13 El único insomnio justificable Amor se escribe

Anuncio
LACRONICA.COM
Mexicali, B.C.
REHILETE
JORGE ZEPEDA PATTERSON
LA VOZ
DEL PAPA
@jorgezepedap
www.jorgezepeda.net
El único insomnio
justificable
Aproveche esta semana en que las
librerías se quedarán vacías y hágase de material para reponer los libros que tiene a un lado de la cama.
Aproveche también para “echar del
empleo” a los títulos que luego de varios intentos nunca terminó de leer y
simplemente han acumulado polvo en
los últimos meses: tampoco es manda
torturarse con el volumen que por tercera vez ha tomado y dejado sin pasar
de la página treinta.
Con el ánimo de que la siguiente
tanda tenga más éxito, le sugiero incluir en sus compras algunas de estas propuestas; una mezcla de novelas que le atraparán sin demeritar
en calidad.
Comencemos con los libros de vacaciones o playeros. Esos cuyo ritmo
captura y obliga a quedarse un rato
más con la luz encendida. Tal es el caso de Mercado de invierno (RBA), de
Philip Kerr, un thriller de suspenso
sobre el fútbol: el entrenador de un
equipo londinense odiado por todos y
de origen portugués (no es José Mourinho, pero casi) aparece asesinado
en circunstancias misteriosas y corresponde a su sucesor encontrar al
culpable. Una trama deliciosa y bien
documentada que devela muchos misterios de la vida interior de un club de
la Premier. Philip Kerr se ha convertido en el autor inglés de moda de novelas policiacas y con todos los méritos.
Me encuentro a medias de los diez títulos protagonizados por su detective
Bernie Gunther, pero de eso les platicaré el próximo año.
Otra autora inglesa (originaria de
Zimbabwe) es responsable del best seller del año en materia de novela negra con La chica del tren (Planeta).
Y más importante aún, ha puesto de
moda el llamado domestic noir; tramas en las que detectives y policías
están ausentes y los misterios deben
ser resueltos por un vecino común y
corriente. En este caso Rachel, una joven que viaja todos los días en el tren
suburbano de Londres y en las paradas rutinarias por congestión y reparaciones comienza a reconocer en
los balcones y ventanas a los inquilinos habituales, a quienes incluso les
asigna nombres y les inventa historias. Un día cae en cuenta de que una
hermosa mujer a quien ha bautizado
Jess, ha desaparecido y que el comportamiento de su esposo es sospechoso. Rachel se dará a la tarea de in-
vestigar la desaparición de Jess pero
el lector descubrirá que la mitad de la
historia no está en el vecindario sino
dentro del tren en el que viaja Rachel.
Si quiere sufrir un poco menos y
reírse un poco más, le sugiero que vaya corriendo por La vida sexual de las
gemelas siamesas (Anagrama), la última novela de Irvine Welsh (sí, el de
Trainspotting). Un fresco ácido y satírico sobre la vida del fitness en Miami encarada a partir de los enredos
de una entrenadora de gimnasio, bisexual y obsesionada con el culto al
cuerpo, suyo y ajeno. La historia subyuga desde el inicio hasta el final, pero incluso si no fuese así, son tantas
las frases y escenas afortunadas que
el lector pronto se descubrirá a la caza
de estas perlas sin desperdicio.
Por muchas razones 2015 fue el año
del libro Sumisión (Anagrama) de
Michel Houellebecq. Si bien está ambientada en Francia del 2022 su tema
no podría ser más actual: el ascenso
al poder de un presidente musulmán
y la polémica imposición de prácticas
islámicas en la vida cotidiana francesa. Sumisión llegó a las librerías el 7
de enero, día del ataque a la revista
Charlie Hebdo y si no es que ya lo era,
se convirtió en lectura obligada once
meses después con los atentados en
París. Ya verá usted por qué.
Para el amante de los relatos cortos, tengo dos opciones infalibles. El
asesinato de Margaret Thatcher (Destino), de la afamada Hilary Mantel,
una de las mejores plumas en lengua
inglesa. La escritura de Mantel suele
dejarme la misma sensación que un
poema: sabes que algo se te escapa pero tienes la certeza de que lo que has
leído dice mucho más de lo que entiendes; lo lees con los ojos de la intuición.
Algo no muy distinto de lo que sucede con Haruki Murakami. Para los
que creen que sus novelas cortas son
mejores que sus tabiques de ochocientas páginas, su libro de cuentos Hombres sin mujeres (Tusquets), constituye un argumento a su favor. Siete
relatos de hombres solos en los que
Murakami nos mostrará que en realidad son las mujeres las verdaderas
protagonistas de estas historias.
En suma, seis novelas que, espero,
provoquen en usted algún insomnio,
eso sí, por los mejores motivos.
* El autor es periodista y analista político.
JOSÉ MARTÍNEZ COLÍN
[email protected]
Amor se escribe con “p”
1) PARA SABER
El Papa Francisco reflexionó sobre el pasaje evangélico en que
María visita a su prima Isabel y ésta quedó envuelta en estupor
ante su encuentro con la Virgen.
De igual manera, esta Navidad también requerimos llenarnos
de estupor, de asombro, ante la Virgen que nos presenta a su Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre.
El Papa Francisco aseguró a los fieles que para celebrar de
modo provechoso la Navidad, “estamos llamados a detenernos
en los ‘lugares’ del estupor. ¿Y cuáles son estos lugares del estupor en la vida cotidiana? Son tres. El primer lugar es el otro, en el
cual reconocemos a un hermano, porque desde que se produjo el
Nacimiento de Jesús, cada rostro lleva impresas las semblanzas
del Hijo de Dios. Sobre todo cuando es el rostro del pobre, porque
como pobre, Dios entró en el mundo y dejó, ante todo, que los pobres se acercaran a Él”.
El segundo lugar de estupor es el de la historia. Muchas veces
la vemos controlada por los intereses monetarios, económicos,
de poder. Vemos el transcurrir de los años sólo bajo la mira materialista, pero ello no es así. En cambio, dice el Papa, “el Dios de la
Navidad es un Dios que ‘desordena las cartas’. Le gusta hacerlo.
Como canta María en el Magníficat, es el Señor quien derriba a
los poderosos de su trono y eleva a los humildes, colmando de bienes a los hambrientos y despidiendo a los ricos con las manos vacías. Este es el segundo estupor, el estupor de la historia”. Saber
mirarla según el querer de Dios.
2) PARA PENSAR
En una clase, el profesor les preguntó a sus alumnos cómo se escribía la palabra “amor”. Después de algunas intervenciones, el
profesor les aseguró que estaban equivocados, pues ninguno la
había escrito con “p”. Ante el desconcierto de sus alumnos, el profesor se explicó:
La palabra amor se escribe con "p", porque para amar se debe
poseer PACIENCIA en los momentos en que el amor nos pone a
prueba.
El verdadero amor se escribe con "P", porque para olvidar un
mal recuerdo hemos de PERDONAR, antes que el odio entre en
nuestros corazones.
Amor se escribe con "P" porque para obtener lo que deseamos,
hemos de PERSEVERAR hasta alcanzarlo.
Porque amor es también una PALABRA dicha a tiempo...
Es PERMITIRSE volver a confiar...
Es PERMANECER en silencio escuchando amorosamente al
otro...
Es esa PASION, que nos ilumina los ojos al pronunciar el nombre del que amamos...
El amor se escribe con "P"... Porque es a través de PEQUEÑAS
cosas que nos unimos al ser amado día tras día.
3) PARA VIVIR
El tercer lugar del estupor es la Iglesia: lo cual significa no limitarse a considerarla sólo como una institución religiosa, que es,
sino sentirla como una Madre que, aun entre manchas y arrugas
¡tenemos tantas los hombres! deja translucir los lineamientos de
la Esposa amada, santa y purificada por Cristo Señor.
Así, mirando en el prójimo al mismo Cristo, viendo la historia
desde una perspectiva más completa y amando a la Iglesia como
la Esposa Santa de Cristo, descubriremos la trascendencia del
acontecimiento más grande la historia, la Navidad.
* El autor es sacerdote, Ingeniero en Computación por la UNAM y Doctor en
Filosofía por la Universidad de Navarra.
13
Descargar