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Tribunal: Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal
Autos: “SCHAMIS ARIANA SILVIA c/ SWISS MEDICAL s/ sumarísimo”
Fecha: 29/03/2011
Sumarios: Swiss medical apela la decisión del juez de primera
instancia por la cual se concede la medida cautelar para que otorgue
cobertura de internación a la accionante. La demandada se agravia en
virtud de que considera que no esta obligada a brindar dicha
cobertura por plazo mayor a 30 días y que la medida no reune los
recaudos para su procedencia.
Esta cámara resuelve confirmar la resolución por considerar que la
medida cautelar resulta procedente ya que la verosimilitud del
derecho
se
encuentra
acreditada
conforme
el
certificado
de
discapacidad. resulta aplicable la ley 24.901 que instituye un
sistema de prestaciones básicas de atención integral a favor de las
personas con discapacidad, y que contempla acciones de prevención,
asistencia, promoción y protección, con el objeto de brindarles una
cobertura integral a sus necesidades y requerimientos (art. 1).
En lo concerniente a las obras sociales, dispone que tendrán a su
cargo, con carácter obligatorio, la cobertura total de las
prestaciones básicas enunciadas en la ley, que necesiten los
afiliados con discapacidad (art. 2).Específicamente, la ley 24.901
en su art. 37 señala que “las personas con discapacidad tendrán
garantizada la asistencia psiquiátrica ambulatoria y la atención de
internaciones transitorias para cuadros agudos, procurando para
situaciones de cronicidad, tratamientos integrales, psicofísicos y
sociales, que aseguren su rehabilitación e inserción social. También
se cubrirá el costo total de los tratamientos prolongados, ya sean
psicofarmacológicos o de otras formas terapéuticas”. Ello sentado, y
con relación a “SWISS MEDICAL”, cabe señalar que la ley 24.754
determina en su único artículo que las empresas de medicina prepaga
se encuentran obligadas a dar la misma cobertura que las obras
sociales.
Respecto al peligro en la demora, este Tribunal ha reconocido que en
los casos en que se cuestionan decisiones relacionadas con la salud
de las personas, resulta suficiente para tener por acreditado tal
recauado, la incertidumbre y la preocupación que ellas generan.
Vocablos:
MEDIDAS
CAUTELARESPROCEDENCIAVEROSIMILITUD
DEL
DERECHO- PELIGRO EN LA DEMORA- DERECHO A LA SALUD- COBERTURA DE
INTERNACION- DISCPACIDAD- LEY 24.901-LEY 24.754-OBRAS SOCIALESEMPRESAS DE MEDICINA PREPAGA.
CAUSA N° 3743/10 “SCHAMIS ARIANA SILVIA c/ SWISS MEDICAL
s/ sumarísimo”
Buenos Aires, 29 de marzo de 2011.
VISTO: el recurso de apelación interpuesto por la demandada a fs. 33
-fundado a fs. 48/56 vta.-, contra la resolución de fs. 34, cuyo
traslado fue contestado a fs. 58/61, Y
CONSIDERANDO:
I. El Sr. Juez de primera instancia hizo lugar a la medida cautelar
solicitada y dispuso que SWISS MEDICAL otorgue a la Sra. Ariana
Silvia Schamis la cobertura de la internación en la Clínica Casa
Nuestra Señora del Pilar (donde se encuentra actualmente internada).
Contra dicha decisión se alzó la demandada quien alega que no está
obligada a brindar la cobertura de internación psiquiátrica por un
plazo mayor a 30 días en el año, que no hay peligro en la demora y
finalmente, se queja por la insuficiencia de la contracautela
juratoria fijada por el a quo.
II. En primer lugar es oportuno destacar que, más allá de sus
agravios, la recurrente no desconoció la condición de afiliada y de
discapacitada del amparista, ni la enfermedad que padece. En
concreto, no se ha cuestionado que la Sra. Ariana Schamis, de 53
años de edad, afiliada a Swiss Medical (cfr. fs. 1) posee
certificado de discapacidad en virtud de padecer “esquizofrenia
residual” (cfr. fs. 2). Asimismo, a fs. 5 obra certificado médico
suscripto por el Dr. Daniel Dran (psiquiatra) que recomienda la
necesidad de continuar con su actual internación en la Clínica Casa
Nuestra Señora del Pilar. Por otra parte, a fs. 7/8 obra el reclamo
administrativo efectuado ante la
demandada, y la respuesta brindada por ésta a fs. 9.
Sentado lo expuesto, cabe señalar que Swiss Medical centra sus
agravios en una
afirmación genérica respecto de la falta de
acreditación de los requisitos para el dictado de la medida
cautelar, y que no se halla obligada a brindar cobertura de
internación psiquiátrica por un plazo mayor a 30 días en el año.
A los fines de decidir respecto del recurso de la demandada, cabe
precisar que la verosimilitud del derecho, como requisito esencial
para la procedencia de la medida cautelar, refiere a la posibilidad
de que el derecho exista y no a una incontestable realidad, la cual
sólo se logrará al agotarse el trámite (Corte Suprema Fallos:
306:2060; esta Sala, causa 10.578/05 del 09.12.2005 y sus citas).
Asimismo, cabe señalar que, de acuerdo a las pautas señaladas, y
conforme el certificado de discapacidad obrante a fs. 2 resulta
aplicable al sublite –entre otras-la ley 24.901 que instituye un
sistema de prestaciones básicas de atención integral a favor de las
personas con discapacidad, y que contempla acciones de prevención,
asistencia, promoción y protección, con el objeto de brindarles una
cobertura integral a sus necesidades y requerimientos (art. 1).
En lo concerniente a las obras sociales, dispone que tendrán a su
cargo, con carácter obligatorio, la cobertura total de las
prestaciones básicas enunciadas en la ley, que necesiten los
afiliados con discapacidad (art. 2).
Específicamente, la ley 24.901 en su art. 37 señala que “las
personas
con
discapacidad
tendrán
garantizada
la
asistencia
psiquiátrica ambulatoria y la atención de internaciones transitorias
para cuadros agudos, procurando para situaciones de cronicidad,
tratamientos integrales, psicofísicos y sociales, que aseguren su
rehabilitación e inserción social. También se cubrirá el costo total
de los tratamientos prolongados, ya sean psicofarmacológicos o de
otras formas terapéuticas”.
Ello sentado, y con relación a “SWISS MEDICAL”, cabe señalar que la
ley 24.754 determina en su único artículo que las empresas de
medicina prepaga se encuentran obligadas a dar la misma cobertura
que las obras sociales (conf. esta Cámara, Sala I, causas
5475/03 del 14-8-03 y 15.768/03 del 5-8-04).
En este orden de ideas, es menester recordar que la Corte Suprema de
Justicia de la Nación tiene dicho que lo dispuesto en los Tratados
internacionales que tienen jerarquía constitucional (art. 75, inc.
22, Ley Suprema), reafirma el derecho a la preservación de la salud
-comprendido dentro del derecho a la vida-y destaca la obligación
impostergable que tiene la autoridad pública de garantizar ese
derecho con acciones positivas, sin perjuicio de las obligaciones
que deban asumir en su cumplimiento las jurisdicciones locales, las
obras sociales o las entidades de la llamada medicina prepaga (conf.
Fallos: 323:3229, el subrayado pertenece al Tribunal).
Por otra parte, corresponde poner de relieve que el régimen legal
contemplado en el art. 1 de la ley 24.754 es de orden público (conf.
CNCiv., Sala “C”, causa “T., J.M. c/Nubial SA s/amparo”, del 14-1097, Jurisprudencia Argentina, 1998-II-430), en tanto remite a normas
y principios constitucionales de prioritaria trascendencia para la
estructura del sistema de salud implementado por el Estado Nacional
al establecer la prestación médica obligatoria y que involucra tanto
a las obras sociales como a las prestadoras privadas de servicios
médicos (conf. CSJN, causa “Wraage, Rolando Bernardo c/Omint SA
s/amparo”, del
16-9-03).
Por ello las quejas de la demandada relativas a que sólo debe cubrir
la internación psiquiátrica por un plazo de 30 días anuales,
resultan a todas luces improcedentes teniendo en cuenta el grave
estado de salud de la Sra. Schamis y su incapacidad para valerse por
sí misma para las tareas de la vida cotidiana.
Respecto al peligro en la demora, este Tribunal ha reconocido que en
los casos en que se cuestionan decisiones relacionadas con la salud
de las presonas, resulta suficiente para tener por acreditado tal
recuado, la incertidumbre y la preocupación que ellas generan, de
modo que la medida sea necesaria para disipar un temor de daño
inminente, acreditado prima facie o presunto (ver Fassi-Yañez,
Código Procesal Comentado, T 1, pág.48 y sus citas de la nota nº13 y
Podetti, “Tratado de las medidas cautelares”, pág.77, nº19).
Sobre esta base, es claro que la medida cautelar ordenada por el a
quo se ajusta a las premisas y normas referidas, en virtud de que el
contrato firmado por las partes no puede dejar sin efecto el régimen
legal estatutario (art. 21 del Código Civil), que por su carácter
predomina sobre la voluntad de las partes (conf. esta Cámara, esta
Sala, causa nº 5898/04 del 2-5-06, Sala II, doctrina de la causa
11.472/2001 del 16-9-2005, “Chiari, Jonathan Marcelo c/Soc. Italiana
de Beneficencia en Bs. As. s/amparo”).
Por lo demás, no está suficientemente acreditado el perjuicio
económico irreparable derivado de la medida cautelar, ni que se vea
afectado el estado financiero de la demandada.
En consecuencia, se concluye que el certificado médico en el que se
indica la necesidad de la prestación requerida por la amparista
(cfr. fs. 5) resulta suficiente, a los fines de tener por
acreditados los requisitos de procedencia de la medida cautelar,
pues dicha prescripción, efectuada por un médico especialista, no
permiten descartar, en orden al peligro en la demora invocado, los
eventuales riesgos perjudiciales para la salud de la Sra. Schamis si
no se cumpliera con ella.
Finalmente y en lo que respecta al agravio vinculado a la
contracautela dispuesta, corresponde señalar que atento a la
naturaleza y alcance de la medida ordenada, el Tribunal considera
que las razones esgrimidas por la accionada no resultan suficientes
para revocar la resolución apelada en ese aspecto, pues las mismas
no logran convencer acerca de la necesidad de decretar una
contracautela distinta a la juratoria.
Por ello, SE RESUELVE: Confirmar la resolución apelada en cuanto ha
sido materia de agravios.
El Dr. Guillermo Alberto Antelo no suscribe por hallarse en uso de
licencia (art.
109 del RPJN).
Regístrese, y devuélvase –sin más trámite-al juzgado de primera
instancia, en
donde se deberá notificar la presente resolución, con habilitación
de días y horas.
Ricardo Gustavo Recondo – Graciela Medina.
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