Revista Computarizada de Producción Porcina Vol:9 No.2 2002 INDICE Información general, 1-4 Artículo reseña Árboles forrajeros en la alimentación del cerdo. Métodos de evaluación. (Foliages trees on pig feeding. Methods of evaluation). C. Díaz, 5-23 Notas científicas Nota sobre la evaluación de verracos por su calidad espermática (Note on boars evaluation and semen quality). M. Tosar, D. Mendoza, E. León y F.J. Diéguez, 24 - 27 Artículos científicos Factores ambientales que influyen en la productividad y longevidad de cerdas híbridas Hampshire (Environmental factors influencing productivity and logevity in hybrid Hampshire sows). O. Sánchez, R. Ortega, G. Torres y C.M. Becerril, 28-42 Evaluación de la influencia del manejo reproductivo y el momento óptimo para realizar la cubrición en las cerdas. (Evaluation of reproductive management and the optimal moment of mating on sows). R. Perdigón, EO. Cuesta, PA. Naranjo y T. Arias, 43-47 Artículos de investigación y desarrollo Impacto social por la utilización del biogás en una escuela de enseñanza primaria cubana (Social impact in biogas utilization in a Cuban school). R. Chao, R. Sosa, J. del Río y A. Pérez, 48-52 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol:9 No. 2 2002 INFORMACION GENERAL CENTRO EDITORIAL COORDINADOR Instituto de Investigaciones Porcinas Gaveta Postal No. 1 Punta Brava, La Habana, Cuba Teléfonos: 29-9133, 29-9125, 29-9537, 29-9539, 29-9545 Fax (537)204 4108 Email: [email protected] Julio Ly (Editor) COMITE EDITORIAL Roberto Belmar (Mérida) Jesús Conejo (Morelia) Eduardo R. Chávez (Montreal) Francisco J. Diéguez (La Habana) José Alberto Fernández (Tjele) Carlos González (Maracay) Osvaldo López (La Habana) Marisol Muñiz (La Habana) Raúl Ortega (Morelia) EQUIPO TECNICO Beatriz L. García Margarita Rodríguez Marlene Suárez 1 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol:9 No. 2 2002 NOTAS PARA AUTORES Los trabajos deben enviarse en un disco de 3.5 pulgadas. Se trabajará preferentemente en WORD’97 y el tipo y tamaño de letra será arial 11 para el texto y arial 10 como máximo para tablas y figuras, por lo que los autores facilitarán nuestro trabajo de edición si utilizan el mismo procesador de textos. Debe utilizarse el formato normal en lo que se refiere a márgenes, longitud de página, etc. El título del trabajo así como los subtítulos principales del texto deben escribirse en negritas, con letra mayúscula, y centrados. Los subtítulos deben aparecer en el margen izquierdo. Los trabajos pueden contener tablas, figuras, esquemas o fotos, éstas últimas siempre que sea posible, preferentemente en formato jpg. La referencia bibliográfica debe presentarse de la siguiente forma:.de acuerdo con el trabajo de García (1988) y Fernández et al (1987).... Similares resultados se obtuvieron en Santo Domingo (Pérez et al 1993; Mejía y González 1994)... Por favor note que et al no se subraya, ni aparece en carácteres distintos ni es seguido por un punto o coma. Se ofrecen ejemplos del formato apropiado en los trabajos publicados en esta Revista. En el listado de la revisión bibliográfica deben aparecer los títulos completos, con la primera y última página del trabajo. Por ejemplo: REFERENCIAS Chung, C.S., Etherton, T.D. y Wiggins, J.P. 1985. Stimulation of swine growth by porcine growth hormone. Journal of Animal Science, 60:118-128 Diéguez, F.J., Trujillo, G., Gómez, J. y Roque, R. 1979. Las pruebas de comportamiento en campo para la selección de cochinatos y cochinatas en los Centros Genéticos de Cuba. Ciencia y Técnica de la Agricultura, Ganado Porcino, 2(3):7-22 Crestwell, D.C. y Brooks, C.C. 1971. Composition, apparent digestibility and energy evaluation of coconut oil and coconut meal. Journal of Animal Science, 33:366-369 Figueroa, V. y Ly, J. 1990. Composición química y propiedades físicas de los alimentos derivados de la caña de azúcar. In: Alimentación porcina no convencional. GEPLACEA. Serie Diversificación. México, p 33-63 Preston, T.R. y Murgueitio, E. 1992. Strategy for sustainable livestock production in the tropics. CIPAV. Cali, pp 89 2 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol:9 No. 2 2002 PRESENTACION DE TRABAJOS Los trabajos deben enviarse en disco (de 3.5 pulgadas) y simultáneamente con dos copias impresas al Editor. El trabajo puede estar en cualquiera de los idiomas oficiales: español, portugués, francés e inglés, con resumen en inglés. Las palabras claves aparecerán a continuación del resumen. Los artículos escritos en español deberán acompañarse también con un resumen (summary) en inglés, mientras que los artículos escritos en portugués, francés o inglés contarán también con un resumen y palabras claves en español. Normalmente los trabajos (discos) no serán devueltos a sus autores para ahorrar tiempo y dinero (a no ser que así se solicite, en cuyo caso el autor del trabajo asumirá este gasto). Los trabajos aceptados se publicarán con un mínimo de edición. NOTAS A LOS LECTORES La Revista Computadorizada de Producción Porcina puede leerse en cualquier sistema compatible con IBM y con un tamaño mínimo de memoria de cualquier ordenador IBM compatible con un tamaño de memoria mínimo de 8 Mb de una sola torre, 3.5 pulgadas. Se trabajará sobre Windows 98. No es necesario modificar los ficheros CONFIG.SYS o AUTOEXEC.BAT, y no se necesita instalar torres ni de un adiestramiento especializado. La impresión puede realizarse en cualquier impresora capaz de reproducir los caracteres standard (USA) ASCII. La revista está conformada por los artículos, escritos en Word 97 utilizando enlaces hipertextuales. A los trabajos se puede acceder a partir de un fichero Revista que cargará Información general e Indice de la Revista según sea seleccionado. ADMINISTRACION Y EDICION La Revista estará administrada a través de un centro editor coordinado (IIP, Cuba). SUSCRIPTORES DE LA REVISTA La forma de pago para la suscripción puede realizarse mediante transferencia bancaria dirigida a: Banco Nacional de Cuba Sucursal Internacional Oficina No. 9073 Línea y M Vedado, La Habana, Cuba También podrá hacerse por cheque a nombre del Instituto de Investigaciones Porcinas. La cuota por número será el equivalente a 10 USD pagadero en dólares canadienses o moneda de la UE (libras de esterlina, pesetas, liras, francos, entre otros) El cheque no 3 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol:9 No. 2 2002 puede emitirse contra bancos estadounidenses. Se admiten suscripciones anuales (30 USD) y trienales (80 USD). La transferencia se enviará a nombre del Instituto de Investigaciones Porcinas y la notificación del pago a través del FAX (537) 24 4108 o por correo aéreo al IIP. La transferencia debe realizarse en bancos que tengan convenios con el Banco Nacional de Cuba, ej: bancos canadienses o europeos. Para suscriptores cubanos el pago será de 10 pesos cubanos y un disco virgen (de 3.5 pulgadas). PROCEDIMIENTO EDITORIAL La actividad editorial será realizada por un centro coordinador (IIP) en La Habana, Cuba. Los discos con los trabajos a editar se recibirán en la unidad coordinadora en Cuba. La edición será mínima, principalmente para asegurar uniformidad en el estilo de presentación, y se hará una vez que el documento sea aprobado por el Editor para su publicación, tan pronto como se haya cumplido con los requerimientos argumentados por los al menos dos árbitros. Una vez exista la disponibilidad de aproximadamente 10 artículos se procederá a confeccionar la tabla de contenido y el índice específicos de la revista en cuestión. Los artículos reseña serán publicados en la Revista a solicitud del Comité Editorial. La Revista Computadorizada de Producción Porcina es solamente un medio económico de publicación, ya que aporta un potencial nuevo para transmitir información científica. A pesar de la forma sencilla del disco original, la revista puede imprimirse en impresoras láser de alta calidad para mantenerse en bibliotecas. El desarrollo futuro de la tecnología, tales como discos compactos y otros nuevos medios de almacenamiento, permitirán un desarrollo posterior del concepto e incremento de la capacidad de publicación. 4 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 ÁRBOLES FORRAJEROS EN LA ALIMENTACIÓN DEL CERDO. METODOS DE EVALUACION Consuelo Díaz Instituto de Investigaciones Porcinas, Gaveta Postal No.1, Punta Brava 19200, Ciudad de La Habana, Cuba. RESUMEN La necesidad de búsqueda de alimentos no convencionales de los países mas pobres, han llevado a investigadores y productores a evaluar materias primas alternativas que permitan sustituir las materias primas esenciales (cereales y soya) por fuentes alternativas para la alimentación animal. Los árboles y arbustos forrajeros, por su amplia diversidad y características de adaptación a gran cantidad de ecosistemas, ofrecen perspectivas como solución biológica, práctica y económicamente viable para la alimentación animal. Sin embargo debe tenerse en cuenta que estas fuentes no convencionales en general poseen altas concentraciones de fibra y nitrógeno ligado a las fracciones fibrosas, además de contener compuestos antinutricionales, por lo que deben emplearse con precaución en las dietas destinadas a animales monogástricos En esta revisión se recogen algunos aspectos de interés a tener en cuenta en la evaluación de recursos arbóreos así como datos de interés sobre especies con posibilidades de uso en la alimentación del cerdo. Palabras claves: forrajes, cerdos, digestibilidad, valor nutritivo, composición química Titulo corto: Inclusión de forrajes en la dieta de cerdos FOLIAGES TREES ON PIG FEEDING. METHODS OF EVALUATION SUMMARY The necessity of search of non conventional foods in developing countries has resulted in that researchers and producers evaluate alternative materials to substitute the essential raw materials (cereals and soybean meal) for the animal feeding. The trees and bushes foliage could be a biological, practical and economical solution in animal feeding. They have a wide diversity and adaptability to different ecosystems. However it should be taking into account that these non conventional sources content high fibber concentrations and nitrogen bound to the fibrous fractions. Also they contain antinutricional compound, which mean that the use of them should be used with caution in the monogastric diets. This review refers some important aspects on the arboreal resources evaluation, as well as, data about species with possibilities to be use in the pig feeding. Key words: foliages, pigs, digestibility, nutritive value, chemical composition Short title: Inclusion of foliages in pig’s diets 5 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 Tabla de contenido Introducción, 6 Árboles y arbustos forrajeros en la alimentación animal, 6 Árboles y arbustos forrajeros en la alimentación porcina, 8 La guásima y el algarrobo como árboles forrajeros en el trópico, 9 Utilización en la alimentación animal. Composición química y valor nutritivo, 11 Determinación del valor nutritivo de los alimentos, 11 Digestibilidad. Métodos de determinación, 11 Digestión de la fibra en el intestino grueso, 17 Conclusiones, 18 Referencias, 18 INTRODUCCIÓN La competencia entre la población humana y los animales monogástricos no herbívoros por los mismos alimentos, ha llevado a la evaluación y el estudio de la utilización de otras fuentes de alimento, ante la imposibilidad de los países menos desarrollados, que no poseen ni los recursos naturales ni técnicos, para la producción de cosechas equivalentes a los cereales y fuentes de proteínas convencionales Se hace necesario la evaluación y el estudio de estos materiales para determinar su composición, así como el nivel de aprovechamiento de los nutrientes que contienen y sus efectos sobre el proceso digestivo, ya que estos pudieran provocar una disminución de su valor nutritivo. De manera general los estudios sobre la utilización de árboles y arbustos forrajeros en la alimentación de animales monogástricos son escasos en comparación con la amplia diversidad de esta fuente sobre todo en los países tropicales y subtropicales. En la actualidad se cuenta con técnicas para la determinación de la digestibilidad con una alta especialización sobre todos en los países desarrollados, sin embargo estas técnicas implican el uso de varios animales por largos períodos de tiempo lo que se traduce como un mayor gasto de recursos. Por esta razón se han desarrollado técnicas que pueden ser de gran utilidad para predecir los valores de digestibilidad con la ventaja de requerir pocos o ningún animal, como son las técnicas in vitro que permiten la simulación del proceso digestivo en el laboratorio. Por otra parte la determinación de la digestibilidad por técnicas indirectas utilizando marcadores ha permitido no solo conocer el aprovechamiento digestivo de los alimentos sino también todo lo relacionado con el paso de la digesta a través del tracto digestivo. ÁRBOLES Y ARBUSTOS FORRAJEROS EN LA ALIMENTACION ANIMAL Los árboles y arbustos forrajeros en las condiciones tropicales constituyen una fuente nada despreciable de alimentos para los cerdos, ya que su producción es perenne, hay disponibilidad de estos a nivel de las fincas familiares o en escala industrial si se forman plantaciones, para su uso principalmente como fuentes proteicas. Dentro de sus desventajas tenemos su alto nivel de fibra, la cual disminuye la densidad energética de la dieta en el cerdo, solamente parte de la proteína puede estar disponible y la presencia de factores antinutricionales. El follaje de árboles y arbustos ha sido utilizado fundamentalmente en la alimentación de rumiantes, mientras que el fruto de algunos árboles como la encina (Quercus spp), el 6 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 caucho (Hevea brasiliensis) o la palma aceitera (Elaeis guineensis) se han destinado a la alimentación de monogástricos, entre ellos el cerdo (Ly 1996) Se ha demostrado que los valores nutritivos encontrados y la respuesta animal al uso de los follajes arbóreos son satisfactorios al compararlos con los resultados obtenidos con otras fuentes de alimentación de uso tradicional. Además, la aceptación de estos follajes por los animales, es un indicador importante para incluir las especies arbóreas utilizadas, en el diseño y evaluación de prototipos de producción de pequeños rumiantes (Benavides 1983). Los estudios realizados hasta el momento, se orientan a la valorización, como fuentes de follaje de árboles y arbustos y a su integración en sistemas de producción con rumiantes (Benavides 1989). Numerosas especies de árboles y arbustos con excelentes características para la producción de follaje, como son la tolerancia de podas intensas, alta capacidad de rebrote, adecuados niveles de producción de biomasa comestible, versatilidad para el manejo de las semillas y la siembra y alto contenido de nutrientes para los animales, han sido identificadas y valoradas por diferentes instituciones de investigación. Además, muchas de estas especies son leguminosas, ampliamente conocidas por su contribución al ecopastizal por su capacidad de fijar nitrógeno atmosférico y aportar un beneficio adicional al suelo. Las leguminosas arbustivas constituyen excelentes sumideros de CO2 beneficiando de esta forma el medio ambiente (Vargas y Elvira 1990). Los árboles y arbustos follajeros poseen en sus estructuras aéreas, especialmente hojas y tallos verdes, tejidos ricos en proteínas y otros nutrientes que están ligados en muchos casos a la pared celular y compuestos antinutricionales, lo que determinará los niveles de digestibilidad de estos según la especie, monogástrica o rumiante, a la cual se destine (Murgueitio 1994). Se sabe que en las células vegetales existen también compuestos llamados secundarios como los polifenoles o taninos, que sin ser tal vez estrictamente antinutrientes, deterioran la digestibilidad del alimento, y particularmente la de la proteína. Esto ha sido bien demostrado en follajes para animales rumiantes (Valerio 1994), y es desde un punto de vista cualitativo, perfectamente aplicable a los monogástricos. Generalmente estos recursos alimentarios, son fuentes de proteínas con una alta concentración de fibra que puede influir negativamente en la digestibilidad de los nutrientes. No obstante, la magnitud de esta influencia depende del tipo y del origen de la fuente de fibra, del tratamiento a que sea sometida, del nivel de consumo, la edad, peso de los animales y otros (Fernández y Jorgensen 1986).La voluminosidad de este tipo de alimentos es otro de los factores a tener en cuenta como limitante cuando se usan follajes arbóreos sobre todo en animales monogástricos. En un segundo plano quedaría el grado de lignificación de estos alimentos (Van Soest 1967). Poco se sabe sobre el aprovechamiento digestivo no solo de la proteína de alimentos tropicales, sino del resto de los nutrientes contenidos en la ración cuando ésta es rica en pared celular. Tal vez esto se deba a que los esfuerzos investigativos se han dirigido a la identificación de factores antinutricionales y a la búsqueda de métodos efectivos para contrarrestarlos (D’Mello 1992) y no a la evaluación nutritiva de los mismos. Vargas y Elvira (1990) informaron que era posible obtener un alto potencial follajero cuando los árboles eran sometidos a un régimen sistemático de corte con intervalos de dos meses durante el ciclo de crecimiento. Con contenidos de proteína bruta (Nx6.25) entre 15 y 30 %; Benavides (1996) informó contenidos de proteína bruta que iban de 14% hasta un 35%, 7 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 elevados niveles de digestibilidad in vitro de la materia seca (entre 60 y 90 %) y altos rendimientos de materia seca por unidad de área (12 a 38 t/ha/año). Al referirse a la explotación de sistemas silvopastoriles, Vallejo y Oviedo (1996) informaron que el corte debía realizarse de manera intensiva con aproximadamente 90 días como promedio para impedir la lignificación de los árboles. Pero cuando se disminuye en demasía la frecuencia de corte se reduce el contenido de materia seca, proteína total, extracto etéreo y calcio. En Cuba se cuenta con un potencial amplio de especies con características forrajeras. Se trabaja arduamente en diferentes instituciones científicas para la tipificación de estos recursos, estudiando su diversidad, localización, así como composición bromatológica, para evaluar su posible utilización en sistemas sostenibles de producción. De esta forma, en la última década se ha iniciado la generalización del silvopastoreo en diferentes provincias del país (Simón et al 1996). Estos árboles han sido usados además como cercas vivas por los beneficios productivos y económicos que se les reconocen a este tipo de cercado tradicional. También se han utilizado en asociación con pastos para disminuir la incidencia de malezas y mejorar las condiciones de los suelos (Alonso et al 1998). En las montañas de Cuba se desarrollan una gran cantidad de árboles y arbustos que tienen la característica de poseer diferentes sistemas de habitad, propagación y usos, dentro de ellos en el Instituto de Investigaciones Porcinas se han reseñado los de mayores posibilidades como fuentes de alimentos para el cerdo (García et al 2000). El uso de fuentes proteicas tropicales tropieza con serios obstáculos que pueden ser tan variados como la presencia de factores antinutricionales, una caracterización incompleta de su contenido de nutrientes, y junto con ello, la incertidumbre de cuales procesos digestivos y metabólicos tienen lugar en cerdos alimentados con tales fuentes proteicas tropicales (Ly 1993). La urgente necesidad de fuentes de proteínas para los cerdos, hace que no se descarte la posibilidad de aprovechar las bondades de estas fuentes de alimento y se inicien estudios con vistas a valorar su inclusión en dietas para cerdos. ÁRBOLES Y ARBUSTOS FORRAJEROS EN LA ALIMENTACIÓN PORCINA Muy limitados han sido los trabajos en los que se ha utilizado el follaje de árboles forrajeros en la alimentación de cerdos. Si bien se han utilizado follajes en la alimentación de cerdos, en los países de clima templado ha sido fundamentalmente la alfalfa (Medicago sativa), que es una leguminosa con un contenido proteico medio, la más estudiada. En los países templados no ha sido práctica común la alimentación porcina con follajes de árboles. Los árboles y arbustos se han usado en los países tropicales de forma espontánea en la economía de subsistencia o traspatio, pero no existen referencias que avalen esto, salvo el caso de residuos de cosechas tales como el plátano, la yuca y el boniato. Entre los árboles y arbustos, los más estudiados en los últimos años han sido la leucaena (Leucaena leucocephala) y la trichantera (Trichanthera gigantea). En este sentido, más se conoce sobre su valor nutritivo (digestibilidad) que sobre su influencia en los rasgos de comportamiento (Ly 1996) Mejía (1989) utilizó hojas de nacedero (Trichanthera gigantea) como única fuente proteica en dietas para cerdas gestantes alimentadas con jugo de caña de azúcar, sin encontrar disminuciones en los índices biológicos tanto de la madre como de la camada, con respecto a fuentes proteicas convencionales como la torta de soya. Sin embargo se han reportado pruebas preliminares en cerdos a los cuales se le introdujo en la ración el nacedero donde se sugiere algún desbalance de aminoácidos en su configuración proteica (Murgueito 1994). 8 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 Sarría et al (1991) realizaron un ensayo de alimentación de cerdos en ceba con jugo de caña de azúcar (Sacharum officinarum) como única fuente de energía y follaje de nacedero como sustituto parcial de torta de soya. La mayor inclusión de nacedero tuvo un efecto negativo sobre el incremento de peso y la conversión alimentaria. Argentti et al (1997) determinaron la digestibilidad aparente de la proteína cruda, la energía, el extracto libre de nitrógeno, el extracto etéreo y la fibra cruda en raciones para cerdos que incluyeron 10 y 20 % de harina de follaje de leucaena. Se observó una disminución altamente significativa de los coeficientes de disponibilidad para los distintos componentes de la dieta al aumentar el nivel de harina de follaje en la ración excepto para la fibra cruda, componente para el cual no se observaron diferencias entre tratamientos. Es probable que el contenido foliar de compuestos secundarios tales como los taninos tengan mucho que ver con una digestión deficiente del N, y por extensión de los aminoácidos. Esto puede ser cierto en L. leucocephala, donde muy poco del N está unido a la pared celular vegetal, un 7.4% del total (Vargas y Elvira 1990), y por consiguiente esta condición no lo hace inaccesible para las enzimas proteolíticas del cerdo. Se ha sugerido que la digestión por el cerdo de beta-polisacáridos es reducida en L. leucocephala, 59.7 y 43.4% para la hemicelulosa y la celulosa respectivamente (Santos y Abreu 1995). Solarte (1994) ha utilizado follaje de botón de oro (Tilthonia diversifolia) mezclado con otros follajes, en la alimentación de cerdos. Mederos et al (1998) estudiaron el comportamiento de cerdos en ceba alimentados con dietas basadas en mieles enriquecidas de caña de azúcar y harina de soya con la inclusión de follaje de algarrobo, en dietas con diferentes niveles de proteína. Como resultado de estos estudios, se sugirió el uso de la dieta con el 75 % de las recomendaciones de proteína del NRC (1988) e inclusión del 20 % de follaje de algarrobo como la variante más ventajosa. El follaje de yuca ha sido objeto de estudio por muchos investigadores que ven posibilidades de su utilización en la alimentación de cerdos. Choo y Hutagalung (1972) encontraron que al suplementar la dieta con metionina podian alcanzar niveles de inclusión de follaje de yuca hasta de un 30% de la ración sin afectaciones marcadas en el comportamiento animal. Por otra parte Alhassan y Odoi (1982) encontraron afectaciones en el crecimiento de cerdos alimentados con follaje de yuca en los casos en que el nivel de inclusión de esta harina estuvo por encima del 10%. Chicco et al (1972) y Buitrago (1990) aseguran que el maíz y el sorgo, componentes de dietas para cerdos, pueden ser reemplazados parcial o totalmente por harina de follaje de yuca, sin incidencias marcadas en el comportamiento. González et al (1996) encontraron una marcada disminución en la digestibilidad cuando la harina de follaje de yuca se incrementó por encima del 10% en la dieta de los cerdos. LA GUÁSIMA Y EL ALGARROBO COMO ÁRBOLES FORRAJEROS EN EL TRÓPICO La guásima (Guazuma ulmifolia), que ha sido nombrada de maneras diferentes en diversas regiones (guásima, guacimo, majagua de toro), es un árbol perenne de la familia Sterculeaceae. Mide de 4 a 10 m de altura y puede crecer hasta 20 m en bosques primarios, alcanzando el tronco de 30-60 cm de diámetro. Los árboles son usualmente siempre verdes; pierden las hojas solo después de prolongadas sequías. Sus frutos son globosos, secos, indehiscentes, con pulpa dulce, que contiene de 40-80 semillas pequeñas y duras. El follaje es abundante, con ramas extendidas o ligeramente colgadas y copa redondeada. Las hojas son simples, ovaladas y aserradas, de 6 a 12 cm de largo y de 2.5 a 6.0 cm de ancho. La corteza es de color gris, gruesa y agrietada. Su tronco tiene una madera de color gris anaranjado, textura mediana, cuyo peso específico es de 0.51 g/cm. 9 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 La guásima está totalmente distribuida a través del Caribe, México, América Central y América del Sur; llegando hasta el norte de Argentina. El árbol crece en suelos aluviales y arcillosos y en climas húmedos y secos. Crece mejor a plena luz solar, coloniza áreas deforestadas y se le encuentra creciendo en las orillas de los arroyos y pastoreos; es una especie abundante en los bosques secundarios. Se encuentra mayormente en elevaciones por debajo de 400 m, con temperaturas promedio por encima de 24°C, con régimen pluviométrico anual entre 600 y 1500 mm. Es más frecuente en suelo con pH superior a 5.5. No tolera suelos compactos con altos contenidos de arcilla. Se propaga principalmente por semillas aunque también puede hacerse por estacas o plantarse a raíz desnuda (García et al 2000). Podada cuatro veces al año, la guásima aporta rendimientos de 10 kg de follaje por árbol de materia seca y de 16-23 % de proteína cruda en sus hojas (Navarro et al 2001). En la Tabla 1, se muestra la producción de biomasa y relación hoja tallo de la guásima en árboles bajo uso intensivo. Tabla 1. Producción de biomasa y relación hoja tallo de la guásima, en rebrotes de 4 meses KgMS/árbol/poda Relación Altura total (m) Altura copa(m) total hojas Hojas tallo 1.69 0.85 50 50 5.5 4.2 Fuente: Vargas y Elvira 1990 Es muy frecuente su uso como follaje al final de la estación de seca en bovinos y caprinos. Son muy usados como postes vivos en linderos y cercas. Los frutos han sido usados en la alimentación de cerdos (García et al 2000). El algarrobo (Albizia lebbeck) se ha llamado en diferentes regiones como mujer de tres lenguas y acacia. Este árbol pertenece a la familia botánica Mimosaceae. Es un árbol grande, de hasta unos 20 m de alto. Corteza gris pálido o gris amarillento, coposa; hojas grandes de color verde claro con numerosos folíolos redondeados. En Cuba florece de agosto a octubre y fructifica de enero a junio. Su fruto son vainas de 10 a 20 cm de largo que contienen de 6 a 12 semillas de color carmelitoso (García et al 2000). A. lebbeck puede encontrarse en bosques húmedos tropicales y subtropicales, con abundantes precipitaciones con o sin estación seca prolongada. Aunque alcanza un gran desarrollo en suelos fértiles, se desarrolla bien en una amplia gama de suelos. Las plantaciones pueden hacerse por siembra directa, usando tocones o raíces cortadas en bolsas de polietileno. En viveros, las posturas alcanzan una altura de 30-50 cm a los tres meses de germinación. Una vez plantada a los 9 meses tiene de 1-2 m. Se considera un árbol de crecimiento rápido. En la Tabla 2 se muestra la producción de biomasa del algarrobo. Tabla 2. Producción de biomasa del algarrobo Altura total del árbol Altura de la copa (m) KgMS/árbol/poda, (m) 6.2 3.9 1.30 Fuente: Navarro et al 2001 Relación hoja: tallo 47 53 Se utiliza como árbol de sombra en huertos y pastizales, se usa con mucha frecuencia, como porte vivo en carreteras y linderos. La madera, resistente, se usa en construcciones de 10 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 botes, muebles y otros. Las hojas y ramas de este árbol son ricas en proteína, por lo que es un alimento de calidad para el ganado bovino y caprino. UTILIZACIÓN EN LA ALIMENTACIÓN ANIMAL. COMPOSICIÓN QUÍMICA Y VALOR NUTRITIVO Muy limitados han sido los trabajos en los que se ha utilizado el follaje de árboles y arbustos forrajeros en general, para la alimentación de los cerdos; en particular, sobre el uso de la harina de follaje de guásima y algarrobo en la alimentación animal se sabe muy poco. Se cuentan con escasos estudios sobre la composición química y valor nutritivo de estos árboles para animales monogástricos; su estudio sobre todo ha sido encaminado para su posible utilización en rumiantes. Con este objetivo, Vargas y Elvira (1990) estudiaron el potencial forrajero del árbol de guásima cuando era sometido a un régimen de corte con intervalos de dos meses durante el ciclo de crecimiento. En este estudio se encontró una digestibilidad in vitro de la materia seca del 43 % y al compararlo con la Gliricidia sepium se observó un menor contenido proteico con mayor proporción de nitrógeno ligado a la pared celular (61.7 %) y a la fibra ácido detergente (31.4%). Por lo que se reportó un pobre aprovechamiento del N presente en la pared celular (22%). Sin embargo, Flores (1987) en un estudio realizado en Guatemala, observó que el follaje de guásima es uno de los más empleados por los productores como fuentes de follaje en la alimentación de vacas y cabras. Este dato parece estar más relacionado con el potencial de producción de biomasa y por la palatabilidad de este follaje que con la utilización digestiva del mismo por los animales. Medina (1987), en un estudio sobre consumo realizado en cabras semi-estabuladas halló también un alto consumo de follaje de guásima. DETERMINACIÓN DEL VALOR NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS El valor nutritivo de un alimento no es más que la digestibilidad de un alimento, por tanto el valor nutritivo varía de acuerdo con la especie en estudio. En la producción porcina es muy importante la eficiencia con que son utilizados los alimentos, si se tiene en cuenta que es consenso general que alrededor del 70% del costo de producción en esta ganadería descansa en los insumos de alimentos. A su vez la eficiencia en el aprovechamiento digestivo ha quedado bien establecido que está estrechamente relacionada con rasgos de comportamiento tales como la ganancia diaria, el consumo diario de alimento y la conversión alimentaria (Dierick et al 1985). Todo lo anterior es válido tanto para la alimentación convencional de cerdos como en la no convencional, siendo más útil en este último caso, cuando se trata de la determinación del valor nutritivo en un nuevo alimento. El conocimiento preciso de la digestibilidad de cada una de las entidades químicamente definidas dentro de un alimento es hasta el momento muy difícil de alcanzar. Esto se debe a que la excreción fecal no consiste en los residuos de la dieta que no han sido digeridos por el cerdo, sino en una mezcla de éstos, de parte de los mismos transformados, de secreciones endógenas y decamaciones de la mucosa intestinal, así como de productos del metabolismo microbiano de la flora gastrointestinal que normalmente coloniza todo el canal alimentario (Ly 1999). DIGESTIBILIDAD. METODOS DE DETERMINACION La digestibilidad de un alimento suele expresarse como la digestibilidad del mismo en base seca, y también como la digestibilidad de sus principios nutritivos. Estos últimos a pesar de 11 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 los criterios surgidos acerca de su expresión en términos químicos o bioquímicos, siguen aceptándose como los de mayor utilidad práctica, y se corresponden con el bien conocido esquema analítico de Weende, es decir, ceniza, materia orgánica (materia seca menos ceniza), proteína cruda (N x 6.25), extracto etéreo o grasa cruda, fibra cruda y extracto libre de nitrógeno, el que incluye el almidón y otros azúcares solubles. A estos principios nutritivos se suele agregar la energía bruta. Lo anterior no excluye la posibilidad de determinar otras fracciones o nutrientes presentes en un alimento en cuestión, que pueden contribuir a profundizar en el conocimiento de su potencial nutricional, como el contenido de pared celular, la lignina, los aminoácidos y otros. Desde un punto de vista general, los indicadores de digestibilidad de mayor interés son la digestibilidad del N, y por extensión, de la proteína, la materia orgánica y la energía (Ly 1999). Otro aspecto a tener en cuenta en cuanto a los tipos de digestibilidad es la tendencia actual a tener en cuenta dos tipos de digestibilidad de los alimentos o nutrientes: la digestibilidad boca-recto o total y la digestibilidad boca-ileón o prececal. Con la primera se mide toda la desaparición del alimento en el tracto gastrointestinal y comprende las llamadas digestión enzimática (hasta el íleon) y la microbiana o que tiene lugar en el intestino grueso. Se ha encontrado que la primera de ambas o digestibilidad total está muy correlacionada en cuanto a la materia orgánica y a la energía con los rasgos de comportamiento (Dierick et al 1985), mientras que la digestibilidad ileal de la proteína está más correlacionada con estos mismos rasgos de comportamiento (Imbeah et al 1988). En el mundo se han desarrollado un gran número de experimentos in vivo para medir la digestibilidad en variados alimentos. Existen tres métodos in vivo para medir la digestibilidad, el directo, el indirecto e in situ y son válidos tanto para la digestibilidad ileal como total; así como para cualquier tipo de nutriente (minerales, proteínas azúcares), y para cualquier edad de cualquier tipo de animales, entre ellos el cerdo. Con este fin se han utilizado animales enteros y animales modificados quirúrgicamente. Históricamente la digestibilidad se midió por métodos directos; después se comenzó a medir por métodos indirectos y por último por métodos in situ. Igualmente, en sentido histórico, en función del avance de los estudios básicos y de cirugía del tracto digestivo del cerdo, se ha pasado, de experimentos de digestibilidad con animales intactos o preparados quirúrgicamente, para estudiar la digestión en distintas partes del tracto digestivo. Estos experimentos han mostrado una gran variación no solo entre distintos tipos de alimento sino también entre muestras de un mismo alimento (Sauer y Ozimek 1986) dado por la influencia en los resultados de la edad y características propias de cada animal, condiciones en que vive, entre otros. Por la demanda en el número de animales, su mantenimiento en algunas ocasiones, el sacrificio de los propios animales para la obtención de datos horas después de la ingestión de los alimentos, estos métodos se hacen costosos y trabajosos (Donkh et al 1994). Por estas razones se han desarrollado otras variantes de determinación de la digestibilidad in vivo. El uso del método de digestibilidad de bolsa de nylon móvil ha sido una variante muy novedosa y practica por la cantidad de muestra que pueden procesarse en menos tiempo. La bolsa es introducida a través de una cánula duodenal implantada quirúrgicamente en los animales. Los primeros estudios de esta técnica se realizaron en rumiantes, para conocer la capacidad fermentativa del saco ruminal. También es posible conocer la digestibilidad de un nutriente dado en periodos cortos de tiempo. La principal interrogante del método de determinación de la digestibilidad por este método, es la dieta que debe consumir el cerdo en el momento que se están usando las bolsas. Esta técnica ha sido usada en la búsqueda de ecuaciones de predicción, entre los métodos in vitro e in vivo para determinar la digestibilidad de un nutriente, aun cuando las técnicas in vitro son mucho mas rápidas, se 12 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 hace necesario el uso de un laboratorio con la implantación de técnicas costosas, por lo tanto la predicción de la digestibilidad de un nutriente a partir de técnicas mas sencillas que se ajusten mejor al proceso biológico de digestión, se hace una práctica frecuente (Metz y Van der Meer 1985). La utilización de cánulas reentrantes implantadas en la región terminal del íleon ha sido una técnica utilizada ampliamente a partir de la década de los 60 (Laplace et al 1994). Cánulas simples en forma de T implantadas en la región final del ileon y el ciego han sido utilizadas ampliamente (Darcy et al 1980, Gargallo y Zimmerman 1980, Sauer y Ozimek 1986, Walter et al 1989). Se ha planteado que la actividad microbiana en el intestino delgado puede alterar significativamente la composición aminoacídica en las heces. Esto sugiere que los valores de digestibilidad de la proteína basados en los datos obtenidos de la porción íleoterminal pueden ser indicadores más efectivos del valor nutricional que los basados en los datos fecales (Low 1976, 1980; Just et al 1985). La mayoría de los problemas que se presentan en el post-operatorio cuando se utilizan estas cánulas que pueden producir la muerte del animal antes del período experimental (Laplace 1980) son solucionados con el uso de las cánulas tipo T, particularmente las reemplazables, con las cuales el intestino no sufre muchas injurias durante la cirugía, lo que permite el uso prolongado de los cerdos preparados quirúrgicamente (Decuypere et al 1977, Bjornhag y Jonson 1984). La anastomosis externa, no es más que realizar el desvío de digesta a una parte del intestino a través de una cánula reentrante. Las anastomosis practicada en diferentes puntos del tracto digestivo permiten tomar muestras de digesta en diferentes puntos del tracto digestivo permitiendo el estudio de su contenido, velocidad de pasaje retención absorción y digestibilidad en dependencia del objetivo que se persiga. Una de las alternativas para la canulación ileorectal es la anastomosis ileorectal (Green et al 1987; Bengala-Freire et al 1988). La anastomosis íleo-rectal (AIR) consiste en la anastomosis de la porción terminal del íleon con la porción próxima del recto. Se han utilizado algunas variantes como la anastomosis término-lateral del íleon sobre el recto, la anastomosis término-terminal con aislamiento total in situ (introduciendo carbón 30 g y 5 g de sulfamidas para evitar la fermentación por las bacterias del intestino grueso) y la anastomosis término-terminal con cánula en el colon para la salida de los residuos de fermentación (Picard 1984; Laplace et al 1985). En estos dos últimos procedimientos el aislamiento del intestino grueso del intestino delgado es total. Entre las ventajas de la anastomosis ileorectal están, la facilidad de la intervención quirúrgica, la comodidad de la colecta de digesta ileal (por su salida a través del recto) con respecto a las técnicas donde se utilizan cánulas y la irritación cutánea que se produce en la región perineal puede ser controlada mediante una buena higiene externa. Los niveles de alimentación de los animales son generalmente superiores con respecto a sus congéneres con cánulas; esta diferencia se nota en las primeras horas del post-operatorio y persiste en el tiempo. Además, la longevidad experimental de los animales es considerable, solo limitada en la práctica por el crecimiento de los animales, con respecto a las dimensiones de las jaulas de metabolismo (Laplace et al 1985). La anastomosis como técnica se ha venido modificando y perfeccionando. Mediante la anastomosis íleo-rectal término-terminal descrita por Green et al (1987) se consiguió el aislamiento del intestino grueso del resto del tracto gastrointestinal. Esta técnica ha sido modificada preservando la válvula ileocecal (Laplace et al 1994, Henning et al 1997) con el objetivo de disminuir la velocidad en el tránsito de digesta. Esta fue la principal desventaja adjudicada a la técnica descrita por Green et al (1987). 13 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 La metodología para la aplicación de estos métodos ha sido discutida sistemáticamente en los seminarios internacionales de fisiología digestiva del cerdo que se han venido realizando en Europa cada tres años. Todas estas técnicas han tenido en su momento defensores y detractores. (Cole et al 1967 citado por Ly 1995) consideran que el confinamiento de los cerdos, con el consiguiente poco ejercicio, reduce el tono muscular y probablemente al reducirse el tránsito de digesta, resulta en una sobre estimación de la digestibilidad con respecto a los animales alojados en corrales. Yin et al (1993) y Fuller et al (1994) por el contrario consideran que la anastomosis permite obtener un estimado razonable de la digestibilidad ileal. Se plantea además como desventaja que la privación de la función cecocólica conduce a la supresión de los beneficios de la síntesis de vitaminas por la flora microbiana y, reduce la reabsorción de agua y electrolitos. En la actualidad no se han precisado las necesidades de vitaminas y minerales de los cerdos con esta preparación quirúrgica. En el caso particular del sodio se suplementa con un régimen de (0.5% de NaCl y 0.5% de NaHCO3), suficiente para compensar las pérdidas por la supresión del intestino grueso. Aún no se han precisado las necesidades de vitaminas y minerales de los cerdos con esta preparación quirúrgica. Los fenómenos adaptativos que se suceden en el intestino delgado perturban el funcionamiento del mismo (Laplace et al 1985). Desde el punto de vista general, al privarse de la función al intestino grueso, se priva al animal de la recuperación de energía a través de los ácidos grasos de cadena corta que representan del 10 al 20% de la energía necesaria para el mantenimiento. En todos los casos, para realizar el trabajo se requiere el alojamiento individual de los cerdos en las cajas de digestibilidad o jaulas de metabolismo. Los métodos in vitro para medir la digestibilidad se basan en la simulación del proceso digestivo a escala de laboratorio. Históricamente, se comenzó por los estudios de digestibilidad in vitro para evaluar los procesos fermentativos del rumen, y posteriomente se han extendido esencialmente a simular la digestibilidad ileal o prececal, y la digestibilidad total, obteniendo por diferencia la digestibilidad in vitro del intestino grueso. Los experimentos hechos con cerdos han demostrado que existe una buena correlación entre los métodos in vivo y los in vitro (Dierick et al 1985; Boisen y Fernández 1995). Los métodos in vitro de digestibilidad comenzaron a usarse para simular la digestión ileal del nitrógeno y aminoácidos en el cerdo, y esto fue de esta forma, porque es en esta zona del tracto digestivo donde se aprovechan verdaderamente los aminoácidos, que al constituir las proteínas representan, la fracción más costosa y difícil de obtener en el mercado. Se han desarrollado numeroso métodos de determinación de la digestibilidad in vitro que permiten conocer la digestibilidad de un alimento ya sea ileal o fecal de manera mas rápida y barata que los métodos in vivo, que además de ser lentos y costosos presentan una gran variación y escasa reproducibilidad Estos ensayos permiten determinar la digestibilidad de las diferentes fracciones componentes del alimento (proteínas, carbohidratos, lípidos, fibra) y la energía metabólica de forma rápida y sencilla, siendo muy útiles para las determinaciones de rutina al brindar información acerca de la calidad nutricional del alimento, permitiendo el posterior mejoramiento de la misma (Darcy 1984). La digestibilidad es el determinante primario de la disponibilidad de un alimento (Hsu et al 1977) ya que para estar biodisponible tiene que ser degradado primeramente por las enzimas digestivas del tracto gastrointestinal (Darcy 1984). Se han desarrollado un gran número de experimentos in vivo para medir la digestibilidad tanto ileal como fecal en una gran variedad de alimentos, estos experimentos han mostrado una gran variación no solo entre diferentes tipos de alimentos sino también entre diferentes muestras de un mismo alimento (Sauer y Ozimek 1986). La pobre reproducibilidad en estos 14 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 ensayos está dada por la influencia en los resultados de la edad y las características propias de cada animal, condiciones en que vive, composición del alimento y otras. Existen numerosos métodos enzimáticos y microbiológicos de determinación de la digestibilidad in vitro. En estos ensayos es prácticamente imposible reproducir exactamente el proceso in vivo de la digestión pero es necesario tener en cuenta las condiciones particulares que prevalecen en el organismo que pueden influir en la naturaleza de los productos de la digestión (Gauthier et al 1986). La evaluación in vivo de la biodisponibilidad de los aminoácidos por el análisis del contenido intestinal lleva a resultados difíciles de interpretar porque los productos de digestión son rápidamente absorbidos por el intestino y contaminados por fuentes de proteínas endógenas que son digeridas y absorbidas a velocidades posiblemente diferentes a las de las proteínas de la dieta. Además estos métodos son lentos y costosos requiriéndose la presencia del animal, grandes cantidades de dietas y una infraestructura adecuada (Gauthier et al 1986). Con el objetivo de facilitar estos ensayos se han desarrollado numerosos métodos de determinación de la digestibilidad in vitro que son más rápidos, reproducibles y baratos, particularmente útiles para la evaluación de un gran número de muestras. En monogástricos la digestión de la mayoría de los componentes de la dieta comienza en el estómago y es casi completada en el intestino delgado (Holmes et al 1973; Keys y DeBarte 1974). En la fase estomacal el ácido clorhídrico y la pepsina (EC 3.4.4.1) son los agentes hidrolizantes. Se piensa que la fase gástrica de la secreción comienza tan pronto como el alimento entra en el estomago y puede continuar por 3-4 horas con una secreción total de 600 ml o más de jugo fuertemente ácido que contiene una alta concentración de pepsina. Durante la fase intestinal las enzimas pancreáticas solubles hidrolizan los componentes de la dieta hasta el estado terminal que justamente precede la hidrólisis final y/o la absorción por las células con borde en forma de cepillo (Rérat et al 1976). La digesta, al salir del intestino delgado llega al colon donde ocurre un proceso fermentativo por acción de la microflora que aquí se encuentra, lo que proporciona energía al organismo que de otro modo se perdería en las heces fecales ( Rajendran y Binder 1994). La digestión de la mayoría de los componentes de la dieta es completada en el intestino delgado por lo que está generalmente aceptado que la digestibilidad debe medirse a nivel ileal (solo teniendo en cuenta la digestión en el estómago y el intestino delgado) en alimentos pobres en fibra pues en estos casos los valores obtenidos son comparables a los obtenidos en el tracto digestivo completo. En cambio cuando se analizan muestras con un elevado contenido de fibra cruda la relación de la digestibilidad ileal de la materia seca in vitro con la digestibilidad total in vivo es baja, por lo que se hace necesario la adición de una etapa que simule la digestión en el intestino grueso a pesar de que se prolongaría la duración del ensayo (Furuya 1980). Un ensayo de digestibilidad in vitro no solo debe predecir la gran diferencia entre las digestibilidades de las proteínas animales y vegetales sino también la relativamente pequeña diferencia entre las digestibilidades de proteínas nativas y sometidas a algún proceso como puede ser por ejemplo el tratamiento con calor. Los valores de digestibilidad obtenidos proveen una base de información importante para el posterior mejoramiento de la calidad nutricional del alimento. A veces es válido usar condiciones in vitro diferentes a las existentes in vivo (adición de enzimas, aumento de temperatura, entre otras), para obtener iguales productos de digestión, pero esto se debe evitar cuando se requiere el empleo de la técnica para un amplio rango de alimentos pues los valores alcanzados podrían no estar bien correlacionados con los valores in vivo para todos los tipos de alimentos debido a que algún elemento del sistema in vivo no está siendo simulado exactamente (Drake et al 1991). 15 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 La determinación de la digestibilidad fecal es un método in vitro que permite simular la digestión en el intestino grueso. El material no digerido en el intestino delgado llega al colon donde es sometido a un proceso fermentativo por la microflora que aquí se encuentra. La microflora intestinal está constituida por un elevado número de especies bacterianas (mayormente anaerobias estrictas (95%)) que desarrollan una actividad enzimática incluso superior a la del hígado (O’Sullivan 1986). Los principales substratos fermentativos de la dieta son carbohidratos (fibra, almidón resistente y oligosacáridos) los que pueden estimular el crecimiento y la actividad metabólica de la microflora intestinal, por lo que pueden ser considerados como agentes probióticos (Gibson y Roberfroid 1995). El proceso fermentativo cólico convierte los substratos en gases (anhídrido carbónico, hidrógeno y metano) y ácidos grasos volátiles de cadena corta (AGCC) principalmente acético, propiónico y butírico (Cummings y McFarlane 1991). Los AGCC desempeñan un importante papel en la modulación del crecimiento y diferenciación de las células de la mucosa del colon y regulan la absorción y secreción de agua e iones a nivel del epitelio intestinal (García et al 1997). Este proceso fermentativo del residuo no digerido proporciona energía al organismo que de otro modo se perdería en las heces (Rajendran y Binder 1994) por lo que para abordar correctamente el estudio de la digestibilidad de los carbohidratos contenidos en los alimentos hay que tener en cuenta el proceso de fermentación que sufren en el colon. En el medio fecal e ileal hay degradación de los componentes más y menos disponibles del alimento por parte de los microorganismos que aquí se encuentran. En estos medios el modelo de desaparición de la materia seca y los componentes individuales es similar al que aparece cuando se usa medio duodenal excepto para la proteína cruda que es aparentemente menos degradada en el medio ileal y especialmente en el fecal. La particularmente baja digestibilidad de la proteína cruda en el medio fecal podría estar dada por una reducida solubilización de la proteína en este medio per se, o más probablemente como resultado de una unión mas estrecha de las bacterias de la microflora fecal a los residuos no digeridos (Graham et al 1989). La digestibilidad ileal y fecal in vitro generalmente están bien correlacionadas con la digestibilidad fecal in vivo de la materia seca, energía y fibra. En cambio no están correlacionadas con la digestibilidad in vivo de la ceniza y la proteína cruda, lo que indica que el material endógeno y microbiano afecta significativamente el contenido fecal de estos últimos componentes in vivo. De lo anterior se deduce que se pueden usar tanto inóculos ileales como fecales para la predicción de la digestibilidad total de la fibra, materia seca y energía pero no para la predicción de la digestibilidad de la proteína. Combinando los datos de digestibilidad ileal y fecal in vitro puede ser posible estimar tanto los componentes de la dieta que son fácilmente digestibles y absorbidos en el intestino delgado como los que son degradados por microbios en todo el intestino. Lowgren et al (1989) sugieren centrifugar a 90 cuando se usa inóculo ileal o fecal pues de esta forma se obtienen mayores valores de digestibilidad de la materia seca y menores variabilidades probablemente debido a la remoción de partículas pequeñas y mucus que no solo contribuyen en peso sino que también facilita la filtración y lavado de los residuos. La centrifugación a mayores velocidades debe evitarse ya que se pueden remover ciertas fracciones de la población bacteriana, especialmente la unida a partículas. Además se sugiere el uso de un tamaño de partícula de 1 mm lo que aseguraría la estandarización de un tamaño de partícula aún en alimentos altamente procesados y la 16 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 disminución de la variabilidad al tomarse una muestra más representativa y un período de incubación de 48 horas, pues a este tiempo la degradación alcanza un valor estable, obteniéndose por tanto datos más reproducibles con una independencia relativa de la actividad del inóculo. García et al (1997) recomiendan mantener condiciones de anaerobiosis estricta pues la mayoría de las bacterias de esta región son anaerobias. Se requieren estudios adicionales sobre las diferencias intra e Inter cerdos y la influencia de la dieta del cerdo donante, y edad del mismo en la actividad del inóculo. Se pueden usar muestras patrón para comparar las digestibilidades in vitro entre corridas (Lowgren et al 1989). Los experimentos hechos en cerdos han estado encaminados sobre todo a la simulación de la digestibilidad ileal del nitrógeno y aminoácidos, pero poco se sabe sobre la aplicación de las técnicas in vitro a la evaluación de la digestibilidad de follajes de manera general y de árboles y arbustos en particular. Existen otros métodos para la determinación de la digestibilidad que son llamados métodos indirectos. Estos métodos en su gran mayoría se emplean utilizando un marcador. Las cenizas ácido insolubles constituyen un marcador natural que permite la determinación de la digestibilidad de manera indirecta. El método de determinación de cenizas ácido insolubles (CAI) ha sido usado para determinar la digestibilidad aparente de los nutrientes que componen un alimento (McCarthy et al 1974). Para calcular la digestibilidad por este método es necesario determinar las cenizas ácido insolubles tanto en las muestras del alimento como en las heces; que pueden provenir de la recolección total (Yen et al 1983) o de la obtención in situ de la porción terminal del recto. La determinación de las cenizas ácido insolubles también ha sido utilizada como un marcador natural para la estimación de la digestibilidad de un nutriente, superior a otros indicadores artificiales utilizados como el óxido crómico (Moore 1957; Mc Carthy et al 1974). DIGESTIÓN DE LA FIBRA EN EL INTESTINO GRUESO La microflora del tracto gastrointestinal es muy compleja y que está muy involucrada en los procesos digestivos. Esta microflora varía en cantidad y en especie dentro del mismo intestino grueso, por lo que pudiera decirse que la microflora cecal es distinta a la cólica o la rectal, lo que a su vez hace prever en cuán diferente es esta microflora de la gástrica. Por otra parte, la microflora del tracto gastrointestinal se puede adaptar a cambios en la dieta y su participación en la digestión de la pared celular es decisiva, por poseer beta-glucosidasas (Ly 1995). El intestino grueso se caracteriza por ser la parte del tracto gastrointestinal donde mayor tiempo reside la digesta, que a su vez se caracteriza por ser una mezcla de residuos alimentarios que han escapado de la digestión enzimática en el intestino delgado, junto con restos de secreciones digestivas, descamaciones celulares y cierta masa bacteriana. La digestión pos-ileal o sea, la digestión que ocurre en el intestino grueso, es esencialmente microbiana (Ly 1996). Un gran número de bacterias se multiplican y proliferan desde el ciego hasta el recto en un medio estrictamente anaerobio. Existen diferencias entre la microflora cecal y la cólica, que a su vez no parece diferenciarse de la rectal, donde las especies Gram positivas Streptococus y Eubacterium constituyen el 90% de toda la población bacteriana. Uno de los aspectos más estudiados de la actividad metabólica de la microflora del intestino grueso lo constituye la degradación de los componentes de la pared celular de las plantas, y dentro de estos componentes, la celulosa en especial, puesto que carbohidratos estructurales menos 17 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 insolubles como la hemicelulosa y las pectinas, así como compuestos similares, pueden sufrir cierta descomposición prececal. Todo este proceso fermentativo contribuirá en cierta medida al metabolismo energético del cerdo mediante la absorción intestinal de los productos finales del catabolismo microbiano, los ácidos grasos de cadena corta (AGCC), entre los que predomina el ácido acético sobre el ácido propiónico y el butírico, fundamentalmente (Rérat 1978). Junto con la producción de AGCC, en el intestino grueso de los cerdos se produce metano e hidrógeno, que como es sabido, son portadores energéticos que no pueden ser utilizados por el animal, y por lo tanto contribuyen a las pérdidas de energía durante el proceso fermentativo. El total de compuestos nitrogenados que ingresa en el intestino grueso es utilizado por la microflora cecal y cólica para incorporarlos parcialmente en su propia masa celular y además en un proceso descarboxilativo o desaminativo de los aminoácidos allí presentes. Los compuestos nitrogenados resultantes, aminas y amoníaco, pueden ser absorbidos por el animal sin ningún aprovechamiento para el mismo, puesto que estos compuestos serán eliminados fundamentalmente por la vía urinaria después de tener lugar un costoso proceso de desintoxicación hepática (Ly 1995). Se ha señalado que las secreciones gástricas, intestinales y pancreáticas se elevan en el cerdo como consecuencia directa de aumentar el nivel de fibra en el alimento: en particular se incrementa la secreción de nitrógeno y esto hace disminuir la digestibilidad aparente de los compuestos nitrogenados. En general, la velocidad de absorción de nutrientes disminuye con más fibra en la comida, de manera que decrece el monto de energía que se absorbe en el intestino delgado, cosa que es más pronunciado en las grasas y compuestos nitrogenados (Low 1985). Otro aspecto interesante en el uso de alimentos fibrosos en la dieta de los cerdos es que la fermentación de la fibra en el intestino grueso se incrementa con la edad. A la vez, los productos portadores de energía que puede usar el cerdo, los AGCC, son absorbidos y metabolizados contribuyendo así con una fracción no grande, pero importante, al metabolismo energético del animal (Fernández et al 1979). CONCLUSIONES Muy poco se sabe sobre el uso de árboles y arbustos forrajeros en la alimentación porcina, ni de su valor nutritivo, tanto en el trópico como en el mundo en general. El follaje de la guásima y el algarrobo son prácticamente desconocidos en la alimentación porcina, existen muy pocos antecedentes sobre su uso. Los métodos in vivo ya sea de forma directa o indirecta, y los in vitro, pueden constituir una buena aproximación al valor nutritivo de estas especies arbóreas en el cerdo. REFERENCIAS Alhassan WS y Odoi F. 1982. 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RESUMEN Se analizaron un total de 168 muestras de semen de verracos con el objetivo de evaluar los indicadores de calidad espermática en dos sistemas de producción, el Centro de Procesamiento de Semen Porcino (CPSP) del Instituto de Investigaciones Porcinas y una granja donde la reproducción se efectúa por monta natural. Fueron analizados los indicadores: volumen, motilidad, concentración espermática y presencia de patologías en las células del eyaculado. En sentido general los indicadores estuvieron dentro del rango de lo normal para verracos en ambos sistemas. La calidad del semen de los verracos del CPSP fue superior (P<0.05) con medias de 265.5 mL de volumen, 75.7% de motilidad, 380.4 x106 células/mL y 9.6% de patologías espermáticas y para los de la granja, 195.9, 71.2, 408.6 y 13.4 respectivamente para estos indicadores. Se demostró mediante estas evaluaciones que un control eficiente de los verracos permite optimizar su uso. Se recomienda extender este tipo de evaluación a todas las unidades para mejorar la eficiencia reproductiva del rebaño, ya que verracos con baja calidad espermática que estén en uso se deben retirar de la actividad reproductiva. Palabras claves: verracos, calidad espermática, motilidad, concentración espermática Título corto: Calidad espermática en sementales porcinos NOTE ON BOARS EVALUATION AND SEMEN QUALITY SUMMARY A total of 168 samples from boar semen was analysed with the objective of evaluating indices of semen quality in two systems of production, the Centre for Processing Pig Semen (CPSP in Spanish), of the Swine Research Institute, and one farm where pig reproduction is conducted by natural service. The indicators of volume, motility, cell concentration and presence of pathology in boar semen were evaluated. Overall, the examined indices were within the normal range for boars of both production systems. Semen characteristics from boars belonging to the CPSP were better (P<0.05) than those of the farm, with means of 265.5 mL, 75.7% motility, 380.4 x 106 cells/mL and 9.6% pathology presence, whereas those from the farm with natural service showed values of 195.9 mL, 71.2% motility, 408.6 x 106 cells/mL and 13.4% pathology presence. It was shown that by means of these evaluations that an efficient boar management does permit its optimal utilization. It is recommended to carry out this type of evaluation to all farms in order to improve the reproductive efficiency of pig herds, since detected boars with low semen quality must not be used for reproductive activities. Key words: boar, semen quality, motility, spermatozoa concentration Short title: Semen quality in boars 24 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 INTRODUCCIÓN Está demostrado que la función reproductiva del verraco está influida por diversos factores medioambientales de manejo, nutricionales, sanitarios entre los mas importantes. Estos factores pueden actuar negativamente sobre la producción espermática del semental provocando ciertas alteraciones cualitativas y cuantitativas que van a repercutir a corto plazo en una disminución de la productividad del verraco. Además esto se reflejara en un problema de infertilidad en la hembra, lo que ocasionará a mediano plazo un incremento de repeticiones al celo por fallo en la fertilización o disminución en la taza de parto y tamaño de camada (Hatez 1989) La evaluación del semen valiéndose de diversas técnicas de laboratorio permite en la actualidad obtener un informe de espermiograma con el que se puede determinar la calidad espermática con mucha precisión, lo cual es fundamental para optimizar al máximo el potencial reproductivo de los sementales. Por una parte estas técnicas de evaluación seminal permiten identificar aquellos verracos que pueden estar produciendo semen con mala calidad con un descenso en los resultados de fertilidad obtenido y por otra parte permitiendo identificar a los verracos con mejor calidad seminal lo que determinara la optimización del uso de aquellos que tienen una mayor capacidad fecundante (García Ruvalcaba 1997). El objetivo de este trabajo fue realizar la evaluación de los indicadores de calidad seminal de verracos en dos sistemas de producción: Centro de Procesamiento de semen porcino y producción no especializada de una granja de Autoconsumo del MININT MATERIALES Y MÉTODOS Se analizaron un total de 168 muestras de semen de verracos puros y cruzados del CPSP (con producción de dosis de semen para la venta) perteneciente al Instituto de Investigaciones Porcinas y de una granja de autoconsumo del Ministerio del Interior (MININT) con un sistema de explotación de monta natural. Los verracos del CPSP se incorporaron a los 8 meses de edad con un peso aproximadamente de 110 kg previamente evaluados y el manejo y la alimentación fue el orientado por el manual de Procedimientos Técnicos para la crianza porcina (2001) con un régimen de explotación de una extracción de semen semanal a los verracos jóvenes y una cada 4 idas en los adultos. En el caso de la granja del MININT los sementales montaban dos veces por semana los jóvenes y tres los adultos. En el CPSP el método de recolección de semen se efectúo mediante la técnica de la mano enguantada y los verracos previamente adaptados al maniquí MC-2 (Morales et al 1994) en el caso de la granja del MININT se utilizaron puercas en celo. Las técnicas de evaluación seminal (según lo descrito en el Instructivo Técnico de reproducción e Inseminación Artificial Porcina 1998 y Kubus 1999) deben cumplir con un requisito indispensable: La precisión; otros de los requisitos fundamentales son, la sencillez, rapidez y economía que estarán en función del primero. La adopción de cualquiera de estas técnicas dependerá de los medios técnicos disponibles y la capacidad de personal con que se cuente. En este trabajo los indicadores que se analizaron fueron: 25 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 Motilidad (%), concentración espermática (espermatozoides x 10 6/ml), volumen (mL) del eyaculado y porcentaje de células patológicas según las técnicas descritas en el Instructivo Técnico de Reproducción e Inseminación Artificial (1998) y Kubus (1999). Para el análisis estadístico se utilizó el método de los mínimos cuadrados Harvey (1987) con un modelo que tuvo en cuenta el efecto de unidad de origen. RESULTADOS Y DISCUSIÓN En la tabla 1 se muestran los resultados de las calidad espermática de los sistemas de producción analizados, en sentido general los indicadores de calidad seminal se comportaron dentro de los rangos normales (Del Toro 1999), aunque como se puede apreciar los indicadores fundamentales de volumen , motilidad y patologías espermáticas fueron significativamente superiores (p<0.05) en los verracos del CPSP cuando se comparo con los de la granja de autoconsumo coincidiendo por los planteado Batista (1998), Velázquez et al (1999), Del Toro (1999) En el caso de la concentración espermática el comportamiento fue similar. Tabla1. Calidad espermática de verracos del CPSP del IIP y de una granja del MINIT Indicador CPSP MININT ES± Volumen, mL 265.5 195.9 21.30* Motilidad, % 75.7 71.2 15.2* Concentración, espermática x 10 6/mL 380.4 408.6 29.39 Patologías, % 9.6 13.4 0.20* *(P<0.05) Estos resultados demostraron que la calidad del semen fue mejor en el CPSP, lo que pudiera estar dado por un control más eficiente y mejor manejo de los verracos de dicho centro que optimiza su rendimiento al máximo lográndose mejores resultados productivos. Se recomienda a las producciones no especializadas perfeccionar el sistema de manejo de los sementales y sistematizar la evaluación de los mismos trimestralmente según lo orientado en las normas técnicas. REFERENCIAS Batista Laura. 1998. Importancia de la evaluación de los parámetros reproductivo. En su V Simposium Internacional de Reproducción e Inseminación Artificial. Porcino, León Gto., mayo 4-6, 1998. México. pp 109-114 García Ruvalcaba, J.A., Hernández R., Corcuera B.D., Lapuente S., García C. y Martín Rillo S. 1997. Situación actual de la evaluación práctica del semen. IV Simpoposium Internacional de Reproducción e IA Porcino. Madrid, España. Harvey W H 1987 Mixed model least squares and maximun likelihood program. User’s guide PC 1. Uup. Hatez. E.S.E. 1989. Reproducción del cerdo. En su: Reproducción e Inseminación Artificial en animales domésticos, México. Nueva Editorial Internacional S.A. p.351-363 26 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 Instituto de Investigaciones Porcinas. 2001. Manejo de los Reproductores. Procedimientos técnicos para la crianza porcina Cuba p. 2-34 Instituto de Investigaciones Porcinas. 1998. Instructivo Técnico de Reproducción e Inseminación Artificial 60 pp. KUBUS S.A. 1999. Manual de inseminación artificial porcina. Cap. 2,3,8. Pág. 4, 8, 88 Morales G. 1990. Uso del maniquí cubano MC-2 en una unidad de producción IX Forum de Ciencia y Técnica. Municipio la Lisa . Ciudad de la Habana. Del Toro Y. 1999. Los Centros de Procesamiento de semen como elemento para disminuir los costos de la Reproducción Porcina en Cuba. Tesis en opción al Titulo académico de Master en Explotación Porcina, mención Genética Reproducción Porcina La Habana Instituto de Investigaciones Porcinas p 107 Velázquez I., Tosar M., Morales G., Brache F. y Mendoza D. 1999. Comparación de diferentes métodos para determinar la concentración espermática del eyaculado porcino. Evaluación económica. XII Forum de Ciencia y Técnica IIP. La Lisa Ciudad Habana. 27 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 EFECTOS GENETICOS Y AMBIENTALES QUE INFLUYEN EN LA PRODUCTIVIDAD Y LONGEVIDAD DE CERDAS HIBRIDAS HAMPSHIRE O. Sánchez1, R. Ortega2, G. Torres1 y C. M. Becerril1 1 Programa de Ganadería Colegio de Posgraduados 56230 Montecillo, Estado de México, México 2 Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo Morelia, Michoacán, México RESUMEN El objetivo de este estudio fue determinar el efecto de factores ambientales: Granja, año de ingreso al hato reproductivo, época de ingreso al hato reproductivo é interacciones entre estas variables, ademas del número total de lechones producidos por cerda durante su permanencia en la granja (como covariable), en la productividad y longevidad de cerdas híbridas H-50 (50% Hampshire). La información se obtuvo de 3 granjas comerciales de la región de la Piedad Michoacán, con clima semi - cálido y lluvias en verano. Los datos se analizaron mediante el procedimiento GLM del SAS. La productividad media medida como el número de lechones destetados fue de 27.07 ± 9.4 lechones. Los efectos que resultaron importantes fueron; la granja, año, época y las interacciones granja por año, granja por época, año por época y granja por año por época (P<0.01). El valor promedio de longevidad fue de 3.9 ± 0.6 partos producidos por cerda durante su permanencia en la granja. Los efectos que resultaron importantes fueron el año y la interacción granja por año (P<0.05). El número de lechones nacidos vivos acumulados por cerda durante su permanencia en la granja mostró efectos importantes sobre las características analizadas. Palabras clave: productividad, longevidad, lechones nacidos vivos, efectos ambientales Título corto: Efectos genéticos y ambientales en productividad y longevidad de cerdas GENETIC AND ENVIRONMENTAL FACTORS INFLUENCING PRODUCTIVITY AND LONGEVITY OF HYBRID HAMPSHIRE SOWS SUMMARY The objective in the present study was to determine the effect of environmental factors, farm, year of arrival to farm, season of arrival to farm and their interactions between these variables and the total piglets produced for every sow during their permanence at the farm (how covariate) on productivity and longevity in hibrid sow H-50 (50 % Hampshire). Data were obtained from 3 comercial farms in the Piedad, Michoacán region, with semi warm climate with rains ocurring during summer. Data were analyzed using GLM procedure of SAS program. 28 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 Overall media for productivity was 27.07 ± 9.4 piglets per sow. Variables farm, year, season and interactions farm x year, farm x season, year x season, farm x year x season had a significant effect (P<0.01) on productivity. Overall media for longevity was 3.9 ± 0.6 farrows per sow during permanence at farm. Variables year and interaction farm x year had a significant effect (P<0.05) on longevity. Piglets born live per sow during permanence at farm showed important effect on analyzed variables. Keys Words: Productivity, longevity, piglets live born, environmental factors Short title: Genetic and environmental effects and productivity and longevity of sows INTRODUCCIÓN Es bien conocido que el potencial genético del pie de cría determina el limite que pueden alcanzar muchos aspectos de la productividad de los animales. La productividad esta determinada por el número de partos producidos por cerda considerada como una de las bases para la evaluación de la calidad genética de los animales en la granja, refiriéndose usualmente al tamaño de la camada al nacimiento, número de lechones nacidos vivos y destetados. Sin embargo, en años recientes diversos autores han reportado que el porcentaje de cerdas desechadas de la granja oscila entre el 35 y 55 %, produciendo de 3.2 a 5.4 camadas ( Backstrom 1973; Dagorn y Aumaitre 1979 y Simíc et al 1981). Entre las causas más comunes para su remoción se citan; la edad de la cerda, fallas reproductivas, pobre desempeño al parto y durante la lactancia, problemas locomotores, enfermedades, etc. Sin embargo, estas causas por las cuales los animales son desechados varia entre autores. Gadd (1985); Kroes y Van Malé (1979), indicaron que la longevidad esta determinada por factores genéticos relacionados con la vitalidad y resistencia de las diferentes razas a los factores ambientales tales como; alojamiento, métodos de crianza, alimentación, clima, etc. Así como por los procedimiento y criterios de desecho de cada asesor en particular. Einarson y Settergren (1974), indicaron que las cerdas producen en promedio de 3 a 5 camadas, por su parte Miskovic et al (1977), 5.26 camadas y 53.1 lechones nacidos vivos. Sin embargo, Salehar (1977), estableció un promedio de 4.43 camadas indicando que la mayoría de las cerdas se desechan por fallas reproductivas. Lo más grave de esto es que el 50 % del total de la tasa de desecho es conformado por cerdas que no llegan alcanzar su óptima producción (D’ Allaire et al 1989). Una de las explicaciones del comportamiento anteriormente señalado es establecido por la intensidad de uso a que la cerda es sometida la cual ejerce un efecto antagónico en la disminución de su vida productiva. Tales como en los sistemas de producción en sitios múltiples, debido a que algunos autores consideran que la intensificación puede resultar, en un deterioro en su comportamiento reproductivo, así como de su longevidad debido al desgaste fisiológico (Bello et al 1998), dado que estas características están relacionadas entre sí y están sujetas a un sin número de fluctuaciones ambientales. Por lo anteriormente señalado se considera de gran importancia conocer la magnitud que ejerce en los germoplasmas híbridos en los cuales se sustenta la producción de carne de cerdo. El objetivo de este trabajo fue determinar los efectos de granja, año de ingreso al hato reproductivo, época de ingreso al hato reproductivo y número de lechones nacidos vivos en la productividad, longevidad. 29 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 MATERIALES Y METODOS Se utilizó la información recolectada de tres granjas comerciales ubicadas en la región de La Piedad Michoacán, situada a los 20º 21' de latitud norte y 102º 16' de longitud oeste y a una altura aproximada de 1680 msna de esta zona, es semi - cálido húmedo con lluvias en verano, temperatura media anual de 19.9ºC y una precipitación de 816.7 mm anuales (García 1988). Los registros corresponden a 2147 cerdas del genotipo híbrido H-50 con registros de producción ocurridos durante el periodo de 1991 a 1993. Las unidades porcícolas están diseñadas para uso intensivo bajo confinamiento total: Granja Mariquita (M), con capacidad instalada de 450 vientres; Granja Núcleo (N), con 1400 vientres; Granja San Luis (S), con 1200 vientres. Las granjas, Mariquita y San Luís son productoras de lechones para abasto y la granja Núcleo produce lechones para reemplazo; las tres están incorporadas a un sistema de producción en sitios múltiples, estas tres granjas integran el sitio uno; cuentan con instalaciones modernas, de tipo semi-abierto y construidas a base de concreto, mampostería y techos de lámina de metal galvanizado, o en su caso de asbesto, la distribución de los alojamientos incluye, área de cerdas de reemplazo, área de cerdas destetadas o vacías, área de gestación y área de maternidad. Manejo de las reproductoras Las hembras de reemplazo son producidas en la granja Núcleo, de donde se envían a los 12 días de edad al sitio dos en donde permanecen 6 semanas, aquí se realizan los siguientes cambios en la alimentación: 1) super destete; 2) destete uno; 3) destete dos e iniciación para posteriormente pasar al sitio tres. En el sitio tres se agrupan en corrales de 29 animales, en donde permanecen hasta alcanzar un peso aproximado de 55 a 60 kilogramos, posteriormente, las hembras se regresan nuevamente al sitio uno para su adaptación, en donde se agrupan en corrales de 10 a 20 cerdas. Las hembras se seleccionan al final de la etapa de crecimiento basándose en los siguientes aspectos del fenotipo: aplomos, distribución y número de tetas, implantación de jamones, conformación corporal, pero sobre todo que provengan de camadas numerosas y de buen peso al nacimiento. Las hembras inician su vida productiva al momento de alcanzar un peso promedio de 120 a 130 kg, se les aloja en corrales colectivos con capacidad para 25 animales, en grupos uniformes de acuerdo con el tamaño y condición corporal. Cuando presentan el segundo estro, y en caso de que se requieran reemplazos, se trasladan a las jaulas de gestación, en donde se les da servicio a través de inseminación artificial realizando 3 aplicaciones por celo, la primera aplicación se realiza a las 12 horas, y las siguientes, con intervalos de 12 horas posteriores. Las hembras repetidoras reciben de 3 a 4 oportunidades, de acuerdo con su comportamiento anterior en relación con el tamaño y peso de su camada al parto, así como por la cantidad de animales destetados, de tal manera que el número de partos obtenidos por hembra varía en un rango de 1 a 7. El diagnóstico de gestación se realiza a los 35 y 78 días por medio de ultrasonido y además se pasea diariamente el semental por los pasillos de los corrales de hembras del área de gestación. Posteriormente, estás se trasladan a la sala de maternidad 5 días antes de la fecha estimada de parto, en donde permanecen 17 días aproximadamente. Alimentación de las reproductoras Esta se realiza a base de concentrado comercial suministrado de la siguiente manera: a las hembras recién destetadas se les proporciona alimento ad libitum por un período de 4 a 7 días, 30 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 o hasta que presentan el siguiente estro. Las hembras que perdieron condición corporal durante la lactancia también reciben alimento ad líbitum por un período de un mes. Las hembras de reemplazo llegan a la granja con un peso promedio de 60 kg, por lo que se les proporciona alimento ad líbitum hasta que alcanzan un peso promedio de 130 kg y el resto de las hembras se clasifican como chicas y grandes, suministrando 2 kg de alimento al día por animal durante el primer tercio de gestación; durante el segundo tercio, 2.5 kg; y desde los 30 a los 5 días antes de parir reciben 3 kg por día. El día del parto la hembra no recibe alimento alguno y a partir del segundo dìa post-parto, la ración que recibe se incrementa gradualmente, hasta que consume a libre acceso. Manejo sanitario El calendario incluye las siguientes rutinas: Hembras de reemplazo 1) A los 5 días de su recepción se inmunizan contra Parvovirus, Leptospira y Erisipela, aplicando una segunda dosis de refuerzo 21 días después. 2) A los 35 días se les inmuniza contra la enfermedad de Ojo Azul y Aujezsky, aplicando una segunda dosis a los 42 días. Hembras gestantes 1) A los 78 días se inmunizan contra Ojo Azul y Micoplasma, aplicando una segunda dosis a los 93 días. 2) A los 86 días se inmunizan contra la Bordetella, Pasteurella, Erisipela y E. Coli, aplicando una segunda dosis a los 100 días. 3) A los 108 días se aplica desparasitador por vía sistémica y vitamina E. Al alimento se le adicionan 600 mg de oxitetraciclina y 400 mg de tiamulina por kilogramo de alimento a partir de los 15 días del parto y durante toda la lactancia. Para el análisis de la información se establecieron dos épocas en que las cerdas ingresaron al hato reproductivo, con base en la temperatura de la región; una época cálida (abril a septiembre) con promedio de temperatura 21.9º C y otra fría (octubre a marzo) con promedio de 17.6º C. Modelo y análisis estadístico La información se analizó mediante el método de cuadrados mínimos del procedimiento de los modelos lineales generalizados GLM (SAS, 1992). Se utilizó el siguiente modelo de efectos fijos: Yijkl = µ + Gi + Aj + Ek + GA ij + GE ij + AE ik +GAE ijk + β1X1 + β11X21+ β12X31 +Eijkl Yijkl : una observación de la productividad de la cerda expresada como el número total de lechones destetados, o longevidad expresada como el número total de partos producidos por cerda durante su permanencia en la granja. µ : media poblacional Gi : efecto de la i-ésima granja (i = 1,2,3) Aj : efecto del j-ésimo año de entrada a la granja (j = 1,2,3) Ek : efecto de la k-ésima época de entrada a la granja (k= 1,2) GA ij: efecto de la interacción de la i-ésima granja con el j-ésimo año de entrada a la granja GE ij : efecto de la interacción de la i-ésima granja con la k-ésima época de entrada a la 31 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 granja AEik : efecto de la interacción del j-ésimo año de entrada a la granja con la k-ésima época de entrada a la granja GAEijk :efecto de la interacción de la i-ésima granja con el j-ésimo año de entrada a la granja Con la k-ésima época de entrada a la granja β1 : coeficiente de regresión parcial para el efecto lineal del número de lechones nacidos vivos acumulados por cerda durante su permanencia en la granja ( X) β11 : coeficiente de regresión parcial para el efecto cuadrático del número de lechones nacidos vivos acumulados por cerda durante su permanencia en la granja ( X)2 β12 : coeficiente de regresión parcial para el efecto cúbico del número de lechones nacidos vivos acumulados por cerda durante su permanencia en la granja (X)3 Eijkl : error aleatorio asociado a cada observación con Eijkl ∼ DNI (0, σ2). Las diferencias estadísticas en las medias se determinaron por el método de Tukey ( Steel y Torrie 1995). RESULTADOS Y DISCUSION El valor promedio para la característica de productividad, expresada como el número de lechones producidos por cerda durante su vida útil en este estudio, fue de 27.07 ± 9.4. Dado que en este trabajo la media que se cita corresponde a la productividad total por cerda en la granja, y en la literatura ésta variable se expresa como el número de lechones destetados por parto y por año, fue necesario expresarla de esa manera; así se tuvo que las cerdas destetaron 7.1 lechones por parto, valor que es menor en casi 0.6 lechones de acuerdo a lo propuesto por Guerra (1980) para nuestro país que es de 7.7 lechones, mientras que el número de lechones destetados por cerda por año fue de 16.2 lechones, valor que se encuentra dentro del rango reportado por Wilson et al (1986), quienes señalaron que este valor oscila entre 12.3 y 19.6 lechones destetados por cerda por año. Sin embargo, es inferior a 18.2, valor que encontraron Stein et al (1990), sin embrago, es inferior (en casi 0.6 lechones menos) a lo obtenido (16.8 lechones) por Guerra (1980) en nuestro país. Lo anterior posiblemente indica que se está desperdiciando el potencial biológico, debido a causas originadas probablemente por los diferentes métodos de crianza, alimentación, clima, etc. Los factores que afectaron de manera importante el número de lechones destetados fueron la granja, año, época y la interacción granja por año, granja por época, año por época y granja por año por época (P<0.01), (P<0.05) (tabla 1). Se encontraron diferencias altamente significativas (P<0.01) entre la granja Núcleo con respecto a las demás granjas, resultando en un menor número de lechones destetados para la cerdas que ingresaron al hato reproductivo en esta granja (tabla 2). Xue et al (1997) en Minnesota y Gómez (1999) en la Piedad, Michoacán, también encontraron diferencias entre granjas en esta misma característica. Las diferencias observadas entre granjas posiblemente son una consecuencia de la infraestructura con que cuentan, el manejo y a su capacidad de producción. Por otro lado, es importante considerar que posiblemente uno de los aspectos determinantes por los cuales se dan estas diferencias entre las granjas se debe a las diferentes estrategias adoptadas por el asesor responsable de cada una de ellas, en cuanto a técnicas de manejo reproductivo, alimentación y normas de sanidad proporcionadas a las cerdas en la área de 32 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 maternidad y durante el período de lactancia. Otro de los factores que pudieron haber originado estas diferencias son la experiencia y atención del personal en el desempeño de sus actividades en cada una de las secciones de las granjas, así como la supervisión del médico veterinario, que varía de granja a granja (Salehar y Kovac 1986 ; Gómez 1999). Al respecto, Britt (1996) indicó que las diferencias con respecto al número de lechones destetados entre granjas están asociadas principalmente a efectos ambientales más que a los genéticos, indicando que estas diferencias son originadas principalmente por el uso y la aplicación de la tecnología existente dentro de la granja. Tabla 1. Análisis de varianza para la productividad (lechones destetados) en cerdas híbridas (H-50) de tres granjas comerciales Fuentes de Variación Grados de libertad Cuadrados Medios Granja 2 27913.7 ** Año 2 4494.1 ** Epoca 1 1206.7 ** Granja por año 4 4341.7 ** Granja por época 2 710.2 ** Año por época 2 906.3 ** Granja por año por época 4 1166.4 ** Covariable: TNV 1 3209.1 ** TNV2 1 2041.4 ** TNV3 1 3259.5 ** Error 2126 88.7 Total 2146 ** (P<0.01) Tabla 2. Medias de cuadrados mínimos por efectos de granja, año y época (lechones destetados) para productividad en cerdas híbridas (H-50) de tres granja comerciales Fuentes de Variación N Media ES± GRANJA: Mariquita (M) 447 29.3 a 0.54 Núcleo (N) 401 13.2 b 0.62 San Luís (S) 1299 30.2 c 0.27 AÑO: 1991 779 27.2 a 0.50 1992 821 20.8 b 0.40 1993 547 24.7 c 0.57 EPOCA: Fría 1024 23.2 ª 0.41 Cálida 1123 25.3 b 0.39 N = número de observaciones abc Medias con distintos superíndices son diferentes entre si (P<0.01) Por otro lado, Almond (1992) mencionó que dentro del efecto de granja, se involucran principalmente aspectos como la habilidad y capacitación del personal, alojamiento y equipo, genotipo, número de cerdas, número de partos y la aplicación de técnicas reproductivas y nutricionales, entre las que se encuentran la edad al primer servicio, número de apareamientos, longitud de la lactancia y suplementación a base de biotina, calcio, fósforo. De la misma manera, Guerra (1980) indicó que las estrategias de manejo y atención del personal son de vital importancia durante el período de lactancia y destete, así como a un nivel de alimentación adecuado y manejo reproductivo, como por ejemplo la estimulación de 33 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 la cerda mediante el empleo del semental durante el período postdestete para incrementar la productividad. Por otro lado, Coetano de Oliveira y Mendoza (1994) indicaron que el elemento más importante en el proceso tecnológico está dado por los recursos humanos con habilidades y experiencia en la asimilación y aplicación de la tecnología en el desempeño de sus actividades. El año de ingreso al hato reproductivo tuvo influencia (P<0.01) en la variación de la productividad (tabla 2). Efectos similares fueron encontrados por Xue et al (1997) en Minnesota al evaluar dicha característica. Como puede observarse, se encontró que el mayor número de lechones destetados fue para las cerdas que ingresaron al hato reproductivo durante 1991 con un promedio de 27.2 ± 0.5 y el peor en 1992 con un valor de 20.8 ± 0.4 lechones. Estas diferencias entre años que comprendio el estudio posiblemente se debieron a los cambios y condiciones de manejo en general en las granjas, ya que la edad al destete en esos años fue muy similar. A este respecto, Vasquez et al (1973) y Ortega (1984) indicaron que las diferencias observadas entre los años se deben a la introducción continua de nuevos métodos de manejo, alimentación, vacunación, desparasitación, longitud de la lactancia, así como a la experiencia del personal y condiciones climáticas específicas que contribuyen a la variación del carácter. El año es un factor muy complejo de interpretar, ya que involucra factores de tipo climático (temperatura y humedad) y de manejo en general. El efecto de la época del año en que las cerdas ingresaron al hato reproductivo fue altamente significativo (P>0.01). Se nota que las cerdas que ingresaron en la época cálida tuvieron el mayor número de lechones destetados con respecto a las que ingresaron durante la época fría, quienes tuvieron el menor número de lechones destetados durante su permanencia en la granja (tabla 2). Las diferencias observadas entre las épocas pueden ser atribuidas principalmente al efecto de la temperatura y humedad, ya que la alimentación y manejo de los animales fue básicamente la misma en las diferentes épocas. Esto puede ser explicado de acuerdo con lo señalado por Leroy (1968), quien dijo que esto es posible debido a los efectos de la influencia estacional sobre los lechones nacidos vivos obedece a un mecanismo de termorregulación que posee el lechón al nacimiento, incapacitándolo para contrarrestar los efectos nocivos de las bajas temperaturas, que a su vez causan una mayor mortalidad en los lechones recién nacidos provocando con esto una reducción en el tamaño de la camada al destete. Sin embargo, los resultados obtenidos en el presente estudio difieren a los publicados por Omtvdet et al (1971), quienes encontraron que las altas temperaturas constituyen un efecto nocivo, particularmente durante la etapa de implantación y desarrollo embrionario que representa el momento más crítico para la supervivencia del embrión. De la misma manera, Rivera y Berruecos (1973) en México comprobaron que el número de lechones nacidos vivos es mayor durante los meses con estación climática fría, mientras que en los meses calurosos se reduce el número total y aumenta el número de muertos, lo que se traduce en un menor número de lechones destetados. La interacción granja por año fue altamente significativa (P< 0.01); la figura 1 muestra las diferencias entre años y granjas. Se observa que las cerdas que ingresaron al hato reproductivo en las granjas M en 1991 y S durante 1992 y 1993 tuvieron el mayor número de lechones destetados con respecto a la granja N, quien tuvo los valores más bajos. Las diferencias observadas al respecto posiblemente se deben a que en las granjas se emplea de manera diferente la aplicación de las tecnologías, así como a la habilidad del personal para llevarlas a cabo. 34 Revista Computadorizada de Producción Porcina Productividad (lechones destetados 40 Mariquita Núcleo San Luis 30 20 10 0 1991 1992 1993 Años Figura 1. Efecto de la interacción granja por año en la productividad de cerdas H-50 Vol: 9 No. 2 2002 40 30 20 10 0 Mariquita Núcleo San Luis 1991 1992 1993 Època Figura 2. Efecto de la interacción granja por época en la productividad de cerdas H-50 La interacción granja por época fue altamente significativa (P<0.01), la figura 2 muestra las diferencias entre granjas y épocas. Se observa que el mayor número de lechones destetados fue para las cerdas que ingresaron al hato reproductivo en la granja S y en especial a las que entraron durante la época cálida con respecto a las granjas M y N. Por otro lado, la granja M fue superior a la granja N, quien tuvo el menor número de lechones destetados en ambas épocas. Esto parece indicar que el número de lechones destetados está muy influenciado por factores asociados a la época, como temperatura ambiental y métodos de crianza. Resultados similares fueron encontrados por Robert (1987), quién observó que los cambios en el comportamiento reproductivo coincidieron con los cambios asociados en la granja con respecto al manejo durante la fase de crianza, edad de las cerdas y periodos de lactancia, concluyendo que es posible que la estación del año tenga gran influencia en el número de lechones destetados. La interacción año por época afectó de manera importante (P<0.01) el número de lechones destetados; la figura 3 muestra la diferencia entre años y épocas, se observa que las cerdas que ingresaron al hato reproductivo durante la época cálida en 1991 y1993 tuvieron el mayor número de lechones destetados, con respecto a las que ingresaron en la época fría. Esto indica que el comportamiento reproductivo es diferente en las dos épocas en los distintos años. Efectos similares fueron citados por Gómez (1999), quien encontró un efecto significativo (P<0.01) de la interacción año por estación sobre el número de lechones destetados, observando un mejor comportamiento conforme transcurrieron las estaciones. Esto lo atribuyó a que el sistema era de reciente creación, por lo que las prácticas de manejo y las habilidades del personal de alguna manera se fueron perfeccionando conforme avanzaron los períodos año–estación, reflejándose en el aumento del número de lechones destetados. Lo mismo encontró Mendoza (1987) en Michoacán, al evaluar el efecto del año de nacimiento (P<0.05) sobre el tamaño de camada al destete, en el cual obtuvo los valores más altos en primavera (8.69), otoño (8.77) e invierno (8.71) y el valor más bajo en verano (8.38). Sin embargo, Lafranchi (1983) no observó diferencias significativas (P>0.05) de periodo año - estación para número de lechones destetados. 35 Vol: 9 No. 2 2002 35 35 30 30 Mariquita Núcleo San Luis 25 25 Fría Cálida 20 15 20 15 10 5 10 0 1992 1993 C 1991 91 ál id a 91 Fr ía 92 C ál id a 92 Fr ía 93 C ál id a 93 0 5 Fr ía Productividad (Lechones destetados) Revista Computadorizada de Producción Porcina Años Figura 3. Efecto de la interacción año por época en la productividad de cerdas H-50 Período año- Época Figura 4. Efecto de la interacción granja por año por época en la productividad de cerdas H-50 La interacción granja por año por época afectó altamente (P<0.01) el número de lechones destetados. La figura 4 muestra las diferencias entre granjas y periodos año por época. Se observa que la granja M tuvo el mayor número de lechones destetados para las cerdas que ingresaron al hato reproductivo durante las épocas fría y cálida de 1991 con respecto a las granjas N y S. Sin embargo, ésta no se mantuvo constante conforme transcurrieron los periodos año - época, puesto que para los periodos cálido de 1992 y cálido y frío de 1993 los valores más altos fueron para la granja S y los valores más bajos los tuvo la granja N y especialmente durante la época cálida y fría de 1992. Los resultados anteriormente descritos concuerdan con lo indicado por Hill y Webb (1982), quienes observaron que dentro de los factores que afectan la productividad de la cerda están los efectos heteróticos, de manejo, y ambientales durante el ciclo reproductivo de la hembra. Por otro lado, Almond (1992) señaló que las principales causas por las cuales la estacionalidad afecta los parámetros reproductivos son aún pobremente entendidas. No obstante, se ha demostrado que el estrés provocado por las altas temperaturas ambientales durante los meses de verano producen disturbios en la implantación y decrece la supervivencia embrionaria; esto es frecuente sobre todo cuando el periodo de implantación de los embriones se lleva a cabo después de la primavera, provocando un decremento en el número de embriones o fetos y en consecuencia se reduce el tamaño de la camada al nacimiento y al destete. En la actualidad, las influencias ambientales en las granjas están siendo contrarrestadas debido al reciente acondicionamiento y confinamiento en las explotaciones porcinas que amortigua los efectos del medio (Hughes y Varley 1984). Sin embargo, pueden existir otros factores ambientales que afectan al animal como la introducción continúa de nuevos métodos de manejo, vacunación, alimentación, desparasitación y otros. Una manera de ponderar en forma conjunta la influencia de estos efectos es la de comparar los índices reproductivos por periodos de un año u otros semejantes, de acuerdo con Vázquez et al (1973) e Hinojosa (1973), citado por Castro (1974). Como se puede apreciar, la influencia del periodo año - época posiblemente se debe a que las granjas aplican de manera diferente las prácticas y técnicas de manejo, aunadas a la habilidad del personal para llevarlas a cabo, más que al genotipo, lo cual se refleja en los resultados obtenidos 36 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 El valor promedio de partos producidos por cerda durante su vida útil obtenidos en este estudio fue de 3.91 ± 0.6, valor superior al encontrado por Backstrom (1973), quien encontró una longevidad promedio de 3.2 camadas. Por otro lado, es inferior al que encontraron diversos autores como Jovic et al (1975); Simic et al (1981) y Salehar y Kovac (1986) de 4.75, 5.26, y 4.98 camadas, respectivamente. Dagorn y Aumaitre (1979) encontraron para esta variable un rango de 3.2 a 5.4 camadas. Los únicos factores que incidieron en el número total de partos producidos por cerda durante su permanencia en la granja fueron el año y la interacción granja por año (P<0.05). (tabla 3). Tabla 3. Análisis de varianza para la longevidad (número de partos) en cerdas híbridas (H-50) de tres granjas comerciales Fuentes de Variación Grados de libertad. Cuadrados Medios Granja 2 0.650 Año 2 1.185 * Época 1 0.243 Granja por año 4 1.079 * Granja por época 2 0.281 Año por época 2 0.001 Granja por año por época 4 0.652 Covariable TNV 1 131.8 ** TNV2 1 5.3 ** 3 TNV 1 21.9 ** Error 2126 0.37 Total 2146 *(P<0.05), **(P<0.01) Tabla 4. Medias de cuadrados mínimos por efectos de granja, año y época para longevidad (número de partos) en cerdas híbridas (H-50) de tres granjas comerciales Fuentes de Variación N Media ES± GRANJA, Mariquita (M) 447 3.8 a 0.03 Núcleo (N) 401 3.9 a 0.04 San Luís (S) 1299 3.9 a 0.01 AÑO 1991 779 3.9 a 0.03 1992 821 3.8 b 0.02 1993 547 3.8 b 0.03 EPOCA, Fría 1024 3.8 a 0.02 Cálida 1123 3.9 a 0.02 N = número de observaciones ab Medias con distintos superíndices son diferentes entre si (P<0.05) El año tuvo influencia significativa (P<0.05), como también lo encontraron Xue et al (1997) en Minnesota al evaluar la misma característica. Se encontró que las cerdas que ingresaron al hato reproductivo en 1991 tuvieron el mayor número de partos, con respecto a las cerdas que ingresaron en 1992 y 1993 que tuvieron el menor número de partos (tabla 4). Estas diferencias se pueden tomar como normal, ya que aunque se trata de llevar un manejo uniforme, no es posible lograrlo a causa de factores no controlables, tales como los 37 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 climáticos, cambios en la calidad de los alimentos, nuevo personal, nuevos animales, edad de los mismos, etc. Por lo tanto, es difícil suponer que este incremento en la longevidad de las cerdas obtenido en el presente estudio se mantendrá en los años siguientes. Sin embargo, si se puede interpretar como un índice de mejoramiento en el manejo en general, lo cual coincide con lo señalado por Vázquez (1973); Hinojosa (1973) y Ortega (1984), quienes indicaron que las diferencias observadas entre años se deben a la introducción continua de tecnología, sistemas de manejo, vacunación, alimentación, desparasitación, periodo de lactancia, etc., así como a la habilidad del personal para desarrollar sus actividades. Longevidad (número de partos) La interacción granja por año afectó de manera significativa (P<0.05); la figura 5 muestra las diferencias entre granjas y años; se observa que las cerdas que ingresaron al hato reproductivo en la granja N durante 1991 tuvieron el número de partos más alto con respecto a las granjas M y S, mientras que para 1992 el mayor número de partos fue para la granja S. Sin embargo, durante 1993 el comportamiento fue similar para todas las granjas. Mariquita Núcleo San Luis 4.1 4 3.9 3.8 3.7 3.6 3.5 1991 1992 1993 Años Figura 5. Efecto de la interacción granja por año en la longevidad de cerdas de cerdas H-50 Sobre esta variable no se cuenta con mucha información en ganado porcino, por lo que también se asume que las diferencias observadas al respecto posiblemente se debieron a que en cada granja la aplicación de tecnología se realiza de manera diferente, así como a la habilidad del personal para llevarla a cabo, lo cual contribuye a la variación en la longevidad de la cerda, como lo indicaron Kroes y Van Malé (1979), quienes señalaron que dentro de los factores que afectan la longevidad de las cerdas se encuentran los efectos genéticos relacionados con la vitalidad y la resistencia a las enfermedades en las diferentes razas, así como por factores ambientales como alojamiento, métodos de crianza, alimentación, clima, longitud de la lactancia, tamaño de camada, producción de leche a través de los sucesivos ciclos reproductivos, así como por los procedimientos y criterios adoptados por el asesor de cada granja. Efecto del número de lechones nacidos vivos. A continuación se presentan los coeficientes de regresión para los efectos lineal, cuadrático y cúbico, según los modelos analizados para cuantificar el efecto de la covariable sobre las características evaluadas, de acuerdo a los análisis de varianza (tabla 5). 38 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 Tabla 5. Efecto del número de lechones nacidos vivos acumulados Variables Covariable β0 TNV TNV2 Productividad 1.462 Longevidad ( número de 1.828 partos ) TNV : Total de lechones nacidos vivos **(P<0.01) .5172 ** 0.10486 ** 0.0112 ** 0.00057 ** TNV3 - 0.0001 ** - 0.000009 ** El efecto de los días de lactancia sobre la productividad muestra que por cada lechón nacido vivo por cerda durante su permanencia en la granja se espera un incremento de 0.5172 lechones destetados para el efecto lineal; mientras que los coeficientes atribuibles a los componentes cuadrático y cúbico fueron de 0.0112 y -0.0001 por cada lechón nacido vivo adicional sobre el total de lechones nacidos vivos. Con relación al efecto lineal de lechones nacidos vivos sobre la longevidad, los resultados muestran que a medida que se incrementa el número de lechones nacidos vivos, se espera un incremento de 0.10486 partos por cerda producidos durante su permanencia en la granja, en tanto que los coeficientes atribuibles a los componentes cuadrático y cúbico fueron de 0.00057 y - 0.000009 por cada lechón nacido vivo adicional durante su permanencia en la granja. Los valores fenotípicos obtenidos en el número de lechones destetados indican un bajo nivel de productividad, además reflejan los progresos en la longevidad, que muestra un patrón competitivo. Sin embargo, se encuentra muy distante de alcanzar los estándares considerados como de alta longevidad. La variabilidad observada entre granjas posiblemente se debió a la constante adopción de tecnologías, tipo de infraestructura, capacidad, capacitación y experiencia del personal en el desempeño de sus actividades y aplicación de la tecnología en cada una de las granjas. La productividad fue variable año con año y junto con la época de ingreso al hato reproductivo e interacciones, afectaron el número de lechones destetados por cerda durante su permanencia en la granja y en especial las cerdas que ingresaron durante la época Fría, que tuvieron los valores más bajos. Lo que parece indicar que esta característica está seriamente ligada a factores muy asociados a la época como temperatura ambiental y métodos de crianza, así como la introducción continua de tecnologías que se da año con año. La característica de longevidad esta influenciada de manera significativa por el año y la interacción granja por año. Esto posiblemente se debió a la introducción continua de tecnología, calidad de los alimentos, nuevos animales, edad de los mismos, nuevo personal y condiciones climáticas especificas. Sin embargo, su comportamiento permaneció estable durante los dos últimos años. Indicando con ello un índice de mejoramiento en las instalaciones y manejo en general de las granjas. REFERENCIAS Almond, G. W. 1992. Factors affecting the reproductive performance of the weaned sow. Swine Production, 8 (3) 503-515 39 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 Backstrom, L. 1973. Enviroment and animal health in piglet production. Acta veterinaria Scandinavica, Suppl, 41, 1 – 240 Bello, O. R., R. Ortega G., J. Conejo N. y J. Becerril A. 1998. Patrón de desecho y vida útil en cerdas. XXXIII Congreso Nacional AMVEC. León, Gto. Pp. 143 – 145 Britt, J. H. 1996. New technologies to increase litter size. Proc. Swuine, Reprod. Symposium U.S.A. 103 -112 Castro, G. H. 1974. 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Journal American Veterinary Medicine Association, 7: 935 – 938 42 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 EVALUACION DE LA INFLUENCIA DEL MANEJO REPRODUCTIVO Y EL MOMENTO ÓPTIMO PARA REALIZAR LA CUBRICION EN LAS CERDAS R. Perdigón 1; E.O. Cuesta 2; P.A. Naranjo 1 ; Teresa Arias 1 1 Instituto de Investigaciones Porcinas, Gaveta Postal No.1, Punta Brava 19200, Ciudad de La Habana, Cuba. 2 Universidad Agraria de la Habana San José de las Lajas, La Habana, Cuba RESUMEN Con el objetivo de evaluar el momento óptimo para la cubrición y la eficiencia reproductiva de los sistemas de cubrición se trabajaron 4 verracos CC21 y se realizaron 241 cubriciones en cerdas multíparas F1 (LW x L) en la unidad Julio A. Mella del IIP. Se estudió el momento mas apropiado para efectuar la cubrición en la reproductora y los diferentes sistemas de cubrición utilizados en la especie porcina: Inseminación Artificial (IA); Monta Natural (MN), y sus combinaciones (IA-MN), (MN-IA). Un grupo de animales se cubrió a las 0 horas de haber comenzado el reflejo de inmovilidad y otro a las 12 horas. Los sistemas de cubrición se aplicaron de igual modo en los dos momentos. Cuando se iniciaron las cerdas a las 0 horas del reflejo de inmovilidad, fue significativamente mejor que cuando se inició a las 12 encontrando variaciones entre sí (P<0.01) obteniéndose mayor efectividad y cantidad de crías vivas y totales en el momento 0. Se encontró que entre la IA, MN, IA-MN no hubo diferencias significativas para cada momento estudiado aunque el último tuvo tendencia a mejorar los índices estudiados, difiriendo de estos sistemas significativamente (P<0.05) la MN-IA. Se comprobó que los sistemas de cubrición no incidieron significativamente en los resultados obtenidos, pero si el momento. Se concluye que este trabajo permitió aumentar la efectividad económica acumulada en un 35% en esta unidad por lo que existen posibilidades de obtener altos índices de efectividad y mayor número de crías por parto iniciando las cerdas en el momento cero de reflejo de inmovilidad. Palabras clave: cerdas, manejo reproductivo, sistema de cubrición Título corto: Manejo reproductivo en cerdas EVALUATION OF REPRODUCTIVE MANAGEMENT AND THE OPTIMAL MOMENT OF MATING ON SOWS SUMMARY Four boars CC21 were used in 241 mater of sows F1 (LWXL)from Julio A. Mella unit to evaluate the optimal moment of mating , and the reproductive result of different mating systems: Artificial Insemination (AI), Natural Mate (NM) and their combination (AI-NM) (NMAI). A group of animals was started at 0 hour of the reflex of immobilization and the other group at 12 hours. The mating systems were used in the some way in both groups. The one started at 0 hour was significantly better than the one initiated at 12 h (P<0.01) because we obtained greater efficiency and number of alive and total piglets. There were not significant differences for each studied moment among AI, NM, the last one had a better tendency though. The NM-AI different significantly (P<0.05)from the rest. It was proved that the mating 43 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 systems did not have a great impact on the contrary of the moment. We can conclude that this work allowed increasing the accumulated economic efficiency of this unit in a 35 %. So there are possibilities to get a higher efficiency and a greater number of piglets per farrowing when sows are instated at the starting moments of the reflex of immobilization. Keys Words: sows, reproductive management, mating systems Short title: Reproductive management on sows INTRODUCCION La porcicultura es un campo de la ciencia que en los últimos años ha tenido cambios trascendentales y constituye hoy un importante elemento del desarrollo en Cuba, llegando a ser esencial en esferas relacionadas con el turismo, la alimentación de la población, así como en la elaboración de productos biológicos y farmacéuticos. En la eficiencia de la porcicultura, la reproducción es un elemento medular y dentro de esta, la determinación del momento correcto para la cubrición en la cerda constituye uno de los aspectos de mayor importancia (Kemp et al 1998). En general, muchos autores coinciden en que el momento adecuado para la cubrición depende, en gran medida, de la determinación exacta del comienzo y duración de la ovulación (Hernández y et al 1979; Magapor 1999). Por lo que este trabajo parte del supuesto que con reproductores saludables, un correcto manejo reproductivo se reduce a los costos de producción, aumenta la eficiencia del rebaño y se logra mejorar los indicadores productivos y económicos en las condiciones de Cuba. Para demostrar la veracidad de esta hipótesis se trazaron los siguientes objetivos de trabajo: estudiar dos momentos de iniciar las cerdas a las 0 y 12 horas de detectado el reflejo de inmovilidad y evaluar los diferentes sistemas de cubrición empleados en la especie. MATERIALES Y MÉTODOS Se utilizaron un total de 80 reproductoras F1 (LWxL), 4 verracos y un celador CC21 en la Unidad “Julio Antonio Mella” de Enero de 1999 – Junio del 2000. Al iniciarse el estudio la edad media de los animales era de 1.7 años. A todos los animales durante el período monitoreado se les chequeó Brucella y Leptospira, además se cumplimentó el plan de vacunación de la Unidad de acuerdo con la disposición del Instituto de Medicina Veterinaria (1998). Durante la investigación se realizó tratamiento masivo contra la sarna con Baymec (1cc x 33 Kg. / PV) y se valoró el estado de salud de la hembra para entrar al área de reproducción. La alimentación se basó en pienso crecimiento nacional y se calculó la ración a razón de 2.5 Kg por reproductores, el agua fue a voluntad y los animales estuvieron sometidos a condiciones ambientales de Temperatura y Humedad Relativa similares. En el alojamiento las cerdas se mantuvieron encamisadas individuales. Con el objetivo de evaluar la eficiencia reproductiva se aplicaron dos momentos para realizar la cubrición y cuatro tratamientos: I- A las cero horas y II- A las doce horas de detectado el reflejo de inmovilidad con dos servicios 0-24 y 12-24. Se valoraron los diferentes sistemas de cubrición utilizados en la especie: 1- Inseminación Artificial (IA), 2- Monta Natural (MN) 3(IA-MN), 4- (MN-IA). La técnica de IA se aplicó según la descrita por Del Toro (1997). Los tratamientos rotaron de igual modo en cada momento en que se cubrió la cerda y las cerdas fueron replica de sí mismas. El estro se detectó mediante el macho recelador adiestrado a 44 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 las 7.00 y 18.00 horas. En el análisis estadístico se utilizó el cálculo de los estadígrafos generales y se realizó análisis multifactorial. Para la evaluación económica se calcularon los siguientes indicadores: crías por parto, volumen y valor de la carne, gastos totales por verraco y por reproductora, costo de los diferentes momentos y sistemas de cubrición para un año de trabajo de la Unidad que se analiza, tomándose la información primaria de los resultados del estudio, así como de la estadística existente. La cantidad de animales se determinó sobre la base de 2.2 partos por reproductora. Toda la información se valoró en MLC tomándose la conversión 1:1 de moneda nacional a divisas, como es el caso de los salarios, algunos gastos de medicamentos, amortización de los activos fijos y el precio de venta del semen. Se analizó la cantidad de crías por parto en cada momento de cubrición y las variaciones volumen y valor de carne en el ciclo de producción. En el análisis también se compararon los diferentes sistemas de cubrición estudiados en cuanto al nivel de gastos que genera su aplicación en condiciones de producción. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Se apreció que cuando se cubrió la cerda a las cero horas del reflejo de inmovilidad aumentó significativamente (P<0.01) el número de cerdas confirmadas y disminuyeron las repeticiones, mejorando la efectividad técnica como puede apreciarse en la tabla 1. Tabla 1. Resultados de dos momentos en la iniciación de la cerda Efectividad Horas n Confirmadas Repetidas Técnica, % 0-24 127 114 13 89.77 12-24 114 86 28 75.43 ES± 0.06** 0.07** Al comparar la relación que existe entre los diferentes momentos y el número de crías vivas y totales resultó que en el momento 0 se manifestó un incrementó significativo de estos dos indicadores reproductivos (tabla 2). Tabla 2. Crías vivas y totales en los diferentes momentos de iniciada la cerda Momento a cubrir, horas ES± Indicadores 0-24 12-24 Partos, número 113 84 2.20 Partos, % 99 97 1.02 Nacidos vivos 10.8 9.3 0.05* Nacidos totales 11.0 9.6 0.23* *(P<0.05) Los resultados del porcentaje de fertilidad y el promedio de crías por parto fueron significativamente superior (P<0.05) en el momento cero, lo que coincide con los resultados obtenidos por Reed (1988); Dora et al. (1991); Rodríguez et al (1997) y Kemp et al (1998). Estos resultados están acorde con los planteados por Kotwica et al (1996) en cuanto a que la ovulación en la cerda es espontánea y ocurre entre las 38 a 42 y 24 a 36 horas de haber comenzado el estro; además de que la vida media de los ovocitos esta entre las 4 a 12 horas y de los espermatozoides de 24 a 48 horas, con 2 a 4 horas de capacitación , es 45 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 adecuado iniciar la cerda en el momento 0 donde se logra un mayor tiempo de exposición de las células con capacidad fecundante en el tracto reproductivo y al producirse la ovulación, habrá mas células dispuestas a fecundar; a similares criterios arribó (Kubus 1999 ). Por otra parte es importante considerar que cuando la cerda está con reflejo de inmovilidad mantiene una conducta biológica que la prepara para la fecundación. Al analizar el comportamiento de los diferentes sistemas de monta (Tabla 3) encontramos que el mayor número de repeticiones lo tiene la MN-IA, teniendo mayor efectividad técnica en la IA-MN. Tabla 3. Resultados obtenidos en los sistemas de monta estudiados Sistema de Monta Monta Natural (MN) Inseminación Artificial (IA) Combinación MN-IA IA-MN ES± *(P<0.05) N Confirmadas Repetidas 64 54a 10a 58 50a 8a 56 63 41b 55a 0.23* 15b 8a 1.23* Eficiencia Técnica, % 84.37 86.2 73.21 87.30 Se obtuvo que entre la MN, IA, y IA-MN no hubo diferencias significativas para cada momento estudiado, aunque se obtuvo una tendencia mejor cuando se trabajó la IA-MN difiriendo estos significativamente con MN-IA al respecto hay que tener en cuenta que en la MN la última fracción del eyaculado forma un tapón en el cuello del útero para evitar el reflujo del semen por lo que cuando trabajamos con MN-IA el paso de la varilla no es beneficioso, sin embargo en la IA-MN se favorece la fertilidad por los componentes del diluyente que acondicionan al útero y el efecto de tampón de la MN que ayuda a que no retorne el semen. Según los resultados de este estudio a manera de conclusión pudiera plantearse que existen posibilidades de obtener altos índices de efectividad y mayor número de crías por parto iniciando las cerdas en el momento cero del reflejo de inmovilidad. La IA resultó el método más ventajoso en las condiciones de producción de la unidad. Con la introducción en la producción de la cubrición en el momento cero, la IA (asumiendo que el sistema de monta utilizado fuera solamente la MN), se logrará un aumento anual de la ganancia por un valor de $28865.24 (MLC), lo que incidirá positivamente en le rentabilidad de la producción en la Unidad Julio Antonio Mella. Recomendamos extender este estudio a otros centros porcinos del país y continuar trabajando en estas temáticas. 46 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 REFERENCIAS Behan J. 1997. Stimulation at isemination. Pig internacional, 12: 25-27 Del Toro Y. 1998. Instructivo Técnico de Reproducción e Inseminación Artificial. 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El trabajo se efectuó durante los meses de septiembre a junio. La remoción de los sólidos totales, sólidos volátiles y la demanda química de oxígeno fue de 81, 85 y 72% respectivamente. El biogás producido diariamente se utilizó para elaborar los alimentos de un semi-internado de primaria. Se preparaban 580 raciones por día. Antes de utilizar el biogás se consumían 9 toneladas de petróleo por año, posteriormente debido a la escasez de combustible se usaban 49.8 toneladas de leña anualmente. El biogás sustituyó estos combustibles con el suministro de 4 98 m3 por año. Con la utilización del biogás en sustitución de la leña se evita la deforestación de 0.9 hectáreas de bosque al año. Para los profesores, estudiantes y la dirección del centro, el sistema de tratamiento de residuales sirvió como demostración práctica de cómo se puede producir de forma sostenible, protegiendo al medio ambiente. Es posible depurar el residual y utilizar el biogás para consumo social, sustituir combustible y humanizar el trabajo y proteger la salud del personal que labora en la cocina de la escuela. Palabras claves: biodigestor, cúpula fija, fermentación anaerobia, biogás Titulo corto: Impacto social del uso de un biodigestor SOCIAL IMPACT IN BIOGAS UTILIZATION IN A CUBAN SCHOOL SUMMARY An evaluation was undertake on the operation of a fixed dome biodigester with a capacity of 90 m3 used for treatment of pig slurry from three pig buildings housing 400 fattening animals. The evaluation was extended from September to June. Total and volatile solid remotion as well as the oxygen chemical demand were 81, 86 and 2% respectively. The produced biogas was used daily for cooking food in a kitchen from a school of children. The kitchen prepared 580 rations every day. Before the use of biogas, the fuel oil consumption was of nine ton per year or its equivalent, 49.8 tons of wood per year too. The biogas substituting wood avoid deforestation of 0.9 ha per year. The system for management of pig residuals and produce biogas resulted was an example for administrative personnel, teachers and students of how pig production may be sustainable and be protective of environment. As a consequence of the current evaluation it can be suggested that it is possible the depuration of pig residuals and thereby ise biogas for social purposes, save fossil energy, being the work friendly and healthy for all workers of the school kitchen. Key words: biodigester, fixed dome, anaerobic fermentation, biogas 48 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 Short title: Social impact of the use of a biodigester INTRODUCCIÓN El uso de la digestión anaerobia en los países con pocos recursos es importante para resolver ambos problemas los ecológicos y económicos ( Marchaim 1992). Para los países desarrollados el uso de la fermentación anaerobia no constituye problema ni tecnológico, ni de inversión, ya que poseen recursos y medios adecuados para la aplicación de esta tecnología, sin embargo en los países en vía de desarrollo la aplicación de esta técnica requiere de medios de financiamiento y de tecnología adecuada para su uso, es por eso que se necesitan de sistemas de fermentación sencillos, de bajo costo y con materiales de producción en el país. Desde hace varios años el Instituto de Investigaciones Porcinas ha estudiado y elaborado sistemas de depuración de las excretas porcinas basados en biodigestores de cúpula fija para granjas medianas y pequeñas. Este trabajo no sólo abordó la disminución de la contaminación, sino que estudió el impacto producido por el uso del biogás en el medio social como es la preparación de los alimentos en un Semi-internado de primaria del sistema de educación cubano. MATERIALES Y MÉTODOS Se realizó un estudio al comportamiento de un biodigestor de cúpula fija de 90 m3 de digestión en el tratamiento del residual porcino proveniente de 3 naves de cerdos en cebas con 400 animales totales. Los parámetros constructivos principales del biodigestor y las características técnicas del metro contador de gas se muestran en la en la tabla 1. . Tabla 1. Parámetros constructivos principales del biodigestor y características técnicas del metro contador de gas Biodigestor Cantidad Capacidad de digestión, m3 90.00 Diámetro interior, m 6.26 Profundidad, m 4.40 Área que ocupa, m2 98.00 Volumen de excavación, m3 195.00 Volumen del tanque de compensación, m3 13.00 Metro contador de gas Entrada mínima de gas, m3/h 0.04 3 Entrada máxima de gas, m /h 6.00 1.20 Volumen de gas, dm3 Presión máxima de gas, Bar 1.20 El estudio se efectuó durante los meses de Septiembre a Junio. Se tomaron 3 muestras semanales al residual de entrada al digestor y al efluente. A las muestras se le realizó análisis de sólidos totales (S.T.), sólidos volátiles (S.V.), demanda química de oxígeno (D.Q.O) y PH. El biogás producido se utiliza para cocinar los alimentos de un Semi-internado de primaria que se encuentra ubicado a unos 200 metros de la granja porcina. Para la medición del 49 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 biogas producido y el usado en la preparación de los alimentos se instaló un metro contador de gas marca Samgas modelo RS/2001 LA G4 de fabricación Italiana (ver tabla 1). El metro contador de gas se leía diariamente, además se recopiló una lista de los productos que se cocinaban así como sus cantidades, se controló el tiempo de cocinado y la cantidad de comensales por día. Antes de la utilización del biogás se utilizó para cocinar los alimentos petróleo y posteriormente debido a la escasez, leña. Se tomaron los datos de la cantidad de estos combustibles utilizados para establecer una comparación con el biogás utilizado. Los alimentos se cocinaban en 2 cocinas de 3 hornillas cada una del tipo industrial de las que usan gas de botellón, a las cuales solamente se le adaptaron los inyectores para que funcionaran con biogás, por lo que no hubo que adquirir cocinas especiales. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Los resultados de los análisis realizados en el laboratorio de bioquímica aparecen en la tabla 2. Tabla 2. Característica del Residual antes y después de su entrada al biodigestor Entrada Salida Parámetros medidos al digestor DS del digestor DS Remoción, % Sólidos totales, % 1.96 0.62 0.38 0.08 81 Sólidos volátiles, % 1.57 0.49 0.23 0.05 85 Demanda Química de Oxígeno (DQO), mg/L 2310 882 657 296 72 PH 6.95 0.51 7.69 0.24 Como se puede observar, el valor de los sólidos totales del sustrato es relativamente bajo, debido al sistema de limpieza empleado que utilizan bastante agua para extraer los residuales. En nuestras condiciones la remoción de los sólidos volátiles no coincide con lo reportado por Schulz y Miherleitner (1990), la cual fue del 47 %. Los valores de remoción del D.Q.O. del digestor son valores muy favorables para un sistema de tratamiento de residuales porcinos. El pH de salida del digestor es un valor normal propio de la digestión anaerobia y está en el rango obtenido por otros autores (Esteban et al 1984; Hohlfeld, y Sasse 1986; Fulford 1988) y que se encuentran entre 7 y 8 de pH. El resultado de las mediciones efectuadas con el metro contador así como el tiempo empleado en cocinar los alimentos y el control de la cantidad de comensales se reflejan en la tabla 3. Tabla 3. Producción y consumo de biogás. Tiempo de cocinado y cantidad de comensales Parámetros medidos Media DE Producción de biogás por día, m3 57.88 16.03 Consumo de biogás para cocinar por 24.94 6.02 día, m3 Tiempo de cocinado por día, h 5.15 0.29 Cantidad de comensales por día, U 580 18 50 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 La producción diaria de biogás dio un índice de 0.64 m3 de biogás por m3 de digestión similar a lo reportado por Marchaim (1992). Como se aprecia en la tabla el tiempo de cocinado está entre lo normal para que la comida este en el horario establecido para almorzar los niños. El biogás consumido es menor que la producción del día y fue suficiente para preparar las 580 raciones. Los resultados del presente trabajo demostraron que existe una variedad de alimentos que son procesados diariamente como plato básico. Diariamente se elaboran 580 raciones como media con los alimentos. Adicionalmente al plato básico también se elabora algún otro alimento en diferentes variantes (tabla 4). Tabla 4. Alimentos procesados diariamente como plato básico y variantes adicionales Plato básico (en base a 580 raciones diarias) Arroz, kg Viandas, kg Frijoles, kg Leche Hervida, L Platos adicionales Huevos, U Mortadella, kg Jurel, kg Croquetas, kg Picadillo de res, kg Picadillo de pescado, kg Arroz con leche, kg 53.14 154.76 24.21 93 568 30 66 28 37 30 9.5 Resulta importante señalar que antes de estar en funcionamiento el biodigestor se consumía principalmente petróleo y debido a las dificultades económicas con la adquisición de este hidrocarburo, no quedó otra alternativa que utilizar la leña, los diferentes combustibles y las cantidades consumidas anualmente se reflejan en la tabla 5. . Tabla 5. Combustible utilizados en la elaboración de los alimentos Combustible U/M Cantidad /año Petróleo t 9 Leña t 49. 8 4988 Biogás m3 Debemos señalar que los 4988 m3 de biogás consumidos en el año es equivalente a 2.5 toneladas de petróleo o a 25 toneladas de leña, estos valores son mucho menores que lo mostrado en la tabla 5 (que son las cantidades consumidas en la realidad), debido a que las cocinas de petróleo y de leña son de muy baja eficiencia. Esto demuestra que con la implantación de este sistema hacemos un uso mas racionar del combustible. Adicionalmente hay que resaltar que la sustitución del biogás por la leña evita la deforestación de 0.9 hectárea de bosque por año. 51 Revista Computadorizada de Producción Porcina Vol: 9 No. 2 2002 Se realizó un análisis económico al sistema biodigestor y suministro de biogás y sus resultados se muestran en la tabla 6. Se consideró una tasa de descuento o factor de actualización del 10 % y una vida del proyecto de 20 años. Tabla 6. Indicadores Económicos estudiados Índice U/M Cantidad Costo total pesos 11900 Tasa B/C 2.45 Sensibilidad % 45 PRI años 2.81 VAN pesos 14285 Tasa B/C: Tasa de beneficio costo PRI: Periodo de recuperación de la inversión VAN: Valor neto actual . La utilización de este sistema representa una efectividad económica favorable pues la relación B/C de 2.45 y el periodo de recuperación así lo demuestran. Además de acuerdo con el análisis de sensibilidad los ingresos se pueden rebajar hasta un 45%. Valores similares a estos resultados fueron reportados por Carballal (1997) en el estudio económico realizado al proyecto PNUD-FAO 91/011. Debemos resaltar que en este análisis sólo se tuvo en cuenta la cantidad de biogás que se utiliza para cocinar y que fue de 24.9 m3, sin embargo la producción es mucho mayor, lo que indica que con una mayor utilización del biogás se puede mejorar los indicadores económicos. Además no se cuantificó económicamente ni la deforestación, ni las mejoras en las condiciones de trabajo y de salud del personal que labora en la cocina. REFERENCIAS Carballal JM. 1997. Proyecto PNUD\FAO Cuba 91\011. Estudio económico. 21 p. Esteban JJ, Gutiérrez A., Moré M. y Sanz A. 1984. Estudio del tiempo de retención (TR) y de sinergia de deyecciones de ganado en el proceso de fermentación anaerobia. Comunicaciones I.N.I.A. Serie Tecnológica Agraria II, 104 p. Fulford D. 1988. Running a biogás programe: a handbook. Intermediate Technology Publications. London U. K. pp 30-59 Hohlfeld J y Sasse L. 1986. Production and utilization of biogás in rural areas of industrilized and developing countries. G.T.Z. Eschborn. F.R.G. pp 51-96 Marchaim U.1992. Biogás processes for sustainable development. Roma: FAO. p. 51-88 Schullz H. y Miherleitner H. 1990. Agricuktural Biogás Plants and the use of slurry as Fertilizer in the Federal Republic of Germany. 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