2. La violencia física en el trabajo

2. La violencia física en el trabajo
José Luis González Meseguer
Delegado de Prevención del STEPV-IV (STEs). Coordinador del Área de
Salud Laboral de la Intersindical Valenciana. Profesor de Secundaria.
Correo-e: [email protected]
Resumen:
Para avanzar en el proceso de erradicación de la violencia física en el
trabajo debe producirse un cambio: hemos de identificar y valorar el fenómeno y sus consecuencias. Pretendemos abordar estas cuestiones y proponer
estrategias preventivas respecto a factores que puedan modificarse. Los cambios en las condiciones laborales exigen como condicionantes la participación
de los trabajadores y trabajadoras, y sus delegados/as, así como la integración de la prevención en la gestión empresarial, y, en definitiva, el desarrollo
del Plan de Prevención de Riesgos Laborales.
Nota: No se va a desarrollar una ponencia propia, porque en la ponencia
general se ha ampliado con aspectos relacionados con el tema que nos ocupa:
Únicamente abordaremos características específicas de la violencia física.
Estructura de la ponencia:
1. La violencia física en el trabajo: concepto, importancia y formas
-Concepto y formas: La violencia física es la que se ejerce mediante la
fuerza física en forma de golpes, empujones, patadas y lesiones provocadas
con diversos objetos o armas. Puede ser cotidiana o cíclica, en la que se
combinan momentos de violencia física con periodos de tranquilidad. En ocasiones suele terminar en suicidio u homicidio. La detección es fácil en lesiones físicas graves: fracturas de huesos, cortes, pinchazos, hemorragias, lesiones internas, quemaduras, envenenamiento, hematomas, asfixia o
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ahogamientos. Sin embargo no tanto en lesiones físicas leves o las que no
requieren atención médica y no ponen en peligro la salud.
-Queremos recordar que el hecho de que este tipo de violencia haya formado parte de los sucesivos procesos productivos y, por tanto, haya sido fácilmente detectada y, durante mucho tiempo, la única a la que se le ha prestado atención, ahora, con el auge e importancia que tiene la violencia psicológica en el
trabajo, el acoso sexual o la violencia institucional, puede quedar en el olvido.
Hacemos un llamamiento para evitarlo. Para resaltarlo baste EEUU: una muestra del estudio realizado por el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud
Ocupacional (NIOSH )1 ha encontrado que un promedio de 20 empleados son
asesinados anualmente, y que cerca de un millón de trabajadores –18.000 por
semana– son víctimas de ataques cada año. El homicidio es la primera causa
de muerte en el trabajo entre las mujeres y entre los trabajadores menores de
18 años, y la segunda causa de muerte en el trabajo entre los hombres.
La mayoría de los homicidios en los lugares de trabajo son crímenes relacionados con robos (71%) y sólo un 9% son cometidos por compañeros o
antiguos compañeros. Por otra parte, el 76% de los homicidios en los lugares
de trabajo son cometidos con armas de fuego.
2. Incidencia de la violencia física
Ya se han dado datos anteriormente, sorprende el auge que está adquiriendo la agresión ejercida por personas que no tienen una relación directa con la
empresa. En este sentido, tengo delante la siguiente noticia del jueves 26 de
enero2: «La mitad de los trabajadores de los EEUU se enfrenta a violencia en el
trabajo, en la que las agresiones se reparten por mitad entre clientes, usuarios
de un servicio o público y personas dentro de la empresa (y, entre éstos también existe un equilibrio entre que los sujetos de la misma sean compañeros y
jefes o supervisores)». Curiosamente aquella proporción se manifiesta en la
encuesta Violencia y Trabajo en la Unión Europea, organizada por la OIT en el
año 2000, en la que el 2% de los trabajadores (seis millones) habían sido objeto
de violencia física ejercida por personas pertenecientes a su lugar de trabajo,
mientras que el 4% de los trabajadores (seis millones) habían sido objeto de
violencia física, por personas de fuera de su lugar de trabajo.
3. Los Factores Profesionales que aumentan el riesgo3
Hay procedimientos, relaciones y otros factores profesionales que aumentan el riesgo de la violencia en el lugar de trabajo, como por ejemplo:
-el trabajo con público;
-manutención de dinero al contado, objetos de valor o medicamentos (por
ejemplo, cajeros, farmacias);
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-funciones de inspección o de aplicación de reglamentos (funcionarios);
-prestación de servicios, cuidados, consejos o formación (cuidados médicos, docentes,...);
-el trabajo con personas inestables (servicios sociales, justicia penal);
-el trabajo que ha de despachar alcohol (servicio de mesas);
-el trabajo sólo o en pequeño grupo (empleados de reparaciones, agentes
inmobiliarios);
-el trabajo comunitario (enfermeros, trabajadores sociales, cuidadores a
domicilio);
-los puestos de trabajo móviles (taxistas);
-trabajo en período de cambios organizacionales intensos (reajustes de
plantillas, etc.).
Los riesgos de violencia pueden ser más grandes a ciertas horas del día o
de la noche o en ciertos periodos del año, como:
-a últimas horas de la tarde o a primeras de la mañana
-últimos días de presentación de declaraciones de impuestos
-plazo de vencimiento de cuentas en servicios públicos
-Navidad.
-días de pago
-épocas de evaluaciones y situaciones de enfrentamiento con los padres.
El riesgo de violencia puede aumentar según el emplazamiento del lugar
de trabajo, por ejemplo si está próximo a inmuebles o comercios dónde el
riesgo de violencia es elevado (como bares, bancos,..) o si está muy alejado
de todo edificio o inmuebles.
4. Los Grupos profesionales más expuestos a la violencia física
Hay profesiones que aumentan el riesgo de violencia en el lugar de trabajo, en concreto, muchos de los que lo hacen con público, como los taxistas, el
personal de los servicios sanitarios, el personal docente, los trabajadores sociales, el servicio doméstico en países extranjeros o el trabajo solitario, sobre
todo en los turnos de noche. Dicho riesgo es considerablemente mayor para
las mujeres, dado que se concentran en las ocupaciones más expuestas,
como la enseñanza, el trabajo social, la enfermería y el comercio minorista.
También hay que destacar otros grupos: quien debe manejar o guardar
dinero, objetos de valor o medicamentos, o funcionarios/as que se dedican a
la inspección y aplicación de normas, etc.
5. Consecuencias
Ya se han tratado en la ponencia anterior, simplemente decir que, en todo
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caso, la gravedad de las consecuencias, va a depender del tipo de agresión,
de la vulnerabilidad individual de cada trabajador y del contexto en que se
manifiesten los actos violentos.
6. La prevención de la violencia física
Las medidas generales explicitadas anteriormente deben complementarse con medidas propias y específicas de cada centro o puesto de trabajo:
El siguiente texto avala la aseveración:
Abordar ya la violencia en el centro de trabajo
Un día de marzo, un hombre armado irrumpe en el gimnasio de la escuela
elemental de Dunblane, Escocia, y abre fuego contra los presentes. Pocos
momentos después, los cadáveres del instructor y 15 alumnos yacen en el
lustroso entarimado, agujereados por 58 proyectiles. Semanas más tarde, en
el parque histórico nacional de la isla australiana de Tasmania, un único atacante, armado con un fusil de asalto, acaba con la vida de 35 personas y hiere
a otras 30, incluidos los trabajadores del parque.
Estos dos sucesos, acaecidos en lugares distintos y distantes del planeta,
que se consideraban absolutamente a salvo de hechos tan horrendos, muestran que la violencia puede estallar en el lugar de trabajo en cualquier lugar y
en cualquier momento.
El informe señala que cada vez se reconoce más el hecho de que es preciso afrontar la violencia con criterios amplios. En lugar de buscar una solución universal para todos los problemas y situaciones, se debe analizar el
amplio espectro causal de la violencia y adoptar una gama de estrategias de
intervención. Con demasiada frecuencia, la respuesta a la violencia en el lugar de trabajo es limitada, episódica e inconcreta.
Un método de análisis y prevención global y útil puede ser el programa SOLVE,
perteneciente al programa SafeWork de la OIT, que combina diferentes objetivos y aborda estrategias globales del conjunto de los factores. Establece una
capacidad que haga frente, de manera combinada, a la violencia, las drogas, el
alcohol, el estrés, el tabaco y las cuestiones inherentes al VIH/SIDA4.
Para una planteamiento de prevención más cercano al puesto de trabajo,
se puede ver el último apartado del trabajo anterior y también se pueden tener
en cuenta medidas mucho más concretas, tales como las siguientes:
-la concepción de lugares de trabajo trata de factores como la instalación
concreta, la disposición del lugar de trabajo, el empleo de carteles, eliminar
los obstáculos físicos, alumbrado y vigilancia electrónica. La seguridad está
vinculada a cuestiones de concepción de lugar de trabajo, como:
-colocar las áreas de recepción, venta y servicio de la clientela en lugares
donde los otros trabajadores/as y el público puedan ver lo que pasa;
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-colocar mobiliario de manera que el empleado esté más cerca de la
salida que el cliente, de manera que no pueda quedar arrinconado;
-instalar barreras físicas, por ejemplo ventanillas separadas con tabiques o recintos a prueba de balas;
-tener pocas entradas que den acceso al puesto de trabajo;
-utilizar tarjetas o llaves codificadas para controlar el acceso a ciertas
áreas.
Existen otras medidas relacionadas con las prácticas administrativas o de
trabajo específicas. Ahora bien, todas ellas no son útiles siempre ni en todos
los ambientes. Para ello deben analizarse o proponerse nuevas adecuadas a
cada sector y centro de trabajo.
Notas
1 Violencia en el lugar de Trabajo, folletos informativos. NIOSH.
2 Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare .
(FUENTE: McMaster University, news release, Jan. 17, 2006).
3 Centre canadien d’hygiène et de sécurité au travail. Réponses SST. Questions
psycosociales. Violencia en millieu de travail. http://www.cchst.ca/reponsessst/psychosocial/
violence.html.
4 Gold, D. y Caborn, J.: SOLVE: la OIT combate la violencia en el trabajo, citando el método de Di Martino y colaboradores, en La Violencia en el Trabajo, número 133 de Educación
Obrera 2003/4. OIT. Ginebra. Documento completo en www.ilo.org/public/spanish/dialogue/
actrav/genact/gender/violence/index.htm.
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