PERSONERÍAS CON LEGITIMIDAD Y TRANSPARENCIA

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RENDICIÓN DE CUENTAS
PERSONERÍAS CON LEGITIMIDAD
Y TRANSPARENCIA
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
Rendición de Cuentas
Personerías con Legitimidad
y Transparencia
Rendición de cuentas
Personerías con Legitimidad y Transparencia
© Procuraduría General de la Nación, 2015
© Instituto de Estudios del Ministerio Público, 2015
Carrera 5 N°. 15-80 piso 16. Bogotá, D. C.
PBX: 587 8750 Ext. 11621.
Esta cartilla fue elaborada bajo la coordinación de la División de
Capacitación del IEMP.
Todos los derechos reservados.
Autores:
José Ómar Ortiz Peralta
Asesor del Despacho del Procurador General de la Nación
John Hárvey Pinzón Navarrete
Asesor del Despacho del Procurador General de la Nación
Coordinación Académica:
Carlos Humberto García Orrego
Jefe División de Capacitación IEMP
Luis Alberto Ujueta Cárdenas
Gerente Programa Nacional de Capacitación dirigido a Personeros
Municipales
Dirección Nacional de Promoción y Divulgación
Defensoría del Pueblo
Federación Nacional de Personeros de Colombia (Fenalper)
Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos
Coordinación editorial:
Luis Enrique Martínez Ballén
Jefe de la División de Investigaciones Sociopolíticas
y Socioeconómicas
Diagramación e impresión:
Imprenta Nacional de Colombia
Impreso en Colombia
Bogotá, mayo de 2015
Primera edición
1.000 ejemplares
Esta publicación fue editada y financiada por
el Instituto de Estudios del Ministerio Público
ISBN: 978-958-734-XXX-X
Alejandro Ordóñez Maldonado
PROCURADOR GENERAL DE LA NACIÓN
Martha Isabel Castañeda Curvelo
VICEPROCURADORA GENERAL DE LA NACIÓN
Christian José Mora Padilla
DIRECTOR INSTITUTO DE ESTUDIOS DEL MINISTERIO PÚBLICO
Contenido
IntroDuCCIón ........................................................................................................................9
1. oBJEtIVoS ........................................................................................................................ 11
1.1. Objetivo general ...................................................................................................... 11
1.2. Objetivos específicos............................................................................................... 11
2. tEMAS Por DESArroLLAr....................................................................................... 11
2.1. Transparencia y rendición de cuentas............................................................... 11
2.1.1. La transparencia como factor de legitimidad.................................... 11
2.1.2. Acceso a la información ........................................................................... 13
2.2. ¿Por qué es necesario rendir cuentas? ................................................... 15
2.2.1. Definición de rendición de cuentas ..................................................... 16
2.2.2. Verificación del cumplimiento de la misión institucional ............. 16
2.2.3. Respuesta a las denuncias de la comunidad ................................... 17
2.2.4. Administración transparente de los recursos.................................... 18
2.3. ¿A quiénes debemos rendir cuentas? ............................................................. 19
2.3.1. A la comunidad .......................................................................................... 19
2.3.2. A los concejos municipales y distritales.............................................. 20
2.3.3. A la Administración ..................................................................................... 20
2.3.4. A los entes de control ............................................................................... 21
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
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2.4. ¿Cuáles son los mecanismos? ............................................................................. 22
2.4.1. La información en tiempo real y los informes públicos .............. 23
2.4.2. Transparencia activa (página web - redes sociales) ....................... 23
2.4.3. Las evaluaciones y mediciones de desempeño ............................ 24
2.4.4. Procesos de certificación ........................................................................ 25
2.4.5. Los mecanismos de participación ....................................................... 26
2.4.6. La audiencia de rendición de cuentas ................................................ 26
2.5. Responsabilidad por la no rendición de cuentas ........................................ 32
2.5.1. Responsabilidad social .............................................................................. 32
2.5.2. Responsabilidad política ........................................................................... 33
2.5.3. Responsabilidad disciplinaria .................................................................. 34
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“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
Rendición de Cuentas Personerías con Legitimidad y Transparencia
Introducción
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
La cartilla Rendición de cuentas, personerías con legitimidad y transparencia, es un valioso trabajo adelantado por los asesores del Despacho del señor
Procurador General de la Nación, doctores José Ómar Ortiz Peralta, John Harvey
Pinzón Navarrete y, bajo la coordinación del Instituto de Estudios del Ministerio
Público, Programa Nacional de Capacitación dirigido a personeros municipales,
en su cuarta fase, denominada “Rendición de cuentas con balance social 2015”.
Este documento, es sin duda, un instrumento y herramienta fundamental
que fija los criterios y los parámetros para la celebración de las audiencias públicas de rendición de cuentas.
Inicialmente este documento presenta la transparencia como factor de legitimidad en la rendición de cuentas, resaltando la cultura de la publicidad en las
actuaciones públicas y facilitando la participación activa de todos los ciudadanos.
Por esencia, la cartilla potencia la garantía de participación de todos en el
ejercicio de los derechos políticos, como instrumento y canal de otros derechos
constitucionales, en especial, el derecho a la información.
De igual forma, desarrolla un recorrido por el derecho de acceso a la información, relacionándolo con el acceso a la libre información, principio fundamental de la máxima divulgación, tratado con toda profundidad en el bloque de
constitucionalidad de nuestra Carta.
Resalta, así mismo, el principio fundamental del derecho para acceder a la información en posesión de entidades públicas, limitado a un régimen de excepciones.
La cartilla explica clara y detalladamente por qué es necesario rendir cuentas, haciendo un análisis metódico del cumplimiento de unos objetivos, pero
especialmente para que la comunidad conozca los resultados de una gestión
realizada por parte del personero municipal.
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
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El trabajo socializa con los lectores la definición de rendición de cuentas en
lo social, en lo financiero, en lo político, vinculando todas las acciones al trabajo
diario unido a los objetivos determinados en su misión, representados en proyectos, resultados y sobre todo en el impacto de su gestión en la comunidad.
El documento propicia espacios de lectura que permiten la verificación del
cumplimiento de la misión institucional, como respuesta a la comunidad, mostrando una administración transparente de los recursos.
Además, evidencia la necesidad de aclarar a quiénes debemos rendir cuentas, fijando tres criterios fundamentales: debe hacerse para la comunidad, con la
comunidad y ante la comunidad.
En este sentido, realiza un recorrido corresponsal sobre la obligación de rendir cuentas, pero además, las responsabilidades políticas, sociales y disciplinarias
ante la eventualidad de la no rendición de cuentas.
Desde el Instituto de Estudios del Ministerio Público esperamos que esta cartilla se constituya en elemento fundamental, y herramienta práctica a la hora de
definir los criterios para efectuar una audiencia púbica de rendición de cuentas.
Christian José Mora Padilla
Director del Instituto de Estudios del Ministerio Público
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“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
Rendición de Cuentas Personerías con Legitimidad y Transparencia
1. oBJEtIVoS
1.1. objetivo general
Fortalecer las capacidades de las personerías, estableciendo parámetros frente a la rendición de cuentas,
generando mayor legitimidad respecto de su institucionalidad, y logrando la participación e incidencia de
la comunidad.
1.2. objetivos específicos
a) Inculcar en los personeros que la rendición de cuentas más que un deber es un
instrumento de transparencia frente a la
comunidad.
b) Diseñar estrategias que permitan hacer
una rendición de cuentas integral.
c) Apoyar la implementación de prácticas de transparencia y rendición de cuentas.
d) Afianzar las capacidades de participación, monitoreo, incidencia y
diálogo con otros actores públicos y privados.
2. tEMAS Por DESArroLLAr
2.1. transparencia y rendición de cuentas
2.1.1.
La transparencia como factor de legitimidad
La filosofía de la transparencia, en últimas, es una cultura de la publicidad
para posibilitar que los ciudadanos participen activamente en el ejercicio de sus
derechos y para posibilitar el ejercicio de otros.
Por ejemplo, algunas de las cuestiones fundamentales en los que se
traduce esta cultura de la publicidad es la de que los ciudadanos puedan
obtener documentos públicos y acceder a la información de las distintas
entidades.
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
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En cuanto a los documentos públicos, la Corte Constitucional ha sostenido
que ellos cumplen al menos tres funciones esenciales en nuestro ordenamiento
jurídico:1
1.
Garantiza la participación democrática y el ejercicio de los derechos políticos.
2.
Es una función instrumental para el ejercicio de otros derechos constitucionales, ya que permite conocer las condiciones necesarias para su
realización. Por ejemplo, en relación con los derechos de las víctimas,
en donde es necesario acceder a documentos públicos, ya que es «una
herramienta esencial para la satisfacción del derecho a la verdad de las
víctimas de actuaciones arbitrarias y de violaciones de derechos humanos y para garantizar el derecho a la memoria histórica de la sociedad».
3.
El derecho a acceder a la información pública garantiza la transparencia
de la gestión pública y, por lo tanto, se constituye en un mecanismo de
control ciudadano de la actividad estatal.
Por su parte y en cuanto al acceso a la información, esta es una premisa
fundamental que caracteriza a nuestro Estado social de derecho, pues ella tiene
soporte en varias normas constitucionales que integran tanto la parte dogmática
como la parte orgánica de nuestra Constitución2.
1 Corte Constitucional. Sentencia C-274 de 2013, fallo de constitucionalidad que precisamente
tuvo como objeto revisar el proyecto de ley estatutaria, que posteriormente se convertiría en la
Ley 1712 del 6 de marzo de 2014.
2 ARTÍCULO 20. Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y
opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos
de comunicación.
ARTÍCULO 23. Toda persona tiene derecho a presentar peticiones respetuosas a las autoridades por motivos de interés general o particular y a obtener pronta resolución. El legislador
podrá reglamentar su ejercicio ante organizaciones privadas para garantizar los derechos fundamentales.
ARTÍCULO 74. Todas las personas tienen derecho a acceder a los documentos públicos salvo
los casos que establezca la ley.
El secreto profesional es inviolable.
ARTÍCULO 209. La función administrativa está al servicio de los intereses generales y se desarrolla con fundamento en los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad,
imparcialidad y publicidad, mediante la descentralización, la delegación y la desconcentración
de funciones.
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“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
Rendición de Cuentas Personerías con Legitimidad y Transparencia
Pues bien, si la cultura de la transparencia se soporta, entre otras, en los
anteriores pilares fundamentales, la rendición de cuentas es un instrumento
inmejorable que se anticipa de forma idónea y eficaz para que el ciudadano
acceda de forma mucho más fácil al contenido de muchos de los documentos
e informaciones de carácter público.
En tal forma, el Estado no solo permite que el ciudadano acceda a lo público,
sino que crea toda clase de mecanismos que tiendan a la máxima divulgación,
aspecto que se traduce en un efectivo instrumento de democratización de la
administración pública. Esta actitud del Estado frente a su ciudadano, no es otra
cosa que la aplicación del principio de buena fe, y cuando este principio se
aplica en la mayor medida de lo posible, la institucionalidad adquiere un factor
de absoluta legitimidad.
2.1.2.
Acceso a la información
Es inocultable la estrecha relación de la transparencia con la accesibilidad a
la información. Incluso, el acceso a la información descansa en la filosofía del
principio de la máxima divulgación, postulado que, con el apoyo de las normas
que conforman el bloque de constitucionalidad, ha desarrollado la Corte Constitucional conforme a los siguientes criterios3:
1.
Toda información es accesible en principio. El acceso a la información
es un derecho humano fundamental que establece que toda persona
puede acceder a la información en posesión de órganos públicos, sujeto
solo a un régimen limitado de excepciones.
2.
El principio de máxima divulgación ordena diseñar un régimen jurídico
en el cual la transparencia y el derecho de acceso a la información sean
la regla general sometida a estrictas y limitadas excepciones. De este
principio se derivan las siguientes consecuencias: (1) el derecho de acceso a la información debe estar sometido a un régimen limitado de
Las autoridades administrativas deben coordinar sus actuaciones para el adecuado cumplimiento de los fines del Estado. La administración pública, en todos sus órdenes, tendrá un control
interno que se ejercerá en los términos que señale la ley.
3 Corte Constitucional. Sentencia C-274 de 2013, fallo de constitucionalidad que precisamente
tuvo como objeto revisar el proyecto de ley estatutaria, que posteriormente se convertiría en la
Ley 1712 del 6 de marzo de 2014.
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
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excepciones, el cual debe ser interpretado de manera restrictiva, de forma tal que se favorezca el derecho de acceso a la información; (2) toda
decisión negativa debe ser motivada y, en este sentido, corresponde al
Estado la carga de probar que la información solicitada no puede ser
revelada; y (3) ante una duda o un vacío legal, debe primar el derecho
de acceso a la información.
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3.
El derecho de acceso a la información es la regla, y el secreto la excepción.
4.
Debe evitarse al máximo la actuación discrecional y arbitraria en el establecimiento de restricciones al derecho a la información.
5.
Preeminencia del derecho de acceso a la información en caso de conflictos de normas o de falta de regulación.
6.
Principio de buena fe. Los sujetos obligados por este derecho deberán actuar de buena fe, interpretando la ley de manera tal que sirva
para cumplir los fines perseguidos por el derecho de acceso, que aseguren la estricta aplicación del derecho, brinden los medios de asistencia
necesarios a los solicitantes, promuevan una cultura de transparencia,
coadyuven a transparentar la gestión pública, y actúen con diligencia,
profesionalidad y lealtad institucional. Es decir, que realicen las acciones
necesarias con el fin de que sus actuaciones aseguren la satisfacción
del interés general y no defrauden la confianza de los individuos en la
gestión estatal.
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
Rendición de Cuentas Personerías con Legitimidad y Transparencia
De esta manera, un completo y detallado informe de rendición de cuentas puede ayudar a cumplir de inmejorable manera el principio de máxima
divulgación de la información, que tanto la Constitución como los instrumentos
internacionales demandan de cada entidad que conforma el Estado. Tal parece ser, entonces, que la relación tripartita «Estado - máxima divulgación de la
información - ciudadano» es un componente esencial de nuestra institucionalidad en procura del máximo respeto de los derechos fundamentales de cada
individuo que conforma la sociedad.
2.2. ¿Por qué es necesario rendir cuentas?
Cuando se ha logrado alcanzar la representatividad de un conglomerado social
para un determinado periodo, se hace necesario que al final de este se haga el análisis sobre el cumplimiento de los objetivos
y ante todo que la comunidad conozca los
resultados de la gestión realizada.
La sociedad colombiana reclama de sus
autoridades transparencia absoluta en el
desarrollo de sus funciones. Dicha expectativa se torna más exigente para los organismos de control, quienes por su misión
constitucional y legal son los encargados
de vigilar el correcto ejercicio de la función
pública y la pulcra ejecución de los recursos del Estado.
Conforme a lo anterior, al Ministerio Público, del cual hacen parte las personerías,
se le ha encomendado la misión institucional de representar a la sociedad, proteger y promocionar los derechos humanos, la protección del interés público y
la vigilancia de la conducta oficial de quienes desempeñan funciones públicas4.
Dentro de este ámbito se presenta como insoslayable la verificación de su cum4
Art. 118 Constitución Política de Colombia.
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
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plimiento en el ejercicio diario de la labor, así como la evaluación de cara a la
comunidad.
Por otra parte, la transformación o, mejor, la evolución de las diferentes entidades que conforman la estructura del Estado permitió que la rendición de
cuentas, inicialmente articulada por el sector privado, se constituyera hoy en
día en una exigencia para las agencias públicas, todo ello en estrecha relación
con las potestades que se le han otorgado a la sociedad civil para que ejerza
veeduría sobre su gestión.
Así las cosas, la rendición de cuentas se constituye no solamente en una
herramienta útil para avanzar en pro de generar una mayor legitimidad de la institucionalidad y, por ende, de un mejoramiento continuo en sus prácticas, sino
que se presenta como un imperativo de cara a la comunidad, la cual reclama
conocer de primera mano la labor que se ha ejercido por sus autoridades y el
control que se ha efectuado en el interior de ellas.
2.2.1.
Definición de rendición de cuentas
Las distintas acepciones que se pueden atribuir a la rendición de cuentas van
desde lo financiero, lo social, lo político, entre muchas otras. Sin embargo, dentro del ámbito de lo público podemos señalar que este concepto se encuentra
vinculado al trabajo diario, a la misión y objetivos de la institución y a su cabal
cumplimiento frente a la comunidad. En dicho contexto, podemos encontrar un
sinnúmero de actividades que se encuentran vinculadas a la rendición de cuentas: proyectos adelantados, resultados, autorregulación e impacto en la comunidad, las que en conjunto tienen como objetivo generar una mayor legitimidad y
credibilidad en la institucionalidad.
En resumen, la rendición de cuentas, en cabeza de las personerías, debe ser
entendida como un ejercicio ético con el cual se le da transparencia a la labor
constitucional y legal encomendada, brindando información a la comunidad sobre los cometidos institucionales y los resultados que se han obtenido al final de
esta, todo con el fin de obtener credibilidad y legitimidad.
2.2.2.
Verificación del cumplimiento de la misión institucional
Como se ha venido señalando, a las personerías, como agentes del Ministerio Público, se les ha encomendado un sinnúmero de funciones de or16
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
Rendición de Cuentas Personerías con Legitimidad y Transparencia
den constitucional, legal y reglamentario. Entre estas funciones se destacan la
protección y promoción de los derechos humanos, el control administrativo, la
protección del patrimonio público y del interés de la comunidad, intervenir ante
las autoridades jurisdiccionales en defensa del orden jurídico, de los intereses
colectivos, del patrimonio público o de los derechos y garantías fundamentales.
De la misma manera, tiene entre sus funciones vigilar la distribución de los recursos provenientes de las transferencias de los ingresos corrientes de la nación
al municipio o distrito, y la puntual y exacta recaudación e inversión de las rentas
municipales. Así mismo, se les ha encomendado de manera preferente ejercer
la autoridad disciplinaria en la administración local correspondiente.
Si a estas labores se le suman aquellas que se les han asignado por virtud
de regulaciones como las atinentes a la atención de víctimas, restitución de
tierras, infancia y adolescencia, por citar algunas, tenemos entonces que al momento de ser sometidas a la evaluación de la comunidad, cada una de estas
actividades deberá ser objeto de rendición de cuentas bajo postulados de metas
propuestas y objetivos alcanzados.
Los resultados de la gestión deberán ser el reflejo de un continuo mejoramiento, de crecimiento y fortalecimiento institucional y, ante todo, de posicionamiento, aceptación y credibilidad ante la comunidad. Sin embargo, aquellos
resultados no pueden limitarse al señalamiento de cifras y datos estadísticos,
por lo que es absolutamente lógico concluir que un informe de rendición de
cuentas es mucho más que ello.
2.2.3.
respuesta a las denuncias de la comunidad
Tal y como se mencionó en forma precedente, la comunidad encuentra en
las personerías aquellas dependencias estatales que la escucha, que le recibe
su queja o denuncia, que le sirve de puente para lograr apoyo institucional del
orden local como nacional; que incluso lo atiende en su condición de víctima,
por citar algunas de las principales expectativas que tienen una enorme importancia por su actualidad.
Esto, además de constituir la razón de ser del Ministerio Público en el ámbito
local, genera responsabilidad respecto de la forma en que se despachan o se
atienden las distintas peticiones o requerimientos ciudadanos. El clamor de las
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
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personas debe ser atendido de manera diligente y oportuna; lo contrario trae
como consecuencia desazón, desconsuelo, inconformidad, rechazo institucional, lo que seguramente redundará en pérdida de credibilidad y legitimidad respecto de la institución que constitucionalmente es la llamada a atender dichos
requerimientos.
El ciudadano siempre estará expectante de que su personería atenderá su
solicitud, que evaluará su queja o denuncia, que responderá su derecho de
petición, que intercederá eficazmente ante otros estamentos estatales. Esto
demanda que el trámite que se imparta deba ser informado y que el resultado
de la gestión se ponga en conocimiento de forma expedita. Estos aspectos
serán los que finalmente le darán sustento a la rendición de cuentas, verificándose cómo y de qué manera se atendió a la comunidad cuando esta acudió
ante aquella.
2.2.4.
Administración transparente de los recursos
En una democracia participativa y representativa, en la que a través del ejercicio electoral se le encomienda a determinados ciudadanos la administración
de los recursos públicos, el control que se ejerce por parte de las personerías
respecto del erario tendrá que ser oportuno, independiente y objetivo.
La rendición de cuentas en este aspecto deberá reflejar los controles de
carácter preventivo y coercitivo que se ejercieron sobre la administración respecto de la inversión de los recursos públicos. De acuerdo con las actividades
llevadas a cabo y los resultados obtenidos en pro de una correcta inversión y de
satisfacción de la comunidad en las necesidades básicas sin entrar en el ámbito
de la coadministración, se generará en la ciudadanía tranquilidad respecto de
fenómenos de corrupción y de despilfarro de las finanzas públicas.
Ahora bien, no puede dejarse de lado que al existir autonomía administrativa,
las personerías administran recursos, lo que por ende las obliga a un ejercicio
transparente en lo que tiene que ver con el manejo presupuestal y la contratación a la cual se ve a avocada en el ámbito de sus competencias. Dichos
procesos deberán estar siempre acordes con los principios que rigen la función
pública, lo que le genera legitimidad y autoridad moral para ejercer control sobre
las demás dependencias del ámbito local.
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“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
Rendición de Cuentas Personerías con Legitimidad y Transparencia
2.3. ¿A quiénes debemos rendir cuentas?
2.3.1.
A la comunidad
La rendición de cuentas debe hacerse para la comunidad, con la comunidad
y ante la comunidad, ya que su razón de ser no es otra que informar puntualmente sobre la gestión realizada respecto de los contenidos misionales, los que
deberán reflejar su cumplimiento.
Los distintos órganos que conforman el Estado actúan en representación del
conglomerado social, mandato este que permite entender que sea ella la primera fiscalizadora del cumplimiento o no de la labor institucional encomendada.
La participación de la comunidad se constituye en un referente de transparencia y legitimidad, y será esta la que finalmente entre a evaluar la gestión
sobre la cual se está rindiendo cuentas. La mera presentación de las actividades
y de los resultados no servirá de nada si no pasa por el análisis y valoración de
la ciudadanía; esta última será la que finalmente determine cualitativa y cuantitativamente si se ha cumplido de manera efectiva con las distintas funciones
encomendadas a las personerías.
No puede existir legitimidad si la labor misional se cumple a espaldas de
la ciudadanía. El solo hecho de desconocer la participación en los procesos
llevados a cabo en el interior de la institución denota falta de transparencia y,
por ende, de credibilidad. Por el contrario, una personería activa en su labor y
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
19
de cara a la comunidad fortalece la confianza, estimula la participación y genera
vínculos entre la administración y los administrados, lo que le permite a la entidad retroalimentarse y mejorar continuamente.
2.3.2.
A los concejos municipales y distritales
Por disposición legal, el personero deberá presentar anualmente el informe
de su gestión al respectivo concejo municipal5. Ahora bien, la rendición de cuentas va más allá que el simple acatamiento normativo, en el entendido que al ser
el concejo municipal quien elige al personero, se genera un vínculo de responsabilidad respecto de la función encomendada y que sirve de fundamento para
el ejercicio del control político.
El deber legal de informar anualmente al concejo sobre la gestión realizada
por la personería genera la posibilidad de que la comunidad participe activamente de lo público, lo que claramente se presenta como una herramienta
democrática que involucra de manera directa la institucionalidad con cada uno
de los miembros de la ciudadanía.
2.3.3.
A la Administración
Al ejercer la labor de control sobre la Administración, la rendición de cuentas
deberá tener a aquella como protagonista activa y pasiva, lo que significa que el
informe que se presenta deberá contener todas aquellas actividades, programas
y proyectos que se llevaron a cabo con el fin de examinar su correcto desempeño. En este aspecto, habrá que tener en cuenta que la administración local está
llamada también a rendir cuentas6, por lo que esta función también será objeto
de control por parte de las personerías, debiéndose informar a la comunidad
sobre su estricto acatamiento.
En cuanto al aspecto pasivo se señalarán los resultados de la gestión de la
personería; no en vano quien es objeto de control estará interesado en saber
cómo se desarrolló dicha labor y si la personería ha actuado de manera diligente, eficiente, transparente y con legitimidad.
5
6
20
Numeral 9° art. 178 Ley 136 de 1994.
Numeral 2 literal e) artículo 91 Ley 136 de 1994.
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
Rendición de Cuentas Personerías con Legitimidad y Transparencia
2.3.4.
A los entes de control
Tanto la Procuraduría General de la Nación como la Contraloría, en sus respectivos ámbitos de competencia, se identifican como entidades pares. Su misión constitucional, como entes control, las obliga a realizar seguimiento, control
y vigilancia de las diferentes actuaciones adelantadas por las personerías, por lo
que resulta indispensable su convocatoria y posterior participación en la audiencia de rendición de cuentas.
Las personerías no son ajenas a los controles en el ejercicio de tales potestades, razón por la cual, al existir un suministro de información real, cierto e
integral, se pueden resolver anticipadamente las dudas que se presenten sobre
una posible mala gestión que pudiere generar responsabilidad, tanto desde el
punto de vista disciplinario como fiscal.
De acuerdo con la normatividad que regula a las personerías, existe un vínculo funcional entre estas y la Procuraduría General de la Nación, destacándose
el ejercicio de la vigilancia de la conducta oficial de quienes desempeñan funciones públicas por medio del ejercicio de la función disciplinaria, bajo la supervigilancia de los procuradores provinciales, a quienes se les deberá informar de las
investigaciones; la competencia funcional la ejercen las procuradurías regionales
frente a las apelaciones presentadas contra los fallos emitidos por las personerías. Así mismo, pueden intervenir por delegación del Procurador General de la
Nación en los procesos y ante las autoridades judiciales o administrativas7.
En lo que atañe al control fiscal, es evidente que una de las funciones que se
les ha atribuido a las contralorías es precisamente la de solicitar informes sobre
la gestión fiscal a los servidores públicos del orden municipal y a toda persona
o entidad pública o privada que administre fondos y bienes de la respectiva
entidad territorial8. De igual forma, se les exige a las contralorías vincular a la
comunidad en la realización de su gestión fiscal sobre los planes, programas y
actividades que realice la entidad fiscalizada, para garantizar que su función esté
orientada a buscar beneficios de interés común9.
7
8
9
Numerales 4 y 5 del artículo 178 de la Ley 136 de 1994.
Numeral 3 del artículo 165 de la Ley 136 de 1994.
Artículo 167 de la Ley 136 de 1994.
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
21
Así las cosas, la rendición de cuentas se constituye en un escenario propicio
para que estas entidades conozcan cuál ha sido la gestión y los resultados de
la personería en cada una de sus áreas misionales, qué acciones se han adelantado de manera mancomunada con estas, cuáles han sido los resultados en
ejercicio de la función disciplinaria y la colaboración que se les ha prestado. Esta
información que se emite servirá muy seguramente como elemento de juicio
en posibles y futuras investigaciones disciplinarias o fiscales.
2.4. ¿Cuáles son los mecanismos?
En la rendición de cuentas, como actividad de información al final de un ejercicio, se deberá implementar una serie de mecanismos que permitan entenderla de
la mejor manera. Es importante tener en cuenta aquellas actividades establecidas
como herramientas para la recolección y análisis de la información de cada personería, especialmente en lo que tiene que ver con el desempeño. Esto será de vital
importancia con el fin de recoger de la comunidad sus inquietudes y sugerencias,
así como el grado de satisfacción que esta tiene frente a la labor desarrollada.
La suma de estos mecanismos permitirá que en la audiencia de rendición
de cuentas se conjuguen la gestión realizada en términos de eficacia y eficiencia
y la participación de la comunidad, quien finalmente verificará si la información
suministrada se ajusta a la realidad o esta se encuentra transformada.
Veamos, en consecuencia, algunos de estos mecanismos:
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“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
Rendición de Cuentas Personerías con Legitimidad y Transparencia
2.4.1.
La información en tiempo real y los informes públicos
Como se ha venido señalando, la rendición de cuentas se constituye en
generadora de transparencia, lo que a su vez da credibilidad y, ante todo, legitimidad; por lo que la información y el acceso a ella se constituyen en su base
primordial y en el vínculo entre las personerías, las demás dependencias de la
entidad territorial y la propia comunidad.
Ahora bien, el suministro de la información debe ser concomitante a la gestión, clara y de fácil acceso. Dentro de los instrumentos que permiten el flujo de
información ágil y asequible encontramos las páginas web, los blogs (información cronológica sobre un tema determinado), los registros de los medios de
comunicación hablados y escritos, los balances contables, los informes anuales
y memorias, los folletos y, en general, otros materiales de divulgación que hayan
sido compartidos con la comunidad.
Todos estos registros se constituyen en un insumo útil para la conformación de los informes estadísticos de gestión, de cumplimiento de objetivos, de
aceptabilidad y de satisfacción, así como de instrumento de autorregulación y
diagnóstico para el mejoramiento. Sin duda, estas características obligan a que
la información sea almacenada y archivada de forma correcta.
2.4.2.
transparencia activa (página web - redes sociales)
El avance de la tecnología, en lo que tiene que ver con el flujo de información, trajo como consecuencia que en aras de la transparencia se obligue
normativamente10 a las distintas entidades estatales a mantener activo un portal
o página web a la que se pueda acceder fácilmente y se pueda actuar interactivamente con los usuarios. Esto es lo que se conoce como transparencia activa.
Todas las entidades de todas las ramas del poder público en todos los niveles están obligadas a entregar información actualizada, accesible y comprensible.
Esta obligación se hace extensiva para las personas naturales y jurídicas privadas
que cumplan funciones públicas, las empresas prestadoras de servicios públicos
y los partidos y movimientos políticos, entre otras. De igual manera, se establecen contenidos mínimos de la información que deben publicar. Se considera
10 Artículo 7° Ley 1712 de 2014.
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
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como derecho fundamental el acceso a la información, habilitándose la acción
de tutela como mecanismo de protección.
Ahora bien, esta misma dinámica tecnológica ha generado que cada día se
utilice otro tipo de medios interactivos como las redes sociales, las que se han
convertido quizá en el medio más idóneo para percibir la opinión de la ciudadanía, y así mismo para que las entidades públicas mantengan un contacto directo
y en tiempo real con esta.
La transparencia activa se desarrolla bajo dos referentes. El primero de ellos
atiende a la institucionalidad, esto es, a su naturaleza jurídica y su misión institucional, estructura organizacional, misión, visión, regulación normativa, entre
otros aspectos. El segundo tiene que ver con las acciones y actividades que ejecutan en aras de cumplir los objetivos trazados, atendiendo a sus capacidades
y necesidades, planes de acción, proyectos, informes, contratación, actividades
de servicio e integración con la comunidad, por citar algunas. La Ley 1712 de
2014 establece de forma taxativa la información mínima obligatoria que debe
ser divulgada11.
Para las personerías, la transparencia activa se constituye en un mecanismo
de vital importancia. Si bien es cierto, que nuestro país se encuentra en plena
implementación del acceso a internet en todo el territorio, no lo es menos que
en la gran mayoría de nuestros municipios existe dicho servicio, a lo que se
suma el hecho de que la educación que se imparte hoy en día permite su accesibilidad a niños y jóvenes quienes se vuelven canalizadores de información
para sus padres.
2.4.3.
Las evaluaciones y mediciones de desempeño
Tanto el recurso humano que se encuentra vinculado a la entidad como
la gestión que se realiza deben estar siendo constantemente evaluados. Los
resultados de tales mediciones permiten que a su debido tiempo se implementen acciones correctivas que permitan a largo plazo cumplir con las metas y
objetivos trazados. En este sentido, las evaluaciones no pueden ser vistas como
11 Artículo 9° Ley 1712 de 2014.
24
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
Rendición de Cuentas Personerías con Legitimidad y Transparencia
medios de control, sino de autorregulación y de aprehensión de los cometidos
institucionales, en procura del continuo mejoramiento.
Dentro de este mecanismo se pueden implementar otros instrumentos que
sirven como autorreguladores en cada una de las entidades. Se considera necesario que se elaboren manuales de buenas prácticas, códigos de ética, de
buen gobierno y la estandarización de algunos procedimientos con asignación
de responsables.
La autorregulación demanda que en las personerías se establezcan instrumentos de evaluación internos y externos, que permitan de manera coetánea
verificar el compromiso institucional del recurso humano y la forma en que está
siendo percibida en la ciudadanía. En este aspecto hay que tener en cuenta que
lo más importante no son los resultados desde el punto de vista cuantitativo,
sino su receptibilidad, aceptación e impacto.
2.4.4.
Procesos de certificación
Como se pudo ver en líneas anteriores, la autorregulación a través de las
evaluaciones y las mediciones de desempeño hacen referencia a la propia voluntad de la entidad. Ahora bien, existen otros mecanismos que se implementan
a través de un ente externo, como ocurre, por ejemplo, con los procesos de
certificación o acreditación.
Dependiendo de la categoría del municipio, sin que sea este el único referente, las personerías pueden optar por acreditar los procesos más relevantes y
de mayor impacto. Para lograr este cometido deberán generar primeramente un
compromiso interno de querer lograrlo, designar el equipo responsable del sistema de gestión, definir qué programa es el que se va a certificar, a cuál norma
se va a acudir y cuál es la entidad que lo va a desarrollar, generar e implementar
un sistema de gestión y elaborar un manual de procesos y procedimientos12.
La certificación que se haga por parte de las entidades especializadas somete a la entidad al escrutinio de un agente externo que valida, analiza; y, finalmente certifica que se satisfacen las exigencias de ciertas normas nacionales o
internacionales, generando confianza y credibilidad ante la opinión pública.
12 http://www.dnvba.com/es/Certificacion/Pages/El-camino-hacia-la-certificacion.aspx
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
25
2.4.5.
Los mecanismos de participación
La premisa de que la rendición de cuentas se hace con, ante y para la comunidad demanda de las personerías el abrir espacios de participación, en los que
los distintos entes y sectores de la comunidad expresen sus opiniones, sugerencias y reclamos. Así mismo, para que puedan verificar, vigilar y controlar, como
veedores que son, el cumplimiento de los cometidos estatales.
Dentro de los espacios de participación, que a su vez son de interrelación,
encontramos aquellos que permiten percibir de forma directa el clamor de la comunidad, tales como reuniones informativas con distintos sectores: asambleas,
cabildos abiertos y audiencias públicas, entre otras. Por otra parte, se pueden
implementar otros instrumentos que no requieren mayor logística o preparación, entre estos se encuentran: los buzones de sugerencias, encuestas, evaluaciones y los mismos medios virtuales a los que nos referimos anteriormente.
2.4.6.
La audiencia de rendición de cuentas
La rendición de cuentas debe responder a la misión constitucional y legal
que se les ha atribuido a las personerías, teniendo como referente las necesidades y expectativas de todos los actores en los que tienen incidencia institucional.
Para esto se hace necesario generar un plan en los que se conjuguen estrategias
que articulen y permitan la utilización de los distintos mecanismos y su posterior
divulgación.
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“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
Rendición de Cuentas Personerías con Legitimidad y Transparencia
En este aspecto es importante remitirnos a lo manifestado en documento
precedente que se emitiera por parte del IEMP, en el que se señaló: “En el caso
de los personeros municipales, la rendición de cuentas es una oportunidad y
un ejercicio que permite contar los resultados de su gestión y a la vez poner a
disposición de la ciudadanía las cuentas y la información verificable y suficiente
que soporta su actuación”13.
Como el objetivo primordial de este documento es el de servir de referente
para la rendición de cuentas, se plantean a continuación algunas orientaciones
o metodología para tener presente:
a) Análisis de la información
Como se ha venido explicando, la rendición de cuentas se constituye en un
elemento de concentración, evaluación y emisión de información encaminada a
la presentación del resultado de la gestión ejercida por la personería respectiva
dentro de un periodo determinado, la cual deberá estar contenida en el informe final como documento soporte de dicha actividad y que será enviada a las
instancias pertinentes.
Conforme a lo anterior, la manera en que se haya recolectado, las actividades de análisis y evaluación que se hayan adelantado, las actividades inherentes
a la comprobación efectiva del impacto que ha tenido en la comunidad, los
diagnósticos y planes de mejoramiento implementados; actividades, proyectos,
informes, se constituirán en el insumo primordial para que la audiencia de rendición de cuentas sea un verdadero componente de transparencia y de legitimidad institucional.
b) Identificación de actores
A la luz de la misión institucional se hace necesario que la personería
identifique cuáles son sus interlocutores, con quién interactúa o se está
vinculado, qué estamentos públicos y privados han sido objeto de gestión o
actuación, cuáles han sido los espacios de participación que se han abierto
y la forma en que se han realizado, presupuestos que permitan comprobar
13 Procuraduría General de la Nación. Programa Nacional de Capacitación en Derechos Humanos
a Personeros Municipales. “Construyendo futuro con responsabilidad social”. IEMP, Bogotá, 2007.
Pág. 13.
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
27
de manera fehaciente quiénes deberán asistir y participar en la audiencia de
rendición de cuentas.
Aquí es importante señalar que este examen e identificación debe ser muy
juicioso, en especial en lo que tiene que ver con la comunidad, en razón a que,
como se dijo con antelación, su participación es tal vez la que legitima de mejor
manera esta actividad. Cualquier olvido por inconsciente que sea, traerá como
consecuencia la exclusión de algún actor, aspecto que de entrada se torna negativo para el objetivo trazado.
De acuerdo con las condiciones socioculturales, económicas, políticas, geográficas, la personería respectiva deberá realizar, con base en la información
recolectada, a quiénes va a convocar a la audiencia de rendición de cuentas. A
manera de ejemplo podemos citar algunas situaciones que permiten visualizar
a posibles actores: i) presencia de resguardos indígenas o población afrodescendiente; ii) población desplazada; iii) actividades relacionadas con explotación de
recursos naturales; iv) conflicto armado; v) población vulnerable; etc.
Asimismo, se torna de vital importancia la verificación de las direcciones, correos electrónicos y demás datos de las personas e instituciones invitadas, esto
con el fin de que la convocatoria genere responsabilidad y no sea un simple
formalismo, esto es, que finalmente se cumpla con el objetivo de participación
efectiva y proactiva de los asistentes.
c) Organización logística de la audiencia
La logística que se implemente para la audiencia demanda de las personerías un planeación oportuna e integral, en ella se deberá tener en cuenta los
aspectos de financiamiento, recurso humano, número de posibles asistentes,
auditorio o lugar acorde con los partícipes, su disponibilidad para la fecha escogida, ayudas técnicas, cubrimiento periodístico, publicidad, entre otros.
Dentro de estos presupuestos cobra vital importancia la escogencia de la
fecha en que se vaya a realizar el acto de rendición de cuentas. Para este cometido se hace necesario que previamente se verifique que no haya coincidencia con otros actos públicos en el ámbito local o departamental que atraiga la
atención de las demás autoridades y de la comunidad en general. Igualmente,
conforme a los aspectos socioculturales identificar qué día de la semana resulta
ser el más propicio para que todos los convocados acudan y participen.
28
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
Rendición de Cuentas Personerías con Legitimidad y Transparencia
El horario de la audiencia deberá estar acorde con la agenda dispuesta. Es
importante que se dé prioridad a la participación de la comunidad para que expongan sus inquietudes, planteen sus preguntas y propongan sugerencias. Para
ello, el informe presentado por las personerías deberá ser lo más claro y concreto posible, abriendo el espacio suficiente para la interlocución de los asistentes.
Una vez sea escogida la fecha de la audiencia y definido el horario, se
deberá comunicar oportunamente, adelantando todas las actividades de publicidad que sean necesarias, esto con el fin de que en las agendas tanto institucionales como personales sea debidamente programada su participación
en el evento.
De otra parte, es importante que la participación de la comunidad se haga
en orden y se permita que todos los actores puedan exponer sus apreciaciones.
Previamente se debe designar a una persona, que haya sido parte del equipo
que preparó el informe, para que coordine y modere. Esta persona será la encargada de articular el uso de la palabra, definir los tiempos de intervención y
de respuesta. De igual forma será quien recoja los pormenores de la audiencia
y haga la relatoría respectiva.
d) Celebración de la audiencia
Adelantadas de forma diligente todas las actividades referidas con anterioridad, podemos decir que el éxito de la audiencia estaría de por sí asegurado.
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
29
Pese a ello, la ejecución o la presentación del informe y la participación de la
comunidad y de los demás estamentos convocados, será la que finalmente
verifique o desvirtúe tal expectativa.
El titular de la personería es el responsable de la rendición de cuentas y
objeto de evaluación, lo que le demanda prepararse con suficiencia, participar
de manera activa en la elaboración del informe, asimilar la información que sus
colaboradores o personas designadas como responsables le hayan preparado.
Deberá igualmente, corroborar los datos estadísticos y los documentos e instrumentos que los soportan. Esto le permitirá responder con suficiencia las inquietudes que plantee la comunidad y dar claridad sobre aspectos que no hayan
sido asimilados durante su exposición.
Para la mejor ilustración de los asistentes se recomienda la preparación y
publicación de un documento que recoja de forma integral y concreta el informe final. Esto facilitará la comprensión, análisis y valoración de los asistentes.
También se recomienda hacer una presentación con diapositivas dinámicas, sin
mucho contenido de texto, que posibiliten el seguimiento de los participantes.
Las cifras estadísticas deben ser presentadas en términos de gestión, haciendo
énfasis en las actividades desarrolladas para cada eje misional y los resultados
obtenidos.
Llegada la hora, y existiendo un número considerable de asistentes, se dará
inicio a la audiencia. Se dará lectura del programa dispuesto para posteriormente dar paso al componente protocolario; sin embargo, es importante limitarlo a
lo eminentemente institucional, evitando discursos o intervenciones que dilaten
el inicio y la esencia del acto.
Agotado lo anterior, el personero o personera iniciará su presentación, para
lo que empezará por presentar su equipo de trabajo y la función que desempeña. Mencionará de manera sucinta las diferentes actividades adelantadas para
la preparación del informe que se pone a consideración, haciendo el reconocimiento de las personas que participaron en su elaboración. Hecho esto, iniciará
con la presentación formal del documento contentivo de su gestión y de los
resultados obtenidos.
Culminada la presentación se abrirá el espacio para la participación de los
asistentes. Para ello, la persona que ha sido previamente designada como mo30
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
Rendición de Cuentas Personerías con Legitimidad y Transparencia
derador, informará a los asistentes la forma en que se va a proceder para otorgar
el uso de la palabra, la escogencia de los voceros de los distintos estamentos
y agremiaciones participantes, los tiempos de las intervenciones y de las respuestas.
Culminada la intervención de la comunidad en general, el personero o personera dará por culminada la audiencia de rendición de cuentas, haciendo una
consideración final que recoja de manera integral y breve los pormenores de
la audiencia, agradeciendo a los asistentes por su presencia y en especial por
su participación activa y su contribución para el cumplimiento de los objetivos
trazados.
e) Informe final
La persona encargada de la relatoría, bajo la coordinación del respectivo personero, elaborará un documento que recapitule los pormenores de lo
acaecido en la audiencia, recogiendo a su vez la percepción que tuvo la comunidad.
Para lo anterior se sugiere implementar un instrumento o herramienta que
permita percibir y analizar cuál fue el impacto, en términos cuantitativos y cualitativos del acto de rendición de cuentas, cuál fue la manera en que se participó
y finalmente si se cumplieron o no con los objetivos y metas previamente trazados.
Este documento servirá como instrumento validador de la audiencia que se
acaba de desarrollar y de presupuesto para la próxima rendición de cuentas,
evaluando el nivel de avance logrado e identificando los aspectos en los que
hay que mejorar.
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
31
2.5. responsabilidad por la no rendición de cuentas
2.5.1.
responsabilidad social
En un Estado social de derecho como el nuestro, cada una de las autoridades
que lo conforman tiene un componente de responsabilidad ante la sociedad, el
cual se presenta en una doble dimensión. La primera referida al cumplimiento
estricto de las funciones y el apego a la normatividad vigente; y, en segundo
orden, y quizás la de mayor significancia, el suministro de información sobre la
gestión realizada.
Cuando la comunidad conoce de manera directa lo que se ha hecho en
cada dependencia o entidad pública, siente que la institucionalidad lo arropa y
lo tiene en cuenta, lo que provoca mayor confianza y a su vez legitima no solo
a la institución, sino a la misma comunidad como partícipe en los procesos y
veedora de estos.
Las personerías municipales se encuentran en una estrecha relación con la
comunidad a nivel local; es por esto que el ciudadano siempre buscará en ellas
un respaldo para la defensa de sus derechos, un apoyo para la vigilancia de los
agentes del Estado y un garante de la correcta administración de los recursos
públicos, aspectos sobre los cuales habrá que mantenerla informada en cuanto
índices de gestión, eficiencia y eficacia.
Para lograr esta tarea, el personero será el primero en convocar a la comunidad, en abrir espacios de participación, fortalecer las veedurías ciudadanas,
32
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
Rendición de Cuentas Personerías con Legitimidad y Transparencia
generar canales de comunicación por los que se dé publicidad a los diferentes
procesos y actividades de la administración y de la misma personería.
2.5.2.
responsabilidad política
La responsabilidad política «es una situación de dependencia con relación
a otro poder estatal, que lleva implícita una facultad de remoción del último»14.
Por ejemplo, «un Gobierno parlamentario es formalmente responsable ante el
Parlamento porque está situado en relación de dependencia respecto de este,
que, eventualmente, puede imponerle la sanción de remoción de su puesto»15.
En cuanto a los personeros, podemos decir que en estricto sentido no es
procedente una sanción de remoción por vía de la responsabilidad política, pues
para ello están otro tipo de responsabilidades como la fiscal, penal y disciplinaria. En tal sentido, una auténtica expresión de responsabilidad política sería que
el concejo que eligió al personero pudiera removerlo del cargo por alguna casual
contemplada en la ley.
No obstante, desde una perspectiva general, podemos decir que los personeros tienen cierta relación de dependencia con los concejos que los eligen. En
efecto y en virtud de lo establecido en el numeral 2 del artículo 32 de la Ley
136 de 1994, los concejos municipales tienen como atribución la de exigirles a
las personerías informes escritos o citar a su titular para que haga declaraciones
orales sobre asuntos relacionados con la marcha del municipio16.
14 FERNANDO SANTAOLALLA, Derecho Parlamentario Español. Madrid Espasa – Calpe, 1990. P.
241, citado por GERMÁN LOZANO VILLEGAS, Control Político y Responsabilidad Política en Colombia, en Revista Derecho del Estado n.° 22, junio de 2009. Universidad Externado de Colombia. P. 237. Puede consultarse en la dirección electrónica:
http://revistas.uexternado.edu.co/index.php?journal=derest&page=article&op=view&path%5B
%5D=484
15 Ibídem.
16 Ley 136 de 1994. ARTÍCULO 32. ATRIBUCIONES. <Artículo modificado por el artículo 18 de la
Ley 1551 de 2012. El nuevo texto es el siguiente:> Además de las funciones que se le señalan
en la Constitución y la ley, son atribuciones de los concejos las siguientes.
(…)
2. Exigir informes escritos o citar a los secretarios de la alcaldía, directores de departamentos
administrativos o entidades descentralizadas del orden municipal, al contralor y al personero, así
como a cualquier funcionario municipal, excepto el alcalde, para que haga declaraciones orales
sobre asuntos relacionados con la marcha del municipio.
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
33
Igualmente, como función de los personeros el numeral 9 del artículo 178
de la Ley 136 de 1994 establece como funciones de los personeros municipales «rendir anualmente informe de su gestión al concejo»17.
Así las cosas y sin perjuicio de las implicaciones estrictamente disciplinarias,
y de que el concejo municipal no puede tomar la decisión de remover del cargo
al personero, no hay duda de que «políticamente» surge una relación de dependencia, en donde este funcionario estará continuamente sometido a un fuerte
control y que en cualquier momento puede ejercer el concejo, cuyos cuestionamientos pueden incidir enormemente frente a la legitimidad y credibilidad que
este servidor público debe tener ante la comunidad.
Para el caso que nos ocupa, sería absolutamente inconveniente y con graves
consecuencias de orden jurídico que sea precisamente el concejo municipal
quien emplace al personero municipal por su renuencia o demora frente a la
obligación legal de rendir el informe de gestión o por la no rendición de cuentas
ante los distintos sectores de la sociedad y de la institucionalidad.
2.5.3.
responsabilidad disciplinaria
Como dijimos anteriormente, los personeros municipales tienen la función
de rendir anualmente un informe de su gestión al concejo18, no debe quedar
la menor duda de que el incumplimiento de esta obligación puede dar lugar
a la declaratoria de una responsabilidad disciplinaria y, en tal eventualidad, a la
imposición de una sanción conforme a los criterios establecidos en el estatuto
disciplinario, contenido en la Ley 734 de 2002.
Ahora bien, como una cosa es el informe de gestión que debe rendirse al
concejo municipal y otro asunto es la rendición de cuentas del que se ha venido
hablando en forma precedente, es válido preguntarse por lo siguiente: ¿la no
rendición de cuentas puede tener implicaciones de índole disciplinaria?
17 Ley 136 de 1994. ARTÍCULO 178. FUNCIONES. El personero ejercerá en el municipio, bajo la
dirección suprema del Procurador General de la Nación, las funciones del Ministerio Público,
además de las que determine la Constitución, la ley, los acuerdos y las siguientes:
(…)
9. Rendir anualmente informe de su gestión al concejo.
18 Ley 136 de 1994, artículo 178.
34
“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
Rendición de Cuentas Personerías con Legitimidad y Transparencia
Parte de la respuesta a este interrogante puede resolverse en el sentido de
que no hay propiamente en el Código Disciplinario una falta, deber o prohibición que se refiera directa y expresamente a la obligación que está relacionada
con la rendición de cuentas de los personeros municipales. Dicho en otros
términos: por la no elaboración de la rendición de las cuentas directamente no
habrá responsabilidad disciplinaria, pues es obvio que no existe una descripción
típica que satisfaga adecuadamente el principio de legalidad.
Pese a ello, una no rendición de cuentas sí puede tener otro de tipo de implicaciones disciplinarias frente a los siguientes aspectos:
a) La posibilidad de que dicho comportamiento, frente a la ausencia de
otras acciones, se encuadre en el incumplimiento de otro deber legal,
como aquel contenido en la Ley 190 de 1995, al decir el artículo 58 que
«todo ciudadano tiene derecho a estar informado periódicamente acerca
de las actividades que desarrollen las entidades públicas y las privadas
que cumplan funciones públicas o administren recursos del Estado».
b) El establecimiento de una prueba indiciaria de la culpabilidad frente a
otras conductas relacionadas con el incumplimiento de los deberes re“Al final de cuentas… ¿qué cuentas?”
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lacionados con la transparencia y el acceso a la información pública. Por
ejemplo, si se investigan comportamientos por la presunta inobservancia
de las normas contenidas en la Ley Estatutaria 1712 de 2014 y además
está demostrado que el personero no efectuó el informe de rendición
de cuentas, esta situación podría ser altamente indicativa de que el servidor público no cumple con los principios de máxima divulgación y de
la cultura de la transparencia.
c) El informe de rendición de cuentas en algunos casos puede ser materialmente el mecanismo más idóneo para resolver las diferentes peticiones
formuladas por los miembros de la comunidad. En consecuencia, no
efectuar este informe es perder una valiosa oportunidad para resolver
eficaz y anticipadamente las inquietudes que tienen algunos usuarios,
peticiones en donde su no resolución puede dar lugar a la imposición
de correctivos disciplinarios.
d) El informe de rendición de cuentas es un instrumento idóneo que servirá posteriormente como una estrategia de empalme y entrega del cargo
al término del periodo. Pues bien, esto último corresponde a una ineludible obligación contenida en la Ley 951 de 200519, cuya inobservancia
puede tener implicaciones disciplinarias20, por lo que hacer o no hacer
el informe de rendición de cuentas previamente puede incidir considerablemente al momento de definir la responsabilidad disciplinaria por
aquel preciso aspecto.
e) El informe de rendición de cuentas puede convertirse en la mejor prueba de no responsabilidad frente a otras eventuales imputaciones de
carácter disciplinario, pues el registro cronológico y detallado de las actividades y el cumplimiento de las funciones de las personerías podrían
explicar de forma satisfactoria algunos hechos que en principio pudieron
estimarse como irregulares.
19 Ley 951 de 31 de marzo de 2005, por la cual se crea el acta de informe de gestión.
20 Artículos 15 y 16 de la Ley 951 de 31 de marzo de 2005, por la cual se crea el acta de informe
de gestión.
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