fotografía: la velocidad, el iso y su relación con la

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TECNOLOGÍAS
FOTOGRAFÍA: LA VELOCIDAD, EL ISO Y SU RELACIÓN CON
LA ABERTURA DEL DIAFRAGMA
José Esteve Vilaverde
Ejemplo gráfico que muestra cómo se corresponden
las aberturas del diafragma con las velocidades de
obturación. Lo más significativo de este gráfico: los
seis ejemplos de abertura y velocidad producen la
Otro ejemplo de la correlación entre la abertura
del diafragma y la velocidad de obturación
LA VELOCIDAD DE OBTURACIÓN: ¿QUÉ ES?
Es el tiempo que tarda en abrir y cerrar el obturador. Cuando decimos que hemos realizado una fotografía a 125,
nos referimos a 1/125 de segundo. Poro lo tanto es el tiempo en que la luz está pasando a través del obturador, es decir, el
intervalo en que éste se encuentra abierto. el sensor se verán expuestos a mayor cantidad de luz a medida que la apertura
del obturador sea más larga (una velocidad baja), produciendo una imagen más luminosa. Cambiar la velocidad de
obturación es un ajuste que no sólo va a servir para obtener una imagen más o menos oscura, sino que sus valores son
también interesantes para el tipo de fotografía y tratamiento que queramos conseguir.
Aspectos a tener en cuenta:
- La velocidad recomendable para que no salga la fotografía movida es la poner un valor igual o algo superior a la
distancia focal a la que se está haciendo la foto, teniendo en cuenta en la distancia focal el factor de multiplicación o
recorte del sensor; es decir hablamos de distancia focal traducida al equivalente en formato de 35 mm, que todos los
manuales de cámaras indican (trataremos estos temas de la distancia focal otro día). Eso quiere decir que si la distancia
focal es de 50 la velocidad podría 1/60 de segundo. Sin embargo con la incorporación de los estabilizadores de tres y
cuatro pasos o stops, hoy día ya no es necesaria esa precaución, en general; de tal manera que es posible bajar entre dos
y tres stops la velocidad sin que la fotografía salga movida, aunque sigue siendo necesario el que sujetemos la cámara
adecuadamente.
Es conveniente informarse del estabilizador que lleva la cámara y cuántos pasos cubre.
- Cuanta mayor sea la velocidad más abierto puede estar el diafragma. En los gráficos de comienzo de página se
puede observar la relación entre apertura del diafragma y velocidad. En el primer cuadro se puede ver cómo hay una
equivalencia o relación entre abertura del diafragma y velocidad. A más velocidad más apertura del diafragma, es decir, un
número F más bajo; a velocidad más baja, una apertura del diafragma con número F más alto.
En ese primer cuadro podemos observar cómo la luz que llega al sensor es igual en todos los casos, ya que apertura
y velocidad se relacionan, compensándose mutuamente en cuanto a la luz que dejan pasar para impresionar el sensor.
Muchas cámaras disponen hoy día de un botón o icono que permite ver un cuadro de relaciones equivalentes entre velocidad y apertura, pudiendo elegir los valores que mejor vayan con el tipo de fotografía que estamos haciendo.
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En ese primer cuadro podemos observar cómo la luz que llega al sensor es igual en todos los casos, ya que apertura
y velocidad se relacionan, compensándose mutuamente en cuanto a la luz que dejan pasar para impresionar el sensor.
Muchas cámaras disponen hoy día de un botón o icono que permite ver un cuadro de relaciones equivalentes entre velocidad y apertura, pudiendo elegir los valores que mejor vayan con el tipo de fotografía que estamos haciendo.
A velocidades altas conseguiremos congelar lo sujetos en la escena, mientras que a bajas velocidades será posible
desdibujar formas o conseguir, por ejemplo, aguas sedosas. Las velocidades de obturación serán nuestras aliadas en el
propósito de plasmar el movimiento. Para conseguir detener motivos en movimiento hay que recurrir a una velocidad alta
de obturación, adecuada a la distancia al sujeto, a la velocidad con que se mueve, a su dirección de desplazamiento (no es
lo mismo una moto que viene de frente a 40 km/h, que si lo hace en perpendicular), y a la distancia focal empleada.
El diafragma es un dispositivo de laminillas en el objetivo que determina un orificio de diámetro variable por el que
se controla la cantidad de luz que llega al sensor, en coordinación con la velocidad de obturación. La elección de un diafragma
más abierto o más cerrado determinará una menor o mayor profundidad de campo en la imagen (tema que también trataremos más adelante). La apertura del diafragma, la velocidad de obturación y la sensibilidad ISO definen la correcta exposición o toma de la fotografía.
LEY DE RECIPROCIDAD
Esta dice que a un ISO DETERMINADO, hay una relación directa entre la abertura del diafragma y la velocidad de obturación.
A más abertura más velocidad; a menor abertura, menor velocidad. Si aumentamos la velocidad de obturación, para conseguir mantener la misma luz es necesario abrir el diafragma o subir el ISO
SENSIBILIDAD, VALOR ISO
Es un estándar de la sensibilidad del sensor. Al seleccionar un ISO elevado no incrementamos la sensibilidad de los
fotocaptadores sino que estamos amplificando la señal luminosa de la captura.
La tabla de ISOS sería la siguiente: 100, 200, 400, 800, 1600, 3200, 6400…. (algunas cámaras profesionales llegan a mas de
100.000 ISO).
El ISO más bajo suele ser 100, aunque con frecuencia, en algunas cámaras puede bajar hasta 80. Cada vez que subo
un paso el ISO estoy amplificamos la señal que recibe el sensor. Es decir, si a ISO 100 llega una señal con un valor X, a ISO 200
esa señal se amplificará a 2X, a ISO 400 la señal se amplificará a 4X y a ISO 800, se amplificará a 8X, es decir que estoy
subiendo un STOP de sensibilidad cada vez, con lo que podré modificar los valores de la velocidad si el F lo dejo fijo, y a la
inversa, es decir a una velocidad fija, podré cerrar más la apertura del diafragma si el ISO lo voy subiendo. Es decir si subo
un STOP el ISO y paso por ejemplo de 100 a 200, he amplificado la señal que recibe el sensor al doble, con lo que podré subir
un STOP, por ejemplo la velocidad si dejo fija la apertura del obturador, equilibrando así la luz que recibe el SENSOR, pasando
por ejemplo de 1/60 de segundo a 1/ 125, por lo que el tiempo en el que el sensor recibe luz disminuye a la mitad, compensando la mayor amplificación de la señal que recibe el fotocaptor que ha supuesto subir el ISO un STOP, de 100 200 ISO.
Este ajuste lleva aparejado un mayor nivel de ruido en la imagen resultante. Normalmente se emplean niveles ISO
elevados en condiciones de baja intensidad lumínica, si bien puede suponer una degradación de la imagen. Por lo general el
ajuste de un ISO elevado se realiza cuando no hay otra opción, ya que la imagen puede verse afectada. Lo ideal es utilizar el
ajuste que menor ruido presenta en la señal emitida y que suele ser 100 ó 200 ISO. Según la limpieza en la señal de nuestro
sensor, el procesado del ruido por la cámara y otros factores, encontraremos nuestro máximo nivel de ruido aceptable en
una imagen a un ISO concreto. En cámaras de altas prestaciones en la actualidad podemos utilizar un ajuste de ISO por
encima de 1.600 con niveles de ruido aceptables.
NOTA: Estos dibujos han sido obtenidos de las Webs: TARINGA y OJO DIGITAL, respectivamente.
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