NOCIONES Y PRECISIONES EN TORNO AL CONCEPTO Y LA PRÁCTICA y grados distintos en cada caso de acuerdo con la inserción particular del participante en lo local. En lo que se refiere a las expresiones organizadas de la sociedad civil y política local, la participación y apropiación del proceso de gestión local es más fácil cuando el proyecto funciona a través de organizaciones ya existentes y ligadas a la problemática del desarrollo local. Esfuerzos para crear nuevas organizaciones en torno a un problema eventual como los desastres, han sido en general un fracaso. Es más factible trabajar con Recuadro 8. La Gestión del Riesgo y el Poder Local: El caso de las Municipalidad de Senahú, Alta Verapaz - Proyecto CARE Los escasos recursos de los gobiernos locales, el centralismo en la toma de decisiones en el nivel nacional, la dependencia económica de los actores externos y la visión a corto plazo de sus autoridades, son algunos de los factores que no permiten un proceso organizado y planificado de reducción del riesgo y por ende de desarrollo de las comunidades. Sin embargo, a pesar de todas estas dificultades se pueden encontrar, aunque de manera dispersa y aislada, experiencias interesantes de municipios que han logrado articular sus capacidades para orientar procesos que trasciendan de la inversión puntual, de la atención a la emergencia o de las campañas partidarias. El caso de Senahú es uno de ellos; el Gobierno Local se involucró en el tema y en ese proceso fue trascendiendo de las acciones de preparativos ante emergencias a la reducción de las condiciones de riesgo, involucrándose incluso en iniciativas en el ámbito de toda la cuenca. El Municipio de Senahú se encuentra en alto nivel de riesgo a derrumbes y deslizamientos. La creciente deforestación de sus laderas de material calcáreo ha acelerado su proceso de erosión, y la ubicación inadecuada de viviendas y áreas productivas ha elevado la probabilidad de que se vean afectadas en los periodos de lluvia. Las primeras acciones del proyecto estuvieron orientadas a la preparación ante nuevas situaciones de emergencia. Durante ese proceso se desarrollaron jornadas de capacitación que tenían como propósito ir dando insumos para la elaboración de los Planes de Emergencia. Estas acciones se apoyaron en instituciones especializadas (CONRED, CUNOR, USGS), luego el equipo de CARE lo replicó en el nivel municipal y por último los técnicos municipales lo adecuaron al nivel comunitario. La intervención sin embargo fue paulatinamente más allá de estas actividades. Consciente de que la situación de riesgo persistía y que continuaba incrementándose, el alcalde municipal, Francisco Javier Teni Chiquín, ha involucrado a la institución edil en la promoción de procesos de reducción de condiciones de riesgo. Han evaluado los barrios y la infraestructura básica y han emprendido la difícil tarea de reubicar a las familias de las viviendas en más altas condiciones de riesgo. Con fondos del proceso de reconstrucción después del desastre del año 2000, vienen construyendo un nuevo barrio en el cual ubicar a estas familias, mientras que las laderas han sido declaradas zonas intangibles y se está desarrollando proyectos de reforestación. Actualmente, con el apoyo del proyecto CAMI (segunda fase de la intervención de CARE) se ha entrado a un proceso de promoción de desarrollo, de elaboración de un diagnóstico integral, del plan de gestión de riesgo y desarrollo, y de integración a la Mesa de Concertación de la Cuenca del Polochic. En esta última, la Municipalidad de Senahú se ha convertido en uno de los actores dinamizadores. La presencia de un alcalde dinámico, concertador y comprometido con su comunidad, ha sido un factor clave para la implementación exitosa del proyecto en este municipio. Del mismo modo, el liderazgo de la alcaldía viene facilitando la participación de los otros actores sociales, instituciones públicas y privadas, y organizaciones de base. 57