STS 1ª 20.5.2016 Alcance del art. 97.bis L.Co.Modificació…

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I.- Resolución comentada.
Sentencia nº 335/2016, del Tribunal Supremo, de 20.5.2016.
II.- Resumen de la controversia.
La citada Resolución analiza el siempre espinoso tema de la modificación del listado
definitivo de acreedores por el cauce del art. 97 L.CO., de su ámbito y supuestos, llegando –
entre otras- a las siguientes conclusiones:
(i) que sólo es admisible acudir al cauce de la modificación de textos definitivos para
solicitar la inclusión de créditos concursales, no contra la masa;
(ii)que el cauce del art. 97.bis L.CO. no puede utilizarse para pretender la inclusión de
créditos que no fueron debidamente comunicados, sobre todo si nacen de la misma relación
contractual;
y(iii) que los supuestos de modificación del listado definitivo de acreedores del apartado
3º del art. 97 L.Co. son “numerus clausus” y no pueden invocarse otros distintos.
III.- Comentario.
A.- Antecedentes relevantes [F.Dcho 1º].
El día 30.9.2009 la mercantil PEUGEOT arrendó a la empresa de alquiler de vehículos de
temporada SOLMAR un total de 366 vehículos.
Incumplidos por la arrendataria los pagos comprometidos la arrendadora PEUGEOT inició
a mediados de 2010 un proceso ordinario contra SOLMAR en reclamación de (i) los importes
adeudados, (ii) los daños y perjuicios derivados del incumplimiento contractual, (iii) los
derivados de la demora en la restitución de los vehículos, (iv) los daños en los propios
vehículos, (v) los daños derivados de exceso de kilometraje, y (vi) intereses y costas.
En dicho proceso se solicitó y obtuvo en diciembre de 2010 como medida cautelar la
restitución de los vehículos a la arrendadora, haciendo entrega a la misma de 350 vehículos el
4.7.2011 [-y ya declarado el concurso-], pues los otros 16 estaban siniestrados o robados [-de
cuyo valor respondió la compañía de seguros a favor de la arrendataria-].
En enero de 2011 la mercantil SOLMAR fue declarada en concurso, reconociendo el
administrador concursal a PEUGEOT los siguientes créditos: (i) un crédito ordinario definitivo
por importe de 663.274,30.-€; (ii) un crédito ordinario contingente sin cuantía por las
indemnizaciones de demora en la restitución de los vehículos; y (iii) un crédito por intereses y
costas que se deriven del citado procedimiento judicial.
Importante y esencial es señalar que dicha inclusión, calificación e importes no fue
impugnada por la acreedora-arrendadora PEUGEOT.
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Dictada en junio de 2012 sentencia en el proceso ordinario indicado se condenó a la
concursada: (i) a pagar 663.274,30.-€, más intereses legales y procesales; (ii) a devolver los
vehículos [que se reconocen ya devueltos (350) o siniestrados o robados (16)], y (iii) a
indemnizar los daños y perjuicios de las cláusulas 7ª y 9ª del contrato.
En virtud de dicha sentencia y por el cauce del art. 97.bis L.O. solicita la arrendadora
PEUGEOT que (i) se le reconozcan los intereses del principal devengados antes de la
declaración concursal; (ii) que se incluyan como crédito contra la masa contingente sin
cuantía el valor de los 16 vehículos siniestrados o robados, objeto de indemnización por la
compañía de seguros, (iii) que se le incluya un crédito concursal ordinario contingente sin
cuantía por el retraso en la restitución, y otro contra la masa contingente sin cuantía por el
retraso post-concursal; y (iv) un crédito contra la masa sin cuantía por las costas del proceso
de medidas cautelares y las costas que puedan devengarse en la ejecución del proceso
ordinario.
Desestimada la demanda en primera y segunda instancia es casada parcialmente por el
Tribunal Supremo.
B.- Fondo del asunto [F.Dcho 3º].
Comienza el Tribunal Supremo el examen del recurso de casación afirmando que la
calificación contingente de los créditos del art. 87.3 L.Co. es aplicable de modo
exclusivo a los créditos concursales, al carecer de sentido su aplicación a los créditos contra
la masa en cuanto su reconocimiento y abono se regula por el art. 84.3 L.Co., que impone su
pago inmediato si son líquidos, no pudiendo ser reconocidos ni reclamados si están sometidos
a alguna contingencia.
Razona que si los únicos créditos incluidos en el listado de acreedores del art. 94 L.CO. son
los concursales, la pretensión de modificación e inclusión del art. 97.bis L.CO. sólo podrá
referirse a éstos, con exclusión de los créditos-masa [apartado 2º del F.Dcho 3º].
Añade el Alto Tribunal que el cauce del art. 97.bis L.CO. no es adecuado para la solicitud de
inclusión de créditos concursales que no fueron comunicados oportunamente en plazo
regular, o por el cauce incidental de impugnación de no ser incluidos los comunicados; de lo
que puede concluirse que sólo la inclusión [-de oficio por el administrador concursal, o a
solicitud del acreedor-] de alguno de los créditos del art. 97.3 L.Co.permitirá posteriormente
su modificación o integración por el cauce del art. 97.bis L.Co.
Consecuencia de ello es que nacidos todos los créditos cuya inclusión se solicita por el
cauce de la modificación de textos definitivos, debió la acreedora comunicar todos ellos en el
momento procesal oportuno; de tal modo que no insinuado el crédito derivado de los
perjuicios derivados de la pérdida, robo y siniestro de los vehículos [-ya reclamados en el
proceso ordinario-] y no reclamadas las costas y gastos procesales, no puede solicitarse su
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inclusión por la vía del art. 97.bis L.CO. al ser reconocidos en sentencia de primera instancia
en proceso civil; y si no fueron insinuados, pudiendo serlo, no puede solicitarse su inclusión
por el cauce indicado.
Sin necesidad de esperar a obtener sentencia firme, el acreedor debió comunicar todos los
créditos que reclamaba en dicho proceso y nacidos de idéntico contrato.
Igualmente, y esto resulta especialmente relevante en la labor del administrador concursal,
afirma el Tribunal Supremo que la modificación del listado definitivo de acreedores solo
puede solicitarse cuando haya desaparición de la contingencia y el crédito que se pretende
modificar sea líquido, vencido y exigible; por lo que la pretensión de modificación de los ya
incluidos exigirá que éstos estén plenamente concretados por ser líquidos y firmes en el
proceso donde se discuten; momento en el cual el acreedor podrá solicitar la modificación de
los listados definitivos.
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