Mielinolisis central y periférica de la protuberancia

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Casos clínicos
Mielinolisis central y
periférica de la protuberancia:
presentación de un caso y
revisión de la literatura
Foto: Cotesía del autor
Jaime Madinaveitia Turcotta, Jaime Laventman
Grimbergb, Gabriel Fraind Mayac
Resumen
La mielinolisis central de la protuberancia o síndrome de
desmielinización osmolar, es un padecimiento que se asocia
a pacientes con hiponatremia grave, a los cuales se les realiza
una corrección brusca del sodio4. Se manifiesta como parálisis pseudobulbar que se presenta con: tetraparesia, encefalopatía que en ocasiones se puede presentar con rigidez, ataxia
y movimientos anormales. Se trata de una desmielinización
no inflamatoria secundaria al edema neuronal intenso tanto
a nivel del puente como en otras zonas extrapontinas10. Es
una patología infrecuente, sin embargo tiene mal pronóstico y la terapia con rehabilitación es el único tratamiento. El
objetivo de la presente comunicación es informar el caso de
un hombre de 63 años con cuadro de déficit neurológico
progresivo posterior a un evento quirúrgico y corrección
rápida de hiponatremia que presentó en días posteriores,
mielinolisis pontina y extrapontina con diagnóstico por imagen y resonancia magnética. El paciente ameritó un largo
a
Departamento de Medicina Interna. Hospital Ángeles Lomas.
Huixquilucan, Edo. de México.
b
Servicio de Neurología. Hospital Ángeles Lomas. Huixquilucan,
Edo. de México.
c
Estudiante de Medicina. Universidad Anáhuac. México, DF.
Correo electrónico: [email protected]
Recibido: 09/09/2013. Aceptado: 07/01/2014.
periodo de hospitalización y rehabilitación, sin embargo
las secuelas neurológicas actuales no son incapacitantes.
Es imprescindible reconocer la hiponatremia y corregirla de
manera correcta para evitar este tipo de complicaciones.
Palabras clave: Mielinolisis, desmielinización, hiponatremia,
parálisis pseudobulbar, osmolaridad
Central and peripheral pontine Myelinolysis:
case report and review of literature
Abstract
Central pontine myelinolysis or osmolar demielinization syndrome is a very well-known disorder in patients with severe
hyponatremia that undergo to a rapid sodium replacement.
It is clinically described as a pseudobulbar palsy, with tetraparesis, and encephalopathy, that can also show generalized
rigidity, ataxia and the presence of abnormal movements. It
consists of a non-inflammatory demielinization secondary
to neuronal swelling or edema, at the pontine level and in
other extrapontine locations. It is an infrequent pathology
that carries a bad prognosis and where the only available
treatment is prolonged rehabilitation. Herein we inform the
case of a 63 year old male, with a progressive neurological deficit following a surgical intervention and rapid replacement
of a severe hyponatremia. The patient required a prolonged
in hospital stay and further rehabilitation, although the neurological sequels actually are not disabling. It is essential to
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Foto: Cortesía del autor
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Figura 1. Imagen axial de resonancia magnética que muestra imágenes de
hiperintensón en la región pontina y extrapontina.
recognize hyponatremia and to perform an adequate correction of sodium levels to avoid this complication.
Key words: Myelinolysis, demielinization, hiponatremia, pseudobulbar palsy, osmolarity.
ticas de la resonancia magnética7. Actualmente el
único tratamiento es a base de terapia de rehabilitación prolongada, por lo que evitar esta complicación con un manejo cuidadoso del paciente con
hiponatremia es primordial.
INTRODUCCIÓN
La mielinolisis pontina es un síndrome que se caracteriza por la desmielinización de la sustancia blanca
secundario a cambios bruscos de osmolaridad en el
sistema nervioso central. Clínicamente se presenta
como síndrome pseudobulbar con cuadriparesia,
encefalopatía y en ocasiones se puede acompañar
de datos extrapontinos como ataxia y movimientos
anormales. Aunque su descripción inicial fue en
pacientes con desnutrición y alcoholismo2, ahora se
conoce que ocurre con mayor frecuencia en pacientes con hiponatremia donde la corrección de sodio
es mayor de 10-12 mEq en 24 h5. Para realizar el
diagnóstico es necesario documentar el trastorno
hidroelectrolítico junto a las imágenes caracterís-
OBJETIVO
Presentar el caso de un paciente con diagnóstico
de mielinolisis pontina y extrapontina como complicación de hiponatremia con reposición abrupta
de sodio, lo cual llevó al paciente a un deterioro
neurológico grave; a pesar de ello logró una rehabilitación neurológica satisfactoria.
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CASO CLÍNICO
Paciente varón de 63 años, sin historia de desnutrición o alcoholismo, que ingresó por cuadro de
oclusión intestinal en otro hospital; se trató al inicio
con dosis altas de metoclopramida y después se intervino en cirugía sin aparentes complicaciones. A
su ingreso en sus laboratorios llamó la atención hi-
Foto: Cortesía del autor
J. Madinaveitia Turcott, J. Laventman Grimberg, G. Fraind Maya
Figura 2. Imagen sagital de resonancia magnética ponderada a T1. Se identifica
imagen de hipotensión en el centro del puente que respeta la periferia de éste.
ponatremia de 108 mEq/L. Debido al desequilibrio
hidroelectrolítico se inició reposición parenteral con
solución salina hipertónica durantes las siguientes 72
h. Al término de la corrección hidroelectrolítica, los
electrolitos de control eran los siguientes: Na 138
mEq/L, K 2.9 mEq/L y Cl 111 mEq/L. Tres días
posteriores a la intervención inició con debilidad
generalizada y disartria, al día siguiente se agregó
somnolencia, temblor en ambas manos, rigidez marcada, disfagia, salivación excesiva, disfonía y parálisis facial central derecha. Se presentó progresión
paulatina con disminución de la fuerza muscular
en las cuatro extremidades. De inició se realizó estudio de imagen con tomografía computada, la cual
no mostró lesiones. Debido al cuadro neurológico
progresivo se le inició tratamiento con levodopa/
cardbidopa y biperideno, sin embargo, por el deterioro neurológico, se decidió su traslado a nuestro
servicio de neurología del Hospital Ángeles Lomas.
A su ingreso se sospechó de inició un cuadro
de pseudoparálisis bulbar secundaria a una mie-
linolisis central de la protuberancia y se confirmó
el cuadro clínico con resonancia magnética y potenciales evocados de tallo cerebral. La resonancia
mostró desmielinización a nivel de ganglios basales,
pedúnculos cerebrales y bulbo raquídeo, lo cual
permitió establecer el diagnóstico de mielinolisis
central de la protuberancia. Las lesiones se muestran
en los diferentes cortes de la resonancia magnética
observados en las figuras 1 a 4. Debido al cuadro
progresivo de disfagia, se realizó gastrostomía y a
partir de ese momento se inició con rehabilitación
física, de deglución y lenguaje. Un mes posterior al
inicio del cuadro se realizó una nueva valoración,
en la cual mejoró el lenguaje, la rigidez y la fuerza
muscular en las cuatro extremidades. Se mantuvo la
disfagia y parálisis facial central derecha y 6 meses
después, por la mejoría de la disfagia, se logró retirar
la gastrostomía y la evolución hacia la mejoría en
los demás aspectos fue paulatina. La evolución del
paciente fue positiva al paso de los años y aunque
aún tiene déficit con mínima rigidez y disfagia,
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Foto: Cortesía del autor
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Figura 3. Imagen coronal de resonancia magnética ponderada a T2 donde se
observa aumento en la intensidad de señal en la porción central del puente y
de los núcleos lenticulares.
podemos afirmar que en general su evolución fue
satisfactoria.
DISCUSIÓN
La mielinolisis central de la protuberancia es una
entidad clínica descrita y que se publicó por primera
vez a finales de los años cincuenta1, caracterizada
por un cuadro de parálisis pseudobulbar, cuadriplejia espástica y cierto grado de encefalopatía. En ocasiones los pacientes pueden presentar un síndrome
de enclaustramiento (locked in syndrome). Existen
algunas publicaciones de casos asintomáticos12,13. Al
inicio, se asoció a alcoholismo y desnutrición2, sin
embargo a principios de los años sesenta se relacionó
síndrome en pacientes a los cuales se les daba hidratación parenteral significativa3. En nuestros días la
mayoría de los casos se relacionan a reposición acelerada del sodio sérico en la hiponatremia prolongada
(valores de sodio sérico menores a 120 mEq/L por
más de 48 h)5. Esto último se conoce en modelos
animales experimentales donde se logró replicar la
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lesión pontina característica, después de corregir
la hiponatremia inducida a velocidades mayores de
10 mEq en 24 h10. Se trata de una desmielinización
no inflamatoria que aparece en las regiones centrales del puente y en al menos 10% de los pacientes
también pueden aparecer lesiones extrapontinas5
que incluyen tálamo, núcleos basales y cerebelo.
Aunque el mecanismo exacto que provoca la
desmielinización no se conoce, se ha propuesto que
en la región del puente, donde existe una interdigitación compacta entre la sustancia gris y blanca, la
corrección brusca del sodio provoca edema celular
que a su vez comprime las fibras de la sustancia
blanca e induce de manera secundaria la desmielinización. Esta hipótesis se sustenta en el hecho de que
la sustancia blanca a nivel de la cápsula interna no
se afecta en la mielinolisis10. También se informa la
alteración y pérdida de la barrera hematoencefálica
al momento de la hiponatremia, lo que permite la
entrada de citocinas, linfocitos y complementos que
al momento de hacer la corrección contribuyen a la
Foto: Cortesía del autor
J. Madinaveitia Turcott, J. Laventman Grimberg, G. Fraind Maya
Figura 4. Imagen axial de resonancia magnética ponderada a T2. Se identifica
aumento de señal en la cabeza de los núcleos caudados, en los núcleos
lenticulares y en los tálamos.
lesión de los oligodendrocitos y a la propia desmielinización. Esto lo demostró Murase, et al11 al teñir
con IgA el tejido cerebral de ratas con mielinolisis.
Esto demostró la ruptura de la barrera hematoencefálica ya que la IgA polimérica en condiciones
normales no atraviesa la barrera hematoencefálica.
La incidencia exacta no se conoce por lo infrecuente
del cuadro, sin embargo existe un estudio por Snigh
et al6, en donde se observó una incidencia del 29%
de mielinolisis central de la protuberancia en autopsias de pacientes con trasplante hepático.
La historia natural y evolución clínica es la de
un paciente con hiponatremia, generalmente sintomática, por debajo de 120 mEq por más de 48 h, al
cual se le corrige el sodio de manera acelerada (más
de 10 mEq en 24 h). En las próximas horas existe
una aparente mejoría clínica, sin embargo al paso de
los siguientes 2 a 6 días el paciente inicia con datos
de parálisis pseudobulbar, alteraciones del estado de
alerta, encefalopatía y cuadriparesia espástica. En
la exploración física es característica la aparición de
parálisis de nervios craneales; también se encuentra
disfagia, disartria y en ocasiones oftalmoparesias,
con frecuencia del oculomotor externo y en ocasiones se puede encontrar debilidad en el movimiento
de la musculatura inervada por el nervio trigémino. A nivel de extremidades aparece cuadriplejia o
cuadriparesia con hiperreflexia generalizada y signo
de babinski bilateral. Además, se puede presentar
temblor en cualquiera de las extremidades y hay
disminución del estado de alerta que puede iniciar
como un delirium hipoactivo o somnolencia y que
suele evolucionar al coma.
El estudio diagnóstico de elección es la resonancia magnética, en donde se observan lesiones
hiperintensas a nivel central del puente en la fase
T27. Se destaca la importancia de realizar imágenes
de resonancia seriadas ya que existe la posibilidad de
que en la primera imagen no sea visible la lesión característica. Se puede realizar el estudio confirmatorio al realizar potenciales evocados de tallo cerebral
en donde se confirma la alteración a este nivel. El
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pronóstico es malo y la muerte es común8. Los pacientes que llegan a recuperar algunos de los déficits
iniciales toman meses e incluso años para que esto
suceda sin que la recuperación y rehabilitación neurológica sea total; por lo tanto, el tratamiento sólo es
de soporte. Algunos estudios en ratas demostraron
avances en reducir la mortalidad y en la aparición de
lesiones pontinas cuando se disminuyen los valores
de sodio después de una corrección acelerada de
éste donde exista riesgo aumentado de mielinolisis9.
Cabe destacar que esto puede ayudar sólo si no
hay déficit neurológico por la mielinolisis. Por lo
tanto, en los casos de corrección abrupta del sodio
es importante iniciar la terapia de disminución de
sodio con dextrosa al 5% y/o desmopresina, con
una dosis inicial de 8 +g14, 15 y continuar de 2-4 +g/
día según la respuesta del paciente, antes de que se
presenten los síntomas por desmielinización osmótica. Una vez que mejora el paciente, se debe incluir
en un plan de rehabilitación multidisciplinario que
incluya tanto rehabilitación física, como terapia de
deglución, lenguaje y cualquier apoyo que amerite.
En el caso actual los 2 aspectos más destacados
a comentar son la iatrogenia por una corrección
inadecuada de la hiponatremia y la recuperación del
paciente, que aunque no fue total, logró recuperar
gran parte del déficit neurológico. Este caso ejemplifica la gran relevancia y el papel que tenemos
como médicos al realizar una corrección de sodio
que en apariencia es simple y fácil.
Como se describió antes, las complicaciones de
un tratamiento inadecuado de la hiponatremia sin
las medidas de control estrictas y la vigilancia estrecha pueden llevar al enfermo a un persistente
estado de déficit neurológico y en el peor de los
casos, la muerte. Por otro lado, aunque no se conoce
con exactitud la mortalidad de esta patología, se
informa que la gran mayoría de los pacientes permanecen a lo largo de su vida con déficit neurológico
irreversible. Es por esto que el presente caso es de
interés, ya que el paciente quedó con mínimas secuelas si se compara con el déficit que inicialmente
tenía. Este es un ejemplo del gran lugar que tiene
la rehabilitación en este tipo de pacientes donde
el tratamiento es conservador. Por último, no hay
que olvidar que esta patología es rara, pero con alta
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Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM
morbimortalidad y se debe tener presente siempre
dentro de las posibles complicaciones al enfrentarse
a un paciente con hiponatremia. Conocer el manejo
del desequilibrio hidroelectrolítico es esencial, requiere de una estrecha vigilancia y control estricto
y oportuno de las concentraciones de sodio sérico.
La única finalidad es evitar que el paciente presente
complicaciones que lo pueden dejar incapacitado de
por vida o incluso llevarlo a la muerte.
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