DIVERSIDAD MICROBIANA ASOCIADA A TERREROS MINEROS: DIFERENTES NICHOS BIOGEOQUÍMICOS TORRES-CÁZARES K.L.1, CASAS-FLORES S.2, GARCIA-MEZA J.V.1* Laboratorio de Geomicrobiología, Instituto de Metalurgia, UASLP; Sierra Leona 550, Lomas 2a, 78210, SLP, México. 2 IPICYT, División de Biología Molecular; Camino a Presa San José 2055, Lomas 4a, 78216, SLP, México. *E-mail: [email protected] 1 RESUMEN Debido a su gran tamaño y a la heterogeneidad espaciotemporal en los terreros mineros (reactividad de minerales, eficiencia de irrigación, temperatura, pH, pO2, pCO2, potencial rédox, nutrientes disponibles, etc.), se estima que residen una significativa biodiversidad de Bacterias y Archeas acidóifilas, no solo quimiolitotróficas biooxidantes de sulfuros metálicos, y que juegan un papel indirecto en la biolixiviación (Casas-Flores 2009). En el presente estudio de Geomicrobiología Molecular sobre una muestra de un terrero minero empacada en tres columnas de biolixiviacións (dos irrigadas con solución ácida), se identificaron a los microorganismos presentes para inferir el papel que cada tipo podría estar jugando en este ambiente particular. Se realizaron extracciones de DNA total, se amplificaron por PCR los genes rDNA 16S, se clonaron los productos amplificados, se secuenciaron y se analizaron filogenéticamente las secuencias rDNA 16S obtenidas. Nuestros resultados indican la presencia de bacterias quimiolitoauto- y quimiolitoheterotróficas, aerobias y microaerofílicas, y a acidófilas a circumneutras; es decir, en las columnas se establecen microambientes particulares. Específicamente, se distinguen tres grupos de microorganismos: biolixiviadores sensu stricto (Sulfobacillus, Acidithiobacillus, Thiobacillus); quimioorganotrofos (Sphingomonas, Micrococcus, Ochrobactrum y Rhodopseudomonas, este último, fija N2) y heterótrofos euritípicos (Pseudomonas, Bacillus). Al menos estos tres grandes grupos deberían estar presentes normalmente en terreros. Es decir, los terreros mineros son ambientes creados por el ser humano, pero gobernados por reglas ecológicas tales como las relaciones simbióticas entre quimiolitótrofos y los demás grupos metabólicos. Palabras clave: Geomicrobiología, biolixiviación, rDNA 16S quimioorganotrofos, quimiolitotrofos, ABSTRACT Due to their huge and spatio-temporal heterogeneity of heaps, in terms of mineral reactivity, irrigation efficiency, temperature, pH, pO2, pCO2, ORP, dissolved solutes, available nutrients, etc., a considerable diversity of residing acidophilic Archaea and Bacteria may inhabited it, with diverse metabolic capacities (not only chemolitotrophics), which may play a direct or indirect role in biomining (Casas-Flores, 2009). Hence, in this Molecular Geomicrobiology study, microorganisms directly obtained from a sample of a mine heap from 3 bioleaching columns, were identified. Total DNA extraction, PCR amplification of rDNA 16S, cloning, sequencing and analysis of the genomic rDNA 16S genes were done. The results show the presence of chemolithoautoand chemolithoheterotrophics, aerobics and microaerophilics, acidophiles and circumneutral bacterias. Thus, in the bioleaching columns different microenvironments were established. Three groups of microorganism were recognized: the bioleachers sensu stricto as Sulfobacillus, Acidithiobacillus and Thiobacillus; the chemoorganotroph (v. gr. organic solvents) as Sphingomonas, Micrococcus, Ochrobactrum and Rhodopseudomonas (fix N2), and the heterotrophics, anaerobics and euritypes Pseudomonas spp. and Bacillus spp. At least, microorganisms of these three groups must be common inhabitants of mine heaps. That is to say, mine heap is a real man-made environment but governed by basic ecological rules, as the symbiotic interaction through chemolithotrophic and other metabolic groups. Keywords: Geomicrobiology, Chemoorganotrophs, Chemolithotrophs, bioleaching, rDNA 16S INTRODUCCIÓN La Tierra se formó hace unos 4,600 millones de años (m.a.) y cerca de 1,000 m.a. más tarde ya albergaba seres vivos; los restos fósiles más antiguos conocidos se han encontrado en rocas de hace 3,800 m.a., que muestran la presencia de organismos procariotas y unicelulares, muy probablemente ancestros de las bacterias. El interés la de geomicrobiología por Bacteria y Archaea se ha centrado en su papel geoactivo y de gran impacto en el devenir de los componentes de la geosfera (hidrosfera, litosfera y atmósfera) desde el origen mismo de la vida: en el flujo de la energía y en los diversos ciclos de los elementos. También interesa determinar su papel y aplicar sus capacidades metabólicas para el desarrollo de bioprocesos más eficientes en términos económicos y ambientales. Es así como la Geomicrobiología busca responder cuál es el efecto del metabolismo de microorganismos durante su interacción con, por ejemplo, partículas minerales, interacción de gran impacto en los procesos mineros. Se sabe incluso, que el origen de importantes yacimientos de sulfuros metálicos de importancia minera, tuvieron su origen como efecto de dicha interacción (Ehrlich, 2006). El proceso contrario, la degradación de sulfuros metálicos que liberan metales de interés, también está fuertemente influenciado y catalizado por la actividad de microorganismos de los grupos Archaea y Bacteria quimiolitotróficas que emplean las formas reducidas del S y/o del Fe como fuente de electrones. Tales microorganismos han sido ampliamente estudiados para ser empleados en procesos de biolixiviación en tanques y, a últimas fechas ha sido de interés su estudio para incementar la biomasa presente en terreros mineros. En este sentido, Mexicana de Cobre y Buenavista de Cobre (antes Mexicana de Cananea), has orientado sus trabajos de investigación en la Geomicrobiología de terreros mineros. La biología molecular (BM) tiene como objetivo el estudio de los seres vivos a nivel genético/molecular y busca entender la vida a través de los complejos mecanismos por los cuales el ADN codifica y expresa las proteínas apropiadas, en cantidades adecuadas, para los tipos celulares correctos. En la actualidad, la BM tiene una importancia central para comprender mejor las interacciones que ocurren en las comunidades de seres vivos, entre ellos y con el ambiente que les rodea; se ha aplicado en diversos campos de la biología, específicamente en la identificación de especies y subespecies biológicas. Este conocimiento se ha incrementado exponencialmente en los últimos 10 años y se traducirá probablemente en posteriores mejoras de procesos industriales, como es el caso de la biolixiviación, ya que al hacer uso de estas herramientas moleculares se pueden obtener interesantes conocimientos sobre la fisiología de microorganismos biolixiviantes. Gracias a las técnicas de BM, se ha puesto de manifiesto la existencia de un gran número de microorganismos: cálculos conservadores estiman que existen trillones especies de microorganismos y que solo el 1% éstas han sido cultivadas (Ferrer, 2004; Macalady y Banfield, 2002). El descubrimiento de esta enorme diversidad microbiana ha motivado el esfuerzo para determinar capacidades metabólicas de los organismos y vincular sus enzimas con funciones específicas, y ha permitido mostrar el potencial genético “ilimitado” de recursos de los microorganismos no-cultivables, sin que su cultivo en el laboratorio sea necesario. Este último mediante estudios in situ de metagenómica, de varios fragmentos de DNA que juegan diversas funciones. A esto último se le denominó hace 10 años como Geomicrobiología Molecular; es decir el análisis a nivel molecular de los procesos microbianos en un contexto geoquímico (Macalady y Banfield, 2002). En el presente trabajo se buscó realizar un análisis metagenómico de diversidad biológica basada en las secuencias de los genes rDNA 16S bacterianos en una muestra de terrero empacado en tres columnas experimentales. La que la metagenómica prescinde del manejo de cultivos para la extracción del fragmento rDNA 16S de los microorganismos procariontes (Riesenfeld y col., 2004), asegurando así que no se preselccionaran los microorganismos presentes en cada columna. El rDNA 16S es un fragmento génico altamente conservado en el transcurso de la evolución que se ha empleado desde 1978 como primera aproximación para la identificación de seres. Por reflejar una historia evolutiva, el rDNA permite la construcción de árboles filogenéticos (relación ancestro-descendiente) para una certera identificación. Por ello, la identificación de microorganismos en este trabajo, se sustentó fundamentalmente en la obtención de filogenias moleculares a partir de las secuencias de los rDNAs amplificados. METODOLOGÍA La identificación de los microorganismos procedentes de terreros mineros se realizó a partir de muestras de terrero fresco empacadas en tres columnas experimentales. Dos de las columnas fueron irrigadas con una solución ácida, difiriendo solo en que una de ellas fue inoculada con una muestra enriquecida de microorganismos aislados de terrrero y la tercera, fue regada con agua bidestilada e inoculada con los microorganismos; lo anterior, para probar el efecto de la acidez, entre otros factores, en la composición específica de las comunidades. Para la identificación de los microorganismos, las muestras se analizaron en el Laboratorio de Genómica Funcional y Comparativa del IPICyT. La identificación implicó la extracción del DNA genómico total de las tres muestras, para la posterior identificación de microorganismos, de acuerdo al protocolo modificado de Gabor y col. (2003) modificado de Gómez-Rodríguez (2007); el DNA genómico rDNA 16S se amplificó para su análisis mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) punto final, para la posterior clonación de los productos, secuenciación y análisis de secuencias; con el fin de llevar a cabo la construcción de árboles filogenéticos. La secuenciación de las clonas se llevó a cabo por el método de Sanger y col. (1977) en el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad, del CINVESTAVIrapuato. Las secuencias obtenidas se compararon con las de base de datos del Centro Nacional de Información Biotecnológica (NCBI), recuperando un grupo de secuencias que tuvieran un valor significativo (> 95% de identidad) por medio del programa BLAST (Basic Local Alingment Sequence Tool). Una vez obtenidas las secuencias con un valor significativo según el BLAST y que se recuperarán las secuencias de los posibles microorganismos que fueron identificados, se realizó la construcción de los árboles filogenéticos utilizando el programa MEGA4 (Molecular Evolutionary Genetics Analysis V4; Tamura y col., 2007), en el cual se realiza una exploración analítica de las secuencias, estimación de la divergencia entre las secuencias, reconstrucción y visualización de los árboles filogenéticos, y crea hipótesis sobre la evolución de las especies biológicas en términos moleculares. RESULTADOS y DISCUSIÓN Se obtuvo DNA plasmídico de 154 clonas en las 3 columnas, correspondientes a 20 géneros de microorganismos. Los resultados referentes al análisis bioinformático de la secuencia de 12 clonas de las tres columnas resultó en un porcentaje de indentidad de 98.5% con el género Sphingomonas, resultado confirmado por el análisis filogenético (Figura 1). Las Sphingomonas son bacterias aerobias, quimioorganotrofas que degradan compuestos orgánico, consideradas por ello importantes biocatalizadores para la biorremediación de suelos contaminados por tales compuestos (Takeuchi y col., 2001; Leys y col., 2004). Por ejemplo, la cepa Sphingomonas sp. GQ249221.1 que corresponde a nuestra cepa C2-3-13, degrada hidrocarburos aromáticos policíclicos (PHAs) (Li y col., 2009). La presencia de microorganismos degradadores de compuestos orgánicos se explica como consecuencia del uso de una mezcla del disolvente keroseno y un extractante el compuesto orgánico LIX® en el proceso la extracción por solventes; que, una vez empleada, se mezcla a la solución con la cual son irrigados los terreros. Es importante mencionar que se encontraron tres especies diferentes del género Sphingomonas, a las que aún no se les ha nombrado con el epíteto de la especie. Figura 1. Árbol filogenético basado en secuencias de los rDNA 16S bacterianos. Las secuencias obtenidas en el presente trabajo están nombradas como C2-3-126, C3-2-181, C1-3-56, C1-2-37, C3-2-180, C2-1-88, C1-2-26, C1-1-1, C2-3-127, C3-1-156, C3-1-162 Y C2-3-131, mientras que las secuencias de referencia tomadas del NCBI corresponden a Sphingomonas sp. AY349411.1, Sphingomonas sp. GQ181132.1, Novosphingobium pentaromativorans NR, Sphingomonas sp. GQ249221.1. Como control externo se utilizó la secuencia del rDNA 16S de Escherichia coli AB599716.1. Los números en los nodos representan los porcentajes de bootstrap de 100 réplicas. Un segundo grupo de microorganismos identificados incluye dos clonas catalogadas como Sulfobacillus thermosulfidooxidans (Figura 2). Los Sulfobacillus son microorganismos biolixiviantes, quimiolitotróficos, reductores de Fe3+ bajo condiciones anaerobias, pero oxidantes de compuestos de azufre y de Fe2+ bajo condiciones anaerobias (Rawlings, 1997), típico de ambientes mineros que anteriormente fue identificado en terreros (Casas-Flores, 2009; García-Meza y col., 2010). Ambas clonas corresponden exclusivamente a la columna irrigada con solución ácida, la cual mostró mejor eficiencia en términos de biolixiviación de Cu y Fe (TorresCázares, 2012), lo que nos permite concluir que los Sulfobacillus y un ambiente ácido favorecen la bioxidación de Cu en terreros. Figura 2. Árbol filogenético basado en secuencias de los rDNA 16S bacterianos. La secuencia obtenidas en el presente se nombran como C1-19 y C1-1-6, mientras que las secuencias de referencia tomadas del NCBI corresponden a Sulfobacillus thermotolerans JF510470.1, S. benefaciens EU099988.1, S. thermotosulfidooxidans EU499918.1 y GU180244.1, S. bacterium EF199990.1, Sulfobacillus sp. X75270.1 y DQ673613.1. Como control externo se utilizó la secuencia del rDNA 16S de Escherichia coli AB599716.1. Los números en los nodos representan los porcentajes de bootstrap de 100 réplicas. En un tercer grupo se encontraron tres clonas que corresponden al género Bacillus; una de ellas C3-1-160 a la especie B. cereus, según el análisis bioinformático; al hacer el análisis filogenético (Figura 3) se observó que las dos clonas restantes corresponden a microorganismos del género Bacillus pero no se define la especie. Los Bacillus son microorganismos ampliamente distribuidos geográficamente (Blanco y col., 2009) por lo que no es raro encontrarlos en terreros, no obstante son neutrófilos; dos clonas (C3-1-160 y C3-3-201) se aislaron de la columna irrigada con agua en lugar de solución ácida, lo que propició un ambiente neutro y por lo tanto el ambiente ideal para que estos microorganismos se desarrollaran. La presencia de la clona C1-1-16 en la columna irrigada con solución ácida, se explica considerando que Bacillus forman endoesporas cuando se encuentran bajo condiciones no aptas para su desarrollo; tal habilidad, les da a las especies de este género una ventaja competitiva muy importante en un ambiente como el suelo (Calvo y Zúñiga, 2010). Figura 3. Árbol filogenético basado en secuencias de los rDNA 16S bacterianos. Las secuencias obtenidas en el presente trabajo están nombrada como C1-1-16, C3-1-160 y C3-3-201, mientras que las secuencias de referencia tomadas del NCBI corresponden a Bacillus methylotrophicus HQ844510.2 B. vallismortis GU205781.1, B. amyloliquefaciens HQ407277.1, B. thuringiensis JF460746.1, B. cereus EF633995.1, Bacillus sp. HQ603746.1 y EF558732. Como control externo se utilizó la secuencia del rDNA 16S de Escherichia coli AB599716.1. Los números en los nodos representan los porcentajes de bootstrap de 100 réplicas. El cuarto grupo de microorganismos incluye 4 clonas que, según los análisis con la base de datos del NCBI, mostraron un 100% de identidad con Ochrobactrum sp., y 2 clonas (C2-3-135 y C3-3-198) tipificadas como “especie no cultivable” pero del mismo género; Así, el árbol filogenético de la Figura 4, muestra que la clona C3-3-204 es Ochrobactrum sp. Las especies de este género son microorganismos quimiolitótrofos oxidantes de sulfuros a azufre elemental o a sulfatos (Mahmood y col., 2009). Además, especies de este género degradan hidrocarburos policíclicos aromáticos (Arulazhagan y col., 2010). Cabe mencionar que este trabajo, es la primera referencia donde se propone a Ochrobactrum como microorganismo quimiolitótrofo que participa en procesos típicos de ambientes mineros. Seis clonas del terrero fueron asociadas al género Pseudomonas, de las cuales solo 3 dieron un porcentaje de identidad de 100% con Pseudomonas sp.; las otras 3 clonas son similares a microorganismos no cultivables que se agruparon con este género (Figura 5). En trabajos previos se identificaron Pseudomonas alcaligenes, P. brenneri, P. mendocina, P. pseudoalcaligenes, aisladas también de terreros de La caridad (Casas-Flores, 2009). Las Pseudomonas son bacterias euritípicas (de distribución cosmopolita) y anaerobias que solubilizan minerales de Fe y pueden degradar compuestos policíclicos aromáticos, incluso hay especies que utilizan el cianuro como fuente de nitrógeno (viswiki, 2012); además, las Pseudomonas poseen en su estructura celular, bombas de arsénico para expulsar este metaloide desde su citoplasma (Casas-Flores, 2010). Figura 4. Árbol filogenético basado en secuencias de los rDNA 16S bacterianos. Las secuencias obtenidas en el presente están nombradas como C3-3-198, C3-3-200, C3-3-206, C3-3-194, C3-3-204 y, C2-3-135, mientras que las secuencias de referencia tomadas del NCBI corresponden a Ochrobactrum antrhrophi FJ873801.1, O. lupini AM490629.1, O. tritici y GU171382.2, Ochrobactrum sp. HQ67073.1 y EF031010.1, Ochrobactrum sp. no cultivable GQ4166…, y una bacteria no cultivable DQ860027.1. Como control externo se utilizó la secuencia del rDNA 16S de Escherichia coli AB599716.1. Los números en los nodos representan los porcentajes de bootstrap de 100 réplicas. Figura 5. Árbol filogenético basado en secuencias de los rDNA 16S bacterianos. Las secuencias obtenidas en el presente trabajo están nombradas como C2-1-77, C1-2-62, C1-2-42, C3-3-203, C1-1-18 y C2-1-73, mientras que las secuencias de referencia tomadas del NCBI corresponden a Pseudomonas sp. EU308476.1, bacterias no cultivables GQ157104.1 y DQ803142.1, P. alcalophila AJ550466.1, P. mendocina DQ178224.1, P. fluorescens JN679850.1, Pseudomonas sp. no cultivable GQ41718.1 y GQ157104.1, Pseudomonas sp. AB196245.1 y FJ907533.1, Pseudomonas pseudoalcaligenes HQ407234.1, Pseudomonas sp. GU129929.1. Como control externo se utilizó la secuencia del rDNA 16S de Escherichia coli AB599716.1. Los números en los nodos representan los porcentajes de bootstrap de 100 réplicas. Se encontró una clona que presentó un 99% de identidad con un microorganismo no cultivable del género Acidithiobacillus sp.; el análisis filogenético (Figura 6) indica que, en efecto, es un microorganismo del género Acidithiobacillus, pero al que no se le ha asignado el epíteto de especie. Como sea, se trata de un género típico de ambientes mineros, biolixiviante, ferro- y/o sulfurooxidante. Figura 6. Árbol filogenético basado en secuencias de los rDNA 16S bacterianos. La secuencia obtenida en el presente está nombrada como C11-2, mientras que las secuencias de referencia tomadas del NCBI corresponden a Acidithiobacillus sp., Acidithiobacillus sp. no cultivable, y A. ferrooxidans Como control externo se utilizó la secuencia del rDNA 16S de Escherichia coli AB599716.1. Los números en los nodos representan los porcentajes de bootstrap de 100 réplicas. Finalmente, 3 clonas dieron 99%, 98% y 99% de identidad con Micrococcus sp., Rhodopseudomonas palustris y Thiobacillus thioparus, respetivamente. Micrococcus y R. palustris degradan hidrocarburos policíclicos aromáticos (Altamirano y Pozzo, 2000) y R. palustris fija N2 atmosférico (Dutton y Evans, 1969; Harwood y Gibson, 1987). Por su parte, T. thioparus, es un sulfurooxidante ampliamente estudiado. CONCLUSIONES Se distinguieron tres grupos de microorganismos en las columnas empacadas con muestra de terrero: (a) quimiolitotróficos de sulfuros metálicos y biolixiviadores sensu stricto que biooxida sulfuros (Sulfobacillus, Thiobacillus) y/o Fe(II) (Acidithiobacillus sp., Leptospirillum spp.); (b) quimioorganotrofos degradadores de compuestos orgánicos complejos que pueden contener N su estructura molecular (Micrococcus, Ochrobactrum Pseudomonas spp., Rhodopseudomonas fijadora de N2 y Sphingomonas), y (c) los heterótrofos euritípicos (Bacillus spp.). De acuerdo a lo anterior, se trata de comunidades dominadas por microorganismos quimioorganotrofos (en mayor proporción en cuanto a número de especies y número de clonas) y quimiolitotrofos; se sugiere que entre ambos grupos se establecen relaciones sintróficas al poner los primeros a disposición de los segundos, compuestos orgánicos sencillos o CO2 durante la degradación de compuestos orgánicos complejos, además de representar una fuente del N indispensables para la biosíntesis de proteínas, ya sea a partir de N2 atmosférico (fijado por Ochrobactrum sp., Rhodopseudomonas palustris) o el presente en compuestos orgánicos (Micrococcus, Pseudomonas spp. y Sphingomonas). Aunado a lo anterior, la presencia de ambos grupos de microorganismos, sugiere que al interior de los terreros se esté llevando a cabo no solo la biolixiviación de metales sino también puede darse la descomposición de compuestos orgánicos. Es decir, los terreros mineros son ambientes creados por el ser humano, pero gobernados por reglas ecológicas tales como las relaciones simbióticas entre quimiolitótrofos y los demás grupos metabólicos. Los análisis metagenómicos pueden ser realizados in situ, para extraer DNA directamente de las muestras de terreros o, incluso, de los tanques de biolixiviación o bioflotación. Sin embargo, una descripción más completa del papel de los microorganismos en los terreros mineros y en términos geomicrobiológicos, requiere de estudios sobre la estructura y función de las comunidades microbianas combinando técnicas geoquímicas, bioquímicas y moleculares, especialmente de metagenómica, metatranscriptómica, y metaproteómica de tal modo que pueda obtenerse información sobre las comunidades para explotarla en campo. AGRADECIMIENTOS Trabajo realizado mediante los proyectos # 53-07-23 y 53-08-356 otorgados a Viridiana García-Meza y Sergio Casas-Flores, respectivamente, por Mexicana de Cobre, S.A. de C.V. KLTC agradece también al CONACyT por su apoyo (becaria 230755). REFERENCIAS Altamirano M.G., Pozzo A.M., Aislamiento e identificación de bacterias hidrocarburolíticas provenientes de un suelo sometido a biorremediación. XXVII Congreso Interamericano de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (2000). Arulazhagan P., Vasudevan N., Yeom I.T., Biodegradation of polycyclic aromatic hydrocarbon by a halotolerant bacterial consortium isolated from marine environment. J Environ Sc Tech., 7(4), 639-652 (2010). Blanco W., Arias M.L., Pérez C., Rodríguez C., Chaves C., Detección de Bacillus cereus toxigénicos en productos lácteos con especias y leches deshidratadas colectadas en Costa Rica. Órgano Oficial de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición, 59(4), 402-406 (2009). 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