2007002670 - Superintendencia Financiera de Colombia

Anuncio
LIBERTAD ACCESO SERVICIOS FINANCIEROS – LIBERTAD CONTRACTUAL –
PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR
Concepto 2007002670-001 del 27 de febrero de 2007.
Síntesis: Es usual que las entidades financieras en el momento de abrir una cuenta de
ahorros ofrezcan a los clientes la posibilidad de acceder a otros productos y servicios
financieros pero estos no pueden ser impuestos al cliente financiero puesto que éste se
encuentra facultado para aceptar o rechazar la propuesta, sin que sea jurídicamente posible
que se ejerza coacción por parte de la institución financiera para que el usuario los acepte;
puesto que ello se traduciría en un abuso de la posición dominante. Si la persona a quien va
dirigida la oferta no la encuentra conveniente a sus intereses puede, en desarrollo de su
libertad contractual, abstenerse de realizar el negocio con la posibilidad de acudir a otra
institución crediticia que ofrezca un producto que se acomode a sus expectativas. La
exigencia de una póliza como requisito para la apertura de una cuenta de ahorros, constituye
un impedimento ilegal que redunda en la práctica en la restricción de los servicios financieros
para el solicitante, desconociendo de contera el régimen para la protección del consumidor.
«(…) consulta si es obligatorio en Colombia tomar un seguro para la apertura de una cuenta de
ahorros.
Al respecto, procede señalar que es usual que las entidades financieras en el momento de abrir
una cuenta de ahorros ofrezcan a los clientes la posibilidad de acceder a otros productos y
servicios financieros 1 , como sería el caso de tomar pólizas de seguros que amparen
determinados riesgos.
No obstante lo anterior, si bien los bancos pueden ligar sus productos a otros como la de tomar
un seguro de vida, estos no pueden ser impuestos al cliente financiero puesto que este se
encuentra facultado para aceptar o rechazar la propuesta, sin que sea jurídicamente posible que
se ejerza coacción por parte de la institución financiera para que el usuario los acepte; puesto
que ello se traduciría en un abuso de la posición dominante, intrínseca a su categoría de
institución financiera.
Así pues, no es la simple invitación a tomar un seguro de vida lo que constituye un abuso de
posición dominante, sino el ejercicio de la preeminencia para imponer como requisito sine qua
1
La posibilidad de acceder a los servicios de una entidad vigilada es un acto facultativo del usuario del sistema
quien de no aceptar las condiciones fijadas por el banco, puede acudir a otra entidad donde no se vea atado a un
servicio o producto en especial, lo que en últimas determinará un detrimento competitivo de la institución frente a
las demás entidades partícipes en el mercado. (Superintendencia Bancaria Oficio No. 19998030765-3 del 31 de
agosto de 1998).
non la obtención de dicho producto. La situación fáctica indicada podría originar
adicionalmente para los usuarios y clientes del sistema financiero una carga económica
adicional, como por ejemplo el pago del valor de las primas del seguro.
Por consiguiente, se considera que una posición de dominio de tal naturaleza resultaría siendo
aprovechada por el banco en detrimento del equilibrio económico de la prestación 2 , máxime
cuando los servicios y productos que ofrecen los establecimientos financieros se presumen son
de libre aceptación por los usuarios.
En consecuencia, si la persona a quien va dirigida la oferta no la encuentra conveniente a sus
intereses puede, en desarrollo de su libertad contractual, abstenerse de realizar el negocio con
la posibilidad de acudir a otra institución crediticia que ofrezca un producto que se acomode a
sus expectativas.
Para reforzar lo anterior, es procedente remitirnos al pronunciamiento efectuado por esta
agencia estatal 3 en relación con el tema de la libertad para contratar servicios, cuyos apartes
pertinentes rezan:
“e) Libertad contractual para contratar servicios financieros:
“Respecto de la libertad contractual, este Despacho expresó en el oficio 2000044902-1 del 24
de julio de 2000 lo siguiente:
´(…) Ahora bien, pese a que la gran mayoría de los contratos celebrados entre las entidades
financieras y su clientela son de adhesión, ello en modo alguno desvirtúa que las obligaciones
y derechos que surgen para las partes necesariamente deben originarse en un acuerdo de
voluntades, el cual constituye ley para los contratantes de conformidad con lo establecido en
el artículo 1602 del Código Civil.
´Conforme al presupuesto legal expuesto, toda persona natural o jurídica con capacidad de
goce y de ejercicio puede legalmente, adquirir derechos y contraer obligaciones para asumir
la realización de hechos, prestaciones o la simple abstención de las mismas. De igual manera,
en virtud del presupuesto de la autonomía de la voluntad, por el cual una persona tiene la
potestad y el libre albedrío de contratar u obligarse con otra, cada individuo tiene plena
facultad de autorregularse en materia de negocios y obligaciones, con la libertad de escoger
con quien contratar en sus transacciones particulares.
2
Corte Suprema de Justicia, sentencia del 19 de octubre de 1994, M. P. Carlos Esteban Jaramillo Schloss.
3
Superintendencia Bancaria Concepto 2004062721-000 del 26 de enero de 2005.
´Por consiguiente, los usuarios del sistema financiero deben, antes de firmar el contrato de
cuenta corriente, informarse suficientemente acerca de los requisitos, derechos y obligaciones
que enmarcarán sus relaciones jurídico-comerciales con el establecimiento bancario, a fin de
adoptar la decisión que más le resulte apropiada con sus intereses, habida cuenta que la
prestación de los servicios bancarios, determinan y fundamentan el cobro y otorgamiento de
una serie de servicios que son ofrecidos en paquete por cada entidad, y ante los cuales el
cuenta corrientista debe estar atento para aceptar o rechazar al momento de abrir la cuenta,
gozando de la opción de acudir ante otro de los establecimientos bancarios que autorizados
por esta Superintendencia, ofrezcan los mismos servicios en las condiciones que el cliente
requiera. 4
“Bajo este contexto, se considera que un servicio prestado por una institución financiera a un
cliente presupone la existencia de una oferta por parte de la misma y de una aceptación del
segundo, de tal suerte que el cobro que al respecto se efectúe en el convenio y en la efectiva
prestación del servicio correspondiente, siendo indiferente si anteriormente la entidad
cobraba o no por el mismo, pues, se reitera, lo importante es que el usuario sea previamente
informado con el propósito de que decida si acepta o se abstiene de continuar con el servicio.
(…)”.
En consecuencia, en relación con la particular exigencia que el Banco (…) en su caso
concreto le ha efectuado de constituir una póliza de seguro para tener la posibilidad de abrir
una cuenta de ahorros en ese banco, le podemos informar que este procedimiento al no estar
contemplado en la ley ni en las circulares externas de esta Superintendencia que imparten
instrucciones que deben seguir sus vigilados para la apertura de cuentas de ahorro,
constituiría presuntamente un abuso de posición dominante, además de verificar de hecho
una limitación para acceder a la utilización de servicios financieros.
Por esta razón, encontramos que la exigencia de una póliza como requisito para la apertura
de una cuenta de ahorros, constituye un impedimento ilegal que redunda en la práctica en la
restricción de los servicios financieros para el solicitante, desconociendo de contera el
régimen para la protección del consumidor previsto en el Estatuto Orgánico del Sistema
Financiero, habida cuenta que con tal exigencia se ignora el carácter de interés público que
por disposición del artículo 335 de la Carta Política ostentan los servicios que prestan, tal
como lo ha señalado esta Superintendencia en la Circular Externa 023 de agosto 3 de 2005.
(…).»
4
Oficio 1998005106 del 9 de febrero de 1998” (nota del concepto transcrito).
Descargar