el hombre busca a dios y dios ha querido revelarse a los hombres

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EL HOMBRE BUSCA A DIOS
Y D I O S H A Q U E R I D O R E V E L A R S E A LO S H O M B R E S
PUNTO DE PARTIDA
La b ú sq ue da d e D i o s
Cuando buscamos una cosa y no sabemos dónde está o cómo encontrarla, lo normal es preguntar a quien
pueda darnos alguna indicación, porque para aprender es muy importante escuchar.
Los que buscamos a Dios también preguntamos y hemos de estar dispuestos a escuchar las respuestas que
nos puedan dar:
Los que vivieron antes que nosotros: los filósofos, los teólogos, los santos, nuestros padres o abuelos…
Nuestros contemporáneos: las grandes religiones, los hombres y mujeres de la ciencia, los personajes relevantes de nuestra cultura, nuestros amigos, conocidos y compañeros…
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He aquí algunas de esas respuestas:
Con Dios todo es grande; sin Dios todo es pequeño.
Chateaubriand
Cuando un hombre primitivo deja de creer en su dios de madera,
eso no significa que no haya Dios, sino... que el verdadero Dios
no es de madera.
León Tolstoi
Dios es el gran silencio del infinito. El mundo todo habla de Él,
y para Él nada de lo que se diga lo representa tan bien
como su silencio y su calma eterna.
Eliphas Levi
Dios no nos arrastra, nos atrae.
C. H. Mackintosh
Quienes siguen a Dios en la oscuridad
hallarán que la luz está reservada para ellos.
Matthew Henry
¡Qué dulce eres, Señor, para los que te buscan!
¡Qué serás para los que te encuentran!
San Bernardo
Quien busca la verdad busca a Dios, aunque no lo sepa.
Edith Stein
Si he podido ver mas allá que los demás, es porque me he colocado
en los hombros de un gigante..., en los hombros de Dios.
Isaac Newton
Cuando el hombre se aparta de Dios,
no es Dios quien le persigue, sino los ídolos.
Joseph Ratzinger
Si viste a tu hermano, entonces viste a Dios.
San Clemente de Alejandría
Todos aquellos que han pensado mucho en Dios,
sin duda un día le verán.
Joseph Joubert
Durante 30 años, anduve a la búsqueda de Dios. Y, cuando al final
de tanto tiempo abrí los ojos, descubrí que era Él quien me esperaba.
Un buscador anónimo
PA R A P RO FU N D I Z A R Y D I A LO G A R
¿Qué te dice cada una de estas respuestas?
Y tú, ¿qué dices de Dios en medio de este mar de opiniones?
De las cosas que has oído sobre el Dios de los cristianos, ¿cuál es la que más te llama la atención?
¿Y qué te lleva a querer conocerle y a tratar con Él?
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EL HOMBRE BUSCA A DIOS Y DIOS HA QUERIDO REVELARSE A LOS HOMBRES
MENSAJE CRISTIANO
D i o s s e n o s da a co n o ce r
1 S E N T I D O C R I S T I A N O D E LA R E V E LA C I Ó N
El ser humano busca la Verdad y tiene sed de lo infinito y de lo eterno
El ser humano no se contenta con explicaciones parciales sobre la realidad.
Tampoco se resigna a acomodarse tranquilamente en
el mundo presente, temporal y caduco, por más que
algunos lo intenten de muchas formas.
El ser humano tiene sed de plenitud.
El ser humano tiene un saber limitado
Pero lo que sucede es que los anhelos más profundos
del hombre chocan con la constatación de que su ser y
sus capacidades son de por sí limitados, incapaces, por
tanto, de proporcionar por sí solos la respuesta o respuestas que busca.
¿Qué cabe esperar? ¿Qué solución hay a este problema?
Dios ha querido darse a conocer y el hombre
así encuentra respuesta a lo que busca
En la tradición cristiana, la respuesta que se le ofrece al
hombre para saciar su sed de Verdad y de infinitud parte
del principio de que ha sido Dios, misterio infinito e
inefable, quien ha querido hablar a los hombres y dárseles a conocer.
De ahí que lo que hablamos de Dios no sea el resultado
de una especulación, sino lo que Dios ha querido dar
a conocer de sí; aunque, por otro lado, lo que Dios ha
revelado a los hombres viene a ser la respuesta a lo que
el ser humano busca e interroga de sí mismo y de las
grandes cuestiones que a lo largo de los siglos le
han preocupado, y que le preocuparán hasta el final de
los tiempos.
2 ¿ C Ó M O S E H A D A D O D I O S A CO N O C E R ?
Dios no se impone, se propone
Dios se ha dado a conocer de diversas maneras a lo largo de la historia.
En primer lugar, lo hace hablando en lo profundo de la conciencia de cada persona.
En segundo lugar, ha dejado su huella en todo lo creado, lo visible y lo invisible.
En tercer lugar, se da a conocer cuidando de la humanidad y realizando signos y prodigios en favor suyo.
En cuarto lugar, eligió a Abrahán –y a otros hombres después de él– para hacer una Alianza con Israel.
Por último, nos envió a su Hijo, Jesucristo, Palabra eterna de Dios.
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Gradualidad de la revelación divina
Dios es siempre el mismo y, cuando se ha dado a conocer, nos ha revelado lo que Él es, pero también se ha
sometido a los modos que tiene el hombre para conocer y comunicarse.
El ser humano no conoce las cosas sino gradualmente y va penetrando poco a poco (progresivamente), según
las capacidades de cada cual, en la realidad que le es dada a conocer.
También la revelación divina se ha producido entrando Dios en la historia de los hombres, por lo que
podemos hablar de etapas por las que, gradualmente, la revelación ha llegado hasta su plenitud.
Etapas de la revelación
Estas son las etapas por la que la revelación ha llegado a su plenitud:
Dios, en primer lugar, se ha revelado en sus obras. Por medio de ellas, es posible conocer a Dios, su bondad, su justicia y su providencia para con todas las criaturas.
En segundo lugar, Dios ha hablado y se ha revelado a hombres que Él ha elegido. Llamó a Noé y e hizo
una alianza con él.
Luego llamó a Abrahán, a quien bendijo y constituyó como padre de una descendencia numerosa como
las estrellas del cielo y la arena del mar.
A continuación eligió a Moisés, que fue quien sacó a los israelitas de Egipto y los guió por el desierto.
Con el pueblo de Israel, Dios hizo alianza en el Sinaí.
En medio de este pueblo, Dios fue eligiendo jueces, reyes, sacerdotes y profetas para que hablaran en
su nombre.
Y, por último, Dios envió a su Hijo, Jesucristo, por medio del cual ya nos lo ha dicho todo, pues Él es la
Palabra eterna del Padre que nos lo ha dado a conocer. No cabe, pues, esperar ninguna otra revelación.
3 ¿ Q U É E S LO Q U E D I O S N O S H A R E V E LA D O ?
Dios nos revela quién es Él
Dios, libre y gratuitamente, ha querido darse a conocer como:
Un ser personal, que es Creador y Señor de todo lo que existe.
Padre providente de todas las cosas, sobre todo de la humanidad.
Dios único y verdadero.
Juez justo, misericordioso y fiel, salvador.
Dios nos revela qué es lo que quiere del hombre
Dios ha creado a los hombres a su imagen y semejanza
y les ha invitado a tener parte en su vida divina.
Dios ha hecho a los hombres capaces de Dios.
El sentido de la vida del hombre ya aquí en la tierra es la comunión con Dios:
amarle, alabarle, glorificarle y bendecirle.
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EL HOMBRE BUSCA A DIOS Y DIOS HA QUERIDO REVELARSE A LOS HOMBRES
4 LA R E V E LA C I Ó N D E L M I S T E R I O D E D I O S I LU M I N A E L M I S T E R I O D E L H O M B R E
La humanidad necesita de Dios
Dios no gana nada, ni se enriquece en nada, por salir de sí mismo y darse a conocer a los hombres. Pero la
humanidad, que fue creada con sed de Verdad y de infinito, necesita de Dios y solo en el Dios único y verdadero puede encontrar la fuente que sacie todos sus anhelos.
Por eso, cuanto más conoce el hombre a Dios más se humaniza, pues solo Dios, su Creador y Señor, es
quien puede dar a conocer el hombre al propio hombre.
Así pues, es el ser humano quien más sale ganando con la revelación de Dios.
La revelación de Dios hace libres a los hombres
La humanidad busca a Dios con sus capacidades naturales, y puede encontrarlo.
Pero, dado que las capacidades naturales del hombre están alteradas y muchas veces se equivocan a la
hora de dar con las respuestas, se necesita que la Verdad –como cimiento inconmovible sobre el que se
asienta la vida del hombre– se manifieste abiertamente a los hombres, para que estos puedan discernir
con seguridad y no ser engañados por lo que aparenta ser Dios, pero luego resulta ser un mero ídolo, un
dios falso.
La humanidad necesita, pues, de la luz de la revelación para poder dar con Dios y tener la seguridad de
que no está siendo engañada por las meras apariencias.
De ahí que, desde el origen de los tiempos hasta la venida de Jesús, Dios haya elegido hombres de entre
el pueblo y los haya enviado a dar testimonio de que Él es el Dios único y verdadero, denunciando y condenando, por otra parte, a los dioses falsos.
Así pues, con la revelación, es el ser humano el que gana en verdad y en libertad.
5 J E S U C R I S TO , V E R D A D E R O D I O S Y H O M B R E P E R F E C TO ,
D I O S Y S E R H U M A N O U N I D O S PA R A S I E M P R E
El Dios único y verdadero se ha dado a conocer definitivamente a los hombres por medio de Jesús. Y también, gracias a Jesús, el ser humano conoce lo que es el ser humano, porque Dios se lo ha querido revelar por medio de Él.
De ahí que digamos que, gracias a la revelación divina que culmina en Jesucristo, el hombre no solo
conoce a Dios, sino que también se conoce a sí mismo y comprende la vocación a la que ha sido destinado.
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EXPRESIÓN DE LA FE
LA PA LA B R A D E D I O S
La oración es un encuentro entre la sed del hombre que busca a Dios y la sed de Dios que llama al hombre a
la comunión con Él.
Si queremos conocer al Dios vivo es importante que tengamos deseos profundos, ansia del Señor, como dice
el salmista.
También necesitamos abrir los ojos para comprender el incontable número de maravillas por medio de las
cuales Dios nos habla y sale a nuestro encuentro.
El gozo, la paz y la alegría son algunos de los sentimientos por los que, el que busca a Dios, puede reconocer
que realmente Dios se le ha manifestado.
CUÁNTAS MARAVILLAS HAS HECHO
Yo esperaba con ansia al Señor;
Él se inclinó y escuchó mi grito.
Dichoso el hombre que ha puesto
su confianza en el Señor
y no acude a los ídolos,
que extravían con engaños.
¡Cuántas maravillas has hecho,
Señor, Dios mío,
cuántos planes en favor nuestro;
nadie se te puede comparar!
Intento proclamarlas, decirlas,
pero superan todo número.
Alégrense y gocen contigo
todos los que te buscan;
digan siempre: “Grande es el Señor”
los que desean tu salvación.
Salmo 40
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EL HOMBRE BUSCA A DIOS Y DIOS HA QUERIDO REVELARSE A LOS HOMBRES
PA R A R E F L E X I O N A R Y O R A R
Lee y medita atentamente estos párrafos entresacados de la Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el
mundo de hoy, Gaudium et spes.
Ten presentes cuáles han sido hasta ahora tus respuestas a los interrogantes más profundos del ser humano
y de qué presupuestos te has servido:
–¿En qué han cambiado o están cambiando una cosa y otra en el momento presente? ¿Por qué?
Escucha luego con atención lo que dijo el Concilio y ten muy en cuenta bajo qué luz quiere la Iglesia dar
respuesta a los hombres sobre el misterio del ser humano.
Plantéate, por último, si piensas que la revelación hecha por Dios a los hombres, cuya culminación es Jesucristo, es también la clave para hallar el sentido último de la existencia del hombre sobre la tierra.
LOS INTERROGANTES MÁS PROFUNDOS DEL SER HUMANO
«Bajo [las exigencias de conseguir los bienes de
los que muchos se consideran privados por la
injusticia o por un mal reparto de la riqueza;
de conseguir la igualdad entre los géneros, entre
los países ricos y pobres; de tener oportunidades suficientes para alcanzar un desarrollo pleno
de las capacidades de cada individuo, de lograr
unas condiciones dignas para la realización del
propio trabajo, etc.] se esconde una aspiración
más profunda y más universal: las personas y
los grupos anhelan una vida plena y libre, digna
del hombre, sometiendo a su propio servicio
todas aquellas cosas que el mundo moderno
puede ofrecerles tan abundantemente.
Pero, como criatura, el ser humano experimenta
que es un ser limitado, aunque, por otra parte,
se siente ilimitado en sus deseos y llamado a una
vida superior.
Atraído por múltiples solicitaciones, se ve obligado constantemente a elegir entre ellas y a
renunciar a algunas. Más aún, débil y pecador,
muchas veces hace aquello que no quiere y no
hace lo que querría hacer. Por ello sufre en sí
mismo la división de la que surgen tantas y tan
numerosas discordias en la sociedad.
Ciertamente muchos, cuya vida está infectada
por el materialismo práctico, se alejan de una
percepción clara de este estado dramático, o
bien, oprimidos por la miseria, no pueden darse
cuenta de ella.
Muchos piensan que han encontrado la paz
en la interpretación de las cosas propuestas
de múltiples formas.
Otros esperan la liberación plena y verdadera
del género humano solo del esfuerzo de los
hombres, y están persuadidos de que el futuro
reinado del hombre sobre la tierra llenará
todos los deseos de su corazón.
Y no faltan quienes, desesperados de poder
dar un sentido a la vida, alaban la audacia de
aquellos que, pensando que la existencia
humana carece de toda significación propia,
se esfuerzan por darle toda su significación a
partir únicamente de su propio ingenio.
Sin embargo, ante la actual evolución del
mundo, cada vez son más numerosos los que
plantean y advierten con una agudeza nueva las
cuestiones totalmente fundamentales:
¿Qué es el hombre?
¿Cuál es el sentido del dolor, del mal, de la
muerte, que, a pesar de tantos progresos, continúan subsistiendo?
¿Para qué aquellas victorias logradas a precio
tan caro?
¿Qué puede el hombre aportar a la sociedad,
qué puede esperar de ella?
¿Qué seguirá después de esta vida terrena?
La Iglesia cree que Cristo, muerto y resucitado
por todos, da al hombre luz y fuerzas por su
Espíritu, para que pueda responder a su máxima
vocación. […] A la luz de Cristo, imagen de Dios
invisible, primogénito de toda criatura, la Iglesia pretende hablar a todos para iluminar el misterio del hombre y para cooperar en el
descubrimiento de la solución de los principales
problemas de nuestro tiempo.»
Gaudium et spes 9 y 10
PARA SABER Y RECORDAR
¿Por qué late en el hombre el deseo de Dios?
Dios mismo, al crear al hombre según su propia imagen, inscribió en el corazón de este el deseo de
verlo. En consecuencia, el hombre, por naturaleza y vocación, es un ser esencialmente religioso, capaz
de entrar en comunión con Dios. Esta íntima y vital relación con Dios otorga al hombre su dignidad
fundamental.
¿Puede el ser humano conocer a Dios guiado solo por la razón?
Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza mediante la luz natural de la
razón humana a partir de las cosas creadas. El hombre tiene capacidad para conocer a Dios, porque ha
sido creado por Él, a su imagen y semejanza. Sin esa capacidad el hombre no podría acoger la
revelación divina.
¿Necesita el hombre ser iluminado por la revelación para conocer a Dios?
Sí, dado que, como consecuencia del pecado original, sus capacidades naturales están dañadas y no
siempre son capaces de reconocer a Dios en sus obras, cuando no son engañadas por falsas concepciones o imágenes de Dios que los hombres han construido.
¿Qué es la revelación de Dios?
Es la comunicación que Dios, movido por el amor, ha hecho
de sí mismo y de sus designios de salvación, por Cristo,
la Palabra hecha carne, y con el Espíritu Santo,
para que todos los hombres puedan llegar
hasta el Padre y participar de la naturaleza
divina.
¿Para qué se ha comunicado Dios
a los hombres?
Para invitarlos a vivir en comunión de vida y amor con Él.
¿Cómo se ha revelado Dios a los hombres?
Dios se ha revelado, primeramente, por medio de
la creación.
Luego se manifestó también a nuestros padres: Noé, Abrahán
y al resto de los patriarcas.
Más adelante se ha revelado interviniendo, con palabras
y obras, en la historia del pueblo de Israel.
Y, por último, a través de Jesucristo, que es la plenitud
de toda comunicación de Dios a los hombres.
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