“Un correcto proceso educativo debería preocuparse siempre por el

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Un instrumento de análisis riguroso
“Un correcto proceso educativo debería preocuparse siempre por el presente, intentando
no arruinar lo que se ha hecho en el pasado y utilizarlo en todas sus potencialidades”
(Francesco Tonucci)
Tras cuarenta años de franquismo en el que tan sólo se elaboró una Ley
Educativa (la Ley General del año 70), cinco leyes orgánicas sobre este aspecto
han visto la luz desde 1985. Emanan de la Constitución de 1978 y ofrecen la
base legal que ha dado sustento al actual Sistema Educativo y que evidencia el
interés suscitado por este bien social en la reciente democracia española.
Las distintas perspectivas de los sucesivos gobiernos sobre Educación son el
fruto de concepciones diferentes sobre el ser humano y sobre el tipo de
sociedad en la que pretenden educar a la infancia y a la juventud de este país.
La Ley Orgánica de Regulación del Derecho a la Educación (8/1985, de 3 de
julio) y la de Participación, Evaluación y Gobierno de los Centros Docentes
(9/1995, de 20 de noviembre) fueron leyes de Organización del Sistema
Educativo, mientras que la Ley Orgánica de Ordenación del Sistema Educativo
(1/1990, de 3 de octubre) lo era de ordenación de sus etapas y curriculum. Esta
diferenciación fue matizada por las Leyes Orgánicas posteriores, tanto por la
Ley Orgánica de Calidad de la Educación (10/2002, de 23 de diciembre) como
por la actual Ley Orgánica de Educación (2/2006, de 3 de mayo), que han sido,
al tiempo, leyes de Ordenación y de Organización.
La situación creada por la LOCE, que derogó gran parte de los contenidos de
las leyes anteriores al tiempo que mantenía algunos aspectos de las mismas y
numerosa normativa derivada, creó la necesidad de remitirse a una gran
cantidad de textos legales en vigor y la consiguiente complejización de la
consulta. La derogación por parte de la LOE de tres de las leyes anteriores
(LOGSE, LOPEG, LOCE) ha simplificado el panorama, manteniendo la LODE,
al tiempo que ha realizado modificaciones en la misma.
Comprender esta evolución requería el análisis y descripción de estas leyes para
poderlas comparar de modo que pudieran valorarse las aportaciones de cada
una de ellas. Este ha sido el objeto de este libro, trabajo elaborado por las
profesionales de la Educación que forman el Seminario de “Análisis de la
Realidad Educativa”, en el seno de Movimiento de Renovación Pedagógica de
Madrid Acción Educativa y que se publica en colaboración con el Ministerio de
Educación. Creemos que es una aportación de la que no se disponía hasta
ahora; su publicación puede ser de ayuda tanto para los estudiosos de la
historia reciente de la Educación en España como para las familias y
profesionales a los que afecta.
Para ello ha sido preciso remontarse a menudo al punto de partida que marcó la
Ley General de Educación de 1970 y algunos de sus desarrollos. Esto nos ha
permitido describir e interrelacionar los distintos ejes en torno a los que se ha
organizado la obra, proceso sin el cual hubiese sido difícil valorar el alcance de
unas medidas que no pueden analizarse por separado. Por la misma razón,
hemos tenido que acudir a múltiples desarrollos de las citadas Leyes (Reales
Decretos, Órdenes, Resoluciones y leyes relacionadas), en los que realmente
puede apreciarse el alcance de las intencionalidades generales que se
anunciaban en aquellas. Hemos observado como la evolución legislativa ha ido
de la mano de una creciente complejización, intensificada a raíz de la LOCE de
2002, momento en que las transferencias educativas eran ya efectivas. Puede
que este hecho haya estado inspirado en el intento de establecer un marco
general suficiente que respetase la autonomía de las diferentes Comunidades. A
partir de ese momento, se crea con frecuencia una realidad que parece explicitar
intenciones posteriormente matizadas o limitadas en múltiples apartados, tanto
en el articulado relacionado con otros temas como en las disposiciones que le
siguen. Por ello, y para poder conocer en que forma dan respuesta diferenciada
a expresiones semejantes, es preciso contrastar la exposición de motivos
expresada en el preámbulo de las Leyes con el desarrollo posterior. Quizá este
hecho sea también el responsable de la progresiva extensión de unos textos
legislativos que se interrelacionan de manera continua y que, para ser
apreciados en profundidad requieren un análisis cada vez más cuidado y
exhaustivo que permita comprender que autorizan o niegan realmente. Esto nos
ha obligado a realizar múltiples resúmenes en los que aparecen citas textuales
en cursiva, interrelacionadas con síntesis propias que faciliten la comprensión
del conjunto si abusar de la exposición.
Con el mismo objetivo de no alargar y reiterar continuamente, hemos optado
por utilizar las siglas conocidas que, explicadas en el Glosario final permiten
resumir las mencionadas citas.
Se ha optado igualmente por exponer, en la bibliografía la referencia a todos los
documentos legislativos realizada en los profusos pies de página que nos
hemos visto obligadas a incluir para explicar como se realiza en cada Ley el
desarrollo de los aspectos que se mencionan en su texto y que se expone en las
columnas de este libro.
La utilización de genéricos y el empleo de masculino y femenino constituye una
opción que, sin embargo, ha respetado las citas textuales tal y como se
producían en cada Ley. Y es que esta exposición, que ha pretendido ser lo más
objetiva posible, no es, sin embargo, neutral porque las autoras de este estudio
somos conscientes de que la perspectiva de la vida y de la educación que todos
y todas tenemos, querámoslo o no, es el filtro a través del cual vemos y
analizamos los hechos. Hemos sido absolutamente rigurosas, sin embargo,
tanto al exponer las relaciones que, debidamente documentadas, hemos
descubierto, como sus consecuencias.
Los ejes de contenido que dan título a los diferentes capítulos y que se
subdividen a su vez en distintos apartados, han sido elegidos para ofrecer un
panorama general en cada uno de los momentos, así como para poder apreciar
su evolución y la importancia otorgada a cada uno de ellos.
Estos capítulos se abren con el de Participación y Autonomía Pedagógica,
Organizativa y de Gestión, un eje que nos parece central para poder valorar la
profundización en el carácter democrático que todas las Leyes defienden y que
aporta luz sobre el tratamiento del resto de temas clave.
Exponemos luego el enfoque que cada Ley ha pretendido dar a las distintas
etapas del SE, lo que aclara también las prioridades y matiza los fines y puntos
de vista que cada una de ellas otorga a la Educación.
Describir y analizar el tratamiento dado en cada Ley a la Evaluación del Sistema
Educativo y a la Inspección del mismo nos muestra el tipo de retroalimentación
que pretende dársele al Sistema en cada caso, así como los indicadores de
calidad y control que subyacen en sus intenciones: la huella de aquello a lo que
da realmente valor.
La política de financiación y conciertos de cada una, y su evolución, describen
con claridad los recursos que realmente se ponen en marcha para hacer viables
las intenciones descritas, así como el tipo de apuesta social que significan.
Por último, la descripción y el análisis del tratamiento dado a la Atención a la
Diversidad matiza los distintos planteamientos globales. Aclara en que medida
se hacen o no reales las pretensiones de Educación Integral y Equilibrada, en
una sociedad desarrollada de todas las potencialidades de los alumnos y
alumnas; aquella que tiene en cuenta la individualidad, incluye las diferencias
como un valor y compensa sus posibles desventajas para dar, al tiempo, una
respuesta equilibrada al conjunto. La amplitud de esta perspectiva, que
entendemos requiere la atención a la diversidad, ha determinado la extensión
de este último capítulo.
Faltan ejes que posiblemente den lugar a otro libro necesario, pero creemos que
los que aparecen son fundamentales para comprender el espíritu de cada Ley.
En este, hemos pretendido ofrecer un instrumento de análisis suficiente y
riguroso, y damos las gracias a Acción Educativa y al Ministerio de Educación
por brindarnos la oportunidad de divulgarlo.
Alicia Alonso Gil (coord.)
Alicia Alonso, Elena Busto, Ángeles Cárdaba, Pilar González, Alicia
Halperín, Mercedes Laorga, M. Dolores Vidal.
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