T-49576 (24-08-10) CC

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República de Colombia
Corte Suprema de Justicia
Impugnación 49576
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA DE CASACIÓN PENAL - SALA DE DECISIÓN DE
TUTELAS
Magistrado Ponente
JOSÉ LEONIDAS BUSTOS MARTÍNEZ
Aprobado acta número 265
Bogotá. D.C., veinticuatro de agosto de dos mil diez.
Decide
la
Sala
la
impugnación
interpuesta
por
el
COORDINADOR DEL GRUPO DE IDENTIFICACIÓN DE LA
DIRECCIÓN GENERAL OPERATIVA DEL DEPARTAMENTO
ADMINISTRATIVO DE SEGURIDAD -D.A.S.- en contra del
fallo proferido el 14 de julio de 2010 por la Sala Penal del
Tribunal Superior de Bogotá, mediante el cual amparó los
derechos fundamentales de CLARA PATRICIA GAITÁN MESA.
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ANTECEDENTES
y
FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN
1. CLARA PATRICIA GAITÁN MESA fue condenada a la
pena principal de 7 meses de prisión como autor responsable
de estafa en el año 1981.
2. Expuso la accionante mediante apoderado, que, no
obstante estar extinta la pena, el D.A.S. expidió su certificado
judicial con la nota “registra antecedentes pero no es
requerido por autoridad judicial”.
3. Se quejó la demandante de que la autoridad accionada se
negó a expedir su certificado judicial sin la leyenda “registra
antecedentes”.
EL FALLO IMPUGNADO
La Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá concedió el
amparo invocado acogiendo, en garantía de los derechos
fundamentales
al buen nombre, trabajo e igualdad, el
criterio señalado por la Corte Suprema de Justicia mediante
diversas providencias por las cuales tuteló la dignidad
humana de los accionantes a quienes, como en el presente
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caso, se les extinguió la pena, pero el certificado judicial fue
expedido con el enunciado “REGISTRA ANTECEDENTES”.
Por lo anterior ordenó “al Director del DAS (…) expedir el
certificado judicial
a la señora CLARA
PATRICIA
GAITAN
denotando que no registra antecedentes (sic), sin que ello demande
el pago de suma dineraria alguna, (…)”; y advirtió a esta misma
autoridad que “el registro de antecedentes deberá continuar en su
base de datos, para dar cuenta del mismo a las autoridades
judiciales o administrativas, según sea el caso, cuando quiera que
lo soliciten con ocasión de sus funciones”.
LA IMPUGNACIÓN
El Coordinador del Grupo de Identificación de la Dirección
General Operativa
Seguridad
del
-D.A.S.-,
Departamento
impugnó
la
Administrativo
anterior
de
decisión
manifestando que “esta entidad dio solución al inconveniente que
se venía presentando al proferir la nueva resolución número 750 del
2 de julio de 2010 ‘por la cual se modifica y adiciona la resolución número
1157 de noviembre 7 de 2008, por la cual (sic) se reglamenta el modelo del
certificado judicial expedido por el Departamento Administrativo de Seguridad
DAS’ quedara así (sic):
“Parágrafo 1°. En caso que el ciudadano registre antecedentes, la
leyenda escrita a la que hace referencia el numeral 1.2 del
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presente artículo quedará de la siguiente forma. <<El Departamento
Administrativo de Seguridad certifica: Que en sus archivos a la fecha (año, mes,
día), nombre____, con cédula de ciudadanía número, de___, no es requerido
por la autoridad judicial, (El titular de este certificado o la autoridad
competente, pueden solicitar información detallada que aparezca registrada en
los archivos del DAS) de acuerdo con el artículo 248 de la Constitución Política
de Colombia. Código de verificación. Para verificar la autenticidad del presente
certificado, deberá ingresar a www.das.gov.co al servicio ‘consultar certificado
judicial’>>”. –Resaltado fuera de texto-.
“No obstante, con el fin de dar cumplimiento al fallo, la señora
CLARA PATRICIA GAITAN MESA podrá ingresar a la página web
del DAS www.das.gov.co, link del certificado judicial en línea y
tramitar de nuevo su certificado judicial por la opción 2 ‘obtener
nuevo certificado judicial’, con el PIN que había adquirido
anteriormente el cual tiene una vigencia de un año a partir de la
primera expedición de dicho documento para que se le certifique que
no es requerida por autoridad judicial.
“De igual forma si el PIN adquirido por el ciudadano se encuentra
vencido puede adquirir uno nuevamente en la página del DAS o
pidiendo cita en cada una de nuestras instalaciones a nivel
nacional para realizar el trámite de manera presencial.
“Finalmente, es del caso anotar que esta entidad no puede
expedir un certificado judicial sin la frase ‘no es solicitado por
autoridad judicial’, pues en primera medida en este campo el
documento no puede quedar en blanco, además si se
certificara que ‘no registra antecedentes’ se estaría frente al
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delito de falsedad en documento público, porque no se está
certificando lo que realmente corresponde”. –Resaltado fuera
de texto-.
CONSIDERACIONES DE LA SALA
1. De conformidad con las disposiciones del artículo 1º,
numeral 2º del Decreto 1382 del 12 de julio de 2000, es
competente
esta
Sala
para
pronunciarse
sobre
la
impugnación interpuesta contra la decisión proferida por la
Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá.
2. El artículo 86 de la Constitución Política establece que
toda persona tiene derecho a promover acción de tutela ante
los jueces con miras a obtener la protección inmediata de sus
derechos fundamentales, cuando por acción u omisión le
sean vulnerados o amenazados por cualquier autoridad
pública o por particulares en los casos previstos de forma
expresa en la ley, siempre que no exista otro medio de
defensa judicial, o existiendo, cuando la tutela se utilice como
mecanismo transitorio para evitar la materialización de un
perjuicio irremediable.
En diferentes oportunidades, la Sala ha precisado que el
mecanismo mencionado no se encuentra diseñado con miras
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a reemplazar al juez competente, de ahí que no sea de recibo
cuando se advierte que el accionante cuenta con otro
mecanismo judicial para invocar la protección de los derechos
fundamentales que considera, le han sido vulnerados. De tal
forma, la competencia del juez de tutela se limita al examen y
verificación del acto por el cual se presume, son violadas o
amenazadas las garantías superiores.
Es por ello, que se han fijado criterios generales sobre la
procedencia formal del amparo, los que han sido estatuidos en
el artículo 6° del Decreto 2591 de 1991 cuyo numeral primero
señala la existencia de otro mecanismo de defensa judicial
para
lograr
la
protección
que
por
vía
de
la
acción
constitucional se pretende obtener.
Tal exigencia, sólo admite excepción en el evento de que se
trate de evitar la consumación de un perjuicio irremediable,
pues de no ser así, esto es, de asumirse la acción de tutela
como un mecanismo de protección alternativo, se correría el
riesgo de dejar en el vacío las competencias de las distintas
autoridades
judiciales
y
concentrar
en
la
jurisdicción
constitucional todas las decisiones inherentes a ellas,
propiciando
así,
un
desborde
institucional
cumplimiento de las funciones de esta última.
6
en
el
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Análisis del caso concreto
1. Para resolver el asunto la Sala acude a los argumentos
expuestos en la sentencia proferida el 4 de mayo de 2010 por
esta Corporación -radicación 47546-, en la cual se dijo:
“Aplicado lo anterior al caso de análisis, se verifica que el señor P.A.P. fue
condenado por el Juzgado 18 Penal de Circuito de la ciudad de Bogotá,
mediante sentencia de 12 de julio de 1995, a la pena principal de 12
meses de prisión, como autor responsable del delito de tráfico de
influencias, circunstancia que indudablemente conllevaba a que el
Departamento Administrativo de Seguridad D.A.S., procediera a la
actualización del registro de antecedentes del actor, conforme a las
previsiones contenidas en el Decreto 3738 de 2003, que en su artículo 3º
señalaba:
“El
Departamento
Administrativo
de
Seguridad
DAS,
mantendrá y actualizara los registros delictivos y de identificación
nacionales, de acuerdo con los informes y avisos que para el efecto
deberán remitirle las autoridades judiciales, conforme a la Constitución
Política
y
la
ley.”.
En
ese
sentido,
ninguna
irregularidad
o
desconocimiento al derecho fundamental cuya protección reclama el
actor, se puede predicar.
“No sucede lo mismo, en relación con la anotación que aparece en el
certificado judicial referida a que “REGISTRA ANTECEDENTES, PERO
NO ES REQUERIDO POR AUTORIDAD JUDICIAL”, ya que en criterio de
la Sala, ello sí resulta altamente discriminatorio para aquellas personas
que, o bien cumplieron la pena impuesta, o las que como en el caso del
actor se vieron favorecidas con la prescripción de la pena.
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“Una cosa es que al tenor del Decreto 3738 se le autorice al Director del
Departamento Administrativo de Seguridad D.A.S. para que establezca y
adopte el modelo del certificado, ‘el cual podrá modificarse en cualquier
momento, de acuerdo con los avances tecnológicos con que cuente la
institución’, y otra muy diferente el que se aproveche esa potestad para
otorgar un trato altamente perjudicial a aquellos que por una u otra razón
han terminado condenados.
“En ese sentido, no desconoce la Sala que el Departamento de Seguridad
D.A.S., tiene dentro de sus funciones, organizar,
conservar y actualizar
los registros de identificación nacionales con base en los informes de
avisos que deben rendir oportunamente las autoridades judiciales.
Tampoco, el que aquel al que se le haya impuesto sentencia de condena,
debe aparecerle esa anotación como antecedente.
“No obstante, tal circunstancia no constituye per se una patente para que
el organismo de seguridad ponga de relieve la mencionada anotación en
el certificado judicial, pues ello conllevará necesariamente el que aquel
que necesite el aludido documento, verbi gracia con fines de acceder a un
cargo, se vea expuesto a ser rechazado, a pesar de que ya ha cumplido
la sanción o la misma se ha extinguido. Pensar de esa manera
conllevaría a considerar que en Colombia existen penas perpetuas.
“No significa lo anterior que el antecedente deba ser eliminado o
cancelado, pues el mismo resulta valioso para las autoridades judiciales.
Lo que se quiere resaltar es que una cosa es el suministro de dicha
información con tales propósitos, la que sirve para efectos de la
cuantificación de la pena o la concesión de beneficios, y que al tenor de lo
previsto por el artículo 4º del Decreto 3738, es de carácter reservado, y
otra bien diferente, cuando quien acude a que se le expida el certificado
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es el particular al que se le ha extinguido la pena por alguna de las
causales previstas en el artículo 88 del Código Penal.
“Acorde con lo que viene de verse, siendo claro para esta Sala de
Decisión de Tutelas que la resolución interna No. 1157 de 2008, según la
cual el D.A.S. advierte que la persona registra antecedentes, pero no es
requerida por autoridad judicial, resulta desconocedora de principios
constitucionales y causa un grave perjuicio a quien habiendo pagado la
pena impuesta o, como en el caso presente, se vio beneficiado con su
extinción por haber operado el fenómeno de la prescripción, deba soportar
las
consecuencias
que
conlleva
hacer
pública
y
mantener
indefinidamente una anotación de tales características, frente a su vida
cotidiana y en especial cuando deba presentar dicho documento para
acceder a un trabajo, pues surge evidente que tal registro le merma
ostensiblemente las posibilidades de que sea escogido para el mismo, lo
que de contera conlleva la vulneración de derechos fundamentales como
el de igualdad en el acceso a las oportunidades de empleo y a la vida en
condiciones dignas, situación que a la larga termina convirtiéndose en un
castigo adicional, es necesario ponderar los pro y contra de tal
determinación.
“Así las cosas, aplicado el test de razonabilidad a los derechos en
conflicto, la medida administrativa dispuesta en la Resolución 1157 de
2008, debe ceder frente al caso concreto, lo cual conlleva a que se ordene
aplicar la excepción de inconstitucionalidad consagrada en el artículo 4º
de la Carta Política, únicamente en lo que hace relación a la frase ‘registra
antecedentes’”.
2. Reforzando lo anterior, la Sala mediante sentencia dictada
el 11 de mayo de 2010, señaló que no se puede desconocer
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que la realidad en la cual se desenvuelve una sociedad,
constituye un factor que incide en la aplicación de los
institutos jurídicos, por tanto si bien la anotación: “Registra
antecedentes,
pero
no es requerido
por autoridad
judicial”,
no
constituye como tal una pena, desde el punto de vista de la
realidad social sí configura una extensión de la sanción, pues
son innegables los efectos que la misma genera, por ejemplo,
para obtener un empleo o respaldar obligaciones crediticias o
de otra índole.
En
ese
contexto,
la
pregunta
sería:
¿Puede
el
juez
constitucional permanecer ajeno a tales factores reales y
limitarse solamente con la apreciación lapidaria de que tal
anotación no constituye pena y que además refleja un dato
histórico que corresponde a la verdad de los hechos? Para esta
Sala ello no es posible, porque sólo en la medida en que la
labor de los jueces de tutela consulte y se cimente en los
factores reales que determinan el desenvolvimiento de las
relaciones sociales, siempre y cuando ello no desborde las
posibilidades que otorga el sistema jurídico constitucional, es
que tendría sentido su misión de ser garantes de los derechos
fundamentales e instrumentos eficaces para conseguir “…un
orden justo” –artículo 2º Constitucional-.
3. Como se puede observar la decisión administrativa
adoptada
por
el
D.A.S.
en
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el
sentido
de
divulgar
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indefinidamente en el certificado judicial que la demandante
registra antecedentes, configura una situación que extiende
desproporcionadamente
los
efectos
de
la
sentencia
condenatoria, pues genera en contra del ex condenado un
estigma vitalicio que limita gravemente su posibilidad de
acceder al mercado laboral y realizarse como ser social. Estas
consecuencias, ciertamente son contrarias a la dignidad
humana y a la función resocializadora de la pena por la cual
propende el ordenamiento jurídico. –En este mismo sentido se
pronunció esta Colegiatura mediante sentencias, entre otras, del 18 de
mayo, 13, 21 y 27 de julio de 2010, radicados números 47834, 48892 y
49021 y 49190 -.
La anterior consideración incluso encuentra respaldo en el
artículo 162 de la Ley 65 de 1993, el cual señala que
“cumplida la pena los antecedentes criminales no podrán ser por
ningún motivo factor de discriminación social o legal y no deberán
figurar en los certificados de conducta que se expidan” . –Resaltado
fuera de texto-.
4. De otra parte le asiste razón al Tribunal Superior de
Bogotá, en cuanto, si bien en asuntos como el presente las
autoridades judiciales en sede de tutela han ordenado a la
entidad accionada excluir de los certificados judiciales la
anotación
“registra
antecedentes”,
si
el
Departamento
Administrativo de Seguridad conserva en las certificaciones
características que permiten distinguir a
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las personas
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sancionadas cuyas penas actualmente están extintas, de
aquellas que nunca han sido condenadas, -como ocurrió en este
caso con la resolución 1157 de noviembre 7 de 2008 modificada por la
resolución 750 del 2 de julio de 2010, la cual impone expedir para las
primeras el enunciado “no es requerido por autoridad judicial”, y para
las segundas “no registra antecedentes”-, el acto de suprimir la
frase
antes
mencionada,
discriminación
que
en
entonces
sí
se
mismo
pretendió
no
evita
la
corregir
en
salvaguarda de la dignidad humana.
No obstante lo anterior, en este caso no es necesario que el
juez de tutela indique cuál debe ser el contenido exacto de los
certificados judiciales, por cuanto: i) esta operación le
compete a la entidad accionada, la cual está compelida a
ejercer sus funciones y facultades dentro del marco legal y
constitucional; ii) si bien estos límites se perfilan y se aclaran
en gran medida a través de la dogmática de los derechos
fundamentales,
construida
paulatinamente
en
la
jurisprudencia, ello no autoriza al juez de tutela a reemplazar
las autoridades administrativas en el ejercicio de sus
funciones; y iii) el D.A.S. cuenta con la información necesaria
y suficiente para impedir la vulneración puesta en evidencia,
pues no se puede olvidar que esta sólo comenzó a suscitarse
a partir de la Resolución 1157 del 7 de noviembre de 2008,
por cuyo medio la autoridad accionada acogió un modelo de
certificado diferente al que venía usando de conformidad con
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en el artículo 1º literal f) de la Resolución 1041 del 13 de
mayo de 2004.
Corolario de lo anterior la decisión que se impone es la
modificación de la orden impartida por la Sala Penal del
Tribunal Superior de Bogotá, en el sentido de que el D.A.S.
adopte un formato de certificado judicial que, sin faltar a la
verdad, restablezca realmente los derechos fundamentales
afectados de la accionante. –En idéntico sentido se pronunció esta
Sala mediante sentencias del 3 de agosto de 2010, radicados números
49180, 49190, 49212 y 49218-.
Por lo expuesto, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, SALA
DE CASACIÓN PENAL – EN SALA DE DECISIÓN DE
ACCIONES DE TUTELA, administrando justicia, en nombre
de la República y por autoridad de la Ley,
RESUELVE
MODIFICAR el fallo impugnado en el sentido de ordenar al
Departamento Administrativo de Seguridad –D.A.S-, adoptar,
-en el improrrogable termino de 48 horas contadas a partir de la
notificación de este fallo-, un modelo de certificado judicial que,
sin
faltar
a
la
verdad,
evite
13
eficazmente
el
estigma
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discriminatorio que motivó el presente trámite constitucional,
teniendo en consideración la parte motiva de esta decisión.
En lo demás la sentencia impugnada permanece incólume.
NOTIFICAR esta providencia de conformidad con el artículo
30 del Decreto 2591 de 1991.
REMITIR el expediente a la Corte Constitucional para su
eventual revisión, una vez en firme.
NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE
JOSÉ LEONIDAS BUSTOS MARTÍNEZ
JULIO ENRIQUE SOCHA SALAMANCA
JAVIER ZAPATA ORTIZ
TERESA RUIZ NÚÑEZ
Secretaria
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