ENMIENDA NÚM. 1 Del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN) El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Uno. ENMIENDA De modificación. Al Artículo único. Uno. Artículo 1.6. Texto que se propone: “6. A los efectos de la presente Ley, se aplicarán las siguientes definiciones: a) Auditoría legal: auditoría de las cuentas anuales o de las cuentas consolidadas, siempre que sea exigida por el Derecho comunitario o la legislación nacional. b) Auditor legal: persona física autorizada por las autoridades competentes, con arreglo a lo previsto en la presente Ley, para realizar auditorías legales, inscrita en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas. c) Sociedad de auditoría: persona jurídica, independientemente de la forma societaria adoptada, autorizada por las autoridades competentes, con arreglo a lo previsto en la presente Ley, para realizar auditorías legales, inscrita en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas. d) Tercero: persona física o jurídica, pública o privada, que acredite que actuó o dejó de actuar tomando en consideración el Informe de Auditoría, siendo éste elemento esencial y apropiado para formar su consentimiento, motivar su actuación o tomar su decisión. Dicha definición será únicamente aplicable al régimen de responsabilidad civil del auditor de cuentas y sociedades de auditoría. JUSTIFICACIÓN Al objeto de clarificar la aplicación del concepto de tercero al régimen de responsabilidad civil ENMIENDA NÚM. 2 Del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN) El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Dos. ENMIENDA De modificación. Al Artículo único. Dos. Artículo 2. Texto que se propone: “2. El informe de auditoría deberá ser emitido por los auditores de cuentas o las sociedades de auditoría de conformidad con la carta de encargo suscrita entre las partes. La no emisión del informe de auditoría o la renuncia a continuar con el contrato de auditoría, tan sólo podrá producirse por la existencia de justa causa y en aquellos supuestos en los que concurra alguna de las siguientes circunstancias: a) Existencia de amenazas que pudieran comprometer de forma grave la independencia u objetividad del auditor, de acuerdo con lo dispuesto en el Capítulo siguiente. b) Imposibilidad de realizar el trabajo encomendado al auditor o sociedad de auditoría por circunstancias ajenas al mismo. En los anteriores supuestos, cuando se trate de auditorías obligatorias, deberá informarse razonadamente, tanto al Registro Mercantil del domicilio de la sociedad auditada, como al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, de las circunstancias determinantes de la no emisión del informe o la renuncia a continuar con el contrato de auditoría, en la forma y plazos que se determine reglamentariamente”. JUSTIFICACIÓN Se elimina la referencia al impago de los honorario de auditoría por cuanto esta circunstancia debe resolveré de conformidad con la reglas generales de la relación contractual entre las partes, sin que quede desvirtuado el precepto y el objetivo que supone la protección de la independencia con la configuración que al respecto da entre otras normas el Código de Bueno Gobierno corporativo emitido por la Comisión Nacional del Mercado de Valores que en su recomendación numero 50 establece como obligación de los Comités de Auditoría examinar las circunstancias que hubieran motivado la renuncia del auditor. ENMIENDA NÚM. 3 Del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN) El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Siete. ENMIENDA De modificación. Texto que se propone: “g) La prestación de servicios de abogacía para la entidad auditada, simultáneamente para el mismo cliente, salvo que dichos servicios se presten por personas jurídicas distintas y con consejos de administración diferentes, y sin que puedan referirse a la resolución de litigios sobre cuestiones que puedan tener una incidencia significativa, medida en términos de importancia relativa, en los estados financieros correspondientes al periodo o ejercicio auditado" JUSTIFICACIÓN Mantenimiento del status quo actual y conciliar el texto del Proyecto de Ley con la directiva que se transpone y la Recomendación de Independencia de la Comisión Europea de 16 de mayo de 2002. Se refuerza la independencia del auditor al prohibir que éste participe en litigios significativos o materiales para el cliente auditado, lo cual está totalmente alineado con el Standard profesional de independencia de auditores (“IFAC Code of Ethics”, es decir, el Código de Etica de la International Federation of Accountants). Asimismo estaría plenamente alineado con la doctrina del Tribunal Supremo que se manifestó en Sentencia de 20 de junio de 2003 sobre la legalidad del art. 22.3 del Estatuto de la Abogacía que señala que. “En todo caso el abogado no podrá realizar actividad de auditoría de cuentas u otras que sean incompatibles con el correcto ejercicio de la abogacía, simultáneamente para el mismo cliente o para quienes lo hubiesen sido en los tres años precedentes. No se entenderá incompatible esta prestación si se realiza por personas jurídicas distintas y con Consejos de Administración diferentes”. El Tribunal Supremo se manifestó con notable claridad sobre la compatibilidad en el caso de que se presten los servicios por personas jurídicas distintas con Consejos de Administración diferentes. En efecto el Tribunal Supremo entiende que: “Resulta comprensible y razonable que queden fuera de esta prohibición general la prestación [de servicios jurídicos] que se realice por personas jurídicas distintas y con Consejos de Administración diferentes; pues desde un punto de vista sustantivo y formal, solo subvirtiendo la naturaleza o sustrato jurídico de estos sujetos de derecho podríamos llegar a las conclusiones o deducciones sobre el fraude de ley que esgrimen los recurrentes frente al fraude de ley”. En resumen, el Tribunal Supremo ha validado la corrección jurídica y legalidad de la regulación del Estatuto de la Abogacía que establece que es compatible la prestación de servicios de auditoría y abogacía siempre que se haga por sociedades distintas con consejos de administración diferentes. ENMIENDA NÚM. 4 Del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN) El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Siete. ENMIENDA De modificación. Al Artículo único. Siete. Artículo 8 bis, párrafos primero y segundo. Texto que se propone: “A los efectos de lo dispuesto en el artículo anterior, el periodo de cómputo para las incompatibilidades comprenderá desde el primer día del ejercicio a auditar hasta la fecha en que el auditor termina completamente su encargo emitiendo el último de los informes que tuviera encomendados. No obstante lo anterior, en el supuesto de que la fecha de aceptación del nombramiento como auditor sea anterior al primer día del ejercicio a auditar, la fecha en que se iniciará el período de cómputo será la citada fecha de aceptación del nombramiento. No obstante el párrafo anterior, en el supuesto de que se trate de incompatibilidades derivadas del párrafo b) del apartado 3 del artículo anterior, será suficiente que se resuelva la situación de incompatibilidad con anterioridad a la aceptación del nombramiento como auditor”. JUSTIFICACIÓN Frente a la opción del Proyecto (inicio del segundo año anterior al ejercicio al que correspondan los estados financieros u otros documentos contables auditados), se entiende más adecuada la referencia temporal de la fecha en que comienza el ejercicio a auditar, en relación con el plazo para considerar la posible existencia de incompatibilidades. La prevista en el Proyecto implica una antelación del juicio o valoración de las circunstancias que limita el acceso a la actividad de auditoría (algunas circunstancias, como una valoración de un activo que ya ha sido enajenado por la entidad auditada, o sobre el que concurren diferentes circunstancias, no tiene por qué tener impacto alguno en el status de independencia del auditor, máxime cuando el impacto de esa valoración ha sido ya objeto de procedimientos de validación o de verificación por otro auditor distinto de aquel que efectuó la valoración, con lo que se elimina completamente el riesgo de autorrevisión. Además, establece un sistema que reduce la capacidad de elección de auditor por parte de las empresas españolas al ser frecuente que algunos de los auditores o sociedades de auditoría entre los que podría elegir la sociedad a auditarse se encuentre en causa de incompatibilidad por causa de este precepto, el cual no tiene parangón en el entorno internacional. Por ello constituiría, de no modificarse el actual redactado del Proyecto de Ley, una clara restricción a la libre competencia y se perjudicaría injustificadamente el desarrollo del mercado español de auditoría y de servicios profesionales, reduciendo la capacidad de crecimiento de firmas medianas y pequeñas, y constituyendo un claro agravio comparativo para los auditores españoles en relación al resto de países de la UE. ENMIENDA NÚM. 5 Del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN) El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Siete. ENMIENDA De modificación. Al Artículo único. Siete. Artículo 8 ter. Texto que se propone: “A los efectos de lo dispuesto en los artículos anteriores: a) Las menciones a la empresa o entidad auditada o al cliente de auditoría se extenderán a las siguientes entidades españolas:- las entidades que ejercen control directo o indirecto sobre ella, en la medida en que la misma sea significativa para ellas - las entidades que ejercen influencia significativa sobre ella, en la medida en que la misma sea significativa para ellas - las entidades sobre las que la misma ejerce control directo o indirecto - las entidades en las que la misma tiene una participación directa o indirecta siempre que dicha participación sea significativa y pueda ejercer influencia significativa sobre ellas. b) Las menciones a los auditores de cuentas se extenderán: 1) A sus cónyuges y a los hijos, padres u otros familiares en la medida en que dependan financieramente del auditor de cuentas, salvo en los supuestos en que dichas personas ostenten cargos de empleo en la entidad auditada cuyo desempeño no afecte o no esté relacionado con la elaboración de información significativa contenida en los estados financieros de la entidad auditada. La extensión a que se refiere este párrafo no será de aplicación en los supuestos contemplados en el apartado 3.c) del artículo 8. 2) Al conjunto de personas o entidades españolas que constituyan o estén sometidas a la misma unidad de decisión que los auditores, por estar controladas por cualquier medio por una o varias personas físicas o jurídicas que actúen conjuntamente, o por hallarse bajo dirección única, incluidas aquellas situaciones en las que existe grupo de acuerdo con el artículo 42 del Código de Comercio, con las siguientes particularidades: - En los supuestos a que se refieren los apartados 3.b) y 3.c) del artículo 8, la extensión se entenderá limitada a aquellas personas que, en la entidad que forme parte de la unidad de decisión a la que pertenezca el auditor, ostenten la condición de socio, administrador, u ocupen puesto de alta dirección. - Adicionalmente, en el caso de ostentación de cargos de empleo contemplado en el apartado 3.a) del artículo 8, la citada extensión comprenderá a las personas que, sometidas a la misma unidad de decisión del auditor, desempeñen cargos que afecten o estén relacionados con la elaboración de información significativa contenida en los estados financieros de la entidad auditada. 3) A los auditores de cuentas o sociedades de auditoría españoles con los que tuvieran vinculación directa o indirecta, así como a los socios de dichas sociedades que ejerzan en la misma oficina o unidad de gestión interna de la sociedad de auditoría que el socio responsable del trabajo; y a las personas con capacidad para influir en el resultado final de la auditoría de cuentas, incluidos los socios, auditores o no, que tengan responsabilidad de supervisión o gestión en la realización de un trabajo concreto de auditoría y puedan influir directamente en su valoración y resultado final. No obstante lo anterior, en el caso del apartado 3.c) del artículo 8 la extensión sólo alcanzará al resto del equipo de trabajo y los socios, auditores o no, que tengan responsabilidad de supervisión o gestión en la realización de un trabajo concreto de auditoría y puedan influir directamente en su valoración y resultado final. De la misma forma, en el caso de las incompatibilidades del apartado 3.b) del artículo 8 la extensión no alcanzará a la sociedad de auditoría cuando la misma tenga establecidas medidas de salvaguarda a las que se refiere el segundo párrafo del apartado 1 del artículo 8, la incompatibilidad se haya producido de manera inadvertida y haya sido corregida tan pronto como haya sido detectada. La extensión referida a los auditores de cuentas con los que tuviera cualquier vinculación será aplicable, en el supuesto contemplado en el apartado 3.c) del artículo 8, cuando, por razón de la estructura y dimensión de la sociedad de auditoría, pueda existir influencia o relación con posibles efectos en el resultado del trabajo de auditoría”. JUSTIFICACIÓN Este precepto regula las llamadas extensiones subjetivas de las causas de incompatibilidad en unos términos excesivamente amplios, dando lugar a reglas de muy difícil previsión y gestión por parte de sus destinatarios. Ante todo, debe destacarse la inclusión en su letra a) de la definición legal de grupo de sociedades que contiene el artículo 42 del Código de Comercio, concepto que es diferente al de “red” que emplea la Directiva (artículo 2.7), pero que, en la medida en que es más estricto que el empleado en la Directiva, está amparado su uso por lo establecido en su artículo 52. Cuestión distinta es el juicio que merece el empleo de esta previsión legal por el artículo 8 ter.b).1º del Proyecto. Así, al regular una segunda extensión personal y conceptual de lo establecido en su letra a), prevé que, a los efectos de lo establecido en el mismo, “lo dispuesto en el apartado 5.a), a efectos de considerar a una entidad como vinculada a la entidad auditada, será de aplicación con carácter general”. El precepto no es claro al incluir esta mención. Así, debe tenerse cuenta que de aplicarse la regla de la vinculación del artículo 8 ter.a) a la previsión del artículo 8 ter.b) se introduce un aspecto de dudosa legalidad, como es el del alcance extraterritorial de la norma. Así, el Proyecto no discrimina según el tipo de entidad con el que se produce la vinculación, de modo que si uno de los sujetos que menciona la letra b) –por ejemplo, el suegro del auditor firmante del informe de auditoría- está incurso en alguno de los supuestos previstos en el artículo 8.3 del Proyecto –salvo la letra c)-, se extiende la presunción de que ese auditor firmante no goza de suficiente independencia, con independencia de la nacionalidad o importancia en el grupo de la sociedad en la que ese tercer sujeto está empleado o a la que ha prestado un servicio. De este modo, se impone a los auditores y sociedades de auditoría de cuentas un deber de dudosos perfiles a priori, cuyo control no dependerá tanto de la minuciosidad de su labor y de sus sistemas de salvaguardas, cuanto de las decisiones de terceros sujetos no relacionados con su actividad ni círculo de actividad. Por consiguiente, debe ponerse de manifiesto que las sugerencias realizadas acerca de las extensiones de parentesco que realiza el artículo 8.3.c) del Proyecto alcanzan un notable grado de dificultad en su gestión y concreción cuando se conecta esa previsión del artículo 8.3.c) con la del primer párrafo del apartado 8 ter.b) del Proyecto. Y ello porque este precepto combina el criterio del artículo 8.3.c) con el del artículo 8 ter.a) –entidades vinculadas o dependientes-. Es decir, que presume la falta de independencia del auditor o sociedad de auditoría, respecto de una entidad auditada, cuando concurran, además de las circunstancias previstas en otras leyes, las contempladas en el apartado 3 del artículo 8, en sus cónyuges y en aquellos con los que los auditores de cuentas firmantes del informe de auditoría tengan vínculos de consanguinidad o afinidad hasta el primer grado, o vínculos de consanguinidad colateral hasta el segundo grado, incluidos los cónyuges de éstos últimos. A estos efectos, será de aplicación, con carácter general, lo previsto en el artículo 8 ter.a), de modo que allí donde se dice “entidad auditada”, ha de entenderse que tienen cabida todas las que resultan de la aplicación del artículo 8 ter.a). Por consiguiente, ello podría dar lugar, entre otros ejemplos, a que si un cuñado o suegro del auditor firmante ocupa un cargo directivo en una sociedad, nacional o extranjera, que forma parte de un grupo con la entidad auditada, inhabilita al auditor, salvo que se trate de una entidad respecto a la cual la entidad auditada ejerza control o influencia significativa y esa entidad no sea, en términos de importancia relativa, significativa para la entidad auditada. Pero es que, además, ha de resaltarse que, en su configuración actual, este artículo 8 ter.b) da lugar a que la prestación a la entidad auditada por alguno de los familiares que identifica de cualquiera de los servicios que se regulan en los apartados c) a h) del artículo 8.3, implica la falta de independencia del auditor o de la sociedad de auditoría. Una extensión de estas características significa que aunque el auditor firmante y, por ende, la sociedad de auditoría, sean independientes –por aplicación del artículo 8.3- no los son por haber prestado un servicio distinto de la auditoría un familiar de los previstos en el artículo 8 ter.b). ENMIENDA NÚM. 6 Del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN) El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Dieciséis. ENMIENDA De modificación. Al Artículo único. Dieciséis. Artículo 16,2.b) Texto que se propone: “b) El incumplimiento de los dispuesto en los artículos 8.3 y 8 ter de la presente Ley, en relación con el deber de independencia de los auditores de cuentas, siempre que hubiese mediado dolo o negligencia especialmente grave e inexcusable”. JUSTIFICACIÓN Se propone eliminar la referencia al artículo 8.1 por sistemática de la Ley, puesto que el 8.1 es un precepto “prólogo” a todo el régimen de incompatibilidades de ahí que todo aquello que no cumpla el artículo 8.1 sería genéricamente motivo de infracción. La propuesta de añadir la referencia al dolo o culpa inexcusable en el tipo del artículo 16.2.b) tiene como finalidad dar entrada específica a la cláusula de moderación de imposición de las sanciones prevista en el artículo 17.10.c) del Proyecto (existencia de intencionalidad). De este modo, se introduce un claro criterio de valoración y proporcionalidad en la aplicación de la correspondiente sanción administrativa, de modo que no toda vulneración de lo previsto en los artículos 8.3 y 8 ter dé lugar a la imposición de una sanción muy grave, pudiendo modularse en atención a este criterio, dando lugar a la imposición, en su caso, de una sanción grave. ENMIENDA NÚM. 7 Del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN) El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Dieciséis. ENMIENDA De adición. Al Artículo único. Dieciséis. Artículo 16.5 (nuevo). De adición de un nuevo apartado 5 con la siguiente redacción: “5. No se considerará incumplimiento de las normas de auditoría el que derive de una discrepancia jurídica o técnica razonablemente justificada. A estos efectos, y con el fin de posibilitar la verificación de la razonabilidad de la interpretación de las Normas Técnicas de Auditoría efectuada por el auditor o la sociedad de auditoría, éstos deberán documentar la razonabilidad de la interpretación realizada”. JUSTIFICACIÓN De conformidad con la doctrina jurisprudencial recaída a respecto, se propone introducir este apartado específico con las previsiones que, a nuestro juicio, resultan necesarias para que pueda entenderse producido un incumplimiento de las normas de auditoría en aquellos supuestos en que cabe admitir diversas interpretaciones, suficientemente razonadas y justificadas, de las mismas. La propuesta de introducir un nuevo apartado quinto responde a la necesidad de limitar el alcance algunas cláusulas –señaladamente, del artículo 16.3.a) o b)introduciendo la posibilidad de que los auditores acrediten en un momento anterior a la tramitación de un expediente disciplinario la razón que motivó la discrepancia con el cliente. En tales casos, por medio de unas informaciones previas podría evitarse la tramitación de un procedimiento, siempre que se acredite de manera suficiente el motivo de la discrepancia. ENMIENDA NÚM. 8 Del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN) El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Diecisiete. ENMIENDA De modificación. Al Artículo único. Diecisiete. Artículo 17.4.b). Texto que se propone: “b) Multa por un importe que no podrá ser inferior a seis ni superior a doce veces la cantidad facturada por el trabajo de auditoría en relación con el que se haya cometido la infracción, sin que la sanción resultante pueda ser inferior a 24.000 euros. Cuando la infracción cometida no venga referida a un trabajo de auditoría la sanción será de 24.000 euros a 240.000 euros”. JUSTIFICACIÓN A los efectos de incluir los casos en los que la infracción no venga referida a un concreto informe de auditoría. Asimismo se incrementan la banda en la cuantificación en las sanciones muy graves a sociedades de auditoría de 10 a 12 veces la cantidad facturada por el trabajo de auditoría en relación al cual se haya cometido la infracción. ENMIENDA NÚM. 9 Del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN) El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Diecisiete. ENMIENDA De modificación. Al Artículo único. Diecisiete. Artículo 17.6. Texto que se propone: “6. Por la comisión de infracciones graves se impondrá a la sociedad de auditoría infractora una sanción de multa por un importe que no podrá ser inferior a dos ni superior a cinco veces la cantidad facturada por el trabajo de auditoría en relación con el que se haya cometido la infracción, sin que la sanción resultante pueda ser inferior a 12.000 euros Cuando la infracción cometida no venga referida a un trabajo de auditoría la sanción será de 12.000 euros a 120.000 euros”. JUSTIFICACIÓN A los efectos de incluir los casos en los que la infracción no venga referida a un concreto informe de auditoría. ENMIENDA NÚM. 10 Del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN) El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Diecisiete. ENMIENDA De modificación. Texto que se propone: “14. La comisión de cualquiera de las infracciones señaladas en esta Ley deducida de un sólo hecho, únicamente podrá dar lugar a la imposición de una única sanción por el mismo hecho por el que se haya apreciado la infracción al socio firmante del informe de auditoría y un única sanción a la sociedad de auditoría de la que dicho socio forme parte”. JUSTIFICACIÓN Debe delimitarse el ámbito de aplicación de la potestad sancionadora del ICAC, en el sentido de indicar que el auditor infractor por un lado y la sociedad de auditoría han de ser sancionado una sola vez por un solo hecho. ENMIENDA NÚM. 11 Del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN) El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Diecinueve. ENMIENDA De modificación. Al Artículo único. Diecinueve. Artículo 22.1. “1. Todos los auditores de cuentas y sociedades de auditoría, quedan sometidos al sistema de supervisión pública, objetivo e independiente, que tiene por objeto desarrollar el control y supervisión de la actividad de auditoría. JUSTIFICACION A los efectos de poder dotar de entidad propia las modificaciones normativas futuras en el órgano de supervisión pública de forma que se cumpla el artículo 32 de la Directiva que se transpone. ENMIENDA NÚM. 12 Del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN) El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Diecinueve. ENMIENDA De supresión. Al Artículo único. Diecinueve. Artículo 22.2 y 3. Se solicita la supresión de los apartados 2 y 3 del citado artículo 22. JUSTIFICACION A los efectos de poder dotar de entidad propia las modificaciones normativas futuras en el órgano de supervisión pública de forma que se cumpla el artículo 32 de la Directiva que se transpone. ENMIENDA NÚM. 13 Del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN) El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Veintidós. ENMIENDA De modificación. Al Artículo único. Veintidós. A la Disposición Adicional novena.b) Texto que se propone: “b) Las entidades que se determinen reglamentariamente en atención a su importancia pública significativa por la naturaleza de su actividad, su tamaño y número de empleados. JUSTIFICACIÓN Para posibilitar una habilitación de desarrollo reglamentario adecuado. ENMIENDA NÚM. 14 Del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN) El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Veinticuatro. ENMIENDA De modificación. Al Artículo único. Veinticuatro. Disposición Final quinta. Uno. “Uno. El apartado 2 del artículo 105 del Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas aprobado por Real Decreto Legislativo 1564/1989, de 22 de diciembre, queda modificado como sigue: “2. También podrán fijar con carácter general el número máximo de votos que puede emitir un mismo accionista o sociedades de pertenecientes a un mismo grupo. No obstante, dichas restricciones serán ineficaces cuando, tras una oferta pública de adquisición, el oferente haya alcanzado un porcentaje igual o superior al 75% del capital que confiera derechos de voto”. JUSTIFICACIÓN: Idéntica a la anterior. ENMIENDA NÚM. 15 Del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN) El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (GPSN), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Veinticuatro. ENMIENDA De adición. Se propone la adición de una nueva Disposición Final cuarta bis (nueva). Texto que se propone: Modificación del artículo 60 ter de la Ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores. Se propone añadir un último párrafo al apartado 1, tras la letra c), con el contenido siguiente: “En todo caso, sin que se requiera decisión de la Junta General de la sociedad afectada, las restricciones estatutarias al derecho de voto serán ineficaces cuando, tras una oferta pública de adquisición, el oferente haya alcanzado un porcentaje igual o superior al 75% del capital que confiera derechos de voto”. JUSTIFICACIÓN: Se trata de sustituir el principio de proporcionalidad rigurosa entre el capital y el voto en las sociedades cotizadas, manteniendo las excepciones a tal principio, salvo en el caso de que tras una oferta pública de adquisición, el oferente haya alcanzado un porcentaje igual o superior al 75% del capital que confiere derechos de voto. ENMIENDA NÚM. 16 Del Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP) El Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Uno. ENMIENDA De modificación. Al artículo 1 número 6 apartado d) Texto que se propone: “6. A los efectos de la presente Ley, se aplicarán las siguientes definiciones: a) Auditoría legal: auditoría de las cuentas anuales o de las cuentas consolidadas, siempre que sea exigida por el Derecho comunitario o la legislación nacional. b) Auditor legal: persona física autorizada por las autoridades competentes, con arreglo a lo previsto en la presente Ley, para realizar auditorías legales, inscrita en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas. c) Sociedad de auditoría: persona jurídica, independientemente de la forma societaria adoptada, autorizada por las autoridades competentes, con arreglo a lo previsto en la presente Ley, para realizar auditorías legales, inscrita en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas. d) Tercero: persona física o jurídica, pública o privada, que acredite que actuó o dejó de actuar tomando en consideración el Informe de Auditoría, siendo éste elemento esencial y apropiado para formar su consentimiento, motivar su actuación o tomar su decisión. Dicha definición será únicamente aplicable al régimen de responsabilidad civil del auditor de cuentas y sociedades de auditoría reguladas en esta ley ”. JUSTIFICACIÓN Enmienda técnica para clarificar la aplicación del concepto de tercero al régimen de responsabilidad civil y no a la potestad sancionadora de la Administración. ENMIENDA NÚM. 17 Del Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP) El Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Dos. ENMIENDA De modificación. Al artículo 2.2. Supresión del apartado c). Texto que se propone: “2. El informe de auditoría deberá ser emitido por los auditores de cuentas o las sociedades de auditoría de conformidad con la carta de encargo suscrita entre las partes. La no emisión del informe de auditoría o la renuncia a continuar con el contrato de auditoría, tan sólo podrá producirse por la existencia de justa causa y en aquellos supuestos en los que concurra alguna de las siguientes circunstancias: a) Existencia de amenazas que pudieran comprometer de forma grave la independencia u objetividad del auditor, de acuerdo con lo dispuesto en el Capítulo siguiente. b) Imposibilidad de realizar el trabajo encomendado al auditor o sociedad de auditoría por circunstancias ajenas al mismo. En los anteriores supuestos, cuando se trate de auditorías obligatorias, deberá informarse razonadamente, tanto al Registro Mercantil del domicilio de la sociedad auditada, como al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, de las circunstancias determinantes de la no emisión del informe o abstención, en la forma y plazos que se determine reglamentariamente”. JUSTIFICACIÓN Se elimina la referencia al impago de los honorario de auditoria por cuanto esta circunstancia debe resolveré de conformidad con la reglas generales de la relación contractual entre las partes. ENMIENDA NÚM. 18 Del Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP) El Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Siete. ENMIENDA De modificación. Al artículo 8.3.g Texto que se propone: g) La prestación de servicios de abogacía para la entidad auditada, simultáneamente para el mismo cliente o para quienes lo hubiesen sido, salvo que dichos servicios se presten por personas jurídicas distintas y con consejos de Administración diferentes. JUSTIFICACIÓN Clarificación técnica de manera que si se trata de personas jurídicas distintas que además tienen Consejos de Administración diferentes, no parece adecuado que se les puedan considerar carentes de independencia en el ejercicio de sus funciones. ENMIENDA NÚM. 19 Del Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP) El Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Dieciséis. ENMIENDA De adición. Al artículo 16 De adición de un nuevo apartado 5 con la siguiente redacción: 5. No se considerará incumplimiento de las normas de auditoría el que derive de una discrepancia jurídica o técnica razonablemente justificada. A estos efectos, y con el fin de posibilitar la verificación de la razonabilidad de la interpretación de las Normas Técnicas de Auditoría efectuada por el auditor o la sociedad de auditoría, éstos deberán documentar la razonabilidad de la interpretación realizada. JUSTIFICACIÓN De conformidad con la doctrina jurisprudencial recaída a respecto, se propone introducir este apartado específico con las previsiones que, a nuestro juicio, resultan necesarias para que pueda entenderse producido un incumplimiento de las normas de auditoría en aquellos supuestos en que cabe admitir diversas interpretaciones, suficientemente razonadas y justificadas, de las mismas. La propuesta de introducir un nuevo apartado quinto responde a la necesidad de limitar el alcance algunas cláusulas –señaladamente, del artículo 16.3.a) o b)introduciendo la posibilidad de que los auditores acrediten en un momento anterior a la tramitación de un expediente disciplinario la razón que motivó la discrepancia con el cliente. En tales casos, por medio de unas informaciones previas podría evitarse la tramitación de un procedimiento, siempre que se acredite de manera suficiente el motivo de la discrepancia. ENMIENDA NÚM. 20 Del Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP) El Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Diecisiete. ENMIENDA De modificación. Al artículo 17.4.b) De modificación Texto que se propone: b) Multa por un importe que no podrá ser inferior a seis ni superior a doce veces la cantidad facturada por el trabajo de auditoría en relación con el que se haya cometido la infracción, sin que la sanción resultante pueda ser inferior a 24.000 euros. Cuando la infracción cometida no venga referida a un trabajo de auditoría la sanción será de 24.000 euros a 240.000 euros. JUSTIFICACIÓN A los efectos de incluir los casos en los que la infracción no venga referida a un concreto informe de auditoría. Asimismo se incrementan la banda en la cuantificación en las sanciones muy graves a sociedades de auditoría de 10 a 12 veces la cantidad facturada por el trabajo de auditoría en relación al cual se haya cometido la infracción. ENMIENDA NÚM. 21 Del Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP) El Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Diecisiete. ENMIENDA De modificación. Al artículo 17.6 Texto que se propone: 6. Por la comisión de infracciones graves se impondrá a la sociedad de auditoría infractora una sanción de multa por un importe que no podrá ser inferior a dos ni superior a cinco veces la cantidad facturada por el trabajo de auditoría en relación con el que se haya cometido la infracción, sin que la sanción resultante pueda ser inferior a 12.000 euros Cuando la infracción cometida no venga referida a un trabajo de auditoría la sanción será de 12.000 euros a 120.000 euros. JUSTIFICACIÓN A los efectos de incluir los casos en los que la infracción no venga referida a un concreto informe de auditoría. ENMIENDA NÚM. 22 Del Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP) El Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Diecisiete. ENMIENDA De modificación. Al artículo 17.14 Texto que se propone: 14. La comisión de cualquiera de las infracciones señaladas en esta Ley deducida de un sólo hecho, únicamente podrá dar lugar a la imposición de una única sanción por el mismo hecho por el que se haya apreciado la infracción al socio firmante del informe de auditoría y un única sanción a la sociedad de auditoría de la que dicho socio forme parte. JUSTIFICACIÓN Debe delimitarse el ámbito de aplicación de la potestad sancionadora del ICAC, en el sentido de indicar que el auditor infractor por un lado y la sociedad de auditoría han de ser sancionado una sola vez por un solo hecho. ENMIENDA NÚM. 23 Del Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP) El Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Diecinueve. ENMIENDA De modificación. Al artículo 22.1 Texto que se propone: 1. Todos los auditores de cuentas y sociedades de auditoría, quedan sometidos al sistema de supervisión pública, objetivo e independiente, que tiene por objeto desarrollar el control y supervisión de la actividad de auditoría. JUSTIFICACION A los efectos de poder dotar de entidad propia las modificaciones normativas futuras en el órgano de supervisión pública de forma que se cumpla el artículo 32 de la Directiva que se transpone. ENMIENDA NÚM. 24 Del Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP) El Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Diecinueve. ENMIENDA De supresión. Al artículo 22.2 y 3 JUSTIFICACION A los efectos de poder dotar de entidad propia las modificaciones normativas futuras en el órgano de supervisión pública de forma que se cumpla el artículo 32 de la Directiva que se transpone. ENMIENDA NÚM. 25 Del Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP) El Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Veintidós. ENMIENDA De modificación. A la Disposición Adicional Novena, apartado b) Texto que se propone: b) Las entidades que se determinen reglamentariamente en atención a su importancia pública significativa por la naturaleza de su actividad, su tamaño y número de empleados. JUSTIFICACIÓN Para posibilitar una habilitación de desarrollo reglamentario adecuado. ENMIENDA NÚM. 26 Del Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP) RETIRADA ENMIENDA NÚM. 27 Del Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP) RETIRADA ENMIENDA NÚM. 28 Del Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP) El Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda a la Disposición final cuarta. ENMIENDA De modificación. 1. Se añaden cinco nuevos párrafos al apartado 2 del artículo 117 de la Ley de Mercado de Valores. En la página web de la sociedad se habilitará un Foro Electrónico de Accionistas con el fin de facilitar la comunicación de los accionistas y sus asociaciones con carácter previo a la celebración de las Juntas Generales. En dicho Foro sólo podrán hacerse públicas notificaciones que tengan por objeto las propuestas que pretendan presentarse al amparo o como complemento del orden del día anunciado en la convocatoria, las solicitudes de adhesión a las mismas, las iniciativas para alcanzar el porcentaje suficiente para el ejercicio de un derecho de minoría legalmente previsto y las ofertas o peticiones de representación voluntaria, todo ello sin perjuicio de la necesidad de observar las normas legales, estatutarias y las incluidas en el reglamento de la Junta General, previstas para el ejercicio de los derechos a los que se refiera la notificación. El texto de la notificación se limitará a enunciar el contenido de la iniciativa. La justificación de la misma no formará parte de la notificación objeto de publicación en el Foro, sin perjuicio de que en ésta se consignen, en su caso, los hipervínculos externos que permitan acceder a ella. Sólo se incorporarán al Foro las tomas de posición que la sociedad considere oportuno formular sobre las notificaciones publicadas en el Foro, sin que sea objeto de publicación en el mismo cualquier otro comentario sobre las propuestas formuladas. La gestión del Foro corresponderá a la sociedad, que podrá comprobar la legitimación de quien pretenda incorporar una notificación así como la conformidad de ésta a la ley, a las exigencias de la buena fe y en defensa del interés social, pudiendo requerir a estos efectos a los accionistas o asociaciones la aportación de los elementos de prueba necesarios para justificar su legitimidad. El reglamento de la Junta General regulará el funcionamiento del Foro Electrónico de Accionistas, velando porque su utilización sea segura, fácilmente accesible, respetuosa con los derechos individuales, tanto de los accionistas como de terceros, especialmente en lo relativo a la protección de los datos de carácter personal, y conforme con el interés social. JUSTIFICACIÓN La proyectada incorporación de nuevos párrafos al apartado del artículo 117 de la LMV debe realizarse teniendo en cuenta la experiencia del derecho comparado (singularmente del derecho alemán) y establecer con mayor claridad el alcance del Foro de Accionistas, así como las necesarias cautelas para evitar desviaciones que puedan menoscabar el interés social. El texto del proyecto acierta al optar por el carácter privado del Foro, gestionado por la sociedad y gratuito para los accionistas y sus asociaciones. Es la sociedad la que corre con su coste y la legitimada para comprobar las condiciones de acceso al mismo y llevar a cabo el control de su contenido, por lo que podrá rechazar aquellas solicitudes que no cumplan con los requisitos de legitimación del notificante, así como las notificaciones que no se ajusten a lo legalmente previsto, traten de temas distintos a los tipificados o contengan argumentaciones que excedan la función enunciativa. Por ello es necesario precisar que el Foro es un mecanismo que contribuye a la difusión de informaciones, notificaciones o propuestas, pero no puede ser un instrumento que sustituya a los procedimientos legales a través de los cuales debe recabarse la adhesión a una propuesta, formalizar una representación o solicitar una información, que tienen sus cauces definidos en nuestro ordenamiento jurídico. Además, la norma debe incluir una referencia expresa al control de la buena fe de las comunicaciones y su contenido, conforme a lo previsto en la Recomendación Tercera al Gobierno del Anexo II del Informe del Grupo redactor del Código Unificado de Buen Gobierno de las sociedades cotizadas, en la que se subraya la necesidad de asegurar que el uso de los mecanismos que faciliten la coordinación entre los pequeños accionistas se haga siempre de buena fe y en defensa del interés social. ENMIENDA NÚM. 29 Del Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP) El Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda a la Disposición final cuarta. Uno. 2. ENMIENDA De supresión. JUSTIFICACIÓN Entendemos que este punto 2 podía ser declarado inconstitucional por remitir a regulación reglamentaria materia reservada a Ley. ENMIENDA NÚM. 30 Del Grupo Parlamentario Popular en el Senado (GPP) RETIRADA ENMIENDA NÚM. 31 Del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda a la Disposición final quinta. Uno. ENMIENDA De supresión. Se suprime la Disposición final quinta. Uno JUSTIFICACIÓN Por obedecer a intereses particulares e individuales. ENMIENDA NÚM. 32 Del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda a la Disposición final sexta. ENMIENDA De modificación. Se modifica la Disposición final sexta quedando redactada como sigue: Disposición final sexta. Entrada en vigor Esta Ley entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el “Boletín Oficial del Estado”. JUSTIFICACIÓN En concordancia con la enmienda anterior. ENMIENDA NÚM. 33 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Uno. ENMIENDA De supresión. Al artículo 1.6, letras a), b) y c) De supresión JUSTIFICACIÓN: Los apartados que se pretenden suprimir presentan la siguiente redacción en el Proyecto: “6. A los efectos de la presente Ley, se aplicarán las siguientes definiciones: a) Auditoría legal: auditoría de las cuentas anuales o de las cuentas consolidadas, siempre que sea exigida por el Derecho comunitario o la legislación nacional. b) Auditor legal: persona física autorizada por las autoridades competentes, con arreglo a lo previsto en la presente Ley, para realizar auditorías legales, inscrita en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas. c) Sociedad de auditoría: persona jurídica, independientemente de la forma societaria adoptada, autorizada por las autoridades competentes, con arreglo a lo previsto en la presente Ley, para realizar auditorías legales, inscrita en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas.” La incorporación de las definiciones y expresiones de “auditoría legal” y “auditor legal no guardan coherencia con el Proyecto, al no figurar en todo su articulado. Luego, se introduce la definición de un término que luego no se emplea. Además, las definiciones a que se refieren ya están incluidas en el Proyecto. Así, se define lo que es “auditoría legal” en el artículo 1, y quién puede ser “auditor legal” en el artículo 7. Por otra parte, debe señalarse, en relación con la definición de “sociedad de auditoría”, que la definición que recoge genera problemas de interpretación al referirse a la existencia de “autoridades competentes”, cuando, de acuerdo, con el artículo 10, sólo existe una única autoridad: el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas. Por tanto, se propone suprimir estos apartados al no guardar coherencia con todo el articulado del Proyecto (en el que no se vuelven a utilizar a lo lago del mismo) y generar problemas de interpretación en cuanto a quién tiene atribuida la competencia para autorizar a las sociedades de auditoría. ENMIENDA NÚM. 34 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Uno. ENMIENDA De supresión. Al artículo 1.6, letra d) De supresión JUSTIFICACIÓN: La redacción que se propone eliminar es la definición de tercero, que a efectos de la Ley de Auditoria de Cuentas, se hace en los siguientes términos: “d) Tercero: persona física o jurídica, pública o privada, que acredite que actuó o dejó de actuar tomando en consideración el Informe de Auditoría, siendo éste elemento esencial y apropiado para formar su consentimiento, motivar su actuación o tomar su decisión.” JUSTIFICACIÓN: En el artículo 1.6 del Proyecto se introduce la definición que tercero debe tener a los efectos de esta Ley, de suerte que introduce elementos que afectan a la propia definición de la actividad de auditoria de cuentas contenida en el artículo 1.2 del citado Proyecto, a cuyo tenor: “2. Se entenderá por auditoría de cuentas la actividad consistente en la revisión y verificación de las cuentas anuales, así como de otros estados financieros o documentos contables, elaborados con arreglo al marco normativo de información financiera que resulte de aplicación, siempre que aquélla tenga por objeto la emisión de un informe sobre la fiabilidad de dichos documentos que pueda tener efectos frente a terceros.” De acuerdo con esta definición de actividad, la incorporación del tercero como aquél “que acredite que actuó o dejó de actuar tomando en consideración el Informe de Auditoría” supondría que para que un trabajo tenga la consideración de auditoria de cuentas deba acreditarse por un tercero que actuó o dejó de actuar en función del informe de auditoría emitido por una auditor de cuentas o una sociedad de auditoría. La introducción de este concepto en los términos en que se incorpora en el Proyecto crearía inseguridad jurídica sobre la calificación de un informe como de auditoria o no, lo que afectaría al ámbito de aplicación de la Ley de Auditoria de Cuentas y al de actuación del Instituto de Contabilidad y Auditoria de Cuentas, según se pudiera probar la concurrencia efectiva del tercero cuya definición se pretende incorporar. Dicho elemento se incardina más en el ámbito probatorio de un procedimiento de exigencia de responsabilidad civil, que en el ámbito de la definición legal de la actividad de auditoria de cuentas. Esta definición es contraria a la propia finalidad y relevancia pública que tiene la actividad auditora, que no sólo se recoge en la Ley de Auditoria de Cuentas que se modifica, sino que, tal como afirmó el Tribunal Constitucional (Sentencia 386/1993, de 23 de diciembre), justifica y fundamente la regulación de esta actividad, mediante el establecimiento de las requisitos y garantías para que las cuentas auditadas por un auditor sean aceptadas con plena confianza por sus posibles destinatarios, así como que se exija legalmente la obligación de someterse a auditoría las cuentas de determinadas entidades y que se someta a su supervisión para garantizar su correcta ejecución. A lo anteriormente señalado debe añadirse que la Directiva no contempla tal definición. En consecuencia, se propone suprimir esta definición, dado que podría dejar vacías de contenido las facultades de supervisión y disciplina del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, en tanto no se probara la existencia de de un tercero “que actuó o dejó de actuar tomando en consideración el Informe de Auditoría, siendo éste elemento esencial y apropiado para formar su consentimiento, motivar su actuación o tomar su decisión”. Además, el término en cuestión no se vuelve a utilizar en el texto del Proyecto. ENMIENDA NÚM. 35 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Dos. ENMIENDA De modificación. Al artículo 2.1.c). Texto que se propone. “c) Una opinión técnica, que recogerá de forma clara y precisa la opinión del auditor en cuanto a si las cuentas anuales ofrecen la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la entidad auditada, de acuerdo con el marco normativo de información financiera que resulte de aplicación.” JUSTIFICACIÓN: La redacción contenida en el texto del Proyecto recibido podría dar lugar a la posible interpretación de que el auditor de cuentas emita un informe expresando la opinión de que las cuentas anuales expresan la imagen fiel debido a que se han aplicado los principios y criterios contables, cuando, en determinados casos, para la consecución de la imagen fiel puede ser necesario no aplicar dichos principios y criterios, de acuerdo con la posibilidad contemplada en el artículo 34.4 del Código de Comercio y en el Marco Conceptual del Plan General de Contabilidad aprobado el Real Decreto 1514/07, de 16 de noviembre, en los que se contempla la imagen fiel como objetivo fundamental y no como principio o criterio. Se pretende evitar el riesgo de que el auditor emita un informe favorable por el hecho de que se cumplen los principios y criterios contables aplicables, cuando dichos principios y criterios no conducen a alcanzar el objetivo final de imagen fiel. Estos principios y criterios forman parte de un todo (marco normativo de información financiero), el cual sirve de base o parámetro para que la información financiera refleje fielmente la situación patrimonial, económica y financiera de la entidad que emite o formula dicha información. En consecuencia, de mantener la redacción actual se podrían emitir informes de auditoría con una opinión favorable, a pesar de que las cuentas anuales auditadas no reglasen la imagen fiel, lo que haría perder la finalidad y función de interés público que tienen dichos informes. ENMIENDA NÚM. 36 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Dos. ENMIENDA De supresión. Al artículo 2.2. De supresión JUSTIFICACIÓN: Se pretende suprimir el artículo 2.2 del Proyecto, cuyo tenor literal es el siguiente: 2. El informe de auditoría deberá ser emitido por los auditores de cuentas o las sociedades de auditoría de conformidad con la carta de encargo suscrita entre las partes. La no emisión del informe de auditoría o la renuncia a continuar con el contrato de auditoría, tan sólo podrá producirse por la existencia de justa causa y en aquellos supuestos en los que concurra alguna de las siguientes circunstancias: a) Existencia de amenazas que pudieran comprometer de forma grave la independencia u objetividad del auditor, de acuerdo con lo dispuesto en el Capítulo siguiente. b) Imposibilidad de realizar el trabajo encomendado al auditor o sociedad de auditoría por circunstancias ajenas al mismo. c) Impago de los honorarios pactados. En los anteriores supuestos, cuando se trate de auditorías obligatorias, deberá informarse razonadamente, tanto al Registro Mercantil del domicilio de la sociedad auditada, como al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, de las circunstancias determinantes de la no emisión del informe o abstención, en la forma y plazos que se determine reglamentariamente. El apartado que se propone suprimir recoge una serie de circunstancias que, de concurrir, habilitarían al auditor a no emitir el informe de auditoría. Dichas circunstancias se refieren a la existencia de amenazas que pudieran comprometer la independencia del auditor, la imposibilidad de realizar el trabajo encomendado al auditor o el impago de los honorarios por la empresa auditada. Sin embargo, debe tenerse en cuenta el propio fin y función de relevancia pública que desempeña el informe de auditoría en la comunicación con los terceros usuarios de la información financiera auditada, al reflejar o no las circunstancias significativas que puedan afectar a la opinión alcanzada sobre la información financiera auditada, que justifica la obligación legal de realizar auditorías. El posible interés particular que pudiera existir cede ante el interés público que se protege aquí, consistente en la emisión de un informe con destino a terceros donde se dictamine la situación real de la entidad auditada (su imagen fiel). Las vicisitudes que surjan por motivo de un contrato no pueden prevalecer ante el derecho de información que tienen los terceros (que se satisface solo mediante el informe de auditoría) cuando surja una eventual imposibilidad para realizar el trabajo de auditoría por cualquier, precisamente por la relevancia pública que la función de auditoría de cuentas desempeña. En tal caso el auditor debe seguir emitiendo el informe, en el que tendrá en cuenta los efectos de las circunstancias encontradas en su trabajo, para que sean conocidos por los destinatarios del mismo. Por esta misma razón las normas que rigen la contratación de la auditoría (artículos 8 quáter del Proyecto –hoy artículo 8.4 de la Ley de Auditoria de Cuentas- y el 204 del Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas, aprobado por Real Decreto Legislativo 1564/1989) se basan en la fijación de un periodo determinado, que puede ser prorrogable por períodos máximos de tres años, y que no puede ser revocado sino media justa causa. Con ello se pretenden establecer las condiciones y garantías adecuadas para que el trabajo del auditor se realice con la mayor garantía de independencia posible, tratando de evitar que la rescisión del contrato pueda ser utilizada como instrumento de presión sobre el auditor por parte de la entidad auditada. A lo anterior debe unirse los problemas de inseguridad jurídica y consecuencias perturbadoras del normal funcionamiento de los mercados, que se generarían al no exigir la preceptiva emisión del informe de auditoría desde un punto de vista registral, pues no se admitiría el depósito en el Registro Mercantil de las cuentas anuales obligadas a someterse a auditoría, si éstas no van acompañadas del preceptivo informe de auditoría. En todo caso, en relación a la circunstancia contemplada en la letra a) relativa a la independencia, ha de señalarse que la obligación de abstención ya está prevista legalmente en el artículo 8 del Proyecto. Por lo que respecta a la posibilidad contemplada en la letra b), sería contrario al fin perseguido por el legislador que el auditor pudiera no emitir un informe, con efectos frente a terceros, por el hecho de encontrarse ante la imposibilidad de realizar el trabajo, pues, en tal caso, tendrá que informar de ello en el propio informe de auditoría mediante la inclusión de una limitación al alcance de la auditoría que, dependiendo de que tenga efectos significativos o muy significativos en las cuentas anuales auditadas, dará lugar a una opinión con salvedades o denegada, respectivamente, opiniones previstas en el artículo 2.1 c). En definitiva, la Ley de Auditoria de Cuentas proporciona al auditor los mecanismos oportunos de comunicación a terceros de la imposibilidad de realizar su trabajo debido a una limitación impuesta por las circunstancias, a través del informe de auditoría, mediante la inclusión de una salvedad con efectos en la opinión de auditoría. En cuanto al impago de honorarios a que se refiere la letra c), ha de resaltarse que es una cuestión entre particulares que debe resolverse ante la jurisdicción civil. La aceptación de la falta de emisión del informe de auditoría por impago de honorarios permitiría a la entidad auditada, mediante el impago de los honorarios, evitar la emisión de un informe con salvedades o con opinión desfavorable o denegada, situación ésta no justificable de cara a la función que la auditoría de cuentas desempeña en la transparencia de la información financiera auditada. En consecuencia, la habilitación contenida en el artículo 2.2 del Proyecto para facultar la no emisión de un informe de auditoría supondría desnaturalizar la propia función de interés público de la actividad de auditoria de cuentas, al hacer prevalecer las vicisitudes e intereses particulares sobre el bien jurídico que se protege al regular esta actividad: que el informe emita una dictamen independiente sobre la situación de la entidad auditada para que pueda ser conocido por los terceros que se relacionan con ésta. Por otra parte, la actuación del auditor, en estos casos, está prevista en las normas de auditoría con detalle. ENMIENDA NÚM. 37 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Tres. ENMIENDA De modificación. Al artículo 4.5. Texto que se propone. “5. En el caso de que una entidad que forme parte del conjunto consolidable sea auditada por auditores de terceros países con los que no exista acuerdo, sobre la base de reciprocidad, de intercambio de información, el auditor que realice la auditoría de cuentas o documentos contables consolidados será responsable de garantizar que la documentación del trabajo de auditoría realizado por el auditor del tercer país, incluidos los papeles de trabajo pertinentes para la auditoría del grupo, se entrega al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, cuando éste lo requiera. A tal efecto, el auditor del grupo deberá conservar una copia de esa documentación o acordar por escrito con el auditor del tercer país un acceso adecuado e ilimitado para que el auditor del grupo lo remita al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, cuando éste lo requiera. Si existieran impedimentos legales o de otro tipo que impidieran la transmisión de los papeles de trabajo de auditoría de un tercer país al auditor que realice la auditoría de cuentas o documentos consolidados, la documentación conservada por este auditor incluirá la prueba de que ha aplicado los procedimientos adecuados para obtener acceso a la documentación relativa a la auditoría y, en caso de impedimentos distintos de los legales derivados de la legislación nacional, la prueba que demuestre tales impedimentos.” JUSTIFICACIÓN: La redacción de este precepto limita las obligaciones establecidas para el auditor del grupo en relación con las entidades que componen el grupo auditadas por auditores de terceros países a aquellas entidades que resulten significativas dentro del conjunto consolidable. Sin embargo, el artículo 27 de la Directiva no se refiere solamente a las entidades o sociedades consolidables significativos, sino a todos los componentes; por lo que la redacción del Proyecto supone una restricción injustificada, no sólo desde el punto de vista de la norma comunitaria al no contemplarse, sino desde el punto de vista técnico, pues para alcanzar la conclusión sobre el carácter no significativo de una entidad, es necesario identificar y valorar los riesgos que dicho componente incorpora, lo cual requiere la realización de trabajo sobre dicho componente, normalmente con el concurso de su auditor. Por otra parte, procede indicar que el artículo 27 c) de la Directiva, relativo a las obligaciones del auditor del grupo cuando un componente del grupo es auditado por un auditor de un tercer país que no tenga un acuerdo de trabajo con las autoridades supervisoras del Estado miembro, atribuye de forma expresa al auditor del grupo la responsabilidad de garantizar que la documentación del trabajo de auditoría realizado por el auditor o la entidad de auditoría del tercer país incluidos los papeles de trabajo pertinentes para la auditoría, se entreguen debidamente, a petición, a las autoridades de supervisión pública. Dicha atribución de responsabilidad debería, pues, aparecer en el Proyecto. Con el fin de garantizar la entrega de la citada información, la Directiva impone al auditor del grupo la obligación de adoptar una de las siguientes tres medidas: guardar una copia de esa documentación, acordar con el auditor o la entidad de auditoría del tercer país un acceso adecuado e ilimitado a petición, o tomar otras medidas apropiadas. Por ello, en la medida en que estas tres posibles acciones a tomar por el auditor están contempladas en el Proyecto, no se considera necesaria una habilitación especial de desarrollo reglamentario de las tres opciones ya recogidas. Así, por un lado, la conservación de una copia de la documentación de auditoría del auditor del tercer país no presenta ninguna interpretación posible, y por otro lado, los acuerdos entre dicho auditor y el auditor del grupo para facilitar al ICAC el acceso a la documentación de auditoria son acuerdos privados entre los dos auditores que pueden adoptar diferentes formas, siempre y cuando den cumplimiento al objetivo de que cuando el ICAC se dirija al auditor del grupo para la revisión de la auditoría de las cuentas consolidadas y le pida documentación sobre el trabajo realizado sobre la información de un componente, pueda dar respuesta, mediante la petición por el auditor del grupo al auditor del componente de dicha documentación para aportarla por aquel al ICAC. Por último, siendo responsabilidad del auditor del grupo garantizar el acceso a dicha documentación, se deja al arbitrio de éste la elección del medio más adecuado en las circunstancias concurrentes en cada caso para satisfacer dicha responsabilidad. ENMIENDA NÚM. 38 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Siete. ENMIENDA De modificación. Al artículo 8.3.f) Texto que se propone. “3. f) La prestación de servicios de auditoría interna a la entidad auditada.” JUSTIFICACIÓN: La redacción actual del Proyecto incompatibiliza los servicios de auditoría interna sólo cuando se prestan a una entidad de interés público y siempre y cuando la entidad auditada asuma la responsabilidad del sistema de control interno, de la determinación del alcance, riesgo y frecuencia de los procedimientos de auditoría interna, y de la consideración y ejecución de los resultados y recomendaciones proporcionadas por la auditoría interna. Sin embargo, no existe justificación técnica ni objetiva, en primer lugar, para limitar esta causa de incompatibilidad a estas entidades de interés público toda vez que la independencia que debe tener el auditor y la objetividad con la que debe actuar en su ejercicio únicamente puede verse afectada por razón de intereses, posiciones o relaciones que el auditor tenga con la entidad auditada, pero nunca por razón de la naturaleza u objeto de la entidad auditada. No existe argumento objetivo alguno para considerar que la independencia del auditor se vea comprometida en menor medida si dichos servicios se prestan a entidades que no son de interés público. De admitir la redacción, supondría reconocer, para la observancia del deber de independencia, que existen auditorías de primera y auditorías de segunda categorías, o lo que es lo mismo, aceptar que se puede ser menos independiente en unas auditorías que en otras. En segundo lugar, la actual redacción hace la causa de incompatibilidad declarada de imposible aplicación práctica, pues únicamente resultaría su incompatibilidad cuando el auditor asumiese la responsabilidad del sistema del control interno de la entidad auditada con el alcance que se fija en la norma. Esta circunstancia, por razón de la propia definición y naturaleza de estos servicios, nunca acontece, pues siempre corresponde a la entidad auditada, ya que se integran en el sistema y procedimientos de control interno de la entidad auditada. Además, este sistema, de acuerdo con la normativa reguladora de la actividad de auditoría de cuentas, debe ser evaluado por el auditor a efectos de detectar riesgos de auditoría debidos a debilidades de control interno y determinar la naturaleza, el momento de realización y el alcance de las pruebas de auditoría a realizar; por lo que difícilmente podría realizar tal evaluación con la objetividad que se requiere a un auditor si previamente ha elaborado dicho sistema, lo que constituiría un supuesto de autorrevisión que compromete la objetividad del auditor hasta tal punto que no cabe otra medida que la no realización de la auditoría. Por lo expuesto, debería suprimirse esta causa de incompatibilidad al ser de imposible constatación en la práctica, y plantear al auditor un problema muy importante de autorevisión o de revisión de sus propios actos o criterios, que menoscabaría su independencia. ENMIENDA NÚM. 39 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Siete. ENMIENDA De modificación. Al artículo 8.3.i) Texto que se propone. “3 i) La prestación a un cliente de auditoría de servicios de diseño y puesta en práctica de sistemas de tecnología de la información financiera, utilizados para generar los datos integrantes de los estados financieros de dicho cliente.” JUSTIFICACIÓN: La redacción actual del Proyecto incompatibiliza los servicios de diseño y puesta en funcionamiento de los sistemas de la tecnología de la información financiera (TI) sólo cuando se prestan a una entidad de interés público y siempre y cuando la entidad auditada asuma la responsabilidad del sistema global de control interno, así como del diseño, ejecución, evaluación y funcionamiento del sistema, o el servicio se preste siguiendo las especificaciones establecidas por la citada entidad auditada. Respecto a esta redacción, ha de reiterarse lo ya expuesto en la enmienda anterior. Esto es, en primer lugar, que no existe justificación técnica para limitar esta causa de incompatibilidad a estas entidades de interés público toda vez que la independencia que debe tener el auditor y la objetividad con la que debe actuar en su ejercicio únicamente puede verse afectada por razón de intereses, posiciones o relaciones que el auditor tenga con la entidad auditada, pero nunca por razón de la naturaleza u objeto de la entidad auditada. No existe argumento objetivo alguno para considerar que la independencia del auditor se vea comprometida en menor medida si dichos servicios se prestan a entidades que no son de interés público. De no suprimirse esta redacción, supondría reconocer, para la observancia del deber de independencia, que existen auditorías de primera y de segunda categorías, o lo que es lo mismo, aceptar que se puede ser menos independiente en unas auditorías que en otras En segundo lugar, la redacción del Proyecto convierte esta causa de incompatibilidad en una circunstancia de imposible aplicación práctica, pues únicamente resultaría su incompatibilidad cuando el auditor asumiese la responsabilidad del sistema del control interno de la entidad auditada o de los referidos servicios de diseño y puesta en funcionamiento de los sistemas de TI, extremos éstos que, por su propia definición y naturaleza, nunca acontecen, pues siempre corresponden a la entidad auditada, ya que se integran en el sistema, estructura y procedimientos de control interno de la propia entidad auditada. A mayor abundamiento, como se hay dicho el sistema de control interno ha de ser evaluado por el auditor a efectos de detectar riesgos de auditoría debidos a debilidades de control interno y planificar la auditoría; por lo que difícilmente podría realizar tal evaluación con la objetividad que se requiere a un auditor si previamente ha elaborado dicho sistema, lo que constituiría un supuesto de autorrevisión que compromete la objetividad del auditor de tal modo que no sería posible otra solución para salvaguardar la independencia que no realizar la auditoria. En consecuencia, no debería mantenerse en la Ley una causa de incompatibilidad que es de imposible constatación en la práctica, y que puede plantear al auditor un problema muy importante de autorevisión o de revisión de sus propios actos o criterios, que menoscabaría su independencia. ENMIENDA NÚM. 40 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Siete. ENMIENDA De modificación. Al artículo 8 quáter Texto que se propone. ““Artículo 8 quáter: Contratación y rotación. Los auditores o sociedades de auditoría serán contratados por un período de tiempo determinado inicial, que no podrá ser inferior a tres años ni superior a nueve a contar desde la fecha en que se inicie el primer ejercicio a auditar, pudiendo ser contratados por periodos máximos sucesivos de tres años una vez que haya finalizado el periodo inicial. Durante el periodo inicial, o antes de que finalice cada uno de los trabajos para los que fueron contratados una vez finalizado el periodo inicial, no podrá rescindirse el contrato sin que medie justa causa. Las divergencias de opiniones sobre tratamientos contables o procedimientos de auditoría no son justa causa. En tal caso, los auditores de cuentas y la sociedad auditada deberán comunicar al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas la rescisión del contrato de auditoría. Tratándose de entidades de interés público, o de sociedades cuyo importe neto de la cifra de negocios sea superior a 50.000.000 de euros, será obligatoria la rotación del auditor de cuentas firmante del informe de auditoría, una vez transcurridos siete años desde el primer ejercicio auditado por éste. Dicha obligación será igualmente aplicable a quienes, formando parte del equipo de auditoría, tuvieran capacidad de influir en el resultado de la auditoría, debiendo transcurrir en todo caso un plazo de dos años para que el auditor de cuentas firmante como estas personas puedan volver a auditar a la entidad correspondiente. Será obligatoria dicha rotación cuando en el séptimo año o, en su defecto, en los años siguientes, la entidad auditada tenga la condición de entidad de interés público o su importe neto de la cifra de negocios fuese superior a 50.000.000 de euros con independencia de que, durante el transcurso del referido plazo, la entidad objeto de auditoría de cuentas no hubiese cumplido durante algún período de tiempo alguna de las circunstancias mencionadas en este párrafo. No obstante, cuando las auditorías de cuentas no fueran obligatorias, no serán de aplicación las limitaciones establecidas en los párrafos anteriores.” JUSTIFICACIÓN: Las modificaciones que se proponen en relación a este artículo responden a la necesidad de corregir ciertas incoherencias o inconsistencias que se producen en el texto, así como introducir los mecanismos convenientes para evitar que la norma no genere problemas de seguridad jurídica en el tráfico mercantil. 1. Incoherencias o inconsistencias.Por un lado, en el primer párrafo, relativo a la contratación, sólo se hace referencia a los auditores de cuentas, cuando también es de aplicación a las sociedades de auditoría, tal como se desprende de los párrafos siguientes. Por tanto, por razones de mejora expositiva y de consonancia con la técnica normativa empleada (en la que se hacen referencias simultáneas al auditor de cuentas y a la sociedad de auditoría), se propone añadir la referencia a las sociedades de auditoría. Por otro lado, en la redacción del Proyecto, se elimina del deber de rotación, en relación con el texto vigente de la Ley de Auditoria de Cuentas, a la totalidad del equipo de auditoría. Sin embargo, se considera necesario para coadyuvar al fin que persigue el deber de rotación incluir entre los sujetos obligados al miembro del equipo de auditoría que tiene capacidad para influir en el resultado de auditoría (por ejemplo, en una sociedad de estructura mediana o granda, el gerente del equipo). La exigencia de rotación, no solo del auditor de cuentas firmante del informe de auditoría, sino “de quienes, formando parte del equipo de auditoría, tuvieran capacidad de influir en el resultado de la auditoría” (gerente) se justifica porque la amenaza que se pretende evitar o atenuar con esta obligación de rotación es la de familiaridad (prevista en la Directiva) motivada por las relaciones prolongadas con la entidad auditada. Dicha amenaza no sólo afecta al auditor firmante del informe de auditoría, sino a quién tiene capacidad del sujeto afectado por dicha amenaza de influir en el resultado de auditoría. Por último, se modifica la forma de definir el inicio del cómputo del periodo de siete años que determinan la obligación de rotación, por razones de mejora de redacción, sin que suponga un cambio en el fondo. Por lo hasta aquí expuesto, resulta necesario incorporar las modificaciones sugeridas para que el texto guarde coherencia interna y para evitar la existencia de relaciones prolongadas con la entidad auditada por quién tiene capacidad de influir en la auditoría, ayudando así a alcanzar el bien jurídico que se protege con el deber de rotación 2. Inseguridad jurídica en el tráfico mercantil. En el texto del Proyecto se incorpora la posibilidad de prórroga tácita del contrato de auditoría, lo que no resulta razonable al poder generar problemas de inseguridad jurídico y de publicidad mercantil. Dado el régimen que el régimen de contratación que disciplina esta actividad, sobre la base de preservar la necesaria independencia del auditor, se considera que las renovaciones que en su caso se realicen se hagan en base a un acuerdo expreso del órgano competente de la entidad auditada. Lo contrario sería admitir que las renovaciones no se sometiesen a la aprobación de la Junta General, como es preceptivo, ni tampoco se depositasen en el Registro Mercantil, con la consiguiente falta de publicidad al respecto y problemas que en la práctica traería consigo: en las solicitudes de auditoria así como en la presentación de las cuentas anuales se desconocería la existencia de nombramiento de auditor vigente). Para evitar los problemas de inseguridad en el tráfico y publicidad mercantiles, se propone suprimir la posibilidad de prorroga tácita. ENMIENDA NÚM. 41 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Siete. ENMIENDA De modificación. Al artículo 8, apartado 3º, letra g. “g) La prestación de servicios de abogacía para la entidad auditada, cuando se refieran a la resolución de un litigio o conflicto sobre cuestiones que pueden tener una incidencia significativa, medida en términos de importancia relativa, en los estados financieros u otros documentos contables correspondientes al período o ejercicio auditado” JUSTIFICACIÓN: Recupera el texto original contenido en el Proyecto de Ley remitido por el Gobierno. ENMIENDA NÚM. 42 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Siete. ENMIENDA De modificación. Al artículo 8.3. Texto que se propone. “3. En todo caso, se considerará que el auditor de cuentas o la sociedad de auditoría, no goza de la suficiente independencia en el ejercicio de sus funciones respecto de una empresa o entidad, además de en los supuestos de incompatibilidad previstos en otras leyes, cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias en el auditor de cuentas firmante del informe de auditoría:” JUSTIFICACIÓN: El párrafo trascrito es el encabezado de la enumeración de las causas de incompatibilidad que, de concurrir en el auditor de cuentas firmante de un informe, generan una falta de independencia de éste y, en su caso, de la sociedad de auditoría en cuyo nombre se actúa. En su redacción dada por el Congreso de los Diputación se declara la independencia del auditor de cuentas firmante o de la sociedad cuando incurren también en las causas de incompatibilidad definidas en el apartado 8.3, tanto la propia “sociedad de auditoría” como “alguno de los socios de la sociedad de auditoría en cuyo nombre se realice la auditoría”. Sin embargo, esta declaración de incompatibilidad ya se contiene, pero con distinto alcance, en el artículo 8.3 ter c) y d) del Proyecto de Ley, al tratar el régimen de extensiones subjetivas de las causas de incompatibilidad, con las consiguientes dudas de interpretación y problemas de aplicación práctica que genera. Así, los artículos 8.3 ter c) y d) establece lo siguiente: “c) Se considerará que el auditor de cuentas o la sociedad de auditoría no goza de la suficiente independencia en el ejercicio de sus funciones respecto a una entidad auditada, cuando concurran, además de las circunstancias previstas en otras leyes, las contempladas en el apartado 3 del artículo 8 en las siguientes personas o entidades: 1º. Los auditores de cuentas o sociedades de auditoría con los que tuvieran cualquier vinculación directa o indirecta. A los efectos de considerar la existencia de vinculación directa o indirecta con los auditores de cuentas o sociedades de auditoría, se aplicarán los criterios contenidos en el apartado a) de este artículo. En el caso de que las citadas personas concurriesen en el supuesto contemplado en el apartado 3 c) del artículo 8 de esta Ley, solo se considerará que el auditor de cuentas o la sociedad de auditoría no goza de la suficiente independencia en el ejercicio de sus funciones cuando, por razón de la estructura y dimensión de la sociedad de auditoría, pueda existir relación con posibles efectos o influencia en el resultado del trabajo de auditoría. 2º Las personas con capacidad para influir en el resultado final de la auditoría de cuentas, incluidos los socios, auditores o no, que tengan responsabilidad de supervisión o gestión en la realización del trabajo de auditoría y puedan influir directamente en su valoración y resultado final. Lo dispuesto en el apartado a) de este artículo, a efectos de considerar a una entidad como vinculada a la entidad auditada, será de aplicación con carácter general. d) Se considerará que el auditor de cuentas o la sociedad de auditoría no goza de la suficiente independencia en el ejercicio de sus funciones respecto a una entidad auditada, cuando concurran, además de las circunstancias previstas en otras leyes, las contempladas en el apartado 3 del artículo 8 en las personas o entidades, excluidas las personas o entidades a que se refiere la letra anterior, con las que el auditor de cuentas firmante del informe de auditoría o la sociedad de auditoría en cuyo nombre se realice la auditoría formen una misma red. Se entenderá por red la estructura que: a) Tenga por objeto la cooperación y a la que pertenece un auditor o una sociedad de auditoría, y b) Tenga claramente por objetivo compartir beneficios o costes, o que comparte propiedad, control o gestión comunes, políticas y procedimientos de control de calidad comunes, una estrategia empresarial común, el uso de un nombre comercial común, o una parte significativa de sus recursos profesionales. En todo caso, se entenderá que forman parte de una misma red las entidades vinculadas a las que se refiere el artículo 42 del Código de Comercio o las entidades que formen parte de una misma unidad de decisión al estar controladas por cualquier medio por una o varias personas físicas o jurídicas que actúen conjuntamente o se hallen bajo dirección única por acuerdos o cláusulas estatutarias, o que estén vinculadas mediante la existencia de influencia significativa en los términos previstos en el artículo 47 del Código de Comercio. A los efectos de lo previsto en este apartado, se tendrán en cuenta las siguientes particularidades: 1ª. La condición de cargos directivos o el desempeño de puestos de empleo contemplados en el apartado 3.a) del artículo 8 de esta Ley ha de afectar o estar relacionada con la elaboración de información significativa contenida en los estados financieros u otros documentos contables de la entidad auditada. 2ª. La concurrencia de las circunstancias contempladas en los apartados 3.b) y 3.c) del artículo 8, se tendrá en cuenta respecto de aquellas personas que, en las entidades vinculadas, posean la condición de socio, administrador, secretario del órgano de administración o apoderado con mandato general y solo se considerará que el auditor de cuentas o la sociedad de auditoría no goza de la suficiente independencia en el ejercicio de sus funciones cuando, por razón de la estructura y dimensión conjunta de la sociedad de auditoría y de las entidades vinculadas con ésta, pueda existir relación con posibles efectos o influencia en el resultado del trabajo de auditoría. 3ª. Lo dispuesto en el apartado a) de este artículo, a efectos de considerar a una entidad como vinculada a la entidad auditada, será de aplicación general. No obstante, en los supuestos en los que se tenga la condición de cargo directivo, o se ocupen cargos de empleo o supervisión interna previstos en el apartado 3 a) del artículo 8, y en los supuestos contemplados en las letras b), e), f), g) e i) del apartado 3 del artículo 8, no se aplicará en el caso de que se trate de una entidad respecto de la cual la entidad auditada ejerza control o influencia significativa y esa entidad no sea, en términos de importancia relativa, significativa para la entidad auditada.” Así las cosas, la redacción actual del Proyecto recoge en dos apartados distintos la misma declaración de aplicabilidad de las causas de incompatibilidad, con un alcance distinto, puesto que en el trascrito artículo 8.ter c) los sujetos que hacen incompatible a la sociedad de auditoria se definen de forma distinta, y se recogen determinadas especialidades o matices respecto a las causas de incompatibilidad que se establecen en el artículo 8.3, de manera que restringen éstas. Por tanto, y en la medida en que existe una contradicción entre el artículo 8.3 y el artículo 8.ter c) y d), regulando idénticas situaciones con diferente alcance, se propone la supresión del inciso final que se añade al artículo 8.3, puesto que las causas de incompatibilidad que contempla están explícitamente contempladas en los artículos 8.ter c) y d). ENMIENDA NÚM. 43 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Nueve. ENMIENDA De supresión. Al artículo 10.2 De supresión. JUSTIFICACIÓN: La actual redacción del Proyecto establece en el artículo 10.2 que ”Lo establecido en el artículo 8 de esta Ley se aplicará también a las sociedades de auditoría cuando incurra en incompatibilidad alguno de sus socios, salvo cuando expresamente se exceptúe dicha extensión en el citado artículo.” Con esta redacción pueden darse problemas de interpretación y aplicación prácticas por la confluencia de dos normas que regulen idénticos supuestos de hecho, con un alcance (el del artículo 10.2), no sólo distinto, sino que no cumple con el concepto de red del auditor que recoge la Directiva 2006/43/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 17 de mayo de 2006, relativa a la auditoría legal de las cuentas anuales y de las cuentas consolidadas, por la que se modifican las Directivas 78/660/CEE y 83/349/CEE del Consejo, que se transpone con este Proyecto. Esta declaración de aplicabilidad del régimen de independencia se contiene ya tanto en el artículo 8 como en los artículos 8 ter. c) y d) del Proyecto, en los que se regula el deber de independencia de auditores y sociedades de auditoría por razones de uniformidad normativa Pero, además, en la medida en que dicha aplicación se establece sólo y siempre que “incurra en incompatibilidad alguno de sus socios, salvo cuando expresamente se exceptúe dicha extensión en el citado artículo”, el citado artículo 10.2 contiene un régimen de extensión distinto al contemplado en los citados artículos 8 ter c) y d) y limitado a los socios de la sociedad de auditoría, excluyendo a aquellos que formen parte de la red de la sociedad de auditoría, extensión que sí recoge la Directiva. Por ello, se propone la supresión del artículo 10.2 puesto que las causas de extensión que regula están explícitamente contempladas en el 8.ter c) y d), con un alcance contrario al establecido en la Directiva, y distinto al existente en el artículo 8, con lo que las dudas que podrían generarse en su aplicación práctica podrían hacer inaplicable el deber de independencia de las sociedades de auditoría en contra de lo que exige la norma comunitaria. ENMIENDA NÚM. 44 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Diez. ENMIENDA De modificación. Al artículo 11.2 Redacción que se propone: 2. La responsabilidad civil del auditor de cuentas o de la sociedad de auditoría será exigible en forma personal, individualizada y proporcional a los daños imputados, con exclusión del daño o perjuicio causado por la propia entidad auditada o por un tercero. Sólo se exigirá solidariamente la responsabilidad cuando no pudiera individualizarse la causa de los daños y perjuicios o quedase debidamente probada la concurrencia de culpas sin que pudiera precisarse el grado de intervención de cada agente en el daño producido. JUSTIFICACIÓN La Enmienda se realiza para evitar las dudas que pudieran surgir sobre la exigibilidad de responsabilidad, así como por razones de mejora expositiva y de consonancia con la técnica normativa empleada en el texto. Asimismo, se ha de prever el supuesto en que el daño causado por los auditores no pueda individualizarse o concretarse o no quede debidamente probada la concurrencia de culpas, a los efectos de mantener una garantía de creación jurisprudencial y aplicación a situaciones que, en caso contrario, podrían no resolverse, con perjuicio del derecho del perjudicado. ENMIENDA NÚM. 45 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Doce. ENMIENDA De modificación. Al artículo 13 Redacción que se propone: “Artículo 13: Deber de secreto. El auditor de cuentas firmante del informe de auditoría, la sociedad de auditoría así como los socios de ésta, los auditores de cuentas designados para realizar auditorías en nombre de la sociedad de auditoría y todas las personas que hayan intervenido en la realización de la auditoria estarán obligados a mantener el secreto de cuanta información conozcan en el ejercicio de su actividad, no pudiendo hacer uso de la misma para finalidades distintas de las de la propia auditoría de cuentas, sin perjuicio del deber de denuncia contemplado en el artículo 262 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.” JUSTIFICACIÓN: Este artículo regula el deber de secreto que se impone al auditor de cuentas de cuanta información conozca en el ejercicio de su actividad. Se propone declarar de forma expresa que el deber de secreto referido cede ante el deber de denuncia del artículo 262 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, al objeto de evitar los problemas de seguridad jurídica por las dudas que suscita en la actualidad el ámbito concreto de ejercicio del deber de secreto en relación con el referido deber de denuncia de delitos, y que han sido puestos de manifiesto por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo económico (OCDE), habida cuenta que dicho deber de secreto ya tiene su propio régimen legal de excepciones en el artículo 14.2, en las que no se contiene referencia alguna al citado deber de denuncia. El artículo 262 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece la obligación de comunicar las conductas delictivas de las que se tenga conocimiento en los siguientes términos: “Los que por razón de sus cargos, profesiones u oficios tuvieren noticia de algún delito público, estarán obligados a denunciarlo inmediatamente al Ministerio fiscal, al Tribunal competente, al Juez de instrucción y, en su defecto, al municipal o al funcionario de policía más próximo al sitio, si se tratare de un delito flagrante. Los que no cumpliesen esta obligación incurrirán en la multa señalada en el artículo 259 que se impondrá disciplinariamente. Si la omisión en dar parte fuere de un profesor de Medicina, Cirugía o Farmacia y tuviese relación con el ejercicio de sus actividades profesionales, la multa no podrá ser inferior a 125 pesetas ni superior a 250. Si el que hubiese incurrido en la omisión fuere empleado público, se pondrá además, en conocimiento de su superior inmediato para los efectos a que hubiere lugar en el orden administrativo. Lo dispuesto en este artículo se entiende cuando la omisión no produjere responsabilidad con arreglo a las leyes.” En relación con estas cuestiones, y al Convenio de lucha contra la corrupción de agentes públicos extranjeros en transacciones comerciales internacionales adoptada por la Conferencia negociadora de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo económico (OCDE) el 21 de noviembre de 1997, suscrito por España, el Grupo de Trabajo sobre la Corrupción en las transacciones comerciales internacionales de la OCDE emitió un informe el 24 de marzo de 2006 sobre la correcta aplicación de dicho Convenio por España que incluía la siguiente recomendación: “(…). Los examinadores consideran que la aplicación del artículo 262 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal a los auditores no queda bien entendida por los actores pertinentes. Los examinadores sugieren a las autoridades españolas que clarifiquen y publiquen las obligaciones de informar de los auditores a las autoridades competentes respecto a las sospechas de corrupción de agente público extranjero”. Como consecuencia de dicha recomendación el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) publicó una Nota explicativa para aclarar la obligación de los auditores de comunicar sospechas de conductas delictivas, entre ellas la del cohecho, y su relación con la obligación de secreto, en el BOICAC número 69. Sin embargo, el 6 de junio del año 2008 se recibió un informe escrito por el citado Grupo de Trabajo de la OCDE en el que se incluía la siguiente recomendación como no implementada “la información por parte de los auditores de sospechas de corrupción de agente público extranjero, ya que se estima confusa la actual normativa por la que ahora aquellos solo informarían en casos de suficiente entidad”. Considera el citado Grupo de Trabajo la necesidad de regular de manera clara que la obligación del auditor de comunicar a las autoridades competentes los indicios de cohecho que haya podido detectar en el curso de la auditoría, no supone una ruptura de la obligación de secreto regulado en el artículo 13 de la mencionada Ley. Por ello, y al objeto de atender a la recomendación de la OCDE y de clarificar que el deber de secreto del artículo 13 de la Ley de Auditoría de Cuentas decae ante el deber de denuncia del artículo 262 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, se considera necesario modificar el artículo 13 al objeto de clarificar cuál es la obligación del auditor ante hechos de los que tuviera conocimiento, en el desarrollo de su actividad de auditoría, que pudieran ser constitutivos de cualquier delito. Si bien es cierto que la citada Recomendación de la OCDE se establece para aquellos hechos que pudieran ser constitutivos del delito de cohecho, no existen razones que justifiquen un tratamiento distinto para el resto de delitos; razón por la cual, no se delimita la referencia al artículo 262 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal al delito de cohecho en particular. En definitiva, la mención al artículo 262 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal debe mantenerse para que no quepa duda de que las normas del mismo alcanzan al auditor, además de para justificar ante la OCDE la implicación efectiva de la legislación española en atajar delitos que preocupan a la comunidad internacional. ENMIENDA NÚM. 46 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Trece. ENMIENDA De modificación. Al artículo 14.1 Redacción que se propone: “1. Los auditores de cuentas y las sociedades de auditoría de cuentas conservarán y custodiarán durante el plazo de seis años, a contar desde la fecha del informe de auditoría, la documentación referente a cada auditoría de cuentas por ellos realizada, incluidos los papeles de trabajo del auditor que constituyan las pruebas y el soporte de las conclusiones que consten en el informe.” JUSTIFICACIÓN: La redacción del Proyecto contempla un plazo de conservación de cuatro años, cuando en la Ley de Auditoria de Cuentas vigente se contiene uno de cinco años. La reducción del plazo de cinco podría crear problemas de incoherencia en la práctica y de dificultad en la exigencia de responsabilidad a los auditores en cuyos procedimientos la documentación referente a las auditorias constituye el principal elemento de prueba. Dichos problemas devendrían del distinto cómputo de inicio que tiene el plazo de conservación que se regula en el artículo 14 y el que se fija para la prescripción de las acciones para exigir la responsabilidad, según se contempla en el artículo 1.969 del Código Civil. De acuerdo con el primero de los preceptos citados, el plazo de conservación ha de iniciarse desde la finalización del trabajo de auditoría, lo que coincide con la fecha del informe de auditoría. Sin embargo, el tiempo de prescripción de la responsabilidad civil empieza a contarse “desde el día en que pudieron ejercitarse”, momento que coincide con el del conocimiento del informe de auditoría y que puede ser muy posterior al de su fecha y al de su entrega. Podría haber, pues, un periodo de tiempo en el que podría ejercitarse la acción para exigir responsabilidad y, sin embargo, no fuera exigible el deber de conservación de la documentación correspondiente al trabajo de auditoría que podría servir de elemento de prueba en el ejercicio de aquella acción. El artículo 14.1 de la Ley de Auditoría de Cuentas establece que los papeles de trabajo constituyen “las pruebas y el soporte de las conclusiones que consten en el informe”. Esto es, la valoración de lo reflejado en los papeles de trabajo, al constituir estos la justificación de lo realizado por los auditores es lo que sirve de base para poder fundamentar cualquier resolución o respuesta que tenga que darse ante una reclamación. El Tribunal Supremo, en su Sentencia 15 de noviembre de 2004, manifiesta que “…los papeles de trabajo, que de acuerdo con el artículo 14 de la Ley de Auditoría de Cuentas, acreditan la labor efectivamente realizada por los auditores”. La importancia de verificar tal documentación para concluir con la corrección de un trabajo de auditoría ya fue puesta de manifiesto por el Tribunal Constitucional, en la Sentencia 386/1993 por la que se declaró la constitucionalidad de la Ley de Auditoría de Cuentas, cuando afirmaba que “sólo el contraste de tal documentación con la auditoría realizada permite verificar la corrección técnica de ésta”. Por otra parte, y dado el actual plazo de conservación de 6 años que se exige en el artículo 30 del Código de Comercio a los empresarios para la conservación de los libros y registros contables, de los que derivan las cuentas anuales que son auditadas, se considera necesario ampliar el citado plazo de conservación a 6 años. ENMIENDA NÚM. 47 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Diecisiete. ENMIENDA De modificación. Al artículo 17.2.b) Redacción que se propone: “2.- Por la comisión de infracciones graves se impondrá al infractor, cuando se trate de un auditor de cuentas individual, una de las siguientes sanciones: b) Multa por importe de dos a cinco veces la cantidad facturada por el trabajo de auditoría en el que se haya cometido la infracción, sin que pudiera, en ningún caso, ser inferior a 6.001 euros, ni superior a 18.000 euros. Este máximo no será de aplicación en aquellos casos en que la infracción se refiera a un trabajo de auditoría de cuentas de una entidad de interés público. Cuando la infracción no se haya cometido en relación con un concreto trabajo de auditoría, se impondrá al auditor una sanción de multa de un importe mínimo de 6.001 euros y máximo de 18.000 euros. Por la comisión de la infracción grave contemplada en el artículo 16.3.m), se impondrá al auditor de cuentas individual la suspensión o retirada de la autorización y baja en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas, o una multa por importe mínimo de 6.000 y máximo de 18.000 euros.” JUSTIFICACIÓN: Se considera necesaria la incorporación de las siguientes cuestiones, no recogidas en la redacción del Proyecto, unas por razón de incoherencias internas y otras por razón de preservar una mayor proporcionalidad de las sanciones: 1. Proporcionalidad de las sanciones.El actual régimen de sanciones establece, en lo que a multas se refiere, que la comisión de infracciones graves, se impondrá al auditor de cuentas individual una multa por importe de dos a cinco veces la cantidad facturada, sin que pueda ser inferior a 6.001 euros, ni superior a 12.000 euros. Por aplicación del máximo de fijado actualmente de 12.000 euros, dicho régimen da lugar a que, en la práctica, la imposición de importes de multa suela no ser superior a la cantidad facturada o a dos veces la cantidad facturada (mínimo legal fijado). Dicha aplicación práctica no se ajusta, pues, al principio legal de proporcionalidad (artículo 131.2 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, del Régimen jurídico de las Administraciones públicas y del Procedimiento administrativo común) y al mandato comunitario contenido en el artículo 30 de la Directiva 2006/43/CE de que las sanciones sean disuasorias y proporcionadas, al dar lugar a situaciones en las que la comisión de la infracción puede ser más ventajosa que la sanción que se impone. En este sentido, se significa que desde la última reforma legal operada en la Ley de Auditoría de Cuentas (2002), y según los datos publicados por el Registro Oficial de Auditores de Cuentas, el importe de facturación media por un trabajo de auditoría ha ascendido aproximadamente a 7.500 euros. Si se cometiera una infracción en relación con un trabajo por el que se ha facturado esta cantidad y se impusiera una sanción de dos veces la cantidad facturada, la sanción de multa a imponer se limitaría a 12.000 euros, al ser éste, el máximo legalmente fijado, inferior al resultado de aplicar dos veces a 7.500 euros (cantidad facturada). Por ello, se considera necesario incrementar el citado importe de multa máximo a 18.000 euros, al objeto de que el régimen sancionador cumpla su función disuasoria. Por otra parte, se considera necesario modificar este apartado para declarar la no aplicación de los importes máximos de multa fijados, para aquellos casos la infracción se ha cometido en relación al trabajo de auditoría de cuentas de una entidad de interés público. Dicha excepción resulta justificada por la mayor relevancia económica que tienen los trabajos de auditoría de cuentas que se realizan sobre las cuentas anuales de las entidades de interés público. Extremo éste que se pone de manifiesto en la Directiva 2006/43/CE, al regular determinados requisitos para quienes auditan este tipo de compañías, y permitir que los Estados miembros puedan aplicar otros más estrictos. En definitiva, de admitirse la redacción del Proyecto, en algunos casos, la comisión de la infracción podría ser más beneficiosa para la sanción, y en otros casos, la sanción a imponer no guarda correlación ni proporcionalidad con la entidad de la infracción cometida. 2. Incoherencias.Por último, se añaden las sanciones específicas que deben imponerse por la comisión de infracción por la no comunicación del incumplimiento de los requisitos - exigidos para la inscripción en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas, tipificada como grave en el artículo 16.3.m) del Proyecto, al objeto de evitar que la comisión de la infracción pudiera ser más beneficiosa que la sanción impuesta, tal como exige el artículo 131.2 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, del Régimen jurídico de las Administraciones públicas y del Procedimiento administrativo común. Por ello, dicho cuadro se diferencia del establecido con carácter general en que sí se contempla, para el auditor de cuentas, la sanción de baja en el citado Registro. ENMIENDA NÚM. 48 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Diecisiete. ENMIENDA De modificación. Al artículo 17.4.b) Redacción que se propone: “4. Por la comisión de infracciones muy graves se impondrá a la sociedad de auditoría infractora una de las siguientes sanciones: b) Multa por un importe entre el 7,1 y el 15 por 100 de los honorarios facturados por actividad de auditoría de cuentas en el último ejercicio cerrado con anterioridad a la imposición de la sanció, sin que la sanción resultante pueda ser inferior a 24.000 euros. En aquellos casos en que la infracción se refiera a un trabajo de auditoría de cuentas de una entidad de interés público, la sanción a imponer en ningún caso podrá ser inferior a la menor de las siguientes cantidades: 300.000 euros o seis veces la cantidad facturada por el trabajo de auditoría en relación con el que se haya cometido la infracción. Cuando la infracción no se haya cometido en relación con un concreto trabajo de auditoría, se impondrá a la sociedad de auditoría una sanción de multa de un importe entre el 7,1 y el 15 por 100 de los honorarios facturados por actividad de auditoría de cuentas en el último ejercicio cerrado con anterioridad a la imposición de la sanción, sin que la sanción resultante pueda ser inferior, en ningún caso, a 24.000 euros.” JUSTIFICACIÓN: Se incorporan las siguientes cuestiones, no recogidas en la redacción del Proyecto, unas motivadas para corregir las incoherencias detectadas en el texto, y otras por así exigirse por el principio de proporcionalidad e igualdad en las sanciones: 1. Proporcionalidad e igualdad.Se distinguen los siguientes extremos: - Parámetros para la cuantificación de sanciones por las infracciones muy cometidas por las sociedades de auditoría, basados en la cantidad facturada por el trabajo de auditoría respecto al cual se comete la infracción: La incorporación de estos parámetros, sustituyendo los actualmente vigentes basados en un porcentaje sobre los honorarios totales percibidos por actividad de auditoría, no tiene un impacto neutral al presentar efectos más beneficiosos cuanto más alto sea el volumen de facturación de las sociedades, no siendo beneficioso, en cambio, para una sociedad mediana o pequeña con un número reducido de trabajos al año. Este efecto perjudicaría el objetivo que persigue la Unión Europea de fomentar la competitividad y desconcentración del mercado de auditoría, sobre todo, frente a las grandes sociedades de auditoría. Este efecto no neutral sería mayor o aumentaría cuanto más pequeña fuera la facturación total anual de la sociedad de auditoría. El siguiente ejemplo ilustra el citado efecto negativo que se produce al utilizar el parámetro basado en la cantidad facturada por el trabajo respecto al cual se declara la infracción cometida. Si una sociedad de auditora realiza diez trabajos al año, facturando 20.000 euros por cada uno de ellos (es decir, sus honorarios totales por la actividad son de 200.000 euros), la sanción mínima que se le impondría –según la redacción- sería de 6 veces la cantidad facturada, esto es, 120.000 euros. Esta cantidad supondría una sanción representativa del 60% de los honorarios percibidos en el año, porcentaje que superaría significativamente el porcentaje tipificado actualmente en vigor como máximo del 20% para las infracciones muy graves. En cambio, si se mantuviera el parámetro de fijación de sanciones hoy vigente de la Ley de Auditoria de Cuentas, a esta misma sociedad se le impondría una sanción, como mínimo, del 10,1% de los honorarios, esto es, una sanción de multa de 20.000 euros. Si se tratase de una sociedad de auditoría de las de mayor tamaño que, en términos medios puede realizar en torno a 300 trabajos al año, con una facturación media de 20.000 euros (honorarios totales por la actividad de 6 millones de euros), la sanción mínima –según la redacción- de 6 veces la cantidad facturada (120.000 euros) supondría una sanción representativa del 2% de los honorarios totales de la actividad, porcentaje significativamente inferior al mínimo tipificado actualmente en vigor del 10% para las infracciones muy graves. Respecto al parámetro basado en los honorarios totales recibidos por la actividad de auditoría, ha de significarse que el Tribunal Supremo manifestó ya un pronunciamiento favorable en relación a la proporcionalidad e igualdad de las sanciones (Sentencia de 30 de junio de 2003) en los siguientes términos: “la redacción del precepto no suscita dudas a la Sala de su adecuación al artículo 9.3 de la Constitución Española, tanto desde el punto de vista de la proporcionalidad e igualdad de las sanciones como desde el de su certeza. Ya la Sala de instancia, aunque hacía referencia al artículo 16.2.c) y se remitía concretamente a la Sentencia 386/1993, de 23 de diciembre, expresaba que «la Sala considera más acorde con el principio de igualdad que las multas se impongan en proporción a los beneficios que obtiene el condenado y no a tanto alzado. Es de sobra conocida la doctrina constitucional relativa a que el principio de igualdad significa tratar igual a los iguales y distinto a los diferentes», con lo que es obvio que se estaba refiriendo al artículo 17 citado, para rechazar el planteamiento de la cuestión de inconstitucionalidad. Esta Sala entiende que de lo establecido en la norma no se deduce que se desconecten, como sostiene la parte, el ilícito y la sanción. Entre otras razones, tanto porque lo derivado del incumplimiento es la potencialidad de causar perjuicio (...), como porque la gravedad del ilícito es tanto mayor y puede causar mayores perjuicios, cuanto mayor es la importancia y volumen de negocios de la sociedad auditada, volumen que determina e influye en el volumen de los negocios y honorarios del auditor. Impuesta en función de la facturación, se evita que pueda, como en su momento sostuvo el Sr. Abogado del Estado, resultar irrisoria para la entidad sancionada y haga rentable un incumplimiento de las normas contables. Y tampoco desde el punto de vista de la certeza de la fecha en que se impone la sanción, es objetable, pues se trata de establecer un límite objetivo y preciso para aquella imposición y sería precisamente lo contrario, como pretende la parte, lo que podría incidir en quebranto de la seguridad jurídica”. A su vez, debe significarse que el Consejo de Estado, en su dictamen de 8 de octubre de 2009, manifiesta que el artículo 17 del proyecto sigue respetando los principios de igualdad y proporcionalidad en lo que hace referencia a la utilización de los distintos parámetros de cuantificación de sanciones (para auditor individual y para sociedad de auditoría). Así considera “que la determinación del importe de la sanción en función del volumen de facturación respeta los principios de igualdad y de proporcionalidad, al imponer mayores sanciones a los auditores que tienen mayor volumen de negocios y que, por tanto, pueden causar mayores perjuicios, evitando así que las sanciones puedan resultar irrisorias” El citado órgano consultivo señala igualmente que “El hecho de que se fije un parámetro diferente para el cálculo de la multa según se trate de auditor individual o de sociedad de auditoría no vulnera el principio de igualdad. No son equiparables las dimensiones ni el volumen de negocios de uno y otra, por lo que la utilización de un criterio objetivo más amplio (volumen de facturación del ejercicio anterior) en el caso de las sociedades trata de buscar un impacto más neutral del régimen sancionador, permitiendo imponer sanciones que se correspondan con la entidad de las operaciones y su incidencia en el mercado. Se trata, en definitiva, de que las sanciones impuestas sean proporcionales respecto a la conducta sancionadora, teniendo presentes las características del sujeto infractor, lo que contribuye al objetivo comunitario de fomentar la competitividad y la desconcentración del mercado de auditoría. En este punto, la regulación proyectada ha de valorarse positivamente en la medida en que trata de reforzar la proporcionalidad del régimen sancionador en un doble sentido: reduciendo los porcentajes para el cálculo de la sanción y fijando un único límite inferior también de menor cuantía.” Por todo lo hasta aquí expuesto, al objeto de no distorsionar la consistencia del régimen sancionador, de preservar la observancia del principio de proporcionalidad de las sanciones, y de responder al mandato comunitario de que las sanciones sean disuasorias y proporcionadas, se propone modificar el cuadro de sanciones, incorporando el criterio de cálculo empleado en la Ley de Auditoria de Cuentas vigente, con una reducción de los porcentajes mínimos y máximos actualmente existentes. - Consideración en caso de infracción cometida en relación con las cuentas de una entidad de interés público: Se considera necesario prever criterios específicos para la cuantifación de las sanciones que se impongan en relación con las auditorías realizadas sobre las cuentas de las entidades de interés público. Dichos criterios resultan justificados por la mayor relevancia e impacto económicos que tienen los trabajos de auditoría de cuentas que se realizan sobre estas entidades. Extremo éste que se pone de manifiesto en la Directiva 2006/43/CE, al regular determinados requisitos para quienes auditan este tipo de compañías, y permitir que los Estados miembros puedan aplicar otros más estrictos. Esta determinación normativa introduce una mayor seguridad jurídica. Dicho efecto es respetuoso con los principios de legalidad y de tipicidad que han de regir en la potestad sancionadora contenidos en los artículos 127 y 129 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, del Régimen jurídico de las Administraciones públicas y del Procedimiento administrativo común A tal efecto, se introducen unos importes de multa mínimo “cualificados” para estos casos. De mantenerse la redacción del Proyecto se estaría empleando los mismos criterios que para una infracción cometida en relación con una auditoría de entidad no considerada de interés público, cuando es indudable el mayor impacto económico que tendría la misma infracción cometida pero en relación con una entidad de interés público. 2. Incoherencias.- Previsión de sanción para el caso de infracciones no cometidas en relación con un trabajo de auditoría. Como se ha expuesto, el Proyecto basa la cuantificación de la sanción en un múltiplo de la cantidad facturada por el trabajo de auditoría de cuentas respecto al cual se declara cometida la infracción. Sin embargo, en el régimen actual, se tipifican en el artículo 16 múltiples infracciones muy graves, graves y leves, que se refieren a comportamientos o actuaciones del auditor firmante y de la sociedad a la que pertenezca sin relación con un concreto trabajo o informe de auditoría. Con la redacción que se da se suprime el párrafo que establecía el cuadro de sanciones para aquellas infracciones no cometidas por las sociedades o los socios de las mismas en relación a trabajos concretos de auditoría. Por el contrario, estas sanciones se contemplan en el texto—de forma paradójica—para los auditores que ejercen a título individual. En la medida en que para estas infracciones no habría cantidad facturada “por el trabajo de auditoría sobre el que se haya cometido la infracción”, sobre la que determinar el concreto múltiplo para imponer la sanción, con la redacción aprobada nos encontraríamos ante una situación en que la Ley tipificaría infracciones pero no determinaría la sanción correspondiente: se produce, pues, un efecto de destipificación de estas infracciones. Algunas de dichas infracciones se califican como muy graves (la negativa o resistencia al ejercicio de las competencias de control del ICAC, la utilización e beneficio propio de la información obtenida, el incumplimiento de la prohibición posterior), otras como graves (el incumplimiento de la obligación de realizar una auditoría contratada o aceptada en caso de designación registral o judicial, la no remisión al ICAC de información, la identificación como auditor en un trabajo distinto de auditoría, el incumplimiento de la aplicación de medidas de salvaguarda para atenuar las amenazas a la independencia, de los sistemas de control interno y de los requerimientos de mejora formulados en el control de calidad, la no publicación del informe anual de transparencia, el incumplimiento de la obligación de ciertas comunicaciones al ICAC, el incumplimiento de la obligación de seguir cursos de formación continuada, el incumplimiento de la obligación de permitir al auditor del grupo o al auditor sucesor el acceso a cierta información, el auditor predecesor el acceso). Por ello, se propone modificar este apartado al objeto de prever expresamente el cuadro de sanciones a imponer para aquellos casos de infracciones no cometidas en relación a un concreto trabajo de auditoría de cuentas, y evitar la destipificación que supondría la redacción actual para estas infracciones. ENMIENDA NÚM. 49 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Diecisiete. ENMIENDA De modificación. Al artículo 17.6 Redacción que se propone: “6. Por la comisión de infracciones graves se impondrá a la sociedad de auditoría infractora una sanción de multa por un importe de hasta el 7 por 100 de los honorarios facturados por actividad de auditoría de cuentas en el último ejercicio cerrado con anterioridad a la imposición de la sanción, sin que la sanción resultante pueda ser inferior a 12.000 euros. En aquellos casos en que la infracción se refiera a un trabajo de auditoría de cuentas de una entidad de interés público, la sanción a imponer en ningún caso podrá ser inferior a la menor de las siguientes cantidades: 150.000 euros o tres veces la cantidad facturada por el trabajo de auditoría en relación con el que se haya cometido la infracción. Cuando la infracción no se haya cometido en relación con un concreto trabajo de auditoría, se impondrá a la sociedad de auditoría una sanción de multa de hasta el 7 por 100 de los honorarios facturados por actividad de auditoría de cuentas en el último ejercicio cerrado con anterioridad a la imposición de la sanción, sin que la sanción resultante pueda ser inferior, en ningún caso, a 12.000 euros. Por la comisión de la infracción grave contemplada en el artículo 16.3.m), se impondrá a la sociedad de auditoría la suspensión o retirada de la autorización y baja en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas, o una multa por importe de hasta el 7 por 100 de los honorarios facturados por actividad de auditoría de cuentas en el último ejercicio cerrado con anterioridad a la imposición de la sanción” JUSTIFICACIÓN: Al igual que con la enmienda anterior, relacionada con el artículo 17.4, resulta necesario incorporar las siguientes cuestiones, no recogidas en la redacción del Proyecto, unas motivadas para corregir las incoherencias detectadas en el texto, y otras por así exigirse por el principio de proporcionalidad e igualdad en las sanciones: 1. Proporcionalidad e igualdad.Cabe diferencia las siguientes cuestiones: - Parámetros para la cuantificación de sanciones por las infracciones muy cometidas por las sociedades de auditoría, basados en la cantidad facturada por el trabajo de auditoría respecto al cual se comete la infracción: Como ya se ha comentado, la utilización de estos criterios de cuantificación, sustituyendo los actualmente vigentes basados en un porcentaje sobre los honorarios totales percibidos por actividad de auditoría, no tiene un impacto neutral al presentar efectos más beneficiosos cuanto más alto sea el volumen de facturación de las sociedades, no siendo beneficioso, en cambio, para una sociedad mediana o pequeña con un número reducido de trabajos al año. Dicho efecto podría distorsionar el mercado de la auditoría, al perjudicar el objetivo que persigue la Unión Europea de fomentar la competitividad y desconcentración del mercado de auditoría, sobre todo, frente a las grandes sociedades de auditoría. Este efecto no neutral sería mayor o aumentaría cuanto más pequeña fuera la facturación total anual de la sociedad de auditoría. Siguiendo como los mismos supuestos ilustrados en la enmienda anterior, el siguiente ejemplo pone de relieve el citado efecto negativo que se produce al utilizar el parámetro basado en la cantidad facturada por el trabajo respecto al cual se declara la infracción cometida, en lugar de una fijado en función del porcentaje sobre los honorarios. Así, en el caso de la sociedad de auditora de tamaño pequeño, que realiza diez trabajos al año, facturando 20.000 euros por cada uno de ellos (es decir, sus honorarios totales por la actividad son de 200.000 euros), si cometiese una infracción grave, la sanción mínima que se le impondría –según la redacción- sería de 2 veces la cantidad facturada, esto es, 40.000 euros. Esta cantidad supondría una sanción representativa del 20% de los honorarios percibidos en el año, porcentaje que superaría significativamente el porcentaje tipificado del 10% actualmente en vigor como máximo para las infracciones graves. En cambio, si se mantuviera el parámetro de fijación de sanciones hoy vigente de la Ley de Auditoria de Cuentas, a esta misma sociedad se le impondría una sanción, en su tramo mínimo, del 1% de los honorarios, sin que pudiera ser inferior a 12.000 euros, frente a los 40.000 euros que se impondrían con el régimen del Proyecto. Este efecto negativo no se da en el caso de una sociedad de auditoría de las de mayor tamaño que, en términos medios puede realizar en torno a 300 trabajos al año, con una facturación media de 20.000 euros (prescindiendo de consideraciones relativas a la mayor complejidad del trabajo a realizar y calificación de quién lo presta), y con unos honorarios totales por la actividad de 6 millones de euros), la sanción mínima – según el Proyecto- de 2 veces la cantidad facturada (40.000 euros) supondría una sanción representativa del 0,67% de los honorarios totales de la actividad. Por el contrario, para estas sociedades, si la sanción se impusiese en su grado medio o máximo, el efecto seria más beneficioso cuanto más elevado fuera el grado en que se impone la sanción. Así, si se impusiese la sanción en su grado máximo –según el Proyecto- de 5 veces la cantidad facturada, la sanción resultaría de 100.000 euros), lo que supondría una sanción representativa del 1,67% de los honorarios totales de la actividad, muy inferior al máximo que le correspondería del 10% previsto en la Ley de Auditoria de Cuentas vigente. Adicionalmente, ha de reiterar aquí lo señalado por el Tribunal Supremo en relación a la observancia del principio de proporcionalidad e igualdad del parámetro basado en los honorarios totales recibidos por la actividad de auditoría (Sentencia de 30 de junio de 2003): “la redacción del precepto no suscita dudas a la Sala de su adecuación al artículo 9.3 de la Constitución Española, tanto desde el punto de vista de la proporcionalidad e igualdad de las sanciones como desde el de su certeza. Ya la Sala de instancia, aunque hacía referencia al artículo 16.2.c) y se remitía concretamente a la Sentencia 386/1993, de 23 de diciembre, expresaba que «la Sala considera más acorde con el principio de igualdad que las multas se impongan en proporción a los beneficios que obtiene el condenado y no a tanto alzado. Es de sobra conocida la doctrina constitucional relativa a que el principio de igualdad significa tratar igual a los iguales y distinto a los diferentes», con lo que es obvio que se estaba refiriendo al artículo 17 citado, para rechazar el planteamiento de la cuestión de inconstitucionalidad. Esta Sala entiende que de lo establecido en la norma no se deduce que se desconecten, como sostiene la parte, el ilícito y la sanción. Entre otras razones, tanto porque lo derivado del incumplimiento es la potencialidad de causar perjuicio (...), como porque la gravedad del ilícito es tanto mayor y puede causar mayores perjuicios, cuanto mayor es la importancia y volumen de negocios de la sociedad auditada, volumen que determina e influye en el volumen de los negocios y honorarios del auditor. Impuesta en función de la facturación, se evita que pueda, como en su momento sostuvo el Sr. Abogado del Estado, resultar irrisoria para la entidad sancionada y haga rentable un incumplimiento de las normas contables. Y tampoco desde el punto de vista de la certeza de la fecha en que se impone la sanción, es objetable, pues se trata de establecer un límite objetivo y preciso para aquella imposición y sería precisamente lo contrario, como pretende la parte, lo que podría incidir en quebranto de la seguridad jurídica”. A su vez, debe significarse que el Consejo de Estado, en su dictamen de 8 de octubre de 2009, manifiesta que el artículo 17 del proyecto sigue respetando los principios de igualdad y proporcionalidad en lo que hace referencia a la utilización de los distintos parámetros de cuantificación de sanciones (para auditor individual y para sociedad de auditoría). Así considera “que la determinación del importe de la sanción en función del volumen de facturación respeta los principios de igualdad y de proporcionalidad, al imponer mayores sanciones a los auditores que tienen mayor volumen de negocios y que, por tanto, pueden causar mayores perjuicios, evitando así que las sanciones puedan resultar irrisorias” El citado órgano consultivo señala igualmente que “El hecho de que se fije un parámetro diferente para el cálculo de la multa según se trate de auditor individual o de sociedad de auditoría no vulnera el principio de igualdad. No son equiparables las dimensiones ni el volumen de negocios de uno y otra, por lo que la utilización de un criterio objetivo más amplio (volumen de facturación del ejercicio anterior) en el caso de las sociedades trata de buscar un impacto más neutral del régimen sancionador, permitiendo imponer sanciones que se correspondan con la entidad de las operaciones y su incidencia en el mercado. Se trata, en definitiva, de que las sanciones impuestas sean proporcionales respecto a la conducta sancionadora, teniendo presentes las características del sujeto infractor, lo que contribuye al objetivo comunitario de fomentar la competitividad y la desconcentración del mercado de auditoría. En este punto, la regulación proyectada ha de valorarse positivamente en la medida en que trata de reforzar la proporcionalidad del régimen sancionador en un doble sentido: reduciendo los porcentajes para el cálculo de la sanción y fijando un único límite inferior también de menor cuantía.” Por todo lo hasta aquí expuesto, al objeto de no distorsionar la consistencia del régimen sancionador, de preservar la observancia del principio de proporcionalidad de las sanciones, y de responder al mandato comunitario de que las sanciones sean disuasorias y proporcionadas, se propone modificar el cuadro de sanciones, incorporando el criterio de cálculo empleado en la Ley de Auditoria de Cuentas vigente, con una reducción de los porcentajes mínimos y máximos actualmente existentes. - Consideración en caso de infracción cometida en relación con las cuentas de una entidad de interés público: Al igual que, a propósito del artículo 17.4, también se considera necesario prever criterios específicos para la cuantifación de las sanciones que se impongan en relación con las auditorías realizadas sobre las cuentas de las entidades de interés público. Dichos criterios resultan justificados por la mayor relevancia e impacto económicos que tienen los trabajos de auditoría de cuentas que se realizan sobre estas entidades. Extremo éste que se pone de manifiesto en la Directiva 2006/43/CE, al regular determinados requisitos para quienes auditan este tipo de compañías, y permitir que los Estados miembros puedan aplicar otros más estrictos. Esta determinación normativa introduce una mayor seguridad jurídica. Dicho efecto es respetuoso con los principios de legalidad y de tipicidad que han de regir en la potestad sancionadora contenidos en los artículos 127 y 129 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, del Régimen jurídico de las Administraciones públicas y del Procedimiento administrativo común A tal efecto, se introducen unos importes de multa mínimo “cualificados” para estos casos. De mantenerse la redacción del Proyecto se estaría empleando los mismos criterios que para una infracción cometida en relación con una auditoría de entidad no considerada de interés público, cuando es indudable el mayor impacto económico que tendría la misma infracción cometida pero en relación con una entidad de interés público. 2. Incoherencias. - Previsión de sanción para el caso de infracciones no cometidas en relación con un trabajo de auditoría de cuentas. Como se ha expuesto, el Proyecto basa la cuantificación de la sanción en un múltiplo de la cantidad facturada por el trabajo de auditoría de cuentas respecto al cual se declara cometida la infracción. Sin embargo, en el régimen actual, se tipifican en el artículo 16 múltiples infracciones muy graves, graves y leves, que se refieren a comportamientos o actuaciones del auditor firmante y de la sociedad a la que pertenezca sin relación con un concreto trabajo o informe de auditoría. Con la redacción que se da se suprime el párrafo que establecía el cuadro de sanciones para aquellas infracciones no cometidas por las sociedades o los socios de las mismas en relación a trabajos concretos de auditoría. Por el contrario, estas sanciones se contemplan en el texto—de forma paradójica—para los auditores que ejercen a título individual. En la medida en que para estas infracciones no habría cantidad facturada “por el trabajo de auditoría sobre el que se haya cometido la infracción”, sobre la que determinar el concreto múltiplo para imponer la sanción, con la redacción aprobada nos encontraríamos ante una situación en que la Ley tipificaría infracciones pero no determinaría la sanción correspondiente: se produce, pues, un efecto de destipificación de estas infracciones. Algunas de dichas infracciones se califican como muy graves (la negativa o resistencia al ejercicio de las competencias de control del ICAC, la utilización e beneficio propio de la información obtenida, el incumplimiento de la prohibición posterior), otras como graves (el incumplimiento de la obligación de realizar una auditoría contratada o aceptada en caso de designación registral o judicial, la no remisión al ICAC de información, la identificación como auditor en un trabajo distinto de auditoría, el incumplimiento de la aplicación de medidas de salvaguarda para atenuar las amenazas a la independencia, de los sistemas de control interno y de los requerimientos de mejora formulados en el control de calidad, la no publicación del informe anual de transparencia, el incumplimiento de la obligación de ciertas comunicaciones al ICAC, el incumplimiento de la obligación de seguir cursos de formación continuada, el incumplimiento de la obligación de permitir al auditor del grupo o al auditor sucesor el acceso a cierta información, el auditor predecesor el acceso). Por ello, se propone modificar este apartado al objeto de prever expresamente el cuadro de sanciones a imponer para aquellos casos de infracciones no cometidas en relación a un concreto trabajo de auditoría de cuentas. Por último, y en relación con la infracción por la no comunicación del incumplimiento de los requisitos exigidos para la inscripción en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas, tipificada como grave en el artículo 16.3.m) del Proyecto, se considera necesario añadir las sanciones específicas que deben imponerse por la comisión al objeto de evitar que la comisión de la infracción pudiera ser más beneficiosa que la sanción impuesta, tal como exige el artículo 131.2 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, del Régimen jurídico de las Administraciones públicas y del Procedimiento administrativo común. Por ello, dicho cuadro se diferencia del establecido con carácter general en que sí se contempla la sanción de baja en el citado Registro. Por todo lo anterior, se propone modificar este apartado al objeto de prever expresamente el cuadro de sanciones a imponer para aquellos casos de infracciones no cometidas en relación a un concreto trabajo de auditoría de cuentas, y evitar la destipificación que supondría la redacción actual para estas infracciones. ENMIENDA NÚM. 50 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Diecisiete. ENMIENDA De supresión. Al artículo 17.14. De supresión. JUSTIFICACIÓN: La redacción del Proyecto incorpora un nuevo apartado 14 con el siguiente tenor: 14. La comisión de cualquiera de las infracciones señaladas en esta Ley deducida de un solo hecho, únicamente podrá dar lugar a la imposición de una única sanción por el mismo hecho por el que se haya apreciado la infracción.” De la lectura de este apartado, cabe interpretar que ha de imponerse una única sanción por las infracciones cometidas en relación a un trabajo de auditoría realizado por una sociedad de auditoría. Sin embargo, esta disposición es contraria e inconsistente con el propio régimen de responsabilidades establecido en el Proyecto, en cuyo artículo 17.11 se recoge el principio de corresponsabilidad que se establece para los trabajos realizados por una sociedad de auditoría, y en cuya virtud “Se considerarán, en todo caso, responsables de las infracciones cometidas por las sociedades de auditoría, a los auditores de cuentas, socios o no, que hayan realizado la auditoría en nombre de aquéllas, cuando la infracción se derive de un determinado trabajo de auditoría”. Por ello, los apartados 5, 7 y 9 del artículo 17 tipifican las sanciones a imponer al socio o auditor corresponsable por las infracciones cometidas por la sociedad de auditoría calificadas como muy graves, graves y leves, respectivamente. Sanciones que se tipifican, en relación con las infracciones cometidas por el mismo ilícito declarado cometido, junto a las que se fijan para las sociedades de auditoría en los apartados 4, 6 y 8 del artículo 17 del Proyecto. Además, supondría una excepción injustificada al régimen establecido en la normativa reguladora de las sociedades civiles, sociedades mercantiles, sociedades profesionales e, incluso, en el artículo 11 del Proyecto, en las que se establece que, por lo realizado por la correspondiente sociedad, responde también el socio actuante. Por todo ello, y al objeto de disipar las dudas en cuanto al concreto alcance y significado del apartado nuevo introducido, que podría suponer vaciar de contenido el régimen de sanciones descrito, resulta necesario suprimir este apartado. ENMIENDA NÚM. 51 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Diecinueve. ENMIENDA De modificación. Al artículo 22.1 Se propone dar la siguiente redacción: 1. Todos los auditores de cuentas y sociedades de auditoría, quedan sometidos al sistema de supervisión pública, objetivo e independiente.” JUSTIFICACIÓN: - Por una parte, en este apartado se somete a las Corporaciones representativas de los auditores al sistema de supervisión pública. Sin embargo, la sujeción de estas Corporaciones no guarda coherencia con el objeto que se regula en esta Ley ni está justificada con la Directiva que se transpone, en cuyas disposiciones no se contempla la actuación de las organizaciones profesionales. Asimismo, adolece de concreción la supervisión atribuida, tanto en relación con el alcance de las competencias de control como respecto a sus consecuencias. En efecto, el ámbito de aplicación de la Ley de Auditoría de Cuentas definido en el artículo 1 no incluye a dichas organizaciones, por tener la Ley como objetivo la regulación de la actividad de auditoría de cuentas y no ejercer dichas organizaciones actividad de auditoría de cuentas alguna. Asimismo, el apartado 6 del artículo 22 no atribuye ninguna potestad disciplinaria sobre dichas organizaciones (infracciones y sanciones), por lo que se otorgaría al sistema de supervisión pública (ICAC) una responsabilidad de supervisión de dichas organizaciones, pero no se le dotaría de potestad disciplinaria alguna para corregir, en su caso, el funcionamiento deficiente de dichas organizaciones. - Además, la mención que se hace de dichas corporaciones como “encargadas del control de calidad” no es congruente con el propio ámbito competencial recogido en el Proyecto y resulta contrario a las exigencias comunitarias. En función del texto aprobado, el sistema de supervisión pública de la auditoría que se establece en el Proyecto debe ser objetivo e independiente, para desarrollar sus labores de control y supervisión (art. 22.1). Por esta razón el órgano rector del mismo se integra por miembros que no ejercen la actividad, nombrados de una forma independiente y transparente, permitiendo que una minoría sean profesionales del sector. Al formar la composición del órgano se menciona que algunos de sus miembros serán seleccionados de entre “representantes de … corporaciones profesionales de auditoría”. De esta manera, y contando con que las corporaciones deben ejercer el control de calidad de las actuaciones de sus miembros, para preservar la independencia los elegidos para el órgano rector no podrían tener responsabilidad alguna en el control de calidad, para evitar el peligro de autorevisión de sus propios actos. En tal sentido, esta exclusión de la posibilidad de que las corporaciones realicen por sí mismas el control de calidad se desprende claramente del texto de la exposición de motivos de la Directiva 2006/43/CE, cuando afirma que: (17) Las inspecciones regulares son un buen medio para lograr una calidad elevada y homogénea de las auditorías legales. Los auditores legales y las sociedades de auditoría deben por lo tanto estar sujetos a un sistema de control de calidad que se organice de una manera que sea independiente de los auditores legales y de las sociedades de auditoría examinados. (Negrita añadida) A su vez, el artículo 26 de la Directiva 2006/43/CE establece que los Estados miembros deben asegurarse de que los auditores de cuentas y sociedades de auditoría estén sujetos a un sistema de control de calidad, entre cuyos criterios rectores figuran el que esté organizado de forma independiente de los auditores y sociedades sujetas a control y el de financiación segura y libre de cualquier posible influencia indebida por parte de éstos. Por ello, la redacción actual de este apartado resulta contraria a los requisitos comunitarios exigidos habida cuenta de la actual configuración existente en España de las tres Corporaciones, cuyos miembros se adscriben de forma voluntaria y que una vez inscritos han de abonar obligatoriamente una cuota o tasa. A mayor abundamiento, la Recomendación de la Comisión de la Unión Europea de 6 de mayo de 2008 relativa al control de calidad externo de los auditores legales y las sociedades de auditoría que verifican las cuentas de entidades de interés público, establece en su apartado 4, bajo la rúbrica “Independencia del sistema de control de calidad”, que no debe designarse como autoridad responsable de este sistema a ninguna asociación u organismo afiliado a la profesión contable o auditora. Por lo anterior, el problema de la independencia tiene mucho más calado que el que la redacción otorga, por lo que tiene que someterse a garantías especiales, ya que es virtualmente imposible que un sistema de inspecciones del control de calidad diseñado y gestionado exclusivamente por las corporaciones, para sus miembros, pueda reputarse de independiente. Por esta razón el texto original de la Ley preveía, y todavía sigue conservándose esta previsión, que fuera el ICAC el que pudiese acordar con las corporaciones el contenido y realización de los controles de calidad de los auditores, debiendo estar supervisadas las inspecciones por empleados de este organismo público (Disposición Adicional 5ª). Por lo tanto hay una patente contradicción, en contra de la independencia del órgano gestor del Sistema de supervisión pública, representada por la participación de las corporaciones en el mismo y su obligación de llevar a cabo autónomamente controles de calidad de la actividad de sus miembros, que solo se puede resolver de dos formas: excluyendo a las corporaciones del órgano gestor del Sistema de supervisión pública de la auditoría o bien impidiendo que lleven a cabo controles de calidad de forma autónoma. La primera solución no parece prudente, ya que la configuración del órgano gestor que el art. 22.2 contempla cita explícitamente la participación de una minoría de auditores en el mismo. La segunda, mucho más lógica, implicaría realizar los cambios que se incorporan en el artículo 22, en su apartado 1 -con esta enmienda-, apartado 4.d) –con la enmienda 16- y apartado 9 – según la redacción dada por la enmienda 18-. Por ello, se considera necesario suprimir la referencia a las Corporaciones como destinatarias del régimen de supervisión público que se regula en este artículo, y como titulares de la competencia de realizar el control de calidad, habida cuenta de la incoherencia y contradicción que supone desempeñar al mismo tiempo la realización de dicho control directamente y su supervisión, así como de la inobservancia de los requisitos exigidos por la Unión europea. - Por otra parte, debería suprimirse el último inciso, por ser redundante, toda vez que el objeto a que se dirige el sistema de supervisión pública se contiene detalladamente en el artículo 22, en particular, en su apartado 4. ENMIENDA NÚM. 52 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Diecinueve. ENMIENDA De modificación. A los apartados 2, 3, 4 y 5 del artículo 22 El texto que se propone es el siguiente: 2. El sistema de supervisión pública estará regido por el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas 3 .En particular, el sistema de supervisión pública tendrá la responsabilidad última de: a) La autorización e inscripción en el Registro Oficial de Auditoría de Cuentas de los auditores legales y sociedades de auditoría. b) La adopción de normas en materia de ética profesional y control de calidad interno en la actividad de auditoría, así como la supervisión de su adecuado cumplimiento. c) La formación continuada de los auditores de cuentas. d) El control de calidad,, y sistemas de investigación y régimen disciplinario. 4. Se someterá, en todo caso, a consideración del Comité de Auditoría de Cuentas del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas aquellos aspectos a que se refiere el apartado anterior que se determinen reglamentariamente. En todo caso, la aprobación del plan de control de la actividad de auditoría y la imposición de sanciones por la comisión de infracciones muy graves a quienes auditen entidades de interés público requerirá el acuerdo favorable del Comité de Auditoría de Cuentas. 5. Supresión JUSTIFICACIÓN: Las cuestiones que se proponen modificar tratar de corregir las inconsistencias internas siguientes: Los apartados 2 y 3 de este artículo establecen la responsabilidad del sistema de supervisión pública así como la selección del órgano de gestión responsable de dicho sistema. A tal efecto, el apartado 2 trascribe el artículo 32.3 de la Directiva, sin que se precise ni este apartado ni en el 3 el concreto órgano al que se le atribuye la responsabilidad última del sistema de supervisión pública. Dicha redacción, pues, no cumpliría con el mandato dado por la Directiva a España, además de que generaría serios problemas de coherencia y consistencia interno del régimen de control de la actividad auditora, habida cuenta de la existencia del actual sistema de supervisión atribuido al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, cuyos órganos rectores figuran regulados en la Disposición adicional 2ª de la Ley de Auditoría de Cuentas, disposición adicional que no se modifica con este Proyecto. Debe señalarse que el alcance y adecuación del sistema de supervisión público encomendado al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas ha sido valorado positivamente por la Comisión de la Unión Europea (Scoreboard 2006) Por ello, sería necesaria dar efectivo cumplimiento al mandato comunitario y atribuir la responsabilidad del sistema de supervisión pública al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas y, en particular, establecer la obligatoriedad de someter determinadas cuestiones a la consideración de su órgano rector Comité de Auditoría de Cuentas, regulado en aquella Disposición adicional 2ª. Dicha previsión se recoge en el nuevo apartado 4. La modificación que aquí se propone debe acompañarse con la reforma de la citada disposición adicional (que se aborda con la enmienda 16), debiendo significarse que estas modificaciones no suponen cambios sustantivos en relación con el Proyecto presentado en el Congreso. Así, las referencias a la composición contenidas en la redacción actual ya se recogen en la citada Disposición adicional, por lo que procede suprimir el contenido del apartado 3 del artículo 22 para evitar reiteraciones necesarias y por razones de mejora estructura expositiva (en la que el artículo 22 regule aspectos sustantivos y la Disposición adicional 2, aspectos estructurales). En consecuencia, es imprescindible modificar estos apartados al objeto de cumplir fielmente la Directiva, y evitar la inseguridad que se generaría con un texto incompleto e inconsistente en lo que al sistema de supervisión pública se refiere, que podría afectar al ejercicio efectivo de la actividad de control de la auditoría de cuentas. El apartado 4, que se refiere a los aspectos sobre los que tiene responsabilidad el sistema de supervisión pública, debería ser modificado, de acuerdo con los argumentos esgrimidos en la enmienda 15 de modificación del artículo 22.1. Se propone, pues, suprimir la mención “sin perjuicio de la labor que a este respecto desarrollen las corporaciones representativas de los auditores de cuentas”. Como ya se expuso en dicha enmienda, no cabe atribuir ex lege la competencia del control de calidad a las Corporaciones, habida cuenta de que resultaría contraria a las exigencias de la Unión europea, y supondría una contradicción e inconsistencia de tal entidad que podría afectar a la credibilidad del propio sistema de control, el hecho de que se atribuya de forma directa este control a unas corporaciones, cuyos miembros, a su vez, están presentes en el órgano de gestión del sistema de supervisión. El apartado 5 de este artículo contiene una enumeración de los principios que debe regir la actuación del sistema de supervisión pública. Resulta redundante incorporar los calificativos “objetivo”, “independiente” y “transparente” que acompañan al sistema de supervisión pública que, por otra parte, se presuponen en toda Administración pública o autoridad de supervisión pública. Estos principios ya están contemplados en la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, del Régimen jurídico de las Administraciones públicas y del Procedimiento administrativo común. Por otra parte, también contiene una habilitación reglamentaria para determinar “el contenido y la forma de publicación de los correspondientes programas de trabajo e informes de actividad anuales”. Esta previsión es reiterativa pues ya se contiene en la Disposición adicional 8ª que se incorpora a la Ley de Auditoría de Cuentas, con este Proyecto. Por tanto, las modificaciones que se realizan en este apartado tienen por objeto suprimir reiteraciones innecesarias. ENMIENDA NÚM. 53 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Diecinueve. ENMIENDA De modificación. A los apartados 7 y 8 del artículo 22 El texto que se propone es el siguiente: “7. El control de la actividad de auditoría de cuentas se realizará mediante inspecciones e investigaciones de las actuaciones de los auditores de cuentas y sociedades de auditoría y comprenderá fundamentalmente las actuaciones de control técnico y de control de calidad. El control técnico consistirá en la investigación de determinados trabajos de auditoría de cuentas o aspectos de la actividad de auditoría, al objeto de determinar hechos o circunstancias que puedan suponer la falta de conformidad de la actividad de auditoría o de los trabajos de auditoría con lo dispuesto en esta Ley, su Reglamento y normativa que regula la actividad de auditoría de cuentas. El control de calidad consistirá en la inspección o revisión periódica de los auditores de cuentas y sociedades de auditoría, cuyo objetivo es mejorar la calidad de los trabajos de auditoría, principalmente mediante la formulación de requerimientos de mejora. El control de calidad comprenderá, al menos, la verificación del sistema de control de calidad interno de los auditores de cuentas y de las sociedades de auditoría, la revisión de los procedimientos documentados en los archivos de auditoría, con la finalidad de comprobar la eficiencia de dicho sistema de control.” 8. El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas podrá recabar de los auditores de cuentas y sociedades de auditoría, y de las entidades a que se refiere el artículo 8 ter, c) y d) de esta Ley, cuantas informaciones estime necesarias para el adecuado cumplimiento de las competencias que tiene encomendadas. Con el fin de obtener dichas informaciones o de confirmar su veracidad, el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas podrá realizar cuantas investigaciones o inspecciones considere necesarias. Las personas físicas y jurídicas comprendidas en este apartado quedan obligadas a poner a disposición del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas cuantos libros, registros y documentos, sea cual fuere su soporte, ésta considere precisos, incluidos los programas informáticos y los archivos magnéticos, ópticos o de cualquier otra clase. Las actuaciones de control de la actividad de auditoría podrán desarrollarse, a elección del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas: a) En cualquier despacho, oficina o dependencia del auditor o sociedad de auditoría, y de las entidades a que se refiere el artículo 8 ter, c) y d) de esta Ley. b) En los propios locales del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas. Cuando las actuaciones se desarrollen en los lugares señalados en la letra a) anterior, se observará la jornada laboral de los mismos, sin perjuicio de que pueda actuarse de común acuerdo en otras horas y días. JUSTIFICACIÓN: La referencia en el apartado 7 a las normas técnicas de auditoría es incoherente, contradictoria y no se corresponde con el sistema de fuentes normativas establecida en el artículo 5 del Proyecto, entre las cuales hace referencia a normas de auditoría, que engloba tanto a las Normas Internacionales de Auditoría adoptadas por la Unión Europea, como a las actuales Normas Técnicas de Auditoría, así como a las normas de ética. Por ello, se propone su sustitución. Por otro lado, el apartado 8 delimita a quiénes el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas puede recabar información para el ejercicio de sus competencias, mediante la referencia a las personas y entidades a que se refiere el artículo 8 ter, b). Sin embargo, este apartado se refiere a las personas vinculadas al auditor por razones de parentesco, y no a las personas o entidades vinculadas al auditor por razón de vínculos o intereses profesionales o de estructura organizativa (la red). La redacción actual tiene su origen en la enmienda presentada por el Grupo Vasco, cuyo contenido era consecuente con la que, a su vez, presentó como enmienda 8 de modificación del artículo 8 ter, en la que se modifica la estructura y enumeración de letras. Sin embargo, al no haber sido aprobada esta última enmienda, el artículo 8 ter conservó su estructura original; razón por la cual con la referencia 8. ter b) debería sustituirse por la referencia al 8. ter c) y d). La modificación propuesta, por tanto, tiene la finalidad de precisar que el control técnico debe considerar todas las normas de auditoría (y no sólo las que se denominan las Normas Técnicas de Auditoría y regulan la ejecución del trabajo), a la vez que aclara la referencia correcta a otros preceptos del Proyecto. ENMIENDA NÚM. 54 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Diecinueve. ENMIENDA De supresión. Al artículo 22.9 De supresión. JUSTIFICACIÓN: El apartado que se pretende suprimir tiene la siguiente redacción: “9. Sin perjuicio de la competencia atribuida al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas en el apartado 6 de este artículo, y con carácter adicional a aquélla, las corporaciones representativas de los auditores de cuentas deberán realizar el control de calidad de los trabajos de sus miembros, así como comunicar al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas el resultado individualizado de dichos controles a final de cada año natural.” Con esta redacción se mantiene la habilitación normativa en materia de control de calidad en relación con las corporaciones representativas de los auditores de cuentas, prevista en la redacción vigente de artículo 22.3. Sin embargo, reiterando aquí los argumentos expuestos a propósito de la enmienda de modificación del artículo 22.1, esta previsión resulta contraria a las exigencias de la Unión europea. De acuerdo con la Directiva, no puede existir más control de calidad que el previsto en ésta. Si se mantuviese la redacción, se estaría permitiendo que las Corporaciones realizaran por mandato legal el control de calidad de sus miembros, en contra de las exigencias comunitarias, y que además fuera supervisado por ellos mismos, en cuanto integrantes del sistema de gobierno del sistema de supervisión pública. ENMIENDA NÚM. 55 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Veintiuno. bis ENMIENDA De adición. Artículo único. Veintiuno. bis Se modifica la Disposición Adicional segunda de la Ley de Auditoria de Cuentas El texto que se propone es el siguiente: 1. El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, organismo autónomo adscrito al Ministerio de Economía y Hacienda, regirá su actuación por las leyes y disposiciones generales que le sean de aplicación y, especialmente, por lo que para dicho tipo de organismos públicos dispone la Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado, y por esta ley. 2. Los órganos rectores del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas son: El Presidente, el Comité de Auditoría de Cuentas y el Consejo de Contabilidad: a) El Presidente, con categoría de Director General, será nombrado por el Gobierno, a propuesta del Ministro de Economía y Hacienda, y ostentará la representación legal del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, ejerciendo las facultades que le asigna esta ley y las que reglamentariamente se determinen. b) El Comité de Auditoría de Cuentas. Estará presidido por el Presidente de dicho Instituto y compuesto, en la forma que reglamentariamente se determine, por un máximo de trece miembros designados por el Ministro de Economía y Hacienda con la siguiente distribución: tres representantes del Ministerio de Economía y Hacienda a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, y; de la Intervención General de la Administración del Estado; un representante del Tribunal de Cuenta; un representante del Banco de España; un miembro de la carrera judicial o fiscal o abogado del Estado o registrador mercantil; un catedrático de Universidad de reconocido prestigio en materia contable y de auditoría de cuentas; un analista de inversiones; y un representante de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales. Estos miembros no podrán tener la condición de auditor de cuentas ni haberla tenido en los tres años anteriores al nombramiento como miembros del Comité, ni haber participado en auditorías o sociedades de auditoría durante dicho período. Asimismo, formarán parte del Comité de Auditoría de Cuentas cuatro representantes de las Corporaciones representativas de auditores. c) El Consejo de Contabilidad es el órgano competente, una vez oído el Comité Consultivo de Contabilidad, para valorar la idoneidad y adecuación de cualquier propuesta normativao de interpretación de interés general en materia contable con el Marco Conceptual de la Contabilidad regulado en el Código de Comercio. A tal efecto, informará a los órganos y organismos competentes antes de la aprobación de las normas de contabilidad, y sus interpretaciones, emitiendo el correspondiente informe no vinculante. El Consejo de Contabilidad estará presidido por el Presidente del Instituto, que tendrá voto de calidad, y formado, junto con él, por un representante de cada uno de los centros, organismos o instituciones restantes que tengan atribuidas competencias de regulación en materia contable del sistema financiero: Banco de España, Comisión Nacional del Mercado de Valores y Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. Asistirá con voz, pero sin voto, como Secretario del Consejo, un funcionario del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas. Igualmente formará parte del Consejo de Contabilidad con voz pero sin voto un representante del Ministerio de Hacienda designado por el titular del Departamento. El Comité Consultivo de Contabilidad es el órgano de asesoramiento del Consejo de Contabilidad. Dicho Comité estará integrado por expertos contables de reconocido prestigio en relación con la información económica-financiera en representación tanto de las Administraciones públicas como de los distintos sectores implicados en la elaboración, uso y divulgación de dicha información. En cualquier caso, deberán estar representados los Ministerios de Justicia; de Economía, a través del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y del Instituto Nacional de Estadística; de Hacienda, a través de la Intervención General de la Administración del Estado y de la Dirección General de Tributos; el Banco de España; el Consejo General del Colegio de Economistas; el Consejo Superior de Titulares Mercantiles; un representante de las asociaciones u organizaciones representativas de los emisores de información económica de las empresas y otro de los usuarios de información contable; de las asociaciones emisoras de principios y criterios contables; un profesional de la auditoría a propuesta del Instituto de Censores Jurados de Cuentas y otro de la Universidad. Asimismo, el Presidente podrá nombrar hasta cinco personas de reconocido prestigio en materia contable. Adicionalmente, cuando la complejidad de la materia así lo requiera, el Presidente podrá invitar a las reuniones, a un experto en dicha materia. A la deliberación del Comité Consultivo de Contabilidad se someterá cualquier proyecto o propuesta normativa o interpretativa en materia contable. Las facultades de propuesta corresponden, en la forma y condiciones que reglamentariamente se establezcan, con carácter general al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, sin perjuicio de las referidas al sector financiero que corresponderán en cada caso al Banco de España, Comisión Nacional del Mercado de Valores y Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones de acuerdo con sus respectivas competencias, y sin perjuicio de realizar propuestas conjuntas. La composición y forma de designación de sus miembros y la forma de actuación del Comité serán las que se determinen reglamentariamente. 3. La asistencia al Comité de Auditoría de Cuentas y al Comité Consultivo de Contabilidad dará derecho a la correspondiente indemnización. 4. El Gobierno mediante real decreto procederá a la adaptación estatutaria correspondiente del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas.» JUSTIFICACIÓN: En la Disposición adicional 2ª de la Ley de Auditoría de Cuentas (no modificada en este Proyecto) se regulan los órganos rectores del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas que, en materia de auditoría de cuentas, son el Presidente y el Comité de Auditoría de Cuentas. Como quiera que se atribuye la responsabilidad del sistema de supervisión pública al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, resulta conveniente proponer las modificaciones oportunas en la composición de sus órganos rectores, en particular, del citado Comité para dar efectivo cumplimiento al mandato comunitario. En este sentido, se añade el requisito de no ser auditor ejerciente ni de haberlo sido durante los tres años al nombramiento como miembro del Comité. De esta forma y cumpliendo la Directiva, se concreta y garantiza la continuidad y efectividad del sistema de supervisión pública que se recoge de forma expresa en el Proyecto. ENMIENDA NÚM. 56 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Veintidós. ENMIENDA De modificación. A la Disposición adicional 9ª. Redacción que se propone: “Disposición Adicional novena. Entidades de interés público. 1. A los efectos de lo establecido en esta Ley, tendrán la consideración de entidades de interés público las siguientes: a) Las entidades emisoras de valores admitidos a negociación en mercados secundarios oficiales de valores, las entidades de crédito y las empresas de seguros sometidas al régimen de supervisión y control atribuido al Banco de España, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores y a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, así como a los organismos autonómicos con competencias de ordenación y supervisión de las entidades aseguradoras. b) Las entidades que se determinen reglamentariamente en atención a su importancia pública significativa por la naturaleza de su actividad, su tamaño o su número de empleados. c) Los grupos de sociedades en los que se integren entidades contempladas en las letras a) y b) anteriores. 2. Reglamentariamente se podrán determinar los requisitos relacionados con la estructura organizativa y la dimensión que deben cumplir los auditores de cuentas o las sociedades de auditoría que realizan la auditoría de las cuentas de las entidades de interés público. Entre dichos requisitos se incluirán los referidos al número de auditores de cuentas, al número de empleados y a la calidad contrastada de los sistemas de control internos”. JUSTIFICACIÓN: Son dos las cuestiones que se pretenden modificar: - El apartado 1, b) contiene una habilitación reglamentaria para determinar qué entidades tienen la consideración de interés público, a los efectos de la Ley de Auditoria de Cuentas. Dicha habilitación se debe realizar, según el Proyecto, atendiendo exclusivamente a la importancia pública significativa que tenga la citada entidad por razón de la naturaleza de su actividad. Sin embargo, el Proyecto no considera que en dicha determinación reglamentaria puedan tomarse en cuenta aspectos de la entidad que son de tal envergadura que afectan o pueden afectar a la economía en su ámbito nacional o repercutir significativamente en un determinado ámbito regional Dichos aspectos son los referidos al tamaño o al número de empleados que pueden hacer que una entidad pueda ser muy importante en términos macroeconómicos, por ser ajenos o no depender de la naturaleza de la entidad. De admitirse la redacción actual, se privaría ab initio de la posibilidad de declarar de interés público, entidades de tamaño tan considerable para la economía nacional, como, por ejemplo, El Corte inglés, cuyo grupo presenta 17,5 millones de euros de total activo y cuenta con casi 100.000 empleados (según información publicada en el Registro Mercantil correspondiente al ejercicio 2008/2009, el Grupo Eulen que tiene 82.843 empleados (según información publicada en su web) o la Corporación Mondragón que tiene 33,5 millones de euros de activo total y casi 93.000 empleados (según información publicada en su web). A entidades habría que añadir otras que operan en sectores estratégicos, como por ejemplo, en el automovilístico cuya incidencia en ámbitos locales es de vital importancia. Por ello, se considera necesario que se añaden, como aspectos a tener en cuenta en el desarrollo reglamentario, los referidos al tamaño o número de empleados. La definición de las entidades de interés público en función de estos criterios no es ajena a la práctica europea, sino que está contemplada en el artículo 2.13 de la Directiva 2006/43/CE que autoriza a los Estados miembros a designar adicionalmente como entidades de interés público aquellas que sean “de importancia pública significativa por la naturaleza de su actividad empresarial, su tamaño o su número de empleados”. En la medida en que la auditoría de cuentas es una actividad destinada a minorar o cubrir los riesgos con trascendencia en la economía de mercado y en los mercados financieros, existe justificación para prever mediante norma de rango legal la consideración de entidades de interés público en función de sus magnitudes o cifras económicos-financieros. Por todo lo anterior, se considera necesario añadir las referencias al tamaño o su número de empleados de la entidad, que se contienen en la Directiva 2006/43/CE, pues de lo contrario podrían dejarse fuera de esta definición entidades que, en términos de empleados o de activo, son muy importantes para la economía nacional o tienen un papel muy relevante o vital en determinados sectores. - El apartado 2 que se pretende incorporar no figura en el Proyecto. Con este apartado introduce una habilitación reglamentaria para poder regular los especiales requisitos que han de cumplir quienes auditan las entidades de interés público. Dicha habilitación se justifica por la especial y mayor relevancia económica que presenta la información financiera económica contenida en las cuentas anuales que se auditan de estas entidades, siendo así que el considerando 23 de la Directiva 2006/43/CE establece, en relación a quienes auditan este tipo de entidades, que “deben aplicarse unos requisitos más estrictos”. Así, según la Directiva, se establece que estos auditores deben ser sometidos a la revisión de su sistema de control de calidad al menos cada tres años, en lugar de los seis años que se establece con carácter general. Ha de tenerse en cuenta que el citado sistema debe ajustarse a los principio y objetivos que se contienen en la normativa reguladora vigente. En la medida en que la observancia de estos principios y objetivos, redunda en una mejora en la calidad de los trabajos de auditoría, resulta conveniente exigir unos requisitos especiales a quienes auditen entidades consideradas de interés público, refiriéndose dichos requisitos referidos a su estructura organizativa y dimensión, en cuanto que se proyectan sobre estos los citados principios y objetivos. Por tratarse de cuestiones con un elevado componente técnico, se considera conveniente, por otra parte, que la regulación de estos requisitos se pueda hacer vía reglamentaria. Esta enmienda viene a posibilitar la exigencia de mayores cotas de calidad y exigencia de control interno para los auditores o sociedades de auditoría que auditen entidades de interés público, por la relevancia que el resultado de su trabajo puede suponer para el conocimiento de la situación y rendimiento de dichas entidades. ENMIENDA NÚM. 57 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda al Artículo único. Veintitrés. ENMIENDA De supresión. A la Disposición transitoria. De supresión. JUSTIFICACIÓN: La redacción que se propone eliminar es la siguiente: “Disposición transitoria. Régimen sobre el cumplimiento de las obligaciones del auditor de cuentas consolidadas u otros estados financieros o documentos contables consolidados. El cumplimiento por el auditor de cuentas o la sociedad de auditoría que realicen la auditoría de cuentas anuales consolidadas u otros estados financieros o documentos contables consolidados, o los auditores de cuentas que la realicen en su nombre, de las obligaciones impuestas por el artículo 4 de la Ley 19/1988, de 12 de julio, de Auditoría de Cuentas, no será exigible hasta el ejercicio posterior a aquél en que entre en vigor la Ley por la que se modifica la Ley 19/1988, de 12 de julio, de Auditoría de Cuentas, la Ley 24/1988, de 28 de julio, de Mercado de Valores y el Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas aprobado por el Real Decreto Legislativo 1564/1989, de 22 de diciembre, para su adaptación a la normativa comunitaria, de fecha … de … de 2010. Los sujetos obligados a suministrar la información a que se refiere el artículo 4.3 de la Ley 19/1988, de 12 de julio, de Auditoría de Cuentas, no deberán suministrarla hasta el ejercicio posterior a aquél en que entre en vigor la Ley por la que se modifica la Ley 19/1988, de 12 de julio, de Auditoría de Cuentas, la Ley 24/1988, de 28 de julio, de Mercado de Valores y el Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas aprobado por el Real Decreto Legislativo 1564/1989, de 22 de diciembre, para su adaptación a la normativa comunitaria. El incumplimiento de las obligaciones previstas en dicho artículo de la Ley 19/1988, de 12 de julio, de Auditoría de Cuentas, no constituirá infracción de lo previsto en su artículo 16, durante el ejercicio en que entre en vigor la Ley por la que se modifica la Ley 19/1988, de 12 de julio, de Auditoría de Cuentas, la Ley 24/1988, de 28 de julio, de Mercado de Valores y el Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas aprobado por el Real Decreto Legislativo 1564/1989, de 22 de diciembre, para su adaptación a la normativa comunitaria.” El artículo para el que se establece un régimen transitorio incorpora la obligación de responsabilidad plena que asume el auditor del grupo, en relación con las cuentas anuales consolidadas, de acuerdo con mandato del artículo 27 a) de la Directiva 2006/43/CE, y al objeto de hacer posible dicha responsabilidad plena, se incorporan en los apartados 3 y 4 de dicho artículo 4 lo previsto en el artículo 27, las letras b) y c), de la Directiva 2006/43/CE, que precisan las obligaciones de evaluación y documentación que debe seguir el auditor del grupo en relación al trabajo de los auditores que auditan las entidades que componen el conjunto consolidable, precisando el criterio de actuación que debe seguir con los auditores cuando éstos auditores no son de la Unión Europea. Pues bien, en la medida en que estos apartados incorporan el mandato de la Directiva y que el plazo de transposición de ésta finalizó el 29 de junio de 2008, no se comparten las razones de “novedad” que pudieran justificar un régimen transitorio que demorase la entrada en vigor de estos apartados. De mantenerse la redacción, se seguiría incumpliendo el mandato de transposición referido. A mayor abundamiento, por razones de seguridad jurídica, se considera conveniente no diferir dicha entra en vigor en la medida en que, no obstante la ausencia de efecto directo de las Directivas en la normativa nacional, se ha reconocido por la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas una cierto reconocimiento a la eficacia directa de estas Directivas. De acuerdo con dicha jurisprudencia, la exigencia de responsabilidad plena del auditor del grupo en la emisión de su informe de auditoría, con efectos frente a terceros, podría configurarse como un derecho directo invocable por particulares ante los Tribunales. Por tanto, no cabe mantener la demora de la entrada en vigor de una obligación, cuya incorporación en la normativa vigente tenía que haberse producido el 29 de junio de 2008, siendo así que dicha demora va suponer una inobservancia del deber de transposición ante el control que al respecto realice la Comisión de la Unión europea. ENMIENDA NÚM. 58 Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP) El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés (GPECP), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formulan la siguiente enmienda a la Disposición final cuarta. Dos. ENMIENDA De modificación. A la Disposición final cuarta, apartado Dos. La redacción que se propone es la siguiente: Dos. Los apartados 2 y 4 de la Disposición Adicional decimoctava de la Ley 24/1988, de 28 de julio, de Mercado de Valores quedan redactados como sigue: “2. Los miembros del Comité de Auditoría serán al menos en su mayoría consejeros no ejecutivos del Consejo de Administración o, en el caso de órgano equivalente al anterior, miembros del mismo que no posean funciones directivas o ejecutivas en la entidad, ni mantengan relación contractual distinta de la condición por la que se les nombre. Serán nombrados, en todo caso, por el Consejo de Administración u órgano equivalente, de acuerdo con la naturaleza jurídica de la entidad. Al menos uno de los miembros del comité de auditoría será independiente y será designado teniendo en cuenta sus conocimientos y experiencia en materia de contabilidad, auditoría o en ambas. 4. El número de miembros, las competencias y las normas de funcionamiento de dicho Comité se fijará estatutariamente o, en su caso, por las normas que rijan la entidad, y deberá favorecer la independencia de su funcionamiento. Entre sus competencias estarán, como mínimo, las siguientes: 1ª. Informar a la Junta General, Asamblea General u órgano equivalente de la entidad de acuerdo con su naturaleza jurídica sobre las cuestiones que se planteen en su seno en materia de su competencia. 2ª. Supervisar la eficacia del control interno de la sociedad, la auditoría interna, en su caso, y los sistemas de gestión de riesgos, así como discutir con los auditores de cuentas o sociedades de auditoría las debilidades significativas del sistema de control interno detectadas en el desarrollo de la auditoría. 3ª. Supervisar el proceso de elaboración y presentación de la información financiera regulada. 4ª. Proponer al órgano de administración para su sometimiento a la Junta General de Accionistas u órganos equivalentes de la entidad, de acuerdo con su naturaleza jurídica, al que corresponda, el nombramiento de los auditores de cuentas o sociedades de auditoría, de acuerdo con la normativa aplicable a la entidad. 5ª. Establecer las oportunas relaciones con los auditores de cuentas o sociedades de auditoría para recibir información sobre aquellas cuestiones que puedan poner en riesgo la independencia de éstos, para su examen por el Comité, y cualesquiera otras relacionadas con el proceso de desarrollo de la auditoría de cuentas, así como aquellas otras comunicaciones previstas en la legislación de auditoría de cuentas y en las normas de auditoría. En todo caso, deberán recibir anualmente de los auditores de cuentas o sociedades de auditoría la confirmación escrita de su independencia frente a la entidad o entidades vinculadas a ésta directa o indirectamente, así como la información de los servicios adicionales de cualquier clase prestados a estas entidades por los citados auditores o sociedades, o por las personas o entidades vinculados a éstos de acuerdo con lo dispuesto en la Ley 19/1988, de 12 de julio, de Auditoría de Cuentas. 6ª. Emitir anualmente, con carácter previo a la emisión del informe de auditoría de cuentas, un informe en el que se expresará una opinión sobre la independencia de los auditores de cuentas o sociedades de auditoría. Este informe deberá pronunciarse, en todo caso, sobre la prestación de los servicios adicionales a que hace referencia el apartado anterior” JUSTIFICACIÓN: Se corrige el error contenido en el Proyecto en el que se facultaba al Comité de Auditoría de la entidad a supervisar el proceso de elaboración y presentación de la información financiera auditada, lo que sólo incluía a las cuentas anuales anuales, excluyendo, por tanto, a las cuentas intermedias semestrales. Por esta razón se sustituye la expresión “auditada” por regulada”, para comprender ambos tipos de estados financieros. En definitiva, la propuesta extiende la supervisión del Comité de auditoria a toda la información financiera exigida por la CNMV a las entidades cotizadas, se audite o no, porque el mero hecho de estar verificada no añade nada a su carácter de interés público en el entorno del mercado, ni a la supervisión realizada por el Comité de Auditoría. ENMIENDA NÚM. 59 Del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU) El Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Uno. ENMIENDA De modificación. Redacción que se propone: ARTÍCULO ÚNICO. APARTADO UNO. “Artículo 1. Ámbito de aplicación. (…) 6. A los efectos de la presente Ley, se aplicarán las siguientes definiciones: a) Auditoría legal: auditoría de las cuentas anuales o de las cuentas consolidadas, siempre que sea exigida por el Derecho comunitario o la legislación nacional. b) Auditor legal: persona física autorizada por las autoridades competentes, con arreglo a lo previsto en la presente Ley, para realizar auditorías legales, inscrita en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas. c) Sociedad de auditoría: persona jurídica, independientemente de la forma societaria adoptada, autorizada por las autoridades competentes, con arreglo a lo previsto en la presente Ley, para realizar auditorías legales, inscrita en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas. d) Tercero: persona física o jurídica, pública o privada, que acredite que actuó o dejó de actuar tomando en consideración el Informe de Auditoría, siendo éste elemento esencial y apropiado para formar su consentimiento, motivar su actuación o tomar su decisión. Dicha definición será únicamente aplicable al régimen de responsabilidad civil del auditor de cuentas y sociedades de auditoría”. JUSTIFICACIÓN Al objeto de clarificar la aplicación del concepto de tercero al régimen de responsabilidad civil. ENMIENDA NÚM. 60 Del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU) El Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Dos. ENMIENDA De modificación. Redacción que se propone: ARTÍCULO ÚNICO. APARTADO DOS. “Artículo 2. Informe de auditoría de cuentas. (…) 2. El informe de auditoría deberá ser emitido por los auditores de cuentas o las sociedades de auditoría de conformidad con la carta de encargo suscrita entre las partes. La no emisión del informe de auditoría o la renuncia a continuar con el contrato de auditoría, tan sólo podrá producirse por la existencia de justa causa y en aquellos supuestos en los que concurra alguna de las siguientes circunstancias: a) Existencia de amenazas que pudieran comprometer de forma grave la independencia u objetividad del auditor, de acuerdo con lo dispuesto en el Capítulo siguiente. b) Imposibilidad de realizar el trabajo encomendado al auditor o sociedad de auditoría por circunstancias ajenas al mismo. En los anteriores supuestos, cuando se trate de auditorías obligatorias, deberá informarse razonadamente, tanto al Registro Mercantil del domicilio de la sociedad auditada, como al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, de las circunstancias determinantes de la no emisión del informe o la renuncia a continuar con el contrato de auditoría, en la forma y plazos que se determine reglamentariamente. (resto igual)”. JUSTIFICACIÓN Se elimina la referencia al impago de los honorario de auditoría por cuanto esta circunstancia debe resolverse de conformidad con la reglas generales de la relación contractual entre las partes, sin que quede desvirtuado el precepto y el objetivo que supone la protección de la independencia con la configuración que al respecto da, entre otras normas, el Código de Bueno Gobierno corporativo emitido por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que en su recomendación numero 50 establece como obligación de los Comités de Auditoría examinar las circunstancias que hubieran motivado la renuncia del auditor. ENMIENDA NÚM. 61 Del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU) El Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Siete. ENMIENDA De modificación. Redacción que se propone: ARTÍCULO ÚNICO. APARTADO SIETE. “Artículo 8. Independencia. (…) 3. En todo caso, se considerará que el auditor de cuentas o la sociedad de auditoría, no goza de … (resto igual) … o en alguno de los socios de la sociedad de auditoría en cuyo nombre se realice la auditoría: (…) g) La prestación de servicios de abogacía para la entidad auditada, simultáneamente para el mismo cliente, salvo que dichos servicios se presten por personas jurídicas distintas y con consejos de administración diferentes. (resto igual)”. JUSTIFICACIÓN Mantenimiento del status quo actual y conciliar el texto del Proyecto de Ley con la directiva que se transpone y la Recomendación de Independencia de la Comisión Europea de 16 de mayo de 2002. Asimismo estaría plenamente alineado con la doctrina del Tribunal Supremo que se manifestó en Sentencia de 20 de junio de 2003, sobre la legalidad del artículo 22.3 del Estatuto de la Abogacía, que señala que: “En todo caso el abogado no podrá realizar actividad de auditoría de cuentas u otras que sean incompatibles con el correcto ejercicio de la abogacía, simultáneamente para el mismo cliente o para quienes lo hubiesen sido en los tres años precedentes. No se entenderá incompatible esta prestación si se realiza por personas jurídicas distintas y con Consejos de Administración diferentes”. El Tribunal Supremo se manifestó con notable claridad sobre la compatibilidad en el caso de que se presten los servicios por personas jurídicas distintas con Consejos de Administración diferentes. En efecto el Tribunal Supremo entiende que: “Resulta comprensible y razonable que queden fuera de esta prohibición general la prestación [de servicios jurídicos] que se realice por personas jurídicas distintas y con Consejos de Administración diferentes; pues desde un punto de vista sustantivo y formal, solo subvirtiendo la naturaleza o sustrato jurídico de estos sujetos de derecho podríamos llegar a las conclusiones o deducciones sobre el fraude de ley que esgrimen los recurrentes frente al fraude de ley”. En resumen, el Tribunal Supremo ha validado la corrección jurídica y legalidad de la regulación del Estatuto de la Abogacía que establece que es compatible la prestación de servicios de auditoría y abogacía siempre que se haga por sociedades distintas con consejos de administración diferentes. ENMIENDA NÚM. 62 Del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU) El Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Siete. ENMIENDA De modificación. Redacción que se propone: ARTÍCULO ÚNICO. APARTADO SIETE. “(…) <<Artículo 8 bis. Periodo de cómputo temporal. A los efectos de lo dispuesto en el artículo anterior, el periodo de cómputo para las incompatibilidades comprenderá desde el primer día del ejercicio a auditar hasta la fecha en que el auditor termina completamente su encargo emitiendo el último de los informes que tuviera encomendados. No obstante lo anterior, en el supuesto de que la fecha de aceptación del nombramiento como auditor sea anterior al primer día del ejercicio a auditar, la fecha en que se iniciará el período de cómputo será la citada fecha de aceptación del nombramiento. No obstante el párrafo anterior, en el supuesto de que se trate de incompatibilidades derivadas del párrafo b) del apartado 3 del artículo anterior, será suficiente que se resuelva la situación de incompatibilidad con anterioridad a la aceptación del nombramiento como auditor>> (resto igual)”. JUSTIFICACIÓN Frente a la opción del Proyecto (inicio del segundo año anterior al ejercicio al que correspondan los estados financieros u otros documentos contables auditados), se entiende más adecuada la referencia temporal de la fecha en que comienza el ejercicio a auditar, en relación con el plazo para considerar la posible existencia de incompatibilidades. La prevista en el Proyecto implica una antelación del juicio o valoración de las circunstancias que limita el acceso a la actividad de auditoría (algunas circunstancias, como una valoración de un activo que ya ha sido enajenado por la entidad auditada, o sobre el que concurren diferentes circunstancias, no tiene por qué tener impacto alguno en el status de independencia del auditor, máxime cuando el impacto de esa valoración ha sido ya objeto de procedimientos de validación o de verificación por otro auditor distinto de aquel que efectuó la valoración, con lo que se elimina completamente el riesgo de autorrevisión. Además, establece un sistema que reduce la capacidad de elección de auditor por parte de las empresas españolas al ser frecuente que algunos de los auditores o sociedades de auditoría entre los que podría elegir la sociedad a auditarse se encuentre en causa de incompatibilidad por causa de este precepto, el cual no tiene parangón en el entorno internacional. Por ello constituiría, de no modificarse el actual redactado del Proyecto de Ley, una clara restricción a la libre competencia y se perjudicaría injustificadamente el desarrollo del mercado español de auditoría y de servicios profesionales, reduciendo la capacidad de crecimiento de firmas medianas y pequeñas, y constituyendo un claro agravio comparativo para los auditores españoles en relación al resto de países de la UE. ENMIENDA NÚM. 63 Del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU) El Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Siete. ENMIENDA De modificación. Redacción que se propone: ARTÍCULO ÚNICO. APARTADO SIETE. “(…) <<Artículo 8 ter. Extensiones subjetivas de las causas de incompatibilidad. A los efectos de lo dispuesto en los artículos anteriores: a) Las menciones a la empresa o entidad auditada o al cliente de auditoría se extenderán a las siguientes entidades españolas: - las entidades que ejercen control directo o indirecto sobre ella, en la medida en que la misma sea significativa para ellas. - las entidades que ejercen influencia significativa sobre ella, en la medida en que la misma sea significativa para ellas. - las entidades sobre las que la misma ejerce control directo o indirecto. - las entidades en las que la misma tiene una participación directa o indirecta siempre que dicha participación sea significativa y pueda ejercer influencia significativa sobre ellas. b) Las menciones a los auditores de cuentas se extenderán: 1) A sus cónyuges y a los hijos, padres u otros familiares en la medida en que dependan financieramente del auditor de cuentas, salvo en los supuestos en que dichas personas ostenten cargos de empleo en la entidad auditada cuyo desempeño no afecte o no esté relacionado con la elaboración de información significativa contenida en los estados financieros de la entidad auditada. La extensión a que se refiere este párrafo no será de aplicación en los supuestos contemplados en el apartado 3.c) del artículo 8. 2) Al conjunto de personas o entidades españolas que constituyan o estén sometidas a la misma unidad de decisión que los auditores, por estar controladas por cualquier medio por una o varias personas físicas o jurídicas que actúen conjuntamente, o por hallarse bajo dirección única, incluidas aquellas situaciones en las que existe grupo de acuerdo con el artículo 42 del Código de Comercio, con las siguientes particularidades: - En los supuestos a que se refieren los apartados 3.b) y 3.c) del artículo 8, la extensión se entenderá limitada a aquellas personas que, en la entidad que forme parte de la unidad de decisión a la que pertenezca el auditor, ostenten la condición de socio, administrador, u ocupen puesto de alta dirección. - Adicionalmente, en el caso de ostentación de cargos de empleo contemplado en el apartado 3.a) del artículo 8, la citada extensión comprenderá a las personas que, sometidas a la misma unidad de decisión del auditor, desempeñen cargos que afecten o estén relacionados con la elaboración de información significativa contenida en los estados financieros de la entidad auditada. 3) A los auditores de cuentas o sociedades de auditoría españoles con los que tuvieran vinculación directa o indirecta, así como a los socios de dichas sociedades que ejerzan en la misma oficina o unidad de gestión interna de la sociedad de auditoría que el socio responsable del trabajo; y a las personas con capacidad para influir en el resultado final de la auditoría de cuentas, incluidos los socios, auditores o no, que tengan responsabilidad de supervisión o gestión en la realización de un trabajo concreto de auditoría y puedan influir directamente en su valoración y resultado final. No obstante lo anterior, en el caso del apartado 3.c) del artículo 8 la extensión sólo alcanzará al resto del equipo de trabajo y los socios, auditores o no, que tengan responsabilidad de supervisión o gestión en la realización de un trabajo concreto de auditoría y puedan influir directamente en su valoración y resultado final. De la misma forma, en el caso de las incompatibilidades del apartado 3.b) del artículo 8 la extensión no alcanzará a la sociedad de auditoría cuando la misma tenga establecidas medidas de salvaguarda a las que se refiere el segundo párrafo del apartado 1 del artículo 8, la incompatibilidad se haya producido de manera inadvertida y haya sido corregida tan pronto como haya sido detectada. La extensión referida a los auditores de cuentas con los que tuviera cualquier vinculación será aplicable, en el supuesto contemplado en el apartado 3.c) del artículo 8, cuando, por razón de la estructura y dimensión de la sociedad de auditoría, pueda existir influencia o relación con posibles efectos en el resultado del trabajo de auditoría>> (resto igual)”. JUSTIFICACIÓN Este precepto regula las llamadas extensiones subjetivas de las causas de incompatibilidad en unos términos excesivamente amplios, dando lugar a reglas de muy difícil previsión y gestión por parte de sus destinatarios. Ante todo, debe destacarse la inclusión en su letra a) de la definición legal de grupo de sociedades que contiene el artículo 42 del Código de Comercio, concepto que es diferente al de “red” que emplea la Directiva (artículo 2.7), pero que, en la medida en que es más estricto que el empleado en la Directiva, está amparado su uso por lo establecido en su artículo 52. Cuestión distinta es el juicio que merece el empleo de esta previsión legal por el artículo 8 ter.b).1º del Proyecto. Así, al regular una segunda extensión personal y conceptual de lo establecido en su letra a), prevé que, a los efectos de lo establecido en el mismo, “lo dispuesto en el apartado 5.a), a efectos de considerar a una entidad como vinculada a la entidad auditada, será de aplicación con carácter general”. El precepto no es claro al incluir esta mención. Así, debe tenerse cuenta que de aplicarse la regla de la vinculación del artículo 8 ter.a) a la previsión del artículo 8 ter.b) se introduce un aspecto de dudosa legalidad, como es el del alcance extraterritorial de la norma. Así, el Proyecto no discrimina según el tipo de entidad con el que se produce la vinculación, de modo que si uno de los sujetos que menciona la letra b) –por ejemplo, el suegro del auditor firmante del informe de auditoría- está incurso en alguno de los supuestos previstos en el artículo 8.3 del Proyecto –salvo la letra c)-, se extiende la presunción de que ese auditor firmante no goza de suficiente independencia, con independencia de la nacionalidad o importancia en el grupo de la sociedad en la que ese tercer sujeto está empleado o a la que ha prestado un servicio. De este modo, se impone a los auditores y sociedades de auditoría cuentas un deber de dudosos perfiles a priori, cuyo control dependerá tanto de la minuciosidad de su labor y de sus sistemas salvaguardas, cuanto de las decisiones de terceros sujetos relacionados con su actividad ni círculo de actividad. de no de no Por consiguiente, debe ponerse de manifiesto que las sugerencias realizadas acerca de las extensiones de parentesco que realiza el artículo 8.3.c) del Proyecto alcanzan un notable grado de dificultad en su gestión y concreción cuando se conecta esa previsión del artículo 8.3.c) con la del primer párrafo del apartado 8 ter.b) del Proyecto. Y ello porque este precepto combina el criterio del artículo 8.3.c) con el del artículo 8 ter.a) –entidades vinculadas o dependientes-. Es decir, que presume la falta de independencia del auditor o sociedad de auditoría, respecto de una entidad auditada, cuando concurran, además de las circunstancias previstas en otras leyes, las contempladas en el apartado 3 del artículo 8, en sus cónyuges y en aquellos con los que los auditores de cuentas firmantes del informe de auditoría tengan vínculos de consanguinidad o afinidad hasta el primer grado, o vínculos de consanguinidad colateral hasta el segundo grado, incluidos los cónyuges de éstos últimos. A estos efectos, será de aplicación, con carácter general, lo previsto en el artículo 8 ter.a), de modo que allí donde se dice “entidad auditada”, ha de entenderse que tienen cabida todas las que resultan de la aplicación del artículo 8 ter.a). Por consiguiente, ello podría dar lugar, entre otros ejemplos, a que si un cuñado o suegro del auditor firmante ocupa un cargo directivo en una sociedad, nacional o extranjera, que forma parte de un grupo con la entidad auditada, inhabilita al auditor, salvo que se trate de una entidad respecto a la cual la entidad auditada ejerza control o influencia significativa y esa entidad no sea, en términos de importancia relativa, significativa para la entidad auditada. Pero es que, además, ha de resaltarse que, en su configuración actual, este artículo 8 ter.b) da lugar a que la prestación a la entidad auditada por alguno de los familiares que identifica de cualquiera de los servicios que se regulan en los apartados c) a h) del artículo 8.3, implica la falta de independencia del auditor o de la sociedad de auditoría. Una extensión de estas características significa que aunque el auditor firmante y, por ende, la sociedad de auditoría, sean independientes –por aplicación del artículo 8.3- no los son por haber prestado un servicio distinto de la auditoría un familiar de los previstos en el artículo 8 ter.b). ENMIENDA NÚM. 64 Del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU) El Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Dieciséis. ENMIENDA De modificación. Redacción que se propone: ARTÍCULO ÚNICO. APARTADO DIECISÉIS. “Artículo 16. Infracciones. (…) 2. Se considerarán infracciones muy graves: (…) b) El incumplimiento de los dispuesto en los artículos 8.3 y 8 ter de la presente Ley, en relación con el deber de independencia de los auditores de cuentas, siempre que hubiese mediado dolo o negligencia especialmente grave e inexcusable. (resto igual)”. JUSTIFICACIÓN Se propone eliminar la referencia al artículo 8.1 por sistemática de la Ley, puesto que el 8.1 es un precepto “prólogo” a todo el régimen de incompatibilidades de ahí que todo aquello que no cumpla el artículo 8.1 sería genéricamente motivo de infracción. La propuesta de añadir la referencia al dolo o culpa inexcusable en el tipo del artículo 16.2.b) tiene como finalidad dar entrada específica a la cláusula de moderación de imposición de las sanciones prevista en el artículo 17.10.c) del Proyecto (existencia de intencionalidad). De este modo, se introduce un claro criterio de valoración y proporcionalidad en la aplicación de la correspondiente sanción administrativa, de modo que no toda vulneración de lo previsto en los artículos 8.3 y 8 ter dé lugar a la imposición de una sanción muy grave, pudiendo modularse en atención a este criterio, dando lugar a la imposición, en su caso, de una sanción grave. ENMIENDA NÚM. 65 Del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU) El Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Dieciséis. ENMIENDA De modificación. Redacción que se propone: ARTÍCULO ÚNICO. APARTADO DIECISÉIS. “Artículo 16. Infracciones. (…) 5. No se considerará incumplimiento de las normas de auditoría el que derive de una discrepancia jurídica o técnica razonablemente justificada. A estos efectos, y con el fin de posibilitar la verificación de la razonabilidad de la interpretación de las Normas Técnicas de Auditoría efectuada por el auditor o la sociedad de auditoría, éstos deberán documentar la razonabilidad de la interpretación realizada”. JUSTIFICACIÓN De conformidad con la doctrina jurisprudencial recaída a respecto, se propone introducir este apartado específico con las previsiones que, a nuestro juicio, resultan necesarias para que pueda entenderse producido un incumplimiento de las normas de auditoría en aquellos supuestos en que cabe admitir diversas interpretaciones, suficientemente razonadas y justificadas, de las mismas. La propuesta de introducir un nuevo apartado quinto responde a la necesidad de limitar el alcance algunas cláusulas –señaladamente, del artículo 16.3.a) o b)- introduciendo la posibilidad de que los auditores acrediten en un momento anterior a la tramitación de un expediente disciplinario la razón que motivó la discrepancia con el cliente. En tales casos, por medio de unas informaciones previas podría evitarse la tramitación de un procedimiento, siempre que se acredite de manera suficiente el motivo de la discrepancia. ENMIENDA NÚM. 66 Del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU) El Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Diecisiete. ENMIENDA De modificación. Redacción que se propone: ARTÍCULO ÚNICO. APARTADO DIECISIETE. “Artículo 17. Sanciones. (…) 4. Por la comisión de infracciones muy graves se impondrá a la sociedad de auditoría infractora una de las siguientes sanciones: (…) b) Multa por un importe que no podrá ser inferior a seis ni superior a doce veces la cantidad facturada por el trabajo de auditoría en relación con el que se haya cometido la infracción, sin que la sanción resultante pueda ser inferior a 24.000 euros. Cuando la infracción cometida no venga referida a un trabajo de auditoría la sanción será de 24.000 euros a 240.000 euros. (resto igual)”. JUSTIFICACIÓN A los efectos de incluir los casos en los que la infracción no venga referida a un concreto informe de auditoría. Asimismo se incrementan la banda en la cuantificación en las sanciones muy graves a sociedades de auditoría de 10 a 12 veces la cantidad facturada por el trabajo de auditoría en relación al cual se haya cometido la infracción. ENMIENDA NÚM. 67 Del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU) El Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Diecisiete. ENMIENDA De modificación. Redacción que se propone: ARTÍCULO ÚNICO. APARTADO DIECISIETE. “Artículo 17. Sanciones. (…) 6. Por la comisión de infracciones graves se impondrá a la sociedad de auditoría infractora una sanción de multa por un importe que no podrá ser inferior a dos ni superior a cinco veces la cantidad facturada por el trabajo de auditoría en relación con el que se haya cometido la infracción, sin que la sanción resultante pueda ser inferior a 12.000 euros. Cuando la infracción cometida no venga referida a un trabajo de auditoría la sanción será de 12.000 euros a 120.000 euros. (resto igual)”. JUSTIFICACIÓN A los efectos de incluir los casos en los que la infracción no venga referida a un concreto informe de auditoría. ENMIENDA NÚM. 68 Del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU) El Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Diecisiete. ENMIENDA De modificación. Redacción que se propone: ARTÍCULO ÚNICO. APARTADO DIECISIETE. “Artículo 17. Sanciones. (…) 14. La comisión de cualquiera de las infracciones señaladas en esta Ley deducida de un sólo hecho, únicamente podrá dar lugar a la imposición de una única sanción por el mismo hecho por el que se haya apreciado la infracción al socio firmante del informe de auditoría y un única sanción a la sociedad de auditoría de la que dicho socio forme parte”. JUSTIFICACIÓN Debe delimitarse el ámbito de aplicación de la potestad sancionadora del ICAC, en el sentido de indicar que el auditor infractor por un lado y la sociedad de auditoría han de ser sancionado una sola vez por un solo hecho. ENMIENDA NÚM. 69 Del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU) El Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Diecinueve. ENMIENDA De modificación. Redacción que se propone: ARTÍCULO ÚNICO. APARTADO DIECINUEVE. “Artículo 22. Control de la actividad de auditoría de cuentas. 1. Todos los auditores de cuentas y sociedades de auditoría quedan sometidos al sistema de supervisión pública, objetivo e independiente, que tiene por objeto desarrollar el control y supervisión de la actividad de auditoría. 2. En particular, el sistema de supervisión pública tendrá la responsabilidad última de: (resto igual, renumerando correlativamente posteriores del artículo proyectado)”. los apartados JUSTIFICACIÓN A los efectos de poder dotar de entidad propia las modificaciones normativas futuras en el órgano de supervisión pública de forma que se cumpla el artículo 32 de la Directiva que se transpone. ENMIENDA NÚM. 70 Del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU) El Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió (GPCIU), al amparo de lo previsto en el artículo 107 del Reglamento del Senado, formula la siguiente enmienda al Artículo único. Veintidós. ENMIENDA De modificación. Redacción que se propone: ARTÍCULO ÚNICO. APARTADO VEINTIDÓS. “(…) <<Disposición Adicional novena. Entidades de interés público. A los efectos de lo establecido en esta Ley, tendrán la consideración de entidades de interés público las siguientes: (…) b) Las entidades que se determinen reglamentariamente en atención a su importancia pública significativa por la naturaleza de su actividad, su tamaño y número de empleados. (resto igual>>”. JUSTIFICACIÓN Para posibilitar adecuado. una habilitación de desarrollo reglamentario