Consejo de la Magistratura RESOLUCION N° 339/09 En Buenos Aires, a los 6 días del mes de agosto del año dos mil nueve, sesionando en la Sala de Plenario del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación “Dr. Lino E. Palacio”, con la Presidencia del Dr. Luis María Bunge Campos, los señores consejeros presentes, y VISTO: El expediente 320/08, caratulado “Mindel, Sergio c/ titular del Juzgado Nacional en lo Civil N° 5”, del que RESULTA: I. La presentación del Dr. Sergio G. Mindel, en la que formula denuncia contra la titular del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil N° 5, Dra. Dora Mariana Gesualdi, por su atuación en el expediente N° 32137/91, caratulado “Alderete, Antonio Eulogio c/ Microómnibus Norte S.A. s/ daños y perjuicios” (fs. 1). Sostiene que las mencionadas actuaciones “llevan una tramitación de más de diecisiete (17) años”, y que hace seis años viene solicitando se dicte sentencia. Agrega a todo evento que varios expedientes acumulados ya tienen sentencia de Cámara. Señala que “concurrió en varias oportunidades a dialogar con la titular del citado Juzgado para que de buena manera cumpla con su cometido y siempre obtuvo como respuesta excusas baladíes para no dictar sentencia” (fs. 1). Expresa que la presente denuncia se trata de un supuesto de denegación de justicia, que surge del propio examen de las actuaciones. II. El 6 de octubre de 2008, se presenta ante este Consejo de la Magistratura la Dra. Gesualdi en los términos previstos en el art. 11 del Reglamento de la Comisión de Disciplina y Acusación (fs. 20). Señala adelantada en a priori el que “se dictado de encuentra las un mes sentencias 1 correspondientes a los procesos que tramitan por ante [su] tribunal, conforme surge del libro de sentencias” que ofrece como prueba. Respecto denuncia, al sostiene hecho que de que la motiva compulsa la de presente los autos “Alderete Antonio Eulogio c/ Microómnibus Norte S.A. s/ daños y perjuicios” el Juzgado informó, a fs. 830, con fecha 8 de julio del 2008, que la causa no se encontraba en condiciones de efectuar el llamamiento de autos para sentencia habida cuenta que los autos venidos “ad effectum videndi” caratulados “Fisco Nacional c/ Av. Pta. s/ defraudación, expte. N° 972/90, se hallaban elevados a la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones con fecha 25 de junio de “Gómez, 2008, María conjuntamente Inés con c/Ministerio los de autos Defensa conexos s/daños y perjuicios”. Adjunta copia del libro de Cámara en donde consta que los aludidos expedientes fueron recibidos por la Sala B de la citada Cámara de Apelaciones en lo Civil el 25 de junio de ese año. Señala, asimismo, que resulta curioso que el denunciante nunca hubiera solicitado pronto despacho. Rechaza que el presente se trate de un caso de denegación de justicia, y sostiene que, en aras de la justicia efectiva, y en virtud de los fundamentos efectuados a fs. 717, resolvió apartarse de la pauta establecida en el art. 1101 y ordenar la desacumulación de estos actuados. En mérito a lo expuesto, solicita el rechazo de la presente denuncia. III. En función de las medidas preliminares, se solicitó al Juzgado Nacional en lo Civil Nº 5 copia certificada de las actuaciones que motivaron la presente denuncia, lo que fue cumplido mediante oficio de fecha 14 de octubre del 2008. De la compulsa de los autos “Alderete, Antonio Eulogio c/ Microómnibus Norte S.A. s/ daños y perjuicios” Exp. 32137/91, surgen los siguientes elementos: La causa se inicia, el 31 de mayo de 1991, con la demanda promovida por Antonio Eulogio Alderete por daños y perjuicios, con el patrocinio letrado del Dr. 2 Consejo de la Magistratura Sergio Mindel, contra la firma Microómnibus Norte S.A. (fs. 5/12). A fs. 102/102 vta., se resuelve, con fecha 13 de mayo de 1993, acumular el presente expediente con el caratulado “Leiva de Biallas María Jorgelina c/MONSA s/ daños y perjuicios”. A fs. 603 (mayo 4 de 2000), la actora solicita el llamamiento de autos para sentencia. A fs. 604, se ordena agregar la documental y alegatos formulados por las partes. A fs. 632, y con fecha 24 de mayo de 2000, la Dra. Gesualdi dispone que, atento el estado de los autos acumulados “Leiva s/daños perjuicios”, y de Biallas se María tenga Jorgelina presente el c/MONSA pedido formulado a fs. 603 de las presentes actuaciones hasta tanto se encuentren ambos en condiciones de dictar sentencia. A fs. 634, la actora solicita que en virtud de lo resuelto a fs. 632, se decrete la suspensión de este proceso hasta tanto los expedientes acumulados también se encuentren en estado de dictar sentencia, lo que es solicita se acogido favorablemente a fs. 635. A fs. 692 (21.2.03), la actora decrete el llamamiento de autos para sentencia, atento el estado de los mismos. A fs. 693, se ordena agregar los alegatos a fin de proveer lo que corresponda. A fs. 694 (julio 2 de 2003), se tiene presente el pedido de dictado encuentren en idénticas de sentencia condiciones hasta los tanto se expedientes acumulados. A fs. 698 (noviembre 2003), el Dr. Mindel, en representación de la actora, solicita se deje sin efecto la acumulación ordenada en autos y se llame autos para sentencia. A fs. 699, se ordena la búsqueda del expediente de marras. A fs. 701, y con fecha 18 de marzo de 2004, se ordena agregar las piezas a sus antecedentes, atento que el expediente se encuentra en Secretaría. A fs. 702, el Dr. Mindel solicita nuevamente el llamamiento de autos para sentencia. A fs. 703 (22 de 3 junio de 2004), se dispone que vuelvan los autos con los primeros cuerpos y los expedientes conexos. A fs. 706, y con fecha 15 de septiembre de 2004, se procede a proveer las presentes actuaciones, por cuanto el expediente se encontraba en búsqueda de los primeros cuerpos. El 16 de septiembre de 2004, se tiene presente lo solicitado hasta tanto se encuentren en idénticas condiciones los expedientes acumulados. A fs. 707, con fecha 23 de septiembre del 2004, el letrado de la actora insiste en el llamamiento de autos para sentencia, a lo que se resuelve estar a lo proveído a fs. 706. Un nuevo pedido en el mismo sentido formulado por el Dr. Mindel a fs. 713 (24 de febrero de 2005) es resuelto con idéntico proveído por la Dra. Gesualdi. A fs. 715 y 716, obran una nueva solicitud de la actora e idéntico proveído por el tribunal. A fs. 717, con fecha 28 de septiembre de 2005, se advierte que la petición de fs. 698 (desacumulación solicitada por la actora de noviembre de 2003) ha quedado sin proveer, por lo que se procede a hacerlo en ese acto, resolviendo el tribunal apartarse de la pauta establecida en el art. 1101 del Código Civil y ordenar la desacumulación de las presentes actuaciones. A fs. 733 (8 de noviembre de 2005), el letrado de la actora presenta nuevamente un pedido de llamamiento de autos para sentencia. A fs. 734, se resuelve que vuelvan las actuaciones con sus primeros cuerpos. A fs. 735 (30 de noviembre de 2005), se ordena extraer de paralizado el beneficio de litigar sin gastos. A fs. 743 (marzo 18 de 2006), el juzgado dispone nuevamente que vuelvan las actuaciones con los primeros cuerpos y el beneficio de litigar sin gastos. A fs. 749 (3 de abril de 2006), el juzgado dispone que, atento lo dispuesto por el art. 4° de la ley 25.488, se notifique a las partes que el presente proceso tramitará conforme las normas previstas para el proceso ordinario. A fs. 758 (4 de mayo de 2006), el Dr. Mindel reitera su pedido de llamamiento de autos. A fs. 759, la 4 Consejo de la Magistratura Dra. Gesualdi ordena “vengan con los primeros cuerpos y se proveerá lo que corresponda”. A fs. 760 (23 de mayo de 2006), por Secretaría se informa que el expediente fue localizado traspapelado pasando a despacho, y luego se ordena citar a los liquidadores de la Compañía de Seguros Belgrano. A fs. 763 (12 de julio de 2006), obra un nuevo pedido de llamamiento de autos para sentencia, al que se provee estar a lo proveído a fs. 761 (en realidad es fs. 760). A fs. 766 (11 de agosto de 2006), se reitera el pedido por parte del Dr. Mindel, y a fs. 767, se ordena “vengan con los primeros cuerpos”. A fs. 768 (14 de septiembre de 2006), se ordena librar oficio a la Sala B de la Excma. Cámara de Nacional de Apelaciones en lo Civil a fin de que remita la causa penal caratulada “Fisco Nacional c/ Av. Pta.1 s/ defraudación” conjuntamente con los autos “Dal Maschio, María Alejandra c/ Ministerio de Defensa s/ daños y perjuicios”, o, en su defecto, copia certificada de los mismos. A fs. 789 (12 de julio de 2007), obra un nuevo pedido de la actora a fin de que se ordene el llamamiento de autos para sentencia. A fs. 790, se ordena “vengan con los primeros cuerpos y se proveerá”. El 24 de agosto de 2007, se informa que en la fecha fue localizado el beneficio de litigar sin gastos correspondiente a estas actuaciones. A fs. 797 (31 de agosto de 2007), la actora acompaña copia de la sentencia de Cámara emitida en autos “Dal Maschio, María Alejandra c/ Ministerio de Defensa s/ daños y perjuicios” y solicita se dicte sentencia sin más trámite. A fs. 798, el juzgado ordena tener presente y estar a lo proveído a fs. 760. A fs. 803 (22 de octubre de 2007), la actora solicita un nuevo llamamiento de autos. A fs. 804, se provee el escrito de fs. 802 y se ordena notificar el nuevo domicilio constituido. A fs. 824 (17 de marzo de 2008), la actora peticiona nuevamente el llamamiento de autos para 5 sentencia. A fs. 825, se ordena con carácter previo extraer de paralizado el beneficio de litigar sin gastos. A fs. 826 (3 de abril de 2008), obra un nuevo pedido de la anteriores. A actora fs. en 827, el el mismo juzgado sentido ordena que estar los a lo proveido a fs. 825. A fs. 830 (8 de julio de 2008), se informa por Secretaría que los autos venidos ad efectum videndi “Fisco Nacional c/ Av. Pta.1 s/ defraudación”, expte. Nº 972/90, se encuentran elevados a Cámara, con fecha 25 de junio del 2008, conjuntamente con los autos “Gómez María Inés c/Ministerio de Defensa s/daños y perjuicios”. El 11 de julio de 2008, el tribunal ordena tener presente lo informado y hacerlo saber a las partes. A fs. 833, la actora solicita sacar de paralizado el beneficio de litigar sin gastos, fecho lo cual pasen los autos a dictar sentencia. A fs. 834, se ordena estar a lo proveído a fs. 830. Con fecha 22 de agosto de 2008 (fs. 835), obra un nuevo pedido de la actora en orden al llamamiento de autos para sentencia. Nuevamente, a fs. 836, se ordena estar a lo proveído a fs. 830. IV. El 12 de noviembre de 2008, se presenta nuevamente ante este Consejo de la Magistratura el Dr. Sergio Mindel con el objeto de desistir de la denuncia formulada, ello en razón de haberse dictado sentencia en el expediente de marras (fs. 30). V. El 16 de abril del corriente año, comparece ante esta Comisión de Disciplina y Acusación la Dra. Dora Mariana Gesualdi, a efectos de formular su descargo en los términos del art. 20 del Reglamento. En el marco de la declaración, la magistrada señaló que las actuaciones en cuestión se iniciaron en el año 1991, como consecuencia de un reclamo por incapacidad formulado por un individuo que recibió heridas a raíz del motín que en el mes de diciembre de 1990 protagonizaron Aldo Rico y Mohamed Seineldín. Esta persona viajaba en un colectivo de la línea 60 que se introdujo en la ruta equivocada, lo que motivó resultara herido (fs. 65/78). 6 que el aludido pasajero Consejo de la Magistratura Interrogada acerca de si existió resolución en la causa penal promovida en relación con este hecho, respondió que sí, que en su momento el juez competente Dr. Piotti resolvió remitirla a la justicia militar. Agrega que se promovió otra causa penal, ya que habían existido delitos como homicidio culposo, lesiones culposas, daños, hurto, de los que resultaban víctimas civiles, y se resolvió que instruyera la justicia ordinaria, por lo que existieron dos causas penales, y una causa administrativa instruida por el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas. Interrogada la jueza acerca de los motivos por los que habiendo formulado las partes los alegatos y ante el pedido de la actora, de fecha 9 de mayo de 2000, en cuanto al llamamiento de autos para sentencia, éste se tuvo presente hasta tanto se acumulara el expediente “Leiva de Bialas c/ Monza s/ daños y perjuicios”, la magistrada respondió acumulados y algunas que expedientes partes… en “hubo varios expedientes conexos porque estaban en demandado el algunos expedientes Estado, en otros expedientes estaba demandado solamente Microómnibus, también TANSE, en y otros en expedientes otros estaba expedientes demandado también estaba demandado el conductor del vehículo. Por eso se pidió la acumulación, que en un momento se dejó de lado pero se lo tiene en cuenta por su conexidad que después le voy a explicar porqué” (fs. 66). En relación con el trámite de la causa y el objeto central de la denuncia, señala que “sí, hubo varios pedidos y oportunidades de sentencia por parte de la actora y en ningún momento estaba el expediente en estado de dictar sentencia” (fs. 66). Responde que los expedientes acumulados “no estaban en el mismo estadio procesal y además algunos fueron iniciados en otros juzgados y no en el [suyo] y vinieron al [suyo] por conexidad” (fs. 67). Preguntada la magistrada acerca de por qué desde el año 2005 no pudo dictar sentencia, atento que los expedientes se habían desacumulado en el año 2005, señaló que ella “no p[odía] dejar escritos (…) sin 7 proveer y hubo constituyendo constantes nuevo presentaciones domicilio, de pidiéndole letrados el perito contador explicaciones al letrado de la actora de por qué, en qué estado estaba el expediente, hubo un pedido de regulación de honorarios, una apelación de honorarios” (fs. 67). Agrega, en respuesta a otra pregunta, que la causa nunca estuvo en condiciones de dictar sentencia, “incluso cuando dict[ó] la sentencia lo hi[zo] sin tener en cuenta que el expediente que estaba acumulado y desacumul[ó], era un expediente conexo que debía tenerse presente y no estaba en condiciones de dictarse sentencia. Todavía en el día de hoy no lo está. Por eso (…) dict[ó] sentencia ante el pedido ese de ustedes. No s[abe] que consecuencias [le] puede traer esto en la Cámara, si no [le] van a anular la sentencia” (fs. 67). Al respecto, y ante otra pregunta, aclara que dictó sentencia porque “no quier[e] tener más problemas con este señor”, refiriéndose al denunciante, de quien señaló que él no quiso hacer muchas cosas que lógicamente hubo que hacer de oficio. Agrega que la primera sentencia que se dictó fue en la causa “Berger c/ Zúñiga” que el letrado fue el doctor Beltrán, que fue camarista civil. Esta sentencia –señala la magistrada- se dictó en el año 2001. Interrogada acerca de por qué seguía considerando que el expediente en cuestión aún no estaba en condiciones de dictar sentencia, señaló que “la clave de todo está en que el “Leiva de Bialas” que es el expediente acumulado y que se desacumuló es un expediente conexo con éste, que (…) lo t[iene] que tener a la vista y tiene que estar en condiciones de dictar sentencia y todavía no se terminó la prueba en ese expediente” (fs. 70). Aclara que, en el mes de septiembre de 2005, se desacumularon todos los expedientes que se encontraban acumulados, que a fs. 636, obra copia de un acta labrada en los autos Berger c/ Zúñiga donde todos los apoderados de los distintos expedientes prestan conformidad a que al momento 8 de dictar sentencia sólo se establezca la Consejo de la Magistratura responsabilidad de oportunamente los en demandados, el estadio y que el procesal juzgado pertinente establezca cuáles fueron los daños. Agrega la magistrada que “la sentencia penal no sabemos en que momento ha quedado firme porque tiene veintinueve cuerpos y todos los días se van agregando otras cosas” (fs. 71). Volviendo al tema de la demora, señala que “el 7/10/05, (…) a partir de esa desacumulación, los demandados empiezan a presentar numerosos escritos en los cuales autorizan a compulsar las actuaciones a nuevas personas y además constituyendo nuevos domicilios, cosa que también hace el actor en varias oportunidades. Entonces, (…) no pued[e] dejar de proveer esos escritos antes de entrar el expediente a sentencia tampoco, y eso se lo expli[có] la única vez que vino a ver[la] el doctor Mindel a [su] despacho” (fs. 72). Siempre con relación al tema central en cuestión, sostiene que al momento de dictar sentencia el expediente penal fue requerido por oficio y se lo desistió de la remitieron tres meses después. Aclara que el denunciante denuncia después de dictarse sentencia en la causa en cuestión; que dictó sentencia no estando en condiciones de hacerlo y que podría haber esperado un poco más. VI. La magistrada presenta, asimismo, un descargo por escrito, en donde se reiteran la mayoría de los conceptos efectuados en la audiencia respectiva (fs. 41/61). A tal efecto, señala que la acción que motivó la denuncia fue iniciada ante el Juzgado Civil Nº 90 el 31.05.91 y que la empresa demandada –Microómnibus Norte S.A. contestó acumulación el con 25 los de junio autos de 1991 “Leiva solicitando de Biallas la c/ Microómnibus Norte S.A.” en trámite ante el Juzgado en lo Civil Nº 62. Esta acumulación es aceptada por el actor con fecha 16.8.91. Conforme lo expresado oportunamente en la audiencia, la magistrada aclara que existieron dos causas penales, la que el Juez de San Isidro –Dr. Piotti- ordenó 9 remitir a la Justicia Militar y otra iniciada ante la Excma. Cámara Federal de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, Sala III, que lleva el Nº 1197/90, a lo que se agregan las actuaciones administrativas llevadas por el Ejército. Señala que a fs. 375 y con fecha 14/9/99 el Ministerio de Defensa informó que la causa penal fue enviada a San Isidro por la presunta actuación de civiles y que la responsabilidad de los militares se había decidido el 19/9/92. El 7/12/94, la Sala IV de la Cámara de Casación Penal resolvió condenar a tales personas en forma mancomunada y solidaria. En el supuesto de homicidio culposo, lesiones culposas, daños y hurto, se ordenó la remisión a San Isidro. Expresa que, con fecha 6.12.99, se certificó que no había medidas probatorias pendientes, clausurándose tal período el 7.12.99 y poniéndose los autos para alegar. El 3.2.2000, la actora presentó su alegato, el 24.3.00 lo hizo la empresa TAMSE, y el 6.4.00 lo hizo Microómnibus Norte. Con relación al hecho central de la presente denuncia, sostuvo la magistrada que en mayo 24 de 2000 (fs. 632) se tuvo presente el pedido de sentencia hasta que los acumulados estuvieran en condiciones de dictarse pronunciamiento. Relata luego que, desde julio de 2003 hasta el 25 de noviembre del mismo año, el actor no activó el expediente, y recién en dicha fecha pidió desacumulación, luego hasta el 2.2.04 no existió actividad en el expediente, en donde se pidió búsqueda, y el 5 de marzo del mismo año se lo encontró mal encasillado. Continúa relatando que, el 11.6.04, el actor reiteró el pedido de sentencia y se le proveyó que vuelva con los autos conexos, haciéndole saber que los primeros cuerpos se encontraban en búsqueda. Señala que “la parte actora sigue pidiendo sentencia sin entender que se encuentran en búsqueda los primeros cuerpos desde el mes de septiembre de 2004. Tal situación se debe al escaso lugar que posee el Juzgado, 10 Consejo de la Magistratura pese a que se habilita al Personal para la búsqueda” (fs. 54). Sostiene, a continuación, que el actor “vuelve a pedir la desacumulación el 1.9.05 y se dicta resolución haciendo lugar a ello y apartándo[la] del principio del art. 1101 del Cód. Civil, lo que se hace notificar por cédula de oficio por el Juzgado” (fs. 54). Prosigue detallando el trámite del expediente, en particular los reiterados pedidos de sentencia de la parte actora. A tal efecto, señala que “pese a que se le hizo saber al reitera actor pedido que la causa de sentencia penal dos estaba meses en Cámara, después, el 20.10.08. El día 22 se le reitera que la causa penal está en Cámara y ante su negativa a solicitarla, de oficio el Juzgado libra oficio por Secretaría. Consta el 27.10.08 la remisión de la causa penal. El día 28 y pese, como ya lo dijera más arriba, que el expediente conexo no estaba en condiciones de dictar sentencia, lo que puede traer luego consecuencias en la Cámara, se llamó ‘autos para sentencia’, y a fs. 844/847 obra el decisorio con fecha 10.11.08, librándose cédula de notificación el mismo día y ordenándose devolver al Superior la causa penal, lo que se efectivizó el 12.11.08” (fs. 58). Agrega como argumento para explicar la demora en resolver el mentado expediente, que “siempre se han presentado escritos que impedían que en los autos se dictara pronunciamiento, además de que los autos conexos no se encontraban y no se encuentran en las mismas condiciones que el presente. Y tercero que son tantas las sentencias que h[a] dictado sobre esta causa que carecen de complejidad para [ella]. Quizás la más compleja haya sido la primera ‘Berger c/ Zúñiga’, que se dictó en el 2001, donde el profesional actuó diligentemente” (fs. 59). VII. La deponente se refiere siguientes manifestaciones al denunciante con las “este señor, porque no lo voy a llamar doctor –después voy a explicar por qué-“; “No quiero tener más problemas con este señor –que ya van a ver ustedes quien es-“; “la negligencia con que ha 11 actuado el profesional interviniente en estos autos, dejando pasar a veces términos más que prudentes en sus peticiones”; “la negligencia del profesional actuante en la presentación de sus peticiones en plazos realmente excepcionales”; “para que tengan en cuenta quien es el señor denunciante”; “tiene la prisión preventiva apelada” y haciendo otras manifestaciones en las que declaró con calificaciones personales negativas respecto de las cualidades personales del denunciante y respecto de la actuación en carácter de letrados, de la eficacia del impulso en su defensa de los intereses particulares, o sobre la demora o temporalidad de sus presentaciones. No obstante haber sido la magistrada advertida de intentar justificar sus aparentes demoras –en aquella instancia de la investigación- por una eventual negligencia de la actuación letrada, continuó con sus calificativos durante toda la declaración. CONSIDERANDO: 1°) Que el objeto central de la presente denuncia radica en la excesiva demora de la Dra. Gesualdi en el dictado de sentencia en un juicio por daños y perjuicios, no obstante los reiterados pedidos de la parte actora en tal sentido. 2°) Que una de las funciones esenciales de este Consejo de la Magistratura consiste en “asegurar la eficaz prestación del servicio de justicia” conforme lo establece el art. 114 inciso 6° de la Constitución Nacional. Dicho mandato que los constituyentes han puesto en cabeza de este órgano del Poder Judicial de la Nación, procura que no se tornen ilusorios los reclamos planteados por los justiciables, y que los mismos sean resueltos dentro de tiempos razonables, teniendo en cuenta las vicisitudes de cada proceso. Lo contrario importaría vulnerar el precepto de “afianzar nuestra la norma justicia” de base, contenido y colocar en al el preámbulo ciudadano en de un estado de indefensión y de virtual privación de justicia, 12 Consejo de la Magistratura producto de sucesivas dilaciones o la paralización sine die. 3°) Que de la compulsa efectuada en los autos “Alderete c/ Microómnibus Norte” surge que, desde el mes de mayo del año 2000, en el que se ordena la agregación de los alegatos formulados por las partes, hasta el 10.11.08, en que se dictó sentencia, han transcurrido más de ocho años sin que se hiciera lugar a la pretensión del aquí denunciante. Ello contrasta notoriamente con el lapso comprendido entre la notificación a la Dra. Gesualdi de la denuncia presentada por el Dr. Mindel ante este Consejo -9 de septiembre de 2008- y el dictado de la mentada sentencia, ocurrido menos de dos meses después. Como lo ha reconocido la propia magistrada en su declaración ante esta Comisión, la denuncia promovida ante este Consejo acogiera influyó favorablemente decisivamente la en que pretensión ella largamente solicitada por el denunciante, no obstante, como ella misma lo sostiene, el expediente no se encontraba en condiciones de dictar el referido pronunciamiento. 4°) Que aún en el supuesto de admitir el argumento de la magistrada en cuanto a que, previo al llamamiento de autos para sentencia, debía resolverse la desacumulación “Leiva de tampoco del expediente Biallas resulta denunciada, toda c/ marras Microómnibus idóneo vez de para que, con Norte”, justificar entre la la causa el mismo la demora providencia que resuelve la referida desacumulación –septiembre de 2005y el dictado de la sentencia, transcurrieron más de tres años, lo que por cierto no exime de responsabilidad a la magistrada por los hechos aquí investigados. En tal sentido, merece destacarse que, en el mes de noviembre de 2003 la parte actora había solicitado se dejara sin efecto la acumulación de estas actuaciones con los autos “Leiva c/ Microómnibus Norte” dispuesta al inicio de estas actuaciones, en el mes de mayo de 1993. El juzgado, recién el 28 de septiembre de 2005 esto es, pedido casi se dos años encontraba después, sin “advierte” proveer, y que dispone este la 13 desacumulación peticionada, no obstante lo cual, no ordena el llamado de autos para sentencia pretendido. A ello cabe agregar, como resulta del detalle efectuado por la magistrada en su escrito de descargo, que desde el 15.11.03 hasta expediente se encontraba el 01.9.05, extraviado y no parte del pudo ser hallado. A partir de allí, se suceden un sinnúmero de peticiones por parte de la actora –con el patrocinio del aquí denunciante- en el mismo sentido, todas ellas con despachos que se reiteran sucesivamente por parte del tribunal, como “vengan los autos con los primeros cuerpos” o “sáquese de paralizado el beneficio de litigar sin gastos”, o “estése a lo proveído a fs….” Se advierte de las constancias de autos que, más allá de los vericuetos formales y la complejidad del proceso, el juzgado no ha articulado los mecanismos a su alcance con el objeto de procurar una respuesta eficaz a las pretensiones planteadas en autos. 5°) Que merece especial atención el análisis de la conducta puesta de manifiesto por la Dra. Gesualdi en el trámite de la presente investigación, en particular los argumentos por ella formulados para tratar de justificar su desempeño en las actuaciones judiciales que motivaron la denuncia. En mecanismo primer de término, fustigar la en magistrada forma recurre sistemática al al denunciante, tanto por su actuación como letrado de la actora en esta causa, como por los supuestos antecedentes penales que registraría el mismo. Cabe señalar al respecto que la evaluación de la conducta de los denunciantes constituye materia ajena a este Consejo, y que los mismos no resultan parte de este procedimiento, magistrada en por este lo que sentido los argumentos resultan en de un la todo irrelevantes. La magistrada afirma tanto en su audiencia de descargo como desacumulación 14 en del su escrito, expediente haber “Alderete” dispuesto la respecto del Consejo de la Magistratura expediente “Leiva de Biallas” apartándose de lo dispuesto por el art. 1101 del Código Civil. Al respecto, la norma citada dispone, en su parte pertinente, que “si la acción criminal hubiere precedido a la acción civil, o fuere intentada pendiente ésta, no habrá condenación en el juicio civil antes de la condenación del acusado en el juicio criminal”. Resulta claro que la mentada disposición, que se refiere relación a con las cuestiones la materia prejudiciales, en discusión, no que guarda es la acumulación de causas en razón de su conexidad. Existe entonces una errónea interpretación de la normativa aplicable por parte de la magistrada, que aún así admite haberse apartado de la misma para decidir, lo cual resulta claramente contradictorio. Tampoco resulta explicable la demora de casi dos años en proveer la desacumulación de los expedientes o la reiteración de proveídos meramente formales a los permanentes pedidos de la actora en el mismo sentido, sin brindar una solución eficaz a los reclamos. Posteriormente, reconoce la magistrada –y lo reitera tanto en la audiencia como en su descargo por escrito-, haber dictado sentencia en los autos que nos ocupan sin que el expediente conexo –previamente desacumulado- se hallara en condiciones de resolver. En cuanto a este punto cabe resaltar una doble contradicción por parte de la magistrada: por un lado, si la causa entiende conexa ya porque resultaba encontrasen en el había mismo sido desacumulada, esencial estadio que procesal; no se ambas y por se otra parte, tampoco resulta entendible por qué dictó sentencia en el expediente que nos ocupa –Alderete- si a su criterio, el mismo tampoco se encontraba en condiciones de resolver, por las razones antes expuestas. Una vez más, los argumentos de la Dra. Gesualdi devienen autocontradictorios, vulnerando la doctrina de los actos propios. Pero el hecho se torna aún mas grave desde que la magistrada admite haber dictado sentencia a raíz de la denuncia presentada por el Dr. Mindel ante 15 este Consejo, y para evitar una eventual sanción disciplinaria que impacte sobre sus antecedentes. De ello se infiere que la magistrada no sólo ha obrado de manera contradictoria, como ella misma lo admite, sino que además se ha apartado de su función específica, cual es la prestación eficaz del servicio de justicia, mediante el dictado de sentencias que –amén de oportunas- resulten la derivación razonada del derecho vigente y de los hechos del caso. En el presente caso, la verdadera motivación de la sentencia dictada por la Dra. Gesualdi en el caso “Alderete” no ha sido otra que un mero interés personal, el de eludir una posible sanción disciplinaria. Al respecto, cabe aclarar que, atento a que los denunciantes no son parte en este procedimiento, el desistimiento formulado por éstos –como lo fue en este caso el del Dr. Mindel- resultan de ningún valor a los efectos de evaluar el alcance de la conducta de los magistrados. Por otra parte, corresponde destacar que tampoco el desistimiento intentado por el patrocinante del actor hace desaparecer ni atempera de manera alguna los nocivos efectos producidos por la morosidad judicial. Asimismo, cabe señalar que “El abogado en el ejercicio profesional, estará equiparado a los magistrados en cuanto a la consideración y respeto que se le debe” reza el artículo 5° de la ley 23.187. La magistrada ha incumplido con el deber de respeto que se le impone hacia otro abogado, faltando también a su consideración como a un otro, no considerándolo con su trato despectivo como a un “igual” (artículo 16, Constitución Nacional). excedido La actitud su deber de de la magistrada mesura y denunciada prudencia, cayendo ha en calificaciones personales de carácter negativo, faltando a su deber de respeto hacia un letrado y, también de un conciudadano, un igual. Más situación allá procesal de ello, –no la sola firme-, mención y la de una evidente sujetivización en su accionar como magistrado respecto de 16 Consejo de la Magistratura un letrado, consistente en la imputación a alguien de un hecho o cualidad en menoscabo de su fama o estimación, para de esa manera desacreditar una denuncia. 6°) Que este Consejo se ha pronunciado, en forma reiterada, en el sentido de que los juzgados deben arbitrar los mecanismos a su alcance a fin de evitar las dilaciones excesivas severamente la e injustificadas eficaz prestación que del comprometen servicio de justicia. En el caso en análisis, un damnificado por un accidente de tránsito, que ha sufrido una incapacidad física parcial producto del mismo, ha debido esperar más de ocho años desde que concluido en su etapa sentencia de primera el expediente probatoria, instancia en se para encontrara obtener relación con una su reclamo. 7°) Que del análisis de los hechos investigados, y la prueba obrante en estas actuaciones, surgen como susceptibles de sanción disciplinaria las siguientes conductas de la Dra. Gesualdi: a) Haber demorado injustificadamente durante más de ocho años el dictado de la sentencia en los autos “Alderete, Antonio Eulogio c/ Microómnibus Norte S.A. s/ daños y perjuicios”, Expte. Nº 32137/91, una vez agotada la etapa probatoria y habiéndose agregado los alegatos de las partes. b) No haber brindado una respuesta eficaz a los sucesivos pedidos formulados por la parte actora a fin de que se dictara sentencia en las referidas actuaciones desde el mes de noviembre de 2005 –en que se resolviera la desacumulación del referido expediente respecto del expediente “Leiva de Biallas”- hasta la fecha, recurriendo a la reiteración de meras fórmulas carentes de la fundamentación adecuada. c) Haber generado una situación de privación de justicia con el consiguiente perjuicio para el demandante d) Haber interpretado erróneamente la normativa del Código Civil respecto de las cuestiones prejudiciales y las normas sobre conexidad previstas en el Código Procesal Civil y Comercial, demorando durante dos años la 17 resolución de la desacumulación de los expedientes mencionados en el apartado b) y luego más de tres años el dictado de la sentencia en los autos que nos ocupan. e) Haber utilizado argumentos contradictorios para justificar su conducta, admitiendo, en primer término haberse apartado de la normativa del Código Civil para decidir la desacumulación, y luego reconociendo haber dictado sentencia en la causa de marras cuando el expediente no se encontraba en condiciones de hacerlo. f) Haberse apartado de su función esencial de impartir justicia, interés dictando una sentencia motivada en el personal disciplinaria de evitar que una afectara posible sus sanción antecedentes profesionales. g) Haber incurrido en denostaciones personales en contra del denunciante y letrados intervinientes, con descalificación respecto de su integridad como persona, como letrado y como defensor de intereses particulares ante los estrados judiciales en violación al artículo 5 de la ley 23.187, y faltando al deber de custodiar y respetar la honra que tienen todos los ciudadanos y habitantes, máxime considerando que se trata de un Juez de la Nación. 8°) Que, corresponde señalar, que las conductas antes descriptas encuadran apartado en A, los constituyen faltas supuestos previstos incisos modificatorias, 5) y 7) de correspondiendo, disciplinarias la por art. 14, 24.937 y sus consecuencia, la Ley en el que aplicación de la consecuente sanción a la magistrada. Sin perjuicio de lo expuesto, que de por sí ameritaría la aplicación de la más grave sanción prevista por la ley, debe valorarse la falta de sanciones disciplinarias de la magistrada y la antigüedad en el ejercicio del cargo, gravedad, postulando a en los efectos consecuencia de la morigerar su sanción de apercibimiento (Art. 14, apartado A de la ley 24.937 y sus modificatorias). 9°) Que ha tomado intervención la Comisión de Disciplina y Acusación –mediante dictamen 151/09-. 18 Consejo de la Magistratura Por ello, SE RESUELVE: 1°) Aplicar la sanción de apercibimiento a la Dra. Dora Mariana Gesualdi, titular del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil Nº 5, en los términos expuestos en el considerando 8, por las faltas disciplinarias previstas en el artículo 14, apartado A, incisos 5) y 7) de la ley 24.937 y sus modificatorias. 2º) Notificar a la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, al denunciante, a la magistrado denunciada y archivar las actuaciones. Regístrese. Firmado por ante mí, que doy fe. Fdo: Santiago Montaña – Oscar R. Aguad – Marcelo Fuentes – Pablo Mosca - Luís María Cabral – Nicolás Fernández – Mariano Candioti – Carlos M. Kunkel – Diana B. Conti – Ernesto Sanz – Hernán Luís Ordiales (Secretario General). 19