en los suelos calizos radica en una influencia ejercida por la cal

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BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA
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perai en los suelos calizos radica en una influencia ejercida por la cal„
que impide a la planta procurarse la cantidad de potasa que le es necesaria; según esto, la existencia de casos como el que nos ocupa podría
explicarse muy bien si los terrenos fueran lo suficientemente ricos en>
potasa para que la provisión de este elemento estuviera de todos modos
garantizada; pero no sucede así en los montes de que tratamos, donde
la proporción de potasa en los suelos debe de ser pequeñísima, y en el
caso de nuestras muestras prácticamente nula.
En las tierras del monte de Competa hemos observado que, a pesar
de la enorme proporción en que interviene el carbonato de cal, la efervescencia con los ácidos es apenas perceptible; sabemos además que en
las operaciones del análisis conducentes a la determinación del anhídrido carbónico la reacción se ha verificado con mucha lentitud. Por otra
parte, se trata de tierras procedentes de rocas eugeógenas, es decir, desuelos eluviales cuyo aspecto y contextura recuerda bastante al de las.
arenas silíceas; es muy posible que, de acuerdo con las teorías clásicas,
de Thurmann, sean las propiedades físicas de estas tierras las que predominen, contrapesando y aun llegando a anular algunos de los efectos,
que por la composición química debieran producirse.
Según Pavari , la influencia predominante reside en la estructura,
del suelo: «es precisamente en las arenas litorales donde el pino marítimo demuestra el más alto poder de resistencia a la alcalinidad del suelo»,,
observación muy oportuna para nuestro caso, pero en desacuerdo con
la anotada existencia del P. pinaster sobre las calizas rocosas y c o m pactas en los montes de otras regiones españolas y zona Norte de Marruecos; para explicarnos esto podría recurrirse, como el citado autor lohace, a la influencia del clima, recordando lo que Flahault tiene dicho a.
este respecto : «Algunas plantas silicícolas de la Europa templada y
fría no muestran aversión a vivir sobre las calizas poco solubles de la.
región mediterránea. Gracias a su naturaleza compacta y al clima árido,,
estas calizas suministran a la planta una dosis de cal mucho menos elevada de la que proporcionarían en un clima húmedo».
De todos modos, para la explicación completa de esta extraña m o dalidad del bosque de P. pinaster, corroborada por la presencia de especies tan marcadamente calcófilas como algunas de las que después,
citamos, son necesarias nuevas investigaciones por parte de los edafólogos y de los técnicos en fisiología vegetal, encaminadas a conocer ert
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1
Pavari (A.): Loe. cit., pág. I I .
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Flahault: La flore et la végétation de France. 1901.
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