Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe Educación Especial Profesora María Elena Festa Ref: Régimen de Integración Escolar Nº 1716/07 Queremos expresar nuestra preocupación acerca del Régimen de Integración Escolar de niños, adolescentes y jóvenes con discapacidad Nº 1716/07 y su implementación. Para esto hacemos llegar una serie de reflexiones colectivas elaboradas y compartidas por un conjunto de profesionales y docentes de las Escuelas Especiales de Rosario, partiendo de la certeza de compartir el mismo interés y preocupación por la Educación Pública. Transcribimos a continuación las opiniones de los profesionales que forman parte de los gabinetes de las escuelas. “A lo largo de nuestra práctica, los profesionales integrantes de los Equipos Interdisciplinarios de las Escuelas Especiales, recibimos diferentes demandas respecto a niños con dificultades en el ámbito de la educación o ante el ingreso al mismo. En los últimos años, las demandas respecto a niños con problemáticas subjetivas complejas, ya sean neurosis graves o psicosis, se han incrementado. Ante estas demandas y no habiendo espacios gratuitos y públicos para ofrecer a estos niños, es que hemos solicitado la creación por parte del Estado de instituciones terapéuticas/educativas, con profesionales de la salud y docentes formados a tal fin y dependiendo de ambos ministerios: Salud y Educación. También hemos solicitado, ante el aumento de niños integrados en la escuela común, la creación de Equipos Interdisciplinarios para Integración en cada Escuela Especial, sólo para esos proyectos. Los equipos actuales, además del trabajo con los docentes, padres y niños de las plantas escolares, trabajan con las derivaciones de los Centros de Salud, con consultas espontáneas de padres, con derivaciones de escuelas comunes, en jornadas, charlas en escuelas comunes, entre las múltiples y complejas actividades. El trabajo precedente más el incremento de niños integrados se realiza con el mismo personal, en detrimento de las actividades realizadas. Como respuesta a los reiterados pedidos a lo largo de los años, con las fundamentaciones correspondientes y con la participación en jornadas convocadas a tal fin, propiciadas por los diferentes Supervisores de Educación Especial y sus respectivas Direcciones o Jefaturas, aparece este llamado “Régimen para la Integración” Esta respuesta se efectiviza desoyendo la oposición de los diversos participantes: docentes, profesionales de los equipos y Colegios Profesionales en las diversas instancias en que fueron convocados. Tras un supuesto “consenso”, pues participamos en las mismas, se aprueba rápidamente, al finalizar la anterior gestión. Es éste uno de los motivos por los que desconocemos la validez de este Régimen. Este Régimen, pretende que los profesionales de los Equipos Interdisciplinarios de la Escuela Especial (pública y oficial) “monitoreen” (término incorporado al ámbito educativo e importado de específicas teorías en otras áreas), la incorporación de niños integrados por instituciones y/o profesionales privados en escuelas comunes públicas y oficiales. Consideramos que la tarea solicitada: “monitorear” corresponde a “supervisar”, actividad de competencia de los Supervisores. Más allá de esta aclaración y de los diversos usos y acepciones del término “monitoreo” que consideramos no ingenuo, hay otras cuestiones que debemos aclarar. Es imposible armar un dispositivo que sea “para todo”s, donde el ideal de justicia distributiva suele capturar y tranquilizar, pero a la vez genera inevitablemente nuevos malestares (nos referimos a la idea de que todos los niños con dificultades podrían ser integrados). Resolver el llamado fracaso escolar en su totalidad, es un imaginario que es preciso abandonar pronto, porque es la versión de la ilusión de armonía que ya se ha desmitificado con los nuevos y renovados malestares en la civilización, y eso nos advierte de su imposibilidad. El trabajo que hemos realizado ha sido siempre uno por uno, dando posibles respuestas a la singularidad de cada niño. Este Régimen avala que los padres de un niño con diferentes dificultades soliciten para el mismo un lugar en la escuela común. En estos casos es difícil para los padres tramitar esta realidad que no coincide con sus ideales. La otra vertiente a pensar que genera este Régimen tras el supuesto “derecho del niño”, es hacer intervenir en muchos casos a la Justicia, reclamando ese lugar que los padres desean para sus hijos, más allá de las posibilidades reales del niño y de las propuestas y sugerencias que los Equipos Interdisciplinarios realizan. Con anterioridad a este Régimen los Equipos Interdisciplinarios realizaban un largo trabajo con esos padres, con su sufrimiento, hasta encontrar la oferta educativa más favorable para cada niño. Ahora es la Justicia la que intervendrá en caso de que los padres se opongan a la sugerencia de los Equipos Interdisciplinarios. Los proyectos de Integración sostenidos por las Escuelas Especiales públicas, a lo largo de estos años, son proyectos interinstitucionales, con docentes que se incluyen cotidianamente en la escuela común donde trabajan, y semanal o quincenalmente (según cada acuerdo), trabajan en la Escuela Especial junto con el equipo de la escuela especial las problemáticas que van enfrentando. Previo a esto, para incluir o no a un niño en el proyecto de integración, el Equipo Interdisciplinario hace una evaluación de la situación a partir del informe docente de la escuela común, incluyendo entrevistas con padres, niño y docentes de ambas modalidades, las que sean necesarias en cada caso y contactando con los profesionales que atienden al niño, en caso de que hagan algún tipo de tratamiento. Es decir, hay un trabajo previo para incluir o no a un niño a un proyecto e implica un compromiso sostenido a lo largo del período que dure la integración por parte de todos los participantes, haciéndose todos responsables del recorrido de ese niño, incluyendo reuniones con profesionales de centros de salud públicos o privados, adonde han sido derivados o si ya estaban en tratamiento. En cuanto al Régimen, se pretende que los profesionales de los Equipos públicos, avalen el trabajo y la integración de un niño a quien no conocen, desconociendo asimismo con qué criterios se integraría un profesional o equipo privado y sin posibilidad de hacer un seguimiento regular de dicha integración. En síntesis, lo único que se pretende es nuestra firma o como en muchas oportunidades se nos ha dicho “simplemente una mirada”. Nuestra posición es el rechazo de este Régimen, pues no aceptaremos participar en un simple trámite burocrático, poniendo en juego nuestra ética profesional. A cualquier profesional se le puede iniciar juicio por mala praxis, por una práctica profesional no responsable y en contra de todo lo dispuesto por la Ley de Ejercicio Profesional de cada Colegio Profesional. Las leyes de los colegiados están por sobre cualquier Régimen o disposición. Además afectaría nuestra ética profesional, pues con qué autoridad actuaríamos sobre la actuación de otros profesionales que ya vienen llevando un caso adelante. Nos vemos además sorprendidos de que un Régimen de Integración haya logrado una aprobación tan rápida, cuando la Ley Nº 11614 de los Equipos Interdisciplinarios, aprobada en el año 1998, aún no ha sido puesta en vigencia. Por todo lo expuesto precedentemente, nos oponemos a aceptar este Régimen, basados en nuestra práctica profesional.” Por otra parte los docentes de Educación Especial han debatido ampliamente este Régimen de integración y planteado algunas conclusiones que transcribimos a continuación. “Al debatir este documento (se refiere al Régimen de Integración ), vemos que se pone en tela de juicio a la Escuela Pública, ya que la figura del “acompañante docente” implica la privatización o tercerización de un servicio educativo. La Ley Federal de Educación abrió el camino para la Integración Escolar de niños/as con Necesidades Educativas Especiales en las escuelas primarias. Nunca delimitó a quién le correspondía ejercer el rol de Maestro Integrador, y eso se tradujo en que mayoritariamente no financió la creación de cargos de maestros integradores. La no creación de cargos se debió a la política de ajuste aplicada en Educación. Ninguna gestión creó los cargos necesarios de Maestros Integradores. Pero si se propició el pedido de los padres al derecho a la Integración Escolar, presionando a las escuelas a hacerse cargo de ésta, sin maestros, ni equipos, ni vice-directores,(nombrados para este fin), ni recursos materiales (viáticosinfraestructura), ni de organización,(actualización de normativa). Por lo tanto la aparición de los acompañantes docentes (de gestión particular/privada) es la consecuencia de esta falta no casual de recursos genuinos por parte del Estado. La necesidad de contar con el cargo de Maestro Integrador, y emparchar aceptando la figura del acompañante docente, encubre la tercerización del servicio por parte del Estado en el sector privado, además de evitar que muchos compañeros ingresen al sistema. Cuando hablamos de Proyecto de Integración hablamos de lo pedagógico, de un Proyecto que ayude a desarrollar las posibilidades del niño en relación a sus procesos de aprendizaje y no el desarrollo de un currículo paralelo que nada tenga que ver con el grado que cursa terminando así en una “inclusión”. De lo antes expresado surge la necesidad de la creación de Escuelas Especiales y cargos de Maestros Integradores en toda la provincia. Nos preguntamos acerca de la posibilidad real de que los niños con discapacidades intelectuales completen la Escuela Secundaria sin que esto signifique más frustración que avances para el niño y su familia. De lo anterior aparece la necesidad de la creación de Escuelas de Formación Laboral, que habiliten a los jóvenes en oficios competitivos o tutelados, con real inserción laboral, haciendo de ellos personas autónomas y útiles a la sociedad.” Desde Amsafe Rosario creemos que desde las distintas instancias de discusión en las que hemos participado, incluso dos jornadas convocadas por Amsafe Provincial en la ciudad de Santa Fe, se rechaza la figura del “acompañante docente” persona que se ocuparía de la integración de los niños con discapacidad a la Escuela Primaria Común Diurna y recibiría su remuneración por medio de la Obra Social de los padres. Se rechaza en primer lugar por tratarse de una privatización de servicios educativos. Resulta imprescindible la creación de los cargos de los maestros integradores necesarios, nuevas escuelas especiales en los barrios, e Instituciones pedagógico-terapéuticas(dependientes del ministerio de Educación y Salud) para la atención de niños con problemas en la subjetividad, para su recuperación y respetando su derecho a la educación y no que las escuelas públicas comunes oficien de depósito. Convencidos de que los niños, adolescentes y jóvenes con discapacidad tienen derecho a una adecuada atención y educación, es que creemos que el Régimen 1716/07 debe derogarse y crearse una nueva normativa para la Integración Escolar debatida por los equipos de profesionales de los gabinetes y el conjunto de los docentes. Convencidos de la justicia de nuestros planteos, y a la espera de una pronta respuesta, solicitamos una entrevista con usted. Saludamos atte. Gustavo Teres Secretario General Amsafe Rosario Claudia Brinciotti Secretaría de Educación Especial