Revista MÉDICA de Chile AÑO (VOL) 138 - Nº 1 - ENERO 2010 Publicación oficial de la Sociedad Médica de Santiago, de sus Sociedades Filiales, de sus Capítulos y Sociedades Afiliadas en Regiones ©2010, Sociedad Médica de Santiago. No part of this publication may be reproduced, displayed, or transmitted in any form or by any means, electronic or mechanical, including photocopying or by any information storage or retrieval system, without the prior written permission from the Editors. Una versión electrónica de la Revista Médica de Chile se publica en el sitio web www.scielo.cl del Programa SciELO Chile, de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT). An electronic version of Revista Médica de Chile is published in the web site www.scielo.cl by the Programa SciELO Chile of CONICYT, Chile. Sociedad Médica de Santiago Sociedad Chilena de Medicina Interna Fundada en 1869 Directorio de la Sociedad Médica de Santiago PRESIDENTE Dr. Héctor Ugalde Prieto VICEPRESIDENTE Dr. Guillermo Acuña Leiva PAST PRESIDENTE Dr. Pedro Paulo Marín Larraín SECRETARIA Dra. Sylvia Echávarri Vesperinas TESORERO Dr. Homero Gac Espínola Directores Pabla Campos Tobar Sylvia Echávarri Vesperinas Homero Gac Espínola Marcelo Llancaqueo Valeri Walter Passalacqua Rivanera Mauricio Ruiz Carmona Iván Solís Opazo Jorge Vega Stieb Nelson Wohllk González Fernando Descalzi Muñoz Fernando Fluxá García María Isabel Jirón Vargas Mauricio Ocqueteau Tacchini Francisco Radrigán Araya Tomás Sepúlveda Arévalo Teresa Veas Nanjarí Lorena Villalón Ferruzola Sociedades Filiales Asociación Chilena de Nutrición Clínica Sociedad Chilena de Alergia e Inmunología Sociedad Chilena de Biología y Medicina Nuclear Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular Sociedad Chilena de Dermatología y Venereología Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias Sociedad Chilena de Gastroenterología Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile Sociedad Chilena de Hematología Sociedad Chilena de Hipertensión Arterial Sociedad Chilena de Infectología Sociedad Chilena de Inmunología Sociedad Chilena de Medicina Intensiva Sociedad Chilena de Nefrología Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía Sociedad Chilena de Osteología y Metabolismo Mineral Sociedad Chilena de Parasitología Sociedad Chilena de Reumatología Sociedad Chilena de Trasplantes Revista Médica de Chile (Rev Med Chile) Fundada en 1872 por los Drs. Germán Schneider, Rodulfo A. Philippi, Alfonso Thévenot, Adolfo Murillo, Pablo Zorrilla y Adolfo Valderrama. Editor Editor Emérito Humberto Reyes B. Alejandro Goic G. Editor de Resúmenes en inglés Daniel Bunout B. Editores Asociados Max Andresen H. Joaquín Palma H. Secretaria Ximena Quinteros F. International Advisory Committee Dame Marcela Contreras, MD, London, UK Felipe C Cabello, MD, Valhalla, NY, USA Luis R Espinoza, MD, New Orleans, LA, USA Dr. Arturo Evangelista M, Barcelona, España Richard V Lee, MD, Buffalo, NY, USA Dr. Julián Panés, Barcelona, España Jorge Rakela, MD, Scottsdale, AZ, USA Dr. Moisés Selman L, México DF, México Vincenza Snow, MD, Philadelphia, PA, USA Comité Editorial Asesor Cecilia Albala B. Miriam Alvo A. Fernando Araya D. Marco Arrese J. Eugenio Arteaga U. Carmen Paz Astete A. Carmen Gloria Aylwin H. Francisco Barriga C. Paula Bedregal G. Leandro Biagini A. Gisella Borzone T. Javier Brahm B. Lucía Bronfman F. María Elena Cabrera C. Fernando Cassorla G. Silvia Castillo T. José Castro O. Iván Caviedes S. Fanny Cortés M. Miguel Cuchacovich T. Hernán Chamorro B. Sara Chernilo S. Orlando Díaz P. Karin D’Ottone M. Alberto Dougnac L. Alejandro Fajuri N. Carlos Fardella B. Alejandra Fernández V. Marcela Ferrés G. Gustavo Figueroa C. Fernando Florenzano U. Carlos Fuentealba P. Homero Gac E. Jaime Godoy F. Fernando González F. Sergio González B. Mauricio Guivernau B. Christel Hanne A. Sandra Hirsch B. Enrique Jadresic M. Liliana Jadue H. Jorge Jalil M. Jaime Labarca L. Luz María Letelier S. Alberto Maiz G. Pedro Paulo Marín L. Loreto Massardo V. Diego Mezzano A. Sergio Mezzano A. Rodrigo Moreno B. Manuel Moreno G. Fernando Munizaga C. Patricia Muñoz C. del V. Sergio Muñoz N. Alfonso Olmos C. Miguel O’Ryan G. Karin Papapietro V. Jaime Pereira G. Juan Carlos Prieto D. Enrique Reynolds H. Iván Roa E. Juan Carlos Roa St. José Adolfo Rodríguez P. Roque Sáenz F. Isabel Segovia D. Eduardo Talesnik G. Paola Toche P. Olivia Trucco A. Mario Uribe M. Gonzalo Valdivia C. Jorge Valenzuela E. Raúl Valenzuela M. José Luis Vukasovic R. Eduardo Wainstein G. Nelson Wohllk G. Marcelo Wolff R. Ricardo Zalaquett S. Rodrigo Zapata L. RMCHAW, ISSN 0034-9887 Revista Médica de Chile (Rev Med Chile) Publicada mensualmente, desde 1872, por la Sociedad Médica de Santiago. Published monthly, since 1872, by Sociedad Médica de Santiago (Chilean Society of Internal Medicine) La Revista Médica de Chile somete los manuscritos recibidos a revisión por pares. Está incluida en las principales bases de datos del área biomédica y otras: Revista Médica de Chile is a peer reviewed journal, indexed in major biomedical and other databases: Index Medicus/ MEDLINE/ National Library of Medicine; Current Contents/ Clinical Medicine; Science Citation Index; LILACS/ Literatura Latino-Americana y del Caribe en Ciencias de la Salud; Chemical Abstracts; Current Citations (Computer File); Index Veterinarius; Nutrition Abstracts and Reviews, Series A: Human & Experimental; SciSearch (Online Database); Social Sciences Citation Index (Select Cov) La REVISTA MÉDICA DE CHILE publica trabajos originales sobre temas de interés médico y de Ciencias Biomédicas, dando preferencia a los relacionados con la Medicina Interna y sus especialidades derivadas. Los trabajos deben enviarse directamente a la REVISTA MÉDICA DE CHILE, Bernarda Morín 488, Providencia, Santiago y deben ceñirse a las normas que aparecen como Instrucciones a los Autores, en los números de enero y julio de cada año. La revista se reserva el derecho de hacer modificaciones de forma al texto original. Los trabajos que cumplan con los requisitos formales, serán sometidos a arbitraje por expertos. La nómina de árbitros consultados se publica una vez al año, en Crónica. El Comité Editorial Asesor está constituido por árbitros a quienes se consulta, además, para decisiones editoriales mayores. Valor de Suscripciones Sin costo para los Socios de la Sociedad Médica de Santiago. El valor de la suscripción anual es de $ 220.000 para médicos No Socios de la Sociedad Médica de Santiago y $ 22.000 cada número. El valor para Instituciones es de $ 242.000. A los estudiantes de medicina se les concede una tarifa especial de $ 95.000 por la suscripción anual y de $ 9.500 cada número. 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Contributors and advertisers are responsible for the scientific content and the views expressed, which are not necessarily those of the Editors or the Sociedad Médica de Santiago. CONTENIDO/contents Artículos de Investigación/Research Articles Nacimiento anómalo de las arterias coronarias en 10.000 pacientes adultos sometidos a coronariografía. Coronary artery origin anomalies. Analysis of 10.000 coronary angiographies. Héctor Ugalde, Alfredo Ramírez, Diego Ugalde, Eric Farías, Ana María Silva............................................................. 7 Alta frecuencia de anticuerpos anti-tiroperoxidasa (ATPO) positivos en sujetos adultos, sin patología tiroidea conocida, de Santiago de Chile. Frequency of positive anti thyroid peroxidase antibody titers among normal individuals. Alejandra Lanas, Carolina Letelier, Egardo Caamaño, Teresa Massardo, Patricio González, A.Verónica Araya.......... 15 Evolución de la oferta de médicos. Chile 1993-2008. Evolution of the availability of physicians in Chile. Oscar Román A.............................................................................................................................................................. 22 Leisure time behaviors: Prevalence, correlates and associations with overweight in Brazilian adults: A cross-sectional analysis. Asociación entre actividad física en tiempo libre con sobrepeso en adultos sanos. Rômulo A. Fernandes, Diego G. D. Christofaro, Juliano Casonato, Clara S. Costa Rosa, Felipe F. Costa, Ismael F. Freitas Júnior, Henrique Luiz Monteiro, Arli Ramos de Oliveira................................................................... 29 El financiamiento público de la investigación en salud en Chile. Public financing of health research in Chile. Guillermo Paraje............................................................................................................................................................ 36 Déficit de vitamina B-12 en adultos mayores: ¿Un problema de salud pública en Chile? Prevalence of vitamin B-12 deficiency in older adults. Hugo Sánchez, Cecilia Albala, Eva Hertrampf, Renato Verdugo, Manuel Lavados, Jose Luis Castillo, Lydia Lera, Ricardo Uauy ................................................................................................................................................................ 44 Cáncer de la unión gastroesofágica. Evaluación de los resultados quirúrgicos, sobrevida alejada y factores pronósticos en enfermos con terapia resectiva. Adenocarcinoma of the esophagogastric junction. Retrospective analysis of 39 patients. Jean M. Butte, Federico Becker, Álvaro Visscher, Enrique Waugh, Manuel Meneses, Ismael Court, Hugo Parada, Hernán de la Fuente . .................................................................................................................................................... 53 Tendencia del desarrollo puberal en escolares de la Región Metropolitana de Chile: Menor edad de presentación, mayor duración y dimorfismo sexual en la estatura. Trends in puberal development of school age children living in the Metropolitan Region of Chile. Raquel Burrows A., Ximena Ceballos S., Medardo Burgueño M., Santiago Muzzo B. ................................................ 61 Casos Clínicos/Case Reports Síndrome de obstrucción intestinal distal en pacientes adultos con fibrosis quística. Casos clínicos. Distal intestinal obstruction syndrome. Report of two cases with cystic fibrosis. Claudio Heine T., María Teresa Parada C., Rodrigo Gil D., Francisco López K., Carlos Lizana S., Manuel Fernández A., Rodrigo Quera P........................................................................................................................ 68 Síndrome de Stewart-Treves: Caso clínico. Stewart-Treves syndrome. Report of one case Ricardo Silvariño, Valentina Mérola, Luis Fígoli, Cecilia Romero, Jimena Lapiedra, Juan Alonso............................... 73 Melanoma primario del esófago tratado con esofagectomía. Casos clínicos. Esophageal melanoma. Report of two cases. Jean M. Butte, Álvaro Visscher, Hernán de la Fuente, Manuel Meneses, Ana María Carrasco, Horacio Amaral, Enrique Waugh.............................................................................................................................................................. 77 Aneurisma de la arteria pulmonar en Enfermedad de Behçet. Pulmonary artery aneurism in a patient with Behçet disease. Report of one case. Daniel G. Fernández A., Cristian Fabián Flórez S., Alirio Bastidas, Juan Manuel Bello, Rafael Valle O., John Londoño P., Elsa Reyes S., Pedro Santos M............................................................................................................ 82 5 CONTENIDO/contents Salud Pública/Public Health Análisis confirmatorio para la prueba AEQ-III en Bucaramanga, Colombia. Confirmatory Analysis for the test AEQ-III in Bucaramanga, Colombia. Oscar F. Herrán, María F. Ardila................................................................................................................................... 88 Artículos de Revisión/Review Articles Sindecanos: Su potencial uso diagnóstico y pronóstico en cáncer de próstata. Syndecans in the diagnosis and prognosis of prostate cancer. Héctor Contreras............................................................................................................................................................ 95 Pinzamiento femoroacetabular: Conceptos básicos en una nueva causa de dolor inguinal. Femoroacetabular impingement as a cause of inguinal pain. Rodrigo Mardones P., Víctor Barrientos C., Fernando Nemtala U., Alexander Tomic, Matías Salineros U................. 102 Proctitis ulcerosa activa y refractaria: Una puesta al día. Active and refractory ulcerative proctitis: An update. Gino Caselli M., George Pinedo M., Álvaro Zúñiga D., Manuel Álvarez L................................................................... 109 Artículos Especiales/Special Articles Los diagnósticos de Gerard de Nerval: La influencia de la locura en la genialidad literaria. The influence of madness in the literary production of Gerard de Nerval. Marcelo Miranda C., M. Leonor Bustamante C. .......................................................................................................... 117 Jean-Paul Marat. Médico, científico y revolucionario. Jean-Paul Marat. Physician, scientist and revolutionary. Jaime Cerda L................................................................................................................................................................. 124 Laboratorio Clínico/Clinical Laboratory Tests genéticos: Definición, métodos, validación y utilidad clínica. Genetic tests: Definition, methods, validity and clinical utility. Marcela Lagos L., Helena Poggi M................................................................................................................................. 128 Documento de la Academia Chilena de Medicina/The Chilean Academy of Medicine Opinión de la Academia Chilena de Medicina sobre la Certificación de Especialistas. Position statement of the Chilean Academy of Medicine, in reaction to a law passed by the Government and the Parliament, that establishes new regulations with regards to a temporary recognition of specialists and subspecialists................................................................................................................................................................. 133 Crónica/Medical News Nuevos Impresores para la Revista Médica de Chile. IKU Ltda. is the new printing agency for Revista Médica de Chile. Humberto Reyes B., Joaquín Palma H., Max Andresen H............................................................................................. 134 Cartas al Editor/Letters to the Editor Programas de especialización y limitación horaria, una necesidad con alcances aún no dimensionados. Duty hours requirements in Residency Programs: a still debatable need. Alejandro Delfino, Guillermo Lema............................................................................................................................... 135 Instrucciones a los Autores/Instructions for Manuscripts Submitted...................................................... 136 6 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Rev Med Chile 2010; 138: 7-14 Nacimiento anómalo de las arterias coronarias en 10.000 pacientes adultos sometidos a coronariografía HÉCTOR UGALDE, ALFREDO RAMÍREZ, DIEGO UGALDEa, ERIC FARÍASb, ANA MARÍA SILVAb Coronary artery origin anomalies. Analysis of 10.000 coronary angiographies Background: Between 0.3 and 1.3% of coronary arteries have anomalous origins. Circumflex artery has the higher frequency of anomalies. Aim: To study the frequency of congenital anomalous origins of coronary arteries among adult patients subjected to a coronary angiography. Material and Methods: Analysis of reports of 10,000 coronary angiographies performed in a clinical hospital. Patients with congenital heart disease were excluded. Results: One hundred twenty nine patients (1.3%), aged 59 ± 12 years (70% males) had congenital anomalies in the origin of coronary arteries. The most common anomaly was the origin of right coronary artery from the left coronary sinus in 75%, followed from the origin of circumflex artery from the right side in 20%. No association between origin anomalies and atherosclerosis or aortic valve disease, was observed. Conclusions: In this series of patients, origin anomalies of coronary arteries were not associated with aortic valve disease or atherosclerosis, differing from other published reports. Right coronary artery had the highest frequency of anomalies. (Rev Med Chile 2010; 138: 7-14). Key words: Coronary angiography; Coronary vessel anomalies. L a presencia de anomalías congénitas en el nacimiento de las arterias coronarias es un hecho reconocido desde largo tiempo. Al inicio se le daba poca importancia, pero con el avance del conocimiento se han reconocido como causa de síntomas isquémicos y de muerte súbita (MS), especialmente en jóvenes y deportistas1-3. Diferentes estudios muestran que en 0,3 a 1,3% de las coronariografías se observa el nacimiento anómalo de alguna arteria coronaria (AC). La más frecuentemente descrita es el nacimiento de la arteria circunfleja (ACX) desde el seno coronariano derecho (SCD)4,5, sin embargo, algunas publicaciones plantean que más común sería la AC derecha (ACD) naciendo desde el seno coronario izquierdo (SCI)6,7. Igualmente se ha planteado que la presencia de una AC con un nacimiento anómalo se asocia a mayor grado de ateroescle- Laboratorio de hemodinamia. Departamento Cardiovascular. Hospital Clínico Universidad de Chile. a Alumno de medicina. b Tecnólogo médico. Recibido el 8 de junio de 2009, aceptado el 26 de noviembre de 2009. Correspondencia a: Héctor Ugalde P. [email protected] Fono: 2759606 - 9780356. Dirección: Helsby 8801-C La Reina rosis8,9 y que ocurre en forma más frecuente en portadores de valvulopatía aórtica10,11. En Chile, sólo existen reportes de casos aislados12, lo que motivó la realización de este estudio. Objetivo: Conocer la incidencia de las anomalías congénitas en el nacimiento de las arterias coronarias en pacientes adultos sometidos a coronariografia. Describir sus características clínicas y angiográficas. Buscar factores asociados a su presencia y determinar si se asocian o no a mayor riesgo de ateroesclerosis y mayor frecuencia de valvulopatía aórtica. Finalmente, comparar estos resultados con las experiencias internacionales. Material y Método Los pacientes de este estudio provienen de un registro consecutivo de 10.000 pacientes adultos 7 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Nacimiento anómalo de las arterias coronarias - H. Ugalde et al consecutivos a los cuales se les efectuó una angiografía coronaria en el Centro Cardiovascular del Hospital Clínico de la Universidad de Chile. Para ser incluido, el paciente (P) debe presentar al menos una arteria con nacimiento anómalo, arteria cuyo origen o nacimiento debe encontrarse fuera del lugar anatómico habitual13. En particular en nuestro registro sólo consideraremos anomalía coronaria a aquella arteria que nazca en un ostium diferente del normal, la cual llamaremos arteria coronaria anómala (ACA), hallazgo que debe ser corroborado por la opinión de un segundo cardiólogo intervencional. Se excluyeron del estudio todos los P con cardiopatía congénita asociada, pues en ellos la presencia de ACA es más frecuente13. En los P con ACA se describen sus características clínicas y angiográficas, relacionadas con la anomalía encontrada, así como con las posibles lesiones ateroescleróticas asociadas. Estos resultados se comparan con los datos de la literatura así como con aquellos P que no presentan ACA, en particular se revisan las posibles diferencias en cuanto a presencia de enfermedad ateroesclerótica y valvulopatía aórtica entre ambos grupos. Para la comparación se utiliza prueba de chi cuadrado para variables discontinuas y de t de student para las variables continuas, con un p < 0,05 como significativo. Resultados El registro se inició en enero de 1992 y terminó en septiembre de 2006, registrándose los datos de 10.000 P. En este grupo se encontraron 129 P (1,29%) en los cuales se encontró al menos una ACA: ellos comprenden el grupo objetivo del estudio y los 9.871 restantes sin ACA, el grupo de comparación. Sus características generales se muestran en la Tabla 1, entre los pacientes con ACA la edad media era de 58,8 años, con predominio del sexo masculino, entre los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) fueron más frecuentes la hipertensión arterial y el tabaquismo. No hubo diferencias significativas entre ambos grupos. El motivo más frecuente de estudio fue una probable enfermedad coronaria, sea infarto al miocardio (IAM), angina estable (AE) o inestable (AI) (Tabla 1), 4,9% de los P presentaba valvulopatía aórtica. No hubo diferencias en cuanto al motivo del estudio. En la Tabla 2 se puede apreciar las anomalías encontradas, la ACA más frecuente fue la ACD naciendo desde el lado izquierdo, la mayoría originada en el SCI; dos ejemplos se ven en la Figura 1. Sigue en frecuencia la ACX naciendo principalmente desde el SCD (Figura 2) y después se encuentra al tronco izquierdo (TCI) naciendo desde el SCD (Figura 3). Un paciente Tabla 1. Características generales de los pacientes ACA (129P) sin ACA (9871P) p 58,8 ± 11,7 90 (69,8%) 60,2 ± 11,0 6.753 (68,4%) 0,15 0,82 61 (47,3%) 30 (23,3%) 21 (16,3%) 19 (19,7%) 5.037 (51,0%) 2.813 (28,5%) 2.225 (22,5%) 1.825 (18,5%) 0,45 0,23 0,11 0,33 IAM 38 (29,5%) 2.747 (27,8%) 0,76 AE 26 (20,1%) 2.276 (23,0%) 0,50 AI 25 (19,4%) 1.863 (18,9%) 0,97 12 (9,3%) 806 (8,2%) 0,76 28 (21,7%) 2.179 (22,1%) 0,99 6 (4,7%) 479 (4,9%) 0,92 Edad (años) Sexo masculino FRCV: Hipertensión arterial Tabaco Dislipidemia Diabetes Motivo estudio: Valvulopatía Otro Valvulopatía aórtica 8 Rev Med Chile 2010; 138: 7-14 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Nacimiento anómalo de las arterias coronarias - H. Ugalde et al Tabla 2. Distribución de las ACA encontradas ACA Número ACA (130) Lugar origen ACA Arteria coronaria derecha 97 (75,2%) - SC izquierdo: 93 - TCI: 2 - ADA: 2 Arteria circunfleja 26 (20,2%) - SC derecho: 17 - ACD: 8 - Arteria pulmonar: 1 Tronco común izquierdo 6 (4,7%) - SC derecho: 3 - ACD: 3 Arteria descendente anterior 1 (0,8%) - SC derecho: 1 Tabla 3. Presencia de enfermedad ateroesclerótica P ACA (129) P sin ACA (9871) p - Sin lesiones Nivel lesional 37 (28,7%) 2.517 (25,5%) 0,47 - Lesiones < 50% 15 (11,6%) 1.329 (13,5%) 0,63 - Lesión de un vaso 33 (25,6%) 2.361 (23,9%) 0,74 - Lesión dos vasos 29 (22,5%) 1.638 (16,6%) 0,41 - Lesión tres vasos 13 (10,1%) 1.677 (17,0%) 0,05 2 (1,5%) 349 (3,5%) 0,33 77 (59,7%) 6.025 (61,0%) 0,83 - Lesión TCI - Total P con lesiones presentó más de una anomalía, lo que determina un total de 130 ACA. En cuanto a la presencia de enfermedad ateroesclerótica, (Tabla 3) cerca de 40% de los P no presentaba lesiones significativas (menos de 50% de obstrucción). Entre los con enfermedad significativa fue más frecuente la enfermedad de uno o dos vasos, sin que existieran diferencias en el grado de enfermedad coronaria entre los grupos. Si dirigidamente analizamos sólo las ACA comparadas con las que no lo son (Tabla 4), vemos que existió una diferencia significativa a favor de tener menos lesión coronaria en las ACA totales, así como en la ACD anómala. En la evolución hospitalaria, el tratamiento seguido se basó en la enfermedad ateroesclerótica encontrada y la patología por la cual fueron estudiados los pacientes, sin diferencias según la existencia o no de ACA. En sólo un paciente la presencia de ACA condicionó el tratamiento a seguir que consistió en cirugía de bypass coronario debido a la presencia de un TCI de nacimiento anómalo de trayecto intraarterial y síntomas de tipo isquémicos. Figura 1. A: Arteria coronaria izquierda normal. B: Ausencia tronco coronario izquierdo. C: TCI naciendo desde lado derecho, junto a ACD. D: Otro caso similar al anterior. Rev Med Chile 2010; 138: 7-14 9 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Nacimiento anómalo de las arterias coronarias - H. Ugalde et al Discusión Figura 2. A: Arteria coronaria derecha normal. B: Ausencia de ACD de su lugar habitual. C: ACD naciendo desde el SCI. D: Otro ejemplo de lo mismo. Figura 3. A: Arteria coronaria izquierda normal. B: Ausencia de ACX. C: ACX naciendo junto con ACD. D: ACX naciendo al lado de ACD. 10 La presencia de anomalías en las arterias coronarias es un fenómeno poco conocido y estudiado, al cual no se le ha considerado de relevancia, como lo demuestra la escasa información que aparece en los textos clásicos de cardiología14 y de angiografía15. Ya desde su definición existen dudas. En forma operacional aceptamos el postulado de Angelini13, quien define anomalía coronaria a la presencia de una alteración que ocurre en menos del 1% de la población. En base a esto, se describen los diferentes tipos de anomalías en las AC. Entre ellas tenemos alteraciones en el origen o nacimiento, en la estructura (como hipoplasias o aneurismas), en el trayecto (puentes musculares), el lugar de drenaje (fístulas) y otras 13. Pero son las primeras, es decir las anomalías en el nacimiento, las que han adquirido mayor connotación por su relación demostrada con la ocurrencia de MS, especialmente en jóvenes sometidos a estrés deportivo, en los cuales hasta 20% de los casos de MS se han adjudicado a estas anomalías1,2,3,7, lo cual especialmente ocurre con la presencia de origen anómalo del TCI en el SCD y de la ACD en el SCI, en particular cuando estas arterias realizan parte de su trayecto entre la arteria aorta y la arteria pulmonar (trayecto interarterial). La ocurrencia de ACA básicamente puede provocar tres problemas. El primero, como ya se mencionó, es la posibilidad de provocar MS, especialmente en situaciones de estrés físico. La razón por la cual puede ocurrir este evento es hasta ahora discutida. Se han planteado varias posibles explicaciones para este hecho, pero dada la falta de estudios en el tema y la nula posibilidad de replicar estas alteraciones en animales, aún no está claro cuál es lo más probable. Los plantea- Rev Med Chile 2010; 138: 7-14 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Nacimiento anómalo de las arterias coronarias - H. Ugalde et al Tabla 4. Enfermedad ateroesclerótica según tipo de arteria Arteria ACA - TCI 0/6 no ACA (0,0%) 349/9.994 p (3,5%) 0,51 - ACx 6/26 (30,0%) 3.692/9.974 (37,0%) 0,21 - ACD 24/97 (32,8%) 3.780/9.903 (38,2%) 0,001** 4.826/9.999 (48,3%) 0,97 - ADA 0/1 - Total arterias con lesión (0%) 30/130 (23,3%) 12.647/39.870 (31,7%) 0,04** Tabla 5. Publicaciones referidas a anomalías coronarias Autores (país) P estudiados P con ACA(%) ACA más común 1- Yamanaka y Hobbs (EEUU) 126.595 1,3 ACX 2- Gol et al24 (Turquía) 58.023 0,4 ACX (EEUU) 24.959 0,3 ACX 23 3- Click et al 9 4- Barriales-Villa et al (España) 23.300 0,4 ACX 5- Barriales-Villa et al5 (España) 13.500 0,5 ACX 6- Topaz et al 25 (EEUU) 13.010 0,6 ACD 7- Wilkins et al27 (EEUU) 10.661 0,8 ACX 8- Kimbiris et al (EEUU) 7.000 0,6 ACX 9- Engel et al29 (EEUU) 4.250 1,2 ACX (India) 4.100 1,0 ACD 26 28 10- Garg et al6 mientos más aceptados son la compresión arterial en el estrés en aquellas anomalías que involucran un trayecto interarterial, esto provocaría estrechez dinámica del lumen del vaso, lo cual podría provocar isquemia y las consecuencias que ésta puede inducir16,17. Otra posibilidad es un trayecto intramural en la pared de la aorta, esencialmente en la primera porción de la arteria, y esto podría provocar el mismo efecto compresivo con las mismas consecuencias16,18. La tercera posibilidad planteada es un nacimiento con excesiva angulación inicial, y esto se acentuaría ante situaciones de estrés y podría provocar también un fenómeno compresivo y la consecuente isquemia16,19. Otras hipótesis son la predisposición de estas arterias a desarrollar fenómenos vasoespásticos secundarios a daño endotelial en la zona del trayecto anómalo20 y, por último, se ha postulado una probable intususcepción de la parte proximal de la ACA en la aorta16. Todos los mecanismos expuestos podrían producir isquemia aguda o crónica, generando los elementos para la ocurrencia de arritmias po- Rev Med Chile 2010; 138: 7-14 tencialmente letales20. Un segundo problema es la probabilidad de provocar daño arterial con consecuencias en el territorio irrigado por la arteria al ser sometido un paciente con ACA no reconocida a cirugía, sea de by-pass coronario o valvular7,21 o, más raramente, en caso de cierre de foramen oval22. El tercer problema es la mayor dificultad técnica que involucra la cateterización de una ACA, lo que puede conducir a mayor uso de medio de contraste, radiación ionizante e incluso a inadecuado diagnóstico por no reconocer la ACA con la eventual necesidad de repetir el estudio7. Este estudio muestra que 1,29% de nuestros pacientes presentan al menos una ACA. Este porcentaje es semejante a los encontrados en los principales registros internacionales (Tabla 5). Cuando comparamos a los P con ACA con los que no presentan ACA podemos ver que no existen diferencias en las características generales de los grupos ni en los motivos por los cuales fueron estudiados. Al buscar dirigidamente alguna asociación con valvulopatía aórtica, vemos que en 11 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Nacimiento anómalo de las arterias coronarias - H. Ugalde et al ambos grupos esta valvulopatia ocurre con igual frecuencia, es decir, en nuestros P no existiría mayor frecuencia de ACA en los portadores de valvulopatía aórtica sometidos a angiografía como ha sido sugerido10,11,23. En relación a la posible asociación de ACA con mayor incidencia de enfermedad coronaria, tema en discusión5,9, nuestros P con ACA tienen, en general, el mismo nivel de ateroesclerosis que los pacientes sin ACA, y si comparamos sólo las ACA, con las no ACA vemos que las arterias anómalas en total tienen menor riesgo de presentar enfermedad ateroesclerótica, es decir, nuestros P con ACA tienen similar o menos ateroesclerosis que los sin ACA. Al analizar las ACA encontradas, se observa que en nuestra población predomina el origen anómalo de la ACD, lo cual difiere con un número importante de estudios en que la ACX es la ACA más frecuentemente encontrada4,5,8,9,27. Sin embargo, existen otros estudios en que la ACD6,7,26 aparece como más frecuente. Se ha postulado que existirían diferencias étnicas que podrían explicar estas discrepancias, pues la mayor parte de los estudios en que la ACX es predominante se realizaron en población anglosajona, pero en el último tiempo se ha publicado algún estudio en población similar en que la ACD es la anomalía predominante7, igualmente, algunos estudios de otras poblaciones en que la ACX aparece como la arteria anómala más frecuente5,25,28. Otra posible explicación para estos hallazgos es que la ACX anómala es de fácil diagnóstico, pues normalmente nace desde el TCI (Figura 3A) junto a la ADA y su ausencia es fácilmente reconocible (Figura 3B). Además, cuando es anómala habitualmente nace desde el tronco de la ACD o muy próximo a ella y se visualiza sin dificultad (Figura 3C, 3D). En cambio, en el nacimiento anómalo de la ACD desde el lado izquierdo, primero hay que pensar que es anómala si es que no se la encuentra en su sitio habitual (Figura 2B), pudiendo ocurrir que el operador la considere ocluida y no la busque o piense que está en otro sitio y no la encuentre por la dificultad para su cateterización. Ambas condiciones pueden minimizar el número de ACD anómalas detectadas. Pensamos que no son aún descartables diferencias de origen étnico, pero el elemento de falta de diagnóstico de la anomalía de la ACD nos parece una probabilidad a considerar. Otro elemento importante en las ACA es el trayecto que sigue la arteria desde el seno opuesto hacia 12 su territorio de irrigación. En caso de la ACD se han descrito varios trayectos, siendo más frecuente el interarterial4,5, en la ACX lo casi inevitable es un trayecto posterior a la aorta y en caso del TCI también existen varias posibilidades, siendo los trayectos anterior e interarterial los más comunes4,5. Definir cuál es el trayecto seguido por la arteria en un sistema visual plano, bidimensional como es la angiografía no es fácil, existen algunos métodos que nos ayudan30,31, útiles, pero no 100% exactos. Intentar determinar el trayecto es importante, pues en especial los trayectos interarteriales son los que se han definido como de mayor riesgo de MS. Existen exámenes alternativos útiles como la ecocardiografía convencional32,33 o transesofágica34 y otros más recientes como el angioTAC coronario35 o la resonancia nuclear magnética cardíaca36 que permiten definir con exactitud el origen y el trayecto de cada coronaria, pues tienen la ventaja de obtener imágenes tridimensionales, pero tienen un costo alto y también algún riesgo por el uso de radiación y medio de contraste, por lo cual no están siempre indicados. En nuestro registro, no se buscó determinar el trayecto seguido por las ACA. La mayoría de los informes de estos procedimientos, aunque consignan el hecho de existir una ACA, no intentan definir el trayecto de esta arteria. Este hecho nos muestra el poco interés que determina este hallazgo, considerado por muchos sólo eso, un hallazgo angiográfico. Esta conducta la creemos incorrecta, pues existen suficientes antecedentes como para considerar la presencia de una ACA como un problema para los pacientes. Se debería intentar siempre definir cuál es el trayecto seguido por la ACA y así entregar a los P y a sus médicos recomendaciones, e incluso plantear tratamientos más definitivos, como angioplastía coronaria37,38 o cirugía de by-pass39,40 pues a pesar de que estos P están en edad adulta, no podemos asegurar que no puedan presentar MS o algún otro evento asociado a isquemia miocárdica al ser sometidos a un estrés hemodinámico. En conclusión, este primer registro de anomalías en el nacimiento de las arterias coronarias en nuestro país muestra que este hecho ocurre en una frecuencia similar a lo descrito en la literatura, que la principal anomalía encontrada es el nacimiento de la ACD desde el lado izquierdo, lo cual es discordante con la mayoría de lo publicado, que los pacientes con ACA no son diferentes a los que no las tienen y que la presencia de ACA en nuestro Rev Med Chile 2010; 138: 7-14 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Nacimiento anómalo de las arterias coronarias - H. Ugalde et al medio no se asocia a enfermedad valvular aórtica ni a mayor grado de ateroesclerosis. Esperamos que el presentar estos datos logre motivar a reconocer este problema, así como también esperamos motivar a los investigadores clínicos de nuestro país a obtener y presentar datos que muestren nuestra propia realidad, y así basar nuestras conductas en la realidad de nuestra población. Referencias 1. Kragel A, Roberts W. 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Material and Methods: A blood sample, to measure anti-thyroid peroxidase antibodies and thyroid stimulating hormone (TSH) by chemoluminiscense assay, was obtained from 67 women and 62 men aged 45 ± 14 years, without a personal or familial history of thyroid diseases and normal thyroid palpation. The cutoff point of the manufacturer to consider positive a titer of anti-thyroid peroxidase antibodies was set at 35 IU/ml. Results: Twenty eight women and 28 men had positive antibody titers (43% of the sample). Subjects in the upper tercile of anti-thyroid peroxidase antibody titers had a higher TSH than those in the second tercile, although within normal limits (1.73 ± 0.74 and 1.37 ± 0.59 mIU/L, respectively p = 0.02) Conclusions: Forty three percent of the studied subjects without personal or familial history of thyroid diseases, had positive titers of anti-thyroid peroxidase antibodies. Further prospective studies should evaluate whether this observation discloses an increase in thyroid autoimmune disease in a population with increased iodine intake. (Rev Med Chile 2010; 138: 15-21). (Key words: Antibodies; Thyroid gland; Thyroid peroxidase). L uego de la instauración de la yodación obligatoria de la sal en la gran mayoría de los países del mundo, incluyendo al nuestro, la prevalencia de bocio endémico ha disminuido significativamente1,2 contrastando con el aumento en la prevalencia de la patología tiroidea de etiología autoinmune. En una revisión de la literatura sobre esta patología publicada recientemente, se describe una incidencia de hipotiroidismo en mujeres de 350/100.000 y en hombres de 80/100.000 por año, siendo mucho menor la encontrada para el hipertiroidismo, con una incidencia en mujeres de Sección de Endocrinología, Departamento de Medicina Interna. 2 Laboratorio de Endocrinología y Biología de la Reproducción. 3 Centro de Medicina Nuclear, Hospital Clínico de la Universidad de Chile. Santiago de Chile. a Tecnólogo Médico. 1 Trabajo Financiado por: Proyecto Organización Internacional de Energía Atómica. Universidad de Chile. [3000-7]. Recibido el 19 de agosto de 2009, aceptado el 14 de diciembre de 2009. Correspondencia: Dra. Verónica Araya Q. Sección de Endocrinología Hospital Clínico de la Universidad de Chile Santos Dumont 999 Independencia-Santiago Chile Fax: 56-2-777-6891 E-mail: [email protected] 80/100.000 y en hombres de 8/100.000 por año3. Estos resultados son similares a los reportados por Vanderpump en un seguimiento a 20 años de población americana4. Los anticuerpos antitiroídeos representan una importante herramienta en el diagnóstico de la patología tiroídea autoinmune. Los implicados en este tipo de enfermedades son: anticuerpos anti- tiroglobulina (ATg), anti-tiroperoxidasa (ATPO) y anti-receptor de TSH (TRAb)5,6. En la tiroiditis de Hashimoto, que es la patología tiroídea autoinmune de mayor prevalencia, el 15 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Anticuerpos anti-tiroperoxidasa en adultos chilenos - A. Lanas et al marcador más específico son los ATPO, encontrándose presentes en más de 90 % de los casos6-8. Estos auto-anticuerpos están dirigidos contra la enzima peroxidasa mitocondrial de la glándula tiroides9. Esta enzima cumple una función importante, catalizando la yodación de la tirosina en la tiroglobulina durante la síntesis de T3 y T4. Son anticuerpos citotóxicos y, por lo tanto, son responsables del daño directo de la glándula5-7,10,11. Se ha descrito una fuerte asociación entre ATPO positivos y un volumen tiroideo aumentado en sujetos con TSH elevada12. En el hipotiroidismo subclínico, se ha descrito la importancia de estos anticuerpos en la patogenia y progresión de la enfermedad, siendo su positividad uno de los criterios para iniciar terapia con tiroxina. Un nivel elevado de ATPO confiere un riesgo de 2,1% anual de desarrollar hipotiroidismo, 18 veces mayor que el de la población normal13. En la enfermedad de Graves, los TRAb son los marcadores específicos. Los ATPO se encuentran presentes en 75% de estos pacientes, y sus niveles descienden luego del tratamiento con drogas anti-tiroídeas8. Las técnicas de laboratorio disponibles en la actualidad son más sensibles para detectar la presencia de estos anticuerpos, lo que probablemente ha influido en el aumento de la prevalencia de ATPO positivos descrito en diferentes publicaciones. En el estudio poblacional realizado en Estados Unidos de Norteamérica, la prevalencia de ATPO positivos fue 13% y al incluir sólo a sujetos sin patología tiroidea fue 11,3%11. Se encontraron presentes con mayor frecuencia en mujeres, en sujetos de mayor edad y se correlacionaron en forma directa con los valores de TSH11. Otro trabajo mostró una prevalencia de 18,8% de ATPO o ATg en la población general14. En nuestro país se comunicó la presencia de ATPO en 9,8% de los pacientes que acudían a un control de salud en la ciudad de Santiago15, siendo esta cifra algo menor a lo descrito en la literatura internacional11,14. Al analizar la prevalencia de ATPO en zonas de déficit y exceso de yodo algunos autores no encontraron diferencias significativas16. El objetivo de este estudio fue conocer la frecuencia de ATPO positivos en individuos sin patología tiroidea de la ciudad de Santiago de Chile, participantes del estudio de valores normales de captación de 131Yodo realizado por nuestro grupo17. Además se buscó la asociación de los títulos de anticuerpos con los niveles de TSH y 16 con otras variables como edad, índice de masa corporal (IMC), sintomatología de disfunción tiroidea, cuadro depresivo y palpación anormal de la glándula tiroides. Pacientes y Método Se realizó un estudio observacional de corte trasversal. Se reclutó a voluntarios de ambos sexos, mayores de 18 años. La muestra correspondió a población de clase media, elegida al azar en centros universitarios y reparticiones de la zona norte de la ciudad de Santiago. Se excluyó a aquellos sujetos con antecedentes personales o de familiares directos de patología tiroidea, antecedentes de aumento de volumen o dolor cervical anterior, ingesta de hormonas tiroideas, utilización reciente de medios de contraste yodados o de medicamentos que alteren la fisiología tiroidea, embarazadas, puérperas o mujeres en lactancia, aquellos con índice de masa corporal (IMC) inferior a 20 o superior a 35 kg/m2 o con patologías crónicas: renal, hepática o neoplásica. A todos se les realizó anamnesis, examen físico completo y toma de muestra de sangre venosa para medición de TSH y ATPO. En la anamnesis se interrogó en forma dirigida acerca de la presencia de síntomas clásicos de hipo e hipertiroidismo, aplicando cuestionario tipo de síntomas clásicos. Se consideró cuadro clínico sugerente, la presencia de dos o más síntomas. Además se interrogó acerca de antecedentes de terapia o síntomas actuales de depresión. La palpación de la glándula tiroides fue realizada por dos examinadoras calificadas y se clasificó como normal o, anormal si esta se encontraba aumentada de tamaño, de consistencia o con alteraciones en su superficie. Este estudio contó con la aprobación del comité de ética del Hospital Clínico de la Universidad de Chile y todos los participantes firmaron un consentimiento informado. Para la determinación de los ATPO se utilizó un ensayo inmunométrico de quimioluminiscencia automatizado para equipo Immulite (DPC)18. Las muestras de suero fueron diluidas 1:101, en 1000 µl de un buffer matriz con conservante libre de anti-TPO, para eliminar la posible interferencia derivada de anticuerpos heterofílicos, que podrían estar presentes en el suero humano. El Rev Med Chile 2010; 138: 15-21 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Anticuerpos anti-tiroperoxidasa en adultos chilenos - A. Lanas et al valor mínimo detectable de esta técnica es 10 UI/ ml y el superior es 1.000 UI/ml, con un coeficiente de variación interensayo cercano a 10%; el valor considerado positivo para esta técnica es mayor a 35 UI/ml. Para la determinación de TSH también se utilizó la técnica de quimioluminiscencia Immulite (DPC). La sensibilidad de este ensayo es 0,004 mUI/L y el valor máximo leído es 75 mUI/L. El rango normal propuesto por el fabricante es de 0,4-4,0 mUI/L con un coeficiente de variación interensayo de 10%. Estadística: Para el análisis estadístico se utilizó el programa computacional Stata. Se realizó cálculo de medianas y promedios con sus respectivas desviaciones estándar (DS) para variables continuas. Para variables dicotómicas se utilizaron las pruebas de Chi cuadrado y prueba exacta de Fisher. Para las comparaciones entre grupos se utilizaron los tests: t-Student y Mann Whitney y para comparaciones múltiples se utilizó la prueba de Kruskal Wallis. Se consideró significativo un p < 0,05. Resultados Se reclutó a 144 voluntarios chilenos, residentes en la ciudad de Santiago, distribuidos en forma homogénea por década de edad. Se excluyó a 15 de ellos por las siguientes razones: 6 por palpación tiroidea anormal, 2 por presentar TSH bajo el rango normal y 7 por presentar TSH sobre el rango normal. La muestra estudiada estuvo compuesta por 129 sujetos, 62 hombres (48%) y 67 mujeres (52%), edad promedio 45,2 ± 14,4 años (rango 19 a 76). El valor promedio de TSH fue 1,54 ± 0,73 mUI/L (rango = 0,43-3,87). En 35,6% (n = 46) de los sujetos se encontró sobrepeso y en 17% (n = 22), obesidad. Diecisiete por ciento de los casos (n = 22) tenía hipertensión arterial. Las características por sexo de los sujetos se presentan en la Tabla 1. No se encontró diferencia significativa entre hombres y mujeres para los parámetros evaluados, excepto que la proporción de mujeres con síntomas de hipotiroidismo fue significativamente mayor con 29,8% vs 12,9% en los hombres (p = 0,0034). Cincuenta y seis sujetos (43,4%), 28 hombres y 28 mujeres, presentaron un título de ATPO positivo o sea, por sobre 35 UI/ml. La media fue 63,5 ± 94,1 UI/ml (rango: 10-660). No se encontraron diferencias significativas en cuanto a la edad, IMC y TSH entre los casos con ATPO positivo o negativo (Tabla 2). Al dividir los valores de ATPO en terciles y comparar los niveles de TSH en cada uno, encontramos una diferencia estadísticamente significa- Tabla 1. Características generales y por sexo de 129 sujetos adultos de la ciudad de Santiago sin patología tiroidea conocida Total Hombres Mujeres p n = 129 n = 62 n = 67 Edad (años) 45,2 ± 14,4 46,4 ± 14,6 44,1 ± 14,2 NS IMC (kg/m ) 26,3 ± 3,7 26,7 ± 3,6 25,8 ± 3,7 NS Sobrepeso (% (n)) 35,6 (46) 32,2 (20) 38,8 (26) NS Obesidad (% (n)) 17 (22) 20,9 (13) 13,4 (9) NS Síntomas de hipertiroidismo* (% (n)) 27,1 (35) 25,8 (16) 28,3 (19) NS Síntomas de hipotiroidismo** (% (n)) 21,7 (28) 12,9 (8) α 29,8 (20) α 0,0034 Síntomas de depresión*** (% (n)) 12,4 (16) 9,7 (6) 14,9 (10) NS HTA (% (n)) 17 19,3 (12) 14,9 (10) NS 2 TSH (mUI/L) ATPO (UI/ml) (% positivos) (22) 1,54 ± 0,73 1,55 ± 0,77 1,53 ± 0,7 NS 63,5 ± 94,1 (43,4) 53,8 ± 59,3 (45,2) 72,5 ± 117,4 (41,8) NS α Diferencia estadísticamente significativa. NS: No significativo. *Presencia de dos o más síntomas. ** Presencia de dos o más síntomas. ***Según los criterios de DSM IV. Rev Med Chile 2010; 138: 15-21 17 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Anticuerpos anti-tiroperoxidasa en adultos chilenos - A. Lanas et al Tabla 2. Características generales de los pacientes ATPO positivos (>35 mUI/dl) y ATPO negativos ATPO positivos ATPO negativos n = 56 n = 73 Mujeres (% (n)) 50 (28) 53,4 (39) NA Hombres (% (n)) 50 (28) 46,6 (34) NA 44,8 ± 14,2 45,6 ± 14,6 NS 26,2 ± 4 26,3 ± 3,4 NS Edad, años (Promedio ± DE) IMC (Promedio ± DE) p Sobrepeso (% (n)) 30,3 (17) 39,7 (29) NS Obesidad (% (n)) 19,6 (11) 15,1 (11) NS Síntomas de hipertiroidismo (% (n))* 39,3 (22) 17,8 (13) 0,001 Síntomas de hipotiroidismo (% (n))** 28,6 (16) 16,4 (12) 0,05 Síntomas de depresión (% (n))*** 19,6 (11) 6,8 (5) 0,02 1,45 ± 0,73 NS TSH (mUI/L) α α 1,64 ± 0,73 α α α Diferencia estadísticamente significativa. NA: No aplicable, NS: No significativo. *Presencia de dos o más síntomas. **Presencia de dos o más síntomas. ***Según los criterios de DSM IV. tiva entre el segundo y el tercer tercil, 1,37 ± 0,58 vs 1,73 ± 0,74 mUI/L (p = 0,02), sin diferencia con el primer tercil, 1,52 ± 0,82 mUI/L (Figura 1). Con respecto a la presencia de síntomas, 16 casos ATPO positivo (28,6%) refirieron dos o más síntomas sugerentes de hipotiroidismo pero, con un valor de T4 normal. No hubo diferencia estadística con respecto a los con ATPO negativo. En cambio, la proporción de individuos ATPO positivo que presentaron dos o más síntomas de hipertiroidismo fue significativamente mayor que en los ATPO negativo, 39,3% vs 17,8% (p = 0,001). Ninguno de ellos tuvo un nivel de T4 aumentado. Además, hubo diferencia estadística entre los ATPO positivo y negativo para la presencia de síntomas depresivos o tratamiento antidepresivo, 19,6% vs 6,8% (p = 0,02). Discusión Figura 1. Se muestra la distribución de los niveles de TSH por terciles de títulos de ATPO en 129 sujetos adultos sin patología tiroidea conocida. Se observa una diferencia significativa entre tercil 2 y tercil 3 (p = 0,02). 18 La presencia de ATPO sobre el límite de detección de los métodos de laboratorio puede observarse en gran parte de la población general pero, en la mayoría de los casos, no tienen significado patológico19. En nuestra muestra, 43,4% de los casos estudiados presentó ATPO positivo considerando el valor de corte del fabricante (35 UI/ml). Este porcentaje es considerablemente mayor a los publicados por otros autores en el extranjero y en nuestro país, los que fluctúan entre 9,8% y 18,8%11,14,15. Esto puede explicarse por diferencias en la sensibilidad de los métodos utilizados para la determinación de los ATPO o porque el valor de corte que discrimina entre positivo y negativo, es obtenido en otras poblaciones con características diferentes a la nuestra, las que no necesariamente han sido bien Rev Med Chile 2010; 138: 15-21 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Anticuerpos anti-tiroperoxidasa en adultos chilenos - A. Lanas et al especificadas. Por otra parte, aunque aplicamos estrictos criterios de exclusión para sujetos con antecedentes personales y familiares de algún problema tiroideo, tiroides alterado a la palpación o TSH fuera del rango normal, no podemos descartar un sesgo de selección al no corresponder a un muestreo aleatorio. Sin embargo, estos resultados pueden evidenciar un aumento real de la prevalencia de la patología tiroidea autoinmune en nuestra población, hecho que aún no ha sido bien evaluado en estudios prospectivos. Aunque no observamos diferencias en los valores promedio de TSH entre el grupo con ATPO positivo y los con ATPO negativo, los sujetos del tercil superior para ATPO tuvieron un nivel de TSH que fue significativamente mayor que los del tercil inmediatamente inferior, lo que coincide con lo descrito en otros estudios en que mayores títulos de ATPO se asocian con niveles de TSH más altos11. En cuanto a la relación de ATPO positivo y síntomas de hipotiroidismo, no se encontraron diferencias significativas pero, la presencia de síntomas de hipertiroidismo fue significativamente más frecuente en aquellas personas con ATPO positivo. En cambio, los síntomas de hipotiroidismo fueron significativamente más frecuentes en mujeres. Se debe considerar que todos estos síntomas son inespecíficos y no se correlacionaron con los niveles de T4 libre o TSH y tampoco tenían captación de 131Yodo alterada17. Esta observación, avala la subjetividad de este parámetro en la evaluación de una posible disfunción tiroidea, basado en la percepción de los sujetos. En cuanto al análisis por sexo, el título promedio de ATPO fue similar en hombres y mujeres, y tampoco hubo diferencias significativas para la distribución por sexo entre los casos ATPO positivo y negativo, lo cual difiere de lo presentado en la literatura de una mayor frecuencia de ATPO positivo en mujeres11. Consideramos que nuestra muestra fue homogénea en cuanto al número de sujetos por sexo y edad, por lo que nuestros resultados apuntarían a un aumento de la frecuencia de autoinmunidad también en nuestra población masculina. Este aumento de los títulos de anticuerpos podría estar relacionado con el aumento de la ingestión de yodo por la suplementación en la sal como profilaxis de la patología tiroidea por deficiencia de yodo20. En modelos animales susceptibles de desarrollar patología autoinmune, se ha demostrado un aumento de la infiltración Rev Med Chile 2010; 138: 15-21 linfocítica y de tiroiditis dependiente de la dosis de yodo ingerida21. Muzzo et al han demostrado en población escolar chilena una elevada excreción urinaria de yodo22. Series europeas y sudamericanas han demostrado un incremento de los títulos de anticuerpos antitiroideos, tiroiditis crónica demostrada por ecografía o histología y también de cáncer diferenciado de tiroides23-26. Otros autores han demostrado que en pacientes con hipotiroidismo subclínico, una mayor excreción urinaria de yodo se relaciona con un aumento más precoz de la TSH y de los anti-TPO27. En nuestros casos, no contamos con la medición de excreción urinaria de yodo ni con estudio ecográfico para evaluar la presencia de alteraciones estructurales del tiroides. Recientemente, se han publicado dos estudios realizados en poblaciones europeas, en los que se plantea que otros factores ambientales podrían contribuir al desarrollo de autoinmunidad tiroidea. El cese de fumar favorecería la aparición de anti-TPO y antitiroglobulina en mujeres adultas con antecedentes familiares de patología tiroidea autoinmune28. En otro estudio realizado en población escolar, las condiciones socioeconómicas desfavorables y exposición a agentes microbianos, podrían actuar como protectores para la aparición de anticuerpos antiroideos29. Nuestros sujetos fueron todos adultos de nivel socioeconómico medio y, aunque se reclutaron en un área específica de la ciudad, provenían de diferentes zonas de Santiago. Tampoco evaluamos dirigidamente el hábito de fumar. Por lo tanto, sería necesario realizar evaluaciones en diferentes estratos socioeconómicos y zonas del país para demostrar la influencia de estos factores. En suma, encontramos una alta frecuencia de ATPO positivos en una muestra de la población de Santiago de Chile, sin diferencias por edad o sexo, la que fue mayor a la encontrada en otras poblaciones, incluyendo estudios previos en nuestro país. Aunque esto podría corresponder a un sobre diagnóstico por los niveles de corte utilizados por algunos de los métodos de detección de ATPO actualmente en uso, no podemos descartar que esto se deba a un aumento real de la prevalencia de la patología tiroidea autoinmune en una población con ingesta suficiente de yodo, lo que se deberá evaluar realizando un estudio prospectivo. Agradecimientos: Agradecemos al Sr. Gabriel Cavada por su apoyo en el análisis estadístico. 19 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Anticuerpos anti-tiroperoxidasa en adultos chilenos - A. Lanas et al Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 20 Tellez R, Michaud P. Prevalencia de bocio en escolares de la zona de Pirque. Efectos de la yodación de la sal. 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These figures show a nearly exponential growth. The number of physicians/number of beneficiaries ratio increased from 1/630 to 1/569 in the last four years, due to the greater increase in the number of physicians than in the number of inhabitants. The future will show a similar trend in this ratio. The specialist/general practitioner ratio remains practically the same, as the number of physicians/beneficiaries ratio in the public system. The oversupply of physicians should alert authorities about the inconvenience of creating new medical schools and to carefully plan the relationship between the offer and demand of medical services. (Rev Med Chile 2010; 138: 22-28). Key words: Education, Medical; Public Health; Public Health administration. n los últimos 15 años se ha producido un crecimiento importante de las carreras de Medicina debido al aumento del número de Universidades, especialmente privadas. A las 12 carreras de Medicina existentes en el decenio pasado, que podemos considerar tradicionales, se han agregado 14 pertenecientes a otras tantas Universidades privadas, lo que hace un total de 26 carreras1,2. Esto determina que el número de médicos que van a estar vigentes en los próximos años va crecer en forma significativa y probablemente superará la necesidad de ellos en relación a la población nacional y a la demanda real de atenciones de salud3-5. Los posibles factores que condicionan la demanda de médicos en la situación actual del país serían la carga demográfica6, el aumento de la edad de la población7 y el eventual crecimiento de la necesidad de médicos como consecuencia de la reforma de salud8. Por tanto, para una adecuada planificación del recurso médico se hace necesario correlacionar la demanda real de atenciones requeridas por la po- 22 blación con la cantidad de profesionales médicos que la satisfagan. La oferta de atenciones médicas se puede inferir con cierta precisión por el número de médicos vigentes, pero la demanda total de ellas según la población a atender no se conoce con exactitud, sino en base a aproximaciones, utilizando indicadores disponibles para algunas enfermedades y mediante la demanda satisfecha por la oferta. El sistema público posee estadísticas muy aproximadas al respecto4,5,9-11. Las limitaciones para conocer exactamente la demanda obligan a recurrir a indicadores internacionales que relacionan el número de médicos con la población a atender. Los indicadores válidos para nuestra realidad son los de la OMS, que establece 1 médico por cada 600 habitantes y los de la OPS, que para los países de la región, propone 1 médico por cada 1.000 habitantes11-14. Estos indicadores, si bien útiles para establecer metas generales de salud, no consideran algunas limitantes, como la distribución regional, la relación urbano-rural y la del sector público con el privado. Además, las estadísticas de atención de salud no ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Evolución de la oferta de médicos. Chile 1993-2008 - O. Román A. miden las necesidades reales y no incluyen la demanda insatisfecha ni los tiempos de espera, por lo que es difícil correlacionar la oferta de médicos con los requerimientos de atención del país9,15-17. Otro problema en la planificación del recurso médico se refiere a la relación entre médicos generales y especialistas. En el sistema actual, se prioriza las atenciones secundaria y terciaria, que requieren especialistas, en desmedro de la atención primaria, que sirven los médicos generales y que constituye el pilar fundamental de la reforma de salud en marcha en el país8,11,18,19. Esta investigación tiene como objetivo establecer los cambios en la oferta de médicos en los dos últimos decenios en el país, con el objeto de cuantificarlos en su proyección futura. Metodología Como no se dispone de una estadística anual del número real de médicos vigentes en el país, éste se obtuvo, desde 1993 a 2003, de los datos comunicados por Goic3,19 en base a la estimación del número de titulados anualmente por las Escuelas de Medicina, sumados a los graduados en el extranjero y habilitados por ley para ejercer en el país. Para cada año, Goic calculó tasas estimadas de mortalidad y de retiro. Posteriormente, desde el año 2004 al 2008 las cifras se obtuvieron de las estadísticas reales elaboradas por el Departamento de Recursos Humanos del Ministerio de Salud, en base a un verdadero trabajo de inteligencia computacional que recogió datos de los registros del Consejo de Educación Superior respecto a las promociones de las carreras de Medicina de todas las Universidades, de los inscritos en el Colegio Médico de Chile, Fonasa, Servicio de Impuestos Internos (boletas y declaraciones) y Ministerio de Relaciones Exteriores y Universidad de Chile (reválida) para los inmigrantes4,20,21. Las estimaciones a futuro 2010, 2012 se obtuvieron aplicando una regresión lineal de las matrículas de todas las carreras de Medicina de las Universidades nacionales, modificadas por una tasa de abandono estimada en 3,5%21. Los médicos generales se han obtenido del registro del Departamento de Atención Primaria del Ministerio de Salud18 y los especialistas, de la información proporcionada por CONACEM y por las Escuelas de Graduados de las Carreras de Me- Rev Med Chile 2010; 138: 22-28 dicina22,23. Los datos demográficos se obtuvieron del Instituto Nacional de Estadística6. Resultados 1. Número de médicos. Desde el año 1993, en que el número estimado por Goic era de 15.4513, éste aumentó en forma muy moderada hasta 1998, año en que alcanza a 16.760 (Tabla 1). Luego, en los cortes sucesivos en los años 2004 y 2008, se incrementó significativamente, llegando a 29.996 en el último año. Las estimaciones del número de médicos, basadas principalmente en los egresos de las escuelas de medicina, han resultado inferiores al número real en todos los años, con excepción de la de 1998, que lo sobreestimó en un porcentaje bajo (6%). Ello se ha debido, probablemente en parte, a la inmigración de médicos extranjeros, que han aumentado desde 711 en 1990 a 3.239 en 20043,4. En total la estimación a futuro, para los años 2010 y 2012, calculada en base a las matrículas de todas las carreras actuales de medicina21, alcanza a 34.345 y 37.197 médicos, respectivamente (Tabla 1). La relación número de médicos por población total del país, de acuerdo a los resultados de los censos poblacionales de 1992 y 2002 del INE6 y de sus estimaciones hasta el 2012, ha variado desde 1 médico por 915 habitantes en 1994 a 1/894 en 1998, 1/630 en el 2004 y 1/569 en el 2008. La estimación del incremento de médicos y de población haría llegar este indicador a 1/533 en el 2010 y a 1/498 en el 2012 (Tabla 2). Al correlacionar los valores de nuestro indicador Nº médicos/población, con el referente teórico 1/600, que la OMS postula como adecuado11,16, se observa que se sitúa por debajo entre 1994 y 1998, Tabla 1. Total de médicos vigentes en Chile 1993-2008 y las estimaciones correspondientes hasta 2012 Año Número real Número estimado 1993 15.451 15.147 1998 16.760 17.941 2004 25.542 20.610 2008 29.996 24.449 2010 --- 34.345 2012 --- 37.197 23 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Evolución de la oferta de médicos. Chile 1993-2008 - O. Román A. Tabla 2. Relación entre número de médicos y población total. Chile 1994-2010 Año Nº médicos Población Médico/habitantes 1994 15.451 14.151.708 1/915 1998 16.760 14.996.647 1/894 2004 25.542 16.093.378 1/630 2008 29.996 16.611.101 1/553 2010 34.345* 17.094.270* 1/533* 2012 37.197* 17.402.630* 1/498* *: Cifras estimadas. lo iguala en el 2004 y lo sobrepasa en el 2008 (Tabla 2). Las extrapolaciones hasta el 2012 mantienen la tendencia al incremento. De los resultados obtenidos se desprende que el porcentaje de aumento del número de médicos es significativamente mayor que el del crecimiento vegetativo de la población (Figura 1). 2. Médicos egresados de las universidades nacionales. Los datos proporcionados por las Universidades y el Consejo de Educación Superior2,21 revelan un aumento decenal persistente pero moderado del número de egresados entre 1951 y 1991, Luego aumenta en forma notoria hasta el 2004, concordando con el incremento de los profesionales egresados de las carreras de medicina emergentes, la mayoría correspondiendo a las Universidades privadas24. Después hay un período de estabilización hasta el año 2007, para nuevamente crecer en el año 2008, alcanzando una cifra superior a los mil egresados por año (Tabla 3 y Figura 2). Por último, las cifras estimadas a futuro, basadas en el número de matrículas de todas las carreras de medicina, clásicas y emergentes, alcanzan a 1.366 profesionales en el año 2010 y 1.426 en el 2012. Los últimos incrementos reales y estimados, se deben a la incorporación de los profesionales egresado de las nuevas Universidades privadas24,25. 3. Relación Médicos generales y especialistas. En la Tabla 4 se muestra la evolución de la relación entre generalistas y especialistas desde 2004 a 2008. La proporción de médicos generales se redujo desde el 19 al 15% en los cuatro últimos años. Además, los especialistas certificados por CONACEM aumentaron en este período, pero su destino laboral hacia el sector público prácticamente no cambió, en tanto que aumentó hacia el sector privado18,22. Por otro lado, la distribución regional de los médicos en la atención de la población beneficiaria Figura 1. Comparación entre el porcentaje de aumento de médicos y de la población total. Chile 1994-2008. 24 Rev Med Chile 2010; 138: 22-28 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Evolución de la oferta de médicos. Chile 1993-2008 - O. Román A. FONASA, expresada como tasa por cada 10.000 beneficiarios, no ha variado significativamente en relación a lo comunicado por nuestro grupo en el año 2004. La Figura 3 muestra similar distribución regional, pero la tasa de especialistas aumentó de 4,9 a 6,3 y la de médicos generales se redujo Tabla 3. Médicos egresados de las universidades nacionales. Número real observado y estimación a futuro chile 1951 2012 Año Nº egresados Año Nº egresados 1951 120 2005 925 1961 250 2006 912 1971 350 2007 938 1981 500 2008 1.138 1991 530 2009 1.245 2001 615 2010 1.366 2002 738 2011 1.426 2003 718 2012 1.426 2004 918 Desde 2008 cifras estimadas de acuerdo a matrículas y abandonos calculados en 3,6% anual. levemente, de 2,3 a 1,9/10.000 beneficiarios4. El promedio nacional se mantuvo próximo a los 8,2 médicos por 10.000 beneficiarios18. En los últimos años el número de médicos vigentes en el país se ha podido determinar con mayor precisión gracias a que se ha perfeccionado el acceso a fuentes de información confiables, que ya hemos mencionado4,21,22. Ello ha permitido establecer que desde el año 2004 se ha producido un aumento real del número de profesionales, que ha superado al estimado por estudios previos2,3. Se ha reconocido que ello se ha debido al aumento de las carreras creadas por las Universidades privadas emergentes y a la inmigración de médicos, chilenos y extranjeros, titulados en Universidades del exterior1,4,24. Los inmigrantes también han aumentado significativamente desde 1993, alcanzando cifras cercanas al 10% del total de médicos registrados3,4. Ambos factores han determinado que los incrementos reales de médicos hayan superado las estimaciones desde los años 2004 a 20083,4. Sin embargo, el conocimiento del número de médicos no tiene valor si no se correlaciona con la población total del país a la que debe atender. La Tabla 2 y la Figura 1 muestran que el crecimiento porcentual del número de médicos es superior al de la población del país. Esta observación con- Figura 2. Médicos titulados anualmente en universidades chilenas desde 1951 a 2008. Número estimado hasta 2012. Rev Med Chile 2010; 138: 22-28 25 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Evolución de la oferta de médicos. Chile 1993-2008 - O. Román A. Tabla 4. Relación entre número de médicos generales y especialistas en el sistema de servicios de salud. Chile 2004-2008 2004 Tipo de médicos Nº 2008 % Nº % Total médicos registrados 8.519 Médicos generales 1.595 19 9.581 1.478 15 Médicos especialistas 6.924 81 8.103 85 Especialistas certificados* 2006 2008 Contratados SNSS 4.088 3.981 Sólo en sector privado 5.487 6.150 Figura 3. Tasa de médicos generales y especialistas por 10.000 beneficiarios Fonasa y su distribución regional. Corte 2008. cuerda con la de otros países. Así, en Canadá el crecimiento de la población ha aumentado en 72% desde 1970 a 2000, en tanto que el número de médicos lo ha hecho en 116%7. En Perú se ha observado un hecho similar, puesto que desde 1985 hasta 1996 la tasa de crecimiento geométrico de los médicos ha sido de 4% anual, en tanto que la del demográfico ha sido de 1,7% anual16. Respecto a la influencia de la edad de la población en el requerimiento de médicos, que podría determinar un aumento de éste, el estudio de Denton y col7 ha demostrado que el crecimiento demográfico total ha sido más importante que el de la edad en la necesidad de médicos7. 26 La evolución del número de médicos no tendría significación si no se lo analiza en función de la demanda de atenciones de salud, por cuanto si la relación inicial hubiera sido deficitaria en forma importante, el incremento de profesionales pudo haber sido justificado. Como la demanda real no se conoce con exactitud, puede ser estimada utilizando indicadores internacionales que relacionan el número de médicos con la población a atender. Para ello hemos escogido la relación 1/600, de acuerdo a la OMS11 como un referente para determinar en forma aproximada y global la evolución de la relación oferta y demanda de médicos en el país. Este indicador ha crecido en forma importan- Rev Med Chile 2010; 138: 22-28 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Evolución de la oferta de médicos. Chile 1993-2008 - O. Román A. te, desde cifras inferiores al referente internacional en el año 1994 a superiores en el año 2008 y en las estimaciones hasta el 2012 (Tabla 2). Si bien el aumento de la relación médicos/ población puede ser considerado favorable, debe ser evaluado en función de las necesidades de atención de la población. Si bien éstas no se conocen con exactitud, es preciso señalar algunos hechos importantes que pueden hacerlas variar a futuro. Uno de ellos es el envejecimiento poblacional, que significa mayor carga de enfermedades, aunque haya sido subvalorada por el estudio de Denton y col., que ya hemos comentado7. Otro factor es el aumento de la necesidad de especialistas y médicos generales que requiere la Reforma de Salud para la implementación de una atención garantizada de 56 patologías5,17. El Ministerio de Salud ha reconocido una brecha en la necesidad de horas médicas para satisfacer esas patologías GES (garantías explícitas de salud)4,5,10,17. Por otro lado, también existe carencia de médicos en función de las necesidades del sistema público de salud. En efecto, la tasa global de médicos para la población beneficiaria FONASA es de 8,2/10.000 personas, inferior a la recomendada por la OPS para los países de la región, que es de 10 médicos/10.00014. Respecto al aumento de las carreras de medicina, es preciso señalar que de las 26 carreras de medicina hasta el 2008, 10 iniciaron su funcionamiento desde el 2001 y ha habido egresados de la la casi totalidad de ellas. En consecuencia, existe un aumento creciente y significativo en la producción de médicos por las universidades nacionales, como se observa en la Figura 2 y Tabla 3). El incremento de egresados, tanto de Universidades públicas como privadas, obliga a realizar una mirada atenta a la calidad de la formación25,26,27. Por ello adquiere relevancia el proceso de acreditación de las carreras que se ha cumplido en 7 de las 14 carreras emergentes2,21,26. Además, la muy posible sobreoferta de médicos en el futuro próximo debe hacer reflexionar sobre la inconveniencia de la creación de nuevas carreras de medicina y de la necesidad que exista una planificación conjunta de la formación médica y las necesidades de la población entre el Ministerio de Salud y el Consejo de Educación Superior12,21. En este proceso debería adquirir relevancia la Comisión Nacional Docente-Asistencial2,27,29. Por otra parte, el crecimiento casi exponencial Rev Med Chile 2010; 138: 22-28 de la oferta de médicos en el país es preocupante porque hace plantear la interrogante si se ha llegado a una saturación del mercado de la salud y por tanto a la posibilidad de cesantía profesional, como se ha señalado en otros países4,16. Sin embargo, es posible que no se haya alcanzado en el país un punto de saturación de la oferta, por cuanto desconocemos la realidad del sector privado, que recibe más de la mitad de la producción de médicos, especialmente en calidad de especialistas4,18,22. El único indicador de saturación del sector privado sería un aumento de postulantes a las becas y cargos del sector público en la atención primaria de salud, lo que ha comenzado a ser observado por el Ministerio de Salud18, 26. Además es necesario reconocer que las cifras comunicadas son eminentemente de tipo cuantitativo, y no informan sobre la calidad del proceso docente y de su correlación con las necesidades asistenciales2,20,24. Tal vez el Examen Médico Nacional podría ser una cierta aproximación al problema de la calidad de los egresados de las distintas Universidades del país, pero es evidente que no mide habilidades ni criterios clínicos necesarios, tanto para los egresados nacionales como extranjeros28. En cuanto a la proporción de médicos generales y especialistas, ella se ha mantenido similar a la de 4 años atrás, lo que revela que las medidas tomadas por el Ministerio de Salud y las Municipalidades para reducir la brecha en la atención primaria, estimada en cerca de 1.200 profesionales, no han tenido un resultado efectivo. La relación en el sistema público se mantiene aproximadamente en un 65 versus 35%4,14,18. Con respecto al sector privado, hasta el año 2008, CONACEM ha certificado 6.150 especialistas, en tanto que los correspondientes al sector público llegan sólo a 3.9814,23. El predominio de especialistas en el sector privado sugiere que en éste los médicos tienen mejores expectativas económicas y de progreso tecnológico. Además, en el sector público no se ha producido un aumento de los cargos médicos en el sistema, por lo que, frente a la ausencia de una normativa al respecto, se ha debido recurrir al sistema de contratos a honorarios para paliar la brecha de especialistas, que se ha hecho crítica en lo que concierne al sistema GES o de garantías en salud5,26. En resumen, conocida la eventual sobreoferta de médicos producida hasta el presente, el escaso 27 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Evolución de la oferta de médicos. Chile 1993-2008 - O. Román A. aumento de cargos en los servicios de salud y municipalidades, y el marcado predominio de especialistas versus generalistas, se hace necesario planificar en mejor forma la producción de profesionales en relación a las necesidades de salud de la población. Agradecimientos: A Luis Echavarría, Ingeniero Comercial USACH y Magíster en Administración hospitalaria, U. Autónoma de Chile y a Fabiola Galleguillos, Administradora Pública. 13. 14. 15. 16. Referencias 17. 1. 18. Cruz Coke R. Las Universidades chilenas 1981-2004. Rev Med Chile 2004; 132: 43-8. 2. Armas Merino R, Goic A. Informe sobre la situación actual de la Educación Médica en Chile. Comité de Educación Superior. Academia de Medicina. 2008 Publ. Academia de Medicina. 3. Goic A. Disponibilidad de médicos en Chile y su proyección a mediano plazo. Cinco años después. Rev Med Chile 1999; 127: 1183-88. 4. Román O, Acuña M, Señoret M. Disponibilidad de médicos en Chile al año 2004. Rev Med Chile 2006; 134: 1057-64. 5. Ministerio de Salud. Secretaría Técnica del Régimen de Garantías. Capacidad instalada del sector público de Salud. Informe país. 2006. 6. Instituto Nacional de Estadísticas. Informe censal de población del país y sus estimaciones anuales. (2008). 7. Denton FT, Gafni A, Spencer B G. Requirements for physicians in 2030: Why population aging matters less than you may think. CMAJ 2003; 168: 1545-47. 8. Diario Oficial. Ley 19.937. Modifica el DL. 2.763 de 1979 con la finalidad de establecer una nueva concepción de la autoridad sanitaria, distintas modalidades de gestión y fortalecer la participación ciudadana. Febrero 2004. 9. Departamento de Estadística e Información de Salud (DEIS). Ministerio de Salud. Algunos indicadores de salud. http//www.minsal.cl 10. Ministerio de Salud. Verificación del costo esperado por beneficiario del conjunto priorizado de problemas de salud con garantías explícitas. Informe Integrado. Enero 2007. 11. Organización Mundial de la Salud. 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UNESP Universidade Estadual Paulista, Rio Claro. Brazil. 2Department of Collective Health. 3 Department of Physical Education. Universidade Estadual de Londrina, Londrina. Brazil. 4 Department of Physical Education. UNESP Univ Estadual Paulista, Presidente Prudente. Brazil. 5 Department of Physical Education. Universidade Federal de Santa Catarina, Florianópolis, Brazil. 1 Background: Television viewing (TV viewing) is an important indicator of physical inactivity. Aim: To analyze the prevalence of different leisure time behaviors and TV viewing among healthy adults and their association with overweight. Material and Methods: Cross sectional survey in which 1061 females and 925 males aged 30 years old or more, answered a self administered questionnaire about physical activity. Respondents were classified according to frequency participation in sports, walking, cycling and TV viewing. Body mass index (BMI) was derived from self reported weight and height. Results: Less than 30% of individuals participated regularly in sports and less than 15 and 5% reported a high frequency of walking and cycling, respectively. Subjects regularly engaged in sports had a lower BMI. After adjustments, low cycling frequency and high TV viewing were associated with overweight in men and women, respectively. Conclusions: The prevalence of physical inactivity during leisure time is high among Brazilian adults and associated to obesity. (Rev Med Chile 2010; 138: 29-35). Key words: Brazil; Cross-sectional study; Overweight; Sports. Asociación entre actividad física en tiempo libre con sobrepeso en adultos sanos Recibido el 13 de Julio de 2009, aceptado el 14 de diciembre de 2009. Correspondencia a: Rômulo A. Fernandes UNESP Univ Estadual Paulista. Rua Roberto Simonsen, 305. Presidente Prudente – SP, Brazil. ZIP Code: 19060-900. Phone# 55 (18) 3229-5345, Fax: 55 (18) 3221-5681. E-mail: [email protected] Antecedentes: Ver televisión tiene una estrecha asociación con sedentarismo. Objetivo: Evaluar las actividades de tiempo libre de adultos sanos y el hábito de ver televisión y su asociación con sobrepeso. Material y Métodos: Estudio de corte transversal en el cual 1.061 mujeres y 925 hombres de 30 años de edad y mas contestaron una encuesta auto administrada acerca de actividad física en tiempo libre. Los sujetos fueron clasificados de acuerdo a la frecuencia con que practicaban deportes, caminaban, andaban en bicicleta y veían televisión. El índice de masa corporal (IMC) se calculó utilizando el peso y talla que los sujetos informaron tener. Resultados: Menos del 30% de los individuos practicaban deportes regularmente y menos del 15 29 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Leisure behaviors and overweight - R. A. Fernandes et al y 5% informaron caminar o andar en bicicleta frecuentemente. Los individuos que practicaban deportes en forma regular tenían un IMC menor. Después de ajustar los datos, una baja frecuencia de ciclismo y una alta frecuencia de ver televisión, se asociaron con sobrepeso en hombres y mujeres, respectivamente. Conclusiones: Existe una asociación entre falta de actividad física recreativa y sobrepeso en este grupo de adultos. O verweight and physical inactivity are two risk factors, which present strong relationship between them and have been associated with a variety of unhealthy outcomes1-3. Television viewing (TV viewing) is an important indicator of physical inactivity, because the number of television sets per person increased following the overweight trend4 and frequently it is associated with adiposity and metabolic risks during adulthood5,6. A conceptual model to explain the association between sedentary behavior and cardiovascular risk factors could be the decreased physical activity level (PAL) which would be associated with increased time spent in sedentary behavior, such as TV viewing. However, some authors have indicated the existence of a dissociation between amount of time spent in physical activity during leisure time and TV viewing and hence, that TV viewing and PAL should be regarded as separate behavior that relate to different cardiovascular risk factors5. Few studies, however, have considered active behavior and TV viewing as separated entities and explored its impacts on body composition. Moreover, most of these were carried out in highincome countries, where physical activity patterns are different from those observed within low and middle-income ones7. In developing countries, this issue has not been the focus of studies and, consequently, there is a lack of data about it. Thus, the purposes of the presented study were (i) to analyze the prevalence/ correlates of different leisure time behavior and (ii) to investigate the association between overweight and both active and inactive behavior as separate entities. Methods Sample: A cross-sectional study with adults (≥ 30 year-old) residents in Presidente Prudente 30 (~200.000 habitants), Brazil, was carried out from July to October 2007. The sample size of 550 subjects was estimated assuming a physical activity prevalence in Brazilian adults of 59%8 (error of 4.1 percentage points), power of at least 80% to detect differences and significance of 5%. However, the number of individuals actually enrolled in the study was much higher (n = 1.986 subjects of both genders), because this study was part of another larger public health survey. The sample was primarily contacted through children from six out of 36 schools, randomly selected. The students (aged 11 to 17 years) received a written informed consent and two questionnaires (behavior during leisure time and anthropometric data) which were sent to their parents, and were fulfilled at home. Out of the 2200 eligible students, 1.001 (57%) returned with theirs parents’ data, totaling a sample size of 1.986 subjects (female n = 1.061 and male n = 925; p = 0.002) aged 30 and over. The study was approved by the Ethics Committee for Research of the Sao Paulo State University from Presidente Prudente and written informed consent was obtained from participants prior the survey. Nutritional status: Overweight and obesity Both parents self-reported their body weight, height and schooling (years of formal education). The body mass index (BMI), body weight, in kilograms, divided by the square of the height, in meters, was used to classify the nutritional status of the subjects in overweight (≥ 25 and < 30 kg/m2) and obesity (≥ 30 kg/m2). Physical activity: sports, active leisure time behavior and TV viewing Regular participation in sports was defined as all moderate/vigorous intensity sport activities enrolled for, at least, three months before evaluation. Active and sedentary behaviors were also collected utilizing the same questionnaire9. The Rev Med Chile 2010; 138: 29-35 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Leisure behaviors and overweight - R. A. Fernandes et al Table 1. Sample’s general characteristics grouped into gender and frequency of leisure behaviors MEN (n = 925) WOMEN (n= 1.061) LOW-F MID-F HIGH-F LOW-F MID-F HIGH-F Median(IR) Median(IR) Median(IR) Median(IR) Median(IR) Median(IR) Walking Walking Age (years) 40.7 (8.8) 42.2 (9.8) 43.1 (11.8)* 39.1 (8.7) 39.1 (8) 40.2 (7.9) Height (m) 1.72 (0.10) 1.73 (0.10) 1.73 (0.10) 1.60 (0.08) 1.60 (0.09) 1.60 (0.12) Weight (kg) 80.1 (18) 78.1 (18) 74.1 (18.5)* 64.5 (16) 65 (14) 63.1 (13) BMI (kg/m2) 26.5 (4.9) 26.2 (4.9) 25.1 (4.5)* 24.9 (6.1) 24.8 (5.1) 23.8 (5.5) Age (years) 41.8 (9.5) 40.7 (9.2) 40.7 (7.5) 39.5 (8.5) 37.5 (6.8) 37.4 (10.6)* Height (m) 1.73 (0.09) 1.70 (0.11) 1.70 (0.10)* 1.60 (0.09) 1.63 (0.09) 1.66 (0.08)* Weight (kg) 80.1 (19) 76 (17) 76 (15)* 65 (14) 63 (16) 65 (7.2) BMI (kg/m ) 26.3 (4.8) 25.9 (4.2) 24.8 (4.6)* 24.8 (5.5) 24.3 (5.1) 23.3 (6.7) Age (years) 42.7 (13.3) 41.4 (9.2) 41.1 (8.2) 39.1 (8.2) 39.3 (8.1) 38.2 (9.1) Height (m) 1.73 (0.10) 1.72 (0.10) 1.72 (0.11) 1.60 (0.08) 1.60 (0.09) 1.60 (0.10) Weight (kg) 80 (18) 78 (17) 79.5 (19.5) 62 (14.7) 64 (14) 65 (17)* BMI (kg/m ) 26.9 (5.3) 26.1 (4.7) 26.3 (5.6) 24.1 (4.7) 24.4 (5.1) 25.1 (6.5)* Cycling 2 Cycling TV viewing 2 TV viewing *= Kruskal-Wallis test with p<0.05; LOW-F= Low frequency; MID-F= Mid frequency; HIGH-F= High frequency; BMI= Body mass index. Table 2. Association between gender, sports and leisure time behaviors among adults Men N. Status Walking Cycling TV viewing Sports Women χ2 Men N (%) N (%) Normal BMI 314 (33.9) 577 (54.4) PR (95%CI) Overweight 439 (47.5) 347 (32.7) 1.58 (1.42-1.76) Obesity 172 (18.6) 137 (12.9) 1.57 (1.38-1.80) LOW-F 466 (50.7) 460 (43.5) Mid-F 359 (38.9) 471 (44.5) High-F 100 (10.4) 130 (12) LOW-F 672 (73.7) 924 (88.1) Mid-F 196 (20.9) 116 (10.5) 1.50 (1.35-1.67) High-F 57 (5.4) 21 (1.4) 1.82 (1.57-2.11) LOW-F 124 (13.1) 135 (12.8) Mid-F 558 (60.7) 655 (62) 0.97 (0.84-1.12) High-F 243 (26.2) 268 (25.2) 1.00 (0.85-1.18) NO 685 (74.1) 829 (78.1) YES 240 (25.9) 232 (21.9) 0.001 0.001 1.00 1.00 0.85 (0.77-0.94) 0.85 (0.72-1.00) 0.001 0.806 0.041 1.0 1.0 1.0 1.12 (1.01-1.24) LOW-F= Low frequency; MID-F= Mid frequency; HIGH-F= High frequency; PR= Prevalence ratio; 95%CI= 95% confidence interval; N. STATUS= Nutritional status. BMI= Body mass index. Rev Med Chile 2010; 138: 29-35 31 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Leisure behaviors and overweight - R. A. Fernandes et al frequency (never; seldom; sometimes; often; very often) of these behaviors (active = walking and cycling; sedentary = TV viewing) were collected and grouped into three categories: Low frequency (LOW-F= never and seldom), Mid frequency (MID-F= sometimes and often), and High frequency (HIGH-F= very often). Data’s reliability To test the reproducibility of the parents’ self reported data, thirty parents were randomly selected to be interviewed at school. All the interviews at school were performed by a trained researcher in a reserved room (questionnaires and anthropometry). The kappa coefficient between the two measures was high (schooling [k = 1.0]; BMI ≥ 25 kgm2 [k = 0.85]; regular participation in sports: yes/no [k = 0.80]). Statistical procedure Normality was assessed and rejected (K-S test). Thus, numerical variables were compared with both Kruskal-Wallis and Mann-Whitney tests. The chi-squared test (χ2) was used to evaluate associations between overweight and all leisure time behaviors. After the χ2 use, the Poisson regression with robust variance10, represented by the prevalence ratio (PR) and 95% confidence interval (95%CI), was carried out. For the categorical variables, the agreement level was analyzed by the Kappa statistic. STATA 8.0 was used in all statistical procedures and significance level was set at 5%. Results Table 1 shows the general characteristics of the sample grouped into gender and frequency of leisure time behaviors. For male gender, the subjects situated in the highest frequency of walk (p = 0.001) and cycle (p = 0.010) presented BMI values significantly lower than the two other lowest frequency groups. For female gender, the group located in highest frequency of TV viewing presented the highest BMI values (p = 0.001). The regular participation in sports was structured as a dichotomized variable (yes/no), and in both male (Yes: 25.8 kg/m2 and No: 26.5 kg/m2; p = 0.021) Table 3. Association between overweight and different leisure time behaviors among Brazilian adults Men (n= 925) Overweight Crude PR (95%CI) Adjusted PR (95%CI) Women (n= 1061) Overweight Crude PR (95%CI) Walking Adjusted PR (95%CI) Walking Low-F Reference 1.00 Reference 1.00 Reference 1.00 Reference 1.00 Mid-F 0.94 (0.85-1.04) 0.92 (0.83-1.02) 0.91 (0.79-1.05) 0.92 (0.80-1.06) High-F 0.78 (0.64-0.95)* 0.78 (0.65-0.95)* 0.86 (0.68-1.08) 0.85 (0.67-1.06) Low-F Reference 1.00 Reference 1.00 Reference 1.00 Reference 1.00 Mid-F 0.94 (0.83-1.05) 0.96 (0.85-1.09) 0.88 (0.70-1.12) 0.89 (0.70-1.13) High-F 0.74 (0.56-0.98)* 0.80 (0.60-1.06) 0.71 (0.34-1.47) Cycling Cycling TV viewing 0.66 (0.32-1.36) TV viewing Low-F Reference 1.00 Reference 1.00 Reference 1.00 Reference 1.00 Mid-F 0.98 (0.85-1.12) 0.96 (0.84-1.11) 1.17 (0.93-1.48) 1.17 (0.93-1.48) High-F 0.97 (0.83-1.13) 0.98 (0.84-1.15) 1.39 (1.09-1.78)* Sports 1.34 (1.05-1.72)* Sports NO Reference 1.00 Reference 1.00 Reference 1.00 Reference 1.00 YES 0.90 (0.80-1.01) 0.87 (0.78-0.98)* 0.86 (0.72-1.02) 0.88 (0.74-1.05) *= p<0.05; LOW-F= low frequency; MID-F= Mid frequency; HIGH-F= high frequency; PR= prevalence ratio; 95%CI= 95% confidence interval; Adjusted PR= adjusted by schooling. 32 Rev Med Chile 2010; 138: 29-35 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Leisure behaviors and overweight - R. A. Fernandes et al Table 4. Multivariate model for association between overweight and different leisure time behaviors among Brazilian adults Presence of Overweight or Obesity Walking Cycling TV viewing Sports Men (n = 925) Women (n = 1.061) Total (n = 1.986) Adjusted PR (95%CI) Adjusted PR (95%CI) Adjusted PR (95%CI) LOW-F Reference 1.00 Reference 1.00 Reference 1.00 Mid-F 0.95 (0.86-1.05) 0.95 (0.82-1.10) 0.92 (0.84-1.01) High-F 0.85 (0.69-0.99)* 0.91 (0.71-1.17) 0.83 (0.71-0.98)* LOW-F Reference 1.00 Reference 1.00 Reference 1.00 Mid-F 0.97 (0.86-1.10) 0.90 (0.71-1.15) 1.02 (0.91-1.14) High-F 0.82 (0.61-1.11) 0.65 (0.32-1.33) 0.84 (0.64-1.12) LOW-F Reference 1.00 Reference 1.00 Reference 1.00 Mid-F 0.95 (0.83-1.10) 1.23 (0.96-1.57) 1.06 (0.92-1.21) High-F 0.98 (0.84-1.15) 1.42 (1.09-1.83)* 1.16 (1.00-1.34)* NO Reference 1.00 Reference 1.00 Reference 1.00 YES 0.91 (0.80-1.02) 0.95 (0.79-1.15) 0.95 (0.85-1.06) *= p<0.05; LOW-F= low frequency; MID-F= Mid frequency; HIGH-F= high frequency; PR= prevalence ratio; 95%CI= 95% confidence interval; Adjusted PR= adjusted by schooling. Figure 1. Association between regular participation in sports and nutritional status in Brazilian adults of both genders. and female gender (Yes: 23.9 kg/m2 and No: 24.6 kg/m2; p = 0.048), the BMI medians values of the group “yes for regular participation in sports” were significantly lower than the other group. Individuals were classified as overweight or obese 66.1% (n = 611) in male gender and 45.6% (n = 484) in female gender (p = 0.001). Men presented higher rate of engagement in cycling and regular participation in sports during leisure Rev Med Chile 2010; 138: 29-35 time than women (Table 2). During leisure time, women were more engaged in walk than men only in MID-F group. The associations between nutritional status and each leisure time behaviors are shows in Table 3. Even after adjusts for the confounders, there was an association between overweight and walking/sports for male gender and between overweight and TV viewing on female gender. 33 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Leisure behaviors and overweight - R. A. Fernandes et al Figure 1 presents the associations between regular participation in sports and nutritional status. The positive answer for regular participation in sports was negatively associated with obesity in males and marginally significant in females. In the final regression model, sedentary and active behaviors were simultaneously entered in the Poisson regression as independent variables (Table 4). The association between overweight and walking in men and overweight and TV Viewing in women remained significant after this new adjustment. Discussion The prevalence of overweight/obesity was high (55.1%) in this population sample and higher in men (66.1%) than in women (45.6%). These rates are higher than those observed in 2003 in Brazilian men (49%) and women (52.8%)11 and are similar to Australians’ self-reported data, where the overall overweight rate was 49.9% (male= 60% and female = 45%)12. In agreement with our data, the last national surveys (1973, 1989, and 2003) indicated that overweight increased and constitutes a public health problem which must be closely monitored. In developing countries, the prevalence of physical inactivity among adults is high8,13, and our data are similar, since during leisure time less than 30% of the analyzed sample participated regularly of sports, and less than 15% and 5% reported highest frequency of walking and cycling, respectively. Approximately one out of ten (11.2%) subjects reported a high frequency of walking while only 3.3% reported a high frequency of cycling. This higher practice of walking than cycling was also reported by Wendel-Vos et al14, in adults from a Dutch town. There is not data about cycling in Brazilian population, however, walking is a common physical activity in developed and developing nations, as well as is an inexpensive/more accessible activity than cycling, characteristics which could explain this more elevated practice of walking in the general population. The gender is an important confounder in the epidemiology of physical activity, where men are more physically active than women5,13-15. In our sample, both highest frequency of cycling and regular participation of sports were associated with male gender, while walking frequency (HIGH-F) was similar in both genders. The observed dis34 sociation between walking and gender, and the association between male gender and sports are in agreement with previous researches in Brazilian adults. Hallal et al13, reported that men walk more than women in all-domains of physical activity, but these differences did not remain significant in the leisure time activities. Furthermore, men are more likely to practice physical activities of vigorous intensity such as sports and exercise, while women practice more non structured/ light activities such as dance and housework5,16. Recently, Gonçalves et al17, reported that Brazilian male adolescents have more social and family support to engage in physical activities than female. Moreover, in Brazil the occurrence of perceived personal barriers to engagement in leisure-time behaviors is more frequent in the female gender7. In both genders high PAL has been associated with reduced adiposity/plasma lipid profile5,18, and TV viewing with increased metabolic risk factors5,6. When numerical variables are analyzed, the information from our study agreed with these previous data, where highest BMI values were observed in men grouped in lowest frequency group for walking and cycling. However, this difference was observed only in males, because in women only highest frequency group for TV viewing presented significantly increased BMI values. When the categorized variables are analyzed in men, the highest frequency group for cycling (crude model) and walking were associated with lower occurrence of overweight. In the adjusted model, after adjustment for confounders, only walking remained statistically significant. In females, only TV viewing was associated with a higher frequency of overweight. In both genders, the effects of walking and TV viewing remained significant even after analysis of all leisure time behaviors simultaneously as independent variables, indicating independent effects over overweight among these variables and agreeing with Aadahl et al5. TV viewing seems to be positively associated with adiposity in different ways (e.g., unhealthy eating or snacking), while the physical activity is associated with lower adiposity due to larger use of nutrients as source of energy to perform physical activity. Cleland et al.19 verified that the association between TV viewing and waist circumference was attributed partially to the consumption of foods while TV viewing, but not for the reduction of the total physical activity. Rev Med Chile 2010; 138: 29-35 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Leisure behaviors and overweight - R. A. Fernandes et al In the present study, the subjects of both genders that regularly engaged in sports of moderate or vigorous intensity, at least three months before the survey, presented lower BMI values than those not engaged. In addition, although it was not possible to analyze accurately the intensity or a prior period of engagement in walking and cycling, our data showed that the highest frequency of PA practice was associated to overweight, indicating the relevance of inclusion the PA in the people lifestyle, instead of only increasing the intensity. The present study has several strengths, such as its large sample size and reliability of its selfreported measures; but its limitations also should be recognized. Thus, the cross-sectional design cannot establish a causal relationship between independent variables and overweight and for this reason it constitutes the main limitation of this survey. In conclusion, our data indicate that the prevalence of physical inactivity during leisure time is high among Brazilian adults and also is strongly associated with gender. Furthermore, TV viewing and active behaviors during leisure time are dissociated entities and, also, differently and independently associated with overweight in each gender. Acknowledgments: The CAPES by the financial support. References 1. 2. 3. 4. 5. 6. Chenoweth D, Leutzinger J. The economic cost of physical inactivity and excess weight in American adults. J Phys Act Health 2006; 3: 148-63. Grover SA, Coupal L, Lowensteyn I. Determining the cost-effectiveness of preventing cardiovascular disease: are estimates calculated over the duration of a clinical trial adequate? Can J Cardiol 2008; 24: 261-6. Bakhai A. How to cost cardiovascular care. Heart 2008; 94: 549-51. Wang Y, Monteiro C, Popkin BM. Trends of obesity and underweight in older children and adolescents in the United States, Brazil, China, and Russia. Am J Clin Nutr 2002; 75: 971-7. Aadahl M, Kjaer M, Jorgensen T. Influence of time spent on TV viewing and vigorous intensity physical activity on cardiovascular biomarkers. 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Am J Clin Nutr 2008; 87: 1148-55. 35 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Rev Med Chile 2010; 138: 36-43 El financiamiento público de la investigación en salud en Chile GUILLERMO PARAJE Escuela de Negocios, Universidad Adolfo Ibáñez. PhD en Economía, Universidad de Cambridge (Reino Unido). Para el siguiente trabajo se recibió ayuda financiera del Global Forum for Health Research que no tuvo influencia ni en el diseño del estudio, ni en la recolección, análisis o interpretación de los datos. Recibido el 21 de abril de 2009, aceptado el 24 de noviembre de 2009. Correspondencia a: Guillermo Paraje, PhD Escuela de Negocios Universidad Adolfo Ibáñez Av. Diagonal Las Torres 2640, Peñalolén Santiago de Chile, Chile TE: 3311380 E-mail: [email protected] U Public financing of health research in Chile Background: In Chile, researchers can apply to public research funds through specific research projects and must compete with other professionals of other disciplines. Aim: To perform a critical assessment of the allocation of public funds for health research in Chile by a public institution called CONICYT. Material and Methods: A database was constructed with health projects financed by CONICYT, between 2002 and 2006. Projects were classified (according to their titles) in three methodological categories and nine topics. Age, gender and region where the main researcher is based, were also recorded. Results: A total of 768 research projects were analyzed. Biomedical, clinical and public health research projects accounted for 66, 24 and 10% of allocated funds, respectively. Main researchers were female in 31% of projects, their mean age was 52 years and 76% worked in the Metropolitan region. Conclusions: These results show that some objectives of the National Research System lead by CONICYT, such as using research as a tool for regional development and allocating funds for conditions with a large burden, are not being met. (Rev Med Chile 2010; 138: 36-43). Key words: Research; Research design; Research support. na amplia literatura documenta el retorno social fuertemente positivo de la inversión en investigación en salud1-3. Una mayoría de países de ingresos medios (y todos los de ingresos altos) tienen políticas públicas específicas para impulsar dicha investigación, a fin de generar conocimientos que permitan mejorar la salud de la población, o adaptar conocimientos generados en otros países a la realidad sanitaria local. En Chile, al igual que otros países de América Latina4, la inversión pública en investigación en salud se canaliza de diversas maneras. Una parte se destina a investigaciones realizadas en instituciones hospitalarias y organismos dependientes del Ministerio de Salud. Otra se asigna a Universidades, que a su vez lo destinan a unidades específicas encargadas de realizar investigación. Finalmente, otra parte se destina a concursos públicos abiertos a investigadores o instituciones, que deben competir en base a propuestas de investigación. En este último grupo, los investigadores no solamente 36 compiten con otros proyectos en salud, sino que también con proyectos de otras disciplinas. En Chile no existe estimación acerca de cómo se distribuyen los recursos totales destinados a investigación en salud entre cada uno de estos canales (por ejs: Ministerio de Salud, Universidades y concursos públicos). La principal razón es la dificultad para distinguir entre partidas presupuestarias destinadas a financiar gastos corrientes (como gastos en personal o equipamiento) de una inversión en investigación propiamente dicha. Sin embargo, a través del estudio de la magnitud de recursos que se destinan a concursos públicos de proyectos de investigación en salud, de su distribución temporal y temática y del perfil de investigadores que se adjudican dichos proyectos, es posible analizar cómo el sector público hace explícitas sus prioridades en investigación en salud. Este artículo se propone realizar dicho análisis a partir del estudio de la distribución de fondos concursables por área/tópico de salud, de la edad, sexo ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN El financiamiento público de la investigación en salud en Chile - G. Paraje y región donde se localiza el investigador principal a cargo del proyecto adjudicado (variables disponibles en los sistemas de información de las instituciones adjudicantes). Hasta donde al autor conoce, no existen estudios similares en Chile. Materiales y Método El manejo de los recursos concursables públicos en Chile está centralizado en la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT). Al interior de ésta existen Fondos (independientes el uno del otro en el manejo e incluso origen de los recursos) para áreas determinadas (salud, astronomía, etc) o con objetivos específicos (iniciar la carrera de investigación, realizar post-doctorados, etc). Los fondos disponibles para el área de salud son el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDECYT) y el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDEF). En ambos los recursos disponibles pueden ser concursados por investigadores de todas las disciplinas científicas. Dentro de FONDEF existe el Fondo de Investigación en Salud (FONIS), co-administrado y co-financiado por CONICYT y el Ministerio de Salud, que es el único fondo específico para salud. Este análisis se basa en la construcción de una base de datos de proyectos en Salud financiados por CONICYT a través de sus diversos programas. Dentro de Salud se consideraron no solamente los proyectos en medicina o biomedicina, sino también en áreas de ciencias sociales (como economía y administración), psicología, etc, que pudieran incluir proyectos vinculados a Salud. De esta manera, se consideraron todos los proyectos FONDECYT (en todas sus modalidades: “concurso regular”, “doctorado”, “postdoctorado”, “término de tesis”, “incentivo a la cooperación internacional” e “iniciación en investigación”), los proyectos FONDEF que tienen relación con Salud y, desde su creación en 2004, todos los proyectos FONIS. En total, estos proyectos representan alrededor de un tercio de los recursos asignados por CONICYT para investigación científica en todas las disciplinas (estimación para 2006). Los proyectos adjudicados fueron clasificados según su temática utilizando el título del mismo. En algunos casos, resulta difícil clasificar a los proyectos por su título. En este sentido, el ejercicio que Rev Med Chile 2010; 138: 36-43 aquí se realiza debe ser tomado como un ejercicio estadístico, sujeto a un grado de error. Una pri­me­ ra clasificación consideró el “área metodológica” del proyecto: “Investigación Biomédica”, “Investigación Clínica” e “Investigación en Salud Pública”. Posteriormente, se realizó una nueva clasificación, transversal a la primera, considerando nueve áreas temáticas/problemas de salud: 1. Ciencia básica. 2. Factores socio-económicos-culturales. 3. Enfermedades transmisibles. 4. Enfermedades no transmisibles y adicciones. 5. Nutrición y medio ambiente. 6. Violencia y accidentes. 7. Políticas, sistemas y servicios de salud. 8. Investigación y desarrollo tecnológico sanitario. 9. Enfermedades mentales (excluyendo adicciones). La definición de estas áreas es arbitraria, ya que los grupos obtenidos podrían formar parte de grupos más generales o servir de base para generar un número importante de agrupaciones más específicas. Los criterios seguidos para la elección de estas áreas fueron dos: 1º Que se trate de un número manejable de grupos. Considerando las tres áreas metodológicas definidas, la existencia de nueve grupos temáticos implicaría un total de 27 categorías, lo que es relativamente manejable para el análisis; 2º Se intentó una comparación con otros países de la región. En tal sentido, existen trabajos para Argentina5 y Uruguay6 que utilizan estas categorías y cuyos resultados pueden contrastarse con este. Debido a que los proyectos considerados poseen diferente duración (desde menos de un año a 58 meses) los montos adjudicados por proyecto fueron anualizados. Se considera que el cronograma de desembolsos a los ejecutantes de los proyectos es lineal (es decir, la misma proporción en cada año) y que éstos comienzan al momento de la adjudicación. Todos los montos considerados han sido transformados en dólares constantes, considerando la paridad del poder adquisitivo (en adelante, PPA), lo que facilita su comparabilidad a través del tiempo. Adicionalmente, se ha procesado información sobre el sexo del investigador principal, la región donde se ubica y su edad. En los proyectos FONIS la edad del investigador principal no ha sido entregada y en el FONDEF no 37 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN El financiamiento público de la investigación en salud en Chile - G. Paraje se encuentra disponible para, aproximadamente, un tercio de los proyectos. El período considerado es 2002-2006. Dada la duración de algunos proyectos, se analizaron los adjudicados en el período 1999-2006, al considerarse proyectos que comienzan a ejecutarse antes del año 2002 pero que terminaron dentro del período considerado. En todos los casos sólo se consideran los montos anualizados que corresponden al período 2002-2006. La Tabla 1 resume los fondos concursables considerados en este trabajo. En total se consideraron 768 proyectos, de los cuales casi 85% corresponden a proyectos FONDECYT, 11% corresponden a proyectos FONIS y los restantes son proyectos FONDEF. Estos últimos tienen un monto promedio superior cercano a los 473 mil dólares PPA, mientras los FONDECYT tienen un promedio de 157 mil dólares PPA y los FONIS 44 mil dólares PPA. La Figura 1 muestra la evolución anual de los recursos destinados por cada Fondo. En los tres casos, los recursos han crecido en términos reales, aunque se aprecia una caída de recursos destinados a Salud, en términos reales, durante 2006. 5% a salud pública. El FONDEF reparte por tercios sus recursos. Los montos totales (agregando los tres Fondos) disponibles para cada área son sustancialmente diferentes: dos tercios de los recursos totales se destinan a financiar investigación biomédica, mientras que investigación clínica y salud pública reciben 24% y 10% de los recursos totales, respectivamente. Respecto de la distribución de recursos por áreas temáticas, la Figura 3 muestra que la más financiada ha sido la de investigaciones en enfermedades no transmisibles y adicciones (39% de los montos totales), seguida por ciencia básica (24%) y transmisibles (13%). Otros objetivos que serían importantes en función de los problemas sanitarios del país, como investigación en enfermedades mentales o en violencia y accidentes, tienen una participación relativamente baja: 3,4% y 0,3%, respectivamente, sobre el total financiado (los años de vida perdidos ajustados por discapacidad, Resultados La Figura 2 muestra que existe “especialización” de las áreas metodológicas financiadas, entre los Fondos. Mientras en el FONIS dos tercios de los recursos van a proyectos de investigación en salud pública y la investigación biomédica es mínima, en FONDECYT casi tres cuartos de los recursos se destinan a investigación biomédica y menos de Figura 1. Evolución anual de recursos por Fondo. Fuente: Elaboración propia del autor, en base a datos de CONICYT. Tabla 1. Estadísticas descriptivas de bases de datos utilizadas Período FONDECYT FONDEF FONIS TOTAL 2002-2006 2002-2006 2004-2006 - % Región Metropolitana 80,2 41,0 60,5 76,2 Edad promedio (en años) 51,7 50,3, - 51,6 % de mujeres a cargo de proyectos 28,5 25,6 50,6 30,7 157.388 473.133 44.000 161.463 648 39 81 768 Monto promedio de Proyectos (en USD PPP) Número de proyectos Fuente: Elaboración propia en base a datos de CONICYT. 38 Rev Med Chile 2010; 138: 36-43 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN El financiamiento público de la investigación en salud en Chile - G. Paraje Figura 2. Distribución de recursos por área metodológica al interior de cada Fondo. Fuente: Elaboración propia del autor, en base a datos de CONICYT. Figura 3. Monto total financiado según área temática de la investigación. Fuente: Elaboración propia del autor, en base a datos de CONICYT. AVISA, en Chile -año 2002- para enfermedades mentales representaron 30,4% de los AVISA totales, mientras que accidentes y violencia representaron 12,6%). El análisis del financiamiento de estas áreas por Fondo revela nuevamente que existe “especialización” de los Fondos. Proyectos que requieren de adquisición de equipos sofisticados y que se orientan a la investigación tecnológica, son cubiertos por FONDEF que, además, trata de vincular esa investigación a la actividad productiva. Por el contrario, FONIS se “especializa” en temas vinculados Rev Med Chile 2010; 138: 36-43 a la salud pública, mientras que FONDECYT lo hace con investigación básica. La Figura 4 muestra que el área con más proyectos financiados por FONIS fue Investigación en Políticas, Sistemas y Servicios de Salud, con algo más de un tercio de los proyectos totales financiados por este Fondo. En el caso de FONDEF, los proyectos más frecuentes corresponden a Investigación y desarrollo tecnológico (31% del total), mientras que en el caso de FONDECYT el objetivo más frecuentemente financiado es investigación en enfermedades no transmisibles y adicciones (39% del total). 39 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN El financiamiento público de la investigación en salud en Chile - G. Paraje Figura 4. Proyectos por área temática de la investigación (porcenttaje por fondo). Fuente: Elaboración propia del autor, en base a datos de CONICYT. La distribución de proyectos por sexo del investigador principal muestra que, salvo en el caso del FONIS donde los proyectos se reparten casi por mitades entre investigadores hombres y mujeres (Tabla 1), tanto en FONDECYT como en FONDEF existe una proporción muy superior de proyectos con investigadores hombres (entre 71% y 75%). Una posible explicación sería que Figura 5. Distribución de investigadores principales por género y metodología. Fuente: Elaboración propia del autor, en base a datos de CONICYT. 40 en áreas metodológicas que concentran la mayor parte del financiamiento disponible, como Investigación Biomédica, existe una cantidad desproporcionada de investigadores principales hombres, mientras que en el resto de las áreas la relación es más equilibrada (Figura 5). En todas las áreas metodológicas la proporción de investigadores principales hombres es superior a la de mujeres, aunque existen diferencias entre ellas. En investigación biomédica la proporción de investigadores hombres es máxima y cercana a tres cuartos. En salud pública desciende a 65% y en investigación clínica existe mayor equilibrio, ya que los hombres sólo lideran 53% de los proyectos. La distribución regional de los recursos muestra que todos los Fondos tuvieron una concentración importante de proyectos en la Región Metropolitana. En el caso de FONDECYT, esta concentración llega a 81% de los montos totales asignados por este Fondo (Figura 6). En el caso de FONIS, 65% de los recursos de este Fondo se encuentra en proyectos de esta Región, mientras que FONDEF es el menos concentrado de los fondos considerados, ya que “sólo” 36% de los recursos totales se destinan a instituciones de la Región Metropolitana. Posiblemente, el sesgo hacia la Rev Med Chile 2010; 138: 36-43 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN El financiamiento público de la investigación en salud en Chile - G. Paraje Figura 6. Distribución de recursos adjudicados (2002-2006) por región (porcentaje del monto disponible en cada fondo). Fuente: Elaboración propia del autor, en base a datos de CONICYT. innovación productiva de estos proyectos sea una causa fundamental detrás de este comportamiento. Es notorio que sólo 9 de las 13 regiones de Chile están representadas en el mapa de la investigación en salud. Ello refleja la importancia que tienen ciertas instituciones de educación superior en el país (con sede en la Región Metropolitana). Sin embargo, no parece estar explicado totalmente por ausencia de instituciones que pudieran desempeñar algún rol en los procesos de investigación, ni de falta de masa crítica, ya que la investigación en Administración de Salud, Economía de la Salud, etc. no requiere de grandes inversiones en equipamiento ni de un grupo numeroso de investigadores. Para tener una idea más acabada acerca de la importancia marginal (manteniendo constantes los demás factores) de cada variable sobre el monto recibido por cada proyecto, se realizó una estimación estadística sencilla, suponiendo que existe un modelo de decisión acerca de cuánto recibe cada proyecto y que es posible condensar dicho modelo en una forma reducida que contenga las relaciones explicativas más relevantes. Esta forma reducida se estima utilizando Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO), siendo la variable a explicar (dependiente) el monto total asignado a cada proyecto. Las variables explicativas (independientes) consideradas son el tipo de fondo que asigna los recursos (FONDECYT es el grupo de referencia), el área metodológica (Salud Rev Med Chile 2010; 138: 36-43 Pública es la referencia), el sexo del investigador principal (sexo femenino es la referencia) y variables dicotómicas para cada una de las Regiones (la Región Metropolitana es la referencia). Debido a que lo que se desea explicar son montos totales y aquellos proyectos que comienzan y finalizan dentro del período analizado tenderían a tener mayores montos totales que aquellos que están “incompletos” (porque comienzan antes de 2002 o porque finalizan después de 2006), se consideran solamente los proyectos que comienzan y terminan dentro de los cinco años analizados, lo que reduce la muestra de 768 a 390 proyectos (299 FONDECYT, 79 FONIS y 12 FONDEF) (Tabla 2). El modelo estimado tiene un poder explicativo y un ajuste relativamente bueno para este tipo de estudio (R2 = 0,26). Sin embargo, la mayoría de los coeficientes que acompañan a las variables explicativas no son significativos (ni siquiera a 90%), a excepción de los que acompañan a las variables de los Fondos. En el caso del FONIS, el coeficiente es fuertemente negativo y muestra que, en promedio y luego de controlar por los otros factores, por cada mil dólares que se destinan para proyectos FONDECYT se destinan 133 dólares menos en FONIS. Lo contrario sucede con FONDEF ya que el coeficiente es fuertemente positivo, mostrando que por cada mil dólares que se destinan a FONDECYT, en promedio y manteniendo constantes el resto de las variables, se destinan 295 dólares más en FONDEF. 41 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN El financiamiento público de la investigación en salud en Chile - G. Paraje Tabla 2. Análisis multivariado de los montos totales asignados a cada proyecto Variable dependiente: Monto total (miles US$ PPP) Error estándar Estadístico t -133,068 26,41 -5,04* 295,415 45,85 6,44* I. Biomédica 25,915 27,49 0,94 I. Clínica -8,101 26,37 -0,31 2,507 17,01 0,15 FONIS FONDEF Sexo (ref. mujer) Región de Tarapacá Coeficiente -49,680 76,54 -0,65 Región de Antofagasta 14,617 150,62 0,10 Región de Coquimbo 19,030 150,62 0,13 Región de Valparaíso 42,828 35,31 1,21 Región del Maule -62,390 48,40 -1,29 Región del Bío-Bío 29,731 31,03 0,96 Región de la Araucanía -9,860 43,30 -0,23 Región de los Lagos 24,632 31,96 0,77 175,461 28,28 6,21* Constante Número de observaciones 390 F (13, 753) 9,99* R-cuadrado 0,2567 Fuente: Estimación propia del autor. El resto de los coeficientes no es significativo, lo que tiene importantes implicancias. Primero, muestra que luego de controlar por el resto de las variables, los proyectos liderados por investigadores hombres reciben, en promedio, igual monto que los liderados por investigadores mujeres. Esto no prueba inexistencia de “sesgo de género” en la adjudicación de proyectos, pero prueba que, una vez adjudicados, los proyectos liderados por mujeres tienen, en promedio, el mismo financiamiento que aquellos liderados por hombres. En este sentido, si se deseara corregir el “desbalance” entre fondos asignados entre investigadores hombres y mujeres, debiera apuntarse a una primera etapa de adjudicación de proyectos y no a la etapa posterior de financiamiento. Segundo, tampoco existiría diferencia en el financiamiento por área metodológica: en promedio y manteniendo el resto de las variables constantes, las investigaciones biomédicas reciben iguales montos que las Clínicas o las de Salud Pública. Claramente, las diferencias que 42 pudieran existir en el monto asignado a proyectos de cada área metodológica son capturadas por las variables de los Fondos. Debido a que, por ejemplo, los proyectos de Salud Pública son mayoritariamente financiados por FONIS y tiene menores montos que los de Investigación Biomédica, es la variable FONIS la que captura esas diferencias. Si se quitaran las variables de los Fondos de la regresión, las diferencias se obtendrían a través de las variables de áreas metodológicas. Finalmente, las variables de Regiones tampoco muestran coeficientes significativos, señalando que tampoco existiría “discriminación” regional, una vez que se controla por el resto de las variables. En este punto vale hacer la misma aclaración que con el género del investigador: la Tabla 2 muestra que no hay diferencias regionales en la etapa de ejecución. No puede decirse nada acerca de esto en la etapa de adjudicación de los proyectos (para ello sería necesario incluir en el análisis los proyectos presentados y no adjudicados). Rev Med Chile 2010; 138: 36-43 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN El financiamiento público de la investigación en salud en Chile - G. Paraje Discusión El análisis de los proyectos en salud financiados públicamente a través de concursos, en Chile, durante 2002-2006 brinda elementos interesantes, que pueden ser tenidos en cuenta al evaluar el funcionamiento de los Fondos encargados de la administración de estos recursos. El primero tiene que ver con los criterios de asignación por área. Claramente, existe entre los Fondos una coordinación implícita en cuanto a los temas que cada uno enfatiza. Así, por ejemplo, FONDECYT, el que más recursos totales posee, asigna recursos para todos los objetivos considerados pero pone mayor énfasis en ciencia básica y enfermedades no transmisibles. Más allá de que sería más eficiente para los investigadores contar con criterios explícitos de financiamiento por área, cabe preguntarse si los temas que finalmente se financian son aquéllos de mayor rentabilidad social. ¿Es óptimo para Chile que un cuarto de los recursos se destinen a financiar investigación básica y que problemas sanitarios que representan 43% de los AVISA reciban sólo 3,7% de los recursos totales? Tal vez, la creación de fondos específicos para la investigación en estas áreas ayudaría a cambiar esta situación. El segundo tiene que ver con la distribución regional de los recursos. Naturalmente, la “macrocefalia” que existe en la distribución de proyectos (con una gran concentración en Santiago) es consecuencia de elementos históricos, culturales e institucionales que también se encuentran en otros ámbitos. Sin embargo, si se pretende utilizar a la investigación científica como una herramienta de desarrollo regional7, parece claro que deben brindarse mayores incentivos para el desarrollo de comunidades científicas en las Regiones. Agradecimientos: El autor agradece los aportes de Daniel Maceira, María Gabriela Paraje, Delia Rev Med Chile 2010; 138: 36-43 Sánchez, Jorge Sances y de dos revisores anónimos. Asimismo, reconoce la colaboración de Luis Gutiérrez, María Angélica Sánchez, Thierry de Saint-Pierre, Katherine Villarroel, Leonardo Mena, María Soledad Navarrete, Alejandro Goic, los comentarios de los participantes de un Taller en la Universidad Adolfo Ibáñez y de un Coloquio en el Colegio Médico de Chile, donde este trabajo fue presentado. Los errores existentes son de responsabilidad exclusiva del autor. Referencias 1. Oortwijn W, Hanney S, Ligtvoet A, Hoorens S, Wooding S, Grant J, et al. Assessing the impact of health technology assessment in the Netherlands. 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Disponible en http://www.consejodeinnovacion.cl/cnic/cnic/web/actas.php?tipo=2 [Consultado el 16 de abril de 2009]. 43 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Rev Med Chile 2010; 138: 44-52 Déficit de vitamina B-12 en adultos mayores: ¿Un problema de salud pública en Chile? HUGO SÁNCHEZ1, CECILIA ALBALA1, EVA HERTRAMPF1, RENATO VERDUGO2, MANUEL LAVADOS2, JOSE LUIS CASTILLO2, LYDIA LERA1a, RICARDO UAUY1 1 Unidad de Salud Pública y Nutrición. Instituto Nutrición y Tecnología en Alimentos, Universidad de Chile. Santiago de Chile. 2 Departamento de Ciencias Neurológicas, Facultad de Medicina, Universidad de Chile. a Estadística, Doctora en Ciencias Matemáticas. Trabajo financiado por los proyectos FONDECYT Nº1070592 y 1080589 Recibido el 9 de julio de 2009, aceptado el 14 de diciembre de 2009. Correspondencia a: Hugo Sánchez R. INTA, Avda. El Líbano 5524, Casilla 138-11, Santiago, Chile. E-mail: [email protected] L Prevalence of vitamin B-12 deficiency in older adults Background: There is a correlation between aging and the decrease of plasma levels of vitamin B-12. Aim: To determine the prevalence of vitamin B-12 and folate deficiency and its hematological impact among older adults (AM). Material and Methods: Cross-sectional study, in 1028 subjects aged 65 to 87 years, living in community and evaluated between 2005 and 2008. Percentile distribution of vitamin B-12, folate, hemoglobin, packed red cell volume and mean cell volume by gender and age were analyzed. Deficiency was defined as vitamin B-12 levels < 148 pmol/L, marginal deficiency as vitamin B-12 levels < 221 pmol/L, anemia was defined as an hemoglobin < 13 and 12 g/dL among men and women, respectively. Results: The prevalence of vitamin B-12 deficiency was 12% and the figure for marginal deficiency was 25.4%. Males were more affected than females (p < 0.001). The frequency of anemia was 8.6%, and was higher among women (p = 0.004). Conclusions: There is a high prevalence of full blown and marginal deficit of vitamin B-12 among the elderly. This deficiency should be considered for correction through public nutrition policies. (Rev Med Chile 2010; 138: 44-52). Key words: Aged; Anemia, macrocytic; Vitamin B12. as características del envejecimiento de la población en América Latina se originan en los grandes cambios demográficos, epidemiológicos y nutricionales experimentados por la población en las últimas décadas1. La velocidad de envejecimiento en la región, más del doble que lo observado en Norteamérica y Europa occidental2, ha traído como consecuencia un acelerado aumento de problemas de salud asociados a la vejez, evidenciando la necesidad de identificar los factores de riesgo modificables para enfermedad y discapacidad en este grupo de edad. El progresivo deterioro biológico relacionado con el envejecimiento es la resultante de la interac- 44 ción de factores genéticos y ambientales; estos últimos incluyen estilos de vida, hábitos alimentarios, actividad física y presencia de enfermedades. En este contexto, la nutrición modula los cambios que provoca el envejecimiento en diferentes órganos y funciones del organismo3. El rol de los micronutrientes es fundamental en los procesos metabólicos de los seres vivos, algunos de ellos con características de esenciales, como es el caso de la vitamina B-12 y los folatos4. La vitamina B-12 es sintetizada por bacterias que no son funcionales en seres humanos. Los animales ingieren estos microorganismos incorporándola en sus tejidos, huevos y leche, los que al ser inge- ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Déficit de vitamina B-12 en adultos mayores: ¿Un problema de salud pública en Chile? - H. Sánchez et al ridos por los seres humanos, la incorporan a su organismo. La vitamina B-12 se almacena en el hígado y las reservas pueden alcanzar hasta aproximadamente 2.500 mg. Puesto que los requerimientos en seres humanos son bajos (2,4 mg/día), las manifestaciones clínicas o subclínicas del déficit se presentan bastante tiempo después de un aporte insuficiente (2 a 3 años). La vitamina B-12 y el acido fólico son micronutrientes primordiales en múltiples vías metabólicas, tanto en la formación de glóbulos rojos, como en el sistema nervioso central (SNC). Ambos están involucrados en procesos de metilación, necesarios para la producción de neurotransmisores, nucleótidos y fosfolípidos5. La alteración de dichos procesos en el SNC puede causar enfermedades neurológicas o psiquiátricas, tales como neuropatía periférica, depresión, edeterioro cognitivo y demencia6-8. Es importante destacar que estos síntomas pueden manifestarse en ausencia de alteraciones hematológicas en 20-30% de los sujetos. Estas cifras pueden ser mayores en presencia de un aumento de la ingesta de ácido fólico, en especial cuando se asocian suplementos a la fortificación con niveles altos de ácido fólico9. La presentación hematológica más habitual de la carencia de B-12 es la anemia megaloblástica. Considerando que esta anemia es en todo similar a la producida por déficit de folatos, en Chile, a partir del inicio del programa de fortificación de la harina de trigo con ácido fólico en el año 200010, es una enfermedad que se diagnostica cada vez con menos frecuencia. Se ha observado que existe una correlación entre el envejecimiento y el descenso de los niveles plasmáticos de vitamina B-12, al punto de que alrededor de 20% de los mayores de 60 años presentan esta insuficiencia11. El objetivo del estudio fue determinar la prevalencia de déficit de vitamina B-12 y folatos, y su impacto en la serie roja hematológica de los adultos mayores. Sujetos y Métodos Estudio de tipo transversal, analítico, en una muestra de 1.028 adultos mayores que viven en la comunidad (rango edad: 65 a 87 años), evaluados entre 2005 y 2008, provenientes de las determina- Rev Med Chile 2010; 138: 44-52 ciones basales de diferentes estudios de cohorte realizados por nuestro grupo: Estudio SABE12, Estudio CENEX13 y Estudio “Impacto funcional de la deficiencia subclínica de vitamina B-12 sobre las esferas cognitiva y de neuroconducción en adultos mayores. Evaluación controlada de un programa de suplementación” FONDECYT Nº1070592 (ISRCTN 02694183), actualmente en desarrollo. Los sujetos fueron invitados a participar y citados para su evaluación, la cual incluyó una muestra de sangre en ayunas. Los valores séricos de vitamina B-12 y folatos se determinaron mediante radioinmunoensayo (Dual Count Solid phase no boil Assay Siemmens, LA). Las muestras fueron procesadas en duplicado. El análisis de la serie roja incluyó: hemoglobina (Hb; g/dL), hematocrito (Hto: %) y volumen corpuscular medio (VCM: fL); estos parámetros se determinaron con un contador electrónico de partículas Cell-Dyn Model 1700 (Abbott Diagnostics, Abbott Park, IL). Análisis Estadístico: Se efectuó un análisis por grupos de edad, sexo y distribución percentilar de la vitamina B-12, folatos, hemoglobina, hematocrito y volumen corpuscular medio. Para la categorización del estatus de vitamina B-12, se consideraron como déficit los valores menores de 148 pmol/L; como deficiencia marginal, los valores entre 148 pmol/L y 221 pmol/L; y, como normales, los mayores a 221 pmol/L14. En el caso de los folatos, los valores menores de 7 nmol/L se consideraron como déficit; como normales, los valores entre 7 y 46 nmol/L; y, elevados, los valores > 46 nmol/L15. Las prevalencias se expresan en porcentaje e IC 95%. Para su análisis estadístico se utilizó el test c2 estableciéndose un nivel de confianza del 95%. El diagnóstico de anemia se efectuó con valores de hemoglobina < 13 g/dL en hombres y < 12 g/dL en mujeres16. Y el de microcitosis y de macrocitosis, con valores < 80 fL y > 100 fL, respectivamente17. Para el análisis de correlación, se utilizó el coeficiente de Pearson, considerando como variables independientes el nivel plasmático de vitamina B-12 y el de folatos y, como variables dependientes, los niveles plasmáticos de hemoglobina, hematocrito y volumen corpuscular medio. Se realizó una regresión logística para determinar los factores de riesgo de anemia y déficit de vitamina B-12 o de folatos. Como variables independientes, se incluyeron el sexo, la edad y los niveles plasmáticos de vitamina B-12 y de folatos; 45 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Déficit de vitamina B-12 en adultos mayores: ¿Un problema de salud pública en Chile? - H. Sánchez et al como variables dependientes, la presencia de anemia, de valores de B-12 < 221 pmol/L, y de valores de folatos < 7 nmol/L. Se estableció el nivel de confianza en 95%. Los análisis fueron realizados con STATA 10. mina B-12 y folatos; entre hombres y mujeres y entre grupos de edad. Se observa que los valores considerados como déficit para vitamina B-12 y folatos se encuentran bajo el percentil 10 y se Tabla 1. Estructura de la muestra por grupo de edad y sexo Resultados La estructura de la muestra por grupo de edad y sexo se presenta en la Tabla 1, observándose una relación 2:1 de mujeres:hombres, obteniéndose una muestra de sujetos decreciente al aumentar la edad, de forma tal que cambios en relación con la edad posiblemente corresponden a sobrevida diferencial. Como se observa en la Tabla 2, se observan diferencias significativas en las medianas de vita- n (%) Grupo de Edad Hombres Mujeres Total 65-69 años 149 (45,3) 377 (53,9) 526 (51,2) 70-79 años 168 (51,1) 310 (44,3) 478 (46,5) 80 y más 12 (3,6) 12 (1,7) 24 (2,3) Total 329 (100) 699 (100) 1.028 (100) Tabla 2. Distribución percentilar de vitamina B-12 , folatos y hemoglobina Sexo/edad Vitamina B-12 (pmol/L) Percentiles P10 P25 P50 P75 P90 65-69** 171,2 263,4 379,5 569,7 851,6 70-79** 68,5 133,9 212,2 320,1 431,0 80 y más** 157,9 170,8 310,0 776,0 885,6 Total 102,1 167,5 289,1 447,4 694,7 65-69** 221,3 331,4 519,2 756,8 1.009,3 70-79** 128,0 199,2 276,7 394,9 584,5 80 y más** 217,7 227,7 329,1 497,8 885,6 Total 152,0 244,0 375,4 610,1 887,8 P10 P25 P50 P75 P90 65-69** 28,1 31,7 38,1 43,0 47,9 70-79** 12,7 22,0 33,1 40,1 47,3 80 y más** 19,2 20,2 31,5 35,4 45,8 Total 17,4 28,1 35,3 41,5 47,7 65-69** 29,3 33,5 39,8 45,0 50,2 70-79** 15,0 26,0 34,7 40,8 47,3 80 y más** 21,1 22,3 29,1 38,4 43,0 Total 22,5 31,0 37,6 43,3 49,2 Hombres* Mujeres* Folatos (nmol /L) Hombres* Mujeres* *Diferencia entre sexos p < 0,05; ** Diferencia entre grupos de edad p < 0,05 46 Rev Med Chile 2010; 138: 44-52 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Déficit de vitamina B-12 en adultos mayores: ¿Un problema de salud pública en Chile? - H. Sánchez et al incrementan con la edad. Destaca que 15,9% (IC95%: 13,7-18,3) de los sujetos presentan niveles considerados como suprafisiológicos para folatos (> 46 nmol/L), de los cuales 6,1% presentaron déficit de vitamina B-12. En la Figura 1 se observa la distribución de las concentracion de vitamina B-12 por sexo, observándose valores inferiores en hombres. En la Tabla 3 se describe la distribución percentilar de Hto, Hb, VCM, encontrándose que los niveles de hemoglobina son significativamente menores en mujeres y el VCM aumenta con la edad, en ambos sexos (p < 0,05). Se observó una correlación positiva significativa (R = 0,12) entre edad y VCM. Sin embargo, sólo 0,5% (n: 5) de sujetos presentó macrocitosis, de ellos sólo 3 tenían valores de déficit de vitamina B-12 y uno de estos, valores bajos de folatos, no presentando ninguno de ellos anemia. No se observó correlación entre la edad con el hematocrito ni la hemoglobina (p > 0,05). Como se detalla en la Tabla 4, la prevalencia del déficit y déficit marginal de vitamina B-12 (< 221 pmol/L) aumentó en los sujetos con mayor edad (p < 0,001). Es destacable que 25,4% de los AM de ambos sexos, presentaron valores de vitamina B-12 < 221 pmol/L. Al analizar por sexo, los hombres presentaban prevalencias significativamente mayores que las mujeres, con valores de 37,1% (IC95%: 31,8-41,5) y 19,9% (IC95%: 17,0-23,0), respectivamente (p < 0,001); hecho que se mantuvo al analizar por grupos de edad. El déficit de folatos sólo se observó en una mujer de 71 años, la cual además presentaba déficit de vitamina B-12 y anemia. La prevalencia de anemia fue de 8,6% (IC95%: 6,9-10,4) en la muestra total. Al desagregar por sexo, se observó que las mujeres presentaron una prevalencia de 10,3% (IC95%:8,1-12,8), cifra significativamente mayor que el 4,9% (IC 95%: 2,8-7,8) observado en los hombres (p = 0,004). En las mujeres el grupo de 70-79 años presentó una prevalencia de anemia de 14,8% (IC95%: 11,1-19,3), cifra significativamente mayor que lo encontrado en los otros grupo de edad (p = 0,001). El 5,7% de los sujetos con anemia presentó microcitosis y ninguno presentó macrocitosis. Al analizar la relación entre déficit de vitamina B-12 y presencia de anemia, no se observó diferencias significativas en el análisis general de la muestra (p = 0,295), ni por sexo, ni por grupos de edad. Se observó una correlación negativa entre edad/ vitamina B-12 (R: -0,30) y edad/folatos (R: -0,27) Como se observa en la Tabla 5, los factores de riesgo de presentar déficit de vitamina B-12 son: ser hombre, con un riesgo el doble al de las mujeres y la edad avanzada. En el caso del riesgo de presentar anemia se observó que las mujeres tienen 2,46 veces más riesgo que los hombres y tambien la edad avanzada. Figura 1. Histograma de valores de concentración de Vitamina B-12 plasmática por sexo. Rev Med Chile 2010; 138: 44-52 47 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Déficit de vitamina B-12 en adultos mayores: ¿Un problema de salud pública en Chile? - H. Sánchez et al Tabla 3. Distribución percentilar de hematocrito, hemoglobina y VCM Sexo/edad Hematocrito(%) Percentiles P10 P25 P50 P75 P90 65-69 39,8 41,7 43,7 45,7 47,5 70-79 39,4 41,3 43,4 45,3 47,5 80 y más 37,6 39,7 41,8 46,0 48,2 Total 39,5 41,3 43,5 45,4 47,5 65-69 35,9 37,8 39,4 41,1 42,6 70-79 35,2 37,6 39,7 41,4 43,4 80 y más 38,3 39,2 40,2 41,4 43,0 Total 35,6 37,7 39,5 41,3 42,9 P10 P25 P50 P75 P90 65-69 13,4 14,1 14,9 15,5 16,3 70-79 13,4 14,0 14,8 15,4 16,3 80 y más 12,7 13,7 14,3 15,5 16,2 Total 13,4 14 14,9 15,5 16,3 65-69 12,2 12,7 13,3 13,9 14,4 70-79 11,8 12,5 13,3 14,0 14,5 80 y más 13,1 13,2 13,8 14,1 14,8 Total 11,9 12,6 13,3 13,9 14,5 P10 P25 P50 P75 P90 65-69** 85 87 89 92 96 70-79** 86 88 91 93 96 80 y más** 84 86,5 89,5 92 93 Total 85 88 90 93 96 65-69** 83 86 88 91 93 70-79** 84 87 90 92 94 80 y más** 88 90 91 92,5 94 Total 83 86 89 92 93 Hombres* Mujeres* Hemoglobina (g/dL) Hombres* Mujeres* VCM(fL) Hombres* Mujeres* *Diferencia entre sexos p < 0,05; ** Diferencia entre grupos de edad p < 0,05 48 Rev Med Chile 2010; 138: 44-52 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Déficit de vitamina B-12 en adultos mayores: ¿Un problema de salud pública en Chile? - H. Sánchez et al Tabla 4. Prevalencia de déficit de vitamina B-12 en adultos mayores Déficit < 148 pmol/ L Déficit marginal 148-221 pmol/ L Normal > 221 pmol/L Hombres* N (%) (CI95%) N (%) (CI95%) N (%) (CI95%) Total 65-69** 12 (8,0) (4,2-13,6) 15 (10,1) (5,7-16,1) 122 (81,9) 74,7-87,7 149 (100) 70-79** 47 (28,0) (21,3-35,4) 44 (26,2) (19,7-33,5) 77 (45,8) (38,1-53,7) 168 (100) 80 y más** 1 (8,3) (0,2-38,5) 3 (25,0) (5,5-57,2) 8 66,7) (34,9-90,1) 12 (100) Total 60 (18,2) (14,2-22,8) 62 (18,8) (14,7-23,5) 207 (62,9) (57,4-68,1) 329 (100) N (%) (CI95%) N (%) (CI95%) N (%) (CI95%) Total 65-69** 20 (5,3) (3,2-8,0) 17 (4,5) (2,6-7,1) 340 (90,2) (86,7-93,0) 377 (100) 70-79** 43 (13,9) (10,2-18,2) 57 (18,4) (14,2-23,1) 210 (67,7) (62,2-72,9) 310 (100) 0 (0) 2 (16,7) (2,1-48,4) 10 (83,3) (51,6-97,9) 12 (100) 63 (9,0) (7,0-11,4) 76 (10,9) (8,6-13,4) 560 (80,1) (76,9-83,0) 699 (100) N (%) (CI95%) N (%) (CI95%) N (%) (CI95%) Total 65-69** 32 (6,1) (4,2-8,5) 32 (6,1) (4,2-8,5) 462 (87,8) (84,7-90,5) 526 (100) 70-79** 90 (18,8) (15,4-22,6) 101 (21,1) (17,5-25,1) 287 (60,0) (55,5-64,5) 478 (100) 80 y más** 1 (4,2) (0,1-21,2) 5 (20,8) (7,1-42,1) 18 (75,0) (53,3-90,2) 24 (100) Total 123 (12,0) (10,0-14,1) 138 (13,4) (11,4-15,7) 767 (74,6) (71,8-77,2) 1.028 (100) Mujeres* 80 y más** Total Total *Test χ2 : Diferencia entre sexos p < 0,05; **Test χ2 : Diferencia entre grupos de edad p < 0,05 Tabla 5 Factores de riesgo para déficit de Vitamina B-12 y anemia Déficit Vitamina B-12 (< 221 pmol/L) OR (IC95%) OR (IC95%) Sexo Femenino 0,45 (0,33-0,60) 2,46 (1,39-4,35) Edad 1,11 (1,08-1,16) 1,06 (1,01-1,11) B-12 (< 221 pmol/L) Folatos Rev Med Chile 2010; 138: 44-52 Anemia 1,38 (0,86-2,36) 0,96 (0,95-0,98) 1,01 (0,98-1,03) 49 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Déficit de vitamina B-12 en adultos mayores: ¿Un problema de salud pública en Chile? - H. Sánchez et al Discusión El déficit de B-12 (< 148 pmol/L) fue de 12% en ambos sexos, cifra superior a las comunicadas en estudios extranjeros e inferior a lo encontrado en otros de menor tamaño realizados en Chile. En la última encuesta NHANES 2003-2004, sólo 3,9% (CI95%: 2,9-5,2) de la población estadounidense de 60 y más años presentó esta condición18. Clarke et al19, en el Reino Unido, han informado que entre 3% y 28% de los adultos de 65 y más años presenta cifras menores de 150 pmol/L, dependiendo de la cohorte estudiada y que la prevalencia de déficit de vitamina B-12 aumenta en sujetos de mayor edad. En Chile, Olivares et al informaron que, en mayores de 60 años, 50,5% de los hombres y 33,1% de las mujeres presentan déficit de vitamina B-1216. Hirsch et al, en tanto, encontraron, después de dos años de iniciado el programa de fortificación de la harina de trigo con ácido fólico, una prevalencia de déficit de vitamina B-12 de 27,6% en sujetos de 70 y más años20. Los resultados dispares entre los estudios mencionados y el nuestro pueden atribuirse a la estructura etaria de las poblaciones estudiadas, dada la relación directa entre el aumento en la edad y la mayor prevalencia de déficit. Cabe destacar que, en nuestra población, los adultos mayores de sexo masculino tienen mayor riesgo de presentar valores inferiores a los normales (B-12 < 221 pmol/L). Por otro lado, es necesario señalar como limitación de nuestro estudio el escaso número de adultos de 80 y más años, lo cual podría explicar los cambios en las prevalencias de déficit de vitamina B-12 encontradas. Luego de iniciada en Chile la fortificación con ácido fólico (2,2 mg/kg de harina), los niveles plasmáticos de folatos en ancianos se incrementaron casi al doble, como lo demuestra el estudio de Hirsch et al. Más aún, nuestros datos demuestran que en este grupo la deficiencia de folatos ya no existe. Por otra parte, 15% de nuestros sujetos presenta valores considerados suprafisiológicos, aunque éstos no alcanzan la magnitud de los encontrados en los grupos de ancianos norteamericanos, donde al aporte de ácido fólico de la fortificación, se agrega el de los suplementos10. Es destacable que la anemia encontrada no se relaciona con el déficit de folatos, ni de vitamina B-12 (ausencia de macrocitosis), ni de hierro (microcitosis sólo en 1,6% de los sujetos), lo cual 50 sugiere un posible origen inflamatorio, como ha sido descrito tanto por Olivares et al, en ancianos chilenos, como por otros autores a nivel internacional21. Otra posible causa de anemia que podría ser estudiada, son las enfermedades de la médula ósea, particularmente el grupo de los síndromes mielodisplásicos, los cuales provocan cierto grado de macrocitosis. Los factores de riesgo encontrados en nuestro estudio para presentar anemia fueron el sexo femenino y la edad avanzada. Las altas prevalencias encontradas de déficit y déficit marginal de vitamina B-12 en la población adulta mayor que vive en comunidad nos plantea distintos desafíos. En primer lugar, reconocer esta realidad como un problema de salud pública en la población adulta mayor, más aún dada su relación con problemas cognitivos o de la neuroconducción22. Observaciones no publicadas por nuestro grupo han demostrado la alta frecuencia de estas últimas alteraciones en la población de 70 y más años, no diabética, asociada a déficit de B-12 (FONDECYT 1070592). En segundo lugar, determinar las causas que generan este déficit en la poblacion adulta mayor. Estudios internacionales mencionan como posibles causas: a) la atrofia gástrica asociada al proceso de envejecimiento que dificulta la liberación de la vitamina B-12 de los alimentos23,24, que conlleva a la disminución del factor intrínseco, elemento clave en la absorción de la vitamina B-12 en el intestino25,26 y b) la disminución de la ingesta de productos animales que contienen B-12. Datos preliminares de nuestro estudio en curso sugieren que la ingesta promedio de los adultos mayores con déficit de vitamina B-12 está por sobre las recomendaciones diarias de ingesta (INR) para este grupo de edad, por lo cual es necesario profundizar en el estudio del primer factor mencionado. Por último, definir cuál es la mejor conducta frente a valores de vitamina B-12 bajo el límite aceptado en la actualidad (148 pmol/L), tanto en el contexto individual como en el poblacional. En el caso individual se requiere una evaluación clínica que permita establecer la existencia de alteraciones funcionales en el ámbito hematológico o neurológico, el diagnóstico causal de la deficiencia, tratamiento y control permanente del paciente. En modelos de regresión, en los cuales se relaciona ingesta y niveles plasmáticos de vitamina B-12, ha sido posible estimar que fortificaciones/ Rev Med Chile 2010; 138: 44-52 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Déficit de vitamina B-12 en adultos mayores: ¿Un problema de salud pública en Chile? - H. Sánchez et al suplementaciones (F/S) con vitamina B-12 > 500 mg/día, llevarían los niveles plasmáticos a cifras superiores de 221 pmol/L. Se ha observado que la F/S con vitamina B-12 cristalina, predice mejor los niveles plasmáticos de este micronutriente; esta forma química se absorbe de igual manera en individuos con y sin atrofia de la mucosa gástrica23. En Chile, el programa de alimentación complementaria para el adulto mayor de 70 y más años, entrega un aporte de 58,3% de los requerimientos diarios de vitamina B-12. Estudios sugieren que una vez que la deficiencia se ha establecido en sujetos con malabsorción, terapias con 40 a 80 mg/ día de vitamina B-12 cristalina oral por 30 días no revierte los signos de deficiencia27,28. En nuestra población se agrega un riesgo más, dado que los adultos mayores chilenos tienen asegurado su aporte de ácido fólico, es posible encontrar la combinación de niveles plasmáticos bajos de vitamina B-12 y niveles suprafisiológicos de folatos séricos, la cual generaría un mayor riesgo para el estado neurocognitivo de los adultos mayores. Esta combinación aparece en 1,0% de los sujetos estudiados. Estudios recientes sugieren que niveles suprafisiológicos de folato sérico con déficit de vitamina B-12 aumentan el deterioro cognitivo22,29. Hay consenso internacional sobre la necesidad de asegurar un adecuado aporte de vitamina B-12, en especial a los adultos mayores, en caso de existir una fortificación universal con ácido fólico27,30. En el contexto poblacional, serán necesarias intervenciones para mejorar el estado de vitamina B-12, manteniendo una estrecha vigilancia sobre interacciones adversas con ácido fólico. Para ello será necesario definir la mejor alternativa de prevención primaria del déficit de vitamina B-12 en esta población, siendo esta, a través de suple­ mentación medicamentosa o de un alimento fortificado con vitamina B-12. Esta decisión debiera tomarse a la luz de la mejor información disponible, colocando en la balanza los riesgos y beneficios de una posible intervención para mejorar los niveles plasmáticos de vitamina B-12 en la población adulta mayor. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. Referencias 15. 1. Albala C, Vio F, Kain J, Uauy R. 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BUTTE1, FEDERICO BECKER2a, ÁLVARO VISSCHER2a, ENRIQUE WAUGH1, MANUEL MENESES1, ISMAEL COURT1, HUGO PARADA1, HERNÁN DE LA FUENTE1 Adenocarcinoma of the esophagogastric junction. Retrospective analysis of 39 patients Background: The long term survival of adenocarcinoma of the esophagogastric junction is poor and depends on the possibility of performing a complete surgical excision and the absence of lymph node involvement. Aim: To report surgical results and survival of patients with adenocarcinoma of the esophagogastric junction. Material and Methods: Retrospective review of medical records of patients with adenocarcinoma of the esophagogastric junction, subjected to a curative surgical procedure between 2000 and 2008. Deaths that occurred within 60 days of the operation were considered operative mortality. Tumor stage was determined using TNM and Siewert pathological classifications. Results: Thirty nine patients aged 40 to 80 years (27 men), were operated. According to Siewert classification, seven patients had type I, six type II and 26 type III tumors. Twenty two patients were subjected to a total gastrectomy with partial excision of distal esophagus and mediastinal reconstruction, 10 patients were subjected to a transhiatal esophagectomy and seven to a total esophagogastrectomy. According to postoperative staging, five patients were in stage I, 12 in stage II, nine in stage III and 13 in stage IV. Median, three and five years survival figures were 21.4 months, 33 and 25%, respectively. Lymph node and perineural involvement was associated with a lower survival. Well differentiated and stage I tumors had a better survival. Multivariate analysis showed that the presence of a type III tumor, N3 lymph node involvement and vascular permeation were independent predictors of a lower survival. Conclusions: Among patients with adenocarcinoma of the esophagogastric junction, type III tumors, lymph node involvement and vascular permeations are associated with a lower survival. (Rev Med Chile 2010; 138: 53-60). Key words: Adenocarcinoma; Esophageal neoplasms; General surgery. L os adenocarcinomas de la unión gastroesofágica incluyen a los tumores originados en el esófago distal con invasión de la unión gastroesofágica, a los tumores cardiales verdaderos y a los tumores originados en el estómago proximal con invasión de la unión gastroesofágica1. Debido al diferente origen y patrón de diseminación, no Instituto Oncológico Fundación Arturo López Pérez (FALP) Santiago, Chile. 2 Universidad de los Andes. a Interno de Medicina. 1 Recibido el 21 de julio de 2009, aceptado el 14 de diciembre de 2009. Correspondecia a: Dr. Hernán De La Fuente H. Instituto Oncológico Fundación Arturo López Pérez Rancagua 878 Santiago, Chile Teléfono: 56-2-4457247 Fax: 56-2-4218597 E-mail: [email protected] existe un sistema de etapificación TNM específico. A pesar de esto, la clasificación topográfica propuesta por Siewert2 es la más utilizada. En esta, los tumores se dividen en tipo I, II y III, si el origen primario es en el esófago distal, la unión gastroesofágica propiamente tal o el estómago proximal, respectivamente. 53 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Cáncer de la unión gastroesofágica - J. M. Butte et al En los últimos años se ha producido un aumento en la incidencia del cáncer de la unión gastroesofágica (CUGE)3. La mayor prevalencia del esófago de Barrett, asociado al aumento del reflujo gastroesofágico (RGE) y la obesidad, han contribuido a este incremento4. El tratamiento del CUGE es complejo. Hay consenso en que en ausencia de enfermedad metastásica, la resección quirúrgica es el tratamiento de elección. Sin embargo, la sobrevida alejada con cirugía exclusiva, rara vez sobrepasa el 20% a 5 años. Por ello, la asociación de terapias neoadyuvantes y adyuvantes ha sido explorada con interés. Con los tratamientos neoadyuvantes no sólo ha aumentado la resecabilidad sino que también la sobrevida global y libre de enfermedad. Con radioquimioterapia adyuvante se ha descrito un mejor control local y un aumento en la sobrevida global y libre de enfermedad5,6. Pese a esto, las características metodológicas y los diferentes sesgos observados en estos estudios hacen que aún no se puedan obtener evidencias definitivas y concluyentes que sustenten su uso como una terapia estándar7. Tampoco existe consenso sobre la técnica resectiva ideal3,8. Las alternativas quirúrgicas más utilizadas han sido: 1) esofagectomía transhiatal más resección gástrica proximal y ascenso gástrico con anastomosis intramediastínica o cervical, 2) gastrectomía total con resección esofágica distal y anastomosis esofagoyeyunal intramediastínica y 3) esofagectomía distal más gastrectomía proximal y anastomosis esofagogástrica intramediastínica. Con menos frecuencia se utiliza la esofagogastrectomía total con interposición de colon y anastomosis esofagocolónica cervical9. Los objetivos de este estudio son evaluar los resultados del tratamiento quirúrgico, la sobrevida alejada e identificar factores pronósticos asociados a la sobrevida en un grupo de enfermos con un adenocarcinoma de la unión gastroesofágica tratados con cirugía resectiva. Material y Métodos Pacientes: Se realizó un análisis retrospectivo a partir de los registros clínicos y anatomopatológicos de los pacientes sometidos a la resección quirúrgica de un adenocarcinoma de la unión gastroesofágica entre el 1 de enero de 2000 y el 30 54 de junio de 2008 en el Instituto Oncológico Fundación Arturo López Pérez. Los datos fueron recopilados retrospectivamente hasta el 31 de mayo de 2007 y prospectivamente desde el 1 de junio de 2007. En cada paciente se analizaron las características clínicas, el tratamiento administrado, el estudio anatomopatológico y la sobrevida alejada. Se consideró mortalidad operatoria a la ocurrida hasta 60 días después de la operación y asociada en forma directa con el procedimiento quirúrgico. Todos los enfermos fueron seguidos hasta la fecha de su muerte o hasta el cierre de este estudio. El estadio tumoral fue determinado mediante la clasificación TNM del año 2002 para cáncer gástrico y esofágico10. Evaluación preoperatoria: Todos los enfermos fueron evaluados y tratados con el mismo protocolo y por el mismo equipo quirúrgico. En cada paciente se realizó una endoscopía digestiva alta que confirmó la ubicación tumoral y permitió obtener material para estudio anatomopatológico. El estudio de diseminación se realizó con una tomografía computada de tórax, abdomen y pelvis o una tomografía de emisión de positrones con fluordeoxiglucosa18 (18FD PET-CT). No se realizó estudio radiológico contrastado de rutina. Todos los pacientes recibieron una evaluación preoperatoria de su capacidad cardiovascular, renal, respiratoria y nutricional. Se agregó una colonoscopía completa, para descartar un segundo primario y por la eventual necesidad de utilizar el colon para reconstituir el tránsito digestivo. Tratamiento quirúrgico administrado: El día previo a la operación se realizó una preparación intestinal con polietilenglicol. Durante la operación, los enfermos fueron posicionados para una eventual esofagectomía y gastrectomía total. Luego de descartar la presencia de enfermedad metastásica en el abdomen, se evaluó la ubicación tumoral, y se decidió el tipo de tratamiento quirúrgico, así como la forma de reconstrucción del tránsito intestinal. La elección de la técnica a utilizar se basó en hechos clínicos como la ubicación topográfica de la lesión, la cuantía del compromiso esofágico, la cuantía del compromiso ganglionar y la apreciación del riesgo perioperatorio que podía implicar la complejidad de la reconstrucción a utilizar. De acuerdo a esto se practicó: (A) gastrectomía total, esofagectomía distal y reconstrucción con esófago-yeyuno anastomosis intramediastínica, (B) esofagectomía transhiatal y reconstrucción con Rev Med Chile 2010; 138: 53-60 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Cáncer de la unión gastroesofágica - J. M. Butte et al ascenso gástrico y anastomosis esófago-gástrica cervical o (C) esofagectomía total, gastrectomía total y reconstrucción con ascenso de colon (por vía retroesternal o mediastino posterior) y anastomosis esófago-colónica cervical. En los pacientes sometidos a una gastrectomía total (procedimiento A) se realizó una linfadenectomía abdominal D2 y del mediastino inferior, en aquellos sometidos a una esofagectomía transhiatal (procedimiento B) se resecaron los grupos abdominales 1, 2, 3 y 7 y los del mediastino infracarinal, junto al esófago. En los enfermos sometidos a una esofagectomía total y gastrectomía total (procedimiento C), se realizo una linfadenectomía abdominal D2 y del mediastino infracarinal junto a la esofagectomía. La anastomosis esófago-yeyunal se realizó término-lateral, con una engrapadora circular N° 21 ó 25, de acuerdo a las características del paciente y decisión del cirujano. La anastomosis se cubrió con un segundo plano seroso-muscular con monocryl® 4-0 continuo. La anastomosis esófagogástrica cervical se realizó en forma manual con monocryl® 4-0 en forma continua. La anastomosis esófago-colónica cervical se realizó con monocryl® 4-0 en forma continua. Todas las otras anastomosis abdominales se realizaron en forma manual con monocryl® 4-0 en forma continua. En todos los enfermos se realizó una colecistectomía y una apendicectomía cuando estos órganos estuvieron presentes. No se realizó esplenectomía de rutina. Estudio anatomopatológico: La pieza operatoria fue evaluada durante la operación por el mismo patólogo, que confirmó la ausencia de compromiso tumoral en los márgenes quirúrgicos. Todas las piezas operatorias se clasificaron de acuerdo a lo descrito por Siewert2. Tratamiento neoadyuvante/adyuvante: La administración de terapias multimodales (neoadyuvante o adyuvante) fue decidida de acuerdo al protocolo institucional previamente establecido. Los pacientes con lesiones localmente avanzadas y potencialmente no resecables en forma completa, fueron sometidos a quimioterapia neoadyuvante y evaluación post tratamiento. Fueron explorados sólo los pacientes con respuesta objetiva o enfermedad estable sin evidencias de compromiso metastásico. Algunos pacientes resecados recibieron quimioterapia o radioquimioterapia adyuvante. El esquema de quimioterapia perioperatoria incluye epirubicina, cisplatino y 5-fluoruracilo. Después de tres ciclos los enfermos fueron ree- Rev Med Chile 2010; 138: 53-60 valuados y aquellos que presentaron reducción o estabilización tumoral fueron seleccionados para tratamiento quirúrgico. Posterior a la resección quirúrgica son presentados al comité institucional. El tratamiento adyuvante se define de acuerdo a los hallazgos intraoperatorios y la información de la biopsia postoperatoria. El esquema de radio-quimioterapia adyuvante consiste en un ciclo de 5-fluoruracilo (425 mg/m2 por día en infusión continua) más leucovorina (20 mg/m2 endovenoso) por 5 días previo a la radioterapia. Posteriormente se administra en forma concomitante a la radioterapia, los primeros 4 y últimos 3 días. Durante este periodo se disminuye la dosis de 5-fluoruracilo a 400 mg/m2 por día. Posterior a la radioterapia, se administran 2 ciclos más de quimioterapia. Estadística: El análisis estadístico incluyó test de Student, Mann-Whitney,χχ2 o prueba de Fisher. Las curvas de sobrevida se obtuvieron con el método de Kaplan-Meier y las diferencias fueron comparadas con el test de log-Rank. Se realizó un análisis multivariado de riesgos proporcionales con el método de Cox. Se consideró significativo un p < 0,05. Resultados Durante el período analizado se operaron 40 pacientes. En 39 de ellos se logró una resección completa del tumor y son los pacientes que se evalúan en este estudio. Un paciente no fue resecado por carcinomatosis peritoneal. De esta forma, el grupo de estudio está formado por 27 hombres y 12 mujeres con una edad promedio de 63 años (i: 40-80 años). Se realizó una gastrectomía total y esofagectomía distal a 22 pacientes, una esofagectomía transhiatal a 10 y una esofagectomía total y gastrectomía total a 7 pacientes (Figura 1). Se presentaron una o más complicaciones en 17 pacientes (41%) (Tabla 1). Dos de ellos (5,1%) fueron reoperados; uno por sangrado postoperatorio y otro por una hernia transhiatal aguda con necrosis intestinal. No hubo mortalidad postoperatoria. El estudio de anatomía patológica confirmó 7 casos de tumores tipo I de Siewert, 6 de tipo II y 26 de tipo III. En los pacientes con tumores tipo I, 2 enfermos presentaron compromiso de la mucosa, 55 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Cáncer de la unión gastroesofágica - J. M. Butte et al Tabla 1. Morbilidad postoperatoria Morbilidad N° % 3 7,7 Tromboembolismo pulmonar 2 5,1 Atelectasias 2 5,1 Síndrome febril sin foco 2 5,1 Derrame pleural 2 5,1 Disfonía transitoria 2 5,1 Retención gástrica 2 5,1 Neumonía 2 5,1 Sangrado arterial* 1 2,6 Necrosis intestinal por hernia transhiatal* 1 2,6 Neumotórax 1 2,6 Trombosis venosa profunda post alta 1 2,6 Infección de la herida operatoria 1 2,6 Arritmia supraventricular *Pacientes reoperados. Figura 1. A: Gastrectomía total y esofagectomía total. B: Esofagectomía total. 2 de la muscular y 3 de la adventicia. En los pacientes con tumores tipo II, uno presentó compromiso de la mucosa, 2 de la muscular, uno de la subserosa, uno de la adventicia y uno de la serosa. En los pacientes con tumores tipo III, 2 pacientes presentaron compromiso muscular, 9 de la subserosa y 15 de la serosa. La mediana de ganglios resecados fue de 24 (rango 10-53) y la mediana de ganglios positivos fue de 7 (rango 0-32). La relación entre el tratamiento quirúrgico y el tipo de tumor se observa en la Tabla 2. De acuerdo a la clasificación TNM, 5 pacientes fueron clasificados en estadio I, 12 en estadio II, 9 en estadio III y 13 en estadio IV (N3 en 12 y M1 en 1). Un paciente con un tumor tipo III recibió quimioterapia pre y postoperatoria, cinco con un tumor tipo III y uno con un tumor tipo I recibieron radioquimioterapia postoperatoria y un paciente con un tumor tipo II y otro con un tumor tipo III recibieron quimioterapia postoperatoria. En total, 9 pacientes recibieron algún tipo de terapia multimodal. La mediana de sobrevida y la sobrevida estimada a 3 y 5 años de los 39 enfermos fue de 21,4 meses, 33,3% y 25,2%, respectivamente (Figura 2). La sobrevida a 3 años de los pacientes con un tumor tipo I, tipo II y tipo III fue de 53,3%, 53,3% y 24,8%, respectivamente (p = NS). La sobrevida a 3 años de los enfermos con compromiso ganglionar fue significativamente inferior a la de aquellos sin compromiso ganglionar (23,1% Tabla 2. Tipo de resección según tipo de tumor Tipo de tumor GT+ED ETH EG Total Tipo I 0 7 0 7 Tipo II 3 3 0 6 Tipo III 19 0 7 26 GT + ED: Gastrectomía total + esofagectomía distal. ETH: Esofagectomía transhiatal. EG: Esofagectomía total + gastrectomía total. 56 Rev Med Chile 2010; 138: 53-60 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Cáncer de la unión gastroesofágica - J. M. Butte et al Figura 2. Sobrevida global de pacientes con un tumor de la unión gastroesofágica resecado (n = 39). Figura 3. Sobrevida de pacientes con un tumor de la unión gastroesofágica resecado según compromiso ganglionar (n = 39). vs 85,7%) (p < 0,05) (Figura 3). La sobrevida a 3 años de los pacientes con compromiso ganglionar N3 fue significativamente inferior que la de aquellos con compromiso ganglionar N1 o N2 (8,5% vs 62,8% y 42,8%, respectivamente) (p < 0,05). La sobrevida a 3 años de los pacientes sin permeaciones vasculares fue significativamente mayor que la de aquellos enfermos con permeaciones vasculares (47,6% vs 0%) (p < 0,05). La sobrevida de los enfermos en etapa I fue de 100%, la de los en etapa II de 56%, la de los en etapa III 33% y la de los etapa IV de 9% (p < 0,05) (Figura 4). El análisis univariado mostró que los pacientes con compromiso tumoral ganglionar, compromiso perineural y compromiso ganglionar de los grupos 1 ó 2 presentaron una peor sobrevida. Aquellos con tumores bien diferenciados y en etapa I, presentaron una mejor sobrevida. El análisis bivariado mostró que los tumores tipo III, el compromiso ganglionar (versus sin compromiso ganglionar), el compromiso ganglionar N3 (versus compromiso ganglionar N1 ó N2) y las permeaciones vasculares se asociaron a peor sobrevida (Tabla 3). El análisis multivariado mostró que el compromiso ganglionar N3 (versus compromiso ganglionar N1 ó N2) o permeaciones vasculares se asociaron a peor sobrevida (Tabla 4). Discusión Figura 4. Sobrevida de pacientes con un tumor de la unión gastroesofágica resecado según etapa tumoral (n = 39). Rev Med Chile 2010; 138: 53-60 El compromiso tumoral de la unión gastroesofágica se asocia a baja sobrevida global, compromiso tumoral loco-regional y la necesidad de procedimientos resectivos y reconstructivos complejos de alta morbilidad y mortalidad11. Independiente del sitio de origen (esofágico, cardias o estómago), la diseminación ganglionar es precoz, pudiendo comprometer los ganglios abdominales, mediastínicos e incluso cervicales12. A ello se agrega la frecuente infiltración tumoral esofágica, que puede extenderse a través de la submucosa más allá del límite oral palpable. En ocasiones, se han observado nidos 57 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Cáncer de la unión gastroesofágica - J. M. Butte et al Tabla 3. Análisis bivariado Característica HR IC 95% Compromiso ganglionar N3 8,27 1,03-66,47 Tumor tipo III 4,89 1,05-22,63 Permeaciones vasculares presentes 2,78 1,05-7,32 Compromiso ganglionar 1,05 1-1,1 Tabla 4. Análisis multivariado Característica HR IC 95% Compromiso ganglionar N3 9,84 1,21-80,02 Permeaciones vasculares presentes 3,22 1,16-8,9 tumorales submucosos, 5 a 10 cm proximales al límite oral de la lesión tumoral y sólo identificables en la revisión histológica de márgenes proximales sucesivos enviados a biopsia contemporánea (comunicación personal). Esta situación explicaría las recurrencias mediastínicas en pacientes sometidos a resecciones que no incluyeron el esofágo y los linfonodos mediastínicos y que en la biopsia contemporánea del margen oral no se detectó compromiso tumoral. La linfadenectomía debe incluir los territorios de drenaje linfático teórico que en el caso del CUGE implica la resección de al menos los linfonodos del mediastino inferior y del territorio abdominal perigástrico8. Ello implica realizar una esofagectomía total asociada a una gastrectomía total con linfadenectomía D2. Lamentablemente, la mayoría de los pacientes no tiene condiciones fisiológicas ni nutricionales para afrontar una extirpación y reconstrucción digestiva de tal envergadura, por lo que hay que ser selectivo en la aplicación de esta modalidad terapéutica3. Sin embargo, se observó que el riesgo perioperatorio de una esofagogastrectomía total no fue mayor que el de una gastrectomía total con anastomosis esófago-yeyunal intramediastínica. Por esto, podría ser razonable una resección más extensa si con ello se evita una reconstrucción de mayor morbilidad. De esta forma, el equipo quirúrgico debe estar familiarizado con todas las alternativas resectivas y con las distintas opciones y vías de reconstrucción del tránsito digestivo. La morbilidad y mortalidad operatoria se asocia al volumen y experiencia del equipo qui- 58 rúrgico3,13. En esta serie, pese a que 41% de los pacientes tuvo alguna complicación perioperatoria y 2 pacientes fueron reoperados, no hubo filtraciones anastomóticas, necrosis de segmentos interpuestos ni mortalidad operatoria. El estudio anatomopatológico intraoperatorio de los márgenes tumorales permitió sostener la decisión de realizar resecciones extendidas. El análisis debería ser realizado por un patólogo con experiencia en biopsia contemporánea e incluir varios cortes histológicos de los márgenes. El estudio anatomopatológico diferido, mostró que 66,6% de los pacientes presentaron un tumor originado en el estómago, tal como lo han señalado otros autores8,14. Además, en 26,9% de los enfermos con un tumor tipo III fue necesaria la resección completa del esófago por ascenso tumoral, compromiso nodal mediastínico, o ambos. La mediana de sobrevida y la sobrevida global a 3 y 5 años de los enfermos tratados en esta serie fue de 21,4 meses, 33% y 25% respectivamente. Fue menor en los pacientes que presentaron un tumor tipo III o compromiso ganglionar, especialmente en aquellos con 15 o más ganglios comprometidos. El análisis univariado, bivariado y multivariado mostraron resultados similares a los reportados en la literatura. Barbour y cols8, analizaron los resultados de 505 enfermos resecados por un CUGE y observaron que la mayoría de los tumores se originaron en el cardias o en el estómago, la mitad de los enfermos se encontraba en etapa III ó IV y la mediana de sobrevida fue de 27 meses. También se observó el ascenso tumoral a través del esófago, que llegó hasta 8 cm del borde del tumor primario. Fueron factores independientes de mal pronóstico el compromiso ganglionar N3, el compromiso parietal del tumor (peor en los tumores T3 ó T4), la mala diferenciación y un margen proximal menor a 3,8 cm. Otro estudio, de Sihvo y cols15, en el que se analizaron 402 enfermos, mostró una sobrevida global a 5 años de 29%. La cirugía radical R0 asociada a disección linfática en tres campos fue la que mostró los mejores resultados. Una revisión más reciente de Von Rahden y cols18, que evaluó más de 1500 casos consecutivos, confirmó que el factor pronóstico más importante asociado a sobrevida es la resección R0 con disección ganglionar. La sobrevida a 5 años del CUGE es discreta. En los últimos años se han evaluado tratamientos neoadyuvantes y adyuvantes intentando mejorar Rev Med Chile 2010; 138: 53-60 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Cáncer de la unión gastroesofágica - J. M. Butte et al la sobrevida global. Los beneficios teóricos del tratamiento neoadyuvante serían aumentar la probabilidad de la resección quirúrgica al disminuir el tamaño tumoral, eliminar las micrometastasis, disminuir los síntomas producidos por el tumor y determinar la sensibilidad del tumor a la quimioterapia, lo que se consideraría un factor pronóstico de sobrevida6,17. El estudio MAGIC6 evaluó 503 enfermos en forma prospectiva, aleatorizada y multicéntrica. Se incluyeron pacientes con un adenocarcinoma originado en el estómago, la unión gastroesofágica o el esófago distal, al menos en etapa II, sin metástasis a distancia o con enfermedad localmente avanzada no resecable en la evaluación imagenológica inicial. Se distribuyó aleatoriamente a cirugía más quimioterapia perioperatoria y sólo cirugía. El principal objetivo evaluado fue la sobrevida global. Este estudio mostró que los enfermos que recibieron quimioterapia perioperatoria tuvieron una mayor sobrevida global y libre de enfermedad al compararlos con los pacientes tratados sólo con cirugía. Aunque este estudio ha recibido reparos metodológicos porque concentró estadios tumorales más precoces en el grupo de quimioterapia perioperatoria, porque sólo 40% de los pacientes completó el tratamiento perioperatorio y porque la mayoría de los pacientes no recibió cirugía con disección ganglionar D2, la sobrevida global obtenida frente a cirugía exclusiva obliga a evaluar este tratamiento. La radioquimioterapia adyuvante ha sido utilizada después de cirugía resectiva óptima y suboptima. Los resultados del estudio INT 01165 que reportó mejor sobrevida global y libre de enfermedad en los pacientes sometidos a radioquimioterapia postoperatoria también han sido cuestionados en su metodología y aplicación clínica7. En este estudio hay una pequeña cohorte de pacientes portadores de CUGE cuyos resultados específicos no han sido reportados. Sin embargo, se tiende a extrapolar los beneficios obtenidos en sobrevida global y libre de enfermedad del estudio completo a este grupo de pacientes. Es muy probable que esta indicación de radioquimioterapia postoperatoria sea poco sustentable mientras no exista un estudio específico consistente y definitivo. En nuestro medio, la posibilidad de la mayoría de los pacientes de acceder a terapias neoadyuvantes, perioperatorias y adyuvantes es muy baja. Factores como la ausencia de estas modalidades terapéuticas en las guías de tratamiento oficia- Rev Med Chile 2010; 138: 53-60 les18, el alto costo, la alta tasa de estadios tumorales avanzados con grave deterioro fisiológico y nutricional asociado dificultan su aplicación clínica. Sin embargo, creemos que la mejoría en los resultados del tratamiento del CUGE estará intimamente ligada a la interacción entre terapias multimodales y cirugía oncológica de calidad en centros focalizados de alto volumen. Referencias 1. Stein H, Feith M, Siewert L. Cancer of the esophagogastric junction. Surg Oncol; 2000; 9: 35-41. 2. Siewert L, Feith M, Werner M, Stein H. Adenocarcinoma of the esophagogastric junction. Results of surgical therapy based on Anatomical/Topographic classification in 1002 consecutive patients. Ann Surg 2000; 232: 353-61. 3. Demeester S. Adenocarcinoma of the esophagus and cardia: A review of the disease and its treatment. Ann Surg Oncol 2006; 13: 12-30. 4. Lagergren J, Bergstrom R, Lindgren A, Nyren O. Symptomatic gastroesophageal reflux as a risk factor for esophageal adenocarcinoma. N Engl J Med 1999; 340: 825-31. 5. Macdonald J, Smalley S, Benedetti J, Hundahi S, Estes N, Stemmermann G, et al. Chemoradiotherapy after surgery compared with surgery alone for adenocarcinoma of the stomach or gastroesophageal junction. N Engl J Med 2001; 345: 725-30. 6. Cunningham D, Allum W, Stenning S, Thompson J, Van De Velde C, Nicolson M, et al. Perioperative chemotherapy versus surgery alone for resectable gastroesophageal cancer cancer. N Engl J Med 2006; 355: 11-22. 7. Manterola C, Torres R, Burgos L, Vial M, Pineda V. [Methodological quality of an article on the treatment of gastric cancer adopted as protocol by some Chilean hospitals]. Rev Med Chile 2006; 134: 920-6. 8. Barbour A, Rizk N, Gonen M, Tang L, Bains M, Rusch V, et al. Adenocarcinoma of the gastroesophageal junction: influence of esophageal resection margin and operative approach on outcome. Ann Surg 2007; 246: 1-8. 9. Demeester S. Colon interposition following esophagectomy. Dis Esophagus 2001; 14: 169-72. 10. American Cancer Society. American Joint Committee on Cancer. AJCC Cancer Staging Manual. 6th Edition. Lippincott-Raven. 2002. 11. Kirby J. Quality of life after oesophagectomy: the patient’s perspective. Dis Esophagus 1999; 12: 168-71. 12. Lerut T, Nafteux P, Moons J, Coosemans W, Decker G, De Leyn P, et al. Three-field lymphadenectomy for carcinoma of the esophagus and gastroesophageal junction 59 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Cáncer de la unión gastroesofágica - J. M. Butte et al in 174 R0 resections: impact on staging, disease-free survival, and outcome: a plea for adaptation of TNM classification in upper-half esophageal carcinoma. Ann Surg 2004; 240: 962-72. 13. Patti M, Corvera C, Glasgow R, Way L. A hospital’s annual rate of esophagectomy influences the operative mortality rate. J Gastrointest Surg 1998; 2: 186-92. 14. Gee D, Rattner D. Management of gastroesophageal Tumors. Oncologist 2007; 12: 175-85. 15. Sihvo E, Luostarinen M, Salo J. Fate of patients with adenocarcinoma of the esophagus and the esophagogastric 60 junction: A population-based analysis. 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Trends in puberal development of school age children living in the Metropolitan Region of Chile Background: There is a worldwide tendency towards an earlier appearance of puberal development among children, associated with an increase in weight and height. Aim: To study the trends in puberal development in Chilean school age children, between the years 1986 and 2001 and correlate it with weight and height changes. Subjects and Methods: In two representative samples of school age children, collected between years 1985 and 1987 (m-1986) and another between years 2000 and 2002 (m-2001), girls between 7 and 15 years (958 and 935, respectively) and boys between 9 and 15 years (842 and 870 respectively), were selected. Breast development (B) in females and genital development (G) in males were classified according to Tanner stages. Weight, height, body mass index (BMI) and nutritional status (according to Centers for Disease Control/ National Center for Health Statistics (CDC/NCHS) standards) were assessed. Results: The prevalence of obesity increased four fold between 1986 and 2001. The 2001 generation had a significantly higher degree of puberal development than their counterparts studied in 1986. Compared to m-1986, m-2001 subjects had a lower mean age at puberal development stage 2 and 3, but no differences at puberal stages 4 and 5. BMI of m-2001 subjects was significantly higher than that of m-1986 subjects at all puberal stages. The m-2001 males showed highest stature than m-1986 in all puberal stage, however, in females there is no difference in height between m-2001 and m-1986. Conclusions: The highest BMI observed in the cohort of 2001, could be facilitating an earlier puberal development and ethnic factors could explain the sexual dimorphism in stature. (Rev Med Chile 2010; 138: 61-67). Key words: Body mass index; Mammary glands, human; Puberty. E l aumento progresivo en la secreción del factor liberador de gonadotropinas (GnRH), activa el eje hipotálamo-hipófisis-gonadal (HHG) con los consecuentes cambios físicos, fisiológicos y del comportamiento propio de la pubertad1. Este eje está bajo la influencia de factores genéticos, étnicos, nutricionales y ambientales, Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), Universidad de Chile. Santiago de Chile. a Nutricionista. Magíster en Nutrición. Proyectos Fondecyt 93/85 y Fogarty U. Michigan/INTA 1999. Recibido el 20 de mayo de 2009, aceptado el 21 de diciembre de 2009 Correspondencia a: Raquel Burrows Argote El Libano 5524. Macul, Santiago,Chile E-mail: [email protected] Fax: 2214030 lo que explicaría la gran variabilidad en el inicio y progreso de la pubertad entre poblaciones contemporáneas, así como las tendencias seculares2,3. A nivel mundial, hay una tendencia a un mayor peso y estatura y a una presentación más temprana de la pubertad y menarquia, con cambios significativos durante el siglo XX. 4-6 La edad de la menarquia era 61 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Tendencia del desarrollo puberal en escolares de la Región Metropolitana de Chile - R. Burrows A. et al de 17 a 18 años a mediados del siglo XIX, disminuyó a 14 años a comienzo del siglo XX, llegando a los 12 años 6 meses a mediados del siglo, como consecuencia de una mejoría en la nutrición y en las condiciones de vida2,6. Entre los factores genéticos, las migraciones y mezclas raciales y entre los ambientales, la nutrición, la actividad física y disruptores endocrinos, tendrían un rol importante en la partida más temprana de la pubertad de los últimos 60 años2,7-9. Diferentes estudios coinciden en esta tendencia, así como en su asociación con el sobrepeso especialmente en las mujeres; sin embargo, difieren en la duración de la pubertad2,4. En Estados Unidos de Norteamérica (EEUU), hay una tendencia a una menor edad de partida de la pubertad con una estabilización en la edad de la menarquia y por ende, un mayor tiempo de duración de los eventos puberales4. En varios países europeos también se observa una edad más temprana de pubertad asociada al sobrepeso, pero con una menor duración2. El estudio de Bogalusa (Bogalusa Heart Study) muestra que la menor edad de menarquia en las norteamericanas se asocia a un mayor IMC, aunque habrían también determinantes étnicos, que explicarían la menor edad de partida de pubertad en las niñas de raza negra10,11. En los varones, la relación con el peso corporal se ha descrito en forma inversa12. El primer estudio chileno sobre pubertad lo realizó la Dra. Eloisa Díaz en el año 188613. Investigó la edad de la menarquia en 4.600 mujeres entre los 8 y los 21 años, observando que en el norte de Chile, la menarquia se presentaba mayoritariamente entre los 12 y los 14 años, en la zona central entre los 13 y los 16 años y en el sur, entre los 14 y los 16 años. Concluyó que factores climáticos y nutricionales, podrían explicar la menarquia más temprana de la mujer nortina. Estudios muy posteriores, no muestran grandes variaciones de la pubertad entre las décadas 1970-79 y 1980-89. Así, en 1974 Avendaño y cols, encontraron una edad promedio de 10,5 años para el botón mamario y de 12,4 años para la menarquia y en 1988, Burrows y Muzzo estimaron un promedio de 10,4 años y 12,4 años, respectivamente, en mujeres de similar nivel socioeconómico (NSE)14-16. Tres estudios nacionales muestran un significativo adelanto en la edad de partida de la pubertad en las mujeres, con poca variación en la edad de menarquia con las generaciones del 70 y 8017-19. Gaete y cols, 62 encontraron 14% de botón mamario y Codner y cols 17% antes de los 8 años, con una edad de menarquia de 12,7 años. Dos de estos estudios difieren, sin embargo, en la relación entre la edad de menarquia y el peso corporal18,19. Es probable que los 3 estudios, aunque contemporáneos, no sean comparables, pues mientras uno incluyó sólo niños de NSE medio-bajo y de peso normal, los otros incluyeron niños de diferentes NSE y estado nutricional. En Chile, la obesidad se cuadruplicó entre los años 1985 y 2000, asociada a un cambio en el perfil epidemiológico, en la dieta y en la actividad física, relacionados con un desarrollo socioeconómico “explosivo”20-22. Nos interesó analizar en dos muestras de escolares de similar NSE y evaluada por los mismos examinadores, los cambios seculares del desarrollo puberal durante este período de transición económica y epidemiológica tan peculiar y relacionarlo con las variaciones del crecimiento pondoestatural. Sujetos y Método De 2 muestras representativas, transversales y aleatorias de escolares de ambos sexos recolectadas entre los años 1985 y 1987 (m-1986) y entre los años 2000 y 2002 (m-2001), en los mismos establecimientos subvencionados (6) de la Región Metropolitana, se seleccionaron las niñas entre 7 y 15 años (958 y 935 respectivamente) y los varones entre 9 y 16 años (842 y 870 respectivamente) por ser los rangos de edades donde la población normal presenta los eventos puberales. Previo al examen físico, sus apoderados firmaron un consentimiento aprobado por el Comité de Ética del INTA, a cada niño se le explicó en qué consistía este examen, el que se realizó con su consentimiento. Antropometría y desarrollo puberal. El peso y la estatura se midieron con una balanza de precisión con cartabón (SECA) con sensibilidad de 100 g y 0,1 cm, respectivamente, y se calculó en cada niño el IMC (Peso/Talla2). Los mismos pediatras (RB, MB y SM) evaluaron el desarrollo mamario en las niñas y el genital en los niños por examen visual y palpatorio y lo calificaron según los 5 estadios de Tanner23,24. El estado nutricional se evaluó utilizando el referente CDC/2000 y considerando el grado de pubertad alcanzado25. En las mujeres, se registró la fecha de presentación de la primera Rev Med Chile 2010; 138: 61-67 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Tendencia del desarrollo puberal en escolares de la Región Metropolitana de Chile - R. Burrows A. et al menstruación, sólo en aquellas que recordaban el año y el mes (350 de 371 en la M-1986 y 380 de 403 en la M-2001). Estadística. Los resultados fueron procesados en planilla EXCEL y en STATA 9.0. El peso, la estatura y el IMC se expresaron como promedio y desviación estándar. Por método de Probito se calculó el promedio de edad en cada etapa de Tanner y el de la menarquia, por Chi 2 se evaluó la asociación entre la generación con el estado nutricional y el grado de pubertad alcanzado y por test de Willcoxon (Mann-Whitney) se compararon los promedios de edad, IMC y estatura dentro de una misma etapa puberal y la edad de menarquia, entre ambas generaciones. Se consideró significativo un p < 0,05. Resultados La Tabla 1 muestra la distribución de la muestra por edad, sexo y generación. En ambos sexos, la prevalencia de sobrepeso (Figura 1) fue mayor (p < 0,0001) en la m-2001, que en la m-1986. En Tabla 1. Distribución de las muestras m-1986 y m-2001 según sexo y edad Mujeres Varones m-1986 Edad (años) m-2001 N m-1986 N % % 7 107 11,2 92 9,8 8 106 11,1 108 11,6 m-2001 N % N % 9 106 11,1 100 10,7 105 12,5 101 11,6 10 107 11,2 106 11,3 103 12,3 119 13,7 11 109 11,4 103 11,0 101 12,0 119 13,7 12 112 11,7 107 11,4 97 11,5 117 13,4 13 111 11,6 106 11,3 103 12,2 108 12,4 14 108 11,3 99 10,6 113 13,4 108 12,4 15 92 9,6 114 12,2 114 13,5 101 11,8 106 12,6 97 11,1 842 100,0 870 100,0 16 Total 958 100,0 935 100,0 Figura 1. Distribución de las mujeres (A) y los varones (B) por estado nutricional según generación Rev Med Chile 2010; 138: 61-67 63 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Tendencia del desarrollo puberal en escolares de la Región Metropolitana de Chile - R. Burrows A. et al Figura 2. Distribución de las mujeres (A) y los varones (B) por estadio de Tanner según generación Tabla 2. Edad, talla e IMC (promedio ± DE) de las mujeres de la m-1986 y m-2001, según el estadio de Tanner Tanner N Edad (años) Talla (m) IMC 1 (m-1986) 1 (m-2001) 2 (m-1986) 2 (m-2001) 3 (m-1986) 3 (m-2001) 4 (m-1986) 4 (m-2001) 5 (m-1986) 5 (m-2001) 404 242 125 98 159 164 157 163 113 268 8,9 ± 1,3 8,4 ± 1,1** 10,7 ± 1,0 10,1 ± 1,1** 11,5 ± 1,3 10,7 ± 1,2** 13,5 ± 1,2 12,9 ± 1,3** 14,5 ± 0,9 14,3 ± 1,1 1,28 ± 0,07 1,28 ± 0,07 1,42 ± 0,08 1,38 ± 0,07** 1,46 ± 0,08 1,42 ± 0,07** 1,53 ± 0,05 1,53 ± 0,06 1,58 ± 0,06 1,58 ± 0,06 16,3 ± 2,0 17,9 ± 2,7** 17,7 ± 2,5 18,3 ± 3,1** 18,7 ± 2,6 20,1± 2,5** 20,1 ± 2,5 21,0 ± 3,2* 20,6 ± 2,6 22,4 ± 3,1** Significación según test de Willcoxon: *p < 0,001; **p < 0,000 Tabla 3. Edad, peso, talla e IMC (promedio ± DE) de los varones de la m-1986 y m-2001, según el estadio de Tanner Tanner 1 (m-1986) 1 (m-2001) 2 (m-1986) 2 (m-2001) 3 (m-1986) 3 (m-2001) 4 (m-1986) 4 (m-2001) 5 (m-1986) 5 (m-2001) N 357 288 83 134 93 117 201 167 109 164 Edad (años) 10,7 ± 1,1 10,4 ± 1,0** 12,8 ± 1,2 12,1 ± 0,8** 14,2 ± 1,1 13,1 ± 1,0*** 14,9 ± 1,0 14,9 ± 1,1 15,6 ± 1,1 15,4 ± 1,1 Talla (m) 1,37 ± 0,07 1,39 ± 0,06** 1,48 ± 0,07 1,48 ± 0,05 1,58 ± 0,07 1,57 ± 0,06 1,63 ± 0,07 66 ± 0,06** 1,66 ± 0,06 1,71 ± 0,06*** Significación según test de Willcoxon: *p < 0,001; **p < 0,000 64 IMC 17,2 ± 2,4 19,6 ± 3,1*** 18,5 ± 3,2 20,1 ± 3,4*** 18,3 ± 2,2 20,9± 3,2*** 19,2 ± 2,1 21,0 ± 3,2** 19,9 ± 2,3 21,8 ± 3,2*** las mujeres, el riesgo de obesidad y la obesidad alcanzaron 22,4% y 10% respectivamente en la m 2001, vs 11,0% y 2,6% respectivamente en la m-1986 (1A). En los varones, estos porcentajes fueron 24,5% y 12,6% respectivamente en la m-2001 y 8,3% y 2,5% respectivamente en la m-1986 (1B). En ambos sexos hubo una asociación (p < 0,001) entre el grado de pubertad y la generación (Figura 2). En las mujeres, 42,2% de la m-1986 no presentó desarrollo mamario (M1) y 11,8% ya lo completó (M5), en cambio en la m-2001, 25,9% estaba en M1 y 28,7% en M5 (2A). En los varones de la m-1986, 42,2% no presentó desarrollo puberal y 12,9% ya lo completó vs 33,1% y 18,9% respectivamente en la m-2001 (2B). La Tabla 2 muestra en las mujeres, los promedios de edad, talla e IMC según estadio de Tanner y generación. La m-2001 tiene un menor promedio de edad (p < 0,001) hasta la etapa 4, sin diferencias en M5, mayor IMC en todas Rev Med Chile 2010; 138: 61-67 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Tendencia del desarrollo puberal en escolares de la Región Metropolitana de Chile - R. Burrows A. et al las etapas y menor estatura hasta la etapa 3, sin diferencias en la estatura en M4 y 5, al compararla con la m-1986. La edad promedio de la menarquia, fue de 12,3 ± 1,3 años en la m-2001 y de 12,1 ± 1,2 años en la m-1986, diferencia estadísticamente significativa (p < 0,025). En los varones (Tabla 3), la m-2001 mostró menor promedio de edad hasta G3, mayor IMC en todas las etapas puberales y mayor promedio de estatura en las etapas G1, G4 y G5, al compararlos con la m-1986. Discusión El objetivo de este trabajo fue investigar la tendencia de la pubertad entre los años 1985 y 2002, período en el que ocurrieron cambios importantes en los estilos de vida y en el perfil nutricional y epidemiológico de la población chilena19-21,26,27. Este período, reconocido como de post-transición, se caracteriza por un aumento significativo en la prevalencia de obesidad, cáncer, enfermedades cardiovasculares y diabetes 227. Es interesante señalar que las patologías propias de la post transición están incluidas dentro de las consecuencias de una pubertad temprana28. En ambos sexos hay un adelanto significativo en la partida de la pubertad, sin variaciones en la edad en que se completa y un discreto adelanto de la menarquia, confirmando lo estimado por otros estudios nacionales contemporáneos (2001 y 2003)17,18. Nuestro estudio muestra diferencias tanto en el promedio de edad (10,1 años) como en el porcentaje de niñas de 7 y 8 años con botón mamario (11%), con lo encontrado por los otros autores (8,9 años y 25% respectivamente). Se ha planteado una sobreestimación del desarrollo mamario en niñas pequeñas con obesidad, señalándose la necesidad de desarrollar métodos que permitan diferenciar grasa de tejido mamario especialmente en el momento de la partida de la pubertad4. La tendencia a una menor edad de presentación de la pubertad es mundial y estaría asociada al sobrepeso, a factores étnicos, al retardo del crecimiento intrauterino y a otros disruptores endocrinos ambientales2,4,9,29. Nuestro estudio muestra que la obesidad se cuadruplicó entre los años 1986 y 2001, tendencia observada en otros estudios nacionales en escolares de diferentes NSE20,21. En ambos sexos, los escolares de la m-2001 tienen Rev Med Chile 2010; 138: 61-67 IMC significativamente mayor que la m-1986 en todas las etapas puberales. Varios estudios muestran una asociación inversa entre la adiposidad y la edad de partida de la pubertad, especialmente en las mujeres. Un seguimiento longitudinal en niñas americanas muestra que el sobrepeso a los 5 años de edad se asocia a un comienzo más temprano de la pubertad30. Otro estudio, en niñas de 6 a 9 años, muestra un z IMC significativamente mayor en las púberes que en las prepúberes; sin embargo, al controlar el peso, hay una menor edad de comienzo de la pubertad en las niñas negras, por lo que factores étnicos o ambientales desconocidos, podrían estar dando cuenta de estas diferencias11. Algunos estudios señalan que en las mujeres esta asociación sería muy fuerte, pero no en los varones. En niños norteamericanos, las mujeres de mayor peso corporal tienen menor edad de inicio puberal, pero en varones se observa lo contrario, comenzando en edad más temprana en los más delgados12. Otros estudios que investigan la relación entre grasa corporal y comienzo de la pubertad, coincide en este dimorfismo31. Esta diferencia se explicaría porque en la mujer los estrógenos promoverían un mayor desarrollo del tejido graso, mientras que en los varones, la testosterona influiría más en el crecimiento y menos en la formación de grasa12. En población alemana, el aumento del peso y de la grasa corporal no se asocia a una aparición más temprana pero si a un tiempo más corto de pubertad, en ambos sexos32. Cabe señalar que hay diferencias entre los países, en la tendencia del tiempo en que se completan los eventos puberales. Factores nutricionales y ambientales, muchos de ellos productos químicos reconocidos como “disruptores endocrinos”, podrían estar influyendo en estas diferencias, ya que algunos de ellos estimularían señales puberales del eje hipotálamo-hipófisisgónada y otros las inhibirían9,33,29. En los EEUU entre los años 1940 y 1994, hubo un significativo adelanto en la edad de inicio puberal con una estabilización en la edad de la menarquia, por lo que la duración de la pubertad es mayor4. En cambio en países europeos como Suecia y Alemania, el adelanto puberal se asocia a un menor tiempo de pubertad2,6,32,34. En nuestro estudio, se confirma un mayor tiempo de pubertad en ambos sexos. La m-2001 muestra un menor promedio de edad que la m-1986 en la etapa 2 y 3 de Tanner, sin diferencias en las etapas 4 y 5. Por otro lado, el 65 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Tendencia del desarrollo puberal en escolares de la Región Metropolitana de Chile - R. Burrows A. et al adelanto de la menarquia es muy discreto (12 años 3 meses y 12 años 1 mes respectivamente), lo que se traduce en un mayor tiempo entre la telarquia y la menarquia en la generación actual. Diferentes señales metabólicas que incluyen leptina, insulina y glucosa, modulan el eje hipotálamo-hipófisisgónada, postulándose varias hipótesis que asocian el sobrepeso con la pubertad temprana2. Una de ellas señala que la mayor secreción de leptina, secundaria al aumento de la grasa corporal, sería responsable de una estimulación más temprana del gonadostato hipotalámico35. Otra, sugiere que el hiperinsulinismo, asociado al aumento de la grasa corporal, estimularía la producción de andrógenos suprarrenales y estos activarían el gonadostato10. Ambas hipótesis explicarían también el mayor “tiempo” de pubertad, debido a que la activación del gonadostato, que inicia el proceso puberal, es un evento independiente de otras señales que dan cuenta del progreso de la pubertad2,9. Finalmente, hay un dimorfismo sexual en la estatura. Las mujeres de la m-2001 parten su pubertad con menor estatura y llegan a la etapa 5 de Tanner con estaturas similares a las de la m-1986. En cambio los varones de la m-2001, parten su pubertad y la completan con estaturas significativamente mayores a la m-1986. Valenzuela y cols (1983) demostraron un menor crecimiento puberal en niñas de NSE medio-bajo, al compararlas con inglesas y francesas y un dimorfismo sexual en su talla final respecto al varón, sugiriendo determinantes étnicos para explicar ambos hechos36,37. Descartan un déficit ambiental selectivo para las mujeres y sugieren que estos hallazgos evidencian la presencia de genes para la estatura en los cromosomas sexuales36. Por razones históricas asociadas al exterminio del varón mapuche y a la formación de parejas entre mujeres mapuches y varones españoles, habría un mayor mestizaje en los cromosomas X37. Es importante reconocer algunas debilidades de este trabajo. Fue realizado en escolares de establecimientos subvencionados de la RM, por lo que estaría representando a esta región y a ese tipo de establecimientos. Esta forma de selección se hizo para hacer comparables ambas muestras en el NSE y representativa del grupo más numeroso, que es el medio. Los niveles socioeconómicos medios constituyen el grupo más numeroso en los establecimientos subvencionados tanto en la década del 80 como en la actualidad15,16,38. Por otra parte, el 66 Compendio de Información del MINEDUC 2002 señala que 52% de los escolares están en la RM. Concluimos que durante la etapa de posttransición se observa una tendencia a una pubertad más temprana en escolares de ambos sexos, asociada a una mayor duración. Posiblemente esta tendencia tiene un determinante de tipo nutricional debido al aumento significativo del sobrepeso en este período; sin embargo, no pueden descartarse otros disruptores ambientales29,33. El dimorfismo sexual de la estatura apoyaría la hipótesis de Valenzuela y cols, quienes plantean que 95% de la población chilena se habría originado de la mezcla de varones españoles y mujeres aborígenes36,37. Sería importante efectuar estudios similares en escolares de los NSE alto y bajo, dado que factores étnicos y ambientales (sobrepeso, dieta y actividad física), que influencian la pubertad, muestran diferencias por NSE26,38. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Ebling FJ. The neuroendocrine timing of puberty. Reproduction 2005; 129: 675-83. Parent AN, Teilmann G, Juul A, Skakkebaek NE, Toppari J, Bourguignon J. 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Casos clínicos CLAUDIO HEINE T.1, MARÍA TERESA PARADA C.2, RODRIGO GIL D.2, FRANCISCO LÓPEZ K.1, CARLOS LIZANA S.3, MANUEL FERNÁNDEZ A.4, RODRIGO QUERA P.5 1 Unidad de Coloproctología. Centro de Trasplantes y Enfermedades Respiratorias. 3 Departamento de Cirugía. 4 Unidad de Radiología. 5 Unidad de Gastroenterología. Clínica las Condes. Santiago, Chile. 2 Recibido el 1 de abril de 2009, aceptado el 19 de noviembre de 2009. Correspondencia a: Dr. Rodrigo Quera P. Unidad de Gastroenterología Lo Fontecilla 441 Las Condes Santiago Fax: +56-02-6104776 E-mail: [email protected] L Distal intestinal obstruction syndrome. Report of two cases with cystic fibrosis Distal Intestinal Obstruction Syndrome (DIOS) has a 16% incidence among patients with Cystic Fibrosis (CF). It is characterized by an intestinal obstruction secondary to fecal impaction in distal ileum or cecum. We report two adult patients with DIOS. A female with CF and subjected to a lung transplantation at the age of 13 years. Five years later, she consulted for an intestinal obstruction. She was treated conservatively with a good clinical evolution. She had a new episode of DIOS eight months later, that was also treated conservatively. A 31 year-old male, subjected to bilateral lung transplantation nine years before, that was admitted to the hospital for a bronchiolitis. Three days after admission he started with a intestinal obstruction, that was diagnosed as a DIOS. He was managed conservatively with a good clinical response. (Rev Med Chile 2010; 138: 68-72). Key words: Cystic Fibrosis; Intestine Obstruction. a fibrosis quística (FQ) es una patología con prevalencia en nuestro país cercana a 1 por cada 4.000 recién nacidos1. Estos pacientes presentan una gran variedad de síntomas, siendo los de la esfera gastrointestinal uno de los más frecuentes: 85% a 90%. Dentro de ellos, uno de los menos conocidos es el síndrome de obstrucción intestinal distal (SOID)2. En 1941, Rasor y Stevenson describieron por primera vez un cuadro de obstrucción intestinal en un niño con fibrosis quística en el período neonatal3 y en la década 1960-69, Jenson utilizó por primera vez el término de equivalente al íleo meconial (meconial ileus equivalent) al encontrar importantes similitudes entre esta enfermedad y la que afecta a recién nacidos con fibrosis quística4. En 1981, Park y Grand propusieron el término distal intestinal obstruction syndrome (DIOS)5. El SOID muestra una incidencia variable entre 8,3% y 37%1,2,6-8 del total de pacientes portadores 68 de FQ. Si consideramos esta complicación sólo en adultos y adolescentes con FQ alcanza una incidencia de 16%7,9,10. En el caso de pacientes sometidos a trasplante pulmonar por fibrosis quística, la incidencia es mayor, alcanzando 20%11. La mayoría de los pacientes presentan su primer episodio después de los 18 años y cerca de la mitad de ellos tienen más de un episodio durante su vida12. Hasta la fecha no existen casos publicados en nuestro país de pacientes adultos con FQ sometidos a trasplante pulmonar y que hayan presentado esta complicación. Caso Clínico 1 Paciente de sexo femenino con diagnóstico de fibrosis quística desde el nacimiento y sometida a un trasplante pulmonar bilateral secuencial a los 13 años (2003). En octubre de 2008 consultó por Casos Clínicos Síndrome de obstrucción intestinal distal en pacientes adultos con fibrosis quística - C. Heine T. cuadro de 4 días de dolor abdominal en ambos hipocondrios con ausencia de deposiciones y gases por ano. En el examen físico de ingreso sólo destacó un abdomen distendido sin signos peritoneales. Los exámenes de laboratorio mostraron anemia leve (hematocrito 32,7%, hemoglobina: 11 g/dl) y una PCR discretamente elevada (1 mg/Lt). Se solicitó una radiografía simple de abdomen que mostró dilatación hidroaérea de asas de intestino delgado proximal y el resto de las asas intestinales con abundante contenido fecal (Figura 1a). En este escenario se decide administrar profilaxis antibiótica (ceftriaxona/metronidazol) e iniciar solución PEG 3.350 vía oral asociado a proctoclisis (1.000 cc de agua destilada + 15 g de bicarbonato de sodio + 10 ml de vaselina líquida a pasar en 2 horas por vía rectal) evolucionando con vómitos biliosos y aumento del dolor abdominal en fosa iliaca derecha sin presentar deposiciones. Se so- licitó una tomografía computada de abdomen y pelvis que mostró la presencia de contenido estercoráceo desde 40 a 50 cm de íleon distal hasta el ciego y colon transverso proximal confirmándose el diagnóstico de SOID (Figura 1b). Dada la poca tolerancia y poca respuesta al uso de PEG por vía oral y proctoclisis, se administró medio de contraste por sonda nasogástrica (Gastrografin® 100 ml diluidos en 400 ml de solución fisiológica) con lo que evacúa gran cantidad de deposiciones líquidas y una importante mejoría de su cuadro clínico. La radiografía simple de abdomen de control mostró desaparición de las asas de intestino delgado dilatadas en el abdomen superior. Fue dada de alta al cuarto día quedando con aporte de enzimas pancreáticas. A pesar de este tratamiento, la paciente presentó un nuevo cuadro de SOID 8 meses después del alta. Este nuevo episodio fue tratado desde un comienzo con Gastrografin® presentan- Figura 1a. Radiografía de abdomen simple (decúbito). El yeyuno aparece distendido y con aire (flecha recta), el íleon se muestra con contenido de aspecto estercoráceo (flecha en ángulo); el colon aparece relativamente colapsado en fosa ilíaca derecha y flanco izquierdo (cabeza de flecha). Figura 1b. Tomografía computada, visión coronal y sin contraste oral. El yeyuno se encuentra muy dilatado y con aire (flecha recta); el íleon proximal presenta contenido de aspecto estercoráceo (flecha en ángulo) y el íleon distal está colapsado con contenido de mayor densidad de lo habitual (flecha recta fina); el colon aparece parcialmente colapsado (cabeza de flecha). Rev Med Chile 2010; 138: 68-72 69 Casos Clínicos Síndrome de obstrucción intestinal distal en pacientes adultos con fibrosis quística - C. Heine T. do muy buena respuesta. En la actualidad, y tras 10 meses del primer cuadro, no ha presentado nuevos episodios de SOID como tampoco dolor abdominal ni constipación. Paciente de 31 años con antecedentes de FQ diagnosticada a los 2 años de edad con tratamiento y controles regulares hasta mayo de 2000, año en que se le realizó un trasplante pulmonar bilateral, con muy buena evolución hasta 2009. El cuadro actual se caracterizó por una descompensación respiratoria diagnosticada como una bronquiolitis obliterante siendo hospitalizado para su tratamiento. Al tercer día de hospitalización refirió un dolor abdominal tipo cólico de intensidad progresiva, localizado mayormente en hemiabdomen inferior derecho, asociado a 3 episodios de vómitos alimentarios. En el examen físico el abdomen se palpaba distendido y sensible en hemiabdomen derecho con bazuqueo. Se decidió tomar una radiografía simple de abdomen que mostró una moderada dilatación de asas de intestino delgado en hemiabdomen superior además de la presencia de abundante aire y contenido estercoráceo en todo el marco cólico (Figura 2a). Se solicitó además una tomografía computada de abdomen que mostró una importante dilatación de intestino delgado en la porción más alta del yeyuno hasta la parte proximal del íleon que parecían ocupados y distendidos por material de aspecto fecaloideo (Figura 2b), concluyendo con el diagnóstico de SOID. Se inició tratamiento con una dosis de Gastrografin® (100 ml diluidos en 400 ml. de suero fisiológico) presentando al cabo de 2 horas, gran cantidad de deposiciones líquidas e importante disminución de los síntomas. La radiografía simple de abdomen de control mostró distensión de algunas asas de intestino delgado en menor grado que en el examen anterior además de Figura 2a. Radiografía de abdomen simple. El íleon se encuentra distendido y con aire (flecha recta) y presenta contenido en su interior (flecha en ángulo); el colon se muestra relativamente colapsado (cabeza de flecha). Figura 2b. Tomografía computada, visión coronal. El yeyuno, con contraste oral aparece distendido (flecha recta); el íleon presenta contenido en su interior de aspecto estercoráceo (flecha en ángulo). Caso Clínico 2 70 Rev Med Chile 2010; 138: 68-72 Casos Clínicos Síndrome de obstrucción intestinal distal en pacientes adultos con fibrosis quística - C. Heine T. la presencia de medio de contraste en el intestino distal y marco colónico. El paciente fue dado de alta con suplemento de enzimas pancreáticas, encontrándose en buenas condiciones tras 10 meses de su hospitalización sin presentar nuevos cuadros de dolor abdominal, distensión o constipación. Discusión El SOID es una patología única en los pacientes con FQ caracterizada como una obstrucción intestinal asociada a la acumulación de material fecal altamente viscoso en el íleon terminal y en el hemicolon derecho, como el resultado de una combinación de insuficiencia pancreática exocrina, acumulación de moléculas intraluminales, mucosidad intestinal anormal y un tránsito intestinal más lento a través del intestino delgado10,13. Existen factores que pueden precipitar el SOID, como infecciones respiratorias intercurrentes, deshidratación, inmovilizaciones prolongadas o una pobre ingesta dietética14. Los síntomas más frecuentes son dolor abdominal recurrente con distensión, constipación, anorexia, saciedad precoz y vómitos. En el examen físico, muchas veces es posible encontrar una masa abdominal en fosa ilíaca derecha2,12,13,15, la que muchas veces es dolorosa a la palpación. El diagnóstico diferencial en pacientes con FQ debe incluir la invaginación intestinal, la obstrucción por adherencias, apendicitis aguda o una enfermedad de Crohn10,16. Usualmente el diagnóstico se realiza con los antecedentes de FQ, una historia detallada del cuadro clínico, examen físico acucioso, una radiografía de simple abdomen y una tomografía computada de abdomen10. Existe gran variedad de alternativas terapéuticas no invasivas descritas en la literatura, siendo algunas de ellas: la instalación de enemas fosfatados asociados a laxantes orales (aceite mineral o sulfato de magnesio), una baja dosis de solución de electrolitos, N-Acetilcisteína, neostigmina endovenosa, la administración de una solución de polietilenglicol asociado a electrolitos (PEG3350®) o el uso de enzimas pancreáticas8,13,16,17,18. Sin embargo, algunos de estos medicamentos presentan inconvenientes al no recomendarse su uso en niños menores de 12 años o porque el uso continuo de enzimas pancreáticas provocaría un daño crónico de la mucosa colónica, llegando incluso hasta la colonopatía fibrosante16. Rev Med Chile 2010; 138: 68-72 En el caso del medio de contraste hiperosmolar (Gastrografin®), ya en 1969 apareció el primer trabajo describiendo su uso en enema rectal para el tratamiento del íleo meconial en pacientes con fibrosis quística19. Más tarde, Burke y cols demostraron que el uso de Gastrografin® y el surfactante son los agentes más efectivos en aliviar el cuadro de constipación sin provocar daños en la mucosa intestinal al ser probados por vía rectal en ratas20. Gastrografin® (Schering, Berlín, Alemania), es un medio de contraste soluble en agua y largamente utilizado tanto desde un punto de vista diagnóstico como terapéutico. La composición de 100 ml de Gastrografin® contiene 10 g de amidotrizoato sódico, 66 g de amidotrizoato de meglumina y 37 g de yodo asociados a un agente humectante (polisorbato 80). Su osmolaridad alcanza los 1.900 mosm/Lt lo que es casi 6 veces la osmolaridad del líquido extracelular, permitiendo el movimiento de agua dentro del lumen intestinal, logrando una disminución de la viscosidad del contenido intraluminal, disminución del edema de la pared del intestino delgado y un aumento de la contractilidad del músculo liso lo que facilita la evacuación del material fecal y la resolución del cuadro obstructivo. Su vida media es de 30 a 60 minutos, y no presenta absorción intestinal8,11,21. La vía de administración puede ser por vía oral, a través de una sonda nasogástrica, por vía rectal o su uso mediante instilación durante la colonoscopia de un caso agudo de SOID14. O´Halloran y cols demostraron una efectividad de 81% con sólo una dosis, siendo 75% de estos pacientes tratados en forma ambulatoria8. Los principales efectos secundarios del Gastrografin® son diarrea, náuseas y vómitos20,21 por lo que no debiera ser indicado en pacientes con deshidratación intensa, obstrucción prologada, evidencia de abdomen agudo quirúrgico o en casos de sensibilidad conocida al yodo8,22. Durante el episodio agudo, la cirugía presenta una alto riesgo de morbimortalidad debido a sangrado, cicatrización deficiente y a infecciones pulmonares postoperatorias en un paciente con inmunosupresión asociada8,22, por lo que debiera reservarse exclusivamente para los casos de fracaso al tratamiento médico o en presencia de complicaciones como obstrucción intestinal completa por adherencias asociadas, invaginación, vólvulo o perforación intestinal2,10,18. En resumen, el SOID es una complicación que debe ser considerada principalmente en pacientes 71 Casos Clínicos Síndrome de obstrucción intestinal distal en pacientes adultos con fibrosis quística - C. Heine T. adultos con FQ y sobre todo en aquellos que han recibido un trasplante pulmonar. En esta patología, la alta sospecha clínica sumada al apoyo de un equipo multidisciplinario (gastroenterólogo, neumólogo, cirujano, radiólogo) permite evitar una cirugía en estos pacientes. En cuanto al tratamiento, el uso de Gastrografin® demuestra ser una estrategia segura, efectiva y de bajo costo en estos pacientes. 11. 12. 13. Referencias 14. 1. Sánchez I, Pérez MA, Boza ML, Lezana V, Vila MI, Repetto G, et al. Consenso nacional de fibrosis quística. Rev Chil Pediatr 2001; 72: 356-80. 2. Hanly J, Fitzgerald M. Meconium Ileus equivalent in older patients with cystic fibrosis. BMJ 1983; 286: 141113. 3. Rasor R, Stevenson C. Cystic fibrosis of the pancreas: a case history. 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Stewart-Treves syndrome or a Lymphangiosarcoma, developed over a chronic lymphedema, is a rare complication described in mastectomized patients but it can be observed in lymphedemas located elsewhere . It appears as nodular skin lesions that grow, multiply quickly and frequently metastasize. We report a 40-year-old male with an angiosarcoma associated with primary chronic lower limb lymphedema. The patient consulted for a history of weight loss and malaise and appearance of violaceous lesions over the zone of lymphedema and inguinal lymph node involvement. A CT scan showed bilateral lung lesions and enlargement of inguinal and iliac lymph nodes. A biopsy of one of the skin lesions disclosed an angiosarcoma, diagnosis that was confirmed with immunohistochemistry. Chemotherapy was started but the patient died five months after the diagnosis. (Rev Med Chile 2010; 138: 73-76). Key words: Hemangiosarmoma; Lymphangiosarcoma; Lymphedema. E l angiosarcoma es un tumor maligno derivado del endotelio que puede manifestarse en cualquier sitio anatómico, incluida la piel1. Según deriven del endotelio de vasos sanguíneos o linfáticos, se denominan hemangiosarcomas o linfangiosarcomas respectivamente. Los angiosarcomas asociados a linfedema crónico de extremidades son morfológicamente similares a otros angiosarcomas cutáneos2. El linfedema de miembros se denomina secundario cuando ocurre en el contexto de insuficiencia venosa crónica, filariasis, infecciones recurrentes, cirugía que compromete el flujo linfático, radioterapia o traumatismos del miembro. En ausencia de lesiones extrínsecas se denomina primario y se clasifica en congénito (habitualmente manifiesto antes del año de edad), precoz (presente antes de los 35 años) y tardío (en mayores de 35 años)3. El linfangiosarcoma desarrollado sobre un linfedema crónico (síndrome de Stewart-Treves) es una complicación descrita en 0,07 a 0,45% de Departamento Clínico de Medicina, Hospital de Clínicas, Universidad de la República, Montevideo, Uruguay. a Cirujano Vascular. Recibido el 31 de marzo de 2009, aceptado el 24 de noviembre de 2009. Correspondencia a: Dr. Ricardo Silvariño Clínica Médica C, Hospital de Clínicas. Av. Italia s/n y las Heras, Piso 8 Tel/Fax 0058 2 4878702 E-mail: [email protected] pacientes que sobreviven más de cinco años a una mastectomía4,9. Si bien fue descrito como complicación en miembros superiores postmastectomía, el término se hizo extensivo a otras localizaciones menos frecuentes como miembros inferiores5. Se presenta como lesiones cutáneas nodulares que crecen, se multiplican con rapidez y metastatizan frecuentemente a pulmones y cavidad pleural6. La literatura registra aproximadamente 400 casos de angiosarcoma asociado a linfedema crónico, de los cuales la casi totalidad ocurrieron luego de mastectomía ipsilateral7. Se presenta un caso clínico de angiosarcoma vinculado a linfedema primario crónico de miembro inferior y se revisa la literatura a propósito del caso. Caso Clínico Paciente de 40 años, sexo masculino, procedente de medio urbano. Portador de linfedema 73 Casos Clínicos Síndrome de Stewart-Treves: Caso clínico - R. Silvariño et al primario tardío de miembro inferior derecho de tres años de evolución, valorado con linfocentellografia que había evidenciado ausencia de drenaje linfático en dicho miembro, tomografía computada (TC) de abdomen, pelvis y muslo sin alteraciones, y eco-Doppler arterial y venoso normales. Infecciones de piel recurrentes y de evolución tórpida en dicho miembro. Consultó por cuadro de 1 mes y medio de evolución caracterizado por marcada astenia, anorexia, adelgazamiento de 10 kilos, con fiebre de hasta 38ºC axilar. En la evolución se agregó tos con expectoración hemoptoica. Relataba lesiones sobre linfedema de reciente aparición. Del examen de ingreso destacaba: severo adelgazamiento, sin palidez ni fiebre. En miembro inferior derecho presentaba linfedema hasta raíz de muslo (Figura 1A) con múltiples lesiones nodulares de 5 mm de diámetro, firmes, violáceas, algunas descamadas y otras ulceradas con mayor concentración de lesiones en región poplítea (Figura 1B). En muslo proximal presentaba lesión, pediculada y ulcerada (Figura 1C). Lesión traumática de pie en vías de cicatrización. Adenomegalias inguinales a derecha, firmes, de 2 cm de diámetro que no formaban conglomerados. A nivel pleuropulmonar destacaba la presencia de ruidos subcrepitantes bibasales escasos. El resto del examen físico era normal. De la analítica de laboratorio destacaba hemograma, glicemia, función renal y pruebas hepáticas normales, VHS de 50 mm en la primera hora, y proteína C reactiva de 30 mg/dL. Serología para VIH negativa. Baciloscopías y prueba de Mantoux negativos. La radiografía de tórax mostraba imagen nodular paracardíaca izquierda (Figura 1D). La TC de tórax, abdomen y pelvis mostraba múltiples nódulos pulmonares bilaterales a predominio bibasal (Figura 1E), mal delimitados y adenomegalias Figura 1. A: Linfedema crónico de miembro inferior derecho. B: Nódulos violáceos topografiados en hueco poplíteo homolateral al linfedema. C: Lesión vegetante ulcerada topografiada en muslo a nivel proximal de donde se obtuvo muestra histológica. D: Nódulo pulmonar paracardíaco izquierdo (flecha), presente también en Tomografía de tórax (E), donde también se visualiza nódulo pulmonar contralateral (flechas). 74 Rev Med Chile 2010; 138: 73-76 Casos Clínicos Síndrome de Stewart-Treves: Caso clínico - R. Silvariño et al Figura 2. A: Infiltración dermo-hipodérmica por células fusiformes que envuelven espacios vasculares. B: Dilatación irregular de espacios vasculares revestidos por células poligonales con núcleos hipercoloreados. Infiltración por células fusiformes que deforman los espacios vasculares. inguinales e iliacas externas derechas. Se realizó una biopsia incisional de lesión pediculada del muslo que fue compatible con angiosarcoma, con inmunohistoquímica concordante (positividad para marcadores de células endoteliales CD31 y CD34, el primero con elevada sensibilidad y especificidad12,13) (Figura 2). Valorado por servicio de oncología clínica se inicio plan de poliquimioterapia. El paciente falleció a 5 meses del diagnóstico. Discusión Es extremadamente inhabitual el desarrollo de un angiosarcoma sobre un linfedema primario. Cuando ocurre en el contexto de una mastectomía se estima que el vaciamiento ganglionar axilar y la radioterapia local son factores precipitantes10. Otro aspecto a destacar es el corto período de tiempo entre el desarrollo del linfedema y la aparición del angiosarcoma, ya que la literatura cita una media de 10 años para el desarrollo de esta complicación11,12�. La evolución es habitualmente agresiva, con rápido crecimiento de las lesiones en lo locorregional y tendencia a dar metástasis a distancia en corto plazo6 como se observó en el caso relatado que debutó con metástasis pulmonares. La media de sobrevida es de 19 meses13 con rango de 8,5 a 13,6% a 5 años9. Una revisión de 160 casos, no halló diferencia significativa en la supervivencia entre los inicialmente tratados con amputación del miembro en comparación con los tratados con escisión local de las lesiones. Rev Med Chile 2010; 138: 73-76 Tanto la amputación como la escisión mejoraron la sobrevida en comparación a la radioterapia o quimioterapia14. La presencia de metástasis pulmonares en el caso relatado, alejaron la opción quirúrgica como tratamiento posible. El angiosarcoma desarrollado sobre un miembro con linfedema crónico o síndrome de StewartTreves es una complicación infrecuente pero de rápida y agresiva evolutividad. Hasta el momento no existe tratamiento curativo, presentando los afectados importante morbilidad y escasa expectativa de vida. La presencia de lesiones inhabituales en un miembro con linfedema debe conducir a la realización de una biopsia con el objetivo de despistar precozmente esta complicación. Deben optimizarse las medidas médicas para prevenir el linfedema de miembros cuando existen causas secundarias tratables, evitando así la elevada morbilidad que genera y las complicaciones mortales como la descrita. Agradecimientos: A la Cátedra de Dermatología del Hospital de Clínicas, Facultad de Medicina, Universidad de la República por su aporte en lo que refiere a diagnóstico clínico e histopatológico. Referencias 1. 2. Morgan M, Swann M, Somach S, Eng W, Smoller B. 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The patient was subjected to an esophagectomy with a satisfactory postoperative evolution. Four months later, liver metastases were detected and the patient died eleven months after the operation. The second patient is a 59 year-old male that consulted by dysphagia. An endoscopy showed a pigmented esophageal lesion whose pathological diagnosis was a malignant melanoma. The patient was subjected to an esophagectomy and sixteen months after surgery there was no evidence of relapse. (Rev Med Chile 2010; 138: 77-81). Key words: Esophageal neoplasms; Melanoma. L os melanomas primarios del esófago son infrecuentes, representan entre 0,1 y 0,2% de las neoplasias esofágicas y 0,5% de los melanomas viscerales1. Se estima una incidencia de 0,0036 casos por cada millón de personas por año2. La mayoría de los pacientes consultan inicialmente por disfagia lógica y el diagnóstico se puede sospechar al momento de la endoscopia digestiva alta (EDA), que habitualmente muestra un tumor polipoideo y pigmentado, en el tercio medio o el distal del esófago3. Sin embargo, también se pueden observar lesiones múltiples en 12% de los pacientes4. El diagnóstico se confirma con el estudio anatomopatológico que se debería apoyar en tinciones de inmunohistoquímica5. En la mayoría de los estudios se ha utilizado la tomografía computada como medio estándar de etapificación3. En los últimos años, se ha descrito el rol de la tomografía de emisión de positrones con 18 F-deoxiglucosa (18FD PET-CT), que permitiría Servicio de Cirugía Digestiva Oncológica. 2 Anatomía Patológica. 3 Medicina Nuclear. Instituto Oncológico Fundación Arturo López Pérez (FALP) Santiago, Chile. a Interno de Medicina, Universidad de Los Andes. 1 Recibido el 3 de abril de 2009, aceptado el 10 de noviembre de 2009. Correspondencia a : Dr. Enrique Waugh Fundación Arturo López Pérez Rancagua 878 Santiago, Chile Teléfono: 56-2-4457247 Fax: 56-2-4218597 E-mail: [email protected]. una etapificación regional y sistémica más certera6. Existen pocas comunicaciones en la literatura mundial sobre esta patología, generalmente series de pocos casos, que no permiten establecer comparaciones terapéuticas. Sin embargo, los mejores resultados a largo plazo se han observado en pacientes tratados con esofagectomía7. A pesar de ello, el pronóstico es malo, con una sobrevida global a 1 año de 30% y a 5 años de 5%8. El objetivo de este reporte es comunicar 2 nuevos casos de melanoma primario del esófago tratados con esofagectomía y discutir algunos aspectos de esta patología. Casos Clínicos Caso 1: Mujer de 51 años, domiciliada en Antofagasta, con antecedente de tabaquismo y asma. Consultó en junio de 2006 por disfagia 77 Casos Clínicos Melanoma primario del esófago tratado con esofagectomía. Casos clínicos - J.M. Butte et al lógica, náuseas, vómitos y baja de peso. La EDA mostró una lesión polipoidea, mamelonada y ulcerada en el tercio medio del esófago que comprometía casi todo el lumen esofágico. El estudio anatomopatológico de la lesión mostró un tumor sólido, infiltrante, con características morfológicas e inmunohistoquímicas compatibles con un melanoma maligno. La tomografía computada de tórax (Figura 1 A y B) mostró una lesión tumoral, con crecimiento intraluminal, en el tercio distal del esófago. La lesión comprometía el cardias y comprimía la aurícula izquierda. No hubo evidencia de compromiso de órganos adyacentes ni metástasis. La tomografía computada de abdomen y pelvis fue normal. En julio de 2006, consultó en el Instituto Oncológico Fundación Arturo López Pérez (FALP). El examen físico y los exámenes generales preoperatorios fueron normales. Se le realizó Figura 1. Tomografía Computada de Tórax. A: Corte coronal. Se observa una lesión polipoídea en el tercio del esófago (flecha blanca). B: Corte transversal. Se observa una lesión polipoídea que compromete todo el lumen del esófago distal (flecha blanca). 78 una tomografía de emisión de positrones con 18 F-deoxiglucosa que mostró un tumor de 9 cm en el esófago distal y adenopatías hipercaptantes en el omento menor, con un índice de captación estandarizado promedio de glucosa (SUV) de 11,1 y 3,3 g/ml, respectivamente. Debido a la ausencia de metástasis a distancia se decidió la resección quirúrgica. El 20/7/2006 se le realizó una esofagectomía transhiatal, disección mediastínica en block, ascenso gástrico por mediastino posterior y anastomosis esofagogástrica cervical. La paciente evolucionó en forma satisfactoria y fue dada de alta, sin complicaciones, el día 12 postoperatorio. El estudio anatomopatológico mostró un melanoma melanocítico de 9 cm en el tercio inferior del esófago. La lesión tumoral comprometió hasta la túnica muscular propia. Además se observaron múltiples focos de melanoma in situ y permeaciones linfovasculares peritumorales. Los márgenes quirúrgicos fueron negativos, sin embargo, en el margen proximal se observaron algunos melanocitos atípicos aislados en el epitelio escamoso. Uno de 19 ganglios linfáticos resecados presentó compromiso tumoral por melanoma. Cuatro meses después de la cirugía, debido a compromiso progresivo del estado general, se le realizó otra tomografía de emisión de positrones con 18F-deoxiglucosa. En este examen se observaron al menos 7 lesiones compatibles con metástasis hepáticas (entre 10 y 75 mm de diámetro) junto a ganglios linfáticos de aspecto patológico, con aumento en la captación de glucosa en la axila izquierda. En todas las lesiones el SUV fluctuó entre 2,9 y 11,6 g/dl (Figura 2). La paciente falleció el 08/05/2007 como consecuencia de una progresión de la enfermedad. Caso 2: Hombre de 59 años, domiciliado en Temuco, sin antecedentes mórbidos. Consultó en septiembre de 2007 por disfagia lógica asociada a baja de peso. La endoscopia digestiva alta demostró una lesión polipoidea de 5 cm, pigmentada, en el tercio distal del esófago (Figura 3). El estudio anatomopatológico de la biopsia endoscópica diagnosticó un tumor maligno indiferenciado. En septiembre de 2007 fue evaluado en FALP. El examen físico y los exámenes de laboratorio fueron normales. El material anatomopatológico fue reevaluado y se concluyó que el tumor presentaba características morfológicas e inmunohistoquímicas concordantes con un melanoma maligno. Rev Med Chile 2010; 138: 77-81 Casos Clínicos Melanoma primario del esófago tratado con esofagectomía. Casos clínicos - J.M. Butte et al Figura 2. Tomografía de Emisión de Positrones con 18Fdeoxiglucosa. A: Lesión tumoral en axila izquierda con aumento de SUV (flecha). B: Lesiones metastásicas hepáticas con aumento de SUV (flechas). Figura 3. Endoscopia Digestiva Alta. Se observa una lesión polipoídea pigmentada en el extremo distal del esófago. Figura 4. A (corte coronal) y B (corte transversal): Tomografía de emisión de positrones con 18F-deoxiglucosa. Se observa una lesión tumoral de 9 cm en el tercio distal del esófago (flechas blancas), asociado a aumento del SUV. Figura 5. Pieza quirúrgica de esofagectomía. A: Estudio macroscópico: Esófago abierto. En el extremo distal se observa una lesión polipoidea de 6 cm de eje mayor. B-Existe necrosis central y al corte hay compromiso de la capa muscular. C: Neoplasia maligna constituida por células grandes, con abundante citoplasma eosinófilo y núcleos con nucléolo prominente. (HE 400x). D: Estudio inmunohistoquímico para HMB-45 (positivo) en células tumorales. Rev Med Chile 2010; 138: 77-81 79 Casos Clínicos Melanoma primario del esófago tratado con esofagectomía. Casos clínicos - J.M. Butte et al Una tomografía de emisión de positrones con 18 F-deoxiglucosa confirmó la presencia de una lesión polipoidea de 9 cm, con un SUV máximo de 9,6 gr./ml, en el extremo distal del esófago. Además se observaron ganglios linfáticos peritumorales con aumento en la captación de glucosa hipercaptantes. No se identificaron metástasis a distancia (Figura 4). El 26/9/07 se le realizó una esofagectomía transhiatal, disección mediastínica en block, ascenso gástrico por mediastino posterior y anastomosis esofagogástrica cervical. El enfermo evolucionó en buenas condiciones y fue dado de alta, sin complicaciones, el día 11 postoperatorio. El estudio AP confirmó la presencia de un melanoma epiteloídeo, con alto índice mitótico, extensamente ulcerado, con infiltración inflamatoria del estroma, focalmente pigmentado y con necrosis central. El tumor infiltraba hasta la túnica muscular propia. Se observaron metástasis ganglionares en 3 de 10 ganglios linfáticos resecados. Los estudios inmunohistoquímicos para HMB-45 y la proteína S-100 fueron positivos (Figura 5). En el último control de seguimiento (marzo de 2009), no hubo evidencias de recidiva clínica ni en las imágenes. Discusión En este estudio se describen dos pacientes tratados por un melanoma esofágico primario. Ambos tuvieron una presentación clínica, estudio preoperatorio y tratamiento quirúrgico similar, pero una diferente evolución y sobrevida. Al igual que la mayoría de los pacientes con esta patología, consultaron por disfagia y baja de peso y la endoscopia sugirió el diagnóstico de melanoma, al evidenciar una lesión polipoidea. Fue necesario utilizar tinciones de inmunohistoquímica para confirmar el diagnóstico anatomopatológico. Ambos fueron estudiados con una tomografía de emisión de positrones con 18F-deoxiglucosa, que fue negativa para metástasis a distancia. Sin embargo, es lógico pensar que en la primera paciente fue falsamente negativa, ya que un nuevo examen realizado 4 meses después, mostró múltiples metástasis hepáticas. Estas tampoco se observaron en la exploración quirúrgica. La diferente evolución y sobrevida estaría fundamentalmente determinada por la presencia de enfermedad sistémica no diagnosticada al momento de la operación. 80 Los melanomas esofágicos primarios son tumores muy poco frecuentes. Hasta el año 2005 se habían descrito en la literatura mundial sólo 262 casos de melanoma primario del esófago9. Cheung y cols10, en un estudio que abarcó 31 años (1973 a 2004), identificaron 659 pacientes con un melanoma primario del tracto gastrointestinal. No hubo predisposición por el sexo y 51% de los pacientes fue mayor de 70 años al momento del diagnóstico. La mayoría de los tumores se ubicaron en el canal anal o en la zona oro-nasal (boca, lengua, amígdalas o nasofaringe) y sólo en 41,2% de los pacientes, la neoplasia estaba localizada. La sobrevida media de todos los casos fue de 17 meses y fue menor en aquellos con compromiso ganglionar, enfermedad diseminada o tratados en forma no quirúrgica. En este estudio sólo se describieron 39 pacientes (5,9%) portadores de melanoma esofágico. También se observó que la sobrevida promedio de los enfermos con melanomas originados en el esófago fue de 12 meses y que aumentó luego del tratamiento quirúrgico (7 vs 12 meses en enfermos tratados en forma no quirúrgica y quirúrgica, respectivamente). Lamentablemente, esta información proviene de estudios retrospectivos que no permiten comparar diferentes tratamientos. Tampoco permiten establecer factores pronósticos independientes ni determinar si la sobrevida depende del tratamiento quirúrgico o de otros factores asociados. Poco se conoce sobre la patogenia de esta enfermedad siendo difícil determinar si un melanoma del esófago corresponde a una metástasis visceral de un melanoma cutáneo o a un tumor primario. Varios estudios han asociado el desarrollo de un melanoma primario del esófago con la presencia de melanocitos en la unión del epitelio y el estroma esofágico (que se observa en el 2,5 a 8% de las personas sanas) y en la presencia de melanocitosis11. La melanocitosis corresponde al aumento del número de melanocitos en la capa basal del epitelio esofágico, asociado a una mayor cantidad de melanina en estos melanocitos11 y también ha sido descrita en asociación con esofagitis crónica, hiperplasia escamosa y carcinoma escamoso del esófago12. Chapman y cols13 describen que la hiperplasia melanocítica atípica y la presencia de focos de melanoma in situ serían signos histológicos distintivos del origen primario de estos tumores. En el estudio anatomopatológico de uno de los casos descritos, se observó la presencia de Rev Med Chile 2010; 138: 77-81 Casos Clínicos Melanoma primario del esófago tratado con esofagectomía. Casos clínicos - J.M. Butte et al melanocitos atípicos y melanoma in situ, lo que apoyaría el diagnóstico de melanoma primario del esófago. El diagnóstico preoperatorio de melanoma esofágico puede ser difícil de realizar. Es importante descartar en el examen clínico la presencia de un melanoma cutáneo o mucoso14 y las tinciones de inmunohistoquímica de la proteína S-100 ó HMB 45 permitirían diferenciar el diagnóstico del de un carcinoma escamoso mal diferenciado. La utilidad de la tomografía de emisión de positrones con 18F-deoxiglucosa en la etapificación regional y sistémica de las neoplasias primarias del esófago está bien sustentada. En el manejo del melanoma cutáneo metastásico ha permitido detectar con gran sensibilidad la presencia de lesiones viscerales15. En estos pacientes se utilizó este examen tanto en la etapificación preoperatoria como en la pesquisa de una eventual recurrencia. El melanoma esofágico tiene vías preferentes de diseminación a través del plexo submucoso y canales linfáticos hacia linfonodos regionales. Por ello, en la mayoría de los casos reportados con enfermedad localizada, el tratamiento quirúrgico resectivo mediante esofagectomía, ha sido la opción terapéutica inicial. Pese a ello, en la mayoría de las ocasiones la diseminación sistémica precoz es el hecho clínico que determina la pobre sobrevida. No hay consenso si ante la presencia de lesiones eventualmente pre malignas como la melanocitosis, la esofagectomía debiera ser el tratamiento recomendado. El pronóstico del melanoma esofágico primario es pobre, con una sobrevida reportada de 30% al año y 5% a los 5 años. Existen sin embargo, reportes aislados de pacientes sometidos a esofagectomía que logran una sobrevida de 10 a 48% a 5 años8,10. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. Referencias 1. 2. Kimura H, Kato H, Sohda M, Nakajima M, Fukai Y, Miyazaki T, et al. Flat-type primary malignant melanoma of the esophagus treated by EMR: case report. Gastrointest Endosc 2005; 61: 787-89. Chang F, Deere H. Esophageal melanocytosis morphologic features and review of the literature. Arch Pathol Lab Med 2006; 130: 552-57. Rev Med Chile 2010; 138: 77-81 14. 15. Stranks G, Mathai J, Rowe-Jones D. Primary malignant melanoma of the oesophagus: case report and review of surgical pathology. Gut 1991; 32: 828-30. Joob A, Haines G 3Rd, Kies M, Shields T. Primary malignant melanoma of the esophagus. Ann Thorac Surg 1995; 60: 217-22. Dicostanzo D, Urmacher C. Primary malignant melanoma of the esophagus. Am J Surg Pathol 1987; 11: 46-52. Antoch G, Vogt F, Freudenberg L, Nazaradeh F, Goehde S, Barkhausen J, et al. 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FERNÁNDEZ A.1, CRISTIAN FABIÁN FLÓREZ S.2, ALIRIO BASTIDAS2, JUAN MANUEL BELLO1, RAFAEL VALLE O.1, JOHN LONDOÑO P.1, ELSA REYES S.1, PEDRO SANTOS M.1 Servicio de Reumatología e Inmunología. Servicio de Medicina Interna. Hospital Militar CentralUniversidad Militar Nueva Granada. Bogotá, Colombia. 1 2 Recibido el 20 de abril de 2009, aceptado el 9 de noviembre de 2009. El presente trabajo fue financiado en su totalidad por los autores. No requirió financiación externa. Correspondencia a: Daniel G. Fernández Ávila. Teléfono celular: 3204945517 Dirección: Calle 64 A No. 52-53 Torre 1 Apartamento 304. Bogotá, Colombia E-mail: danielfernandezmd@ gmail.com L Pulmonary artery aneurism in a patient with Behçet disease. Report of one case Behçet disease is a systemic disease with diverse clinical symptoms which vary according to the organs and systems involved. Typically , patients have oral and genital ulcers and episodic ocular involvement with periods of clinical improvement. We report a 18 year-old male presenting with chest pain and hemoptysis and a history of ulcers in the oral cavity and scrotum. A chest CAT scan showed a mass located adjacent to the heart that a pulmonary arteriography defined as a left pulmonary artery aneurism. The patient was operated, excising left inferior pulmonary lobe. Due to skin and ocular involvement, the patient complied with criteria for Behçet disease. Immunosuppressive treatment with prednisone and azathioprine was started and the patient was discharged from the hospital. (Rev Med Chile 2010; 138: 82-87). Key words: Aneurysm; Behçet’s Syndrome; Pulmonary artery. a enfermedad de Behçet (EB), descrita por primera vez en 1937 por el dermatólogo turco Hulusi Behçet, es una enfermedad crónica sistémica compleja de causa desconocida, caracterizada por la aparición recurrente de úlceras orales y genitales, uveítis a repetición y compromiso variado de distintos órganos o sistemas (piel, mucosas, articular, neurológico, renal, pulmonar, vascular e intestinal)1. Esta patología es usualmente vista en los países que se extienden del Mediterráneo hasta el lejano oriente, en lo que corresponde a la ancestralmente conocida ruta de la seda2. Su etiopatogenia es desconocida, aunque el concepto más aceptado actualmente como desencadenante de la enfermedad propone que ciertos antígenos de agentes infecciosos (posiblemente por mimetismo molecular), pueden desencadenar una respuesta autoinmune en pacientes genéticamente susceptibles3. El presente caso es de particular relevancia, no sólo por reunir las 82 principales características clínicas de esta entidad, sino también por la presencia de una complicación vascular a nivel pulmonar, que puso en riesgo la vida del paciente al momento de la presentación inicial del cuadro clínico. Caso Clínico Paciente de 18 años, sexo masculino, quien presentaba cuadro clínico de 3 meses de evolución consistente en dolor torácico en el hemitórax izquierdo, de características pleuríticas, asociado a episodios de hemoptisis. Los antecedentes personales y familiares eran negativos. A la revisión por sistemas refería que desde hace 2 años presentaba la aparición intermitente de lesiones ulceradas en mucosa oral y escroto, dolorosas, que duraban aproximadamente 2 semanas y resolvían en forma espontánea, para las que no había buscado asistencia médica previamente. Consultó inicialmente Casos Clínicos Aneurisma de la arteria pulmonar en Enfermedad de Behçet - D.G. Fernández A. et al a hospital local de su región, en el que realizaron estudios iniciales con radiografía de tórax y baciloscopias, los que fueron informados como normales. Por persistencia de la sintomatología, 3 semanas después consultó nuevamente con el cuadro descrito de tos y hemoptisis. Se realizó en su hospital local nuevo estudio imagenológico, con radiografía de tórax que evidenció una imagen radio opaca paracardíaca izquierda (Figura 1), por lo que fue enviado al Hospital Militar Central para continuar estudios complementarios. En el examen físico de ingreso, se encontraba con signos vitales: FC 98 FR 18 PA 115/70 T 37,1ºC, con palidez mucocutánea significativa, mucosa oral húmeda. A nivel cardiopulmonar: taquicardia, ruidos cardíacos normales sin soplos, ruidos respiratorios disminuidos en base de hemitórax izquierdo. Llamaba la atención la presencia de lesiones descritas en la revisión por sistemas, con 2 úlceras de 0,5 cm en mucosa oral de labio inferior y una úlcera de 1 cm de diámetro a nivel del escroto del testículo derecho (Figuras 2 y 3). El resto del examen físico se encontraba dentro de límites normales. Figura 1. Radiografía de tórax que evidencia una imagen radio opaca paracardíaca izquierda. Figura 2. Úlceras orales. Rev Med Chile 2010; 138: 82-87 Figura 3. Úlcera genital en escroto. 83 Casos Clínicos Aneurisma de la arteria pulmonar en Enfermedad de Behçet - D.G. Fernández A. et al Dentro de los estudios iniciales se encontró un hemograma con anemia microcítica heterogénea (Hb 6,3 VCM 76 RDW 18), sin alteración en otras líneas celulares. Adicionalmente, gases arteriales y electrolitos del plasma dentro de límites normales. Se decidió estudio de la imagen encontrada en la radiografía de tórax con una tomografía axial computarizada, la cual evidenció una masa paracardíaca izquierda, de bordes bien definidos con densidad de tejidos blandos que medía aproximadamente 8 x 10 x 6 centímetros (Figura 4). Con la sospecha de lesión vascular se decidió llevar a arteriografía pulmonar la cual mostró un aneurisma de la arteria pulmonar izquierda que se extendía a la arteria para el lóbulo inferior (Figura 5). Se realizó en ese instante embolización de la lesión y posteriormente fue llevado a cirugía, encontrándose un aneurisma de la arteria pulmonar izquierda rama para el lóbulo inferior, con trombo en su interior (Figura 6) realizándose lobectomía del lóbulo pulmonar inferior izquierdo. Por el compromiso de mucosas (úlceras orales y en escroto), con la presencia de la lesión aneurismática descrita, se consideró como posibilidad diagnóstica enfermedad de Behçet, por lo que se realizó prueba de patergia, la cual fue positiva (Figura 7). Se realizó evaluación oftalmológica, con valoración con lámpara de hendidura (Figura 8) la cual evidenció la presencia de sinequias pupilares posteriores (flechas verdes) y pigmento en la cápsula anterior del cristalino (flechas azules), hallazgos que apoyaron el diagnóstico de enfermedad de Behçet. El perfil inmunológico del paciente muestra ANAS y ANCAS negativos con tipificación de HLA positivo para A24, A26, B27 y B35. Se decidió manejo inmunosupresor con esteroides (prednisona 1 mg/kg día) y azatioprina. La evolución clínica fue favorable, por lo que se decidió continuar manejo ambulatorio por los servicios de reumatología, cirugía de tórax y oftalmología. Discusión La edad promedio de aparición de la EB es entre los 20 y los 40 años de edad, con igual proporción en el compromiso de ambos géneros, a diferencia de la mayoría de enfermedades autoinmunes en las que existe un mayor número de casos en el sexo femenino4-6. La distribución geográfica de la EB es peculiar. El país con mayor prevalencia es Turquía (80-421 por 100.000 habitantes)7-9. Además se encuentra una alta prevalencia en otros países del mediano y lejano Figura 4. TAC de tórax con masa paracardíaca izquierda. Figura 5. Arteriografia que evidencia aneurisma de la arteria pulmonar izquierda. 84 Rev Med Chile 2010; 138: 82-87 Casos Clínicos Aneurisma de la arteria pulmonar en Enfermedad de Behçet - D.G. Fernández A. et al Figura 6. Aneurisma de la arteria pulmonar izquierda con trombo en su interior. Figura 7. Prueba de patergia. oriente como Iraq (17 por 100.000 habitantes)10. Su presencia en el hemisferio occidental es baja, con datos del Reino Unido que informan una prevalencia de 0,64 por 100.000 habitantes, España con 6,4 casos por 100.000 y Estados Unidos con 8,6 por 100.0004. En cuanto al cuadro clínico de la EB, cabe anotar que es muy variado pues se trata de una enfermedad sistémica que puede llegar a comprometer una gran variedad de órganos y sistemas. Entre los principales hallazgos cabe citar: Figura 8. Sinequias pupilares posteriores (flechas verdes). y pigmento en la cápsula anterior del cristalino (flechas azules). Rev Med Chile 2010; 138: 82-87 Úlceras orales: Son el principal hallazgo clínico (97-99%) y usualmente el primer síntoma de la enfermedad, precediendo a las otras manifestaciones incluso por varios años4. Generalmente, se trata de úlceras menores (< 10 mm de diámetro) y con menos frecuencia se observan >10 mm o de características herpetiformes. 85 Casos Clínicos Aneurisma de la arteria pulmonar en Enfermedad de Behçet - D.G. Fernández A. et al Úlceras genitales: Son otro hallazgo común (85%) en la EB. En los hombres usualmente aparecen a nivel del escroto y con mucha menor frecuencia comprometen el pene. Son morfológicamente similares a las úlceras orales y al igual que estas son dolorosas. En las mujeres comprometen los labios mayores y menores. Compromiso de piel: Se observa en 85% de los pacientes, usualmente en forma de lesiones pápulo pustulosas, de características morfológicas muy similares al acné, pero a diferencia de este con una distribución preferente hacia las extremidades11. Se puede encontrar otro tipo de compromiso en piel como lesiones nodulares, zonas de tromboflebitis superficial, ulceración extragenital y lesiones vasculíticas12. La prueba de patergia se incluye dentro del compromiso en piel. Esta prueba, que hace parte de los criterios diagnósticos de EB, es un test de hiperreactividad no específico de la piel. Se induce al pinchar la piel con una aguja estéril, penetrando hasta el tejido celular subcutáneo, usualmente en la cara anterior del antebrazo. Si hay aparición de una pápula 48 horas después de la prueba, se considera positiva. Compromiso ocular: Presente en 50% de los pacientes. Es más común y severo en hombres. Usualmente es bilateral y ocurre en los primeros 2 a 3 años de la enfermedad13. Generalmente se presenta como una panuveítis crónica bilateral recidivante. Los ataques recurrentes pueden resultar en cambios estructurales como sinequias y cicatrices retinianas. Compromiso articular: Observado en 30 a 50% de los casos. Puede presentarse como artritis o artralgias, con compromiso mono u oligoarticular. Usualmente con ubicación periférica sin llegar a producir erosiones ni deformidad. Compromiso vascular: Pueden comprometerse venas y arterias. Se puede observar como tromboflebitis superficial, trombosis venosa profunda (TVP) o arteritis con formación de aneurismas. A pesar de la presencia de TVP los episodios de tromboembolismo pulmonar son escasos, dado que la presencia de trombos es secundaria al enorme proceso inflamatorio en la pared del vaso14. Incluso los expertos recomiendan el manejo de estos episodios de TVP con inmunosupresores y 86 no con anticoagulantes15. Los aneurismas pulmonares son el segundo sitio de compromiso arterial en orden de frecuencia, solamente superados por los aneurismas de la aorta16. Usualmente afectan a pacientes jóvenes quienes presentan como síntoma más común la hemoptisis. La localización más frecuente es en las arterias del lóbulo inferior derecho, seguido por las arterias pulmonares derecha e izquierda17. La más alta mortalidad en enfermedad de Behçet es vista en pacientes con aneurismas de arteria pulmonar18-20. Compromiso de sistema nervioso central (CNS): Ocurre en 5% de los pacientes y usualmente se presenta en pacientes de género masculino. Se puede observar compromiso parenquimatoso (usualmente en tallo cerebral) o no parenquimatoso (trombosis de senos durales, meningitis ascéptica y vasculitis arterial)21. Los criterios de diagnóstico de la EB se anotan en la Tabla 1. Tabla 1. Criterios de clasificación de enfermedad de Behçet Úlceras orales recidivantes Aftas menores, aftas mayores o úlceras herpetiformes observadas por el médico o el paciente, con un mínimo de tres episodios durante un período de 12 meses Úlceras genitales recidivantes Úlceras o cicatrices aftosas observadas por el médico o paciente Lesiones oculares Uveítis anterior y posterior, presencia de células en el vítreo al examen con lámpara de hendidura, o bien, vasculitis retiniana diagnosticada por el oftalmólogo Lesiones cutáneas Eritema nodoso observado por el médico o el paciente, psudofoliculitis o lesiones pápulo-pustulosas; o nódulos acneiformes observados por el médico en pacientes post adolescentes no tratados con glucocorticoides Positividad de la prueba de hiperreactividad cutánea (Prueba de Patergia) Evaluado por un médico a las 48 horas Referencia 22. Rev Med Chile 2010; 138: 82-87 Casos Clínicos Aneurisma de la arteria pulmonar en Enfermedad de Behçet - D.G. Fernández A. et al En cuanto al pronóstico de la EB, la mayoría de los pacientes entra en remisión completa con el paso de los años. Los desenlaces fatales usualmente están relacionados con compromiso neurológico y formación de aneurismas de arterias pulmonares con sangrado masivo fulminante. Este último pudo ser el desenlace de nuestro paciente si no se interviene en forma oportuna. Dada la naturaleza sistémica de la EB, el tratamiento debe ir enfocado al órgano o sistema comprometido por la enfermedad en un momento dado, asimismo, el manejo varía de acuerdo a la severidad de los síntomas23. En general, el manejo médico incluye medicamentos como colchicina, azatioprina, prednisolona, ciclosporina A y ciclofosfamida. Adicionalmente se han empleado medicamentos biológicos como infliximab y etanercept. El tratamiento debe ser multidisciplinario y su complejidad varía de acuerdo a la misma heterogeneidad de las manifestaciones clínicas de la enfermedad, en un espectro que va desde tratamientos tópicos para las manifestaciones mucocutáneas leves hasta pulsos de esteroides o ciclofosfamida para compromiso de SNC. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. Referencias 17. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Krause I, Weinberger A. Behçet’s disease. Curr Opin Rheumatol 2008; 20: 82-7. Verity DH, Marr JE, Ohno S, Wallace GR, Stanford MR. Behçet’s disease, the Silk Road and HLA-B51: historical and geographical perspectives. Tissue Antigens 1999; 54: 213-20. Vidaller A, Formiga F, Sais G, Pujol R. Tratado Hispanoamericano de Reumatología. 1a Edición. Editorial Nomos, Colombia 2006; 1133-9. Yurdakul S. Behçet’s Syndrome. Best Pract Res Clin Rheumatol 2008 22; 5: 793-809. Houman MH, Neffati H, Braham A, Harzallah O, Khanfir M, Miled M, et al. 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Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga, Colombia 2 Universidad Industrial de Santander. Escuela de Nutrición y Dietética. Profesor Titular. a Nutricionista Dietista. MSc. Epidemiología. b Enfermera. MSc. Epidemiología. El presente trabajo fue cofinanciado por la Universidad Industrial de Santander y el Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología “Francisco José de Caldas”, COLCIENCIAS. El proyecto fue seleccionado mediante convocatoria pública y asignado el código 1102-345-18973. Código interno UIS; 8656. Los financiadores no tuvieron influencia en el diseño del estudio, la recolección, el análisis o interpretación de los datos, ni en la preparación, revisión o aprobación del manuscrito. Declaración de conflicto de interés. Los autores declaran que no tienen conflicto de interés de ningún tipo, ni real o potencial sobre los resultados presentados. Recibido el 12 de marzo de 2009, aceptado el 16 de diciembre de 2009 Correspondencia a: Oscar Fernando Herrán Falla. Carrera 32 Número 29 – 31. Tercer Piso, Oficina 304. CIE. Facultad de Salud. Universidad Industrial de Santander. Zonal Postal 3001. Bucaramanga, Santander, Colombia. Sur América. E-mail: [email protected] / [email protected] L Análisis confirmatorio para la prueba AEQ-III en Bucaramanga, Colombia OSCAR F. HERRÁN1,2,a, MARÍA F. ARDILA1,b. Confirmatory analysis for the test AEQ-III in Bucaramanga, Colombia Background: The Alcohol Expectancy Questionnaire-III (AEQ-III) test evaluates positive expectations towards alcohol consumption. Aim: To perform a confirmatory factorial analysis of the AEQ-III test. Material and Methods: During 2006-2008, 1199 adults between 18 and 60 years old (588 males) answered a survey that included socio-economic variables and the AEQ-III test to determine alcohol consumption and its consequences. A factorial analysis was performed and the goodness of fit of the final model was assessed. Results: “Increase in expressivity and sexuality”, “decrease in physical tension”, “lack of inhibition and feelings of power” and “decrease in psychological tension” were the four confirmed dimensions. This model differs of others applied in the region, has 22 variables and adjusts well. Values for median quadratic approximation error, Tucker- Lewis index, normal adjustment index and goodness of fit were 0.07, 0.93 and 0.92, respectively. The variance explained by the model increased from 62% in the exploratory to 76% in the confirmatory analysis. Internal consistency in the exploratory and confirmatory models was 0.85 and 0.87. Conclusions: Two confirmed dimensions correspond to group behaviors and the others, to individual behaviors. All indices of relevance of grouping variables, goodness of fit and parsimony were maintained and even improved and are generally optimal. (Rev Med Chile 2010; 138: 88-94). Key words: Alcoholism; Colombia; Primary prevention. a teoría de las expectativas ha sido en las dos últimas décadas, la más útil para explicar el consumo de alcohol, el consumo problemático y el alcoholismo1-9. Las seis expectativas propuestas en 1985, fueron derivadas del análisis factorial de la prueba Alcohol Expectancy Questionnaire (AEQ-III)10. AEQ-III evalúa las esperanzas o expectativas que determinan el consumo de alcohol y mide el grado en que un individuo espera una variedad de efectos generales y específicos al consumir alcohol7,10. Esta prueba ha sido utilizada en Centro y Sur América para explicar con base en la teoría de las expectativas, el consumo de alcohol y sus consecuencias en la población general y en estudiantes universitarios4,5,11-16. 88 A pesar de la variedad de las intervenciones clínicas y poblacionales, del endurecimiento de la legislación, de los impuestos que incrementan el valor de las bebidas alcohólicas para desestimular su consumo, y de prohibiciones explicitas, en Bucaramanga el consumo de alcohol y sus consecuencias indeseables siguen aumentando17. Estudios locales y las encuestas nacionales evidencian que más de 90% de la población adulta consume alcohol y 14% según la prueba CAGE es alcohólica17-19. El consumo de alcohol genera alta carga de mortalidad, morbilidad y gasto en salud17-21. El estudio de los posibles determinantes del consumo, el consumo problemático y la dependencia cobra relevancia en la medida en que en esta población Salud pública Análisis confirmatorio para la prueba AEQ-III en Bucaramanga, Colombia - O. F. Herrán y M. F. Ardila ninguna variable biológica, sociodemográfica o dietaria esta asociada a la ingesta de alcohol15,17,22. La utilización de cualquier prueba de medición desarrollada en contextos socioculturales incluso similares, requiere además de adaptarla al lenguaje local, de estudios de reproducibilidad y validez23,24. El estudio de pruebas predesarrolladas como el AEQ-III pertenece al campo de la evaluación de la tecnología diagnóstica, el cual debe desarrollarse con urgencia en los países en vía de desarrollo24. Este estudio tuvo como objetivos; conducir el análisis factorial confirmatorio de un modelo con cuatro factores derivado previamente de la prueba AEQ-III en población adulta y joven de Bucaramanga, Colombia8. Además, comparar el modelo diseñado con el originalmente propuesto en 1985 y otro desarrollado en 2000 y que ha influenciado positivamente el estudio del consumo de alcohol en América Latina3-5. Material y Método Bucaramanga es una ciudad intermedia en la región nororiental de Colombia, su actividad económica es el comercio, cuenta con 900.000 habitantes, y de clima cálido, en promedio 26 oC. Durante el periodo 2006 a 2008 se desarrolló un estudio analítico de validez factorial. Tamaño de la muestra y selección de sujetos. Mil ciento noventa y nueve sujetos fueron encuestados. El tamaño muestral fue definido como diez por el número de ítems del AEQ-III (10 x 120). Diez es el número recomendado de sujetos por ítem para establecer la validez factorial de un cuestionario25,26. Los sujetos fueron seleccionados a través de muestreo en múltiples etapas para representar por sexo y estrato socioeconómico a la población. Los que cumplieron los siguientes criterios fueron elegibles; 1) Entre 18 y 60 años; 2) Residir en la ciudad dos años o más; 3) No asistir a un grupo de apoyo como alcohólicos anónimos y 4) Que manifestaran su deseo de participar suministrando voluntariamente la información. De un mapa de Bucaramanga fueron elegidas al azar manzanas y luego casas por estrato socioeconómico, en cada vivienda se realizó un censo de elegibles y aleatoriamente se seleccionó uno por vivienda. Si esta persona se rehusaba, se elegía otra persona de la misma vivienda. Después de seleccionarlos, de informarlos sobre los objetivos, de garantizar la Rev Med Chile 2010; 138: 88-94 confidencialidad y de obtener un consentimiento escrito, se encuestaron. El proyecto y los procedimientos fueron aprobados por el Comité de Ética en Investigación de Salud de la Universidad Industrial de Santander. Fuentes de información. Se aplicó un cuestionario sobre aspectos sociodemográficos y el cuestionario AEQ-III8,10. Los procedimientos para adaptar el cuestionario AEQ-III al idioma y jerga de la población fueron descritos previamente8. Estadística. El análisis factorial confirmatorio se dividió en tres etapas, en dos de ellas se replicaron modelos desarrollados previamente4,8 y en la otra se desarrolló uno. Para todos los modelos se evaluaron las soluciones factoriales y la bondad de ajuste. En la primera etapa se replicó el Modelo A con cuatro factores, para el total de la muestra y en la población menor de 25 años8,15. La segunda etapa estableció una solución factorial con seis factores; Modelo B3,10. La tercera etapa replicó la solución factorial con ocho ítems desarrollada para estudiantes universitarios mexicanos; Modelo C4,5. La agrupación de variables estaba predeterminada para los modelos con cuatro y ocho factores, no para el modelo de seis. Los criterios para la selección y agrupación de variables en el Modelo B fueron: la mayor carga factorial de la variable al factor, un valor de carga mínimo de 0,40 y complementariamente una varianza compartida o común entre variables mínima de 0,40 (1 - Uniqueness). En todas las soluciones factoriales se utilizó una rotación PROMAX debido a la correlación en los factores latentes27. Para evaluar la pertinencia de la agrupación de variables dentro de factores, se calculó el porcentaje de la varianza explicada y el estadístico Kaiser-Meyer-Olkin (KMO), tanto para las variables como para los factores27. Con el fin de confirmar el modelo con cuatro factores en la muestra y los menores de 25 años, y de permitir su comparación con el de seis y ocho factores, fueron calculados índices de bondad de ajuste; razón de verosimilitud (χ2), error de aproximación cuadrático medio (RMSEA), el índice Tucker-Lewis (NNFI), de ajuste normal (NFI), de bondad de ajuste (GFI) y el índice de ajuste de parsimonia (PNFI)27. Todas las soluciones factoriales, fueron realizadas con la matriz de covarianza y la estimación de la máxima verosimilitud27-29. Para cada modelo la consistencia interna intra factor y entre factores fue determinada con el alfa de 89 Salud pública Análisis confirmatorio para la prueba AEQ-III en Bucaramanga, Colombia - O. F. Herrán y M. F. Ardila Cronbach (AC)18,30. El coeficiente rho de Spearman permitió establecer la correlación entre factores. Los puntajes en los factores fueron escalas aditivas. La comparación entre los puntajes alcanzados en las expectativas y algunas variables como la edad, el sexo o la escolaridad, se realizó con base en medias ajustadas a través de regresión lineal y utilizando pruebas t de Student y ANOVA. Toda la información fue sometida a doble digitación y validada en EpiInfo v 6.04d31. La descripción de las variables sociodemográficas y los puntajes alcanzados en las expectativas fue realizada con medidas descriptivas apropiadas e intervalos de confianza del 95% (IC). Los estratos socioeconómicos 1 y 2, los más bajos en la escala de ingreso y desarrollo, se agruparon en el nivel socioeconómico 1, los 3 y 4 en el nivel 2 y los estratos 5 y 6 en el nivel 3. Dada la aplicación de un diseño de muestreo en múltiples etapas, la estimación de los errores se realizó utilizando el ajuste de la varianza de Taylor32,33. El procesamiento de las variables y los cálculos estadísticos, fueron realizados con STATA/SE versión 1034. Los MEE fueron realizados con BDMP35. Resultados Población estudiada. Un total de 3.562 casas fueron visitadas, 4.940 sujetos fueron declarados elegibles, de ellos 1.199 se encuestaron. Entre 195 y 206 sujetos participaron por cada uno de los seis estratos socioeconómicos originales. El 49% eran hombres, la edad media en la muestra fue de 35,9 años (IC: 35,2 a 36,6) sin diferencia por sexo p = 0,227. El 4,8% no tenía educación primaria. La escolaridad media era de 11,5 años (IC: 11,3 a 11,8), un año mayor en las mujeres p = 0,003. La escolaridad estaba inversamente relacionada con el nivel socioeconómico p = 0,000. Otras características de la población estudiada se presentan en la Tabla 1. Tabla 1. Características de la población estudiada Total Variable Hombre Mujer (n = 1.199) (n = 588) (n = 611) 54,8 (48,4 a 61,2) † 83,3 (71,9 a 94,7) 27,3 (22,0 a 32,5) Hasta primaria 188 {15,7} 80 {13,6} 108 {17,7} Entre 6 y 11 441 {36,8} 200 {34,0} 241 {39,4} Entre 12 y 16 444 {37,0} 244 {41,5} 200 {32,7} 17 ó más 126 {10,5} 64 {10,9} 62 {10,2} Uno 399 {33,3} 188 {32,0} 211 {34,5} Dos 407 {33,9} 201 {34,2} 206 {33,7} Tres 393 {32,8} 199 {33,8} 194 {31,8} Incremento de expresividad y sexualidad 2,0 (1,9 a 2,1) 2,0 (1,9 a 2,1) 1,9 (1,8 a 2,0) Disminución de la tensión física 1,7 (1,7 a 1,8) 1,8 (1,6 a 1,9) 1,6 (1,5 a 1,8) Desinhibición y sentimientos de poder 4,8 (4,8 a 4,9) 4,9 (4,7 a 5,1) 4,7 (4,6 a 4,9) Ingesta de alcohol/semana (g) * Escolaridad (años) * Nivel socioeconómico ‡ Puntaje en las expectativas ¶ Disminución de la tensión psicológica * Sumatoria total 1,9 (1,9 a 2,0) 2,0 (1,8 a 2,1) 1,8 (1,6 a 1,9) 10,5 (10,4 a 10,7) 10,8 (10,3 a 11,2) 10,2 (9,6 a 10,8) * p<0,05. † Promedio e intervalo de confianza del 95%. | Número y porcentaje. ‡ Al nivel uno pertenecen los estratos socioeconómicos 1 y 2; al dos, los estratos 3 y 4; al nivel tres, pertenecen los estratos 5 y 6. ¶ Promedio e intervalo de confianza del 95%, ajustado por la edad, la escolaridad, el nivel socioeconómico, la cantidad de alcohol consumida (g) y la clasificación alcanzada en CAGE y CP-alcohol. 90 Rev Med Chile 2010; 138: 88-94 Salud pública Análisis confirmatorio para la prueba AEQ-III en Bucaramanga, Colombia - O. F. Herrán y M. F. Ardila Análisis factorial confirmatorio. El número de variables constitutivas del modelo con cuatro factores: Modelo A, es substancialmente menor que el número de ellas en el modelo clásico de seis factores, Modelo B, y el desarrollado en México con ocho factores, Modelo C. A pesar de esto, la pertinencia de la agrupación en el Modelo A es relativamente superior de acuerdo con el estadístico KMO; 0,82, 0,86 y 0,87 respectivamente (Tabla 2). En términos de parsimonia o del balance entre el porcentaje de la varianza explicada y el número de variables, el Modelo A es muy superior; mientras que con 22 variables se logró explicar el 76% del to- tal de la variabilidad, para obtener un aumento del 9% se requieren 29 variables adicionales (Tabla 2). Un total de diez factores fueron identificados en los tres modelos. El Modelo A, tiene tres de los seis del Modelo B y dos del Modelo C (Tabla 3). La consistencia interna según el AC en el Modelo A estuvo entre 0,62 y 0,74, en el Modelo B entre 0,75 y 0,93, en el Modelo C entre 0,48 y 0,86. El AC para los tres modelos puede considerarse como muy bueno (Tabla 3). La correlación entre factores en el Modelo A varió entre 0,47 y 0,69. La rho de Spearman entre “Incremento de la expresividad y la sexualidad” y “Disminución de la tensión física” Tabla 2. Pertinencia de la agrupación de variables y del número de factores Modelo Varianza (%) Número Estadístico Estadístico Diferencia (Factores) Explicada Número KMO * † KMO * ‡ Modelo A (4) 76 22 0,98 0,82 Modelo B (6) 82 46 0,98 0,86 0,04 Modelo C (8) 85 51 0,98 0,87 0,05 * Est. KMO . Estadístico Kaiser-Meyer-Olkin para la pertinencia de la agrupación; para el número de variables seleccionadas y para el número de factores. † Para las variables. ‡ Para los factores. Modelo A8,15; Modelo confirmatorio en adultos y jóvenes de Bucaramanga, Colombia. Modelo B3,10; Modelo clásico con seis factores. Modelo C4,5; Modelo desarrollado en estudiantes universitarios mexicanos, y replicado en la muestra. 27 Tabla 3. Consistencia interna* para las expectativas positivas hacia el consumo, en tres modelos No. de Factores (No. de Variables) Modelo A Modelo B Modelo C 4 (22) 6 (46) 8 (51) Expectativa Incremento de la expresividad y la sexualidad 0,62 Desinhibición y sentimientos de poder 0,68 0,75 Agresividad y sentimientos de poder 0,86 Cambios psicofisiológicos 0,48 Desinhibición 0,68 Disminución de la tensión física 0,66 0,86 0,67 Disminución de la tensión psicológica 0,74 0,93 0,69 Expresividad verbal 0,76 0,78 Incremento de la sexualidad 0,87 0,81 0,85 0,85 0,96 0,95 Interacción grupal Para el conjunto de variables 0,87 Para todos los modelos n = 1.199. *Alfa de Cronbach. Modelo A8,15; Modelo confirmatorio en adultos y jóvenes de Bucaramanga, Colombia. Modelo B3,10; Modelo clásico con seis factores. Modelo C4,5; Modelo desarrollado en estudiantes universitarios mexicanos, y replicado en la muestra. Rev Med Chile 2010; 138: 88-94 91 Salud pública Análisis confirmatorio para la prueba AEQ-III en Bucaramanga, Colombia - O. F. Herrán y M. F. Ardila Tabla 4. Análisis de factores: Medidas de bondad de ajuste para los tres modelos evaluados No. de Factores (No. de Variables) Modelo A Modelo B Modelo C 4 (22) 6 (46) 8 (51) Índice Razón de verosimilitud (χ2)* 1.147 (183)† 4.854 (973) 4.857 (974) Error de aprox. cuadrático medio (RMSEA) 0,07 0,06 0,06 Índice Tucker-Lewis (NNFI) 0,93 0,98 0,98 Índice de ajuste Normal (NFI) 0,93 0,97 0,97 Índice de bondad de ajuste (GFI) 0,92 0,85 0,85 Índice de ajuste de parsimonia (PNFI) 0,81 0,91 0,91 Para todos los modelos n = 1.199. * Para todos valor de p < 0,05. † Valor de χ y grados de libertad. Modelo A8,15; Modelo confirmatorio en adultos y jóvenes de Bucaramanga, Colombia. Modelo B3,10; Modelo clásico con seis factores. Modelo C4,5; Modelo desarrollado en estudiantes universitarios mexicanos, y replicado en la muestra. 2 fue de 0,53; entre “Incremento de la expresividad y la sexualidad” y “Desinhibición y sentimientos de poder” de 0,66; entre “Incremento de la expresividad y la sexualidad” y “Disminución de la tensión psicológica” de 0,69; entre “Disminución de la tensión física” y “Desinhibición y sentimientos de poder” de 0,47; entre “Disminución de la tensión física” y “Disminución de la tensión psicológica” de 0,59 y entre “Desinhibición y sentimientos de poder” y “Disminución de la tensión psicológica” de 0,64, p < 0,001 para todas las correlaciones. La razón de verosimilitud en el Modelo A para menores de 25 años fue de 390, con 183 grados de libertad, en el total de la muestra de 1147 con 183 grados de libertad. Complementariamente, en los menores de 25 años el RMSEA fue de 0,06, el NNFI de 0,93, el NFI de 0,89, la bondad de ajuste GFI de 0,91 y el índice de ajuste de parsimonia PNFI 0,77. El Modelo A para el total de la muestra de acuerdo con la razón de verosimilitud (χ2) es equivalente al de menores de 25 años. Los Modelos B y C de acuerdo con el valor de χ2 son diferentes del Modelo A, pero equivalentes entre ellos. Para todos los Modelos los índices de bondad de ajuste son muy buenos (Tabla 4). Discusión Limitaciones y alcances del estudio. Debido al diseño, los resultados son aplicables a mayores de 18 años con el patrón de consumo y la cultura hacia el alcohol en Bucaramanga15,17,18,22,23. La dis- 92 tribución por sexo y la proporción de primaria incompleta son similares a las reportadas en la encuesta de demografía y salud36, de acuerdo con lo anterior, la muestra representó adecuadamente a la población blanco. El estudio de las expectativas cobra relevancia dado que han demostrado su utilidad en la prevención primaria, secundaria y en el tratamiento del consumo problemático y la dependencia38,43. Análisis confirmatorio. La varianza explicada por el Modelo A paso de 62% en el análisis exploratorio a 76% en el confirmatorio, la consistencia interna en el modelo exploratorio fue de 0,85, en el confirmado de 0,878. Todos los índices de pertinencia de agrupación de variables, bondad de ajuste y parsimonia mejoraron, y en general son óptimos27. Un valor ideal de χ2 debe estar por debajo de 0,08, en el Modelo A fue de 0,07. Para los demás índices el valor ideal debe ser cercano a uno como en efecto se demostró27. El modelo A presenta ventajas relativas frente a los Modelos B y C; en términos de parsimonia explica 76% de la varianza con sólo 22 variables, mientras que el Modelo B explica el 82% con 46, y el Modelo C 85% con 51 variables, en segundo lugar los índices de bondad de ajuste son equivalentes, en tercero, las dimensiones identificadas aún acordes con la teoría se agrupan de manera diferente, y esto justifica la importancia de evaluar la tecnología diagnóstica, pues las futuras intervenciones serán diseñadas acordes “a la medida” del contexto. El aprendizaje social y la generación cultural de expectativas positivas hacia el consumo de alcohol Rev Med Chile 2010; 138: 88-94 Salud pública Análisis confirmatorio para la prueba AEQ-III en Bucaramanga, Colombia - O. F. Herrán y M. F. Ardila en Bucaramanga, Colombia, sólo comparte tres factores con el modelo propuesto originalmente de seis; “Desinhibición y sentimientos de poder”, “Disminución de la tensión física” y “Disminución de la tensión psicológica”3,10, y sólo dos factores con el desarrollado en estudiantes mexicanos; “Disminución de la tensión física” y “Disminución de la tensión psicológica”4,5. El 50% de los factores en el Modelo A se relacionan con el comportamiento grupal, el 50% restante con el individual, en el Modelo B y en C, el 67% y 62% de los factores respectivamente, están relacionados con el comportamiento grupal. Contrario a la evidencia, el sexo no está asociado al puntaje total alcanzado en las expectativas, tampoco con ninguno de los cuatro factores excepto para el factor “Disminución de la tensión psicológica”; factor con puntajes mayores en los hombres, mientras que en la literatura se reporta para las mujeres4-6,8,14-16. En Perú, se informó de una solución factorial derivada de la versión AEQ-A que explica 27,8% de la varianza a través de tres factores12. Lo anterior permite intuir variantes en la cultura que necesariamente deben incorporarse en las estrategias de intervención basadas en el AEQ-III, so pena de obtener resultados inválidos o contradictorios43. Utilidad de los resultados. Las expectativas identificadas en población joven y adulta son reproducidas por los menores de edad y los escolares como parte del proyecto cultural de las poblaciones15. En esta población y otras, a los doce años cualquier sujeto ha estado expuesto racionalmente a experiencias directas o indirectas relacionadas con el consumo de alcohol, el consumo problemático y el alcoholismo6-8; por lo anterior, es posible con base en las cuatro dimensiones identificadas en el Modelo A, diseñar e implementar intervenciones en edades tempranas. Hay evidencia de que al tratar en escolares o en edades aún más tempranas aspectos relacionados con las expectativas, incluso sin llegar a modificarlas, se puede retardar la edad de inicio en el consumo de alcohol6,7,17, aspecto relevante, ya que en esta población los sujetos con mayores edades de inicio en el consumo de alcohol, retardan la de la primera embriaguez y disminuyen substancialmente su riesgo de consumo problemático y alcoholismo17. Las expectativas también han sido relacionadas como predictoras de la cantidad de alcohol consumida y de éxito en el tratamiento de consumidores problemáticos y alcohólicos, altos puntajes en las expectativas, Rev Med Chile 2010; 138: 88-94 han sido relacionados con mejores resultados en el tratamiento y a su vez, mejores resultados en el tratamiento se han relacionado con disminución de las expectativas2,7,9,14,37-40. Aún hay poca evidencia sobre relaciones causales entre expectativas y consumo de alcohol, sin embargo, el estudio de las motivaciones hacia el consumo y dentro de ellas el de las expectativas, es una oportunidad para aprender más desde las neurociencias sobre los aspectos cognitivos relacionados con el consumo de alcohol. Es necesario evaluar el impacto de las intervenciones basadas en las expectativas positivas frente a otras ya establecidas, además de evaluar en qué grupos de edad éstas son más efectivas7, y estudiar los moderadores de las expectativas, pues los resultados aún son contradictorios2,7,37-43. Finalmente, los resultados presentados permitirán con mucha confianza diseñar, implementar y evaluar estrategias de intervención primaria y secundaria en diferentes grupos de edad, estudiar los moderadores de las expectativas positivas hacia el CA, como las ventajas relativas de utilizar esta teoría frente a otras para la prevención del consumo de alcohol, sus consecuencias negativas y la cantidad de alcohol consumida. Referencias 1. Brown SA, Goldman MS, Inn A, Anderson LR. Expectactions of reinforcement from alcohol their domain and relation to drinking patterns. J Consult Clin Psychol 1980; 48: 419-26. 2. Oei TP, Baldwin AR. Expectancy theory: a two-process model of alcohol use and abuse. J Stud Alcohol 1994; 55: 525-34. 3. Goldman MS, Del Boca FK, Darles J. Alcohol expectancy theory: The application of cognitive neuroscience. En: Leonard KE, Blane HT (Editors). Psychological theories of drinking and alcoholism. Second Edition. New York: Guilford Press 1999: 203-46. 4. 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Syndecan 2, originally described in mesenchymal cells, favors cell apoptosis, increases angiogenesis and controls the death of cancer cells subjected to chemotherapy. Both syndecans are present in basal and epithelial cells of prostate cancer. Their lower expression is associated to more undifferentiated tumors. Disturbances in the expression and subcellular location of syndecans predict the relapse of localized tumors. Syndecans 1 and 2 can be considered tumor suppression genes and can be targets for new treatments. The detection of circulating fragments of these molecules could be useful for the early detection of prostate cancer. (Rev Med Chile 2010; 138: 95-101). Key words: Neoplasm invasiveness; Prostatic neoplasms; Proteoglycans. E l potencial invasivo y metastático de las células cancerosas está modulado por una serie de ligandos extracelulares provenientes desde la matriz extracelular (MEC) y que además pueden controlan la proliferación celular, la dinámica del citoesqueleto, la apoptosis y la expresión génica. Muchas de estas acciones son mediadas por un conjunto de moléculas denominadas moléculas de adhesión celular (MAC). Estas son proteínas de membrana que actúan como un enlace entre el exterior y el interior de la célula. Entre las moléculas de adhesión podemos mencionar, la superfamilia de moléculas similares a inmunoglobulinas, cadherinas, integrinas, proteoglucanos de heparán sulfato, selectinas, receptores de ácido hialurónico y otras1. Los fenómenos más importantes en que están involucradas las moléculas de adhesión en la progresión maligna incluyen: sobrevivencia independiente de adhesión a la MEC2, migración, Programa de Fisiología y Biofísica. Instituto de Ciencias Biomédicas. Facultad de Medicina. Universidad de Chile. Recibido el 26 de septiembre de 2008, aceptado el 3 de marzo de 2009. Trabajo financiado por Proyecto # 11060500 del Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología (FONDECYT, Chile). Correspondencia a: Héctor R. Contreras, PhD. Programa de Fisiología y Biofísica. Instituto de Ciencias Biomédicas. Facultad de Medicina. Universidad de Chile. Casilla 70005. Santiago. Chile. Fax: 56-2-7776916; Teléfono: 56-2-9786862. E-mail: [email protected] invasión, metástasis3 y angiogénesis4,5. El estudio de las moléculas de adhesión en cáncer de próstata, en el contexto del estudio de otras moléculas, tiene una importancia no sólo pronóstica, sino que puede ser el objetivo de nuevas estrategias terapéuticas y predictores de respuesta a terapia6. Proteoglucanos de heparansulfato: Sindecanos Los proteoglucanos (PG) de la superficie celular son un importante grupo de moléculas que participan en la adhesión celular y motilidad. Algunos promueven la adhesión celular, a través de la unión con proteínas estructurales de la MEC (laminina, fibronectina, colágeno, etc), la unión de factores de crecimiento, quimoquinas y citoquinas y finalmente la adhesión célula-célula a través del reconocimiento de MAC (selectinas, CAMs, etc). 95 artículo de revisión Sindecanos: Su potencial uso diagnóstico y pronóstico en cáncer de próstata - H. Contreras Los PG que recientemente se han involucrado en la progresión tumoral, debido a su participación en la modulación de la adhesión y movilidad celular son los sindecanos7,8. Los sindecanos son una familia de proteoglucanos que contienen cadenas de glucosaminoglucano de heparán sulfato unidos a un esqueleto proteico central (core protéico). Esta glucoproteína presentan 3 dominios, uno extracelular, que posee uniones de glucosaminoglucanos de heparán sulfato (asociado a elementos de la matriz extracelular), otro de transmembrana (responsable de la fijación a la membrana plasmática) y uno intracelular (asociado a rutas de señalización) (Figura 1). Existen 4 tipos de sindecanos descritos9, expresados en diferentes tipos celulares los cuales varían su expresión en ciertas condiciones patológicas (progresión tumoral, invasión y metástasis) además de participar en procesos de señalización intracelular10. De los cuatro miembros de la familia de los sindecanos, se considera que los sindecanos -1 y -3 y los -2 y -4 forman subfamilias, basándose en la comparación de sus secuencias aminoacídicas11. La mayoría de las células expresa combinaciones distintas de los cuatro sindecanos en la medida que se diferencian, resultando en patrones selectivos de expresión que probablemente reflejan distintas funciones. El sindecano-1 se expresa típicamente en células epiteliales12, el sindecano-3 en células neuronales13, el sindecano-2 se encuentra principalmente en células mesenquimales14, en tanto el sindecano-4 es ubicuo15,16. Los sindecanos se localizan en la membrana plasmática y funcionan como receptores de superficie en la regulación de transducción de señales dependiente de adhesión durante el crecimiento celular, adhesión celular, migración y organización del citoesqueleto, a través de la unión a la MEC y ligandos solubles17. Su función estaría dada no sólo como receptores de membrana sino también al interactuar con otras moléculas de adhesión, cambiando su afinidad de unión a ligandos y, por consecuencia, modulando vías de señalizaciones distintas pero sobrepuestas. Estas vías de señalización estarían determinadas en última instancia por las regiones variables del dominio citoplasmático a través de proteínas de la familia ERM (ezrina-radixina-moesina)18. También sus funciones pueden estar determinadas por el core proteico del correspondiente sindecano expresado por cada célula en particular10 (Figura 2). El funcionamiento de los sindecanos en la superficie celular es estructurando complejos multiméricos en dominios específicos de la membrana plasmática. Como parte de estos complejos, el core proteico de los sindecanos, tiene la capacidad de dimerizarse y generar respuestas funcionales tan especializadas como la maduración dendrítica a través de la fosforilación del receptor tirosina quinasa EphB219. Sindecanos y cáncer La participación de los sindecanos en cáncer ha sido estudiada principalmente respecto del sindecano-1. A pesar de que la mayoría de las evidencias apuntan a un papel como supresor de tumores20-23, se ha visto una expresión elevada de este proteoglucano en tumores de mama24, páncreas25 y metástasis óseas de tumores hematológicos y de mama26. El sindecano-1 se encuentra altamente expresado en la cara basolateral de las Figura 1. Representación esquemática de la organización de los dominios de los sindecanos. Las barras verticales indican los sitios de unión de GAG64. 96 Rev Med Chile 2010; 138: 95-101 artículo de revisión Sindecanos: Su potencial uso diagnóstico y pronóstico en cáncer de próstata - H. Contreras Figura 2. Esquema que representa las diferentes acciones intracelulares asociadas a los dominios intracelular (C1, V y C2) y extracelular (verde) de los sindecanos65. células epiteliales, donde a través de su dominio citoplasmático inter­ actúa con el citoesqueleto de actina, modulando la adhesión celular y la señalización de factores de crecimiento12. En el cáncer de próstata, se han presentado datos contradictorios, por un lado se ha encontrado que la sobreexpresión de sindecano-1 puede predecir la recurrencia temprana de la enfermedad y está significativamente asociada con la sobrevida específica del tumor, el alto grado de Gleason y la sobre expresión de Ki67 y Bcl-227; por otro lado Kiviniemi et al, 2004 reportan una expresión alterada de sindecano-1 en cáncer de próstata y una relación inversa entre la expresión de sindecano-1 y el grado de Tabla 1. Evidencias de expresión de sindecano 1 y 2 en diferentes tipos de cáncer Tipo de Sindecano Observación Sindecano-1 Expresión detectada por IHQ se asocia con tumores indiferenciados en Ca cabeza y cuello 57 En Ca mama expresión es dependiente de E-cadherina 34 Ectodominio puede ser liberado por clivaje proteolítico y participa en crecimiento celular 58 En CaP se altera expresión y existe correlación inversa con score Gleason Se asocia a factores de crecimiento tipo FGF y la progresión de tumores de próstata Expresión alterada en CaP Sindecano-2 Referencias 28, 36 59 27, 28, 35 Ectodominio presente en Ca pulmón y biopsias gliomas 60 Existe valor pronóstico en cáncer de próstata 52 Expresado principalmente en células estromales 98 Participa en organización del citoesqueleto células tumorales 44 Se sobreexpresa en células normalmente migratorias 62 Expresión en líneas celulares de Ca colon se asocia disminución expresión E-cadherina e induce fenotipo migratorio 41 Interactúa con factores angiogénicos (interleukinas, VEGF, bFGF y TGFβ) 36, 63 Regula los procesos angiogénicos en células endoteliales de gliomas 55 Afecta la apoptosis inducida por quimioterapia en osteosarcoma 56 Suprime la activación de metaloproteinasas de matriz 51 Rev Med Chile 2010; 138: 95-101 97 artículo de revisión Sindecanos: Su potencial uso diagnóstico y pronóstico en cáncer de próstata - H. Contreras Gleason del tumor, encontrándose similar relación con respecto de la expresión de citoqueratinas de alto peso molecular utilizada como un marcador de células del epitelio basal28. Otros estudios sobre sindecano-1 en células tumorales de mieloma múltiple evaluado en geles de colágeno confirman sus propiedades adhesivas y anti invasivas29. Entre los cambios en la expresión de sindecanos se ha descrito que eventualmente el dominio extracelular (ectodominio) de estas moléculas puede ser liberado intacto por actividad proteolítica de metaloproteinasas (sheeding) pudiendo ser evaluado en plasma sanguíneo. Recientemente, para el cáncer de pulmón, se reportó una correlación positiva respecto del sheeding de sindecano-1 y el grado de diferenciación del tumor30 y con menor variaciones plasmáticos en cáncer de cuello31 y linfomas de Hodgkin32. Esta expresión diferencial, estaría relacionada con la disminución de E-cadherina. En estudios experimentales de transformación epitelio-mesenquimal, la expresión de sindecano-1 se asocia con la mantención de la morfología epitelial, apreciándose una pérdida conjunta de la expresión de sindecano-1 con E-cadherina durante trasformación epitelio-mesenquimal, procesos habituales durante etapas del desarrollo embrionario33. Asimismo, otro estudio realizado en células tumorales mamarias plantea que la disminución de sindecano-1 ocurriría por un mecanismo dependiente de E-cadherina34. Sindecano-1 cambia su patrón de expresión durante la progresión de varios tipos de cánceres, incluido el prostático, sugiriéndose una utilidad como marcador del grado de diferenciación tumoral35,36. En el cáncer prostático, sindecano-1 tendría una utilidad pronóstica, sugiriéndose como marcador de malignidad, ya que en estudios inmunohistoquímicos la expresión de sindecano-1 se encuentra alterada en el cáncer prostático y que existe una correlación inversa entre el grado de Gleason y la expresión de sindecano-1, observándose una menor expresión a mayor grado de malignidad histológica28,37,38. Para el sindecano-2 la información descrita lo involucra centralmente como responsable de características migratorias y fenotípicas, clásicas de una célula tumoral. En células mesenquimales su sobre expresión induce estructuras tipo filopodios y lamelipodios con actividad cdc42Hs y a través de ezrina (de la familia de la proteínas ERM) se une al citoesqueleto de actina18,39,40. La asociación existente entre sindecano-2 y su participación en 98 la transformación tumoral y oncología molecular principalmente se centra en estudios utilizando líneas celulares de cáncer de colon y pulmón41,42. En células de cáncer de colon el sindecano-2 media la adhesión y proliferación42, su expresión induce un fenotipo migratorio41 y su bloqueo con cDNA antisense de sindecano-2 reduce la actividad tumorigénica de estas células43. En líneas de cáncer pulmonar, se ha visto que el sindecano-2 participa en la organización del citoesqueleto de actina44, actuando en conjunto con sindecano-445. Por otro lado, sindecano-2 es determinante en las adhesiones focales estimuladas por kinasas y que establecen las células de fibrosarcomas durante su migración46 También se ha descrito que a través de su dominio intracelular y, señalizando a través de JNK, induce apoptosis cuando es sobre-expresado en células de osteosarcoma47 y que participaría en la transformación oncogénica vía activación de ras48. Recientemente, se ha reportado que sindecano-2 estaría participando en procesos de angiogénesis actuando como un co-receptor para el EVGF49. En células de colon su sobreexpresión revierte el fenotipo tumoral, disminuyendo su capacidad invasiva y modificando sus propiedades adhesivas. Se sugiere una participación directa de sindecano-2 en la transición epitelio-mesénquima modificándose las propiedades morfológica, adhesivas e invasivas en células epiteliales de cáncer de colon. La participación de sindecano-2 en cáncer de próstata no ha sido aún reportada. Resultados recientemente publicados utilizando inmunohistoquímica sobre tejidos de prostatectomías parciales, indican la presencia de sindecano-2 en las células epiteliales prostáticas en glándulas intactas, disminuyendo su expresión en estrecha relación cuanto menos diferenciado es la región tumoral cuando es evaluada por el índice de Gleason50. Los cambios en la expresión de sindecano-2, se encontraría asociada a la disminución de la expresión de E-cadherina, molécula de adhesión que clásicamente otros autores estudian en tumores de origen epitelial6. La participación de sindecano-2 en procesos de transformación maligna adquiere mayor importancia cuando recientemente se describe su rol en la supresión de la activación de metaloproteinasas de matriz con la consiguiente inhibición de la invasión y metástasis51. Recientemente, en estudios prospectivos se logró determinar que la expresión de sindecano-1 en biopsias de pacientes con prostatectomías radi- Rev Med Chile 2010; 138: 95-101 artículo de revisión Sindecanos: Su potencial uso diagnóstico y pronóstico en cáncer de próstata - H. Contreras cales se asocia estrechamente con la recurrencia de cáncer prostático evaluado con la presencia de PSA plasmático52. Estudios similares no publicados, demuestran que sindecano -1 y -2, evaluados en biopsias de pacientes con cáncer clínicamente localizado, logran predecir significativamente la recidiva bioquímica del cáncer de próstata53. En este reciente estudio, no sólo la expresión de ambos sindecanos adquiere importancia, sino que también la distribución en la expresión, por lo que no sólo la información cuantitativa adquieres relevancia, sino que también la información cualitativa. ser detectados en el plasma, los sindecanos-1 y -2 podrían ser considerados como moléculas que sumadas al PSA podrían contribuir a una mejor detección precoz del cáncer y ser utilizados como marcadores tumorales de recidiva bioquímica en pacientes con la enfermedad localizada. Basado en las diferentes funciones descritas, los sindecanos pueden ser considerados como potenciales blancos para el desarrollo de nuevas terapias en el tratamiento del cáncer y otras alteraciones fisiológicas. Implicancias en diagnóstico y pronóstico Referencias Para los sindecanos los hallazgos reportados en los últimos años se focalizan principalmente en la participación en procesos de angiogénesis, metástasis y control de la proliferación celular55. Más recientemente, la capacidad del sindecano-2 de inducir muerte celular por apoptopsis en poblaciones celulares sometidas a quimioterapia, hacen pensar que la utilización de terapias combinadas podrían dar mejores resultados en cánceres clínicamente localizados56. Si a ello le agregamos la capacidad demostrada de sindecano-2 de inhibir la activación de metaloproteinasas de matriz, podrían sugerir que su sobreexpresión inhibiría la capacidad invasiva y metastásica de las células en aquellos cánceres localizados51. Un dato importante es que la capacidad angiogénica de los sindecanos ha sido detectada sólo cuando se produce la liberación del ectodominio del proteoglucano en el proceso denominado sheeding55. Si se confirma que este sheeding es un evento temprano en la transformación oncogénica, su evaluación en el plasma podría ser un elemento muy importante en la detección precoz del cáncer. Respecto del cáncer prostático, las recientes implicancias en la detección de sindecanos-1 y -2, ofrece insospechadas proyecciones. La información confirma una estrecha asociación entre expresión de sindecano 1 con el riesgo de reaparición de la enfermedad en pacientes con adenocarcinoma clínicamente localizado52. En Chile, se han reportado hallazgos similares para sindecano 1 y 2, en pacientes con residiva bioquímica de cáncer prostático. Por lo tanto, considerando que la liberación del ectodominio de los sindícanos-1 y -2 es un proceso temprano en la transformación oncogénica y que ambos pueden 1. Lukas Z, Dvorák K. Adhesion molecules in biology and oncology. Acta Vet Brno 2004; 73: 93-104. 2. Frisch SM, Screaton RA. Anoikis mechanisms. Curr Opin Cell Biol 2001; 13: 555-62. 3. Liotta LA, Kohn EC. Invasion and metastases. In: Cancer Medicine. 6a Ed. Hamilton (Canada). 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Review. 101 Artículo de Revisión Rev Med Chile 2010; 138: 102-108 Pinzamiento femoroacetabular: Conceptos básicos en una nueva causa de dolor inguinal RODRIGO MARDONES P.1,2, VÍCTOR BARRIENTOS C.1, FERNANDO NEMTALA U.1, ALEXANDER TOMIC1, MATÍAS SALINEROS U.1 1 Departamento de Ortopedia y Traumatología, Hospital Militar de Santiago. 2 Departamento de Ortopedia y Traumatología, Clínica Las Condes, Santiago, Chile. Recibido el 16 de octubre de 2008, aceptado el 16 de enero de 2009. Los autores declaran no haber recibido fuentes de apoyo financiero de ninguna especie para la preparación de este manuscrito. Correspondencia a: Dr. Rodrigo Mardones P Cirugía Reconstructiva Articular Cadera/Rodilla Artroscopia de Cadera Departamento de Ortopedia y Traumatología Hospital Militar de Santiago Clínica Las Condes Lo Fontecilla 441, Las Condes, Santiago de Chile. E-mail: [email protected] E Femoroacetabular impingement as a cause of inguinal pain Femoroacetabular impingement is an anatomical disturbance of the hip, caused by a deformity of the acetabulum, femur or both that causes an abnormal contact between both structures during certain movements. Its prevalence is 10 to 15% and causes chronic inguinal pain. It can be confused with several other causes of inguinal pain such as hernias, facet syndromes, a renal colic, etc. Patients with this condition are usually young individuals with inguinal pain that may appear after a minor trauma. During examination, pain may be elicited by internal rotation and abduction movements of hip, flexed in 90º. Plain hip X ray is the most commonly used diagnostic method. Non steroidal anti inflammatory drugs and physical therapy can be used to alleviate pain, but the definitive treatment is surgical (Rev Med Chile 2010; 138: 102-108). Key words: Anti-inflammatory agents, Non-steroidal; Hip; Osteoarthritis, Hip. l dolor inguinal es una causa frecuente de consulta, tanto a nivel de medicina general como de especialidades. Se debe tener en cuenta que en la región inguinal existen varios sistemas “sobrepuestos”, como son el sistema músculo esquelético, génito urinario, gastrointestinal y distintas estructuras neurovasculares; cualquiera de estas pueden ser fuente de dolor inguinal, por esto se debe estar familiarizado con el estudio y eventual tratamiento de distintas enfermedades. En este contexto creemos necesario actualizar y difundir dentro de la comunidad médica algunos conceptos en relación a una patología en particular como causa de dolor inguinal, el síndrome de pinzamiento femoroacetabular (PFA), ya que con una prevalencia entre el 10 y 15%1, aún es poco reconocida como causa de dolor inguinal, tanto 102 entre traumatólogos, médicos generales y otras especialidades médicas (neurocirugía, cirugía general, ginecología, urología, medicina interna), de tal manera que muchos pacientes son diagnosticados y tratados por distintas enfermedades que se confunden clínicamente con este síndrome (endometriosis, cólico renal, hernia inguinal, cruralgias, síndrome facetario, síndrome piriforme, fracturas por estrés, desgarros musculares, esguinces, tendinitis, bursitis, etc)2. Los síntomas persistentes y manejo inadecuado llevan al paciente a consultar distintos especialistas y subespecialistas, siendo sometidos incluso a variados procedimientos quirúrgicos (laparoscopias, laparotomías, artroscopias de rodilla, reparación de hernias inguinales, bloqueos facetarios, discectomías, infiltraciones articulares y tendineas, etc)2,3, muchas veces sin Artículo de Revisión Pinzamiento femoroacetabular: Conceptos básicos en una nueva causa de dolor inguinal - R. Mardones P. et al llegar al diagnóstico correcto y su consiguiente tratamiento. El avance en los últimos años sobre todo en el estudio de imágenes ha permitido identificar anormalidades anatómicas que hasta ahora habían sido subdiagnosticadas o desconocidas, como las encontradas en el síndrome de pinzamiento femoroacetabular. Además, con la utilización de la artroresonancia se ha logrado mejorar la sensibilidad en el diagnóstico de lesiones asociadas de cartílago acetabular y labrum, que explicarían la persistencia de dolor en este tipo de pacientes. Un estudio imagenológico compatible asociado a la abolición del síntoma doloroso, con el uso de infiltración intraarticular de lidocaína (test de lidocaína positivo) permite confirmar el diagnóstico. Se ha propuesto que el PFA acelera el proceso degenerativo articular y desencadena la aparición de artrosis3. cuello anterior. Esta disminución del offset genera un contacto anormal entre la unión cabeza cuello y el reborde acetabular4. Las fuerzas de fricción resultantes llevan a una abrasión de afuera a adentro del cartílago acetabular o avulsión del labrum y hueso subcondral en un área ántero superior relativamente constante. La lesión condral lleva al desgarro o desinserción del labrum no involucrado inicialmente. Las fracturas de cuello femoral también pueden generar una situación similar al consolidar con retroversión cervical5,6. El pellizcamiento “de leva”, con una frecuencia cercana al 6%, es más común en individuos atléticos jóvenes de sexo masculino7. Tipo “cam” o “en leva” Es causado por el atrapamiento de una cabeza femoral anormal con un radio en aumento en movimiento extremo, especialmente la flexión3 (Figura 1A). La causa de base para la morfología anormal en los pellizcamientos de leva (cam) no está claramente esclarecida. Algunas causas probables son alteraciones del desarrollo, siendo la más probable la epifisiolisis mínima subclínica con la consecuente disminución del offset cabeza- Tipo “pincer” o “en tenaza” Es el resultado de un contacto lineal entre el reborde acetabular y la unión cabeza-cuello femoral. La cabeza puede ser morfológicamente normal, y el pellizcamiento producto de una anormalidad acetabular, generalmente sobrecobertura (coxa profunda/protrusión acetabular) o local (retroversión acetabular)7 (Figura 2A). La primera estructura en fallar en estos casos es el labrum acetabular. El impacto continuo lleva a degeneración del labrum, y se producen gangliones u osificación del reborde llevando a una profundización del acetábulo empeorando la sobre cobertura. El efecto de estribo, que generalmente es anterior, lleva a una palanca sobre el fémur presionándose la cabeza contra el acetábulo en la zona póstero inferior. Las lesiones condrales en el pellizcamiento tipo “pincer” usualmente son limitadas a un área de reborde pequeña siendo más benignas8. El pellizcamiento “en tenaza” tiene una frecuencia de 9% y es más común en mujeres de edad media con algún grado de actividad deportiva3. Figura 1A. Pinzamiento tipo “cam”: prominencia ósea en unión cabeza-cuello femoral. Figura 1B. Resultado de corrección de deformidad mediante técnica artroscópica. Tipos de Pinzamiento Se han descrito dos tipos de pinzamiento fémoroacetabular basado en las observaciones intraoperatorias de las lesiones condrales y de labrum en sus distintos grados. Rev Med Chile 2010; 138: 102-108 103 Artículo de Revisión Pinzamiento femoroacetabular: Conceptos básicos en una nueva causa de dolor inguinal - R. Mardones P. et al Figura 2A. Pinzamiento tipo “Pincer”: protrusio acetabular, cabeza femoral sobrepasa línea ilioisquiática, existe cobertura 100% de cabeza femoral. Pellizcamiento mixto El pinzamiento mixto es el más frecuente encontrándose hasta en 86% de los casos y combina en distinto grado los dos tipos descritos previamente3. Aparentemente se trataría inicialmente de un pinzamiento tipo “pincer o tenaza” que posteriormente desarrollaría la aparición del bump anterolateral a nivel de la unión cabeza cuello, produciéndose un pinzamiento tipo “cam o leva” secundario, con lo que se obtiene la presencia simultánea de ambos tipos de pinzamiento. Figura 2B. Resultado de resección de sobrecobertura mediante técnica artroscópica, se obtiene cobertura de 80% de cabeza femoral, logrando corregir pinzamiento articular. Tabla 1. Diagnósticos diferenciales dolor inguinal en el adulto 1. Endometriosis 2. Cólico renal 3. Varicocele 4. Epididimitis Diagnóstico 5. Hernia inguinal 6. Linfangitis Se debe tener en cuenta que en la región inguinal existen varias fuentes potenciales de dolor, debido a la presencia de varios sistemas “sobrepuestos”, como son el sistema músculo esquelético, génito urinario, gastrointestinal y distintas estructuras neurovasculares. Como se describió previamente, el pinzamiento femoroacetabular debe ser considerado dentro de un amplio número de diagnósticos diferenciales planteables ante un dolor inguinal tanto en pacientes de sexo masculino como femenino (Tabla 1). Clínica Los pacientes con síndrome de pinzamiento femoroacetabular habitualmente son jóvenes, entre 20 y 40 años de edad. La prevalencia estimada de esta patología es de 10 a 15%1. 104 7. Hernia del deportista 8. Pubalgia del deportista 9. Cruralgías 10.Síndrome facetario 11.Síndrome piriforme, meralgia preestética, atrapamiento nervio pudendo u obturador 12.Fracturas por estrés fémur proximal o ramas ilio e isquiopúbicas 13.Desgarros musculares sartorio, aductores, recto femoral, iliopsoas 14.Esguinces 15.Tendinitis glútea, rotadores externos de cadera, psoas iliaco 16.Bursitis trocánter mayor o menor, iliopsoas, tuberosidad isquiática 17.Necrosis avascular cabeza femoral 18.Coxartrosis Rev Med Chile 2010; 138: 102-108 Artículo de Revisión Pinzamiento femoroacetabular: Conceptos básicos en una nueva causa de dolor inguinal - R. Mardones P. et al El síntoma cardinal de esta patología es el dolor que habitualmente se ubica en la región inguinal de la cadera afectada, este puede ser de aparición brusca en relación a algún traumatismo, muchas veces de escasa energía o de aparición insidiosa sin mecanismo causal evidente. Se describe el “C sign”9 donde el paciente indica una zona dolorosa poco definida, con el pulgar abducido sobre la región trocantérica y glútea, y el índice hacia la región inguinal (Figura 3). Sin embargo, muchas veces puede existir dolor referido a otras localizaciones como la rodilla. Con frecuencia estos pacientes perciben una limitación del rango de movilidad articular de la Figura 3. Muestra imagen con “C sign” o “Signo de la C”. cadera mucho antes de la aparición de sintomatología dolorosa. El dolor suele desencadenarse con los movimientos de rotación interna y aducción con la cadera flectada a 90°, maniobra conocida como test de pellizcamiento3. Los pacientes refieren dolor asociado a actividades de la vida diaria como subir escaleras, bipedestar después de sedestación prolongada, moverse en la cama, subir y bajarse del automóvil, así como también durante o después de realizar actividades deportivas, durante estas actividades se efectúan los movimientos que reproducen el dolor. En el pinzamiento anterosuperior, que es el más frecuente, generalmente existe limitación del rango de movilidad de flexión y rotación interna. En casos de rotura de labrum los pacientes refieren con frecuencia una sensación de chasquido o bloqueo doloroso del rango de movilidad articular. Examen Físico Al examen de la marcha el paciente puede presentar desde una claudicación severa con la mano apoyada en la región dolorosa (“C sign”) hasta una marcha indolora. Con el paciente en posición supina, se examinan los rangos articulares de la cadera sana y enferma posteriormente, se sugiere consignarlos en una tabla (flexión, extensión, rotación interna, rotación externa, aducción, abducción, rotación interna en 90°, test de pellizcamiento y FABER) (Tabla 2). Habitualmente presentan disminución de la rotación interna de cadera, test de pellizcamiento positivo (se reproduce el dolor al llevar la cadera en flexión de 90º, efectuando aducción y rotación interna). Frecuentemente se observa un FABER aumentado con tope articular (cadera en flexión, abducción y rotación externa) o doloroso9. Tabla 2. Valores normales de rango articular de caderas. FABER con 0 ó 1 puño corresponde a distancia de la rodilla hasta camilla Flexión Extensión Rotación Rot. Abducción Adducción Rot. Test Interna Externa Interna Pellizcamiento 90° DER 100° 0° 35° 45° 45° 20° 20° Negativo 0-1 puño IZQ 100° 0° 35° 45° 45° 20° 20° Negativo 0-1 puño Rev Med Chile 2010; 138: 102-108 FABER 105 Artículo de Revisión Pinzamiento femoroacetabular: Conceptos básicos en una nueva causa de dolor inguinal - R. Mardones P. et al Imagenología El estudio complementario de imágenes es muy importante para la identificación de anormalidades anatómicas asociadas al pinzamiento, y para descartar otras patologías tanto de origen extraarticular como articulares, por ejemplo necrosis avascular, artrosis, tumores, tendinitis, bursitis y otros. Las radiografías simples siguen siendo el método más accesible y difundido para el diagnóstico de esta patología y debe ser siempre el examen inicial. Las proyecciones recomendadas para el diagnóstico son: pelvis anteroposterior, cadera anteroposterior y cross-table (axial verdadera) de la cadera afectada. La proyección anteroposterior de la pelvis Figura 4. Protrusio acetabular bilateral retroversión acetabular cadera izquierda, destaca entrecruzamiento de pared anterior y posterior. permite identificar casos de displasia acetabular, retroversión acetabular y grado de cobertura acetabular (Figura 4). La proyección anteroposterior de la cadera afectada permite observar con mayor detalle la unión cabeza-cuello lateral junto con las alteraciones descritas previamente. La proyección cross table es útil para analizar la unión cabeza-cuello femoral tanto anterior como posterior. En condiciones normales la concavidad anterior de ese segmento debe ser similar a la posterior (offset) (Figura 5), la disminución de la concavidad anterior (offset anterior) debe hacer sospechar la presencia de bump anterior (Figura 6). La resonancia magnética y la artroresonancia magnética son muy útiles para evaluar el labrum acetabular y el cartílago articular, es capaz de detectar alteraciones en la esfericidad de la cabeza femoral, cuellos femorales cortos, depresiones por herniación, u osificación del reborde, el cuello femoral puede presentar depresiones por hernias o hendiduras, que se postula, indicarían pellizcamiento10. Así como otras estructuras blandas, intra y extra articulares (sinovitis, lesión del ligamento redondo, cuerpos libres intraarticulares, bursitis, tendinitis). La artroresonancia, a diferencia de la resonancia magnética convencional (sin contraste intraarticular), permite una mejor evaluación de roturas del labrum, las cuales se identifican al ver medio de contraste atravesando la línea del labrum, y las lesiones condrales por acumulación de medio de contraste atravesando el cartílago o creando una interfase osteocondral subyacente (Figura 7). Los cambios fibroquísticos son prevalentes en los casos de pellizcamiento femoroacetabular y se describe Figura 5. Rx cross table, ángulo alfa normal, offset anterior conservado. Figura 6. Rx cross table, muestra ángulo alfa alterado, offset anterior disminuido por presencia de bump. 106 Rev Med Chile 2010; 138: 102-108 Artículo de Revisión Pinzamiento femoroacetabular: Conceptos básicos en una nueva causa de dolor inguinal - R. Mardones P. et al Figura 7. Artro resonancia magnética, muestra rotura labrum acetabular. una asociación entre los quistes y daño al labrum o cartílago adyacente. Durante la infiltración de medio de contraste intraarticular se puede además colocar lidocaína al 2% (test de lidocaína), en presencia del anestésico local intraarticular y la abolición del dolor, junto con el estudio imagenológico compatible, se puede confirmar el diagnóstico. En la artroresonancia magnética de cadera se describe el ángulo alfa, que es un parámetro de esfericidad de la cabeza femoral. El ángulo alfa fue descrito por Notzli et al y consiste en trazar una línea desde el centro de la cabeza femoral hasta el punto del contorno de la cabeza femoral que se encuentra a una distancia mayor al radio de la cabeza femoral. Se traza una segunda línea que corresponde al eje del cuello femoral y que atraviesa el centro de la cabeza femoral11. El ángulo alfa se forma por ambas líneas, cuanto mayor sea el ángulo, menos esférica será la cabeza femoral. Se describe para la población normal un ángulo alfa menor a 50°. Tratamiento De manera paliativa pueden prescribirse antiinflamatorios y kinesioterapia con énfasis en ejercicios de fortalecimiento de musculatura periarticular, sin embargo los resultados de este tratamiento conservador son poco predecibles. El tratamiento definitivo del síndrome de pinzamiento femoroacetabular es quirúrgico, corrigiendo la alteración anatómica causante Rev Med Chile 2010; 138: 102-108 del contacto anormal entre el fémur y el reborde acetabular, una vez que esta ha sido identificada. Los procedimientos consisten básicamente en tallar el reborde óseo acetabular (acetabuloplastía), eliminando la sobrecobertura (pincer) y la unión cabeza-cuello femoral (bumpectomía), evitando resecar más de 30% de ésta12, de esta forma se mejorara el offset anterior femoral. Esto puede realizarse de forma artroscópica13 o abierta a través de una luxación controlada de cadera14,15. En algunos casos de retroversión acetabular severa es necesario realizar una osteotomía periacetabular reversa3,14-17. El labrum acetabular lesionado puede resecarse o en lo posible repararse, principalmente en gente joven, con el fin de restituir el efecto de sello de la articulación que produce esta estructura16,18 y preservar su función propioceptiva y de estabilizador articular19. Los resultados de estos procedimientos son muy dependientes del grado de artrosis preexistente. Sin embargo, en pacientes sin artrosis o con artrosis leve los resultados son prometedores. Discusión El pinzamiento femoroacetabular con una prevalencia entre 10 y 15%1, aún es una causa de dolor inguinal y de cadera poco reconocida, tanto en la comunidad traumatológica y médica general como de otras especialidades, lo que provoca que muchos pacientes sean tratados por cuadros que se confunden con este2 (Tabla 1). Jäger et al muestran un retraso promedio de 5,4 años desde el inicio de los síntomas y el diagnóstico20, por su parte Burnett et al presentan 21 meses de retardo en el diagnóstico21, los síntomas persistentes y manejo inadecuado llevan al paciente a consultar distintos especialistas y subespecialistas, con un promedio de 3,3 visitas previas al diagnóstico21, siendo sometidos incluso a variados procedimientos quirúrgicos2,3, muchas veces sin llegar al diagnóstico correcto y su consiguiente tratamiento. Si a todo lo anterior se agrega que ya se ha identificado el pinzamiento femoroacetabular como una causa desencadenante de artrosis3, que en el pasado eran consideradas como primaria o idiopática, creemos fundamental el poder difundir en forma clara y masiva dentro de nuestra comunidad médica y no solamente a nivel de traumatología, la existencia del síndrome de pinzamiento femoroacetabular, 107 Artículo de Revisión Pinzamiento femoroacetabular: Conceptos básicos en una nueva causa de dolor inguinal - R. Mardones P. et al ya que es indispensable tener el conocimiento de este síndrome para poder plantearlo como hipótesis diagnóstica, solamente de esta manera se podrá entender una historia clínica sugerente, poder efectuar un examen físico orientado a descartar esta patología, junto con solicitar el estudio radiológico básico adecuado22,23, que se encuentra disponible en gran parte del país. 12. 13. Referencias 1. Leunig M, Ganz R. 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Giori NJ, Trousdale RT. Acetabular retroversion is associated with osteoarthritis of the hip. Clin Orthop Relat Res 2003; 417: 263-9. 8. Beck M, Kahlor M, Leunig M, Ganz R. Hip morphology influences the pattern of damage to the acetabular cartilage: femoroacetabular impingement as a cause of early osteoarthritisof the hip. J Bone Joint Surg Br 2005; 87: 1012-8. 9. Byrd JWT. Physical examination. In: Byrd JWT, editor. Operative hip arthroscopy. 2nd edition. New York: Springer; 2005. p. 36-50. 10. Pitt MJ, Graham AR, Shipman JH, Birkby W. Herniation pit of the femoral neck. Am J Roentgenol 1982; 138: 1115-21. 11. Notzli H, Wyss T, Stoecklin C, Schmid M, Treiber K, Hodler J. The contour of the femoral head-neck junction as 108 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. a predictor for the risk of anterior impingement. J Bone Joint Surg (Br) 2002; 84B: 556-60. Mardones RM, González C, Chen Q, Zobitz M, Kaufman KR, Trousdale RT. Surgical treatment of femoroacetabular impingement: evaluation of the effect of the size of the resection. J Bone Joint Surg Am 2005; 87: 273-9. Mardones R, Lara J, Donndorff A, Barnes S, Stuart MJ, Glick J, Trousdale R. Surgical Correction of “Cam-Type” Femoroacetabular Impingement: A Cadaveric Comparison of Open versus Arthroscopic Debridement. Arthroscopy: The Journal of Arthroscopic and Related Surgery. Arthroscopy 2009 Feb; 25 (2): 175-82. Epub 2008 Nov 1. Mardones RM, González C, Chen Q, Zobitz M, Kaufman KR, Trousdale RT. Surgical treatment of femoroacetabular impingement: evaluation of the effect of the size of the resection. Surgical technique. J Bone Joint Surg Am 2006; 88 Suppl 1 Pt 1: 84-91. Ganz R, Gill TJ, Gautier E, Ganz K, Krugel L, Berlemann U. Surgical Dislocation of the adult hip: a technique with full access to femoral head and acetabulum, without the risk of avascular necrosis. J Bone Joint Surg Br 2001; 83: 1119-24. 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Topical treatment with 5-aminosalicylates (5-ASA) is the treatment of choice to induce remission. In the maintenance phase, long-term follow up studies suggest that treatment with 5-ASA is better than placebo, to maintain the disease inactive. For those patients that do not respond to treatment with topical 5-ASA or have a moderate to severe disease, there are additional therapies such as oral 5-ASA, topical or systemic corticosteroids, immunomodulators, biological therapies (Infliximab) and cyclosporine. Surgery is seldom needed. (Rev Med Chile 2010; 138: 109-116). Key words: Colitis, ulcerative, meselamine, proctitis. L a colitis ulcerosa (CU) es una enfermedad inflamatoria crónica del tracto digestivo, de causa desconocida. Esta enfermedad se caracteriza por un curso crónico con alternancia de períodos de actividad con períodos de remisión clínica. La incidencia de CU en Norteamérica presenta un rango que va entre 2,2 a 14,3 por cada 100.000 habitantes al año1. El compromiso contínuo desde el recto hacia proximal presenta una extensión variable entre pacientes y en el curso de la enfermedad2. La importancia de la extensión radica en que determina la presentación clínica, tratamiento, curso y pronóstico de la CU2. Según la extensión, se clasifican en rectitis o proctitis ulcerosa (PU) cuando esta afecta sólo al recto, colitis izquierda o distal cuando la inflamación es distal al ángulo esplénico y colitis extensa cuando la inflamación llega hasta el colon transverso, derecho o tiene una afectación de todo el colon2. Varios estudios han intentado establecer los factores que de- Unidad de Cirugía Colorrectal y 2Departamentos de Cirugía Digestiva y Gastroenterología, Hospital Clínico, Pontificia Universidad Católica de Chile. 1 Recibido el 5 de marzo de 2009, aceptado el 1 de diciembre de 2009. Correspondencia a: Dr. George Pinedo Mancilla E-mail: [email protected] Unidad de Cirugía Colorrectal. Departamento de Cirugía Digestiva. Pontificia Universidad Católica de Chile Marcoleta 367. Santiago, Chile Teléfono: +56-2-3548283 Fax: +56-2-6382793 terminarían la extensión de la afectación. Entre los factores asociados a una extensión exclusivamente rectal están pacientes en edad media, ausencia de hemorragia grave y ausencia de manifestaciones extraintestinales3. Sin embargo, estos factores no han sido replicados, por lo que hasta la actualidad no hay factores sólidamente asociados a PU1,4. La mayoría de los nuevos casos diagnosticados en adultos se presentan como una PU o una colitis distal1,5. Aunque comunicaciones iniciales señalaban que la PU tenía una baja frecuencia6, estudios recientes informan que la incidencia de PU ha ido aumentando hasta 48% y 60%4,7 considerando que la incidencia de la colitis ha ido disminuyendo en la mayoría de las áreas geográficas8. Algunos autores han sugerido que la PU representa una entidad clínica completamente distinta a la CU8,9. Sin embargo, la mayoría concuerda que la PU representa una forma acotada o inicial de la CU con el potencial de extenderse hacia los segmentos 109 artículo de revisión Proctitis ulcerosa activa y refractaria: Una puesta al día - G. Caselli M. et al proximales del colon10-12. La PU, a diferencia de las otras formas de presentación de CU más extensas, se caracteriza clínicamente por sangrado y/o pujo rectal, sin síntomas sistémicos ni alteración en el examen físico o en los exámenes de laboratorio y puede ser tratada exclusivamente con terapias tópicas por vía rectal7. Los 5-aminosalicilatos (5-ASA) y los corticoides están disponibles para uso tópico como agentes antiinflamatorios locales7. Estos fármacos pueden llegar directamente al sitio de la inflamación, lo que disminuye la absorción sistémica y minimizan los potenciales efectos secundarios7,13. Los 5-ASA orales también son una alternativa previa al uso de corticoides sistémicos, ya que estos últimos presentan diversos riesgos y limitaciones en su uso a corto y largo plazo y se reservan para las PU activas muy intensas14. Cuando existe refractariedad a los tratamientos anteriores, los fármacos que pueden ser utilizados para inducir y mantener la remisión son los inmunomoduladores como la azatioprina15, la 6-mercaptopurina16 y la terapia con Infliximab17,18. La mortalidad y el riesgo de cáncer asociado no es mayor que la población general2 por lo que usualmente la PU ha sido considerada una forma de presentación leve de la CU. Sin embargo, cerca de 23% de los pacientes portadores de PU puede llegar a una colectomía19 y entre 41 y 54% de los pacientes aumentará su extensión después de 10 años de enfermedad2,11, lo que indica que la PU no siempre constituye una enfermedad leve. Esta revisión tiene por objetivo discutir el tratamiento actual y entregar nuevos conceptos sobre la PU activa y refractaria. Preparados 5-ASA El tratamiento tópico ha sido utilizado por largo tiempo y ha ofrecido la ventaja de entregar una alta dosis del compuesto directamente al sitio de inflamación, minimizando la absorción y por lo tanto limitando la frecuencia de efectos adversos sistémicos20. Las preparaciones administradas por vía rectal de 5-ASA son el tratamiento de elección de la PU y CU distal de intensidad leve y moderada. Varias formas de este compuesto han sido probadas en distintos estudios clínicos, incluyendo supositorios, enemas, espumas y gel. Los supositorios de mesalazina administrados a dosis de 1 g/día, de preferencia en la noche, deberían ser considerados como el tratamiento de elección en la PU activa, ya 110 que son superiores a 5-ASA orales con 91% versus 41% en inducción de la remisión5,11,21-24. Estudios con cintigrafía han demostrado que esta droga llega de forma consistente al recto y al sigmoides distal hasta una extensión de 18-20 cm desde el margen anal25, siendo igual de efectivo que los enemas, pero mejor tolerados y preferidos por los pacientes26. La dosificación de los enemas de 5-ASA es de 4 g en 60 ml con una posología de 1-2 veces al día por 4 semanas. Aunque igualmente efectivos que el enema, las espumas y el gel podrían ofrecer la ventaja de una retención intraluminal más prolongada, distribución más homogénea en la mucosa inflamada y mejor tolerancia por los pacientes26,28. El tratamiento de mantención está indicado para todos los casos y la duración mínima es de 1 año29,30, existiendo un pequeño porcentaje de pacientes que podría suspender la terapia completamente, pero con recaídas cercanas a un 86% al completar doce meses de tratamiento31. El algoritmo del manejo de PU activa y remisión se muestra en la Figura 1. Diagnóstico de PU activa (Clínico, endoscópico e histológico) 5-ASA tópico rectal (supositorio, espuma o enema) Con respuesta Sin respuesta Mantención (5-ASA, 0,5-1 g 3 veces a la semana Agregar 5-ASA oral o corticoides rectal Si actividad cede, volver a dosis de mantención inicial Manejo como terapia refractaria Figura 1. Algoritmo de tratamiento de PU activa y mantención de remisión. Adaptado de Clinical Guidelines. Inflamm Bowel Dis 2006; 12: 972-8. Regueiro et al1. Rev Med Chile 2010; 138: 109-116 artículo de revisión Proctitis ulcerosa activa y refractaria: Una puesta al día - G. Caselli M. et al 5-ASA de administración oral Cuando el paciente rehusa el uso de tratamiento tópico o si después de 2-4 semanas de tratamiento con 5-ASA por vía rectal no hay respuesta, los 5-ASA orales (mesalazina o sulfasalazina) son una alternativa. Estudios clínicos randomizados han demostrado beneficios en la adición de compuestos 5-ASA orales (mesalazina) con una dosis superior a los 3 g/día en la CU distal activa32. No hay estudios adecuados que demuestren la eficacia de estos compuestos orales como monoterapia para la PU, aunque su eficacia sí ha sido demostrada para CU más extensas. Se ha postulado que sería especialmente útil para evitar extensión proximal de la enfermedad en la fase de mantención del tratamiento32,33. Su administración puede asociarse a fenómenos alérgicos y cefalea entre otros efectos secundarios13. Los corticoesteroides en el tratamiento de la PU Para aquellos pacientes en que no hay respuesta después de 2-4 semanas de tratamiento tópico con aminosalicilatos se considera el uso de corticoesteroides. Varios corticoides han sido eficazmente administrados por vía rectal (supositorios, enemas, espumas), incluyendo hidrocortisona (100 a 200 mg en 60 a 200 ml), betametasona, prednisolona fosfato34 y últimamente la inclusión como agente terapéutico de la budesonida35. Los enemas de hidrocortisona fueron significativamente superiores al placebo con 55% versus 10% en inducción de remisión36 y tienen una eficacia comparable a los corticoides sistémicos y con menor inhibición del eje hipotálamo-hipofisiario-adrenal, ya que existe directa absorción a través de las venas rectales superiores y media a la circulación sistémica sin paso por el sistema portal hepático35. La budesonida ha sido largamente estudiada durante la última década, al compararla con mesalazina y otros glucocorticoides. Un estudio comparó la respuesta de la espuma de budesonida y espuma de hidrocortisona en pacientes que fallaron con mesalazina, logrando 52% de respuesta en el grupo de budesonida y 37% de remisión en el grupo que utilizó espuma de hidrocortisona36. La remisión con la espuma de budesonida se lograría en 19% con una dosificación mínima de 2 mg/100 ml por un período de al menos 6 semanas, aunque dosis de 8 mg en 100 ml lograrían remisión en un porcentaje más elevado de 27% versus 4% del Rev Med Chile 2010; 138: 109-116 placebo35-37. No hay estudios que avalen el uso de corticoides para la mantención de la remisión de la PU1. A pesar de los beneficios entregados por los compuestos 5-ASA y corticoides de administración rectal, algunos pacientes fallan en lograr la remisión y requieren de terapia adicional. El incumplimiento de la administración de medicamentos es considerado como el factor de refractariedad más importante de la PU, por lo que al reintroducir la terapia se podría lograr una buena respuesta. Los pacientes deben además ser evaluados para descartar hipersensibilidad a los aminosalicilatos (colitis alérgica), caracterizado por dolor abdominal y diarrea1 y mediante exámenes o endoscopía descartar una sobreinfección por Clostridium difficile, una extensión de la enfermedad hacia segmentos proximales del colon o la presencia de una enfermedad de Crohn. La infección por Citomegalovirus también debe ser excluida en los pacientes refractarios. Los pacientes que no responden a terapia rectal y/u oral (5-ASA y corticoesteroides) representan un importante problema; aquí las opciones incluyen azatioprina (AZA), 6-mercaptopurina (6-MP), inmunomoduladores, Infliximab, antibioticoterapia e incluso cirugía1. Antibioticoterapia A diferencia de la enfermedad de Crohn, no se ha probado la efectividad de los antibióticos en la colitis ulcerosa1. Tanto la ciprofloxacina, tobramicina y metronidazol han sido estudiados y a pesar de una clara tendencia a la mejoría, no mostraron superioridad en cuanto a la inducción o mantención de la remisión en CU38. A pesar que en algunos estudios hubo una respuesta clínica y endoscópica cercana al 80%, la remisión no fue sostenida y la recurrencia fue similar al placebo39. No hay estudios del efecto de los antibióticos en PU. Azatioprina y 6-mercaptopurina en PU La AZA y la 6-MP representan una pieza clave en la terapia de las EII40, fundamentalmente en los casos corticodependientes y resistentes. Evidencia científica sólida disponible sobre el papel de la AZA y 6-MP en la CU es más limitada que en la EC41; se han publicado 3 estudios controlados con placebo que evalúan la eficacia de estos fármacos en la inducción de remisión de pacientes con CU activa, en los cuales se ha determinado que AZA no 111 artículo de revisión Proctitis ulcerosa activa y refractaria: Una puesta al día - G. Caselli M. et al tiene efectos en lograr la remisión, pero sí disminuyendo la proporción de recidiva42,43. Tampoco ha sido mayormente evaluada en cuanto a la mantención de la remisión de la CU. No existen estudios que evalúen la efectividad de estos compuestos exclusivamente en PU o colitis distal, pero es una alternativa válida en el tratamiento32. Ciclosporina Existen datos en la CU grave que demuestran que la ciclosporina es eficaz en inducir remisión44. La respuesta relativamente rápida hace que el uso de ciclosporina sea potencialmente atractivo, pero el beneficio a largo plazo no es claro, sobretodo cuando efectos adversos potencialmente fatales pueden aparecer, como la nefrotoxicidad y las infecciones oportunistas. No existen estudios clínicos randomizados que muestren efectividad de este inmunosupresor para la PU refractaria y los estudios son sólo anecdóticos45,46. Terapia biológica en la PU Las terapias biológicas intentan recuperar el balance entre efectos proinflamatorios y antiinflamatorios que se observa en las EII. El Infliximab es un anticuerpo monoclonal quimérico (IgG) derivado de un ADN recombinante, formado por genes de origen humano y murino. Se une y neutraliza al factor de necrosis tumoral de tipo alfa (TNFα), logrando interrumpir la cascada secuencial de activación de las vías inflamatorias mediadas por esta citoquina. El uso de Infliximab se revisó en los estudios randomizados y controlados ACT 1 y ACT 2, demostrando su beneficio en pacientes con CU moderada y severamente activa, además de la CU refractaria47. Estos ensayos, sin embargo, excluyeron en la práctica a los pacientes con sólo PU. Dentro de las ventajas de este fármaco se incluyen un rápido inicio de acción y la posibilidad de conseguir la normalización endoscópica e histológica de la mucosa. Se demostró 30% de remisión y 60% de mejoría en los pacientes. Cifras cercanas a 70% de los pacientes refractarios a 5-ASA, corticoides o AZA/6-MP responden a Infliximab48. Sin embargo, el uso de Infliximab en esta condición es escaso1. El algoritmo del manejo de PU refractaria se muestra en la Figura 2. Otras terapias de investigación Parches transdérmicos y enemas de nicotina47, heparinas de bajo peso molecular50, ácidos grasos de cadena liviana de administración rectal45 y probióticos51 han sido descartados para el manejo de la CU izquierda o PU, dado su bajo nivel de evidencia y su baja eficacia en la inducción de la remisión de la crisis activa. Refractario a tratamiento con 5-ASA y corticoides tópicos Verificar cumplimiento de terapia Descartar sobreinfección (C. Difficile, CMV), extensión proximal o E. Crohn Antibioticoterapia Si no hay respuesta AZA 2-2,5 mg/kg/día o 6-MP 1-1,5 mg/kg/día Con respuesta Infliximab 5 mg/kg/día IV (0,2 y 6 semnas) para inducción Si no hay respuesta 112 Infliximab 5 mg/kg/día IV cada 8 semanas Considerar cirugía Figura 2. Algoritmo de tratamiento de PU refractaria a 5-ASA y corticoides. Rev Med Chile 2010; 138: 109-116 artículo de revisión Proctitis ulcerosa activa y refractaria: Una puesta al día - G. Caselli M. et al Cirugía en la proctitis ulcerosa A pesar que la PU puede ser de difícil manejo y a veces refractario a toda terapia, es infrecuente que la cirugía sea considerada como una opción de tratamiento. Las cifras van entre 2-9% a 5 años52,53 hasta 23% a 20 años54. Para aquellos pacientes que sí requerirán cirugía, la proctocolectomía con ileostomía terminal o la confección de un reservorio ileal con anastomosis reservorio-anal constituyen las opciones1. Destacamos que no hay estudios publicados que demuestren resultados a corto o largo plazo de la cirugía en PU refractaria. ¿Cual es el futuro del tratamiento de la PU? Los protocolos de estrategia terapéutica basados en la mejor evidencia científica hacen que el pronóstico de los pacientes con PU haya mejorado de forma importante durante los últimos años. Con la disponibilidad de las terapias biológicas y los avances en cirugía colorrectal se abren nuevas expectativas para evaluar la utilidad de estas alternativas en las PU refractarias al tratamiento clásico. Esto ha estado asociado a la aparición de nuevas drogas con las cuales se obtendría una mejoría de los síntomas con menos efectos adversos, los que no están aún disponibles. El uso de enemas de factor de crecimiento epidermal (EGF) ha entregado buenos resultados y un tratamiento efectivo en la colitis izquierda y PU leve a moderada cuando ha sido asociada a mesalamina oral55. Este compuesto estimula la migración y proliferación celular y repara las injurias de la mucosa gástrica, intestinal y colónica. Estudios muestran una remisión de 83% en el grupo del enema de EGF vs 8% del grupo placebo después de 2 semanas de tratamiento. A pesar de reducir la actividad y de inducir remisión clínica, se deben realizar estudios clínicos que comparen EGF versus dosis altas de mesalamina o corticoides55. El Rebamipide es un aminoácido derivado de la 2 (1H)-quinolinona, que fue utilizado para la protección de la mucosa gástrica y duodenal. Éste actúa a través de la supresión de las funciones de los neutrófilos, la estimulación de la regeneración de células epiteliales y un aumento de la expresión del factor de crecimiento epidérmico (EGF) y de su receptor. A través de un estudio prospectivo se determinó que el enema de Rebamipide en colitis distal y PU activa como terapia local tópica podía ser efectivo en el tratamiento de la enfermedad activa leve y moderada56. No se presentaron efectos Rev Med Chile 2010; 138: 109-116 adversos relacionados con el Rebamipide en los 16 pacientes incluidos en el estudio57. El Tacrolimus es un fármaco inmunosupresor producido por el Streptomyces tsukubaensiscon, que ha sido empleado principalmente en trasplantes y en enfermedades autoinmunes. Posee un mecanismo similar al de la ciclosporina, pero es mejor tolerado y tiene una potencia 100 veces mayor que ésta. Actúa directamente sobre los linfocitos T, inhibiendo la transcripción de la IL2, disminuye la respuesta de los linfocitos a los antígenos58 e inhibe la liberación de mediadores de la inflamación desde los mastocitos y basófilos. Lawrence et al58, lograron una remisión completa después de 8 semanas de tratamiento con Tacrolimus rectal en el 75% de los pacientes estudiados, todos ellos resistentes a terapia convencional. Los pacientes que no respondieron presentaron progresión hacia enfermedad proximal, donde el compuesto no llegó de forma tópica. Ensayos clínicos randomizados son necesarios para evaluar su efectividad versus placebo. En resumen, la administración tópica de 5-ASA en supositorios, enema o espumas es el tratamiento de elección para la mayoría de los pacientes con PU. La administración local de 5-ASA es más eficaz que los 5-ASA orales, pero la combinación oral y tópica debe ser considerada para los casos sin respuesta adecuada a alguna de estas terapias por separado. Corticoides tópicos son el tratamiento de segunda línea ya sea como tratamiento único o en combinación con 5-ASA tópico. El tratamiento de mantención está indicado en todos los casos y el uso preferente corresponde a los 5-ASA tópicos, siendo la formulación oral también una alternativa. Los pacientes refractarios o intolerantes a 5-ASA pueden requerir inmunomoduladores o terapia biológica. Los esteroides sistémicos o la cirugía debe ser empleada en casos muy especiales. Referencias 1. 2. Regueiro M, Loftus E, Steinhart H, Cohen R. 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We analyzed the clinical data available from his own works and the opinion of his close friends and postulate the hypothesis that Nerval had a mood disorder. (Rev Med Chile 2010; 138: 117-123). Key words: Literature, modern; Mood disorders; Poetry. ¹Clínica Las Condes. ²Clínica Psiquiátrica Universitaria, Hospital Clínico de la Universidad de Chile. Programa de Genética Humana, Instituto de Ciencias Biomédicas, Facultad de Medicina, Universidad de Chile. Recibido el 30 de diciembre de 2008, aceptado el 2 de septiembre de 2009. Correspondencia: Lo Fontecilla 441, Las Condes. Santiago E-mail: [email protected] “ … de vez en cuando, si un trabajo cualquiera le ha preocupado en demasía, la imaginación, esa loca de la casa, expulsa momentáneamente a la razón, que no es más que la dueña, y entonces aquella se queda sola, omnipotente en aquel cerebro alimentado de sueños y alucinaciones …”. Alejandro Dumas (padre), Fragmento de un comentario sobre Nerval, 10 diciembre 1853. “… La última locura que me quedará, probablemente será la de considerarme poeta. Y a la crítica le corresponde sanarme...”. Gerard de Nerval, Prólogo a Las Hijas del Fuego, 1854. G érard de Nerval (Figura 1) (nacido en París el 22 de mayo de 1808 y muerto el 26 de enero de 1855, en la misma ciudad) es el pseudónimo del escritor francés Gérard Labrunie1. Nerval constituye un ejemplo dramático de los efectos de una enfermedad en la creación artística de un genio de la literatura universal1. Aunque es poco conocido en nuestro medio, su novedoso aporte es utilizar en la literatura sus estados patológicos, constituyendo así un antecedente surrealista. Esto, sumado al impacto de su trastorno mental hacen relevante una mayor difusión de su vida y obra. En este artículo se analizan las evidencias que nos dan sus libros y el testimonio directo de sus colegas para plantear una hipótesis que explique su enfermedad mental. Nerval fue hijo de Etienne Labrunie, quien fue médico en el ejército de Napoleón y Marie Antoniette Marguerite Laurent. La muerte de la madre de Nerval, cuando éste aún no cumplía 4 años, lo influenció notoriamente. Nerval recibió una primera educación con sus tíos en Valois, en las afueras de París, y a los 10 años se trasladó a la capital para continuar su educación. Inició estudios de Medicina a instancias de su padre, los que abandonó por su vocación literaria. Nerval recibió gran influencia de Alemania, país que amaba intensamente; se le ha llamado 117 Artículo Especial Los diagnósticos de Gerard de Nerval: La influencia de la locura en la genialidad literaria - M. Miranda C. et al experiencias sensoriales inducidas por drogas como el opio y especialmente por el hachis, que es un producto derivado del cannabis, con más poder alucinógeno que la marihuana5. Nerval, a raíz de estas experiencias, incluso escribió un cuento, “La historia del califa Hakem”, en el cual el personaje principal experimenta y describe los efectos del uso del hachís6. La búsqueda de un “eterno femenino” Figura 1. Nerval en una foto del célebre fotógrafo de la época, Félix Nadar17. el más alemán de los escritores franceses. Nerval con 19 años tradujo “Fausto” de Goethe, causando la admiración del gran poeta alemán. Tradujo también a Schiller y a Heinrich Heine1-3. Nerval es considerado como el ejemplo más puro del romanticismo en la literatura francesa, pero a la vez, está a la vanguardia de este movimiento al ser precursor del simbolismo y surrealismo, tal como lo afirmó el principal vocero de este movimiento artístico del siglo XX, el escritor André Breton1. En vida no logró conocer el éxito, pero su obra influyó en figuras como Baudelaire, Rimbaud y Marcel Proust. Charles Baudelaire reconoció su genio y curiosamente, en forma casi simultánea, el de Edgar Allan Poe, quien comparte con Nerval, además de una existencia trágica, un escaso reconocimiento en vida. Baudelaire habla de ambos diciendo que reivindica con ellos dos nuevos “derechos del hombre”, el derecho a “contradecirse” y a “marcharse”4. Estableció una muy buena relación con Alejandro Dumas padre, Théophile Gautier y Víctor Hugo. Gautier fundó un curioso club llamado “El Club de los hachisianos” (Figura 2), que tuvo su apogeo entre 1844 y 1849, y que reunió a la élite intelectual de la época, incluyendo al pintor Delacroix, a los escritores Charles Baudelaire, Alejandro Dumas, Balzac, Flaubert y a Nerval. Todos se reunían motivados en conocer nuevas 118 En 1833 se enamoró de la actriz y cantante Jenny Colon, a quien le dedicara una devoción permanente, si bien no será su único amor1. Colon se casó más tarde con un músico, provocando el desconsuelo de Nerval, quien la personificará en Aurelia y Sylvia, personajes de dos de sus obras más famosas7-9. En 1834 recibió una herencia de su abuelo, lo que le permitió independizarse de su padre, sin embargo, en el año 1836 se arruina debido a un muy mal manejo del dinero. Un ejemplo de su derroche fue la revista de poco éxito, Le monde dramatique, creada por él para promo- Figura 2. Hotel de Lauzun en París, sede del “Club de los hachisianos”, del cual Nerval era un activo miembro5. Rev Med Chile 2010; 138: 117-123 Artículo Especial Los diagnósticos de Gerard de Nerval: La influencia de la locura en la genialidad literaria - M. Miranda C. et al cionar la carrera teatral de su idolatrada Jenny Colon. La muerte prematura de ésta en 1842, a los 34 años, agravó su trastorno mental ya iniciado en 1840 con episodios psicóticos que durarán hasta su muerte, 15 años más tarde1. En un esfuerzo por olvidar esta gran pena, viajó por Oriente y África. Otros amores que sólo fueron para Nerval la reencarnación de Jenny Colon, fueron la pianista Marie Pleyel y la aventurera inglesa Sophie Dawes, quien deslumbró a Nerval con sus cabalgatas de amazona por los bosques de la campiña francesa. Dawes es representada por Adriéne en la obra "Sylvia"1. En esta obra, el protagonista, quien es el propio autor, dialoga con un amigo que encuentra al ir a contemplar y escuchar a la ópera a la mujer que ama. Frente a la pregunta de éste de a quién viene a ver, el protagonista responde: “es una imagen lo que persigo, nada más”7,8. En esta respuesta está el espíritu de Nerval y su visión, que sobrepasa la de los artistas románticos, para quienes el amor se personifica en una mujer, la que inventa en un texto, un cuadro o una melodía. Para Nerval, en cambio, el amor excede la figura de una mujer, llama amor a su ansiedad, a una persecución de su espíritu que tiene más que ver con lo metafísico que con lo real7. El reflejo de su psicosis en su obra En la obra de Nerval y en su manera de comportarse aparecen evidencias de distintos fenómenos psicopatológicos, que comprometen afecto, pensamiento y sensopercepción. Su obra "Aurelia" contiene lo más psicótico de su producción literaria y fue escrita en pleno período de su enfermedad. Aunque para él la locura es “el desbordamiento de los sueños en la realidad”, empero, Nerval es capaz de darse cuenta que no es su estado normal, sino uno enfermo. Así, en una carta al salir de un sanatorio en 1841, luego de su primer episodio psicótico, comentó a la esposa de Dumas: “Ayer me encontré con Dumas. Le dirá que he recobrado lo que está convenido llamar razón, pero no crea una palabra. Soy y he sido siempre el mismo… La ilusión, la paradoja, la presunción, son todas ellas, enemigas del buen sentido, que nunca me ha faltado. En el fondo, he tenido un sueño muy divertido y lo echo de menos; he llegado incluso a preguntarme si no es más verdadero que lo único que me parece explicable y natural hoy. Pero como hay aquí médicos y comisarios que velan porque Rev Med Chile 2010; 138: 117-123 no se extienda el campo de la poesía a expensas de la vía pública, sólo me han dejado salir y vagar definitivamente entre las gentes razonables cuando convine muy formalmente en haber estado enfermo, lo cual le costaba mucho a mi amor propio e incluso a mi veracidad… Para acabar, convine en dejarme clasificar en una “afección” definida por los doctores y llamada, indiferentemente, Teomanía o Demoniomanía en el diccionario médico. Con ayuda de tales definiciones, incluidas en estos dos artículos, la ciencia tiene el derecho de escamotear o reducir al silencio a todos los profetas y videntes predichos por el Apocalipsis, ¡uno de los cuales me jactaba de ser yo!1. Nerval fue muy celoso de que no se diera a conocer al público lector su enfermedad, se molesta y reacciona irónicamente contra Dumas por la nota del epígrafe de este artículo y que se menciona en mayor longitud más adelante. En el prólogo de “Las hijas del Fuego”, Nerval se defiende y explica que su extraña conducta sólo refleja la compenetración del autor con sus personajes, llegando a hacer uso de sus sueños y fantasías. Para Nerval “los sueños son una segunda vida” y este postulado lo transfiere a su obra. Alejandro Dumas en su comentario sobre Nerval nos da indicios sobre su trastorno: “… su hábitat podría ser, ni más ni menos, que un fumadero de opio del Cairo o un comedor de hachís de Argel, y entonces, la vagabunda que ella es (se refiere a la imaginación de Nerval), lo lanza a las teorías imposibles, a los libros irrealizables. Ora es el rey Salomón, ha vuelto a encontrar el sello que evoca a los espíritus, espera a la Reina de Saba; y entonces créanme, no hay cuento de hadas o de Las Mil y una Noches que valga lo que él cuenta a sus amigos, que no saben si deben compadecerlo o envidiarlo de la agilidad y del poder de esos espíritus, de la belleza y riqueza de esa reina; ora es sultán de Crimea, conde de Abisinia, duque de Egipto. Otro día se cree loco y cuenta cómo llegó a estarlo, y con tan alegre brío, pasando por peripecias tan convincentes, que cada cual desea estarlo para seguir a ese guía irresistible por el país de las quimeras y de las alucinaciones. Ora finalmente, es la melancolía la que se convierte en su musa y entonces, retengan sus lágrimas si pueden; pues nunca Werther (personaje de la obra homónima de Goethe), nunca René (personaje de obra homónima de Chateubriand); han tenido quejas más punzantes, sollozos más dolorosos, palabras más tiernas y gritos más poéticos…”6. 119 Artículo Especial Los diagnósticos de Gerard de Nerval: La influencia de la locura en la genialidad literaria - M. Miranda C. et al Una de las bizarras situaciones que provocaron su internación fue el verlo pasear a una langosta con una cinta azul. La mala crítica a una de sus obras y la indiferencia frente a la reedición de “Viaje a Oriente”, le provocan una crisis que lo lleva al hospital en enero de 1852. Si bien ese año continúa con una actividad frenética, en 1853 y 1854 requiere de internaciones periódicas. En el invierno de 1854, después de una crisis grave, se le permitió vivir con una tía en París. No parece muy repuesto, vagabundea, trasnocha en los barrios bajos, en calles como la que muestra un grabado de la época (Figura 3) y desaparece por varios días seguidos. El 24 de enero deja una nota a su tía: “…Cuando ya haya triunfado de todo, tendrás tu lugar en mi Olimpo, como yo tengo mi lugar en tu casa. No me esperes hoy, pues la noche será negra y blanca….”1. La vida del escritor se ve truncada el día 26 de enero de 1855, cuando Nerval se ahorcó en la calle de la Vielle Lanterne de París, siendo enterrado en el cementerio de PèreLachaise. Este trágico hecho inspiró más adelante un grabado de Gustave Doré (Figura 4). Las principales obras de Nerval son: “Viaje al Oriente” (1851), en el que reúne experiencias de viajes por Europa (Italia, Inglaterra, Alemania, Austria, Holanda y Bélgica) y África. “Los Iluminados” (1852) es una colección de novelas sobre varios bizarros personajes del período pre y post revolución francesa, tales como Nicolás Restif10. “Las hijas del fuego” (1854) es una obra fundamental y consiste en bosquejos femeninos en los que mezcla sueño y realidad, reminiscencias de su infancia y adolescencia marcadas con una gran nostalgia por la pérdida precoz del amor materno8. Figura 3. Grabado de la época que reproduce una típica callejuela parisina que recorría Nerval en sus andanzas depresivas17. Figura 4. Grabado del célebre artista Gustave Doré, que reproduce la muerte de Nerval en que se ve acompañado por sus ensoñaciones o alucinaciones17. 120 Rev Med Chile 2010; 138: 117-123 Artículo Especial Los diagnósticos de Gerard de Nerval: La influencia de la locura en la genialidad literaria - M. Miranda C. et al “Sylvia”, publicada un año antes, en 1853, forma parte de las “hijas del fuego” y es considerada por críticos como Umberto Eco como “uno de los libros más bellos jamás escritos”11. “Las hijas del fuego” fueron acompañados en la edición con los poemas “Las Quimeras”, considerados los más importantes en la literatura francesa y que ameritan, según al prestigioso crítico Harold Bloom, considerar a Nerval entre los 100 grandes creadores de la literatura universal2. “Aurelia” (1855) es su último libro y uno de los más trascendentes para los surrealistas. El autor narra en “Aurelia” episodios depresivos muy severos en los que se aprecia una gran tristeza, ideas de culpa y de auto-eliminación, como también fases maníacas con marcada actividad alucinatoria como en el siguiente relato, donde Nerval escribe: “Aquí empezó para mí, lo que llamaré el desbordamiento del sueño en la vida real. A partir de aquel momento, todo tomaba, a veces, un aspecto doble y eso, sin que el razonamiento careciere nunca de lógica, sin que la memoria perdiese los más leves detalles de lo que me sucedía. Sólo que mis acciones, insensatas en apariencia, estaban sometidas a lo que llaman ilusión, según la razón humana. Me creí transportado a un planeta oscuro donde se debatían los primeros gérmenes de la creación. Vi monstruos que cambiaban de forma y, despojándose de sus primeras pieles, se alzaban más poderosos sobre patas gigantescas, la enorme masa de sus cuerpos rompía las ramas y las hierbas, y en el desorden de la naturaleza, se entregaban a combates en los que yo mismo tomaba parte, pues tenía un cuerpo tan extraño como el de ellos. De repente un aire divino, el planeta se iluminó, todos los monstruos que había visto se despojaban de sus formas extrañas y se convertían en hombres y mujeres; otros revestían en sus transformaciones, la figura de los animales salvajes, de los peces y de los pájaros”6. En otro segmento de “Aurelia”, relata: “Un domingo me desperté con un dolor sombrío, fui a ver a mi padre y no lo hallé, vagué por calles, llegué a la iglesia de Notre Dame, fui a arrojarme a los pies del altar pidiendo perdón por mis culpas. Pero algo en mi decía: “La virgen ha muerto y tus rezos son inútiles, Dios también ha muerto”. Salí desconsolado, me dirigí a los Campos-Eliseos y luego a la plaza de la Concordia, mi pensamiento era destruirme. En varias ocasiones me dirigí al Sena con ese fin, pero algo me impedía cumplir ese designio. Las estrellas brillaban, pero de repente me pareció que se apagaban, Rev Med Chile 2010; 138: 117-123 como las velas que había visto en la iglesia. Creí que los tiempos estaban ya cumplidos y que tocábamos el fin del mundo anunciado en el Apocalipsis. Creía ver un Sol Negro en el cielo desierto y un globo rojo de sangre por encima del jardín de las Tullerías. Me dije: “La noche eterna comienza y va a ser terrible”. ¿Qué va a suceder cuando los hombres se den cuenta que no hay sol?”6. Nerval, después de este episodio menciona que: “Allí mi enfermedad se repitió con diversas facetas, pero al cabo de un mes estaba restablecido y pude escribir poco a poco uno de mis mejores relatos (Sylvia en 1853). Poco después me vi presa de un insomnio persistente, iba a pasearme toda la noche por la colina de Montmatre y a ver levantarse el sol; charlaba alegremente con campesinos y obreros. En otros momentos iba al mercado central y una noche fui a cenar a un café del boulevar y me divertí lanzando al aire monedas de oro y plata”6. En el primer poema de “Las Quimeras”, llamado “El Desdichado”, publicado en 1854, acompañando a “Las Hijas del Sueño”, el cual es considerado uno de los sonetos más trascendentes y melancólicos de la literatura francesa2, Nerval da muestra de su tristeza haciendo una clara referencia en la extraña imagen literaria “sol negro de la melancolía”. Así Nerval parece identificarse con el grabado del artista alemán Alberto Durero “Melancolía” (Figura 5), obra que admiraba. Las primeras estrofas del poema son: Yo soy el Tenebroso;-el Viudo,- el Sin Consuelo, Príncipe de Aquitania de la Torre Abolida: Mi única Estrella ha muerto;-mi laúd constelado También lleva el Sol negro de la Melancolía…1. En otro melancólico poema, llamado “Epitafio”, se ha querido ver su propio epitafio Vivió alegre unas veces igual que un pajarillo Tan pronto amante y tierno, tan pronto descuidado, Un buen día escuchó en su puerta un llamado. ¡Era la Muerte! Entonces pidió ser excusado Mientras dejaba su último soneto concluido, Después sin conmoverse fue a ocupar acostado El cofre en que su cuerpo tiritaba de frío Era holgazán, según lo que de él se ha contado, Siempre dejó secar la tinta demasiado. Quiso saberlo todo más nada ha conocido. Y llegado el momento en que, harto de esta vida, Una noche de invierno, su alma emprendió la huída, Se alejó preguntando; “¿Para qué habré venido?” 1. 121 Artículo Especial Los diagnósticos de Gerard de Nerval: La influencia de la locura en la genialidad literaria - M. Miranda C. et al Figura 5. Grabado de Albert Durero, “Melancolía”18. La obra de Nerval constituye, por su originalidad, una de las primeras expresiones literarias de los efectos de la locura, y cómo ésta matiza la creación artística. Las clasificaciones psiquiátricas actuales establecen distinciones entre los trastornos psiquiátricos clínicos, conocidos como del eje I, y aquellos desórdenes subyacentes que involucran a la personalidad o trastornos del eje II. La relación entre ambos es compleja, en la medida que existe una alta frecuencia de comorbilidad y, también, dada la superposición de criterios diagnósticos, de confusión entre ambos grupos de cuadros. Más aún, ciertos tipos de personalidad determinan mayor vulnerabilidad a ciertas patologías psiquiátricas, y, al mismo tiempo, es comprensible que sintomatología del eje I que aparezca precozmente en la vida puede deteriorar la configuración de la personalidad resultando en la instalación de un trastorno. En este escenario, es todo un desafío encauzar la florida psicopatología de Nerval, a la cual se accede a través de sus escritos biográficos y de ficción y de testimonios de conocidos, incluyendo descripciones de sus desajustes conductuales e interpretaciones acerca de su estado anímico, 122 en alguna de las categorías diagnósticas actuales. Si bien probablemente existieron alteraciones estables y ubicuas compatibles con rasgos de personalidad patológicos, algunos elementos que orientan a la presencia de un trastorno de eje I son: la existencia de fases de intenso compromiso funcional intercaladas con períodos de funcionamiento relativamente conservado; la inestabilidad afectiva marcada estableciendo períodos de depresión intercalados con períodos de euforia; la aparición en estos períodos de alteraciones de la sensopercepción; la fluctuación en la tonalidad de los contenidos del pensamiento, manifestando en algunos de sus escritos ideas de culpa y de muerte, mientras que testimonios de sus conocidos hablan de ideas de grandiosidad y de consumo de drogas. La intensidad de la discapacidad que estos episodios determinaron, terminando en suicidio, sugiere también un trastorno de eje I. Este cuadro se habría iniciado en la adultez de Nerval, y con respecto a su naturaleza, parece corresponder a un trastorno afectivo bipolar. La característica principal de este cuadro son las fluctuaciones anímicas con fases maníacas y depresivas que pueden cursar con síntomas psicóticos y que se presentan con manifestaciones conductuales características y con contenidos del pensamiento depresivo o grandioso, según la fase correspondiente12. En la relación creatividad –psicopatología, es justamente el trastorno que se ha visto asociado a la productividad artística13. El hecho de que Nerval no considera estas manifestaciones como algo totalmente normal, cuestionando y racionalizando su trastorno, como lo presenta en los textos de “Aurelia” y en el prólogo a las “Hijas del Fuego” aleja la hipótesis que se ha planteado de una esquizofrenia14. Como se ha mencionado, el consumo de sustancias era habitual en el artista y su entorno. La sintomatología que ha quedado registrada en los escritos de Nerval y la evolución de su biografía podrían ser explicadas por este hábito. Aun así, el consumo y la adicción a drogas presentan una relación compleja con los trastornos del espectro bipolar. Es decir, que la presencia de sustancias no es incompatible con la existencia de un trastorno del ánimo, sino que éstos con frecuencia coexisten, y constituyen factores de riesgo recíprocos15. Si bien una epilepsia psicomotora puede originar episodios psicóticos, tienden a ser confusos y sin la claridad de conciencia y recuerdo que tenía Nerval de sus crisis, además alternan con auto- Rev Med Chile 2010; 138: 117-123 Artículo Especial Los diagnósticos de Gerard de Nerval: La influencia de la locura en la genialidad literaria - M. Miranda C. et al matismos asociados a manifestaciones visuales u olfatorias, no descritas por Nerval. La hipótesis de una sífilis, tan frecuente en el siglo XIX, tampoco es planteable por la larga evolución y ausencia de signos motores clásicos de parálisis general. En suma, considerando las limitaciones de un análisis retrospectivo y la escasa evidencia biográfica disponible sobre Nerval, hay elementos concordantes con la hipótesis que haya sufrido una enfermedad del ánimo. Concluimos citando las palabras de Marcel Proust en relación a Nerval, quien contribuyó mucho a su revaloración: “Si un escritor, en las antípodas de las claras y fáciles acuarelas, ha tratado de definirse laboriosamente ante sí mismo, de esclarecer unos matices turbios, unas leyes profundas, unas impresiones casi inasibles del alma humana, es Gerard de Nerval”16. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. Referencias 1. 2. 3. 4. Segovia T. Prólogo a Nerval G. Poesía y Prosa literaria. Galaxia Gutenberg, Barcelona. 2004. Bloom H. Genios: mosaico de 100 mentes creativas ejemplares. Norma, Bogotá. 2005. Delay F. Llamado Nerval. Fondo de Cultura Económica, México 2004. Baudelaire CH. Obras Escogidas. Aguilar, México 1963. Rev Med Chile 2010; 138: 117-123 16. 17. 18. http://www.friendsofcannabis.com/friends/hashish_ club.htm. [Visitado 15 diciembre 2008]. Nerval G. Poesía y Prosa literaria. Galaxia Gutenberg, Barcelona.2004. Nerval G. Sylvia. Poseidón, Buenos Aires 1944. Nerval G. Las Hijas del Fuego. Bruguera, Barcelona, 1981. Nerval G, Pandora. Tusquets, Barcelona, 1980. Nerval G. Los Iluminados. Arena Libros, Madrid 2006. Eco U. Sobre Literatura. Debolsillo Editorial, Barcelona, 2005. American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, IVth edition. 1994, American Psychiatric Association, Washington DC. Barrantes-Vidal N. Creativity and madness revisited from current psychological perspectives. J Consciousness Studies 2004; 11: 58-78. Benedetti G. Psychiatric aspects of creativity. Vanderoeck & Ruprecht, Gottingen, 1975. Maremmani I, Perugi G, Pacini M, Akiskalhs. 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Physician, scientist and revolutionary Physician, scientist and revolutionary are the biographical aspects that better summarize the life of Jean-Paul Marat (1743-1793). Due to the role that he played during the French Revolution, his work as a physician and scientist, prior to the events of 1789, was forgotten. Marat made important contributions in the area of optics and electricity, reflected in numerous publications, as well as translating Newton’s Opticks (1787). Well known for his radical and aggressive ideas, his political vocation led him to embrace the revolutionary cause after the events of the Bastille. His figure was not indifferent for his contemporaries; although considered a hero by the poorest citizens, aristocrats and bourgeois considered him a cruel extremist. During the last years of his life he suffered a cutaneous disease, the diagnosis of which is still a matter of controversy. Proposed diagnoses include eczema, seborrhoeic dermatitis, scabies and dermatitis herpetiformis, among others. Marat was assassinated by Charlotte Corday in 1793, becoming a martyr for some segments of the society, that worshiped his memory. He was a man with a complex and curious personality whose figure and legacy are still a matter of discussion. (Rev Med Chile 2010; 138: 124-127). Key words: Biography; French revolution; Optics and photonics. ocos personajes históricos generan opiniones tan contrapuestas como Jean-Paul Marat (1743-1793) (Figura 1). Para los desposeídos, Marat fue un héroe y mártir de la Revolución Francesa; por el contrario, aristócratas y burgueses lo consideraban un extremista sanguinario. Su participación durante y con posterioridad a los acontecimientos de 1789 ha sido descrita en detalle por numerosos historiadores, al igual que su trágica muerte, inmortalizada en 1793 por el pintor Jacques-Louis David (Figura 2). Sin embargo, poco se ha escrito en torno a otros aspectos de su vida, en especial sobre su quehacer como médico y científico, desarrollado con tenacidad antes del inicio de la Revolución. El presente artículo trae al presente aspectos biográficos 124 de este singular personaje, analizando las diversas facetas que desarrolló durante su vida, además de hacer referencia a aspectos clínicos acerca de la invalidante enfermedad cutánea que le acompañó hasta el momento de su muerte, motivo de controversia diagnóstica hasta el día de hoy. Marat, el médico Hijo mayor de padre de origen sardo convertido al calvinismo (Giovanni Mara) y de madre ginebrina (Louise Cabrol), Jean-Paul Marat nació el 24 de mayo de 1743 en la localidad de Boudry, cantón de Neuchâtel, Suiza. Tras la muerte de su madre, a sus cortos dieciséis años abandonó el hogar familiar, Artículo Especial Jean-Paul Marat. Médico, científico y revolucionario - J. Cerda L. Figura 1. Jean-Paul Marat, según grabado de 1824 (Reproducción fotográfica de dominio público). Figura 2. “La muerte de Marat” (Jacques-Louis David, 1793). Colección Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica (Reproducción fotográfica de dominio público). iniciando un peregrinaje que lo llevaría a Burdeos y París, lugares donde estudió medicina. En 1767 llegó a Inglaterra, país en el cual residió durante una década, completó sus estudios médicos y practicó la profesión, recibiendo en 1775 el grado honorífico de doctor en medicina por la Universidad de San Andrés (Edimburgo) tras escribir un ensayo sobre la gonorrea. Luego de publicar en Londres un estudio titulado “Investigación sobre la naturaleza, causa y cura de una enfermedad ocular singular”, en 1777 regresó a Francia, específicamente a París. En esta ciudad, su excelente reputación como médico −unido al apoyo de la marquesa de l’Aubespine, a quien trató exitosamente una afección pulmonar y de quien posteriomente se transformó en amante− le permitió acceder al cargo de médico del cuerpo de guardia del conde d’Artois, hermano menor de Luis XVI y futuro Carlos X, rey de Francia durante la Restauración, a pesar de su declarada postura antimonárquica1-3. La remuneración de 2.000 libras anuales, unida a los ingresos recibidos a través de su práctica privada brindó a Marat una holgada situación económica, permitiéndole montar un laboratorio. Prontamente publicó estudios sobre óptica y electricidad, sus disciplinas científicas favoritas, entre los cuales destacan “Investigaciones físicas sobre la electricidad” (1782), “Investigaciones sobre electricidad médica” y “Nociones elementales de óptica” (1784). Sus experimentos en estas áreas atrajeron admiradores y pupilos e interesaron a personalidades de renombre tales como Benjamín Franklin, quien solía visitarle. Muy a su pesar, sus investigaciones no fueron bien recibidas por la Académie des Sciences, la cual rechazó su tan añorada membresía, principalmente debido a su osadía de disentir con Isaac Newton (16461727) en torno a ciertas concepciones científicas. La obtención del premio de la Academia de Rouen por su tesis sobre la electricidad médica (1783) tampoco fue un argumento suficiente para ingresar a la Académie, hecho calificado por el mismo Goethe –cuyo inconmensurable legado intelectual incluye estudios sobre óptica− como un claro ejemplo de despotismo científico. El rechazo de sus pares gatilló en Marat una idea obsesiva de persecución en su contra. Tras la renuncia en 1786 a su trabajo en la corte, Marat tradujo la Opticks de Newton (1787) y redactó sus “Memorias académicas, o nuevos descubrimientos acerca de la luz” (1788). Para aquel entonces, la Revolución Francesa había completado su proceso de gestación, causa a la cual Marat se abocaría por completo y que le permitiría, entre otras cosas, vengarse de quienes consideraba sus perseguidores. Transcurrido menos de un lustro, durante el Reinado del Terror (1793) se suprimiría la Académie des Sciences. Marat, para aquel entonces convertido en un caudillo de la Revolución, concretó su venganza “académica” acusando a Antoine Lavoisier −miembro aristócrata de la Académie y genio brillante, considerado el padre de la química moderna− de haber participado en complots absurdos contra el pueblo de Francia. Rev Med Chile 2010; 138: 124-127 125 Artículo Especial Jean-Paul Marat. Médico, científico y revolucionario - J. Cerda L. Un tribunal revolucionario condenó a éste último a muerte, siendo guillotinado en 17944. Marat, el revolucionario Para 1789, Marat se había abocado por completo a la política, principalmente a través de la escritura de una serie de obras tales como “Ofrenda a la Patria”, “La Constitución” y “Cuadro de los vicios de la Constitución Inglesa”. Su acercamiento a la política se había iniciado casi dos décadas antes, pues en 1772 había publicado su “Ensayo filosófico sobre el hombre” y en 1774 su libro “Las cadenas de la esclavitud”, en el cual criticaba la corrupción del sistema político inglés y la miseria de las ciudades. En esta obra, Marat reivindica el derecho del pueblo a su libertad, la cual consideraba que conseguiría solamente por medio de una insurrección violenta1-3. En septiembre de 1789, ocurridos los hechos de la Bastilla, Marat financió e inició la redacción de su propio periódico de opinión, llamado L’Ami du Peuple (“El Amigo del Pueblo”). Con un tiraje de 2.000 ejemplares, L’Ami du Peuple tuvo una gran influencia en la Revolución. Redactado en un tono agresivo, sus páginas fueron una tribuna perfecta para Marat, a través de las cuales atacó descarnadamente a todos quienes consideraba “enemigos de la Revolución”, sean partidarios del antiguo régimen o bien revolucionarios moderados, llamando a la violencia, hecho que motivó varias suspensiones del periódico. Su actuar no dejó indiferente a nadie, ganándose por un lado la admiración y adoración de los sectores más marginales y por otro peligrosas enemistades. Temerosos de su fanatismo extremo (Marat afirmaba: “yo soy la rabia, la rabia justa del pueblo, por eso me escuchan y creen en mí”), sus enemigos le persiguieron, forzándole a huir a Inglaterra por tres meses. En 1790, de vuelta en París, retomó la publicación del periódico, mas por temor a represalias debió esconderse en las insalubres catacumbas parisinas, una red de túneles y cuartos subterráneos convertidos en cementerio común a fines del siglo XVIII. Tras ser declarada la República Francesa (1792), Marat dejó de publicar L’Ami du Peuple, dando paso al Journal de la République Française (“Diario de la República Francesa”) nombrado en honor a la naciente república, tribuna en la cual mantuvo su estilo crítico y violento. Muerto el rey Luis XVI (1793), Marat luchó tenazmente contra la facción de los girondinos, grupo al cual consideraba enemigos encubiertos de la Revolución. Ese mismo año ocurriría su trágica muerte1-3. 126 La enfermedad de Marat El comienzo de su singular enfermedad se remontaría entre tres y cinco años antes de su muerte, no existiendo consenso entre los historiadores sobre su etiología. Jelinek (1979) describió la enfermedad de Marat como “una afección cutánea crónica y adquirida, afectándole en una edad media (45-50 años), la cual comenzó en la zona perineal, se expandió a la mayoría de su cuerpo, era intensamente pruriginosa, persistió durante largo tiempo y no demostró ser letal”5. La enfermedad comenzó a agravarse, tornándose intensamente pruriginosa, comprometiendo su calidad de vida y forzándole a permanecer por largas horas sumergido en una bañera, cuyas aguas medicinales le proporcionaban algún alivio. La bañera tenía forma de zapato y le permitía trabajar y dialogar con diversas personas mientras se encontraba en su interior. A lo largo de la historia las hipótesis diagnósticas planteadas han sido variadas, reflejo de la incertidumbre en torno al diagnóstico real. Sus enemigos esparcieron el rumor de que se trataba de una erupción sifilítica. Otros diagnósticos diferenciales han sido eczema (Cabanès, 1913), dermatitis herpetiforme (Graham-Little, 1916), eczema liquenificado (Hart, 1924), escabiosis (Bayon, 1945) y dermatitis seborreica (Dale, 1952). Tanto Scarlett (1930) como Jelinek (1979) coinciden con Graham-Little en el diagnóstico de dermatitis herpetiforme6, siendo una hipótesis plausible con los síntomas y signos referidos por los historiadores. Al igual que la enfermedad celíaca, la dermatitis herpetiforme presenta como sustrato fisiopatológico una intolerancia intestinal al gluten de la dieta, presente en numerosos alimentos. La dermatitis herpetiforme afecta mayormente a varones, siendo su edad de inicio más frecuente entre la segunda y cuarta década de vida. Las lesiones primarias consisten en pápulas eritematosas o vesículas con tendencia a adoptar una configuración herpetiforme. Las lesiones son intensamente pruriginosas y se distribuyen en forma simétrica sobre superficies extensoras, principalmente codos, rodillas, hombros, región sacra y glúteos. Los pacientes a menudo presentan lesiones de rascado. Con respecto a su diagnóstico, un signo patognomónico lo constituye el hallazgo de depósitos granulares de IgA en la unión dermoepidérmica de la piel sana perilesional. La supresión del gluten de la dieta tiene como resultado una mejoría de las lesiones cutánea en un período de meses, así como una reducción de los episodios de recaída7,8. En 1884 (casi un siglo des- Rev Med Chile 2010; 138: 124-127 Artículo Especial Jean-Paul Marat. Médico, científico y revolucionario - J. Cerda L. pués del fallecimiento de Marat) el Dr. Louis Duhring (1845-1913) realizó la primera descripción clínica de esta patología a modo de entidad clínica; por su parte, la primera sugerencia de que los pacientes con dermatitis herpetiforme presentan una enteropatía idéntica a la enfermedad celíaca data de 19679. Otro aspecto que ha atraído a historiadores ha sido la posible relación de tipo causa-efecto entre la enfermedad de Marat y su temperamento violento (o viceversa), no existiendo consenso. Posiblemente tanto las circunstancias históricas como su temperamento jugaron un rol, total o parcial, en la génesis de la enfermedad y ésta, a su vez, afectó su carácter. Si bien el temperamento característico de Marat es temporalmente anterior al desarrollo de su enfermedad, lo cierto es que el agravamiento de esta última coincidió con una intensificación del primero6. Aparentemente el padecer de una patología cutánea crónica tiene consecuencias importantes sobre la personalidad. Además de Marat, otros personajes históricos de ideas revolucionarias tuvieron similares padecimientos; al respecto, Karl Marx (1818-1883) habría sufrido una invalidante hidradenitis supurativa10, mientras que Josef Stalin (1879-1953) padecía de psoriasis11. La disminución de calidad de vida asociada a estas enfermedades posiblemente tuvo un efecto psicológico no despreciable en estos tres personajes, posiblemente ejerciendo alguna influencia en lo que fueron sus ideas y comportamiento. En palabras de Shuster, quien describiera la hidradenitis supurativa de Karl Marx, “la piel es un órgano de comunicación y sus trastornos producen gran distrés psicológico; genera rechazo y disgusto, depresión de la imagen corporal, del ánimo y del bienestar”10. Su trágica muerte El 13 de julio de 1793, estando en su bañera, Marat recibió la visita de la joven Charlotte Corday, quien decía traer los nombres de algunos girondinos enemigos de la revolución, quienes habían huido a la ciudad de Caen. Cuenta la historia que Marat apuntó sus nombres y afirmó que debían ser guillotinados, tras lo cual Corday extrajo un puñal, hiriendo mortalmente a Marat (Figura 2). La joven era hija de girondinos convertidos en realistas. En el juicio llevado a cabo en su contra por el asesinato de Marat, Charlotte Corday declaró que actuó por cuenta propia, con el fin de evitar un mayor derramamiento de sangre, Rev Med Chile 2010; 138: 124-127 señalando que “maté a un hombre para salvar a cien mil”. Cuatro días más tarde sería ajusticiada bajo el filo de la guillotina. El asesinato de Marat engrandeció su imagen en los sectores marginales de la sociedad, transformándose a partir de entonces en un mártir de la Revolución, iniciándose el culto a su persona1-3. ¿Héroe y mártir o un mero extremista sanguinario? Con la imparcialidad y serenidad que pueden aportar dos siglos transcurridos desde la Revolución Francesa, reservo al lector el juicio valórico que pueda realizar a la persona de Jean-Paul Marat, a la luz de las diversas fuentes históricas disponibles. Resulta interesante constatar un común denominador en las principales facetas de su vida −médico, científico y revolucionario− cual es el nunca haber sido indiferente para quienes le conocieron, generando sentimientos extremos: admiración e idolatría en unos, desprecio y odio en otros, sentimientos que persisten en la opinión de muchos estudiosos de la historia hasta el día de hoy. Referencias 1. Rossi A. 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Prior to its use in the clinical setting, these tests should have an evaluation that includes analytical and clinical validation and determination of the clinical utility, as any other tests, including requirements for quality assurance. Recently, the CDC (Centers for Disease Control and Prevention, USA) published a guideline for Good Laboratory Practices for Molecular Genetic Testing for Heritable Diseases and Conditions, covering the preanalytical, analytical and postanalytical phases of the tests. The document covers the importance of proper selection of tests, the availability of information on the performance of the techniques used, the quality control practices, the training of personnel involved and the report of results, to allow the adequate interpretation, including sensitivity and specificity. Considering that recent advances in genetics have changed and will continue to affect clinical practice, genetic tests must meet quality and safety requirements to enable optimal use of them. (Rev Med Chile 2010; 138: 128-132). Key words: Clinical Laboratory Techniques; Genetic Techniques; Sensitivity and Specificity. RESUMEN El conocimiento del genoma humano ha dado lugar a un aumento explosivo de los test genéticos disponibles para uso clínico. Las metodologías utilizadas en este tipo de tests son muy variadas, permitiendo desde el estudio de los cromosomas hasta el análisis de una base nucleotídica. Previo a su utilización en el ámbito clínico, estos tests deben tener una evaluación que incluya su validación analítica y clínica y determinación de la utilidad clínica, además de cumplir, como cualquier otro examen, con requisitos para el aseguramiento de la calidad. Recientemente, el CDC (Centers for Disease Control and Prevention, EE.UU) ha publicado recomendaciones para las buenas prácticas de laboratorio de tests moleculares que se utilizan para el diagnóstico de enfermedades genéticas, que abarcan la fase pre-analítica, analítica y post-analítica. Dentro de éstas destacan: la importancia de la selección adecuada de los tests, la disponibilidad de la información sobre el desempeño de las técnicas utilizadas, las prácticas de control de calidad, la capacitación del personal involucrado y la elaboración de un informe de resultados que permita al clínico interpretarlos adecuadamente, incluyendo sensibilidad y especificidad. Tomando en cuenta que los recientes avances en genética han modificado y seguirán modificando la práctica clínica, los test genéticos deben cumplir con las exigencias de calidad y seguridad que permitan su uso óptimo. 128 Laboratorio clínico Tests genéticos: Definición, métodos, validación y utilidad clínica - M. Lagos L. et al DE LA VIDA REAL Paciente femenina de 24 años que consulta por hirsutismo, oligomenorrea y acné, por lo que se indica determinación de niveles plasmáticos de testosterona total y de 17-hidroxiprogesterona basal. Los resultados arrojan valores de testosterona de 100 ng/dL (valor de referencia: 6-82 ng/dL) y 17-hidroxiprogesterona basal de 3 ng/mL (valor de referencia 0,2-1,8 ng/mL), por lo cual se solicita 17-hidroxiprogesterona a los 60 min post estimulación con ACTH, cuyo resultado es de 12 ng/mL. Estos valores sugieren el diagnóstico de hiperplasia suprarrenal congénita por déficit de 21-hidroxilasa, de la forma no-clásica. ¿Qué examen permite confirmar esta sospecha diagnóstica? Recientes avances en el conocimiento del genoma humano, sobre todo su secuenciación completa, han llevado a un mejor entendimiento del rol de los genes en distintos ámbitos de la biología humana. Como consecuencia, ha aumentado en forma explosiva el número de enfermedades para las que un test genético está disponible; al mismo tiempo se han desarrollado tecnologías que permiten realizar tests altamente específicos, pudiéndose incluso identificar mutaciones de base única. El desafío ha sido trasladar los tests genéticos desde el ámbito de la investigación al uso clínico, para el adecuado manejo de los pacientes. Definición y clasificación de los tests genéticos La definición de “test genético” es extremadamente amplia, sin embargo, la más aceptada actualmente es aquella que incluye “el estudio de ADN, ARN, cromosomas, proteínas y ciertos metabolitos, con el fin de detectar genotipos relacionados a enfermedades, mutaciones, fenotipos o cariotipos con fines clínicos”.1 Los tests genéticos se pueden clasificar de diversas maneras; sin embargo, la clasificación más utilizada se refiere al objetivo del test, por lo que se distingue entre tests diagnósticos y tests predictivos2. Los primeros son los que permiten confirmar una enfermedad genética sugerida clínicamente; un ejemplo de esto es el estudio molecular del gen FMR1 en un individuo de sexo masculino con retraso mental para el diagnóstico de síndrome de X frágil. Los tests predictivos, a su vez, se clasifican en dos categorías: los test pre-sintomáticos y los de pre-disposición genética. Los pre-sintomáticos son aquellos que se aplican en individuos en riesgo Rev Med Chile 2010; 138: 128-132 de sufrir una enfermedad de presentación tardía, como por ejemplo la enfermedad de Huntington; en este caso, un individuo con un test positivo indicaría que el paciente desarrollará la enfermedad en el futuro, pero sin que se pueda precisar cuándo. Los tests genéticos que estudian la predisposición a alguna enfermedad se refieren a tests que implican, en el caso de ser positivos, un mayor riesgo de sufrir una enfermedad en particular, pero sin que se pueda asegurar que van a presentar la enfermedad; un ejemplo es el estudio de los genes BRCA1 y BRCA2 en familias con cáncer de mama-ovario hereditario, en las que la presencia de mutaciones les confiere un riesgo mayor que en la población general de presentar este tipo de cáncer3. Además de estas aplicaciones principales, los tests genéticos pueden ser utilizados con otros fines como, por ejemplo, la prevención de efectos adversos a drogas (farmacogenética), confirmación de enfermedades detectadas por tamizajes, estudio de alteraciones reproductivas, prenatales, así como de paternidad y maternidad, etc.4 Estrategias metodológicas en el diagnóstico genético-molecular Las metodologías que se utilizan para los tests genéticos son muy variadas, permitiendo desde el estudio de cromosomas hasta el análisis del cambio de una base nucleotídica. Para el estudio de alteraciones del número y estructura de los cromosomas, lo más adecuado será solicitar un estudio citogenético (cariotipo), en cambio, para el estudio de alteraciones más pequeñas, es posible realizar hibridación in situ fluorescente (FISH), la cual incorpora elementos de la biología molecular 129 Laboratorio clínico Tests genéticos: Definición, métodos, validación y utilidad clínica - M. Lagos L. et al al utilizar sondas marcadas. Frente a una enfermedad en que está descrito el gen responsable, es posible indicar el estudio molecular del gen involucrado, para identificar tanto mutaciones descritas como no descritas. Requisitos para la implementación de un test genético Para poder evaluar si un test genético está listo para el uso clínico, se han reconocido ciertos parámetros. El NIH (National Institutes of Health, EE.UU.), a través del National Human Genome Research Institute, ha publicado un documento para el “Uso seguro y efectivo de los tests genéticos en los Estados Unidos”, en que se reconoce la necesidad de evaluar los tests genéticos en un grupo representativo de la población en que se va a aplicar el test, así como la necesidad de entregar recomendaciones para promover el uso seguro y efectivo de estos tests. Este grupo recomienda que los tests sean evaluados respecto de tres parámetros: validación analítica, validación clínica y utilidad clínica, enfatizando además las implicancias éticas, legales y sociales de estos tests1,3,5. identificación que se logra con las mutaciones estudiadas cuando está presente la enfermedad. En muchas ocasiones es difícil obtener una sensibilidad clínica adecuada, ya que puede haber más de un gen o región involucrados en el desarrollo de una enfermedad. Especificidad clínica: La especificidad clínica se refiere al porcentaje de sujetos sin enfermedad cuando la mutación no está presente. Lo que es difícil de interpretar en este caso, son cambios respecto de la secuencia de referencia, que pudiesen no representar un defecto patogénico en el gen estudiado, y corresponder a un polimorfismo (variante normal). Para establecer si se trata o no de la mutación que causa la enfermedad, es de utilidad revisar si la mutación ha sido descrita previamente y realizar el test en ambos padres. Lo ideal, en estos casos, sería hacer estudios en controles y evaluar el efecto de la mutación en la proteína, lo que no siempre es factible para los laboratorios. La especificidad clínica de los tests genéticos también se puede ver comprometida en los casos en que una misma mutación causa distintos fenotipos2. Utilidad clínica Validación analítica En el caso de los tests genéticos, la validación analítica se refiere a la exactitud con que el test identifica las mutaciones o el genotipo de interés, e incluye sensibilidad analítica (resultados positivos del test cuando hay una mutación presente), especificidad analítica (resultados negativos del test cuando no hay mutaciones), control de calidad interno y externo, y la evaluación de la “robustez o desempeño” de la técnica. La utilidad clínica de un test genético se refiere a la utilidad del test en el uso clínico y al valor que tiene la información para la persona en la que se aplica. Se estima evaluando los beneficios y riesgos asociados al uso del test, tomando en cuenta la historia natural de la enfermedad, la disponibilidad y efectividad de las posibles intervenciones en la salud del paciente, así como los costos y la aceptabilidad por parte de los pacientes y médicos3. Estándares de laboratorio para la realización de tests genéticos de uso clínico Validación clínica Para un test genético, la validación clínica se refiere a la capacidad del test de diagnosticar o predecir la presencia o ausencia de una enfermedad o condición clínica en particular. Por consecuencia, incluye el que se establezca la sensibilidad y especificidad clínica del test. Sensibilidad clínica: La sensibilidad clínica se expresa, por lo general, como porcentaje de 130 Muchos de los tests genéticos se implementan en un contexto de investigación pero tienen un potencial uso clínico, por lo que ha surgido la necesidad de la aplicación de requisitos para el aseguramiento de la calidad o buenas prácticas para estos tests, los que debieran estar sujetos a los mismos estándares que cualquier otro examen de laboratorio clínico. El CDC ha publicado recientemente recomendaciones para las buenas Rev Med Chile 2010; 138: 128-132 Laboratorio clínico Tests genéticos: Definición, métodos, validación y utilidad clínica - M. Lagos L. et al prácticas de laboratorio de los tests moleculares para el diagnóstico de enfermedades genéticas, que abarcan la fase pre-analítica, analítica y postanalítica4. En la fase pre-analítica, el CDC recomienda que el laboratorio entregue información a sus usuarios, incluyendo, al menos, un listado de los tests disponibles, la patología a la cual está dirigido cada test, la región en estudio (gen, mutaciones, etc.), la indicación clínica, la metodología utilizada (en un lenguaje comprensible para el paciente) y las limitaciones del test. Además, deben estar disponibles los formularios de solicitud de exámenes, los consentimientos informados y todo lo concerniente a la toma y transporte de la muestra. El laboratorio, por su parte, requiere para el procesamiento e informe de resultados, que se le entregue información respecto del paciente, la que idealmente debiera incluir: historia clínica relevante, origen étnico e historia familiar atingente (incluido un pedigrí). En la fase analítica, la recomendación es contar con guías para la validación, la verificación del desempeño de los procedimientos de control de calidad interno y externo, y el tipo de muestra en que se puede realizar el test. Para la fase post-analítica, se sugiere que el informe de resultado incluya: el método utilizado, especificaciones y limitaciones técnicas, interpretación de los resultados, referencias y recomendaciones de asesoramiento genético (si corresponde), y el correcto uso de la nomenclatura estándar. Implicancias éticas, legales y sociales El diagnóstico de una enfermedad o condición genética no sólo tiene implicancias para el caso índice, sino que también para otros miembros de su familia actual e incluso futura, lo que hace necesario otorgar asesoramiento genético a todos los involucrados6. En los casos en que el resultado del test determine que la causa es genética y heredable surge, además, la posibilidad de discriminación y estigmatización de los pacientes. Esto exige que el laboratorio asegure privacidad a los pacientes, garantizando la confidencialidad de toda la información relacionada con él (o ella) durante todas las fases del proceso. En el caso de tests genéticos, el resguardo de la confidencialidad no es una re- Rev Med Chile 2010; 138: 128-132 comendación, sino que se exige por ley, también en nuestro país8. Relación entre el médico clínico y el laboratorio El progreso en el conocimiento de numerosos nuevos genes y la posibilidad de estudiarlos, ha generado grandes expectativas, pero también gran confusión en torno a la aplicación de estos tests en el ámbito clínico. Para lograr la mayor utilidad clínica de estos tests, es necesaria una estrecha relación entre el médico clínico y el laboratorio, ya que la exactitud del diagnóstico depende de la aplicación del test más adecuado. De la misma forma, el laboratorio debe intentar proveer al clínico una interpretación precisa de los resultados, así como de los datos de sensibilidad y especificidad del test. Para el uso óptimo de los tests, es importante también que los médicos tengan un entrenamiento básico en esta disciplina. La introducción de la genética y sus métodos diagnósticos ha modificado la práctica clínica, lo que se demuestra, por ejemplo, en el manejo de las familias con cáncer de mama-ovario y colon hereditarios7. El uso de estas herramientas también ha sido de gran utilidad en el diagnóstico y la confirmación de enfermedades genéticas, lo que permite, además, un mejor asesoramiento genético a los afectados y sus familias. En el caso clínico planteado en la “vida real”, el estudio genético del gen CYP21A2 identificó la presencia de la mutación Val281Leu en ambos alelos (homocigoto), lo que permitió confirmar la presunción diagnóstica de hiperplasia suprarrenal congénita por déficit de 21-hidroxilasa, de la forma no-clásica. Referencias 1. 2. 3. Moore C, Khoury M, Bradley L. From Genetics to Genomics: Using Gene-Based Medicine to Prevent Disease and Promote Health in Children. Semin Perinatol 2005; 29: 135-43. McPherson E. Genetic Diagnosis and testing in Clinical Practice. Clin Med Res 2006; 4: 123-9. Burke W. Clinical Validity and Clinical Utility of Genetic Test. Curr Protoc Hum Genet 2009; Chapter 9: Unit 9.15. 131 Laboratorio clínico Tests genéticos: Definición, métodos, validación y utilidad clínica - M. Lagos L. et al 4. 5. Chen B, Gagnon M, Shahangian S, Anderson NL, Howerton DA, Boone JD. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Good Laboratory Practices for Molecular Genetic Testing for Heritable Diseases and Conditions. MMWR Recomm Rep. 2009; 58 (RR-6): 1-37; quiz CE-1-4. Holtzman N. Promoting Safe and Effective Genetic test in the United States. Johns Hopkins University Press ISBN-13: 9780801859724 132 6. 7. 8. Lea DH, Williams J, Donahue MP. Ethical Issues in Genetic Testing. J Midwifery Womens Health. 2005; 50: 234-40. Korf BR. Integration of Genetics into Medical Practice. Growth Horm IGF Res. 2004; 14 Suppl A: S146-9. Ley Nº 20.120, publicada en el Diario Oficial de 22.09.06. Sobre la investigación científica en el ser humano, su genoma y prohíbe la clonación humana. República de Chile, Ministerio de Salud. Rev Med Chile 2010; 138: 128-132 DOCUMENTO DE LA ACADEMIA CHILENA DE MEDICINA Rev Med Chile 2010; 138: 133 Opinión de la Academia Chilena de Medicina sobre la Certificación de Especialistas Position statement of the Chilean Academy of Medicine, in reaction to a law passed by the Government and the Parliament, that establishes new regulations with regards to a temporary recognition of specialists and subspecialists Hace 6 años, las Asociaciones Médicas Chilenas hicimos la declaración pública: “Una amenaza a la seriedad y prestigio de la medicina chilena”, alertando al país, gobierno y parlamentarios, sobre las disposiciones de un proyecto de ley que establecía el reconocimiento como especialistas a médicos que no tenían esa condición, por no haber cumplido los requisitos exigidos por las universidades o una certificación de la Corporación Autónoma de Certificación de Especialidades Médicas (CONACEM). No obstante, la ley fue aprobada, quedando pendiente la reglamentación complementaria. El “Reglamento de Certificación de las Especialidades y Subespecialidades de los prestadores individuales de salud y de las entidades que lo otorgan”, fue tomado de razón en octubre del año 2008, estableciendo que, hasta el año 2015, aquellos médicos que sin ser especialistas hayan ejercido como tales bajo determinadas condiciones, se les otorgará un “certificado de competencias”, lo que les habilitará para ser incorporados a la lista pública de especialistas médicos que, para conocimiento de la ciudadanía, deberá elaborar la Superintendencia de Salud. Es conveniente destacar que los programas de formación de médicos especialistas, establecidos en el país hace más de 50 años por grandes maestros de la medicina, implican un entrenamiento de 3 años de duración con dedicación completa, turnos de residencia y las correspondientes evaluaciones. En las décadas posteriores, la Academia de Medicina, la Asociación de Facultades de Medicina, las Sociedades Médicas Científicas y el Colegio Médico, impulsaron sucesivos procesos institucionalizados de certificación de la calidad de los programas y de los centros de formación de los especialistas. La reconocida idoneidad de los especialistas chilenos se explica por el rigor con que son formados y el control de calidad de los respectivos programas. Esto es un motivo de orgullo para la profesión médica y una garantía para la población. La Academia de Medicina, cuya misión es velar por el progreso y calidad de la medicina chilena, expresa su disconformidad con las disposiciones del reglamento aludido y reitera que el camino correcto para alcanzar la condición de especialista es cumplir con los programas de formación respectivos, o someterse a los exámenes de competencia que exige CONACEM. La búsqueda de caminos alternativos impropios constituye un retroceso histórico para la medicina chilena, perturba la calidad de la atención médica y confunde a la opinión pública. Santiago de Chile, noviembre de 2009 133 crónica Rev Med Chile 2010; 138: 134 Nuevos Impresores para la Revista Médica de Chile IKU Ltda. is the new printing agency for Revista Médica de Chile En diciembre de 2009 debía caducar el contrato entre la Sociedad Médica de Santiago-Sociedad Chilena de Medicina Interna, productores de la Revista Médica de Chile, y Gaete y Cía. Ltda., como sus diseñadores gráficos e impresores. Este contrato empezó a regir desde enero de 1995, con una duración establecida por cinco años, con renovación automática por períodos similares, a menos que una de las partes contratantes decidiera darle fin para establecer nuevas condiciones. Los editores de la Revista hicimos presente oportunamente a la Mesa Directiva de la Sociedad que, en nuestra opinión, era conveniente aprovechar el plazo quinquenal de renovación del contrato (enero de 2010) para modificarlo, acortando su duración e incluyendo en él condiciones que no existían cuando se redactó por primera vez, en 1994, pero que ahora inciden en el proceso de impresión y en el costo de la publicación. Además, la inminente implementación del manejo de manuscritos a través de la Internet podría causar cambios –positivos o negativos– en el costo de la edición e impresión de la Revista. Mientras sucedía lo antedicho, Elsevier, una de las mayores empresas editoras de revistas científicas en el mundo, ofreció a la Sociedad Médica de Santiago hacerse cargo del proceso editorial y el diseño gráfico de la Revista Médica de Chile, manejándolos vía Internet desde su oficina en Barcelona, para entregar cada número mensual en versión digitalizada para ser impreso en Chile. Además, la Revista accedería a otras facilidades que otorga Elsevier para el análisis periódico de la “visibilidad” del contenido de las revistas a su cargo, su indización y difusión internacional. Al aceptar esta oferta, la Sociedad Médica de Santiago tendría que pagar los servicios de Elsevier y, además, los de la imprenta que imprimiría la Revista en Chile. Ello supera ampliamente los costos actuales de producción de la Revista, por lo cual la oferta de Elsevier fue declinada. La Mesa Directiva de la Sociedad Médica de Santiago invitó a presentar propuestas para el diseño gráfico y la impresión de la Revista a Gaete y Cía. Ltda. y a la Editorial IKU Ltda., conocidas por su experiencia en el ramo y por ser impresoras de una alta proporción de las revistas médicas chilenas. Ambas empresas debieron considerar las exigencias especificadas en un documento elaborado por los editores de la Revista Médica de Chile, que incluye el diseño de la revista y su impresión 134 en papel, más la entrega de una versión digitalizada que facilite al Programa SciELO de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT) reproducir la Revista en versión electrónica. Las empresas postulantes establecieron sus respectivos costos para el diseño y la impresión de la Revista y sus propuestas para la distribución de los recursos recolectados mediante la contratación de avisos comerciales. La Mesa Directiva de la Sociedad Médica de Santiago consideró financieramente más ventajosa la propuesta de Editorial IKU Ltda. y se generó un contrato por dos años, renovable por lapsos similares, el cual fue firmado por el Dr. Héctor Ugalde Prieto, Presidente de la Sociedad Médica de Santiago-Sociedad Chilena de Medicina Interna, y la Sra. María Cristina Illanes Holch en representación de Editorial IKU Ltda. Un resumen de estos antecedentes fue expuesto por la Mesa Directiva al Directorio de la Sociedad, en sesión del 15 de diciembre de 2009, recibiendo la aprobación de su gestión y del acuerdo adoptado. Posteriormente, los editores de la Revista Médica de Chile nos reunimos con los Sres. Pedro y Jorge Gaete para agradecer su eficiente labor como impresores de esta Revista durante quince años, durante los cuales hemos apreciado la responsabilidad y profesionalismo con que ejecutan su trabajo. Cada dificultad surgida en este proceso se superó con su buena disposición y el orgullo de ser impresores de una de las pocas revistas técnicas profesionales con publicación mensual, en nuestro país. Esta frecuencia de publicación hace por sí sola más compleja la interacción entre los editores y su personal de apoyo, por una parte, y los impresores y sus labores contratadas, por la otra. La calidad del trabajo de los Sres. Gaete merece el reconocimiento de los directivos de la Sociedad y, muy en particular, de los editores de la Revista Médica de Chile. Las reuniones de planificación sostenidas con los representantes de Editorial IKU Ltda. han sido auspiciosas. En este número de la Revista Médica de Chile iniciaron su gestión como diseñadores gráficos e impresores. Sus antecedentes profesionales brindan garantías de responsabilidad y eficiencia, que esperamos se reflejarán en la satisfacción de los suscriptores y lectores de la Revista. Compartimos la visión de futuros cambios de formato que hagan cada vez más grato recorrer su contenido, aquel que refleja las ambiciones, gustos y expectativas de quienes nos envían sus manuscritos. Humberto Reyes B., Editor Jefe. Joaquín Palma H. y Max Andresen H., Editores Asociados. cartas al editor Rev Med Chile 2010; 138: 135 Programas de Especialización y limitación horaria, una necesidad con alcances aún no dimensionados Duty hours requirements in Residency Programs: a still debatable need Sr. Editor: Todos quienes estamos involucrados en la formación de los futuros médicos y, particularmente, de los futuros especialistas, hemos podido constatar el advenimiento de un profundo cambio en los programas de postgrado. Nos referimos a la necesaria implementación de una limitación horaria en los programas de formación, uno de los requisitos para lograr la acreditación de éstos ante entes externos, con el objeto de mejorar la seguridad, entregar una formación reproducible y confiable y, finalmente, mejorar nuestros estándares de calidad. Esto, que ya es una realidad en Estados Unidos de Norteamérica, Canadá y Europa, tendrá que resultarnos familiar y estar en adecuada y completa aplicación en el mediano plazo1. Esta nueva forma de concebir y organizar el trabajo dista sustancialmente de lo que acontecía con nuestros maestros. Ellos nos señalaban que durante su período de formación y residencia transcurrían largas jornadas de trabajo al interior del hospital. Esta situación, absolutamente cotidiana, era vista como una nueva oportunidad de aprender y mejorar, siendo por lo mismo realizada con absoluta naturalidad y deseo. Al mismo tiempo, la búsqueda de información y la autoformación, más difícil aún en aquellos tiempos, constituía uno de los pilares de la formación del futuro especialista. No se trata de emplear el viejo eufemismo de “todo tiempo pasado fue mejor” y que aquellas largas y extenuantes jornadas eran del todo adecuadas. Existe vasta evidencia en la literatura médica que relaciona la excesiva sobrecarga de trabajo con la génesis de algunos errores médicos, resultando en daño y perjuicio para nuestros pacientes, médicos y sistemas de salud en general2,3. A la luz de la evidencia actual, resulta necesaria la limitación de la carga laboral. Dicha medida, que en algunos estudios ha demostrado tener incluso un impacto en resultados tan relevantes como una disminución en la mortalidad4,5, puede, sin embargo, ir asociada también a un efecto hasta el momento no claramente dimensionado en la formación de los futuros profesionales. Es nuestra opinión que los médicos se forman fundamentalmente en el contacto día a día con el paciente y que la implementación de dichas medidas podría afectar negativamente el adecuado entrenamiento de los clínicos. Por otro lado, este estrecho y continuo contacto con pacientes es el que fundamentalmente debiera motivar los deseos de autoformación y búsqueda de información. Será entonces nuestro desafío como docentes lograr un adecuado acoplamiento y balance entre la necesaria limitación de la carga laboral con la óptima, humana y completa formación de nuestros residentes. A su vez, los futuros cambios en los diversos programas de formación nos exigirán cambiar nuestras metodologías docentes, deberemos actualizar nuestros métodos y conocimientos sobre el proceso de aprendizaje, procurando incorporar herramientas que optimicen la relación tiempo, competencia y resultado. Alejandro Delfino, Guillermo Lema. Departamento de Anestesiología, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago, Chile. Referencias 1. Acreditation Council for Graduate Medical Education. Common program requirements: duty hours requirements, 2003. Disponible en: http://www.acgme.org/ acWebsite/home/home.asp. [acceso 21 octubre 2009]. 2. West C, Tan A, Habermann T, Sloan L, Shanafelt T. Association of Resident Fatigue and Distress With Perceived Medical Errors. JAMA 2009; 302: 1294-300. 3. Landrigan C, Rothschild J, Cronin J, Kaushal R, Burdick E, Katz JT, et al. Effect of reducing interns’ work hours on serious medical errors in intensive care units. N Engl J Med 2004; 351: 1838-48. 4. Volpp K, Rosen A, Rosenbaum P, Romano P, Even-Shoshan O, Canamucio A, et al. Mortality among patients in VA hospitals in the first 2 years following ACGME resident duty hour reform. JAMA 2007; 298: 984-92. 5. Shetty K, Bhattacharya J. Changes in hospital mortality associated with residency work-hour regulations. Ann Intern Med 20007; 147: 73-80. Correspondencia a: Dr. Alejandro Delfino. Departamento de Anestesiología, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile. Marcoleta 367, Santiago. Chile. E-mail: [email protected]. Fax: 56-2-6327620 135 Rev Med Chile 2010; 138: 136 Instrucciones a los autores Los manuscritos enviados a la Revista Médica de Chile deberán ajustarse al estilo y naturaleza de la Revista y a los “Uniform Requirements for Manuscripts Submitted to Biomedical Journals” (Requisitos Uniformes para los Manuscritos Sometidos a Revistas Biomédicas) del International Committee of Medical Journal Editors, en su versión más reciente disponible en el sitio web www.icmje. org (hay una traducción al castellano disponible en www.wame.org). Las instrucciones detalladas para la Revista Médica de Chile se deben consultar en la versión electrónica de la Revista publicada en www.scielo. cl o en www.smschile.cl. Los autores pueden soli- citar una copia electrónica de estas Instrucciones al correo [email protected]. Cualquiera sea la naturaleza del manuscrito (Artículo de investigación, casos clínicos, artículo de revisión o especial, carta al editor u otra) debe venir acompañado por la Guía de Exigencias para los Manuscritos y la Declaración de Responsabilidad de Autoría, con la identificación y firmas de todos los autores. Se pueden solicitar copias electrónicas del formato de estos documentos al correo [email protected]. Los autores deben estar atentos si reciben instrucciones por correo electrónico ofreciéndoles la posibilidad de enviar su manuscrito por Internet. Instructions for manuscripts submitted Revista Médica de Chile accepts manuscripts submitted in English when: a) The work was done in an English-speaking country, by authors resident in that country, or b) The authors reside in a non-Spanish-speaking country and they feel themselves unable to prepare the manuscript in Spanish. In both circumstances, before submission the manuscript must have been revised/improved by individuals familiarized with scientific/medical writing in English. The manuscript should be prepared according to the format and style of Revista Médica de Chile, following the “Uniform 136 Requirements for Manuscripts Submitted to Biomedical Journals” established by the International Committee of Medical Journal Editors, in its latest version published in the web site www. icmje.org. More detailed instructions are available in the electronic version of Revista Médica de Chile, accessible at www.scielo.cl. In case of doubts, refer them to [email protected]. Authors should be prepared in case they receive instructions by e-mail, allowing them to submit their manuscript via Internet.