392 ANALES DE HISTORIA N A T U R A L . (80) rios radios medulares. El tejido que se ve en todo su alrededor pertenece al fibroso fundamental. La disposición anatómica de los diversos tejidos componentes de esta madera ofrece grandes analogías con la de mucbos árboles dicotiledones tropicales que viven en la actualidad. Los vasos son grandes, de paredes gruesas, con puntuaciones (areolares?) muy pequeñas, siendo completa la perforación entre los elementos de una misma serie vertical. La sección transversa es elíptica, con el diámetro mayor dispuesto en dirección radial, oscilando entre 8 y 20 céntimos de milímetro; pero, por término medio, tiene 15; el espesor de las paredes es de 5 u. Por lo común, los vasos están aislados, contándose unos 55 en cada 25 m m . de sección transversal; y se ven también algunas agrupaciones de dos, y más raras veces de tres. La reunión se efectúa siempre en sentido radial. Los vasos están siempre rodeados por un estuche de parénquima paratraqueal, formado por celdillas grandes y bastante alargadas, y en la sección transversal aparecen como m a n e t a s elípticas más ó menos regulares—en otras preparaciones ofrecen un contorno algo más regular que en la que representa la figura X 15 — tendiendo á alargarse en sentido tangencial, lo que hace que muchas de ellas sean afluentes y se continúen en bandas tang enciales, simulando, si se examinan con débil aumento, anillos anuales. Estos están muy poco marcados y en extremo borrosos, pues apenas se indican por bandas estrechas de parénquima, de dos á tres celdillas de espesor, que miden por término medio 83 céntimos de milímetro. Los vasos que entre ellas se encuentran son más pequeños que los restantes. Los radios medulares son numerosos, delgados y de una sola celdilla de espesor, atravesando las masas de tejido fibroso y paratraqueal, y siendo tangentes á los vasos cuando con ellos se encuentran. Por término medio se cuentan en la sección transversal de 55 á 60 en cada 5 mm. El tejido fundamental está, al parecer, constituido exclusivamente por fibras leñosas; mas no se llega á la certeza de que no puedan ser celdillas fibrosas y aun traquéidas, pues el estado de mineralización en que se encuentran los ejemplares recogidos no permite ver con toda claridad los últimos detalles. En ellas no se nota aplastamiento radial alguno en el lí2 -