Semiotización e interpretación discursivas. El caso del “llanto” por la

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Lingua Americana
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Semiotización e interpretación
discursivas. El caso del “llanto”
por la muerte de Ignacio Sánchez
Mejías de Federico García Lorca
y el de la “elegía” por la muerte
de Tomás Alfaro Calatrava
de Benito Raúl Losada
Julián Cabeza Lora y Lourdes Molero de Cabeza
Facultad Experimental de Ciencias, Universidad del Zulia.
Maracaibo, Venezuela
[email protected] / [email protected]
Resumen
Este artículo tiene como objetivo presentar los resultados del análisis de dos elegías de la literatura española e iberoamericana, bajo un enfoque semántico y pragmático. El corpus está constituido por el poema
titulado “Llanto” por Ignacio Sánchez Mejías, de Federico García Lorca y
la “Elegía” por la muerte de su amigo, el poeta Tomás Alfaro Calatrava, de
Benito Raúl Losada. Se utilizaron fundamentalmente los principios teóricos de Thom (1974, 1988), Bajtín (1997), Van Dijk (1980, 1983, 1999) y
Pottier (1993). Entre los resultados destacan: a.) En el nivel lógico-conceptual, los esquemas analíticos que representan el evento “muerte” recogen las entidades, los espacios, los tiempos y los causativos. b.) En el
nivel lingüístico, se demuestra cómo el léxico se organiza en campos se* Este artículo presenta los resultados parciales de un proyecto que forma parte del programa de investigación denominado Discurso y Sociedad, financiado por el Consejo
de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad del Zulia (Venezuela), bajo
el número CH 0790-02.
Recibido: septiembre 06, 2004 / Aceptado: octubre 21, 2004
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mánticos donde se observa la proliferación de términos referidos a los
dominios de experiencia relacionados con muerte, cuerpo, tránsito, fortuna vs. fatalidad, tiempo y sentimientos. c.) Los esquemas básicos incluyentes de cada poema muestran los temas, las secuencias y el desarrollo de los diferentes estadios narrativos. El análisis de ambas elegías
revela que el patrón temático que debieron tener presente ambos autores
es el de las “Coplas” de Jorge Manrique, aunque muestren diferencias
sustanciales con respecto a esta obra, especialmente en el desenlace y en
la evaluación. Frente al evento de la “muerte”, el sujeto de la enunciación
(yo-poeta) en el evento “poema” se transforma en el actante principal, no
ya del hecho narrado sino del poema como evento creativo de valores estéticos y literarios en sus formas y contenido.
Palabras clave: Análisis del discurso literario, campos léxicos, elegía,
enfoque semántico-pragmático.
Discoursive Semiotization
and Interpretation. The Case
of the Federico García Lorca’s “Cry”
for the Death of Ignacio Sánchez Mejías
and the Benito Raúl Losada’s “Elegy”
for the Death of Tomás Alfaro Calatrava
Abstract
The objective of this article is to present the results of the analysis of
two elegies from the Spanish and Ibero-American literature, under a semantic and pragmatic focus. The corpus is constituted by the titled poem
“Cry” for Ignacio Sánchez Mejías, by Federico García Lorca and the “Elegy”
for his friend’s death, the poet Tomás Alfaro Calatrava, by Benito Raúl
Losada. We used basically the theoretical principles of Thom (1974, 1988),
Bajtín (1997), Van Dijk (1980, 1983, 1999) and Pottier (1993). Among the
results they highlight: a.) In the logical-conceptual level, the analytic outlines that represent the event “death” pick up the entities, the spaces, the
times and the causative ones. b.) In the linguistic level, it is demonstrated
how the lexicon is organized in semantic fields where it is observed the
proliferation of terms referred to the domains of experience related with
death, body, traffic, fortune vs. fatality, time and feelings. c.) The including
basic outlines of each poem show the topics, the sequences and the development of the different narrative stadiums. The analysis of both elegies reveals that the thematic pattern that both authors should have present is
the one from the “Ballads” by Jorge Manrique, although they show sub-
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stantial differences regarding this work, especially in the outcome and in
the evaluation. In front of the event of the “death”, the subject of the enunciation (I-poet) in the event “poem” becomes the main actant, not of the
narrated fact but of the poem as a creative event of aesthetic and literary
values in their forms and content.
Key words: Literary discourse analysis, lexical fields, elegy, semantic-pragmatic focus.
1. Introducción
En anteriores estudios y trabajos hemos analizado y explicado la peculiar estructuración semiótica del discurso publicitario,
sus unidades, su organización, los mecanismos de indicación,
las estrategias y las funciones que lo caracterizan (Cabeza, 1983,
1885, 1988, 1989, 1991, 1994, 1995).
Posteriormente hemos querido adentrarnos en el discurso
literario, con el fin de poder establecer algunas diferencias tipológicas en la estructuración, estrategias y funciones discursivas,
así como en las valoraciones estéticas, culturales y sociales, por
oposición a otros géneros y tipos de discursos (Cabeza, J. 1993,
2000 y 2002a).
Este trabajo constituye un avance más completo sobre los
aspectos que venimos desarrollando en una investigación sobre
el género de las elegías, donde se seleccionaron como corpus cuatro poemas de la literatura española e iberoamericana, de los autores españoles: Jorge Manrique en las “Coplas a la muerte de su
padre”; Federico García Lorca en “Llanto” por Ignacio Sánchez
Mejías; Miguel Hernández en “Elegía” por la muerte de Ramón
Sijé, y el venezolano Benito Raúl Losada en “Elegía” por la muerte
de su amigo, el poeta Tomás Alfaro Calatrava. Este artículo tiene
como propósito presentar los resultados del análisis de las elegías de Federico García Lorca y de Benito Raúl Losada, bajo un
enfoque semántico y pragmático.
2. Fundamentación teórico-metodológica
Los planteamientos teóricos de Tesnière (1976), R. Jakobson (1976), G. Guillaume (1971, 1973), René Thom (1974, 1988),
Bajtín (1997), Van Dijk (1980, 1983, 1999), Coseriu (1992), Pot-
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tier (1992, 1993) y de P. Charaudeau (1992), presiden las investigaciones que estamos desarrollando. Estos principios teóricos
nos han guiado en el planteamiento de objetivos, hipótesis y metodología sobre una nueva interpretación de la estructuración semántico-sintáctica y pragmática de diferentes tipos de discursos.
Si metodológicamente admitimos que todo discurso puede ser resumido en una oración o incluso en una palabra, sin que persistan
las formas que lo sustentaban, y que esto constituye a su vez una
prueba de las peculiaridades de la memoria humana, también es
cierto que el interpretante tiene varias opciones de lectura en la jerarquización del significado textual y en la pluralidad de los sentidos discursivos. Los modos, los géneros y los tipos de discursos
son vistos así vinculados a las particulares tensiones y representaciones de cada lengua, las cuales generan, en su puesta en discurso, unidades singulares en su contenido semántico y en sus formas sintácticas según el propósito del enunciador, su proyección
sobre el lector y la finalidad de su función y contextualización
pragmáticas. Se jerarquizan así sistemas, subsistemas y unidades
en diferentes niveles que pueden ser interpretados diversamente
por receptores distintos y en otros tiempos y espacios.
2.1. La comunicación y el discurso
Universo y mundo, naturaleza e historia, cultura y lenguaje, cognición y comunicación, son trasunto de las relaciones materia-materia, M-M: Transferencia; hombre-materia, H-M:
Información y hombre-hombre, H-H: Comunicación. Dichos
procesos pueden verse también como etapas y escalas sucesivas
e inclusivas en la axiología de lo cuantitativo y lo cualitativo, del
paso de la cantidad numérica de los objetos a la cualidad del significado de los sujetos. Estamos ya en una civilización por antonomasia de la palabra y de la imagen, de las construcciones simbólicas, de la experimentación virtual y de los cálculos y del descubrimiento de las leyes que rigen lo material y lo no material.
Discursos sobre el universo y el mundo real, y sobre los discursos referidos a los innumerables mundos posibles e imposibles
de la imaginación simbólica. Pero hay algunos aspectos que persistirán: seguirán las preguntas e incompletas respuestas sobre
el nacimiento y los secretos de la vida, sobre los cambios, la permanencia y el término, sobre el amanecer, la luz y la oscuridad.
Persistirán las dudas sobre la vida, el entretanto, la muerte y la
transcendencia.
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La Literatura siempre estuvo cerca de estos planteamientos,
tanto en los contenidos, como en las formas. Los poetas y los artistas, más que a las acciones de los guerreros y de sus epopeyas,
miraron siempre al interior de las personas, a sus sueños, pasiones y deseos; y se adelantaron en idear las múltiples lecturas de
los textos, el arte cinético y las interpretaciones y construcciones
múltiples del interpretante.
2.2. El modelo de comunicación dialógica y las etapas,
niveles y procesos de la generación discursiva
En la fundamentación teórica y metodológica reseñamos el
modelo de comunicación del cual partimos en nuestros análisis;
las etapas, niveles y procesos de la generación discursiva por parte del enunciador y el recorrido inverso del interpretante. Detallaremos solamente algunos aspectos y nos remitimos al modelo de
comunicación dialógica (Cabeza y Molero 2003:57) para mayores
precisiones. En primer lugar, destacamos los tres estados de potencialidad del referente: latencia, saliencia y pregnancia, en relación con la toma de posición del emisor en la percepción del referente y la selección con la que se inicia la conceptualización. El recorrido onomasiológico del productor-emisor y el semasiológico
del receptor-interpretante, ambos e inversos recorridos conforman, junto a la inversión de roles y de saberes, la desigualdad
dialógica de la comunicación y su necesidad interactiva. Las referencias, la conceptualización, la semiotización y la puesta en discurso, como explicitación, generalmente parcial, de los anteriores
procesos de la generación discursiva, constituyen, tanto en la semántica de la representación de las significaciones discursivas: lo
construido, como en la pragmática de la interpretación de los sentidos evocados o insinuados por el poeta: lo construible, eventos
dialógicos del conocimiento, del sentir y del comportamiento
humano.
Tomando como referente los elementos de la comunicación
dialógica que acabamos de reseñar, elaboramos una secuencia
de etapas, niveles y procesos de la generación discursiva, siguiendo los tiempos que nos señala ese mismo proceso comunicativo (Cabeza, 2003:61).
Observemos sin embargo que estos niveles, etapas y procesos son sucesivos e inclusivos, que conforman diferentes estructuras y procesos sistémicos, con elementos, características y reglas de combinación distintas y funciones coadyuvantes de la ge-
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neración discursiva y de la función de comunicación que las jerarquiza, ordena y da pertinencia.
Distinguimos el nivel referencial (NR), el nivel lógico-conceptual (NLC), el nivel lingüístico (NL) y el nivel discursivo (ND). Cada
nivel incluye elementos y procesos específicos. En el nivel referencial incluimos los referentes reales e imaginarios. El proceso
de percepción nos lleva al nivel de la conceptualización y desde la
perspectiva lingüística tendríamos las nominaciones y designaciones de los referentes. En el nivel lógico-conceptual situamos el
evento tomado como proceso. Destacamos las ENTIDADES (E) y
los COMPORTAMIENTOS (C) y señalamos el punto de visión o la
pregnancia del evento. El ESQUEMA ANALÍTICO (EA) (Cabeza,
2002a:91) se constituye en la representación topológica de los actantes del proceso en sus tiempos y espacios.
En el ESQUEMA LÓGICO-CONCEPTUAL (ELC) (Cabeza,
2000:280) situamos los estatutos y los cambios de estado de los
actantes.
En el nivel lingüístico, destacamos dos tensores que presiden los sistemas textuales y la diégesis de la comunicación discursiva. Estamos hablando del tensor REPRESENTACIÓN, lugar
de la tematización, y el tensor COMUNICACIÓN, lugar de la estrategia discursiva y por lo tanto de la praxis pragmática. En el paso
de lo universal y de lo general del nivel lógico-conceptual, a lo particular de las lenguas, junto a la primera operación de lexematización, se generan los Esquemas de Entendimiento (EE) trasunto
de las relaciones de las ENTIDADES y los COMPORTAMIENTOS
(E-C) del nivel lógico-conceptual:
“Ver el mundo es transformarlo en captaciones de lo banalmente observable (las ENTIDADES, tales como los seres y las cosas) y en creaciones interpretativas mucho más fuertes (los
COMPORTAMIENTOS) tales como los actos o los pensamientos”
(Pottier, 1992:12).
Los módulos actanciales, tanto nominales como verbales en
su afinidad y potencialidad semántica, la relación de CASOS y la
visión o punto de partida del enunciador, desencadenan una implicación e imbricación semántico-sintáctica, que se desarrolla
en Esquemas Predicativos (EP) y Esquemas Integrados (EI). La
necesidad de precisar la intención del enunciante desencadenará
la última selección dentro de las posibilidades del sistema y concluirá en el Esquema Resultante (ER), en el enunciado, circuns-
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crito a las condiciones pragmáticas de tiempo, espacio y circunstancias en la que se inscribe todo discurso.
Resumiendo diremos que el discurso, como resultado y efecto de las tensiones y virtualidades de la lengua y de los eventos
que se quieren comunicar, tiene varias etapas en su generación y
desarrollo: la percepción, la conceptualización, la semiotización y
la enunciación. Cada una de estas fases tiene naturaleza propia,
procesos específicos, unidades y reglas de comportamiento. Pero
esto constituye tan sólo una parte del proceso dialógico, el recorrido onomasiológico, el del enunciador. La totalidad debe completarse con el recorrido semasiológico del interpretante.
3. Resultados del análisis
3.1. El evento. Los niveles de análisis
Tomamos siempre el evento como elemento global e inicial
de nuestros análisis.
“Todo acontecer no escapa al tiempo, se desarrolla en el espacio y tiene unos actores naturales o humanos. Cuando el acontecimiento participa de la comprensión, comunicación o acciones
humanos, aquél adquiere características y visiones más amplias
que las del evento natural” (Cabeza, 2000:278).
Como ya hemos dicho, establecemos dos tipos de relaciones entre el hombre, el universo y el mundo. H®M: representación. H«H: comunicación. En esta relación entre el hombre, los
seres y las cosas se establece el evento como fenómeno experiencial tanto en la comprensión del universo, como del mundo y de
los hombres entre sí, tomados ya individualmente o en forma social.
Siguiendo la terminología de René Thom (1974:157-177) y
de Bernard Pottier (1992:89 y 1993:89-118) vamos a usar el término evento para referirnos a estos fenómenos o procesos.
El evento elemental constaría de /ExC/ entidad y comportamiento. Dicha conjunción de base se denominará
propósito.
Entonces, el propósito y a su vez el resumen memorizado de un texto o de un enunciado tendrá como elementos mínimos: (E¬C) o bien (E1, E2)C.
Toda semiotización discursiva, no importando su ex-
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tensión, podrá ser condensada y memorizada según la
fórmula:
(PROPÓSITO) ¬ Formulaciones
(Conjunto de las visiones enunciativas).
(Pottier 1993:90-91).
3.1.1. El nivel referencial de las dos elegías
seleccionadas
En la percepción o en la comunicación siempre miramos o
nos referimos a algo, es su referente.
El referente se nos presenta de una manera directa en el
universo natural, indirecta a través de los signos mediante nuestra imaginación simbólica, y en cierta manera en forma mixta, en los objetos del mundo, mediatizados por el hombre en su uso, en su representación
significativa o en su dimensión estética.
Estos mundos reales o posibles, o imposibles pero imaginables, constituyen el referente discursivo (Cabeza J.
2002a:89).
Como ya señalamos, hemos elegido como corpus las elegías
denominadas “Llanto” de Federico García Lorca y “Elegía” de Benito Raúl Losada. Haremos una breve referencia a los autores de
los dos poemas, a su entorno social y literario y a las causas y relaciones temporales de la génesis del “evento poema” como texto
literario, en relación con el “evento muerte” en el acontecer histórico.
3.1.1.1. El referente del “Llanto” de Federico García Lorca
Federico García Lorca nace en Fuente Vaqueros (Granada)
en 1898. Estudia música, cursa Filosofía y Letras y Derecho en
las universidades de Granada y de Madrid. Viaja a Estados Unidos y Cuba, funda el grupo de teatro la Barraca y en la guerra española es fusilado en las cercanías de Granada, el 19 de agosto de
1936. Amigo de toreros, del cante jondo y del mundo andaluz y gitano. “Llanto” por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías se constituye en uno de sus mejores poemas, ya en su madurez literaria.
Ignacio, amigo de Lorca, torero y también escritor, muere el 13 de
agosto de 1934 debido a una cogida por asta de toro en la plaza de
Manzanares, y es enterrado en Sevilla el día 14. La crítica sitúa el
hecho de la escritura de la elegía por Federico, casi inmediata-
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mente después a cuando supo la muerte de su amigo. Es decir entre los meses de agosto y noviembre de 1934.
El referente y los escenarios del evento tienen que ver con la
fiesta de toros, la plaza y la faena de lidia, que termina generalmente con la muerte del animal. En este caso se trata de la muerte del torero, a las cinco de la tarde, hora en que tradicionalmente
comienzan las corridas de toros.
3.1.1.2. El referente de la elegía de Benito Raúl Losada
Benito Raúl Losada nace en Maturín, Estado Monagas (Venezuela) el 19 de enero de 1923. Perteneció al grupo de “poetas
universitarios”, la mayoría de ellos estudiantes de derecho de la
Universidad Central de Venezuela en Caracas, hacia los años de
1940. Detenido y preso, durante la segunda mitad del año de
1952, debido a la situación política por la que atravesaba Venezuela, escribe en la prisión “Campanada hacia el alba”; y de la experiencia de la cárcel son los recuerdos con los que abre la elegía
dedicada a la muerte de su amigo Tomás Alfaro Calatrava. La elegía se publica en 1960 en “Más allá del relámpago”, poemario que
incorpora poemas de distintas épocas. Los temas de la elegía y
sus referentes no están lejos de los que el mismo Benito Raúl Losada definía en: “El amor y la muerte en Tomás Alfaro Calatrava”,
prólogo del libro “Poemas” de su amigo y en el que aludía a los
grupos poéticos del momento: “Viernes” y los llamados “poetas
universitarios” de los años 40, entre los cuales él mismo se encontraba: “...una búsqueda cada vez más acentuada de los clásicos temas de fondo de la poesía: amor, soledad, muerte, Dios”
(Calatrava, T.A. 1963:5).
3.2. El nivel lógico-conceptual
Hemos comparado (Cabeza, 2002b:114), el nivel lógico-conceptual con una especie de Jano, con una cara ve el referente, conocimiento directo, y con la otra mira hacia los signos, conocimiento indirecto. Véase en este aspecto los conceptos generales y
los conceptos universales o noemas (Pottier 1993: 70-77).
3.2.1. El esquema analítico (EA) y el esquema conceptual (EC)
En el nivel lógico conceptual, el evento simple o complejo estará representado por el EA que recoge la representación topológica de los eventos, los cuales incluyen actantes, procesos, tiempos y espacios (Pottier, 1997: 76-83; Thom, 1976:148-177).
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En el conjunto de elegías del corpus, el archiesquema VIAJE
(Evento complejo) que engloba “el esquema de INICIO,
CREACIÓN o NACIMIENTO y el de TÉRMINO, FINAL o MUERTE”,
nos sirve para explicar la conceptualización del evento (Cabeza,
J. 2000:280).
Tenemos así que el EA de cada elegía estará subsumido en el
archiesquema. Cada elegía focalizará alguno de estos tres noemas fundamentales:
En el caso de las elegías, por su misma razón de ser, éstas focalizan el evento MUERTE, quedando el evento NACIMIENTO y
TRÁNSITO más o menos implícitos.
3.2.2. Los esquemas analíticos (EA) de las dos elegías
El esquema analítico (EA) está constituido por los actantes
del proceso y establece sus relaciones y evolución. Señala la causalidad y sus transformaciones en los tiempos y espacios en que
transcurre el evento. Los esquemas analíticos de las dos elegías,
que pasaremos seguidamente a analizar, se inscriben en un esquema superior y que hemos denominado archiesquema VIAJE,
como ya indicamos más arriba.
3.2.2.1. El esquema analítico del evento muerte
en el “Llanto” de Federico García Lorca
En la Figura 1 se observan las entidades, los espacios, los
tiempos y los causativos.
Los actantes principales del “Llanto” son Ignacio Sánchez
Mejías y Federico García L. El toro sería el actante causador y en
este poema aparece también el instrumento: “ y un muslo con
asta desolada”. Hagamos aquí mención solamente de los actantes secundarios o ayudantes: “el niño”, “gentío”, “grupos de silencio”. La localización está particularizada en la escenografía, que
está focalizada en los espacios de la plaza de toros, el cuarto de la
enfermería y la piedra, pero que en la imaginación lorquiana se
extiende a toda Andalucía y hasta a los espacios celestes. La
muerte real desencadena, en el DECIR del poeta, la muerte expresada y comentada en la elegía. Ésta tendrá como posiciones la
vida terrenal (V1) vs. (V2 ) la vida de la fama; y como expresiones
lingüísticas: “Cuerpo presente” y “Alma ausente”, “La cogida y el
FIGURA 1
Esquema analítico o representación topológica del evento (Elegía de Federico García Lorca)
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toro” y “Sangre derramada”, son partes del poema que se refieren
al evento de la muerte real y definitiva, a la ausencia del amigo, al
toro, la cogida y la muerte en la plaza. Los tiempos t1 y t2 se refieren al pasado: unión en la amistad y separación por la muerte. T3
y t4 representan el presente, el tiempo del poema, el panegírico, la
descomposición física, la ausencia y el viaje. T5 es el futuro, el olvido de todos, el recuerdo triste, pero también el rescate de su memoria por el canto del poeta.
En cuanto a la relación entre las tres vidas (vida terrenal,
vida de la fama y vida celestial o del más allá) que sirven de patrón
en las elegías, en el “Llanto” de García Lorca resalta la negación
de la vida eterna, no hay posible resurrección y tan sólo en la vida
de la fama, por mediación de la literatura se domina el tiempo.
3.2.2.2. El esquema analítico del evento muerte
en la Elegía de Benito Raúl Losada
Esta Elegía también comienza con un epígrafe: “A mi hermano Tomás Alfaro/ Calatrava, en el primer poema/ del naufragio./
Y en el adiós.” Palabras de Benito Raúl y “la muerte es una sombra que rasga mis ventanas,/ y agiganta sus pasos hacia los pasos míos.” T.A.C.
Los tiempos de la Elegía en realidad son tiempos de ausencia
y por lo tanto del pasado, puesto que se corresponden con espacios, tiempos y acciones compartidos en la vida real, pero recordados desde la desaparición y muerte del amigo y desde la duda
de su permanencia en el cielo cristiano o en el de las musas.
En la Figura 2 se observan las entidades, los espacios, los
tiempos y los causativos.
Al tiempo pasado t1 y t2 de la unión y separación por la muerte, sucede el tiempo presente del poema t3 y t4, pero visto desde la
descripción en el pasar, en el pesar y en el dolor y la ausencia. El t5,
el futuro, es la separación con una alusión muy desdibujada en el
reposo de la recompensa o del recuerdo. Persisten las alusiones a
las vidas: la V1 terrenal, la V2 de la fama y la V3 del más allá, las
cuales desarrollaremos en los otros niveles del análisis.
3.3. El nivel lingüístico
Los análisis de la Semiología textual francesa, la Escuela de
París, de Greimas; los estudios de J.S. Petöfi, de W. Dressler y
Shmidt en Alemania y los de Teun A. Van Dijk en Holanda, alrededor de la década de los 70, consagran un nuevo papel de la Semio-
FIGURA 2
Esquema analítico o representación topológica del evento (Elegía de Benito Raúl Losada)
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logía o Semiótica y también de la Lingüística en el análisis textual. La incorporación de la Pragmática y de los “ actos de habla”
hace dar una paso más a la Lingüística en el análisis de los enunciados y la hace incorporarse definitivamente en la tarea de establecer las bases de una Lingüística transfrástica, textual y discursiva. En lengua castellana dan cuenta de los últimos trabajos
la publicaciones de Calsamiglia, H. y Tusón, A. (1999) y Adam, J.
y Lorda, C. (1999). Manteniéndonos cercanos a estas corrientes,
hemos querido incidir de una manera más específica en las diferencias de los procesos y niveles, teniendo en cuenta su correlación, pero tratando de respetar en lo más posible las características propias de su naturaleza, dentro de la evolución inclusiva y
progresiva de las entidades lingüísticas y semio-lingüísticas en la
generación discursiva. Así, manteniendo el asentimiento genérico a los planteamientos de Van Dijk, hemos sustituido las macrorreglas (supresión, generalización y construcción), como herramientas usadas en términos de la semántica formal, por los instrumentos que nos proporciona la semántica lingüística y la propia lógica de las lenguas en las que los textos se manifiestan, con
el fin de respetar las particularidades, no sólo de sus sistemas lingüísticos, que sin duda implican un léxico y una pragmática propios, sino también para tener en cuenta el singular estilo discursivo, el ideo-texto-discursivo del autor. A tal efecto, hemos recurrido al “módulo actancial” (Pottier, 1987:99-100), que resume
las afinidades morfo-semánticas y semántico- sintácticas, tanto
de los morfemas nominales como de los verbales. Se constituye
así, en un elemento nuclear del modelo lingüístico–comunicativo,
que abarca no sólo las tensiones de la lengua, sino también las
del enunciado discursivo. Tendríamos entonces que el Esquema
de Entendimiento, formulado como módulo actancial de un
enunciado, pudiera ser la representación lingüística más cercana
al nivel de la conceptualización. El Esquema Básico Incluyente
(EBI), al que nos referiremos más adelante, subsumiría en sí los
módulos actanciales del texto, y en el nivel de mayor reducción
actancial, estaría muy cerca del Esquema de Entendimiento (EE)
de todo el texto, en la zona más cercana a la situada en el paso entre el nivel lingüístico (NL) y el nivel lógico conceptual (NLC).
3.3.1. El léxico: los dominios de experiencia.
Las redes semánticas o los campos léxico-semánticos
El siguiente paso en el análisis consiste en el estudio de las
evidencias lingüísticas que aporta la elegía. El primer aspecto que
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vamos a observar es el léxico. En este primer nivel del estudio lingüístico, el análisis del discurso ha otorgado especial importancia
al léxico, puesto que es determinante para descubrir la estructura ideacional que intenta, bajo las formas poéticas, transmitir el
escritor.
Cuando estudiamos un concepto o un tema puntual, para el
estudio del léxico, seleccionamos los contextos donde aparecen
los términos que se refieren a ellos y los clasificamos por dominios de experiencia “término proveniente de la semántica, útil
para el analista porque permite organizar el léxico objeto de estudio, en ámbitos más amplios vinculados al conocimiento de los
hablantes” (Molero y Galbán 2001:115).
Los dominios facilitan la identificación de las prácticas discursivas a las cuales acude el escritor para encontrar el marco
adecuado que le permita obtener los significados que desea atribuir a las palabras clave de sus mensajes.
Con los dominios puede observarse desde qué ámbito o dominio del conocimiento define o clasifica el emisor sus puntos
de vista. Los dominios identificados demuestran cómo, en el caso
de la Elegía de Miguel Hernández, el poeta recurre a la naturaleza
y a los sentimientos, con el propósito de construir los significados
expresados a través de la elegía.
El paso siguiente en la metodología consiste en el levantamiento de los campos léxico-semánticos, donde se observa la
proliferación de términos para referirse a un concepto, entidad,
actor social o tema y la sustitución de palabras de la lengua común por creaciones propias. En los campos léxicos suele existir
una gran provisión de sinónimos o cuasi-sinónimos para la comunicación de alguna zona especializada de la experiencia.
3.3.1.1. Los dominios de experiencia y los campos léxico
semánticos en el Llanto de Federico García Lorca
Haremos alusión solamente a los dominios de experiencia:
La cogida y la muerte y El Cuerpo, que se corresponden en parte, con los campos semánticos de la Agonía y del Cambio.
Una explicación más detallada de este trabajo implicaría la
reseña de todos los dominios de cada elegía y de sus respectivos
campos semánticos y asimismo las conexiones y relaciones con la
jerarquización sintáctico-semántica y con los temas y secuencias
del EBI.
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Otro aspecto que no queremos dejar de señalar es la proliferación de lexías complejas y que cobran también un decisivo interés en los análisis del componente retórico, pues se trata de la
creación de nuevas e insólitas asociaciones semántico-sintácticas las cuales desencadenan nuevos sentidos, así como diferentes valoraciones estéticas. Estas lexías complejas, que a veces resultan también unas sintaxías muy particulares, las encontramos abundantemente en Lorca, tales como: “la flor de su calavera”, “agujero sin fondo”, “cuerpo sin posible descanso”, “capitán
atado por la muerte”; o en Benito Raúl Losada: “hacer de la retina
una cuenca escondida”, “romper el final de los cuentos”, que sorprenden en una primera lectura y ameritan un detenido y profundo estudio.
En los poetas más cercanos a nosotros –y que se corresponden al período más allá del simbolismo, del superrealismo y de la
“irracionalidad” poética–, la complejidad metafórica y metonímica, las asociaciones insólitas y el distanciamiento semántico en
las comparaciones, ameritan un estudio mucho más detenido de
las re-contextualizaciones y de las referencias textuales; mucho
más allá incluso de los presagios metafóricos-alegóricos que ya
encontramos en Jorge Manrique en las implicaciones vida®ríos,
vida®camino, vida®sueño: vida vs. muerte.
Carlos Bousoño refiriéndose a las últimas tendencias de la
poesía moderna, a las cuales hemos hecho alusión anteriormente, las denomina como: “visiones” o “imágenes visionarias” y, en
cierta manera, las encontramos en las elegías que estamos analizando y que, repetimos, por su particularidad, ameritarían un
análisis aparte. Entre los estudios sobre las incidencias de la retórica en la creación de nuevos sentidos, sólo anotaremos como
precedentes, entre otros, y como inicio para la profundización en
estos procesos, los estudios realizados sobre los mecanismos de
la expresión poética que ha adelantado Carlos Bousoño (1979) y
que nos parecen nuevos e interesantes caminos de exploración
para la teoría lingüística y discursiva en general:
Hablo de una Psicología Semántica o ciencia de la producción mental de la significación, en este caso irracionales: lo que ocurre en nuestra mente de lectores al hacernos con el texto de que se trate (y antes en la mente
del autor al escribirlo) para que las significaciones se
nos manifiesten con la indispensable objetividad de la
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ciencia inicial que digo, relacionada, sin duda, por un
lado con la Estética, y, por otro, con la Lingüística (Bousoño, 1979:10).
Nos remitimos a estos planteamientos como un buen antecedente a algunas de las vertientes de análisis que estamos indicando.
Reseñamos en los Cuadros 1-3 algunos de los dominios y de
los campos léxico-semánticos del “Llanto” de Federico García
Lorca.
CUADRO 1
El dominio “la cogida y la muerte” en el Llanto de Federico
García Lorca
Dominios
La cogida
y la muerte
Textos
• “Un niño trajo la blanca sábana”
• “El viento se llevó los algodones”
• “Y el óxido sembró cristal y níquel”
• “Las campanas de arsénico y de humo”
• “Cuando la plaza se cubrió de yodo”
• “A lo lejos ya viene la gangrena”
• “Trompa de lirio por la verde ingle”
• “Las heridas quemaban como soles”
• “La muerte le ha cubierto de pálidos
azufres”
• “La muerte puso huevos en la herida”
• “Lo demás era muerte y solo muerte”
• “Cuando el sudor de nieve fue llegando”
• “Un ataúd con ruedas es la cama”
• “El cuarto se irisaba de agonía”
• “Y los toros de Guisando / casi muerte y
casi piedra”
• “Pero ya duerme sin fin”
• “Porque te has muerto para siempre”
• “Porque te has muerto para siempre”
• “Como todos los muertos de la Tierra”
• “Como todos los muertos que se olvidan”
• “Por las gradas sube Ignacio / con toda su
muerte a cuestas”
• “Huesos y flautas suenan en su oído”
• “Luchan la paloma y el leopardo”
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CUADRO 2
El dominio del “cuerpo” en el Llanto de Federico García Lorca
Dominios
Textos
El cuerpo
• “Ya se acabó. La lluvia penetra por su boca.
/ El aire loco deja su pecho hundido,”
• “¿Qué dicen? Un silencio de hedores
reposa. / Estamos con el cuerpo presente
que se espuma, / con una forma clara que
tuvo ruiseñores / y la vemos llenarse de
agujeros sin fondo.”
• “Para ver ese cuerpo sin posible descanso”
• “Yo quiero que me enseñen dónde está la
salida / para este capitán atado por la
muerte.”
• “Para llevar el cuerpo de Ignacio y que se
pierda”
• “Que se pierda en la plaza redonda de la
luna”
• “Que se pierda en la noche sin canto de los
peces / y en la maleza blanca del humo
congelado”
• “Para que se acostumbre con la muerte que
lleva”
• “Duerme, vuela, reposa: ¡También se muere
el mar!”
• “No te conoce el lomo de la piedra / ni el
raso negro donde te destrozas”
• “Porque te has muerto para siempre”
• “La piedra es una espalda donde los sueños
gimen / sin tener agua curva ni cipreses”
• “La piedra es una espalda para llevar el
tiempo / con árboles de lágrimas
• y cintas de planetas”
• “Ya se acabó. ¿Qué pasa? Contemplad su
figura: / La muerte le ha cubierto de
pálidos azufres, / y le ha puesto cabeza de
oscuro minotauro”
• “Pero ya duerme sin fin. / Ya los musgos y
la hierba / abren con dedos seguros / la
flor de su calavera”
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CUADRO 3
Ejemplos de campos léxico-semánticos en el Llanto
de Federico García Lorca
Campos
semánticos
Lexías asociadas
Agonía
Pálidos azufres, solo muerte, sudor de nieve, paloma
vs. leopardo, poner huevos en la herida, ataúd, agonía,
casi muerte y casi piedra, duerme sin fin, huesos, flautas, con toda su muerte acuestas.
Ausencia
Recuerdo mudo, muerto para siempre, muertos de la
Tierra, muertos que se olvidan, perros apagados, no,
buscar, desorienta, sangre abierta, No, no te conoce
nadie. No, muerte y solo muerte.
Cambio
Musgos, hierba, la flor de su calavera, se acabó, cubierto de pálidos azufres, cabeza de oscuro minotauro,
lágrimas de nieve, pecho hundido, el aire como loco, la
lluvia penetra por su boca, silencio de hedores, esfumarse, agujeros sin fondo, cuerpo sin posible descanso, capitán atado por la muerte, llevar el cuerpo de
Ignacio para que se pierda, acostumbrarse con la
muerte, duerme, vuela, reposa, no te conoce nadie,
raso negro donde te destrozas, muerto para siempre.
Tristeza
y dolor
Asta desolada, plaza gris, casi muerte casi piedra, sauces en las barreras, mugieron como dos siglos, triste
lengua, mayorales de pálida niebla, larga, oscura, triste lengua, charco de agonía, toro de pena, los sueños
gimen, árboles de lágrimas, esqueletos de alondras, lobos de penumbra, lágrimas de nieve, doliente res inmóvil, toro negro de pena, la tristeza que tuvo tu valiente alegría, Yo yanto con palabras que gimen, una
brisa triste, un llanto como un río, que se pierda la noche sin canto de los peces, y en la maleza blanca del
humo congelado, Dile a la luna que venga / que no
quiero ver la sangre / de Ignacio sobre la arena, Eran
las cinco en sombra de la tarde.
Sangre
Charco de agonía, triste lengua, caliz, golondrinas, escarchas de luz, delirio de azucenas, cristal, hocico de
sangre, sangre abierta, sangre dura, chorro, sangre
venid cantando, resbalando, vacilando, tropezando
Medicina y
herida
Sábana, algodones, oxido, níquel, arsénico, yodo, gangrena, ingles, azufres, heridas, muerte.
Dominios
Texto
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Dominios
Fortuna vs.
fatalidad
Sentimientos
Texto
• “Pero tú, adivinaste el contenido, supiste quién
velaba la alegría, quién cortaba tu luna, quién
molería tus huesos, qué pleamar ahogaría las
golondrinas”
• “Es que dejamos de circundar la noria de la
fatalidad, eternamente”
• “Con la verdad de los presentimientos”
• “Esta vez la fortuna no te trajo a nosotros”
• “Yo regresaba un poco del Dolor”
• “Habrá palpado el llanto más allá de la lágrima”
• “El grito más atrás de las voces”
• “A veces nosotros mismos en el llanto infinito de
la madre, la esposa, el hijo. A veces Dios”
• “Y era golpear paredes para tocar el frío”
A continuación presentamos algunos campos léxico-semánticos en la Elegía de Benito Raúl Losada.
CUADRO 5
Ejemplos de campos léxico-semánticos en Benito Raúl Losada
Campos
Semánticos
Lexías asociadas
Cambio
Regresar, pasar, pasos, huellas, bajel, viaje, llegada, naufragio, esperar
Tiempo
Hora, principio, entretanto, siglos, eternamente,
abuelo-padre-hijo.
Incertidumbre
Presentimiento, circundar la noria, dar la vuelta,
resignación, vigilia, girar, absurdo, fortuna
Muerte-dolor
Dolor, gris insensible, llanto, lágrima, grito, noche
en cruz, ojo en vigilia, blasfemia, llanto infinito,
frío, golpear, hacer de la retina una cuenca escondida, romper el final de los cuentos, muerte, cortar
su luna, moler sus huesos, ahogar las golondrinas,
darle mis lágrimas al tiempo, sobrevivir, matar,
luto, agonía
Vida-alegría
Esperanza, entereza, madre, esposa, hijo, amigo,
Dios, luz, eran puras las huellas, rosa, retorno de
pájaros, cantar, resucitar
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4.3.2. El componente semántico-sintáctico.
El Esquema Básico Incluyente. EBI
Después de estudiar el léxico y sus agrupaciones en dominios de experiencia y en campos semánticos, pasaremos al análisis de las unidades semántico- sintácticas nucleares, en el llamado módulo actancial.
Todo hablante sabe que, si utiliza un lexema don-, d-,
tiene que imaginar un donante, un objeto que es dado, y
un destinatario de lo que se da: “ alguien dar algo a alguien”. Se trata de un mínimo requerido semánticamente, al que llamaremos “ módulo actancial” de don-,
d- (Pottier B. 1992:137).
Como se comprenderá un texto amplio implica relaciones
semántico-sintácticas de conjuntos y subconjuntos que se jerarquizan estructural y funcionalmente en la globalidad discursiva.
Esto nos obliga a encontrar un esquema superior, que se formula
como si se tratase de un módulo actancial y que denominamos
Esquema Básico Influyente (EBI). Este esquema es el resultado
de la reducción textual a su estado más simple de comprensión,
respetando las peculiaridades sintáctico-semánticas de la lengua
en la que se ha producido, y puede ser también el punto de partida para una posterior recreación, mediante expansiones semántico sintácticas sucesivas, de nuevos textos y discursos.
El nivel más general y global de la macro-estructura en
el componente semántico es el Esquema Básico Incluyente, el cual, expresado en términos de módulo actancial, es capaz de resumir la información o propósito primordial del discurso (Molero L. 1985:65).
Comenzamos a construir el EBI por el nivel discursivo, y utilizamos todas las herramientas que nos proporciona la teoría, la
metodología y la práctica del análisis semio-lingüístico, semántico - pragmático y retórico discursivo, teniendo en cuenta el tipo
de discurso, el género, los modos y las modalidades de enunciación discursivas.
Para establecer el EBI a partir del nivel discursivo no debemos olvidar los implícitos codificados de cada género y tipo de discurso, así como la llamada retórica discursiva. Por ejemplo, habrá ciertas diferencias de procedimiento entre una obra de teatro,
un cuento o un poema. Cuando se trate de reducir el modo argumentativo no debemos olvidar que las relaciones lógicas unas ve-
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ces están representadas mediante una semántica implícita y
otras por marcas léxico-semánticas. Igualmente será necesario
establecer las diferencias entre los órdenes temporales discursivos y los de la crono-experiencia.
La reducción se efectúa recurriendo fundamentalmente a
los módulos actanciales-verbales, como núcleos mínimos en
donde se articula la semántica y la sintaxis. Utilizaremos para
ello la jerarquización sintáctica y las redes semánticas, conjuntos
y subconjuntos léxicos de los campos utilizados en el texto.
4.3.2.1. El EBI de las dos Elegías
En primer lugar, queremos hacer una advertencia sobre la
presentación de los dos EBI. Dada la extensión de alguna de las
elegías no hemos transcrito todos sus elementos de análisis, pero
sí el lector podrá advertir en los niveles superiores de la reducción
textual, la semejanzas y diferencias, ya sean temáticas o narrativas. Se entiende que en el nivel de los módulos actanciales, por
tratarse de las unidades más cercanas a la linealidad del texto,
las diferencias contendrán todas la particularidades diferenciales de cada poema y podrá observarse la correlación entre los módulos actanciales, las secuencias y los temas o tópicos, así como
el desarrollo narrativo de la elegía; mientras que en el nivel lógico-conceptual y en el EA las diferencias entre las elegías serán solamente en la globalidad de algunas de las relaciones establecidas en el evento.
Presentamos los EBI de las dos elegías en las Figuras 3 y 4.
Si pasamos ya a establecer ciertas diferencias y semejanzas
entre las elegías aquí analizadas, podemos observar, en primer
lugar, que la coincidencia en el MACRO-TEMA nos indicaría en
alguna manera, por qué la crítica, casi en su generalidad, las ha
clasificado como elegías, del griego: LLANTO. Incluso Federico
García Lorca la titula “Llanto”. Las “Coplas” o “Dezires” de Jorge
Manrique, se apartan en algunos aspectos de las variantes temáticas a las que sucintamente haremos alusión, porque obedecen,
en parte, a ser un texto bisagra entre el tiempo de la edad media y
los valores de la individualidad renacentista.
En nuestro entender es acertado que todas puedan ser clasificadas como elegías; diríamos, sin embargo, que las “Coplas” son
“algo más” y por eso han pasado a la historia de la literatura española como uno de los poemas clave que transcienden su tiempo y
donde encontramos ya el germen de los temas renacentistas y de
FIGURA 3
EBI de la elegía de Federico García Lorca por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías
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FIGURA 3 (Continuación)
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FIGURA 4
EBI de la elegía de Benito Raúl Losada por la muerte de Tomás A. Calatrava
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FIGURA 4 (Continuación)
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aquellos que, posteriormente, va a desarrollar la literatura llamada de la “edad de oro” de la literatura española. Incluso en un
gran poeta cercano a nosotros como Federico García Lorca encontramos algunas “huellas” ya insinuadas anteriormente en estas “Coplas” tan lejanas en el tiempo pero tan cercanas en los
contextos literarios y en los intertextos de todo buen lector-escritor de literatura castellana. Para algunos de estos aspectos véase
la obra de González y Saquero (1994). Y precisamente en el
EVENTO MÍNIMO de las “Coplas” podemos apreciar ya la primera
diferencia con las demás elegías: al comportamiento LLORAR, y
al dolor “inconsolable” de las demás elegías, añaden las Coplas de
Jorge Manrique el “consuelo” de la vida eterna. Pero, también los
sentimientos personales del dolor por la muerte, van a ir acompañados, en el desarrollo del poema, de la dimensión social del
evento-muerte, al focalizar también las obras de su padre, como
gran guerrero y Maestre de la orden de Santiago; consideraciones
sociales que, aunque no tan destacadas, aparecen también en
Lorca, cuando repetidamente acude a las terceras personas para
que “contemplen su figura”; y en el panegírico de Ignacio se puede
constatar: “yo quiero ver aquí los hombres de voz dura,” “a los
hombres que les suena el esqueleto,” y “tardará mucho tiempo en
nacer si es que nace/ un andaluz tan claro, tan rico de aventuras”, que por tratarse de Lorca nos reenvían también a una dimensión social de la literatura.
El EBI de las “Coplas” de Jorge Manrique, como ya hemos
señalado más arriba, se convierte, según nuestros análisis, en el
patrón temático que debieron tener presente, tanto Lorca como
Miguel Hernández y Benito Raúl Losada. En los tres se van a encontrar, en forma explícita, contextual o intertextualmente, las
pautas abiertas por Jorge Manrique y se van también a marcar
sus diferencias temáticas, sobre todo, en el desenlace y en la evaluación. Tal es el caso de la oposición entre el “consuelo” de la elegía de Jorge Manrique y la negación explícita del consuelo y de la
posible resurrección o mitigación religiosa de la muerte, en Lorca.
Lorca repetirá en la última parte del “Llanto”, en “Alma ausente”,
cuatro veces: “Porque te has muerto para siempre”. Para Lorca es
una muerte sin retorno. Para Miguel Hernández hay una insistencia, un deseo reiterado, manifestado en un DECIR y en un
HACER, por desenterrar y resucitar a su amigo Ramón Sijé. Y Benito Raúl Losada dirá: “Pero ya no hay respuesta/ Pero ya no hay
respuesta a la agonía/ de tu muerte, tan muerte”.
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Estas diferencias, como sus semejanzas, están reflejadas en
los niveles del EBI. Si observamos en los temas del desenlace y la
evaluación final, encontramos que tanto en Jorge Manrique como
en Miguel Hernández, como en Benito Raúl Losada, hay una especie de “consuelo” y de “esperanza”, muy velada en Losada;
mientras que en Lorca hay una negación total de la esperanza y
del consuelo, sólo por la expresa conciencia de la palabra del poeta, ésta lo salvará del olvido y éste será el único premio (Cuadro 6).
4. A modo de conclusiones
El Cuadro 7 recoge las conclusiones del análisis en el evento
vida vs. muerte.
Para terminar diremos que nuestros análisis versaron principalmente, sobre el ordenamiento de los temas en los eventos de
las dos elegías, como presupuestos para posteriores estudios que
imbriquen los aspectos temático-formales, los estéticos y las interpretaciones de la simbología individual y colectiva. La compleja reelaboración y transformación del texto, desde las formas arquetípicas de la significación hasta los sentidos personales y sociales dan lugar a nuevas formas discursivas en las continuas,
múltiples y diferentes re-contextualizaciones.
El análisis permite al mismo tiempo el estudio y la comparación de las elegías en diferentes niveles: el universal, el social y el
particular de cada interpretante.
Resta, entre otros muchos, un acercamiento propiamente literario y estético pero queda claro que no debe contraponerse el
estudio semio-lingüístico y crítico del discurso a los planteamientos de la crítica estética, literaria y social.
Desde las incidencias en el orden táctico de la linealidad discursiva, pasando por las funciones de cada palabra, de cada lexía, de cada enunciado, y más allá de las complejidades de la lingüística transfrástica del discurso, creemos que estos presupuestos teóricos y metodológicos de una semántica de la palabra,
del enunciado y del discurso pueden y deben ser el comienzo y el
fundamento para otras múltiples interpretaciones de los textos y
los discursos.
A modo de evaluación final, quisieramos dejar esta reflexión
sobre el género de la elegía como modalidad del DECIR referida al
evento “muerte de un ser querido”.
Estado Final o Desenlace
CÁRCEL + MUERTE
Recuerdo1 @ Recuerdo2
Dolor1 + Dolor2
CUERPO PRESENTE
• La muerte y sus efectos
como muerte universal
• Metamorfosis del cuerpo
por la muerte
• Silencio ante el cuerpo
sin posible descanso y
sin ritos de consuelo
• Petición de presencia de
hombres fuertes y
valientes
• Solicitud para que el
llanto se lleve por las
constelaciones celestes
el cuerpo muerto de
Ignacio
Poeta
Benito Raúl
Losada
Federico García
Lorca
MUERTE vs. CONSUELO
sin regreso cielo ¿cristiano?
musas ¿Parnaso?
ALMA AUSENTE
• Nadie conocer ni recordar a Ignacio. Ignacio se ha muerto
para siempre
• Panegírico de Ignacio: Recuperación de su memoria para
las generaciones futuras a través del canto del poeta
Alegría vs. Dolor
VIDA vs. MUERTE
(viaje)
(naufragio)
Evaluación
CUADRO 6
Cuadro resumen de los estadios finales del EBI en las dos elegías
Semiotización e interpretación discursivas
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Vs Muerte accidental
-Espacios compartidos
-Cárcel
-Mar
-La plaza de toros
-La piedra (enfermería)
-Andalucía
-Espacios celestes
Espacios
-Amigo y hermano
-Torero y “bien nacido”
Caracterizaciones
de los actantes
-Tomás Alfaro Calatrava
-Súbita
-Inesperada
-Injusta
Evolutivo
¯
Resultativo
Vida terrenal
Vida de la fama Vs. Muerte inesperada
Vida eterna
-Ignacio Sánchez Mejías
-Toro
-Otros
Muerte súbita, sangrienta y accidental
Transformativo
¯
con causativo
Resultativo
Vida de la fama
Vida terrenal
Elegía de Benito Raúl Losada
Actantes
-Principal
-Secundarios
Modos
de los eventos
Estatutos
de los eventos
Eventos
Llanto de Federico García Lorca
CUADRO 7
El evento vida vs. muerte en las dos Elegías
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Si tomamos como ejemplo el “Llanto” de Federico García
Lorca, éste sería el esquema:
CUADRO 8
Modalidad del género Elegía
YO (Poeta)
Federico García
Lorca
Modalidad del
género: ELEGÍA
Evento
CANTAR
(Canto)
YANTAR
(Llanto)
Ignacio Sánchez Mejías¬MORIR
El género de la elegía sería la modalidad apropiada para expresar el dolor por la muerte de un ser querido, en este caso un
amigo.
EVENTO1
E¬C
Amigo ¬ MORIR
EVENTO2
E¬C
Poeta ¬ CANTAR, LLORAR
¯
EVENTO MUERTE
EVENTO POEMA (Elegía)
El sujeto de la enunciación (yo - poeta) se convierte en el actante principal, no ya del hecho narrado, sino del poema como
evento creativo de valores estéticos y literarios en sus formas y
contenidos, en este caso, de la elegía como forma, y del dolor por
la muerte de un amigo como contenido.
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