TEMAS FUNDAMENTALES DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA EN LA JUSTICIA PENAL JUVENIL Claro que en tales ámbitos pueden existir matizaciones. En tal caso, algunos prestigiosos autores sostienen que caliÀcar como autor o partícipe al jefe de la banda no puede concretarse a priori y con carácter general. Dependerá de la clase de intervención, de la clase de delito que ordene ejecutar y, en Àn, de las características de la organización criminal. Lo que sí debe quedar claro es que es posible hablar de autoría y participación en el seno de estas agrupaciones, y que igualmente resulta compatible en tales casos aplicar la agravante contemplada en el art. 345 CP párrafo último, en el caso de instrumentación de niños y jóvenes por parte de los órganos de dirección de la organización criminal. TEMA 3 LAS RELACIONES SEXUALES CONSENTIDAS ENTRE JÓVENES: ¿PUEDEN CONSTITUIR UNA VIOLACIÓN O AGRESIÓN SEXUAL? UNA REFLEXIÓN ACERCA DE UNA NECESARIA MODIFICACIÓN DEL CÓDIGO PENAL 1. LA PROTECCIÓN PENAL EN MATERIA DE DELITOS SEXUALES Y EL PANORAMA LEGISLATIVO RECIENTE Sin duda alguna, ha sido el Derecho Penal sexual una de las áreas de mayor dinamismo legislativo y doctrinario desde los años sesenta del siglo pasado. Y cuya trascendental ruptura entre las concepciones morales dominantes y los límites que la protección penal debe tener, en cuanto a la libertad sexual, se enmarca en el histórico proyecto alternativo alemán de 1966, propuesto por catorce prestigiosos académicos129. Ellos partieron de la premisa esencial que la función básica del Derecho Penal es la protección de bienes jurídicos, y no la tutela de tendencias moralizadoras que en modo alguno carecen de la necesaria lesividad social para su incriminación y las que quedan dentro del ámbito de la libertad e intimidad individual. Tal planteamiento condujo a una considerable desincriminación de conductas sexuales –entre ellas el homosexualismo o la sodomía– que fue realizada en las posteriores reformas del Código Penal alemán –StGB–. Y donde la protección penal debería quedar circunscrita a los actos sexuales coactivos y a la protección de la juventud. Fue tan signiÀcativo el aporte, que los anteriormente denominados delitos contra las buenas costumbres pasaron a llamarse –de acuerdo a la cuarta Ley de Reforma del Derecho Penal del 23 de noviembre de 1973– hechos punibles contra la 129 ROXIN, Derecho penal, parte general, Edit. Civitas, Madrid, 1997, § 22, Pág. 123. 74