Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Acta Otorrinolaringol Esp 2003; 54: 157-160 NOTA CLÍNICO-QUIRÚRGICA CONSECUENCIAS DE LA SECCIÓN BILATERAL DEL VAGO A NIVEL CERVICAL X. LEÓN1, C. O RÚS1, M. L ÓPEZ1, S. S AINZ2, M. Q UER1 1 SERVICIO DE OTORRINOLARINGOLOGÍA. 2SERVICIO DE APARATO DIGESTIVO. H OSPITAL DE SANT PAU. BARCELONA. RESUMEN resentamos la clínica correspondiente a la sección bilateral del tronco principal del nervio vago a nivel cervical en un paciente con un carcinoma de orofaringe con afectación ganglionar bilateral. Como consecuencia de la exéresis de ambos nervios vagos en el P curso de cirugía ganglionar, además de la afectación motora y sensitiva a nivel laringo-faríngeo, se produjo una atonía esófago-gastro-duodenal que obligó a nutrición enteral con acceso directo a yeyuno, y una alteración del ritmo cardíaco por pérdida de estimulación parasimpática. PA L A B R A S C LV AE : Parálisis del nervio vago. Vaciamiento cervical. Complicaciones. ABSTRACT CONSEQUENCES OF THE BILATERAL VAGUS NERVE SECTION AT A CERVICAL LEVEL e present the consequences corresponding to a bilateral section of the main trunk of vagus nerve at cervical level in a patient with an oropharyngeal carcinoma with bilateral neck nodes. As a consequence of the bilateral resection of both vagus nerves during neck dissections, as well as motor W and sensitive damage of the larynx and pharynx, we could observe affection of the normal tone of the oesophagus, stomach and duodenum which forced to enteral nutrition by direct jejunal access, and a disorder of the cardiac rhythm due to loss of the parasympathetic innervation appeared. K E Y WO R D S :Paralysis of the vagus nerve. Neck dissection. Complications. Correspondencia: Dr. Xavier León. Servicio ORL. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Avda. San Antoni M.ª Claret, 167. 08025 Barcelona. Fecha de recepción: 6-3-2002 Fecha de aceptación: 28-5-2002 Acta Otorrinolaringol Esp 2003; 54: 157-160 157 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. X. LEÓN ET AL. PARÁLISIS BILATERAL DEL X INTRODUCCIÓN El nervio vago tiene un trayecto y distribución mucho más extensos que cualquiera de los otros pares craneales, con ramas que inervan estructuras a nivel cervical, torácico y abdominal. Una parálisis unilateral por lesión del tronco principal del nervio vago en casos de cirugía cervical, o una lesión uni o bilateral de los nervios recurrentes durante cirugía tiroidea, provoca una sintomatología clínica bien conocida para los otorrinolaringólogos, encargados de su diagnóstico y eventual tratamiento. Por el contrario, una lesión bilateral completa del tronco principal del nervio vago a nivel cervical es una complicación excepcional de la cirugía cervical. En el presente trabajo presentamos el caso clínico correspondiente a una sección bilateral del nervio vago en un paciente afecto de un carcinoma de orofaringe, sometido a tratamiento quirúrgico a nivel cervical y que requirió la resección de los dos troncos nerviosos por infiltración tumoral extensa de los mismos. CASO CLÍNICO Paciente varón de 62 años con antecedente de tabaquismo severo y enolismo moderado, que acudió a consulta por la aparición de una adenopatía a nivel laterocervical derecho de crecimiento progresivo de semanas de evolución. La palpación cervical mostró una adenopatía subdigástrica derecha de 5 cm de diámetro máximo, fija a los planos profundos. Durante la exploración se evidenció una tumoración exofítica en la cara lingual de la epiglotis con extensión a la valécula derecha. Se obtuvo una biopsia de la lesión orofaríngea que confirmó que se trataba de un carcinoma escamoso. La imagen TC mostraba una adenopatía de características metastásicas de 4 x 3 cm afectando los niveles cervicales derechos II-III, y un engrosamiento de la epiglotis suprahioidea, sin infiltración de la base de la lengua. Catalogada la lesión como carcinoma de orofaringe estadio IV (T2N2aM0), se inició tratamiento con quimioterapia de inducción. Tras completar 3 ciclos de quimioterapia con cisplatino y 5 fluoruracilo se obtuvo una remisión completa del tumor a nivel de la valécula y una reducción de la adenopatía cervical. La exploración radiológica fue compatible con los hallazgos clínicos. La segunda maniobra terapéutica consistió en radioterapia a dosis radicales sobre la localización primaria del tumor (70 Gy) y preoperatoria sobre las cadenas cervica- 158 les (50 Gy). Seis semanas después de finalizada la radioterapia se realizó un vaciamiento cervical radical derecho. Durante la cirugía se encontró un resto ganglionar tumoral profundo, adherido al eje carotídeo y que englobaba el nervio vago, que fue sacrificado. En el postoperatorio inmediato el paciente aquejó disfonía, sin que existiese clínica de aspiraciones hacia el tracto respiratorio. A los 10 meses de completado el tratamiento apareció un engrosamiento laterocervical izquierdo en el nivel III. Una PAAF fue positiva para una metástasis ganglionar de carcinoma. La exploración no evidenció recidiva tumoral a nivel local o cervical derecho. El estudio con TC mostró una masa infiltrante en la región retrovascular izquierda en el nivel III (Fig. 1). Se decidió la realización de un tratamiento de rescate consistente en un vaciamiento cervical radical izquierdo. Durante la cirugía se apreció una masa ganglionar profunda que englobaba la vena yugular interna, la carótida primitiva y el nervio vago. La tumoración pudo separarse del eje carotídeo siguiendo un plano subadventicial. Se intentó la disección del tumor respecto al nervio vago, pero al no ser posible se decidió llevar a cabo una resección del mismo. En el momento de la sección del nervio se produjo un episodio de bradicardia moderada de unos segundos de duración, permaneciendo a partir de entonces el paciente estable desde un punto de vista hemodinámico. El procedimiento quirúrgico finalizó con la realización de una traqueostomía. El dictamen anatomopatológico mostró la existencia de una adenopatía metastásica de 4 cm de diámetro de los niveles III-IV con ruptura capsular, invasión de los tejidos blandos periganglionares e invasión del nervio vago. Figura 1. TC en la que se aprecia una masa ganglionar retrovascular en el área III en el lado izquierdo del cuello. En el lado derecho existen cambios correspondientes al vaciamiento cervical radical previo. Acta Otorrinolaringol Esp 2003; 54: 157-160 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. A C TA OTORRINOLARINGOLÓGICA ESPAÑOLA En el postoperatorio inmediato el paciente aquejó clínica de aspiración de líquidos y voz áfona, atribuible a la parálisis laríngea bilateral, con buena tolerancia a la deglución de sólidos. A los 10 días del alta hospitalaria el paciente acudió por clínica de dolor torácico con la ingesta y regurgitación de material alimentario no digerido con el decúbito. Fue ingresado para rehidratación, soporte nutricional y diagnóstico. La exploración clínica mostraba un abdomen blando y depresible, sin puntos dolorosos y con persistencia de peristaltismo. Una radiografía de tórax no mostró alteraciones significativas. Se procedió a la colocación de una sonda nasogástrica, con drenaje de material alimentario retenido. El inicio de la alimentación enteral a través de la sonda nasogástrica provocó de nuevo dolor torácico, por lo que fue suspendido. Durante el 2º día del ingreso se llevó a cabo una fiboendoscopia digestiva, que no mostró lesiones orgánicas, evidenciando una ausencia de ondas peristálticas. Con el diagnóstico de atonía esofagogástrica, se inició un tratamiento con procinéticos (5 mg de cisaprida/8h administrados a través de la sonda nasogástrica) y la instauración de una nutrición parenteral periférica. A los 13 días se produjo un pico febril secundario a la contaminación de la vía periférica utilizada en la nutrición parenteral que obligó a su retirada. Se decidió iniciar de nuevo tolerancia de la dieta a través de la sonda nasogástrica, reapareciendo el dolor retroesternal y la retención alimentaria. Un tránsito esofágico-gástrico mostró una alteración severa del patrón deglutorio a nivel faringo-esofágico, con aspiración de contraste y aparición de broncograma aéreo, una dilatación esofágica con imagen afilada del paso de contraste a nivel del esfínter esofágico inferior, y un retraso marcado en la progresión y aclaramiento del contraste baritado a lo largo de la vía digestiva (Fig. 2). La endoscopia digestiva no mostró modificaciones respecto a los hallazgos previos, apareciendo el píloro entreabierto e hipoperistalsis a nivel duodenal. Con asistencia endoscópica se colocó una sonda de alimentación transduodenal, reiniciándose la nutrición sin problemas, pudiendo ser dado de alta el paciente a los 5 días. La existencia de problemas deglutorios con clínica de aspiraciones hacia el tracto respiratorio, el trastorno en el tono del esfínter esofágico inferior, y la atonía duodenal evidenciada en los estudios endoscópicos hicieron desestimar la conveniencia de una piloroplastia. A los dos meses, dada la ausencia de mejoría clínica, se decidió la realización de una yeyunostomía. Figura 2. Imagen del tránsito en la que se aprecia broncograma aéreo por aspiración de contraste, y acumulación de contraste en esófago con ausencia de peristaltismo. En un estudio del ritmo cardíaco con Holter se evidenció la existencia de una taquicardia sinusal permanente con frecuencia media de 97 latidos/ minuto, extrasistolia ventricular simple aislada y ausencia de cambios de ritmo asociados con los esfuerzos. El paciente inició tratamiento con beta-bloqueantes para el control de la taquicardia sinusal. A los 12 meses del vaciamiento de repesca se produjo una nueva recidiva laterocervical izquierda. El paciente siguió tratamiento sintomático con finalidad paliativa, falleciendo a los tres meses de diagnosticada la recidiva tumoral. Hasta el momento de su fallecimiento, no se produjeron cambios en la funcionalidad del tracto digestivo super i o r, requiriendo el paciente de la alimentación enteral a través de yeyunostomía. DISCUSIÓN Las fibras del nervio vago dependen de núcleos localizados en el bulbo raquídeo. El núcleo dorsal del vago es un núcleo mixto con fibras eferentes motoras que se distribuyen por el músculo liso de los bronquios, el corazón, esófago, estómago e intestino delgado y parte del grueso, y fibras aferentes sensitivas para el tubo digestivo. El núcleo ambiguo proporciona inervación a la musculatura estriada de los constrictores faríngeos y la musculatura intrínseca de la laringe. Por último, el núcleo del tracto solitario recoge la sensibilidad de la región faringolaríngea1. Son bien conocidas las consecuencias derivadas de la afectación uni o bilateral de las funciones del nervio vago correspondientes a los nú- Acta Otorrinolaringol Esp 2003; 54: 157-160 159 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. X. LEÓN ET AL. PARÁLISIS BILATERAL DEL X cleos ambiguos y del tracto solitario, con consecuencias a nivel de la movilidad y sensibilidad faringo-laríngea, en tanto que existen pocos datos en la literatura consultada referidos a las consecuencias clínicas de la anulación de la función de los núcleos dorsales por lesión del tronco principal del vago a nivel cervical. Netterville y Civantos2 comunicaron la clínica de un paciente con antecedente de glomus bilateral en el que el tratamiento quirúrgico produjo una afectación completa de uno de los vagos y parcial del contralateral. El paciente sufrió una incompetencia del esfínter esofágico inferior y clínica de regurgitaciones. Por su parte Sataloff et al3 señala la conveniencia de llevar a cabo traqueostomía en el tratamiento de los pacientes con lesión bilateral del vago, especialmente si la lesión se produce por debajo de la salida del nervio laríngeo superior, y la tendencia a la aspiración de líquidos hacia el tracto respiratorio, pero no indica las consecuencias que la lesión bilateral del vago ocasiona a nivel del tracto digestivo. En el caso que presentamos, además de la pérdida de la función motora y sensitiva a nivel laringo-faríngeo, se produjeron alteraciones en la fisiología cardíaca y del tracto digestivo correspondientes a la pérdida de la inervación parasimpática de estas estructuras. Por una parte el paciente sufrió la aparición de una taquicardia sinusal que requirió tratamiento beta-bloqueante. Por otra, se produjo una grave disfunción de la movilidad del tracto digestivo desde esófago hasta yeyuno, que precisó de alimentación enteral con acceso directo a la porción yeyunal del tracto digestivo. La existencia de los plexos mientéricos de Auerbach y submucoso de Meisner en el yeyuno, garantizan la existencia autónoma de peristaltismo, independiente de inervación extrínseca, como podemos comprobar en los injertos libres de yeyuno. Consideramos interesante la publicación de este caso clínico por mostrar las consecuencias correspondientes a la lesión bilateral de los troncos principales de ambos nervios vagos, situación excepcional en casos de cirugía cervical, pero que es posible que aparezca con mayor frecuencia a medida que se incrementen el número de procedimientos de cirugía de base de cráneo, como podría corresponder a casos familiares de glomus yugular con afectación bilateral. REFERENCIAS 1- Williams PL, Warwick R. Anatomía de Gray, 36ª Edición. Ed. Salvat, Barcelona, 1985. Pp: 1181-1187. 160 2- Netterville JL, Civantos FJ. Rehabilitation of cranial nerve deficits after neurotologic skull base surgery. Laryngoscope 1993; Suppl 60: 45-54. 3- S a t a l o ff RT, Myers DL Kremer FB. Management of cranial nerve Acta Otorrinolaringol Esp 2003; 54: 157-160 injury following surgery of the skull base. Otolaryngol Clin North Am 1984; 94: 1359-1364.