«Este trabajo requiere gran vocación y mucha paciencia »

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la entrevista
10 De vinos
31 DE MAYO DEL 2015
ÓSCAR VÁZQUEZ
CARLA GONZÁLEZ ENÓLOGA DE BODEGAS VALTEA
E
«Este trabajo requiere gran
vocación y mucha paciencia »
POR J.M. ORRIOLS
n su casa siempre se habló de
vinos, viñas y uvas. Su madre es del
Ribeiro y sus abuelos tenían fincas con
vides en la Ribera del Duero portuguesa. «Eso fue creando una inquietud
en mi por un mundo tan apasionante
como misterioso —explica Carla—
porque muchas veces me pregunto
como es posible que, después de un
ciclo vegetativo complejo, en el que
intervienen tantos factores, en el que
participamos durante un año tantas
personas, se termine con algo tan excepcional como es una copa de vino
como esta —nos dice levantando la
copa que degustamos en la bodega de
Tenía muy claro que quería vivir en el campo y, si podía ser rodeada de viñedos, mucho
mejor. Carla González, ingeniera técnica agrícola y especializada en industrias
agroalimentarias, es enóloga de Bodegas Valtea y nos cuenta sus vivencias.
Crecente— capaz de conseguir que
se refuerce la amistad, de acercar posiciones encontradas, de transmitir
sentimientos, de difundir la cultura
de los pueblos por el mundo».
—Su ilusión era trabajar con y para el
del vino, pero ¿ ser responsable de la
dirección técnica de la bodega le da
disgustos o alegrías?
—Desde luego más alegrías que dis-
gustos. Es un reto constante porque
siempre hay muchas cosas que hacer,
mucho que investigar, aprender de la
sabiduría de nuestros antepasados y
sobre todo de la Naturaleza. También
es cierto que este trabajo no está exento
de muchas preocupaciones, porque a
lo largo del ciclo hay factores que no
puedes cambiar, pero ver las hojas, las
yemas, las uvas, los racimos, vivir la
vendimia, obtener el mosto, tratar los
vinos y ver la botella en la mesa, es una
satisfacción que solamente podemos
experimentar los que nos dedicamos
a esto. Yo me siento muy afortunada.
—Pero un enólogo, además de conocimientos, tiene que tener mucha
paciencia
—Desde luego, gran vocación, dedicación y mucha paciencia, porque
estamos hablando de todo un año, en
la entrevista
31 DE MAYO DEL 2015
De vinos
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el caso de los vinos jóvenes, pero de
muchos años en el caso de los crianzas.
De cualquier forma el momento de la
vendimia es de muchos nervios, pero
también muy bonito. Es un momento
único y en el que te lo juegas todo, es
un momento crucial para terminar tu
proyecto.
Por las viñas
Con Carla paseamos por las fincas que
Valtea tiene en las riberas del Miño, en
una zona de transición entre el Ribeiro
y la desembocadura del río. Luce un
sol espléndido y las viñas ya presumen
de los primeros brotes y de un verde
único. Es un día de primavera en aquella
privilegiada zona. Nos paramos para
disfrutar de la estampa de una vieja
viña, pero que ya muestra también esa
vida que sigue habiendo en su interior.
—Hoy es un buen día, aunque no se
puede descartar que llueva, porque,
para bien o para mal, Galicia es así
¿Cuándo mira más veces el parte
del tiempo la enóloga?
—Antes de la vendimia y durante la
vendimia. Es la fase más crítica, aunque
también hay que estar muy atentos en
la primavera, cuando aplicas los tratamientos a la viña. En esta zona tenemos
un clima excepcional para el cultivo de
la vid y por eso nuestros vinos están
entre los más apreciados del mundo.
¡Mira, que lloviera un poco ahora tampoco vendría mal!
cambios bruscos de temperatura y más
horas de sol.
— ¿Cuál es su estado de ánimo ahora
mismo?
—Vivo impaciente. Estamos con los
tratamientos y la primavera está un
poco revuelta. Llueve, baja la temperatura y de repente hace calor. Hay que
tener mucho cuidado. Por otro lado,
estoy intranquila con la experiencia del
espumoso, porque hay que controlar
como evoluciona en la fermentación.
También porque es un período fuerte
de embotellado, ya que el verano está
a la puerta.
—Cepas viejas, vinos tradicionales, procesos de elaboración que,
con las nuevas tecnologías, quieren
acercarse al pasado. ¿Está de moda
esta viticultura?
—Nos diferencia la tecnología, higiene
y la rigurosidad. Hoy hacemos más análisis, tenemos más medios técnicos para
evitar enfermedades, podemos hacer
más controles de seguridad alimentaria. Pero, si es cierto, que se tiende
a los vinos de antes, casi sin tocar, sin
filtrar. De cualquier forma creo que el
carácter diferenciador de un vino va a
estar siempre muy ligado a la tierra y a
cada parcela, porque cada una es única.
—Crecente, donde está la bodega
Valtea, hace frontera con O Ribeiro y, sin embargo, las uvas, tanto
Treixadura como Albariño, son
distintas.
—Nuestra zona es de grandes contrastes de temperaturas y con más pluviosidad y por lo tanto nuestras cepas tienen
un porte más alto y se comportan de un
modo distinto, tanto en tamaño como
en grado alcohólico. Pero es que, entre
los propios albariños que están dentro
de la D.O. Rías Baixas, también hay muchas diferencias. Nuestras uvas tienen
menos acidez y un poco más de grado
alcohólico. Por eso hacemos la vendimia una semana antes. En O Salnés
tienen un clima más templado por la
influencia del mar, más humedad y eso
retrasa la maduración. Aquí tenemos
Albariño Valtea
Es un monovarietal de albariño
joven, de color amarillo pajizo con
reflejos oro y verdes, muy limpio y
brillante. Ofrece aromas de buena
intensidad con recuerdos frutales de
albaricoque, piña y manzana sobre
un fondo de heno y flores blancas.
En boca es amplio, , con una
equilibrada acidez que le da frescura
y elegancia.
—Dejamos los viñedos y vamos a
recorrer la bodega. En la entrada
miles de botellas de espumoso, perfectamente colocadas, nos dan la
bienvenida.
—Nuestro espumoso es algo distinto
debido a que lo trabajamos desde que
sale de las parcelas. Sabemos las viñas
que dan mayor acidez y menos grado
alcohólico, que son las que elegimos.
Otra peculiaridad es que hacemos los
pies de cuba para realizar la fermentación en nuestra bodega. Eso implica
que cada botella, dentro de un lote, sea
siempre única.
—Carla González habla del espumoso con la admiración que una
madre tiene por su hijo
—Es que es así, porque toda la familia
pasamos también horas sin dormir y
porque es distinto ya que queremos
hacer de el un reserva. Todo es nuevo y
estamos mirando la forma de dar vuelta
a la botella con un gyropallet, con lo
que obtendremos mayor extracto y
mejor burbuja, más fina, mas delicada
y que aguante más tiempo en botella.
Vamos, que sea un espumoso único.
Una gran apuesta
«Es una apuesta —interviene Lázaro
Moreno, propietario también de esta
bodega familiar— porque hicimos una
gran inversión en maquinaria, ya que
estoy convencido que vamos a tener
éxito. Apostamos por un producto que
se vendiera todo el año, no solamente
en fiestas y navidad, y vemos que no
estábamos equivocados. Tiene una alta
capacidad de entrar en los mercados».
—¿El enólogo en el campo o en la
bodega?
Como buena gallega, tengo que decir
que depende. Si hablamos del espumoso hay más implicación de la parte técnica en el momento de la elaboración,
en la bodega. Con el Valtea joven, el
campo es primordial y especialmente
con el Finca Garabato elaborado con
cepas viejas, que tienen que tener cuidados especiales, sin olvidar tampoco
la bodega.
—¿Nunca se planteó la crianza en
madera?
Nos planteamos la madera hace más de
diez años, pero la desestimamos porque en aquel momento no se buscaban
esos vinos. Las barricas son ahora unos
hermosos maceteros en la finca.
—¿Y un vino tinto aprovechando
las fincas portuguesas del Duero?
—No lo descartamos, porque las fincas
son magníficas y están en una situación
privilegiada, pero ahora mismo pensamos solamente en nuestros blancos.
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