Plantas de suelos arcillosos • Ontina (Artemisa herba-alba) Arbusto pequeño de hasta 60 cm. Aparece en terrenos secos, laderas pedregosas y en campos abandonados. En algunos sitios se utilizan sus ramas para la fabricación de escobas. Es característico su intenso aroma y, junto con el tomillo, son las causantes del olor de estas zonas en la primavera. • Albardín (Lygeum spartum) Planta perenne de la familia de las gramíneas, con tallos de hasta 70 cm. Se reconocen fácilmente por las vainas que contienen las semillas. Los albardinales que antaño cubrían grandes extensiones de la zona se encuentran hoy bastante reducidos. Suele aparecer formando grandes cepellones en suelos limosos y profundos, ocupando vales y llanuras, precisamente las zonas de instalación de cultivos, hecho que les ha llevado a sobrevivir únicamente en pequeñas parcelas aisladas. De escaso valor para el ganado, se ha utilizado frecuentemente en cesterías, para construir cuerdas, esteras e incluso calzados. • Sisallo (Salsola vermiculata) Arbusto de hasta 1 m, de preferencias nitrófilas. Tanto el tallo como las hojas aparecen cubiertos de pelos cortos y blanquecinos. Esta planta requiere el mismo tipo de suelos que la anterior, pero dado que sus necesidades de nitratos son muy superiores, está siempre entre las primeras colonizadoras de campos abandonados y en terrenos de intenso pastoreo, siendo frecuente en bordes de caminos y veredas utilizadas para el desplazamiento del ganado.