LA UNION DEL CUERPO Y ALMA EN LAS CARTAS FILOSOFICAS DE LA PRINCESA ELIZABETH DE BOHEMIA A RENE DESCARTES Armando Barrañòn Departamento de Ciencias Básicas, UAM-Azcapotzalco. Av. San Pablo 180, Col. Reynosa-Tamaulipas, C. P. 02200, México, D.F. e-mail: [email protected] Se le atribuye a Descartes la dualidad entre mente y alma que ha tenido importantes consecuencias en la ciencia médica. Sin embargo, el estudio detallado de la obra cartesiana revela la perspectiva unitaria de Descartes, quien explicó a la Princesa Elizabeth de Bohemia con detalle porqué estaban compenetrados el cuerpo y el alma, en contra de la supuesta dualidad de que algunos de sus seguidores habían entendido. Este intercambio epistolar entre Descartes es un precedente de las obras de difusión científica y durante él Descartes celebra la inteligencia y profundidad de las preguntas que le formula la princesa Elizabeth, pidiéndole que aclare esta dualidad entre cuerpo y alma, pues le parece que están inextricablemente unidos . Como Descartes comenta, en su época era difícil para una mujer el tener acceso a la instrucción filosófica que se observa en las observaciones críticas que le hace Elizabeth, quien pone en duda los aspectos más importantes del discurso cartesiano, en lo que se refiere a la separación del cuerpo y alma. El carácter didáctico de las respuestas cartesianas a los cuestionamientos de la princesa nos permiten hoy en día comprender con mayor claridad el discurso cartesiano como un todo. Descartes aclaró en sus cartas de 1643 a la princesa Elizabeth de Bohemia que cuerpo y alma se encontraban inextricablemente unidos, pues el cuerpo y la mente se afectan mutuamente y que además esta noción de la unión entre cuerpo y mente es una de las nociones primitivas que tenemos los seres humanos. Aquí se aparta Descartes de la explicación reduccionista que Descartes daba en su Tratado del Hombre, sobre el funcionamiento del cuerpo humano a partir de la operación de un autómata casi idéntico al ser humano. En nuestros días, algunos sectores de la comunidad médica exploran nuevos paradigmas que han abandonado la imagen del cuerpo como un autómata, atribuida a Descartes, buscando una concepción unitaria que supere a las posturas reduccionistas que consideran a las operaciones mentales como la suma de unas reacciones químicas. Ya que estudios recientes revelan que este reduccionismo afecta a la obtención de nuevos medicamentos, se actualiza el debate sobre la unidad del cuerpo y el alma que pone en tela de juicio posturas radicales como la del transhumanismo que busca superar las funciones mentales mediante elementos nanotecnológicos para forman un superhombre. Dentro de este debate sobre los aspectos éticos asociados con el desarrollo de la nanomedicina, adquieren un aspecto iluminador los señalamientos filosóficos de la princesa Elizabeth sobre la unidad de la mente y el alma humana. El autor reconoce el apoyo financiero del CONACYT a través del proyecto 58939. 1