Segunda Guerra Mundial. El desarrollo definitivo de los Panzer.

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Francisco P. Fernández Mateos
Capítulo II.- Segunda Guerra Mundial. El desarrollo definitivo de los
Panzer.
Como ya expusimos al final del capítulo I, desde mediados de los años 20, diferentes
mandos del Ejército alemán expresaron reiteradamente la necesidad de organizar una potente
Fuerza Acorazada, aunque no debemos olvidar que también existieron numerosas voces en
contra. Sin embargo, la subida al poder de Hitler, que era un ferviente partidario de los
blindados, supuso el golpe definitivo para la creación de las Panzertrupper. En palabras del Dr.
Walter Goerlitz, historiador del Alto Estado Mayor alemán: <<Hitler odiaba todo lo que
estuviera relacionado con los caballos y tenía una fe inquebrantable en el motor de
combustión interna. Y así, la idea expresada por Lutz y Guderian de forzar un desenlace
relámpago empleando grandes masas de carros en combinación con infantería motorizada,
artillería autopropulsada y aviación, cayó en terreno abonado…>>.
Desde 1924, el Ejército alemán utilizó diferentes modelos de carros simulados.
En 1933, tras presenciar una demostración de los denominados carros de Guderian1,
parece ser que Hitler le dijo emocionado: <<Eso es precisamente lo que estaba buscando>>. A
partir de ese momento, las Fuerzas Acorazadas alemanas comenzaron su desarrollo definitivo.
Tan solo un año después, vio la luz el primer batallón de carros en Ohrdruf, a base de algunos
Pzkw I, diseñados a semejanza de los Carden-Loyd británicos. Paralelamente, tomó carta de
naturaleza la idea básica de la blitzkrieg o guerra relámpago, en la que deberían participar,
además de los carros, otros muchos elementos mecanizados y aviones de ataque en picado2.
Si bien el Pzkw I fue diseñado para la instrucción y el adiestramiento, hasta que los
verdaderos carros salieran de las cadenas de montaje, lo cierto es que tuvo que ser empleado
durante más tiempo del previsto, dados los problemas que surgieron para la fabricación de
otros modelos más pesados. De hecho, para paliar un tanto la situación, Lutz decidió la
realización de un segundo carro provisional, lo que propició el nacimiento del Pzkw II.
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MEDIOS ACORAZADOS ALEMANES DURANTE EL SIGLO XX
El Pzkw I fue diseñado como un vehículo para labores de instrucción y adiestramiento.
La idea inicial contemplaba la necesidad de construir dos tipos de carros: Uno ligero para
misiones de reconocimiento y protección, y otro más pesado, como elemento de choque de
las unidades acorazadas. Sin embargo, a pesar de se iniciaron los desarrollos de los que
llegarían a ser el Pzkw III y Pzkw IV, para von Senger und Etterlin: <<al estallar la guerra, el
Pzkw II constituía la columna vertebral de las unidades acorazadas y, al iniciarse la campaña
contra Francia, en 1940, disponíamos de 955 vehículos. El Ejército tenía todavía 1.067 carros
de este tipo en sus divisiones el 1º de julio de 1941, y 860 el 1º de abril de 1942…>>.
Un PzKw II seguido de un Pzkw I, durante unos ejercicios de instrucción.
Aunque en 1935 todavía quedaba un importante núcleo de mandos que no veían
necesaria la creación de unidades de carros3, finalmente, en el mes de octubre fueron creadas
las tres primeras Divisiones Panzer. Su organización, basada en gran medida en la Fuerza
Acorazada Experimental británica de 1928 y en la División Ligera Mecanizada francesa (DLM),
contemplaba una Brigada Panzer con dos Regimientos de Carros que, a su vez, disponían de
dos batallones con 128 Pzkw I, cada uno. Es decir, incluyendo los vehículos del Cuartel
General, la división incluía un total de 560 carros. Las unidades de apoyo estaban constituidas
por: Una brigada de infantería con dos batallones motorizados y uno motociclista; un batallón
de reconocimiento; un regimiento de artillería motorizada con 24 obuses de 105 mm y un
batallón contracarro con cañones de 37 mm; unidad de transmisiones; y unidad de ingenieros.
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Francisco P. Fernández Mateos
Como cabe apreciar, era una unidad muy móvil que, a pesar de todo, no cumplía los
requerimientos mínimos de sus diseñadores. De hecho, ni siquiera en los últimos años de la
SGM, las divisiones panzer dispusieron de los vehículos mecanizados suficientes para cubrir sus
necesidades. Tal como se lamentó más tarde Guderian: <<…Queríamos auto-orugas
ligeramente blindados para los fusileros, zapadores y servicios sanitarios; cañones
autopropulsados acorazados para la artillería y los batallones contracarro, y otros tipos de
carros para los batallones de reconocimiento y de transmisiones. El aprovisionamiento de las
divisiones con estos vehículos nunca llegó a completarse>>. En realidad, llegaron a construir
grandes cantidades de blindados de todo tipo; sin embargo, bien porque no cumplían los
requisitos mínimos, especialmente para realizar movimientos todo terreno, o bien porque las
cantidades fabricadas no eran suficientes, lo cierto es que constituyeron el punto más débil de
las divisiones panzer a lo largo de toda la guerra.
A lo largo de la SGM fueron construidos numerosos blindados de todo tipo, para apoyar a los carros, pero nunca
cubrieron las necesidades mínimas.
En 1938, para tomar parte en la marcha acorazada que, según Hitler, debía incorporar la
nación austríaca al Reich alemán, fue constituido el XVI Cuerpo de Ejército Móvil, incluyendo
la 2ª División Panzer y el Regimiento Motorizado SS Liebstandarte Adolf Hitler. A pesar de
que las tripulaciones de los carros carecían de experiencia, las planas mayores estaban por
organizar y la logística no existía en la práctica, la marcha de 670 km hasta Viena fue
considerada un éxito, a pesar de que el 30% de los carros quedaron averiados por el camino.
En sus memorias, Guderian expuso: <<Las tropas acorazadas alemanas aprendieron no pocas
lecciones importantes de la ocupación de Austria…En cualquier caso, quedó demostrado que
nuestro convencimiento teórico acerca de las posibilidades operacionales de las divisiones
panzer estaba justificado…La marcha nos enseñó que era posible avanzar con más de una
división motorizada por carretera. Prevalecieron nuestras opiniones acerca de la creación de
cuerpos de ejército motorizados y su empleo táctico>>.
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MEDIOS ACORAZADOS ALEMANES DURANTE EL SIGLO XX
Desfile de las tropas alemanas en Viena.
Entre 1938 y 1939, siendo Guderian inspector de las tropas motorizadas y de caballería
mecanizada, fueron creadas las divisiones panzer 3ª, 5ª y 10ª, cuya organización incluyó
algunas novedades importantes. Así, el número total de carros fue disminuido hasta 320, al
tiempo que aumentó la infantería mecanizada, que pasó a contar con cuatro batallones, al
considerar el Estado Mayor que la proporción de unidades de infantería era demasiado baja.
Con la aprobación del Reino Unido y Francia o, al menos, con su inactividad, Alemania se
anexionó los Sudetes a finales de septiembre de 19384, como resultado de los Acuerdos de
Munich. Posteriormente, consiguió que se le cedieran otros territorios a Hungría (el tercio sur
de Eslovaquia), al tiempo que Polonia invadió Zaoldzie. En consecuencia, Bohemia, Moravia y
Silesia perdieron casi un 40% de su territorio que pasó a depender de Alemania. El 5 de
octubre, el presidente checoslovaco Edvard Brenes, que no había participado en los Acuerdos
de Munich, renunció y se exilió en Londres. Ese mismo día, Jozef Tiso forzó la constitución de
un gobierno eslovaco dentro de Checoslovaquia, declarándose el nacimiento del Estado
Eslovaco el 14 de marzo de 1939. En la madrugada del día siguiente, el nuevo presidente
checoslovaco, Emil Hacha, se reunió con Hitler en la recién inaugurada Cancillería del Reich, en
Berlín, donde fue amenazado con que se bombardearía Praga, a menos que el Ejército
checoslovaco se rindiera. La amenaza surtió efecto y, durante la mañana de ese mismo día, las
tropas alemanas entraron en Checoslovaquia. El día siguiente, Hitler organizó un acto en el
Castillo de Praga para proclamar el Protectorado de Bohemia y Moravia.
Hitler en el castillo de Praga, el 15 de marzo de 1939.
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Francisco P. Fernández Mateos
En lo referente al Estado Eslovaco, si bien era independiente en teoría, la verdad es que
siempre dependió de Alemania, especialmente tras la firma del Tratado de Protección Mutua,
firmado el 23 de marzo de 1939. De hecho, colaboró con el tercer Reich en las campañas
contra Polonia y la URSS, al tiempo que declaró la guerra a Estados Unidos y el Reino Unido. De
todas formas, el Ejército eslovaco nunca tuvo una gran entidad ni dispuso de material
moderno.
A pesar de las reticencias del Estado Mayor, que no creía que Alemania estuviera
todavía preparada para una guerra en toda regla, la rápida y fácil anexión de Checoslovaquia
acalló todas las críticas y Alemania comenzó a vivir un clima de total euforia que, tras la firma
del pacto de no agresión con la Unión soviética, en el mes de agosto, marcó el destino de
Polonia.
Cuando Alemania ocupó Checoslovaquia, las existencias de Pzkw IV eran muy reducidas.
En realidad, el poderío militar alemán era menor de lo que cabía suponer; de hecho, ni
la Wehrmacht ni la Luftwaffe disponían de medios suficientes, ni de la instrucción adecuada
para iniciar una guerra contra un enemigo poderoso. Como ejemplo, de los 3.195 carros
existentes el 1 de septiembre, solo 98 eran Pzkw III y 211 Pzkw IV, aunque también es cierto
que fueron capturados 469 carros checos LT-35/38 y, lo más importante, las modernas fábricas
en las que eran construidos.
Campaña de Polonia: las Divisiones Panzer a prueba.
El día de la invasión, 1 de septiembre, los alemanes tenían desplegados junto a la
frontera polaca dos Grupos de ejércitos: El Norte, con los Ejércitos 3º y 4º; y el Sur con el 8º,
10º y 14º. La operación ideada consistía en la clásica maniobra de tenaza o de doble
envolvimiento, con dos ejes principales en dirección a Varsovia. Por el norte, el 4º Ejército,
establecido en Pomerania, atacó en dirección este, mientras que el 3º se dirigió desde Prusia
Oriental hacia el sur. Por su parte el GE Sur avanzó en dirección nordeste, desde sus posiciones
en Silesia y Eslovaquia.
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MEDIOS ACORAZADOS ALEMANES DURANTE EL SIGLO XX
Hitler saludando a las tropas que se dirigían hacia Polonia.
Las Fuerzas polacas se distribuyeron en siete grupos principales5 a lo largo de la frontera
con Alemania, con la finalidad de cerrar cualquier penetración hacia el interior del país. Con
esta distribución, los intereses alemanes se vieron favorecidos ya que, al atacar por frentes
estrechos con grandes concentraciones acorazadas, no encontraron grandes resistencias ante
su avance. Asimismo, la inexistencia de una reserva realmente potente, impidió la realización
de contraataques importantes, siendo el único digno de mención el efectuado en la zona del
río Bzura el día 9, que fue hábilmente anulado por Rundstedt y Manstein, mediante una
maniobra de diversión y el empleo de sus propias reservas.
Comparando las fuerzas de ambos contendientes, vemos que el desequilibrio no era
excesivo, cuantitativamente hablando. Así, frente a una brigada de caballería y 40 divisiones de
infantería, los polacos disponían de 11 brigadas y 30 divisiones, respectivamente. Sin embargo,
a las 6 divisiones panzer, 4 ligeras de caballería y 4 motorizadas de infantería, sólo podían
oponer dos brigadas motorizadas y una acorazada, dotada únicamente de carros ligeros.
Además, la superioridad de la aviación alemana (850 bombarderos y bombarderos en picado y
400 cazas) fue manifiesta durante toda la campaña; así, en los primeros días, los 210
bombarderos y 150 cazas polacos fueron destruidos en su mayoría, lo que permitió el uso
masivo de los Stukas, que demostraron ser un apoyo de gran eficacia, especialmente para las
operaciones en profundidad.
Columna de Pzkw I avanzando a toda velocidad.
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La única razón que puede explicar la fulgurante victoria alemana, a pesar del gran valor
derrochado por los polacos6, fue indudablemente la aplicación de la blitzkrieg, que los cogió
totalmente por sorpresa, anclados aún en las teorías de la PGM. Un claro ejemplo lo
encontramos en las palabras de von Thoma (antiguo jefe de los Pzkw I durante la guerra civil
española), que mandaba la 2ª División Panzer: <<Al descender al valle, llegué a un pueblo
donde vi a la gente prepararse para ir a la iglesia. ¡Qué asombrados quedaron al ver aparecer
mis carros!. Había pasado la defensas enemigas sin perder un solo vehículo, tras una marcha
nocturna de 80 km>>.
El Ejército polaco sólo disponía de carros ligeros, entre los que destacaban los 7TP, buena parte de los
cuales terminaron en manos alemanas.
A pesar del enorme éxito cosechado, ni las tripulaciones de los carros ni los mandos
habían asimilado completamente las nuevas tácticas, cometiendo errores de difícil explicación.
Aunque la credibilidad de los escritos de Guderian, haya sido puesta en tela de juicio por
diferentes autores, con relación a esta campaña expuso: <<Poco después de medianoche, la 2ª
División Motorizada me informó que estaba batiéndose en retirada, forzada por la caballería
polaca. Me quedé sin habla…>>.
Tras la invasión del Ejército soviético por el este, el día 17, la guerra se dio por perdida, a
pesar de lo cual, Varsovia resistió hasta que el día 28 de septiembre se produjo la capitulación.
Atrás quedaron 800.000 bajas polacas, que contrastaban con los 8.000 muertos y 32.000
heridos alemanes. En realidad, ni el propio Hitler podía esperar una proporción tan desigual.
La rápida derrota del Ejército polaco se debió, sin lugar a dudas, a la aplicación de la blitzkrieg.
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MEDIOS ACORAZADOS ALEMANES DURANTE EL SIGLO XX
En lo referente a los carros, se perdieron un total de 217 (157 Pzkw I y 60 de las
versiones Pzkw II y Pzkw III), lo que puso de manifiesto algo que ya se conocía de antemano,
su escasa protección. Además, una buena parte de los ejemplares destruidos, lo fueron por su
inadecuado empleo, como el imprudente avance que efectuó la 9ª división panzer por los
suburbios de Varsovia, sin apoyo de infantería, lo que le costó la pérdida de 57 de los 120
carros utilizados. Dura lección que, sin embargo, no siempre tuvieron en cuenta las unidades
panzer a lo largo de la guerra.
Pzkw IV Modelo C. La campaña de Polonia puso de manifiesto la necesidad de impulsar la fabricación de
carros medios.
A pesar de la brillantez con la que se desarrolló la campaña, cuyos resultados
sorprendieron incluso a los más optimistas, también puso de manifiesto algunas deficiencias
que había que corregir. Por consiguiente, era obligado estudiar a fondo la actuación de las
distintas unidades y sacar las oportunas conclusiones que, en líneas generales, fueron las
siguientes:
 Impulsar urgentemente la construcción de los carros medios Pzkw III/IV, hasta
que cada batallón panzer contara con tres compañías del modelo III y una del IV.
 La constitución de los CE Panzer, como el XIX que tan brillantemente había
mandado Guderian, en base a dos divisiones panzer y una motorizada, se
consideró la más adecuada. Sin embargo, al carecer de vehículos acorazados, las
unidades de infantería se quedaban retrasadas y, por lo tanto, sin el apoyo de
los carros. En consecuencia se decidió transformar los carros ligeros,
instalándoles cañones de apoyo de infantería, al tiempo que se intentaría
potenciar la fabricación de transportes acorazados.
 Las Divisiones Ligeras de Caballería obtuvieron un pobre resultado, no pudiendo
ser empleadas a semejanza de las divisiones panzer, dado su escaso número de
carros, ni de las motorizadas, ya que carecían de la necesaria proporción de
infantería. En consecuencia, fueron reconvertidas en las Divisiones Panzer 6ª, 7ª,
8ª y 9ª, otorgándose el mando de la 7ª a un general de infantería que había
mandado la escolta personal de Hitler, y que llegaría a convertirse en uno de los
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mandos más prestigiosos de las Fuerzas Panzer. Me refiero, obviamente, a Erwin
Rommel.
 La Luftwaffe había proporcionado una valiosa ayuda, tanto al impedir la
actuación de la aviación placa, como en la realización de acciones contra las
defensas en profundidad y proporcionando información sobre el enemigo. Sin
embargo, en los apoyos a las unidades de primera línea, fueron detectados
algunos errores debidos a la falta de coordinación, lo que obligó a intensificar la
instrucción y reconsiderar los procedimientos empleados hasta entonces.
 Por último, las unidades de caballería, así como las de infantería a pie, con su
artillería y transportes a lomo, demostraron que, en una guerra de movimiento,
sólo eran aptas para misiones secundarias.
La actuación de la Luftwaffe fue de una gran ayuda, aunque se detectaron algunos fallos en el apoyo de
los Stukas a las unidades panzer.
Invasión de Francia. La consagración definitiva de la blitzkrieg.
El éxito conseguido por las unidades panzer en Polonia fue un serio aviso para el resto
de naciones europeas, aunque todavía no habían comprendido su verdadero alcance. Francia
inició la organización de cuatro Divisiones Acorazadas, cada una de las cuales fue dotada con
150 carros, por lo que eran menos potentes que sus homólogas alemanas del momento, que
integraban 276 panzer. Además, al igual que las Divisiones Ligeras Mecanizadas, fueron
ideadas como unidades de caballería que debían actuar para proteger al resto, especialmente
en el frente belga, donde no existía la pantalla que suponía la Línea Maginot.
Por su parte, los británicos, que aún no habían asimilado las teorías de Fuller y Liddell
Hart, sólo disponían de una División Acorazada. Pero, lo peor de todo, es que seguían
manteniendo la teoría de emplear los carros como durante la PGM, es decir, como simples
apoyos de infantería, repartidos en brigadas ligeras acorazadas y de carros.
Antes de continuar, veamos la proporción existente entre las fuerzas acorazadas
alemanas y las de los aliados, cuando comenzó la invasión, la noche del 9 al 10 de mayo de
1940. Los alemanes contaban con 2.687 carros distribuidos en sus divisiones panzer, además
de otros 800 en reserva, en su mayor parte ligeros, si bien algunos mandos consideraban que
sólo eran aptos para entrar en combate unos 2.200. De hecho, solamente disponían de 349
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Pzkw III y 287 Pzkw IV, perteneciendo los restantes a los modelos ligeros Pzkw I (724), Pzkw II
(965), LT-35 (143) y LT-38 (238), siendo el último de ellos el único aceptable con su cañón de
37 mm.
El LT-38 checo fue un importante refuerzo para las unidades panzer.
El Ejército francés contaba, sin incluir los modelos más anticuados en reserva, con unos
3.000 carros, si bien unos 500 correspondían a unidades que estaban en proceso de
organización. Las cuatro Divisiones Acorazadas (DCR) y las tres Ligeras Mecanizadas (DLM)7
sumaban un total del 1.360 carros (unos 160 por DCR y 220 por DLM), encontrándose el resto
de los vehículos distribuidos entre las divisiones de infantería. A estas cantidades habría que
añadir los 208 carros ligeros y 100 pesados que mantenían los británicos en Francia y, si se
hubiera decidido su traslado, otros 134 ligeros y 150 cruceros, que permanecían en el Reino
Unido, preparados para su embarque. En resumidas cuentas, los aliados podrían haber
dispuesto de una cantidad aproximada de 3.600 carros.
Tanto el H-35/39 (derecha) como el R-35 franceses eran carros ligeros de escaso valor táctico.
Carros H-35/39 de una DLM realizando maniobras.
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En cuanto a la calidad de los vehículos, es necesario hacer las siguientes
consideraciones:
 La mayoría de los carros franceses eran modelos ligeros, especialmente
Hotchkisss H-35/39 (unos 1.000), cuya potencia de fuego y protección eran
totalmente deficientes, si bien podían considerarse a la altura de los Pzkw I/II
alemanes. Sin embargo, los más pesados como el Somua S-35 (400) y el Char B1
bis (377) montaban un cañón de 47 mm (el B1 bis, también incluía un obús de
75 mm en casamata) y estaban mejor protegidos que sus oponentes. Como dato
de interés, las defensas contracarro alemanas se vieron incapaces de perforar la
coraza del B1 hasta que comenzaron a utilizar los cañones antiaéreos de 8,8 cm.
De todas formas, todos los carros franceses adolecían de un grave defecto, el
disponer de una torre monoplaza. Ello obligaba a que el jefe de carro, además
de dirigirlo, debía realizar las tareas de cargador y tirador, complicándose aún
más las cosas si se trataba de un jefe de unidad. En consecuencia, a menudo se
detectaron problemas de mando y de lentitud en las respuestas, incluso
utilizando tripulaciones expertas.
El Somua S-35 (izquierda) y el B1 bis fueron unos temibles enemigos para los panzer alemanes.
 Los carros ligeros británicos presentaban las mismas deficiencias que sus
equivalentes franceses y alemanes; sin embargo, los 100 ejemplares pesados de
infantería (23 Mk II Matilda) estaban dotados de una coraza invulnerable a los
cañones de los carros y cazacarros alemanes. El crucero A13 Mk I, aunque
estaba poco protegido montaba el mismo cañón de dos libras (40 mm) del
Matilda, que podía perforar la coraza de todos los carros almenes del momento.
En lo referente a las torres, a pesar de que sólo era monoplaza la del Mk I, en el
Matilda, con dos tripulantes, tampoco se solucionaron los problemas de forma
satisfactoria.
 En resumen, podemos afirmar que las fuerzas acorazadas aliadas eran
superiores en cantidad a las alemanas, encontrándose bastante igualadas en
calidad; sin embargo, su empleo táctico y estratégico era muy inferior, al no
haber comprendido el verdadero valor del carro integrado en potentes
formaciones blindadas.
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MEDIOS ACORAZADOS ALEMANES DURANTE EL SIGLO XX
El carro crucero A3 Mk I (izquierda) y el Matilda Mk II británicos montaban un cañón de dos libras, capaz de
perforar la coraza de todos los panzer alemanes.
Aunque podría pensarse que, tras la invasión de Polonia, la inmensa mayoría de mandos
alemanes ya habrían comprendido y aceptado las teorías de la blitzkrieg sin ningún tipo de
reservas, la realidad demostraba lo contrario. Así, para muchos, los resultados obtenidos no
podían extrapolarse ante un enemigo más moderno y poderoso, como era Francia. Por ello, el
plan inicial, que se llamó Fall Gelb (Plan Amarillo), no era más que una versión puesta al día del
Plan Schlieffen de la PGM. En líneas generales, consistía en lanzar al Grupo de ejércitos B de
von Bock, con las diez divisiones panzer, a través de Bélgica; mientras tanto, el Grupo de
Ejércitos A de von Rundstedt protegería el flanco sur, atravesando las Árdenas y dirigiéndose al
río Mosa. Por su parte, el Grupo de Ejércitos C de von Leeb permanecería a la defensiva frenta
a la línea Maginot.
Este plan se encontró con la oposición de von Rundstedt, apoyado por su Jefe de Estado
Mayor, von Manstein, el cual, ideó uno nuevo consistente en atacar con una gran
concentración de fuerzas a través de las Árdenas, en dirección al río Mosa. A finales de 1939,
von Manstein expuso su plan a Guderian, para cerciorarse de que era viable desde el punto de
vista del empleo de los carros, especialmente por las dificultades que presentaba el terreno. La
respuesta de Guderian fue afirmativa, si bien resaltó que sería necesario <<utilizar un número
suficiente de divisiones acorazadas y motorizadas; a ser posible, todas ellas…>>.
Tras diversos avatares8 que, incluso, le costaron el puesto de Jefe de Estado Mayor del
Grupo de Ejércitos A, von Manstein se las ingenió para que su plan llegara a las manos de
Hitler que, con fecha 18 de febrero, cursó la siguiente orden: <<Las fuerzas que operan al sur
de la línea Lieja-Charleroi forzarán la travesía del Mosa entre Dinant y Sedan, cruzando las
defensas de la frontera francesa, dirigiéndose al estuario del Somme…>>.
Para llevar a cabo la operación, Alemania contaba con 136 divisiones (118 de infantería,
7 de infantería motorizada, 1 de caballería y 10 panzer), que fueron distribuidas de la siguiente
forma: El GE A9 con algo más de 45 (7 panzer); el GE B10 con 29 y parte de otra (3 panzer); el GE
C11 con 19; y 42 en reserva. En cuanto a la Fuerza Aérea, disponía de 3.200 aviones, entre los
que había modelos de reconocimiento (400), cazas (1.000 Messerschmitt 109 y 110),
bombarderos (1.200 Heinkel 111), bombarderos medios (250 Dornier) y, desde luego, los
famosos Stukas (350 Junkers 87 y 88).
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La Luftwaffe tuvo una gran influencia en el desarrollo de las operaciones.
En el campo aliado, los franceses alineaban 95 divisiones (7 motorizadas, 4 acorazadas y
3 ligeras mecanizadas); el Cuerpo Expedicionario británico (parcialmente motorizado) disponía
de 10 divisiones, además de una brigada de carros y dos ligeras acorazadas; el Ejército belga
integraba 22 divisiones, 4 de ellas parcialmente motorizadas; y los holandeses contaban con 10
divisiones, 9 de infantería y 1 ligera. Por su parte, la Fuerza Aérea tenía a su disposición un
total de 1.700 aparatos utilizables, entre los que estaban incluidos los Spitfire que podían
operar desde sus bases en el Reino Unido, como así hicieron.
La idea básica de Manstein era hacer creer a los aliados que el esfuerzo principal se
dirigiría contra Holanda y Bélgica, de manera que orientaran sus fuerzas más potentes y
móviles en esa dirección. Para ello, el GE B debería efectuar diferentes maniobras de diversión,
consistentes en varios ataques con unidades aerotransportadas y de infantería, apoyadas por
el XXXIXº Cuerpo Panzer de Schmidt y el XVIº de Hoeppner, mientras que el GE C permanecería
frente a la línea Maginot y el A, con el Panzergruppe de Kleist como punta de lanza, avanzaría a
través de las Árdenas hasta alcanzar el río Mosa y, una vez revasado éste, marcharía en
dirección a Amiens hasta llegar al Canal de la Mancha.
Pzkw III avanzando por Francia el día antes de la rendición.
La madrugada del 10 de mayo de 1940 se iniciaron las operaciones según lo previsto y
sin grandes contratiempos, a pesar de lo cual, los franceses confiaban en que su artillería
detendría las columnas alemanas en el río Mosa. Sin embargo, no contaban con la eficacia de
las nuevas teorías del ataque combinado de la blitzkrieg. Así, los Stukas, que llevaron a cabo el
mayor bombardeo de la historia hasta aquel momento (1.215 ataques), destruyeron los
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MEDIOS ACORAZADOS ALEMANES DURANTE EL SIGLO XX
asentamientos de la artillería francesa; por su parte, la infantería, utilizando botes de goma,
cruzó el río para limpiar los focos de resistencia que aún quedaban; y, finalmente, los
zapadores construyeron un puente en menos de 10 horas. Aunque la Real Fuerza Aérea
británica lanzó un ataque con 70 aviones, cuya finalidad era destruir el puente, fue rechazada
por la artillería antiaérea y los cazas alemanes, que destruyeron 29 de los aviones. En
consecuencia, el día 13, las fuerzas de Guderian cruzaron el río e iniciaron una carrera
desenfrenada, que no encontraba obstáculos dignos de mención. Tal como más tarde
recordaba Rommel, a la sazón Jefe de la 7ª División Panzer: <<Aquel día luminoso
avanzábamos hacia el oeste sin hacer uso de las armas. No tardamos en encontrarnos con
columnas de refugiados y destacamentos de tropas francesas preparándose para la marcha.
Un caos de cañones, carros y otros vehículos de diversas clases, en confusa mezcolanza con
carretas de refugiados toradas por caballos, inundaba la carretera y sus inmediaciones…Las
tropas francesas quedaron asombradas por nuestra repentina aparición, dejaron caer sus
armas y se encaminaron hacia el este, junto a nuestra columna. Todos los carros enemigos que
hallamos durante la marcha fueron puestos fuera de combate conforme avanzábamos. La
acción continuó ininterrumpidamente hacia el oeste…>>>.
El día 15, viendo con preocupación la profundidad del despliegue12, Kleist ordenó a
Guderian que se detuviera, entablándose una disputa entre ambos que culminó con una
acalorada discusión el día 17. Tras estos hechos, Guderian presentó la renuncia como jefe del
Cuerpo Panzer, si bien Rundstedt no se la admitió y le ordenó que mantuviera su Cuartel
General donde estaba pero que enviara a sus fuerzas a realizar un “reconocimiento ofensivo”.
Kleist no era el único que temía un contraataque de flanco contra las formaciones
panzer. De hecho, el Jefe del Estado Mayor, el general Halder, anotó en su diario: <<El Führer
tiene un gran temor, incomprensible, por el flanco sur. Monta en cólera y grita que estamos
arruinando toda la operación y que corremos el riesgo de ser derrotados. Se niega
rotunamente a continuar la ofensiva hacia el oeste>>. Sin embargo, ni los franceses ni los
británicos estaban en condiciones de hacer nada semejante, a pesar de que lo intentaron.
A pesar de que el 18 de mayo, el mando francés ordenó la realización de contraataques
contra las divisiones motorizadas que protegían el flanco sur de las panzer, la verdad es que,
en ningún caso, dejaron de tener un carácter meramente local. Solamente es digno de
mención el realizado por la 4ª División Acorazada, cuyo jefe era el entonces Coronel Charles de
Gaulle. Contando con carros Char B1 bis y Somua, infligió un duro revés a los alemanes y, a
pesar de que fue rechazada por la 1ª División Panzer, tras duros combates en Laon, sembró la
duda de lo que podría haber pasado si De Gaulle hubiera contado con las 4 divisiones
acorazadas al completo, sobre todo porque quedó patente la ineficacia de las armas alemanas
frente a los carros pesados franceses.
Por parte británica también hubo otro intento destacable de realizar un contraataque
acorazado contra el flanco de las formaciones panzer. Un total de 74 carros (58 Mk I y 16
Matilda), pertenecientes a la Brigada de Carros, fueron lanzados contra la 7ª División Panzer
de Rommel en las cercanías de Arras, el 21 de mayo, ocasionándole cuatro veces más bajas
que el resto de la campaña13. En aquella ocasión, fueron usados por primera vez los cañones
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antiaéreos de 8,8 cm14 en misiones contracarro, al ponerse de manifiesto la falta de potencia
del resto de armas contra los Matilda británicos.
Para detener a los carros Matilda, las unidades panzer se vieron obligadas a utilizar los cañones antiaéreos de 8,8
cm, solución que obtuvo muy buenos resultados a lo largo de toda la guerra.
La desafortunada actuación de la 7ª División Panzer en Arras15, acrecentó los temores de
Hitler y del Estado Mayor, ante la posibilidad de que pudieran producirse otras acciones
similares y de mayor envergadura, que pudieran aislar al grueso de las fuerzas panzer. Por ello,
finalmente, se les ordenó la detención del avance y la ocupación de Boulogne y Calais,
mientras que el resto de unidades deberían reforzar el flanco sur del despliegue.
La parada momentánea de las unidades panzer proporcionó un tiempo precioso a los
franceses y británicos que, atrapados en Dunkerke, pudieron escapar, a pesar de la actuación
de la Luftwaffe. Ello supuso un grave error, ya que permitió la reorganización de las unidades
en el Reino Unido, si bien es cierto que, en su precipitada huida, los franceses abandonaron la
mayor parte de sus medios blindados, lo que los privaba de su principal baza para oponerse a
los panzer. Además, el parque acorazado germano se vio incrementado con un buen número
de vehículos que, a pesar de estar anticuados en muchos casos, prestaron grandes servicios a
lo largo de la guerra, siendo asimismo cedidos a otros ejércitos del Eje.
A pesar de la Luftwaffe, una buena parte de las fuerzas francesas y británicas atrapadas en Dunkerke
pudieron escapar hacia el Reino Unido.
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MEDIOS ACORAZADOS ALEMANES DURANTE EL SIGLO XX
Cuando el 25 de junio se dio por finalizada la campaña de Francia, el Ejército alemán
contabilizó unas 156.000 bajas, cifra bastante reducida si tenemos en cuenta la potencia de
sus oponentes. Además, las operaciones se desarrollaron en un tiempo récord, convenciendo a
los indecisos de la eficacia de la blitzkrieg.
Hitler, viendo la utilidad que las divisiones panzer, junto a las motorizadas, podrían tener
para llevar a cabo sus planes expansionistas, decidió duplicar el número de ambas. Sin
embargo, al quedar claro que su orden de fabricar de 800 a 1.000 carros al mes era inviable,
decidió disminuir el número de carros por división, de manera que cada batallón panzer quedó
constituido por dos compañías de Pzkw III y una de Pzkw IV, quedando relegados los Pzkw II a
funciones de reconocimiento.
Aunque los esfuerzos realizados a lo largo de 1940 y 1941, tanto en la fabricación de
vehículos como en la modificación de los anticuados PzKw I y algunos modelos capturados,
fueron realmente importantes16, no pudieron cubrir todas las necesidades. Por ejemplo, del
modelo más potente, el Pzkw IV, sólo llegaron a construirse 480 a lo largo de 1941, lo que
elevó la cifra total de existencias a 531 ejemplares. Además, los combates con los carros
pesados franceses y británicos habían puesto de manifiesto la necesidad de aumentar la
potencia de sus armas. Y, no digamos, en el caso del Pzkw III, cuyo cañón de 37 ó 50 mm
pronto demostró su insuficiente capacidad para perforar el blindaje de los carros soviéticos.
Tras comprobar la falta de eficacia de sus tácticas frente a la blitzkrieg alemana, los
británicos organizaron apresuradamente diez divisiones acorazadas. De igual forma, los
soviéticos abandonaron la norma de utilizar los carros como apoyos de infantería,
integrándolos en divisiones acorazadas y mecanizadas. Por su parte, los norteamericanos, que
no habían demostrado hasta entonces ningún interés por los carros, crearon rápidamente una
fuerza acorazada, basada en la anticuada caballería, e iniciaron la construcción de todo tipo de
blindados y, en tales cantidades, que los alemanes no pudieron igualar.
1
En 1929, Guderian fue nombrado jefe de un batallón motorizado que contaba con vehículos de
reconocimiento y motocicletas, a los que se añadieron carros simulados y cañones de madera. Sin
embargo, teniendo en cuenta que desde 1924 se venían empleando este tipo de medios, no sería nada
extraño que la citada denominación fuera “inventada” posteriormente por el propio Guderian.
2
Según el propio Guderian, en 1929, había advertido que <<…los carros operando solos o con la
infantería, nunca lograrán una importancia decisiva. Mis estudios históricos, los ejercicios desarrollados
en Inglaterra y nuestras experiencias con modelos a escala, me han persuadido de que nunca
producirán todo su efecto hasta que las otras armas, de cuyo apoyo deben inevitablemente depender,
se atengan a las mismas normas de velocidad y comportamiento campo a través. En tales formaciones
de todas las armas, los carros deben desempeñar el papel principal, quedando las otras armas
subordinadas a sus necesidades>>.
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Francisco P. Fernández Mateos
3
Como mero ejemplo citaremos que el General Beck, tras escuchar los argumentos que le expusieron en
favor de la creación de las Divisiones Panzer, llegó a decir: <<No quiero saber nada de ustedes. Avanzan
demasiado rápido para mí>>.
4
El 30 de mayo, Hitler había firmado una Directiva Secreta de Declaración de Guerra contra
Checoslovaquia, que debía llevarse a cabo el 1 de octubre, como fecha límite.
5
Grupo de Marew, Ejército de Modlin, Ejército de Pomerania, Ejército de Poznan, Ejército de Lodz,
Ejército de Cracovia, y Ejército de los Cárpatos.
6
Guderian, que mandó un CE Panzer durante la campaña, escribió lo siguiente: <<La brigada polaca de
caballería Pomorska, ignorante de la naturaleza de nuestros carros, cargó contra ellos con sables y
lanzas, y sufrió enormes pérdidas>>. Al parecer, bien por desconocimiento o para aumentar la moral de
las tropas, se había hecho correr la voz de que los carros alemanes eran de madera y cartón.
7
Una nueva DLM se estaba formando cuando comenzó la campaña.
8
Algunos autores mantienen la teoría de que un avión se estrelló en Bélgica con todos los detalles del
Plan Amarillo, lo que obligó a cambiarlo con urgencia,
9
Integraba los Ejércitos 12º (List), 4º (von Kluge), y 16º (von Busch), además del Panzergruppe de von
Kleist, formado por el XLIº Cuerpo Panzer de Reinhardt (2 divisiones), XIXº Cuerpo Panzer de Guderian (3
divisiones), XV Cuerpo Panzer de Hoth (2 divisiones) y el Cuerpo Motorizado de Wietersheim (5
divisiones).
10
Formaban los Ejércitos 18º de Küchler y 6º de von Reichenau.
11
Incluidas en los Ejércitos 1º de Witzleben y 7º de Dollmann.
12
A título de ejemplo, el despliegue de la 7ª División Panzer de Rommel llegó a alcanzar los 80 km.
13
89 muertos, 116 heridos y 173 desaparecidos.
14
Recordemos que estos cañones alcanzaron un enorme prestigio a lo largo de toda la guerra como
armas contracarro.
15
Tal como había hecho hasta entonces, el 25 Regimiento Panzer se había separado excesivamente de la
infantería, que avanzaba protegida únicamente por cañones contracarro de 37 mm, lo que permitió a
los carros británicos actuar con total impunidad, hasta que entraron en combate los cañones de 8,8 cm.
Por último, cuando el regimiento panzer volvió sobre sus pasos para ayudar a la infantería, se topó con
los contraataques británicos que le destruyeron más de 20 vehículos.
16
Sólo en 1940 salieron de las cadenas de montaje más de 1.000 carros.
42
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