LA ENTREVISTA / a Victoria Ugolini “Los futuros permiten eliminar el riesgo precio del negocio agrícola” Entrevista a Victoria Ugolini, analista y operadora de la firma Corredora, Futuros y Opciones – fyo.com Vemos cambios tecnológicos que han incorporado los productores agropecuarios que cambiaron la forma tradicional de producir. ¿En la comercialización también se produjeron cambios? El cambio se está produciendo, pero mucho más lentamente y de una manera mucho menos generalizada. Son varios los productores que operan futuros y opciones con el fin de eliminar el riesgo precio del negocio agrícola, pero la gran mayoría aun no adoptó estas herramientas. En Argentina existen dos mercados a término, el Matba y el Rofex. En ellos se pueden operar futuros y opciones de soja, maíz, trigo y girasol. Entre los dos mercados se negociaron en el año 2006 19 millones de toneladas, y en lo que va de 2007 un volumen similar; frente a una producción combinada de los cuatro granos de 88 millones de toneladas. A grandes números, se podría pensar que se cubre el 20% de la producción, pero este razonamiento no es del todo correcto, ya que quienes utilizan las herramientas probablemente estén operando en futuros y opciones 3 o 4 veces cada tonelada producida. Esto hace que quienes verdaderamente están utilizando las herramientas sean muy pocos. ¿Por que considera usted que aún no se popularizó el uso de los mecanismos modernos? En primer lugar, por desconocimiento respecto a su funcionamiento, beneficios y riesgos. Si bien las universidades, las bolsas, los mercados a término, los asesores y los corredores están trabajando en la difusión de las herramientas, todavía queda un largo camino por recorrer. El esfuerzo es válido, pero aun insuficiente. En segundo lugar, operar futuros requiere el depósito de márgenes y diferencias diarias, como garantía frente a movimientos adversos de los precios respecto a la posición tomada. Los márgenes van de 7 a 11 U$/tn, dependiendo del mercado y del producto y deben ser ingresados al mercado al día siguiente de realizada la operación. Pero se debe tener en cuenta que no es necesario inmovilizar efectivo para los márgenes, ya que los mercados aceptan por ejemplo avales bancarios, que se pueden obtener a tasas del 3 o 4% anual. Un tercer motivo es la inestabilidad económica e institucional que caracteriza a nuestro país, que altera las reglas, cambia los escenarios y paraliza a los mercados. De todos modos, los productores cuentan con la posibilidad de cubrirse en el mercado a término de Chicago (Chicago Board of Trade o CBOT), y así evitar la incertidumbre propia de nuestro país. Hoy existe el riesgo de un aumento de retenciones, principalmente en soja, y también existe la posibilidad de que el estado continúe con su política de cerrar el registro de exportaciones, ante escasez de maíz o trigo. Todas estas intervenciones hacen que el precio local se separe del internacional y le restan atractivo a las coberturas de las ventas al alza en los mercados argentinos. Quienes quieran participar de los precios internacionales pueden hacerlo comprando opciones en CBOT. Por último, entiendo que pesa la psicología de quien alguna vez tomó una cobertura a un precio que el consideraba que dejaba una rentabilidad satisfactoria, pero que al momento del vencimiento de la cobertura, los precios resultaron siendo más atractivos. En repetidas ocasiones se ha dado que los precios al momento de la cosecha terminaron siendo superiores a los que cotizaba el futuro en los meses anteriores. Esta situación deja un sabor amargo a quien tomó la cobertura, ya que el mejor precio que recibió en la cosecha lo debe usar para pagar la diferencia negativa que le dejó su posición en el mercado a término. Pero, y si hubiera ocurrido lo contrario? Y si el precio final no hubiera sido suficiente como para arrojar la rentabilidad deseada? El productor tiene a su alcance dos herramientas que le permiten presupuestar su negocio y dar certidumbre a su margen. ¿En el interior del país, lejos de Buenos Aires o Rosario, podemos usar este tipo de herramientas? Si, por supuesto. La operatoria de futuros se puede independizar de la del físico. Quien vende futuros tiene dos posibilidades: entregar el grano vendido a través del mercado a término (destinos por defecto: Rosario para la soja, el maíz y el girasol y Dársena para el trigo), o bien cancelar la posición vendida a través de una compra, antes de entrar al periodo de entrega, y de esa manera, tomar la ganancia o pérdida resultante. Si opta por la segunda alternativa, el productor queda libre para comercializar y entregar sus granos a su destino habitual. Para conocer su precio final de venta deberá sumar al precio obtenido por el físico la ganancia o pérdida resultante de la operación en el mercado a término. Por último – Una recomendación para los productores de la zona de Río Cuarto Sería interesante que comenzaran a familiarizarse con los futuros y las opciones, ya que estas herramientas, unidas a una gestión por presupuesto, permiten eliminar el riesgo precio del negocio agrícola.