Las 10 postales que deja la odisea Voyager

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T22 // ciencia
TENDENCIAS | LATERCERA | Sábado 22 de diciembre de 2012
SATURNO Y SUS COMPAÑERAS (1980)
Este planeta y sus lunas Tethys (zona superior) y Dione fueron captadas por la Voyager 1
desde 13 millones de kilómetros. Las sombras de los anillos y Tethys se proyectan en las
nubes del gigante gaseoso. Ambos satélites están compuestos de agua congelada, mientras que Saturno, en realidad, está rodeado por más de 1.000 anillos.
EL MISTERIO DE EUROPA (1979)
La luna de Júpiter fue captada por la sonda Voyager 2. La ausencia de montañas o cráteres
sugiere la presencia de una delgada corteza de hielo que tendría entre 20 y 180 millones
de años y que flotaría sobre un océano de 50 km de profundidad. Este posible mar se ha
convertido en uno de los posibles focos para búsqueda de vida en el Sistema Solar.
Las 10 postales que deja
la odisea Voyager
Las dos naves lanzadas por la Nasa en 1977 están cerca de
abandonar el sistema solar para entrar al desconocido
espacio interestelar. Durante 35 años, ambas sondas han
enviado algunas de las imágenes más impresionantes de
los vecinos de la Tierra.
TEXTO:
Marcelo Córdova
REINTA y cinco años después de dejar la Tierra, la
sonda Voyager 1 de la Nasa
está cerca de abandonar el
Sistema Solar para emprender rumbo hacia otras estrellas. Tarde o temprano –los científicos plantean plazos que van desde semanas hasta
dos años-, la nave que hoy se encuentra a
más de 17 mil millones de kilómetros del
Sol entrará al desconocido espacio interestelar, convirtiéndose en el primer objeto
humano en lograr esa hazaña. Su nave gemela Voyager 2, también lanzada en 1977,
está a más de 14 mil millones de kilómetros
del Sol y se espera que siga la senda.
Cuando las sondas abandonen la heliosfera –una vasta burbuja que rodea el Sistema
Solar y que desvía los dañinos rayos cósmicos galácticos generados por supernovas y
agujeros negros-, un selecto grupo de científicos se sentirá particularmente satisfecho. Se trata de una decena de expertos que
han integrado desde sus inicios esta misión
de la Nasa, cuyo costo hoy suma US$ 3,7
mil millones.
Uno de ellos es Alan Cummings, físico del
Instituto de Tecnología de California (Caltech) que se integró al proyecto en 1973 y
que ha visto cómo sus “bebés” han visitado
varios vecinos de la Tierra. “Antes de las Voyager, no sabíamos casi nada sobre las lunas de los planetas exteriores; sólo eran
puntos luminosos en el cielo. Las naves tomaron fotos detalladas de estos pequeños
mundos y analizaron sus ambientes por
primera vez, dejando al descubierto una
T
impresionante diversidad de satélites”, dice
a Tendencias.
¿Ejemplos? “Los volcanes de Io, la bola de
hielo de Europa, la luna Miranda de Urano,
cuya superficie parece un rompecabezas, y
Tritón, el lugar más frío del Sistema Solar”,
agrega Cummings.
Ambas naves, del tamaño de un auto
compacto y cuyo propósito original era visitar sólo Júpiter y Saturno, siguen operando pese a ser reliquias: cada una tiene 68
kilobytes de memoria, casi 100.000 veces
menos que un iPod Nano de ocho gigabytes. Sus cámaras fueron apagadas hace
años, pero aún operan cinco instrumentos
que analizan campos magnéticos, rayos
cósmicos y partículas.
Nadie sabe a ciencia cierta qué hallarán
las naves al alejarse del Sistema Solar, pero
Cummings cree que se podría determinar
por primera vez la real intensidad de los rayos cósmicos galácticos que no han podido
ser analizados hasta ahora debido a la acción de la heliosfera.
Las naves –que también transportan discos de oro con música, fotos y saludos en
varios idiomas en caso de que las naves
sean halladas por alguna raza inteligenteseguirán en contacto, ya que sus motores
nucleares funcionarán hasta 2027. “Cuando
las naves dejen de operar habrá finalizado
una de las misiones espaciales más importantes de la historia. Sus mediciones nos
han desafiado para buscar nuevas explicaciones, labor que sigue luego de 35 años; en
sí, ese ya es un logro espectacular”, concluye Cummings.T
EL RINCON MAS FRIO (1989)
Este es un vistazo de Tritón, la mayor luna de Neptuno. Con 2.700 km de diámetro, este
satélite es 22% más pequeño que la luna de la Tierra, pero además tiene otra gracia: ostenta el título del lugar más gélido del Sistema Solar, con temperaturas que llegan a -235°
C. Es tan frío, que la mayoría del nitrógeno de Tritón está condensado en forma de hielo.
ADIOS A URANO (1986)
Al dejar atrás al séptimo planeta del Sistema Solar, la Voyager 2 tomó esta foto que
muestra su silueta. En su visita, la nave descubrió la presencia de 11 lunas y ayudó a detectar la presencia de un poderoso campo magnético
desconocido hasta entonces.
Además, sus cámaras captaron imágenes de los nueve
anillos que rodean al planeta.
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