ÉSTANDARES DE CALIDAD EN LA INVESTIGACIÓN VS. POSGRADO Dr. Eugenio Pérez Molphe Balch Universidad Autónoma de Aguascalientes Descripción del Problema: El rápido avance del conocimiento en todas las áreas, la necesidad de profesionistas cada vez más capacitados y especializados, y la intensa competencia existente en el mercado laboral son factores que han hecho que los estudios de posgrado, en todos los campos del conocimiento, sean cada vez más demandados. Además, otros factores, como la exigencia de un mayor nivel académico para los profesores de la gran mayoría de las Instituciones de Educación Superior, han contribuido a elevar aun más esta demanda hacia los programas de posgrado. Lo anterior ha hecho que la oferta de posgrados por parte de las instituciones dedicadas a la educación superior y/o a la investigación científica crezca en el mismo nivel que la demanda. Esta gran oferta de posgrados puede considerarse como algo positivo. Sin embargo, en no pocas ocasiones se ha caído en el error de ofertar posgrados sin contar con el sustento académico y material necesario para los mismos. Esto ha causado una gran heterogeneidad en la calidad de los posgrados que se ofrecen a nivel indispensable el local y contar nacional. con Por parámetros este bien motivo, resulta definidos que permitan conocer el grado de calidad de un programa de posgrado. Lo anterior es importante para el alumno potencial, ya que le permite tomar decisiones informadas acerca del posgrado a estudiar, la calidad real del mismo y su posibilidad de competir con egresados de otros programas. Por su parte, a los empleadores 1 les permite habilidades conocer que el tienen grado los real de preparación y las egresados de cada programa. Por último, a las dependencias que financian o apoyan a los posgrados en instituciones públicas, esta información resulta muy útil para saber hacia económicos que y las programas becas, se para deben que estos dirigir sean los recursos aprovechados al máximo. Situación Actual: En nuestro país, la instancia reconocida y aceptada para acreditar la calidad de los programas de posgrado es el Padrón Nacional padrón de Posgrado maneja reconocimiento (PNP), criterios y apoyo a que muy maneja claros aquellos la SEP-CONACYT. con programas el fin que de pueden Este dar ser considerados como de excelencia. Estos criterios de calidad son equivalentes a los que se manejan en el ámbito internacional. Por ejemplo, algunos de los parámetros que se utilizan para evaluar aquellos posgrados, Maestrías y Doctorados, con orientación a la investigación son: a) El contar con alumnos de tiempo completo. b) La existencia de un núcleo académico formado por profesores de tiempo completo de la propia Institución. Si se trata de una Maestría, debe contarse con un mínimo de 8 profesores (5 con doctorado). Si se trata de un programa de Maestría y Doctorado, el mínimo es de 12 profesores, 9 de ellos con doctorado. Estos profesores deben demostrar una productividad académica destacada (lo que significa la publicación de 1 o 2 artículos científicos por año en revistas indizadas), y el 50% debe ser miembro del SNI. 2 Por lo que respecta a los programas con orientación profesional, Especialidades y Maestrías, los criterios usados son: a) Contar con alumnos de tiempo completo o medio tiempo. b) La existencia de un núcleo académico formado por profesores de tiempo completo adscritos a la Institución. Si se trata de una especialidad, deben ser al menos 3 profesores, para una Maestría se requieren al menos 6. Estos profesores deben demostrar una trayectoria reconocida en el área profesional del posgrado y generar al menos un producto académico relevante por año. Para ambos indispensables estructurado, tipos el con de contar procesos programa un Plan rigurosos son de requisitos Estudios para la también muy selección bien de estudiantes, con vinculación con programas de licenciatura, con mecanismos que permitan y faciliten la movilidad estudiantil y con mecanismos de seguimiento de egresados. Por otro lado, al menos el 50% de la planta académica debe haber obtenido su grado máximo de estudios en una Institución diferente a la que imparte el programa. La eficiencia terminal debe ser satisfactoria, esto es, el 70% de los alumnos debe graduarse en el tiempo establecido para ello. Estos criterios de calidad representan un obstáculo muy difícil de vencer para muchas de las instituciones que ofertan actualmente programas de posgrado, lo cual les dificulta alcanzar el reconocimiento o acreditación de los mismos. En ocasiones el primer problema es que no se cuenta con una planta académica propia y capacitada, sino que se recurre al esquema de profesores visitantes o invitados, el cual no es aceptable de acuerdo a los criterios de calidad antes mencionados. Por otro lado, otra 3 dificultad evidente es que tampoco se cuenta con una tradición de investigación científica o generación de conocimiento. Este punto, el de la investigación científica o generación de nuevos conocimientos, es de especial importancia. En el ámbito nacional, son muy pocas las instituciones de educación superior que han tomado en serio estas actividades. En ocasiones éstas simplemente no son abordadas, por no ser consideradas parte de las obligaciones institucionales. En otros casos, que quizá sean la mayoría, la generación de nuevos conocimientos se menciona como una de las tareas fundamentales de las instituciones. Sin embargo, en la práctica la investigación se ha tomado como una actividad secundaria y hasta prescindible, dándose siempre prioridad sobre ella a la docencia en pregrado, y en ocasiones hasta a la administración. Sin embargo, bajo los criterios de calidad ya mencionados, es claro que las instituciones cuyo interés sea el ofrecer posgrados de que sean reconocidos como de excelencia, deben empezar por apoyar a la investigación científica, y en general a la generación de nuevos conocimientos. Sin esta actividad, resultará imposible alcanzar los indicadores de calidad antes citados. 4 Propuesta: Las instituciones de educación superior deben definir claramente aquellas áreas del conocimiento en las que cuentan con la fortaleza necesaria para ofrecer programas de posgrado. Debe quedar claro que esto implica una planta académica propia y una generación del conocimiento plenamente demostrada. Esto puede obligar a un replanteamiento completo o reestructuración de la oferta de posgrado, tal como se acaba de hacer en esta Universidad. También implica el compromiso ineludible de apoyar a la investigación científica y generación de conocimiento, dándoles en la práctica la misma importancia que a actividades como la docencia en pregrado. Por su parte, la sociedad en general, y los estudiantes de posgrado y empleadores en particular, deben estar concientes de que el valor de un título de posgrado debe ser medido con base en el reconocimiento que tenga la Institución y la acreditación del Programa que lo otorga. Si bien ambos pueden ser valiosos y pertinentes, es claro que un título de Maestría obtenido en un programa que le exige al alumno una dedicación de tiempo completo por dos años, y además la realización de un trabajo de tesis de calidad que aporte nuevos conocimientos al área, no puede tener el mismo valor que uno otorgado por un programa de fines de semana, y sin la exigencia de un trabajo de un trabajo de investigación riguroso. Por otro lado, es necesario reconocer que hay una constante demanda por mayores conocimientos y actualización de los mismos, y que muchas veces esto se puede satisfacer a través de cursos cortos y otros mecanismos que no implican el rigor de un 5 posgrado. Las instituciones de educación superior pueden y deben contribuir a satisfacer esta demanda por el conocimiento. Esto se puede hacer a través de diplomados, cursos de actualización, educación continua o el nombre que cada Institución les desee asignar. Sin embargo, el nombre de posgrado solo debe dársele a aquellos cumplan programas con bien los estructurados requisitos mínimos y de bien soportados exigencia para que ser considerado como un grado de estudios superior a la Licenciatura. Por último, se puede pensar que en una situación de estrechez económica como la que sufre nuestro país, y nuestras instituciones de educación superior, el dedicar recursos económicos a la investigación y al posgrado es un lujo que en estos momentos no nos podemos dar. Seguramente hay otras necesidades que actualmente son más apremiantes. Sin embargo, esta es una postura que condenará a nuestro país, y a nuestro sistema educativo, al eterno subdesarrollo. Debemos recordar que los pocos países que en tiempos recientes han logrado salir del subdesarrollo, y darle un nivel de vida más digno a su población, lo han hecho haciendo de la investigación científica y de la educación en todos sus niveles, la prioridad nacional. En 1993, por ejemplo, China tomó la decisión de apoyar de forma nunca antes vista a sus instituciones de educación superior y a sus centros de investigación y posgrado. No solo eso, también se crearon 100 Universidades de primera categoría completamente nuevas, y la matrícula en posgrados de excelencia se elevó en promedio un 25% por año. Es obvio que para hacer esto se tuvieron que desviar recursos normalmente dedicados a satisfacer otras necesidades. Sin embargo, esta inversión trajo como consecuencia la creación de innumerables empresas de alta tecnología alrededor de las Universidades y Centros de Investigación, las cuales a su 6 vez desencadenaron el desarrollo económico del país entero, desarrollo que para todos es evidente en estos momentos. 7