Cuarta entrega temática de jurisprudencia y bibliografía de interés

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Cuarta entrega temática de jurisprudencia y bibliografía de interés para la práctica judicial
Elaborado por la Secretaría de Jurisprudencia y Biblioteca de la Cámara Nacional de Apelaciones
en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal en Agosto de 2007.
Dra. Sabrina E. Namer
Secretaria de Cámara
TEMA: TENENCIA Y PORTACIÓN DE ARMAS DE FUEGO
Contenido de la entrega:
I.
II.
III.
IV.
V.
VI.
Introducción.
Normas jurídicas básicas sobre armas de fuego: Ley 20429; su decreto
reglamentario 395/1975; decreto 821/1996 y Ley 24.492. Art.189 bis, C.P. (Ley
25.886).
Definiciones de interés para el tema.
1. Definición de arma de fuego, de arma de fuego de uso civil y de arma de guerra
(también llamada de uso civil condicional).
2. La denominación del calibre en milímetros o en pulgadas.
3. Definición de tenencia y portación de arma de fuego.
Casos jurisprudenciales de frecuente verificación: arma descargada o inidónea.
Tenencia pretérita. Arma en el coche o en un domicilio. Arma muy cercana (bolso,
guantera, etc). Arma usada para un robo. Concurso de delitos. Autoría y
participación: tenencia y portación compartida. Autorizaciones que otorga el Registro
Nacional de Armas (Renar): Credencial verde de legítimo usuario (CLU); redencial
azul de portación. Credencial roja con los datos de cada arma. Funcionarios públicos
autorizados a portar un arma de fuego. El caso de la credencial vencida. Supuestos
especiales regulados por el artículo 189 bis CP: penalidad disminuida para quien
porte ilegalmente un arma de fuego, pero sin intención de delinquir con ella (inciso
2do., sexto párrafo); constitucionalidad –o no- del art.189 bis inciso 2do., octavo
párrafo, que agrava la penalidad de la figura para quien registrare antecedentes
penales o se encontrare gozando de una excarcelación o exención de prisión. Acopio de
armas de fuego. Tenencia y acopio de municiones y material para producirlas.
Munición de punta hueca (“El mito de la punta hueca”). Entrega indebida de arma de
fuego. Alteración de la numeración del arma. Concurso con otros delitos.
Competencia contravencional para tenencia y portación de armas de uso civil.
Competencia de la justicia ordinaria de instrucción para tenencia y portación de
armas de guerra. Competencia Federal para la tenencia de explosivos, el acopio de
armas y municiones, y la tenencia de material para producirlas. La extracción de
testimonios y el non bis in idem.
Material bibliográfico recomendado para ampliar la información.
Anexo legislativo
1
I. INTRODUCCIÓN.
Las entregas temáticas que hemos efectuado hasta ahora, se caracterizaron por abordar
temas de interés práctico y teórico para la función judicial. Con esta entrega, pretendemos cerrar la
problemática vinculada a las armas de fuego, que ya fue tratada en las entregas 1° y 2° sobre robo
con armas cuya aptitud para el disparo no se pudo probar y robo cometido con el uso de un arma
impropia respectivamente. En este caso, se tratan los supuestos de tenencia y portación de armas de
guerra y de uso civil, y los problemas que se dan frecuentemente en relación a ellos.
A diferencia de las entregas anteriores, en las que se sistematizó la exposición en base a un
problema teórico que luego se relacionó con la práctica, en este caso el eje está constituido
exclusivamente por casos prácticos, de frecuente consulta en la Secretaría a mi cargo, seleccionados
del libro de registro de consultas.
Para quienes no estamos relacionados directamente con actividades vinculadas a la práctica
de tiro, la referencia a los tipos de armas, calibres, requisitos administrativos para la tenencia y
portación, etc., efectuada por el C.P., presenta dificultades adicionales a las que pueden aparecer a
la hora de aplicar otros tipos penales. Esa dificultad, probablemente esté dada por la pormenorizada
reglamentación estatal que regula la tenencia y la portación de armas, y cuyo conocimiento se torna
necesario para cerrar los tipos penales descriptos en el artículo 189 bis C.P.
Es por ello que en esta entrega tratamos de abordar la mayor cantidad de problemas
posibles, para que a nuestros usuarios les quede un registro de las soluciones que se les dieron, y no
necesiten salir a buscar material específico para cada caso concreto. De este modo, se comienza con
los problemas de definición que pueden aparecer a la hora de determinar cuándo se está ante un
caso de tenencia o de portación; cuándo se está ante un arma de guerra o una de uso civil; los
problemas que pueden presentarse cuando el arma no es idónea para su uso y su relación con el bien
jurídico protegido por la norma; los problemas de autoría y participación en los casos de tenencia o
portación compartida y el concurso entre estas figuras y las que contemplan el uso de armas; los que
se pueden dar en la investigación de un caso en el que se hayan usado armas y la conducta se pueda
encuadrar en varios tipos penales; etc.
En síntesis, el principal sentido de esta entrega no es reflexionar sobre un tema teórico, sino
tener reunidos en un solo documento los precedentes que responden los interrogantes más usuales
sobre la problemática, aportando además de la jurisprudencia que pueda resultar de interés, otro
material que la desarrolla en detalle y que resulta necesario para resolver casos concretos. Como es
habitual, también aportamos referencias doctrinarias y el anexo legislativo correspondiente.
II. LAS CUATRO NORMAS JURÍDICAS BÁSICAS SOBRE ARMAS DE FUEGO.
La norma que ha regulado toda la actividad relativa a las armas de fuego es la Ley Nacional
de Armas y Explosivos 20.429 (sancionada y promulgada el 21 de mayo de 1973).
Regula prácticamente todo lo relativo al uso legal de un arma de fuego, su clasificación, si
es un arma de guerra o un arma de uso civil, su fabricación, exportación e importación, tránsito,
transporte, transmisión a terceros, ciudadanos que pueden ser legítimos usuarios de armas de fuego,
también el caso de los integrantes de la fuerzas de seguridad, caza mayor, asociaciones de tiro
deportivo, etc, y en su artículo 4to crea el Renar estableciendo que la “...fiscalización será ejercida
...por intermedio del Registro Nacional de Armas, y en lo relativo a pólvoras, explosivos y afines
por la Dirección General de Fabricaciones Militares...”.
La ley 20.429 se complementa con el decreto reglamentario 395/1975 (publicado en el
Boletín Oficial el 3/2/1975) que entre otras cosas, define lo que es un arma de fuego, cómo se
clasifican (solamente en dos categorías que son: armas de guerra -también llamadas de uso civil
condicional- y armas de uso civil), que será uso exclusivo de las fuerzas de seguridad, registro de
importadores de armas, registro de armerías, condiciones que debe reunir un ciudadano para ser
legítimo usuario de armas de fuego, clubes de tiro deportivo, transporte del arma, coleccionistas,
etc.
También fue dictada la ley 24.492 (sancionada el 31/5/1995) que establece los requisitos
para adquirir y transferir un arma de fuego, y luego el decreto del Poder Ejecutivo 821/1996 que
refuerza todo lo relativo a tales exigencias modifica el artículo 5 del decreto reglamentario 395/75
en punto a las definiciones taxativas de lo que es un arma de uso civil y un arma de guerra (o de uso
civil condicional).
Amén de todo ello la reforma al artículo 189 bis del C.Penal operada por ley 25.886 (BO
5/5/2004) introdujo una profunda serie de reformas sobre la tenencia y portación ilegal de armas de
fuego, contemplando supuestos específicos que se hacía necesario legislar.
III. DEFINICIONES DE INTERÉS PARA EL TEMA.
1. Definición de arma de fuego, de arma de fuego de uso civil y de arma de guerra (también
llamada de uso civil condicional)
2
El artículo 3 inciso primero del Decreto 395/1975 define como arma de fuego a “la que
utiliza la energía de los gases producidos por la deflagración de la pólvora para lanzar un proyectil a
distancia” (ver C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª, causa 29.609, 8/6/2006, “Pontarelli, Carlos J.”).
Pistola es la que tiene un cargador en su puño, en tanto que el revolver es el que tiene el
tambor giratorio.
Las armas de fuego se clasifican en solamente dos categorías (según decreto 395/1975
artículos 4 y 5 modificado por decreto 821/1996 artículo 4, ambos reglamentarios de la ley nacional
de armas 20.429) que son:
a) Armas de uso civil: que son la pistola y el revolver calibre 22, la pistola y el revolver
calibre 25 (también llamado calibre 6,35) y el revolver calibre 32 (también llamado 7,65).
Todos los pistolones son armas de uso civil
Todas las armas largas (sean carabinas, fusiles o fusiles de caza) si son de calibre 22 son
armas de uso civil (salvo el calibre 22 magnun) y todas las superiores al calibre 22 son armas de
guerra.
Todas las escopetas se rigen no por el calibre sino por el largo de su cañón. Si el cañón es
igual o superior a 60 centímetros es arma de uso civil pero si es inferior a dicha medida es arma de
guerra. Vale decir que las de cañones mas cortos son mas peligrosas (ver mas abajo el punto
“escopetas”).
Toda ametralladora (como la Halcón) y los rifles de asalto (como el famoso AK47 ruso o el
M16 norteamericano) son armas de guerra que inclusive están prohibidas para uso deportivo salvo
que su mecanismo haya sido intencionalmente atrofiado para evitar que dispare en ráfaga.
También son armas de uso civil los agresivos químicos contenidos en rociadores,
espolveadores, gasificadores o análogos que solo producen efectos pasajeros en el organismo
humano, sin llegar a provocar la pérdida del conocimiento y vienen en recipientes de capacidad
menor o igual a 500 cc (o sea el famoso gas de pimiento o bq) y también las armas electrónicas que
produzcan iguales efectos (conocidas usualmente como picanas eléctricas portátiles).
b) Armas de uso civil condicional (también llamadas armas de guerra) que son: la pistola
calibre 32 (también llamado 6,35), las armas calibre 38 (y calibre 38 corto), la armas calibre 9
milímetros y calibre 9 milímetros corto (también llamado 380), las armas calibre 40, las armas
calibre 44 magnun, las armas calibre 45 (también llamado 11,25), las armas calibre 357 magnun, y
en general todo calibre superior al calibre 32.
Todos los calibres “magnun” son armas de guerra (aunque sea un simple calibre 22
magnun).
En una palabra podemos decir que son armas de uso civil todas las armas inferiores a
calibre 32 (también llamado 7,65) y son armas de guerra –también llamadas de uso civil
condicional- todas las armas de calibre 32 o superiores a éste.
En el calibre 32 se produce el punto de quiebre y hay que dejar bien claro que, según la
redacción de la normativa, un revolver calibre 32 es un arma de uso civil, pero una pistola calibre
32 es un arma de guerra –o de uso civil condicional-.
En todos los demás casos (diferentes al calibre 32) la pistola y el revolver pertenecen a la
misma categoría, ya sean de uso civil o de guerra (vale decir que una pistola o un revolver calibre
22 son ambos armas de uso civil, en tanto que una pistola o un revolver calibre 45 son ambos armas
de guerra –o de uso civil condicional-).
c) Casos especiales:
Pistolones: todos los pistolones son armas de uso civil (vienen en calibre 28 de pistolón
también llamado calibre 14,2 milímetros de pistolón; en calibre 32 de pistolón también llamado
calibre 14 milímetros de pistolón y en calibre 36 de pistolón también llamado calibre 12 milímetros
de pistolón).
Escopetas: no importa su calibre, lo que determina si es un arma de guerra o de uso civil es
el largo de su cañón. Toda escopeta cuyo largo de cañón sea inferior a 60 centímetros es arma de
guerra. Toda escopeta cuyo largo de cañón sea igual o superior a 60 centímetros es arma de uso
civil. Las escopetas con cañones más largos se asocian con finalidades deportivas, en cambio las de
cañones cortos se asocian con finalidades delictivas. A tal punto esto es así que si el largo del cañón
de una escopeta es inferior a 38 centímetros directamente están prohibidas.
Simplemente para ilustrar al lector se hace saber que las escopetas vienen en calibres (que
se miden con una antigua medida inglesa) y son los siguientes: calibre 12/70, calibre 12/65, calibre
12/67, calibre 16, calibre 20, calibre 24 y calibre 28.
2. La denominación del calibre en milímetros o en pulgadas
Por ejemplo el calibre 25 también se lo llama 6,35 (porque son 6,35 milímetros o lo que es
lo mismo .25 centésimas de pulgada) y al calibre 32 se lo llama también 7,65 (porque son 7,65
milímetros o lo que es lo mismo .32 centésimas de pulgada) y al calibre 45 también se lo llama
11,25 (porque el diámetro de la bala es de 11,25 milímetros o lo que es lo mismo .45 centésimas de
pulgada).
3
Cabe destacar (como vimos) que las medidas usadas para medir los calibres de pistolones y
escopetas no tienen nada que ver con las medidas usadas para medir el resto de las armas de fuego.
Ratificando la clasificación legal señalada en el punto anterior, la jurisprudencia ha
sostenido que son armas de guerra por ejemplo: una escopeta calibre 12/70 –seguramente con cañón
inferior a los 60 centímetros, aunque no lo aclara el fallo-(Cámara Penal de Garantías de San
Martín, Sala 2ª, 15/6/2004, causa 6658, J.P.B.A. 128-134); una ametralladora (C.S.J.N., Fallos
281:69, “Balbuena, Carlos Benigno”); las armas de calibre 38 (C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª,
6/7/2000, “Olivieri, José Luis”); las de calibre 38 corto (C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, 26/6/2001,
“Ríos, María Celeste”), las de calibre 9 milímetros (C.N.Crim. y Correc., Sala 7ª, 24/3/1994,
“Altamirano, Juan A.”, ídem Tribunal Oral Criminal 19 Cap.Fed, 7/6/2004, “De Dios, D.E.”,
J.P.B.A. 127-64), las de calibre 9 milímetros corto –también llamado 380- (C.N.Crim. y Correc.,
Sala 1ª, 6/7/2000, “Olivieri, José Luis”), las de calibre 45 –también llamado 11,25- (C.N.Crim. y
Correc., Sala 1ª, C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, 11/9/2001, “Sequeira Díaz, Hugo Armando”; ídem
Sala 4ª, 6/6/2001, “Brizuela, Heraldo Andrés”; ídem Cámara Penal de Garantías de San Martín,
Sala 2ª, 15/6/2004, causa 6658, J.P.B.A. 128-134).
Son armas de uso civil por ejemplo: las armas de calibre 22 (C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª,
5/4/2001, “Brizuela, M.S.”; ídem Sala 4ª, 2/3/2001, “Castronuovo, Jorge”; ídem Sala 6ª, 18/9/2001,
“Torres, Ezequiel”), y el pistolón calibre 14 (C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, 19/9/2001, “Sanchez,
Julio Adrián”) por poner algunos ejemplos.
Reiteramos que el calibre 32 –también llamado 7.65 milímetros- es el punto de quiebre, y
por ende un revolver calibre 32 es un arma de uso civil (C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, 28/3/2001,
“Escobar, Clemente”; ídem C.N.Crim. y Correc., Sala de Feria B, 28/1/2003, “Cabral,
Maximiliano”; ídem Sala 7ª, 23/10/2003, “Almonte de León, E.”, J.P.B.A. 124-76; ídem C.N.Crim.
y Corr. Fed, Sala 1ª, 13/11/2000, “Villalba, Ricardo”; ídem Cámara Penal de Garantías de San
Martín, Sala 2ª, 27/4/2004, causa 6498, J.P.B.A. 128-135; ídem Cámara Contravencional de la
Ciudad de Buenos Aires, Sala 2ª, 8/7/2004, PJM y PDM), pero una pistola de calibre 32 es un arma
de guerra (C.N.Crim. y Correc., Sala 2ª, 16/6/1992, “Cano, F.E.”, JA 1995-II-síntesis o J.P.B.A. 8189; ídem Sala 1ª, 17/7/2002, “D’Alessandro, Alejandro Marcelo”; ídem Sala 5ª, 17/8/2004, “Yamín,
Daniel Eduardo”; ídem Tribunal Criminal nro.1 de Mar del Plata, 27/12/1999, “Ledesma, Frede”,
La Ley Buenos Aires, 2000, pág. 318).
3. Definición de tenencia y portación de arma de fuego
Portar un arma de fuego consiste en llevarla en condiciones inmediatas de uso en lugares
públicos (Resolución 17/1991 del Registro Nacional de Armas –Renar-).Es decir que porta un arma
de fuego quien la mantiene corporalmente en su poder, en lugares públicos y en condiciones
inmediatas de uso (C.N.Casación Penal, Sala 1ª, 26/2/2003, “Aguirre, Horacio”, J.P.B.A. 120-233;
ídem C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª, 18/9/2003, “Benedettelli, Juan”; ídem Sala 6ª, 19/7/2004,
“Juarez, Rubén”; ídem Sala 7ª, 28/2/2001, “Toranza, Ricardo J.”; ídem Suprema Corte de Justicia
de Mendoza, Sala 2ª, 3/3/2003, “Fiscal vs. Breesi Escalante, Raúl”; ídem C.N.Crim. y Corr Fed,
Sala 1ª, 13/11/2000, “Villalba, Ricardo”. En el caso (C.Contravencional de la Ciudad de Buenos
Aires, Sala 2ª, 8/7/2004, “PJM y PDM”) se hace cita de una autoridad del Renar cuando define
claramente que “portar un arma de fuego es el hecho de disponer en un lugar público o de acceso
público de un arma de fuego cargada y en condiciones de uso inmediato”.
Porta quien tiene la facultad o autorización de mantener corporalmente el arma en su poder,
y es un concepto más amplio que la tenencia (C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª, 18/9/2003,
“Benedettelli, Juan”).El clásico caso de portación de arma de fuego es cuando el imputado la lleva a
la cintura (C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, 24/9/2002, “Rodríguez Mirandas, César Javier”).Vale decir
que “......la portación requiere llevarla corporalmente y en condiciones inmediatas de
uso...”(C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª, causa 30216, 5/9/2006, “Piñeiro Perez, Gustavo R.”).
"Tenencia" es por la que el individuo tiene el arma en un lugar físico que se encuentra a su
disposición y no requiere la detentación corporal sino que es sólo necesario que se encuentre dentro
del ámbito de custodia, que tenga un poder de hecho tal que le permita por su sola voluntad y sin
necesidad de intervención de terceros disponerla (C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª, 18/9/2003,
“Benedettelli, Juan” –en este caso fue hallada el arma en el domicilio del individuo-; ídem Sala 4ª,
causa 18542, 9/5/2002, “Chariff, Sergio”)
En base a estos claros conceptos legales podemos concluir que porta un arma quien la lleva
entre sus ropas en condiciones inmediatas de uso y en lugares públicos. En tanto que la mera
tenencia de una arma de fuego se refiere a casos donde el arma fue hallada por ejemplo en el
domicilio o en el rodado del imputado. Solamente puede llamar a dudas el caso donde el arma se
encuentra muy cerca del imputado, como la guantera del coche o un bolso, que en general,
aplicando el principio (favor rei) se tratan tanto casos de mera tenencia y no de portación.
Con toda claridad se dijo que “…La portación de un arma define la acción de disponer en
un lugar público o de acceso público, de un arma de fuego cargada o en condiciones de uso
inmediato. Debe distinguirse la tenencia de la portación. El Estado otorga la autorización de
4
tenencia de armas a determinadas personas, mas de ninguna manera equivale a la necesaria para la
portación, con un riesgo mayor para la seguridad pública…”(C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, causa
18040, 19/4/2002, “Sánchez, Arturo”), y que “…el concepto de portación abarca la acción de llevar
el arma con la munición en el cargador, recámara o alvéolos, en otras palabras cargada y con la
posibilidad de usarla en forma inmediata sin la necesidad de cargarla previamente –Creus, Carlos,
Tenencia de Armas…-…”(C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª, 6/9/2004, “Chico, Ariel”, L.L. 2005-C546; ídem Sala 5ª, causa 13745, 8/6/2000, “Flores, Héctor”)
También se dijo que “...Respecto del delito de portación ilegal de arma de guerra, si el
objeto no era llevado por el encausado en su poder, debe descartarse tal figura y endilgarle la simple
tenencia...la portación requiere llevarla corporalmente y en condiciones inmediatas de uso...”
(C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª, causa 30.216, 5/9/2006, “Piñeiro Perez, Gustavo R.”).
IV. CASOS JURISPRUDENCIALES DE FRECUENTE VERIFICACIÓN.
1- Casos relacionados con el concepto de tenencia o portación y con el concepto de arma.
a) Arma descargada: Un sector jurisrprudencial ha considerado que se tipifica de todos
modos como portación ilegal de arma de fuego aunque se encuentre descargada (C.N.Casación
Penal, Sala 2ª, 10/6/2002, “Garay, Marcos Jhonatan”; ídem Sala 4ª, 25/4/2005, “Claus, Rubén
Adrián”, registro 6525, causa 4533; ídem C.N.Crim. y Correc., Sala 5ª, 24/2/2003, “Zabala,
Walter”; ídem Sala 4ª, 13/10/2000, “Vazquez, Jorge”; ídem Sala 5ª, 19/2/2004, “Vallejos,
Jonathan”; ídem Sala 7ª, 12/9/2002, “Leiva, J.H.”, J.P.B.A. 119-58; ídem Sala 5ª, 29/6/2001,
“M.N.J.”, L.L. 2002-A-334, D.J. 2001-3-1049; ídem CCC.Fed, Sala 1ª, 13/11/2000, “Villalba,
Ricardo”; ídem C.Crim.Córdoba, 14/4/2005, “Juarez, G.R.”, J.P.B.A. 127-367; ídem Cámara Penal
de Garantías de La Matanza, 22/7/2003, “Zalazar, J.R.”, J.P.B.A. 121-138), y también se tipifica la
mera tenencia ilegal de un arma de fuego aunque esté descargada, dado que se trata de un delito de
peligro abstracto que se consuma con la mera peligrosidad general que ésta provoca,
independientemente de su carga (C.N.Casación Penal, Sala 1ª, 23/4/2002, “Roldán, Gustavo”, L.L.
2002-F-59; ídem C.N.Casación Penal, Sala 4ª, 20/12/2001, “Rodríguez, Raúl Oscar”, J.P.B.A. 120125; L.L. 2002-D-87; ídem Tribunal de Casación Penal de Bs.As., Sala 2ª, 5/9/2002, “Mieres, J.R.”,
J.P.B.A. 123-269; ídem CCC.Fed, Sala 2ª, 17/6/1987, “Correa, Rubén”, JA 1989-I-621; ídem
C.N.Crim. y Correc., Sala 5ª, 17/8/2004, “Yamin, Daniel Eduardo”, J.P.B.A. 126-39; ídem Sala 4ª,
13/10/2000, “Vázquez, Jorge”; ídem Sala 1ª, 26/3/2003, “Lanza, Germán”, L.L. 2004-A-86; ídem
Sala 5ª, 24/4/2003, “Zabala, Walter”; ídem Sala 5ª, 27/11/2003, “Solari, Carlos Javier”; ídem
CCC.Fed La Plata, Sala 2ª, 7/8/1986, “Gómez, Manuel”, L.L. 1986-E-594). Así se ha dicho que
“…Es suficiente la comprobación de que el arma resultó apta para sus fines específicos para la
configuración del art.189 bis, 4to párrafo, C.P., al tratarse la hipótesis delictiva de un delito de
peligro abstracto, sin que el hecho de que estuviera descargada permita descartar dicha tipificación,
toda vez que la ley no distingue ni exige tal circunstancia…”(C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, causa
18674, 17/7/2002, “D’Alessandro, Alejandro”).
Otro sector jurisprudencial ha considerado atípica la portación ilegal de un arma descargada
(C.N.Casación Penal, Sala 1ª, 26/2/2003, “Aguirre, Horacio”, J.P.B.A. 120-233 ó L.L. 2004-A-211;
ídem C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, 3/3/2003, “Alvarado, Ariel”, J.P.B.A. 123-61; ídem Sala 1ª,
14/2/2003, “Zotarez, Geraldine”; ídem Sala 1ª, 27/3/2003, “Fuentes, Leonardo”) y también se
estimó atípica la tenencia ilegal de un arma descargada (C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, 4/4/2001,
“Rodríguez, Raúl”; ídem Sala 6ª, 28/4/2005, “Caparrós”, L.L. 2005-E-589, donde se secuestró
debajo de la alfombra del asiento del acompañante de un rodado, un revolver sin municiones en su
tambor, y se dictó un sobreseimiento argumentándose que “...Si la razón de castigo de todo delito de
peligro es su peligrosidad, siempre debe exigirse para su punición que no desaparezca en ellos todo
peligro. Sostener el castigo por el sólo hecho de tener un arma descargada, no implica sino avanzar
en un derecho penal de anónimo, vedado por nuestra Constitución...”.En igual sentido se dijo que
“...La tenencia de un arma de guerra sin municiones resulta una conducta atípica... El revólver
secuestrado, sin municiones en su tambor, no puso en peligro el bien jurídico protegido por la
norma, es decir, la seguridad pública...” (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, causa 27.141, 2/6/2005,
“Vargas Leis, Williams”). En su voto en disidencia en el caso (C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, causa
18.674, 17/7/2002, “D’Alessandro, Alejandro”) dijo el Dr. Donna que “El arma encontrada sin
municiones en su recámara como en su cargador, no reúne los elementos del tipo penal previsto en
el art. 189 bis 4to párrafo, C.P. No se advierte cual es el peligro al que presumiblemente expusieron
a la seguridad pública…Si el autor ha tomado las previsiones del caso, a los efectos de estar a la
peligrosidad del objeto, como bien afirma Roxin (Roxin, Claus, Derecho Penal, Parte General, Ed.
Civitas, 1997, Traducción de la 2ª edición alemana, Tomo 1) no hay tipicidad objetiva ni subjetiva”.
Una posición intermedia ha considerado que la portación ilegal de un arma descargada,
debe reputarse como mera tenencia ilegal de arma de fuego, al sostenerse que “…El caso se
encuentra, en principio, comprendido en las previsiones del Art.189 bis, apartado segundo, primer
párrafo, del Código Penal –según ley 25.886- si, dada la falta de municiones, no puede afirmarse
5
que el arma se encontraba en condiciones de uso inmediato…” (C.S.J.N., 18/4/2006, “Álvarez
García, Gustavo Gonzalo”, Fallos 329:1324).
Una situación verificada jurisprudencialmente fue aquella donde el revolver estaba
descargado, pero el imputado tenía municiones en su poder, y fue procesado por tenencia ilegal de
arma de uso civil (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, 16/5/2005, “Nuñez Ortíz, Juan Miguel”, causa
23.469).
b) Arma inidónea: Un sector de la jurisprudencia ha considerado atípica la portación ilegal
de un arma de fuego inepta para producir disparos (Tribunal Casación Penal Pcia. Bs.As., Sala 3ª,
1/3/2004, “Pecchini, R.”, J.P.B.A. 124-52; ídem Sala 2ª, 3/6/2003, “Coria, R.L.”, J.P.B.A. 121-253;
ídem C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, 30/9/2003, “Noguera, Sandra Elizabeth”) dado que “...se
descarta la situación de peligro común inherente y esencial a las figuras contenidas en el título que
resguarda el bien jurídico Seguridad Pública...” (C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª, causa 29.609,
8/6/2006, “Pontarelli, Carlos J.”), por lo que ha sido considerada atípica la conducta de portar un
revolver descargado a la cintura (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, causa 27.404, 17/11/2005,
“González, Alan”).
También es atípica la tenencia ilegal de un arma inidónea para el disparo, dado que no
afecta la seguridad común (C.N.Casación Penal, Sala 4ª, 20/12/2001, “Rodríguez, Raúl Oscar” del
voto del Dr. Hornos; ídem Tribunal Casación Penal Buenos Aires, Sala 2ª, 24/2/2004, “C.E.B.”;
ídem C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, 30/9/2003, “Noguera, Sandra Elizabeth”; ídem Sala 5ª,
31/3/2005, “Arastua Muñoz”, J.P.B.A. 128-42; ídem Sala 6ª, causa 27.205, 6/7/2005, “Valles,
Carlos Maximiliano”; ídem Tribunal Oral Criminal nro.1 de Necochea, 28/2/2000, “Gomez,
Julián”, L.L.B.A. 2000-617; ídem C.C.C.Fed., Sala 1ª, 2/10/1987, “Avati, Walter”), por eso es
atípica y no constituye tenencia ilegal de arma de fuego la conducta de llevar un revolver
descargado en el automóvil (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, causa 26.382, 28/4/2005,
“Caparros”).Con claridad se ha definido que “...arma propia es algo que funciona, esto es, que
dispara balas, de lo contrario, será otra cosa, pero no arma de fuego, aún para los delitos de peligro
abstracto. La falta de aptitud del arma puede provenir de cualquier causa, ya sea por la ausencia de
municiones, o por la inutilización o faltante de algunos de sus elementos o partes esenciales...”
(C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, causa 26.772, 12/8/2005, “López, Gustavo Gabriel”) fallo donde se
trataba de un arma descargada y sin martillo percutor, conducta que fue considerada atípica de
tenencia ilegal de arma de fuego.
No obstante lo cual, otro sector jurisprudencial ha sostenido que la portación ilegal de arma
de fuego se tipifica aunque el arma sea inidónea para producir disparos (Cámara Penal de Garantías
de San Martín, Sala 2ª, 27/4/2004, causa 6.498, J.P.B.A. 128-135), y de igual manera se tipifica el
delito de tenencia ilegal de arma de fuego, aunque ésta sea inidónea para el disparo (Tribunal
Casación Penal Buenos Aires, Sala 2ª, 30/6/2003, “Coria, R.L.”, J.P.B.A. 121-253; ídem Sala 2ª,
10/9/2002, “Mieres, J.R.”, J.P.B.A. 123-269; ídem C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª, 3/9/2002,
“Huelmo, R.”, J.P.B.A. 120-65).
Si el arma que portaba el imputado es de funcionamiento anormal y cargada, ha incurrido
en el delito de portación ilegal de arma de guerra (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, causa 27.968,
23/9/2005, “Quevedo, Julio”) fallo donde se trataba de una pistola 9 mm con una bala trabada en la
recámara.
c) Tenencia pretérita: En general se ha sostenido que la tenencia o portación de un arma
de fuego debe ser actual, sin importar si aconteció alguna vez en el pasado (C.C.C.Fed., Sala 2ª,
25/8/1980, “Mouriño”, J.A. 1981-I-27; ídem Superior Tribunal de Justicia de Córdoba, Sala Penal,
6/6/2001, “Acosta, Martín E.”, L.L.Córdoba 2002-1076 fallo 517 S; ídem Superior Tribunal de
Justicia de Córdoba, Sala Penal, 15/3/1999, “Torres, Javier R.”, L.L.Córdoba 2000-650).
No obstante, otra jurisprudencia ha sostenido que la tenencia pretérita debe ser sancionada
pues implica que alguna vez, en el pasado, se puso en peligro el bien jurídico protegido (C.C.C.Fed,
Sala 2ª, 23/1/2003, “Iturrea, Héctor”; ídem C.C.C.Fed. San Martín, secretaría penal nro.1,
20/3/1990, “Insaurralde, Francisco”; ídem C.C.C.Fed. San Martín, Sala 1ª, 21/9/2004, “Blumberg,
Axel”).
d) Arma en el domicilio del imputado: se ha considerado mera tenencia de arma de fuego
los casos donde el arma fue hallada en el domicilio del imputado (C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª,
24/9/2002, “Rodríguez Mirandas, César Gabriel”; ídem Sala 4ª, 18/9/2003, “Benedettelli, Juan”).
e) Arma en el interior del automóvil del imputado: se sostuvo que el hallazgo de un arma
en el interior del automóvil del imputado constituye mera tenencia (C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª,
2/3/2001, “Castronuovo, Jorge”; ídem Sala 4ª, 28/2/2003, “Del Hoyo, Osvaldo”; ídem Sala 4ª,
14/3/1997, “Smitarello, Eduardo”, J.A. 1999-II-síntesis), como por ejemplo cuando fue hallada
debajo del asiento (C.C.C.Fed. San Martín, Sala 1ª, 6/8/1996, causa 467/1996, “Buitrón, Víctor
Hugo”) o mas precisamente debajo del asiento trasero (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, causa 23719,
10/3/2004, “Blum, Matías”) o debajo del asiento delantero del acompañante (C.N.Crim. y Correc.,
Sala 6ª, causa 23749, 26/2/2004, “Di Giuseppe, Cristian Leonardo”) o en la gaveta del conductor
(C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª, causa 29457, 14/8/2006, “Vega, Juan D.”).
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Pero también ha sido considerada portación el hallazgo debajo del asiento del acompañante
de un rodado (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, causa 23059, 20/8/2004, “Kovar, Miguel Angel”) o
debajo del asiento del conductor (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, causa 19.321, 24/10/2002, “Molina,
Aníbal”). Así se ha dicho que “…El delito de portación de arma de uso civil (art.189 bis, párrafo
tercero del C.P.) no requiere para su configuración el constante contacto físico con el objeto cuya
tenencia desautorizada la ley veda. No obsta a su configuración el hecho de que el imputado no
llevara consigo el arma de fuego…al procederse a su secuestro –en el interior de un vehículo de
alquiler-..con la posibilidad de disponer física e inmediatamente de ella..”(C.N.Crim. y Correc., Sala
5ª, causa 22.345, 15/8/2003, “Ramírez, Julio”).
f) Arma muy cercana: excepcionalmente se ha considerado portación de arma de fuego, el
caso donde ésta fue hallada muy a mano del imputado, como por ejemplo en un bolso que acarreaba
(C.N.Crim. y Correc., Sala 5ª, 23/5/2003, “Vincent, Valeria Marcela”, ídem Sala 5ª, 20/6/2003,
“Cerquetti, César”; ídem Sala 1ª, 11/8/2004, “Tula, Pablo Valentín”) o en una bolsa (C.N.Crim. y
Correc., Sala 1ª, 22/4/2005, “Escalada, Mariela Alejandra”, causa 21.954) o en la guantera del
rodado (Tribunal de Casación de Buenos Aires, Sala 3ª, 1/4/2004, “A.J.C.”, J.P.B.A. 124-51; ídem
C.N.Crim. y Correc., Sala 5ª, 25/10/2001, “Linares, Ricardo Alberto”; ídem Sala 1ª, 22/10/2002,
“Oviedo, Sergio Daniel”; ídem Sala 7ª, 21/6/2001, “Sequeia, Mario Roque”; ídem Sala 6ª,
28/5/2003, “Claus, Rubén Adrián”); inclusive también se ha tipificado como portación el hallazgo
del arma debajo del asiento del conductor (C.N.Crim. y Correc., Sala 7ª, 23/10/2003, “Almonte de
León, E.”, J.P.B.A. 124-76; ídem C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, causa 19.321, “Molina, Aníbal”) o
del acompañante (C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, 26/4/2005, “González, C.M.”; ídem Sala 6ª, causa
23.059, 20/8/2004, “Kovar, Miguel Angel”).Otros casos donde se ha tipificado como portación la
incautación de un arma de fuego debajo del asiento de un rodado son por ejemplo los precedentes
(C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, causa 19.321, 24/10/2002, “Molina, Aníbal” ídem Sala 6ª, causa
23.059, 20/8/2004, “Kovar, Miguel Ángel”).
No obstante, alguna jurisprudencia ha sostenido que “...si el objeto no era llevado por el
encausado en su poder, debe descartarse tal figura –portación- y endilgarle la simple tenencia de
arma de guerra...la portación requiere llevarla corporalmente y en condiciones inmediatas de
uso...”(C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª, causa 30.216, 5/9/2006, “Piñeiro Perez, Gustavo R.”)
g) Arma usada para un robo: Hay aquí tres posturas jurisprudenciales:
Una postura que la figura del robo con armas –Art.166 inciso 2 C.Penal- absorbe por su
mayor penalidad a la figura del artículo 189 bis (C.C.C.Fed., Sala 2ª, 30/8/1993, Aguirre, M,
J.P.B.A. 85-35; ídem Suprema Corte de Justicia de Mendoza, Sala 2ª, 21/11/2003, P.H.O., La Ley
Gran Cuyo 2004 página 472; ídem C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, 17/8/2005, causa 27.008, “Santana
Güemes, Ciro D.”; ídem C.N.Casación Penal, Sala 2ª, 3/6/1998, registro 2.020, “Batallán, Walter
H.”) vale decir que existe tan sólo un concurso aparente de leyes entre ambas figuras, y se aplica
solamente la del Art.166 inciso 2do C.Penal: Se ha dicho que: “…El momento en que el imputado
portó el revolver fue en la ocasión del robo (…) portaba el arma con la intención de emplearla en el
hecho concreto (…) nos encontramos ante un concurso aparente de leyes (…) también llamado
concurrencia aparente o impropia, que contempla los supuestos en que si bien la acción es abarcada
por dos o más tipos penales considerados aisladamente, cuando se los considera conjuntamente –en
sus relaciones- se verifica que una de las leyes concurrentes interfiere la operatividad de las
restantes, por lo que se excluye su aplicación al caso…el hallazgo del arma se produjo en ocasión
del robo que es calificado por el empleo de tal medio…la portación (…) ya ha sido tenido en cuenta
agravando el robo…”(C.N.Casación Penal, Sala 3ª, 31/8/2005, “Prada Ponce, Alexis Juan”, registro
666, causa 5.387). Y en esta misma inteligencia se dijo que “…Si ello no sucediera se vulneraría el
principio del ne bis in idem toda vez que, al preverse en una figura autónoma el empleo del arma
como circunstancia agravante si se aplicase la pena prevista en ésta conjuntamente con la dispuesta
para la portación de arma de uso civil sin la debida autorización, se estaría condenando al sujeto por
dos delitos cuando en realidad solo ha cometido uno…”(C.N.Casación Penal, Sala 2ª, 10/7/2006,
causa 6.529, registro 8.837, “Cáceres, Diego A o Cáceres, Javier E.”).
Otra postura estima que ambas figuras –Art.189 bis y Art.166 inciso 2do C.Penalconcurren en forma ideal –Art. 54 C.Penal- (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, causa 29.094, 23/2/2006,
“Pour, Juan D”; ídem Sala 6ª, 18/7/2002, “Berra, Alberto Oscar”; ídem Sala 6ª, 3/9/1998, “Peralta,
O.”; ídem Sala 1ª, 19/9/2001, “Sánchez, Julio Adrián”; ídem Sala 6ª, 10/7/2001, “Rivas, Walter”;
ídem Sala 6ª, 8/3/1993, “Villalba, S.”, J.A. 1997-III-síntesis). Así se ha sostenido que “...Entre
ambos tipos penales media un concurso ideal...si el hallazgo del arma de guerra es con motivo del
robo calificado por el empleo de tal medio, no es procedente concursar la tenencia del arma en
forma material, pues se produciría injusto agravamiento de la situación procesal del imputado, dado
que la tenencia quedaría computada a través de su empleo con el carácter genérico del arma,
agravando la sanción del robo...” (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, causa 26.927, 26/5/2005,
“Argañaraz, Carlos”; ídem Sala 6ª, causa 27.220, 13/6/2005, “Serón, Edgardo”; ídem Sala 6ª,
20/10/2005, “Demora Pinto, Nicolás Alexander”, causa 20.085; ídem Sala 6ª, 5/12/2005, “Ibarra,
Roberto”, causa 28.631; ídem Sala de Feria C, causa 28, 20/7/2005, “Calla, Rodrigo Roberto”; ídem
Sala de Feria B, causa 304, 26/1/2006, “Mouhsen, Martín”). En igual sentido se dijo que “...La
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utilización de un arma de uso civil sin la debida autorización legal a los fines del apoderamiento,
constituye un hecho único...La unidad de determinación y conducta de los autores queda fuera de
discusión en tanto los imputados llevaban el arma con la intención de emplearla en el hecho
concreto...” (C.N.Crim. y Correc., Sala de Feria B, causa 304, 26/1/2006, “Mouhsen, Martín G.”); y
también que “…Se ha discutido largamente la relación concursal existente entre el robo con armas y
la tenencia o portación de arma de fuego, en atención a su naturaleza jurídica, esto es, por tratarse
de una figura de peligro, y por oposición a un delito de lesión…La tendencia mayoritaria de aplicar
un concurso real, desnaturaliza la función que el delito cumple dentro del sistema, especialmente en
la ley argentina, en que se trata de un caso de adelanto de punibilidad a los actos preparatorios de un
delito….resulta de dudosa legitimidad…” (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, causa 28.456, 19/12/2005,
“Pozzi, Pablo Damián”). También se dijo de forma genérica para los casos de delitos cometidos con
armas que “...aplicar un concurso real entre las figuras...se trata de un caso de adelanto de
punibilidad de los actos preparatorios...” (C.N.Crim. y Correc., Sala de Feria C, causa 86,
14/7/2005, Lobos, Arnaldo Andrés).
La tercer postura jurisprudencial sostiene que ambas figuras –Art.166 inc.2 y Art.189 bis
C.Penal- concurren en forma real –artículo 55 C.Penal- (C.N.Casación Penal, Sala 1ª, 29/12/1993,
“Heredia, Francisco A.”, causa 80 con sus numerosas citas jurisprudenciales; ídem Sala 2ª,
8/3/2002, “Herrera, Javier Silvio”; ídem Sala 4ª, 30/8/2006, “Gil, Omar Alberto”, causa 5.068,
registro 7.766; ídem Sala 3ª, 10/3/2005, “Gutierrez, Mauricio Javier”, causa 5184, registro 145;
ídem Sala 4ª, 27/4/2005, “Molina, Ariel Orlando”, causa 4.753, registro 6.533; ídem Sala 1ª,
14/10/2005, “Moroni, Javier Oscar”, causa 6.390, registro 8.161 con cita del referido caso
“Heredia”; ídem Sala 1ª, 23/3/2006, “Santana Guedes, Ciro David”, registro 8.632, causa 6.603;
ídem Sala 4ª, 26/4/2006, “Trinidad, José Luis”, causa 4.966, registro 7.386; ídem Sala 1ª,
27/4/2006, “López, Alejandro Marcelo”, registro 8.750, causa 6.741; ídem Sala 2ª, 20/10/2006,
“Orona, Oscar Alejandro”, causa 6.518, registro 9.140; ídem C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª,
24/9/2001, “Romero, Ricardo”; ídem Sala 4ª, causa 29.565, 7/6/2006, “Vivas, Cristian A.”; ídem
Sala 4ª, 10/3/2005, causa 26.157, “Costantino, Jorge”; ídem Sala 7ª, 17/5/2005, causa 26.542,
“Carranza, Julio C.”; ídem Sala 1ª, causa 26.664, 5/9/2005, “Cardinello, Fernando”; ídem Tribunal
Oral Criminal Nro.8 Cap. Fed, 10/9/2002, “González, Walter Emilio”; ídem C.N.Crim. y Correc.,
Sala 2ª, 16/6/1992, “Cano, Felipe”, J.A. 1994-II-síntesis; ídem Sala 1ª, 2/10/2001, “Villa Sanchez,
Daniel”; ídem Sala 5ª, 7/8/2001, “Giovannetti Urcia, A.”; ídem Sala 4ª, 19/7/2001, “Cámpora, R.”;
ídem Sala 1ª, 31/8/2001, “Zalazar, M.A.”, ídem Sala 6ª, 14/8/2003, “Perotti, Eduardo M.”, L.L.
2004-B-567; ídem Sala 4ª, 10/3/2005, “Constantino”; ídem Sala 4ª, causa 29.565, 7/6/2006, “Vivas,
Cristian”; ídem Sala 4ª, causa 29175, 17/4/2006, “Silva, Gustavo D.”). Así se ha dicho que “...dado
que, tanto el delito de robo con armas y la portación de arma de fuego, son figuras autónomas, luce
adecuado el concurso material de ambas figuras...” (C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª, causa 26.228,
17/3/2005, “Paz, Miguel Leonardo”) y que la portación de arma de fuego “...al tutelar el bien
jurídico de la seguridad pública, constituye un delito de carácter permanente y de peligro abstracto,
que se consuma solo con la voluntad de detentar el arma sin la autorización para ello (...) Por el
contrario, el robo agravado por el uso de armas, que tutela la propiedad, es de carácter instantáneo y
se consuma en el momento de su comisión (...) la circunstancia de que se superpongan
temporalmente durante el robo, no hace que pierdan su autonomía al resultar acciones física y
jurídicamente separables e independientes...” (C.N.Crim. y Correc., Sala 7ª, causa 29.064,
17/4/2006, “García, Alejandro C.”), y que “...La portación de un arma de fuego sin la debida
autorización y el robo, configuran dos acciones típicas distintas que se superponen solo
parcialmente en el tiempo, coincidiendo nada mas que en un lapso, respondiendo a bienes jurídicos
distintos, e incluso uno de los reproches puede quedar en grado de conato y el restante consumado,
lo que apoya aún mas que se trata de diferentes acontecimientos...”(C.N.Crim. y Correc., Sala de
Feria B, causa 68, 28/7/2006, “Doldan, Walter M.”). También se argumentó en pos del concurso
real de ambas figuras que “...La tenencia de arma de guerra no aparece integrada por subsunción en
el tipo del robo con armas, toda vez que éste para su configuración no exige el uso exclusivo de
arma de fuego sino de cualquiera sea propia o impropia...manteniéndose la portación mas allá de las
circunstancias del robo endilgado...una hipótesis de concurso real (artículo 55 del Código Penal),
pues se está en presencia entonces de dos hechos jurídicamente autónomos...” (C.N.Casación Penal,
Sala 3ª, 10/3/2005, registro 145, causa 5.184, “Gutiérrez, Mauricio Javier”).
De forma genérica se ha dicho aisladamente que no se puede establecer una regla fija de
antemano, y por ende habrá que analizar cada caso en concreto para determinar si hubo concurso
real o ideal entre ambas figuras (C.N.Casación Penal, Sala 4ª, 25/4/2005, “Claus, Rubén Adrián”,
registro 6.525, causa 4.533).
Desde el punto de vista doctrinario y jurisprudencial cabe mencionar el trabajo de Ziffer,
Patricia S., El concurso entre la tenencia de armas de guerra y el robo con arma, en Cuadernos de
Doctrina y Jurisprudencia Penal; año 2 Nº 3; Bs. As., Ad Hoc, 1996, págs. 331-353 donde esta
autora concluye que la figura del robo con armas desplaza la punibilidad de la tenencia de arma de
guerra por subsidiariedad tácita.
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2-Autoría y participación en los delitos de tenencia y portación de armas y municiones.
a) Tenencia compartida: Se ha sostenido que existe la tenencia compartida de un arma de
fuego “... cuando dos personas han sido sorprendidas en la posesión o en el dominio de hecho de la
cosa. Como el referido concepto no requiere el contacto físico con el objeto cuya tenencia
desautorizada la ley veda...” (C.N.Crim. y Correc., Sala 5ª, causa 22.276, 25/8/2003, “Gómez,
Gilberto Abel”; ídem C.N.Casación Penal, Sala 2ª, 27/12/1996, “Cucchi, Marcelo Fabián”; ídem
C.N.Crim. y Correc., Sala 5ª, 8/10/2003, “Roldán, Aníbal”; ídem Sala 6ª, 5/6/2003, “Huayamares
León, Gloria”) y que “...A diferencia de la portación de armas, la simple tenencia de aquel elemento
es susceptible de ser compartida...”(C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, causa 20365, 5/11/2002,
“Leguizamón, M.G.”, J.P.B.A. 121-69), como por ejemplo cuando es hallada en el interior de un
automóvil (C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª, 13/3/1997, “Smitarello, Eduardo”; ídem Sala 4ª, 2/3/2001,
“Castronuovo, Jorge”; ídem Sala 4ª, 28/2/2003, “Del Hoyo, Osvaldo”; ídem Sala 4ª, 15/4/2002,
“Cáceres, Rubén”; ídem Sala 1ª, 17/7/2002, “D’Alessandro, Alejandro Marcelo”; ídem CCC.Fed,
Sala 2ª, 17/6/1987, “Correa, Rubén”, J.A. 1989-I-621), o en el interior del domicilio donde
convivían los acusados (C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª, 28/3/2000, “Hurley, Patricio”) o si ambos
imputados compartían la tenencia de un pistolón (C.N.Crim. y Correc., Sala de Feria A, 17/1/2003,
causa 92, “Alvarez, J.O.”, J.P.B.A. 122-65). Así se ha dicho que “…El secuestro de tres armas de
fuego, una de ellas calibre 9 mm y con numeración erradicada, importa afirmar que quienes
viajaban en el automotor ejercían, en principio, la tenencia compartida de éstas…” (C.N.Crim. y
Correc., Sala de Feria A, causa 91, 12/01/2001, “Cardozo García, Raúl”).
No obstante, alguna jurisprudencia ha sostenido “....la imposibilidad de admitir una tenencia
compartida...sin que existan elementos probatorios que permitan considerar una tenencia
alternativa...” (C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, 21/9/2004, causa 24.481, “Fernández, María
Gabriela”).
b) Desvinculación del acompañante: Fue sobreseída la acompañante del imputado, en
cuyo rodado, y debajo del asiento trasero, se encontró un arma de fuego, dado que no se pudo
comprobar una tenencia alternativa y conocida del arma por parte de ambas personas (C.N.Crim. y
Correc., Sala 1ª, 21/9/2004, “Fernández, María Gabriela”). También en su voto en disidencia el Dr.
Donna se pronunció a favor de dictar una falta de mérito en el caso donde tres armas fueron
halladas dentro de un rodado y se le atribuyó la tenencia ilegal de las mismas a todos los tripulantes
del vehículo (C.N.Crim. y Correc., Sala de Feria A, causa 91, 12/01/2001, “Cardozo García, Raúl”,
del voto en disidencia del Dr. Donna).
En sentido contrario, la postura mayoritaria ha manifestado, “...la imposibilidad de que la
portación de un arma – a diferencia de la tenencia- sea compartida, pues lógicamente una sola
persona puede llevar consigo un arma en un lugar público y en condiciones tales que permitan su
inmediato uso...” (C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, 14/2/2003, “Zotarez, Geraldine”) y en esta
inteligencia se declaró la nulidad de una sentencia que había condenado por portación compartida
de arma de fuego a los tres ocupantes de un coche en cuyo interior fue hallada (C.N.Casación Penal,
Sala 4ª, 19/3/2003, “Santander, C.A.”, J.P.B.A. 120-216).
Sin embargo, fueron procesados por portación ilegal de arma de fuego tres personas que se
encontraban en el interior de un vehículo en el cual se encontró un arma de esa naturaleza ubicada
entre la palanca de cambios y el freno de mano (C.N.Crim. y Correc., Sala 5ª, 18/9/2002, “Aguirre,
Darío Gastón”) y también los dos imputados que dentro de un solo bolso llevaban una sola arma de
fuego (C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, 11/8/2004, “Tula, Pablo Valentín”) y también fueron
responsabilizados por portación compartida de arma de fuego tanto el conductor como su
acompañante cuando el arma fue hallada debajo del asiento del primero (C.N.Crim. y Correc., Sala
7ª, 23/10/2003, “Almonte de León, E.”, J.P.B.A. 124-76) y también los dos imputados que viajaban
en un autobús debajo de cuyas butacas fue hallada, dentro de una mochila, un arma de fuego
(Cámara Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires, Sala 2ª, 8/7/2004, PJM y PDM).
c) Portación compartida en ocasión de asalto: Si en ocasión de un asalto, uno de los reos
portaba un arma de fuego –sin importar que el otro llevara una de utilería- ambos fueron
responsabilizados por portación compartida de arma de fuego (Tribunal Oral Criminal de Cap. Fed.
nro.6, 5/12/2002, “Olivera, W.O.”, J.P.B.A. 122-256).
3- Autorizaciones que otorga el Registro Nacional de Armas (Renar):
a) Credencial verde de legítimo usuario (llamada CLU): es para todo ciudadano que por
razones deportivas o simplemente de seguridad o colección, decida adquirir un arma de fuego
(previo cumplir los requisitos que la legislación le impone) y lo autoriza simplemente a tenerla en
su casa o bien trasladarla pero con discreción y llevándola descargada y por separado el arma y el
cargador –en el caso de las pistolas- y nunca entre las ropas (artículo 125 del Decreto 395/1975 en
función del artículo 12 de la ley 20.429; C.Crim.Córdoba, 14/4/2005, “Juárez, G.R.”, J.P.B.A. 127367; ídem C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, causa 18040, 19/4/2002, “Sánchez, Arturo”, donde se deja
bien en claro la diferencia entre tenencia y portación; ídem C.N.Crim. y Correc., Sala 5ª, causa
30.895, 16/11/2006, “Styrsky, Ariel Eduardo”, donde se dice que el simple tenedor de arma de
fuego puede transportarla siempre que no esté cargada –arts. 86, 87, 110, 11 y 125 del Decreto
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395/1975 y disposiciones 72/98 y 81/98 en función de la ley 20.429- del voto de la Dra. Garrigós de
Rébori). También se dijo que “...Los artículos 111 y 125, anexo 1 del Decreto ley 395/75 disponen
que para configurar “transporte”, el artefacto se debe trasladar descargado, separado de las
municiones...” (C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª, causa 29.457, 14/8/2006, “Vega, Juan D.”).
El artículo 189 bis, inciso 2do., quinto párrafo (introducido por ley 25.886) reza que: “…Si
el portador de las armas a las cuales se refieren los dos párrafos que anteceden, fuere tenedor
autorizado del arma de que se trate, la escala penal correspondiente se reducirá en un tercio del
mínimo y del máximo…”
Hasta dicha reforma de la ley 25.886, que como vemos contempla con penalidad reducida el
caso de los legítimos tenedores de armas de fuego que la portan sin estar autorizados por el Renar
para ello, algunos tribunales habían sostenido que incurre en portación ilegal de arma de fuego
quien solamente posee una CLU –Credencial de Legítimo Usuario- y portan el arma entre sus ropas
(C.N.Crim. y Correc., Sala 5ª, 30/9/2002, causa 19729, “Vargas, Nicolás Aldo”). No obstante lo
cual también se ha dicho, que si el sujeto estaba autorizado para la tenencia del arma, el hecho de
que se extralimitara en esa tenencia, portándola no transforma en ilícita su conducta (C.N.Casación
Penal, Sala 3ª, 11/2/2002, “Carrizo, Esteban”, J.P.B.A. 120-24; ídem C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª,
25/9/2001, “Colasurdo, Blas José”).
Los requisitos para obtener una credencial de legítimo usuario de armas de fuego -según
dispone en artículo 2 de la ley 24.492- son básicamente: acreditar identidad, domicilio real, y ser
mayor de ventiun (21) años de edad; denunciar el domicilio donde se guardaran las armas bajo
declaración jurada; acreditar inexistencia de antecedentes penales; acreditar medios de vida lícitos –
según sean trabajadores autónomos o en relación de dependencia-; acreditar estado de salud
psicofísica apto, mediante informe de los profesionales de la salud; y acreditar idoneidad en el
manejo de armas de fuego, mediante certificación del instructor de tiro habilitado y de la institución
de tiro donde se realizó el exámen –por ejemplo el Tiro Federal Argentino-.
b) Credencial azul de portación: en muy pocas ocasiones y por razones de seguridad o
función pública (y previo dictamen de una comisión especial del Renar) se le otorga a algunos
ciudadanos la credencial azul de portación, la cual lo autoriza a portar el arma, es decir a llevarla
entre sus ropas (o donde desee) en lugares públicos y en condiciones de uso inmediato (artículo 88
inciso 4to del Decreto 395/1975).
Cabe destacar que la portación de un arma de fuego, aunque esté autorizada legalmente,
debe hacerse de forma discreta, inclusive el artículo 90 del Código Contravencional de la Ciudad de
Buenos Aires reprime a quien porte en forma ostentosa, es decir a la vista de todos, un arma de
fuego, aunque esté autorizado para ello.
c) Tarjeta roja con los datos del arma (una por cada arma): Toda arma de fuego que
adquiera un ciudadano debe ser registrada ante el Renar, que expide una tarjeta roja con los datos
del arma y su titular, y anota los diferentes cambios de titularidad (como si fuese un rodado o un
inmueble).
De hecho, en los casos de compra en una armería dicho comercio no le entrega el arma al
cliente si previamente el Renar no le entregó la tarjeta roja a su nombre y con los datos del arma,
indicando así que se trata de un arma de fuego legal, vale decir que integra el circuito legal de armas
de fuego.
Por supuesto que para adquirir un arma de fuego se exige que el ciudadano tenga
previamente su CLU (Credencial verde de legítimo usuario) otorgada por el Renar, previo cumplir
con los requisitos legales que ya detallamos mas arriba.
d) Funcionarios públicos autorizados a portar un arma de fuego: su caso está
contemplado en el artículo 53 y 88, inciso 4to del Decreto 395/1975 y en la Resolución 1131/1990
del Ministerio de Defensa, normativa que autoriza por ejemplo a policías, servicio penitenciario,
fuerzas armadas, gendarmería, gobernadores, ministros, secretarios y subsecretarios en el orden
nacional y provincial, funcionarios del Poder Judicial, embajadores, ministros, etc, a portar un arma
de fuego.
En general el trámite lo efectúa cada agente ante los registros respectivos de cada fuerza a la
cual pertenecen –o bien ante el Renar- para no incurrir en portación ilegal de arma de fuego
(C.S.J.N. 9/8/1994, “Morales, Luis A.”, Fallos 317-856; ídem C.N.Crim. y Correc., Sala 7ª,
28/10/2003, “Martínez Funes, G.F.-caso relativo a militares-; ídem C.C.C.Fed., Sala 2ª, 7/11/1990,
“Porzio, Alfredo”, J.A. 1991-II-síntesis –que era el caso de un policía-; ídem C.S.J.N. 30/4/1996,
“Spinoza Melo, Oscar”, J.A. 1996-IV-268 –caso de un diplomático-). En disidencia, el Ministro de
la C.S.J.N. Dr.Petracchi sostuvo con acierto que aquellos funcionarios autorizados por ley a portar
armas de fuego, que no se presentaron ante el organismo respectivo para obtener la expedición de
una credencial de portación a su nombre, solo incurren en una infracción administrativa ante dicho
organismo (de la disidencia del Dr. Petracchi en el caso C.S.J.N. 30/4/1996, “Spinoza Melo, Oscar”,
J.A. 1996-IV-268).
e) Credencial vencida: Alguna jurisprudencia ha sostenido que quien porta un arma de
fuego con su credencial de portación vencida, incurre en el delito de portación ilegal de arma de
fuego (C.N.Crim. y Correc., Sala 7ª, 19/6/2003, “Díaz, Roberto”) y quien tiene un arma con su
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credencial de legítimo usuario vencida incurre en tenencia ilegal de arma de fuego (C.N.Crim. y
Correc., Sala 5ª, 27/5/2003, “Illanes, Martín Alejandro”).
En sentido contrario, se ha sostenido en forma genérica que “…Conforme lo previsto en el
art.69 del decreto 395/75 reglamentario de la ley nacional de armas, es deber denunciar el
vencimiento de la credencial de legítimo usuario de armas de fuego de uso civil condicional y de
portación al Registro Nacional de Armas…Tal incumplimiento sólo configura la infracción
administrativa prevista en el Art. 64 del decreto citado…” (C.N.Crim. y Correc., Sala 5ª, 22/3/2006,
causa 28.582, “Cosidoy Kohon, Daniel R.”) y por ende no incurre en delito alguno quien tiene su
credencial de legítimo usuario o de portación vencida. En igual sentido, ya se había considerado
atípica la conducta de quien porta un arma con su credencial de portación vencida (C.N.Crim. y
Correc., Sala 7ª, 4/11/2003, “Bercoff, Benjamín Sergio”) y también atípica la conducta de quien fue
sorprendido transportando en su rodado un arma con su credencial de legítimo usuario vencida, lo
cual solo constituye una infracción administrativa ante el Renar (C.N.Crim. y Correc., Sala 5ª,
22/11/2001, “González, Dante”, L.L. 2002-C-394).
f) Titular de una credencial de legítimo usuario (CLU) que posee en su domicilio
armas todavía no registradas a su nombre.
Solo comete una infracción administrativa –al art.64 del decreto 395/75- ante el Renar,
aquél titular de una credencial de legítimo usuario que posee en su domicilio armas de fuego que
todavía no se encuentran registradas a su nombre ante dicho organismo (C.N.Crim. y Correc., Sala
5ª, causa 33.228, 23/10/2007, “Labonia, Emilio José”).
4- Supuestos especiales introducidos por la Ley 25.886
a) Penalidad disminuida para quien porte ilegalmente un arma de fuego pero sin
intención de delinquir con ella –Art.189 bis inciso 2do sexto párrafo, según ley 25.886-.
Reza dicha norma “…La misma reducción prevista en el párrafo anterior podrá practicarse
cuando por las circunstancias del hecho y las condiciones personales del autor, resultare evidente la
falta de intención de utilizar las armas portadas con fines ilícitos….”
Ha sostenido la jurisprudencia que “…si no se puede probar que quien portaba el arma tenía
la intención de portarla con fines ilícitos, procede la reducción de la pena prevista en el Art.189 bis
inciso 2do sexto párrafo…” (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, 19/7/2004, “Juárez, Rubén”), vale decir
cuando sea evidente esa falta de intención delictiva (C.Crim.Córdoba, 14/4/2005, “Juárez, G.R.”,
J.P.B.A. 127-367).
Desde otra perspectiva se ha sostenido que “...aquello establecido como atenuación debería
oficiar de figura básica, es decir, la portación de arma de guerra lisa y llana debe ser penada ya con
la reducción establecida y, en caso de probarse -cuestión harto difícil, por cierto- la intencionalidad
ilícita futura con ella, aplicar la figura mas gravosa... de otro modo, existiría una presunción legal
sobre la existencia de un incomprobado designio criminal ulterior, lo cual no sólo atenta contra el
principio... in dubio pro reo, sino contra el de culpabilidad...” razón por la cual la Sala confirmó el
procesamiento del imputado pero modificando la calificación legal y aplicándole la figura atenuada
del sexto párrafo del inciso segundo del art. 189 bis, en lugar de la figura básica que había aplicado
el a quo (C.N.Crim. y Correc., Sala 5ª, causa 33.947, 13/2/2008, “Gamarra, Sergio Gabriel”).
Inclusive y de forma genérica se ha afirmado con acierto que “…las circunstancias de
tiempo, modo y lugar en que fue habida el arma, revelan que el accionar del imputado se hallaba
desprovisto de toda intención de utilizar el arma, circunstancia que permite descartar que se haya
vulnerado la seguridad pública, bien jurídicamente protegido por el Art.189 bis…” (C.N.Crim. y
Correc., Sala 5ª, causa 28.582, 22/3/2006, “Cosidoy Kohon, Daniel R.”).
b)Constitucionalidad –o no- del art.189 bis inciso 2 octavo párrafo (según ley 25.886)
que agrava la penalidad de la figura para quien registrare antecedentes penales o se
encontrare gozando de una excarcelación o exención de prisión.
Dice tal norma “…El que registrare antecedentes penales por delito doloso contra las
personas o con el uso de armas, o se encontrare gozando de una excarcelación o exención de prisión
anterior y portare un arma de fuego de cualquier calibre, será reprimido con prisión de cuatro (4) a
diez (10) años…”
Este precepto ha sido declarado inconstitucional por considerárselo violatorio del principio
de culpabilidad (C.Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires, Sala 1ª, 19/5/2005, Lemes,
Mauro Ismael, El Dial AA2A5F)
Otros tribunales también lo han declarado inconstitucional afirmando que esta norma
“…constituye una clara vulneración al principio de culpabilidad –Art.18 de la C.N., 15 del PIDCP y
9 de la CADH). No se castiga al autor exclusivamente en función de la gravedad del hecho
cometido, sino que, por contrario y de forma inadmisible, por registrar antecedentes penales (….).
El principio ne bis in idem también se encuentra afectado por la disposición inserta en el artículo
189 bis, segundo apartado in fine del C.Penal. La convalidación de este tipo penal significaría
reconocer la persecución penal o la condena de una persona, mas de una vez y por el mismo hecho.
Es que, la calificante de la pena se sustenta o apoya en otros sucesos por los cuales el encausado ya
fue juzgado y castigado…”(C.N.Crim. y Correc., Sala 5ª, causa 29.061, 16/3/2006, “Ramírez,
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Luciano N.”) y que “…el Art.189 bis, inciso segundo, párrafo octavo, del Código Penal, al tener
como presupuesto la circunstancia de que su destinatario deba registrar antecedentes penales por la
comisión de un delito doloso contra las personas, o con el uso de armas de fuego de cualquier
calibre, o que se encuentre gozando de su libertad por haber sido beneficiado a través de los
institutos de la exención de prisión o de la excarcelación, crea necesariamente un perfil de autor
(…) la portación de un arma de fuego (…) ya fue objeto de incriminación en los párrafos tercero y
cuarto de la norma (…) bastaría contar con un antecedente relacionado con una causa instruida en
orden al delito de lesiones leves dolosas o simplemente estar exento de prisión en una causa
promovida por la supuesta comisión del delito de hurto para que, de ser detenido un ciudadano
portando un arma de cualquier calibre, tenga la expectativa de ser condenado con una escala
punitiva que va desde los cuatro a los diez años (…) Así se provoca una clara afectación al principio
de legalidad que pone en crisis la constitucionalidad de la norma (…) se pretende introducir un tipo
propio del derecho penal de autor, que viola el carácter de derecho penal de acto que rige en nuestro
ordenamiento jurídico –arts.18 y 19 de la Constitución Nacional, art. 9 de la CADH y art.15 del
PIDCP (…) La valoración de los antecedentes penales tendrá obviamente, lugar en el momento en
que el tribunal de juicio individualice la pena que corresponda aplicar al imputado por la comisión
del nuevo suceso que se le atribuye respecto del sistema de mínimos y máximos que se establecen
en los tipos de la parte especial –arts.40 y 41 del Código Penal- (…) Por otro lado, adviértase que el
legislador, cuando ha querido efectuar agravantes genéricas, lo ha hecho en la parte general del
Código Penal. Tal es el caso del art. 41 bis (…) La agravación de una pena por los antecedentes
penales del sujeto no reconoce fundamento en los principios de mensuración de la pena que nuestro
derecho penal consagra…” (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, causa 31.991, 25/4/2007, “Gil, Omar
Alberto”). También se sostuvo que dicha norma vulnera “…de manera clara el principio de
culpabilidad, al no castigar al autor en función de la gravedad del hecho cometido –del contenido
del injusto y de la culpabilidad- sino exclusivamente en función de los antecedentes condenatorios
que registra o de las causas en trámite donde se le hayan concedido “excarcelaciones o exenciones
de prisión”…queda absolutamente prohibido cualquier intento de sancionar “personalidades”,
“formas de ser” o “estados peligrosos” sin que se hayan materializado en acciones (…) “Por otro
lado, el tribunal expresó que: “la elevadísima pena que contiene la figura también deviene
inconstitucional pues resulta desproporcionada (…) Se castiga con mayor pena que ciertos delitos
contra la vida o la integridad física de las personas, como las lesiones leves, graves y gravísimas –
arts. 89, 90 y 91, C.Penal- el homicidio y las lesiones en riña –art. 95, C.Penal-, e incluso el abuso
de arma, donde se reprime el disparo de un arma de fuego contra una persona -art.104, C.Penal-, y
resulta sugestivo que la simple portación de un arma de fuego se castigue con una pena superior al
efectivo disparo del arma contra una persona determinada y que implique la verdadera producción
de un verdadero resultado de peligro sobre su vida o integridad física (…) También vulnera el
principio constitucional de inocencia, puesto que la pena se agrava por el simple hecho de que el
portador del arma registre causas en trámite donde se encuentre sujeto al régimen de la
excarcelación o exención de prisión…” (Tribunal Oral en lo Criminal nro. 29 de Capital Federal,
30/3/2006, Martín, Juan P. y otros, Revista de Derecho Penal y Procesal Penal, Lexis Nexis, nro.
8/2006, pág. 1550 también el sostuvo que tal norma “…al introducir un tipo propio del derecho
penal de autor y no describir ninguna acción u omisión, es inconstitucional en tanto agrava la pena
del delito de portación de arma de fuego cuando el imputado registra antecedentes penales
violándose claramente el carácter de derecho de acto que corresponde asignar al derecho penal
vigente, en la medida en que la sanción penal solo puede tener fundamento en la previa comisión de
“acciones u omisiones” previstas legalmente (…) Resulta fundamental distinguir el proceso de
individualización de la pena a aplicar en el caso concreto –donde las condiciones personales del
imputado, y por caso las condenas anteriores, pueden ser evaluadas- de la construcción de un tipo
penal agravado sobre la base exclusiva de esas condiciones personales, lo que debe considerarse
reñido con las garantías constitucionales invocadas, contenidas en los arts.18 y 19 C.N….”
(Tribunal Oral en lo Criminal nro.24 de Capital Federal, 9/12/2005, Alessod, Roberto C., Revista de
Derecho Penal y Procesal Penal, Lexis Nexis, nro. 8/2006 pág. 1551; ídem Tribunal Oral en lo
Criminal Nro.1 de Capital Federal, 26/10/2005, causa 2.276, “Chanampa, Osvaldo N.”, Revista de
Derecho Penal y Procesal Penal, Lexis Nexis, nro. 5/2006, pág. 930).
Desde el punto de vista doctrinario la inconstitucionalidad de esta norma fue tratada por
ejemplo en el artículo titulado “Art.189 bis, inc.2 in fine, Código Penal: portación de antecedentes
penales: un agravante inconstitucional” por Langevín, Julián Horacio, publicado en Doctrina
Judicial 2005-3-363.
Otro sector de la jurisprudencia ha convalidado la constitucionalidad de éste precepto legal
afirmando que “...Con el agravamiento de la punibilidad previsto en relación a quienes pese a haber
recibido la advertencia –art.189 bis, inciso 2do, párrafo 8vo- que supone la imposición de una pena,
cometen un nuevo delito vinculado al uso de armas de fuego, sólo se han utilizado los mecanismos
que legítimamente acuerda la Constitución Nacional a fin de establecer un sistema de protección
social (...) El agravamiento de la penalidad con la que se conmina el delito en cuestión, entonces, en
nada se vincula con teorías relativas al derecho penal de autor, pues de lo que en definitiva se trata
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no es de castigar la peligrosidad intrínseca del agente, sino la peligrosidad exteriorizada (...) No
media un caso de vulneración a la garantía del ne bis in idem (...) Los hechos materia de juicio y
castigo en el proceso anterior no son juzgados en este caso, pues –en última instancia- lo que se ha
juzgado en estas actuaciones es otra conducta criminal por parte de quien –habiendo ya sido
condenado con anterioridad- comete un nuevo delito, sin imponérsele pena por ese delito anterior,
sino por la gravedad que define el legislador –atendiendo a las particulares circunstancias
calificantes y objetivas que racionaliza- en el delito por el que ahora se lo juzga...” (C.Nac.Casación
Penal, Sala 3ª, causa 6.359, registro 228, 22/3/2006, “Maciel, Marcelo Fabián”).
5- Acopio de armas de fuego
Señala Molinario que: “…el verbo acopiar no tiene un límite preciso…se acopian armas
para que sean utilizadas por numerosas personas…” (Molinario, Los delitos, tomo III, pág. 72) y
aclaramos que el acopio participa del mismo requisito legal que la tenencia ilegítima de una sola
arma de fuego, esto es, que el armamento se tenga “…sin la debida autorización, cuando esta fuera
legalmente requerida.Esto significa que cuando ninguna ley impone autorización, el delito no
existe…”(Molinario, op.cit. tomo III, pág. 72).
Claro está entonces que al no existir norma alguna del Renar, ni de ninguna índole que
establezca un número máximo de armas de fuego que un legítimo usuario puede tener, no cometerá
delito alguno mientras las tenga todas registradas legalmente. El delito de acopio implica
lógicamente la tenencia de numerosas armas ilegales, es decir aquellas que no están registradas
legalmente ante el Renar.
Se ha dicho que “…Si el imputado ostentaba las credenciales correspondientes a cada una
de las armas de fuego, el bien jurídico protegido por la hipótesis del art. 189 bis del C.P. no se
observa violentado…” (C.N.Crim. y Correc., Sala 5ª, causa 24.874, 3/8/2004, “Accorinti, Pablo
G.”).
Cabe destacar que todo Legítimo Usuario de armas de fuego, será considerado Gran
Usuario de armas al alcanzar la posesión de 10 armas de fuego o más, motivo por el cual deberá
presentar la declaración jurada de medidas de seguridad establecida por la Disposición del Renar
nro. 236/07.
Por definición “Acopia el que las reúne de modo considerable, superiores a los que el uso
común o deportivo pueden justificar (Soler), o que no demuestre que tiene finalidades de
colección” -Carlos Creus, Derecho Penal, Parte Especial, sexta edición, año 1999, Tomo II, pág.
32- (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, causa 19.963, 18/9/2002, “Aguirre, Gastón Eduardo”).
Se dijo que “Acopiar…parece claro que reclama muchas armas y no dos o tres ni
cinco…(Alfredo Molinario, “Los Delitos” Tomo III pág. 72, Ed. Tea, Bs. As., 1999)…” (CCC.Fed,
Sala 1ª, 1/12/2005, causa 38.842, “F., G.”).
a) Atipicidad de la tenencia de municiones. Olvido del legislador: La actual ley 25.886
(BO 5/5/2004) debido a un aparente olvido del legislador, no ha tipificado el delito de tenencia
ilegal de municiones (que si estaba contemplado en el artículo 189 bis último párrafo, según la
anterior ley 25086), razón por la cual tal conducta resulta hoy impune.
Así se sostuvo que “…corresponde absolver al imputado en orden al delito de tenencia de
municiones de guerra, en tanto la ley 25.886, al modificar el texto del artículo 189 bis del C.Penal,
no incluyó la simple tenencia de municiones de guerra en la descripción del tipo penal, ya que
conforme al artículo 2 del C.Penal debe aplicarse la ley penal sancionada con posterioridad al hecho
incriminado, si la misma es mas favorable para el imputado, aun cuando ello pueda deberse a una
omisión accidental o no querida por el legislador…”(Tribunal Oral Federal nro.1 de La Plata,
20/5/2004, “Paredes, Marcos”, L.L. 2004-D-536; ídem C.N.Casación Penal, Sala 3ª, causa 5.195,
registro 339, 4/5/2005, “Orona Bruzzone, Alberto”).
Sobre este particular se han escrito, entre otros, los siguientes artículos doctrinarios: Tazza,
Alejandro O., Tenencia de munición de guerra ¿Un olvido legislativo?, y también Iriarte, Ignacio
Fabián, Derogación de la tenencia de municiones de guerra -Ley 25.886- Un hijo inesperado de la
fiebre despenalizadora –nota a fallo-, en L.L. 2004-E-358 y L.L. 2004-D-536, respectivamente.
b) Acopio de armas o de municiones debidamente registradas ante el Renar: Es
requisito indispensable de la figura de acopio de armas o de municiones la ausencia de autorización
por parte del organismo respectivo (Renar) (C.N.Casación Penal, Sala 3ª, 3/8/2005, causa 5.560,
registro 626, “Salinas, Daniel y otros”).
c) Escasa cantidad de proyectiles: La jurisprudencia ha sostenido que la escasa cantidad
de proyectiles incautados torna atípica la conducta, dado que no se ha puesto en peligro la seguridad
pública, como por ejemplo, la tenencia de nueve cartuchos de diverso calibre (C.N.Casación Penal,
Sala 4ª, 29/6/2001, “Pazzaglini, Guillermo”, L.L. 2002-B-200) o de siete proyectiles (CCC.Fed,
Sala 1ª, 31/5/1988, “Peralta, Humberto G.”, L.L. 1988-E-265; ídem C.N.Casación Penal, Sala 3ª,
17/5/2000, “Wasiluk, Daniel”, J.A. 2001-I-324) o de tan solo cuatro balas calibre 9 mm y una
calibre 357 magnun (CCC.Fed, Sala 1ª, 18/4/1988, “Veloso, Eduardo”) o solamente tres balas
calibre 9 mm (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, 15/11/2001, “Sambade, Diego”).
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No constituye acopio de municiones la tenencia de 83 municiones del calibre 22, dado que
inclusive se venden en el mercado en caja de 50 unidades (C.N.Crim. y Correc., Sala 5ª, causa
26.117, 7/4/2005, “García, Julio”).
También se ha considerado atípica la tenencia de piezas aisladas de armas de guerra
(CCC.Fed, Sala 1ª, 1/12/2005, causa 38.842, “F., G.”).
d) Acopio de municiones: Cabe destacar que “...la figura de acopio de municiones de arma
de guerra, pese a la modificación legislativa (ley 25.886) no ha sido despenalizada...”
(C.N.Casación Penal, Sala 2ª, 12/4/2005, causa 5.339, registro 7508, “Osuna, Claudio Alberto”). El
delito es hoy de competencia federal (Art. 3, ley 25.886) y se ha sostenido que “…la sola magnitud
numérica –en el caso eran 106 proyectiles calibre 9 mm- no permite por si sola inferir el dolo de
acopio de municiones, que requiere la intención del autor de almacenarlas para su distribución
mayorista o abastecer a un número indeterminado de personas…”(CCC.Fed San Martín, Sala 2ª,
5/6/2003, “Varela, C.G.”, J.P.B.A. 123-147). También se ha dicho que el acopio de municiones es
de competencia federal en el caso (C.N.Crim. y Correc., Sala 5ª, causa 27.012, 17/6/2005, “Gaudio,
Maximiliano”).
La cantidad máxima de municiones que puede adquirir un legítimo usuario de armas de
fuego, está normada por la disposición 119/2004 del Renar, vigente a partir del 13/10/2004, y son
mil balas por año, de cada calibre que deseen, salvo del calibre 22 largo rifle y cartuchos de
perdigones comunes, de los cuales pueden adquirir hasta 2500 por año.
Toda adquisición de municiones es anotada en una tarjeta de munición que otorga el Renar
al Legítimo Usuario de armas de fuego, razón por la cual constituye una infracción administrativa
contra el Renar el manejo deportivo de una cantidad superior a la indicada, pero sin llegar a
constituir por ello el delito de acopio de municiones que, como dijimos “…requiere la intención del
autor de almacenarlas para…abastecer a un número indeterminado de personas…”(J.P.B.A. 123147), vale decir que se requiere la intención de alterar el orden y la seguridad pública, que es el bien
jurídico protegido por la norma, que no se verifica en la actividad deportiva. Cabe destacar que
dentro del tiro deportivo hay especialidades que requieren el uso diario de decenas de municiones,
como por ejemplo la modalidad llamada “Tiro Práctico”, a diferencia de otras especialidades de
precisión donde se efectúan menos disparos en cada competencia.
e) Tenencia o portación ilegal de arma de fuego y municiones. Concurso: concurren en
forma ideal la portación ilegal de un arma de fuego de uso civil y la tenencia de munición de guerra
(C.N.Crim. y Correc., Sala 7ª, causa 22.108, 28/8/2003, “Ghersi, Rubén Horacio”).
f) Material para producir municiones: Debido al gran costo de venta de las municiones
comercializadas por las empresas fabricantes (conocida como munición factory) es normal que en el
ámbito del tiro deportivo muchos deportistas se fabriquen sus propias municiones (comprando por
separado las puntas, las cápsulas, el fulminante y la pólvora de uso deportivo), debiendo estar
registrado ante el Renar como poseedor de un equipo de recarga de munición, razón por la cual la
mera tenencia de una máquina para recargar municiones, sin declarar ante el Renar, constituye una
infracción administrativa a la Disposición 92/04 del Renar.
6- La munición de punta hueca
Existen básicamente cuatro tipos de puntas: bala de punta roma, hueca, blanda, y blindada –
también llamada encamisadaDe todas ellas, las tres primeras, roma, hueca y blanda por lo general no producen rebotes, y
acaban su trayectoria en el cuerpo del destinatario o en la pared u objeto donde peguen, a diferencia
de la bala de punta blindada que suele producir innumerables rebotes.
En Argentina las fuerzas de seguridad utilizan balas de punta blindada –encamisada-, que
les provee el Estado, y que en otros países están prohibidas, precisamente por sus innumerables
rebotes.
Las balas de punta blanda son las conocidas balas de plomo que no produce rebotes, por ser
un material blando.
Las balas de punta roma son las balas de punta chata, que producen menos rebotes que la
punta tradicional (redondeada). También las hay de punta chata y encamisadas, que pueden producir
rebotes por la camisa o cobertura de cobre, pero igualmente los producen en menor escala que la
punta tradicional encamisada, que por su redondez y encamisado se torna rebotadora.
Ha sostenido la jurisprudencia que “…La circunstancia de que parte de los cartuchos calibre
22 secuestrados sean de ojiva hueca, no las convierte en municiones de guerra, sino que
simplemente constituyen municiones prohibidas para toda actividad que no sea la caza o el tiro
deportivo….-ver Art. 4, inc.3, apartado “d” del Decreto 395/1975- …” (C.N.Crim. y Correc., Sala
5ª, 3/8/2004, causa 24.874, “Accorinti, Pablo G.”) de modo que su tenencia no puede acarrear
mayores consecuencias penales que cualquier otro tipo de municiones.
7- Entrega indebida de arma de fuego
El artículo 189 bis, inc. 4, párrafo primero (según ley 25.886) castiga a quien entregue un
arma de fuego a quien no sea legítimo usuario ante el Renar, figura que se agrava cuando la entrega
es a un menor de 18 años (segundo párrafo), y a su vez el artículo 89 del Código Contravencional
14
de la Ciudad de Buenos Aires reprime a quien entregue un arma a una persona declarada demente,
notoriamente desequilibrada, ebria o drogada.
El artículo 1ro de la ley 24.492 prohíbe la transmisión de todo tipo de armas de fuego, ya
sea a título gratuito u oneroso, a quien no acredite su condición de legítimo usuario por medio de la
credencial (CLU) otorgada por el Renar (C.N.Crim. y Correc., Sala 7ª, 7/4/2005, “Rodríguez,
José”), en tanto que la Disposición 28/2033 del Renar prohibe toda transmisión de armas de fuego a
otra persona sin la previa autorización de ese organismo (dicha disposición fue publicada en
J.P.B.A. 119-310).
Se ha sostenido que corresponde condenar como partícipe necesario del delito de tenencia
de armas de guerra al miembro de la Prefectura Naval Argentina que entregó a un tercero el arma
que le proveyó la institución (CCC.Fed, Sala 2ª, 26/4/1988, “Lanche, Alberto”, L.L. 1988-E-277).
En caso de herencia de un arma de fuego, el artículo 101 del decreto 395/1975 dispone la
obligación de presentarse ante el Renar a regularizar la situación del arma.
8- Alteración de la numeración del arma. Concurso con otros delitos
El artículo 189 bis in fine (según ley 25.886) reza “…En la misma pena incurrirá el que
adulterare o suprimiere el número grabado de un arma de fuego.”.
Desde siempre la Justicia ante la existencia de un arma limada ha considerado que el hecho
podía ser encuadrado en el delito de encubrimiento (C.N.Casación Penal, Sala 2ª, 30/9/2002,
“Olmedo, Luis M.”, L.L. 2003-B-968; ídem Sala 2ª, 25/2/1999, “Cersósimo, Santiago Nicolás y
Giardino, Eugenio”) o bien en el artículo 289, inciso 3ro. del C.Penal (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª,
19/4/2002, “Sánchez, Arturo”; ídem Sala 7ª, 10/6/2002, “Zabala”), dado que “…aún cuando
ninguna evidencia o indicio indique que los acusados hayan erradicado su numeración, su
receptación en tal condición, permite atribuirles el encubrimiento de dicha conducta...”(C.N.Crim. y
Correc., Sala 5ª, 27/5/2004, causa 24.305, “Pérez, Rubén B.”); y que “…ello no impide que
procesalmente pueda imputársele a los encartados el hecho de tener las armas, y, además, haber
limado su numeración, o haberlas recibido en tales circunstancias…”(C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª,
12/6/2006, causa 29.552, “Silva, Gustavo D.”). También se dijo que “…Es constitutiva del delito de
encubrimiento –inc.2º con remisión al inciso 1º, apartado “c” del art. 277 del Código Penal según
ley 25.815- la conducta de quien tiene en su poder un revolver…con su numeración limada, en tanto
la norma citada requiere la mera “sospecha”, que necesariamente debió hallarse presente en el autor,
sobre el origen ilícito del arma…”(CCC.Fed, Sala 2ª, 23/11/2006, causa 24.487, “Ledesma Benítez,
Juan”).
Desde otro ángulo se ha sostenido que la única calificación asignable ante un arma limada
es la del art. 289, inc. 3ro., C.Penal pues “...si bien la eliminación de la numeración del arma si
constituye un accionar típico de acuerdo al tipo previsto en el art. 289, inciso 3ro. del C.P., no puede
sostenerse que su obtención se haya logrado mediante la comisión de algún delito, requisito
indispensable para configurar el encubrimiento. En consecuencia no procede el encubrimiento del
delito de supresión de números identificatorios...” (C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, causa 26.664,
5/9/2005, “Cardinello, Fernando”, donde la Sala pone énfasis en este punto sin perjuicio de la
calificación legal que en definitiva se adopte en el juicio oral en función del art. 401 del C.P.C.).
Pero también se ha dicho que “...quien recibe un arma, a sabiendas que su numeración fue
erradicada ilegalmente recibe un objeto proveniente –procedente- de un delito (...) permite
considerar procedente la imputación por el delito de encubrimiento...” (C.N.Crim. y Correc., Sala
7ª, 24/5/2006, causa 29.098, “Lara Albornoz, Gonzalo”).
En pos de descartar el delito de encubrimiento ante un arma limada, se ha sostenido que
“…No se configura el encubrimiento del delito de adulteración o supresión del número o grabado
de un arma de fuego (art.189 bis, inc. 5, párrafo segundo, del C.Penal) por la simple recepción del
arma en esas condiciones pues es requisito del art. 277, inc.1, ap. c, que la cosa receptada provenga
de un delito, circunstancia que no ha sido verificada en la especie, en la que no puede sostenerse
que el arma en cuestión efectivamente sea proveniente de un delito, sino sólo que ha sido objeto de
un delito, como es el de adulteración de su número o grabado…”(CCC.Fed San Martín, Sala 1ª,
27/2/2007, “Soria, Emiliano Javier”).
Y que “…la tenencia ilegítima del arma imputada solo podría concursar idealmente con su
sustracción o el encubrimiento de esta…”(C.N.Crim. y Correc., Sala de Feria A., causa 83,
28/7/2006, Arce, Carla) y por ende en este caso la Sala de Feria A nulificó el temperamento
adoptado por el juez instructor de procesar a la imputada por Encubrimiento por arma limada y
sobreseerla por la portación ilegal del arma. Se dijo allí que “...la tenencia ilegítima de un arma de
uso civil es un delito permanente cuya consumación comienza a partir del momento en que se la
tiene ilegítimamente y se prolonga durante el tiempo que dura dicha tenencia, sin que la sustracción
o su espuria receptación pueda generar una persecución penal independiente...”.
En cuanto al concurso de delitos y la competencia, se sostuvo que “…la tenencia de arma de
guerra y el robo calificado tentado están enlazados en concurso ideal con uso de arma con
numeración suprimida…” (C.N.Casación Penal, Sala 1ª, registro 1116, causa 863, 3/9/1996,
“Fernández, Ramón”, del voto en disidencia de la Dra.Catucci) y en igual sentido que la calificación
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otorgada es “…robo en poblado y en banda en concurso ideal con portación de arma de uso civil sin
autorización, en concurso ideal con supresión de numeración de arma…” (C.N.Crim. y Correc.,
Sala 1ª, 6/11/2002, causa 19.745, “Assad, María E.”) y que los delitos de tenencia de arma de uso
civil y supresión
de la numeración, concurren en forma ideal, si con motivo de un allanamiento se secuestró
al imputado un revolver calibre 32 con su numeración erradicada, debiendo intervenir en la pesquisa
la justicia Federal (C.S.J.N., 3/2/2005, “Izaurralde, Ernesto Raúl”). También se sostuvo que el
delito de supresión de la numeración de un arma –de jurisdicción federal luego de la reforma
introducida por la ley 25.886- y su tenencia ilegítima deben ser investigados en su conjunto por el
juez federal (C.S.J.N., 18/4/2006, “Alvarez García, Gustavo Gonzalo”, Fallos 329-1334). Se dijo
asimismo que “...Luego de la reforma introducida por la ley 25.886, la figura de supresión de la
numeración de un arma corresponde a la jurisdicción federal...” (C.S.J.N., 12/12/2006, “Barraza
Duarte, José Luis”). En igual sentido, en un caso donde se incautó un revolver calibre 38 con su
numeración limada, se dijo que “…luego de la reforma introducida por la ley 25.886 al artículo 33,
apartado 1ro, inciso e) del Código Procesal Penal de la Nación, ese delito se encuentra incluido
entre aquellos de competencia federal…(C.S.J.N., 15/11/2005, “Ortubia, César Miguel”, donde se
cita el precedente C.S.J.N., 26/4/2005, “Corvaro, César Eduardo”). Vale decir que la figura de
tenencia o portación ilegal de un arma de fuego (del inciso 2do del art.189 bis –según ley 25.886-)
cuando concurre con la figura del arma con numeración erradicada (del inciso 5to in fine –según la
misma ley 25.886-) corresponde que intervenga en todo el asunto en su conjunto el juez federal
(CCC.Fed San Martín, Sala 2ª, Secretaría Penal Nro.2, causa 4514/2005, rta.14/2/2006, “Silva
Acosta, Alejandro H.”). También se ha dicho que “...los tipos penales de portación ilegítima de
arma de fuego de uso civil sin la debida autorización y encubrimiento, de concurrir, será en los
términos del artículo 55 del Código Penal –concurso real-...” (C.N.Casación Penal, Sala 3ª, causa
5184, registro 145, 10/3/2005, “Gutiérrez, Mauricio Javier”; ídem Sala 2ª, 25/2/1999, “Cersósimo,
Santiago Nicolás y Giardino, Eugenio”). También se ha calificado el hecho como tenencia ilegítima
de arma de guerra en concurso real con encubrimiento, todo lo cual concurre en forma ideal con el
robo con armas (C.N.Casación Penal, Sala 1ª, 7/12/2006, “Mónaco, Domingo”, causa 7.595,
registro 9.910)
No obstante lo cual, y en pos otorgar competencia ordinaria al delito de arma limada, se ha
dicho que el artículo 189 bis in fine –según ley 25.886- no puede ser utilizado como excusa para
remitir a la justicia federal los innumerables casos de armas limadas que se presentan a diario, dado
que estos supuestos deben ser encuadrados en el artículo 277 –encubrimiento- o en el artículo 289,
inciso tercero del C.Penal, que son de competencia ordinaria (Cámara Contravencional de la Ciudad
de Buenos Aires, Sala 2ª, 14/10/2004, “D’Angelis, Sergio Alexis”, El Dial AA2524).
Alguna jurisprudencia ha sostenido que ambas figuras (tenencia o portación ilegal del arma
y erradicación de su numeración -189 bis in fine según ley 25.886-) concurren en forma real, siendo
ambos hechos escindibles (Cámara Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires, Sala 1ª, 9 de
diciembre de 2004, expediente 329-00-CC/2004 caratulado “Cavalcante, Jhonatan”).
En punto al dolo de la figura, no procede agravar doblemente la conducta en función del
delito de encubrimiento (Art. 277 del C.Penal) y también en función del artículo (289, inciso 3ro –
hoy 189 bis in fine- C.Penal) dado que el dolo es único, es decir “…se trata de un único hecho que
abarca el conocimiento del origen ilícito del arma por su anterior sustracción y por presentar su
numeración registral erradicada…”(C.N.Crim. y Correc., Sala 4ª, causa 22.540, 12/11/2003, “Maza,
Eduardo”).
9- Cuestiones de competenciaa) Competencia contravencional para la tenencia y portación de armas de uso civil.
Toda tenencia o portación de un arma de uso civil, es de competencia de la Justicia
Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires en virtud de lo normado en el artículo 1ro del
Convenio de Transferencia Progresiva de Competencias Penales de la Justicia Nacional al Poder
Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires –ley 25.752 (B.O. 28/7/2003)- (C.S.J.N.,
28/9/2004, “Lacour, Rosana Mabel y Velez Vazquez, Marcelo”; ídem C.N.Crim. y Correc., Sala de
Feria, 29/1/2004, causa 328, “Gómez, Darío Ezequiel”; ídem Sala 6ª, 29/9/2004, “Nuñez Ortíz, Juan
Miguel”; ídem Sala 6ª, 11/3/2004, “Blum, Matías”; ídem Sala 4ª, 11/8/2004, “Santiago, Marta M.”;
ídem Sala 4ª, 16/7/2004, “Iannello, Francisco”; ídem Sala 6ª, 20/8/2004, “Kovar, Miguel Angel”;
ídem Sala 4ª, causa 26.511, 16/6/2005, “Rienzi, Gastón” donde se trataba de una portación de arma
de uso civil).
Cabe destacar que la ley 25.886 (B.O. 5/5/2004) en su artículo 2do., expresamente derogó el
artículo 42 bis de la ley 20.429 que establecía la competencia federal para el delito de simple
portación de arma de uso civil.
Si concurren de alguna forma la portación ilegal de arma de fuego de uso civil con el robo
con armas, lo debe investigar todo el juez de instrucción, por el principio de economía procesal
(Corte Suprema, 5/4/2005, “Fernández, Norberto Osvaldo”, J.P.B.A. 127-1), resultando nula la
resolución del juez de instrucción que se quedó con la investigación del robo con armas y le envió
16
testimonios a la Justicia Contravencional de la Ciudad Autónoma de Bs.As. para que investigara la
tenencia ilegal de arma de uso civil, dado que con ello está dividiendo un hecho único en franca
violación al principio del non bis in idem, debiendo pesquisar todo junto tal juez de instrucción
(C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, 25/10/2004, “Rodríguez, Cristian”). También donde se investiguen
múltiples causas relacionadas por delitos con armas debe intervenir en toda la pesquisa en su
conjunto el juez de instrucción por una cuestión de economía procesal (C.N.Crim. y Correc., Sala
1ª, causa 25550, 12/5/2005, “Cei, Martín J.”).
Si concurren –por ejemplo en forma ideal- la portación de arma de uso civil y el
encubrimiento por arma limada, entonces compete intervenir en su conjunto al juez de instrucción y
no a la Justicia Contravencional (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, 8/9/2004, “López Flores, Gonzalo”;
ídem Sala 4ª, 25/8/2004, “Cavalcante, Jorge”). En esta inteligencia se ha dicho que “… No obstante
en la investigación de los delitos de portación o tenencia de arma de uso civil sin la debida
autorización resulta competente la Justicia Contravencional de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires,
si también se investiga la supresión de la numeración del revolver, cuestiones de economía procesal
tornan necesario la continuación de la pesquisa ante la justicia de instrucción…” (C.N.Crim. y
Correc., Sala 6ª, causa 24888, 21/9/2004, “García, Norberto Osvaldo”).
Si se suscita un conflicto de competencia entre la Justicia Nacional ordinaria de la Capital
Federal y el Fuero Contravencional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, debe resolverlo la
C.S.J.N. según dispone el artículo 24 inciso 7 del decreto ley 1285/1958 (C.N.Crim. y Correc., Sala
4ª, 11/8/2004, “Santiago, Marta M.”) quedando debidamente 19
trabada la contienda cuando la Justicia Contravencional de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires no acepta la competencia atribuida y devuelve la causa a la Justicia de Instrucción, que eleva
los autos la Corte Suprema (C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, 2/4/2004, “Blum, Matías”).
b) Competencia de la justicia ordinaria de instrucción para la tenencia y portación de
arma de guerra.
Toda tenencia o portación de arma de guerra –también llamadas de uso civil condicional- es
de competencia de la justicia de instrucción, y no corresponde su juzgamiento a la justicia
contravencional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires “...pues de acuerdo a lo establecido en la
ley 25752, la transferencia de competencia penal de la Justicia Nacional al Poder Judicial de la
Ciudad de Buenos Aires se efectuó solamente respecto de la tenencia y portación ilegítima de armas
de uso civil...” (C.S.J.N., 19/12/2006, “Bax, Osvaldo”; ídem C.S.J.N., 26/6/2007, “Lin Xingui”).
La reforma de la ley 25.886 (B.O. 5/5/2004) en su artículo 3ro modificó el artículo 33 inciso
1ro apartado “e” del Código Procesal Penal de la Nación, estableciendo que solo son de
competencia federal los supuestos del art.189 bis incisos 1ro., 3ro. y 5to., esto es, la tenencia de
explosivos, el acopio de armas o el acopio de municiones, y la tenencia de instrumental para
producir municiones.
Por otro lado, desde siempre se ha sostenido, como regla general, que la tenencia o
portación ilegal de armas de fuego no excita la competencia federal cuando no se encuentra
involucrado en la causa el buen funcionamiento del Estado Nacional (C.S.J.N., 9/11/2000,
“Cabrera, Oscar Andrés”, J.A. 2001-II-127; ídem C.S.J.N., 24/10/2000, “Leguiza, Ángel Marcelo”,
J.A. 2001-II-122; ídem CCC.Fed, Sala 2ª, 27/6/2000, “Olivera Granada, Pablo”, El dial AA59B;
ídem C.N.Crim. y Correc., Sala 6ª, 30/6/2003, “Mesa, David Sebastián”; ídem Sala 6ª, 18/9/2001,
“Torres, Ezequiel”; ídem Sala 4ª, 14/11/2001, “Galván, Cristian”).
c) Competencia Federal para la tenencia de explosivos, el acopio de armas y
municiones, y la tenencia de material para producirlas
Como expusimos en el punto anterior, la reforma de la ley 25.886 (BO 5/5/2004) en su
artículo 3ro modificó el artículo 33 inciso 1ro apartado “e” del Código Procesal Penal de la Nación,
otorgando competencia federal exclusivamente a la tenencia de explosivos, el acopio de armas o el
acopio de municiones, y la tenencia de instrumental para producir municiones.
En concordancia con ello ha dicho la Justicia que “...la ley 25.886 por la que se sustituyó el
artículo 189 bis del Código Penal, atribuye competencia al fuero federal cuando, como en el caso, se
trata de la previsión del inciso 3 de éste que reza: El acopio de armas de fuego, piezas o municiones
de éstas, o la tenencia de instrumental para producirlas, sin la debida autorización...”. (C.N.Crim. y
Correc., Sala 5ª, 3/8/2004, “Accorinti, Pablo”; ídem C.S.J.N., 19/8/2004, “Lego, E.A.”, J.P.B.A.
126-134).
Por otro lado, desde siempre ha sostenido nuestro máximo tribunal que el delito de tenencia
de material explosivo es de competencia federal (C.S.J.N., 6/2/2003, “Torreblanca, Claudio Jaime
León”, J.P.B.A. 119-182).
La tenencia de una bomba Molotov encuadra en el art.189 bis párrafo primero del C.Penal y
es de competencia federal (CCC.Fed, Sala 2ª, 5/1/2007, causa 24730, incidente de apelación de
Rodríguez Suárez, Matías), y también se ventiló en sede federal la tenencia de una granada que
constituye tal delito aunque no tenga tren de fuego, dado que resulta suficiente para poner en peligro
la seguridad común, independientemente de que deba recurrirse a otros medios para su detonación
(C.C.C.Fed.San Martín, Sala 2ª, 19/12/2006, causa 2165/2006 s/inf.189 bis CP; ídem
C.C.C.Fed.San Martín, Sala 2ª, 1/9/2005, “Selvaneschi, Cristian Adrián”).
17
d) Conexidad.
Se dijo que “...tratándose del secuestro de armas, municiones y granadas...el conflicto debe
ser resuelto a partir de la preponderancia de la tenencia del material explosivo como punto
determinante para la calificación del hecho, aún cuando de su unidad contextual surja que también
concurre la figura prevista en el artículo 189 bis, apartado 2do del Código Penal, de acuerdo a la
reforma introducida por la ley 25.886...”(C.S.J.N., 20/12/2005, “Ojeda, Juan José y Toledo, Darío
Antonio”).
También que “...Si las armas a las que se refiere la contienda fueron secuestradas junto con
la pistola y municiones...corresponde considerar que habría existido una unidad fáctica...y habida
cuenta que la justicia provincial aceptó el conocimiento respecto del arma y municiones de guerra,
corresponde declarar su competencia para conocer respecto de las armas de uso civil...” (C.S.J.N.,
23/12/2004, “Fressoni, Angel David”).
Asimismo se sostuvo que constituye un hecho único la tenencia de arma de uso civil y la
tenencia de arma de uso civil condicional, que concurren en forma ideal, mas el remanente de la
supresión de numeración de un objeto registrado, que debe ser pesquisado todo por el mismo juez
(C.N.Crim. y Correc., Sala 7ª, 30/11/2005, causa 28.170, “Falco, Axel Román”).
Debe intervenir el fuero federal en la investigación de los delitos de tenencia de arma de uso
civil y supresión de la numeración de la misma, que concurren en forma ideal, si con motivo de un
allanamiento se secuestró al imputado un revolver calibre 32 con su numeración erradicada
(C.S.J.N., 3/2/2005, “Izaurralde, Ernesto Raúl”).
También se dijo “...Dada la estrecha vinculación entre el delito de supresión de la
numeración de un arma –de jurisdicción federal luego de la reforma introducida por la ley 25.886- y
la tenencia ilegítima del arma de uso civil, al encontrarse ellas relacionadas con un mismo objeto,
resulta conveniente, desde el punto de vista de una mejor administración de justicia y a fin de
favorecer la eficacia de la investigación, que ésta quede a cargo de un único tribunal...” que es el
juez federal, y aunque no haya intervenido en la contienda que se había trabado entre la Sala 4ª de la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal y el Juzgado
Contravencional nro.3 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (C.S.J.N., 18/4/2006, “Alvarez
García, Gustavo Gonzalo”, Fallos 329:1324).
En esta inteligencia se sostuvo que “...no obstante lo dispuesto...con relación al traspaso de
competencia (...) Convenio de Transferencia Progresivas Competencias Penales establecida por la
ley 25.752 (...) no debe escindirse la causa si se verifica que los múltiples hechos que se investigan
están íntimamente vinculados, lo cual resultaría contrario a una correcta administración de justicia y
opuesto a los principios de economía procesal....” (C.N.Crim. y Correc., Sala 1ª, causa 25.550, “Cei,
Martín J.”).
e) La extracción de testimonios y el non bis in idem.
Sucede que en algunos casos donde se juzga o juzgó al imputado por algún delito vinculado
con armas (generalmente tenencia, portación, robo con armas o encubrimiento por arma limada,
etc.) la Justicia decide extraer testimonios para que se investigue otro posible delito vinculado
también a las mismas armas, lo cual en ocasiones ha sido considerado válido y otras veces
violatorio de la garantía constitucional del non bis in idem.
Si ha dicho que si se investigó el hecho calificado como robo con armas, infracción al art.
289, inc. 3ro. C.Penal y al art.189 bis ibídem, todo en concurso real, y luego se decide extraer
testimonios para formar una nueva pesquisa, tal temperamento resulta violatorio del non bis in ídem
(C.Nac.Casación Penal, Sala 1ª, registro 9.984, causa 7.765, 26/12/2006, “Salvatierra, Diego
Armando”).
La condena por robo con armas no impide que se extraigan testimonios para la
investigación de alguna de las figuras tipificadas en el art.189 bis del C.Penal, sin que nos
encontremos por ello ante una doble persecución penal por el mismo hecho (C.N.Casación Penal,
Sala 3ª, 3/8/2005, causa 5560, registro 626, “Salinas, Daniel”).
Si el imputado fue juzgado por robo con armas y encubrimiento, luego no puede extraerse
testimonios para que se investigue una probable infracción al artículo 189 bis C.Penal
(C.N.Casación Penal, Sala 3ª, 10/3/2005, causa 5184, “Gutiérrez, Mauricio Javier”).
Habiendo sido juzgados los imputados por robo con armas y acopio de armas, se han
extraído testimonios para que se investigue el delito de encubrimiento (CCC.Fed San Martín, Sala
1ª, secretaría penal nro.3, causa 3183, 10/3/2005, “Inc. de excepción de litispendencia interpuesto
por el defensor oficial”).
9- La contravención de portar un cuchillo, arma de aire comprimido o arma no convencional.
El artículo 87 del Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires, reprime a quien
porte un arma filocortante, de aire comprimido, objeto destinado a agredir o arma no convencional –
como por ejemplo una picana eléctrica-.
V. MATERIAL BIBLIOGRÁFICO DE INTERÉS.
18
Aboso, Gustavo E.; coord.
Reformas al Código Penal. Análisis doctrinario y praxis judicial. Buenos Aires, Euros, 2005.
Obra colectiva. Contenido: Privación ilegítima de la libertad y secuestro extorsivo. Adultos que
utilizan a menores de 18 años para delinquir. Hurto, robo y homicidio cometidos por miembros de
las fuerzas de seguridad, policiales o del servicio penitenciario. Soborno transnacional. Robo con
armas. Régimen penal de armas de fuego, municiones y explosivos. Represión del abigeato y de
otras actividades conexas. Nuevo régimen de la libertad condicional. Punición del concurso real.
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Sayago, Marcelo J.
Prologuista: Della Vedova, Mario A.
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y con homicidio. Agravantes de los abusos sexuales con muerte de la víctima. Secuestros coactivos
y extorsivos de personas y agravantes. Decomiso de cosas para cometer delitos. Tenencia y
portación de armas de fuego. Acopio de armas, tráfico y otros delitos. Agravante genérica del art.
41 bis. Libertad condicional. Máximo legal de las penas de reclusión o prisión. págs. 292
Donna, Edgardo Alberto; dir.
Reformas penales actualizadas. Santa Fe, Rubinzal-Culzoni, 2006.
Edición: 1a ed. Obra colectiva. Contenido: Hasta la ley 26.087 (B.O. 24-4-2006).
Comiso de los instrumentos del delito. Intervención de menores. Concurso real. Prescripción de la
acción penal. Agravantes por la calidad del sujeto. Agravante de los delitos de abuso sexual y
estupro. Robo de armas. Defraudación mediante tarjeta de compra, débito o crédito. Régimen de las
armas y explosivos. Soborno transnacional. Encubrimiento y falsedad documental. Asociación
ilícita tributaria. págs. 586
Laje Anaya, Justo
Delitos con armas y abigeato. Abigeato y hurtos campestres. Ley 25.890. El nuevo artículo 189 bis
del C.P. Tenencia, portación y demás delitos relacionados con armas. Ley 25.886. Córdoba,
Alveroni Ediciones, 2004, págs.104
Laje Anaya, Justo
Atentados contra la libertad, robo con armas y otros delitos.
Alveroni Ediciones, 2005, págs. 96.
Material doctrinario de interés
La Ley Antecedentes Parlamentarios 2004-A-873
Ley 25.886.Delitos contra la seguridad pública-Tenencia de armas-Competencia del juez federalRegistro de armas-Modificación del Código Penal, del Código Procesal Penal y de la ley de armas y
explosivos.
La Ley Antecedentes Parlamentarios 2004-A-1001
Vacarelli, Daniel C.
El nuevo artículo 189 bis del Código Penal: un arma legal contra las armas reales
La Ley 2004-E-1028
Otranto, Guido S.
Armas y explosivos.El nuevo rágimen penal del artículo 189 bis del Código Penal (ley 25.886)
La Ley 2004-E-358
Tazza, Alejandro O.
Tenencia de munición de guerra ¿Un olvido legislativo?
La Ley 2004-D-536
Iriarte, Ignacio Fabián
Derogación de la tenencia de municiones de guerra (Ley 25.886).Un hijo inesperado de la fiebre
despenalizadora
La Ley 2004-F-1311
19
Tazza, Alejandro O.
El delito de tenencia y portación de armas de fuego.Entrega ilegítima de armas y adulteración o
supresión de su numeración. El nuevo artículo 189 bis del Código Penal
Revista Zeus nro.95 página 31
Bello, Edgardo
Seminario sobre la ley nacional de armas
Revista Zeus nro.95 página 155
Prunotto Laborde, Adolfo
Concepto legal de arma y las nuevas figuras de los artículos 166 y 189 bis del Código Penal
Revista de Derecho Penal y Procesal Penal, lexis nexis nro.6/2005, página 77
Gallo, Silvia Patricia
Para robar con un arma primero hay que portarla.Concurso entre el robo con armas y la portación de
arma de fuego de uso civil
La Ley Córdoba 2004 página 1
Griboff de Imahorn, Analía
El delito de portación de arma de fuego de uso civil para la doctrina judicial cordobesa
La Ley 2005-C-546
Tellas, Adrián
Cuestiones de competencia en materia de tenencia y portación de armas de fuego –nota a falloLa Ley Antecedentes Parlamentarios 2005-B-1227
Ley 29538-Creación del registro nacional de armas de fuego y materiales controlados, secuestrados
e incautados
La Ley Antecedentes Parlamentarios 2005-B-1255
Tazza, Alejandro
Breve comentario a la ley 25938.Creación del registro nacional de armas de fuego y materiales
controlados, secuestrados o incautados
Revista de Derecho Penal y Procesal Penal, lexis nexis, 16/2005 pag.1881
Dropulich, Paola
El principio de proporcionalidad y la determinación legal de los marcos penales: a propósito de la
escala penal del delito de portación de arma de guerra
Revista de Derecho Penal y Procesal Penal, lexis nexis, 1/2006 pag.74
Zureta, Federico A.
Portación ilegal de armas de fuego sin proyectiles –nota a falloDoctrina Judicial 2005-3-363
Langevin, Julián Horacio
Art. 189 bis, inc. 2do in fine, Código Penal: portación de antecedentes penales: un agravante
inconstitucional
Revista de Derecho Penal y Procesal Penal, lexis nexis, 6/2006 pag.1125
Amadeo, José Luis
El arma de uso civil
Revista El Derecho Penal nro.5/2006, pág. 5
Ramírez, Nicolás Daniel
El artículo 189 bis del Código Penal: ¿portación ilegítima de arma o portación ilegítima de
características personales?
VI. ANEXO LEGISLATIVO.
LEY NACIONAL 20.429 DE ARMAS Y EXPLOSIVOS
Ley de Armas y Explosivos. Régimen. Aprobación. Derogación de la ley 13945
sanc. 21/05/1973; promul. 21/05/1973; publ. 05/07/1973
En uso de las atribuciones conferidas por el art. 5 del Estatuto de la Revolución Argentina,
El presidente de la Nación Argentina sanciona y promulga con fuerza de ley:
20
CAPÍTULO I:
DISPOSICIONES GENERALES
Art. 1.– Materia de la ley y ámbito territorial. La adquisición, uso, tenencia, portación,
transmisión por cualquier título, transporte, introducción al país e importación de armas de fuego y
de lanzamiento a mano o por cualquier clase de dispositivo, agresivos químicos de toda naturaleza y
demás materiales que se clasifiquen como armas de guerra, pólvoras, explosivos y afines, y armas,
municiones y demás materiales clasificados de uso civil, quedan sujetos en todo el territorio de la
Nación a las prescripciones de la presente ley, sin más excepciones que las determinadas en el art. 2
Ver Texto .
Art. 2.– Exclusiones. Quedan excluidos de las prescripciones de la presente ley:
a) Los actos de cualquier índole relacionados con toda clase de armas, materiales y
sustancias comprendidas en el artículo precedente, cuando fueran ejercitados por las Fuerzas
Armadas de la Nación.
b) Las armas blancas y contundentes, siempre que no formen parte integrante o accesoria de
las clasificadas como "arma de guerra".
Art. 3.– Clasificación del material. A los fines de esta ley, los materiales mencionados en el
art. 1 Ver Texto clasificarán en las siguientes categorías:
1) Armas de guerra.
2) Pólvoras, explosivos y afines.
3) Armas de uso civil.
El Poder Ejecutivo establecerá en la reglamentación de la presente ley los elementos que
integran cada una de las categorías. En los correspondientes a las categorías 1) y 2), se determinarán
los "de uso exclusivo para las instituciones armadas", los "de uso para la fuerza pública", los "de
uso civil condicional", los "de usos especiales" y los "de usos prohibidos".
Piezas sueltas, repuestos e ingredientes:
Las disposiciones sobre los materiales comprendidos en esta ley serán aplicadas, en los
casos que las reglamentaciones determinen, a las piezas sueltas de que se compongan y a sus
repuestos, o a sus ingredientes si se tratara de sustancias, siempre que su destino y utilización fueran
exclusivos o especiales para el material previsto.
Marcas, contraseñas, numeración:
Los materiales llevarán la numeración, marcas y contraseñas que corresponda, sean éstas de
fabricación o colocadas por la autoridad, de acuerdo con lo que determine la reglamentación.
Art. 4.– Ámbito jurisdiccional, fiscalización e inspección. Todos los actos a que se refiere la
presente ley que comprendan material clasificado como "armas de guerra", como así la importación
de "armas de uso civil" y los actos comprensivos de pólvoras, explosivos, y afines, serán
fiscalizados y supervisados por el Ministerio de Defensa. Tal fiscalización será ejercida en lo
referente a "armas de guerra" e importación de "armas de uso civil", por intermedio del "Registro
Nacional de Armas"; y en lo relativo a pólvoras, explosivos y afines por la Dirección General de
Fabricaciones Militares. Los demás actos que comprendan material clasificado como "armas de uso
civil", serán fiscalizados por las autoridades que determina el art. 29 Ver Texto de esta ley, bajo la
supervisión del Ministerio de Defensa por intermedio del Registro Nacional de Armas.
Art. 5.– Fabricación y exportación. La fabricación y exportación de los materiales a que se
refiere el art. 1 Ver Texto se regirán por las disposiciones de la ley 12709 , sin perjuicio de las que,
para la exportación, correspondan en el orden aduanero.
Art. 6.– Prohibición de embarques "a órdenes". Las armas, municiones, pólvoras,
explosivos y demás materiales comprendidos en el art. 1 Ver Texto , salvo las excepciones que
determine la reglamentación, no podrán ser embarcados "a órdenes" con destino a la República
Argentina. Los 24
conocimientos, facturas consulares, certificados de embarque y toda otra documentación de
origen, no será aceptada ni visada en los Consulados de la República si en ella no se determina
expresamente la firma consignataria.
Art. 7.– Circulación por vía se postal. Prohíbese el empleo de la vía postal para la
introducción al país y para toda forma de circulación interior, de los materiales comprendidos por la
presente ley, con las excepciones que la reglamentación determine respecto de las armas de uso
civil y las sustancias afines mencionadas en el art. 3 Ver Texto.
Art. 8.– Inspección. El Ministerio de Defensa, por intermedio del Registro Nacional de
Armas, podrá cuando lo considere conveniente convocar a los particulares que tengan armas de
cualquier categoría, en todo el país o parte de él, para que las presenten a las autoridades
competentes, a efectos de realizar la inspección de aquéllas. La presentación se efectuará
acompañando la documentación que acredite la tenencia.
Para las pólvoras, explosivos y afines, la reglamentación respectiva preverá un régimen de
inspecciones de carácter permanente, que comprenderá a todos los actos relacionados con esta ley.
Art. 9.– Modificaciones y reparaciones. Prohíbese efectuar en las armas modificaciones que
alteren sus características originarias sin previa autorización del organismo de ejecución que
corresponda según el material, salvo las excepciones que determine la reglamentación.
21
Los talleres y particulares sólo aceptarán trabajos de modificación y reparaciones
encargados por los legítimos usuarios.
CAPÍTULO II:
DE LAS ARMAS DE GUERRA
Art. 10.– Registro de Armas de Guerra. El Registro Nacional de Armas llevará un registro
de armas de guerra, que comprenderá todo el material de esa naturaleza existente en el territorio de
la Nación, con excepción del perteneciente a las Fuerzas Armadas. Los responsables que
determinen esta ley y su reglamentación están obligados a proporcionar todos los datos requeridos
para su formación y actualización, dentro de los plazos y en la forma que ellas establezcan.
Art. 11.– Introducción al país e Importación. La introducción al país e importación de los
materiales clasificados como "armas de guerra", se ajustarán al régimen que a continuación se
determina.
Por particulares:
1) Sólo se admitirá la introducción de aquellos materiales cuya tenencia haya sido
previamente autorizada de conformidad a las prescripciones de la presente ley y su reglamentación.
Dicho material, como asimismo el que portaren los viajeros procedentes del exterior,
quedará retenido en la respectiva dependencia aduanera o policial hasta la presentación de la
autorización pertinente.
Si ésta hubiere sido denegada, su poseedor podrá optar por reexpedir el material al exterior,
venderlo a un comerciante inscripto cuando fuere procedente o donarlo al Estado.
Transcurrido el término de 180 días de notificada la denegatoria sin que se hubiere optado
por alguna de las alternativas mencionadas, el material se considerará abandonado y pasará a
propiedad del Estado.
El Estado podrá en cualquier momento expropiar el material cuya introducción no se
hubiere autorizado.
Registro de Importadores:
2) Los importadores, además de cumplir los requisitos que exijan otras disposiciones
legales y reglamentarias, deberán:
a) Inscribirse en los registros que se determinen reglamentariamente;
b) Llevar libros especiales, rubricados por las autoridades competentes, y comunicar a las
mismas sus operaciones.
Importación:
3) Toda importación con fines comerciales requerirá autorización previa del Registro
Nacional de Armas, la que se concederáúnicamente a los importadores inscriptos. Negado el
permiso, el material deberá ser reembarcado al exterior. Transcurrido el término de 180 días de
notificada la denegatoria, sin que se hubiese producido la reexpedición del material, el mismo se
considerará abandonado y pasará a propiedad del Estado.
El Estado podrá expropiar en cualquier momento el material cuyo permiso de importación
hubiera sido denegado.
Puertos y aduanas autorizados:
4) La importación y exportación se realizaráúnicamente por los puertos y aduanas que fije
el Poder Ejecutivo.
Buque y aeronaves armados o con cargamentos de armas:
5) Queda prohibido a todo buque o embarcación de bandera nacional o extranjera navegar
armado o con cargamento de materiales clasificados de arma de guerra, en aguas de jurisdicción
Argentina, sin patente de autoridad legítima o fuera de los casos determinados por esta ley y su
reglamentación. La misma prohibición es extensiva a las aeronaves que sobrevuelen el territorio
nacional.
Tránsito internacional del material:
6) El tránsito a través del territorio nacional con destino a otro país se efectuará previa
autorización del Registro Nacional de Armas, de acuerdo con los convenios internacionales que
existieran en la materia, sin perjuicio del cumplimiento de otras disposiciones que rijan al respecto.
Depósito:
7) El depósito se efectuará en los lugares que se hallen habilitados oficialmente a tal efecto.
Reglamentación:
El Poder Ejecutivo reglamentará lo relativo a: requisitos de la inscripción en los registros y
su caducidad; forma y cantidad de los libros especiales y datos que se asentarán en ellos,
formalidades de los pedidos de importación; conocimientos, facturas y documentación de
embarque; contralor y visación consulares; lugar y condiciones de entrega y gastos de depósito;
material en tránsito.
Art. 12.– Transporte. El transporte, embarque o cualquier otra forma de circulación,
necesitará autorización previa y escrita del Registro Nacional de Armas. La autorización no será
necesaria si el transporte se efectúa por un legítimo usuario, en la cantidad y forma que fije la
22
reglamentación. La reglamentación establecerá las demás formalidades a cumplir por los
interesados y las empresas de transportes.
Art. 13.– Venta. El arma de guerra no podrá enajenarse sino en los casos y bajo las
condiciones siguientes:
1) La venta sólo podrá ser realizada por los importadores, industriales o comerciantes
inscriptos a los usuarios legítimos mencionados en el art. 14 Ver Texto de esta ley, previa
autorización del Registro Nacional de Armas. La reglamentación determinará los demás requisitos y
formalidades que se han de cumplir, sin perjuicio de los que exijan las ordenanzas de aduana para la
transferencia de mercaderías en los depósitos aduaneros.
Venta en remate:
2) La venta en remate público, judicial o particular, podrá efectuarse solamente a un usuario
legítimo al que se le exigirá, para la entrega del material, la autorización de adquisición mencionada
en el inciso anterior.
La operación será comunicada por el rematador al Registro Nacional de Armas.
Prenda:
3) Las operaciones de prenda con desplazamiento sólo se efectuarán con instituciones
oficiales de préstamos, siempre que el material se depositare en local que se halle habilitado
especialmente a tal efecto.
La operaciones de prenda no podrán efectuarse cuando el material se encontrare en
depósitos aduaneros.
Transmisión:
4) La transmisión de dominio, posesión o tenencia por cualquier título requerirá
autorización previa. El material que no pudiere quedar en poder de quien lo deba recibir se
considerará de utilidad pública y sujeto a expropiación, aplicándose en tal caso las normas del art.
19 Ver Texto .
Art. 14.– Legítimos usuarios. Serán legítimos usuarios del material clasificado como arma
de guerra:
Policías de Seguridad:
1) Las policías de seguridad para el calificado "de uso de la fuerza pública". La cantidad del
mismo guardará proporción con el número de efectivos, estará condicionada a la capacidad técnico
profesional y se mantendrá en relación con las exigencias de orden y seguridad propias de cada
policía en particular.
Miembros de Fuerzas Armadas y policías de Seguridad:
2) Los miembros de las Fuerzas Armadas y los de las policías de seguridad, nacionales o
provinciales, para el de "uso civil condicional" y "uso prohibido" con los alcances y limitaciones
que establezca la reglamentación.
Pobladores de regiones con escasa vigilancia y otros habitantes.
3) Los pobladores de regiones que tengan escasa vigilancia policial y todo otro habitante a
quien por razones de seguridad sea indispensable conceder esta franquicia, para el material "de uso
civil condicional".
Caza mayor:
4) Los particulares que se dediquen a la caza mayor, para el material "de uso civil
condicional".
Asociaciones de tiro:
5) Las asociaciones en que se practica el deporte de tiro reconocidas, registradas y
fiscalizadas por el Comando en Jefe del Ejército (Dirección General de Tiro) para el material de
"uso civil condicional". La clase y cantidad del material responderán a las necesidades de la
institución y serán fijadas por el organismo respectivo. Los materiales que provea el Estado y los de
propiedad de las instituciones de tiro deberán conservarse en las instalaciones de éstas, bajo la
responsabilidad de las autoridades de las mismas y en las condiciones de seguridad y vigilancia que
los reglamentos determinen. En caso de infracción a las reglamentaciones, el organismo respectivo
podrá disponer la suspensión o el retiro del reconocimiento, lo que implicará la prohibición de toda
práctica con dicho material.
En el caso de retiro se procederá a la expropiación que establece el art. 18 Ver Texto, inc. 2.
Miembros de asociaciones de tiro:
6) Los miembros de las asociaciones en las que se practique el deporte de tiro, para el "de
uso civil condicional".
Embarcaciones - Aeródromos:
7) Los tripulantes de los buques o demás embarcaciones de patente nacional o extranjera en
aguas jurisdiccionales argentinas, para el calificado como "de usos especiales" destinados a la
pesca, señales de seguridad, en la cantidad y forma que los reglamentos autoricen.
El personal de los aeródromos, para señales y seguridad de servicios.
Instituciones:
23
8) Las instituciones oficiales y las privadas con personería jurídica, bancaria y comerciales,
con respecto al material calificado como "de usos especiales" y de "uso civil condicional" para
proveer a su seguridad.
Para el empleo de vehículos blindados destinados al transporte de dinero y efectos de gran
valor, las instituciones deberán solicitar del Registro Nacional de Armas la aprobación del modelo
como condición previa para su tenencia.
Estos vehículos deberán guardarse en los lugares que fije la autoridad competente. Cuando
se los guarde en reparticiones oficiales, las autoridades correspondientes podrán exigir el abono de
una tasa de acuerdo con los precios usuales en la zona, para esta clase de servicios.
La reglamentación establecerá para cada uno de los casos previstos en los inc. 2, 3, 4, 5, 6 y
8 del presente artículo las condiciones y requisitos que deberán cumplimentar los usuarios para
obtener el permiso de tenencia pertinente.
El otorgamiento de permiso de tenencia no importará, en ningún caso, autorización para la
portación de las armas que el mismo comprenda, que queda de tal modo prohibida.
Art. 15.– Comunicación de sustracciones, extravíos y pérdidas. Todo usuario de "armas de
guerra" está obligado a comunicar a la autoridad competente las sustracciones, extravíos y pérdidas,
inmediatamente de producidos, sin perjuicio de la denuncia que pueda o deba hacer a la policía o a
la justicia.
Art. 16.– Material de uso prohibido. No podrá efectuarse ninguna clase de actos con el
material calificado como "de uso prohibido", salvo los autorizados expresamente por el Poder
Ejecutivo.
Art. 17.– Denuncia del material. Amnistía. Las personas o instituciones públicas y privadas
que actualmente tengan en su poder, por cualquier título, material clasificado como armas de guerra,
deberán declararlo ante el Registro Nacional de Armas en el término que fije la reglamentación.
Quedan amnistiados por las infracciones penales, y administrativas todos los infractores que se
presenten en el plazo a establecer. Las actuaciones administrativas necesarias para regularizar su
situación no serán anotadas como antecedentes desfavorables en el orden policial o administrativo.
Art. 18.– Régimen del material existente. Revisión de autorizaciones. Con relación al
material clasificado como arma de guerra, se observarán las siguientes disposiciones:
1) Las autorizaciones de tenencia concedidas con anterioridad serán ratificadas, si se ajustan
a la presente ley y su reglamentación.
2) El material que, de conformidad con lo establecido en el art. 14 Ver Texto de la presente
ley y su reglamentación no pudiere quedar en poder de sus actuales usuarios, deberá ser transferido
a un tercero legítimo usuario dentro de los noventa días de la publicación de esta ley.
Transcurrido dicho término, sin que se verificare la transmisión, el material se considerará
declarado de utilidad pública y sujeto a expropiación.
3) El procedimiento de expropiación será fijado reglamentariamente.
La indemnización será debida a los usuarios legítimos según las disposiciones anteriores y a
aquellos que mantenían ilegítimamente el material para defensa personal u otra causa justificada.
En los demás casos, el material será decomisado.
Material de comerciantes:
4) Los comerciantes que tuvieren en existencia material calificado como armas de guerra,
podrán optar por mantenerlo en depósito para futuras ventas dentro del régimen de la presente ley o
exportarlo de conformidad con las normas vigentes. No realizándose la venta o no efectuándose la
exportación dentro del término de 180 días, dicho material se considerará declarado de utilidad
pública y sujeto a expropiación.
Art. 19.– Toma de posesión de los materiales expropiados. El Ministerio de Defensa, por
intermedio del Registro Nacional de Armas podrá tomar la posesión inmediata del material sujeto a
expropiación. Si no hubiere acuerdo con su propietario, lo harán previa consignación de su justo
valor (precio) fijado por peritos, con más una indemnización no mayor del diez por ciento (10%).
Distribución: 27
El Ministerio de Defensa, a propuesta y con el asesoramiento del Registro Nacional de
Armas, distribuirá el material expropiado entre las Fuerzas Armadas e instituciones mencionadas en
el art. 14 Ver Texto , incs. 1 y 5, según su naturaleza y necesidad.
Las disposiciones precedentes y las del art. 18 Ver Texto quedarán subsistentes y serán
aplicables cada vez que, por reforma de la clasificación, pase a la categoría de armas de guerra,
material existente de "uso civil".
CAPÍTULO III:
DE LAS PÓLVORAS, EXPLOSIVOS Y AFINES
Art. 20.– Registro. Los importadores, exportadores, fabricantes, usuarios, y todo aquel que
se dedique al comercio, industrialización y empleo de pólvoras, explosivos y afines, deberán
inscribirse en el registro que organizará el Ministerio de Defensa de acuerdo con la reglamentación,
la que determinará los requisitos y condiciones de la inscripción y documentación correspondiente.
24
Art. 21.– Realización de actos - agentes - dispensa a pequeño usuarios. La importación,
exportación, fabricación, comercialización, tenencia y empleo de pólvoras, explosivos y afines, sólo
podrá ser realizada por agentes inscriptos en el registro establecido en el artículo precedente. Son
obligatorios la denuncia y el suministro de todos los datos e informaciones y el cumplimiento de
todos los requisitos que establezca la reglamentación en la forma y plazo que la misma determine.
Tal reglamentación podrá dispensar de todas las formalidades establecidas, o de parte de ellas, a los
pequeños usuarios, en condiciones que aseguren los propósitos de seguridad pública que persigue la
presente ley.
Art. 22.– Importación - exportación. La importación y la exportación de pólvoras,
explosivos y afines, se realizarán por los puertos y aduanas que determine el Poder Ejecutivo,
quedando los materiales introducidos al país depositados a la orden del Ministerio de Defensa,
como pertenecientes al importador.
Si el permiso de importación fuere negado, los materiales deberán ser reexportados, o
quedarán de propiedad del Estado, sin derecho a compensación alguna, si dicha operación no se
cumpliera dentro del plazo que se fijare o se hiciere abandono de los mismos.
Art. 23.– Reglamentación. El Poder Ejecutivo determinará en la reglamentación los
requisitos que deberá satisfacer el acondicionamiento de las pólvoras, explosivos y afines; su
transporte, carga y descarga, almacenamiento, tenencia y toda otra exigencia de seguridad e
identificación.
Art. 24.– Requisitos técnicos y de seguridad. Para su importación, exportación, fabricación
y comercialización, los materiales deberán responder satisfactoriamente a los requisitos técnicos y
de seguridad que determina la reglamentación. Si no respondieran y no fuera factible reparar las
deficiencias observadas, el Ministerio de Defensa dispondrá su destrucción, sin que el propietario o
consignatario tenga derecho a indemnización alguna.
Art. 25.– Almacenamiento. El almacenamiento de pólvoras, explosivos y afines debe
efectuarse en locales previamente autorizados por el Ministerio de Defensa. La reglamentación
determinará las condiciones de emplazamiento de los mismos y sus características, la cantidad
máxima a depositar en cada uno de ellos, y toda otra exigencia de seguridad y vigilancia.
Art. 26.– Transporte. La reglamentación fijará las condiciones en que se efectuará el
transporte de pólvoras, explosivos y afines determinando, además, las prohibiciones y limitaciones
en relación con las exigencias técnicas y de seguridad de los materiales y el uso y destino de los
mismos.
Art. 27.– Tenencia y portación. Queda prohibida la tenencia y portación de pólvoras,
explosivos y afines en cualquier forma y lugar, fuera de los casos comprendidos en esta ley y su
reglamentación.
Art. 28.– Disposiciones aplicables. Las disposiciones contenidas en los arts. 11 Ver Texto
(ptos. 5 y 6), 15 Ver Texto y 16 Ver Texto regirán para los materiales comprendidos en el presente
capítulo, en los casos que determine la reglamentación y según resulte de la clasificación de los
mismos.
CAPÍTULO IV:
DE LAS ARMAS DE USO CIVIL
Art. 29.– Fiscalización y régimen aplicable. La adquisición o transmisión por cualquier
título, uso, tenencia y portación de armas de uso civil, serán fiscalizadas en la Capital Federal y
demás lugares de jurisdicción federal, por la Policía Federal, Gendarmería Nacional y Prefectura
Naval Argentina dentro de sus respectivas jurisdicciones, y en las provincias por las policías
locales, sin perjuicio de la supervisión del Ministerio de Defensa, de conformidad con lo establecido
en el art. 4 Ver Texto . El régimen aplicable será el siguiente:
1) Sólo las personas mayores de edad podrán ser titulares de los actos previstos en la
primera parte del presente artículo, con las formalidades que establecerá la reglamentación.
2) Los dueños, gerentes o encargados de armerías y negocios de cualquier índole que
comercien con "armas de uso civil", aun cuando tal actividad sea accesoria, estarán obligados a
llevar un registro especial. Asimismo, deberán comunicar a las autoridades locales de fiscalización
las operaciones que realicen, en la forma y plazos que establezca la reglamentación.
Bancos y casas de préstamos:
3) Los bancos oficiales de préstamos pignoraticios y las casas de empeño incorporadas al
mismo régimen cuando estuvieran autorizadas por la ley para vender extrajudicialmente o remate
público, los empeños de plazo vencido, llevarán un registro especial de las operaciones que
comprendan armas de uso civil, con los recaudos establecidos en el inciso anterior, y con idéntica
obligación de comunicar a las autoridades locales de fiscalización.
Venta en remate:
4) Los responsables de ventas de armas de uso civil en remate público, judicial o particular
deberán cumplir con las formalidades previstas en el inc. 2.
Registro de existencias:
25
5) Los responsables a que se refieren los incs. 2, 3 y 4 llevarán un registro de existencia, en
el cual asentarán la totalidad del material que poseen, como así sus altas y bajas, con la obligación
de comunicar periódicamente a la autoridad local de fiscalización.
Transmisión entre particulares:
6) La reglamentación establecerá el procedimiento a que se ajustará la trasmisión de armas
de uso civil entre particulares debiendo preverse en tales casos la intervención de la autoridad local
de fiscalización.
Art. 30.– Cumplidos los recaudos y formalidades que establezca la reglamentación para la
adquisición del arma, el interesado deberá recabar de la autoridad local de fiscalización el pertinente
certificado de tenencia.
El certificado de tenencia no autorizará en ningún caso la portación del arma a que se
refiera, la cual únicamente se otorgará previo permiso, en los casos que con carácter excluyente esta
ley o su reglamentación determinen.
Art. 31.– Importación - introducción. La importación de armas de uso civil se regirá por lo
establecido en los incs. 2, 3 y 4 del art. 11 Ver Texto de la presente ley.
Art. 32.– La introducción de armas de uso civil por habitantes del país o viajeros
procedentes del exterior, sólo se permitirá previa obtención por parte del interesado del
correspondiente certificado de tenencia, que deberá gestionar por ante la autoridad local de
fiscalización, con las formalidades que establezca la reglamentación. Hasta tanto no se obtenga
dicho certificado, el material quedará depositado en los lugares especiales que al efecto se
determinen.
Art. 33.– Transporte. El transporte de armas de uso civil en cantidades, requerirá permiso
especial de la autoridad local de fiscalización con jurisdicción en el lugar de origen. La
reglamentación establecerá las modalidades con que deberá efectuarse dicho transporte.
Los empresarios de transporte y toda otra persona que se dedique a tal actividad, no
aceptará cargas de ese material, si la misma no fuere acompañada del permiso especial.
El transporte individual deberá efectuarse en todos los casos, acompañada el arma del
correspondiente certificado de tenencia.
Art. 34.– Denuncia del arma. Todo tenedor, por cualquier título, de armas de uso civil, está
obligado a su denuncia dentro del plazo y con las formalidades que establezca la reglamentación. El
incumplimiento de tal obligación hará pasible al infractor de las sanciones previstas en esta ley.
CAPÍTULO V:
LIMITACIÓN TEMPORARIA
Art. 35.– El Poder Ejecutivo podrá, cuando las circunstancias lo requieran por razones de
seguridad o defensa, prohibir o limitar en forma temporaria la totalidad o cualquier de los actos
previstos en el art. 1 Ver Texto de la presente ley, referentes a las armas y sus municiones, pólvoras,
explosivos y afines. Al adoptarse dicha medida deberá dejarse constancia del lapso de su vigencia.
CAPÍTULO VI:
DE LAS INFRACCIONES A ESTA LEY Y SU SANCIÓN
Art. 36.– Toda violación de las prohibiciones o incumplimiento de las obligaciones que
establecen esta ley y su reglamentación, serán sancionadas por las autoridades de fiscalización que
correspondan, de acuerdo a lo determinado por el art. 4 Ver Texto , mediante la aplicación separada
o conjunta, según el caso, de las penalidades que a continuación se enuncian:
1) Apercibimiento administrativo formal.
2) (Texto según ley 21829, art. 1 Ver Texto ) (*). Multa de cuatro mil pesos ($4.000) a
cuatrocientos mil pesos ($400.000) tratándose de particulares o responsables individuales.
(*) El art. 2 Ver Texto de la ley 21829 establece: "Facúltase al Poder Ejecutivo nacional a
actualizar semestralmente por intermedio del Ministerio de Defensa los valores precedentemente
fijados, tomando como base de cálculo la variación registrada en el índice de precios al por mayor
nivel general, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos". Ver resolución
1182/1992 Ver Texto M.D., resolución 544/1995 Ver Texto M.D. y resolución 1056/2004 Ver
Texto M.D.
2) (Texto según ley 21470, art. 1 Ver Texto ). Multa de doscientos pesos ($ 200) a veinte
mil pesos ($ 20.000), tratándose de particulares o responsables individuales.
2) (Texto originario). Multa de veinte (20) pesos a dos mil (2000) pesos.
3) (Texto según ley 21829, art. 1 Ver Texto ) (*). Multa de ($40.000) a cuatro millones de
pesos ($ 4.000.000) en caso de comercios, industrias, fábricas, minas, obras, importadores,
exportadores o responsables comerciales o colectivos.
(*) El art. 2 Ver Texto de la ley 21829 establece: "Facúltase al Poder Ejecutivo nacional a
actualizar semestralmente por intermedio del Ministerio de Defensa los valores precedentemente
fijados, tomando como base de cálculo la variación registrada en el índice de precios al por mayor
nivel general, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos". Ver resolución
26
1182/1992 Ver Texto M.D., resolución 544/1995 Ver Texto M.D. y resolución 1056/2004 Ver
Texto M.D.
3) (Texto según ley 21470, art. 1 Ver Texto ). Multa de dos mil pesos ($ 2000) a doscientos
mil pesos ($ 200.000), en casos de comercios, industrias, fábricas, minas, obras, importadores,
exportadores o responsables comerciales o colectivos.
3) (Texto originario). Multa de doscientos (200) pesos a veinte mil (20.000) pesos en caso
de comercios, industrias, fábricas, minas, obras, importadores, exportadores o responsables
comerciales o colectivos.
4) Suspensión temporaria en el registro o autorización concedida, entre un (1) mes y un (1)
año para legítimos usuarios individuales y de tres (3) días a un (1) año, en caso de comercios,
industrias, fábricas, minas, obras, importadores, exportadores, o responsables comerciales o
colectivos.
5) Clausura del local o lugar de operación donde funcione el comercio, industria, fábrica,
mina, obra, etc., entre tres (3) días y siete (7) meses.
6) Decomiso del material de infracción.
Art. 37.– En caso de concurrencia de dos o más infracciones, el límite máximo de los
importes de las multas previstas en los incs. 2 y 3 y de los términos de suspensión y clausura
contemplados en los incs. 4 y 5, todos del artículo anterior, se elevarán al doble. Las multas
aplicadas por resolución firme, deberán ser dobladas en el término que establezca la
reglamentación. No verificándose su pago dentro del plazo que se determine, las mismas serán
ejecutables por la vía que establecen los arts. 604 Ver Texto y 605 Ver Texto del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación (ley 17454), sirviendo de suficiente título la resolución que impuso
la multa o su copia debidamente autenticada.
Art. 38.– Reincidencia. Habrá reincidencia cuando se cometiere una nueva infracción
dentro del plazo fijado en el art. 40 Ver Texto para la prescripción de la última sanción aplicada,
aunque hubiere mediado indulto o conmutación.
El apercibimiento administrativo formal no se tendrá en cuenta a los efectos de la
reincidencia.
Art. 39.– En caso de reincidencia los montos mínimos y máximos de las sanciones previstas
en los incs. 2, 3, 4 y 5 del art. 36 Ver Texto se duplicarán.
A partir de la segunda reincidencia, además de la aplicación de las sanciones que
correspondan de acuerdo a lo previsto en el párrafo anterior, se podrá disponer la cancelación
definitiva del permiso o autorización concedidos.
Art. 40.– La acción para sancionar las infracciones prescribe al año de consumada la falta, a
contar del día que se cometió, o en que cesó de cometerse si fuera continua.
La instrucción de actuaciones dirigidas a la comprobación de la falta, o la comisión de una
nueva infracción, tienen efectos interruptivos.
Las sanciones prescriben a los dos (2) años a contar de la resolución firme que las impuso.
Art. 41.– Procedimientos y apelación. Las infracciones serán comprobadas mediante
actuaciones escritas y sumarias por la autoridad policial o administrativa interviniente.
La resolución final será dictada por la autoridad de fiscalización que corresponda, previa
vista al interesado y con el procedimiento interno que se establezca dentro de lo prescripto por esta
ley y sus reglamentaciones.
Las resoluciones que impongan una sanción podrán ser recurridas dentro de los cinco (5)
días de notificado el interesado ante el juez nacional competente en razón del lugar donde se
cometió la infracción según el procedimiento establecido en los arts. 588 Ver Texto y 589 Ver
Texto del Código de Procedimiento en lo Criminal (ley 2372).
En caso de haberse procedido a la destrucción del material decomisado, el juez o la
autoridad de fiscalización podrá decretar la indemnización correspondiente al valor del mismo en el
momento de su destrucción sólo cuando se pruebe que la medida fue manifiestamente irrazonable.
Art. 42.– Medidas preventivas. Las autoridades de fiscalización podrán disponer
preventivamente y hasta que se dicte resolución definitiva, el secuestro del material en infracción, la
suspensión provisional del permiso o autorización concedida o la clausura provisional del local o
lugar de operación en la forma que determine la reglamentación.
El tiempo de suspensión o clausura preventiva se descontará del tiempo de la sanción, si la
hubiere. También se podrá disponer el decomiso y destrucción inmediata del material en infracción
cuando existan graves y urgentes razones de seguridad.
Contra las medidas preventivas enunciadas en este artículo el interesado podrá recurrir ante
la autoridad máxima de fiscalización, solicitando su revocatoria.
Art. 42 bis.– (Derogado por ley 25.886, art. 2 Ver Texto ).
Art. 42 bis.- (Incorporado por ley 25086, art. 1 Ver Texto ). Será penado con multa de mil a
diez mil pesos, o arresto hasta noventa días, la simple tenencia de arma de fuego de uso civil o de
uso civil condicional (*), sin la debida autorización, o fuera de las excepciones reglamentarias.
Entenderá en el juzgamiento de este tipo de infracciones en forma exclusiva y excluyente el juez
federal con competencia en el lugar del hecho.
27
(*) Texto observado por decreto 496/1999, art. 1 Ver Texto .
CAPÍTULO VII:
REGISTRO NACIONAL DE ARMAS
Art. 43.– El Registro Nacional de Armas previsto en el párr. 2 del art. 4 Ver Texto
funcionará en y será organizado por el Comando de Arsenales del Comando en Jefe del Ejército,
bajo la dependencia directa a todos los efectos de la presente ley del ministro de Defensa.
Art. 44.– La Dirección del Registro Nacional de Armas será ejercida por una comisión
presidida por el comandante de Arsenales del Comando en Jefe del Ejército e integrada por un
representante del Comando en Jefe de la Armada y uno del Comando en Jefe de la Fuerza Aérea,
que serán designados por el ministro de Defensa a propuesta de los respectivos comandantes en
jefe.
CAPÍTULO VIII:
IMPUTACIÓN PRESUPUESTARIA
Art. 45.– (Texto según ley 23110, art. 41 Ver Texto ). Los gastos que demande el
cumplimiento de la presente ley y su reglamentación serán atendidos por las partidas del
presupuesto que se asignen al efecto.
Los aranceles y tasas fijados por servicios administrativos prestados y el importe de las
multas ingresarán a rentas generales.
Art. 45.- (Texto originario). Los gastos que demande el cumplimiento de la presente ley y su
reglamentación serán atendidos por las partidas del presupuesto que se asigne al efecto. Los
aranceles y tasas fijados por servicios administrativos prestados y el importe de las multas serán
afectados al cumplimiento de esta ley, a cuyo fin se abrirán las pertinentes cuentas especiales.
Art. 46.– Quedan convalidadas a la fecha de sanción de la presente ley las disposiciones
adoptadas por la autoridad de aplicación de la ley 13945 , vinculadas a la suspensión transitoria del
ejercicio de los actos referentes a armas de guerra y de uso civil y sus municiones, que se
mencionan en el art. 1 de la citada ley.
Art. 47.– Declárase de orden público las disposiciones de la presente ley.
Art. 48.– Derógase la Ley 13945 de Armas y Explosivos.
Art. 49.– Comuníquese, etc.
Lanusse - Aguirre Obarrio
DECRETO NACIONAL 395/1975
ARMAS Y EXPLOSIVOS
Armas de guerra y de uso civil.
Enumeración del 20/02/1975; publ. 03/02/1975
Art. 1.- Apruébase la reglamentación de la ley nacional de armas y explosivos (decreto ley
20429/1973 ) cuyo ejemplar corre agregado como anexo I, la que regirá a partir de la fecha de
entrada en vigencia del presente decreto.
Art. 2.- La reglamentación aprobado por el artículo anterior reemplazado al texto que fuera
aprobado por el decreto 3693 del 21 de mayo de 1973, modificado por decretos 331 Ver Texto del 3
de agosto y 557 Ver Texto del 14 de agosto ambos de 1973.
Art. 3.- Facúltase al ministro de Defensa a ampliar, hasta un máximo de treinta (30) días
corridos, cada uno de los plazos establecidos en los arts. 146 Ver Texto y 147 Ver Texto de la
reglamentación que se aprueba.
Art. 4.- Al vencimiento de los plazos previstos en los arts. 146 Ver Texto y 147 Ver Texto
de la reglamentación, o de sus ampliaciones cuando se hubieran dispuesto, caducarán de pleno
derecho todas las autorizaciones de adquisición, tenencia o portación de armas de fuego, sea cual
fuere la autoridad que las hubiera acordado, con la única excepción de las otorgadas con
fundamento en las disposiciones del decreto ley 20429/1973 y decretos 8172/1972 y 4693 Ver
Texto del 21 de mayo de 1973.
Art. 5.- El presente decreto entrará en vigencia a los cuarenta y cinco (45) días de la fecha
de publicación en el Boletín Oficial.
Art. 6.- Comuníquese.
Anexo I
CAPITULO I:
DISPOSICIONES GENERALES
Sección I:
Materia de la reglamentación
Art. 1.– La presente reglamentación parcial del decreto ley 20429/1973 comprende los actos
enumerados por el art. 1 del citado decreto ley, con relación a las armas de fuego, de lanzamiento,
sus municiones, agresivos químicos de toda naturaleza y demás materiales clasificados de guerra y
armas, municiones y materiales clasificados de uso civil, siendo complementaria de la
28
reglamentación aprobada por decreto 26028 de 20 de diciembre de 1951 en lo referente a pólvoras,
explosivos y afines.
Art. 2.– Asimismo, por la presente se reglamenta en el Capítulo VI el régimen de
infracciones y su sanción, establecido en el decreto ley 20429/1973 con carácter común para todos
los actos y materiales enunciados por el art. 1 del citado texto legal.
Sección II:
Definiciones
Art. 3.– A los efectos de la aplicación de las disposiciones del decreto ley 20429/1973 y de
la presente reglamentación se establecen las siguientes definiciones.
1) Arma de fuego: la que utiliza la energía de los gases producidos por la deflagración de
pólvoras para lanzar un proyectil a distancia.
2) Arma de lanzamiento: la que dispara proyectiles autopropulsados, granadas, munición
química o munición explosiva. Se incluyen en esta definición los lanzallamas cuyo alcance sea
superior a tres metros.
3) Arma portátil: es el arma de fuego o de lanzamiento que puede ser normalmente
transportada y empleada por un hombre sin ayuda animal, mecánica o de otra persona.
4) Arma no portátil: es el arma de fuego o de lanzamiento que no puede normalmente ser
transportada y empleada por un hombre sin la ayuda animal, mecánica o de otra persona.
5) Arma de puño o corta: es el arma de fuego portátil diseñada para ser empleada
normalmente utilizando una sola mano, sin ser apoyada en otra parte del cuerpo.
6) Arma de hombro o larga: es el arma de fuego portátil que para su empleo normal requiere
estar apoyada en el hombro del tirador y el uso de ambas manos.
7) Arma de carga tiro a tiro: es el arma de fuego que no teniendo almacén o cargador, obliga
al tirador a repetir manualmente la acción completa de carga del arma en cada disparo.
8) Arma de repetición: es el arma de fuego en la que el ciclo de carga y descarga de la
recámara se efectúa mecánicamente por acción del tirador, estando acumulados los proyectiles en
un almacén cargador.
9) Armas semiautomáticas: es el arma de fuego en la que es necesario oprimir el disparador
para cada disparo y en la que el ciclo de carga y descarga se efectúa sin la intervención del tirador.
10) Arma automática: es el arma de fuego en la que, manteniendo oprimido el disparador,
se produce más de un disparo en forma continua.
11) Fusil: es el arma de hombro, de cañón estriado que posee una recámara formando parte
alineada permanentemente con el ánima del cañón. Los fusiles pueden ser de carga tiro a tiro, de
repetición, semiautomáticos y automáticos (pueden presentar dos últimas características
combinadas, para uso opcional mediante un dispositivo selector de fuego).
12) Carabina: es el arma de hombro de características similares a las del fusil, cuyo cañón
no sobrepasa los 560 mm. de longitud.
13) Escopeta: es el arma de hombro de uno o dos cañones de ánima lisa, que se carga
normalmente con cartuchos conteniendo perdigones.
14) Fusil de caza: es el arma de hombro de dos o más cañones, uno de los cuales, por lo
menos, es estriado.
15) Pistolón de caza: es el arma de puño de uno o dos cañones de ánima lisa, que se carga
normalmente con cartuchos conteniendo perdigones.
16) Pistola: es el arma de puño de uno o dos cañones de ánima rayada, con su recámara
alineada permanentemente con el cañón. La pistola pude ser de carga tiro a tiro, de repetición o
semiautomática.
17) Pistola ametralladora: es el arma de fuego automática diseñada para ser empleada con
ambas manos, apoyada o no en el cuerpo, que posee una recámara alineada permanentemente con el
cañón. Puede poseer selector de fuego para efectuar tiro simple (semiautomática). Utiliza para su
alimentación un almacén cargador removible.
18) Revólver: es el arma de puño, que posee una serie de recámaras en un cilindro o tambor
giratorio montado coaxilmente con el cañón. Un mecanismo hace girar el tambor de modo tal que
las recámaras son sucesivamente alineadas con el ánima del cañón. Según el sistema de
accionamiento del disparador, el revólver puede ser de acción simple o de acción doble.
19) Cartucho o tiro: es el conjunto constituido por el proyectil entero o perdigones, la carga
de proyección, la cápsula fulminante y la vaina, requeridos para ser usados en un arma de fuego.
20) Munición: designación genérica de un conjunto de cartuchos o tiros.
21) Transporte de armas: es la acción de trasladar una o más armas descargadas.
22) Anima: interior del cañón de un arma de fuego.
23) Estría o macizo: es la parte saliente del rayado del interior del cañón de un arma de
fuego.
24) Punta: es el nombre que se asigna, entre coleccionistas, al proyectil de las armas de
fuego.
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25) Estampa de culote: nombre dado por los coleccionistas al grabado efectuado en el
culote de las vainas empleadas en cartuchos de armas de fuego.
Sección III:
Clasificación del material. Armas y municiones de guerra.
Art. 4.– Son armas de guerra todas aquellas que, contempladas en el art. 1 Ver Texto , no se
encuentran comprendidas en la enumeración taxativa que de las "armas de uso civil" se efectúa en
el art. 5 Ver Texto o hubieran sido expresamente excluidas del régimen de la presente
reglamentación.
Las armas de guerra se clasifican como sigue:
1. Armas de uso exclusivo para las instituciones armadas:
Las no portátiles, las portátiles automáticas, las de lanzamiento y las armas semiautomáticas
alimentadas con cargadores de quita y pon simil fusiles, carabinas o subametralladoras de asalto
derivadas de armas de uso militar de calibre superior al 22 LR, con excepción de las que
expresamente determine el Ministerio de Defensa. (Párrafo según decreto 64/1995, art. 2 Ver Texto)
Todas las restantes, que siendo de dotación actual de las instituciones armadas de la Nación,
posean escudos, punzonados o numeración que las identifique como de pertenencia de las mismas.
2. Armas de uso para la fuerza pública:
Las adaptadas para Gendarmería Nacional, Prefectura Naval Argentina, Policía Federal y
provinciales. Servicio Penitenciario Federal o institutos penales provinciales, que posean escudos,
punzonados o numeración que las identifique como de dotación de dichas instituciones.
3. Armas, materiales y dispositivos de uso prohibido:
a) Las escopetas de calibre mayor a los establecidos en el inc. 2, apartado c) del art. 5 Ver
Texto cuya longitud de cañón sea inferior a los 380 mm.
b) Armas de fuego con silenciadores.
c) Armas de fuego o de lanzamiento disimuladas (lápices, estilográficas, cigarreras,
bastones, etc.).
d) Munición de proyectil expansivo (con envoltura metálica sin punta y con núcleo de
plomo hueco o deformable), de proyectil con cabeza chata, con deformaciones, ranuras o estrías
capaces de producir heridas desgarrantes, en toda otra actividad que no sea la de caza o tiro
deportivo.
e) Munición incendiaria, con excepción de la específicamente destinada a combatir plagas
agrícolas.
f) Dispositivos adosables al arma para dirigir el tiro en la oscuridad, tales como miras
infrarrojas o análogas.
g) Proyectiles envenenados.
h) Agresivos químicos de efectos letales.
i) Armas electrónicas de efectos letales
4. Materiales de usos especiales:
Los vehículos blindados destinados a la protección de valores o personas. Los dispositivos
no portátiles o fijos destinados al lanzamiento de agresivos químicos. Los cascos, chalecos,
vestimentas y placas de blindaje a prueba de bala cuando estén afectados a un uso específico de
protección.
5. Armas de uso civil condicional:
Las armas portátiles no pertenecientes a las categorías previstas en los incisos precedentes.
Pertenecen también a esta clase las armas de idénticas características a las comprendidas en los incs.
1, segundo párrafo y 2 del presente artículo, cuando carecieran de los escudos, punzonados o
numeración que las identifique como de dotación de las instituciones armadas o la fuerza pública.
Asimismo, son de uso civil condicional las armas que, aun poseyendo las marcas mencionadas en el
párrafo anterior hubieran dejado de ser de dotación actual por así haberlo declarado el Ministerio de
Defensa a propuesta de la institución correspondiente y previo asesoramiento del Registro Nacional
de Armas. Este último mantendrá actualizado el listado del material comprendido en la presente
categoría.
Armas y municiones de uso civil
Art. 5.– (Texto según decreto 821/1996, art. 4 Ver Texto ) A los fines de la ley y la presente
reglamentación, se considerará armas de uso civil a las que, con carácter taxativo, se enuncian a
continuación:
1) Armas de puño:
a) Pistolas: de repetición o semiautomáticas, hasta calibre 6,35 mm. (25 pulgadas) inclusive
de carga tiro a tiro, hasta calibre 8,1 mm. (32 pulgadas), con excepción de las de tipo "Magnum" o
similares.
b) Revólveres: hasta calibre 8,1 mm. (32 pulgadas), inclusive, con exclusión de los tipos
"Magnum" o similares.
c) Pistolones de caza: de uno a dos cañones, de carga tiro a tiro, calibres 14,2 mm. (28), 14
mm. (32) y 12 mm. (36).
30
2) Armas de hombro:
a) Carabinas, fusiles y fusiles de caza de carga tiro a tiro, repetición o semiautomáticos
hasta calibres 5,6 mm. (22 pulgadas) inclusive, con excepción de las que empleen munición de
mayor potencia o dimensión que la denominada "22 largo rifle" (22 LR) que quedan sujetas al
régimen establecido para las armas de guerra.
b) Escopetas de carga tiro a tiro y repetición: Las escopetas de calibre mayor a los
expresados en el inc. 1, apartado c) del presente artículo, cuyos cañones posean una longitud
inferior a los 600 mm. pero no menor de 380 mm. se clasifican como armas de guerra de "uso civil
condicional", y su adquisición y tenencia se regirán por las disposiciones relativas a dicho material.
3) Los agresivos químicos contenidos en rociadores, espolvoreadores, gasificadores o
análogos, que sólo producen efectos pasajeros en el organismo humano, sin llegar a provocar la
pérdida del conocimiento y en recipientes de capacidad de hasta 500 cc.
4) Las armas electrónicas que sólo produzcan efectos pasajeros en el organismo humano y
sin llegar a provocar la pérdida del conocimiento.
Las credenciales de tenencia emitidas en legal forma sobre armas de fuego cuyo
clasificación legal se hubiere modificado por aplicación de lo establecido en el presente artículo,
gozarán de plena validez mientras el material permanezca en poder de sus titulares.
Art. 6.– (Texto según decreto 821/1996, art. 5 Ver Texto ) Dentro de la clasificación de
armas de Uso Civil, se considerarán como armas de Uso Civil Deportivo, las que se enuncian a
continuación:
1) Pistolones de caza: de uno o dos cañones, de carga tiro a tiro calibres 14,2 mm. (28), 14
mm. (32) y 12 mm. (36).
2) Carabinas y fusiles de carga tiro a tiro o repetición hasta calibres 5,6 mm. (22 pulgadas)
inclusive, con excepción de las que empleen munición de mayor potencia o dimensión que la
denominada "22 largo rifle" (22 LR).
3) Escopetas de carga tiro a tiro, cuyos cañones posean una longitud no inferior a los 600
mm.
Art. 7.– Quedan exceptuadas del régimen de la presente reglamentación:
a) Dispositivos portátiles, no portátiles y fijos destinados al lanzamiento de arpones, guías,
cartuchos de iluminación o señalamiento y las municiones correspondientes.
b) Armas portátiles de avancarga.
c) Herramientas de percusión, matanza humanitaria de animales o similares y sus
municiones.
Armas y municiones de colección
Art. 8.– Las armas de fuego y sus municiones podrán ser objeto de colección, con sujeción
al siguiente régimen:
1) Las armas portátiles y no portátiles de modelo anterior al año 1870 inclusive y sus
municiones o proyectiles, podrán ser libremente adquiridas y poseídas.
2) Las armas portátiles y no portátiles de modelo posterior al año 1870 y sus municiones o
proyectiles, inutilizadas en forma permanente y definitiva para su empleo, podrán ser adquiridas y
poseídas, con arreglo al régimen establecido por la presente reglamentación para las armas
clasificadas de uso civil. En oportunidad de tomar intervención, la autoridad local de fiscalización
que corresponda procederá a inspeccionar el material de que se trate y emitirá, juntamente con el
certificado de tenencia, una constancia de comprobación de la inutilización del mismo.
3) Las armas de guerra portátiles, de modelo posterior al año 1870 y sus municiones, en
condiciones de uso, podrán ser adquiridas y poseídas por los coleccionistas autorizados por el
Registro Nacional de Armas, con arreglo a lo dispuesto por el art. 54 Ver Texto y concordantes de
la presente reglamentación.
Estas armas no podrán ser utilizadas bajo ningún concepto en actividades de tiro.
Cuando el legítimo usuario desee practicar tiro con un arma de su colección, deberá solicitar
su desafectación como tal y encuadrarse en las previsiones del art. 53 Ver Texto de esta
reglamentación, gestionando la correspondiente autorización de tenencia, que se otorgará si
correspondiese.
Sección IV:
Repuestos
Art. 9.– El régimen que el decreto ley 20429/1973 y la presente reglamentación establecen
sobre la base de la clasificación del material enunciado precedentemente, se hace extensivo a sus
repuestos principales cuando los mismos por su destino de utilización, correspondieren en forma
exclusiva y especial al material previsto.
Art. 10.– Prohíbese la construcción de armas con piezas adquiridas como repuestos.
Sección V:
Marcas, contraseñas y numeración
31
Art. 11.– Todas las armas de guerra que se fabriquen en el país en lo sucesivo llevarán,
además de las marcas de fábrica, una numeración correlativa (número de serie) por clase de arma,
colocada en las piezas más importantes (cañones, armaduras, correderas, cerrojos, almacenes, etc.).
Las armas de uso civil llevarán la marca y numeración correlativa en una pieza fundamental de
manera que esta última sea visible sin desmontar parte del arma.
Las armas de fuego que se introduzcan en el país deberán llevar también marca de fábrica y
numeración. En su defecto se procederá de acuerdo con lo establecido por el art. 13 Ver Texto de la
presente reglamentación.
Art. 12.– Los fabricantes que tengan contratos u órdenes de compra con la fuerza pública,
colocarán además la contraseña propia del destinatario de acuerdo con lo que en cada caso
particular esté establecido.
Los fabricantes de armas que produzcan, para exportar armas de guerra y que por razones
contractuales deban emplear en las mismas una numeración visible, distinta a la expresada en el
artículo anterior, mantendrán aquélla, en las mismas piezas, pero en lugares no visibles sin desarmar
el arma. La Dirección General de Fabricaciones Militares evaluará esta circunstancia y autorizará
dicha doble numeración, indicando la forma y la ubicación de esa doble numeración.
Art. 13.– Las armas de guerra que se importen o introduzcan en el país y que no posean las
marcas de fábrica o numeración exigidas por el art. 11 Ver Texto , serán marcadas y numeradas en
la forma que disponga el Registro Nacional de Armas, en oportunidad de su remisión al mismo
quedando a cargo de los introductores los gastos de traslado y marcación.
En la misma forma se procederá con las armas de guerra sin numeración que sean
presentadas para su registro, siempre que de la inspección visual de las mismas no surja que las
anteriores marcas o numeraciones han sido hechas desaparecer, en cuyo caso de dará intervención a
la autoridad competente.
En forma análoga procederán con las armas de uso civil las autoridades locales de
fiscalización, las que fijarán las numeraciones al imprimir, de acuerdo con las directivas impartidas
por el Registro Nacional de Armas.
Sección VI:
Fabricación y exportación de armas y sus municiones
Art. 14.– La instalación en el país de fábricas de armas, sus repuestos, accesorios y
municiones, se regirá por lo dispuesto por el art. 27 Ver Texto de la ley 12709 y su reglamentación.
(La Dirección General de Fabricaciones Militares llevará un registro de dichas fábricas).
Art. 15.– Los establecimientos dedicados a la fabricación de armas, sus repuestos,
accesorios y municiones, llevarán un libro de producción rubricado por la Dirección General de
Fabricaciones 35
Militares, en el que asentarán la producción diaria, especificando tipo, cantidad y número de
serie de las armas, repuestos o accesorios y cantidad, tipo y número de lote de munición según el
caso. Mensualmente elevarán al Registro Nacional de Armas antes del 5 de cada mes, un informe
con los datos referentes a producción, ventas realizadas y existencia en fábrica especificando tipo,
cantidad y número de serie de las armas o cantidad y tipo de munición. Cada arma fabricada deberá
llevar grabada o estampada en lugar visible la marca, y número de serie que la individualice. La
munición llevará en el culote de su vaina la marca o identificación del calibre, excepto cuando sus
dimensiones no lo permitan.
Sección VII:
Modificaciones y reparaciones
Art. 16.– Las armerías y talleres de reparación de armas que también se dediquen al montaje
de armas o recarga de municiones deberán inscribirse ante el Registro Nacional de Armas y
registrar ante la autoridad local de fiscalización con jurisdicción en su domicilio.
El Registro Nacional de Armas llevará un Registro de Talleres de Reparación y Montaje de
Armas y Municiones.
Para obtener la inscripción en este Registro, la persona interesada deberá presentar una
solicitud, haciendo constar su nombre y apellido o razón social, domicilio legal, identidad personal
del o de los propietarios, socios, gerente y administrador o representante legal. Deberá indicarse
asimismo, quien será la persona que tendrá a su cargo directo la reparación de armas de fuego.
El trámite se iniciará ante la autoridad policial de su domicilio, presentando la
documentación a elevar el Registro Nacional de Armas, y cumpliendo en la oportunidad los
interesados con las previsiones del art. 55 Ver Texto de esta reglamentación.
Art. 17.– Los talleres y armerías no podrán efectuar modificaciones en las armas de manera
tal que alteren sus características originarias, de arma de uso civil a la guerra, salvo expresa
autorización del Registro Nacional de Armas.
Art. 18.– Las reparaciones que no importen modificación en la clasificación del arma,
podrán ser efectuadas libremente por los legítimos usuarios o por los talleres y armerías previa
exhibición, en este último caso, de la respectiva autorización de tenencia.
32
Art. 19.– En todos los casos, los talleres particulares o armerías sólo aceptarán trabajos
modificatorios y reparaciones, cuando sean encargados por los legítimos usuarios o por personas
debidamente autorizadas por aquéllos, debiendo estos hacer entrega de la autorización de tenencia
correspondiente que quedará en poder del armero mientras mantenga el arma en reparación.
Art. 20.– Todo trabajo de reparación o modificación deberá ser anotado en un Libro
Registro de Reparaciones, sujeto a inspección y que deberá ser rubricado por el Registro Nacional
de Armas y llevado con las formalidades previstas en el art. 49 Ver Texto .
Art. 21.– En el caso que la modificación no importe cambio en la clasificación del arma,
pero que implique un cambio en su calibre, se podrá realizar sin autorización, debiendo el usuario
informar la novedad de la autoridad de fiscalización que corresponda dentro de los diez (10) días de
finalizado el trabajo.
Sección VIII:
Circulación por vía postal
Art. 22.– Unicamente las armas de uso civil podrán ser remitidas por vía postal dentro del
territorio nacional ajustándose a las disposiciones siguientes:
1. Deberá enviarse sólo un arma por encomienda acompañada de la autorización de tenencia
o copia auténtica de la misma.
2. El envío se formalizará de conformidad al régimen de valor declarado.
3. Prohíbese la utilización de la vía postal para el envío de munición y agresivos químicos.
Sección IX:
Importación
Art. 23.– Toda importación de armas requerirá autorización previa del Registro Nacional de
Armas, y se concederá, si correspondiere, únicamente a los importadores inscriptos en el Registro
de Importadores de Armas.
La autorización deberá ser solicitada en la forma que se establezca por ante el Registro
Nacional de Armas y acordada con anterioridad al embarque de los materiales en el país de origen,
dejando constancia de los datos relativos a identificación de la firma vendedora en origen e
importador actuante en el país.
Además se especificará:
1. Cantidad y detalle de los materiales a importar, con especificación de tipo, marca,
modelo, calibre y número de serie de cada uno de ellos.
2. Clasificación o asimilación de los materiales, desde el punto de vista aduanero,
ajustándose en un todo a la Nomenclatura Arancelaria de Bruselas vigente en nuestro país y a las
disposiciones generales en vigor en materia de importación.
3. Destino con que se introducen los materiales en cuestión y aduana habilitada por la que
se solicita se verifique el ingreso al país.
Art. 24.– El Registro Nacional de Armas resolverá la solicitud interpuesta, previo informe
técnico o aclaraciones que considere pertinente.
Otorgada la autorización, se expedirá a la firma interesada un original del permiso para su
presentación a la Aduana y agregación al parcial de despacho.
El Registro Nacional de Armas hará conocer a la Administración Nacional de Aduanas la
nómina de los funcionarios que suscribirán las autorizaciones a que se hace referencia remitiendo
registro de firmas y facsímil de las rúbricas de los mismos. La autorización de importación tendrá
validez por el término de ciento ochenta (180) días corridos contados a partir de la fecha de su
emisión, prorrogables por el lapso que el Registro Nacional de Armas estime conveniente, previa
comprobación de la existencia de causas atendibles que justifiquen la demora en que se hubiere
incurrido.
Art. 25.– Los cónsules sólo visarán la documentación que le sea sometida para el embarque
de armas, cuando los exportadores de origen acrediten que el importador posee el respectivo
permiso previo del Registro Nacional de Armas, mediante la exhibición del cuadruplicado del
mismo.
Cuando el embarque sea destinado, por excepción a puertos o a aduana distintos de los
determinados por el art. 44 Ver Texto de esta reglamentación, se deberá presentar también la copia
legalizada de la autorización del Registro Nacional de Armas que dicho artículo determina.
Art. 26.– Las empresas transportadoras o sus agentes, los capitanes, jefes, comandantes o
encargados de cualquier medio de transporte aéreo, marítimo o terrestre, serán considerados
responsables por el embarque para puertos argentinos de armas o municiones, cuya documentación
no haya sido visada previamente a su embarque, conforme con las disposiciones legales y
reglamentarias vigentes al momento de efectuarse la importación, siempre que exista cónsul
argentino en el punto de origen.
Art. 27.– Las firmas inscriptas en el Registro de Importadores de Armas que deban importar
materiales procedentes de puertos donde no existe cónsul argentino, deben poner este hecho
33
expresamente en conocimiento del Registro Nacional de Armas, solicitando de éste la autorización
especial para hacerlo.
Art. 28.– Todo material que se introduzca al país, habiendo sido negada la autorización o
cuando ésta no se hubiera solicitado, será directamente decomisado sin derecho por parte de los
responsables de reclamación alguna y sin perjuicio de las sanciones que les corresponda.
Art. 29.– Toda la documentación relacionada con el embarque de armas, como ser: “notas
de empaque”, “conocimiento”, “manifiesto de carga”, “facturas consulares y comerciales”,
“certificado de origen”, u otros que los reemplacen o complementen deberá ser cruzada con la
leyenda en rojo, “importación de armas”.
Art. 30.– Dentro de las veinticuatro (24) horas siguientes al arribo del material, el
importador deberá poner dicha circunstancia en conocimiento del Registro Nacional de Armas. El
material será conducido al depósito de la Administración General de Puertos destinado al efecto,
donde se procederá a la inmediata verificación de los bultos, con la presencia del importador y el
agente transportista o sus representantes y funcionarios de la Prefectura Naval Argentina,
Administración Nacional de Aduanas, Administración General de Puertos y Registro Nacional de
Armas. Efectuada la verificación, las armas de uso civil quedarán a disposición de sus importadores
para proseguir los trámites propios de la importación.
Finalizados estos, la mercadería será retirada directamente por sus destinatarios con
intervención de las autoridades que corresponda.
Inmediatamente después de su verificación, las armas de guerra serán trasladadas al
depósito que determine en el Registro Nacional de Armas, debiendo ser transportadas en medios a
proveer por el importador. El Registro Nacional de Armas adoptará, cuando lo crea conveniente, las
medidas necesarias para la seguridad del transporte.
La libre disponibilidad de las armas de guerra importadas, en depósito a cargo del Registro
Nacional de Armas, que en esta reglamentación, se producirá luego que el mismo acredite haber
cumplido con todas sus obligaciones de importación ante la Administración Nacional de Aduanas
mediante la presentación de una copia de “parcial de importación”, con acreditación de pago y con
intervención de guarda aduanero que tendrá a su cargo el despacho a plaza de los mismos. Todo
material almacenado en depósito designado por el Registro Nacional de Armas deberá contar con
seguros contratados por el importador, que cubran el valor de la mercadería depositada.
Art. 31.– Para la venta de armas de guerra a los comerciantes inscriptos en el registro
respectivo, los importadores confeccionarán el correspondiente remito, por cuadriplicado, en el
talonario a que hace referencia el art. 40 Ver Texto de la presente reglamentación, anotando en el
mismo nombre y apellido o razón social del comprador, número de inscripción como comerciante
en el Registro Nacional de Armas, cantidad y detalle de los efectos vendidos, despacho a que
pertenecen, nombres y apellidos o razón social del importador, número de inscripción en el Registro
de Importadores, lugar, fecha y firma del remitente.
Art. 32.– El importador de armas de guerra entregará al comprador el original, el duplicado
y el triplicado de los remitos y éste los presentará a las autoridades del depósito, quienes previa
comprobación de que el comprador se encuentre inscripto en el registro correspondiente
conformarán los tres ejemplares, autorizando la entrega de material bajo recibo, según las
previsiones de esta reglamentación y previo pago de los gastos de depósitos y transporte en que
haya incurrido el Registro Nacional de Armas por cuenta del o de los importadores, con elementos
propios o de terceros.
El importador de armas de guerra que además fuera comerciante inscripto y el comerciante
que en virtud de las disposiciones de esta reglamentación mantenga este material y/o municiones en
los depósitos designados por el Registro Nacional de Armas, podrá retirarlos del mismo en las
condiciones y cantidades que en cada caso determine el Registro Nacional de Armas.
Art. 33.– Al ser retirados los materiales, las autoridades del depósito retendrán los
ejemplares original y duplicado con constancia de recibo del comprador. El Registro Nacional de
Armas efectuará el descargo de la cuenta corriente de existencia del importador y asentará los
ingresos correspondientes en la del comprador.
El comprador conservará el triplicado del remito para su control y asentará su recibo de
conformidad en el cuadruplicado fijo del talonario del importador.
Periódicamente en la oportunidad que se fije, los importadores presentarán al Registro
Nacional de Armas una declaración jurada de las operaciones realizadas con materiales importados,
las que se cotejarán con las constancias de su inventario.
Sección X:
Registro de Importadores
Art. 34.– El Registro Nacional de Armas llevará un Registro de Importadores de Armas, en
el cual necesariamente deberán obtener su inscripción quienes deseen dedicarse a la importación de
armas.
Art. 35.– Para obtener la inscripción en este Registro, los interesados deberán presentar una
solicitud haciendo constar su nombre y apellido o razón social, domicilio legal, identidad personal
34
del o de los propietarios, socios gerente, administrador o representante legal, contrato social,
número de inscripción en el Registro de Importadores y Exportadores de la Administración
Nacional de Aduanas y principal actividad a que se dedica cuando la de importador sea accesoria.
Los interesados presentarán su solicitud ante la autoridad policial de su domicilio, la que la
elevará al Registro Nacional de Armas, informando si registran antecedentes desfavorables.
Art. 36.– La inscripción en este Registro caduca al año de otorgada.
Los interesados podrán gestionar la renovación de su inscripción con una antelación no
menor de treinta (30) días de la fecha de su caducidad.
Art. 37.– El Registro Nacional de Armas solicitará, cuando lo considere conveniente, nueva
información a la autoridad policial de la jurisdicción del domicilio del importador. En caso de
existir algún antecedente desfavorable su inscripción podrá ser cancelada.
Contra esa cancelación cabrá el recurso previsto por el art. 138 Ver Texto de esta
reglamentación.
Art. 38.– El Registro Nacional de Armas comunicará a la Administración Nacional de
Aduanas las altas y bajas producidas en el Registro de Importadores de Armas dentro de los treinta
(30) días de ocurridas.
Art. 39.– Los importadores inscriptos registrarán todas las operaciones que realicen en la
forma que establezca el Registro Nacional de Armas.
Art. 40.– Obrará como copiador oficial de remitos un talonario de formularios, rubricado
por el Registro Nacional de Armas constituyendo el libro auxiliar del Registro. En cada uno de los
remitos, que se extenderá por cuadruplicado y cuya última copia quedará fijada en el talonario, se
hará constar el número de autorización previa o permiso de introducción correspondiente al total de
38
la partida, datos relativos al comprador y al vendedor de origen y la cantidad detalle y
características especiales de los materiales vendidos.
Sección XI:
Visaciones
Art. 41-La documentación cuya visación sea exigible, conforme a las disposiciones legales
y reglamentarias vigentes al efectuarse la importación, debe contener la firma del cónsul argentino
acreditado en el país de origen del material. Art. 42.– Los funcionarios consulares no darán curso a
ninguna documentación de embarque “a órdenes” ni aquellas en que no conste que el material a
importarse se halla con las marcas y numeración exigidas en el art. 11 Ver Texto de la presente
reglamentación.
Art. 43.– Las copias de los documentos visados en el país de origen por los cónsules
argentinos deberán ser remitidos por la vía más rápida a la Aduana del puerto de destino, de acuerdo
con el art. 44 Ver Texto .
Sección XII:
Puertos y aduanas autorizados
Art. 44.– La importación de armas se realizará por la Aduana del Puerto de Buenos Aires o
aquella que por vía de excepción autorice el Registro Nacional de Armas.
En este caso, oportunamente se efectuarán los acuerdos pertinentes con la Administración
Nacional de Aduanas, con la Administración General de Puertos y Prefectura Naval Argentina o
Gendarmería Nacional.
Sección XIII:
Inspección
Art. 45.– El Registro Nacional de Armas, determinará las modalidades y formalidades a que
se ajustará la convocatoria de tenedores de armas de fuego de cualquier categoría, cuando por
estimarlo conveniente el Ministerio de Defensa proceda a su llamado en uso de la facultad que le
acuerda el art. 8 del decreto ley 20429/1973.
Art. 46.– Cuando para prevenir infracciones sea indispensable, por parte de las autoridades
del Registro Nacional de Armas, la inspección de instalaciones públicas o privadas, locales de venta
o exhibición, depósitos, cargamentos bultos o equipajes en tránsito, etc., podrá solicitarse de las
autoridades locales de fiscalización, su intervención para la verificación conjunta o
contraverificación.
Los funcionarios, importadores, fabricantes, comerciantes, exportadores y particulares
facilitarán en toda forma la misión de los inspectores actuantes, suministrando datos y exhibiendo
los documentos que le fueren requeridos para el mejor cumplimiento del cometido.
Cuando dentro del movimiento normal de bultos que acompaña al desembarco de
mercaderías de importación, la autoridad local de fiscalización estime conveniente el separar cierta
carga o parte de la misma, por presumirse que en ella se ocultan armas o municiones, adoptará las
medidas conducentes a aislar y custodiar la misma hasta su verificación, en la que intervendrá
juntamente con las autoridades aduaneras.
35
Sección XIV:
Depósitos
Art. 47.– Las armas y sus municiones o cualquiera de estos materiales por separado que por
imperio de esta reglamentación deban permanecer en “depósito” serán almacenados en los locales
del Registro Nacional de Armas o en los que este organismo indique, siendo por cuenta del
interesado los gastos que ello demande.
Cuando el material no esté amparado por seguros el Registro Nacional de Armas exigirá se
contraten o contratará por cuenta de aquéllos los que cubran la totalidad de los materiales
depositados, contra todo riesgo.
Toda vez que el Registro Nacional de Armas deba designar como depósito un local no
propio, establecerá con la autoridad bajo cuya jurisdicción esté el mismo, los acuerdos necesarios a
fin de mantener el control administrativo de los bienes depositados. Los materiales depositados por
cuenta de terceros y no retirados una vez vencido o no renovado el plazo que se otorgare, se
considerarán abandonados y pasarán a propiedad del Estado transcurridos treinta (30) días desde la
fecha de intimación al interesado para que proceda a su retiro o renovación de depósito. En los
casos de materiales abandonados o donados, el Registro Nacional de Armas tomará posesión de los
mismos y procederá a efectuar su distribución, de conformidad con lo establecido por el art. 70 Ver
Texto de la presente reglamentación.
Sección XV:
Registro de Comerciantes de Armas
Art. 48.– El Registro Nacional de Armas llevará un Registro de Comerciante de Armas, en
el cual obligadamente y como condición previa deberán inscribirse los interesados, para desarrollar
su actividad, cuando la misma comprenda armas de fuego.
Para obtener la inscripción los interesados deberán presentar una solicitud con los recaudos
previstos en el art. 16 Ver Texto de la reglamentación ante la autoridad policial de su domicilio, que
procederá de acuerdo a lo que determina la mencionada norma.
La solicitud será resuelta por el Registro Nacional de Armas, que podrá denegarla cuando el
interesado registrare antecedentes desfavorables.
Las autoridades locales de fiscalización llevarán un Registro Local de Comerciantes de
Armas de aquellos que previamente se encuentren inscriptos en el Registro Nacional de Armas.
Para obtener su inscripción no se exigirá otro requisito que la constancia de su registro
previo en el Registro Nacional de Armas.
Art. 49.– Los comerciantes de armas deberán llevar un libro que se denominará Registro
Oficial de Operaciones, en el cual asentarán cronológicamente todas las operaciones comprensivas
de dicho material en que intervengan, con indicación del nombre, apellido, domicilio, documento de
identidad de los vendedores y adquirentes y marca, tipo calibre y número de serie de las armas,
munición de guerra y munición de uso civil comprendida en el apartado d del inc. 31 del art. 4 Ver
Texto .
Además de dicho registro, deberá mantener actualizadas las fichas Registro de existencias,
en las que figurarán los movimientos y el saldo de todo material enajenado o en proceso de
comercialización según las directivas que al respecto emita el Registro Nacional de Armas.
Dichos Registros deberán ser rubricados por el Registro Nacional de Armas y llevados con
las formalidades previstas por el art. 54 Ver Texto del Código de Comercio.
Los responsables a que se refiere el presente artículo remitirán periódicamente al Registro
Nacional de Armas y según sus directivas una planilla con el detalle de las operaciones de compra y
venta de armas de guerra, sus municiones y armas de uso civil registradas durante dicho período
juntamente con una copia del formulario del anexo A para la adquisición de arma de uso civil
correspondiente a cada operación, emitidos en dicho lapso.
Sin perjuicio de ello, el Registro Nacional de Armas efectuará inspecciones periódicas en
los comercios de armas, a los fines de verificar el cumplimiento de las obligaciones que imponen la
ley y reglamentación.
CAPITULO II:
ARMAS DE GUERRA
Sección I:
Fiscalización y Registro
Art. 50.– El Ministerio de Defensa fiscalizará por intermedio del Registro Nacional de
Armas, todos los actos a que se refiere el art. 1 del decreto ley 20429/1973 relacionados con las
armas y materiales comprendidos en el presente capítulo II con la sola excepción de la fabricación y
exportación de los mismos cuya fiscalización la hará por intermedio de la Dirección General de
Fabricaciones Militares.
Art. 51.– El Registro Nacional de Armas llevará un Registro de Armas de Guerra, en el cual
asentará todos los datos del material y de sus poseedores.
36
Art. 52.– El mencionado Registro deberá organizarse de tal modo que permita toda la
información relativa a los actos asentados, ya sea a partir de la individualización del material de que
se trate o de su titular.
Sección II:
Legítimos usuarios
Art. 53.– Serán legítimos usuarios:
1. Policías Federal y provinciales, Servicio Penitenciario Federal e Institutos penales
provinciales: Del material clasificado como armas de guerra y sus municiones, que sea de su
dotación. A los fines de mantener actualizado el inventario que a tales efectos llevará el Registro
Nacional de Armas, los organismos mencionados deberán informar la cantidad de material en
existencia, como así las altas y bajas que se produzcan en el futuro. Las adquisiciones, bajas o
reposiciones que se proyecten, serán sometidas a la previa aprobación del Ministerio de Defensa.
2. Miembros de la Fuerzas Armadas, Gendarmería Nacional y Prefectura Naval Argentina:
Del material comprendido por los incs. 3 y 5 del art. 4 Ver Texto de la presente reglamentación, el
40
personal superior y subalterno, en actividad o retiro, de las Fuerzas Armadas, Gendarmería
Nacional y Prefectura Naval Argentina.
La autorización para la adquisición, tenencia y portación del material será concedida por el
Comando General de la Fuerza a la cual pertenezca el interesado o del cual dependa el organismo
en que reviste, y se fundará en el estudio de los antecedentes personales y militares del peticionante.
Concedida la autorización, tal circunstancia será puesta en conocimiento del Registro Nacional de
Armas en la forma y oportunidad que éste determine.
3. Miembros de las policías Federa y provinciales, Servicio Penitenciario Federal e
Institutos penales provinciales: El personal superior y subalterno en actividad o retiro de los
organismos mencionados, de los materiales comprendidos por los incs. 3 y 5 del art. 4 Ver Texto de
la presente reglamentación.
La autorización para la adquisición, tenencia y portación del material será concedida por el
Registro Nacional de Armas, previa conformidad de la jefatura del organismo a que pertenezca el
solicitante, que se fundará en el estudio de los antecedentes personales y profesionales del
peticionante.
4. Pobladores de regiones con escasa vigilancia policial: Del material clasificado de “uso
civil condicional”, con excepción de las armas automáticas. Aquellas personas que necesiten
defender sus bienes rurales de especies depredadoras, estarán incluidas en esta categoría.
El uso del material se limitará a los fines expresados en la reglamentación, y en lugar o
lugares determinados en la autorización de tenencia.
5. Otras personas: Del material clasificado de “uso civil condicional”, con excepción de las
armas automáticas, y de “usos especiales”, todo otra persona que acredite fehacientemente razones
de seguridad y defensa que, a juicio del Registro Nacional de Armas, justifiquen la autorización de
tenencia. Excepcionalmente y cuando existieren fundadas razones que lo justifiquen, el Ministerio
de Defensa podrá autorizar la tenencia de armas portátiles automáticas no incluidas en la categoría
de uso exclusivo por las instituciones armadas.
6. (Texto según decreto 73/1988, art. 2 Ver Texto ) Asociación de tiro: Se entiende por
asociación de tiro a toda institución que utilice en sus actividades armas de fuego, ya sean en
polígonos o pedanas, así como también en la práctica (decreto 2014/1963 ). Para la práctica de la
caza de tiro, tanto en su faz deportiva como en cumplimiento de las condiciones reglamentarias, las
asociaciones de tiro reconocidas y fiscalizadas por el Registro Nacional de Armas podrán utilizar el
material de “uso civil condicional” que autoriza la presente reglamentación. La adquisición por
parte de dichas asociaciones de material de “uso civil condicional” requerirá también autorización
del citado registro.
Estas instituciones deberán mantener actualizado el inventario completo del material propio
y del Estado ante el Registro Nacional de Armas, que llevará inventarios del material de propiedad
de estas asociaciones, así como oportuna información de las altas y bajas que se produjeran en los
mismos.
Respecto de la munición a proveer por el Estado, la dotación anual será fijada por el
Ministerio de Defensa que efectuará la respectiva comunicación al Registro Nacional de Armas.
En cuanto a munición para armas de uso civil condicional, las asociaciones podrán
adquirirlas en las cantidades necesarias para su actividad con autorización del Registro Nacional de
Armas.
El Registro Nacional de armas reglamentará las condiciones de seguridad y vigilancia que
deberán cumplir las asociaciones de tiro para la conservación, en sus propias instalaciones, del
material del Estado, del de su propiedad o de sus asociados.
En el caso de infracciones, el Ministerio de Defensa, por intermedio del Registro Nacional
de Armas, podrá disponer la suspensión o el retiro del reconocimiento y autorización, lo que
implicará la prohibición de toda práctica con dicho material.
37
La suspensión o retiro del reconocimiento y autorización que se menciona precedentemente
se refiere a la institución infractora, pero también alcanzará al o a los miembros de la asociación,
cuando hubieran sido copartícipes de la infracción. En caso de retiro del reconocimiento o
autorización, la institución o miembro sancionados deberán desprenderse del arma o armas
conforme a los términos del art. 69 Ver Texto de la presente reglamentación.
6. (Texto originario) Asociación de tiro: Se entiende por asociación de tiro a toda institución
que utilice en sus actividades armas de fuego, ya sea en polígonos o pedanas, como así también en
la práctica de la caza (decreto 2014/1963 ).
Para la práctica de tiro, tanto en su faz deportiva como cumplimiento de las condiciones
reglamentarias, las asociaciones de tiro reconocidas y fiscalizadas por la Dirección General de Tiro
podrán utilizar el material de “uso civil condicional” que autoriza la presente reglamentación.
La adquisición por parte de dichas asociaciones de material de “uso civil condicional”
requerirá autorización del Registro Nacional de Armas, previo asesoramiento de la Dirección
General de Tiro.
Estas instituciones deberán mantener actualizado el inventario completo del material propio
y del Estado, ante la Dirección General de Tiro, que remitirá copia de los inventarios del material de
propiedad de estas Asociaciones, así como oportuna información de las altas y bajas que se
produjeran en los mismos, al Registro Nacional de Armas.
Respecto de la munición a proveer por el Estado, la dotación anual será fijada por la
Dirección General de Tiro, que efectuará la respectiva comunicación al Registro Nacional de
Armas.
En cuanto a munición para armas de uso civil condicional, las asociaciones podrán
adquirirlas en las cantidades necesarias para su actividad, con autorización del Registro Nacional de
Armas y previo asesoramiento de la Dirección General de Tiro.
La Dirección General de Tiro reglamentará las condiciones de seguridad y vigilancia que
deberán cumplir las asociaciones de tiro para la conservación, en sus propias instalaciones, del
material del Estado, del de su propiedad o de sus asociados.
En el caso de infracciones, el Comando General del Ejército, por intermediario de la
Dirección General de Tiro, podrá disponer la suspensión o el retiro del reconocimiento y
autorización, lo que implicará la prohibición de toda práctica con dicho material, hecho que la
citada Dirección pondrá de inmediato en conocimiento del Registro Nacional de Armas.
La suspensión o retiro del reconocimiento y autorización que se menciona precedentemente
se refiere a la institución infractora, pero también alcanzará al o a los miembros de la asociación,
cuando hubieren sido copartícipes de la infracción.
En caso de retiro del reconocimiento o autorización, la institución o miembros sancionados
deberán desprenderse del arma o armas conforme a los términos del art. 69 Ver Texto de la presente
reglamentación.
7. (Texto según decreto 73/1988, art. 2 Ver Texto ) Miembros de asociaciones de tiro: del
material clasificado de “uso civil condicional” exceptuando las armas automáticas, los miembros de
asociaciones de tiro reconocidas, registradas y fiscalizadas por el Registro Nacional de Armas o
clubes de caza, para su utilización en los polígonos, pedanas o en el deporte de la caza y en los
lugares autorizados, mientras conserven su calidad de tales. Los clubes de tiro deberán informar al
Registro Nacional de Armas las bajas de los socios tan pronto se produzcan.
7. (Texto originario) Miembros de asociaciones de tiro: Del material clasificado de “uso
civil condicional” exceptuando las armas automáticas, los miembros de asociaciones de tiro
reconocidas, registradas y fiscalizadas por la Dirección General de Tiro, o clubes de caza, para su
utilización en los polígonos, pedanas o en el deporte de la caza y en los lugares autorizados,
mientras conserven su calidad de tales. Los clubes de tiro deberán informar al Registro Nacional de
Armas las bajas de los socios tan pronto se produzcan.
8. Personal de embarcaciones: Del material clasificado de “uso civil condicional” y de
“usos especiales”, para su empleo en embarcaciones de matrícula nacional, en las cantidades y
condiciones que determine la autoridad marítima competente.
9. Personal de aeronaves: Del material clasificado de “uso civil condicional” y de “usos
especiales”, para su empleo en aeronaves civiles y comerciales, en las cantidades y condiciones que
determine el Comando General de la Fuerza Aérea.
10. Personal de aeródromos y puertos: Del material clasificado de “uso civil condicional” y
de “usos especiales”, en las cantidades y condiciones que determine la autoridad competente.
11. Instituciones: Las instituciones oficiales y privadas con personería jurídica, del material
clasificado como de “uso civil condicional” y de “usos especiales”, cuando resulte indispensable
para proveer a su seguridad.
12. Coleccionistas: De los materiales clasificados de “uso exclusivo para las instituciones
armadas”, de “uso para la fuerza pública” y de “uso civil condicional”, únicamente a los fines de
colección.
Sección III:
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Autorizaciones
Art. 54.– Las autorizaciones de adquisición y tenencia para los legítimos usuarios
comprendidos por el art. 53 Ver Texto de la presente reglamentación, con la única excepción
prevista por sus incs. 1 y 2 serán extendidas por el Registro Nacional de Armas.
Art. 55.– Se exigirán como condiciones generales, a los legítimos usuarios comprendidos
por los incs. 4, 5, 7, 8, 9, 10 y 12 del art. 53 Ver Texto de la presente reglamentación:
1. Ser mayor de 21 años.
2. No presentar anormalidades psíquicas o físicas que incapaciten al peticionante para la
tenencia de armas de fuego. Cuando existieren razones fundadas, podrá exigirse la presentación de
certificado médico.
3. Acreditar ante la dependencia policial, con jurisdicción en el domicilio del interesado,
identidad, domicilio real y medios de vida lícitos. Esta emitirá certificación al respecto, así como de
la no existencia de antecedentes policiales o penales e imprimirá un juego de fichas dactiloscópicas
con destino al Registro Nacional de Armas.
Art. 56.– Se exigirán además, como condiciones especiales:
1. Para los pobladores de regiones con escasa vigilancia policial: Certificación por la policía
del lugar de residencia, conformada por la autoridad policial superior, de las razones existentes para
el otorgamiento de la autorización de tenencia.
2. Para otras personas: Se exigirá el mismo recaudo previsto en el inciso anterior. Sin
perjuicio de ello, el Ministerio de Defensa podrá, por resolución dispensar total o parcialmente su
cumplimiento como así el de las condiciones generales previstas por el art. 55 Ver Texto de la
presente reglamentación, sustituyéndolas o no por otras, cuando se tratare de autoridades
nacionales, provinciales, comunales o extranjeras residentes en el país.
3. Para miembros de asociaciones de tiro: Acreditar su condición de tal mediante
certificación extendida por autoridad competente de asociación de tiro habilitada legalmente.
4 Para personal de embarcaciones, aeronaves, aeródromos y puertos: Certificación emitida
por la autoridad competente que acredite la calidad invocada y justifique la necesidad de
adquisición del material solicitado.
5. Instituciones: Junto con la solicitud de autorización, deberán elevar una nómina del
personal que hará uso del material, consignando en la misma el número de credencial del legítimo
usuario, de cada uno de los incluidos en ella.
Asimismo deberá producirse la información que determinará el Registro Nacional de
Armas, a los fines de evaluar los fundamentos de la tenencia que se peticiona.
Será facultad del Registro Nacional de Armas denegar total o parcialmente la tenencia
solicitada cuando el material no resulte idóneo para la finalidad perseguida por la peticionante.
Las instituciones interesadas en la adquisición de vehículos blindados deberán presentar al
Registro Nacional de Armas la correspondiente solicitud de adquisición, oportunidad en que se les
hará conocer la nómina de fábricas que se encuentran inscriptas y autorizadas para su construcción.
El Registro Nacional de Armas normalizará las especificaciones técnicas a las cuales deberán
ajustarse los vehículos blindados destinados al transporte de valores, no pudiendo el fabricante
apartarse de las mismas.
Ningún fabricante dará curso a órdenes de fabricación de vehículos blindados, si
previamente el interesado no acredita la existencia de la pertinente autorización de adquisición
expedida por el Registro Nacional de Armas.
Concluida la construcción del vehículo, el interesado remitirá al Registro Nacional de
Armas una solicitud de tenencia, acompañando las especificaciones técnicas de fabricación y datos
de identificación del vehículo.
El Registro Nacional de Armas, previo el otorgamiento de tal autorización, podrá requerir
que el vehículo sea puesto a su disposición en el lugar y fecha que se determine, a los fines de
inspección.
Si el vehículo blindado de transporte de valores no se ajustare a las especificaciones
técnicas establecidas por el Registro Nacional de Armas, éste nos otorgará el permiso de tenencia.
Estos vehículos podrán guardarse en los lugares adecuados que dispusieren los usuarios,
debiendo en tal caso agregar a la solicitud de tenencia una pauta de las condiciones de seguridad
que dichos lugares brindan, para su aprobación.
Cuando los usuarios no dispusieren de lugares adecuados para la guarda del vehículo,
deberán requerir asesoramiento técnico de la policía local, a los fines de la utilización de lugares
privados o perteneciente a instituciones oficiales.
En estos casos también deberá acompañarse a la solicitud de tenencia el correspondiente
certificado policial que acredite que la guarda del vehículo responde a las exigencias de seguridad.
6. Particulares que se dediquen a la caza mayor: Acreditar su condición de tales, conforme a
las normas que determine el Registro Nacional de Armas.
Art. 57.– Las autorizaciones de tenencia del material clasificado como arma de guerra de
uso civil condicional y usos especiales, permitirán al legítimo usuario:
1. Mantenerlo en su poder.
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2. Usuario para los fines específicos a que se refiere la autorización en el lugar adecuado.
3. Transportarlo, de acuerdo a lo establecido por el art. 86 Ver Texto de la presente
reglamentación.
4. Adiestrarse y practicar en los polígonos autorizados.
5. Adquirir y mantener la munición para el mismo. La venta de municiones se hará contra la
presentación del permiso de tenencia respectivo y de acuerdo a lo especificado en la presente
reglamentación.
6. Repararlo o hacerlo reparar, de acuerdo a lo especificado por los arts. 16 Ver Texto a 21
Ver Texto de la presente reglamentación.
7. Adquirir piezas sueltas, repuestos o ingredientes de acuerdo a lo establecido por el art. 9
Ver Texto de la presente reglamentación.
8. Adquirir los elementos o ingredientes necesarios para la recarga autorizada de la
munición a ser utilizada exclusivamente en el arma.
9. Recargar la munición correspondiente al arma o armas autorizadas.
10. Entrar y salir del país transportando el material autorizado.
Art. 58.– Una vez reunida por el interesado la documentación mencionada en el art. 55 Ver
Texto y la que pudiere corresponder de conformidad a lo que dispone el art. 56 Ver Texto , deberá
presentarla personalmente por ante la autoridad policial con jurisdicción en su domicilio,
juntamente con la solicitud de adquisición en los formularios previstos al efecto por el Registro
Nacional de Armas.
La autoridad policial cumplimentará en la oportunidad con los recaudos establecidos en el
inc. 3 del art. 55 Ver Texto y procederá a elevar todos los antecedentes al Registro Nacional de
Armas el que, recibida la documentación, recabará del Registro Nacional de Reincidencia y
Estadística Criminal y Carcelaria informe sobre los antecedentes del solicitante.
Producido tal informe y analizada la documentación presentada, el Registro Nacional de
Armas resolverá sobre la solicitud de adquisición.
Concedida la misma si correspondiere, remitirá por correo certificado al solicitante el
permiso de adquisición y la pertinente credencial de legítimo usuario.
Art. 59.– Autorizada la adquisición del material a un legítimo usuario, el Registro Nacional
de Armas al mismo tiempo de remitir la autorización, enviará copia de la misma al enajenante
indicado por el comprador en su solicitud.
Art. 60.– Concretada la operación el comprador deberá remitir por vía postal al Registro
Nacional de Armas dentro de los tres días, la solicitud de autorización de tenencia en su
correspondiente formulario, al que adjuntará copia de la factura o comprobante de compra, en la que
deberá figurar tipo, marca, modelo, calibre y número de serie del arma adquirida.
Conservará el ejemplar de la autorización de adquisición como comprobante provisorio de
tenencia del arma.
Art. 61.– Examinada la documentación recibida, el Registro Nacional de Armas expedirá la
correspondiente autorización de tenencia del arma, la cual además de contener sus características
indicará nombre y apellido del causante, documento de identidad y número de credencial legítimo
usuario.
Art. 62.– Los legítimos usuarios únicamente podrán ser tenedores y utilizar el material
clasificado de guerra debidamente registrado y autorizado por el Registro Nacional de Armas. Tal
circunstancia se acreditará con la “autorización de tenencia” que el mencionado organismo
extenderá para cada arma.
La autorización de tenencia juntamente con el documento de identidad referido en la
misma, con los documentos que legitiman la tenencia en el ámbito nacional y deberán en todo
momento acompañar el arma y ser exhibidos cuantas veces fueren requeridos por autoridad
competente.
Cuando el tenedor no fuere propietario del arma de guerra que obra en su poder, se le
exigirá además la credencial que lo acredite como legítimo usuario.
Art. 63.– La autorización de tenencia deberá renovarse cuando se opere la transmisión de la
propiedad del arma a la cual se refiere manteniendo su vigencia en tanto su propietario conserve su
condición de legítimo usuario reconocido por el Registro Nacional de Armas.
Art. 64.– La credencial del legítimo usuario tendrá validez por el término de cinco (5) años
a contar de la fecha de su otorgamiento. Fenecido dicho plazo sin que hubiere sido renovada, la
misma caducará en forma automática y sin necesidad de comunicación previa alguna.
La caducidad de la credencial de legítimo usuario de arma de guerra implica la caducidad
de todas las autorizaciones de tenencia del material de que sea titular el interesado con
independencia de la fecha en que esta últimas hubieran sido acordados, siendo de aplicación en tal
caso lo dispuesto en el art. 69 Ver Texto de la presente reglamentación.
Art. 65.– La renovación de la credencial de legítimo usuario deberá gestionarse dentro de
los noventa (90) días anteriores a su expiración, debiendo cumplimentarse con los recaudos de los
arts. 55 Ver Texto y 56 Ver Texto de la reglamentación, con sujeción al procedimiento determinado
por el art. 58 Ver Texto .
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Art. 66.– Si durante la vigencia de la credencial del legítimo usuario desaparecieran las
causas que justificaron su otorgamiento, el causante, su representante legal o sus derechohabientes
deberán proceder de acuerdo a lo establecido por el art. 69 Ver Texto de la presente reglamentación.
Art. 67.– Todo cambio de domicilio deberá ser comunicado por el legítimo usuario al
Registro Nacional de Armas dentro de los diez (10) días corridos posteriores, adjuntando certificado
expedido por la autoridad policial de su nuevo domicilio, que acredite tal circunstancia.
La omisión del cumplimiento de tal obligación implicará la caducidad automática de la
calidad de legítimo usuario.
Art. 68.– Cuando un legítimo usuario reconocido por el Registro Nacional de Armas
deseare adquirir una nueva arma clasificada de guerra, procederá a confeccionar la correspondiente
solicitud de adquisición, indicando tipo, marca, modelo y calibre del arma y datos de enajenante.
Dicha solicitud será remitida por correo al Registro Nacional de Armas, que si
correspondiere, emitirá la autorización de adquisición, la cual será enviada por correspondencia
certificada del solicitante, aplicándose en lo dispuesto por los arts. 59 Ver Texto y ss.
Sección IV:
Caducidad de la autorización de tenencia
Art. 69.– Todo material clasificado como arma de guerra cuya autorización de tenencia
hubiere caducado, quedará sujeto al siguiente régimen:
El responsable deberá, dentro de los quince (15) días corridos de producido el hecho que da
lugar a la tenencia irregular del materia, o de conocida su existencia, denunciar tal circunstancia al
Registro Nacional de Armas y a las autoridad policial de su domicilio.
En la misma oportunidad expresará si opta por alguna de las siguientes alternativas:
a) Transferirlo a un legítimo usuario en la forma prevista por la presente reglamentación;
b) Subastarlo de conformidad a lo establecido en el art. 73 Ver Texto y ss. de la presente
reglamentación;
c) Enajenarlo o darlo en consignación para su venta a un comerciante inscripto;
d) Conservarlo, cuando se tratare de materiales recibidos por herencia, si el o los herederos
declarados como tales a quienes los mismos se hubieren asignado, reunieren las condiciones de
legítimos usuarios. En tal caso, el o los interesados deberán, una vez finalizado el trámite sucesorio,
cumplimentar con los recaudos previstos por el art. 54 Ver Texto y ss. de la reglamentación. Esta
autorización se acordará, si correspondiere, a un único responsable por arma;
e) Donarlo al Estado.
El Registro Nacional de Armas fijará en cada caso el plazo dentro del cual deberá darse
cumplimiento a la alternativa escogida. Vencido el mismo sin que se hubiese regularizado la
situación del material, éste quedará sujeto a expropiación.
Cuando el Registro Nacional de Armas lo estimare conveniente podrá disponer el depósito
de los materiales comprendidos en el presente artículo, en el lugar que determine y hasta tanto el
responsable regularice su situación.
Art. 70.– (Texto según decreto 1554/1979, art. 1 Ver Texto ) El ministro de Defensa
dispondrá, a propuesta del Registro Nacional de Armas, la forma en que se distribuirá el material
expropiado, incautado, abandonado o decomisado. Serán beneficiarios de tal distribución las
Fuerzas Armadas, policías de seguridad, asociaciones de tiro reconocidas o museos conforme a las
características del material. En caso de que así lo aconsejara el Registro Nacional de Armas, el
ministro de Defensa podrá disponer la destrucción del material.
Art. 70.- (Texto originario) El Poder Ejecutivo nacional dispondrá a propuesta del
Ministerio de Defensa, la forma en que se distribuirá el materia expropiado, incautado, abandonado
o decomisado.
Serán beneficiarios de tal distribución las Fuerzas Armadas, policías de seguridad,
asociaciones de tiro reconocidas o museos conforme a las características del material.
En caso de que así lo aconsejara el Registro Nacional de Armas y a propuesta del Ministerio
de Defensa, el Poder Ejecutivo nacional podrá disponer la destrucción del material.
Sección V:
Comercialización
Art. 71.– Las armas y materiales clasificados de guerra podrán enajenarse bajo las
condiciones siguientes:
1. Las operaciones de compraventa ente comerciantes inscriptos de acuerdo con las
previsiones de la presente reglamentación, no requerirán autorización previa del Registro Nacional
de Armas. Ello sin perjuicio de su obligación de registrar e informar;
2. La venta por parte de un comerciante a legítimos usuarios requerirá autorización previa,
de acuerdo a lo normado por los arts. 54 Ver Texto y ss.;
a) El comerciante no podrá enajenar el arma hasta tanto no obre en su poder el duplicado de
la autorización de adquisición emitida por el Registro Nacional de Armas que recibirá de
conformidad a lo determinado por el art. 59 Ver Texto .
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b) La venta del arma se realizará previo cotejo del duplicado con el original que deberá
presentar el comprador, cuya identidad deberá verificar.
c) El vendedor exigirá del comprador, en el acto de la venta, el documento de identidad que
consta en el permiso de adquisición que acordare el Registro Nacional de Armas.
d) Formalizada la venta deberá cruzar el original y duplicado del permiso de adquisición
con la leyenda “adquirido”, colocando en ambas el número de serie del arma.
e) El vendedor no podrá enajenar armas que difieran en su tipo, marca, modelo y calibre de
los que resultaren del permiso de adquisición.
f) La posesión del material autorizado será entregada por el comerciante únicamente al
legítimo usuario adquirente o a su representante legal, cuando se tratare de una persona jurídica; o
en ambos casos a sus mandatarios expresamente autorizados para tal acto y previa identificación.
3. El comerciante, fabricante o importador será responsable de que el comprador reciba la
clase y cantidad de armas o municiones que fijare la autorización conferida.
4. La adquisición de armas de guerra o municiones para la fuerza pública requerirá la
autorización previa del Ministerio de Defensa, de conformidad con lo establecido por el art. 53 Ver
Texto , inc. 1 de esta reglamentación.
Sección VI:
Prenda
Art. 72.– Las operaciones prendarias de materiales clasificados de guerra, solamente se
podrán llevar a cabo ante instituciones oficiales, debiéndose observar las siguientes condiciones:
1. La institución oficial elevará mensualmente al Registro Nacional de Armas un informe en
el que constará el tipo, marca, modelo, calibre, número de serie, nombre de la persona que efectúa
la operación y número de la autorización de tenencia del material;
2. Solamente podrá formalizarse la prenda con legítimos usuarios de armas de guerra. En la
oportunidad se hará entrega de la autorización de tenencia a la institución actuante, que la retendrá
hasta que el material sea retirado por el interesado.
3. En el caso de que los materiales prendados no fueren oportunamente retirados y a partir
del momento en que corresponda su remate, la institución informará de tal circunstancia al Registro
Nacional de Armas dentro de los treinta (30) días corridos, organismo éste que se expedirá sobre el
procedimiento a seguir en estos casos;
4. La venta en remate público se formalizará con arreglo a lo determinado por los arts. 73
Ver Texto y 74 Ver Texto de la presente reglamentación;
5. Requerido el rescate del material prendado, la institución oficial, previo al trámite
administrativo pertinente, fiscalizará la vigencia de la autorización de tenencia, controlando la
credencial de legítimo usuario del interesado, cuya exhibición deberá exigir en ese acto.
En caso de que la credencial de legítimo usuario hubiere vencido, no se hará entrega al
interesado del material, informándose de tal circunstancia al Registro Nacional de Armas dentro de
los diez (10) días corridos;
6. Las instituciones citadas deberán llevar un Registro de Empeño de Armas de Guerra en el
que asentarán las operaciones que comprendan dicho material.
Art. 72 bis.– (Incorporado por decreto 436/1996, art. 1 Ver Texto ) Podrán constituirse
garantías prendarias sobre material clasificado como arma de guerra el que quedará en poder del
deudor, y para asegurar el pago de sumas de dinero consecuentes de la adquisición de armas de
fuego.
Los bienes afectados a la prenda garantizan al acreedor, con privilegio especial sobre ellos,
el importe de la obligación asegurada, los intereses y los gastos en los términos de la operación
instrumentada.
El contrato produce efectos entre las partes desde su celebración, y con respecto a terceros,
desde el día de su inscripción en el Registro Nacional de Armas, que creará un registro particular,
dictando al efecto las normas complementarias que correspondan.
Sólo podrán ser acreedores prendarios las personas físicas y jurídicas inscriptas ante el
Registro Nacional de Armas como legítimos usuarios de armas de fuego.
El titular del material prendado no podrá enajenarlo, salvo la conformidad otorgada por
medio fehaciente por el acreedor.
El Registro Nacional de Armas expedirá certificados de dominio y gravamen, y
proporcionará informaciones a quien lo requiera.
Sección VII:
Venta en remate
Art. 73.– La venta en remate público, judicial o particular de materiales clasificados de
guerra se formalizará con los mismos requisitos indicados por los arts. 71 Ver Texto , inc. 2 y 72
Ver Texto , inc. 2 de la presente reglamentación. Deberá tener en cuenta, además los siguientes
recaudos:
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1. Dar aviso al Registro Nacional de Armas con no menos de treinta (30) días de
anticipación a la fecha del remate, del día, hora, lugar, materiales objeto de la subasta, datos del
enajenante y número de su credencial de legítimo usuario;
2. Solicitar, en el mismo acto a ese organismo, la aprobación de los textos publicitarios
donde se anuncie el remate de armas y en los que deberá figurar la advertencia a los posibles
adquirentes que sólo se les entregarán los materiales previo cumplimiento de lo establecido por los
arts. 54 Ver Texto y concs. de la presente reglamentación;
3. Informar sobre las medidas de seguridad adoptadas para el acto del remate;
4. Los materiales a subastar judicialmente dentro de las cuarenta y ocho (48) horas de
producido su secuestro serán depositados en el Registro Nacional de Armas, hasta el momento en
que se produzca la subasta.
Art. 74.– Luego de efectuada la subasta el rematador deberá remitir al Registro Nacional de
Armas, junto con las autorizaciones de tenencia que entregó el vendedor, un detalle de las armas
vendidas, indicando tipo de arma, marca, modelo, calibre y número de serie del arma, así como
datos de identidad del o de los adquirentes autorizados, siendo de aplicación lo dispuesto por los
arts. 60 Ver Texto y ss. y 71 Ver Texto , incs. 2 y 3.
Asimismo levará un Registro de venta de Armas de Guerra en subasta, con las formalidades
y recaudos previstos en el art. 49 Ver Texto de la presente reglamentación.
Sección VIII:
Transmisión entre particulares
Art. 75.– Previo a la adquisición de material clasificado de guerra por transmisión de un
legítimo usuario, el interesado deberá requerir la correspondiente autorización al Registro Nacional
de Armas, de conformidad a lo previsto por los arts. 54 Ver Texto ss. de la presente reglamentación.
Recibida la autorización y concretada la operación, juntamente con la solicitud y
documentación cuya presentación al Registro Nacional de Armas prevé el art. 60 Ver Texto y en el
plazo allí previsto, el comprador deberá acompañar el permiso de tenencia correspondiente al arma
enajenada que en el acto de la venta debió entregarle el enajenante.
El trámite ulterior se regirá por lo dispuesto en el art. 61 Ver Texto y concs. de la presente
reglamentación.
Art. 76.– La venta de material clasificado de guerra por un legítimo usuario a un
comerciante inscripto y reconocido por el Registro Nacional de Armas, con destino a su ulterior
comercialización, no requerirá autorización previa.
El enajenante deberá hacer entrega al comerciante de la autorización de tenencia
correspondiente al arma y dentro de los tres días comunicará la novedad al Registro Nacional de
Armas, adjuntando copia del comprobante de venta.
Por su parte, el comerciante adquirente deberá volcar la operación en sus libros de registro,
y periódicamente informará al Registro Nacional de Armas de las adquisiciones de esta naturaleza
que hubiere efectuado. Luego de cada operación remitirá dentro de los tres días subsiguientes las
autorizaciones de tenencia que hubiese recibido de cada vendedor.
Sección IX:
Introducción al país por particulares
Art. 77.– Las personas que deseen ingresar al país con una o más armas de guerra y la
correspondiente munición, a fin de realizar actividades de caza, tiro deportivo o con otro motivo
legítimo, deberán presentarse ante el consulado argentino en el país de origen, munidos del
equivalente en su país de la autorización de tenencia, documento de identidad o pasaporte,
solicitando la “introducción y tenencia temporarias” del material con que desean ingresar al país por
el término de su estadía en territorio argentino. El consulado argentino controlará la autenticidad del
documento de tenencia presentado y en el caso de que en el país de origen no exista tal documento,
el mismo consulado emitirá, previa verificación de las razones invocadas para la introducción del
material, y mayoría de edad del recurrente, una autorización de “introducción y tenencia
temporarias” en la que deberá constar el tipo, marca, modelo, calibre y número de serie de las armas
y cantidad de munición. Asimismo, los datos personales del solicitante, aduanas previstas para el
ingreso y salida del territorio argentino y tiempo estimado de permanencia en el país.
La cantidad de armas y munición de autorizar deberá guardar relación con el propósito
declarado por el interesado.
La autorización se entregará al solicitante por duplicado.
Art. 78.– A su ingreso al país, el documento emitido por el consulado argentino será
controlado por la aduana local, la que verificará la correspondencia entre el permiso y las armas y
munición que ingresan, con intervención de la autoridad policial con jurisdicción en el lugar, que
notificará el interesado que a su egreso del país deberá hacerlo con la totalidad de las armas
introducidas y munición no utilizada.
Art. 79.– La autorización de “introducción y tenencia temporarias” extendida por el
correspondiente consulado, controlada por la aduana local y visada por la autoridad policial
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interviniente, habilitará al particular de residencia transitoria en el país para la tenencia del material
por el término autorizado, con los alcances del art. 57 Ver Texto de la presente reglamentación. La
autoridad policial interviniente efectuará la pertinente comunicación al Registro Nacional de Armas,
remitiendo el duplicado de la autorización.
Art. 80.– Cuando el particular arribe al país sin la documentación prevista en el art. 77 Ver
Texto de la presente reglamentación, previa declaración jurada de que es la primera vez que lo hace,
podrá otorgarse la autorización de introducción y tenencia temporarias” con carácter precario y ad
referendum del Registro Nacional de Armas. La misma será extendida por la autoridad policial
interviniente, por el término de la estadía y con los alcances previstos en el artículo anterior. Copia
de la autorización librada deberá ser remitida dentro de las veinticuatro (24) horas de su emisión al
Registro Nacional de Armas.
Art. 81.– Este procedimiento de excepción sólo podrá ser empleado una única vez. La
falsedad en la declaración jurada citada en el art. 80 Ver Texto hará pasible al responsable de las
sanciones previstas en esta reglamentación.
En caso de que la misma persona ingrese nuevamente al país sin cumplir los recaudos
establecidos en el art. 77 Ver Texto , no se permitirá la entrada de las armas ni la munición, las que
quedarán en el depósito que designe el Registro Nacional de Armas, a cargo del interesado, hasta su
salida del país.
Art. 82.– Al abandonar el país el particular deberá presentarse ante la aduana local la que
verificará la salida de las armas y munición no consumida, dando intervención a la autoridad
policial con jurisdicción en el lugar. Esta última, retendrá la autorización conferida, asentará en ella
el detalle de las armas y munición con que se produce su egreso y remitirá la misma al Registro
Nacional de Armas dentro de las veinticuatro (24) horas siguientes.
Art. 83.– Si en la oportunidad faltara alguna de las armas ingresadas, el interesado deberá
presentar la documentación que justifique tal circunstancia.
En la oportunidad se labrará un acta en la que constarán las circunstancias del caso, detalle
y características del material faltante, identidad del interesado y domicilio real. El acta será remitida
al Registro Nacional de Armas junto con el documento citado en el art. 82 Ver Texto y en el plazo
allí previsto.
Art. 84.– El Registro Nacional de Armas llevará un Registro Especial de Introducción y
Salida de Armas y Munición a la que se refiere esta sección y en el que deberá constar la identidad
de las personas que han introducido armas al país en las condiciones del art. 77 Ver Texto , cuya
lista se hará saber periódicamente a la Administración Nacional de Aduanas y autoridades policiales
que deban intervenir, conforme a lo que determina el art. 81 Ver Texto último párr. de la presente
reglamentación.
Art. 85.– Cuando el particular que ingrese al país, lo haga con el objeto de radicarse
temporaria o definitivamente, las armas de guerra y munición que pretenda ingresar quedarán
depositadas donde indique el Registro Nacional de Armas, hasta tanto sean cumplimentadas las
normas aduaneras en vigor y sea concedida la autorización pertinente. Si ésta fuera negada, el
material podrá ser reexpedido al exterior o sometido a alguna de las alternativas previstas en los
incs. a, b, c, o e, del art. 69 Ver Texto , sin perjuicio del cumplimiento de las disposiciones
aduaneras en vigor.
Sección X:
Transporte de armas de guerra
Art. 86.– Los fabricantes, importadores, comerciantes y armeros inscriptos, y demás
personas legitimadas de conformidad a lo que determina la presente reglamentación, podrán
transportar las armas de guerra autorizadas y sus municiones.
Dicho transporte deberá efectuarse acompañando al material con la documentación
correspondiente.
Los legítimos usuarios que transporten armas de guerra y sus municiones deberán hacerlo
munidos de la documentación prevista en el art. 62 Ver Texto de esta reglamentación.
Art. 87.– El transporte de cantidades de armas de guerra y sus municiones requerirá
autorización previa del Registro Nacional de Armas. Dicha autorización se extenderá en dos
ejemplares haciéndose entrega del original al autorizado. La misma, que deberá ser renovada
anualmente, amparará a todo transporte realizado durante su vigencia y su copia autenticada deberá
remitirse junto con el material.
Además del documento aludido deberá acompañar a la carga un remito en el cual figurará el
listado de todo el material mencionando en cada caso el tipo, marca, modelo, calibre y número de
serie de cada elemento transportado. Copia de dicho remito será despachado por correspondencia
“certificada” con destino al Registro Nacional de Armas, antes o al iniciar el movimiento de cada
embarque hacia su destino.
El no envío oportuno del documento aludido, hará pasible al responsable de las sanciones
previstas en la presente reglamentación. Las empresas de transporte no podrán aceptar la carga de
armas y demás materiales clasificados de guerra, si junto con los mismos no se hace entrega de
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copia autenticada de la autorización previa expedida por el Registro Nacional de Armas y remito
con el listado del material.
En el caso previsto en el presente artículo el transporte deberá realizarse en las condiciones
establecidas por el art. 125 Ver Texto .
Sección XI:
Portación
Art. 88.– La portación de armas de guerra por legítimos usuarios se ajustará al siguiente
régimen:
1. Los legítimos usuarios previstos en el art. 53 Ver Texto inc. 2, de la presente
reglamentación, podrán ser autorizados a portar las armas cuya tenencia se les hubiere acordado,
por las autoridades allí mencionadas, cuando existieren razones que así lo justificaren.
2. Los legítimos usuarios previstos en el art. 53 Ver Texto , inc. 3, podrán ser autorizados
por el Registro Nacional de Armas y portar las armas cuya tenencia les hubiere acordado, cuando
existieren razones que así lo justifiquen y previa conformidad para la portación de la Jefatura del
organismo a que pertenezca el solicitante.
3. El personal de embarcaciones, aeronaves, aeródromos, puertos e instituciones previsto en
los incs. 8, 9, 10 y 11 del art. 53 Ver Texto de la presente reglamentación, podrá ser autorizado a
portar las armas de guerra cuya tenencia hubiere sido acordada por el Registro Nacional de Armas,
en forma, lugar y oportunidad que expresamente se determine.
4. El Registro Nacional de Armas podrá autorizar a cualquier otro legítimo usuario de armas
de guerra a portar aquellas cuya tenencia hubiere autorizado, cuando existieren fundadas razones de
seguridad y defensa.
El otorgamiento de tal autorización deberá considerarse con criterio restrictivo y su vigencia
será de un (1) año renovable, si a juicio de la autoridad otorgante, subsistieran las causas en que se
fundara originalmente.
Sólo el Registro Nacional de Armas podrá otorgar autorización de portación de armas de guerra.
Sección XII:
Material de uso prohibido
Art. 89.– Cuando por causas debidamente justificadas debiere utilizarse material
comprendido en la clasificación de “uso prohibido”, el organismo, institución o persona interesada
deberá interponer por ante el Registro Nacional de Armas la solicitud de autorización para su
adquisición con los motivos que la fundamentan y explicando en detalle el empleo a dar y
cantidades requeridas. El Registro Nacional de Armas elevará dicha solicitud al Ministerio de
Defensa, emitiendo opinión sobre la conveniencia o no de hacer lugar a la misma.
Concedida por el Poder Ejecutivo la autorización y establecidas las condiciones de uso, el
Registro Nacional de Armas verificará su cumplimiento dentro de los alcances determinados para
cada caso.
CAPITULO III:
ARMAS DE USO CIVIL
Sección I:
Fiscalización
Art. 90.– La Gendarmería Nacional, Prefectura Naval Argentina y policías Federal y
provinciales, tendrán a su cargo, dentro de sus respectivas jurisdicciones, la fiscalización de los
actos previstos por el art. 29 del decreto ley 20429/1973 que tengan por objeto armas y municiones
clasificadas de “uso civil”.
Art. 91.– (Texto según decreto 135/1976, art. 1 Ver Texto ) Las autoridades de fiscalización
mencionadas en el artículo anterior intervendrán en el registro y contralor de los actos y actividades
previstas en la ley y reglamentación, que se produzcan en el ámbito de su jurisdicción exclusiva,
otorgando las autorizaciones que corresponda.
Art. 91.- (Texto originario) La Policía Federal en el área de la Capital Federal y demás
lugares de jurisdicción federal y las policías provinciales dentro del territorio de cada provincia,
intervendrán en el control y registro de los actos y actividades previstos en la ley nacional de armas
y explosivos y esta reglamentación otorgando las autorizaciones que corresponda.
La Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval Argentina, dentro de las zonas de su
jurisdicción, controlarán las actividades previstas en el decreto ley 20429/1973 y esta
reglamentación, relacionadas con el cumplimiento de sus unciones específicas.
Ambas instituciones tendrán libre acceso a la información acumulada tanto en el Registro
Nacional de Armas como en las autoridades locales de fiscalización, relacionadas con armas y
municiones de usuarios con domicilio en zonas bajo sus jurisdicciones.
Art. 92.– La facultad de fiscalización comprende la de aplicación de las sanciones previstas
por el art. 36 del decreto ley 20429/1973, en los casos de infracción al mismo o a su
reglamentación, dentro de sus respectivas jurisdicciones y ámbitos de competencia.
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Art. 93.– Las autoridades locales de fiscalización deberán remitir trimestralmente al
Registro Nacional de Armas, el detalle de todo los actos que hayan sido objeto de control, a los
fines de la formación y actualización del registro de Armas de Uso Civil que el citado organismo
deberá llevar con las formalidades previstas para el Registro de Armas y Municiones de Guerra.
Sección II:
Control de comerciantes de armas
Art. 94.– Las autoridades locales de fiscalización controlarán el cumplimiento de las
obligaciones establecidas por el decreto ley 20429/1973 y esta reglamentación, por parte de los
comerciantes de armas autorizados con domicilio en su jurisdicción.
Asimismo fiscalizarán todos los actos relacionados con la comercialización de armas de uso
civil y sus municiones.
Deberán poner en conocimiento del Registro Nacional de Armas trimestralmente las altas y
bajas producidas por cualquier causa dentro de su jurisdicción, en materia de comercios de armas.
Art. 95.– Los comerciantes de armas de uso civil deberán llevar la documentación señalada
en el art. 49 Ver Texto de esta reglamentación la que será motivo de inspección por parte de las
autoridades locales de fiscalización.
Sección III:
Transmisión del arma de uso civil
Art. 96.– Sólo podrán adquirir armas de uso civil y sus municiones, y ser usuarios o
tenedores de las mismas, las personas mayores de edad. La verificación del cumplimiento de tal
requisito será de responsabilidad de quien transmita la propiedad o tenencia de arma.
No podrá enajenarse a particular en un mismo acto, más de un arma por tipo, marca, modelo
y calibre.
Art. 97.– La venta de armas de uso civil por comerciantes, estará sujeta a las siguientes
formalidades:
a) El adquirente deberá acreditar su identidad y mayoría de edad mediante documento
idóneo reconocido por las autoridades públicas;
b) El vendedor deberá confeccionar el formulario cuyo modelo figura como anexo A de la
presente reglamentación, por cuadruplicado, y la restante documentación necesaria a los fines del
registro.
c) El original de dicho formulario quedará en poder del comprador, como comprobante de
la adquisición;
d) El enajenante archivará para su control el cuadruplicado, debiendo remitir mensualmente
el triplicado a la dependencia policial con jurisdicción sobre su domicilio, y el duplicado al Registro
Nacional de Armas en la oportunidad de enviar la planilla determinada en el art. 49 Ver Texto .
Art. 98.– Una vez efectuada la operación, el comprador deberá presentarse dentro de los
diez (10) días corridos posteriores ante la autoridad local de fiscalización del domicilio del
comercio en que hubiere adquirido el arma, con el comprobante de adquisición, a fin de gestionar la
correspondiente autorización de tenencia, que será otorgada previa comprobación de su mayoría de
edad.
Art. 99.– Cuando el domicilio del adquirente se hallare bajo jurisdicción de autoridad de
fiscalización distinta de la que actuare en el domicilio del comerciante donde hubiere adquirido el
arma, igualmente deberá cumplir con la obligación prevista en el artículo anterior. En dicha
oportunidad, la autoridad local de fiscalización interviniente le extenderá una “autorización
provisoria de tenencia” que tendrá validez por ciento veinte (120) días corridos.
Dentro de este último plazo, el interesado deberá presentarse ante la autoridad local de
fiscalización de su domicilio munido de la “autorización provisoria de tenencia” y del comprobante
de adquisición, a efectos de gestionar la “autorización de tenencia” definitiva, que le será extendida
sin más trámite.
Art. 100.– Cuando el enajenante de un arma de uso civil fuere un particular, deberá
presentarse juntamente con el adquirente ante la autoridad local de fiscalización de su domicilio,
munido de la correspondiente “autorización de tenencia” y del formulario previsto en el anexo A de
la reglamentación por triplicado.
La autoridad interviniente tomara cuenta de la transmisión que se opera, otorgando la
pertinente “autorización de tenencia” si correspondiere, e informado al Registro Nacional de Armas
de la transmisión de dominio efectuada remitiendo duplicado del anexo. Si el adquierente se
domiciliare en una jurisdicción distinta a la del vendedor, se aplicará lo dispuesto por el art. 99 Ver
Texto .
Cuando un particular deseare transmitir el dominio de un arma fuera de jurisdicción de su
domicilio, deberá concurrir con el adquirente ante la autoridad local de fiscalización con
jurisdicción en el domicilio de este último, procediendo de acuerdo con lo normado en los dos
primeros párrafos de este artículo.
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El enajenante deberá comunicar la transferencia del arma a la autoridad local de
fiscalización de su domicilio, dentro de los ciento veinte (120) días de operada, mediante la
presentación de su copia del anexo A, intervenido por la autoridad local de fiscalización ante la cual
se efectuó la transferencia.
Art. 101.– Cuando la transmisión de un arma de uso civil obedezca al fallecimiento de su
titular, el heredero a quien la misma se hubiere asignado deberá presentarse ante la autoridad local
de fiscalización del domicilio del causante, munido de la correspondiente “autorización de tenencia”
y documentación que lo acredite como titular del arma. La autoridad procederá, cumplido tales
recaudos, de acuerdo a lo normado en el artículo anterior.
Art. 102.– Las autoridades de tenencia y portación de armas de uso civil otorgadas por las
autoridades locales de fiscalización, serán válidas en todo el territorio nacional.
La autorización de tenencia de un arma de uso civil permitirá a su titular:
1. Mantenerla en su poder.
2. Usarla en actividades de caza y tiro, conforme a las disposiciones en vigor.
3. Transportarla, de acuerdo a lo establecido por el art. 86 Ver Texto de la presente
reglamentación.
4. Adiestrarse y practicar en los polígonos autorizados.
5. Adquirir munición para la misma.
6. Repararla o hacerla reparar, de acuerdo con lo especificado por los arts. 16 Ver Texto a
21 Ver Texto de la presente reglamentación.
7. Adquirir piezas sueltas, repuestos o ingredientes del arma autorizada.
8. Entrar y salir del país transportando el material autorizado.
Sección IV:
Operaciones de prenda y venta en remate
Art. 103.– Las operaciones de prenda de armas de uso civil solamente se podrán llevar a
cabo ante instituciones oficiales, que exigirán del interesado la acreditación de su identidad y la
entrega juntamente con el arma, de la correspondiente “autorización de tenencia” a su nombre, la
cual será retenida hasta que el material sea retirado.
Cuando el material no fuere retirado por el interesado, y deba procederse a su remate, se
aplicará lo dispuesto en el artículo siguiente.
Se aplicará a las operaciones de prenda sin desplazamiento sobre material de uso civil el
régimen del art. 72 bis Ver Texto . (Párrafo incorporado por decreto 436/1996, art. 2 Ver Texto )
Art. 104.– La venta en remate público, judicial o particular, de armas de uso civil, no
requerirá autorización previa. El vendedor deberá llevar un libro denominado Registro Oficial de
Operaciones con las formalidades previstas en el art. 49 Ver Texto .
Asimismo deberá cumplimentar con lo establecido en el art. 97 Ver Texto de la presente
reglamentación.
Art. 105.– El comprador de armas de uso civil en subasta, deberá cumplir con lo dispuesto
en el art. 98 Ver Texto y concs. de la presente reglamentación.
Sección V:
Introducción al país por particulares
Art. 106.– La introducción al país de armas de uso civil y sus municiones por particulares,
no requerirá autorización previa.
Art. 107.– Cuando dicha introducción se efectuare por personas domiciliadas en el territorio
nacional, los interesados deberán en el mismo acto gestionarse ante la autoridad local de
fiscalización con jurisdicción en el lugar por el cual se verificare la misma, una constancia del
ingreso del material válida por treinta (30) días corridos.
Dentro de dicho plazo deberá darse cumplimiento a lo dispuesto por el último párrafo del
art. 99 Ver Texto de la reglamentación.
Art. 108.– Cuando se tratare de la introducción temporaria de armas de uso civil, por
personas sin domicilio fijo en el país, deberá en el mismo acto gestionarse ante la autoridad local de
fiscalización con jurisdicción en el lugar por el cual se verificare el ingreso, una “autorización
transitoria de tenencia”, que será válida por todo el tiempo de permanencia en territorio nacional.
Los interesados serán notificados a su ingreso de que el abandonar el país deberán hacerlo
con todas las armas que hubieran introducido, lo cual acreditarán ante la autoridad aduanera
interviniente a su egreso. Todo faltante deberá ser justificado con la documentación que
correspondiere, según el caso.
Art. 109.– La autoridad local de fiscalización interviniente cumplirá, respecto de tales actos,
con el informe previsto en el art. 93 Ver Texto .
Sección VI:
Transporte de armas de uso civil
Art. 110.– El transporte de armas de uso civil podrá ser efectuada por toda persona mayor
de edad, acompañando al material de la correspondiente “autorización de tenencia”.
47
Art. 111.– El transporte de cantidades de armas de uso civil y sus municiones deberá
efectuarse con autorización de la autoridad local de fiscalización con jurisdicción en el lugar de
origen del material.
Esta autorización, que deberá ser renovada anualmente, amparará a todo transporte
realizado durante su vigencia.
El material transportado deberá ser acompañado por un remito en el cual figurará el listado
de las armas, y en el que se asentará el nombre y apellido o razón social del remitente y el número y
fecha de la autorización de transporte.
Las empresas de transporte no podrán aceptar la carga de armas de uso civil, si previamente
no se les ha hecho entrega de copia autenticada por escribano de la autorización de transporte, la
que deberán conservar en su poder.
El transporte deberá efectuarse en las condiciones establecidas en el art. 125 Ver Texto y
previo cumplimiento de la comunicación prevista por el art. 87 Ver Texto , dirigida a la autoridad
local de fiscalización del domicilio del remitente.
Sección VII:
Portación
Art. 112.– Prohíbese la portación de armas de “uso civil”, con las siguientes excepciones:
1. Por funcionarios públicos en actividad, cuando su misión lo justificare y en el momento
de cumplirla.
2. Por los pagadores y custodias de caudales, en el momento de desempeñarse en función de
tales.
3. Por otras personas, cuando concurran en razones que hagan imprescindible la portación.
Art. 113.– La autorización de portación de armas de “uso civil”, cuando correspondiere,
será otorgada por las autoridades locales de fiscalización.
Previo a su otorgamiento se comprobarán los antecedentes personales del solicitante y se
certificará sobre la existencia de las razones justificativas de la autorización. En el caso de
antecedentes desfavorables se denegará el pedido o se cancelará el que se hubiere acordado.
CAPITULO IV:
DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS
Sección I:
Municiones
Art. 114.– Todos los actos vinculados a la munición de armas de guerra, no reglamentados
específicamente, quedan sometidos a los mismos recaudos que la presente reglamentación establece
para estas últimas. La autorización de tenencia de municiones de guerra hasta la cantidad máxima
que se fije, se considerará comprendida en la autorización de tenencia del arma, extendida por el
Registro Nacional de Armas.
Art. 115.– No están comprendidos en lo dispuesto por el artículo anterior:
1. Munición para armas de guerra de calibre superior a 20 mm.
2. Munición explosiva.
3. Munición química.
4. Cartuchos para señalamiento, iluminación y lanzagulas, para armas no portátiles.
Para los materiales mencionados regirán las disposiciones del decreto 2602/1951 , salvo en
el caso de coleccionistas de munición. En este caso, estos materiales caerán bajo fiscalización
administrativa del Registro Nacional de Armas, debiéndose, además, cumplimentar las directivas
que sobre aspectos técnicos y de seguridad establezca la Dirección General de Fabricaciones
Militares.
Art. 116.– Los negocios de armerías y otros que comercien con munición de guerra,
efectuarán los asientos correspondientes a ingresos y egresos de munición en forma análoga a lo
establecido para las armas, usando al efecto los mismos registros y documentos.
Art. 117.– La venta de munición correspondiente a armas de guerra se efectuará contra la
presentación de la “tarjeta de control de consumo de munición”, la autorización de tenencia y el
documento de identidad del usuario.
En la tarjeta constará la cantidad de munición autorizada, su calibre y el número de la
credencial del legítimo usuario.
El Registro Nacional de Armas fijará la cantidad de munición que podrán adquirir los
legítimos usuarios.
Art. 118.– Las asociaciones de tiro adquirirán la munición necesaria para sus asociados, con
la previa aprobación de la Dirección General de Tiro la que informará al Registro Nacional de
Armas de las operaciones. La munición adquirida deberá ser consumida por los socios usuarios, en
los fines para los que le fue autorizado, bajo la responsabilidad de la respectiva asociación.
Sección II:
Buques y aeronaves armados o con cargamento de armas
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Art. 119.– Los buques de matrícula nacional o extranjera que conduzcan cargamentos de
armas o municiones con destino a puertos nacionales, o desde estos hacia el exterior, podrán
navegar en aguas jurisdiccionales argentinas, siempre que hayan sido previamente autorizados y sin
perjuicio del cumplimiento de las demás disposiciones vigentes.
Con la debida anticipación los capitanes y sus agentes deberán dar aviso a la autoridad
marítima, la cual autorizará la navegación siempre que se realice de acuerdo a las normas
reglamentarias aplicables, adoptando todas las medidas de seguridad pertinentes dentro de su
jurisdicción.
Igual recaudo se exigirá a las aeronaves con cargamento de armas o municiones, que regirán
su entrada, salida y sobrevuelo en la jurisdicción nacional por las convenciones internacionales
vigentes.
Art. 120.– Queda prohibido el transporte de dichos materiales en aeronaves o
embarcaciones que conduzcan pasajeros, salvo que fuere realizado por sus legítimos usuarios. En
estos casos, los pasajeros que transportaren o portaren armas de cualquier naturaleza, deberán poner
las mismas a disposición del comandante de la nave en el momento de embarcarse.
Art. 121.– El tránsito de buques o aeronaves de guerra extranjeros por territorio nacional, se
regirá por las convenciones internacionales vigentes a las que la República Argentina hubiere
adherido.
Sección III:
Tránsito Internacional del material
Art. 122.– El tránsito a través del territorio nacional, en cualquiera de sus formas (marítima,
fluvial, terrestre o aérea) de armas o municiones, con destino a otro país, requerirá la autorización
previa del Registro Nacional de Armas que la acordará de acuerdo con los convenios
internacionales vigentes en la materia y suscriptos por la Nación Argentina y sin perjuicio de las
demás disposiciones que rijan al respecto.
Art. 123.– Igual recaudo se exigirá para las operaciones previas al cumplimiento del tránsito
(transbodos o reembarcos).
Cuando las operaciones de trasbordo de armas o municiones en tránsito no puedan
realizarse dentro de las cuarenta y ocho (48) horas de arribado el material al país, éste, previa
verificación, ingresará a los depósitos del Registro Nacional de Armas hasta su reexpedición,
corriendo los gastos por cuenta del responsable del material.
La custodia o medidas de seguridad que fuese necesario adoptar, serán resueltas por el
Registro Nacional de Armas de común acuerdo con las autoridades locales de fiscalización
competentes.
Sección IV:
Medidas de seguridad
Art. 124.– Toda persona o institución que disponga a título legítimo de armas de fuego y
municiones, deberá adoptar todas las medidas a su alcance tendientes a impedir sustracciones o
extravíos.
Art. 125.– El transporte de armas de fuego deberá efectuarse siempre por separado de sus
municiones y dentro de la mayor reserva, disimulando en lo posible la naturaleza de los materiales
transportados y utilizando preferentemente un medio distinto para cada embarque, como asimismo
diferentes recorridos a fin de evitar rutinas identificables.
Art. 126.– Las personas autorizadas para la tenencia de armas y municiones, evitarán tener a
la vista más de un arma de puño y un arma de hombro. Las armas restantes, si las hubiere, como
asimismo las existencias de municiones, deberán conservarse en lugares seguros, ocultos y donde
no existiere peligro de combustión inmediata o espontánea para las municiones.
Art. 127.– Los legítimos usuarios que posean en cantidad apreciable armas de guerra y
municiones y que deban ausentarse por un tiempo prolongado del lugar en que las guarde, podrán
depositarlas gratuitamente, junto con sus permisos de tenencia, en el depósito que designe el
Registro Nacional de Armas. La entrega se efectuará en la forma que éste establezca, extendiéndose
al usuario un recibo en forma por los elementos depositados, en el cual además de los datos del
material se detallará su estado de conservación.
Art. 128.– Las instituciones bancarias que proporcionen a sus clientes el servicio de cajas de
seguridad, no permitirán en ningún caso el depósito de munición en las mismas.
Sin perjuicio de ello, podrá autorizar al guarda de armas que, por razones de seguridad,
deseen depositar en ellas legítimos usuarios, previa verificación de la autorización de tenencia de las
armas a depositar.
Sección V:
Sustracciones, extravíos, pérdidas, pedidos de secuestro
Art. 129.– Toda persona que tenga acordada autorización de tenencia de un arma, está
obligada a comunicar al Registro Nacional de Armas o autoridad local de fiscalización -según el
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caso- la sustracción, extravío o pérdida del material bajo su responsabilidad, dentro de las cuarenta
y ocho (48) horas de producido el evento, sin perjuicio de la correspondiente denuncia ante la
autoridad competente.
Idéntica obligación rige para el caso de sustracción, extravío o pérdida de la documentación
vinculada al material.
Art. 130.– Toda vez que la autoridad policial reciba denuncia de sustracción, extravío o
pérdida como asimismo de hallazgo de armas de fuego, o proceda al secuestro de armas en
infracción, cualquiera sea la clasificación del material en cuestión, cursará comunicación al Registro
Nacional de Armas, consignando todos los datos obtenidos.
Art. 131.– Los funcionarios judiciales que libraren pedido de secuestro de armas de fuego o
municiones, cualquiera fuera su tipo, remitirán simultáneamente copia de este pedido al Registro
Nacional de Armas.
Este organismo, mantendrá actualizado un Registro de Armas Sustraídas o Extraviadas y un
Registro de Armas con Pedido de Secuestro en los que se volcará la información mencionada en los
arts. 130 Ver Texto y presente.
Sección VI:
Coleccionistas de Armas y Municiones
Art. 132.– Todo coleccionista de armas de fuego o municiones deberá, cuando se trate de
los materiales previstos en el art. 53 Ver Texto , inc. 12 de la presente reglamentación, inscribirse en
el Registro de Coleccionistas de Armas, que llevará el Registro Nacional de Armas. Ello sin
perjuicio de su obligación de cumplir con los recaudos del art. 54 Ver Texto y ss., así como el art.
115 Ver Texto en lo relativo a municiones.
Para ser considerado coleccionista, el interesado deberá cumplir con los recargos exigidos
para el otorgamiento del permiso de tenencia de armas de guerra a legítimos usuarios, y poseer una
colección compuesta por no menos de diez (10) armas (coleccionista de armas) o cien (100)
cartuchos de colección de distintos calibres, o doscientos cincuenta (250) entre cartuchos y puntas o
quinientos (500) computando cartuchos, puntas y estampas de culotes (coleccionistas de
municiones).
Art. 133.– El legítimo usuario coleccionista que deseare adquirir nuevas armas para su
colección, deberá ajustarse al procedimiento establecido por el art. 68 Ver Texto de la
reglamentación.
Tanto en la credencial de legítimo usuario como en las autorizaciones de tenencia de las
armas que componen la colección, se hará constar el carácter de coleccionista del interesado y la
calidad de colección del material.
CAPITULO V:
IMITACIONES TEMPORARIAS
Art. 134.– Toda vez que el Poder Ejecutivo nacional, en uso de las atribuciones conferidas
por el art. 35 del decreto ley 20429/1973, resolviere limitar los alcances o suspender en forma
temporaria en todo el país o parte de su territorio cualesquiera de los actos previstos por el art. 1 de
dicho texto legal, el Ministerio de Defensa, por intermedio del Registro Nacional de Armas,
adoptará las medidas pertinentes para la fiscalización del cumplimiento de lo resuelto.
Art. 135.– Las autoridades locales de fiscalización previstas por el decreto ley 20429/1973 y
la presente reglamentación, o aquellas que se designaren al efecto, deberán informar al Ministerio
de Defensa, por intermedio del Registro Nacional de Armas, sobre todos los aspectos en que se
materializare su intervención.
CAPITULO VI:
DE LAS INFRACCIONES Y SU SANCIÓN
Sección I:
Competencia y procedimiento
Art. 136.– Serán competentes para la comprobación y sanción de las infracciones al decreto
ley 20429/1973 y sus reglamentaciones, las siguientes autoridades.
1. El Ministerio de Defensa, por intermedio de la Dirección General de Fabricaciones
Militares, con relación a las infracciones a los actos previstos por el art. 1 del mencionado texto
legal, cuando los mismos comprendan pólvoras, explosivos y afines y fabricación y exportación de
armas, materiales y munición de guerra y de uso civil.
2. El Ministerio de Defensa, por intermedio del Registro Nacional de Armas, con respecto a
las infracciones a los actos previstos por el art. 1 del citado texto legal, cuando los mismos
comprendan material clasificado como armas, materiales y munición de guerra, e importación de
armas de uso civil.
3. Las autoridades locales de fiscalización mencionadas en el art. 91 Ver Texto de la
presente reglamentación, dentro de sus respectivas jurisdicciones, en lo atinente a las infracciones a
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los actos previstos por el art. 29 de dicho decreto ley, con excepción de la importación, cuando
comprendan material clasificado como armas de “uso civil” y sus municiones.
Toda autoridad pública que tome conocimiento de la comisión de una infracción al decreto
ley 20429/1973 o su reglamentación informará sobre tal circunstancia en forma directa a la
autoridad competente que corresponda de acuerdo a lo previsto en los tres incisos precedentes,
remitiendo los antecedentes del caso que pudieren obrar en su poder.
Art. 137.– La autoridad competente labrará las actuaciones necesarias para comprobar el
hecho y sus circunstancias relevantes. De ser posible, estas actuaciones se producirán en presencia y
con la firma del responsable.
Del expediente formado se le correrá vista por cinco (5) días para que haga su descargo,
ofreciendo las pruebas de que intente valerse. Previo dictamen del asesor letrado, se pronunciará
resolución, la cual será notificada personalmente o por medio fehaciente al responsable.
Art. 138.– Contra las resoluciones administrativas que impongan sanción, podrá
interponerse el recurso de reconsideración previsto por el art. 84 Ver Texto del decreto 1759/1972,
reglamento del decreto ley 19549/1972 de procedimientos administrativos. Las resoluciones
administrativas dictadas por la autoridades locales de fiscalización previstas en el art. 136 Ver Texto
, inc. 3 serán recurribles ante la autoridad que determinen las normas de procedimientos locales.
Art. 139.– Si se entabla el recurso judicial previsto por el art. 41 del decreto ley
20429/1973, el juez competente deberá dar intervención al organismo actuante.
Sección II:
Principios de aplicación y alcance de las sanciones
Art. 140.– La aplicación de las sanciones se regirá por los siguientes principios:
a) Se aplicará apercibimiento administrativo formal, con contenido sustancialmente
disciplinario en el caso de infracciones primarias que no revistan gravedad o peligro para la
seguridad pública o de terceros.
La simple observación administrativa de un procedimiento erróneo o las indicaciones para
el mejor cumplimiento del decreto ley 20429/1973 y sus reglamentaciones no constituirán
apercibimiento ni antecedentes desfavorables;
b) Las sanciones serán graduadas de acuerdo a la naturaleza, gravedad y peligro causado
por la infracción, teniendo en cuenta además las sanciones anteriores si las hubiere, la capacidad
económica del infractor, la importancia de su comercio o actividad, su comportamiento
administrativo y condiciones personales;
c) La suspensión temporaria del permiso o autorización implica la prohibición absoluta de
realizar los actos a los que la autorización o permiso se referían, por el lapso que determine la
resolución;
d) El retiro definitivo del permiso o autorización causa iguales efectos, con ese carácter, sin
embargo, los sancionados podrán pedir su rehabilitación luego de transcurridos cinco (5) años de la
resolución firme que hubiera impuesto la sanción;
e) La clausura temporal del local, comercio fábrica, mina, obra o lugar de operación,
significa el cierre material del lugar con evacuación del personal, sin perjuicio de las medidas de
seguridad que se determinen en cada caso. Si el local, comercio, fábrica, mina, obra o lugar de
operación, tiene otros ramos de la producción, tráfico o actividad, la clausura afectará a las partes
que correspondan a la actividad sancionada, salvo que por fundadas razones de seguridad o por ser
el ambiente indivisible, la clausura deba comprender todo el local, comercio, fábrica, obra, mina o
lugar de operación.
Sección III:
Medidas precautorias
Art. 141.– La suspensión provisional del permiso o autorización, la clausura provisional y el
secuestro del material en infracción podrán ser resueltos por la autoridad competente cuando dicha
medida se funde en razones de seguridad o para evitar la comisión de nuevas infracciones y hasta
tanto se dicte resolución definitiva. Se podrá disponer el decomiso y destrucción del material
secuestrado, cuando así lo impongan urgentes razones de seguridad.
El caso de adoptarse alguna de las medidas precautorias mencionadas con excepción del
decomiso y destrucción, el interesado podrá interponer recurso de revisión dentro de los tres (3) días
ante la autoridad interviniente, a fin de que se dejen sin efecto o se modifiquen sus alcances. La
autoridad competente resolverá en definitiva dentro de los diez (10) días.
Sección IV:
Multa
Art. 142.– Cuando la sanción fuere de multa, su importe deberá depositarse dentro de los
tres (3) días de haber quedado firme la resolución que la impuso, en la cuenta especial
correspondiente.
51
Art. 143.– Las multas impuestas por resolución firme, no depositadas en el plazo
establecido en el artículo anterior, serán ejecutadas por la vía de la ejecución fiscal.
La resolución que la impone, o su copia autenticada servirá de título ejecutivo y será juez
competente el del lugar donde se cometió la infracción, en el domicilio del deudor o el del lugar
donde debe efectuarse el pago, a elección del actor.
Sección V:
Decomiso
Art. 144.– Las armas, materiales y munición decomisados serán distribuidos en la forma
dispuesta por el art. 70 Ver Texto , de la presente reglamentación. Tratándose de pólvoras,
explosivos y afines, intervendrá la Dirección General de Fabricaciones Militares, asesorando al
Ministerio de Defensa.
CAPITULO VII:
ARANCELES, TASAS Y MULTAS
Art. 145.– El Registro Nacional de Armas, la Dirección General de Fabricaciones Militares
y las autoridades locales de fiscalización, establecerán aranceles y tasas equitativos para atender los
servicios administrativos y técnicos que de conformidad a las disposiciones del decreto ley 20429
del año 1973 y esta reglamentación deban prestar. Lo recaudado por tales servicios, así como el
importe de las multas que se apliquen, se afectará exclusivamente al cumplimiento del decreto ley
citado y su reglamentación a cuyo fin se abrirán las cuentas especiales pertinentes.
CAPITULO VIII:
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Declaración de armas de fuego
Art. 146.– (*) Las personas físicas que posean por cualquier título armas de fuego,
munición, sus componentes, incluyendo repuestos, matrices o cualquier elemento específicamente
utilizable para su fabricación, deberán proceder a su declaración ante la autoridad policial con
jurisdicción en su domicilio, dentro del término de noventa (90) días corridos a contar de la fecha de
entrada en vigencia la presente reglamentación.
(*) Por prórrogas ver decretos 1004/1975 Ver Texto y 810/1975 .
Art. 147.– (*) Las instituciones y personas jurídicas deberán actuar analógicamente con lo
establecido para las personas físicas pero dentro del plazo de noventa (90) días corridos, a contar de
los ciento veinte (120) días corridos de la entrada en vigencia de esta reglamentación.
(*) Por prórrogas ver decreto 1004/1975 Ver Texto .
Art. 148.– Quedan expresamente exceptuados de la obligación que imponen los arts. 146
Ver Texto y 147 Ver Texto , los legítimos usuarios comprendidos en los incs. 1, 2 y 3 del art. 53
Ver Texto de la presente reglamentación.
Art. 149.– La autoridad interviniente designará al presentante depositario del material
declarado hasta tanto regularice su tenencia, salvo el caso que conociere antecedentes concretos que
aconsejen lo contrario. En ningún caso el material deberá ser entregado o exhibido a la autoridad
ante la cual se efectúe la declaración, salvo disposición expresa en contrario.
Art. 150.– Armas de guerra: Cuando la declaración comprendiere material clasificado de
guerra, el presentante deberá proceder de acuerdo a lo establecido por el art. 58 Ver Texto y concs.
de esta reglamentación, o bien conforme a lo que determina su art. 69 Ver Texto .
El duplicado del formulario que deberá presentarse ante la autoridad policial obrará como
autorización provisoria de tenencia, hasta tanto el Registro Nacional de Armas acuerde o deniegue
la misma.
Cuando no se autorizare la tenencia, se procederá de conformidad a lo establecido por el art. 69 Ver
Texto .
Art. 151.– Armas de uso civil: Cuando el material declarado correspondiera a la
clasificación de uso civil, la autoridad policial procederá de conformidad a lo establecido por los
arts. 96 Ver Texto y concs. de la presente reglamentación.
Si el material no pudiere quedar en poder del declarante se aplicará lo dispuesto por el art. 69 Ver
Texto de la reglamentación.
Art. 152.– Vencidos los plazos mencionados en el art. 146 Ver Texto , el material que no
hubiere sido declarado será pasible de decomiso, sin perjuicio de las demás sanciones que pudieren
corresponder.
Art. 153.– El beneficio de los plazos conferidos por los arts. 146 Ver Texto y 147 Ver Texto
no alcanzará a quienes sean incriminados por portación de armas.
Art. 154.– En caso de negativa de la autoridad policial a recibir la declaración prevista en el
presente capítulo, el interesado deberá, dentro de los términos de los arts. 146 Ver Texto y 147 Ver
Texto , notificar mediante telegrama colacionado o cualquier medio idóneo a la jefatura policial de
la cual dependa la autoridad remisa o al Registro Nacional de Armas según corresponda sobre el
52
particular, indicando sus datos personales completos y el detalle del material de que se traten
señalando cuál ha sido la dependencia que se negó a recibir la declaración.
Anexo A
FORMULARIO PARA LA ADQUISICIÓN DE ARMAS DE USO CIVIL
I. Datos del vendedor:
a) Razón Social: ....................................................................................................
b) Calle: .......................................N°................................P..................................
c) Nombre y apellido (1): .......................................................................................
Documento de identidad (2): ................................................................................
d) Anotado en F° N°: .................. .....del Registro Oficial de Operaciones (Libro) N°:
....................................................................................................................
II Datos del material:
a) Tipo (3):...................................... b) Marca: ........................................
c) Calibre: ...................................... d) Modelo: ......................................
e) Número de serie: ....................... f) Accesorios: .................................
III. Datos del adquirente:
a) Nombre y apellido: .............................................................................................
b) Documento de identidad (2): .............................................................................
c) Calle: ................................... N° ...........................P............. Dpto. .................
Localidad: .................................................. Provincia .............................................
d) Profesión u oficio: ...............................................................................................
Lugar y fecha: ...............................................
Firma comprador: ..........................................
57
Firma vendedor: .............................................
(1) Del empleado cuando la venta se efectué en casa de comercio. Del vendedor cuando se trate de
transferencia entre particulares.
(2) Especificar tipo de documento.
(3) Revólver, pistola, fusil, carabina, escopeta, etcétera.
DECRETO NACIONAL 821/1996
ARMAS Y EXPLOSIVOS
Adquisición o transferencia de un arma de fuego. Legítimo usuario. Régimen. Reglamentación.
Modificación
del 23/7/1996; publ. 22/8/1996
El presidente de la Nación Argentina decreta:
Art. 1.- Toda adquisición o transferencia de un arma de fuego, cualquiera fuese su
clasificación, solo podrá hacerse a las personas físicas o jurídicas que acrediten su condición de
legítimo usuario vigente, por medio de la credencial oficial establecida en la L 24492 Ver texto.
Art. 2.- Los comerciantes de armas de fuego están obligados a asentar todas las operaciones
que efectúen en el Libro Registro Oficial de Operaciones, siendo los responsables de la presentación
de los formularios L 23979 Ver texto ante el Registro Nacional de Armas (RENAR).
Art. 3.- Las categorías a las cuales podrán acceder los legítimos usuarios de armas de fuego
son:
a) Armas de uso civil.
b) Armas de uso civil condicional.
La condición de legítimo usuario de armas de uso civil condicional comprende a la de
armas de uso civil.
Art. 4.- Sustitúyese el art. 5 de la reglamentación de la Ley Nacional de Armas y Explosivos
20429 Ver texto, aprobada por el D 395/75, por el siguiente:
A los fines de la ley y la presente reglamentación, se considerará armas de uso civil a las
que, con carácter taxativo, se enuncian a continuación:
1) Armas de puño:
a) Pistolas: de repetición o semiautomáticas, hasta calibre 6,35 mm. (.25 pulgadas)
inclusive, de carga tiro a tiro, hasta calibre 8,1 mm. (.32 pulgadas), con excepción de las de tipo
"Magnum" o similares.
b) Revólveres: hasta calibre 8,1 mm. (.32 pulgadas) inclusive, con exclusión de los tipos
"Magnum" o similares.
c) Pistolones de caza: de uno o dos cañones, de carga tiro a tiro, calibres 14,2 mm. (28), 14
mm. (32) y 12 mm. (36).
2) Armas de hombro:
a) Carabinas, fusiles y fusiles de caza de carga tiro a tiro, repetición o semiautomáticos,
hasta calibre 5,6 mm. (.22 pulgadas) inclusive, con excepción de las que empleen munición de
mayor potencia o dimensión que la denominada "22 largo rifle" (.22 LR), que quedan sujetas al
régimen establecido para las armas de guerra.
53
b) Escopetas de carga tiro a tiro y repetición:
Las escopetas de calibre mayor a los expresados en el inc. 1) ap. c) del presente artículo,
cuyos cañones posean una longitud inferior a los 600 mm. pero no menor de 380 mm. se clasifican
como armas de guerra de "uso civil condicional", y su adquisición y tenencia se regirán por las
disposiciones relativas a dicho material.
3) Los agresivos químicos contenidos en rociadores, espolvoreadores, gasificadores o
análogos, que sólo producen efectos pasajeros en el organismo humano, sin llegar a provocar la
pérdida del conocimiento y en recipientes de capacidad de hasta 500 cc.
4) Las armas electrónicas que sólo produzcan efectos pasajeros en el organismo humano y
sin llegar a provocar la pérdida del conocimiento.
Las credenciales de tenencia emitidas en legal forma sobre armas de fuego cuya
clasificación legal se hubiere modificado por aplicación de lo establecido en el presente artículo,
gozarán de plena validez mientras el material permanezca en poder de sus titulares.
Art. 5.- Sustitúyese el art. 6 de la Reglamentación de la Ley Nacional de Armas y
Explosivos 20429 Ver texto, aprobada por el D 395/75, por el siguiente:
Dentro de la clasificación de armas de uso civil, se considerarán como armas de uso civil
deportivo, las que se enuncian a continuación:
1) Pistolones de caza: de uno o dos cañones, de carga tiro a tiro calibres 14,2 mm. (28), 14
mm. (32) y 12 mm. (36).
2) Carabinas y fusiles de carga tiro a tiro o repetición hasta calibres 5,6 mm. (.22 pulgadas)
inclusive, con excepción de las que empleen munición de mayor potencia o dimensión que la
denominada: "22 largo rifle" (.22 LR).
3) Escopetas de carga tiro a tiro, cuyos cañones posean una longitud no inferior a los 600
mm.
Art. 6.- El Ministerio de Defensa, a través de su organismo de aplicación, el Registro
Nacional de Armas (RENAR), deberá establecer los recaudos registrales que deban cumplir los
legítimos usuarios según su categoría y la forma de acreditación de los mismos.
Art. 7.- El presente decreto entrará en vigencia a los noventa (90) días de la fecha de
publicación en el Boletín Oficial.
Art. 8.- Comuníquese, etc.
MENEM - RODRÍGUEZ - CAMILIÓN.
NORMAS CITADAS: L 20429: ALJA 1973-B-1520; L 23979: LA 1991-C-2804; L 24492: LA
1995-B-1503 - D 395/75: ALJA 1975-A-205.
LEY 24492
Prohíbese la transmisión de todo tipo de armas de fuego, ya sea a titulo gratuito u oneroso.
Requisitos para la obtención de la condición de legitimo usuario de armas.
Sancionada: Mayo 31 de 1995.
Promulgada de Hecho: Junio 23 de 1995.
El Senado y la Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc., sancionan
con fuerza de Ley:
ARTICULO 1º — Prohíbese la transmisión de todo tipo de armas de fuego, cualquiera
fuese su clasificación, ya sea a título gratuito u oneroso, a quien no acreditare su condición de
legítimo usuario por medio de la credencial oficial y única otorgada por el Registro Nacional de
Armas (RENAR), organismo que se hallará facultado para la registración y fiscalización de todo
tipo de armas, en el marco de la presente ley, la Ley 20.429 y sus decretos reglamentarios.
ARTICULO 2º — Para la obtención de la condición de legítimo usuario de armas —del
tipo que fuere— deberán cumplimentarse los recaudos establecidos en la Ley 20.429, su decreto
reglamentario 395/75, resoluciones ministeriales y disposiciones del Registro Nacional de Armas. A
dicho efecto, así como para todo acto de registración en la fuente relativo a armas de fuego, se
utilizarán indefectiblemente los formularios Ley 23.979, con el objeto de conformar el Banco
Nacional Informatizado de Datos del Registro Nacional de Armas, dependiente del Ministerio de
Defensa. Atento a ello, todo requerimiento judicial en materia de armas, deberá ser oficiado al
Registro Nacional de Armas.
ARTICULO 3º — Derógase toda disposición que se oponga a la presente ley.
ARTICULO 4º — Comuníquese al Poder Ejecutivo. — ALBERTO R. PIERRI. —
EDUARDO MENEM. — Esther Pereyra Arandía de Pérez Pardo. — Edgardo Piuzzi.
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