MÁS EJERCICIOS DE PUNTUACIÓN. SOLUCIONES 1.

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MÁS EJERCICIOS DE PUNTUACIÓN. SOLUCIONES
1.
Se han respetado los signos de puntuación del original, en su mayoría, correctos. No obstante,
aparecen algunos casos marcados con color azul que se comentan en las páginas siguientes
(bien por la existencia de un error, bien por la existencia de otra posibilidad también
correcta). A pesar de esas anotaciones comentadas, existen, en muchos otros casos, más
opciones que las del texto original que no han sido señaladas (usos de punto y coma en lugar
de coma, o de punto en lugar de punto y coma, por ejemplo).
Si no fuera porque en nuestro mundo sin escapatoria todo trae consecuencias; si no fuera porque muchas de las
sandeces se toman en serio y se traducen en prohibiciones y en pérdida de libertades; si no fuera porque cada vez
están peor vistos la ironía y el sarcasmo, y acabarán perseguidas la broma y la guasa; si no fuera por todo esto,
nuestra época sería de una permanente comicidad irresistible; y, pese a la crisis y la creciente penuria de
demasiadas personas, las amenazas terroristas, los inmigrantes que mueren y todo lo que nos oprime y angustia,
nos bastaría con hojear el periódico o echar un vistazo a las noticias para recuperar el humor y reírnos un minuto a
carcajadas. No descarto ser yo el anómalo, desde luego, pero casi todo lo que sucede me parece ridículo de un
tiempo a esta parte. No me refiero, claro está, a las actuaciones de nuestros políticos, que nada tienen de
graciosas y en su mayoría son injustas y graves para la población, aunque casi siempre vengan acompañadas de
explicaciones en sí mismas hilarantes, por chocarreras, zarrapastrosas, inconsecuentes o directamente imbéciles.
Sino a las reacciones de la sociedad ante los hechos “menores”. En la cara amable del mundo (llamémosla así), casi
todo es solemne y desmedido.
Veamos algunos ejemplos más o menos recientes. El nefasto Presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, que
aún no ha hundido del todo el fútbol pese a llevar muchos años esmerándose en ello, se reúne con estudiantes de
Oxford y, con cara enrojecida y aspecto de estar muy bebido, hace una parodia sin gracia del jugador Cristiano
Ronaldo (ya saben, el famoso humor suizo, que tantas aportaciones ha hecho a la historia de la risa). En vez de
limitarse a contemplar su performance con indiferencia y lástima, el Real Madrid envía un comunicado de
campanuda protesta, y el propio Cristiano se siente agraviado porque Blatter lo haya “militarizado” comparándolo
con un comandante y lo considera un insulto a él, a su club e incluso a su país entero (Portugal, célebre por su
belicosidad y sus ejércitos). Y centenares de miles de internautas y tuiteros se abalanzan a manifestar su
indignación y a exigir la dimisión del aparente beodo (no que no haya otros motivos, de más peso, como llevar un
Mundial a Qatar, sin ir más lejos). Poco después, ese simpático modisto llamado Lagerfeld declara que “Nadie
quiere ver gordas en las pasarelas”, lo cual, aparte de intranscendente, puede ser bastante cierto, o si no los
desfiles estarían llenos de obesas y obesos, ante la demanda de la concurrencia. La frase, sin embargo, le ha valido
ser denunciado ante la justicia francesa por ser “difamatoria y discriminatoria contra la comunidad de mujeres
gordas” (sic); aunque éstas estén repartidas por todo el planeta y no se conozcan entre sí, forman una comunidad,
por lo visto. Lo más sublime es el nombre de la asociación que llevará al modisto ante los tribunales, a poco que un
juez tieso y severo admita a trámite la denuncia: Guapa, Gorda, Sexy y Lo Acepto. En realidad, sólo por lo logrado
del nombre (y por sus mayúsculas), merecen esas mujeres que se les haga caso.
Hace un par de años defendí aquí a otro modisto, el pobre Galliano, que fue crucificado y perdió el empleo por
encararse en un café, borracho –es decir, en ocasión privada–, con unos pesados y decirles algo así como que
Hitler había hecho mal su trabajo por no haberlos exterminado. Como solía saber todo el mundo, la gente suelta
barbaridades a menudo cuando está embriagada, y lo normal era no tenérselas demasiado en cuenta. La reacción
universal me pareció tan desproporcionada que desde entonces Galliano se ha convertido en uno de mis idolillos:
un tipo que acostumbra a aparecer festivamente disfrazado de torero, de gaucho, de marinerito o de zíngara no
puede ser, a la fuerza, sino pueril y casi inofensivo. Sigue pidiendo perdón por doquier y haciendo méritos, porque
quienes lo filmaron en su exabrupto le arruinaron la carrera. En otro extremo del globo, el Presidente de
Venezuela, Maduro, asegura con grandilocuencia que la cara de Chávez se ha dibujado en una pared del metro, y
sus feligreses le creen sin esbozar ni una sonrisa; con anterioridad lo había “sentido” convertido en un pajarito
(hasta imitó sus silbidos), lo cual es sin duda un fenómeno: dado el grosor que alcanzó el Comandante, resulta
milagroso que lo encajara todo en un “pajarito chiquitico”. Me habría parecido más verosímil que formara parte de
las Guapa, Gorda, Sexy y Lo Acepto. Francamente.
La Academia de la Publicidad ha obsequiado a la RAE, por su tricentenario, con un anuncio en el que una madre
riñe a un niño en un español desastroso, y luego, tras mirar el Diccionario, le vuelve a echar la regañina con
corrección gramatical y léxica. También han llovido improperios: ¿por qué ha de ser una mujer la que hable mal?
Supongo que tenía que ser una mujer o un varón, una de dos, y que daba lo mismo. Quizá los de la Publicidad
deberían haber elegido a un progenitor hermafrodita, transmitiendo así una imagen muy realista. Claro que
entonces se habrían soliviantado los escasos hermafroditas, con mayor razón, imagino. La verdad, no hay manera
de decir ni hacer nada sin ofender hoy a alguien y ser objeto de denuncia. La vocación inquisitorial es la más
extendida, y el mundo está dominado por la susceptibilidad exacerbada. Si no fuera porque ésta trae
consecuencias –ya lo dije al principio–, aquél sería un lugar bienaventurado, de una comicidad irresistible.
JAVIER MARÍAS
El País Semanal, 17 de noviembre de 2013
http://javiermariasblog.wordpress.com/2013/11/17/la-zona-fantasma-17-de-noviembre-de-2013-unacomicidad-irresistible/
Partes comentadas:
1) Si no fuera porque en nuestro mundo sin escapatoria todo trae consecuencias
Otras opciones correctas:
- Si no fuera porque en nuestro mundo, sin escapatoria, todo trae consecuencias
- Si no fuera porque, en nuestro mundo sin escapatoria, todo trae consecuencias
- Si no fuera porque, en nuestro mundo, sin escapatoria, todo trae consecuencias
2) si no fuera por todo esto, nuestra época sería de una permanente comicidad irresistible; y, pese […], nos
bastaría
En este caso, el autor ha optado por poner una pausa tras irresistible, probablemente con el objeto de indicar
que esa oración presidida por el verbo sería está coordinada con el verbo bastaría que aparece dos líneas
después. Puesto que entre sería y bastaría hay una oración compleja antepuesta (formada, a su vez, por
varios elementos y con profusión en el uso de comas) el autor ha elegido el punto y coma para dejar
constancia del nivel jerárquico u organizativo del conjunto y evitar confusiones. No obstante, al ser una pausa
no obligatoria y dado que las pausas marcadas con coma están en el interior del segundo miembro de la
coordinación y no del primero (lo que facilita la comprensión y evita las confusiones) se considera posible y
recomendable seguir la norma general relativa a elementos coordinados con y y suprimir ese punto y coma.
De esta manera, la opción propuesta es la siguiente:
si no fuera por todo esto, nuestra época sería de una permanente comicidad irresistible y, pese […], nos
bastaría
3) No me refiero, claro está, a las actuaciones de nuestros políticos, que nada tienen de graciosas y en su
mayoría son injustas y graves para la población, aunque casi siempre vengan acompañadas de
explicaciones en sí mismas hilarantes, por chocarreras, zarrapastrosas, inconsecuentes o directamente
imbéciles. Sino a las reacciones de la sociedad
El autor utiliza la coma (y el punto y seguido) para aislar el extenso inciso explicativo que se ha subrayado. Sin
embargo, el uso de punto tras el inciso, es incorrecto: no se trata de dos oraciones independientes, sino que
estamos ante una única oración completa que tiene dos partes: la parte que se niega No me refiero […] y la
parte que se afirma, precedida de la conjunción adversativo sino: sino a las reacciones […] Por este motivo, se
propone la sustitución por un punto y coma:
No me refiero, claro está, a las actuaciones de nuestros políticos, que nada tienen de graciosas y en su
mayoría son injustas y graves para la población, aunque casi siempre vengan acompañadas de
explicaciones en sí mismas hilarantes, por chocarreras, zarrapastrosas, inconsecuentes o directamente
imbéciles; sino a las reacciones de la sociedad
Otra posibilidad sería la separación gráfica del inciso mediante paréntesis, lo que nos permitiría cambiar ese
punto y coma por una coma:
No me refiero, claro está, a las actuaciones de nuestros políticos (que nada tienen de graciosas y en su
mayoría son injustas y graves para la población, aunque casi siempre vengan acompañadas de
explicaciones en sí mismas hilarantes, por chocarreras, zarrapastrosas, inconsecuentes o directamente
imbéciles), sino a las reacciones de la sociedad
4) Se han marcado en color verde, en el texto, aquellos casos en los que se admitiría el uso de punto y aparte en
lugar de punto seguido. Esta posibilidad deriva del hecho de que podemos usar dos puntos en lugar de punto
en el siguiente caso: Veamos algunos ejemplos más o menos recientes. El nefasto
De esta manera, y llevando la frase siguiente a una nueva línea, tendríamos, desde ese punto, un texto
estructurado en cinco párrafos (tantos como ejemplos menciona el autor).
5) performance
Puesto que no es una palabra del español, debería aparecer entre comillas o en cursiva. Lo mismo ocurre con
el término tuiteros
6) el Real Madrid envía un comunicado de campanuda protesta, y el propio Cristiano se siente agraviado
En este caso la coma no tiene justificación. Se trata de dos oraciones coordinadas mediante la
conjunción y, y no existe ninguna posibilidad de confusión o ambigüedad que justifique el uso de
esa coma.
Si elimináramos dicha conjunción, podríamos conservarla. De hecho, esta segunda opción parece la
más acertada si tenemos en cuenta que hay una tercera oración que, en realidad, está coordinada
con estas dos:
. Y centenares de miles de internautas y tuiteros se abalanzan
La estructura, por lo tanto, sería una coordinación de tres oraciones de la forma siguiente: el Real Madrid envía
[…], el propio Cristiano se siente agraviado […] y centenares de miles de internautas y tuiteros se abalanzan […].
Puesto que se coordinan estructuras complejas y se da el uso de comas en el interior de algunas de estas
oraciones coordinadas, parece que lo más adecuado sería, en todo caso, cambiar la coma que separa las dos
primeras oraciones por un punto y coma y, posiblemente, incorporar un segundo punto y coma (o una coma)
antes de la conjunción y que une la segunda y la tercera oración, para clarificar la estructura.
el Real Madrid envía […]; el propio Cristiano se siente agraviado […]; y centenares de miles de
internautas y tuiteros se abalanzan […].
7) a su club e incluso a su país entero
Cabe la posibilidad de considerar “incluso” como un inciso y, de este modo, aislarlo gráficamente con comas,
paréntesis…
8) Lagerfeld declara que “Nadie quiere ver gordas en las pasarelas”, lo cual, aparte de intranscendente,
puede ser bastante cierto, o si no los desfiles estarían llenos de obesas y obesos
Aquí se da un error de puntuación. La propuesta correcta sería:
Lagerfeld declara que “Nadie quiere ver gordas en las pasarelas”, lo cual, aparte de intranscendente,
puede ser bastante cierto o, si no, los desfiles estarían llenos de obesas y obesos
Hay dos oraciones coordinadas con la conjunción disyuntiva o y ningún supuesto que justifique el uso de una
coma antes de dicha conjunción. Por otro lado, en la oración
si no, los desfiles estarían llenos de obesas y obesos
hay una oración subordinada condicional (“si no”) que, además de aparecer antepuesta al verbo principal
(“estarían”) alterando el orden lógico de la oración presenta la omisión del verbo (“fuera”). Ambas causas
exigen el uso de una coma.
9) –es decir, en ocasión privada–
No hay incorrección, porque usa la raya para aislar un inciso (aunque pueda parecer un guion, no lo es). No
obstante, existen otras alternativas también correctas, como el uso de paréntesis o de comas.
10) la gente suelta barbaridades a menudo cuando está embriagada, y lo normal era no tenérselas demasiado
en cuenta
De nuevo estamos ante un caso de coma censurada por la norma y tampoco hay, en esta ocasión, una
circunstancia que pueda justificar su uso (confusión, ambigüedad, existencia de otras coordinaciones que
justifiquen la necesidad de jerarquizar la información…). Por este motivo, debería ser eliminada.
11) que desde entonces Galliano se ha convertido
Debería aparecer entre comas, puesto que es un complemento circunstancial antepuesto al verbo y, a pesar
de su corta extensión y la ausencia de verbo, está separando el nexo (la conjunción que) del resto de la
oración.
12) asegura con grandilocuencia que la cara de Chávez se ha dibujado en una pared del metro, y sus feligreses
le creen sin esbozar ni una sonrisa; con anterioridad lo había “sentido” convertido en un pajarito
De nuevo, la coma antes de y es incorrecta (igual que en el caso número 10 de esta lista). Además, el punto y
coma siguiente, aun siendo correcto, podría sustituirse por un punto seguido.
13) Me habría parecido más verosímil que formara parte de las Guapa, Gorda, Sexy y Lo Acepto.
Francamente.
Puesto que francamente es un modificador oracional que afecta a toda la oración que aparece antes, la
separación de esta palabra de dicha oración mediante un punto seguido no parece correcta. Una coma (o un
punto y coma para evitar confusiones con el segmento anterior) parecen opciones más acertadas.
14) una madre riñe a un niño en un español desastroso, y luego, tras mirar el Diccionario, le vuelve a echar la
regañina
De nuevo, la coma antes de y es incorrecta.
15) Claro que entonces se habrían soliviantado los escasos hermafroditas
Debería aparecer entre comas (es el mismo caso que el número 11).
16) La vocación inquisitorial es la más extendida, y el mundo está dominado por la susceptibilidad exacerbada
De nuevo, la coma antes de y es incorrecta.
2.
Signos obligatorios (en algunos casos puede existir más de una opción correcta: la obligatoriedad afecta
al uso de algún signo, pero no siempre a la selección de uno frente a otros).
Signos opcionales
La tortuga terrestre más grande de Norteamérica, y una de las mayores del mundo, estuvo al borde de la
extinción total como resultado del consumo desmedido de su excelente carne. La “Gopherus
flavomarginatus”, conocida también como tortuga llanera, alcanza, aproximadamente, los 40 cm de longitud
y un peso de 12 Kg. Es endémica de la desértica región conocida como Bolsón de Mapimí, en el norte de
México, y, en este suelo arcilloso, cava sus profundas madrigueras para protegerse de sus depredadores y
regular la temperatura de su cuerpo. Sin embargo, la presencia de estas galerías la hace
fácilmente localizable, dándosele caza con crueldad al introducirse, en sus largas guaridas, varas de hierro.
Si la tortuga de Mapimí era desconocida para la ciencia, no lo ha sido nunca para la gastronomía de la
región: su carne ha sido un platillo muy codiciado, lo que, unido a su bajo potencial reproductivo y a su lento
crecimiento, redujo notablemente el número de su población.
Está valorada como una especie clave, porque su actividad contribuye a estructurar los pastizales de
sabaneta, su principal alimento, y sus madrigueras propician refugios idóneos a serpientes, anfibios y
determinadas aves, insectos e invertebrados.
Considerada en peligro de extinción, la tortuga llanera se encuentra, hoy, protegida por la Norma Oficial
Mexicana; los científicos contemplan el estudio de su estructura genética y la posibilidad de cría en
cautiverio, reintroducción en su medio y el aumento de la supervivencia en sus primeros años de vida.
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