengamos, memorizaremos mejor. La Atención ¿Quién no ha dicho, me cuesta concentrarme, o no puedo prestar atención? La atención es primordial en el comportamiento humano. Es de hecho una función cerebral superior. Es así que ahora se le puede llamar sistema atencional. La mayor parte de las actividades cerebrales requieren una gran concentración, nuestra UCCM puede fijarse en uno o varios puntos de la realidad y dejar de lado otros, para de este modo interpretar el mensaje que nos llega del exterior a través de nuestros sentidos. Nuestro estado de alerta nos permite mantener cierto nivel de vigilancia. Lo que quiere decir que nuestro nivel de atención está condicionado por los cambios que ocurren en nuestro medio ambiente. El primer filtro que debe atravesar un estímulo del mundo exterior para ser captado por el cerebro, se encuentra en el tronco cerebral. En el tronco cerebral se encuentra un grupo de núcleos denominados: sistema activador reticular ascendente, este es el lugar a través del cual ingresan los sentidos. SARA: SISTEMA ACTIVADOR RETICULAR ASCENDENTE. EL SARA determina el estado de alerta y vigilancia en el cerebro. En los animales, es el que alerta y le dice al cerebro los cambios que se producen en el medio ambiente, que pueden indicar peligros y oportunidades para la supervivencia. En los humanos, el SARA además ha evolucionado para responder más allá de las necesidades básicas de la supervivencia, pero sigue siendo un filtro que está siempre atento a los cambios del entorno cuando éstos son percibidos por los sentidos. El SARA en los seres humanos es el encendido del nivel de respuesta y alerta del cerebro. Los estímulos del mundo exterior ingresan al cerebro a través de los sentidos, si pasan el filtro del SARA llegan al tálamo, en el tálamo se integran. El sentido del olfato ingresa directamente al cerebro emocional, el resto de los sentidos ingresan a través del tallo cerebral, luego pasan al tálamo. Del tálamo la información pasa a las fuerzas o vías placer-dolor para ser evaluadas como a favor o en contra de la supervivencia. Según esta evaluación se podrá llegar o no a los niveles más elevados del cerebro o quedar en modo supervivencia. De aquí la importancia del estado emocional en el aprendizaje cognitivo ejecutivo. Se concluye que si el SARA se activa, la información entrante puede ascender al tálamo y de ahí llegar a las áreas más elevadas del cerebro. La atención puede también intervenir de manera voluntaria : Si por ejemplo nos encontramos paseando por una ciudad que recién conocemos y sentimos hambre, toda nuestra atención se focalizará en la búsqueda de un restaurante o un puesto de comida, dejando de lado los sitios turísticos que nos ofrezca este lugar. El desplazamiento voluntario de la atención se produce cuando se manifiesta un deseo, una necesidad o una intención de algo, a fin de lograr un objetivo. Entonces aparecen la toma de conciencia y el control de nuestra atención, ya que nos es imposible tratar simultáneamente toda la información que se nos presenta, realizamos un análisis sucesivo de informaciones. La atención denominada selectiva entra enseguida en escena, este tipo de atención actúa desde el momento en que tenemos que efectuar una selección de información que responda a nuestras expectativas en unas circunstancias determinadas. Solo se examina la información seleccionada. La atención selectiva permite, pues, focalizar un punto, abstrayéndose mentalmente del entorno, sin que ello signifique aislarse físicamente. La atención puede estar también repartida, esto nos ocurre muchas veces a diario, es común que muchas veces debamos hacer varias cosas a la vez, como cuando mantenemos una conversación y simultáneamente estamos escribiendo algo en la computadora. Por ejemplo hay muchos jóvenes que estudian con música de fondo, es más existe un curso de lectura rápida que exige leer textos con música o algún ruido al mismo tiempo. Sin embargo para una persona de más de sesenta años es más difícil lograr atender dos cosas a la vez. Con la edad aparece una disminución de los recursos de atención, y también mayor sensibilidad a las interferencias del medio. Factores como la fatiga, el consumo excesivo de alcohol o el estrés también disminuyen el rendimiento en las actividades que requieren atención. La atención y la memoria son dos funciones cognitivas, donde existe una interacción elevada. La atención se moviliza particularmente cuando se trata de una información nueva, es decir, que no tiene equivalente en la memoria. En resumen la atención se encuentra implicada en todos nuestros actos intelectuales, permitiéndonos estar totalmente vigilantes, focalizando nuestra concentración sobre un punto concreto, o bien, al contrario, repartiendo nuestra concentración en varias actividades. La atención no es estable, sino fluctuante. No se mantiene sostenida de forma continuada, sino que presenta automáticamente estados de relajación en el curso de una misma actividad. Finalmente como docente, debemos tener en cuenta estos tips para lograr la mayor atención de los alumnos, despertando y enfocándonos en el SARA. Recordemos que con esta cultura irruptiva en la cual vivimos, la atención debe ser el reto de la educación en el siglo XXI. Material perteneciente a la Formación en Neurosicoeducación de Asociación Educar para el Desarrollo Humano. Libro Digital Neurosicoeducación para todos. Neurociencia para el cambio. Una guía general para aquellos que están buscando un sentido a su vida. Carlos Logatt Grabner y Marita Castro. Asociación Educar para el Desarrollo Humano.