Consejo de la Magistratura - Poder Judicial de la Nación

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Consejo de la Magistratura
RESOLUCION N° 339/09
En Buenos Aires, a los 6 días del mes de agosto
del año dos mil nueve, sesionando en la Sala de Plenario
del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la
Nación “Dr. Lino E. Palacio”, con la Presidencia del Dr.
Luis
María
Bunge
Campos,
los
señores
consejeros
presentes, y
VISTO:
El
expediente
320/08,
caratulado
“Mindel,
Sergio c/ titular del Juzgado Nacional en lo Civil N° 5”,
del que
RESULTA:
I. La presentación del Dr. Sergio G. Mindel, en
la que formula denuncia contra la titular del Juzgado
Nacional de Primera Instancia en lo Civil N° 5, Dra. Dora
Mariana Gesualdi, por su atuación en el expediente N°
32137/91,
caratulado
“Alderete,
Antonio
Eulogio
c/
Microómnibus Norte S.A. s/ daños y perjuicios” (fs. 1).
Sostiene
que
las
mencionadas
actuaciones
“llevan una tramitación de más de diecisiete (17) años”,
y
que
hace
seis
años
viene
solicitando
se
dicte
sentencia. Agrega a todo evento que varios expedientes
acumulados ya tienen sentencia de Cámara.
Señala que “concurrió en varias oportunidades a
dialogar con la titular del citado Juzgado para que de
buena manera cumpla con su cometido y siempre obtuvo como
respuesta excusas baladíes para no dictar sentencia” (fs.
1).
Expresa que la presente denuncia se trata de un
supuesto de denegación de justicia, que surge del propio
examen de las actuaciones.
II. El 6 de octubre de 2008, se presenta ante
este Consejo de la Magistratura la Dra. Gesualdi en los
términos previstos en el art. 11 del Reglamento de la
Comisión de Disciplina y Acusación (fs. 20).
Señala
adelantada
en
a
priori
el
que
“se
dictado
de
encuentra
las
un
mes
sentencias
1
correspondientes a los procesos que tramitan por ante
[su] tribunal, conforme surge del libro de sentencias”
que ofrece como prueba.
Respecto
denuncia,
al
sostiene
hecho
que
de
que
la
motiva
compulsa
la
de
presente
los
autos
“Alderete Antonio Eulogio c/ Microómnibus Norte S.A. s/
daños y perjuicios” el Juzgado informó, a fs. 830, con
fecha 8 de julio del 2008, que la causa no se encontraba
en condiciones de efectuar el llamamiento de autos para
sentencia
habida
cuenta
que
los
autos
venidos
“ad
effectum videndi” caratulados “Fisco Nacional c/ Av. Pta.
s/ defraudación, expte. N° 972/90, se hallaban elevados a
la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones con fecha 25 de
junio
de
“Gómez,
2008,
María
conjuntamente
Inés
con
c/Ministerio
los
de
autos
Defensa
conexos
s/daños
y
perjuicios”.
Adjunta
copia
del
libro
de
Cámara
en
donde
consta que los aludidos expedientes fueron recibidos por
la Sala B de la citada Cámara de Apelaciones en lo Civil
el 25 de junio de ese año.
Señala, asimismo, que resulta curioso que el
denunciante
nunca
hubiera
solicitado
pronto
despacho.
Rechaza que el presente se trate de un caso de denegación
de
justicia,
y
sostiene
que,
en
aras
de
la
justicia
efectiva, y en virtud de los fundamentos efectuados a fs.
717, resolvió apartarse de la pauta establecida en el
art. 1101 y ordenar la desacumulación de estos actuados.
En mérito a lo expuesto, solicita el rechazo de
la presente denuncia.
III. En función de las medidas preliminares, se
solicitó
al
Juzgado
Nacional
en
lo
Civil
Nº
5
copia
certificada de las actuaciones que motivaron la presente
denuncia, lo que fue cumplido mediante oficio de fecha 14
de octubre del 2008.
De la compulsa de los autos “Alderete, Antonio
Eulogio c/ Microómnibus Norte S.A. s/ daños y perjuicios”
Exp. 32137/91, surgen los siguientes elementos:
La causa se inicia, el 31 de mayo de 1991, con
la
demanda promovida por Antonio Eulogio Alderete por
daños y perjuicios, con el patrocinio letrado del Dr.
2
Consejo de la Magistratura
Sergio Mindel, contra la firma Microómnibus Norte S.A.
(fs. 5/12).
A fs. 102/102 vta., se resuelve, con fecha 13
de mayo de 1993, acumular el presente expediente con el
caratulado “Leiva de Biallas María Jorgelina c/MONSA
s/
daños y perjuicios”.
A fs. 603 (mayo 4 de 2000), la actora solicita
el llamamiento de autos para sentencia. A fs. 604, se
ordena agregar la documental y alegatos formulados por
las partes.
A fs. 632, y con fecha 24 de mayo de 2000, la
Dra. Gesualdi dispone que, atento el estado de los autos
acumulados
“Leiva
s/daños
perjuicios”,
y
de
Biallas
se
María
tenga
Jorgelina
presente
el
c/MONSA
pedido
formulado a fs. 603 de las presentes actuaciones hasta
tanto
se
encuentren
ambos
en
condiciones
de
dictar
sentencia.
A fs. 634, la actora solicita que en virtud de
lo resuelto a fs. 632, se decrete la suspensión de este
proceso hasta tanto los expedientes acumulados también se
encuentren
en
estado
de
dictar
sentencia,
lo
que
es
solicita
se
acogido favorablemente a fs. 635.
A
fs.
692
(21.2.03),
la
actora
decrete el llamamiento de autos para sentencia, atento el
estado de los mismos. A fs. 693, se ordena agregar los
alegatos a fin de proveer lo que corresponda.
A fs. 694 (julio 2 de 2003), se tiene presente
el
pedido
de
dictado
encuentren
en
idénticas
de
sentencia
condiciones
hasta
los
tanto
se
expedientes
acumulados.
A fs. 698 (noviembre 2003), el Dr. Mindel, en
representación de la actora, solicita se deje sin efecto
la acumulación ordenada en autos y se llame autos para
sentencia.
A
fs.
699,
se
ordena
la
búsqueda
del
expediente de marras. A fs. 701, y con fecha 18 de marzo
de 2004, se ordena agregar las piezas a sus antecedentes,
atento que el expediente se encuentra en Secretaría.
A fs. 702, el Dr. Mindel solicita nuevamente el
llamamiento de autos para sentencia. A fs. 703 (22 de
3
junio de 2004), se dispone que vuelvan los autos con los
primeros cuerpos y los expedientes conexos.
A fs. 706, y con fecha 15 de septiembre de
2004, se procede a proveer las presentes actuaciones, por
cuanto el expediente se encontraba en búsqueda de los
primeros cuerpos. El 16 de septiembre de 2004, se tiene
presente
lo
solicitado
hasta
tanto
se
encuentren
en
idénticas condiciones los expedientes acumulados.
A fs. 707, con fecha 23 de septiembre del 2004,
el letrado de la actora insiste en el llamamiento de
autos para sentencia, a lo que se resuelve estar a lo
proveído a fs. 706. Un nuevo pedido en el mismo sentido
formulado por el Dr. Mindel a fs. 713 (24 de febrero de
2005)
es
resuelto
con
idéntico
proveído
por
la
Dra.
Gesualdi. A fs. 715 y 716, obran una nueva solicitud de
la actora e idéntico proveído por el tribunal.
A fs. 717, con fecha 28 de septiembre de 2005,
se advierte que la petición de fs. 698 (desacumulación
solicitada por la actora de noviembre de 2003) ha quedado
sin proveer, por lo que se procede a hacerlo en ese acto,
resolviendo el tribunal apartarse de la pauta establecida
en
el
art.
1101
del
Código
Civil
y
ordenar
la
desacumulación de las presentes actuaciones.
A fs. 733 (8 de noviembre de 2005), el letrado
de la actora presenta nuevamente un pedido de llamamiento
de
autos
para
sentencia.
A
fs.
734,
se
resuelve
que
vuelvan las actuaciones con sus primeros cuerpos. A fs.
735
(30
de
noviembre
de
2005),
se
ordena
extraer
de
paralizado el beneficio de litigar sin gastos.
A
fs.
743
(marzo
18
de
2006),
el
juzgado
dispone nuevamente que vuelvan las actuaciones con los
primeros cuerpos y el beneficio de litigar sin gastos.
A fs. 749 (3 de abril de 2006), el juzgado
dispone que, atento lo dispuesto por el art. 4° de la ley
25.488, se notifique a las partes que el presente proceso
tramitará conforme las normas previstas para el proceso
ordinario.
A fs. 758 (4 de mayo
de 2006), el Dr. Mindel
reitera su pedido de llamamiento de autos. A fs. 759, la
4
Consejo de la Magistratura
Dra. Gesualdi ordena “vengan con los primeros cuerpos y
se proveerá lo que corresponda”.
A fs. 760 (23 de mayo de 2006), por Secretaría
se informa que el expediente fue localizado traspapelado
pasando
a
despacho,
y
luego
se
ordena
citar
a
los
liquidadores de la Compañía de Seguros Belgrano.
A fs. 763 (12 de julio de 2006), obra un nuevo
pedido de llamamiento de autos para sentencia, al que se
provee estar a lo proveído a fs. 761 (en realidad es fs.
760). A fs. 766 (11 de agosto de 2006), se reitera el
pedido por parte del Dr. Mindel, y a fs. 767, se ordena
“vengan con los primeros cuerpos”.
A fs. 768 (14 de septiembre de 2006), se ordena
librar oficio a la Sala B de la Excma. Cámara de Nacional
de Apelaciones en lo Civil a fin de que remita la causa
penal
caratulada
“Fisco
Nacional
c/
Av.
Pta.1
s/
defraudación” conjuntamente con los autos “Dal Maschio,
María
Alejandra
c/
Ministerio
de
Defensa
s/
daños
y
perjuicios”, o, en su defecto, copia certificada de los
mismos.
A fs. 789 (12 de julio de 2007), obra un nuevo
pedido de la actora a fin de que se ordene el llamamiento
de autos para sentencia. A fs. 790, se ordena “vengan con
los primeros cuerpos y se proveerá”.
El 24 de agosto de 2007, se informa que en la
fecha fue localizado el beneficio de litigar sin gastos
correspondiente a estas actuaciones.
A fs. 797 (31 de agosto de 2007), la actora
acompaña copia de la sentencia de Cámara emitida en autos
“Dal Maschio, María Alejandra c/ Ministerio de Defensa s/
daños y perjuicios” y solicita se dicte sentencia sin más
trámite. A fs. 798, el juzgado ordena tener presente y
estar a lo proveído a fs. 760.
A fs. 803 (22 de octubre de 2007), la actora
solicita un nuevo llamamiento de autos. A fs. 804, se
provee el escrito de fs. 802 y se ordena notificar el
nuevo domicilio constituido.
A fs. 824 (17 de marzo de 2008), la actora
peticiona
nuevamente
el
llamamiento
de
autos
para
5
sentencia.
A
fs.
825,
se
ordena
con
carácter
previo
extraer de paralizado el beneficio de litigar sin gastos.
A fs. 826 (3 de abril de 2008), obra un nuevo
pedido
de
la
anteriores.
A
actora
fs.
en
827,
el
el
mismo
juzgado
sentido
ordena
que
estar
los
a
lo
proveido a fs. 825.
A fs. 830 (8 de julio de 2008), se informa por
Secretaría
que
los
autos
venidos
ad
efectum
videndi
“Fisco Nacional c/ Av. Pta.1 s/ defraudación”, expte. Nº
972/90, se encuentran elevados a Cámara, con fecha 25 de
junio del 2008, conjuntamente con los autos “Gómez María
Inés c/Ministerio de Defensa s/daños y perjuicios”.
El
11
de
julio
de
2008,
el
tribunal
ordena
tener presente lo informado y hacerlo saber a las partes.
A
fs.
833,
la
actora
solicita
sacar
de
paralizado el beneficio de litigar sin gastos, fecho lo
cual pasen los autos a dictar sentencia. A fs. 834, se
ordena estar a lo proveído a fs. 830.
Con fecha 22 de agosto de 2008 (fs. 835), obra
un nuevo pedido de la actora en orden al llamamiento de
autos para sentencia. Nuevamente, a fs. 836, se ordena
estar a lo proveído a fs. 830.
IV. El 12 de noviembre de 2008, se presenta
nuevamente ante este Consejo de la Magistratura el Dr.
Sergio Mindel con el objeto de desistir de la denuncia
formulada, ello en razón de haberse dictado sentencia en
el expediente de marras (fs. 30).
V. El 16 de abril del corriente año, comparece
ante esta Comisión de Disciplina y Acusación la Dra. Dora
Mariana Gesualdi, a efectos de formular su descargo en
los términos del art. 20 del Reglamento.
En el marco de la declaración, la magistrada
señaló que las actuaciones en cuestión se iniciaron en el
año 1991, como consecuencia de un reclamo por incapacidad
formulado por un individuo que recibió heridas a raíz del
motín que en el mes de diciembre de 1990 protagonizaron
Aldo Rico y Mohamed Seineldín. Esta persona viajaba en un
colectivo de la línea 60 que se introdujo en la ruta
equivocada,
lo
que
motivó
resultara herido (fs. 65/78).
6
que
el
aludido
pasajero
Consejo de la Magistratura
Interrogada acerca de si existió resolución en
la
causa
penal
promovida
en
relación
con
este
hecho,
respondió que sí, que en su momento el juez competente
Dr.
Piotti
resolvió
remitirla
a
la
justicia
militar.
Agrega que se promovió otra causa penal, ya que habían
existido
delitos
como
homicidio
culposo,
lesiones
culposas, daños, hurto, de los que resultaban víctimas
civiles,
y
se
resolvió
que
instruyera
la
justicia
ordinaria, por lo que existieron dos causas penales, y
una
causa
administrativa
instruida
por
el
Consejo
Superior de las Fuerzas Armadas.
Interrogada la jueza acerca de los motivos por
los que habiendo formulado las partes los alegatos y ante
el pedido de la actora, de fecha 9 de mayo de 2000, en
cuanto al llamamiento de autos para sentencia, éste se
tuvo
presente
hasta
tanto
se
acumulara
el
expediente
“Leiva de Bialas c/ Monza s/ daños y perjuicios”, la
magistrada
respondió
acumulados
y
algunas
que
expedientes
partes…
en
“hubo
varios
expedientes
conexos
porque
estaban
en
demandado
el
algunos
expedientes
Estado, en otros expedientes estaba demandado solamente
Microómnibus,
también
TANSE,
en
y
otros
en
expedientes
otros
estaba
expedientes
demandado
también
estaba
demandado el conductor del vehículo. Por eso se pidió la
acumulación, que en un momento se dejó de lado pero se lo
tiene en cuenta por su conexidad que después le voy a
explicar porqué” (fs. 66).
En relación con el trámite de la causa y el
objeto
central
de
la
denuncia,
señala
que
“sí,
hubo
varios pedidos y oportunidades de sentencia por parte de
la actora y en ningún momento estaba el expediente en
estado de dictar sentencia” (fs. 66).
Responde
que
los
expedientes
acumulados
“no
estaban en el mismo estadio procesal y además algunos
fueron iniciados en otros juzgados y no en el [suyo] y
vinieron al [suyo] por conexidad” (fs. 67).
Preguntada
la
magistrada
acerca
de
por
qué
desde el año 2005 no pudo dictar sentencia, atento que
los expedientes se habían desacumulado en el año 2005,
señaló
que
ella
“no
p[odía]
dejar
escritos
(…)
sin
7
proveer
y
hubo
constituyendo
constantes
nuevo
presentaciones
domicilio,
de
pidiéndole
letrados
el
perito
contador explicaciones al letrado de la actora de por
qué, en qué estado estaba el expediente, hubo un pedido
de regulación de honorarios, una apelación de honorarios”
(fs. 67).
Agrega, en respuesta a otra pregunta, que la
causa nunca estuvo en condiciones de dictar sentencia,
“incluso cuando dict[ó] la sentencia lo hi[zo] sin tener
en
cuenta
que
el
expediente
que
estaba
acumulado
y
desacumul[ó], era un expediente conexo que debía tenerse
presente
y
no
estaba
en
condiciones
de
dictarse
sentencia. Todavía en el día de hoy no lo está. Por eso
(…) dict[ó] sentencia ante el pedido ese de ustedes. No
s[abe]
que
consecuencias
[le]
puede
traer
esto
en
la
Cámara, si no [le] van a anular la sentencia” (fs. 67).
Al respecto, y ante otra pregunta, aclara que
dictó sentencia porque “no quier[e] tener más problemas
con este señor”, refiriéndose al denunciante, de quien
señaló que él no quiso hacer muchas cosas que lógicamente
hubo que hacer de oficio. Agrega que la primera sentencia
que se dictó fue en la causa “Berger c/ Zúñiga” que el
letrado fue el doctor Beltrán, que fue camarista civil.
Esta sentencia –señala la magistrada- se dictó en el año
2001.
Interrogada
acerca
de
por
qué
seguía
considerando que el expediente en cuestión aún no estaba
en condiciones de dictar sentencia, señaló que “la clave
de
todo
está
en que
el
“Leiva de
Bialas”
que es
el
expediente acumulado y que se desacumuló es un expediente
conexo con éste, que (…) lo t[iene] que tener a la vista
y tiene que estar en condiciones de dictar sentencia y
todavía no se terminó la prueba en ese expediente” (fs.
70).
Aclara que, en el mes de septiembre de 2005, se
desacumularon todos los expedientes que se encontraban
acumulados, que a fs. 636, obra copia de un acta labrada
en los autos Berger c/ Zúñiga donde todos los apoderados
de los distintos expedientes prestan conformidad a que al
momento
8
de
dictar
sentencia
sólo
se
establezca
la
Consejo de la Magistratura
responsabilidad
de
oportunamente
los
en
demandados,
el
estadio
y
que
el
procesal
juzgado
pertinente
establezca cuáles fueron los daños.
Agrega la magistrada que “la sentencia penal no
sabemos
en
que
momento
ha
quedado
firme
porque
tiene
veintinueve cuerpos y todos los días se van agregando
otras cosas” (fs. 71).
Volviendo al tema de la demora, señala que “el
7/10/05,
(…)
a
partir
de
esa
desacumulación,
los
demandados empiezan a presentar numerosos escritos en los
cuales autorizan a compulsar las actuaciones a nuevas
personas y además constituyendo nuevos domicilios, cosa
que
también
hace
el
actor
en
varias
oportunidades.
Entonces, (…) no pued[e] dejar de proveer esos escritos
antes de entrar el expediente a sentencia tampoco, y eso
se lo expli[có] la única vez que vino a ver[la] el doctor
Mindel a [su] despacho” (fs. 72).
Siempre
con
relación
al
tema
central
en
cuestión, sostiene que al momento de dictar sentencia el
expediente
penal
fue
requerido
por
oficio
y
se
lo
desistió
de
la
remitieron tres meses después.
Aclara
que
el
denunciante
denuncia después de dictarse sentencia en la causa en
cuestión; que dictó sentencia no estando en condiciones
de hacerlo y que podría haber esperado un poco más.
VI.
La
magistrada
presenta,
asimismo,
un
descargo por escrito, en donde se reiteran la mayoría de
los conceptos efectuados en la audiencia respectiva (fs.
41/61).
A tal efecto, señala que la acción que motivó
la denuncia fue iniciada ante el Juzgado Civil Nº 90 el
31.05.91 y que la empresa demandada –Microómnibus Norte
S.A.
contestó
acumulación
el
con
25
los
de
junio
autos
de
1991
“Leiva
solicitando
de
Biallas
la
c/
Microómnibus Norte S.A.” en trámite ante el Juzgado en lo
Civil Nº 62. Esta acumulación es aceptada por el actor
con fecha 16.8.91.
Conforme
lo
expresado
oportunamente
en
la
audiencia, la magistrada aclara que existieron dos causas
penales, la que el Juez de San Isidro –Dr. Piotti- ordenó
9
remitir a la Justicia Militar y otra iniciada ante la
Excma. Cámara Federal de Apelaciones en lo Criminal y
Correccional, Sala III, que lleva el Nº 1197/90, a lo que
se agregan las actuaciones administrativas llevadas por
el Ejército.
Señala que a fs. 375 y con fecha 14/9/99 el
Ministerio
de
Defensa
informó
que
la
causa
penal
fue
enviada a San Isidro por la presunta actuación de civiles
y
que
la
responsabilidad
de
los
militares
se
había
decidido el 19/9/92. El 7/12/94, la Sala IV de la Cámara
de Casación Penal resolvió condenar a tales personas en
forma
mancomunada
y
solidaria.
En
el
supuesto
de
homicidio culposo, lesiones culposas, daños y hurto, se
ordenó la remisión a San Isidro.
Expresa que, con fecha 6.12.99, se certificó
que
no
había
medidas
probatorias
pendientes,
clausurándose tal período el 7.12.99 y poniéndose los
autos para alegar. El 3.2.2000, la actora presentó su
alegato, el 24.3.00 lo hizo la empresa TAMSE, y el 6.4.00
lo hizo Microómnibus Norte.
Con relación al hecho central de la presente
denuncia, sostuvo la magistrada que en mayo 24 de 2000
(fs. 632) se tuvo presente el pedido de sentencia hasta
que los acumulados estuvieran en condiciones de dictarse
pronunciamiento.
Relata luego que, desde julio de 2003 hasta el
25 de noviembre del mismo año, el actor no activó el
expediente, y recién en dicha fecha pidió desacumulación,
luego
hasta
el
2.2.04
no
existió
actividad
en
el
expediente, en donde se pidió búsqueda, y el 5 de marzo
del mismo año se lo encontró mal encasillado.
Continúa relatando que, el 11.6.04, el actor
reiteró el pedido de sentencia y se le proveyó que vuelva
con los autos conexos, haciéndole saber que los primeros
cuerpos se encontraban en búsqueda.
Señala
que
“la
parte
actora
sigue
pidiendo
sentencia sin entender que se encuentran en búsqueda los
primeros cuerpos desde el mes de septiembre de 2004. Tal
situación se debe al escaso lugar que posee el Juzgado,
10
Consejo de la Magistratura
pese a que se habilita al Personal para la búsqueda” (fs.
54).
Sostiene, a continuación, que el actor “vuelve
a pedir la desacumulación el 1.9.05 y se dicta resolución
haciendo lugar a ello y apartándo[la] del principio del
art. 1101 del Cód. Civil, lo que se hace notificar por
cédula de oficio por el Juzgado” (fs. 54).
Prosigue detallando el trámite del expediente,
en particular los reiterados pedidos de sentencia de la
parte actora.
A tal efecto, señala que “pese a que se le hizo
saber
al
reitera
actor
pedido
que
la
causa
de
sentencia
penal
dos
estaba
meses
en
Cámara,
después,
el
20.10.08. El día 22 se le reitera que la causa penal está
en Cámara y ante su negativa a solicitarla, de oficio el
Juzgado libra oficio por Secretaría. Consta el 27.10.08
la remisión de la causa penal. El día 28 y pese, como ya
lo dijera más arriba, que el expediente conexo no estaba
en condiciones de dictar sentencia, lo que puede traer
luego consecuencias en la Cámara, se llamó ‘autos para
sentencia’, y a fs. 844/847 obra el decisorio con fecha
10.11.08, librándose cédula de notificación el mismo día
y ordenándose devolver al Superior la causa penal, lo que
se efectivizó el 12.11.08” (fs. 58).
Agrega como argumento para explicar la demora
en resolver el mentado expediente, que “siempre se han
presentado
escritos
que
impedían
que
en
los
autos
se
dictara pronunciamiento, además de que los autos conexos
no
se
encontraban
y
no
se
encuentran
en
las
mismas
condiciones que el presente. Y tercero que son tantas las
sentencias que h[a] dictado sobre esta causa que carecen
de complejidad para [ella]. Quizás la más compleja haya
sido la primera ‘Berger c/ Zúñiga’, que se dictó en el
2001,
donde
el
profesional
actuó
diligentemente”
(fs.
59).
VII.
La
deponente
se
refiere
siguientes manifestaciones
al
denunciante
con
las
“este señor, porque no lo voy
a llamar doctor –después voy a explicar por qué-“; “No
quiero tener más problemas con este señor –que ya van a
ver
ustedes
quien
es-“;
“la
negligencia
con
que
ha
11
actuado
el
profesional
interviniente
en
estos
autos,
dejando pasar a veces términos más que prudentes en sus
peticiones”; “la negligencia del profesional actuante en
la presentación de sus peticiones en plazos realmente
excepcionales”; “para que tengan en cuenta quien es el
señor denunciante”; “tiene la prisión preventiva apelada”
y haciendo otras manifestaciones en las que declaró con
calificaciones
personales
negativas
respecto
de
las
cualidades personales del denunciante y respecto de la
actuación en carácter de letrados, de la eficacia del
impulso en su defensa de los intereses particulares, o
sobre la demora o temporalidad de sus presentaciones.
No obstante haber sido la magistrada advertida
de intentar justificar sus aparentes demoras –en aquella
instancia
de
la
investigación-
por
una
eventual
negligencia de la actuación letrada, continuó con sus
calificativos durante toda la declaración.
CONSIDERANDO:
1°)
Que
el
objeto
central
de
la
presente
denuncia radica en la excesiva demora de la Dra. Gesualdi
en el dictado de sentencia en un juicio por daños y
perjuicios,
no
obstante
los
reiterados
pedidos
de
la
parte actora en tal sentido.
2°) Que una de las funciones esenciales de este
Consejo
de
la
Magistratura
consiste
en
“asegurar
la
eficaz prestación del servicio de justicia” conforme lo
establece
el
art.
114
inciso
6°
de
la
Constitución
Nacional.
Dicho mandato que los constituyentes han puesto
en cabeza de este órgano del Poder Judicial de la Nación,
procura
que
no
se
tornen
ilusorios
los
reclamos
planteados por los justiciables, y que los mismos sean
resueltos
dentro
de
tiempos
razonables,
teniendo
en
cuenta las vicisitudes de cada proceso.
Lo contrario importaría vulnerar el precepto de
“afianzar
nuestra
la
norma
justicia”
de
base,
contenido
y
colocar
en
al
el
preámbulo
ciudadano
en
de
un
estado de indefensión y de virtual privación de justicia,
12
Consejo de la Magistratura
producto de sucesivas dilaciones o la paralización sine
die.
3°) Que de la compulsa efectuada en los autos
“Alderete c/ Microómnibus Norte” surge que, desde el mes
de mayo del año 2000, en el que se ordena la agregación
de
los
alegatos
formulados
por
las
partes,
hasta
el
10.11.08, en que se dictó sentencia, han transcurrido más
de ocho años sin que se hiciera lugar a la pretensión del
aquí denunciante.
Ello
contrasta
notoriamente
con
el
lapso
comprendido entre la notificación a la Dra. Gesualdi de
la
denuncia
presentada
por
el
Dr.
Mindel
ante
este
Consejo -9 de septiembre de 2008- y el dictado de la
mentada sentencia, ocurrido menos de dos meses después.
Como lo ha reconocido la propia magistrada en
su declaración ante esta Comisión, la denuncia promovida
ante
este
Consejo
acogiera
influyó
favorablemente
decisivamente
la
en
que
pretensión
ella
largamente
solicitada por el denunciante, no obstante, como ella
misma
lo
sostiene,
el
expediente
no
se
encontraba
en
condiciones de dictar el referido pronunciamiento.
4°)
Que
aún
en
el
supuesto
de
admitir
el
argumento de la magistrada en cuanto a que, previo al
llamamiento de autos para sentencia, debía resolverse la
desacumulación
“Leiva
de
tampoco
del
expediente
Biallas
resulta
denunciada,
toda
c/
marras
Microómnibus
idóneo
vez
de
para
que,
con
Norte”,
justificar
entre
la
la
causa
el
mismo
la
demora
providencia
que
resuelve la referida desacumulación –septiembre de 2005y el dictado de la sentencia, transcurrieron más de tres
años, lo que por cierto no exime de responsabilidad a la
magistrada por los hechos aquí investigados.
En tal sentido, merece destacarse que, en el
mes de noviembre de 2003 la parte actora había solicitado
se dejara sin efecto la acumulación de estas actuaciones
con los autos “Leiva c/ Microómnibus Norte” dispuesta al
inicio de estas actuaciones, en el mes de mayo de 1993.
El juzgado, recién el 28 de septiembre de 2005
esto
es,
pedido
casi
se
dos
años
encontraba
después,
sin
“advierte”
proveer,
y
que
dispone
este
la
13
desacumulación
peticionada,
no
obstante
lo
cual,
no
ordena el llamado de autos para sentencia pretendido.
A ello cabe agregar, como resulta del detalle
efectuado por la magistrada en su escrito de descargo,
que
desde
el
15.11.03
hasta
expediente
se
encontraba
el
01.9.05,
extraviado
y
no
parte
del
pudo
ser
hallado.
A partir de allí, se suceden un sinnúmero de
peticiones por parte de la actora –con el patrocinio del
aquí denunciante- en el mismo sentido, todas ellas con
despachos que se reiteran sucesivamente por parte del
tribunal,
como
“vengan
los
autos
con
los
primeros
cuerpos” o “sáquese de paralizado el beneficio de litigar
sin gastos”, o “estése a lo proveído a fs….”
Se advierte de las constancias de autos que,
más allá de los vericuetos formales y la complejidad del
proceso, el juzgado no ha articulado los mecanismos a su
alcance con el objeto de procurar una respuesta eficaz a
las pretensiones planteadas en autos.
5°) Que merece especial atención el análisis de
la conducta puesta de manifiesto por la Dra. Gesualdi en
el trámite de la presente investigación, en particular
los
argumentos
por
ella
formulados
para
tratar
de
justificar su desempeño en las actuaciones judiciales que
motivaron la denuncia.
En
mecanismo
primer
de
término,
fustigar
la
en
magistrada
forma
recurre
sistemática
al
al
denunciante, tanto por su actuación como letrado de la
actora en esta causa, como por los supuestos antecedentes
penales que registraría el mismo.
Cabe señalar al respecto que la evaluación de
la conducta de los denunciantes constituye materia ajena
a este Consejo, y que los mismos no resultan parte de
este
procedimiento,
magistrada
en
por
este
lo
que
sentido
los
argumentos
resultan
en
de
un
la
todo
irrelevantes.
La magistrada afirma tanto en su audiencia de
descargo
como
desacumulación
14
en
del
su
escrito,
expediente
haber
“Alderete”
dispuesto
la
respecto
del
Consejo de la Magistratura
expediente “Leiva de Biallas” apartándose de lo dispuesto
por el art. 1101 del Código Civil.
Al respecto, la norma citada dispone, en su
parte
pertinente,
que
“si
la
acción
criminal
hubiere
precedido a la acción civil, o fuere intentada pendiente
ésta, no habrá condenación en el juicio civil antes de la
condenación del acusado en el juicio criminal”.
Resulta claro que la mentada disposición, que
se
refiere
relación
a
con
las
cuestiones
la
materia
prejudiciales,
en
discusión,
no
que
guarda
es
la
acumulación de causas en razón de su conexidad.
Existe entonces una errónea interpretación de
la normativa aplicable por parte de la magistrada, que
aún así admite haberse apartado de la misma para decidir,
lo cual resulta claramente contradictorio.
Tampoco resulta explicable la demora de casi
dos años en proveer la desacumulación de los expedientes
o la reiteración de proveídos meramente formales a los
permanentes pedidos de la actora en el mismo sentido, sin
brindar una solución eficaz a los reclamos.
Posteriormente,
reconoce
la
magistrada
–y
lo
reitera tanto en la audiencia como en su descargo por
escrito-, haber dictado sentencia en los autos que nos
ocupan
sin
que
el
expediente
conexo
–previamente
desacumulado- se hallara en condiciones de resolver.
En cuanto a este punto cabe resaltar una doble
contradicción por parte de la magistrada: por un lado, si
la
causa
entiende
conexa
ya
porque
resultaba
encontrasen
en
el
había
mismo
sido
desacumulada,
esencial
estadio
que
procesal;
no
se
ambas
y
por
se
otra
parte, tampoco resulta entendible por qué dictó sentencia
en
el
expediente
que
nos
ocupa
–Alderete-
si
a
su
criterio, el mismo tampoco se encontraba en condiciones
de resolver, por las razones antes expuestas.
Una vez más, los argumentos de la Dra. Gesualdi
devienen autocontradictorios, vulnerando la doctrina de
los actos propios. Pero el hecho se torna aún mas grave
desde que la magistrada admite haber dictado sentencia a
raíz de la denuncia presentada por el Dr. Mindel ante
15
este
Consejo,
y
para
evitar
una
eventual
sanción
disciplinaria que impacte sobre sus antecedentes.
De ello se infiere que la magistrada no sólo ha
obrado
de
manera
contradictoria,
como
ella
misma
lo
admite, sino que además se ha apartado de su función
específica, cual es la prestación eficaz del servicio de
justicia, mediante el dictado de sentencias que –amén de
oportunas- resulten la derivación razonada del derecho
vigente y de los hechos del caso.
En el presente caso, la verdadera motivación de
la sentencia dictada por la Dra. Gesualdi en el caso
“Alderete” no ha sido otra que un mero interés personal,
el de eludir una posible sanción disciplinaria.
Al respecto, cabe aclarar que, atento a que los
denunciantes
no
son
parte
en
este
procedimiento,
el
desistimiento formulado por éstos –como lo fue en este
caso el del Dr. Mindel- resultan de ningún valor a los
efectos
de
evaluar
el
alcance
de
la
conducta
de
los
magistrados.
Por
otra
parte,
corresponde
destacar
que
tampoco el desistimiento intentado por el patrocinante
del actor hace desaparecer ni atempera de manera alguna
los nocivos efectos producidos por la morosidad judicial.
Asimismo, cabe señalar que “El abogado en el
ejercicio
profesional,
estará
equiparado
a
los
magistrados en cuanto a la consideración y respeto que se
le debe” reza el artículo 5° de la ley 23.187.
La magistrada ha incumplido con el deber de
respeto que se le impone hacia otro abogado, faltando
también
a
su
consideración
como
a
un
otro,
no
considerándolo con su trato despectivo como a un “igual”
(artículo 16, Constitución Nacional).
excedido
La
actitud
su
deber
de
de
la
magistrada
mesura
y
denunciada
prudencia,
cayendo
ha
en
calificaciones personales de carácter negativo, faltando
a su deber de respeto hacia un letrado y, también de un
conciudadano, un igual.
Más
situación
allá
procesal
de
ello,
–no
la
sola
firme-,
mención
y
la
de
una
evidente
sujetivización en su accionar como magistrado respecto de
16
Consejo de la Magistratura
un letrado, consistente en la imputación a alguien de un
hecho o cualidad en menoscabo de su fama o estimación,
para de esa manera desacreditar una denuncia.
6°)
Que
este
Consejo
se
ha
pronunciado,
en
forma reiterada, en el sentido de que los juzgados deben
arbitrar los mecanismos a su alcance a fin de evitar las
dilaciones
excesivas
severamente
la
e
injustificadas
eficaz
prestación
que
del
comprometen
servicio
de
justicia.
En el caso en análisis, un damnificado por un
accidente de tránsito, que ha sufrido una incapacidad
física parcial producto del mismo, ha debido esperar más
de
ocho
años
desde
que
concluido
en
su
etapa
sentencia
de
primera
el
expediente
probatoria,
instancia
en
se
para
encontrara
obtener
relación
con
una
su
reclamo.
7°)
Que
del
análisis
de
los
hechos
investigados, y la prueba obrante en estas actuaciones,
surgen
como
susceptibles
de
sanción
disciplinaria
las
siguientes conductas de la Dra. Gesualdi:
a)
Haber
demorado
injustificadamente
durante
más de ocho años el dictado de la sentencia en los autos
“Alderete, Antonio Eulogio c/ Microómnibus Norte S.A. s/
daños y perjuicios”, Expte. Nº 32137/91, una vez agotada
la etapa probatoria y habiéndose agregado los alegatos de
las partes.
b) No haber brindado una respuesta eficaz a los
sucesivos pedidos formulados por la parte actora a fin de
que se dictara sentencia en las referidas actuaciones
desde el mes de noviembre de 2005 –en que se resolviera
la desacumulación del referido expediente respecto del
expediente
“Leiva
de
Biallas”-
hasta
la
fecha,
recurriendo a la reiteración de meras fórmulas carentes
de la fundamentación adecuada.
c) Haber generado una situación de privación de
justicia con el consiguiente perjuicio para el demandante
d) Haber interpretado erróneamente la normativa
del Código Civil respecto de las cuestiones prejudiciales
y
las
normas
sobre
conexidad
previstas
en
el
Código
Procesal Civil y Comercial, demorando durante dos años la
17
resolución
de
la
desacumulación
de
los
expedientes
mencionados en el apartado b) y luego más de tres años el
dictado de la sentencia en los autos que nos ocupan.
e) Haber utilizado argumentos contradictorios
para
justificar
su
conducta,
admitiendo,
en
primer
término haberse apartado de la normativa del Código Civil
para
decidir
la
desacumulación,
y
luego
reconociendo
haber dictado sentencia en la causa de marras cuando el
expediente no se encontraba en condiciones de hacerlo.
f) Haberse apartado de su función esencial de
impartir justicia,
interés
dictando una sentencia motivada en el
personal
disciplinaria
de
evitar
que
una
afectara
posible
sus
sanción
antecedentes
profesionales.
g) Haber incurrido en denostaciones personales
en contra del denunciante y letrados intervinientes, con
descalificación respecto de su integridad como persona,
como letrado y como defensor de intereses particulares
ante los estrados judiciales en violación al artículo 5
de la ley 23.187, y faltando al deber de custodiar y
respetar
la
honra
que
tienen
todos
los
ciudadanos
y
habitantes, máxime considerando que se trata de un Juez
de la Nación.
8°) Que, corresponde señalar, que las conductas
antes
descriptas
encuadran
apartado
en
A,
los
constituyen
faltas
supuestos
previstos
incisos
modificatorias,
5)
y
7)
de
correspondiendo,
disciplinarias
la
por
art.
14,
24.937 y
sus
consecuencia,
la
Ley
en
el
que
aplicación de la consecuente sanción a la magistrada.
Sin perjuicio de lo expuesto, que de por sí
ameritaría la aplicación de la más grave sanción prevista
por
la
ley,
debe
valorarse
la
falta
de
sanciones
disciplinarias de la magistrada y la antigüedad en el
ejercicio
del
cargo,
gravedad,
postulando
a
en
los
efectos
consecuencia
de
la
morigerar
su
sanción
de
apercibimiento (Art. 14, apartado A de la ley 24.937 y
sus modificatorias).
9°) Que ha tomado intervención la Comisión de
Disciplina y Acusación –mediante dictamen 151/09-.
18
Consejo de la Magistratura
Por ello,
SE RESUELVE:
1°) Aplicar la sanción de apercibimiento a la
Dra. Dora Mariana Gesualdi, titular del Juzgado Nacional
de Primera Instancia en lo Civil Nº 5, en los términos
expuestos
en
el
considerando
8,
por
las
faltas
disciplinarias previstas en el artículo 14, apartado A,
incisos 5) y 7) de la ley 24.937 y sus modificatorias.
2º) Notificar a la Excma. Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Civil, al denunciante, a la magistrado
denunciada y archivar las actuaciones.
Regístrese.
Firmado por ante mí, que doy fe.
Fdo: Santiago Montaña – Oscar R. Aguad – Marcelo Fuentes
– Pablo Mosca
- Luís María Cabral – Nicolás Fernández –
Mariano Candioti – Carlos M. Kunkel – Diana B. Conti –
Ernesto Sanz – Hernán Luís Ordiales (Secretario General).
19
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