El mayor logro del certamen ha sido su capacidad de adaptación a los cambios sociales que se han producido en España a lo largo del último medio siglo (...) (...) Q Marina Saura presenta la gala de inauguración de la 50ª Semana Internacional de Cine de Valladolid. Q Aspecto que presentaba el Teatro Calderón de Valladolid en la inauguración de la 50ª Semana Internacional de Cine de Valladolid. Fernando León de Aranoa, Takeshi Kitano o Atom Egoyan, por citar sólo a algunos de los más fieles. Son tres ya, las generaciones de amantes del cine para los cuales la Semana ocupa un lugar privilegiado en su memoria. En Valladolid, el espectador deja de serlo para convertirse en semanista, una ‘rara avis’ que se caracteriza por su inusi- 180 tada fidelidad, que le lleva a sacrificar diez días de sus vacaciones anuales para asistir a las proyecciones del festival; una especie que, durante décadas, era capaz de pasar 32 horas en los gélidos soportales del Calderón para conseguir uno de los codiciados abonos que permiten asistir a las sesiones; una tipología de espectador tan capaz de abroncar sin compasión el En Valladolid, el espectador deja de serlo para convertirse en semanista, una ‘rara avis’ que se caracteriza por su inusitada fidelidad (...) (...) cine complaciente e insustancial, como de ofrecer inolvidables ovaciones cuando entiende que la ocasión merece la pena. El mayor logro del certamen, ése que ha permitido su supervivencia contra viento y marea, ha sido su capacidad de adaptación a los cambios sociales que se han producido en España a lo largo del último medio siglo. Nacido en el seno de la delegación de Información y Turismo de la mano de Antolín de Santiago y Juárez (quien atendió la sugerencia de un estudiante universitario llamado Luis Huerta), el festival comenzó a caminar como Semana de Cine Religioso, proyectando seis títulos representativos del nacional catolicismo más conservador. Ya en su segunda edición abrió sus puertas a las producciones extranjeras, en la tercera estableció su carácter competitivo, y año tras año continuó su progresiva apertura a nuevas cinematografías, y a autores y obras cuyo contenido moral o ideológico era cuestionado por el propio régimen. El secreto de su éxito en esa primera etapa tenía nombre propio, el de quien fue su director durante los primeros dieciocho años: Antolín de Santiago, una figura indispensable para comprender la evolución de la ciudad en esas décadas. Él supo dejarse aconsejar por una serie de colaboradores excepcionales, y sortear con habilidad las trabas y dificultades que la censura establecía para cualquier propuesta de progreso intelectual. El estreno de películas prohibidas, como Rocco y sus hermanos, Kapò o La Vía Láctea, se convirtió en una constante exclusiva del festival prolongada con éxito por los sucesores de Antolín en el cargo (Carmelo Romero entre 1974 y 1975, y Rafael González Yáñez entre 1976 y 1977), que ofrecieron obras inéditas como La naranja mecánica, Jesucristo Superstar o El gran dictador, despertando una gran polémica. Valladolid, gracias a su festival, se convirtió en un punto de encuentro para toda una nueva generación de críticos, aspirantes a directores y cinéfilos de todo el país que, durante ocho días se citaban en los salones del Hotel Conde Ansúrez, la terraza cubierta del Hostal Florido, el café de la Estación o el vestíbulo del Cine Avenida para debatir sobre el descubrimiento del día o charlar con realizadores como Sam Fuller, Roberto Rossellini, Ermanno Olmi o Andrzej Wajda. El momento más difícil de su existencia llegó en 1978. La llegada de la Transición democrática, la supresión de la censura, la carencia de subvenciones públicas y la proliferación de las salas de arte y ensayo condujeron a todos los festivales de cine de España a una profunda crisis de identidad que les obligó a replantear su función y objetivos. En ese punto de inflexión muchos fueron los clásicos que 181 El proyecto de Lara y su equipo (con Eduardo Rodríguez y Juan Carlos (...) La llegada de la y Frugone al principio, Transición DemocráVictoria Fernández a lo tica,de condujo todos largo toda suaetapa) festivales detras cine selos consolidó año de renovándose, España a una proaño, con funda crisis de idenpropuestas innovadoras, tidad que les obligó a y descubriendo nuevos replantear su función valores (...) y objetivos. (...) (...) Q La película ‘En la cama’, del director chileno Matías Vize, se alzó con la Espiga de Oro, el máximo galardón de la Semana de Cine de Valladolid (Seminci). desaparecieron, incluyendo referentes como el Festival de Cine Independiente de Benalmádena, la Semana de Cine Documental de Bilbao y la de Cine en Color de Barcelona. En Valladolid, Vicente Antonio Pineda, nombrado director del festival en noviembre de 1977, dimitió de su cargo en una tensa reunión celebrada a primeros de junio de 1978 en el Consistorio municipal. El festival, que hasta entonces se había celebrado siempre en la primavera, y ya se había retrasado a la espera de una solución de urgencia, tuvo que demorarse nuevamente hasta finales de noviembre y comienzos de enero. Fue un comité de dirección, integrado por Rafael González Yáñez, Fernando Herrero, Germán Losada, José María Muñoz y José Ángel Rodero, quien se hizo cargo del mando del evento de forma provisional. 182 Esa solución se prolongó en los años siguientes, ya que ese mismo equipo, con la sustitución de Rodero por Pilar García Santos y José Peña, sucesivamente, permaneció al frente de la Semana durante seis ediciones, mientras el Ayuntamiento, con Tomás Rodríguez Bolaños al frente, in- La llegada de la Transición democrática, condujo a todos los festivales de cine a una profunda crisis de identidad que les obligó a replantear su función y objetivos (...) (...) Q Los actores de la pelícla ‘Segundo asalto’, Alex González (I), Darío Grandinetti (D), Laura Aparicio (2 I), y Eva Marciel (D), junto al director Daniel Cebrián, durante la 50 Semana Internacional de Cine de Valladolid. Q El director taiwanés Ang Lee presenta su película ‘Brokeback Mountain’ (En terreno vedado) en la Seminci. 183 Q El director Dominique Deruddere presenta la película ‘Banquete de boda’ en la 50ª Semana Internacional de Cine de Valladolid. tentaba dar forma jurídica válida al festival, crear unos estatutos que garantizaran su continuidad, y nombrar un director único. El elegido, en 1984, fue Fernando Lara, actual director general del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA). Entre sus logros inmediatos, revitalizó el interés de la ciudad por el certamen, popularizó sus contenidos sin perder calidad en el nivel de las proyecciones, multiplicó la oferta, y consiguió un respaldo unánime de la crítica y el público, que volvió a llenar las salas. El proyecto de Lara y su equipo (con Eduardo Rodríguez y Juan Carlos Frugo- 184 ne al principio, y Victoria Fernández a lo largo de toda su etapa) se consolidó año tras año, renovándose, con propuestas innovadoras, y descubriendo nuevos valores. Suya es la apuesta decisiva por unas publicaciones de calidad (coordinadas en esa etapa por Juan Antonio Pérez Millán), por un género como el documental, que en los últimos años se ha convertido en una referencia en el cine mundial y que cuenta con sección propia en la Semana desde 1984 (Tiempo de Historia) y por ciclos dedicados a cineastas, actores, guionistas, directores artísticos o de fotografía. Esa etapa de la Semana concluyó cuando Lara decidió despedirse de la muestra a finales de 2004, aceptando la tercera propuesta que, durante dos décadas entregado a Valladolid, le llegó para dirigir el ICAA. Su relevo, tras cuatro meses de incertidumbre, lo tomó en abril de 2005 el bonaerense Juan Carlos Frugone, que había ejercido como director adjunto de Lara en los ocho primeros años de éste, y ahora afronta el difícil reto de estar a la altura que ha conseguido el propio certamen. Maria de Medeiros: La Semana permite el encuentro; aquí la gente habla de cine El 50 aniversario de la Seminci quiso ser un homenaje a toda la historia del festival, que a los ojos de la actriz portuguesa Maria de Medeiros (Lisboa, 1965), miembro este año del jurado, ha permitido consolidar una cita en la que el cine une a la gente, que se encuentra y habla de películas. No es poco en este tiempo de prisas. Esta es la conversación que mantuvimos con ella en el epicentro de la Semana. Q La actriz portuguesa Maria de Medeiros, miembro del Jurado Internacional, en la inauguración de la 50 Semana Internacional de Cine de Valladolid. Q La actriz y realizadora Maria de Medeiros en el Hotel Olid Meliá de Valladolid. 186 187 ¿Qué tal se encuentra en la Seminci? Es un gran festival, con una gran selección y con una variedad de películas muy atractivas. Me parece muy interesante porque permite el encuentro. Aquí la gente habla de cine, se encuentra y esta posibilidad me resulta muy importante y enriquecedora. ¿ Es más entretenido participar como jurado, que presentar una película a concurso en un festival? Bueno, las dos formas de acudir a un festival tienen su interés. Participar en un jurado es divertido. Para los que amamos el cine, como somos todos los que nos movemos por aquí, es maravilloso poder descubrir tantas películas y encontrarse en buena compañía. Claro que cuando vienes a presentar una película el tipo de excitación es distinta. ¿El trabajo como jurado de la Sección Oficial de la Seminci le enriquece? Seguramente. Siempre es interesante hablar de las películas. A mí me fascina como se recibe una obra de arte. De hecho, he realizado un trabajo sobre este asunto. Siempre me ha parecido misterioso que una película llegue de forma tan distinta a cada persona. El documental se titula “Je t’aime… Moi non plus” (Te quiero… yo tampoco), se presentó al Festival de cine de San Sebastián y aborda un argumento muy singular, la relación amor-odio entre críticos y cineastas. ¿Qué le supuso realizar un trabajo de estas características? Ahí sí aprendí muchísimo escuchando a unos y otros. Es una relación excesiva, apasionada. Durante dos años recogí más de 90 horas de declaraciones. No me puse a montar hasta que estuve em- 188 barazada. Me senté ante la moviola y, comencé a trabajar. ¿Cuál fue el resultado de poner orden este puzzle de declaraciones de críticos cinematográficos y directores como Loach, Kaurismaki o Vicente Aranda? Todos reflexionaron sobre lo que es producir una obra de arte: fundamentalmente es exhibirse. Hay todo un juego de pudor y de exhibición al mismo tiempo cuando se presenta una obra de arte. Es un juego cruel, pero al final es un juego… Sí, hay que tomarlo así. Es muy bonito que cuando eres actor y estás trabajando con actores que se sitúan en tu misma honda muy pocas palabras son necesarias (...) (...) Uno de los entrevistados asegura que llevaría a su hijo al psiquiatra si le comenta que pretende ser crítico de cine. ¿Usted piensa igual? No, no. Eso lo dijo Pedro Almodóvar. Yo no les llevaría al psiquiatra. ¿Qué proyectos tiene como realizadora? Tengo algunas ideas, pero ya no trabajaré sobre el cine. Es un poco temprano para desvelarlo. Me gustaría mucho hacer otro largometraje. Pero como directora, trabajo en mis huecos. Y como he estado muy ocupada como actriz, la verdad, estoy un poco retrasada en esta otra faceta. Sorprende su capacidad de realizar tantos trabajos diferentes dentro del cine: actriz, directora, incluso ha escrito algún guión. Igual es porque el cine reúne muchos aspectos del arte y hay cosas que yo he abandonado y me gustaban mucho de niña: La música, la pintura y todo ello lo encuentro en el cine. En este Festival hemos podido ver una obra maestra de Carlos Saura, “Iberia”. Este director es un maestro absoluto en combinar tanto arte en el cine. Tiene un sentido musical fotográfico y pictográfico extraordinario y todo lo condensa. Esa capacidad de unir me fascina mucho. Esa es la riqueza del cine. ¿Siente envidia cuando contempla películas tan bellas como “Iberia” o “Brokeback mountain” de Ang Lee? Son dos obras extraordinarias. No me dan envidia porque estoy totalmente rendida como espectadora. Más bien, al contrario, sientes admiración por cuanto nos enseñan. Son trabajos tan generosos, que a mí me aportan muchísimas cosas. Q La mirada de María de Medeiros transmite fuerza y pasión. 189 El divorcio entre cine nacional y público es catastrófico, porque el cine portugués está en un momento muy difícil (...) (...) Esa dualidad, como directora y como actriz, ¿le hace ser más estricta con sus compañeros? Más o menos. Lo que sí he experimentado y es muy bonito es que, cuando eres actor y estás trabajando con actores que se sitúan en tu misma honda muy pocas palabras son necesarias. No hay que explicarse demasiado, a veces una mirada y nos entendemos. Los directores españoles se lamentan divorcio entre el cine nacional y el público, ¿usted lo ha notado? Yo conozco poco esta realidad. A mí me parece que aquí, a pesar de todo, la gente va mucho al cine. Ese divorcio es mucho más importante en Portugal, que es catastrófico, porque el cine portugués está en un momento muy difícil. Pero yo creo que está muy bien apreciar las obras de tu país sin llegar a los extremos de chauvinismo de otros lugares, porque el arte de nuestra tierra es nuestro reflejo. Es un espejo y es importante que veamos lo que somos. ¿Cómo ve el cine en Portugal? En este momento en una situación bastante difícil. Tenemos al fabuloso Manuel 190 de Oliveira, que continúa haciendo películas. Es un faro, una referencia para todos nosotros, pero las cosas están muy complicadas desde el punto de vista de la producción. En España están mucho mejor. Existe una industria, hay un espacio de creatividad. Es mucho más sano. ¿Tiene miedo a equivocarse en la elección del palmarés? ¡Claro que sí, cómo no voy a tener miedo! Es probable que me equivoque. Lo cierto es que todos los miembros del Jurado nos lo tomamos muy en serio. Yo sé por experiencia que es muy complicado po- ner de acuerdo a un grupo de personas, aunque se lleven bien, porque realmente la obra de arte llega de manera distinta. De todas formas, las valoraciones son sólo un punto de vista. Es difícil alcanzar una conclusión y, si además la decisión es colectiva, aún es más complicada. Q Maria de Medeiros es la actriz portuguesa más conocida internacionalmente. Q La actriz y realizadora portuguesa Maria de Medeiros posa en uno de los sofás del hall del Hotel Olid Meliá de Valladolid. 191 Lleva 20 años en esto de la farándula y el espectáculo y aunque sus primeros pinitos los hizo subiéndose a las tablas de un escenario con la compañía teatral La Cubana, José Corbacho (Santa Eulalia de L’Hospitalet, Barcelona, 1965) alcanzó la popularidad al llegar a la pequeña pantalla, donde cada semana se convierte en el camaleónico actor que interpreta a José Luis Garci o Cristina García Ramos en ‘Homo Zapping’ y también en el “tipo ése que le hace la vida imposible a Buenafuente”. Además, estrenó su faceta como director de cine con ‘Tapas’, película galardonada con el Goya a la Mejor Dirección Novel y a la Mejor Actriz de Reparto para Elvira Mínguez. Junto a su inseparable amigo Juan Cruz, ya trabaja en el guión de una segunda película y perfila las primeras líneas de otra historia que desearía rodar en Salamanca, la tierra natal de su madre y a la que le unen los mejores recuerdos de su vida. ¿Cómo se asume ganar un Goya con una opera prima? Lo único que habíamos pensado para nuestra primera película era poder hacerla, estrenarla y si le gustaba al públi- co, mejor. Eso se cumplió durante todo el año 2005 y lo del Goya ha sido como un alucine, porque una película que para nosotros siempre fue pequeñita, ha ido creciendo gracias al público. Bastante difícil es rodar una película, poderla estrenar con una cierta dignidad y que se mantenga unas semanitas en la cartelera. Eso es suficiente premio para cualquiera. ¿Ya está en marcha el proyecto de una segunda película? Esta experiencia primera ha sido tan positiva, todo ha salido tan bien y hemos disfrutado tanto, que nos apetecía hacer otra película si teníamos una historia que contar. Vamos a ir paso por paso, como hicimos con ‘Tapas’. Como nos han pasado tantas cosas este año y tantas casualidades, la historia va a ir por ahí. De hecho, tiene el título provisional de ‘Casual’ y es una historia de casualidades que volveremos a rodar en Hospitalet. Esta película va en la onda de una comedia romántica muy coral, porque los mapas de personajes nos gustan mucho, pero todavía es un proyecto totalmente embrionario. ¿Qué Corbacho eres: el director responsable y disciplinado o el actor cómico, desvergonzado y que se ríe hasta de sí mismo? Todos tenemos diferentes rasgos de personalidad, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, podemos reír, llorar, enfadarnos, saltar de alegría, enamorarnos... Por suerte, he podido hacer cosas muy diferentes; en televisión suelen ser cosas más alocadas, más gamberras, más comedia y mi primera incursión en el cine me ha salido una historia más tierna y agridulce, pero me siento totalmente identificado con todos los proyectos en los que me implico así, me tiro a la piscina del todo. Siempre se está hablando de la crisis de espectadores en el cine español pero cuando se hacen películas buenas como la vuestra, el público responde. ¿Dónde está el fallo entonces? Desde que tengo uso de razón, he oído que el cine español está en crisis. Mi experiencia personal es que no me ha resultado nada fácil rodar una película y he tardado tres años en conseguir financiación. Además, el cine es uno de los pocos ámbitos culturales donde estamos compitiendo con una industria mucho más fuerte y a veces por eso cuesta mucho estrenar una película española. Cuando nuestra distribuidora buscaba un fin de semana para estrenar ‘Tapas’ nos dimos cuenta [Texto: María Martín. Fotografías: Juan Lázaro y Filmax] José Corbacho A la gente que hacemos televisión, a veces se nos va la pelota y pensamos que la vida es un programa 192 Q José Corbacho y Juan Cruz, una pareja con buena estrella del cine español. Mi experiencia personal es que no me ha resultado nada fácil rodar una película y he tardado tres años en encontrar financiación (...) (...) de que, después de un año de trabajo, nos estábamos jugando las habichuelas en un fin de semana, porque cuando no se estrenaba ‘La guerra de las galaxias’ se estrenaba ‘El reino de los cielos’, cuando no ‘Harry Potter 4’ o ‘Spiderman 5’. Tenemos un problema de pantallas importante. En cuanto a contenidos, creo que hay que hacer muchas películas para que haya buenas, malas y mediocres y que la gente elija. Siempre he pensado que la mejor publicidad es el boca a boca, en éste y en cualquier otro negocio. ‘Tapas’ es una película en la que Filmax creyó y lanzó 175 copias y el público respondió. Ese es otro factor, que haya un buen producto. Pero es un tema muy complicado; quizá deberíamos sentarnos todos a un mesa –instituciones, creadores, distribuidores- y entre todos hacer algo más. De momento, todo lo que podemos seguir haciendo los que queremos contar historias es intentar hacerlo con ilusión. En el caso de la televisión, ¿se sufre mucho la presión de las audiencias? Convives con ellas. Yo me hice la promesa de tratar que esto no me afectara cuando me llevé el primer palo en Telecinco, que fue tan traumático porque a mí no me gusta pensar que cuando acaba un programa está bien porque era un rollo o era malo, sino que pienso que en ese programa trabajaban 80 personas que entre semana se han quedado sin tra- bajo. Por no hablar de la impaciencia de las cadenas y los programadores. Aparte de esto, lo que me preocupa es que las audiencias hayan llegado a la calle, y los diarios y las revistas publican los datos y cuentan que tal programa ha caído por la audiencia. Ahora, igual que todo el mundo lleva un entrenador de fútbol dentro, también lleva un programador de televisión dentro, porque las audiencias ya forman parte de la realidad cotidiana. Ante esto lo que tienes que hacer es relajarte y si hay un programa en el que estás implicado y que no ha funcionado, intentar hacer otro que funcione. Ya en el plano más personal, ¿cómo es Corbacho cuando sale de los platós y se quita esos trajes de colores estridentes? Creo que en mi vida hay un poco de todos esos Corbachos de plató de diferentes programas. La vida a veces es un gran plató pero a veces no. Yo no voy por la calle pegando gritos ni hachazos ni disfrazado de Cristina García Ramos ni vestido de colores. Lo que sí me gusta es ir por la calle como una persona más, tocar mucho con los pies el suelo y sobre todo ir con los cinco sentidos abiertos, porque creo que la mejor inspiración para los que hacemos ficción, sea desde el humor o desde el drama, es la calle. Yo soy muy de calle y por el hecho de salir en la tele no quiero renunciar a ir a mis bares, con mi gente de toda la vida que tiene una vida real, porque a la gente que hacemos televisión a veces se nos va la pelota y pensamos que la vida es un programa y la vida no es un programa, es otra cosa y esto, aunque nos guste mucho, no deja de ser un trabajo. Eres muy aficionado al fútbol y a los toros, ¿eso es algo que te queda de tu relación con Salamanca? 193 [Texto: Paco Alcántara. Fotografías: Filmax y Juan Lázaro] Elvira Mínguez El cine español necesita mucho apoyo y fe La verdad es que sí. Mi afición con los toros y con esa cierta querencia a lo flamenco me viene de mi padre, extremeño, y mi madre, salmantina. Siempre he ido de vacaciones a Salamanca, de hecho muchos tíos y primos míos siguen viviendo allí y recuerdo que mi tía Candelas, uno de los tótems de la familia, me llevó a los toros cuando era pequeño y ya entonces pensé que era un espectáculo impresionante. A veces concentramos el mundo del toro en esas dos horas que son como una tragedia griega, hay mucho dolor, tensión y pasión y esto, evidentemente, puede provocar que haya ultra defensores y ultra detractores de las corridas de toros, pero nos olvidamos de esos 4 o 5 años de la vida del toro en el campo, algo que a mí me dio Salamanca y sus alrededores. ¿Qué otros recuerdos tienes de Salamanca? Para mí los mejores recuerdos son siempre los de la infancia, la adolescencia y la juventud y esos son los que tengo de Salamanca: mis primeras copas en el Patio 194 Chico, mis primeros besos en el Huerto de Calixto y Melibea, imagínate qué lujo, porque Salamanca es como una gran escenografía, pero también mis primeras vacaciones, jugar, el verano, aprender a montar en bicicleta, prácticamente aprendí a nadar en Salamanca, porque eran veranos de piscina y de río Tormes. Para mí es una ciudad que está muy ligada a toda mi infancia y mi juventud y a la que me gusta escaparme de vez en cuando. Yo soy feliz paseando por la Plaza Mayor, por la Catedral Vieja, atravesar el puente y mirar Salamanca. Me gusta mucho ir en autocar o en coche para poder ver la ciudad cuando llegas, desde el otro lado del Tormes. Hablabas de Salamanca como una gran escenografía, de hecho, ha sido en multitud de ocasiones escenario de películas. ¿Has pensado en esa posibilidad para un futuro? Pues mira, sí. La segunda película la rodaremos también en Hospitalet, pero ahora estamos escribiendo un guión, que en principio no lo vamos a dirigir nosotros y Q Corbacho y Cruz en pleno rodaje de ‘Tapas’, su exitosa ‘opera prima’. que yo le propuse a Juan que se ubicara en Salamanca. Buscábamos una ciudad mediana, que no fuera ni Madrid ni Barcelona ni Valencia ni una gran urbe, sino una ciudad más pequeñita, que creo que le iba bien a la historia. Nos apeteció mucho, así que estamos prácticamente empezando a escribir una historia y todavía no sabemos dónde se rodará, porque luego igual la productora dice que es mucho más barato rodarlo aquí, en Girona, pero yo me la voy a imaginar en calles y plazas de Salamanca y si llega el día que ruede allí, estaré encantado porque me parece que es una ciudad maravillosa. Elvira Mínguez (Valladolid, 1965) transmite a través de su voz energía, convicción y jovialidad. Se muestra encantada con el Goya al mejor papel secundario por su trabajo en ‘Tapas’que obtuvo este año; asegura que no espera que le lluevan los papeles por este premio y se concentra en su papel como protagonista en ‘La caja’, una película que comenzó a rodar el pasado mes de enero en Madrid con el director novel Juan Carlos Falcón. Esta actriz temperamental, de expresión sobria, insiste en que lo que más le gusta es preparar los personajes que interpreta y no duda en afirmar que el Goya es también el reconocimiento a su participación en ‘Días contados’, ‘Cachito’, ‘Lágrimas negras’, ‘El portero’ y ‘Trece campanadas’. Q La actriz vallisoletana Elvira Mínguez, en uno de los fotogramas de Tapas, la película de José Corbacho en la que interpreta a mujer que se enamora a través de Internet. ¿Su intervención en la ceremonia de los Goya será recordada como una de las más emotivas? Estaba como en un globo. No recuerdo haber escuchado ni el apellido, al oír Elvira, salté de la silla. Tenía muchos nervios, emoción y sensaciones cruzadas. Me acordé de toda la gente de Valladolid, porque sabía que estaban viéndome. También de ‘Días Contados’, la anterior película con la que estuve nominada. Me venía a la cabeza todo eso, cómo había llegado hasta aquí. En su intervención, reivindicó trabajo para las actrices con más de 40 años de edad. ¿Tan mal está la cosa? Esta queja es un comentario generalizado. En mi reivindicación no había nada feminista, sino una llamada de atención. 195 (...) Considero que las actrices con cierta edad estamos estupendas, por experiencia y madurez. Sin embargo, parece que estamos abocadas a esos personajes de madres… (...) Es una pena, considero que las actrices con cierta edad estamos estupendas, por experiencia y madurez. Sin embargo, parece que estamos abocadas a esos personajes de madres…. Toda la historia está contada en relación a los hombres, me da mucha pena. ¿Una de las razones de esta ausencia puede ser debida que la mayoría de las películas españolas son comedias para jóvenes? No creo que sea porque abunden las comedias. Más bien, porque se piensa que a las salas de cine sólo va gente joven y es un concepto equivocado. Los productores apuestan por unos productos que, a priori, van a ser más rentables para este sector y apuestan por películas con actores jóvenes y argumentos para jóvenes. Pero, hay algo erróneo en pensar que a un chico o una chica de 20 ó 25 años no le interesen otras cosas. Es colocar al público en un sitio que no es el correcto. ¿Reivindicaría un giro en el cine español, para no buscar sólo el público fácil? 196 (...) No quiero que como espectador me traten como a una idiota. Tengo capacidad para pensar y resolver (...) Q Elvira Mínguez besa el Goya que obtuvo por su papel en Tapas, un día de emoción y sensaciones cruzadas. Al público hay que hacerle pensar. A mí como espectador me molesta mucho cuando me obligan a llegar a unas conclusiones determinadas viendo cine. Pero, incluso, a la hora de trabajar, a la hora de enfocar los papeles que interpreto yo siempre intento coger al público y llevármelo hacia mi personaje, pero que sea él quien saque las conclusiones. De alguna manera, bajo esos conceptos erróneos estamos haciendo que el público se acomode y que le de más pereza cuando ellos tienen que convertirse en espectadores activos. Yo lo reivindico. No quiero que como espectador me traten como a una idiota. Tengo capacidad para pensar y resolver. ¿La manida crisis del cine español se soluciona con más ayudas económicas provenientes de las administraciones? El cine español necesita mucho apoyo y fe. Dentro de las muchas cosas que le pueden faltar, convendría parapetarle ante el mercado americano que se come el 97 por ciento del pastel. Todo lo que sea protegerle contra eso, es bueno. Ahora bien, a mi me encanta el cine americano, pero el bien hecho. Tenemos cabida todos, pero USA es un lobo muy grande que nos come los talones inmediatamente. ¿Se encuentra más a gusto cuando la dirigen mujeres? Para nada, no lo distingo. Lo que tiene que dejar ser una excepción es que sean directoras o productoras, entonces habremos logrado algo. Lleva una semana rodando una comedia negra como protagonista, se titulará ‘La caja’. ¿Qué tal con un papel protagonista? El guión es espléndido. Es una película coral. Me siento a gusto con gente que está empezando. El director, Juan Carlos Falcón, aunque es su primera película, tiene muy claro lo que quiere contar y esto revierte en que las cosas sean más sencillas. Es una película de personajes y actores, con Ángela Molina, Antonia San Juan y María Galiana entre otros. Confía en que este Goya a la mejor actriz de reparto sea un revulsivo en su carrera A estas alturas no tengo muy seguro de que el premio signifique nada en cuestión de trabajo futuro. Este Goya no lo contemplo solo como un reconocimiento al trabajo de ‘Tapas’. Es el resultado de tiempo, un trabajo se encadena al siguiente. El hecho de hacer un papel protagonista ahora, creo que es producto de todo este tiempo de trabajo. Por tanto… trabajo, trabajo, trabajo; preparar bien los personajes y gustarse. Sobre todo confiar y no ser derrotista. Con los años me veo de una forma más fría, más analítica, porque al principio, cuando ves una actuación tuya, solo quieres tirar piedras a tu tejado. Ahora lo miro de otra forma: Trabajo y una crítica fría. ¿Qué le queda de la joven que estudió Interpretación en la Escuela de Arte Dramático de Valladolid, a principios de los 80? Todo, y espero no perderlo nunca. Me queda toda la ilusión. El mismo miedo, la misma sensación de responsabilidad, la vergüenza, e igual sentido del ridículo. Eso no desaparece. No es una cuestión de experiencia, sino de respeto al trabajo. ¿Tiene aún presente lo que aprendió, en esos tres años? ¡Por supuesto, muchísimo! Fue la base de todo. Tengo las enseñanzas de Yolanda Monreal, clarísimas. Las de Alfonso, que daba expresión corporal, igual de presente y las continúo utilizando. Nada de lo que he aprendido posteriormente ha tirado por tierra lo que me enseñaron en Valladolid. ¿La veremos por La Seminci.? Es uno de los festivales que más me gustan, no sólo por la cuestión emotiva, un premio en la Seminci es muy importante. Aún recuerdo cuando a las doce de la mañana iba a ver las ‘pelis’. Mephisto, de István Szabó, con Klaus Maria Brandauer, a principios de los ochenta y me quedé flipada. ¿La veremos de Jurado en la Seminci? Sólo he sido jurado una vez en mi vida, en el Festival de Cine de Gijón. Lo pasé tan mal, tan mal, que me juré no volver a serlo. Me han llamado alguna vez de la Seminci y siempre he dicho que no. ¿Se siente una chica de Valladolid? Ahora ya una señora de Valladolid. Sigo siendo eso y uno de los agradecimientos fue a mi gente de Valladolid a la que siempre me sentiré unida, por una razón fundamental, porque son uno de los pilares más fundamentales de mi vida. Me ayudan a tener los pies en la tierra, porque allí sigo siendo Elvira. Y eso me encanta. 197 (...) Es tal la motivación, que incluso estos jóvenes prefieren aparcar la atractiva vida nocturna de Salamanca para sacar algo más de tiempo de estudio (...) Q Ensayos de la Joven Orquesta Sinfónica y la Joven Banda Sinfónica de Castilla y León. [Texto: M.H.H. Fotografías: David Arranz] Un sueño sólo para virtuosos 198 Los pasillos de la Escuela de Excelencia Musical de Salamanca son un auténtico alboroto. Se respira en ellos un ambiente frenético marcado por el ritmo de los ensayos pero en el que, por encima de todo, brilla la ilusión. La ilusión de 175 jóvenes músicos llegados desde todos los rincones de la geografía castellana y leonesa y que han sido seleccionados para formar parte de la Joven Orquesta Sinfónica de Castilla y León (Joscyl) y de la Joven Banda Sinfónica de Castilla y León (Jovascyl). Es septiembre de 2005 y están a punto de dar sus primeros pasos en esta agrupaciones, hasta donde han llegado después de un riguroso proceso de selección. Son los mejores, los más preparados de los cerca de 600 jóvenes que se presentaron a unas duras pruebas que les facilitaban el ‘billete’ para un viaje que cualquier músico quisiera atesorar para su formación en un arte tan exigente como el de la música. A partir de ahora, queda mucho trabajo por delante ya que los afortunados se enfrentan a la preparación de cinco importantes conciertos. Para ello cuentan con la ayuda de una plantilla de 17 profesores de altísimo nivel entre los que se encuentran docentes pertenecientes a los conservatorios superiores de la región así como de la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española. En esta ocasión no se ha podi- do incluir en el equipo ningún músico de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León por encontrarse inmersos en la preparación de una obra de Richard Wagner. Todos los integrantes tanto de la orquesta como de la banda -con edades comprendidas entre los 13 y los 22 añosse han tomado su tarea muy en serio y a juzgar por las impresiones de sus profesores todo marcha “sobre ruedas”. Incluso los propios docentes se han sorprendido gratamente con el elevado nivel que presentan algunos de sus alumnos así como de su tesón y perseverancia para seguir elevando su nivel sinfónico. Es tal la motivación, que incluso estos jóvenes -que se encuentran en régimen de Q Los 175 jóvenes seleccionados para integrar la Joven Orquesta Sinfónica y la Joven Banda Sinfónica de Castilla y León ultiman los ensayos para la gira. 199 200 Q Ensayo de los percusionistas de la la Joven Orquesta Sinfónica y la Joven Banda Sinfónica de Castilla y León. Q Los jóvenes seleccionados preparan los instrumentos para comenzar los ensayos. internado en la Residencia Rodríguez Fabrés- prefieren aparcar las atractiva vida nocturna de Salamanca para sacar algo más de tiempo de estudio. “Nos están pidiendo llaves de aulas para poder practicar hasta la una de la mañana”, asegura uno de los profesores. Asimismo, la oferta formativa no puede ser más completa. Tras una semana de prácticas individuales y en pequeños grupos pasan a los ensayos generales. El siguiente paso será enfrentarse al público en una serie de conciertos que se celebrarán a mediados de este mes en varias provincias de la Comunidad. La elección de Salamanca para albergar los ensayos de estas agrupaciones responde a la facilidad de medios que brinda la capital, ya que cuenta con dos conservatorios superiores de música además de la Escuela de Excelencia Musical y la residencia Rodríguez Fabrés, ideal para este tipo de concentraciones. que les ha brindado la Junta. Mientras tanto, el público se deleitará con las notas de Scherezade (Rimski Korsakov), Mamere L’oye (Ravel) y On The Town (Bernstein) - por parte de la Joven Orquesta- y El Bateo (Chueca), Fantasía Cordial (José Vélez), Camino Real (Alfred Reed) y Chess (Ulvaeus Andersson) -que interpretará la joven banda-. Ha llegado el momento. En sus manos y sus instrumentos está, no sólo, su propio futuro, sino la posibilidad de abrir un camino para otros amantes de la música de la Comunidad, que busca convertirse, también en este campo, en referencia de calidad. Su esfuerzo es el de todos. Allí se les proporciona a estos jóvenes virtuosos todo el material que puedan necesitar como atriles, pianos, cuerdas, así como el pago de todos los gastos derivados de viajes y desplazamientos. Unos medios que aporta la Consejería de Educación que desde un principio apostó muy fuerte por este proyecto. El repertorio Y es que en esta iniciativa todo es a lo grande, incluido el repertorio que interpretará tanto la orquesta como la banda a partir del día 16 de septiembre, su ‘bautismo de corcheas’. Se trata, del momento de la verdad, ese instante en el que deberán demostrar que ha habido un antes y un después en su vida musical tras aprovechar esta gran oportunidad (...) El [Texto: Juanma de Saa. Fotografías: José Luis Leal] Jesús López Cobos: Hoy día, los cantantes son un poco de quita y pon; se ponen de moda y luego se les deja caer En plena fase productiva con su trabajo operístico en Madrid, el toresano Jesús López Cobos repasa en esta entrevista algunos de los hitos de una vida artística en la que lo ha sido todo en el mundo de la dirección, desde que comenzara en Praga y Venecia, sus primeras etapas ‘laborales’, pasando por la Deutsche Oper de Berlín, teatro al que llegó en 1971 y del que en 1981 es designado Generalmusikdirektor, puesto que desempeñó hasta 1990. En su amplio currículo figuran prácticamente todas las grandes orquestas europeas y americanas y los más prestigiosos festivales del mundo. Entre 1984 y 1988 fue director titular de la Orquesta Nacional de España. Ha sido el primer director español en subir al podio del Teatro alla Scala de Milán, del Royal Opera House Co- 202 vent Garden de Londres, de la Ópera de París y del Metropolitan Opera House de Nueva York. Dirigió el concierto de clausura del Teatro Real como sala de conciertos y el de inauguración del Auditorio Nacional de Música de Madrid en 1988. En 2003 se incorpora a la dirección musical del Teatro Real. Fue el primero en recibir el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, Cruz al Mérito de Primera Clase de la República Federal Alemana por su aportación a la cultura de dicho país, doctor honoris causa en artes por la Universidad de Cincinnati, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, Oficial de la Orden francesa de las Artes y las Letras, Premio Castilla y León de las Artes... En definitiva, un amplio recorrido que le permite realiza un análisis preocupado de la situación actual del ‘bel canto’ ¿Mantiene un contacto estrecho con Toro? Menos del que quisiera. Oficialmente, la última vez que vine fue hace un montón de años para dirigir una Novena de Beethoven. Después vine alguna vez aislada y siempre es un reencuentro porque pasé aquí los primeros seis años de mi infancia y siempre es algo muy especial. De hecho, aunque viví en Andalucía cuando era adolescente, siempre me he sentido por carácter muy castellano. Lo bueno ha sido esa combinación entre lo castellano y lo andaluz. ¿Cómo recuerda aquella época en la que renunció a dirigir la Suisse Romande para estar en la Orquesta Nacional de España, de la que se iría después, enfrentándose de forma directa a los burócratas? Quizá lo bueno para mí en ese momento era que como no dependía de nadie estaba muy libre para marcharme si no se hacían las cosas como yo creía que se debían hacer. Eso no era cómodo para nadie porque, al fin y al cabo, con una dimisión de ese tipo pones en evidencia los problemas que había y que siguen sin solventarse en muchos casos. La gente sabe que cuando has dimitido una vez puedes dimitir otra, así que no hay ningún Teatro Real está empezando una andadura, con seis años nada más, y esa trayectoria te hace ser un valor más seguro (...) problema por mi parte y yo dije que iba con mucha ilusión al Teatro Real y estoy trabajando, casi empezando todavía. Por aquel entonces, pensé que si no podía hacer mi trabajo con la tranquilidad y con el nivel que pretendía, me marchaba y no tenía que pasar nada. ¿Llegó a hablar con alguno de sus sucesores sobre la parte de “patata caliente” que tenía la ONE? Sí. De hecho, el que me sucedió a mí inmediatamente después, un italiano, me envió una carta cuando dimitió también diciendo que entendía perfectamente por qué me había marchado. Hay veces que eso ayuda a cambiar las cosas pero, en otras, se anquilosan y tardan todavía más en arreglarse. Otra cosa fue su estancia en la Sinfónica de Cincinatti, donde se quedó mucho más tiempo del previsto. Sí. Iba para cuatro años y me quedé dieciséis. Eso es lo ideal, cuando estableces una relación con una orquesta y ambos crecemos juntos. Así, el desenlace es marcharse por la puerta grande y con una buena relación con la orquesta. De hecho, vuelvo todos los años y es fantástico ver a los antiguos amigos. ¿Por qué cree que fue el único que no anduvo por la cuerda floja cuando la ministra Carmen Calvo anunció cambios Q El director de orquesta toresano Jesús López Cobos. en el Teatro Real? ¿Es que el nombre de Jesús López Cobos vende? No creo que sea cuestión de vender o no sino de que en este mundillo no hay tantos directores que hagan ópera por dedicación y en España, por la falta de teatros de ópera que hemos tenido, nuestra generación de directores no se ha dedicado mucho al género. Por eso, si hay uno que la hace y ha demostrado fuera de Espa- ña durante muchos años que la puede hacer, es lógico que esté más seguro en un puesto o que sea menos intercambiable que otros. En la dirección musical, no tanto porque se necesita experiencia y repertorio y no es fácil encontrar gente con esa trayectoria específica. El Teatro Real está empezando una andadura, con seis años nada más, y esa trayectoria te hace ser un valor más seguro. 203 Dentro de la gerencia del Real, ¿se entendió mejor con Inés Argüelles, que dimitió ante la incertidumbre mencionada, o con el actual responsable, Carlos Muñiz? Verdaderamente, me sentí muy bien con los dos, tanto Inés como Miguel, que le acabo de conocer ahora. En el momento en el que quien está en un puesto así respeta al otro, sabe perfectamente cuáles son sus atribuciones y te da la sensación de que está ahí precisamente para poner los medios y que tú puedas desarrollar tu trabajo lo mejor posible, yo no tengo ningún problema. Recientemente fallecieron dos grandes estrellas del canto como Renata Tebaldi y Victoria de lo Ángeles. ¿Qué recuerdos tiene de ellas? A Renata Tebaldi la recuerdo como aficionado porque en mi época era fan de ella y no de la Callas aunque, con el tiempo, llegué a convencerme de que era mejor María Callas. En esa época, en que eres joven y piensas solamente en la cuestión puramente vocal, Tebaldi era la voz italiana ideal, con su fantástica capacidad interpretativa. A Victoria la conocí personalmente aunque, por desgracia, no coincidí en la ópera porque ella ya la había dejado cuando yo comencé a trabajar en ese mundo. Pero sí que tuve la ocasión de acompañarla en una “tourné” por España y en dos conciertos en Londres, con canción francesa y lieder de Mahler y me quedó siempre la sensación del cantante que está al servicio de la música y la expresión y no piensa en otra cosa. Me impresionó mucho ver a alguien al final de su carrera con la ilusión de una chica joven que empieza. ¿Qué le parece Juan Diego Flórez como relevo a los líricos? 204 Q Jesús López Cobos en una de sus visitas a Toro junto al alcalde de la localidad. (...) Un cantante dramático tiene que dejar tiempo para que su voz se desarrolle por sí misma y se haga dramática (...) Es un gran tenor, con una facilidad natural inmensa para el bel canto; para Rossini, en especial. Pero a mí me impresionó especialmente cuando le escuché cantar en recital. Ponerse delante de un público a cantar Gluck o Mozart acompañado solamente por un piano me impresionó mucho porque no son muchos los cantantes que son capaces de hacer eso. Tiene, además, una gran naturalidad y mucha gracia en el escenario en cuanto a interpretación. Con él he hecho “Il Conte Ory”, de Rossini, en el que es increíble ver lo bien que lo hacía vestido de monja. Yo creo que si tiene la inteligencia de cantar el repertorio que le Q El director de orquesta toresano Jesús López Cobos en plena interpretación. (...) Trato de ser siempre honesto con los cantantes y conmigo mismo porque estamos para servir a la música (...) va a su voz, será uno de los grandes cantantes de esta generación. ¿Hay relevo para los grandes tenores dramáticos españoles? Tengo miedo de que sea cada vez más difícil encontrarlo por la sencilla razón de que, hoy día, los cantantes son un poco de quita y pon, que se ponen de moda y luego se les deja caer. Luego, muchos de ellos no saben decir que no y, por miedo, dicen que sí a papeles que no deberían cantar y destruyen ellos mismos sus voces antes de la cuenta. Un cantante dramático tiene que dejar tiempo para que su voz se desarrolle por sí misma y se haga dramá- tica. Muchos cantantes están juzgando mal sus propias voces. ¿Cómo ha conseguido que no le acusen de primar a algún cantante en especial? Francamente, porque en ese aspecto nunca me he querido casar con nadie. Trato de ser siempre honesto con los cantantes y conmigo mismo porque estamos para servir a la música. Si una persona me convence de que lo hace fantásticamente, la apoyo, y si esa misma persona me falla, dejo de apoyarla. A quienes yo apoyo de verdad es a Puccini, o a Verdi o a Mozart. Entonces, ¿le parece justo que, en la ópera, se sea tan bueno como la última interpretación? Para los críticos suele ser difícil distinguir lo que se está haciendo en un momento y lo que se ha hecho durante toda la vida. Lógicamente, todos tenemos altibajos en nuestra actividad y, de pronto, tienes una semana en la que no te encuentras bien pero eso es humano y hay que mirar el conjunto del trabajo que uno hace. ¿Cuáles son sus próximos proyectos de grabación? Estamos con la serie que hemos empezado en el Teatro Real con compositores españoles del siglo pasado. Ahora va a salir la ópera de Arrieta y en marzo haremos una de Ramón Carnicer, que fue el primer director del Conservatorio de Madrid, de la época de Rossini, porque está escrita en 1827, y creo que será una sorpresa agradable para todo el mundo. 205 [Texto: Paco Alcántara. Fotografías: Eduardo Margareto] San Miguel de Gormaz redescubre sus pinturas románicas en el siglo XXI (...) A finales de este año concluirá la restauración de los frescos murales que permanecieron ocultos cinco siglos, tras diez años de trabajos (...) La restauradora Lucrecia Ruiz mantiene la misma emoción en la narración que cuando vivió el descubrimiento junto a su compañero Javier García, hace ahora diez años, “Imagínate, efectué una cata en una pared toda cubierta de cal blanca y aparecieron unos grandes ojos que me estaban mirando”. Lo suyo fue “un auténtico lujo, una aventura arqueológica en tierras sorianas”, similar al que tuvo que experimentar Howard Carter, en 1920, al localizar la tumba de Tutankamon; y la actriz Juliet Binoche, en “El paciente inglés”, Q Pintura del siglo XI aparecida en la Ermita de San Miguel en Gormaz (Soria), que representa un pasaje del Juicio Final, en el que los apóstoles llevan en unos recipientes las almas de aquellos que se han salvado. 206 cuando colgada de una cuerda iba iluminando unos frescos medievales conforme acercaba un candelabro a la pared. “Claro, ante este hallazgo, y sin reponernos de la sorpresa, ambos continuamos quitando el enlucido y vimos que los ojos pintados de gris correspondían a una gran serpiente que se estaba comiendo a un ser humano. Asistíamos a un hecho único, en los albores del siglo XXI”, remata la encargada de coordinar la reparación de estas pinturas románicas, cuya existencia era desconocida hasta que la Junta de Castilla y León inició, en 1996, una intervención, “siempre excepcional”, en la pequeña ermita de San Miguel de Gormaz (Soria). La serpiente forma parte de la visión más imponente y estremecedora de estas pinturas al temple que cubren la totalidad del ábside y la mitad anterior de la nave y donde se escenifica la esencia de la religión cristiana, la vida de Cristo y la dialéctica más mística del cristianismo, la imagen del Bien y del Mal. “La gente de aquella época era mayoritariamente analfabeta y las pinturas son mucho más convincentes que cualquier lectura. Hay que comprender su mentalidad y el terror que podía causarles su contemplación”, apunta el arquitecto Francisco Yusta, responsable de los trabajos de rehabilitación del conjunto monumental. Conforme se despojaba la pared de las lechadas de cal, emergió un reptil creando un círculo con su propio cuerpo, y en el interior un diablo amarillo, con otras culebras enrolladas, que se come las almas malignas. Es la boca del abismo. ¿Quién no se estremecería en los oscuros años del medievo ante estas imágenes y cumpliría las indicaciones del sacerdote? En la misma pared donde se representa el infierno, posteriormente, aparecieron las pinturas de tres santos portando paños donde se esconden las buenas almas, escenificando el Seno de Abrahán. Entre ambas, el arcángel San Miguel, con una balanza, pesa los buenos y malos actos. Una vez destapada la totalidad de los murales, la opinión sobre su valor es unánime, “se trata de un conjunto de pinturas que está al mismo nivel que las de San Baudelio, en la vecina Berlanga de Duero”, pero con el añadido de que se conservan mucho mejor y se encuentran casi al completo. Aunque también se abren interrogantes. “Hay figuras que se escapan en estos momentos de cualquier explicación, como la imagen de un abad, que no sabemos aún lo que puede significar”, detalla Jaime Nuño, quien las 207 Q Una restauradora trabaja en el interior de la Ermita de San Miguel en Gormaz (Soria), donde han aparecido pinturas del siglo XI, al parecer del mismo autor que las de San Baudelio de Berlanga (Soria). Q Pintura del siglo XI que refleja un pasaje del Juicio Final, en el que el demonio representado por la serpiente se come a los pecadores estudió para incluirla en la Enciclopedia del Románico. Aunque lo que llama poderosamente la atención y hace aun más interesantes estos frescos, “es una lucha entre guerreros a caballo, una imagen que el pintor reproduce de la época que él está viviendo y que nada tiene que ver con la religión”. La alcaldesa de Gormaz, Encarnación Vara, a punto de cumplir los 70 años, confirma los comentarios de los técnicos sobre el desconocimiento ancestral de estos frescos. “Aquí nadie sabía nada de las pinturas, la iglesia siempre tuvo las paredes pintadas de blanco, recuerdo que, cuando era parroquia, cada año, la encalaban para que apareciera limpia”. Con el tiempo, este pueblo sufrió la pandemia de la despoblación y de las 60 casas abiertas pasó a la decena actual con moradores. “Incluso, en los últimos años, como estaba en ruinas el edificio dejamos que unos pastores guardasen dentro de la iglesia las ovejas”. Cal salvadora La responsable de la restauración pictórica asegura que “ha sido una suerte que los murales hayan estado tapados con 208 cal desde hace cuatro siglos, porque ha permitido su preservación casi intacta, no lo taparon de forma intencionada sino conforme se desconchaban las paredes”. Se ha comprobado que los temples fueron cubiertos en el siglo XVI y, en años sucesivos, recibieron hasta siete encalados. En el ábside de la iglesia, donde ha aparecido un imponente Cristo en Majestad, el destrozo fue mayor porque “picaron las paredes para que cogiera mejor el mortero que iban a poner”. A pesar del estropicio, tras la restauración, el conjunto recuperará su policromía original y volverá a destacar con fuerza los colores rojos, amarillos y azul grisáceos originales. Q Ermita de San Miguel en Gormaz (Soria) junto al castillo. Intervención excepcional Éste fue el término que utilizó la arqueóloga Consuelo Escribano cuando realizó a finales de 1996 el primer informe sobre la ermita y propuso iniciar un trabajo multidisciplinar que no se limitara a la restauración arquitectónica del edificio. “Desde las primeras visitas sabíamos que allí se escondían tesoros que no eran aparentes, ni visibles aún y que nos proporcionarían una información diferente de la obtenida hasta ese momento sobre esta época”. Acertó en su vaticinio esta investigadora que desde el principio ha participado en todas las fases de este ambicioso pro210 yecto de rehabilitación. “Después de diez años de intensos estudios, podemos confirmar que no solo existe un arte mozárabe y otro románico, sino que, a finales del siglo XI, en la frontera entre árabes y cristianos, se construyen unas iglesias con un estilo propio como son ésta de San Miguel, la de San Baudelio, Maderuelo y otras de la zona de Lara, en Burgos, y en la propia ciudad de León”, expone con satisfacción Escribano. Consuelo Escribano también percibió sensaciones similares a las de Lucrecia cuando descubrió la existencia de estos imponentes murales”. Quizás, con emociones más fuertes e inesperadas, porque andaba buscando una ventana que suponíamos tapada”. “Ocurrió a finales de 1996, me encontraba en lo alto de un an- (...) Nada más descubrir el ventano oculto, junto a él, reparé en la imagen de un santo, con barba y traje. Imagina la emoción (...) damio y llevaba en la cabeza una linterna para iluminar la pared. Nada más descubrir el ventano oculto, junto a él, reparé en la imagen de un santo, con barba y traje. Q Interior de la Ermita de San Miguel en Gormaz (Soria), donde se observan las pinturas que han aparecido al limpiar las paredes de cal. Q Columnas y capiteles del arco de entrada a la Ermita de San Miguel en Gormaz (Soria). Q Interior de la Ermita de San Miguel en Gormaz (Soria), donde se observan las pinturas del siglo XI que han aparecido al limpiar las paredes de cal, al parecer del mismo autor que las de San Baudelio de Berlanga (Soria). Q Pintura del siglo XI aparecida en la Ermita de San Miguel en Gormaz (Soria). Q Dibujo aparecido en el atrio de la Ermita de San Miguel en Gormaz (Soria) que representa a un jinete montado a caballo. 212 213 Imagina la emoción”, exclama Consuelo, “eran idénticas a las de San Baudelio, con el mismo trazo, el mismo motivo decorativo y los tonos negros y rojos”. Estos acontecimientos se produjeron meses después de que Lucrecia Ruiz y Javier García acabasen de recolocar en los muros de la iglesia de San Baudelio, en Berlanga de Duero, distante de Gormaz unos 15 kilómetros en línea recta, unas pinturas románicas que fueron vendidas en 1922 y que, a finales del siglo XX, regresaron a su lugar de origen. “Ya entonces nos dieron la impresión que ambos conjuntos fueron elaborados por el mismo pintor”. El historiador Jaime Nuño avala esta apreciación. “Seguramente se trata de un grupo de artistas itinerantes que estuvieron trabajando en la primera mitad del siglo XII en San Baudelio, aquí en San Miguel y en otra iglesia cercana, la de la Vera Cruz de Maderuelo, en Segovia”. Un magnífico balcón sobre el Duero La iglesia de San Miguel se asienta en mitad de la ladera de una muela, donde emerge en todo lo alto el grandioso castillo de Gormaz. Es un palco privilegiado hacia la amplia llanura por la que se extiende el sur de la provincia y a los pies del Duero. Una atalaya inmejorable para controlar el movimiento de tropas y “también para cobrar un vado sobre el río, donde se levantó un puente fortificado. La iglesia es posterior al castillo”, señala Jaime Nuño, “cuando ya se ha había producido la reconquista cristiana del territorio. En torno al 1060, el Rey Fernando I intenta 214 Q Atrio de la Ermita de San Miguel en Gormaz (Soria). asentar población en esta zona fronteriza y levanta estos edificios religiosos”. Francisco Yusta, tras muchas horas de estudio y observación advierte de cómo “desde fuera parece una iglesia muy pequeña, porque se trata de una ermita rural de una sola nave con ábside de cabecera rectangular, propia del románico rural más antiguo de la zona, pero, en cuanto entras al interior, compruebas como el espacio se multiplica por diez”. Hay una respuesta, “la iglesia se asienta dentro de la ladera y se utiliza la misma roca como suelo”. Futuro Curiosamente, Carlos de la Casa, que ocupaba la Dirección General de Patri- monio de la Junta cuando en 1996 se realizó este descubrimiento, ha sido el encargado de dar a conocer, ahora como de delegado territorial de la Administración regional en Soria, que las obras van a buen ritmo y concluirán a finales de este año. Posteriormente, se procederá a un proceso de musealización para que este tesoro del románico más primitivo pueda ser contemplado por el público. Será el momento en el que el amplio equipo de arqueólogos, historiadores, arquitectos y restauradores se una para celebrar un trabajo modélico. Quizá, como aquel primitivo grupo de artesanos trashumantes, tras dar vida a San Miguel de Gormaz, vuelvan a encontrarse en otro proyecto. Q Entrada a la Ermita de San Miguel en Gormaz (Soria). 215 [Texto: M.G.P. Fotografías: Rubén Cacho] Miguel Delibes de Castro: La Tierra está herida, pero se puede curar. Lo que pasa es que tenemos que decidirnos ya a hacer algo 216 Es naturalista y se encarga desde hace tiempo de cuidar que el lince ibérico no desaparezca de los bosques de la Península. Sus conocimientos del medio ambiente le han llevado a una parcela en la que su padre es uno de los más reconocidos, la literatura. Junto a él, Miguel Delibes de Castro, ha escrito ‘La tierra herida’, un libro en el que padre e hijo conversan sobre muchos de los temas que despertaban el interés del creador de ‘El camino’. Entre los dos, uno de una forma más optimista y otro con más suspicacias, intentan que “se racionalice el medio ambiente” y que los ciudadanos se conciencien de la importancia de vivir respetando lo que nos rodea. Q El naturalista Miguel Delibes de Castro presentó en Valladolid su último libro, ‘La Tierra herida’. Q “Conservar una Tierra humana”, un reto y una obsesión para Delibes de Castro. Acaba de publicar junto a su padre ‘La tierra herida’ ¿Es un libro a favor de la Tierra o en contra de las barbaridades que ha hecho el ser humano con ella? Las dos cosas son un poco la misma porque si se hace a favor del medio ambiente es criticando las agresiones que ha sufrido. Intenta ser un libro que no se pone del todo de ninguno de los lados. En algún momento yo le comento a mi padre que no vamos a acabar con la Tierra, porque él decía que la vamos a matar. Yo le digo que no, que siempre quedarán bacterias. En este punto, él, muy enfadado, me contesta: ¡Menudo consuelo!, porque él quiere que en la tierra pueda vivir gente y pueda poner nombre a todas esas cosas. Lo que intentamos es conservar una Tierra humana. En ese sentido, el libro pretende ser una llamada de atención y una advertencia sobre el hecho de que la Tierra está herida, pero se puede curar. Lo que pasa es que tenemos que decidirnos ya a hacer algo. Entonces, ¿la cura es posible? Claro. Los científicos dicen que no se puede predecir qué va a pasar porque dependerá del comportamiento de los humanos. Somos nosotros los que vamos a escribir esa página de la historia y depende de nosotros lo que vaya a salir. Conocemos el diagnóstico, pero lo malo es que las recetas son costosas y no sabemos cuál es la mejor, todavía tenemos que saber más. Sabemos que la Tierra, como máquina viva, está sobrecargada, trabaja más de lo que puede y está dando de sí más de lo que pueden sus capaci- dades; le exigimos mucho. Requerimos tantos recursos que cambiamos el mundo y consumimos más de lo que la Tierra puede producir. Estamos comiéndonos el capital en vez de vivir de los intereses. Ese es un diagnóstico medible y relativamente sencillo. ¿Por dónde puede comenzar a cambiar esa situación? Esto es más complicado porque hay que cambiar actitudes a escala mundial. Hemos de cambiar cada uno de nosotros, pero también de forma global. De esto también discutimos en el libro. Mi padre dice que la mayor responsabilidad es de los políticos, que son los que tienen que guiarnos y tienen el interés, y yo le hago ver que los políticos no tienen mucho interés si no perciben que la sociedad lo 217 Aunque pregonemos otras cosas, queremos ir en coche a trabajar, salir el fin de semana, tener la casa caliente cuando hace frío y fresca cuando hace calor, descuidamos el uso del agua y nos cuesta separar la basura (...) (...) tiene; y es ahí cuando llegamos a la conclusión de que es un círculo vicioso de difícil arreglo. Ahora, la mayoría, aunque pregonemos otras cosas, queremos ir en coche a trabajar, salir el fin de semana, tener la casa caliente cuando hace frío y fresca cuando hace calor, descuidamos el uso del agua y nos cuesta separar la basura. La mayoría tenemos más un discurso ambiental que una actitud ambiental. Y en esa solución pasa también por el propio respeto al ser humano... ¿La ‘conservación’ del hombre debe ser una prioridad, por ejemplo, en el Tercer Mundo? Inevitablemente. Hay una deuda de unos pocos con gran parte de la Humanidad. Los que más pagan el cambio climático son los países más pobres del Hemisferio Sur que no han contribuido a provocarlo. El cambio climático se produce desde la revolución industrial por los coches, las fábricas y las calefacciones, pero cuando sube el mar o los tifones son más gran- Q Miguel Delibes de Castro y su padre ponen sobre el papel el debate social sobre la influencia de la acción del hombre en el medio ambiente. 218 des, a los que mata es a asiáticos y a los que viven en islas del Pacífico. Ellos se quejan y proponen denuncias poco eficaces diciendo que están pagando consecuencias de actos de otros. La solidaridad en ese aspecto es imprescindible. El libro se plantea como un diálogo relajado, ¿es una crítica a una conversación que no existe en la sociedad ni entre los que pueden solucionar este problema? Por los menos mi padre, que le ha dado más vueltas, tenía la idea de que no sólo era crítico con los políticos sino con los científicos, porque nos acusa de que sabemos muchas cosas que debía saber la gente y no se dicen. Él afirmaba que ni los políticos ni los científicos nos lo tomamos muy en serio, porque si no lo estaríamos diciendo todo el día y, de algún modo, mi padre me convenció de que eso debía ser así. ¿En qué ha conseguido convencer a su padre y qué se ha resistido a aceptar? Creo que he conseguido hacerle ver que hay mucha gente en el mundo trabajando sobre estos problemas. Tenía la sensación de que la Tierra como planeta se hundía y nadie se lo tomaba muy en serio. Cuando empezamos a hablar le expliqué que hay gente trabajando en esto, en el problema del ozono que parece bien encauzado y está mejorando la situación hasta el punto de que se espera que en 50 años no exista el agujero y se ha dado cuenta de que no hay tanto desinterés como parecía. En ese sentido, le parece que es difícil arreglarlo pero que se está intentando. No sé si le he convencido, porque dice: Ojalá tengáis razón en que se va a arreglar, pero yo no creo que sea así. ¿Y la pregunta más difícil de contestar? Las reflexiones más morales. A mí me puede resultar difícil responder si es verdad que ha habido muchos cánceres de piel por el agujero de ozono porque a lo mejor no lo sé en ese momento, aunque lo puedo buscar y puedo contestar. En cambio, cuando me hacía preguntas del tipo de “si los científicos lo saben y la sociedad lo oye; por qué no se hace nada para cambiar la situación”. Ahí entra la manera de ser y las peculiaridades del ser humano de que tenemos que ver al lobo de verdad para cambiar. Pero más allá de los políticos y los científicos, ¿es verdad que la sociedad, al margen del discurso ecológico, vive apática ante estos problemas? ¿La cura debe empezar Q Delibes de Castro reconoce una mayor concienciación medioamen el individuo? biental de la sociedad, pero de una forma irracional. En el ámbito personal e individual es muy difícil. No creo que se pueda pedir a nadie que se vuellas luces innecesarias, poner menos aire va anacoreta, que no consuma o que acondicionado o menos calefacción. En no monte en coche, pero sí podemos resumen, pequeños cambios que son neconsumir el menor número de recursos cesarios pero no suficientes porque hay posible y hacer el mayor reciclaje posible que pedir otros más profundos. para llevar una vida más ecológica. Los Se cumple ahora el 25 aniversario de la españoles somos los europeos que más muerte de Félix Rodríguez de la Fuente. utilizamos el coche para recorrer distan¿En qué medida influyó su trabajo en cias de pocos kilómetros, pues eso sí que una toma de conciencia de la sociedad es una cuestión de cada uno y de acoshacia la naturaleza? tumbrarse a madrugar un poco más e ir La gente parece bastante sensible aunandando o en bicicleta. Hay que cambiar que no ha incorporado racionalidad y anála sociedad y empezar por el barrio, la ciulisis y eso es lo que me gustaría que este dad y la provincia hasta llegar al mundo. libro ayudara a hacer. Si decimos que Hay que forzar a nuestros gobernantes, queremos salvar a los osos de Palencia pero para eso tenemos que esforzarnos pero queremos autovías, trenes de alta primero nosotros porque los políticos no velocidad e ir todos a esquiar, entonces se creerán que somos ecológicos si pedecimos que queremos cosas contradicdimos más autovías y más carreteras. torias. Es poco razonable defender las Podemos hacer muchas cosas como condos cosas porque no va a poder ser. sumir poco, ahorrar agua dulce, apagar 219 [Texto: Paco Alcántara. Fotografías: Eduardo Margareto] Una vida junto al oso Pendientes de este animal invisible, la Patrulla del Oso considera que en la Montaña Palentina existe una buena cohabitación entre la población y los ejemplares de oso pardo que la recorren cuando hace calor (...) (...) Toño Gopegui acaba de avistar un oso. Tenso, con los prismáticos pegados a los ojos, distingue a unos 300 metros un ejemplar joven. Un momento de felicidad plena, de emoción contenida, casi orgásmica. Tal que una aparición sobrenatural. Alerta a sus compañeros: “Allí está, en la valleja, junto a los castros... ahora sube por la campera... va andando por el lomano”. Apenas 30 segundos de contacto visual y de regodeo cercano a lo místico. Los otros miembros de la Patrulla del Oso, César Rueda y José Ángel Ibáñez, también han podido disfrutar de la escena y sonríen satisfechos. Hoy compensó el madrugón. Vigilaban desde las seis de la mañana en una collada de la Montaña Palentina esperando el encuentro. Este flash centrará la conversación de toda la jornada, porque ver a alguno de los cerca de 30 ejemplares de oso pardo que campean por este amplio territorio es un lujo al alcance de unos pocos privilegiados. “Nuestra misión consiste en tenerlos controlados, saber por dónde se mueven, informar a la población y protegerlos. Nunca nos acercamos porque te puedes llevar un buen susto”. César asiente las palabras de José Ángel y cuenta con voz queda uno de esos escasos contactos que él mismo prota- Q Begoña, especialista en el estudio de estos animales, sonríe ante la imagen inmóvil de un oso. Q José, miembro de la patrulla que controla los ejemplares de oso pardo, otea el horizonte buscando algún ejemplar. 220 221 Cuando se observa a una madre con los oseznos uno se siente tremendamente contento, al comprobar que la especie continua (...) (...) Q Las garras de estos plantígrados pueden apreciarse en la corteza de los árboles de la zona. gonizó. “Me salió una cría al camino y se espantó al verme. La madre que estaba más arriba bajó a defenderlo. Nos miramos a la cara unos segundos. Impresionante”, y, ahora sí eleva el tono al pronunciar la última palabra: “Entonces, cargó sobre mí y salí corriendo. El miedo me invadió cuando me paré para comprobar si la osa me seguía. Me encontraba solo en un hayedo”. Estos sinsabores se compensan con el privilegio de sentirse los guardianes del emblema de este espacio natural, una población de oso pardo cantábrico que con mucho esfuerzo sale adelante, “porque hay muy pocas hembras, en torno a seis 222 o siete. Este año, una de ellas ha parido dos escañetos”. José Ángel, el más veterano de los tres, deja clara su satisfacción: “Cuando se observa a una madre con los oseznos uno se siente tremendamente contento, al comprobar que la especie continúa”. Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo, asegura que aún se emociona incluso cuando distingue una huella. “Me gusta encontrar indicios, interpretarlos, saber que hay osos en la zona”. La conversación tiene lugar en la Casa del Oso, en Verdeña, en plena Castillería. Visitamos un recoleto museo donde se recrea la vida de este animal. Es la última actividad de esta entidad que, desde principio de los noventa, ejecuta el programa de protección de las dos zonas oseras que se localizan en la cordillera Cantábrica: la oriental, que se extiende por territorios de Palencia, León y Cantabria; y la occidental, más numerosa, con unos 100 ejemplares, en torno a Somiedo, en Asturias, y Laciana, en León. “Nuestro gran reto es unir las dos poblaciones. Les separa apenas una franja de 50 kilómetros. No es imposible que entren en contacto. Pero esa tierra de nadie en León acumula hoy muchas actividades humanas, se trataría de reducir los efectos barrera reforestando y pastando para propiciar que estos animales circulen sin obstáculos”. Eremitas del monte Mamífero solitario, huraño y poco sociable, este plantígrado deambula por grandes extensiones en busca de comida, principalmente arándanos, hormigas, hierba y carroña. “Son muy esquivos y, gracias a su desarrollado olfato, notan la presencia a distancia”, agrega el naturalista orgulloso de que la Montaña palentina sea hoy 224 Q Paulino, habitante de Polentinos (Palencia), es uno de los pocos privilegiados que han contemplado de cerca a una osa con sus dos crías. Q La calma envuelve los amaneceres en la Montaña Palentina. día ejemplo de una apacible cohabitación entre el hombre y el oso. Desde hace años, los mayores problemas se limitan a los encontronazos con algún vecino que se adentra en el monte con el consiguiente susto, y los destrozos que causan en las colmenas. Ante el primer hecho no hay solución posible, aunque los casos se reducen a dos ataques a personas en los últimos 20 años; para compensar el segundo, la Administración paga religiosamente estos daños, eso sí, con bastante retraso, y cede a los afectados un pastor eléctrico para proteger los colmenares y evitar nuevas incursiones. “La mayoría de los vecinos llevan bien su presencia, siempre han vivido aquí”, re- privilegiados y evocan milimétricamente la secuencia aunque hayan pasado años. El confidente es Paulino Rueda, anda por los 69 años y reside en la localidad palentina de Polentinos. “Bajaba por un lomano espeso, con mucho brezo. Uno de los perros que me acompañaban ladró. Entonces oteé en el hayedo a dos cachorros jugando, estaban a unos 60 metros, pero apenas si me pude fijar porque la madre corría ya hacia mí. Me quedé quieto por instinto. Berreó varias veces y se frenó a dos metros”. Permanece con la mirada fija evocando el escenario, mientras relata el acontecimiento. “Nos miramos a los ojos y entendí cómo ella me estaba incitando a que me marchara. Había inva- quienes se han topado alguna vez con un oso se sienten unos privilegiados y evocan milimétricamente la secuencia (...) (...) macha José Ángel, para quien “la mala fama persigue al lobo”. A pesar del susto, quienes se han topado alguna vez con un oso se sienten unos dido su territorio, entonces se dio media vuelta y desapareció en el brezal”. Palomero explica este comportamiento “Es un mamífero huidizo, no es territorial, pero las hembras son muy celosas e intentan proteger a sus crías intimidando a quien se acerca. Eso sí, antes de una embestida avisan con una actitud agresiva mediante cargas disuasorias”. Últimas muertes Para la historia negra quedan las últimas muertes en batidas de oso, 28 ejemplares cazados en la Cordillera Cantábrica entre 1957 y 1965, con un broche trágico tras el asesinato de ‘El Rubio’ en 226 una cacería ilegal de corzos en Palencia, a finales de los 80. Mariano Sordo presenció la muerte a tiros de uno de estos ejemplares. Tiene 88 años y la mente ágil. “Ocurrió tras la guerra, íbamos de caza a por la garduña, que entonces se pagaba muy bien, a unas 400 pesetas cada piel. Según apareció la osa mi compañero la disparó y cayó dando tumbos hasta el río, Iba con dos crías. A los oseznos los volvimos a ver otro día y habían sido recogidos por otros adultos”. Eran otros tiempos, llenaron la piel del animal asesinado con paja y la bajaron hasta Cervera sobre un carro donde inmortalizaron su “hazaña” en una foto. Hoy el oso tiene futuro si mantiene una equilibrada cohabitación con los intereses humanos que ocupan su mismo territorio. Guillermo Palomero no se cansa de repetir la misma cantinela: “No valoramos las especies que habitan en nuestro entorno. Es mucho más barato mantenerlas que intentar restituirlas cuando ya ha desaparecido. Esto último es enormemente caro y de resultados inciertos”. Frente al lince ibérico, el visón europeo o el urogallo, el oso es una especie con porvenir. Y ellos ajenos a esta buena noticia. Q Con ayuda de los prismáticos, los integrantes de la Patrulla Oso Pardo repasan cada rincón de la Montaña Palentina a la búsqueda de alguno de los escurridizos plantígrados. Q Mariano es uno de los cazadores que abatió un oso en los años cuarenta, en la imagen muestra la fotografía del grupo de cxazadores con el oso abatido. 227 [Texto: Eva Vicente Sutil. Fotografías: David Arranz] El Bosque, un paraíso terrenal en tierras de Béjar Flora y fauna autóctona, juegos de agua y 33 hectáreas de paz reinan en El Bosque de Béjar, en Salamanca, el único jardín romántico de España reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de jardín histórico artístico desde el año 1946. El paraje que abriga al Bosque de Béjar hace de la finca un emplazamiento único, especialmente atractivo por su variedad de colores en otoño, en el que se dan cita multitud de especies animales y vegetales, algunas de ellas autóctonas, como una salamandra que únicamente puede encontrarse en esta zona. Concebido como villa de recreo renacentista a mediados del siglo XVI, todo apunta a que su futuro pasa por seguir sirviendo de lugar de ocio y relax, bien como parador nacional o como posada real, pero siempre sin perder el encanto de la villa. Entre tanto, la Junta y el Ayuntamiento de Béjar, copropietarios de la finca, colaboran en su mantenimiento y conservación. Primero fue con la recuperación, durante el año 2004, del estanque y el templete neomorisco que lo decora, mientras que en los próximos meses los esfuerzos de ambas administraciones se centrarán en la rehabilitación de las seis fuentes que embellecen la finca y de las trampas de agua que servían de divertimento a los señores en los orígenes de la villa. Desde la Edad Media la finca de El Bosque fue el coto de caza de los Duques de Béjar, explicó la técnico de Turismo del Ayuntamiento de la ciudad textil, Ana Vicente. Las primeras construcciones tal y como hoy se conservan se atribuyen al IV duque, Francisco de Zúñiga y Sotomayor, quién quiso crear una villa de recreo para su mujer, Guiomar de Mendoza, al gusto de las fincas que a mediados del siglo XVI se construían en Italia. Su autoría consta en las ventanas del palacete en cuya decoración figura constantemente la heráldica de la familia. (...) El único jardín romántico de España reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de jardín histórico artístico desde el año 1946 (...) Además del palacete y un estanque de 4.500 metros, la finca se completó con una capilla, caballerizas, un invernadero donde se desarrollaban estudios para 229 hecho, la zona más fresca de la finca, la utilizada por los duques para sus fiestas y reuniones en verano con el nombre de ‘plaza alta’, es una construcción circular protegida por los árboles más frondosos y adornada con un banco de piedra, también circular, por cuyo respaldo, de forma oculta, se talló un canal por el que circulaba el agua que bajaba de la sierra. Q Un palacete y un estanque de 4.500 metros, el corazón del Bosque. mejorar las especies que allí se cultivaban, así como con un edificio aledaño denominado ‘casa del bosquero’. La construcción de la finca no estuvo exenta de polémica, ya que los duques optaron por desviar el curso natural del arroyo de Navalengua, que traía agua de la sierra, hacia la finca para poder regar las huertas, llenar el estanque cómodamente y trabajar en el conocido como ‘tinte del duque’. Esta decisión llevó a Francisco de Zúñiga a un enfrentamiento con los vecinos de la ciudad textil. En 1869 la finca pasó a manos privadas tras ser comprada por un empresario de la localidad y así ha permaneció hasta 1996, año en que fue adquirida por el Ayuntamiento bejarano. Desde entonces, en copropiedad con la Junta, trabajan por mejorar su conservación para darle un uso futuro quizá en el sector de la hostelería con la recuperación de su palacete, un inmueble cuyo interior no pue- 230 de visitarse y donde se dice que durmió Alfonso XIII. Sofisticada canalización Con el paso de los años, el jardín ha sido uno de los elementos de la finca que mayores transformaciones sufrió. Se estructura en ‘terrazas’ a diferentes alturas marcadas por los distintos usos que los propietarios les daban y, además de por su variedad en especies, es característico por las trampas de agua ocultas tras las fuentes, bancos y setos conseguidas gracias a un sofisticado sistema de canalización. Este sistema, además de emitir chorros de agua desde lugares escondidos para divertir a las visitas, fue utilizado como innovador método de refrigeración. De El jardín cuenta además con un elemento protagonista, un gran estanque recién restaurado en cuyo centro existe un templete neomorisco desde el que se han interpretado numerosos conciertos y que volverá a ser utilizado para actividades culturales este verano. Q Primavera en El Bosque: una explosión de sensaciones. Secuoya milenaria El paraje que abriga al Bosque de Béjar hace de la finca un emplazamiento único, especialmente atractivo por su variedad de colores en otoño, en el que se dan cita multitud de especies animales y vegeta- les, algunas de ellas autóctonas, como una salamandra que únicamente puede encontrarse en esta zona. En la parte más alejada del palacete dominan los árboles de madera noble, como castaños, robles y nogales, especies que se completan con álamos y los sauces. Sin embargo, la protagonista del jardín es una secuoya milenaria traída de América cuyo tronco, de tacto similar al corcho, alcanza un diámetro superior al círculo que sería capaz de realizar siete personas unidas por las manos con los brazos abiertos. Originariamente existía una pareja de secuoyas, sin embargo, una se perdió después de que su tronco fuese partido por un rayo. Otra de las piezas más características es el gran tejo medieval que crece junto a ‘La Fuente de la Sábana’ Animales en libertad Salvo los zorros salvajes y los jabalís característicos de la zona, los animales de la villa se mantienen en semilibertad. Además de una pareja de ánades reales, dos emus –similar al avestruz–, cervatillos, pavos reales, una llama, burros enanos, cabras, ovejas, cisnes y patos, El Bosque contaba hasta el pasado invierno con pavos reales albinos, una especie donada junto a otras aves por el Ayuntamiento de Plasencia (Cáceres) que cayó en las garras de los zorros el pasado invierno. Página siguiente Q Maderas nobles, castaños, robles, nogales..., un rico patrimonio cultural al alcance de todos. Q Un recinto de libertad para los sentidos y para las decenas de especies que han aprendido a vivir en el Paraiso. 231 Fuentes Junto al patrimonio natural, la decoración de El Bosque se completa con seis fuentes que a partir del próximo verano serán sometidas a restauración. La más popular de todas es la conocida como fuente de “La Sábana”, una construcción de grandes dimensiones sustentada por un arco de medio punto de donde salía una cortina de agua en forma de sábana, de ahí su nombre. Además de por una heráldica, el arco está decorado por tres mascarones de dónde también salía agua, que a su vez caía en dos tazas con varios caños y que, depositaban el agua en una estructura sobre el suelo en forma de estrella. (...) El Bosque de Béjar se ha convertido en todo un paraíso de sentidos y vida en plena sierra salmantina (...) Otra de las fuentes más conocidas es la de ‘Los ocho caños’, una estructura de forma circular decorada con ocho máscaras manieristas que actúan como surtidores de los que cae el agua hasta un aljibe octogonal. Otras dos fuentes, la de ‘El Escudo’ y ‘Las Copas’ datan del siglo XVI, mientras que el resto, la de ‘El paraguas’ y ‘El Cisne’, son las más actuales. Naturaleza, agua.... pero también sentimientos, recuerdos melancolía. El Bosque de Béjar, un coto particular de recreo que, con la solera de los años, se ha convertido en todo un paraíso de sentidos y vida en plena sierra salmantina. Q Una sinfonía de agua. Media docena de fuentes, como la de El Cisne, empapan de sonoridad el recinto. 234 235 [Texto: César Combarros. Fotografías: Eduardo Margareto y Daniel Mordzinski] José Jiménez Lozano: Ahora se confunde literatura con entretenimiento y best-seller A sus 75 años, José Jiménez Lozano (Langa, Ávila, 1930) cuenta con una extensa producción literaria y periodística que le ha convertido en uno de los más prestigiosos pensadores españoles. Desde su refugio de Alcazarén (Valladolid), el Premio Cervantes 2002 analiza con precisión la realidad cambiante que le rodea. Recientemente, Seix-Barral ha publicado su última novela, ‘Las gallinas del licenciado’, donde el escritor rinde homenaje al autor de ‘El Quijote’, a quien convierte en personaje para la ocasión y, en la actualidad, aguarda el momento oportuno para dar el último repaso a ‘Agua de noria’, una novela en la que comenzó a trabajar hace cuatro años. Q Periodista, ensayista, novelista, poeta... José Jiménez Lozano atesora medio centenar de títulos. Q Jiménez Lozano, con los Reyes, tras la ceremonia de entrega del Premio Cervantes 2002 en Alcalá de Henares. ¿Siempre tuvo claro que quería ser escritor? De mi generación, probablemente no lo pensáramos ninguno. Como mucho teníamos en mente escribir algún artículo en un periódico. Éramos un grupo de compañeros universitarios apasionados por la lectura y, de vez en cuando, intercambiábamos nuestros escritos sin mayor afán. Eran sobre todo cuentos e imitaciones de Azorín y de la literatura que leíamos. Como lectores, ¿les interesaban más los autores clásicos o los contemporáneos? A los clásicos nos llevó Azorín. Él los convirtió en algo sugestivo. Los entendió tan bien que nos lo hizo muy fácil. Además, nuestra vida real se diferenciaba muy poco de la del siglo XVII. Conocíamos los 236 carros, las mulas, los mesones, la vida rural, las mozas del servicio, los hidalgos (que se llamaban de otra forma pero eran lo mismo)... Para nosotros, era mucho más fácil meternos en aquella situación que lo que les puede resultar hoy a los chicos jóvenes. ¿Es ahora más difícil encontrar un buen libro? No lo creo, y no se puede pretender que a todo el mundo le interese todo. Chateaubriand contaba que su madre leyó cuatro libros y que le bastaron para su educación intelectual y espiritual, porque eran muy buenos. Ahora dicen que el caso es que los chicos lean, que lean lo que sea; pero no es así, porque si uno lee bobadas puede terminar tonto. Lo que sí existía antes era una cultura oral de la gente de a pie, que tenía una tradición de siglos y se ha perdido. Ahora el que habla ya no sabe nada. ¿Ha cambiado con los años la valoración de los escritores? La mayoría de los que escriben hoy se encuentran muy pronto como si fueran una realidad consagrada. A nosotros siempre nos parecía que era imposible; sigo creyendo que un pintor o un escritor se muere sin saber lo que ha hecho. Dante tuvo que esperar casi 700 años para que se le tuviera en consideración literaria. El autor actual está un poco mal acostumbrado; si un editor le dice a un chico que se han vendido 400 libros suyos de poesía le dará un disgusto. ¡Si se lo hubieran dicho a Machado, que vendió 40! Ahora se confunde literatura con entretenimien- 237 (...) Cuando la narración fluye te sientes muy cómodo, pero hay ocasiones en que la historia no sale y hay que dejarla. A pesar de que uno lo pase mal, escribe; quizá por su pasión por la literatura (...) to y best-seller. El lector ya no escoge los libros, sino que se los dan escogidos. Si una editorial se empeña en vender un libro acabará haciéndolo; la prueba es que se vendió ‘El péndulo de Foucault’, que estaba muy bien pero era muy pesado. Un best-seller puede estar bien, pero hay que esperar para saberlo. Los libros tienen siglos por delante para ser buenos o malos. ¿Existen influencias conscientes en su obra? Yo los suelo llamar los ‘cómplices’. Hay muchos, porque somos hijos del pasado y la labor de un escritor es tomar lo que ha recibido y entregarlo, a ser posible, con algo de la propia cosecha. Nuestra generación, a la vez que leía un escrito sobre Cristo, leía a Voltaire; no veíamos ninguna contradicción ideológica en ello. Pese a todas las circunstancias externas, creo que crecimos con bastante libertad. Éramos conscientes de que la política no era verdad. Quizá hoy la gente cree en la política, nosotros no. De pequeños habíamos conocido a gente que estuvo en uno y otro lado, y ambos lo lamentaban. Eso nos facilitó una perspectiva muy sana. 238 ¿Qué le hace escribir? Pues ya no lo sé. Al principio, y creo que ahora también, que me gusta; aunque cuando uno empieza a escribir se da cuenta de que se pone todos los pretextos posibles para no hacerlo. Cuando la narración fluye te sientes muy cómodo, pero hay ocasiones en que la historia no sale y hay que dejarla. A pesar de que uno lo pase mal, escribe; quizá por su pasión por la literatura. De todos modos lo que más me gusta es escuchar historias, leer y la pintura. También me gusta contarlas, pero después de esas otras cosas. ¿Y el cine? La verdad es que me gusta tanto o más que la pintura. Hay una investigadora rusa que lo adivinó. Me decía que mi literatura era pictórica, pero más cinematográfica porque tiende al movimiento, y es cierto. Hay muchas películas que me han marcado, como ‘Mouchette’ (Robert Bresson, 1967) o, más recientemente, ‘Todas las mañanas del mundo’ (Alain Corneau, 1991) o ‘El festín de Babette’ (Gabriel Axel, 1987). ¿Cómo nacen sus libros? Todas mis novelas surgen de mi larga convivencia en la época en que discurren. Nunca me he planteado escribir sobre un tema concreto y comenzar a documentarme. Me parece una decisión un poco filistea. Se puede inventar todo, pero al final se notará el artificio. Es necesario tener tiempo para encontrarse. Hay mucha verdad en lo que decía Faulkner de que el escritor no necesita ninguna clase de libertad, ni política, ni económica... Para escribir necesita una cuartilla, un lapicero y nada más. En ‘Las gallinas del licenciado’ cuenta la historia de don Juan de Palacios, su protegida, doña Catalina, y el prometido de ésta, un soldado con aspiraciones de escritor llamado Miguel de Cervantes, ¿cómo surgió? Te involucras en una mezcla de viaje y juego y comienzas a pensar en esa época: cómo vivirían, cómo serían las chicas... Vas a un museo, ves un jarro, y comienzas a recrear ciertas cosas. Son ideas que se piensan durante años y luego, un día, afloran. Esta novela nació de un papelillo que se conserva de la mano de Santa Teresa de Jesús, donde se dice que recibe 12 gallinas de la duquesa de Alba. Ahí surgió un derroche de fantasía y se puso de por medio el señor Cervantes. ¿Cuándo apareció él en el relato? Me dejé conducir por lo que veía. Luego me enteré de que Ramón J. Sénder había escrito un cuento llamado ‘Las gallinas de Cervantes’ (incluido en el libro ‘Novelas del otro jueves’, 1967), aunque la historia de ambos no tiene nada que ver. Es curioso pero en España no se dio a Cervantes la importancia que realmente tuvo. Como le sucedió a Bach en Alemania, no era un hombre de su tiempo. En 2002 recibió el Premio Cervantes, ¿dentro de su laureada trayectoria es el galardón que más aprecia? A mí el Premio Cervantes me sonaba muy bien por don Miguel. Está claro que es muy importante, pero yo recuerdo los premios que recibía de joven y me gustaban más. Era como si me pusieran un suelo o una tierra apisonada para seguir caminando. El Instituto Cervantes ha puesto su nombre a una de sus bibliotecas. Sí, me dejaron elegir y me decanté por la de Utrecht (Holanda). Parece que la presentación será en primavera. A lo largo de mi obra esas tierras están presentes: la pintura que más me gusta es la holandesa, está Erasmo, está Espinoza, está el Papa Adriano... Hay muchas referencias. Q © Daniel Mordzinski (...) La gente dice que se han perdido los valores, pero los valores no pueden perderse como un llavero. Si son valores lo eran antes y lo serán ahora, y cada uno podrá tener sus convicciones (...) Decía que su ambición temprana era como mucho escribir algún artículo en el periódico, pero la realidad es que, después, ha dejado su impronta en este mundo ¿Qué opinión le merece el periodismo actual? El periodismo ha acabado en todas partes. Desde el final de los años 70 se ha convertido en medios de comunicación, que es algo muy distinto. Los medios de comunicación comunican, no informan, que es lo que trataba de hacer el periodista, incluso cuando mentía. Cuando mentía lo hacía él. Ahora hay un distanciamiento, y lo único que hace es trasladar lo que ha oído o lo que le han dicho. El periódico tenía además una función humana extraordinaria. La noticia no tenía por qué ser folclórica, ni apasionada. Podía ser sobre algo que les había sucedido a unos hombres en un pueblo. ¿Por qué cree que se ha producido esa transformación? El periódico ha perdido una clientela de prensa para ganar otra política, que lo que quiere es alimento. Eso ha trastocado todos sus presupuestos y se ha convertido en un panfleto. El consumidor del 240 Q José Jiménez Lozano, un profundo conocedor del alma de Castilla y León. antiguo periódico quería cuatro noticias políticas, las menos posibles. Para él era más importante la literatura, cosas más humanas, o que le contaran alguna cosa extraña de un señor que había ido a Japón, cómo era la vida fuera... ¿La religión y el humanismo están un poco al margen de lo que vende? Sí, por supuesto. Se ha decidido así tantas veces... Los dos grandes totalitarismos son dos ejemplos de educación laicista. El problema religioso no tiene nada que ver con la separación Iglesia-Estado, está relacionado con las raíces del hombre, de dónde viene, a dónde va. Para plantearse eso no hace falta ser eclesiástico ni cristiano. Ahora se supone que lo que vende es lo moderno, pero ¿qué es eso? No creo que los hombres de hoy hayan mejorado nada; al contrario. No parece que estén dispuestos a dudar, sino que quieren las cosas claras. La gente dice que se han perdido los valores, pero los valores no pueden perderse como un llavero. Si son valores lo eran antes y lo serán ahora, y cada uno podrá tener sus convicciones y que el resto haga lo que quiera. Eso es la libertad.