iv.- la administración general del estado en el exterior

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TEMA 9
LA ADMINISTRACIÓN
GENERAL
DEL
ESTADO. LOS ÓRGANOS
CENTRALES DE LOS MINISTERIOS. LA ADMINISTRACIÓN PERIFÉRICA
DEL ESTADO. LA ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO EN EL
EXTERIOR.
SUMARIO:
I.- LA ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO
I.1.- Concepto
I.2.- El Gobierno
I.3.- Las relaciones entre el Gobierno y la Administración General del Estado
I.4.- El funcionamiento del Consejo de Ministros
I.5.- El Gobierno en funciones
I.6.- Las Comisiones Delegadas del Gobierno
I.7.- La Presidencia del Gobierno
I.8.- Los Departamentos ministeriales
I.8.1.- Concepto
I.8.2.- Número y denominación
I.8.3.- La estructura básica común a los Departamentos ministeriales: órganos superiores y órganos
directivos
II.- LOS ÓRGANOS CENTRALES DE LOS MINISTERIOS
II.1.- Los órganos superiores: el Ministro y las Secretarías de Estado
II.1.1.- El Ministro
II.1.2.- Las Secretarías de Estado
II.2.- Los órganos directivos de los Departamentos ministeriales: las Secretarías Generales, la Subsecretaría, las
Direcciones Generales, la Secretaría General Técnica y las Subdirecciones Generales
II.2.1.- Las Secretarías Generales
II.2.2.- La Subsecretaría
II.2.3.- Las Direcciones Generales
II.2.4.- La Secretaría General Técnica
II.2.5.- Las Subdirecciones Generales
III.- LA ADMINISTRACIÓN PERIFÉRICA DEL ESTADO
III.1.- Definición
III.2.- La Administración periférica antes de la LOFAGE
III.3.- La Administración periférica después de la LOFAGE
III.4.- La Delegación del Gobierno
III.5.- Las Subdelegaciones del Gobierno
III.6.- Otros órganos periféricos
IV.- LA ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO EN EL EXTERIOR
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I.- LA ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO.
I.1.- Concepto.
La Administración General del Estado constituye aquella parte de la organización
administrativa del Estado directamente dependiente del Gobierno de la Nación para
la tutela de los intereses públicos que la Constitución y el ordenamiento jurídico le
atribuyen.
Actúa con personalidad jurídica única y se compone de órganos jerárquicamente
ordenados. Los órganos centrales extienden su competencia a todo el territorio
nacional y los órganos periféricos a una parte del mismo.
Salvo que las normas que les sean de aplicación dispongan otra cosa, los órganos
de la Administración General del Estado extienden su competencia a todo el
territorio nacional.
Su organización se regula básicamente en la Ley 50/ 1997, de 27 de noviembre, del
Gobierno, y en la LOFAGE.
I.2.- El Gobierno.
Como se adelantaba en el Tema 2, según el artículo 98.1 de la Constitución, el
Gobierno se compone del Presidente del Gobierno, de uno o varios Vicepresidentes,
si los hubiera, y de los Ministros, además de aquellos otros miembros que pueda
establecer la ley. Actualmente ésta no ha establecido otros miembros diferentes a
los señalados expresamente en la Constitución (artículo 1.2 LG).
En materia de incompatibilidades sus miembros se rigen, igual que los otros altos
cargos, por la Ley 12/1995, de 11 de mayo.
Actualmente, según nuestra Constitución y el ordenamiento vigente, puede decirse
que Gobierno y Consejo de Ministros son términos que se refieren de forma
indiferente al mismo órgano.
I.3.- Las relaciones entre el Gobierno y la Administración General del Estado.
El Gobierno constituye el órgano superior de la Administración General del Estado,
que dirige y coordina, al tiempo que es un órgano constitucional investido de
facultades y atribuciones político constitucionales de colaboración con el resto de los
poderes del Estado que nada tienen que ver con las funciones típicamente
administrativas.
Según la propia rúbrica del Título IV de la Constitución y la propia jurisprudencia del
Tribunal Constitucional (Sentencias 16/ 1984 y 204/ 1992) Gobierno y Administración
son instancias diferentes aunque esto no signifique que estén separadas.
Esta relación se manifiesta en que el Gobierno dirige la Administración del Estado y
en que además de ejercer funciones constitucionales también realiza funciones
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administrativas o ejecutivas, y de otra parte, en que la Administración participa muy
activamente en la preparación y ejecución de las decisiones que aquél debe adoptar.
Tradicionalmente la diferenciación entre Gobierno y Administración encontraba su
reflejo en la doctrina de los actos políticos del Gobierno. Tras la Constitución de
1978 ha quedado invalidada esta vieja doctrina de los actos políticos del Gobierno,
como actos que quedaban exentos del control de los Tribunales de la jurisdicción
contencioso-administrativa.
Hoy no está excluido del control de estos Tribunales ningún acto del Gobierno que
esté sujeto al Derecho Administrativo, eso sí, respetando la discrecionalidad con la
que el Gobierno puede actuar en el ejercicio de sus competencias, en los casos que
esté reconocida por el propio ordenamiento jurídico (artículo 2, letra a, LJCA).
I.4.- El funcionamiento del Consejo de Ministros.
Completando lo dicho en el Tema 2, los asuntos y decisiones que deben someterse
a la aprobación del Consejo de Ministros son, salvo excepciones, previamente objeto
de debate y estudio en la Comisión General de Secretarios de Estado y de
Subsecretarios.
Como su propio nombre indica, este órgano se compone de los Secretarios de
Estado y Subsecretarios de los distintos Departamentos ministeriales bajo la
presidencia de un Vicepresidente del Gobierno, o en su defecto, del Ministro de la
Presidencia (apartado 2 del artículo 8 LG).
La LRJPAC, en su Disposición Adicional Primera, excluye al Consejo de Ministros de
la aplicación de las normas de funcionamiento propias de los órganos colegiados.
Sus reuniones, que normalmente se producen los viernes de cada semana, se
basan en la confianza entre sus miembros y sus deliberaciones son secretas sin que
produzca una votación formal.
A estas reuniones pueden ser llamados los Secretarios de Estado para que
participen en sus deliberaciones o informen sobre los asuntos que sean de su
competencia. Inmediatamente después de las reuniones se convoca una rueda de
prensa en la que se exponen las decisiones adoptadas por el Gobierno.
I.5.- El Gobierno en funciones.
Una novedad importante que introduce la LG es la regulación del Gobierno en
funciones, es decir, cuando sus miembros han cesado por alguna de las causas
previstas legalmente (p. ej. tras la celebración de elecciones generales), pero aún no
han tomado posesión sus sustitutos.
El objeto de esta regulación es limitar sus atribuciones al despacho de los asuntos
ordinarios o de trámite e impedir que adopten decisiones de trascendencia que
condicionen la acción del Gobierno que haya de formarse (artículo 21 LG).
I.6.- Las Comisiones Delegadas del Gobierno.
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El Gobierno puede actuar también a través de las Comisiones Delegadas del
Gobierno. Estas Comisiones se crean por el propio Gobierno para descargar en ellas
la deliberación y resolución de determinados asuntos administrativos. Se componen
por algunos de sus miembros y, en su caso, por Secretarios de Estado.
Sus dos principales funciones son resolver los asuntos que, afectando a más de un
Ministerio, no requieran ser elevados al Consejo de Ministros y las que este órgano
les delegue.
I.7-. La Presidencia del Gobierno.
El Presidente de Gobierno, además de presidir el Consejo de Ministros, es un
órgano unipersonal dotado de competencias propias y diferenciadas, que aparecen
de forma un tanto dispersas en la Constitución y que la LG ha relacionado en su
artículo 2.
Como desarrollo de lo expuesto en el Tema 2, hay que recordar que en ocasiones,
cuando el Presidente actúa como órgano unipersonal lo hace como órgano de
naturaleza constitucional, ejerciendo potestades político- constitucionales que poco o
nada tienen que ver con la actividad ordinaria de la Administración Pública y sí con
el funcionamiento del sistema político del Estado.
El grueso de las competencias y atribuciones ordinarias del Presidente se refieren,
sin embargo, a la dirección del Gobierno y a la coordinación de sus miembros.
Ejerce sobre todos los miembros del Gobierno una potestad jerárquica, lo que
significa que, fuera del Consejo de Ministros, el Presidente puede impartirles
órdenes e instrucciones: a ello se refiere el artículo 98 de la Constitución con la
ambigua expresión de “coordinar las funciones de los demás del Gobierno.
Su poder de dirección se manifiesta en primer lugar a través de la facultad de
organización de la Administración General del Estado ya que puede modificar el
número, denominación y competencias de los Departamentos ministeriales (artículos
8.2 LOFAGE y 2.2 j .LG).
En esta actividad genérica de dirección, en su sentido más amplio, se incluyen las
más concretas de resolver los conflictos de atribuciones entre los Ministerios o
impartir instrucciones a los demás miembros del Gobierno (apartados l y m del
artículo 2.2 LG)
Salvo tasadas excepciones, puede delegar en los Vicepresidentes y Ministros el
ejercicio de sus atribuciones (artículo 20 LG).
Para realizar sus funciones el Presidente dispone de una estructura administrativa
de apoyo inmediato, que él mismo aprueba, cuyos órganos más destacados son la
Secretaría General de la Presidencia, y el Gabinete del Presidente. Además, cuenta
con el Ministerio de la Presidencia, cuyo titular es Secretario del Consejo de
Ministros, y en su caso, Vicepresidencias e incluso Ministros sin cartera.
I.8.- Los Departamentos ministeriales.
I.8.1.- Concepto.
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La Administración General del Estado se divide en varias ramas según las distintas
materias en las que actúa o las funciones que realiza. Estas grandes ramas o
sectores homogéneos de actuación, dirigidos por un Ministro, se denominan
Departamentos ministeriales o más comúnmente, Ministerios.
En nuestra tradición organizativa la norma es que todo órgano de la Administración
General del Estado esté encuadrado o dependa de algún Ministerio. Sin embargo, el
artículo 8.1 de la LOFAGE admite, si bien excepcionalmente, que haya órganos
superiores o directivos u Organismos Públicos que no dependan de un Ministro, sino
directamente de otros miembros del Gobierno (Presidente o Vicepresidentes).
Esta primera división de la Administración tiene una indudable repercusión política,
de un lado, porque refleja la composición del Gobierno, y de otro, porque manifiesta
sus prioridades y objetivos políticos.
I.8.2.- Número y denominación.
Su número, denominación y competencias han sido muy distintos en cada Gobierno,
ya que es relativamente frecuente su supresión o modificación o la creación de otros
nuevos.
A partir de la Constitución, sin embargo, aparte de los factores estrictamente
políticos, la supresión o refundición de Ministerios ha estado determinada también
por la transferencia permanente de competencias a las Comunidades Autónomas lo
que ha supuesto un vaciamiento competencial y la desaparición de Ministerios
tradicionales como Vivienda o Urbanismo.
Los dieciséis Departamentos ministeriales (incluido a estos efectos un Ministro sin
cartera) que, como se dijo, se crean por Real Decreto del Presidente, son los
siguientes:
- Asuntos Exteriores
- Justicia
- Defensa
- Hacienda
- Interior
- Fomento
- Educación, Cultura y Deporte
- Trabajo y Asuntos Sociales
- Agricultura, Pesca y Alimentación
- Presidencia
- Administraciones Públicas
- Sanidad y Consumo
- Medio Ambiente
- Economía
- Ciencia y Tecnología.
A esta relación hay que añadir, como Ministro sin cartera, al Ministro Portavoz del
Gobierno.
137
Esta división ministerial se debe al Real Decreto 557/ 2000, de 27 de abril, de
reestructuración de los departamentos ministeriales y al Real Decreto 561/2000, de
27 de abril, que incluye, entre otros nombramientos, el del Ministro Portavoz del
Gobierno (sin cartera)
I.8.3.- La estructura básica común a los Departamentos ministeriales: órganos
superiores y órganos directivos.
Cada Ministerio dispone de una serie de órganos que, si bien tienen una
competencia material diferente, presentan un perfil y características comunes a
todos ellos.
En esa estructura básica común la LOFAGE introduce la distinción entre los órganos
centrales superiores del Ministerio, que son el Ministro y las Secretarías de Estado, y
los órganos centrales directivos, que son: las Subsecretarías, las Secretarías
Generales, las Secretarías Generales Técnicas, las Direcciones Generales y las
Subdirecciones Generales.
Los primeros, como órganos superiores, tienen la misión de establecer los planes de
actuación de los órganos de él dependientes, en tanto que los segundos cumplen la
misión de ejecutarlos y desarrollarlos.
Con ello la ley establece dos niveles: el primero está constituido por los órganos
superiores, de marcado carácter político y en el que se adoptan las decisiones
estratégicas y los objetivos del Ministerio. El segundo lo forman los órganos
directivos, cuya misión es gestionar y administrar tales decisiones y objetivos bajo el
control y evaluación de los anteriores, y de carácter más profesional.
Por esta razón, la provisión de sus titulares se realiza atendiendo a criterios de
competencia profesional o experiencia (apartado 10 del artículo 6 LOFAGE) y, como
regla general, entre funcionarios de carrera de cualquier Administración Pública
para cuyo ingreso se exija la titulación de Doctor, Licenciado, Arquitecto, Ingeniero o
similar (Grupo A).
A su vez, todos los órganos anteriores se dotan de unidades administrativas que,
según la LOFAGE, no tienen la consideración de órganos por no tener atribuidas
competencias que tengan efectos jurídicos frente a terceros o no ser su actuación
preceptiva.
Se crean, modifican o suprimen a través de las relaciones de puestos de trabajo
(artículo 10, en relación con el 5.2) y dichas unidades reciben usualmente, según
su importancia, el nombre de Áreas, Servicios, Secciones o Negociados.
II.- LOS ÓRGANOS CENTRALES DE LOS MINISTERIOS.
II.1.- Los órganos superiores: el Ministro y las Secretarías de Estado.
II.1.1.- El Ministro.
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El Ministro es el titular de un Departamento ministerial, asumiendo su jefatura, al
mismo tiempo que es miembro del Gobierno o Consejo de Ministros y,
eventualmente, de las Comisiones Delegadas del Gobierno.
No obstante, puede haber también Ministros sin cartera que, siendo miembros del
Gobierno, no tienen a su cargo ningún Departamento; actualmente, como vimos,
existe un Ministro sin cartera, el Ministro Portavoz del Gobierno.
Así pues, el Ministro con cartera es el titular de un Departamento y su jefe, del que
dependen jerárquicamente todos los demás órganos del mismo. Y al mismo tiempo,
como se ha dicho, es miembro del Consejo de Ministros.
Al compartir esta doble posición el Ministro se constituye en la pieza que articula al
Gobierno con la Administración General del Estado, la que canaliza la información
ascendente y descendente entre el Gobierno y la Administración.
Su nombramiento y cese lo firma el Rey a propuesta del Presidente del Gobierno,
cesando además en los mismos casos que el Presidente. El Ministro es suplido por
otro miembro del Gobierno que determine el Presidente mediante Real Decreto
(artículo 13.2 LG).
En cuanto a sus atribuciones, los Ministros, como jefes de su Departamento, ejercen
la iniciativa, dirección e inspección de los órganos dependientes, fijan los objetivos y
los planes de actuación del Ministerio y evalúan sus resultados.
Además, presentan ante el Gobierno los anteproyectos de Ley y los proyectos de
Decreto en las materias que les correspondan, ejercen la potestad reglamentaria en
los términos previstos en la legislación o representan al Gobierno en los Consejos de
Ministros de la Unión Europea.
El artículo 4 de la LG relaciona de forma sistemática estas atribuciones de los
Ministros cuyo ejercicio sólo pueden delegarse en las Secretarías de Estado u
órganos directivos de su Departamento y en los Delegados del Gobierno en las
Comunidades Autónomas.
Tanto sus reglamentos como sus Resoluciones revisten la forma de Orden
ministerial.
II.1.2.- Las Secretarías de Estado.
Las Secretarías de Estado, creadas tras las primeras elecciones generales de junio
de 1977, dependen por lo general directamente del Ministro y después de él son los
órganos superiores del Departamento.
Se crean y suprimen por Real Decreto del Presidente del Gobierno, siendo su
existencia facultativa.
Sus titulares son nombrados y cesados por Real Decreto del Consejo de Ministros a
propuesta del Presidente del Gobierno o del miembro del Gobierno a cuyo
Departamento pertenezcan (artículo 15.1 LG).
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Son como auténticos Viceministros en los que el titular del Departamento descansa
gran parte de sus competencias en un determinado ámbito material del Ministerio ;
en la práctica pueden llegar a asumir casi todas las competencias del Ministro sobre
un sector material del Ministerio, excepto las más importantes: aprobación de
reglamentos o la propuesta del estado de gastos del Ministerio.
Aunque sus titulares no son miembros del Consejo de Ministros, pueden asistir a sus
reuniones cuando sean convocados para ello.
II.2.- Los órganos directivos de los Departamentos ministeriales: las
Secretarías Generales, la Subsecretaría, las Direcciones Generales, la
Secretaría General Técnica y las Subdirecciones Generales.
II.2.1.- Las Secretarías Generales.
Las diferencias entre las Secretarías de Estado y las Secretarías Generales son de
rango y por el perfil más político o profesional de sus titulares, pero cumplen una
misión muy similar en el Departamento: dirigir un determinado sector de actividad del
Ministerio asumiendo sobre el mismo gran parte de las competencias propias del
Ministro.
El Secretario General tiene rango de Subsecretario y, por tanto, inferior al de
Secretario de Estado y se nombra y cesa por Real Decreto del Consejo de Ministros
según criterios de competencia y experiencia profesional en el sector público o
privado a propuesta del respectivo Ministro.
No obstante, la LOFAGE ha relegado a la excepcionalidad la constitución de estos
órganos (artículo 16).
II.2.2.- La Subsecretaría.
Tradicionalmente y hasta la aparición de los Secretarios de Estado, el Subsecretario
era, después del Ministro, el segundo jefe del Departamento. Por tanto, su posición
relativa en el mismo después de la aparición de los Secretarios de Estado ha variado
ostensiblemente pasando a ocupar el tercer nivel o escalón ministerial, salvo en
aquellos Ministerios en los que no se hayan creado tales Secretarías.
Su nombramiento y cese se acuerda en el Consejo de Ministros a propuesta del
Ministro correspondiente, entre funcionarios del Grupo A atendiendo a criterios de
competencia profesional y experiencia (artículo 15.2 LOFAGE).
De este órgano dependen los servicios operativos e instrumentales que son
comunes a todo el Ministerio; es decir su misión consiste en prestar asistencia
técnica y medios a los demás órganos del Ministerio para que éstos realicen las
actividades que tienen encomendadas.
Dirige los servicios jurídicos y de recursos, la inspección de los servicios, la gestión
del personal, la elaboración y ejecución de los presupuestos y el régimen interior, lo
que comprende desde la contratación de bienes y servicios hasta la organización de
140
los registros de documentos o la administración y conservación del patrimonio
adscrito al Ministerio.
II.2.3.- Las Direcciones Generales.
Como órganos directivos de los Ministerios, las Direcciones Generales tienen
encomendada la gestión de una o varias áreas funcionalmente homogéneas del
Ministerio bajo la dependencia de una Secretaría de Estado, Subsecretaría,
Secretaría General, o, en defecto de ellas, directamente del Ministro.
En tal sentido les corresponde proponer los proyectos dirigidos a conseguir los
objetivos establecidos por el órganos superiores, dirigir su ejecución y controlar su
adecuado cumplimiento (artículo 18 LOFAGE).
El nombramiento y cese de sus titulares compete al Consejo de Ministros a
propuesta del Ministro correspondiente, entre funcionarios del grupo A, como regla
general y atendiendo siempre a criterios de competencia profesional y experiencia
(artículo 18.2 LOFAGE).
II.2.4.- La Secretaría General Técnica.
La Secretaría General Técnica constituye un órgano de apoyo operativo a los demás
órganos directivos del Ministerio, es decir, que su misión se centra en prestar
asesoramiento y asistencia jurídica o técnica a los demás órganos del Departamento
para que éstos tomen las decisiones que les corresponden.
Tiene rango de Dirección General, depende de la Subsecretaría y el Consejo de
Ministros nombra y cesa a su titular entre funcionarios del grupo A según criterios de
competencia profesional y experiencia, a propuesta del titular del Ministerio (artículo
17 LOFAGE).
II.2.5.- Las Subdirecciones Generales.
Las Subdirecciones Generales son órganos dependientes de una Dirección General
para la ejecución y gestión ordinaria de los proyectos, objetivos o actividades que les
sean asignados.
El nombramiento de sus titulares recae en funcionarios del grupo A libremente
designados según criterios de profesionalidad y experiencia, previa convocatoria
pública.
III.- LA ADMINISTRACIÓN PERIFÉRICA DEL ESTADO.
III.1.- Definición.
Como Administración periférica del Estado se ha venido conociendo al conjunto de
órganos territoriales de la Administración General del Estado que, en contraposición
a los llamados órganos centrales, tienen un ámbito de actuación territorialmente
limitado, normalmente una Comunidad Autónoma o una Provincia.
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El desarrollo competencial de los distintos Estatutos de Autonomía ha ido marcando
el actual paisaje de la Administración periférica del Estado, ya que el proceso de
transferencias a las Comunidades Autónomas ha afectado primordialmente a sus
órganos.
Al hilo del mismo, muchos de los cuales quedaron vaciados de contenido, y sus
competencias y medios fueron traspasados en bloque a las Administraciones
autonómicas, que han heredado parte de la antes extensísima Administración del
Estado en las Provincias.
III.2.- La Administración periférica antes de la LOFAGE.
La Administración periférica del Estado antes de la aprobación de la LOFAGE se
componía de una extensa red de Delegaciones o Direcciones provinciales y
regionales no sólo de los Ministerios, sino también de un conjunto de Organismos
Públicos con personalidad jurídica diferenciada, aunque funcionalmente
dependientes de ellos (Organismos autónomos y Entidades de derecho público:
Agencias, Institutos, etc.).
Sin embargo, todo este conglomerado se articulaba regional y provincialmente en
torno al Delegado del Gobierno y a los Gobernadores Civiles, respectivamente, sin
perjuicio de la dependencia funcional y a veces orgánica, de los diversos Ministerios.
La Delegación del Gobierno es un órgano reciente, de relevancia constitucional y su
origen está directamente relacionado con el Estado de la Autonomías.
Los Gobiernos Civiles tienen, sin embargo, una mayor tradición histórica y sus
orígenes se remontan a la división provincial de 1833 que, con algunas ligeras
alteraciones, ha llegado hasta nuestros días.
III.3.- La Administración periférica después de la LOFAGE.
La LOFAGE ha introducido importantes cambios en la estructura periférica de la
Administración General del Estado, tales como el cambio en la dependencia
orgánica de la Delegación del Gobierno y la sustitución de los Gobiernos Civiles por
las Subdelegaciones del Gobierno.
Continúa, sin embargo, la tendencia normativa anterior a la LOFAGE consistente en
concentrar y agrupar en las Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno los
servicios periféricos de los Ministerios, Organismos y Entidades públicas estatales,
suprimiendo sus Delegaciones o Direcciones Provinciales o Territoriales, como regla
general.
Así, según la LOFAGE los órganos y unidades territoriales de la Administración
General del Estado deben integrarse en las Delegaciones o en las Subdelegaciones
del Gobierno salvo que, por la singularidad de sus funciones o por su volumen de
gestión, resulte aconsejable su dependencia directa de los órganos centrales
correspondientes (artículo 33 LOFAGE).
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En desarrollo de esta tendencia, el Real Decreto 1330/ 1997, de 1 de agosto,
establece la integración orgánica de los servicios periféricos de distintos Ministerios
en la respectiva Delegación del Gobierno como Áreas funcionales y, en su caso, en
la Subdelegación del Gobierno, como órganos dependientes de las mencionadas
Áreas (denominados como Dependencias de Área por la Orden de 7 de noviembre
de 1997).
No obstante esta integración orgánica, las Áreas funcionales y sus Dependencias
siguen bajo las dirección funcional de los respectivos Ministerios.
III.4.- La Delegación del Gobierno.
La Delegación del Gobierno es un órgano de tipo directivo cuyo origen se encuentra
en la propia Constitución de 1978 que le encomienda la misión de dirigir la
Administración del Estado en el territorio de la Comunidad Autónoma y coordinarla
cuando proceda con la propia de la Comunidad Autónoma (artículo 154
Constitución). Su ámbito de actuación, por tanto, es el territorio de una Comunidad
Autónoma.
Su titular es nombrado y separado por el Consejo de Ministros a propuesta del
Presidente del Gobierno y tiene rango de Subsecretario. Es suplido por el
Subdelegado del Gobierno de la provincia donde tenga su sede, salvo que designe a
otro Subdelegado (artículo 22.4 LOFAGE).
Una novedad importante de la LOFAGE (artículo 23) es la adscripción orgánica de
las Delegaciones del Gobierno al Ministerio de Administraciones Públicas. La nueva
Secretaría de Estado de Organización Territorial del Estado (creada por el Real
Decreto 557/2000, de 27 de abril, de reestructuración de los Departamentos
ministeriales) es la encargada en dicho Ministerio de las relaciones con las
Delegaciones del Gobierno.
Esta adscripción orgánica lo es sin perjuicio de que funcionalmente dependan
directamente de la Presidencia y de las atribuciones del resto de Ministerios,
especialmente el del Interior, para impartir a estas Delegaciones las instrucciones
necesarias en materia de las respectivas competencias ministeriales.
En primer lugar, al Delegado le corresponde genéricamente representar al Gobierno
de la Nación en el territorio de la Comunidad Autónoma, y en esa condición,
mantener las relaciones de cooperación y coordinación de la Administración del
Estado con la Administración de la Comunidad Autónoma y las Corporaciones
locales.
En segundo lugar, tiene asignada la misión de impulsar, coordinar y supervisar la
Administración General del Estado en el territorio de la Comunidad Autónoma.
Respecto a los servicios periféricos de la Administración General del Estado
integrados en la Delegación, el Delegado tiene una competencia de dirección muy
amplia, lo que no ocurre respecto a los servicios no integrados, que dependerán del
órgano central competente.
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Aparte de estas funciones o misiones generales, el ordenamiento estatal le confiere
el ejercicio de ciertas competencias verdaderamente operativas como son:
a) Suspender e impugnar ante la jurisdicción contenciosa-administrativa los actos o
acuerdos de las Entidades locales que atenten gravemente al interés general de
España (artículo 67 LBRL).
b) La dirección de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para garantizar
la seguridad ciudadana y los derechos y libertades constitucionales.
Para el mejor cumplimiento de sus funciones directivas y de coordinación, en las
Comunidades Autónomas pluriprovinciales es asistido por una Comisión Territorial
que preside y que integran además, los Subdelegados del Gobierno en las
provincias (artículo 28 LOFAGE).
En las Comunidades Autónomas uniprovinciales existe un órgano similar, la
Comisión de asistencia, presidida por el Delegado del Gobierno y compuesta
además por el Secretario General y el jefe del Gabinete de la Delegación del
Gobierno y los Directores de las Áreas Funcionales.
III.5.- Las Subdelegaciones del Gobierno.
Son órganos directivos que sustituyen en la práctica, pero sin su cariz político, a los
Gobiernos Civiles cuyos titulares, antes de la LOFAGE, constituían la primera
autoridad de la Administración Civil del Estado en la Provincia.
A diferencia de los Gobiernos Civiles, las Subdelegaciones dependen directa e
inmediatamente de la Delegación del Gobierno y están orgánicamente encuadradas
en la misma.
Aparte de ello, su titular presenta un perfil profesional y no político ya que:
a) Ha dejado de ser de ser representante permanente del Gobierno de la Nación.
b) Es nombrado por el Delegado del Gobierno por el procedimiento de libre
designación entre funcionarios del Estado, de las Comunidades Autónomas o de
Entidades locales del Grupo A.
c) Sólo tiene nivel de Subdirector general.
Su regulación se encuentra, en desarrollo de la LOFAGE, en el Real Decreto 617/
1997, de 25 de abril, completado por el Real Decreto 1330/ 1997, de 1 de agosto.
Existen en todas las provincias, salvo en las Comunidades Autónomas
uniprovinciales.
El Subdelegado dirige los servicios provinciales de la Administración General del
Estado que están integrados en la Subdelegación, e impulsa, supervisa e
inspecciona los que no están integrados.
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Cuenta con una Comisión de asistencia similar a la que vimos para el Subdelegado
del Gobierno en las Comunidades Autónomas uniprovinciales.
La LOFAGE prevé la posible constitución de la figura del Director Insular, cuya
misión será ejercer en el ámbito territorial de una Isla las funciones y competencias
del Subdelegado del Gobierno.
III.6.- Otros órganos periféricos.
Como ya vimos, antes de desarrollarse el Estado autonómico que instaura la
Constitución, si bien los Gobernadores Civiles asumían en su respectivo ámbito
provincial la superior autoridad y representación de la Administración General del
Estado, los Departamentos ministeriales e incluso los Organismos Públicos
dependientes de éstos, tenían a nivel provincial una extensa red de órganos
desconcentrados denominados Delegaciones Provinciales.
Esta red de órganos periféricos se ha visto profundamente alterada por las
transferencias de sus competencias y medios a las Administraciones de las
Comunidades Autónomas.
Esto explica que el Estado adoptara desde 1981 una serie de disposiciones legales
y reglamentarias cuyo objetivo era reestructurar y adaptar sus servicios periféricos a
la nueva situación, suprimiendo aquéllos que habían quedado vaciados de contenido
e intentando agrupar en las Delegaciones del Gobierno y los Gobiernos Civiles los
demás servicios dependientes de los Ministerios y sus Organismos Públicos.
Como ya se ha dicho, la LOFAGE pretende continuar la concentración e integración
de los servicios periféricos de la Administración del Estado en las Delegaciones del
Gobierno o en las Subdelegaciones, si bien admite que subsistan órganos o
unidades no integrados en ellas y que orgánica y funcionalmente sigan dependiendo
directamente de sus órganos centrales (Ministerios u Organismos Públicos).
A pesar de la división en dos del antiguo Ministerio de Economía y Hacienda, las
unidades territoriales de los dos nuevos Ministerios constituyen una única
Delegación de Economía y Hacienda, con el carácter de servicios no integrados en
las Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno.
Dado que el artículo 34 de la LOFAGE, al establecer los criterios sobre organización
de servicios no integrados no exige que su ámbito mínimo sea el provincial, existen
unidades de ámbito local, como por ejemplo, las Oficinas Locales de Tráfico.
IV.- LA ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO EN EL EXTERIOR.
Por primera vez se incluye en una ley general la regulación de la Administración
estatal en el exterior, materia a la que la LOFAGE dedica un capítulo propio
(artículos 36 y 37).
La organización de la Administración General del Estado en el exterior la integran:
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a) Las Misiones Diplomáticas, Permanentes o Especiales. Las Permanentes
representan con este carácter a España ante el o los Estados con los que tiene
relaciones diplomáticas. Las Especiales representan a España temporalmente ante
un Estado para un determinado cometido.
b) Las Representaciones o Misiones Permanentes, que representan a España con
este carácter ante una Organización Internacional.
c) Las Delegaciones que asumen la representación en un órgano de una
Organización Internacional o en una Conferencia de Estados.
d) Las Oficinas Consulares, que desempeñan las funciones consulares.
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