EL RAMIÉ 73 que después han perfeccionado, la cual ha prestado servicios importantes y ha facilitado hilazas á las primeras fábricas que se instalaron en Francia. Esta máquina, como todas las que funcionan con los tallos verdes, presentan inconvenientes que, aunque algunos ya han sido consignados, se pueden reasumir en los cuatro siguientes: 1 . ° Necesitan mucha fuerza, porque operan sobre grandes masas: los tallos verdes contienen 8o por 100 de agua, que pierden por la desecación al aire libre. 2.° Producen desperdicios porque las fibras se rompen al dar salida á la parte leñosa que está en el interior de los tallos. 3. 0 Necesitan operar el descortezado en cuarenta y ocho horas, que es el máximum de tiempo que pueden en el verano permanecer los tallos en estado verde, y en su consecuencia hay necesidad de emplear muchas máquinas para que realicen todo el trabajo en poco tiempo. 4. 0 L a s hilazas obtenidas contienen la película exterior morena y gran cantidad de materia aglutinante: adherida á las fibras, lo que dificulta la operación del desengomado. E n vista de estos inconvenientes los industriales en general abandonan las máquinas de descortezar en verde, y las nuevas que se construyen operan el descortezado en los tallos secos, con lo que desaparecen algunos de los inconvenientes que quedan señalados. Mr. Pedro Augusto Favier, cuando inventó su máquina, según consta en la Memoria descriptiva, creyó que podía conseguir el descortezado con los tallos, y a verdes, ya secos, hoy solamente opera con los tallos secos. L a máquina de Favier, á pesar de los inconvenientes que tiene, abastece de hilazas á algunas de las-fábricas que se han establecido recientemente en Francia. L a máquina de Favier resuelve la cuestión teórica, es decir, produce la fibra en buen estado, bastante limpia y sin desperdicio; pero, como repetidas veces he consignado, no resuelve la cuestión económica; es escasa la cantidad de hilaza que produce una máquina que cuesta 5.000 pesetas y necesita 5 operarios para funcionar, 43 kilogramos de hilazas, obtenidas en doce horas de trabajo, es una producción tan pequeña que no permite desarrollar la industria en grande escala. Mr. Favier, con objeto de explotar su máquina, ha fundado bajo su dirección una sociedad que tiene su domicilio en Aviñón, y en la