(...) En Valladolid, el espectador deja de serlo para convertirse en

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El mayor logro del
certamen ha sido su
capacidad de
adaptación a los
cambios sociales que se
han producido en
España a lo largo del
último medio siglo (...)
(...)
Q Marina Saura presenta la gala de inauguración de la 50ª Semana Internacional de Cine de Valladolid.
Q Aspecto que presentaba el Teatro Calderón de Valladolid en la inauguración de la 50ª Semana
Internacional de Cine de Valladolid.
Fernando León de Aranoa, Takeshi Kitano
o Atom Egoyan, por citar sólo a algunos
de los más fieles.
Son tres ya, las generaciones de amantes del cine para los cuales la Semana
ocupa un lugar privilegiado en su memoria. En Valladolid, el espectador deja de
serlo para convertirse en semanista, una
‘rara avis’ que se caracteriza por su inusi-
180
tada fidelidad, que le lleva a sacrificar diez
días de sus vacaciones anuales para asistir a las proyecciones del festival; una especie que, durante décadas, era capaz de
pasar 32 horas en los gélidos soportales
del Calderón para conseguir uno de los
codiciados abonos que permiten asistir a
las sesiones; una tipología de espectador
tan capaz de abroncar sin compasión el
En Valladolid,
el espectador deja
de serlo para
convertirse en
semanista, una
‘rara avis’ que se
caracteriza por su
inusitada fidelidad (...)
(...)
cine complaciente e insustancial, como
de ofrecer inolvidables ovaciones cuando
entiende que la ocasión merece la pena.
El mayor logro del certamen, ése que
ha permitido su supervivencia contra
viento y marea, ha sido su capacidad de
adaptación a los cambios sociales que se
han producido en España a lo largo del
último medio siglo. Nacido en el seno de
la delegación de Información y Turismo de
la mano de Antolín de Santiago y Juárez
(quien atendió la sugerencia de un estudiante universitario llamado Luis Huerta), el festival comenzó a caminar como
Semana de Cine Religioso, proyectando
seis títulos representativos del nacional
catolicismo más conservador. Ya en su
segunda edición abrió sus puertas a las
producciones extranjeras, en la tercera
estableció su carácter competitivo, y año
tras año continuó su progresiva apertura
a nuevas cinematografías, y a autores y
obras cuyo contenido moral o ideológico
era cuestionado por el propio régimen.
El secreto de su éxito en esa primera
etapa tenía nombre propio, el de quien
fue su director durante los primeros
dieciocho años: Antolín de Santiago, una
figura indispensable para comprender la
evolución de la ciudad en esas décadas. Él
supo dejarse aconsejar por una serie de
colaboradores excepcionales, y sortear
con habilidad las trabas y dificultades que
la censura establecía para cualquier propuesta de progreso intelectual. El estreno de películas prohibidas, como Rocco
y sus hermanos, Kapò o La Vía Láctea,
se convirtió en una constante exclusiva
del festival prolongada con éxito por los
sucesores de Antolín en el cargo (Carmelo Romero entre 1974 y 1975, y Rafael
González Yáñez entre 1976 y 1977), que
ofrecieron obras inéditas como La naranja mecánica, Jesucristo Superstar o
El gran dictador, despertando una gran
polémica.
Valladolid, gracias a su festival, se convirtió en un punto de encuentro para toda
una nueva generación de críticos, aspirantes a directores y cinéfilos de todo el país
que, durante ocho días se citaban en los
salones del Hotel Conde Ansúrez, la terraza cubierta del Hostal Florido, el café de
la Estación o el vestíbulo del Cine Avenida
para debatir sobre el descubrimiento del
día o charlar con realizadores como Sam
Fuller, Roberto Rossellini, Ermanno Olmi o
Andrzej Wajda.
El momento más difícil de su existencia
llegó en 1978. La llegada de la Transición
democrática, la supresión de la censura, la carencia de subvenciones públicas
y la proliferación de las salas de arte y
ensayo condujeron a todos los festivales
de cine de España a una profunda crisis
de identidad que les obligó a replantear
su función y objetivos. En ese punto de
inflexión muchos fueron los clásicos que
181
El proyecto de Lara y
su equipo (con Eduardo
Rodríguez y Juan Carlos
(...) La llegada
de la y
Frugone
al principio,
Transición
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condujo
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nuevos
replantear
su función
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(...)
y objetivos. (...)
(...)
Q La película ‘En la cama’, del director chileno Matías Vize, se alzó con la Espiga de Oro, el máximo
galardón de la Semana de Cine de Valladolid (Seminci).
desaparecieron, incluyendo referentes
como el Festival de Cine Independiente de
Benalmádena, la Semana de Cine Documental de Bilbao y la de Cine en Color de
Barcelona.
En Valladolid, Vicente Antonio Pineda,
nombrado director del festival en noviembre de 1977, dimitió de su cargo en una
tensa reunión celebrada a primeros de
junio de 1978 en el Consistorio municipal.
El festival, que hasta entonces se había
celebrado siempre en la primavera, y ya
se había retrasado a la espera de una solución de urgencia, tuvo que demorarse
nuevamente hasta finales de noviembre
y comienzos de enero. Fue un comité de
dirección, integrado por Rafael González
Yáñez, Fernando Herrero, Germán Losada, José María Muñoz y José Ángel Rodero, quien se hizo cargo del mando del
evento de forma provisional.
182
Esa solución se prolongó en los años siguientes, ya que ese mismo equipo, con
la sustitución de Rodero por Pilar García
Santos y José Peña, sucesivamente, permaneció al frente de la Semana durante
seis ediciones, mientras el Ayuntamiento,
con Tomás Rodríguez Bolaños al frente, in-
La llegada de la
Transición democrática,
condujo a todos
los festivales de cine
a una profunda crisis
de identidad que les
obligó a replantear
su función y objetivos (...)
(...)
Q Los actores de la pelícla ‘Segundo asalto’, Alex González (I), Darío Grandinetti (D), Laura Aparicio (2 I), y
Eva Marciel (D), junto al director Daniel Cebrián, durante la 50 Semana Internacional de Cine de Valladolid.
Q El director taiwanés Ang Lee presenta su película ‘Brokeback Mountain’
(En terreno vedado) en la Seminci.
183
Q El director Dominique Deruddere presenta la película ‘Banquete de boda’ en la 50ª Semana Internacional de Cine de Valladolid.
tentaba dar forma jurídica válida al festival,
crear unos estatutos que garantizaran su
continuidad, y nombrar un director único.
El elegido, en 1984, fue Fernando Lara,
actual director general del Instituto de la
Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA). Entre sus logros inmediatos,
revitalizó el interés de la ciudad por el
certamen, popularizó sus contenidos sin
perder calidad en el nivel de las proyecciones, multiplicó la oferta, y consiguió un
respaldo unánime de la crítica y el público,
que volvió a llenar las salas.
El proyecto de Lara y su equipo (con
Eduardo Rodríguez y Juan Carlos Frugo-
184
ne al principio, y Victoria Fernández a lo
largo de toda su etapa) se consolidó año
tras año, renovándose, con propuestas
innovadoras, y descubriendo nuevos valores. Suya es la apuesta decisiva por unas
publicaciones de calidad (coordinadas
en esa etapa por Juan Antonio Pérez Millán), por un género como el documental,
que en los últimos años se ha convertido
en una referencia en el cine mundial y
que cuenta con sección propia en la Semana desde 1984 (Tiempo de Historia)
y por ciclos dedicados a cineastas, actores, guionistas, directores artísticos o
de fotografía.
Esa etapa de la Semana concluyó cuando Lara decidió despedirse de la muestra
a finales de 2004, aceptando la tercera
propuesta que, durante dos décadas entregado a Valladolid, le llegó para dirigir
el ICAA. Su relevo, tras cuatro meses de
incertidumbre, lo tomó en abril de 2005
el bonaerense Juan Carlos Frugone, que
había ejercido como director adjunto de
Lara en los ocho primeros años de éste,
y ahora afronta el difícil reto de estar
a la altura que ha conseguido el propio
certamen.
Maria de Medeiros:
La Semana permite el encuentro;
aquí la gente habla de cine
El 50 aniversario de la Seminci quiso
ser un homenaje a toda la historia
del festival, que a los ojos de la actriz
portuguesa Maria de Medeiros (Lisboa, 1965), miembro este año del
jurado, ha permitido consolidar una
cita en la que el cine une a la gente,
que se encuentra y habla de películas. No es poco en este tiempo de
prisas. Esta es la conversación que
mantuvimos con ella en el epicentro
de la Semana.
Q La actriz portuguesa Maria de Medeiros, miembro
del Jurado Internacional, en la inauguración de la 50
Semana Internacional de Cine de Valladolid.
Q La actriz y realizadora Maria de Medeiros en el
Hotel Olid Meliá de Valladolid.
186
187
¿Qué tal se encuentra en la Seminci?
Es un gran festival, con una gran selección y con una variedad de películas muy
atractivas. Me parece muy interesante
porque permite el encuentro. Aquí la
gente habla de cine, se encuentra y esta
posibilidad me resulta muy importante y
enriquecedora.
¿ Es más entretenido participar como
jurado, que presentar una película a
concurso en un festival?
Bueno, las dos formas de acudir a un
festival tienen su interés. Participar en
un jurado es divertido. Para los que amamos el cine, como somos todos los que
nos movemos por aquí, es maravilloso
poder descubrir tantas películas y encontrarse en buena compañía. Claro que
cuando vienes a presentar una película
el tipo de excitación es distinta.
¿El trabajo como jurado de la Sección
Oficial de la Seminci le enriquece?
Seguramente. Siempre es interesante
hablar de las películas. A mí me fascina
como se recibe una obra de arte. De hecho, he realizado un trabajo sobre este
asunto. Siempre me ha parecido misterioso que una película llegue de forma
tan distinta a cada persona.
El documental se titula “Je t’aime…
Moi non plus” (Te quiero… yo tampoco),
se presentó al Festival de cine de San
Sebastián y aborda un argumento muy
singular, la relación amor-odio entre
críticos y cineastas. ¿Qué le supuso
realizar un trabajo de estas características?
Ahí sí aprendí muchísimo escuchando a
unos y otros. Es una relación excesiva,
apasionada. Durante dos años recogí
más de 90 horas de declaraciones. No
me puse a montar hasta que estuve em-
188
barazada. Me senté ante la moviola y,
comencé a trabajar.
¿Cuál fue el resultado de poner orden
este puzzle de declaraciones de críticos
cinematográficos y directores como
Loach, Kaurismaki o Vicente Aranda?
Todos reflexionaron sobre lo que es producir una obra de arte: fundamentalmente es exhibirse. Hay todo un juego
de pudor y de exhibición al mismo tiempo
cuando se presenta una obra de arte. Es
un juego cruel, pero al final es un juego…
Sí, hay que tomarlo así.
Es muy bonito
que cuando eres
actor y estás
trabajando con
actores que se
sitúan en tu misma
honda muy pocas
palabras son
necesarias (...)
(...)
Uno de los entrevistados asegura que
llevaría a su hijo al psiquiatra si le comenta que pretende ser crítico de cine.
¿Usted piensa igual?
No, no. Eso lo dijo Pedro Almodóvar. Yo
no les llevaría al psiquiatra.
¿Qué proyectos tiene como realizadora?
Tengo algunas ideas, pero ya no trabajaré sobre el cine. Es un poco temprano para desvelarlo. Me gustaría mucho
hacer otro largometraje. Pero como directora, trabajo en mis huecos. Y como
he estado muy ocupada como actriz, la
verdad, estoy un poco retrasada en esta
otra faceta.
Sorprende su capacidad de realizar
tantos trabajos diferentes dentro del
cine: actriz, directora, incluso ha escrito algún guión.
Igual es porque el cine reúne muchos
aspectos del arte y hay cosas que yo
he abandonado y me gustaban mucho
de niña: La música, la pintura y todo ello
lo encuentro en el cine. En este Festival
hemos podido ver una obra maestra de
Carlos Saura, “Iberia”. Este director es
un maestro absoluto en combinar tanto
arte en el cine. Tiene un sentido musical
fotográfico y pictográfico extraordinario
y todo lo condensa. Esa capacidad de
unir me fascina mucho. Esa es la riqueza
del cine.
¿Siente envidia cuando contempla películas tan bellas como “Iberia” o “Brokeback mountain” de Ang Lee?
Son dos obras extraordinarias. No me
dan envidia porque estoy totalmente
rendida como espectadora. Más bien, al
contrario, sientes admiración por cuanto nos enseñan. Son trabajos tan generosos, que a mí me aportan muchísimas
cosas.
Q La mirada de María de Medeiros transmite fuerza
y pasión.
189
El divorcio
entre cine nacional
y público es
catastrófico,
porque el cine
portugués está en
un momento muy
difícil (...)
(...)
Esa dualidad, como directora y como
actriz, ¿le hace ser más estricta con
sus compañeros?
Más o menos. Lo que sí he experimentado y es muy bonito es que, cuando eres
actor y estás trabajando con actores
que se sitúan en tu misma honda muy
pocas palabras son necesarias. No hay
que explicarse demasiado, a veces una
mirada y nos entendemos.
Los directores españoles se lamentan
divorcio entre el cine nacional y el público, ¿usted lo ha notado?
Yo conozco poco esta realidad. A mí me
parece que aquí, a pesar de todo, la gente va mucho al cine. Ese divorcio es mucho más importante en Portugal, que es
catastrófico, porque el cine portugués
está en un momento muy difícil. Pero
yo creo que está muy bien apreciar las
obras de tu país sin llegar a los extremos
de chauvinismo de otros lugares, porque
el arte de nuestra tierra es nuestro reflejo. Es un espejo y es importante que
veamos lo que somos.
¿Cómo ve el cine en Portugal?
En este momento en una situación bastante difícil. Tenemos al fabuloso Manuel
190
de Oliveira, que continúa haciendo películas. Es un faro, una referencia para todos nosotros, pero las cosas están muy
complicadas desde el punto de vista de
la producción. En España están mucho
mejor. Existe una industria, hay un espacio de creatividad. Es mucho más sano.
¿Tiene miedo a equivocarse en la elección del palmarés?
¡Claro que sí, cómo no voy a tener miedo!
Es probable que me equivoque. Lo cierto
es que todos los miembros del Jurado
nos lo tomamos muy en serio. Yo sé por
experiencia que es muy complicado po-
ner de acuerdo a un grupo de personas,
aunque se lleven bien, porque realmente
la obra de arte llega de manera distinta.
De todas formas, las valoraciones son
sólo un punto de vista. Es difícil alcanzar
una conclusión y, si además la decisión
es colectiva, aún es más complicada.
Q Maria de Medeiros es la actriz portuguesa más
conocida internacionalmente.
Q La actriz y realizadora portuguesa Maria de
Medeiros posa en uno de los sofás del hall del Hotel
Olid Meliá de Valladolid.
191
Lleva 20 años en esto de la farándula y
el espectáculo y aunque sus primeros
pinitos los hizo subiéndose a las tablas
de un escenario con la compañía teatral La Cubana, José Corbacho (Santa Eulalia de L’Hospitalet, Barcelona,
1965) alcanzó la popularidad al llegar
a la pequeña pantalla, donde cada semana se convierte en el camaleónico
actor que interpreta a José Luis Garci
o Cristina García Ramos en ‘Homo Zapping’ y también en el “tipo ése que le
hace la vida imposible a Buenafuente”.
Además, estrenó su faceta como director de cine con ‘Tapas’, película galardonada con el Goya a la Mejor Dirección
Novel y a la Mejor Actriz de Reparto
para Elvira Mínguez. Junto a su inseparable amigo Juan Cruz, ya trabaja en el
guión de una segunda película y perfila
las primeras líneas de otra historia que
desearía rodar en Salamanca, la tierra
natal de su madre y a la que le unen los
mejores recuerdos de su vida.
¿Cómo se asume ganar un Goya con una
opera prima?
Lo único que habíamos pensado para
nuestra primera película era poder hacerla, estrenarla y si le gustaba al públi-
co, mejor. Eso se cumplió durante todo el
año 2005 y lo del Goya ha sido como un
alucine, porque una película que para nosotros siempre fue pequeñita, ha ido creciendo gracias al público. Bastante difícil
es rodar una película, poderla estrenar
con una cierta dignidad y que se mantenga unas semanitas en la cartelera. Eso es
suficiente premio para cualquiera.
¿Ya está en marcha el proyecto de una
segunda película?
Esta experiencia primera ha sido tan
positiva, todo ha salido tan bien y hemos
disfrutado tanto, que nos apetecía hacer
otra película si teníamos una historia que
contar. Vamos a ir paso por paso, como
hicimos con ‘Tapas’. Como nos han pasado tantas cosas este año y tantas casualidades, la historia va a ir por ahí. De hecho,
tiene el título provisional de ‘Casual’ y es
una historia de casualidades que volveremos a rodar en Hospitalet. Esta película
va en la onda de una comedia romántica
muy coral, porque los mapas de personajes nos gustan mucho, pero todavía es un
proyecto totalmente embrionario.
¿Qué Corbacho eres: el director responsable y disciplinado o el actor cómico,
desvergonzado y que se ríe hasta de sí
mismo?
Todos tenemos diferentes rasgos de
personalidad, desde que nos levantamos
hasta que nos acostamos, podemos reír,
llorar, enfadarnos, saltar de alegría, enamorarnos... Por suerte, he podido hacer
cosas muy diferentes; en televisión suelen ser cosas más alocadas, más gamberras, más comedia y mi primera incursión
en el cine me ha salido una historia más
tierna y agridulce, pero me siento totalmente identificado con todos los proyectos en los que me implico así, me tiro a la
piscina del todo.
Siempre se está hablando de la crisis
de espectadores en el cine español pero
cuando se hacen películas buenas como
la vuestra, el público responde. ¿Dónde
está el fallo entonces?
Desde que tengo uso de razón, he oído
que el cine español está en crisis. Mi experiencia personal es que no me ha resultado nada fácil rodar una película y he tardado tres años en conseguir financiación.
Además, el cine es uno de los pocos ámbitos culturales donde estamos compitiendo con una industria mucho más fuerte y
a veces por eso cuesta mucho estrenar
una película española. Cuando nuestra
distribuidora buscaba un fin de semana
para estrenar ‘Tapas’ nos dimos cuenta
[Texto: María Martín. Fotografías: Juan Lázaro y Filmax]
José Corbacho
A la gente que hacemos televisión, a veces se nos
va la pelota y pensamos que la vida es un programa
192
Q José Corbacho y Juan Cruz, una pareja con buena estrella del cine español.
Mi experiencia
personal es que no
me ha resultado
nada fácil rodar
una película y he
tardado tres años
en encontrar
financiación (...)
(...)
de que, después de un año de trabajo, nos
estábamos jugando las habichuelas en
un fin de semana, porque cuando no se
estrenaba ‘La guerra de las galaxias’ se
estrenaba ‘El reino de los cielos’, cuando
no ‘Harry Potter 4’ o ‘Spiderman 5’. Tenemos un problema de pantallas importante. En cuanto a contenidos, creo que
hay que hacer muchas películas para que
haya buenas, malas y mediocres y que
la gente elija. Siempre he pensado que
la mejor publicidad es el boca a boca, en
éste y en cualquier otro negocio. ‘Tapas’
es una película en la que Filmax creyó y
lanzó 175 copias y el público respondió.
Ese es otro factor, que haya un buen producto. Pero es un tema muy complicado;
quizá deberíamos sentarnos todos a un
mesa –instituciones, creadores, distribuidores- y entre todos hacer algo más. De
momento, todo lo que podemos seguir
haciendo los que queremos contar historias es intentar hacerlo con ilusión.
En el caso de la televisión, ¿se sufre mucho la presión de las audiencias?
Convives con ellas. Yo me hice la promesa
de tratar que esto no me afectara cuando me llevé el primer palo en Telecinco,
que fue tan traumático porque a mí no
me gusta pensar que cuando acaba un
programa está bien porque era un rollo
o era malo, sino que pienso que en ese
programa trabajaban 80 personas que
entre semana se han quedado sin tra-
bajo. Por no hablar de la impaciencia de
las cadenas y los programadores. Aparte
de esto, lo que me preocupa es que las
audiencias hayan llegado a la calle, y los
diarios y las revistas publican los datos y
cuentan que tal programa ha caído por la
audiencia. Ahora, igual que todo el mundo
lleva un entrenador de fútbol dentro, también lleva un programador de televisión
dentro, porque las audiencias ya forman
parte de la realidad cotidiana. Ante esto
lo que tienes que hacer es relajarte y si
hay un programa en el que estás implicado y que no ha funcionado, intentar hacer
otro que funcione.
Ya en el plano más personal, ¿cómo es
Corbacho cuando sale de los platós y se
quita esos trajes de colores estridentes?
Creo que en mi vida hay un poco de todos
esos Corbachos de plató de diferentes
programas. La vida a veces es un gran
plató pero a veces no. Yo no voy por la
calle pegando gritos ni hachazos ni disfrazado de Cristina García Ramos ni vestido
de colores. Lo que sí me gusta es ir por la
calle como una persona más, tocar mucho con los pies el suelo y sobre todo ir
con los cinco sentidos abiertos, porque
creo que la mejor inspiración para los
que hacemos ficción, sea desde el humor
o desde el drama, es la calle. Yo soy muy
de calle y por el hecho de salir en la tele
no quiero renunciar a ir a mis bares, con
mi gente de toda la vida que tiene una vida
real, porque a la gente que hacemos televisión a veces se nos va la pelota y pensamos que la vida es un programa y la vida
no es un programa, es otra cosa y esto,
aunque nos guste mucho, no deja de ser
un trabajo.
Eres muy aficionado al fútbol y a los toros, ¿eso es algo que te queda de tu relación con Salamanca?
193
[Texto: Paco Alcántara. Fotografías: Filmax y Juan Lázaro]
Elvira Mínguez
El cine español necesita mucho apoyo y fe
La verdad es que sí. Mi afición con los
toros y con esa cierta querencia a lo flamenco me viene de mi padre, extremeño,
y mi madre, salmantina. Siempre he ido
de vacaciones a Salamanca, de hecho
muchos tíos y primos míos siguen viviendo allí y recuerdo que mi tía Candelas,
uno de los tótems de la familia, me llevó a los toros cuando era pequeño y ya
entonces pensé que era un espectáculo
impresionante. A veces concentramos el
mundo del toro en esas dos horas que
son como una tragedia griega, hay mucho dolor, tensión y pasión y esto, evidentemente, puede provocar que haya ultra
defensores y ultra detractores de las corridas de toros, pero nos olvidamos de
esos 4 o 5 años de la vida del toro en el
campo, algo que a mí me dio Salamanca
y sus alrededores.
¿Qué otros recuerdos tienes de Salamanca?
Para mí los mejores recuerdos son siempre los de la infancia, la adolescencia y la
juventud y esos son los que tengo de Salamanca: mis primeras copas en el Patio
194
Chico, mis primeros besos en el Huerto
de Calixto y Melibea, imagínate qué lujo,
porque Salamanca es como una gran escenografía, pero también mis primeras
vacaciones, jugar, el verano, aprender
a montar en bicicleta, prácticamente
aprendí a nadar en Salamanca, porque
eran veranos de piscina y de río Tormes.
Para mí es una ciudad que está muy ligada a toda mi infancia y mi juventud y
a la que me gusta escaparme de vez en
cuando. Yo soy feliz paseando por la Plaza
Mayor, por la Catedral Vieja, atravesar el
puente y mirar Salamanca. Me gusta mucho ir en autocar o en coche para poder
ver la ciudad cuando llegas, desde el otro
lado del Tormes.
Hablabas de Salamanca como una gran
escenografía, de hecho, ha sido en multitud de ocasiones escenario de películas.
¿Has pensado en esa posibilidad para
un futuro?
Pues mira, sí. La segunda película la rodaremos también en Hospitalet, pero ahora
estamos escribiendo un guión, que en
principio no lo vamos a dirigir nosotros y
Q Corbacho y Cruz en pleno rodaje de ‘Tapas’,
su exitosa ‘opera prima’.
que yo le propuse a Juan que se ubicara
en Salamanca. Buscábamos una ciudad
mediana, que no fuera ni Madrid ni Barcelona ni Valencia ni una gran urbe, sino
una ciudad más pequeñita, que creo que
le iba bien a la historia. Nos apeteció mucho, así que estamos prácticamente empezando a escribir una historia y todavía
no sabemos dónde se rodará, porque luego igual la productora dice que es mucho
más barato rodarlo aquí, en Girona, pero
yo me la voy a imaginar en calles y plazas
de Salamanca y si llega el día que ruede
allí, estaré encantado porque me parece
que es una ciudad maravillosa.
Elvira Mínguez (Valladolid, 1965) transmite a través de su voz energía, convicción y jovialidad. Se muestra encantada
con el Goya al mejor papel secundario
por su trabajo en ‘Tapas’que obtuvo
este año; asegura que no espera que
le lluevan los papeles por este premio y
se concentra en su papel como protagonista en ‘La caja’, una película que comenzó a rodar el pasado mes de enero
en Madrid con el director novel Juan
Carlos Falcón. Esta actriz temperamental, de expresión sobria, insiste en que
lo que más le gusta es preparar los
personajes que interpreta y no duda en
afirmar que el Goya es también el reconocimiento a su participación en ‘Días
contados’, ‘Cachito’, ‘Lágrimas negras’,
‘El portero’ y ‘Trece campanadas’.
Q La actriz vallisoletana Elvira Mínguez, en uno de los fotogramas de Tapas, la película de José Corbacho en la
que interpreta a mujer que se enamora a través de Internet.
¿Su intervención en la ceremonia de los
Goya será recordada como una de las
más emotivas?
Estaba como en un globo. No recuerdo
haber escuchado ni el apellido, al oír Elvira, salté de la silla. Tenía muchos nervios, emoción y sensaciones cruzadas.
Me acordé de toda la gente de Valladolid, porque sabía que estaban viéndome.
También de ‘Días Contados’, la anterior
película con la que estuve nominada. Me
venía a la cabeza todo eso, cómo había
llegado hasta aquí.
En su intervención, reivindicó trabajo
para las actrices con más de 40 años
de edad. ¿Tan mal está la cosa?
Esta queja es un comentario generalizado. En mi reivindicación no había nada
feminista, sino una llamada de atención.
195
(...) Considero
que las
actrices con cierta
edad estamos
estupendas, por
experiencia y
madurez.
Sin embargo, parece
que estamos
abocadas a esos
personajes de
madres… (...)
Es una pena, considero que las actrices
con cierta edad estamos estupendas,
por experiencia y madurez. Sin embargo,
parece que estamos abocadas a esos
personajes de madres…. Toda la historia
está contada en relación a los hombres,
me da mucha pena.
¿Una de las razones de esta ausencia
puede ser debida que la mayoría de las
películas españolas son comedias para
jóvenes?
No creo que sea porque abunden las comedias. Más bien, porque se piensa que a
las salas de cine sólo va gente joven y es
un concepto equivocado. Los productores apuestan por unos productos que, a
priori, van a ser más rentables para este
sector y apuestan por películas con actores jóvenes y argumentos para jóvenes.
Pero, hay algo erróneo en pensar que a
un chico o una chica de 20 ó 25 años no
le interesen otras cosas. Es colocar al público en un sitio que no es el correcto.
¿Reivindicaría un giro en el cine español,
para no buscar sólo el público fácil?
196
(...) No
quiero que
como espectador me
traten como a una
idiota. Tengo
capacidad para
pensar y resolver (...)
Q Elvira Mínguez besa el Goya que obtuvo por su papel en Tapas, un día de emoción y sensaciones cruzadas.
Al público hay que hacerle pensar. A mí
como espectador me molesta mucho
cuando me obligan a llegar a unas conclusiones determinadas viendo cine. Pero,
incluso, a la hora de trabajar, a la hora
de enfocar los papeles que interpreto yo
siempre intento coger al público y llevármelo hacia mi personaje, pero que sea él
quien saque las conclusiones. De alguna
manera, bajo esos conceptos erróneos estamos haciendo que el público se acomode
y que le de más pereza cuando ellos tienen
que convertirse en espectadores activos.
Yo lo reivindico. No quiero que como espectador me traten como a una idiota. Tengo
capacidad para pensar y resolver.
¿La manida crisis del cine español se
soluciona con más ayudas económicas
provenientes de las administraciones?
El cine español necesita mucho apoyo y fe.
Dentro de las muchas cosas que le pueden faltar, convendría parapetarle ante el
mercado americano que se come el 97
por ciento del pastel. Todo lo que sea protegerle contra eso, es bueno. Ahora bien,
a mi me encanta el cine americano, pero
el bien hecho. Tenemos cabida todos,
pero USA es un lobo muy grande que nos
come los talones inmediatamente.
¿Se encuentra más a gusto cuando la
dirigen mujeres?
Para nada, no lo distingo. Lo que tiene que
dejar ser una excepción es que sean directoras o productoras, entonces habremos logrado algo.
Lleva una semana rodando una comedia negra como protagonista, se titulará ‘La caja’. ¿Qué tal con un papel protagonista?
El guión es espléndido. Es una película
coral. Me siento a gusto con gente que
está empezando. El director, Juan Carlos
Falcón, aunque es su primera película,
tiene muy claro lo que quiere contar y
esto revierte en que las cosas sean más
sencillas. Es una película de personajes y
actores, con Ángela Molina, Antonia San
Juan y María Galiana entre otros.
Confía en que este Goya a la mejor actriz de reparto sea un revulsivo en su
carrera
A estas alturas no tengo muy seguro de
que el premio signifique nada en cuestión
de trabajo futuro. Este Goya no lo contemplo solo como un reconocimiento al
trabajo de ‘Tapas’. Es el resultado de tiempo, un trabajo se encadena al siguiente.
El hecho de hacer un papel protagonista
ahora, creo que es producto de todo este
tiempo de trabajo.
Por tanto… trabajo, trabajo, trabajo; preparar bien los personajes y gustarse.
Sobre todo confiar y no ser derrotista.
Con los años me veo de una forma más
fría, más analítica, porque al principio,
cuando ves una actuación tuya, solo quieres tirar piedras a tu tejado. Ahora lo miro
de otra forma: Trabajo y una crítica fría.
¿Qué le queda de la joven que estudió
Interpretación en la Escuela de Arte
Dramático de Valladolid, a principios de
los 80?
Todo, y espero no perderlo nunca. Me
queda toda la ilusión. El mismo miedo, la
misma sensación de responsabilidad, la
vergüenza, e igual sentido del ridículo. Eso
no desaparece. No es una cuestión de experiencia, sino de respeto al trabajo.
¿Tiene aún presente lo que aprendió, en
esos tres años?
¡Por supuesto, muchísimo! Fue la base de
todo. Tengo las enseñanzas de Yolanda
Monreal, clarísimas. Las de Alfonso, que
daba expresión corporal, igual de presente y las continúo utilizando. Nada de
lo que he aprendido posteriormente ha
tirado por tierra lo que me enseñaron en
Valladolid.
¿La veremos por La Seminci.?
Es uno de los festivales que más me gustan, no sólo por la cuestión emotiva, un
premio en la Seminci es muy importante.
Aún recuerdo cuando a las doce de la
mañana iba a ver las ‘pelis’. Mephisto, de
István Szabó, con Klaus Maria Brandauer,
a principios de los ochenta y me quedé
flipada.
¿La veremos de Jurado en la Seminci?
Sólo he sido jurado una vez en mi vida,
en el Festival de Cine de Gijón. Lo pasé
tan mal, tan mal, que me juré no volver
a serlo. Me han llamado alguna vez de la
Seminci y siempre he dicho que no.
¿Se siente una chica de Valladolid?
Ahora ya una señora de Valladolid. Sigo
siendo eso y uno de los agradecimientos
fue a mi gente de Valladolid a la que siempre me sentiré unida, por una razón fundamental, porque son uno de los pilares
más fundamentales de mi vida. Me ayudan
a tener los pies en la tierra, porque allí sigo
siendo Elvira. Y eso me encanta.
197
(...) Es
tal la motivación,
que incluso estos
jóvenes prefieren
aparcar la atractiva
vida nocturna de
Salamanca para sacar
algo más de tiempo de
estudio (...)
Q Ensayos de la Joven Orquesta Sinfónica y la Joven Banda Sinfónica de Castilla y León.
[Texto: M.H.H. Fotografías: David Arranz]
Un sueño
sólo para virtuosos
198
Los pasillos de la Escuela de Excelencia
Musical de Salamanca son un auténtico
alboroto. Se respira en ellos un ambiente
frenético marcado por el ritmo de los ensayos pero en el que, por encima de todo,
brilla la ilusión. La ilusión de 175 jóvenes
músicos llegados desde todos los rincones de la geografía castellana y leonesa y
que han sido seleccionados para formar
parte de la Joven Orquesta Sinfónica de
Castilla y León (Joscyl) y de la Joven Banda
Sinfónica de Castilla y León (Jovascyl). Es
septiembre de 2005 y están a punto de
dar sus primeros pasos en esta agrupaciones, hasta donde han llegado después
de un riguroso proceso de selección.
Son los mejores, los más preparados de
los cerca de 600 jóvenes que se presentaron a unas duras pruebas que les facilitaban el ‘billete’ para un viaje que cualquier músico quisiera atesorar para su
formación en un arte tan exigente como
el de la música.
A partir de ahora, queda mucho trabajo
por delante ya que los afortunados se enfrentan a la preparación de cinco importantes conciertos. Para ello cuentan con la
ayuda de una plantilla de 17 profesores de
altísimo nivel entre los que se encuentran
docentes pertenecientes a los conservatorios superiores de la región así como de
la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión
Española. En esta ocasión no se ha podi-
do incluir en el equipo ningún músico de la
Orquesta Sinfónica de Castilla y León por
encontrarse inmersos en la preparación
de una obra de Richard Wagner.
Todos los integrantes tanto de la orquesta como de la banda -con edades
comprendidas entre los 13 y los 22 añosse han tomado su tarea muy en serio y a
juzgar por las impresiones de sus profesores todo marcha “sobre ruedas”. Incluso
los propios docentes se han sorprendido
gratamente con el elevado nivel que presentan algunos de sus alumnos así como
de su tesón y perseverancia para seguir
elevando su nivel sinfónico.
Es tal la motivación, que incluso estos jóvenes -que se encuentran en régimen de
Q Los 175 jóvenes seleccionados para integrar la Joven Orquesta Sinfónica y la Joven Banda Sinfónica de Castilla
y León ultiman los ensayos para la gira.
199
200
Q Ensayo de los percusionistas de la la Joven Orquesta Sinfónica y la Joven Banda Sinfónica de Castilla y León.
Q Los jóvenes seleccionados preparan los instrumentos
para comenzar los ensayos.
internado en la Residencia Rodríguez Fabrés- prefieren aparcar las atractiva vida
nocturna de Salamanca para sacar algo
más de tiempo de estudio. “Nos están pidiendo llaves de aulas para poder practicar hasta la una de la mañana”, asegura
uno de los profesores.
Asimismo, la oferta formativa no puede
ser más completa. Tras una semana de
prácticas individuales y en pequeños grupos pasan a los ensayos generales. El siguiente paso será enfrentarse al público
en una serie de conciertos que se celebrarán a mediados de este mes en varias
provincias de la Comunidad.
La elección de Salamanca para albergar
los ensayos de estas agrupaciones responde a la facilidad de medios que brinda
la capital, ya que cuenta con dos conservatorios superiores de música además
de la Escuela de Excelencia Musical y la
residencia Rodríguez Fabrés, ideal para
este tipo de concentraciones.
que les ha brindado la Junta.
Mientras tanto, el público se deleitará con las notas de Scherezade (Rimski
Korsakov), Mamere L’oye (Ravel) y On The
Town (Bernstein) - por parte de la Joven
Orquesta- y El Bateo (Chueca), Fantasía
Cordial (José Vélez), Camino Real (Alfred
Reed) y Chess (Ulvaeus Andersson) -que
interpretará la joven banda-. Ha llegado el
momento. En sus manos y sus instrumentos está, no sólo, su propio futuro, sino la
posibilidad de abrir un camino para otros
amantes de la música de la Comunidad,
que busca convertirse, también en este
campo, en referencia de calidad. Su esfuerzo es el de todos.
Allí se les proporciona a estos jóvenes
virtuosos todo el material que puedan
necesitar como atriles, pianos, cuerdas,
así como el pago de todos los gastos derivados de viajes y desplazamientos. Unos
medios que aporta la Consejería de Educación que desde un principio apostó muy
fuerte por este proyecto.
El repertorio
Y es que en esta iniciativa todo es a
lo grande, incluido el repertorio que interpretará tanto la orquesta como la
banda a partir del día 16 de septiembre,
su ‘bautismo de corcheas’. Se trata, del
momento de la verdad, ese instante en
el que deberán demostrar que ha habido
un antes y un después en su vida musical
tras aprovechar esta gran oportunidad
(...) El
[Texto: Juanma de Saa. Fotografías: José Luis Leal]
Jesús López Cobos:
Hoy día, los cantantes son un poco de quita y pon;
se ponen de moda y luego se les deja caer
En plena fase productiva con su trabajo operístico en Madrid, el toresano
Jesús López Cobos repasa en esta
entrevista algunos de los hitos de una
vida artística en la que lo ha sido todo
en el mundo de la dirección, desde que
comenzara en Praga y Venecia, sus
primeras etapas ‘laborales’, pasando
por la Deutsche Oper de Berlín, teatro al que llegó en 1971 y del que en
1981 es designado Generalmusikdirektor, puesto que desempeñó hasta
1990. En su amplio currículo figuran
prácticamente todas las grandes orquestas europeas y americanas y los
más prestigiosos festivales del mundo. Entre 1984 y 1988 fue director titular de la Orquesta Nacional de España. Ha sido el primer director español
en subir al podio del Teatro alla Scala
de Milán, del Royal Opera House Co-
202
vent Garden de Londres, de la Ópera de
París y del Metropolitan Opera House
de Nueva York. Dirigió el concierto de
clausura del Teatro Real como sala de
conciertos y el de inauguración del Auditorio Nacional de Música de Madrid
en 1988. En 2003 se incorpora a la dirección musical del Teatro Real. Fue el
primero en recibir el Premio Príncipe de
Asturias de las Artes, Cruz al Mérito de
Primera Clase de la República Federal
Alemana por su aportación a la cultura
de dicho país, doctor honoris causa en
artes por la Universidad de Cincinnati,
Medalla de Oro al Mérito en las Bellas
Artes, Oficial de la Orden francesa de
las Artes y las Letras, Premio Castilla
y León de las Artes... En definitiva, un
amplio recorrido que le permite realiza
un análisis preocupado de la situación
actual del ‘bel canto’
¿Mantiene un contacto estrecho con
Toro?
Menos del que quisiera. Oficialmente, la
última vez que vine fue hace un montón
de años para dirigir una Novena de Beethoven. Después vine alguna vez aislada y
siempre es un reencuentro porque pasé
aquí los primeros seis años de mi infancia y siempre es algo muy especial. De
hecho, aunque viví en Andalucía cuando
era adolescente, siempre me he sentido
por carácter muy castellano. Lo bueno ha
sido esa combinación entre lo castellano
y lo andaluz.
¿Cómo recuerda aquella época en la
que renunció a dirigir la Suisse Romande para estar en la Orquesta Nacional
de España, de la que se iría después,
enfrentándose de forma directa a los
burócratas?
Quizá lo bueno para mí en ese momento
era que como no dependía de nadie estaba muy libre para marcharme si no se
hacían las cosas como yo creía que se
debían hacer. Eso no era cómodo para
nadie porque, al fin y al cabo, con una
dimisión de ese tipo pones en evidencia
los problemas que había y que siguen sin
solventarse en muchos casos. La gente
sabe que cuando has dimitido una vez
puedes dimitir otra, así que no hay ningún
Teatro Real está
empezando una
andadura, con seis años
nada más, y esa
trayectoria te hace ser
un valor más seguro (...)
problema por mi parte y yo dije que iba
con mucha ilusión al Teatro Real y estoy
trabajando, casi empezando todavía. Por
aquel entonces, pensé que si no podía hacer mi trabajo con la tranquilidad y con
el nivel que pretendía, me marchaba y no
tenía que pasar nada.
¿Llegó a hablar con alguno de sus sucesores sobre la parte de “patata caliente” que tenía la ONE?
Sí. De hecho, el que me sucedió a mí inmediatamente después, un italiano, me
envió una carta cuando dimitió también
diciendo que entendía perfectamente por
qué me había marchado. Hay veces que
eso ayuda a cambiar las cosas pero, en
otras, se anquilosan y tardan todavía más
en arreglarse.
Otra cosa fue su estancia en la Sinfónica de Cincinatti, donde se quedó mucho
más tiempo del previsto.
Sí. Iba para cuatro años y me quedé dieciséis. Eso es lo ideal, cuando estableces
una relación con una orquesta y ambos
crecemos juntos. Así, el desenlace es
marcharse por la puerta grande y con
una buena relación con la orquesta. De
hecho, vuelvo todos los años y es fantástico ver a los antiguos amigos.
¿Por qué cree que fue el único que no
anduvo por la cuerda floja cuando la ministra Carmen Calvo anunció cambios
Q El director de orquesta toresano Jesús López Cobos.
en el Teatro Real? ¿Es que el nombre de
Jesús López Cobos vende?
No creo que sea cuestión de vender o no
sino de que en este mundillo no hay tantos directores que hagan ópera por dedicación y en España, por la falta de teatros
de ópera que hemos tenido, nuestra generación de directores no se ha dedicado
mucho al género. Por eso, si hay uno que
la hace y ha demostrado fuera de Espa-
ña durante muchos años que la puede
hacer, es lógico que esté más seguro en
un puesto o que sea menos intercambiable que otros. En la dirección musical, no
tanto porque se necesita experiencia y
repertorio y no es fácil encontrar gente
con esa trayectoria específica. El Teatro
Real está empezando una andadura, con
seis años nada más, y esa trayectoria te
hace ser un valor más seguro.
203
Dentro de la gerencia del Real, ¿se entendió mejor con Inés Argüelles, que dimitió ante la incertidumbre mencionada, o con el actual responsable, Carlos
Muñiz?
Verdaderamente, me sentí muy bien con
los dos, tanto Inés como Miguel, que le
acabo de conocer ahora. En el momento
en el que quien está en un puesto así respeta al otro, sabe perfectamente cuáles
son sus atribuciones y te da la sensación
de que está ahí precisamente para poner
los medios y que tú puedas desarrollar tu
trabajo lo mejor posible, yo no tengo ningún problema.
Recientemente fallecieron dos grandes
estrellas del canto como Renata Tebaldi
y Victoria de lo Ángeles. ¿Qué recuerdos tiene de ellas?
A Renata Tebaldi la recuerdo como aficionado porque en mi época era fan de ella
y no de la Callas aunque, con el tiempo,
llegué a convencerme de que era mejor
María Callas. En esa época, en que eres
joven y piensas solamente en la cuestión
puramente vocal, Tebaldi era la voz italiana ideal, con su fantástica capacidad
interpretativa. A Victoria la conocí personalmente aunque, por desgracia, no
coincidí en la ópera porque ella ya la había
dejado cuando yo comencé a trabajar en
ese mundo. Pero sí que tuve la ocasión
de acompañarla en una “tourné” por España y en dos conciertos en Londres, con
canción francesa y lieder de Mahler y me
quedó siempre la sensación del cantante que está al servicio de la música y la
expresión y no piensa en otra cosa. Me
impresionó mucho ver a alguien al final
de su carrera con la ilusión de una chica
joven que empieza.
¿Qué le parece Juan Diego Flórez como
relevo a los líricos?
204
Q Jesús López Cobos en una de sus visitas a Toro junto al alcalde de la localidad.
(...) Un
cantante
dramático tiene
que dejar tiempo
para que su voz
se desarrolle por
sí misma y se
haga dramática (...)
Es un gran tenor, con una facilidad natural
inmensa para el bel canto; para Rossini,
en especial. Pero a mí me impresionó especialmente cuando le escuché cantar en
recital. Ponerse delante de un público a
cantar Gluck o Mozart acompañado solamente por un piano me impresionó mucho
porque no son muchos los cantantes que
son capaces de hacer eso. Tiene, además,
una gran naturalidad y mucha gracia en el
escenario en cuanto a interpretación. Con
él he hecho “Il Conte Ory”, de Rossini, en
el que es increíble ver lo bien que lo hacía
vestido de monja. Yo creo que si tiene la
inteligencia de cantar el repertorio que le
Q El director de orquesta toresano Jesús López Cobos en plena interpretación.
(...) Trato
de ser
siempre honesto
con los cantantes
y conmigo mismo
porque estamos
para servir a la
música (...)
va a su voz, será uno de los grandes cantantes de esta generación.
¿Hay relevo para los grandes tenores
dramáticos españoles?
Tengo miedo de que sea cada vez más
difícil encontrarlo por la sencilla razón de
que, hoy día, los cantantes son un poco de
quita y pon, que se ponen de moda y luego
se les deja caer. Luego, muchos de ellos
no saben decir que no y, por miedo, dicen
que sí a papeles que no deberían cantar y
destruyen ellos mismos sus voces antes
de la cuenta. Un cantante dramático tiene que dejar tiempo para que su voz se
desarrolle por sí misma y se haga dramá-
tica. Muchos cantantes están juzgando
mal sus propias voces.
¿Cómo ha conseguido que no le acusen
de primar a algún cantante en especial?
Francamente, porque en ese aspecto
nunca me he querido casar con nadie.
Trato de ser siempre honesto con los cantantes y conmigo mismo porque estamos
para servir a la música. Si una persona
me convence de que lo hace fantásticamente, la apoyo, y si esa misma persona
me falla, dejo de apoyarla. A quienes yo
apoyo de verdad es a Puccini, o a Verdi
o a Mozart.
Entonces, ¿le parece justo que, en la
ópera, se sea tan bueno como la última
interpretación?
Para los críticos suele ser difícil distinguir
lo que se está haciendo en un momento
y lo que se ha hecho durante toda la vida.
Lógicamente, todos tenemos altibajos en
nuestra actividad y, de pronto, tienes una
semana en la que no te encuentras bien
pero eso es humano y hay que mirar el
conjunto del trabajo que uno hace.
¿Cuáles son sus próximos proyectos de
grabación?
Estamos con la serie que hemos empezado en el Teatro Real con compositores españoles del siglo pasado. Ahora va a salir
la ópera de Arrieta y en marzo haremos
una de Ramón Carnicer, que fue el primer
director del Conservatorio de Madrid, de
la época de Rossini, porque está escrita
en 1827, y creo que será una sorpresa
agradable para todo el mundo.
205
[Texto: Paco Alcántara. Fotografías: Eduardo Margareto]
San Miguel de Gormaz
redescubre sus pinturas románicas
en el siglo XXI
(...) A
finales de este
año concluirá la
restauración de los
frescos murales que
permanecieron
ocultos cinco siglos,
tras diez años de
trabajos (...)
La restauradora Lucrecia Ruiz mantiene la misma emoción en la narración que
cuando vivió el descubrimiento junto a su
compañero Javier García, hace ahora
diez años, “Imagínate, efectué una cata
en una pared toda cubierta de cal blanca
y aparecieron unos grandes ojos que me
estaban mirando”. Lo suyo fue “un auténtico lujo, una aventura arqueológica en
tierras sorianas”, similar al que tuvo que
experimentar Howard Carter, en 1920, al
localizar la tumba de Tutankamon; y la actriz Juliet Binoche, en “El paciente inglés”,
Q Pintura del siglo XI aparecida en la Ermita de San
Miguel en Gormaz (Soria), que representa un pasaje
del Juicio Final, en el que los apóstoles llevan en unos
recipientes las almas de aquellos que se han salvado.
206
cuando colgada de una cuerda iba iluminando unos frescos medievales conforme acercaba un candelabro a la pared.
“Claro, ante este hallazgo, y sin reponernos de la sorpresa, ambos continuamos
quitando el enlucido y vimos que los ojos
pintados de gris correspondían a una
gran serpiente que se estaba comiendo
a un ser humano. Asistíamos a un hecho
único, en los albores del siglo XXI”, remata la encargada de coordinar la reparación de estas pinturas románicas, cuya
existencia era desconocida hasta que la
Junta de Castilla y León inició, en 1996,
una intervención, “siempre excepcional”,
en la pequeña ermita de San Miguel de
Gormaz (Soria).
La serpiente forma parte de la visión
más imponente y estremecedora de estas pinturas al temple que cubren la totalidad del ábside y la mitad anterior de
la nave y donde se escenifica la esencia
de la religión cristiana, la vida de Cristo y
la dialéctica más mística del cristianismo,
la imagen del Bien y del Mal. “La gente de
aquella época era mayoritariamente analfabeta y las pinturas son mucho más convincentes que cualquier lectura. Hay que
comprender su mentalidad y el terror
que podía causarles su contemplación”,
apunta el arquitecto Francisco Yusta,
responsable de los trabajos de rehabilitación del conjunto monumental.
Conforme se despojaba la pared de las
lechadas de cal, emergió un reptil creando un círculo con su propio cuerpo, y en el
interior un diablo amarillo, con otras culebras enrolladas, que se come las almas
malignas. Es la boca del abismo. ¿Quién
no se estremecería en los oscuros años
del medievo ante estas imágenes y cumpliría las indicaciones del sacerdote? En
la misma pared donde se representa el
infierno, posteriormente, aparecieron las
pinturas de tres santos portando paños
donde se esconden las buenas almas,
escenificando el Seno de Abrahán. Entre
ambas, el arcángel San Miguel, con una
balanza, pesa los buenos y malos actos.
Una vez destapada la totalidad de los
murales, la opinión sobre su valor es
unánime, “se trata de un conjunto de
pinturas que está al mismo nivel que las
de San Baudelio, en la vecina Berlanga
de Duero”, pero con el añadido de que
se conservan mucho mejor y se encuentran casi al completo. Aunque también
se abren interrogantes. “Hay figuras que
se escapan en estos momentos de cualquier explicación, como la imagen de un
abad, que no sabemos aún lo que puede
significar”, detalla Jaime Nuño, quien las
207
Q Una restauradora trabaja en el interior de la Ermita de San Miguel en Gormaz (Soria), donde han aparecido
pinturas del siglo XI, al parecer del mismo autor que las de San Baudelio de Berlanga (Soria).
Q Pintura del siglo XI que refleja un pasaje del Juicio
Final, en el que el demonio representado por la
serpiente se come a los pecadores
estudió para incluirla en la Enciclopedia
del Románico. Aunque lo que llama poderosamente la atención y hace aun más
interesantes estos frescos, “es una lucha
entre guerreros a caballo, una imagen
que el pintor reproduce de la época que
él está viviendo y que nada tiene que ver
con la religión”.
La alcaldesa de Gormaz, Encarnación
Vara, a punto de cumplir los 70 años,
confirma los comentarios de los técnicos sobre el desconocimiento ancestral
de estos frescos. “Aquí nadie sabía nada
de las pinturas, la iglesia siempre tuvo las
paredes pintadas de blanco, recuerdo
que, cuando era parroquia, cada año, la
encalaban para que apareciera limpia”.
Con el tiempo, este pueblo sufrió la pandemia de la despoblación y de las 60 casas abiertas pasó a la decena actual con
moradores. “Incluso, en los últimos años,
como estaba en ruinas el edificio dejamos
que unos pastores guardasen dentro de
la iglesia las ovejas”.
Cal salvadora
La responsable de la restauración pictórica asegura que “ha sido una suerte que
los murales hayan estado tapados con
208
cal desde hace cuatro siglos, porque ha
permitido su preservación casi intacta,
no lo taparon de forma intencionada sino
conforme se desconchaban las paredes”.
Se ha comprobado que los temples fueron cubiertos en el siglo XVI y, en años sucesivos, recibieron hasta siete encalados.
En el ábside de la iglesia, donde ha aparecido un imponente Cristo en Majestad, el
destrozo fue mayor porque “picaron las
paredes para que cogiera mejor el mortero que iban a poner”. A pesar del estropicio, tras la restauración, el conjunto recuperará su policromía original y volverá
a destacar con fuerza los colores rojos,
amarillos y azul grisáceos originales.
Q Ermita de San Miguel en Gormaz (Soria) junto al castillo.
Intervención
excepcional
Éste fue el término que utilizó la arqueóloga Consuelo Escribano cuando realizó a
finales de 1996 el primer informe sobre
la ermita y propuso iniciar un trabajo multidisciplinar que no se limitara a la restauración arquitectónica del edificio. “Desde
las primeras visitas sabíamos que allí se
escondían tesoros que no eran aparentes,
ni visibles aún y que nos proporcionarían
una información diferente de la obtenida
hasta ese momento sobre esta época”.
Acertó en su vaticinio esta investigadora
que desde el principio ha participado en
todas las fases de este ambicioso pro210
yecto de rehabilitación. “Después de diez
años de intensos estudios, podemos confirmar que no solo existe un arte mozárabe y otro románico, sino que, a finales
del siglo XI, en la frontera entre árabes
y cristianos, se construyen unas iglesias
con un estilo propio como son ésta de
San Miguel, la de San Baudelio, Maderuelo y otras de la zona de Lara, en Burgos, y
en la propia ciudad de León”, expone con
satisfacción Escribano.
Consuelo Escribano también percibió
sensaciones similares a las de Lucrecia
cuando descubrió la existencia de estos
imponentes murales”. Quizás, con emociones más fuertes e inesperadas, porque andaba buscando una ventana que
suponíamos tapada”. “Ocurrió a finales de
1996, me encontraba en lo alto de un an-
(...) Nada
más
descubrir el ventano
oculto, junto a él,
reparé en la imagen
de un santo,
con barba y traje.
Imagina la emoción (...)
damio y llevaba en la cabeza una linterna
para iluminar la pared. Nada más descubrir el ventano oculto, junto a él, reparé en
la imagen de un santo, con barba y traje.
Q Interior de la Ermita de San Miguel en Gormaz
(Soria), donde se observan las pinturas que han
aparecido al limpiar las paredes de cal.
Q Columnas y capiteles del arco de entrada a la Ermita
de San Miguel en Gormaz (Soria).
Q Interior de la Ermita de San Miguel en Gormaz
(Soria), donde se observan las pinturas del siglo XI que
han aparecido al limpiar las paredes de cal, al parecer
del mismo autor que las de San Baudelio de Berlanga
(Soria).
Q Pintura del siglo XI aparecida en la Ermita de San
Miguel en Gormaz (Soria).
Q Dibujo aparecido en el atrio de la Ermita de San
Miguel en Gormaz (Soria) que representa a un jinete
montado a caballo.
212
213
Imagina la emoción”, exclama Consuelo,
“eran idénticas a las de San Baudelio, con
el mismo trazo, el mismo motivo decorativo y los tonos negros y rojos”.
Estos acontecimientos se produjeron
meses después de que Lucrecia Ruiz y
Javier García acabasen de recolocar en
los muros de la iglesia de San Baudelio, en
Berlanga de Duero, distante de Gormaz
unos 15 kilómetros en línea recta, unas
pinturas románicas que fueron vendidas
en 1922 y que, a finales del siglo XX, regresaron a su lugar de origen. “Ya entonces nos dieron la impresión que ambos
conjuntos fueron elaborados por el mismo pintor”. El historiador Jaime Nuño
avala esta apreciación. “Seguramente se
trata de un grupo de artistas itinerantes
que estuvieron trabajando en la primera
mitad del siglo XII en San Baudelio, aquí en
San Miguel y en otra iglesia cercana, la de
la Vera Cruz de Maderuelo, en Segovia”.
Un magnífico
balcón sobre
el Duero
La iglesia de San Miguel se asienta en
mitad de la ladera de una muela, donde
emerge en todo lo alto el grandioso castillo de Gormaz. Es un palco privilegiado
hacia la amplia llanura por la que se extiende el sur de la provincia y a los pies del
Duero. Una atalaya inmejorable para controlar el movimiento de tropas y “también
para cobrar un vado sobre el río, donde
se levantó un puente fortificado. La iglesia es posterior al castillo”, señala Jaime
Nuño, “cuando ya se ha había producido
la reconquista cristiana del territorio. En
torno al 1060, el Rey Fernando I intenta
214
Q Atrio de la Ermita de San Miguel en Gormaz (Soria).
asentar población en esta zona fronteriza
y levanta estos edificios religiosos”.
Francisco Yusta, tras muchas horas de
estudio y observación advierte de cómo
“desde fuera parece una iglesia muy pequeña, porque se trata de una ermita rural
de una sola nave con ábside de cabecera
rectangular, propia del románico rural más
antiguo de la zona, pero, en cuanto entras
al interior, compruebas como el espacio se
multiplica por diez”. Hay una respuesta, “la
iglesia se asienta dentro de la ladera y se
utiliza la misma roca como suelo”.
Futuro
Curiosamente, Carlos de la Casa, que
ocupaba la Dirección General de Patri-
monio de la Junta cuando en 1996 se
realizó este descubrimiento, ha sido el
encargado de dar a conocer, ahora como
de delegado territorial de la Administración regional en Soria, que las obras van a
buen ritmo y concluirán a finales de este
año. Posteriormente, se procederá a un
proceso de musealización para que este
tesoro del románico más primitivo pueda
ser contemplado por el público.
Será el momento en el que el amplio
equipo de arqueólogos, historiadores,
arquitectos y restauradores se una para
celebrar un trabajo modélico. Quizá, como
aquel primitivo grupo de artesanos trashumantes, tras dar vida a San Miguel de
Gormaz, vuelvan a encontrarse en otro
proyecto.
Q Entrada a la Ermita de San Miguel en
Gormaz (Soria).
215
[Texto: M.G.P. Fotografías: Rubén Cacho]
Miguel Delibes de Castro:
La Tierra está herida, pero se puede curar. Lo que
pasa es que tenemos que decidirnos ya a hacer algo
216
Es naturalista y se encarga desde
hace tiempo de cuidar que el lince ibérico no desaparezca de los
bosques de la Península. Sus conocimientos del medio ambiente
le han llevado a una parcela en la
que su padre es uno de los más
reconocidos, la literatura. Junto a
él, Miguel Delibes de Castro, ha
escrito ‘La tierra herida’, un libro
en el que padre e hijo conversan
sobre muchos de los temas que
despertaban el interés del creador
de ‘El camino’. Entre los dos, uno
de una forma más optimista y otro
con más suspicacias, intentan que
“se racionalice el medio ambiente”
y que los ciudadanos se conciencien de la importancia de vivir respetando lo que nos rodea.
Q El naturalista Miguel Delibes de Castro presentó en
Valladolid su último libro, ‘La Tierra herida’.
Q “Conservar una Tierra humana”, un reto y una obsesión para Delibes de Castro.
Acaba de publicar junto a su padre ‘La
tierra herida’ ¿Es un libro a favor de la
Tierra o en contra de las barbaridades
que ha hecho el ser humano con ella?
Las dos cosas son un poco la misma porque si se hace a favor del medio ambiente
es criticando las agresiones que ha sufrido. Intenta ser un libro que no se pone
del todo de ninguno de los lados. En algún
momento yo le comento a mi padre que
no vamos a acabar con la Tierra, porque
él decía que la vamos a matar. Yo le digo
que no, que siempre quedarán bacterias.
En este punto, él, muy enfadado, me contesta: ¡Menudo consuelo!, porque él quiere que en la tierra pueda vivir gente y pueda poner nombre a todas esas cosas. Lo
que intentamos es conservar una Tierra
humana. En ese sentido, el libro pretende
ser una llamada de atención y una advertencia sobre el hecho de que la Tierra
está herida, pero se puede curar. Lo que
pasa es que tenemos que decidirnos ya a
hacer algo.
Entonces, ¿la cura es posible?
Claro. Los científicos dicen que no se
puede predecir qué va a pasar porque
dependerá del comportamiento de los
humanos. Somos nosotros los que vamos a escribir esa página de la historia
y depende de nosotros lo que vaya a salir.
Conocemos el diagnóstico, pero lo malo
es que las recetas son costosas y no sabemos cuál es la mejor, todavía tenemos
que saber más. Sabemos que la Tierra,
como máquina viva, está sobrecargada,
trabaja más de lo que puede y está dando
de sí más de lo que pueden sus capaci-
dades; le exigimos mucho. Requerimos
tantos recursos que cambiamos el mundo y consumimos más de lo que la Tierra
puede producir. Estamos comiéndonos el
capital en vez de vivir de los intereses. Ese
es un diagnóstico medible y relativamente
sencillo.
¿Por dónde puede comenzar a cambiar
esa situación?
Esto es más complicado porque hay que
cambiar actitudes a escala mundial. Hemos de cambiar cada uno de nosotros,
pero también de forma global. De esto
también discutimos en el libro. Mi padre
dice que la mayor responsabilidad es de
los políticos, que son los que tienen que
guiarnos y tienen el interés, y yo le hago
ver que los políticos no tienen mucho interés si no perciben que la sociedad lo
217
Aunque pregonemos
otras cosas, queremos ir
en coche a trabajar, salir
el fin de semana, tener
la casa caliente cuando
hace frío y fresca
cuando hace calor,
descuidamos el uso del
agua y nos cuesta
separar la basura (...)
(...)
tiene; y es ahí cuando llegamos a la conclusión de que es un círculo vicioso de
difícil arreglo. Ahora, la mayoría, aunque
pregonemos otras cosas, queremos ir en
coche a trabajar, salir el fin de semana,
tener la casa caliente cuando hace frío y
fresca cuando hace calor, descuidamos el
uso del agua y nos cuesta separar la basura. La mayoría tenemos más un discurso ambiental que una actitud ambiental.
Y en esa solución pasa también por el
propio respeto al ser humano... ¿La ‘conservación’ del hombre debe ser una prioridad, por ejemplo, en el Tercer Mundo?
Inevitablemente. Hay una deuda de unos
pocos con gran parte de la Humanidad.
Los que más pagan el cambio climático
son los países más pobres del Hemisferio
Sur que no han contribuido a provocarlo.
El cambio climático se produce desde la
revolución industrial por los coches, las
fábricas y las calefacciones, pero cuando
sube el mar o los tifones son más gran-
Q Miguel Delibes de Castro y su padre ponen sobre el
papel el debate social sobre la influencia de la acción
del hombre en el medio ambiente.
218
des, a los que mata es a asiáticos y a los
que viven en islas del Pacífico. Ellos se quejan y proponen denuncias poco eficaces
diciendo que están pagando consecuencias de actos de otros. La solidaridad en
ese aspecto es imprescindible.
El libro se plantea como un diálogo relajado, ¿es una crítica a una conversación
que no existe en la sociedad ni entre los
que pueden solucionar este problema?
Por los menos mi padre, que le ha dado
más vueltas, tenía la idea de que no sólo
era crítico con los políticos sino con los
científicos, porque nos acusa de que
sabemos muchas cosas que debía saber la gente y no se dicen. Él afirmaba
que ni los políticos ni los científicos nos
lo tomamos muy en serio, porque si no
lo estaríamos diciendo todo el día y, de
algún modo, mi padre me convenció de
que eso debía ser así.
¿En qué ha conseguido convencer a su
padre y qué se ha resistido a aceptar?
Creo que he conseguido hacerle ver que
hay mucha gente en el mundo trabajando sobre estos problemas. Tenía la sensación de que la Tierra como planeta se
hundía y nadie se lo tomaba muy en serio.
Cuando empezamos a hablar le expliqué
que hay gente trabajando en esto, en el
problema del ozono que parece bien encauzado y está mejorando la situación
hasta el punto de que se espera que en
50 años no exista el agujero y se ha dado
cuenta de que no hay tanto desinterés
como parecía. En ese sentido, le parece
que es difícil arreglarlo pero que se está
intentando. No sé si le he convencido, porque dice: Ojalá tengáis razón en que se va
a arreglar, pero yo no creo que sea así.
¿Y la pregunta más difícil de contestar?
Las reflexiones más morales. A mí me
puede resultar difícil responder si es
verdad que ha habido muchos cánceres
de piel por el agujero de ozono porque a lo mejor no lo sé
en ese momento, aunque lo
puedo buscar y puedo contestar. En cambio, cuando me
hacía preguntas del tipo de
“si los científicos lo saben y la
sociedad lo oye; por qué no se
hace nada para cambiar la situación”. Ahí entra la manera
de ser y las peculiaridades del
ser humano de que tenemos
que ver al lobo de verdad para
cambiar.
Pero más allá de los políticos
y los científicos, ¿es verdad
que la sociedad, al margen
del discurso ecológico, vive
apática ante estos problemas? ¿La cura debe empezar
Q Delibes de Castro reconoce una mayor concienciación medioamen el individuo?
biental de la sociedad, pero de una forma irracional.
En el ámbito personal e individual es muy difícil. No creo
que se pueda pedir a nadie que se vuellas luces innecesarias, poner menos aire
va anacoreta, que no consuma o que
acondicionado o menos calefacción. En
no monte en coche, pero sí podemos
resumen, pequeños cambios que son neconsumir el menor número de recursos
cesarios pero no suficientes porque hay
posible y hacer el mayor reciclaje posible
que pedir otros más profundos.
para llevar una vida más ecológica. Los
Se cumple ahora el 25 aniversario de la
españoles somos los europeos que más
muerte de Félix Rodríguez de la Fuente.
utilizamos el coche para recorrer distan¿En qué medida influyó su trabajo en
cias de pocos kilómetros, pues eso sí que
una toma de conciencia de la sociedad
es una cuestión de cada uno y de acoshacia la naturaleza?
tumbrarse a madrugar un poco más e ir
La gente parece bastante sensible aunandando o en bicicleta. Hay que cambiar
que no ha incorporado racionalidad y anála sociedad y empezar por el barrio, la ciulisis y eso es lo que me gustaría que este
dad y la provincia hasta llegar al mundo.
libro ayudara a hacer. Si decimos que
Hay que forzar a nuestros gobernantes,
queremos salvar a los osos de Palencia
pero para eso tenemos que esforzarnos
pero queremos autovías, trenes de alta
primero nosotros porque los políticos no
velocidad e ir todos a esquiar, entonces
se creerán que somos ecológicos si pedecimos que queremos cosas contradicdimos más autovías y más carreteras.
torias. Es poco razonable defender las
Podemos hacer muchas cosas como condos cosas porque no va a poder ser.
sumir poco, ahorrar agua dulce, apagar
219
[Texto: Paco Alcántara. Fotografías: Eduardo Margareto]
Una vida junto al oso
Pendientes de
este animal invisible,
la Patrulla del Oso
considera que en la
Montaña Palentina
existe una buena
cohabitación entre
la población y los
ejemplares de oso
pardo que la recorren
cuando hace calor (...)
(...)
Toño Gopegui acaba de avistar un oso.
Tenso, con los prismáticos pegados a los
ojos, distingue a unos 300 metros un
ejemplar joven. Un momento de felicidad
plena, de emoción contenida, casi orgásmica. Tal que una aparición sobrenatural.
Alerta a sus compañeros: “Allí está, en la
valleja, junto a los castros... ahora sube
por la campera... va andando por el lomano”. Apenas 30 segundos de contacto
visual y de regodeo cercano a lo místico.
Los otros miembros de la Patrulla del
Oso, César Rueda y José Ángel Ibáñez,
también han podido disfrutar de la escena y sonríen satisfechos. Hoy compensó
el madrugón. Vigilaban desde las seis de
la mañana en una collada de la Montaña
Palentina esperando el encuentro.
Este flash centrará la conversación de
toda la jornada, porque ver a alguno de
los cerca de 30 ejemplares de oso pardo
que campean por este amplio territorio
es un lujo al alcance de unos pocos privilegiados. “Nuestra misión consiste en
tenerlos controlados, saber por dónde se
mueven, informar a la población y protegerlos. Nunca nos acercamos porque te
puedes llevar un buen susto”.
César asiente las palabras de José Ángel y cuenta con voz queda uno de esos
escasos contactos que él mismo prota-
Q Begoña, especialista en el estudio de estos animales, sonríe ante la imagen inmóvil de un oso.
Q José, miembro de la patrulla que controla
los ejemplares de oso pardo, otea el horizonte
buscando algún ejemplar.
220
221
Cuando se observa
a una madre con los
oseznos uno se siente
tremendamente
contento, al
comprobar que
la especie continua (...)
(...)
Q Las garras de estos plantígrados pueden apreciarse en la corteza de los árboles de la zona.
gonizó. “Me salió una cría al camino y se
espantó al verme. La madre que estaba
más arriba bajó a defenderlo. Nos miramos a la cara unos segundos. Impresionante”, y, ahora sí eleva el tono al pronunciar la última palabra: “Entonces, cargó
sobre mí y salí corriendo. El miedo me
invadió cuando me paré para comprobar
si la osa me seguía. Me encontraba solo
en un hayedo”.
Estos sinsabores se compensan con el
privilegio de sentirse los guardianes del
emblema de este espacio natural, una población de oso pardo cantábrico que con
mucho esfuerzo sale adelante, “porque
hay muy pocas hembras, en torno a seis
222
o siete. Este año, una de ellas ha parido
dos escañetos”. José Ángel, el más veterano de los tres, deja clara su satisfacción: “Cuando se observa a una madre
con los oseznos uno se siente tremendamente contento, al comprobar que la
especie continúa”.
Guillermo Palomero, presidente de la
Fundación Oso Pardo, asegura que aún
se emociona incluso cuando distingue
una huella. “Me gusta encontrar indicios, interpretarlos, saber que hay osos
en la zona”. La conversación tiene lugar
en la Casa del Oso, en Verdeña, en plena
Castillería. Visitamos un recoleto museo
donde se recrea la vida de este animal.
Es la última actividad de esta entidad
que, desde principio de los noventa, ejecuta el programa de protección de las
dos zonas oseras que se localizan en la
cordillera Cantábrica: la oriental, que se
extiende por territorios de Palencia, León
y Cantabria; y la occidental, más numerosa, con unos 100 ejemplares, en torno a
Somiedo, en Asturias, y Laciana, en León.
“Nuestro gran reto es unir las dos poblaciones. Les separa apenas una franja
de 50 kilómetros. No es imposible que
entren en contacto. Pero esa tierra de
nadie en León acumula hoy muchas actividades humanas, se trataría de reducir
los efectos barrera reforestando y pastando para propiciar que estos animales
circulen sin obstáculos”.
Eremitas del
monte
Mamífero solitario, huraño y poco sociable, este plantígrado deambula por grandes extensiones en busca de comida, principalmente arándanos, hormigas, hierba
y carroña. “Son muy esquivos y, gracias a
su desarrollado olfato, notan la presencia
a distancia”, agrega el naturalista orgulloso de que la Montaña palentina sea hoy
224
Q Paulino, habitante de Polentinos (Palencia), es uno de los pocos privilegiados que han contemplado de
cerca a una osa con sus dos crías.
Q La calma envuelve los amaneceres en la Montaña
Palentina.
día ejemplo de una apacible cohabitación
entre el hombre y el oso.
Desde hace años, los mayores problemas se limitan a los encontronazos con
algún vecino que se adentra en el monte
con el consiguiente susto, y los destrozos
que causan en las colmenas. Ante el primer hecho no hay solución posible, aunque los casos se reducen a dos ataques
a personas en los últimos 20 años; para
compensar el segundo, la Administración
paga religiosamente estos daños, eso sí,
con bastante retraso, y cede a los afectados un pastor eléctrico para proteger los
colmenares y evitar nuevas incursiones.
“La mayoría de los vecinos llevan bien su
presencia, siempre han vivido aquí”, re-
privilegiados y evocan milimétricamente
la secuencia aunque hayan pasado años.
El confidente es Paulino Rueda, anda por
los 69 años y reside en la localidad palentina de Polentinos. “Bajaba por un lomano
espeso, con mucho brezo. Uno de los perros que me acompañaban ladró. Entonces oteé en el hayedo a dos cachorros
jugando, estaban a unos 60 metros, pero
apenas si me pude fijar porque la madre
corría ya hacia mí. Me quedé quieto por
instinto. Berreó varias veces y se frenó
a dos metros”. Permanece con la mirada fija evocando el escenario, mientras
relata el acontecimiento. “Nos miramos
a los ojos y entendí cómo ella me estaba
incitando a que me marchara. Había inva-
quienes se han
topado alguna vez con
un oso se sienten unos
privilegiados y evocan
milimétricamente
la secuencia (...)
(...)
macha José Ángel, para quien “la mala
fama persigue al lobo”.
A pesar del susto, quienes se han topado alguna vez con un oso se sienten unos
dido su territorio, entonces se dio media
vuelta y desapareció en el brezal”.
Palomero explica este comportamiento
“Es un mamífero huidizo, no es territorial,
pero las hembras son muy celosas e intentan proteger a sus crías intimidando
a quien se acerca. Eso sí, antes de una
embestida avisan con una actitud agresiva mediante cargas disuasorias”.
Últimas muertes
Para la historia negra quedan las últimas muertes en batidas de oso, 28 ejemplares cazados en la Cordillera Cantábrica entre 1957 y 1965, con un broche
trágico tras el asesinato de ‘El Rubio’ en
226
una cacería ilegal de corzos en Palencia,
a finales de los 80.
Mariano Sordo presenció la muerte a
tiros de uno de estos ejemplares. Tiene
88 años y la mente ágil. “Ocurrió tras la
guerra, íbamos de caza a por la garduña,
que entonces se pagaba muy bien, a unas
400 pesetas cada piel. Según apareció la
osa mi compañero la disparó y cayó dando tumbos hasta el río, Iba con dos crías.
A los oseznos los volvimos a ver otro día
y habían sido recogidos por otros adultos”. Eran otros tiempos, llenaron la piel
del animal asesinado con paja y la bajaron
hasta Cervera sobre un carro donde inmortalizaron su “hazaña” en una foto.
Hoy el oso tiene futuro si mantiene una
equilibrada cohabitación con los intereses
humanos que ocupan su mismo territorio.
Guillermo Palomero no se cansa de repetir la misma cantinela: “No valoramos las
especies que habitan en nuestro entorno.
Es mucho más barato mantenerlas que
intentar restituirlas cuando ya ha desaparecido. Esto último es enormemente caro
y de resultados inciertos”.
Frente al lince ibérico, el visón europeo o
el urogallo, el oso es una especie con porvenir. Y ellos ajenos a esta buena noticia.
Q Con ayuda de los prismáticos, los integrantes de
la Patrulla Oso Pardo repasan cada rincón de la
Montaña Palentina a la búsqueda de alguno de los
escurridizos plantígrados.
Q Mariano es uno de los cazadores que abatió un
oso en los años cuarenta, en la imagen muestra la
fotografía del grupo de cxazadores con el oso abatido.
227
[Texto: Eva Vicente Sutil. Fotografías: David Arranz]
El Bosque,
un paraíso terrenal en tierras de Béjar
Flora y fauna autóctona, juegos de agua y
33 hectáreas de paz reinan en El Bosque
de Béjar, en Salamanca, el único jardín romántico de España reconocido como Bien
de Interés Cultural (BIC), con categoría
de jardín histórico artístico desde el año
1946.
El paraje que abriga al Bosque de Béjar
hace de la finca un emplazamiento único,
especialmente atractivo por su variedad
de colores en otoño, en el que se dan cita
multitud de especies animales y vegetales, algunas de ellas autóctonas, como
una salamandra que únicamente puede
encontrarse en esta zona.
Concebido como villa de recreo renacentista a mediados del siglo XVI, todo apunta
a que su futuro pasa por seguir sirviendo
de lugar de ocio y relax, bien como parador nacional o como posada real, pero
siempre sin perder el encanto de la villa.
Entre tanto, la Junta y el Ayuntamiento de
Béjar, copropietarios de la finca, colaboran en su mantenimiento y conservación.
Primero fue con la recuperación, durante
el año 2004, del estanque y el templete
neomorisco que lo decora, mientras que
en los próximos meses los esfuerzos de
ambas administraciones se centrarán en
la rehabilitación de las seis fuentes que
embellecen la finca y de las trampas de
agua que servían de divertimento a los
señores en los orígenes de la villa.
Desde la Edad Media la finca de El Bosque
fue el coto de caza de los Duques de Béjar, explicó la técnico de Turismo del Ayuntamiento de la ciudad textil, Ana Vicente.
Las primeras construcciones tal y como
hoy se conservan se atribuyen al IV duque,
Francisco de Zúñiga y Sotomayor, quién
quiso crear una villa de recreo para su
mujer, Guiomar de Mendoza, al gusto de
las fincas que a mediados del siglo XVI se
construían en Italia. Su autoría consta en
las ventanas del palacete en cuya decoración figura constantemente la heráldica
de la familia.
(...) El
único jardín
romántico de España
reconocido como
Bien de Interés
Cultural (BIC) con
categoría de jardín
histórico artístico
desde el año 1946 (...)
Además del palacete y un estanque de
4.500 metros, la finca se completó con
una capilla, caballerizas, un invernadero
donde se desarrollaban estudios para
229
hecho, la zona más fresca de la finca, la
utilizada por los duques para sus fiestas
y reuniones en verano con el nombre de
‘plaza alta’, es una construcción circular
protegida por los árboles más frondosos y
adornada con un banco de piedra, también
circular, por cuyo respaldo, de forma oculta, se talló un canal por el que circulaba el
agua que bajaba de la sierra.
Q Un palacete y un estanque de 4.500 metros, el corazón del Bosque.
mejorar las especies que allí se cultivaban, así como con un edificio aledaño denominado ‘casa del bosquero’.
La construcción de la finca no estuvo
exenta de polémica, ya que los duques
optaron por desviar el curso natural del
arroyo de Navalengua, que traía agua de
la sierra, hacia la finca para poder regar
las huertas, llenar el estanque cómodamente y trabajar en el conocido como
‘tinte del duque’. Esta decisión llevó a
Francisco de Zúñiga a un enfrentamiento
con los vecinos de la ciudad textil.
En 1869 la finca pasó a manos privadas
tras ser comprada por un empresario
de la localidad y así ha permaneció hasta 1996, año en que fue adquirida por el
Ayuntamiento bejarano. Desde entonces,
en copropiedad con la Junta, trabajan
por mejorar su conservación para darle un uso futuro quizá en el sector de la
hostelería con la recuperación de su palacete, un inmueble cuyo interior no pue-
230
de visitarse y donde se dice que durmió
Alfonso XIII.
Sofisticada
canalización
Con el paso de los años, el jardín ha sido
uno de los elementos de la finca que mayores transformaciones sufrió. Se estructura en ‘terrazas’ a diferentes alturas marcadas por los distintos usos que
los propietarios les daban y, además de
por su variedad en especies, es característico por las trampas de agua ocultas
tras las fuentes, bancos y setos conseguidas gracias a un sofisticado sistema
de canalización.
Este sistema, además de emitir chorros
de agua desde lugares escondidos para
divertir a las visitas, fue utilizado como
innovador método de refrigeración. De
El jardín cuenta además con un elemento
protagonista, un gran estanque recién
restaurado en cuyo centro existe un templete neomorisco desde el que se han interpretado numerosos conciertos y que
volverá a ser utilizado para actividades
culturales este verano.
Q Primavera en El Bosque: una explosión de
sensaciones.
Secuoya
milenaria
El paraje que abriga al Bosque de Béjar
hace de la finca un emplazamiento único,
especialmente atractivo por su variedad
de colores en otoño, en el que se dan cita
multitud de especies animales y vegeta-
les, algunas de ellas autóctonas, como
una salamandra que únicamente puede
encontrarse en esta zona.
En la parte más alejada del palacete dominan los árboles de madera noble, como
castaños, robles y nogales, especies que
se completan con álamos y los sauces.
Sin embargo, la protagonista del jardín es
una secuoya milenaria traída de América
cuyo tronco, de tacto similar al corcho,
alcanza un diámetro superior al círculo
que sería capaz de realizar siete personas unidas por las manos con los brazos
abiertos.
Originariamente existía una pareja de
secuoyas, sin embargo, una se perdió
después de que su tronco fuese partido
por un rayo. Otra de las piezas más características es el gran tejo medieval que
crece junto a ‘La Fuente de la Sábana’
Animales en
libertad
Salvo los zorros salvajes y los jabalís característicos de la zona, los animales de
la villa se mantienen en semilibertad. Además de una pareja de ánades reales, dos
emus –similar al avestruz–, cervatillos,
pavos reales, una llama, burros enanos,
cabras, ovejas, cisnes y patos, El Bosque
contaba hasta el pasado invierno con pavos reales albinos, una especie donada
junto a otras aves por el Ayuntamiento de
Plasencia (Cáceres) que cayó en las garras de los zorros el pasado invierno.
Página siguiente
Q Maderas nobles, castaños, robles, nogales..., un
rico patrimonio cultural al alcance de todos.
Q Un recinto de libertad para los sentidos y para las
decenas de especies que han aprendido a vivir en el
Paraiso.
231
Fuentes
Junto al patrimonio natural, la decoración
de El Bosque se completa con seis fuentes
que a partir del próximo verano serán sometidas a restauración. La más popular
de todas es la conocida como fuente de
“La Sábana”, una construcción de grandes dimensiones sustentada por un arco
de medio punto de donde salía una cortina de agua en forma de sábana, de ahí su
nombre. Además de por una heráldica, el
arco está decorado por tres mascarones
de dónde también salía agua, que a su vez
caía en dos tazas con varios caños y que,
depositaban el agua en una estructura
sobre el suelo en forma de estrella.
(...) El
Bosque de Béjar
se ha convertido en
todo un paraíso
de sentidos y vida
en plena sierra
salmantina (...)
Otra de las fuentes más conocidas es la
de ‘Los ocho caños’, una estructura de
forma circular decorada con ocho máscaras manieristas que actúan como surtidores de los que cae el agua hasta un aljibe octogonal. Otras dos fuentes, la de ‘El
Escudo’ y ‘Las Copas’ datan del siglo XVI,
mientras que el resto, la de ‘El paraguas’
y ‘El Cisne’, son las más actuales.
Naturaleza, agua.... pero también sentimientos, recuerdos melancolía. El Bosque de Béjar, un coto particular de recreo
que, con la solera de los años, se ha convertido en todo un paraíso de sentidos y
vida en plena sierra salmantina.
Q Una sinfonía de agua. Media docena de fuentes, como la de El Cisne, empapan de sonoridad el recinto.
234
235
[Texto: César Combarros. Fotografías: Eduardo Margareto y Daniel Mordzinski]
José Jiménez Lozano:
Ahora se confunde literatura con
entretenimiento y best-seller
A sus 75 años, José Jiménez Lozano
(Langa, Ávila, 1930) cuenta con una
extensa producción literaria y periodística que le ha convertido en uno de
los más prestigiosos pensadores españoles. Desde su refugio de Alcazarén (Valladolid), el Premio Cervantes
2002 analiza con precisión la realidad
cambiante que le rodea. Recientemente, Seix-Barral ha publicado su última
novela, ‘Las gallinas del licenciado’,
donde el escritor rinde homenaje al
autor de ‘El Quijote’, a quien convierte
en personaje para la ocasión y, en la
actualidad, aguarda el momento oportuno para dar el último repaso a ‘Agua
de noria’, una novela en la que comenzó a trabajar hace cuatro años.
Q Periodista, ensayista, novelista, poeta... José Jiménez Lozano atesora medio centenar de títulos.
Q Jiménez Lozano, con los Reyes, tras la ceremonia de entrega del Premio Cervantes 2002 en Alcalá de Henares.
¿Siempre tuvo claro que quería ser escritor?
De mi generación, probablemente no lo
pensáramos ninguno. Como mucho teníamos en mente escribir algún artículo en
un periódico. Éramos un grupo de compañeros universitarios apasionados por la
lectura y, de vez en cuando, intercambiábamos nuestros escritos sin mayor afán.
Eran sobre todo cuentos e imitaciones de
Azorín y de la literatura que leíamos.
Como lectores, ¿les interesaban más
los autores clásicos o los contemporáneos?
A los clásicos nos llevó Azorín. Él los convirtió en algo sugestivo. Los entendió tan
bien que nos lo hizo muy fácil. Además,
nuestra vida real se diferenciaba muy
poco de la del siglo XVII. Conocíamos los
236
carros, las mulas, los mesones, la vida
rural, las mozas del servicio, los hidalgos
(que se llamaban de otra forma pero eran
lo mismo)... Para nosotros, era mucho
más fácil meternos en aquella situación
que lo que les puede resultar hoy a los
chicos jóvenes.
¿Es ahora más difícil encontrar un buen
libro?
No lo creo, y no se puede pretender que a
todo el mundo le interese todo. Chateaubriand contaba que su madre leyó cuatro
libros y que le bastaron para su educación intelectual y espiritual, porque eran
muy buenos. Ahora dicen que el caso es
que los chicos lean, que lean lo que sea;
pero no es así, porque si uno lee bobadas
puede terminar tonto. Lo que sí existía
antes era una cultura oral de la gente de
a pie, que tenía una tradición de siglos y
se ha perdido. Ahora el que habla ya no
sabe nada.
¿Ha cambiado con los años la valoración
de los escritores?
La mayoría de los que escriben hoy se encuentran muy pronto como si fueran una
realidad consagrada. A nosotros siempre nos parecía que era imposible; sigo
creyendo que un pintor o un escritor se
muere sin saber lo que ha hecho. Dante
tuvo que esperar casi 700 años para que
se le tuviera en consideración literaria. El
autor actual está un poco mal acostumbrado; si un editor le dice a un chico que
se han vendido 400 libros suyos de poesía le dará un disgusto. ¡Si se lo hubieran
dicho a Machado, que vendió 40! Ahora
se confunde literatura con entretenimien-
237
(...) Cuando
la
narración fluye te
sientes muy cómodo,
pero hay ocasiones
en que la historia no
sale y hay que dejarla.
A pesar de que uno
lo pase mal, escribe;
quizá por su pasión
por la literatura (...)
to y best-seller. El lector ya no escoge los
libros, sino que se los dan escogidos. Si
una editorial se empeña en vender un libro acabará haciéndolo; la prueba es que
se vendió ‘El péndulo de Foucault’, que
estaba muy bien pero era muy pesado.
Un best-seller puede estar bien, pero hay
que esperar para saberlo. Los libros tienen siglos por delante para ser buenos o
malos.
¿Existen influencias conscientes en su
obra?
Yo los suelo llamar los ‘cómplices’. Hay
muchos, porque somos hijos del pasado
y la labor de un escritor es tomar lo que
ha recibido y entregarlo, a ser posible,
con algo de la propia cosecha. Nuestra
generación, a la vez que leía un escrito
sobre Cristo, leía a Voltaire; no veíamos
ninguna contradicción ideológica en ello.
Pese a todas las circunstancias externas,
creo que crecimos con bastante libertad.
Éramos conscientes de que la política no
era verdad. Quizá hoy la gente cree en la
política, nosotros no. De pequeños habíamos conocido a gente que estuvo en uno
y otro lado, y ambos lo lamentaban. Eso
nos facilitó una perspectiva muy sana.
238
¿Qué le hace escribir?
Pues ya no lo sé. Al principio, y creo que
ahora también, que me gusta; aunque
cuando uno empieza a escribir se da
cuenta de que se pone todos los pretextos posibles para no hacerlo. Cuando la
narración fluye te sientes muy cómodo,
pero hay ocasiones en que la historia no
sale y hay que dejarla. A pesar de que uno
lo pase mal, escribe; quizá por su pasión
por la literatura. De todos modos lo que
más me gusta es escuchar historias, leer
y la pintura. También me gusta contarlas,
pero después de esas otras cosas.
¿Y el cine?
La verdad es que me gusta tanto o más
que la pintura. Hay una investigadora rusa
que lo adivinó. Me decía que mi literatura
era pictórica, pero más cinematográfica
porque tiende al movimiento, y es cierto.
Hay muchas películas que me han marcado, como ‘Mouchette’ (Robert Bresson, 1967) o, más recientemente, ‘Todas
las mañanas del mundo’ (Alain Corneau,
1991) o ‘El festín de Babette’ (Gabriel
Axel, 1987).
¿Cómo nacen sus libros?
Todas mis novelas surgen de mi larga
convivencia en la época en que discurren.
Nunca me he planteado escribir sobre un
tema concreto y comenzar a documentarme. Me parece una decisión un poco
filistea. Se puede inventar todo, pero al
final se notará el artificio. Es necesario tener tiempo para encontrarse. Hay mucha
verdad en lo que decía Faulkner de que
el escritor no necesita ninguna clase de
libertad, ni política, ni económica... Para
escribir necesita una cuartilla, un lapicero y nada más.
En ‘Las gallinas del licenciado’ cuenta
la historia de don Juan de Palacios, su
protegida, doña Catalina, y el prometido
de ésta, un soldado con aspiraciones de
escritor llamado Miguel de Cervantes,
¿cómo surgió?
Te involucras en una mezcla de viaje y juego y comienzas a pensar en esa época:
cómo vivirían, cómo serían las chicas...
Vas a un museo, ves un jarro, y comienzas
a recrear ciertas cosas. Son ideas que se
piensan durante años y luego, un día, afloran. Esta novela nació de un papelillo que
se conserva de la mano de Santa Teresa
de Jesús, donde se dice que recibe 12
gallinas de la duquesa de Alba. Ahí surgió
un derroche de fantasía y se puso de por
medio el señor Cervantes.
¿Cuándo apareció él en el relato?
Me dejé conducir por lo que veía. Luego
me enteré de que Ramón J. Sénder había
escrito un cuento llamado ‘Las gallinas de
Cervantes’ (incluido en el libro ‘Novelas
del otro jueves’, 1967), aunque la historia
de ambos no tiene nada que ver. Es curioso pero en España no se dio a Cervantes
la importancia que realmente tuvo. Como
le sucedió a Bach en Alemania, no era un
hombre de su tiempo.
En 2002 recibió el Premio Cervantes,
¿dentro de su laureada trayectoria es
el galardón que más aprecia?
A mí el Premio Cervantes me sonaba
muy bien por don Miguel. Está claro que
es muy importante, pero yo recuerdo los
premios que recibía de joven y me gustaban más. Era como si me pusieran un
suelo o una tierra apisonada para seguir
caminando.
El Instituto Cervantes ha puesto su nombre a una de sus bibliotecas.
Sí, me dejaron elegir y me decanté por la
de Utrecht (Holanda). Parece que la presentación será en primavera. A lo largo
de mi obra esas tierras están presentes:
la pintura que más me gusta es la holandesa, está Erasmo, está Espinoza, está el
Papa Adriano... Hay muchas referencias.
Q © Daniel Mordzinski
(...) La
gente dice que
se han perdido los
valores, pero los
valores no pueden
perderse como
un llavero. Si son
valores lo eran antes
y lo serán ahora, y
cada uno podrá tener
sus convicciones (...)
Decía que su ambición temprana era
como mucho escribir algún artículo en
el periódico, pero la realidad es que,
después, ha dejado su impronta en este
mundo ¿Qué opinión le merece el periodismo actual?
El periodismo ha acabado en todas partes. Desde el final de los años 70 se ha
convertido en medios de comunicación,
que es algo muy distinto. Los medios de
comunicación comunican, no informan,
que es lo que trataba de hacer el periodista, incluso cuando mentía. Cuando mentía
lo hacía él. Ahora hay un distanciamiento,
y lo único que hace es trasladar lo que ha
oído o lo que le han dicho. El periódico tenía además una función humana extraordinaria. La noticia no tenía por qué ser
folclórica, ni apasionada. Podía ser sobre
algo que les había sucedido a unos hombres en un pueblo.
¿Por qué cree que se ha producido esa
transformación?
El periódico ha perdido una clientela de
prensa para ganar otra política, que lo
que quiere es alimento. Eso ha trastocado todos sus presupuestos y se ha convertido en un panfleto. El consumidor del
240
Q José Jiménez Lozano, un profundo conocedor del alma de Castilla y León.
antiguo periódico quería cuatro noticias
políticas, las menos posibles. Para él era
más importante la literatura, cosas más
humanas, o que le contaran alguna cosa
extraña de un señor que había ido a Japón, cómo era la vida fuera...
¿La religión y el humanismo están un
poco al margen de lo que vende?
Sí, por supuesto. Se ha decidido así tantas
veces... Los dos grandes totalitarismos
son dos ejemplos de educación laicista.
El problema religioso no tiene nada que
ver con la separación Iglesia-Estado, está
relacionado con las raíces del hombre, de
dónde viene, a dónde va. Para plantearse
eso no hace falta ser eclesiástico ni cristiano. Ahora se supone que lo que vende
es lo moderno, pero ¿qué es eso? No creo
que los hombres de hoy hayan mejorado
nada; al contrario. No parece que estén
dispuestos a dudar, sino que quieren las
cosas claras. La gente dice que se han
perdido los valores, pero los valores no
pueden perderse como un llavero. Si son
valores lo eran antes y lo serán ahora, y
cada uno podrá tener sus convicciones y
que el resto haga lo que quiera. Eso es la
libertad.
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